vOLUMEN 26

27.08.2015 12:08

Luisa Piccarreta Volumen 26

I. M. I

Fiat!!!

¡Siempre y eternamente en

Voluntad de Dios! Deo Gratias.

Abril 7, 1929

Besos al sol, salida al jardín, competencia entre viento y sol. Fiesta

de toda la Creación. Nota discordante y nota de acuerdo.

La nueva Eva.

 

Mi pobre mente está siempre de regreso en el centro del Querer

Divino, siento que no puedo hacer menos que navegar su mar interminable y

sumergirme siempre más en él, para no ver, sentir y tocar otra cosa que

Voluntad Divina. ¡Oh Voluntad adorable! Eleva tus altísimas olas hasta las

regiones celestiales y transporta a la pequeña exiliada, tu recién nacida, de tu

Voluntad en la tierra hasta tu Voluntad en el Cielo. ¡Ah! ten piedad de mi

pequeñez y cumple sobre mí tu último acto en la tierra, para comenzar tu

acto continuado en el Cielo.

Ahora, escribo sólo por obedecer y con gran repugnancia. Después de

cuarenta años y más que no había salido al exterior, hoy me han querido

sacar al jardín sobre una silla de ruedas; en cuanto he salido he visto que el

sol me investía con sus rayos, como si quisiera darme su primer saludo y su

beso de luz. Yo he querido corresponderle dándole mi beso, y he pedido a

las niñas y a las religiosas que me acompañaban, que todas diesen su beso al

sol, besando en él a aquella Divina Voluntad que como reina estaba velada

de luz, y todas lo han besado. Ahora, ¿quién puede decir mi emoción

después de tantos años, al encontrarme de frente a aquel sol del cual mi

amable Jesús se había servido para darme tantas semejanzas e imágenes de

su adorable Voluntad? Me sentía investida no sólo por su luz, sino también

por su calor, y el viento queriendo hacer competencia con el sol me besaba

con su vientecillo ligero para refrescar los besos ardientes que me daba el

sol; así que sentía que no terminaban jamás de besarme, el sol por una parte

y el viento por la otra. ¡Oh, cómo sentía a lo vivo el toque, la vida, el

respiro, el aire, el Amor del Fiat Divino en el sol y en el viento! Tocaba con

la mano que las cosas creadas son velos que esconden a aquel Querer que las

34 Este libro ha sido traducido directamente del original manuscrito de Luisa Piccarreta

 

 

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ha creado. Ahora, mientras me encontraba bajo el imperio del sol, del

viento, de la vastedad del cielo azul, mi dulce Jesús se ha movido en modo

sensible en mi interior, como si no quisiera ser menos que el sol, que el

viento, que el cielo y me ha dicho:

"Amada hija de mi Querer, hoy todos hacen fiesta por tu salida, toda la

corte celestial ha sentido el brío del sol, la alegría del viento, la sonrisa del

cielo y todos han corrido para ver que había de nuevo, y al verte a ti

investida por la luz del sol que te besaba, al viento que te acariciaba, al cielo

que te sonreía, todos han comprendido que la potencia de mi Fiat Divino

movía a los elementos a festejar a su pequeña recién nacida. Por eso, toda la

corte celestial uniéndose con toda la Creación, no sólo hacen fiesta, sino que

sienten las nuevas alegrías y felicidades que por tu salida les da mi Divina

Voluntad. Y Yo, siendo espectador de todo esto, no sólo hago fiesta dentro

de ti, sino que no me siento arrepentido por haber creado el cielo, el sol y

toda la Creación, más bien me siento más feliz, porque de ella goza mi

pequeña hija, se me repiten las alegrías, los contentos, la gloria cuando todo

fue creado, cuando Adán inocente no había hecho resonar la nota del dolor

de su voluntad rebelde en toda la Creación, que rompió el brío, la felicidad,

la dulce sonrisa que para dar a las criaturas tenía mi Divina Voluntad en el

sol, en el viento, en el cielo estrellado, porque, hija mía, el hombre con no

hacer mi Divina Voluntad, puso en nuestra obra de la Creación su nota

discordante, por eso perdió el acuerdo con todas las cosas creadas y

Nosotros sentimos el dolor y el deshonor que en nuestra obra haya una

cuerda desafinada, que no emite un bello sonido, y este sonido desafinado

aleja de la tierra los besos, las alegrías, las sonrisas que contiene mi Divina

Voluntad en la Creación, por eso quien hace mi Voluntad y vive en Ella es la

nota de acuerdo con todos, su sonido contiene no una nota de dolor, sino de

alegría y de felicidad, y es tan armoniosa que todos advierten, aun los

mismos elementos, que es la nota de mi Voluntad en la criatura, y poniendo

todo a un lado quieren gozarse a aquélla que tiene esa Voluntad de la cual

todos están animados y son conservados."

Jesús ha hecho silencio y yo le he dicho: "Amor mío, Tú me has

dicho tantas veces que quien vive en tu Divina Voluntad es hermana con

todas las cosas creadas; quiero ver si mi hermana luz me reconoce, y ¿sabes

cómo? Si mirándola no me deslumbra la vista."

Y Jesús: "Ciertamente que te reconocerá, prueba y verás."

Yo he mirado fijamente en el centro de la esfera del sol, y la luz

parecía que acariciaba mi pupila pero sin deslumbrarme, de modo que he

podido mirar en su centro su gran mar de luz; cómo era terso y bello, cómo

es verdad que simboliza al infinito, al interminable mar de luz del Fiat

 

 

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Divino. He dicho: "Gracias oh Jesús que me has hecho reconocer por mi

hermana luz." Y Jesús ha vuelto a hablarme:

"Hija mía, aun en el respiro es reconocida por toda la Creación quien

vive en mi Querer, porque cada cosa creada siente en aquella criatura la

potencia del Fiat y la supremacía que Dios le dio sobre toda la Creación.

Mira y escucha hija mía, en el principio, cuando Adán y Eva fueron creados,

les fue dado el edén por habitación, en el cual eran felices y santos; este

jardín es semejanza de aquel edén, si bien no es tan florido y bello. Ahora,

debes saber que he permitido que vinieras a esta casa que está circundada

por jardines, para ser la nueva Eva, no la Eva tentadora que mereció ser

puesta fuera del edén feliz, sino la Eva reformadora y restablecedora, que

llamará de nuevo el reino de mi Divina Voluntad sobre la tierra. Ah, sí, tú

serás el germen, el cemento a la polilla que tiene el querer humano, tú serás

el principio de la era feliz, por eso concentro en ti la alegría, los bienes, la

felicidad del principio de la Creación, y amo repetir las conversaciones, las

lecciones, las enseñanzas que habría dado si el hombre no se hubiese

sustraído de nuestra Divina Voluntad. Por eso sé atenta, y tu vuelo en Ella

sea continuo."

Abril 12, 1929

La Creación, acto de adoración profunda de la Divina Trinidad.

Estaba toda abandonada en el Fiat Divino, su luz eclipsaba mi

pequeñez y me transportaba arriba, hasta el seno del Eterno, donde no se

veía otra cosa que luz, santidad, belleza, que infundía adoración profunda,

tanto, de sentir cambiada mi pequeña existencia en un acto solo de adoración

profunda hacia aquel Dios que tanto me ha amado y me ama. Entonces,

mientras mi mente se perdía en la luz del Divino Querer, mi amable Jesús se

ha movido en mi interior y me ha dicho:

"Hija mía, la santidad de nuestro Ser Divino; la potencia única de

nuestra Voluntad de la cual estamos investidos, de modo que somos distintos

en las Personas, pero nuestra Voluntad es siempre una que obra en Nosotros,

que domina, que rige; nuestro Amor igual, recíproco e incesante, produce en

Nosotros la más profunda adoración entre las Divinas Personas, así que todo

lo que sale de Nosotros no es otra cosa que actos de adoración profunda de

todo nuestro Ser Divino. Por eso, cuando nuestro Fiat Divino quiso sacar en

campo a toda la Creación con su potencia creadora, obradora y vivificadora,

en cuanto nuestro Fiat se pronunciaba, así salían de Nosotros actos de

 

 

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adoración profunda, así que el cielo no es otra cosa que un acto de adoración

profunda de la inmensidad de nuestro Ser Divino, y por eso por todas partes

se ve cielo, de noche y de día, la inmensidad de nuestro Ser hacía salir de

nuestro seno la inmensidad de nuestra adoración y extendía sobre el universo

el azul cielo para llamar a todos aquellos que habrían habitado la tierra en

nuestra única Voluntad, para unificarlos en la inmensidad de nuestra

adoración, de modo que en virtud de nuestro Fiat, el hombre se debía

extender en la inmensidad de su Creador para formar su cielo de adoración

profunda a Aquél que lo había creado. El sol es un acto de adoración de

nuestra luz interminable, el cual es tal y tanto el ímpetu de su adoración

profunda, que no se contenta con hacerse ver en lo alto, bajo la bóveda del

cielo, sino que del centro de su esfera hace descender sus rayos de luz hasta

lo bajo de la tierra, plasmando y tocando todo con sus manos de luz, inviste

todo y a todos con su adoración de luz, y llama a plantas, flores, árboles,

pájaros y criaturas a formar una sola adoración en la Voluntad de quien las

ha creado. El mar, el aire, el viento, y todas las cosas creadas, no son otra

cosa que actos de adoración profunda de nuestro Ser Divino, que, quién de

lejos y quién de cerca llaman a la criatura en la unidad de nuestro Fiat a

repetir los actos profundos de nuestra adoración, y haciendo suyo lo que es

nuestro, puede darnos el sol, el viento, el mar, la tierra florida, como

adoraciones profundas que sabe y puede producir nuestra Voluntad única en

la criatura. ¿Qué cosa no puede hacer nuestro Fiat? Con su fuerza única

puede todo, une todo, tiene en acto todo y une Cielo y tierra, Creador y

criatura, y de ellos forma uno solo."

Dicho esto se ha retirado en la profundidad de su luz y ha hecho

silencio. Entonces yo he seguido con mi giro en la Creación, para seguir

aquella adoración profunda de mi Creador en todas las cosas creadas. ¡Oh!

cómo se sentía en cada cosa el perfume de la adoración divina, se tocaba con

la mano su aliento adorado, se sentía en el viento la adoración penetrante,

imperante de nuestro Creador, que invistiendo toda la tierra, ahora como

soplo ligero, ahora con oleadas impetuosas, ahora con alientos acariciadores,

nos inviste y nos llama a la adoración que el viento posee de su Creador;

¿quién puede decir la fuerza del viento? Él en pocos minutos recorre todo el

mundo, y ahora con imperio, ahora con gemidos, ahora con voces débiles y

ahora fuertes, nos inviste y nos llama a unirnos a aquella adoración divina

que da a su Creador. Y siguiendo mi giro veía el mar, en aquellas aguas

cristalinas, en aquel murmullo continuo, en sus olas altísimas, Jesús decía

que aquel mar no era otra cosa que un acto de profunda adoración de la

pureza divina, adoración de su amor que murmura continuamente, y en las

olas la adoración de la fuerza divina que mueve como ligera paja a todo y a

 

 

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todos. ¡Oh! si el Fiat Divino reinase en las criaturas, a todos haría leer en

cada cosa creada la adoración distinta que cada cosa posee de nuestro

Creador, y unificándonos con toda la Creación, una debía ser la adoración,

uno el amor, una la gloria al Ente Supremo. ¡Oh Voluntad Divina, ven a

reinar y haz que una sea la Voluntad de todos...

Abril 16, 1929

Para quien vive en el Fiat, es intercambio de

vida entre el Fiat y el alma. Amor duplicado.

Las privaciones de mi dulce Jesús se hacen más largas, y yo no hago

otra cosa que suspirar y gemir por su regreso. Pero a pesar de que vivo toda

abandonada en el Fiat Divino, sus privaciones son heridas tan profundas y

amargas, que más que una cierva herida lanzo mis gritos de dolor para

ensordecer Cielos y tierra y mover a todos al llanto por un dolor tan

desgarrador y por una privación tan grande, que me hace sentir el peso de un

dolor infinito y de una herida siempre abierta, menos en aquellos pocos

momentos en que me habla de su Querer Divino, en donde me parece que se

cierra, pero para reabrirse con dolor más acerbo, y por eso estoy obligada en

mis escritos a poner mi nota doliente de mi pequeña alma, que más que

cierva herida mando mis gritos de dolor para herir a aquel Jesús que me

hiere, quién sabe, y a lo mejor herido Él, regrese y ponga tregua a mi nota

doliente. Después, mientras me sentía inmersa en el dolor de su privación y

toda abandonada en su Querer, se ha movido en mi interior y me ha dicho:

"Animo hija mía, no te abandones a tu dolor, sino sube más en alto.

Tú sabes que tienes un trabajo que cumplir, y este trabajo es tan grande, que

ni siquiera el dolor de mi privación debe detenerte, más bien debe servirte

como medio para subir más en la luz de mi Voluntad. Tu encuentro con Ella

debe ser continuo, porque es intercambio de vida que debéis hacer: Ella se

debe dar continuamente a ti, y tú a Ella. Y tú sabes que el movimiento, el

latido, el respiro, debe ser continuo, de otra manera la vida no puede existir,

y tú harías faltar tu vida en mi Fiat, y Él sentiría el dolor de que su pequeña

hija, su amada recién nacida, le hace faltar en Él su movimiento, su latido, su

respiro, sentiría el arrancarse a su recién nacida, que por sentir su vida como

Vida suya, la tiene siempre en acto de nacer, sin ponerla fuera de su seno, ni

siquiera para hacerla dar un paso, y tú te sentirías faltar la Vida de su

movimiento continuo, de su latido, de su respiro; sentirías el vacío de una

Voluntad Divina en tu alma. No, no, hija mía, no quiero ningún vacío de mi

 

 

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Voluntad en ti. Ahora, tú debes saber que cada manifestación sobre mi Fiat

Divino que te hago, son como tantos escalones por los cuales desciende mi

Querer en el alma para tomar posesión de ella para formar su reino, y el

alma sube al Cielo para transportarlo del Cielo a la tierra. Por eso es un

trabajo grande y no conviene perder tiempo por cualquier razón, aunque

fuese santa. Y tú misma ves como Yo mismo me eclipso en mi QuererDivino para darle todo el lugar a Él, y si a veces hago mis escapadas para

venir, es sólo para tratar, reordenar y hacerte conocer lo que pertenece a mi

Divina Voluntad, por eso sé atenta y tu vuelo en Ella sea continuo."

Después de esto seguía sintiéndome oprimida por las privaciones de

Jesús, y pensaba entre mí: "Cómo ha disminuido su amor hacia mí,

comparado con aquél que me tenía antes, me parece que apenas las sombras

me han quedado del amor de Jesús." Pero mientras esto pensaba se ha

movido en mi interior y me ha dicho:

"Hija mía, cada acto hecho en mi Divina Voluntad duplica mi amor

hacia ti, así que después de tantos actos que has hecho en Ella, puedo decir

que mi amor ha crecido tanto que debo ensanchar tu capacidad, para poderte

hacer recibir mi creciente amor que surge en Mí a cada acto que haces en mi

Divina Voluntad. Por eso mi amor es más intenso y centuplicado que el de

antes, así que puedes estar segura que mi amor no te faltará jamás, jamás."

Abril 21, 1929

La Divina Voluntad es plenitud. Adán antes de pecar poseía

la plenitud de la santidad. La Virgen y todas las cosas

creadas poseen esta plenitud.

Mi abandono en el Fiat Divino continúa, siento que no puedo hacer

menos que estarme en la amada heredad que mi dulce Jesús, con tanto amor

me dio diciéndome: "Hija, te la confío a ti a fin de que jamás salgas de ella,

y hagas resonar tu eco continuo, de un punto al otro, de modo que todo el

Cielo pueda oír que nuestra interminable heredad de nuestro Fiat sobre la

tierra no está aislada, sino habitada por nuestra pequeña hija, ella girará

siempre en Ella para hacer compañía a todos los actos de nuestro Querer, y

en todos sus apartamentos." Por eso me es amado y dulce vivir en mi

celestial heredad, sentiría que me falta la vida sin Ella. Ahora, mientras

giraba en Ella, mi siempre amable Jesús giraba junto conmigo y todo amor

me ha dicho:

 

 

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"Hija mía, mi Divina Voluntad es toda plenitud, no hay cosa que no

posea, inmensidad de luz, santidad incomparable, interminabilidad sin

confines, generadora incesante, ve todo, siente y plasma todo; todo esto es

naturaleza en mi Fiat Divino, por lo que sus actos poseen la plenitud de

todos los bienes, por eso, para poder encerrar un solo acto suyo en el fondo

del alma, es necesario que se escombre de toda sí misma, regrese al vacío de

la nada como en el acto cuando fue creada, a fin de que mi Querer Divino

encuentre el espacio de la nada para poder poner un acto suyo de plenitud, el

cual poseyendo la virtud generadora incesante, un acto llamará al otro, de

modo que nada debe faltar, ni plenitud de luz, de santidad, de amor, de

belleza, ni multiplicidad de actos divinos. Por eso la santidad hecha en mi

Querer Divino posee toda la plenitud, pero tanto, que si Dios quisiera darle

de más no encontraría lugar dónde poner otra luz, otra belleza, y Nosotros

diremos: ‘Eres toda bella, no podemos agregarte otra belleza, tan bella eres,

eres obra de nuestro Querer y esto basta para ser una obra digna de

Nosotros.’ Y el alma dirá: ‘Soy el triunfo de tu Fiat Divino, por eso soy

toda rica y bella, poseo la plenitud de un acto de tu Querer Divino, el cual

toda me llena, y si quisieras darme de más no sé donde lo pondría.’ Tal fue

la plenitud de la santidad de Adán antes de caer en el laberinto de su

voluntad humana, porque poseía el primer acto de nuestro Fiat, generador de

su creación, y por eso poseía plenitud de luz, de belleza, de fuerza, de gracia,

todas las cualidades de nuestro Fiat reflejaban en él y lo embellecían tanto,

que Nosotros mismos nos sentíamos raptados al mirarlo, al ver en él

esculpida tan bella nuestra amada imagen que formaba en él nuestro Ser

Divino. Por eso, a pesar que cayó no perdió la vida ni la esperanza

regeneradora de nuestro Fiat, porque habiendo poseído en el principio de su

vida la plenitud de su acto, no quiso perder a aquél que lo había poseído. La

Divinidad se sintió de tal manera ligada con Adán, que no se sintió con

fuerza para desterrarlo por siempre; para perder lo que una vez ha sido

poseído por nuestro Fiat se necesita mucho, nuestra fuerza se sentiría débil;

nuestro amor, el fuego que posee se restringiría para no hacerlo, sería el

verdadero embarazo divino, perder a aquél que ha poseído un solo acto de la

plenitud de nuestra Voluntad. Tal plenitud de santidad la poseyó la alteza de

la Soberana Reina, y por eso ningún vacío hay en Ella, se llenó tanto, que

posee mares de luz, de gracias, de belleza, de potencia. Es tal y tanta su

plenitud, que no tenemos donde poner y Ella no tiene donde recibir, porque

es la única celestial criatura que vivió bajo el imperio del acto de nuestro

Fiat Divino, y que puede decir: ‘Soy un acto de Voluntad Divina, y en esto

está todo el secreto de mi belleza, potencia, grandeza, y hasta de mi

maternidad.’ ¿Qué cosa no puede hacer un acto de nuestro Fiat? Puede

 

 

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hacer todo, su prerrogativa es la plenitud de todo; un acto de Él es el sol y

posee la plenitud de la luz, y si se pudiera preguntar al sol, ¿quisieras más

luz? Respondería: ‘Tengo tanta que puedo dar luz a todos, y mientras la

doy no la pierdo, porque poseo la fuente de la luz del acto del Fiat Divino.’

El cielo es un acto de Él, por eso dondequiera se extiende, es tanta su

plenitud que no encuentra donde extender de más su tienda azul. El viento

es un acto de nuestro Fiat Divino, y por eso posee la plenitud del imperio, de

la fuerza; ¿quién puede resistir a la fuerza del viento? Ninguno, hace juego

de todo y con su fuerza imperante destroza ciudades, levanta árboles, y

arroja por tierra, como si fueran paja, a todas las cosas. Toda la Creación,

cada cosa creada posee la plenitud del acto de nuestro Fiat, y por eso

ninguna es miserable, todas son ricas con la plenitud querida por nuestro

Querer Divino, ni ninguna cosa tiene necesidad de nada, son en naturaleza

ricas por ellas mismas. El mar posee la plenitud de las aguas; la tierra, la

plenitud de las plantas y de tanta diversidad de ellas, porque todas son partes

del acto de nuestro Querer Divino. Ahora hija mía, el vivir en mi Divina

Voluntad es propiamente esto, poseer y gozar la plenitud de los bienes

divinos, de modo que nada debe faltar, ni santidad, ni luz, ni belleza; serán

los verdaderos partos de mi Fiat adorable."

Abril 28, 1929

El Fiat Divino vuelve inseparable a la criatura de Dios.

Desbordamiento divino por la criatura. Todo está al

seguro en quien vive en el Fiat, y todo está en peligro

en quien hace la voluntad humana.

Estaba haciendo mi giro en el Fiat Divino para seguir sus actos en la

Creación, y habiendo llegado al edén, mi pobre mente se ha detenido en el

acto cuando creaba al hombre, e infundiéndole el aliento le infundía la vida,

y rogaba a Jesús que diera el aliento a mi pobre alma para infundirme el

primer aliento divino de la Creación, a fin de que con su aliento regenerador

pudiese recomenzar mi vida toda en el Fiat, de acuerdo a la finalidad para la

que me habían creado. Pero mientras esto hacía, mi dulce Jesús ha salido de

dentro de mi interior, como en acto de querer infundirme su aliento y me ha

dicho:

"Hija mía, es nuestra Voluntad que la criatura vuelva a subir a nuestro

seno, entre nuestros brazos creadores para darle nuevamente nuestro aliento

continuado, y en este aliento darle la corriente que genera todos los bienes,

 

 

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alegrías y felicidad, pero para poder dar este aliento, el hombre debe vivir en

nuestro Querer, porque sólo en Él lo puede recibir y Nosotros darlo. Nuestro

Fiat tiene tal virtud, de volver inseparable a la criatura de Nosotros, y lo que

Nosotros somos y hacemos por naturaleza, ella lo puede hacer por gracia.

Nosotros al crear al hombre no lo poníamos a distancia de Nosotros, y para

tenerlo junto le dábamos nuestra misma Voluntad Divina, la cual le daría el

primer acto para obrar junto con su Creador; fue esta la causa de que nuestro

amor, nuestra luz, nuestras alegrías, la potencia y belleza nuestras

regurgitaron todas juntas, y desbordando fuera de nuestro Ser Divino

poníamos la mesa a aquél que habíamos formado con nuestras manos

creadoras con tanto amor y generado con nuestro mismo aliento. Queríamos

gozarnos nuestra obra, verlo feliz con nuestra misma felicidad, embellecido

con nuestra belleza, rico de nuestra riqueza, mucho más que era Voluntad

nuestra el estarnos junto con la criatura, obrar juntos y entretenernos junto

con ella; los juegos no se pueden hacer de lejos, sino de cerca. Entonces,

por necesidad de creación y para mantener integra nuestra obra y la finalidad

con la cual la habíamos creado, el único medio era dotar al hombre de

Voluntad Divina, la cual lo habría conservado como salió de nuestras manos

creadoras, y él habría gozado todos nuestros bienes, y Nosotros debíamos

gozar porque él era feliz. Por eso no hay otros medios para hacer que el

hombre regrese a su puesto de honor, y que reentre de nuevo a obrar junto

con su Creador, y que se entretengan mutuamente, que reentrar de nuevo en

nuestro Fiat, a fin de que nos lo lleve triunfante a nuestros brazos que lo

están esperando para estrecharlo fuerte a nuestro seno divino, y decirle:

‘Finalmente, después de seis mil años has vuelto, has andado errante, has

probado todos los males, porque no hay bien sin nuestro Fiat, has probado

suficientemente y tocado con la mano lo que significa salir de Él, por eso no

salgas más y ven a reposarte y a gozar lo que es tuyo, porque en nuestro

Querer todo te fue dado.’ Por lo tanto hija mía, sé atenta, todo te daremos si

vives siempre en nuestro Fiat, nuestro aliento tomará placer en darse siempre

a ti, para darte nuestras alegrías, nuestra luz, nuestra santidad, y comunicarte

la actitud de nuestras obras, a fin de que siempre podamos tener junto a la

pequeña hija regenerada por nuestra Divina Voluntad."

Dicho esto se ha retirado en mi interior, y yo continuaba siguiendo los

innumerables actos del Fiat Divino, y el bendito Jesús me ha dicho:

"Hija mía, es prerrogativa de mi Querer Divino poner al seguro todo lo

que posee, así que cuando entra en el alma, como poseedor de ella, todas las

cosas las pone al seguro, pone al seguro la santidad, la gracia, la belleza,

todas las virtudes, y para hacer que todo esté al seguro, hace sustituir en el

alma su santidad divina, su belleza, sus virtudes, todo en modo divino, y

 

 

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poniendo en ello su sello que es intangible de todo cambio, vuelve a la

criatura intangible de todo peligro. Así que para quien vive en mi Querer

nada hay que temer, porque Él ha asegurado cada cosa con su aseguración

divina. En cambio la voluntad humana hace que todo quede en peligro, aun

la misma santidad, las virtudes que no están bajo el dominio continuo de mi

Fiat, están sujetas a peligros continuados y oscilaciones continuas; las

pasiones tienen el camino abierto para poner todo en desorden y arrojar por

tierra las virtudes, la santidad, formadas con tantos sacrificios. Si no está la

virtud vivificadora y alimentadora continua de mi Querer que cierre todas las

puertas y todos los caminos a todos los males, la voluntad humana tiene

puertas y caminos para hacer entrar al enemigo, el mundo, la estima propia,

las miserias, las turbaciones, que son la polilla de las virtudes y de la

santidad, y cuando está la polilla no hay fuerza suficiente para estar firmes y

perseverantes en el bien, por eso todo está en peligro cuando no reina mi

Divina Voluntad. Además de esto, es tanto el mal que no reine nuestra

Divina Voluntad en medio a las criaturas, que todas las cosas están en

continua oscilación, nuestra misma Creación, todos los bienes de la

Redención son intermitentes, porque no encontrando en la familia humana

nuestro Fiat reinante, no siempre puede dar los mismos bienes, es más,

muchas veces nos debemos servir de la Creación y Redención para armarla

en contra del hombre, porque el querer humano se pone en contra del

nuestro, y Nosotros por justicia debemos golpearlos, para hacerle

comprender que no reinando nuestro Querer, el humano rechaza nuestros

bienes y nos obliga a castigarlos; la misma gloria que nos da la criatura por

medio de la Creación y Redención no es fija, cambia a cada acto de voluntad

humana. Así que el pequeño interés que nos debía dar la criatura, de su

amor y de su gloria que nos debería dar, porque tanto le habíamos dado, no

es ni siquiera renta fija, sino que todo es intermitente, porque sólo nuestra

Voluntad tiene virtud de volver irremovibles y continuados sus actos y

aquellos donde Ella reina. Así que, hasta que no reine nuestro Fiat Divino

todo está en peligro; la Creación, la Redención, los sacramentos todos están

en peligro, porque el humano querer ahora abusa, ahora no reconoce a Aquél

que tanto lo ha amado y beneficiado, ahora pisotea bajo sus pies nuestros

mismos bienes; por eso, hasta en tanto no reine nuestro Querer que arrojará

en medio a las criaturas el orden divino, su firmeza, armonía y su día

perenne de luz, de paz, todo estará en peligro para él y para Nosotros,

nuestras mismas cosas estarán bajo la opresión del peligro y no podrán dar a

las criaturas los bienes abundantes que ellas contienen."

 

 

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Mayo 4, 1929

Potencia, encanto, imperio de un alma que vive en el Querer Divino,

cómo todo gira en torno a ella y domina al mismo Creador.

Mi abandono en el Fiat Divino continúa, y mi pobre mente ahora se

detiene en un punto, ahora en otro de Él, pero no sabe salir de dentro de la

inmensidad de sus confines interminables, es más, no encuentra ni caminos

ni puertas para salir de Él. Y mientras camino en el Querer Divino, lo dejo

detrás de mí, y mientras lo dejo detrás se me pone delante con su Majestad, a

la derecha y a la izquierda, hasta debajo de mis pies y me dice: "Soy todo

para ti, para darte mi Vida y formarla en ti, así que no hay otra cosa para ti

que mi Voluntad Divina y adorable." Mientras mi pobre mente se perdía en

Él, mi dulce Jesús se ha movido en mi interior y me ha dicho:

"Hija mía, quien vive en mi Querer Divino, siente en sí el acto

continuo y constante del obrar divino de mi Fiat, este acto continuo generado

por su potencia en la criatura, tiene tal fuerza, tal imperio sobre todos, que

rapta a todos con su dulce encanto, de modo que todos giran en torno a ella:

los ángeles, los santos, la Trinidad Sacrosanta, las esferas celestes y toda la

Creación, todos quieren ser espectadores para gozar una escena tan dulce,

encantadora y bella, del acto continuo de la criatura en el Fiat Divino, ella

entra en el banco del Ente Supremo y unificándose en el acto continuo de su

Creador, ella no hace otra cosa que poner fuera, con su acto continuo, las

innumerables bellezas, los sonidos más dulces, las rarezas insuperables de

las cualidades de su Creador. Y lo que más rapta es el ver su pequeñez, que

toda osada y animosa, sin temer nada, como si quisiera dominar al mismo

Creador para darle placer, para raptarlo a sí, para pedirle el reino de su

Querer sobre la tierra, toma y pone fuera de dentro del banco divino todas

nuestras alegrías y felicidad como si quisiera agotarlas, y viendo que no las

agota no se cansa, repite su acto continuado, de modo que todos esperan que

termine, y no viéndola terminar se ponen en torno a ella, tanto, que ella se

vuelve el lugar central, y todos giran alrededor para no perder una escena tan

consoladora y jamás vista, esto es, el acto continuo de la pequeñez humana

en la unidad del Fiat Supremo. Mucho más que el obrar continuo es sólo de

Dios, y al verlo repetir por la criatura, despierta las más grandes sorpresas,

que hacen asombrar a Cielos y tierra. Pequeña hija mía, si tú supieras qué

significa un acto continuo en mi Voluntad, este acto es incomprensible a

mente creada, ella es la bilocadora de nuestro acto continuo, ella entra en

nuestro acto y hace surgir y pone fuera, mostrando a todos, nuestra rara

belleza, nuestro amor invencible, nuestra potencia que todo puede, nuestra

 

 

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inmensidad que todo abraza, quisiera decir a todos: ‘Miren quién es nuestro

Creador.’ Y Nosotros la hacemos hacer y gozamos al ver que la pequeñez

de la criatura quiere darnos nuestro paraíso, y nuestro Ser Divino, como

nuestro y como suyo. ¿Qué cosa no puede hacer y darnos quien vive en

nuestro Fiat? Todo. Mucho más, porque estando en la tierra esta feliz

criatura, en virtud del libre albedrío tiene la virtud conquistadora, lo que no

tienen ni siquiera los santos en el Cielo, y con ésta puede conquistar y

multiplicar el bien que quiere. Y nuestro Querer que la tiene dentro de Sí, la

vuelve conquistadora de nuestro Ser Divino."

Mayo 9, 1929

Era necesario que concentrase en Luisa la santidad humana para

consumarla y dar principio a la santidad del vivir en el Querer

Divino. El sufrir voluntario es algo grande delante a Dios.

Había leído en el primer volumen de mis escritos, como Nuestro Señor

me había dicho que quería que yo aceptara entrar en batalla con el enemigo

infernal en las duras pruebas a que me sometió. Entonces yo pensaba entre

mí: "Me parece que hay contradicción, porque Jesús me ha dicho tantas

veces que quien vive en su Voluntad Divina no está sujeto ni a tentaciones ni

a turbaciones, ni el enemigo tiene poder de entrar en el Fiat Divino, porque

Éste lo quemaría más que el mismo fuego del infierno, y para no quedar más

quemado huye del alma que vive en Él." Mientras esto y tantas otras cosas

pensaba, mi dulce Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, tú te equivocas, no hay contradicciones. Tú debes saber

que debiéndote llamar en modo todo especial a vivir en mi Divina Voluntad,

para hacértela conocer, y por medio tuyo hacer conocer a los demás la

santidad del vivir en Ella para hacerla reinar sobre la tierra, era necesario

que concentrara en ti toda la santidad humana para consumarla en ti, para

dar principio a la verdadera santidad del vivir en mi Querer Divino. La

santidad en el orden humano debía ser el escabel, el trono de la santidad en

el orden de mi Divina Voluntad. He aquí el por qué desde el principio en

que te llamé al estado de víctima, y a todo lo que sufriste en aquella época,

Yo te lo decía antes para preguntarte si tú aceptabas, y después de que

aceptabas entonces te ponía en aquel estado de pena, quería de ti el sufrir

voluntario, no forzado, porque era a tu voluntad a la que quería hacer morir,

y encender sobre tu voluntad, casi como apagada llamita, el gran fuego del

sol de mi Fiat. El sufrir voluntario es algo grande delante a nuestra Majestad

 

 

2163

Suprema, y por eso sobre la muerte de tu querer, ahogado de penas, podía mi

Voluntad tener su dominio y disponerte a recibir el bien más grande de sus

conocimientos. ¿No fue mi sufrir todo voluntario –ninguno podía imponerse

sobre Mí– lo que formó el gran bien de la Redención? Así que todo lo que

tú sufriste entonces, no fue otra cosa que un completar el orden de la

santidad en el modo humano, por eso casi nada te decía de la santidad del

vivir en mi Querer Divino, quería completar la una para comenzar la otra

cuando vi que nada me negaste de lo que Yo quería, aun a costa de tu vida; y

mientras nada me negabas y tu voluntad perdía el camino y se encontraba en

continuo acto de morir, la mía hacía su camino y readquiría su Vida en ti, y

conforme readquiría su Vida, así se manifestaba narrándote su larga historia,

su dolor, y cómo suspira el venir a reinar en medio a las criaturas. Mi

palabra es vida, y conforme, más que un tierno padre te hablaba de mi Fiat,

así iba formando su Vida en ti, porque jamás me habrías entendido lo que

respecta a mi Querer si no hubieras tenido su Vida en ti, porque de aquello

que forma la vida se tiene verdadero interés de comprender y defender, lo

que no forma vida entra en el orden secundario, no primario, y no se siente

el verdadero amor que se puede tener a la propia vida. Así que a la misma

Vida de mi Fiat formada en ti Yo podía confiar todos sus conocimientos,

para poder formar otras tantas Vidas de Él en las criaturas, y después debía

hacer de ti lo que hice de Mí: Yo cuando vine a la tierra observé todas las

leyes, me sometía a todos los sacrificios de la ley antigua en modo perfecto,

como ningún otro hasta entonces había observado, y después de que todo lo

completé en Mí, consumando en mi Humanidad todas las leyes y santidades

de modo antiguo, las abolí y di principio a la nueva ley de gracia y a la

nueva santidad que traje a la tierra. Así he hecho contigo: Concentré en ti

las penas, los sacrificios, las batallas de la santidad presente para

completarla, y así poder comenzar de nuevo la nueva santidad del vivir en

mi Querer, esto es, el ‘Fiat Voluntas Tua come in Cielo così in terra.’

Ahora, ¿dónde están las contradicciones que tú dices? Cuando el alma entra

en mi Querer para hacer en Él vida perenne, el enemigo no puede acercarse

más, su vista queda cegada por la luz de mi Fiat, ni puede ver lo que la feliz

criatura obra en esta luz divina. La luz se defiende de todo, domina a todos,

es intangible, no se deja ofender, ni ofende, y si alguno la quiere tocar o

atraparla entre sus manos, con rapidez encantadora huye, y casi

burlonamente la salpica de luz; toca todo, abraza a todos para hacer bien a

todos, pero no se deja tocar por ninguno. Así es mi Divina Voluntad,

encierra al alma en su luz y con su imperio eclipsa todos los males, y ella

viviendo de luz, todo se convierte en luz, en santidad y en paz perenne, así

que los males se extravían y pierden el camino, las turbaciones, las

 

 

2164

tentaciones, las pasiones, el pecado, quedan todos con las piernas rotas y no

saben más caminar. Por eso sé atenta y tu vivir en mi Fiat sea continuo."

Mayo 12, 1929

Quien vive en el Fiat Divino es el narrador de las obras divinas.

La Ascensión. Causa por la que no dejó el reino de la

Divina Voluntad sobre la tierra.

 

Continuando mi acostumbrado abandono en el Fiat Divino, estaba

siguiendo los actos de Él en la Creación, me parecía que uniéndome a sus

actos, ahora hacía un acto de luz, ahora un acto de inmensidad, ahora un acto

de potencia, y así de todo lo demás. Pero mientras esto hacía, mi siempre

amable Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, quien vive en mi Divina Voluntad y sigue sus actos, es la

narradora de todas nuestras obras. Así que conforme tú giras en el sol para

repetir junto con mi Voluntad lo que hice al crear al sol, nos haces la

narración de la historia de su luz, y el Ente Supremo al oír repetir por ti toda

la historia del sol, lo que encierra, el bien que hace, siente darse toda la

gloria de su luz, y como la luz brilla sobre todas las cosas, inviste todo, llena

el aire, así oye tu eco cercano y lejano, en lo bajo y en la altura de los cielos,

y susurrando a nuestro oído nos haces la narración de la luz, y nos glorifica

tanto, que nos das un sol de gloria; oh, cómo quedamos felicitados por parte

de la criatura por haber creado un astro tan benéfico para toda la tierra.

¿Cómo no amar a quien vive en nuestro Fiat Divino? Ella recoge todas

nuestras cualidades y felicidad esparcidas en todo lo creado, y ahora nos

hace la narración del cielo y nos dice la historia de su inmensidad y nos da la

gloria del cielo entero; ahora nos dice la historia del mar, y murmura junto

con las aguas: ‘Amor y gloria de todo el mar a mi Creador.’ Ahora nos

narra la historia de la tierra florida, y todas las plantas y flores elevan su

perfume y nos das la gloria de toda la tierra. Ahora nos haces la narración

de la historia del viento, ahora del aire, ahora del pajarillo que canta, ahora

del cordero que bala, en suma, tiene siempre cosas que narrarnos de las

tantas cosas que hemos hecho en la Creación, para darnos el amor y la gloria

que tuvimos al crearla. Oh, cómo es dulce y grato el oírte hacer la narración

de nuestras obras, nos sentimos duplicar el amor, nuestra gloria; mucho más

que, quien nos hace la narración vive en nuestro Querer, el cual,

instruyéndola le hace decir los secretos amorosos que hay en todas las cosas

creadas."

 

 

2165

Dicho esto ha hecho silencio. Después, como si no pudiera contener

el amor de su corazón divino, ha agregado:

"Hija amada mía, tú eres mi esperanza, la esperanza del reino de mi

Divina Voluntad sobre la tierra, aquella esperanza que no dice duda, sino

certeza, porque ya en ti encuentra su reino; tus modos, tus prerrogativas, tus

narraciones, todo son pertenecientes a mi Fiat Divino, en ti están sus

fundamentos, sus conocimientos, por eso espero que su reino se formará y se

divulgará sobre la tierra."

Después de esto estaba pensando cuando Nuestro Señor subió al Cielo,

glorioso y triunfante, con su Humanidad no más humillada, sujeta a las

penas, con la divisa de Adán caído, sino intangible de toda pena, con la

divisa del nuevo Adán inocente, con todas las prerrogativas más bellas de la

Creación, vestido de luz e inmortal. Pero mientras esto pensaba, mi

dulcísimo Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, mi Humanidad rehizo en sí, y sobre de sí misma todos los

males de la humanidad caída, hasta morir, para darle virtud de hacerla

resurgir de la muerte a la cual estaba sujeta. He aquí la causa por la que no

dejé el reino de mi Voluntad Divina sobre la tierra, porque faltaba la

humanidad del Adán inocente, gloriosa e inmortal para poder impetrarlo y

recibir el gran don de mi Fiat. Por eso era necesario que mi Humanidad

primero debía rehacer la humanidad caída y darle todos los remedios para

levantarla, después morir y resurgir con las dotes del Adán inocente para

poder dar al hombre lo que perdió. No sólo eso, sino quise subir al Cielo

con mi Humanidad bella, vestida de luz como salió de nuestras manos

creadoras, para decir al Padre Celestial: ‘Padre mío, mira cómo mi

Humanidad esta rehecha, cómo el reino de nuestra Voluntad está al seguro

en Ella, soy Yo la cabeza de todos, y quien te ruega tiene todos los derechos

de pedir y de dar lo que Yo poseo.’ Hija mía, se necesitaba una humanidad

inocente, con todas las dotes con las cuales salió de nuestras manos

creadoras para impetrar de nuevo el reino de nuestra Voluntad en medio a

las criaturas, que hasta entonces faltaba, y Yo lo adquirí con mi muerte, y

subí al Cielo para cumplir, después de mi primer trabajo, el segundo trabajo

mío de impetrar y dar el reino de mi Divina Voluntad sobre la tierra. Son

cerca de dos mil años que esta mi Humanidad ruega, y nuestra Majestad

Divina, sintiéndose regurgitar de nuevo, más bien, con más intensidad el

amor de la Creación que tuvimos al crear al hombre, y sintiéndose raptar y

fascinar por la belleza de mi Humanidad, ha desbordado fuera de nuevo, y

abriendo los Cielos ha hecho llover a torrentes la lluvia de luz de los tantos

conocimientos sobre mi Fiat, a fin de que como lluvia descienda sobre las

almas, y con su luz vivifique y sane al querer humano, y transformándolo,

 

 

2166

arroja la raíz de mi Voluntad en los corazones, y ahí extiende su reino sobre

la tierra. Para venir mi reino a la tierra primero debía hacerlo conocer, debía

hacer saber que quiere venir a reinar, y Yo, como un hermano mayor de la

familia humana, estoy haciendo todas las diligencias necesarias en el Cielo

junto a la Divinidad, para darle una adquisición tan grande. Por eso era

necesario que Yo subiera al Cielo con mi Humanidad glorificada, para poder

readquirir de nuevo el reino de mi Fiat para mis hermanos e hijos."

Mayo 16, 1929

Los conocimientos sobre la Divina Voluntad son el ejército; los actos

hechos en Ella son las armas; su luz, el palacio real; el Ministro, la

Trinidad Santísima. Ímpetu divino por establecer su reino.

Necesidad divina, silencio de Jesús, dolor de sus secretos.

Continuando mi acostumbrado abandono en el Fiat Divino, estaba

pensativa por las privaciones de mi dulce Jesús. ¡Oh! cómo gemía mi pobre

alma bajo el peso infinito de un dolor que hace decir a todas las cosas

creadas: "¿Dónde está tu Jesús, Aquél que tanto te amaba? ¡Ah, tú sientes

que sostiene todo, tocas su belleza que ha puesto sobre toda la Creación, ves

su inmensidad que no puedes alcanzar, pero todo esto que tú ves no son otra

cosa que la huella de sus pasos, que a su paso imprimió sobre todas las cosas

creadas por Él, pero no está aquí! Tú, corre, búscalo, y todas nosotras te

acompañaremos gimiendo junto contigo para hacerte encontrar a Aquél que

tú quieres." Yo siento que todos me hablan de Jesús con notas dolientes,

que haciendo eco en mi pobre corazón desgarrado por un dolor que yo

misma no sé decir, es tanta la impresión, como si quisiera salir de mi

habitual estado. Pero mientras estaba en esto, mi amable y buen Jesús me ha

sorprendido, y poniéndome los brazos en el cuello me ha dicho:

"Hija mía, ¿qué pasa? ¿Qué pasa? Cálmate, cálmate, cómo, ¿tal vez

tú quieres salir del ejército de mi Divina Voluntad? Mira qué ejército

ordenado, formidable y numeroso, que disponiéndose en orden de batalla en

tu alma no te será fácil salir; pero, ¿sabes tú quién es este ejército? Todos

los conocimientos sobre mi Divina Voluntad, porque Ella habiéndose

formado su palacio real en ti, no podía estar, ni era decoroso estar sin su

ejército. Este ejército lo hemos sacado de nuestro seno divino para cortejar,

defender, y están todos atentos para hacer conocer a todos quién es nuestro

Fiat, su Rey divino, cómo quiere descender con todo su ejército celestial en

medio a los pueblos para combatir al querer humano, pero no con las armas

 

 

2167

que matan, porque en el Cielo no hay estas armas asesinas, sino con las

armas de luz que combaten para formar la Vida de mi Querer en las

criaturas, las armas de este ejército son los actos hechos en mi Divina

Voluntad. Mira como es bello, el palacio real es la Luz de mi Fiat, el Rey

que domina es mi Querer, el Ministro la Trinidad Santísima, el ejército sus

conocimientos, las armas tus actos hechos en Él. Porque conforme tú tenías

el bien de conocer un conocimiento suyo y obrabas en virtud de él, en mi

Fiat formabas las armas en las manos de cada conocimiento, para dar la vida

de este conocimiento a las otras criaturas. Pero no es todo aún, cada

conocimiento posee un arma diversa la una de la otra, así que cada

conocimiento que te he dado sobre mi Divina Voluntad posee un arma

especial y distinta, quién posee el arma de la luz para iluminar, calentar y

fecundar el germen de mi Fiat; quién posee el arma de la potencia vencedora

que domina e impera; quién el arma de la belleza que rapta y conquista;

quién el arma de la sabiduría que ordena y dispone; quién el arma del amor

que quema, transforma y consume; quién el arma de la fuerza que arroja por

tierra, hace morir y hace resurgir en mi Querer Divino; en suma, cada

conocimiento mío es un soldado divino que manifestándose a tu alma se ha

hecho poner en sus manos, por ti, el arma de cada oficio que poseen. Mira

que orden tienen, como son atentos a su oficio y a manejar el arma que cada

uno posee para disponer y formar el pueblo del reino de mi Fiat Divino.

Este ejército y estas armas poseen la virtud prodigiosa de lo infinito, de

modo que se difunden por dondequiera, y donde hay una luz, aun pequeña,

en las criaturas, combaten con armas de luz contra las tinieblas del querer

humano para eclipsarlo y darle la Vida de mi Fiat, y donde hay un germen

de potencia o de fuerza, corre el soldadito divino con su arma de la Potencia

y de la Fuerza para combatir la potencia y fuerza humana, y hacer resurgir la

Potencia y la Fuerza de mi Divina Voluntad. Este ejército tiene el arma

opuesta a todos los actos humanos para combatirlos, para hacer resurgir

sobre el acto humano el acto de mi Querer Divino. Por eso hija mía, es

necesario que tu permanezcas en mi Divina Voluntad para formar armas

suficientes, con tus actos hechos en Ella, al gran ejército de sus

conocimientos. Si tú supieras cómo este ejército espera con ansia las armas

de tus actos en sus manos para mover batalla y destruir el pobre reino del

querer humano, y edificar nuestro reino de luz, de santidad y de felicidad;

mucho más que Yo estoy en ti, en la gran morada de mi Divina Voluntad, en

medio a mi ejército, con el continuo consejo del Ministro de las Divinas

Personas, como reproductor de nuestras obras, porque Nosotros somos el Ser

obrante, y donde estamos queremos obrar siempre, sin cesar jamás. Por eso

es de necesidad que tú estés siempre en nuestro Fiat, para unirte a Nosotros

 

 

2168

en nuestro continuo obrar y darnos el campo de siempre obrar en ti, porque

es propiamente ésta la señal del obrar divino: Obrar siempre, siempre, sin

cesar jamás."

Después de esto ha hecho silencio, y poco después con un énfasis más

tierno ha agregado:

"Hija mía, si tú supieras que ímpetu de amor siento porque quiero

establecer el reino de mi Divina Voluntad sobre la tierra, para realizar el

único fin por el cual fue creado el hombre; todo lo que ha sido hecho por las

Divinas Personas, desde que fue creado el mundo y lo que haremos, nuestro

principio será siempre aquél, no lo dejaremos jamás, que el hombre regrese a

su herencia del reino de nuestro Fiat que nos rechazó. Tanto, que en mi

misma encarnación, cuando descendí del Cielo a la tierra, la primera

finalidad fue el reino de mi Divina Voluntad, los primeros pasos los di en el

reino de Ella, esto es, en mi Madre Inmaculada que lo poseía, mi primera

morada fue en su seno purísimo, en el cual mi Fiat tenía su dominio absoluto

y su reino íntegro y bello, y en este reino de mi Querer que poseía mi Mamá

Celestial comencé y formé mi Vida, acá abajo, de penas, de lágrimas y de

expiaciones. Yo lo sabía, sabía que debía ser el Jesús abandonado, no

amado ni buscado, pero quise venir porque veía a través de los siglos que mi

venida a la tierra debía servir para formar el reino de mi Querer Divino, y

por necesidad debía primero redimirlos para obtener mi primera finalidad.

Y Yo desde entonces descendía del Cielo para venir a buscar, encontrar y

estrechar a mi seno a los hijos de mi reino, que me habrían buscado, amado,

reconocido, hasta llegar a no poder estar sin Mí, y por eso en lo que Yo

hacía y sufría, Yo ponía un sello y decía: ‘Aquí esperaré a los hijos de mi

Querer, los abrazaré, nos amaremos con un solo amor, con una sola

Voluntad’; y por amor de ellos, las lágrimas, los pasos, las obras, se me

cambian en refrigerio, en alegría para mi corazón ahogado de amor. Hija

mía, ¿no sientes tú misma que no puedes estar sin Mí? Y cuando lean en el

mundo estos escritos, quedarán maravillados al oír la larga cadena de mis

gracias, mis cotidianas visitas, y por tan largo tiempo, lo que no he hecho a

ningún otro, mis largas conversaciones que he tenido contigo, las tantas

enseñanzas que te he dado, y todo lo que debía servir al reino de mi Divina

Voluntad. Sentía la irresistible necesidad de reemprender y rehacer contigo

todas las conversaciones, de comunicarte las gracias, las enseñanzas que

habría dado a Adán inocente si no hubiera rechazado la preciosa herencia de

mi Fiat; él rompió mi hablar y me redujo al silencio, y después de seis mil

años de silencio sentía la extrema necesidad de reemprender mi hablar con la

criatura. ¡Oh! cómo era doloroso contener tantos secretos en mi corazón,

que debía confiarle, y que sólo para ella eran reservados estos secretos, no

 

 

2169

para otros, y si supieras cuánto me ha costado el callar por tan largo tiempo,

mi corazón estaba sofocado y delirante repetía sumisamente: ‘Ay de Mí,

creé al hombre para tener con quién hablar, pero debía poseer mi Divina

Voluntad para entenderme, y como me la rechazó me ha vuelto el Dios

taciturno, ¡qué dolor siento! ¡Qué amor sofocado que me hacía desfallecer,

y deliraba! Por eso no pudiendo soportarlo más, lo he querido romper

contigo, he roto mi largo silencio, y por eso la necesidad del ímpetu de mi

hablar tan prolongado, frecuente y repetido. Y mientras me desahogo

contigo en el decir, siento como si ahora estuviese dando principio a la

Creación, y por eso en estos escritos te estoy haciendo escribir el verdadero

por qué de la Creación, qué cosa es mi Voluntad, su valor infinito, cómo se

debe vivir en Ella, su reino y cómo quiere reinar para volver a todos santos y

felices. Todos quedarán sorprendidos al leer estos escritos y sentirán la

necesidad de que mi Fiat viva en medio a ellos. La Divinidad siente una

irresistible necesidad de completar la obra de la Creación, y ésta será

completada con el reinar nuestra Divina Voluntad en medio a las criaturas.

¿Qué haría una criatura si después de que ha hecho una obra con sacrificios

inauditos y por largo tiempo, obra que le cuesta la vida, obra de valor

incalculable, y sólo porque le faltase un punto, una pincelada, un color, no

puede completar la obra que le cuesta tanto? Y por cuan bella su obra, por

cuan preciosa y de valor incalculable, que formaría su fortuna, su gloria y su

felicidad completa, no puede presentarla al público, ni puede decir que es

una obra completa porque falta un punto. Para esta persona la vida se

cambiaría en dolor y sentiría el peso de su obra, bella, sí, pero no completa,

y por eso se siente infeliz y en vez de gloria se siente humillada, y ¿qué

sacrificios no haría? Pondría la vida para poner aquel punto para dejar

completa su obra. Así nos encontramos Nosotros, nada falta a nuestra obra

de la Creación: cielos, soles, obras y magnificencia de toda especie, pero

falta un punto, un punto que me desfigura una obra tan bella, pero este punto

es el más importante, es la pincelada más bella, es el color más vivo que

falta a la Creación, todos y todo viven en mi Fiat, pero un punto de ella, esto

es, la familia humana está fuera de Él, fuera de mi reino y vive infeliz. ¡Qué

dolor! Hay lugar para todos en mi Querer, no obstante hay quien vive fuera.

¡Oh! cómo nos la desfigura y la vuelve incompleta. Y, ¿qué cosa no

haremos para verla completa? Cualquier sacrificio hija mía, todo estamos

dispuestos a hacer; ya he puesto mi Vida en la Redención para poner este

punto a la obra creadora. Y cuando conozcan qué significa Voluntad de

Dios, el gran bien que puede hacer, y cómo a Nosotros la cosa que más nos

importa es poner a salvo los derechos de nuestro Fiat Divino, y hacerlo

reinar para ver a todos felices en nuestra Voluntad, con nuestra misma

 

 

2170

felicidad, no más se maravillarán de leer en estos escritos, lo que te he dicho

y hecho de grande en tu alma, más bien dirán: ‘A una Voluntad tan santa

que todo ha hecho, era justo que se necesitara este desahogo de gracias y

tantas enseñanzas sublimes para hacérsela comprender, amar y suspirar en

quien debía hacer el primer depósito de su reino.’ Por eso sé atenta, porque

se trata de dar los derechos a una Voluntad Divina, para dejar completa la

obra de la Creación."

Mayo 21, 1929

La Divina Voluntad, luz; el amor, calor. Alimento y desahogo divino.

Estoy siempre de regreso en mi amada heredad del Querer Divino, y

me parece que voy cosechando en Él, y Jesús no deja de darme sus bellas

lecciones sobre cada una de aquellas espigas que voy recogiendo; pero

mientras giraba iba repitiendo mi estribillo sobre de cada cosa: "Te amo,

haz que mi te amo sea dulce cadena que atando al eterno Fiat lo atraiga, lo

violente para hacerlo venir a reinar sobre la tierra." Ahora, mientras esto

hacía, mi adorado Jesús me ha dicho:

"Hija mía, mi Divina Voluntad es luz, el amor es el calor. Luz y calor

son inseparables entre ellos y forman la misma vida; hay necesidad de la

fusión de mi Voluntad y de mi amor, una voluntad que no ama, no es

operante; una amor que no tiene voluntad, está sin vida. Empero mi

Voluntad tiene el primer acto, se puede decir que su luz hace surgir el calor,

Ella hace el primer acto y llama en su luz la vida del amor, y de ellos forma

una sola cosa, ¿quién puede dividir el calor de la luz? Ninguno. Sin

embargo, cuanto más grande es la luz, más fuerte es el calor, así que una

pequeña luz, apenas si se siente la fuerza del calor; una luz grande da mucho

calor y produce efectos admirables. ¿Cuántos y cuáles efectos produce el sol

porque su luz es tanta que abraza toda la tierra? Se puede decir que es el rey

de la tierra, con su luz y con su calor acaricia a todos, abraza todo y hace

bien a todos y sin que pida nada a nadie, porque: primero, no tiene

necesidad de nada; segundo, porque todos se sentirían impotentes de

corresponder al sol por el gran bien que hace a toda la tierra. He aquí el por

qué tú sientes en ti dos potencias infinitas fundidas en una: mi Divina

Voluntad y mi amor, y la luz de mi Querer te hace correr para hacerte poner

su te amo, que hace salir del seno de su luz, sobre todas las cosas, para ver

toda la Creación adornada con su y tu te amo.

 

 

2171

Además de esto, la vida tiene necesidad de alimento; mi Voluntad

Divina es Vida, mi amor es alimento, cada te amo tuyo es un sorbo de

alimento que das a mi Fiat en ti, y cada acto tuyo hecho en mi Querer hace

crecer la Vida de Él en ti. ¡Oh, cómo goza por ello, y crece admirablemente

la Vida de mi Querer en la criatura cuando encuentra mucho amor divino, se

puede decir que mi Fiat encuentra su alimento, y mi amor encuentra su

vida."

Después de esto continuaba pensando en el Fiat adorable, y mi dulce

Jesús ha vuelto a tomar la palabra diciéndome:

"Hija mía, quien vive en mi Querer Divino se encuentra bajo el

desahogo continuo de su Creador, es tanto nuestro amor hacia ella, nos rapta

tanto al ver nuestro Fiat en la pequeñez de la criatura, que queremos darle

siempre, siempre, sin cesar jamás. Ahora, este nuestro desahogo divino la

llena tanto, que no le deja ningún vacío en sí misma, de modo que

dondequiera que se apoya encuentra siempre la plenitud de nuestro desahogo

que la sostiene, de manera que no puede replegarse sobre sí misma, porque

nuestro desahogo la sostiene y la lleva como en triunfo en sus brazos. ¿Pero

sabes tú qué cosa desahogamos? Amor, luz, gracia, santidad, potencia, etc.;

ahora, todas estas cualidades nuestras hacen competencia para ver quien

lleva en brazos a esta pequeña criatura, parece que se la pelean entre ellas y

hacen turno para decir, todos la hemos llevado, y mientras cada una la lleva

en sus brazos, si la lleva el amor, la llena tanto de amor, que toma gusto en

ver ahogada a la pequeña pequeñita, ahogada en su amor, y sólo se contenta

al hacerla pasar a los brazos de la luz cuando la ve desbordar amor, porque

quiere ver repetir a la pequeña pequeñita lo que ha hecho su Creador. La luz

toma gusto en ahogarla de luz, la gracia en ahogarla de gracia, la potencia en

ahogarla de potencia, pero tanta, de raptar al mismo Creador. En suma, esta

pequeñita criatura vive bajo el desahogo continuo de Dios, que la llena tanto,

de sentirse ahogada sin poderlo contener, de modo que está obligada a

desbordarlo fuera, así que lo que tú dices de mi Querer Divino no es otra

cosa que el desahogo de lo que contienes dentro."

Mayo 25, 1929

Potencia de quien vive en el Fiat Divino. Virtud de los actos

hechos en Él. Todas las generaciones dependen de

los actos hechos por Adán.

 

 

 

2172

Continuando mi habitual abandono en el Fiat, me he encontrado fuera

de mí misma, y con sorpresa he visto al enemigo infernal junto a mí, como si

se quisiera lanzar sobre de mí; yo he sentido tal fuerza, de ponerme sobre de

él, y conforme me ponía sobre él así quedaba vencido y hecho pedazos. Yo

me impresionaba y pensaba entre mí: Desde hace mucho tiempo que no veía

al enemigo, es más, si me veía huía de mí, y ahora ¿qué cosa quiere con este

acercarse?" Y mi amable Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, el alma que posee mi Fiat Divino tiene tal potencia, que

hace pedazos la potencia diabólica, y Yo he permitido que tocaras con la

mano que sólo con el ponerte sobre de él ha quedado destrozado, a fin de

que no le temas, y que él sintiese la potencia de quien posee mi Querer, que

dispersa como polvo al viento la fuerza diabólica. Por eso no te des

pensamiento de él y continúa la vida en mi Fiat, porque tú debes saber que

cada oración, cada acto y movimiento de quien vive en Él, encierra dentro

una fuerza y un peso infinito e incancelable, y el infinito se extiende por

todas partes, contiene la virtud productora de todos los bienes, abraza la

eternidad, encierra al mismo Dios, por eso un acto hecho en mi Querer es un

acto que no termina jamás, y tiene tal potencia que encierra Cielo y tierra.

Nuestro Fiat con su potencia infinita encierra nuestra Divinidad en el acto de

la criatura, formando con sus velos de luz la más bella y deliciosa morada

real a nuestro Ser Divino."

Jesús ha desaparecido, y yo me sentía abismada en el abismo de luz

del Fiat supremo. Después de esto estaba siguiendo mis actos en el Fiat

Divino, y llegando al edén pensaba entre mí: "En este edén, nuestro primer

padre Adán hizo sus primeros actos en el Fiat Divino; así que toda la

Creación tuvo el principio dentro de un acto de Voluntad Divina obrante en

todas las cosas creadas, como también el primer hombre, Ella extendía la

plenitud de su santidad, potencia, belleza y luz en cada cosa, haciéndose

actora y espectadora, encerrando todo en un acto solo de su Voluntad

Divina. Cómo era bella la Creación en su principio, una era la Voluntad que

obraba, y los diversos actos no eran otra cosa que los efectos de Ella." Pero

mientras esto pensaba, mi amable Jesús moviéndose en mi interior me ha

dicho:

"Hija mía, todas las generaciones dependen de los primeros actos

hechos por Adán en la plenitud de mi Divina Voluntad, porque siendo

hechos en Ella, eran actos llenos de vida y podían dar principio y vida a

todos los otros actos de todas las criaturas. Y a pesar de que las criaturas no

viven de mi Voluntad, sino de la de ellas, pero es siempre Ella que les da

vida, y mientras les da vida la tienen como sofocada y agonizante en sus

actos. Por eso todos los actos de Adán hechos en mi Querer están como acto

 

 

2173

primero de todos los actos de las criaturas; ¿quién puede destruir un acto

hecho en mi Divina Voluntad? ¿Quién puede quitarle la soberanía, la

potencia, la belleza, la vida? Ninguno. No hay cosa que no dependa del

primer acto, todas las cosas creadas dependen del primer acto hecho por

Aquél que las ha creado. Y si tanto amo, suspiro y quiero que mi Voluntad

sea conocida y reine en medio a las criaturas, es propiamente esta la razón,

que sean restituidos sus justos y santos derechos, y que así como tuvo

principio la Creación toda, así regrese toda en nuestra Divina Voluntad."

Mayo 28, 1929

Cuando Jesús habla de su Querer se abajan los Cielos; fiesta de

todo el Cielo. El Divino Querer es corona de la Creación y

de la Redención. Dolor de Jesús porque

no se conoce el Fiat Divino.

 

Mi pequeña inteligencia no hace otra cosa que navegar en el mar

interminable del Fiat Divino, y conforme forma sus olas de luz así murmura

su lenguaje celeste y divino, y pone fuera sus secretos, y con palabras

arcanas se manifiesta a mi pequeña alma, y muchas veces mi dulce Jesús

sale de dentro de aquellas olas de luz, corre, me abraza y se pone la mano en

su corazón para sostenerlo, tanto es el ímpetu de su amor porque escucha y

habla de su Querer Santísimo. Ahora, mientras me encontraba en este

estado, mi amado Jesús me ha dicho:

"Hija de mi Querer, si supieras qué amor siento cuando me decido a

hablarte de mi Fiat Divino; cada vez que te he hablado de Él los Cielos se

han abajado, tanta era la estima y la veneración que sentían, y haciendo

homenaje a lo que Yo debía decir, y abajándose, todos se ponían atentos a

escucharme, y mientras Yo hablaba sentían en ellos nuevas creaciones de

Vidas Divinas, nuevas alegrías, nuevas bellezas, porque cuando se trata de

hablarte de otros conocimientos de mi Fiat Divino, todo el Cielo siente la

potencia de Él y hacen competencia en escuchar y en recibir los nuevos

efectos de aquellos conocimientos. Así que cuantas veces te he hablado de

mi Querer Santísimo, ha sido la fiesta de todo el Cielo, porque se sentía

duplicar la felicidad, y sólo el Cielo podía contener todos los admirables

efectos, las puras alegrías de un solo conocimiento de mi Fiat; sólo así podía

hablarte de Él, con el Cielo abajado para recibir sus actos reverentes y los

homenajes debidos a mi Divina Voluntad. Es tanto el amor y el deseo que

siento de hacerla conocer, que si fuera necesario me encarnaría de nuevo

 

 

2174

para obtener que mi Voluntad fuera conocida y reinase sobre la tierra, pero

esto no es necesario, porque habiéndome encarnado una vez, mi encarnación

está siempre en acto y tiene virtud de reproducir los mismos efectos como si

de nuevo me encarnase. Y ha sido sólo por el decoro de mi Fiat que te he

escogido, te he purificado de todo germen de corrupción, me he encerrado

en tu alma, no sólo en modo espiritual sino también natural, de modo de

servirme de ti como velo para cubrirme, casi como me serví de mi

Humanidad como velo para esconder mi Divinidad, y para tenerte a mi

disposición te he segregado de todo, te he confinado dentro de una cama y

por tan largos años, para darte las sublimes lecciones sobre mi eterno Fiat y

hacerte beber sorbo a sorbo sus conocimientos y su Vida. La historia largade Él requería tiempo para narrártela y hacértela comprender. Yo puedo

decir que he hecho más que en la Creación y Redención, porque mi Querer

encierra la una y la otra y es principio y medio de ellas, y será fin y corona

de la Creación y Redención, en modo que sin mi Voluntad, no conocida ni

reinante y dominante sobre la tierra, nuestras obras serán obras sin corona e

incompletas, he aquí el por qué tanto interés de hacerla conocer. Nuestras

mismas obras hechas con tanto amor y magnificencia, están bajo la opresión

de un gemido inenarrable, y casi bajo una humillación profunda, porque la

Vida, la sustancia esencial que esconden, no es conocida aún, se conocen los

velos, la exterioridad de la Creación y Redención, pero la Vida que esconden

es ignorada; ¿cómo pueden dar la Vida que esconden y los bienes que

poseen? Por eso nuestras obras suspiran, reclaman sus justos derechos, que

sea conocida mi Divina Voluntad. ¡Ah! sí, sólo Ella será la gloria, la corona

imperecedera y el cumplimiento de nuestras obras. Ahora, tú debes saber

que Yo me encuentro en ti escondido, con el dolor en el corazón, como me

encontraba en los últimos años, cuando mi Humanidad vivía acá abajo sobre

la tierra, y Yo, Verbo del Padre estaba escondido en Ella. Después de tantos

sacrificios, después de mi tanto decir y ejemplos dados, miraba la tierra,

miraba los pueblos y aun a aquellos que me rodeaban sin los efectos de mi

venida a la tierra, los frutos, los bienes de mi venida a la tierra escaseaban

tanto, que mi corazón era torturado al sentir que me rechazaban los tantos

bienes que quería darles, y acrecentaba mi dolor porque veía que habiendo

cumplido en mi Humanidad lo que debía hacer para redimirlos, estaba por

partir para el Cielo. Cómo es doloroso querer hacer el bien, aun a costa de la

propia vida, y no encontrar a quien dar estos bienes. Ahora, así me

encuentro en ti, miro mis y tus sacrificios, miro el orden que he tenido, las

tantas lecciones que te he dado, bastante para hacer conocer mi Divina

Voluntad, para formar su reino, y si no termino de decir es porque su historia

es eterna, y lo que es eterno tiene su decir eterno que no termina jamás, y

 

 

2175

que el decir de mi Fiat se eternizará en el Cielo. Miro a aquellos que te

circundan y que saben lo que respecta a mi Querer, sin verdadero interés de

hacer conocer tanto bien, miro tu misma humanidad que me sirve como

cátedra donde imparto mis lecciones, y que tú misma no puedes negar que

me sientes mover en ti sensiblemente, hablar, sufrir, y que estoy

propiamente en ti para formar mi reino y hacerlo conocer; y mientras te miro

veo que ni siquiera tu humanidad debe estar por largo tiempo sobre la tierra,

y mi corazón siente la estrechura del dolor porque el gran bien que quiere

hacer mi Divina Voluntad ni siquiera es conocido, sus conocimientos están

como sepultados, y que mientras quieren dar vida, felicidad, luz, quedan

como encarcelados entre Yo y tú y en los escritos que con tanta ternura de

amor te he hecho escribir. Por eso hija mía, compadece mi dolor, adora mis

disposiciones de tenerte aún sobre la tierra, Yo sé que te es muy duro y Yo te

compadezco, y mientras nos compadecemos mutuamente hagamos cuanto

esté en nosotros para hacer conocer mi Divina Voluntad."

Después de esto estaba haciendo mis actos en el Querer Divino, y mi

dulce Jesús ha agregado:

"Hija mía, mi Fiat tiene su acto primero en nuestra Divinidad, su acto

primero en la Creación y Redención y en todas las cosas, y por eso tiene el

justo derecho de dominar todo y de envolver a todos y de ser la primera

rueda, que moviéndose, todo mueve en torno a sí y todo gira a su alrededor.

Así que quien toma mi Voluntad como vida toma todo, y conforme la

primera rueda se mueve, así todas las cosas se dan al alma, tanto, que no

tiene necesidad de pedir, todas conforme giran en torno a mi Querer se dan a

ella. Por eso la cosa más necesaria es tomar mi Divina Voluntad, y si esto

ha hecho, ha hecho todo y ha tomado todo, todo es suyo. Sucede como a

una máquina, si se mueve la primera rueda del centro de ella, todas las

ruedas secundarias giran, pero si no se mueve la primera rueda, todas quedan

detenidas, y no hay potencia o artífice que tenga virtud de mover las ruedas

secundarias, pero si se mueve la primera, por sí mismas las otras giran y

hacen su oficio. Por eso la atención y el arte deben ser para la primera

rueda, todo lo demás viene de por sí. Así es mi Voluntad, quien la posee no

tiene necesidad de nada."

Mayo 31, 1929

El verdadero amor tiene necesidad de un desahogo. La Creación fue

un desahogo de amor, como también la Redención y el Fiat Divino.

Qué significa un desahogo divino.

 

 

2176

Mientras escribía pensaba entre mí: "Cuántos sacrificios para escribir,

cuántas noches de vigilia, cuánto tiempo empleado, sólo Jesús ha sido

testigo, y teniendo compasión de mí me sostenía, me ayudaba, me inspiraba

las palabras, y muchas veces Él mismo me dictaba lo que debía escribir,

pero, ¿cuál será la utilidad de tantas premuras de Jesús por hacerme escribir,

y de tantas luchas internas por poner sobre el papel lo que Jesús me hacía oír

dentro de mí? ¿Qué utilidad a tantos sacrificios sostenidos? ¿Quién se

tomará el trabajo de leerlos, de hacerlos conocer a fin de que lleven el bien

de tantas verdades sobre la Divina Voluntad en medio a las criaturas? Creo

que ninguno, y todos los sacrificios quedarán en el papel. Del resto, si he

escrito lo he hecho sólo por temor, para no disgustar a Jesús, y sólo y

siempre por obedecer. Luego, con estos pensamientos continuaba

escribiendo, y cuando después de haber terminado me puse a rezar, mi dulce

Jesús ha salido de mi interior y estrechándome entre sus brazos me ha dicho:

"Hija mía, el amor verdadero tiene necesidad de un desahogo, Yo no

podía contener más en Mí este desahogo intenso de hacer conocer mi

Voluntad, sus conocimientos, su valor inmenso y el cómo quiere formar su

reino sobre la tierra. Mi corazón se encuentra en el arrebato de las llamas,

porque quiero dar esta sorpresa a las humanas generaciones, el reino de mi

Divina Voluntad sobre la tierra; sorpresa no esperada por ellos. Y mi amor

contenido gemía, deliraba y era devorado por llamas inextinguibles, porque

quería hacer conocer que quería darles este gran bien, bien que sobrepasa

todos los demás bienes, cual es el reino de mi Fiat Divino. Este gran bien lo

di al principio de la Creación, porque de nuestra Voluntad no salen jamás

bienes u obras incompletas, nos fue rechazado por el hombre, y Nosotros

tuvimos el dolor de sentir que se nos rechazaba la vida, la sustancia, los

bienes, y la parte más esencial de la Creación, y el hombre volvió, para él,

todas nuestras obras incompletas, y no se ha dado más pensamiento de

readquirir lo que nos rechazó, Pero mientras él no lo pensaba, Nosotros lo

pensábamos, y esto formaba nuestro martirio de amor, martirio que nos ha

durado cerca de seis mil años, martirio secreto que acrecentaba nuestras

llamas y nos devoraban tanto, que no pudiendo contenerlas más he querido

venir a ti para romper el secreto, porque sentía la necesidad de hacerte un

desahogo de amor y decirte: ‘Quiero dar lo que el hombre me rechazó,

quiero que mi Querer reine sobre la tierra.’ Y para hacerlo venir a reinar

debía hacértelo conocer, por eso la necesidad de manifestarte tantos

conocimientos de Él. Entonces, si ningún bien ni utilidad traerán tus

sacrificios de escribir, lo que no será, eran necesarios a mi amor y han

servido para formar mi desahogo y para aligerarme de las llamas que me

 

 

2177

devoraban. Así que cada conocimiento sobre mi Fiat Divino era un

desahogo de amor contenido que te hacía, era una nueva creación que Yo

ponía fuera, era un unir la Divina Voluntad a la humana, para reordenarla de

nuevo según el orden creado por Nosotros. Era vida que salía de Mí,

sustancia y parte esencial para poder formar el reino de mi Divina Voluntad

sobre la tierra. Si tú supieras qué significa un desahogo divino: Desahogo

de amor fue la Creación y, ¡oh, cuántos bienes no salieron de este desahogo!

Cielos, estrellas, soles, mares, tierra florida, y después el hombre, formado

con tal arte, que Cielos y tierra se asombran por el modo como está formado

el hombre. Este desahogo habría continuado, y cosas más bellas debían salir

de Nosotros, pero el hombre con rechazar nuestra Voluntad Divina nos cerró

este desahogo y detuvo nuestras obras, y por cuatro mil años nuestro

desahogo no tuvo más salida, pero nuestro amor sentía la necesidad de

desahogar, quería sus derechos, quería poner fuera sus llamas vitales, e

irrumpiendo su largo desahogo creó a la Virgen Santísima, a la cual procedió

la encarnación del Verbo, ¿cuántas maravillas en este segundo desahogo,

cuánta utilidad, cuántos bienes no han recibido las criaturas? Pero este

nuestro desahogo quedó a la mitad, y nuestro amor debió contentarse con

esperar otros dos mil años para poder irrumpir de nuevo su desahogo y poner

fuera todos sus secretos, las maravillas más íntimas de nuestra Divinidad, los

dones más grandes que se necesitan para hacer reinar nuestra Voluntad

Divina en medio a las criaturas. Si tú supieras qué significa un desahogo

divino, y así como en la Creación nuestro desahogo hizo obras grandes,

magnánimas, y es útil y continua su vida, así en el desahogo de la Redención

llevará sus admirables efectos y la vida redentora a las generaciones

humanas; así este desahogo de hacer conocer que mi Fiar Divino quiere

formar su reino, y todo lo que has escrito sobre sus conocimientos, tendrán

vida en medio a las criaturas. Por eso, por ahora déjame desahogar, y Yo

pensaré en cómo volver útil lo que te he manifestado."

Junio 4, 1929

Conforme el alma va haciendo la Divina Voluntad, así Ésta se dilata y

hace crecer la Vida Divina en el alma, y el alma crece en el seno de su

Padre Celestial. Quien vive en Ella, llama a lista a toda la Creación.

Quien sale de la Divina Voluntad, él sale pero sus actos quedan.

Mi abandono en el Fiat continúa, siento en mí tal necesidad de vivir en

Él, que para mí se ha vuelto más necesario que mi misma naturaleza, es más,

 

 

2178

la naturaleza me la siento cambiada en Voluntad de Dios, siento que está

perdida en Ella; y en todas las cosas, en vez de encontrarme a mí misma,

encuentro a aquel Fiat que me dice: "Yo soy tu vida, corre, corre siempre en

Mí, en el mar de mi luz para vivir de mis actos, de mi santidad, de mi

felicidad y de todos los bienes que poseo." Pero mientras navegaba el mar

del Fiat Divino, mi dulce Jesús se ha movido en mi interior y me ha dicho:

"Hija mía, conforme el alma va obrando en mi Querer Divino, así Él

se dilata de más en la criatura, de modo que cada acto de más hecho en Él,

tanto crecimiento de más hace en ella, así que se ve crecer en modo

admirable la Vida Divina en la criatura. Pero no es todo, conforme crece la

Vida Divina en la criatura, al mismo tiempo por cuantos actos de más hace

en mi Fiat Divino, tanto más crece la criatura en el seno de su Padre

Celestial, el Ser Supremo abre su seno y encierra a esta feliz criatura para

hacerla crecer a modo divino, para vestirla con vestidos reales, para

proporcionarle el alimento con sus manos, para embellecerla de rara belleza.

Todo el Cielo queda sorprendido, raptado al ver que su Creador crece en su

seno a una criatura y dicen entre ellos: ‘Alguna cosa grande hará de ella,

que la ama tanto y la custodia tanto que la hace crecer en su seno paterno.’

Y todos esperan el pleno crecimiento de esta criatura para ver lo que será de

ella. Por eso el prodigio de vivir de mi Querer es singular, Él comunica talpotencia a quien vive en Él, que entra en todas partes, y Dios mismo ama y

quiere crecerla en su seno divino. Además de esto, es tal y tanta la

potencialidad y difusión del acto hecho en mi Divina Voluntad, que

dondequiera se difunde: Se extiende en el cielo y llama como a pasar lista a

las estrellas, se extiende en el sol y llama a lista a la luz, inviste el aire, el

viento, el mar, y llama a lista a los pájaros, a la fuerza del viento, a las aguas

y a los peces, y poniéndolos todos en orden, dice a todos con su acto:

Inclínense y adoremos con doble homenaje a nuestro Creador, aquel Fiat que

nos creó está en mi acto, y yo quiero crear con Él nuevo amor, nueva

adoración y gloria a nuestro Creador. Y no sólo se extiende en todas las

cosas creadas, sino se extiende en los actos de la Virgen, en todos los actos

que Yo hice en la tierra, en los actos de su Creador, en los de todos los

santos, desde el primero hasta el último; a todos los llama para pasarles lista

y hace correr dentro de ellos la nueva vida de amor, de adoración, de gloria a

Aquél que la ha creado. Se puede decir que dondequiera que está mi Divina

Voluntad se extiende el acto de la criatura hecho en la mía, hasta en el

infierno sienten la potencia de una criatura que obra en mi Fiat Divino,

porque así como todo el Cielo siente la nueva felicidad, la gloria y el nuevo

amor del acto de la criatura hecho en mi Querer, así el infierno siente el

nuevo tormento de aquella Voluntad Divina que rechazaron, y que mientras

 

 

2179

está con ellos, con justicia está para atormentarlos, y cada vez que la criatura

obra en Ella sienten el peso de la justicia más grave sobre de ellos y se

sienten quemar de más. Así como nada huye de mi Fiat Divino, así nada le

huye a quien obra en Él, y cada vez que repite sus actos, tantas veces pasa

lista para estar segura de que ninguno falta en su acto de dar la nueva gloria,

adoración y amor a aquel Dios tres veces santo, y a aquella Voluntad Divina

que con tanto amor le hace el puesto para hacerla vivir en Ella, y la hace

distenderse en su interminabilidad."

Después de esto estaba haciendo mi giro en el Fiat Divino e iba

recogiendo todas las cosas creadas, todos los actos de las criaturas para

formar de ellos un solo acto en la unidad de Él, y mi amable Jesús ha

agregado:

"Hija mía, sólo mi Divina Voluntad posee el acto único, y en su

unidad abraza todo, hace todo, da vida a todo, pero mientras hace un solo

acto, este acto tiene la fuente de todos los actos juntos, que mientras son

efectos del único acto, se esparcen en todo lo creado y descienden a bien de

las criaturas como actos reales, mientras en la unidad del acto único del Fiat

Divino es siempre un solo acto, tanto, que jamás separa de sí un solo efecto,

ni lo puede separar, porque todos los efectos forman la unidad de su único

acto. Sucede como al sol, una es la luz, uno es el acto de luz que

continuamente manda a la tierra, pero esta única luz en cuanto toca la tierra,

los efectos son innumerables y reales, tan es verdad, que conforme la luz

toca la tierra se ven los efectos cambiados en actos, de modo que se ve la

variedad de los colores a las flores, la diversidad de las dulzuras a los frutos,

y tantas otras cosas, ¿tal vez el sol ha perdido uno solo de los tantos efectos

que como actos reales ha comunicado a la tierra? Ah, no, celoso los

conserva en su solo acto de luz, mucho más que la fuerza, la plenitud y su

solo acto de luz está formado por todos los efectos que él posee, así que el

sol, símbolo de mi Voluntad Divina, posee innumerables efectos, los da

como actos reales a la tierra, sin perder ninguno, y hace siempre un acto

solo; si esto hace el sol creado por Nosotros, mucho más lo hace mi Divina

Voluntad. Ahora hija mía, el hombre con hacer su voluntad salió de la

unidad de la mía, y todos sus actos perdieron la fuerza de la unidad y

permanecen esparcidos, quién en un punto, quién en otro, y divididos entre

ellos. Estos actos humanos no teniendo unidad, no tienen fuentes de efectos

ni plenitud de luz, y por eso son símbolos de aquellas plantas y flores que

crecen sin sol, y como están esparcidos y divididos entre ellos, no tienen

fuerza duradera y crecen míseros y descoloridos. Así que el hombre con

hacer su voluntad pierde la unidad con la mía, pierde la fuente de la vida,

pierde la plenitud de la luz. Ahora, quien vive en mi Querer Divino va

 

 

2180

recogiendo todos los bienes esparcidos por las criaturas y de ellos forma un

solo acto, y estos actos llegan a ser derecho de quien hace y vive en mi Fiat

Divino. No hay bien que no pueda tomar quien vive en mi Querer, con la

fuerza bilocadora de Él, llama, recoge y une todos los actos juntos, y

ordenándolos todos en mi Fiat, me da todo y le doy todo."

Después de esto estaba siguiendo mis actos en el Querer Supremo, y

miles de pensamientos se acumulaban en mi mente sobre las tantas

maravillas suyas, pero para no extenderme demasiado digo sólo lo que me

ha dicho Jesús:

"Hija mía, lo que se hace en mi Divina Voluntad queda perdido en

Ella, y así como es inseparable la luz y el calor, y si se extingue la luz queda

extinto el calor, y si se da vida a la luz, por su naturaleza la luz hace surgir

junto la vida del calor, así los actos de la criatura hechos en Ella son

inseparables de mi Querer, mucho más que no está sujeta a extinguirse

porque es luz eterna e inmensa, es por esto por lo que Adán salió de dentro

de mi Voluntad cuando pecó, pero sus actos quedaron en Ella, él pudo

separarse de sus mismos actos, pero sus actos hechos en mi Querer no

pudieron salir, ni separarse, porque ya habían formado su vida de luz y de

calor en Ella; lo que entra en mi Voluntad pierde la vida en Ella, forman la

misma vida, pierden los derechos de salir y mi Querer dice: ‘Estos actos han

sido hechos en mi casa, en mi luz, los derechos son míos y no hay fuerza ni

humana ni divina que pueda hacer salir y separar un acto hecho por la

criatura en mi Voluntad.’ He aquí por qué los actos de Adán hechos en Ella

antes de pecar, están como acto primero de los cuales depende la Creación y

los actos de las generaciones humanas. Ahora, supón que tú salieras de

dentro de mi Voluntad, tú sales y quedas fuera, pero tus actos no salen, ni

tienen derecho de salir, ni lo pueden, y hasta en tanto que tú estés en mi

Querer, tus actos son míos y son tuyos, pero si tú salieras pierdes los

derechos, y como han sido hechos en el reino de mi Divina Voluntad y no en

el humano querer, quedan como derechos míos, a pesar de que se ven y son

conocidos que han sido hechos por ti. Ahora, tú debes saber que todo lo que

tú haces en mi Fiat, servirá como acto primero a las otras criaturas para vivir

en el reino de Ella, como orden, régimen y vida de aquellos que vivan en el

reino de mi Fiat; por eso te recomiendo tanto el girar en Él, te vigilo, te

acompaño, muchas veces lo hago junto contigo, porque no sólo sirven para

ti, sino deben servir como actos primeros y como modelos de quien debe

vivir en el reino de mi Fiat Divino."

 

 

2181

Junio 9, 1929

Inseparabilidad de quien vive en la Divina Voluntad. Ejemplo del

respiro y del sol, cómo dominan todo, van en busca de todo, así es

la Divina Voluntad. Competencia entre la una y la otra.

Mi abandono en el Fiat Divino es continuo, y su luz me eclipsa tanto

mi pequeña inteligencia, que no sé hacer otra cosa que pensar, ahora en una

verdad, ahora en otra verdad de la Divina Voluntad, y por cuanto más la

pienso, tanto más bella y majestuosa se hace delante a mí, y con un amor

indecible, más que una tierna madre, abre su seno de luz y pone fuera un

parto de luz, para encerrarlo en su pequeña hija. Mientras me encontraba en

este estado, mi dulce Jesús me ha dicho:

"Hija mía, así como un respiro es vida del siguiente, tanto, que

mientras se hace por sacar el respiro, antes que se haya expulsado todo,

llama al otro respiro, así que se puede decir que el respiro tiene su vida y da

vida a la criatura porque es continuo, están de tal manera unidos y

estrechados entre ellos, que son inseparables; así también el latido del

corazón, un latido llama la vida al otro latido, y el latido continuo forma la

vida, tanto, que si cesa el respiro y el latido la vida no existe más. Así es el

alma que hace y vive en mi Divina Voluntad, es tal y tanto el

ensimismamiento y la unión con Ella, mucho más que como están unidos

entre ellos los respiros y los latidos, por eso los actos hechos en mi Fiat

Divino son como tantos respiros o latidos que la criatura hace en Dios, de

modo que se vuelve el respiro divino, y mi Fiat forma el respiro de ella; por

lo tanto son vida que intercambian mutuamente, para formar una sola. Por

eso los actos hechos en nuestra Divina Voluntad son inseparables de

Nosotros, y sentimos el contento de respirar nuestra obra, y de sentir nuestra

la obra salida de Nosotros, y de hacerla vivir en nuestra casa, y tan unida con

Nosotros, de respirar su mismo respiro."

Después continuaba haciendo mis actos en el Fiat adorable, y mi

siempre amable Jesús ha agregado:

"Hija mía, así como el sol desde lo alto de su esfera extiende su gran

rueda de luz y abraza la tierra, dándole la vida de sus efectos de luz para

hacerla germinar, da el beso de vida de su luz a cada planta, a cada flor, a

cada árbol, para sellar sobre cada planta, en quién la vida del perfume, en

quién el color, en quién la dulzura, a todos quiere dar su abrazo y beso de

vida, no se niega a ninguno, no rechaza a nada, cualquiera que sea la cosa,

aun el más pequeño hilo de hierba, más bien, la misma luz queriéndola hacer

de reina que se quiere desviscerar, va en busca de todos, quiere reconocer

 

 

2182

todo para formar en todas las cosas la vida que cada una de las plantas

requiere; no se sentiría reina, ni derecho de ser reina, si su luz no diese su

vida a todo, tanto, que en su gran rueda de luz encierra todo y parece que

todos toman de la luz del sol la vida, la belleza, la variedad de los colores, el

crecimiento; pasa sobre el mar, sobre los ríos, sobre los montes, para formar

en ellos sus tintas argentinas y el horizonte de oro y de plata en el fondo de

ellas. ¡Oh, cómo el sol con su luz domina todo, pero no para oprimir, ni para

hacer mal a ninguno, sino para vivificar, para embellecer y para darse como

vida de todo; parece que en su mudo silencio dice a todos: ‘Cuánto os amo,

mi amor está extendido cuanto está extendida mi gran rueda de luz, mi amor

por la tierra es sustancioso y pleno de vida, jamás me cambio, desde la altura

de mi esfera estoy siempre en mi puesto para abrazarla, amarla y darle vida.’

Así que la tierra vive en la gran rueda de su luz, y cada cosa tiene la boca

abierta para recibir la vida de los efectos de la luz del sol. ¡Oh! si, jamás

sea, el sol se pudiera retirar de la tierra, o la tierra se pudiera oponer a recibir

los bienes y la vida de la luz del sol, no habría día, sino noche perenne, y la

tierra quedaría sin vida, sin color, lo dulce no existiría, sería más que una

escuálida miseria; qué cambio funesto, que horror llegaría a ser la tierra. Tal

es mi Divina Voluntad, más que sol para las criaturas; en su gran rueda

interminable de luz va en busca de todos para hacerse reconocer y formar en

cada criatura su vida de belleza, de santidad, de luz y de dulzura infinita;

quiere destruir en ellas todas las amarguras, las fealdades, las miserias, y con

su beso de vida, dándoles su aliento quiere cambiarlas en dulzuras, en bello,

en santo. Pero, ¡ay de Mí! el sol creado por mi Fiat hace tantos prodigios a

la tierra, y con su majestad toda suya extiende su manto de luz, de belleza, y

a cada toque suyo da la vida que posee a cada una de las cosas, y mi Fiat

queda con el dolor de no poder comunicar los bienes que posee y su Vida

Divina en las almas, porque ellas se oponen a recibirla y no quieren tomar la

luz de mi Querer, y por eso se encuentran como la tierra si se pudiese oponer

a recibir la luz del sol, en plena noche, escuálidas, débiles, y muchas dan

terror al mirarlas. Mi Divina Voluntad está preñada de tantas Vidas Divinas,

de tantas bellezas y de tantos bienes que quiere darles, se quisiera

desviscerar para encerrar en su seno de luz a las criaturas, y hacer de cada

una de ellas un prodigio de santidad, de belleza, distintas una de la otra para

formar su Cielo en la tierra, pero la voluntad humana se opone, y mi Fiat

siente el intenso dolor, más que madre cuando no puede dar a la luz su parto.

He aquí por qué, hija mía, mi Voluntad Divina quiere hacerse conocer,

quiere formar su reino, porque estos sus hijos vivirán voluntariamente en la

suya y de su luz, estarán con las bocas abiertas a recibir sus besos, sus

abrazos y sus efectos, para formar su Vida Divina en ellos, entonces sí, se

 

 

2183

verán los prodigios que sabe hacer y puede hacer mi Querer, todo se

cambiará y la tierra se volverá Cielo, y entonces el sol que está bajo la

bóveda del cielo y el Sol de mi eterno Querer se darán la mano, es más, se

pondrán en competencia para ver quien podrá hacer más prodigios, el sol a

la tierra, y mi Voluntad a las almas; pero la mía desahogará de más, tanto, de

formar un nuevo encanto de prodigiosas bellezas jamás vistas a todo el Cielo

y a toda la tierra."

Junio 14, 1929

Cuentas con Jesús. El alma, banco de la Divina

Voluntad. Recuerdos inolvidables. El edén.

 

Estaba siguiendo mi giro en el Fiat Supremo, y mi pequeña mente

habiendo llegado al edén estaba diciendo: "Majestad adorable, vengo ante

Ti para traerte el modesto interés de mi te amo, te adoro, te glorifico, te

agradezco, te bendigo, para darte mi pequeño interés porque me has dado un

cielo, un sol, un aire, un mar, una tierra florida y todo lo que has creado para

mí. Tú me dijiste que cada día quieres hacer las cuentas conmigo y recibir

éste mi modesto interés para estar siempre de acuerdo, y tener al seguro en el

pequeño banco de mi alma toda la Creación, dada a mí por Ti como pequeña

hija de tu Querer." Pero mientras esto hacía, el pensamiento me ha dicho:

"¿Pero cómo puedes tú satisfacer un interés tan grande?" Y además, ¿qué

gran cosa es un te amo, te adoro, te agradezco?" Mientras esto pensaba, mi

dulce Jesús se ha movido en mi interior y me ha dicho:

"Hija mía, esto fue un acuerdo entre tú y Yo, que Yo ponía en el banco

de tu alma toda la Creación, y tú deberías darme el interés de llenarla con tu

te amo, te adoro, te agradezco; y como te vi abrumada por un capital tan

grande, y temiendo que quisieras rechazarme el gran don, Yo para darte

valor para recibirlo te dije: ‘Me contento con un modesto interés, y haremos

cuentas todos los días aquí en el edén, así estaremos de acuerdo y siempre en

paz, y tú no estarás preocupada porque tu Jesús ha puesto en tu banco un

capital tan grande.’ Y además, ¿no sabes tú el valor de un te amo dicho en

mi Divina Voluntad? Ella llena el cielo, el sol, el mar, el viento,

dondequiera extiende su Vida, así que conforme tú dices tu te amo, te adoro

y todo lo demás que puedes decir, mi Fiat extiende tu te amo en el cielo, y tu

te amo se hace más extenso que el cielo; tu te adoro se extiende en el sol, y

se hace más ancho y más grande que su luz; tu te glorifico se extiende en el

viento y gira por el aire, por toda la tierra, y sus gemidos, las ráfagas de

 

 

2184

viento, ahora acariciadoras, ahora impetuosas, dicen te glorifico; tu te

agradezco se extiende en el mar y las gotas del agua y los serpenteos de los

peces dicen, te doy las gracias, y Yo veo el cielo, las estrellas, el sol, el mar,

el viento, llenos de tu te amo, de tus adoraciones y similares y digo: ‘Cómo

estoy contento de haber puesto todo en el banco de la pequeña hija de miQuerer, porque ella me paga el interés querido por Mí, y como vive en Él,

me da un interés divino y equivalente, porque mi Fiat extiende sus pequeños

actos y los vuelve más extensos que toda la Creación.’ Y Yo cuando te veo

venir al edén para darme el modesto interés, te miro y veo en ti a mi Divina

Voluntad duplicada, una en ti y la otra en Mí, mientras es una, y me veo

pagar el interés por mi misma Voluntad y Yo quedo satisfecho, y oh, cómo

estoy contento al ver que mi Fiat ha dado virtud a la criatura para hacerla

duplicar mi Voluntad para hacerla satisfacer a su Creador. Hija mía, cuántas

cosas inolvidables hay en este edén, aquí nuestro Fiat creó al hombre y

desahogó tanto en amor, que a torrentes se vertió sobre de él, tanto, que

oímos aún el dulce murmullo con el cual nos vertimos sobre de él; aquí

comenzó la Vida de nuestro Fiat en la criatura, y el dulce y amado recuerdo

de los actos del primer hombre hechos en Él, estos actos existen aún en

nuestro Querer y son como prendas de amor de que él renacerá para volver a

tener el reino de nuestro Fiat; en este edén está el doloroso recuerdo de la

caída del hombre, la salida que hizo de nuestro reino, oímos aun los pasos

cuando salió de nuestro Fiat Divino, y como este edén le había sido dado a él

a fin de que viviera en Él, por eso fuimos obligados a ponerlo fuera y

tuvimos el dolor de ver a la obra a Nosotros más querida, sin su reino,

errante y dolorido, nuestro único alivio fueron las prendas de sus actos que

quedaron en nuestro Querer, éstos daban los derechos a la humanidad para

reentrar al lugar de donde salió. He aquí por qué te espero en el edén, para

recibir tu modesto interés, para renovar lo que hicimos en la Creación y

recibir la correspondencia de tanto amor no comprendido por las criaturas, y

para encontrar un amoroso pretexto para dar el reino de nuestra Divina

Voluntad. Por eso quiero que también a ti te sea querido este edén, a fin de

que nos pidas, nos apresures para que regrese el principio de la Creación, la

Vida de nuestro Fiat en medio de la familia humana."

Junio 19, 1929

La Divina Voluntad y la Vida obrante de Ella en la criatura.

Diferencia entre quien vive y quien no vive en el Fiat.

 

 

 

2185

Mi pobre mente se perdía en el Fiat Divino, sentía el dulce encanto de

su luz raptora y pensaba entre mí: "¿Pero qué cosa es esta Divina Voluntad

en mi pobre alma?" Y mi amado Jesús moviéndose en mi interior me ha

dicho:

"Hija mía, qué fortuna la tuya vivir bajo el dulce encanto de mi Querer

Divino, ¿y no sabes tú que Ella cuando toma posesión de la criatura forma su

Vida obrante en ella, de modo que así como obra en Sí misma así obra en

quien reina? Y más que Reina se impone sobre todo, se extiende con su luz

en la pequeñez de la criatura, y ahí forma su dulce encanto a la voluntad

humana para estar más libre de formar su Vida, y como la Vida Divina de mi

Fiat está compuesta de actos repetidos, nunca interrumpidos, no está sujeta a

detenerse, por eso sientes en ti un acto que no termina jamás, una luz que

jamás se apaga, un amor que siempre arde. No es así para quien no vive en

mi Querer, ellos sienten la Vida Divina interrumpida en su interior; sus actos

dispersos, ahora se sienten de un modo y ahora de otro; su voluntad no está

investida por una luz continua, que dulcemente la alimente y la arrebate, y

que sintiendo lo dulce de mi Querer no se dé ningún pensamiento de salir en

campo para obrar humanamente, y si tienen luz es a intervalos. Símbolo de

quien vive en mi Divina Voluntad es quien pudiese estar siempre bajo el sol,

su luz no termina jamás ni tiene necesidad de ser alimentada para no

apagarse, así que quien pudiese vivir bajo el sol sentiría que le llueve

siempre luz, y como la luz contiene admirables efectos, se alimentaría de

dulzuras, de perfumes, de variedad de colores, de luces, de modo que

sentiría formarse en sí misma la vida del sol; en cambio para quien no vive

en mi Querer, aunque no fuese malo, es símbolo de quien vive bajo la luz del

bajo mundo, la cual no tiene virtud ni fuerza de formar un dulce encanto de

luz, de eclipsarla tanto de no poder mirar otra cosa que luz, y está sujeta a

apagarse frecuentemente porque no posee en su naturaleza la virtud

alimentadora continua, y si no se alimenta su luz termina, y como una luz

formada por la criatura no posee ni dulzura, ni colores, ni perfumes, no

puede sentir que se forma en sí la vida de aquella luz. Qué gran diferenciaentre quien vive en mi Querer Divino y entre quien vive fuera de Él."

Sea todo para gloria de Dios, y para bien de mi pobre alma.

 

 

2186

Junio 27, 1929

Regalo a San Luis. Cómo era necesario que enlazara a Luisa en

las manifestaciones sobre la Divina Voluntad. Transmisión de

humano y divino. Derechos divinos que adquiere la criatura.

Habiendo recibido la santa comunión, la estaba ofreciendo para gloria

de San Luis, y ofrecía por regalo a él mismo todo lo que había hecho

Nuestro Señor en su Divina Voluntad con su mente, con sus palabras, obras

y pasos, para la gloria accidental de San Luis en el día de su fiesta. Ahora,

mientras esto hacía, mi dulce Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, regalo más bello no podías hacerle en el día de la fiesta del

querido San Luis, conforme tú ofrecías tu comunión y todos mis actos

hechos en mi Divina Voluntad, se formaban tantos soles por cuantos actos

hice Yo en Ella estando sobre la tierra, y estos soles han investido a San

Luis, de modo que ha recibido tal gloria accidental de la tierra, que más no

podía recibir. El solo ofrecimiento de los actos hechos en mi Divina

Voluntad, tiene virtud de formar soles, porque conteniendo Ella la plenitud

de la luz, no es maravilla que convierta los actos humanos hechos en Ella en

soles."

Después de esto estaba pensando entre mí: "¿Cómo será? En todas

las cosas que el bendito Jesús me ha dicho sobre su Divina Voluntad, está

siempre enlazada mi pobre persona en medio, muy raro alguna vez ha

hablado sólo de su Fiat Supremo." Pero mientras esto pensaba, mi dulce

Jesús ha salido de dentro de mi interior y me ha dicho:

"Hija mía, era necesario que enlazara tu persona en las

manifestaciones que te he hecho sobre mi Fiat Divino; primero porque cada

manifestación que te hacía eran vínculos que hacía entre tú y mi Divina

Voluntad, eran dones y propiedades que te confiaba, que dotándote venía

vinculada la familia humana a la nueva adquisición del reino de Ella. Si no

te enlazara a ti en medio, no hubieran sido ni vínculos, ni dones lo que Yo

hacía, sino simples noticias, y por eso para hacerte una manifestación sobre

mi Divina Voluntad estaba esperando un acto tuyo, una pequeña pena, aun

un solo ‘te amo’ tuyo, para tomar ocasión de hablarte, quería de lo tuyo para

darte de lo mío y poderte dar el gran don de mi Divino Querer. Y además,

todas nuestras obras externas son una transmisión de divino y humano. En

la misma Creación hay una transmisión continua: Nuestro Fiat creó el cielo,

lo adornó de estrellas, pero llamó a vida la materia para hacerlo; creó el sol,

pero llamó a vida la luz y el calor como materia para formarlo; creó al

hombre, primero formé su estatua de tierra, infundí el alma humana en él, y

 

 

2187

después cree la vida de mi amor sobre de esta alma, y después se conectó mi

Divina Voluntad con la suya para formar su reino en la criatura; no hay cosa

salida y creada por Nosotros en la cual no haya esta transmisión de humano

y divino, en nuestras obras más bellas: la Creación, la Inmaculada Reina, el

Verbo Humanado, están de tal manera vinculados lo humano y lo divino,

que son inseparables, y por eso los cielos están tan impregnados de Dios,

que narran mi gloria, la potencia y sabiduría nuestra; la Virgen mi portadora,

mi Humanidad el Verbo encarnado. Ahora, queriendo hacer conocer mi

Divina Voluntad, a la primera transmisión que hice en el edén, que me fue

rechazada, para poder salir de nuevo en campo el reino de mi Fiat Divino

necesitaba formar la segunda transmisión, y ¿cómo podía hacerla si no

enlazaba a otra criatura con vínculos casi inseparables en los conocimientos,

en la luz y en la misma Vida de mi eterno Querer? Y si no te enlazaba con

Ella, conectándote a ti en Ella, y a Ella en ti, no habrías sentido en ti, ni su

Vida, ni su luz permanente, ni habrías sentido en ti la necesidad de amarla y

el ansia de conocerla mayormente. He aquí el por qué te ponía a ti y a Mí en

condición, tú de darme y Yo a darte, y en ese recíproco dar formaba el

conocimiento que quería darte, y venía realizada la transmisión de mi

Voluntad Divina con la tuya con volverte conquistadora del gran bien que te

hacía."

Después, continuando mi abandono en el Fiat Divino, que por cuanto

me apresuro a recorrerlo todo, no lo logro jamás, más bien veo que me

queda tanto por caminar en su mar de luz, que ni siquiera puedo descubrir

donde terminan sus confines interminables. Así que por cuanto me apresuro,

mi camino no terminará jamás, tendré siempre qué hacer y caminar en el

mar del eterno Querer. Entonces mi dulce Jesús ha agregado:

"Hija mía, cómo es grande el mar de mi Querer, no tiene principio ni

fin, por eso la pequeñez de la criatura no puede ni recorrerlo ni abrazarlo

todo, pero quien vive en Él se encuentra en camino en el centro del mar, que

no le será dado jamás salir de dentro de su centro, porque no encontrará

jamás ni playa, ni confines de él. Es más, adelante y atrás, a derecha y a

izquierda, no encontrará más que mar de Voluntad Divina, y cada acto que

haga en Ella le viene dado un derecho divino, porque habiendo sido hecho

su acto dentro y junto con mi Querer Divino, Él, con justicia divina

comunica al alma el derecho de la luz divina, el derecho de su santidad, el

derecho de su belleza, de su bondad, de su amor. Ella vive en el mar de mi

Querer con derecho, no como extraña, sino como dueña, porque tiene sus

actos cambiados en derechos divinos, que la han vuelto conquistadora de mi

Divina Voluntad. Y si tú supieras cuánto gozamos, cómo nos sentimos

felices al ver la pequeñez de la criatura vivir en el mar de nuestro Querer, no

 

 

2188

como extraña, sino como dueña; no como sierva, sino como reina; no pobre

sino riquísima, y rica de nuestras conquistas que ha hecho en nuestro Fiat.

Por eso quien vive en nuestro Querer Divino sentirá en sí, con derecho, el

dominio de la luz, el dominio de la santidad, el dominio de la belleza y de

hacerse bella como quiere, tiene la bondad a su disposición, el amor como

sustancia de sus actos, mi Voluntad Divina como vida propia y toda suya, y

todo esto con derecho divino dado por Nosotros mismos. Por eso sé atenta

en multiplicar tus actos en nuestro adorable Fiat."

Julio 8, 1929

Flores que hace surgir la Divina Voluntad. Canto, murmullo de

amor continuo; amor delirante y doliente. Quien hace la Divina

Voluntad forma el mar de refrigerio al amor divino.

Mi pequeñez se pierde y queda sofocada en el mar del dolor de la

privación de mi amado Jesús; y sintiéndome sufriente más de lo

acostumbrado, suspiraba porque mi naturaleza se deshiciese para salir de mi

cárcel y emprender el vuelo a mi patria celestial; habría querido girar por

todas partes en su Santísimo Querer y mover Cielo y tierra, a fin de que

todos junto conmigo tuviesen un grito, una lágrima, un suspiro por esta

pobre exiliada, a fin de que todos pidiesen el fin de mi exilio. Pero mientras

me desahogaba en mis amarguras, mi amable Jesús ha salido de dentro de mi

interior, y dándome un beso y estrechándome entre sus brazos me ha dicho:

"Hija mía, tranquilízate, estoy aquí, en ti, pero mientras estoy contigo

dejo el campo libre del trabajo a mi Divina Voluntad, y como tiene su acto

primero en ti, por eso sucede que adviertes lo que Ella hace en ti, su trabajo,

y Yo porque estoy dentro de Ella no sientes que estoy junto en su trabajo,

pues soy inseparable de mi Divina Voluntad, y lo que hace Ella hago Yo.

Ahora, tú debes saber que no sólo en tu alma quiere hacer mi Divino Querer

su obra, tener su campo de acción, su dominio absoluto, todo suyo, sino

también en la tierra de tu cuerpo, sobre tus sufrimientos expande su beso de

luz y de calor, y con su luz produce la semilla, con su calor la fecunda y

forma el brote, y alimentando con el continuo calor y luz este brote hace

surgir las flores de luz, con gran variedad de colores, animados siempre por

la luz, porque no sabe hacer ninguna cosa, ni grande ni pequeña, en que no

hace correr dentro su luz. Estas flores no son como las de la tierra, que no

tienen luz y están sujetas a secarse, éstas tienen vida perenne porque son

 

 

2189

alimentadas por la luz de mi Fiat, y es tal y tanta la variedad de la belleza de

ellas, que formará el más bello adorno a la tierra de tu humanidad."

Dicho esto ha hecho silencio, y yo me sentía inmersa en el mar del

Querer Divino, y mi dulce Jesús ha vuelto a decir:

"Hija mía, el mar de nuestra Divinidad murmura siempre, sin cesar

jamás, ¿pero sabes tú qué dice en su murmullo? ¡Amor, amor hacia la

criatura! Y es tanto el ímpetu de nuestro amor, que en nuestro murmullo

continuo hacemos salir amor, y formamos tales olas altísimas, de poder

ahogar Cielo y tierra, a todas las criaturas, a todo en amor, y viendo que no

se dejan llenar todas de nuestro amor, con el deseo de ver llenas de nuestro

amor a las criaturas, se forma en Nosotros el amor delirante, y en nuestro

delirio, haciendo a un lado la ingratitud humana y murmurando, repetimos

más fuerte: ¡amor, siempre amor a quien desconoce y no toma nuestro amor

para hacerse amar y darnos amor! Ahora, nuestro amor rechazado se pone

en actitud de amor doliente, ¿pero sabes tú quién viene a poner refrigerio y

calma a nuestros delirios amorosos? ¿Quién endulza y hace sonreír a

nuestro amor doliente? El alma que vive en nuestro Querer Divino. Él

forma su mar en la criatura, nuestro mar y el suyo se arrojan uno en el otro y

uno corre en el otro, y ¡oh! cómo es dulce el murmullo de la criatura en

nuestro murmullo, que repite continuamente, amor, amor, siempre amor a mi

Creador, a mi eterna vida, a Aquél que tanto me ama. Entonces mira, quien

vive en nuestro Fiat Divino es nuestro refrigerio a nuestro amor que nos

devora, y forma el mar dulce a nuestro amor doliente. ¡Oh prodigio de

nuestro Querer Divino, que haciendo uso de su poder forma su mar en la

criatura, y poniéndola en competencia con Nosotros, no sólo la hace

murmurar continuamente amor, sino que la eleva tanto, que arrojándola en

nuestro mar, cuando nos sentimos ahogados, devorados por nuestro amor,

que no pudiéndolo contener sentimos necesidad de amor, nos hace

desahogar en el mar que nuestro Fiat ha formado en la criatura que vive en

Él, y pone tregua a nuestros delirios amorosos, y refrigerándonos con su

amor nos endulza! ¿Cómo no amar a aquélla que vive en nuestro Querer?"

Julio 14, 1929

La Divina Voluntad quiere libertad absoluta para formar

su Vida. Diversos modos de obrar de Nuestro Señor.

Continúa mi habitual abandono en el Fiat Supremo, siento que no me

da un momento libre, todo quiere para Sí, en modo imperante pero dulce y

 

 

2190

fuerte al mismo tiempo, es de tal manera atrayente que el alma se haría

poner ella misma sus dulces cadenas para no oponerse en lo más mínimo a

lo que el Divino Querer quiere hacer sobre ella y en ella. Ahora, mientras

esto pensaba, mi amable Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, no te asombres si mi Divina Voluntad no te deja libre en

nada, porque Ella no quiere simples actos y obras, sino vida, y quien debe

formar una vida necesita actos continuos, y si cesa el acto continuo la vida

no puede crecer, ni formarse, ni tener su verdadera existencia. He aquí por

qué mi Voluntad Divina queriendo formar su Vida Divina en ti, quiere ser

libre, quiere libertad absoluta, y con su acto incesante que posee en

naturaleza, se vierte sobre la criatura, y extendiéndose con sus alas de luz,

más que maternas, inviste cada fibra del corazón, cada uno de los latidos,

respiros, pensamientos, palabras, obras y pasos, los calienta con su beso de

luz e imprime su Vida en cada acto de la criatura, y mientras destruye la

humana se constituye Ella misma Vida Divina en ella. Y como de la

voluntad humana no pueden salir más que actos tenebrosos, mi Voluntad no

quiere hacer mezcla, y por eso está muy atenta para formar su Vida de luz en

quien libremente le ha dado libertad de hacerla reinar. Por eso su actitud es

admirable, es toda ojo para que nada le huya, y con amor indecible, para ver

formada su Vida en la criatura, se hace latido por cada latido, respiro por

cada respiro, obra por cada obra, paso por cada paso, también sobre las

pequeñas naderías de la criatura corre, se extiende y en ellas pone la

potencia de su Fiat, y ahí crea su acto vital. Por eso sé atenta a recibir su

acto continuo, porque se trata de vida, y la vida tiene necesidad de respiro,

de latido continuo y de alimento diario. Las obras se hacen y se ponen a un

lado, no tienen necesidad de que se tengan siempre entre las manos para ser

obras, pero la vida no se puede poner a un lado, si cesa el acto continuo

muere, por eso se necesita el acto continuo de mi Querer, tú recibiéndolo y

Él dándotelo, para hacer que su Vida en ti pueda vivir, formarse y crecer con

su plenitud divina."

Después de esto me sentía oprimida al pensar en mi pobre existencia,

especialmente en el estado en el cual me encuentro. ¡Cuántos cambios he

debido sufrir, también por parte de Nuestro Señor! Pero mientras esto y

otras cosas pensaba, que no es necesario ponerlas por escrito, mi dulce Jesús

haciéndose ver en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, mi amor por ti ha sido exuberante, y para conducirte a

donde mi Querer Divino te quería, he debido tener diversos modos de obrar

en los diferentes períodos de tu vida: En el primer período mi amor y mi

obrar fue para ti tan tierno, dulce, suave, y tan celoso, que sólo Yo quise

hacer todo en tu alma, no quise a ningún otro, ni que ninguno supiese lo que

 

 

2191

Yo hacía en ti y te decía; era tanto mi celo, que te ponía en la impotencia de

abrirte con ninguno, ni siquiera con tu confesor, quería estar solo en mi

trabajo, libre, no quería que ningún otro entrase en medio, ni que pudiese

juzgar lo que Yo hacía. Me interesaba tanto este período de tu vida, que me

estaba al tú por tú contigo, puedo decir que mi amor usó todas las armas

divinas, que haciéndote la guerra te asaltaba en todos los modos para que tú

no pudieras resistir. Todo esto era necesario a mi amor, porque sabiendo lo

que quería hacer de ti, nada menos que restablecer la Creación, dar los

derechos de reinar a mi Divina Voluntad, hacer despuntar la nueva era en

medio a la humana familia, por eso usó todas las artes y estratagemas para

obtener el intento. Ahora, después de que me aseguré de ti, y aseguré mi

trabajo, se cambió mi modo de obrar, te hice romper el silencio y fue tal y

tanto el ímpetu de mis enseñanzas y de mi decir, que puedo llamarte la

cátedra de mi Divina Voluntad, la secretaria de sus más íntimos secretos,

que no pudiendo contenerlos todos en ti, te ordenaba manifestarlos a mi

ministro. Y este mi obrar era necesario, de otra manera, ¿cómo se habría

conocido mi Divina Voluntad? Ahora hija mía, en este último período de tu

vida, tú sientes otro modo de obrar mío, no te preocupes, déjame hacer y Yo

sabré dar la última mano a mi trabajo. Ánimo pues, tienes la Divina

Voluntad en tu poder, ¿de qué temes? Así que siempre adelante en mi

Querer."

Julio 18, 1929

Trabajo de Jesús por el reino de la Divina Voluntad.

Mientras estaba bajo la opresión de la privación de mi amable Jesús, y

resignadísima, ni siquiera pensaba que pudiese manifestarse a mi pequeña

alma, haciendo su breve visita para darme su sorbo de vida para no hacerme

sucumbir del todo. Mientras estaba en esto, de improviso se ha movido en

mi interior haciéndose ver todo atento y ocupado en el trabajo, y levantando

hacia mí sus ojos resplandecientes de luz, sus ojos se han encontrado con los

míos, y teniendo compasión de mi aflicción me ha dicho:

"Hija mía, Yo estoy trabajando en tu alma continuamente, y mientras

trabajo estoy concretando a fin de que nada falte, reafirmando para dar a mi

trabajo la estabilidad e inmutabilidad divina, y esperando con invicta

paciencia que mi trabajo sea conocido, a fin de que todos puedan conocer mi

gran amor, el gran sacrificio mío y tuyo, y el gran bien que todos, si quieren,

pueden recibir. Este mi trabajo es la renovación de toda la Creación, es la

 

 

2192

concentración de todas nuestras obras, es el establecer mi Voluntad Divina

en medio a las criaturas, obrante y dominante en medio de ellas. Cualquiera

que conozca este mi trabajo será un reino mío, por lo tanto tendré tantos

reinos por cuantos conozcan lo que he hecho y dicho en la pequeñez de tu

alma, que fundidos juntos formarán un solo reino; así que mi silencio es

concentración de más intenso trabajo que hago en ti. Entonces, si te hablo es

nuevo trabajo que emprendo a hacer, llamándote junto al trabajo dándote

conocimiento de lo que hacemos, para poner nuevas tintas de bellezas, de

magnificencia y de felicidad en el reino de mi Divina Voluntad que deben

poseer las criaturas; si hago silencio, reordeno, armonizo, confirmo lo que he

hecho. Así que mi silencio no te debe ser causa de aflicción, sino ocasión de

más trabajo, para llevarse a cabo el reino de mi Voluntad Divina."

Julio 24, 1929

La Divina Voluntad tiene el acto primario sobre todas las cosas

creadas. El Fiat Divino es como la cabeza sobre los miembros.

Estaba pensando en el Fiat Supremo y decía entre mí: "Si el Querer

Divino quiere formar su reino en medio a las criaturas, entonces, antes de la

venida de Nuestro Señor a la tierra, cuando vino, y después de haber venido,

¿en qué modo se encontraba la Divina Voluntad en relación a las criaturas?

Y mi dulce Jesús, moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, mi Voluntad con su inmensidad ha estado siempre en

medio a las criaturas, porque Ella, por su naturaleza, no hay punto donde no

se encuentre, y las criaturas no pueden estar sin Ella, sería lo mismo que no

tener vida ni percibirla, sin mi Divina Voluntad todas las cosas se

resolverían en la nada; mucho más que el acto primero de todas las cosas

creadas es mi Fiat Divino, Él es como la cabeza a los miembros, y si uno

quisiera decir: ‘Puedo vivir sin la cabeza’, esto le resultaría imposible, es la

más grande de las locuras el sólo pensarlo. Sin embargo el reinar es una

cosa, es el ser reconocida, amada, suspirada y depender de Ella como

dependen los miembros de la cabeza, esto es reinar; en cambio estar en

medio de las criaturas, no es reinar si no se depende del todo de Ella. Ahora,

mi Divina Voluntad, antes de mi venida a la tierra, si bien con su inmensidad

estaba en medio de las criaturas, pero las relaciones que había entre estas y

Ella, eran como si viviese en tierra extranjera, y desde lejos recibían las

escasas comunicaciones, las breves noticias que les anunciaban mi venida a

la tierra. Qué dolor, estar en medio de ellas y no ser reconocida y tenerla tan

 

 

2193

lejos de su voluntad como si estuviera en tierra extranjera. Con mi venida,

como Yo la poseía como vida y mi Humanidad la reconocía, la amaba y la

hacía reinar, por medio mío se acercó a las criaturas, y las relaciones que

Ella tenía con ellas eran como si no más estuviera en tierra extranjera, sino

en sus tierras, pero como no la conocieron ni le dieron el dominio de hacerla

reinar, por eso no se puede decir que mi Querer Divino haya formado su

reino. Por eso mi venida a la tierra sirvió para acercar a las dos voluntades,

humana y Divina, y ponerlas en íntimas relaciones y aumentar las noticias

para hacerla conocer, tanto, que enseñé el Padre Nuestro para hacerlos decir

venga tu reino, hágase tu Voluntad como en el Cielo así en la tierra. Si mi

Querer no vive como en el Cielo así en la tierra, no se puede decir que tiene

su reino en medio a las criaturas; he aquí por qué en el tiempo del reino de

Ella no sólo estará en medio a las criaturas, sino dentro de cada una de ellas

como vida perenne, y para llegar a eso debe ser reconocida como cabeza y

vida primaria de cada una de las criaturas, pero como esta cabeza no es

reconocida, no fluye en los miembros su fuerza, su santidad, su belleza, ni

hace correr en ellos su sangre noble y divina, por eso no se ve la vida del

Cielo en las criaturas. He aquí el por qué amo tanto que mi Divina Voluntad

sea conocida, el conocimiento hará surgir el amor, y sintiéndose amada y

suspirada se sentirá atraída a venir a reinar en medio a las criaturas."

Julio 27, 1929

El reino de la Divina Voluntad y el de la Redención han ido

siempre juntos. Jesús formó los materiales y los edificios, y

no se necesita otra cosa que los pueblos.

Estaba haciendo mi giro en la Creación para seguir todos los actos que

había hecho en Ella la Divina Voluntad, y habiendo llegado al momento

cuando el Ser Supremo creó a la Virgen, me he detenido a considerar el gran

portento del cual tuvo principio la Redención, y mi dulce Jesús moviéndose

en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, la Redención y el reino de mi Divina Voluntad han ido

siempre juntos; para venir la Redención se necesitaba una criatura que

viviese de Voluntad Divina, como vivía Adán inocente en el edén antes de

pecar, y esto con justicia, con sabiduría, por nuestro decoro, a fin de que el

rescate del hombre caído estuviese basado sobre el principio del cómo el

orden de nuestra sabiduría creaba al hombre. Si no hubiera una criatura en

la cual mi Fiat Divino tuviera su reino, la Redención sería un sueño, no una

 

 

2194

realidad, porque si en la Virgen no estuviera su total dominio, la Voluntad

Divina y humana quedarían como en rivalidad y a distancia de la

humanidad, así que la Redención era imposible. En cambio la Virgen Reina

plegó su voluntad bajo la Voluntad Divina y la hizo reinar libremente, con

esto, las dos voluntades se fundieron, hicieron las paces, el querer humano

recibía el continuo acto del Divino Querer y lo dejaba hacer sin jamás

oponerse, así que en Ella el reino de Él tenía su vida, su vigor y su pleno

dominio. Ve entonces como comenzaron juntos la Redención y el reino de

mi Fiat; es más, podría decir que comenzó primero el reino de mi Fiat, para

seguir junto el uno y el otro. Y así como por un hombre y una mujer que se

sustrajeron de mi Querer Divino, tuvo origen el reino del pecado y de todas

las miserias de la familia humana, así de una mujer, que en virtud de que

hizo reinar a mi Fiat fue hecha Reina del Cielo y de la tierra, unida al Verbo

Eterno hecho hombre, tuvo origen la Redención, no excluyendo ni siquiera

el reino de mi Divina Voluntad. Es más, todo lo que fue hecho por Mí y por

la Soberana del Cielo no son otra cosa que materiales y edificios que

preparan su reino; mi evangelio se puede llamar las vocales, las consonantes,

que haciendo de heraldos llamaban la atención de los pueblos a esperar

algunas lecciones más importantes, que debían llevarles un bien más grande

que la misma Redención; mis mismas penas, mi muerte y mi Resurrección,

confirmación de la Redención, es preparativo del reino de mi Querer Divino,

eran lecciones más sublimes y ponía a todos atentos para esperar lecciones

más altas, y después de tantos siglos ya lo he hecho, son las tantas

manifestaciones que te he dado sobre mi Divina Voluntad, y aquello que

más te he hecho conocer: Cómo Ella quiere venir a reinar en medio a las

criaturas para restituirles el derecho de su reino perdido, para abundarlos de

todos los bienes y de todas las felicidades que Ella posee. Así que como tú

ves, los materiales están ya prontos, los edificios existen, los conocimientos

de mi Querer que más que sol deben iluminar su reino y hacer construir por

los materiales formados por Mí edificios más vastos, así que no se requiere

otra cosa que los pueblos que deben poblar este reino de mi Fiat, y los

pueblos se formarán y entrarán conforme se vayan publicando losconocimientos de Él. Mira entonces: Dos criaturas que descienden de la

Voluntad Divina y dan el campo de acción a la voluntad humana, forman la

ruina de las generaciones humanas; otras dos criaturas, la Reina del Cielo

que vive por gracia en mi Fiat Divino, y mi Humanidad que vive por

naturaleza en Él, forman la salvación y el restablecimiento, y restituyen el

reino de mi Querer Divino. Y así como no se puede dudar que haya venido

la Redención, estando conectados juntos la una y el otro, por eso con certeza

despuntará el reino de mi Fiat Divino, a lo más puede ser efecto de tiempo."

 

 

2195

Yo al oír esto he dicho: "Amor mío, ¿cómo puede venir este reino de

tu Querer? No se ve ningún cambio, el mundo parece que no se detiene en

su carrera vertiginosa del mal." Y Jesús ha vuelto a decir:

"¿Qué sabes tú de lo que debo hacer Yo, y cómo puedo arrollar todo

para hacer que el reino de mi Divina Voluntad tenga su vida en medio a las

criaturas? Si todo está decidido, ¿por qué dudas?"

Julio 30, 1929

Diferencia entre quien obra santamente en el orden humano, y entre

quien obra en la Divina Voluntad. Sin Ella se tiene la fuerza de

un niño. Cómo todo el mal es de la voluntad humana.

 

Mi pobre mente gira siempre en torno y dentro del Fiat Supremo y,

¡oh! cuántas sorpresas, cuántas maravillas de este Querer tan santo. Mi

pequeña inteligencia se pierde en su vastísimo mar, y muchas cosas no me

siento capaz, ni tengo palabras para narrarlas, por eso me siento como uno

que comiese un alimento, o que viese una cosa bella y no sabe como se

llaman. Si el Querer Divino no hiciera un prodigio para hacerme decir lo

que me manifiesta, cuántas cosas de más dejaría en su mismo mar, sin saber

decir nada. Mientras me sentía perdida en el Fiat Divino, mi siempre amable

Jesús, haciéndose oír en mi interior, me ha dicho:

"Hija mía, qué diferencia entre quien obra las virtudes santamente,

pero en el orden humano, y entre quien obra las virtudes en el orden divino

de mi Divina Voluntad. Los primeros, conforme practican las virtudes, así

quedan divididas entre ellas, de modo que se ve la diversidad de sus actos,

una virtud se ve paciencia, otra se ve obediencia, una tercera se ve caridad,

cada una tiene su distintivo, sin poder fundirse juntas para poder formar un

acto solo, que da de divino y abraza lo eterno y lo infinito. En cambio quien

obra en mi Divina Voluntad, su luz tiene la virtud comunicativa y unitiva,

que fundiéndose juntas, porque todas son hechas en la fuente de su luz,

forman un acto solo, con efectos innumerables, de abrazar con la infinitud de

su luz al mismo Creador. Símbolo del sol, porque es uno, porque posee la

fuente de la luz que jamás se apaga, abraza la tierra y con sus innumerables

efectos da todas las tintas y comunica la vida de su luz a todos y a todo. La

fuerza unitiva tiene la virtud comunicativa, en modo que si quieren, todos

pueden tomar un bien que se pone a disposición de todos. En cambio quien

obra en el orden humano es símbolo de las luces del bajo mundo, que a pesar

de que hay tantas, no tienen virtud de hacer huir las tinieblas de la noche y

 

 

2196

de formar el pleno día, ni de abrazar con tanta multiplicidad de luz toda la

tierra, por eso se pueden llamar luz personal, local, a tiempo y circunstancia.

¡Oh, si todos supieran el gran secreto de obrar en mi Querer Divino, harían

competencia para no dejar huir nada que no pasara por dentro de su luz

purísima."

Yo he continuado siguiendo a la Divina Voluntad, y mi dulce Jesús ha

agregado:

"Hija mía, la criatura sin mi Voluntad es como un niño que no tiene

fuerza para poder sostener un peso y para hacer trabajos tan útiles de poder

él mismo mantener su pequeña existencia, y si se le quisiera obligar a tomar

un objeto pesado y a sostener un trabajo, el niño, viéndose impotente y sin

fuerza, tal vez probaría, pero viendo que ni siquiera puede mover aquel

objeto, ni realizar aquel trabajo, rompería en llanto el pobre pequeño y no

haría nada, y para ponerlo en fiesta bastaría darle un dulce. En cambio,

quien posee mi Divina Voluntad tiene la fuerza de un hombre adulto, más

bien la fuerza divina, y si se le pide que tome el objeto pesado, sin problema

lo toma como si nada fuese, mientras el pobre pequeño quedaría aplastado

bajo este peso, y si se le pidiera hacer un trabajo, se pondría en fiesta por la

adquisición y la ganancia que le será dada; pero si se le quisiera dar un dulce

en vez de su ganancia, sentiría indignación y diría: ‘Dadme la justa

ganancia por mi trabajo, porque debo vivir.’ Mira entonces, quien tiene mi

Divina Voluntad tiene fuerza suficiente para todo, por eso todo le resulta

fácil, el mismo sufrir, sintiéndose fuerte, lo mira como una nueva

adquisición. ¿Por qué tantos no saben sostener nada, y una debilidad de niño

parece que les persiste? Es la fuerza de mi Divina Voluntad que falta, he

aquí la causa de todos los males. Por eso sé atenta hija mía a no salir jamás

de mi Divina Voluntad."

Después continuaba mis actos en el Fiat Divino, y habiendo llegado a

cuando Él llamó a vida, a la luz del día, a la Soberana Celestial, pensaba

entre mí: "Dios al crear a la Virgen Santísima, no sólo enriqueció su bella

alma con tantos privilegios, sino también debió transformar su naturaleza

para volverla pura y santa como es." Y mi amado Jesús moviéndose en mi

interior me ha dicho:

"Hija mía, nada había que agregar a su naturaleza, porque no fue la

naturaleza humana la que pecó, sino la voluntad humana, porque la

naturaleza humana estaba en su puesto, como salió de nuestras manos

creadoras, por eso nos servimos de aquella misma naturaleza de las otras

criaturas al crear a la Virgen. Lo que se contaminó en el hombre fue su

voluntad, y como esta naturaleza humana estaba animada, y habitaba en la

naturaleza humana esta voluntad rebelde, ella participó y quedó

 

 

2197

contaminada. Así que puestas en armonía la Divina Voluntad y la voluntad

humana, dándole el dominio, el régimen, como es querido por Nosotros, la

naturaleza humana pierde los tristes efectos y queda bella como salió de

nuestras manos creadoras. Ahora, en la Reina del Cielo todo nuestro trabajo

fue sobre la voluntad humana, la cual recibió con alegría el dominio de la

nuestra, y la nuestra, no encontrando ninguna oposición por parte de la suya,

obró prodigios de gracias, y en virtud de mi Querer Divino quedó santificada

y no sintió los tristes efectos y los males que sienten las otras criaturas. Por

eso hija mía, quitada la causa, los efectos terminan. ¡Oh, si mi Divina

Voluntad entra en las criaturas y reina en ellas, expulsará todos los males en

ellas y le participará todos los bienes en el alma y en el cuerpo!"

Agosto 3, 1929

Cuando Dios decide hacer obras que deben servir a todos, en

su arrebato de amor pone a todos a un lado. Cómo el Ser

Supremo posee la veta inagotable.

Continúo mi habitual abandono en el Fiat Divino, me lo siento como

concentrado sobre mi pequeña existencia, siento su inmensidad, su potencia,

su fuerza creadora y raptora, que envolviéndome por todas partes no me es

dado el poderle resistir, pero me siento feliz de esta mi debilidad, y

voluntariamente quiero ser débil para sentir toda la potencia del Querer

Divino sobre mi pequeñez. Pero mientras me sentía abismada en Él, mi

dulce Jesús, haciéndose oír y ver me ha dicho:

"Hija mía, nuestra Divinidad cuando se decide a hacer obras

universales, al alma que viene elegida como primera, a la cual confiamos

una obra que debe servir para el bien de todos, es tanto el arrebato de nuestro

amor que ponemos todo y a todos a un lado, como si ningún otro existiera y

concentramos todo nuestro Ser Divino sobre de ella y le damos tanto de lo

nuestro, hasta formar mares en torno a ella y ahogarla en todos nuestros

bienes, y queremos dar tanto, porque el arrebato de nuestro amor nos lleva a

no detenernos jamás, para ver en ella nuestra obra completa, por medio de la

cual todo y todos pueden gozar y tomar los bienes universales que nuestra

obra encierra. Con esto, no que no veamos lo que hacen las otras criaturas,

porque nuestra omnividencia e inmensidad nada nos esconde, estamos al día

de todo, y de Nosotros parte la vida y las ayudas a todos, pero obramos en

modo, y nos comportamos, como si ningún otro existiera. Así obramos en la

Creación, después de haber formado cielos, soles, tierra, ordenando todo con

 

 

2198

armonía y magnificencia tal de hacer quedar estupefacto, al crear al hombre

nos concentramos sobre él, y fue tanta el arrebato de nuestro amor, regurgitó

tan fuerte, que formando velo en torno a Nosotros nos hizo desaparecer todo,

mientras que todo veíamos, y nos ocupamos sólo del hombre; ¿qué cosa no

vertimos en él? Todo. Si en la Creación fue la magnificencia y belleza de

nuestras obras, en el hombre fue no sólo la concentración de todas nuestras

obras concentradas en él, sino lo que es más, el establecimiento de nuestra

Vida. Nuestro amor regurgitaba, no se daba descanso, quería dar siempre,

porque veía en él a todas las generaciones humanas. Así obramos en la

Reina del Cielo, todo fue puesto a un lado, todo el mal de las otras criaturas,

y nos ocupamos sólo de Ella, y vertimos tanto que fue la llena de gracia,

porque debía ser la Madre universal y causa de la Redención de todos. Así

estamos obrando contigo, para el reino de nuestro Querer Divino estamos

haciendo como si ningún otro existiese; si quisiéramos mirar lo que hacen

las otras criaturas, los males que cometen, las ingratitudes, el reino de

nuestro Querer estaría siempre en el Cielo, y no sólo eso, sino que ni

siquiera nos sentiríamos dispuestos a decir una sola verdad de nuestro Fiat

Supremo. Pero nuestro amor, formando su velo de amor a todos los males

de las criaturas, nos pone todo a un lado, y regurgitando fuerte no sólo nos

hace hablar de Él, sino que es lo que más nos hace decidir el dar el gran don

del reino de nuestro Fiat a las criaturas. Cuando nuestro amor se obstina,

parece que no razona y quiere vencer por vía de amor, no de razón, por eso,

como si nada mirase u oyese, a cualquier costo quiere dar lo que ha

decidido. He aquí el por qué no ahorra nada y todo se desvive sobre la

criatura que viene elegida para el gran bien universal que debe descender en

provecho de todas las generaciones humanas. Esta es la causa de tanto darte

y decirte, son desahogos de nuestro amor que nada quiere ahorrar, todo

quiere dar con tal de que el reino de nuestra Divina Voluntad reine sobre la

tierra."

Después, mi mente continuaba pensando en tantas cosas sobre la

Divina Voluntad, y mi dulce Jesús ha agregado:

"Hija mía, nuestro Ser Supremo es veta inagotable, no nos agotamos

jamás, ni podemos decir, hemos terminado de dar, porque por cuanto damos,

tenemos siempre qué dar, y mientras damos un bien, otro surge para ponerse

en camino para darse a las criaturas; pero por cuanto somos inagotables, no

damos nuestros bienes, nuestras gracias, ni decimos nuestras verdades a

quien no está dispuesta, a quien no presta atención en escucharnos para

aprender nuestras sublimes lecciones y modelar su vida según nuestras

enseñanzas, de modo de ver escrito en ella nuestras enseñanzas y verla

enriquecida con nuestros dones, si esto no vemos, nuestros dones no parten

 

 

2199

de Nosotros, ni nuestra voz llega al oído de la criatura, y si alguna cosa

escucha, es como de una voz que viene de lejos, que no comprende

claramente lo que Nosotros queremos decirle. Por eso nuestra veta

inagotable queda impedida por las indisposiciones de las criaturas. ¿Pero

sabes tú quién da las verdaderas disposiciones al alma? Nuestra Divina

Voluntad. Ella la vacía de todo, la reordena, la dispone en modo admirable,

en modo que nuestra veta inagotable no cesa jamás de dar y de hacerla oír

sus sublimes lecciones. Por eso hazte dominar siempre por mi Fiat Divino, y

nuestra veta inagotable no cesará jamás de verterse sobre de ti, y Nosotros

tendremos el contento de hacer surgir de nuestro Ser Divino nuevas gracias,

nuevos dones y lecciones jamás escuchadas."

Agosto 7, 1929

Medios principales para hacer reinar a la Divina Voluntad:

"Los conocimientos". Diferencia de quien vive en la Divina

Voluntad y quien vive en el humano querer.

Estaba siguiendo mis actos en el Querer Divino y pensaba entre mí:

"¿Cómo podrá venir a reinar la Divina Voluntad? ¿Cuáles serán los medios,

las ayudas, las gracias para disponer a las criaturas para hacerse dominar por

Ella?" Y mi siempre amado Jesús, moviéndose en mi interior, todo bondad

y ternura me ha dicho:

"Hija mía, los medios principales para hacer reinar sobre la tierra a miFiat Divino son los conocimientos de Él. Los conocimientos formarán los

caminos, dispondrán la tierra para ser reino suyo, formarán las ciudades,

harán de telégrafo, de teléfono, de poste, de anunciadores para comunicar

entre ciudad y ciudad, entre criaturas y criaturas, entre naciones y naciones,

las noticias, los conocimientos importantes sobre mi Divina Voluntad, los

conocimientos de Ella arrojarán en los corazones la esperanza, el deseo de

recibir tanto bien. Esta es una condición forzosa, un bien no se puede

querer, ni recibir, si no se conoce, y si se recibiera sin conocerlo es como si

no se recibiese. Así que los fundamentos, la esperanza, la certeza del reino

de mi Divina Voluntad, serán formados por los conocimientos de Ella, por

eso he dicho tantos conocimientos, porque ellos serán las riquezas, el

alimento y los nuevos soles, los nuevos cielos que poseerán los pueblos del

reino de mi Querer. Ahora, cuando los conocimientos sobre mi Fiat se

hagan camino, disponiendo a aquellos que tendrán el bien de conocerlos, mi

más que paterna bondad, para mostrar el exceso de mi amor pondrá en cada

 

 

2200

una de las criaturas, a su disposición, a mi misma Humanidad, y todo el bien

que obré, de modo que sentirán tal fuerza y gracia, de hacerse dominar por

mi Divina Voluntad, y mi Humanidad estará en medio a los hijos de mi

reino, como corazón en medio a ellos, para decoro y honor de mi Fiat, y por

antídoto, gracia y defensa a todos los males que ha producido el querer

humano. Es tal y tanto el arrebato de mi amor que quiere que Ella reine, que

haré grandes excesos de amor para vencer las voluntades más rebeldes."

Yo al oír esto he quedado admirada, y como si quisiera dudar de los

que Jesús me había dicho. Y Él, volviendo a hablar ha agregado:

"Hija mía, ¿por qué lo dudas? ¿No soy tal vez Yo dueño de hacer lo

que quiero y darme como me place darme? ¿No es tal vez mi Humanidad el

primer hermano primogénito que poseyó el reino de mi Divina Voluntad, y

como primer hermano tengo el derecho de comunicar el derecho a los otros

hermanos de poseerlo, poniéndome Yo a disposición de ellos para darles un

bien tan grande? ¿No soy Yo la cabeza de toda la familia humana, que

puedo hacer fluir en los miembros de ella la virtud de la cabeza, y hacer

descender el acto vital de mi Voluntad Divina en los miembros? Y además,

¿no es tal vez mi Humanidad que reside en ti continuamente la que te da tal

fuerza y gracia de querer vivir sólo de mi Querer, y te hace sentir tal paz y

felicidad de eclipsarte tu querer humano, de modo que él mismo se siente

feliz de vivir como sin vida bajo el imperio de mi Divina Voluntad? Por eso

lo que necesito es que conozcan los conocimientos sobre mi Fiat, el resto

vendrá por sí mismo."

Después de esto continuaba mi abandono en el Fiat Divino, me parecía

que en Él no hay detenciones, hay siempre qué hacer, pero un hacer que no

cansa sino que fortifica, hace feliz y regocija de su largo camino; pero

mientras esto pensaba, mi Sumo Bien Jesús ha agregado:

"Hija mía, quien vive en mi Querer Divino camina siempre, porque

tiene el giro de la eternidad, que no termina jamás, a su disposición, y no

deteniéndose jamás, toma siempre, y si se detuviese, una pequeña parada, un

paso de menos, le costaría la pérdida de un paso y de una felicidad divina,

porque mi Fiat es un acto siempre nuevo de felicidad, de gracia y de belleza

indescriptible e inenarrable, y el alma si camina toma, y si se detiene no

toma, porque no habiendo seguido paso a paso el camino de mi Querer

Divino, no ha sabido nada de lo que mi Querer ha puesto fuera en aquel paso

de felicidad y de belleza. Y ¿quién puede decirte la gran diferencia de quién

vive en mi Divina Voluntad y de quién vive en el querer humano? Quien

vive en la voluntad humana se detiene siempre, su giro es tan pequeño, que

si quiere alargar el paso no encuentra donde poner el pie; a cada paso que

hace, toma ahora un disgusto, un desengaño, y siente una debilidad de más,

 

 

2201

la cual la arrastra también al pecado. ¡Oh! cómo es breve el giro de la

voluntad humana, lleno de miserias, de precipicios y de amarguras, y sin

embargo aman tanto el vivir en su cerco; ¡qué locura, qué tontería, tanto, de

deplorarse!"

Agosto 12, 1929

Magnificencia de la Creación. El punto negro de la voluntad humana.

Estaba haciendo mi giro en el Querer Divino, y mi dulce Jesús

atrayéndome fuera de mí misma, me hacía ver toda la Creación en el

momento de salir de sus manos creadoras, cada cosa llevaba la marca de la

mano creadora de su hacedor, así que todo era perfecto, de una belleza

encantadora. Cada cosa creada era animada de viva luz, o como propiedad

de naturaleza dada a ella por Dios, o indirectamente comunicada por quien la

poseía; todo era luz y belleza. Pero entre tanta luz y encanto de belleza se

veía un punto negro, el cual aparecía tan feo, especialmente porque se

encontraba en medio a tantas obras tan bellas, majestuosas y refulgentes,

este punto negro suscitaba terror y compasión, porque parecía que de su

naturaleza Dios no lo había creado negro, sino bello, es más, primero era una

obra de las más bellas creadas por el Ser Supremo. Pero mientras esto veía,

mi siempre amable Jesús me ha dicho:

"Hija mía, todo lo que fue hecho por Nosotros en la Creación está

siempre en acto de hacerse, como si continuamente estuviéramos en acto de

hacerlo; es nuestra fuerza creadora, que cuando hace una obra no se retira

jamás, queda dentro como acto perenne de vida, ahí forma su latido continuo

y su respiro no interrumpido, por eso mientras fue hecho una vez, queda

dentro en acto de hacerlo siempre. Casi como símbolo de la naturaleza

humana, que mientras fue formada, una vez comenzando la vida con el

latido y con el respiro, por necesidad de vivir debe respirar y latir

continuamente, de otra manera cesa la vida. Somos inseparables de nuestras

obras, y nos agradan tanto, que nos deleitamos en hacerlas continuamente,

por eso se mantienen majestuosas, bellas, frescas, como si ahí, como en un

primer momento recibiesen principio de vida. Míralas cómo son bellas, son

las narradoras de nuestro Ser Divino y nuestra perenne gloria. Pero en tanta

gloria nuestra, mira, está el punto negro de la voluntad del hombre, que

amándolo con más amor lo dotamos de libre albedrío, el cual, abusando

quiso respirar y latir en su querer humano, no con el nuestro, y por eso se

cambia continuamente hasta ennegrecerse, perdiendo su belleza y frescura, y

 

 

2202

llega hasta perder la Vida Divina en su naturaleza humana. Por eso, ¿quién

pondrá en fuga la densa oscuridad del querer humano? ¿Quién le restituirá

la frescura, la belleza de su creación? Los actos hechos en nuestra Divina

Voluntad, ellos serán luz que harán huir las tinieblas, y calor que

plasmándolo con su calor le destruirán todos los humores malos que lo han

afeado. Los actos hechos en mi Querer serán el contragolpe a todos los

actos humanos hechos con la voluntad humana, este contragolpe restituirá la

frescura, la belleza, el orden como fue creada la voluntad humana. Por eso

se necesitan muchos actos hechos por la criatura en nuestro Divino Querer,

para preparar el contraveneno, la belleza, la frescura, el acto opuesto a todo

lo que de mal ha hecho la voluntad humana. Y entonces en la Creación

nuestras obras aparecerán todas bellas, el punto negro desaparecerá y se

convertirá en un punto, el más luminoso en medio a la magnificencia de

nuestras obras creadas, y nuestra Divina Voluntad tomará el dominio de todo

y reinará como en el Cielo así en la tierra. Por eso sé atenta a obrar en mi

Querer Divino, porque a cada acto humano se necesita el acto divino, que

con imperio arroja por tierra, purifica y embellece lo que ha hecho de mal la

voluntad humana."

Agosto 25, 1929

Jesús creó el germen del Fiat Divino al formar

el Padre Nuestro. Virtud que tiene la luz.

Estaba pensando en el Fiat Divino, y en cómo podía establecerse su

reino sobre la tierra. Me parecía imposible, primero porque no hay quien se

ocupe de hacerlo conocer, y si alguna cosa se dice o se proyecta, todo se

queda en palabras, pero los hechos están, ¡oh! cuán lejanos, y quién sabe qué

generación tendrá el bien de conocer lo que respecta a los conocimientos de

la Divina Voluntad y su reino; segundo, me parece que la tierra no está

preparada, y creo que para tener un bien tan grande, que el reino de la Divina

Voluntad, sus conocimientos, domine la tierra, quién sabe cuántos prodigios

se necesiten antes. Pero mientras esto y otras cosas pensaba, mi dulce Jesús

se ha movido en mi interior y me ha dicho:

"Hija mía, tú debes saber que mi venida a la tierra y todo lo que Yo

hice en la Redención, mi misma muerte y resurrección, no fue otra cosa que

un acto preparatorio al reino de mi Divina Voluntad, y cuando formé el

Padre Nuestro, formé el germen del reino de mi Fiat Divino en medio a las

criaturas, y si Yo cuando hablo creo, y de la nada hago salir las obras más

 

 

2203

grandes, bellas y maravillosas, mucho más cuando con el imperio de mi

plegaria hablante tengo virtud de crear lo que quiero. Por eso el germen del

reino de mi Querer fue creado por Mí en el acto en que rezaba formando y

recitando el Padre Nuestro; y si lo enseñé a los apóstoles fue para que la

Iglesia, con el recitarlo pudiese regarlo y fecundar este germen, y disponerse

a modelar su vida según las disposiciones de mi Fiat Divino. Mis

conocimientos sobre Él, mis tantas manifestaciones, han desarrollado este

germen, y como han estado acompañados por los actos hechos por ti en mi

Querer Divino, se han formado tantos granos de formar una gran masa, de la

cual, cada uno puede tomar su parte, siempre y cuando quieran, para vivir de

la Vida de la Divina Voluntad. Así que todo está hija mía: los actos más

necesarios, está el germen creado por Mí, porque si no está el germen es

inútil esperar la planta; pero si está la semilla, el trabajo que se necesita, la

voluntad de querer el fruto de aquella semilla, es seguro que se tendrá la

planta, porque teniendo el germen se tiene en propio poder la vida de la

planta de aquella semilla; está quien riegue este germen para hacerlo crecer,

cada Padre Nuestro que se recita sirve para regarlo, están mis

manifestaciones para hacerlo conocer; sólo se necesita quién se ofrezca a

hacer de heraldo, y con ánimo, sin temer nada, afrontando sacrificios para

hacerlo conocer. Así que la parte sustancial está, está lo más, se necesita lo

menos, o sea la parte superficial, y tu Jesús sabrá hacerse camino para

encontrar aquél que cumplirá la misión de hacer conocer en medio a los

pueblos mi Divina Voluntad. Por eso por parte tuya no pongas ningún

obstáculo, haz lo que puedas y Yo haré el resto, tú no sabes como manejaré

las cosas y dispondré las circunstancias, por eso llegas a dudarlo, piensas

que mi Fiat no será conocido y su reino no tendrá su vida sobre la tierra."

Después me he abandonado toda en el Querer Divino para seguir sus

actos, y mi dulce Jesús ha agregado:

"Hija mía, quien se pone en la unidad de mi Querer se pone en la luz,

y así como la luz tiene virtud de descender en lo bajo y de distenderse como

manto de luz sobre cada cosa que inviste, así tiene virtud de elevarse a lo

alto y de investir con su luz lo que en lo alto se encuentra. Así quien se pone

en la luz de mi Fiat, en su unidad de luz, con sus actos se extiende en lo bajo

de todas las generaciones, y con su acto de luz inviste a todos para hacer

bien a todos, se eleva en lo alto e inviste todo el Cielo para glorificar a todos.

Por eso en mi Divina Voluntad el alma adquiere el derecho de poder llevar a

todos la luz del eterno Fiat, con el don de sus actos multiplicados por

cuantos lo quieran recibir."

 

 

2204

Septiembre 4, 1929

¿Por qué el sol forma el día? Porque es un acto de Voluntad Divina.

Mis días son amarguísimos por la privación de mi sumo y único bien

Jesús, puedo decir que mi alimento continuado es el intenso dolor de estar

privada de Aquél que formaba toda mi vida acá abajo; cómo es doloroso el

recordar que antes respiraba Jesús, latía el latido de Jesús en mi corazón,

circulaba en mis venas Jesús, sentía el alimento de Jesús que alimentaba mis

obras, mis pasos, en suma, en todo sentía a Jesús, y ahora todo ha terminado

y se me ha cambiado en alimento de dolor. ¡Oh Dios, qué pena! respirar y

latir dolor intenso de estar privada de Aquél que me era más que vida propia;

sólo el abandono en el Fiat me da la fuerza para soportar un dolor tan

grande. Pero mientras esto sentía, mi dulce Jesús saliendo de mi interior y

estrechándome entre sus brazos me ha dicho:

"Hija mía, ánimo, no te abatas demasiado; dime, ¿quién forma el día?

El sol, ¿no es verdad? ¿Y por qué forma el día? Porque es un acto de mi

Voluntad Divina. Ahora, conforme la tierra gira, la parte que se aparta del

sol queda a lo oscuro y forma la noche, y la pobre tierra queda lúgubre,

como bajo un manto de tristeza, de modo que todos sienten la realidad de la

noche y el gran cambio que sufre la tierra con haber perdido el astro

benéfico de la luz, esto es, el acto de mi Divina Voluntad que creó el sol y lo

conserva con su acto continuo. Así el alma, hasta en tanto gira bajo el acto

continuo de mi Querer, es siempre para ella pleno día; noche, tinieblas,

tristeza, no existen. El acto continuo de mi Fiat, más que sol le sonríe, la

mantiene en fiesta; en cambio si gira en su voluntad humana, más que tierra

permanece a lo oscuro, en la noche de su voluntad humana, la cual

dominando al alma produce tinieblas, dudas, tristeza, y forma la verdadera

real noche a la pobre criatura. ¿Quién puede decirte el gran bien, el día

brillantísimo que produce un acto de mi Divina Voluntad sobre la criatura?

Ella, con su acto continuo produce todos los bienes y la felicidad en el

tiempo y en la eternidad, por eso sé atenta, enciérrate toda tú misma dentro

de un acto solo de mi Divina Voluntad, no salgas jamás si quieres vivir feliz,

y tener en tu poder la vida de la luz y el día que jamás termina. Un acto de

mi Divina Voluntad es todo para la criatura; Ella, con su acto continuo que

jamás cesa y jamás se cambia, más que tierna madre tiene estrechada a su

seno a aquélla que se abandona en su acto de luz, y alimentándola de luz la

 

 

2205

hace crecer, como parto suyo, noble y santa, y la tiene defendida en su

misma luz."

Septiembre 8, 1929

El nacimiento de la Virgen fue el renacimiento de toda la humanidad.

Mi pobre mente se perdía en el mar inmenso del Fiat Divino, donde se

encuentra todo en acto, como si no hubiese ni pasado ni futuro, sino todo

presente y todo en acto; así que cualquier cosa que se quiera encontrar de la

obras de su Creador, en el Divino Querer mi pequeña alma la encuentra

como si en acto la estuviera haciendo, y como estaba pensando en el

nacimiento de mi Mamá Celestial, para darle mis pobres homenajes, y

llamaba junto a mí a toda la Creación a alabar a la Soberana Reina, mi dulce

Jesús me ha dicho:

"Hija mía, también Yo quiero alabar junto contigo y con toda la

Creación el nacimiento de la Alteza de mi Mamá. Tú debes saber que este

nacimiento encierra en sí el renacimiento de toda la familia humana, y la

Creación toda se sintió renacida en el nacimiento de la Reina del Cielo.

Todo saltó de alegría, se sentían felices de tener su Reina, porque hasta

entonces se sentían como pueblo al cual le faltaba su Reina, y en su mutismo

esperaban aquel día feliz para romper su silencio y decir: ‘Gloria, amor,

honor a Aquélla que viene en medio a nosotros como Reina nuestra, no

estaremos más sin defensa, sin quien nos domine, sin fiesta, ya que apareció

Aquélla que forma nuestra gloria perenne.’ Esta celestial niña, con tener

íntegra en su alma nuestra Divina Voluntad, sin jamás hacer la suya,

readquirió todos los derechos del Adán inocente ante su Creador y la

soberanía sobre toda la Creación, por eso todos se sintieron renacer en Ella,

y Nosotros veíamos en esta Virgen Santa, en su pequeño corazón, todos los

gérmenes de las generaciones humanas. Así que por medio suyo la

humanidad readquiría los derechos perdidos, por eso su nacimiento fue el

nacimiento más bello, más glorioso; Ella, desde su nacimiento encerró en su

corazoncito materno, como en medio de dos alas, a todas las generaciones

como hijos renacidos en su virginal corazón, para calentarlos, para tenerlos

defendidos, crecerlos y nutrirlos con la sangre de su corazón materno. He

aquí la causa por la que esta tierna Madre Celestial ama tanto a las criaturas,

porque todas han renacido en Ella, y siente en su corazón la vida de sus

hijos. ¿Qué cosa no puede hacer nuestra Divina Voluntad donde reina y

 

 

2206

tiene su Vida? Ella le encierra todo y a todos, y la hace portadora y dadora

de bienes a todos. Así que todos sienten, bajo su manto azul, el ala materna

de su madre Celestial y encuentran en su materno corazón su lugarcito

donde ponerse al seguro.

Ahora hija mía, quien vive en mi Divina Voluntad renueva su

renacimiento y duplica los renacimientos a todas las generaciones humanas;

mi Suprema Voluntad cuando vive dentro de un corazón y en él extiende la

plenitud de su luz interminable, concentra todo y a todos, hace todo, renueva

todo, da nuevamente todo lo que por siglos y siglos no ha podido dar por

medio de las otras criaturas. Así que Ella se puede llamar el alba del día, la

aurora que llama al sol, el sol que alegra toda la tierra, la ilumina, la calienta,

y con sus alas de luz, más que tierna madre abraza todo, fecunda todo, y con

su beso de luz da las más bellas tintas a las flores, la dulzura más exquisita a

los frutos, la maduración a todas las plantas. ¡Oh! si mi Voluntad Divina

reinase en medio a las criaturas, ¿cuántos prodigios no obraría en medio de

ellas? Por eso sé atenta, cada cosa que haces en mi Fiat Divino es un

renacimiento que haces en Ella, y renacer en Ella significa renacer en el

orden divino, renacer en la luz, renacer en la santidad, en el amor, en la

belleza, y en cada acto de mi Voluntad, la voluntad humana sufre la muerte,

muriendo a todos los males y revive a todos los bienes."

Septiembre 15, 1929

El sol: símbolo de la Divina Voluntad. El germen

de la Divina Voluntad en el acto de la criatura.

Estaba repitiendo mis actos en el Divino Querer para seguir los suyos

en todas sus obras, y pensaba entre mí: "¿En qué aprovecha repetir siempre

los mismos actos, cuál gloria puedo dar a mi Creador?" Y mi dulce Jesús,

saliendo de dentro de mi interior me ha estrechado entre sus brazos para

confirmarme y me ha dicho:

"Hija mía, la repetición de tus actos en mi Fiat Divino rompe el

aislamiento de Él, y genera la compañía a todos los actos que hace la Divina

Voluntad. Así que Ella no se siente más sola, sino que tiene a quién puede

decirle sus penas, sus alegrías y a quién confiar sus secretos. Y además, un

acto repetido continuamente es virtud divina, y tiene virtud de generar los

 

 

2207

bienes que no existen, de reproducirlos y comunicarlos a todos. Un acto

continuado es capaz de formar la vida y de poder dar vida. Mira el sol,

símbolo de mi Divina Voluntad, jamás deja a la criatura y jamás se cansa de

hacer su acto continuado de luz; cada día regresa a visitar la tierra, dando

siempre sus bienes, regresa para encontrar con su ojo de luz los bienes ya

dados, y que muchas veces no encuentra: no encuentra la flor que ha

coloreado con la belleza de sus tintas, y perfumado sólo con tocarlas con sus

manos de luz ; no encuentra el fruto, al cual, penetrando en lo íntimo ha

comunicado su dulzura y madurado con su calor; cuántas cosas no encuentra

el sol después que se ha prodigado con tantos actos, más que maternos, para

formar las más bellas florituras y formar tantas plantas, hacer crecer tantos

frutos con su aliento de luz y de calor, porque el hombre arrancándolos de la

tierra se ha servido de ellos para alimentar su vida. ¡Oh! si el sol fuese capaz

de razón y de dolor, se cambiaría en lágrimas de luz y de fuego ardiente para

llorar sobre cada cosa que ha formado y no encuentra, pero a pesar de su

dolor no cambiaría voluntad, dejando de comunicar sus bienes a la tierra

para formar de nuevo lo que le ha sido quitado, porque es naturaleza suya,

por cuanto mal le puedan hacer, de dar siempre su acto de luz, sin cesar

jamás, en el cual están todos los bienes. Así es mi Divina Voluntad, más

que sol se prodiga sobre cada criatura para darle vida continua, se puede

decir que es su aliento omnipotente de luz y de amor con el cual inviste a las

criaturas, las forma y las hace crecer, y si el sol da lugar a la noche, mi

Divina Voluntad jamás deja solos a sus amados partos, plasmados,

vivificados, formados, crecidos con su aliento y beso ardiente de luz, no hay

un instante en el cual mi Divina Voluntad deje a la criatura, y que

vertiéndose sobre ella no le comunique sus variadas tintas de belleza, su

dulzura infinita, su amor inextinguible, ¿qué cosa no le hace y da mi Divina

Voluntad? Todo, sin embargo no es reconocida ni amada, ni conservan en

ellos los bienes que les comunica. ¡Qué dolor! Mientras se prodiga sobre

cada criatura, no encuentra los bienes que comunica, y en su dolor continúa

su acto de luz sobre de ellas sin cesar jamás. He aquí por qué quien debe

vivir en mi Fiat debe tener sus actos repetidos y continuos, para hacerle

compañía y endulzarla en su intenso dolor."

Después de esto continuaba navegando el mar interminable del Fiat

Divino, y conforme hacía mis pequeños actos en el eterno Querer, así se

formaban en mi alma tantos gérmenes, y la semilla de estos gérmenes era de

luz de Voluntad Divina, variados de tantos colores, pero animados todos de

luz, y mi dulce Jesús haciéndose ver, uno a uno comunicaba el aliento a

aquellos gérmenes, y conforme se los comunicaba, aquellos gérmenes

crecían tanto, de tocar la inmensidad divina. Yo he quedado maravillada al

 

 

2208

ver la bondad de mi sumo bien Jesús, que con tanto amor tomaba en sus

manos santísimas aquellos gérmenes para comunicarles el aliento, y después

los ponía todos en orden en mi alma, y mirándome con amor me ha dicho:

"Hija mía, donde está la fuerza creadora de mi Divina Voluntad, mi

aliento divino tiene la potencia de volver inmensos los actos de la criatura,

porque mientras la criatura obra en mi Fiat, en su acto entra la fuerza

creadora, la cual pone la fuente de la inmensidad divina, y el pequeño acto

de la criatura se convierte: quién en fuente de luz, quién en fuente de amor,

otros en fuente de bondad, de belleza, de santidad, en suma, cuantos más

actos hace, tantas fuentes divinas más adquiere, y crecen tanto, de perderse

en la inmensidad de su Creador. Sucede como a la levadura que tiene virtud

de fermentar la harina, con tal de que al hacer el pan se ponga una pequeña

parte de levadura como germen de fermentación. En cambio si no se pone la

levadura, a pesar de que sea la misma harina, el pan no será jamás

fermentado, sino ácimo. Así es mi Divina Voluntad, más que levadura pone

la fermentación divina en el acto humano, y el acto humano se vuelve acto

divino, y Yo cuando encuentro el germen de mi Divina Voluntad en el acto

de la criatura, me deleito en dar mi aliento al acto de ella, y lo elevo tanto, de

volverlo inmenso, mucho más que aquel acto lo podemos llamar acto

nuestro, Voluntad nuestra obrante en la criatura."

Septiembre 20, 1929

Sólo Jesús tiene palabras suficientes para hablar de la Divina

Voluntad. La criatura puede decir: "Poseo todo." La

Divina Voluntad, donde reina, forma su paraíso.

 

Mi pequeña inteligencia va siempre espaciándose en el mar inmenso

del Divino Querer, y apenas sabe retener las gotitas de las tantas variedades

e innumerables bellezas que le pertenecen. ¡Oh! Voluntad inigualable,

amable y adorable, ¿quién podrá decir todo lo que Tú eres y narrar tu larga y

eterna historia? Ni los ángeles, ni los santos tendrán palabras suficientes

para hablar de Ti, mucho menos yo que soy la pequeña ignorante, que

apenas sé balbucear de un Querer tan santo. Mientras mi mente se perdía en

el Fiat Divino, mi amable Jesús haciéndose ver me ha dicho:

 

 

2209

"Hija mía, sólo tu Jesús tiene palabras suficientes para hablarte de mi

eterno Querer, porque en naturaleza divina soy la misma Voluntad; pero

debo limitarme en el decir porque tu pequeña capacidad no puede abarcar,

comprender y encerrar todo lo que a Ella pertenece, y debo contentarme con

hacerte conocer sus gotitas, porque tu mente creada no puede contener su

mar inmenso e increado, y estas gotitas de luz las cambio en palabras para

adaptarme, por tu pequeña capacidad, y así hacerte comprender alguna cosa

de mi Fiat indescriptible e inmensurable. Basta decir que mi Querer Divino

es todo, encierra todo, si le faltara aún una sola coma de todo lo que existe

en el Cielo y en la tierra, no se podría llamar todo. La criatura para entrar en

mi Fiat debe vaciarse de todo, reducirse a aquel punto cuando su Creador,

llamándola de la nada le daba la existencia, tal como la fuerza creadora de

mi Divina Voluntad la creaba, bella, vacía de todo, y sólo llena de la Vida de

Aquél que la había creado, así el alma haciéndose investir de nuevo por la

fuerza creadora de mi Fiat, su luz y su calor la vaciarán y la dejará bella

como la sacó de la nada y la admitirá a vivir en el todo de mi Voluntad, y la

criatura en Ella respirará el todo, se sentirá toda santidad, toda amor, toda

belleza, porque el todo de mi Fiat Divino la tendrá en su mar, donde el todo

estará a su disposición, ninguna cosa le será dada a mitad o en pequeñas

proporciones, porque quien es todo sabe darse todo, no a medida, y sólo en

mi Querer la criatura puede decir: ‘Poseo todo, es más, el todo es mío.’ En

cambio quien no vive en mi Querer Divino, no estando su ser bajo el imperio

de una fuerza creadora, no puede poseer toda la plenitud de una Vida Divina,

ni se sentirá hasta el borde de su alma toda llena de luz, de santidad, de

amor, hasta desbordar fuera y formar mares en torno a ella, de sentirse que el

todo es suyo, a lo más sentirá las pequeñas partecitas divinas, la impresión

de la gracia, del amor, de la santidad, pero no todo. He aquí por qué sólo

quien vive en mi Fiat es la única afortunada de conservarse en el prodigio de

su creación, y de tener los derechos de poseer y vivir en la abundancia de los

bienes de su Creador."

Después de esto continuaba mis actos en el Querer Divino, y mi

amable Jesús ha agregado:

"Hija mía, quien vive en mi Fiat tendrá el gran bien de poseer un

Querer Divino en la tierra, que le será portador de paz imperturbable, de

firmeza inmutable. Mi Fiat la hará crecer en modo divino, en cada acto que

haga le dará un sorbo de nuestro Ser Divino, para hacer que no haya ninguna

cualidad nuestra que no concentre en esta criatura. No sólo esto, sino que mi

Querer se deleitará en encerrar en ella a mi Divina Voluntad felicitante, con

la cual hace felices a todos los bienaventurados, a fin de que ni siquiera Ésta

falte en quien vive en Ella, de modo que cuando vendrá a nuestra patria

 

 

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celestial, traerá como triunfo por haber vivido en nuestro Fiat, su paraíso de

alegría y de felicidad todas divinas, y mientras vendrá a encontrar otras

bienaventuranzas más sorprendentes, porque mi Querer no se agota jamás,

tiene siempre qué dar, la criatura encontrará sus alegrías y la felicidad que le

ha encerrado mi Voluntad estando en la tierra. Por eso elévate siempre más

en Ella, ensancha tus confines, que por cuanto más de Voluntad Divina

tomes en la tierra, tanto más crecerá nuestra Vida en ti, y más felicidad y

alegrías encerrarás en tu alma, y por cuanto más traigas, tanto de más te será

dado en el Cielo, en nuestra patria celestial."

Sea todo para gloria de Dios y cumplimiento de su Santísima Voluntad.

Deo Gratias.