VOLUMEN 23

27.08.2015 11:19

Luisa Piccarreta Volumen 23

I. M. I.

Fiat!!!

Septiembre 17, 1927

Las penas son como el fierro forjado por el

martillo, que echa chispas. Diferencia entre

la cruz de la Humanidad de Nuestro Señor

y la de la Divina Voluntad. El acto

incesante del Querer Divino.

Jesús mío, vida de mi pobre corazón, ven a sostener mi debilidad, soy

una pequeña niña aún y siento la necesidad extrema de que me tengas entre

tus brazos, que guíes mi mano mientras escribo, que pongas las palabras en

mi boca, que me des tus pensamientos, tu luz, tu Amor y tu mismo Querer, y

si no lo haces yo me estaré como niña caprichuda sin hacer nada. Y si Tú

amas tanto el hacer conocer tu Santísimo Querer, el primero en sacrificarse

serás Tú, yo entraré en orden secundario, por eso amor mío transfórmame en

Ti, quítame la torpeza, porque siento que no puedo más, y yo seguiré

cumpliendo tu eterno Querer aun a costa de mi vida.

Después, siguiendo mi abandono en la Divina Voluntad, me sentía

bajo el yugo de las penas, y mi amado Jesús estrechándome a Sí para darme

la fuerza me ha dicho:

"Hija mía, las penas son como el fierro forjado por el martillo, que lo

hace centellear de luz e inflamarse tanto, de cambiarse en fuego, y bajo los

golpes que recibe pierde la dureza, se reblandece, de modo que se le puede

dar la forma que se quiere. Así es el alma, bajo los golpes del dolor pierde la

dureza, centellea luz, se transforma en mi Amor y se vuelve fuego, y Yo,

artífice divino, encontrándola moldeable le doy la forma que quiero. ¡Oh,

cómo me deleito en hacerla bella! Soy artífice celoso y quiero la gloria y el

reconocimiento, porque ninguno puede y sabe hacer mis estatuas, mis vasos,

tanto en la forma como en la belleza y mucho menos en la finura; y en la luz

que centellea las convierte todas en verdad. Así que cada golpe que le doy

le preparo una verdad para manifestar, porque cada golpe es una chispa que

el alma pone fuera de sí, y Yo no las pierdo como las pierde el artífice al

golpear el fierro, sino que me sirvo de ellas para investirlas de luz, de

31 Este libro ha sido traducido directamente del original manuscrito de Luisa Piccarreta

 

 

1887

verdades sorprendentes, de manera que al alma le sirven como la más bella

vestimenta y le suministran el buen alimento de la Vida Divina."

Después de esto seguía a mi dulce Jesús, pero estaba tan afligido y

sufriente que daba piedad, y yo le he dicho: "Dime amor mío, ¿qué tienes?

¿Por qué sufres tanto?" Y Jesús ha agregado:

"Hija mía, sufro por el gran dolor de mi Voluntad. Mi Humanidad

sufrió, tuvo su cruz, pero su vida fue breve sobre la tierra, en cambio la Vida

de mi Voluntad ha sido muy prolongada en medio de las criaturas, son ya

seis mil años y durará aún más, y ¿sabes tú quién es la cruz continuada de

Ella? La voluntad humana, y cada acto de ella opuesto a la suya, y cada acto

de la mía que no recibe, es una cruz que forma a mi eterno Querer, por lo

tanto las cruces de Él son innumerables. Si tú observas toda la Creación la

encontrarás toda llena de cruces formadas por el querer humano: Mira el

sol, mi Divino Querer lleva su luz a las criaturas, y ellas toman su luz y no

reconocen a quien les lleva esta luz, y mi Querer recibe en el sol tantas

cruces por cuantas criaturas no lo reconocen, y mientras gozan esta luz se

sirven de la misma luz para ofender a aquel Querer Divino que las ilumina,

¡oh, cómo es duro y doloroso hacer el bien y no ser reconocido! El viento

esta lleno de cruces, cada ráfaga es un bien que lleva a las criaturas, éstas

toman y gozan aquel bien pero no reconocen a Aquél que en el viento las

acaricia, las refresca, les purifica el aire y por eso se siente clavar clavos de

ingratitud, y cruces a cada viento que espira . El agua, el mar, la tierra, están

llenos de cruces formadas por el querer humano; ¿quién no se sirve del agua,

del mar y de la tierra? Todos, sin embargo mi Querer que conserva todo y es

vida primaria de todas las cosas creadas no es reconocido, y sólo está en

ellas para recibir las cruces de la ingratitud humana, por eso las cruces de mi

Querer son sin número y más dolorosas que aquella de mi Humanidad;

mucho más que a ésta no le faltan las almas buenas que han comprendido su

dolor, sus tormentos, las penas que me hicieron sufrir y también la muerte, y

me han compadecido y reparado por lo que Yo sufrí en mi vida mortal; en

cambio aquéllas de mi Fiat Divino son cruces que no se conocen y por lo

tanto están sin compadecimiento y sin reparación, y por eso es tanto el dolor

que siente mi Querer Divino en toda la Creación, que hace estallar ahora a la

tierra, ahora al mar, ahora al viento en dolor, y en su dolor descarga flagelos

de destrucción; es el extremo dolor de Él, que no pudiendo más golpea a

aquellos que no lo reconocen. He aquí el por qué te llamo frecuentemente a

girar en toda la Creación, es para hacerte conocer lo que mi Querer hace en

ella, el dolor y las cruces que recibe de las criaturas a fin de que tú lo

reconozcas en cada cosa creada, lo ames, lo adores, lo agradezcas, y seas la

primera reparadora y consoladora de un Querer tan Santo, porque sólo quien

 

 

1888

vive en mi Voluntad puede penetrar en sus actos y reconocer sus dolores, y

con su misma Potencia volverse defensora y consoladora de mi Voluntad,

que desde hace tantos siglos vive aislada y crucificada en medio de la

familia humana."

Entonces, mientras Jesús decía esto yo miraba la Creación y la veía

toda llena de cruces, tantas que no se podían contar, y el Querer Divino

conforme emitía sus actos fuera de Sí para darlos a las criaturas, el querer

humano ponía fuera su cruz para crucificar aquellos actos divinos. ¡Qué

dolor, qué pena! Y mi amado Jesús ha agregado:

"Hija mía, mi eterno Fiat tuvo un acto incesante hacia las criaturas

desde que creó toda la Creación, pero estos actos suyos, porque faltaba en

las criaturas mi Voluntad reinante, no fueron recibidos por ellas y por eso

quedaron suspendidos en toda la Creación en mi mismo Querer Divino.

Ahora, al venir Yo sobre la tierra, mi primer interés fue el de retomar en Mí

el acto incesante de Él, que había quedado suspendido en Sí mismo porque

no había podido tomar lugar en la criatura, y mi Humanidad unida al Verbo,

primero debía dar lugar a este su acto incesante, darle la satisfacción por él,

y esta fue mi Pasión desconocida, la más prolongada y dolorosa, y después

me ocupé de la Redención. El primer acto en la criatura es la voluntad,

todos los demás actos, sean malos o buenos entran en el orden secundario, y

por eso Yo debí primero tener interés de poner a salvo, en Mí, todos los

actos de mi Divina Voluntad, descender en lo bajo de los actos humanos

para reunir juntas la una y la Otra, a fin de que viendo puestos a salvo sus

actos, pudiese contentarla con las criaturas. Ahora, hoy te invito a retomar

en ti estos actos rechazados por las criaturas, porque mi Querer continúa con

su acto incesante y queda con el dolor de verlo suspendido en Sí mismo,

porque no encuentra quien los reciba, ni quien los quiera, ni quien los

conozca, por eso sé atenta en trabajar y sufrir junto conmigo para el triunfo

del reino de mi Divina Voluntad."

Septiembre 21, 1927

El alma que vive en el Querer Divino pone en ejercicio los

actos de Él. La verdad es vida perenne y milagro continuado.

 

 

1889

Estaba girando por toda la Creación y pedía en cada cosa creada el

reino del Fiat Supremo, y mi adorado Jesús moviéndose en mi interior me ha

dicho:

"Hija mía, como todas las cosas creadas están fijas en Dios, conforme

tú, en cada una de ellas pides el reino de mi Divina Voluntad, así las cosas

creadas se mueven en Dios y piden mi reino, cada una de ellas forma su ola

suplicante, el movimiento incesante para pedir lo que tú quieres, y como las

cosas creadas no son otra cosa que actos salidos de mi Divina Voluntad, a

los cuales les dio a cada uno un oficio, así tú, conforme pides mi reino en

cada cosa creada, pones en ejercicio todos los oficios de los actos de mi

Supremo Querer en torno al Ente Divino, y haces que nuestra Bondad,

nuestra Potencia, nuestra Justicia y Misericordia, nuestro Amor, nuestra

Sabiduría, pidan el reino de nuestra Voluntad, porque cada cosa creada

contiene, cada una, una cualidad nuestra, y Nosotros sentimos que nos llegan

una después de la otra, olas de bondad, de potencia, de justicia, de

misericordia, de amor, de sabiduría, que con modos divinos suplican,

ruegan, piden el reino del Fiat Divino en medio de las criaturas, y Nosotros

al vernos tan asediados por los mismos actos de nuestro Querer Divino, nos

preguntamos: ‘¿Quién es aquélla que mueve una Voluntad tan grande, con

todos sus innumerables actos, a pedirnos que demos nuestro reino a las

criaturas?’ Y nuestros actos nos responden: ‘Es la pequeña hija del eterno

Querer, es la hija de todos nosotros que con tanto amor mueve nuestros actos

a pedir lo que todos queremos.’ Y en el exceso de nuestro Amor decimos:

‘¡Ah, es la pequeña hija de nuestro Querer, déjenla hacer, a ella le es dado el

penetrar dondequiera, déjenle libre el paso, porque ella no hará otra cosa, ni

pedirá, sino lo que Nosotros queremos.’

Después de esto estaba pensando en todo lo que mi adorado Jesús me

había dicho acerca de su Divina Voluntad, y como si quisiera pruebas más

ciertas de que era Jesús el que me hablaba. Entonces Jesús saliendo de mi

interior me ha dicho:

"Hija mía, no hay otra prueba más cierta y segura, y que pueda hacer

más bien tanto a ti como a los demás, que el haberte manifestado tantas

verdades; la verdad es más que el milagro, ella lleva consigo la Vida Divina

permanente, y a donde llega si hay alguien que la escuche, biloca la verdad

junto con su Vida para darse a quien la quiera. Por lo tanto mis verdades son

luz perenne, no sujeta a apagarse y Vida que jamás muere; ¿qué bien no

puede producir una verdad mía? Puede formar santos, puede convertir las

almas, puede poner en fuga las tinieblas y tiene virtud de renovar todo el

mundo, por eso es que hago un milagro más grande cuando manifiesto una

 

 

1890

verdad, que cuando doy otras pruebas de que soy Yo el que va al alma, o que

si hiciera otras cosas milagrosas, porque éstas son sombra de mi Potencia,

son luz pasajera, y como es pasajera no lleva a todos la virtud milagrosa,

sino que se reduce al individuo que ha recibido el milagro, y muchas veces

quien ha recibido el milagro ni siquiera se hace santo. En cambio la verdad

contiene la Vida, y como vida lleva su virtud a quien la quiera. Ten por

cierto hija mía, que si Yo al venir a la tierra no hubiera dicho tantas verdades

en el evangelio, a pesar de que hubiera hecho milagros, la Redención habría

sido obstaculizada, sin desarrollo, porque las gentes no encontrarían nada, ni

enseñanzas, ni luz de verdad para aprender los remedios, para encontrar el

camino que conduce al Cielo. Así sería de ti si no te hubiera dicho tantas

verdades, especialmente acerca de mi adorable Voluntad, que ha sido el más

grande milagro que he hecho en estos tiempos, ¿qué bien traería tu misión

tan grande, confiada a ti, de hacer conocer el reino del Fiat Supremo? En

cambio con el haberte dicho tantas verdades acerca de Él, se puede conocer

mi Divina Voluntad en el mundo, puede ser restituido el orden, la paz, la luz,

la felicidad perdida; todas estas verdades llevarán al hombre en su regazo a

su Creador, para darse el primer beso de la Creación y para ser restituida en

ella la imagen de Aquél que la creó; si tú supieras el gran bien que llevarán a

las criaturas todas las verdades que te he dicho, te estallaría el corazón de

alegría; además no puedes temer de que el enemigo infernal pudiese osar el

manifestarte una sola verdad acerca de la Divina Voluntad, porque él ante la

Luz de Ella tiembla, huye, y cada verdad sobre mi Voluntad es para él un

infierno de más, y como no quiso ni amarla ni hacerla, se cambió para él en

tormentos que no tendrán fin; él, ante la sola palabra Voluntad de Dios, se

siente de tal manera quemar, que monta en furor y odia aquella Santa

Voluntad que lo atormenta más que el mismo infierno. Por eso puedes estar

segura de que Voluntad de Dios y enemigo infernal no están jamás de

acuerdo, ni juntos, ni cerca, su Luz lo eclipsa y lo precipita en las

profundidades del infierno. Por lo tanto, lo que te pido es que ninguna

verdad o simple palabra acerca de mi Querer Divino la dejes perder, porque

todo debe servir para cumplir la cadena de los milagros perennes, para hacer

conocer el reino de Él y para restituir la felicidad perdida a las criaturas."

Septiembre 25, 1927

Quien vive en el Querer Divino no encuentra camino para salir de Él,

y contiene todos los gérmenes de la gloria que posee la Creación.

Jesús la llama junto con Él al trabajo de su reino.

 

 

1891

Me sentía bajo la opresión de la privación de mi dulce Jesús y pensaba

entre mí: "Yo no sé cómo mi amado Jesús me deja, ¿no piensa Él que yo me

puedo volver más mala sin Aquél que es mi vida, y que es el único que me

puede infundir la vida de obrar el bien? Ya no se preocupa de nada, ni de

vigilarme, ni de apresurarme, ni de corregirme." Pero mientras esto

pensaba, mi adorado Jesús ha salido de dentro de mi interior y me ha dicho:

"Hija mía, porque estoy seguro de que tú no puedes salir de dentro del

gran mar de mi Divina Voluntad, habiéndote Yo puesto en Ella y tú con tu

plena adhesión has querido entrar, por lo tanto no hay caminos por donde

puedas salir, porque de este mar no se encuentran los confines, por cuanto

caminaras dentro no encontrarías ni su playa ni su fin, por lo tanto Yo estoy

seguro de que mi pequeña hija no puede salir de dentro del mar de mi

Voluntad, y por eso Yo me alejo en el mismo mar y tú me pierdes de vista,

pero como uno es el mar en el que estamos, todo lo que tú haces tiene el

camino para llegar a Mí, y como llegan a Mí tus actos estoy seguro de que

estás en mi mar, y por eso no me preocupo; mientras que antes Yo no estaba

seguro de ti, por eso tenía tanta premura en vigilarte, en empujarte y no te

dejaba jamás, porque no te veía en el fondo del mar de mi Divina Voluntad,

de la cual no hay temor de que puedas salir, porque esto es lo bello del vivir

en mi Divino Querer, que todos los peligros y temores quedan desterrados,

en cambio quien vive resignado o hace la Voluntad Divina, está siempre en

peligro y en temor, y puede encontrar tantos caminos que lo alejen del mar

inmenso del Fiat Supremo."

Entonces yo me he abandonado toda en aquel mar y me sentía feliz de

no poderme salir de él, y mi dulce Jesús ha agregado:

"Hija mía, mi Fiat Omnipotente en la Creación creaba tantas cosas,

poniendo en cada una de ellas un bien para las criaturas, para recibir la

correspondencia de la gloria por parte de ellas, por cuantas cosas ponía fuera

a la luz del día, ¿pero sabes tú en quién venía depositada esta gloria que

esperaba tu Creador? Eres tú hija mía, porque viviendo en mi Querer y

poseyéndolo, posees todos los gérmenes de cada gloria que cada una de las

cosas creadas posee, y por eso conforme giras en la Creación sientes en ti el

bien que cada cosa creada contiene, y tú haces tu oficio de hacer salir de ti

aquella gloria que tu Creador con tanto amor espera. Qué armonía, qué

orden, qué amor, qué encanto de belleza hay entre el alma que vive en mi

Voluntad y entre todas las cosas creadas por Mí, están de tal manera

vinculadas entre ellas que parecen inseparables; el alma que vive en mi

Divino Querer vive en el pleno día, y sus actos, sus pensamientos, sus

palabras, no son otra cosa que los reflejos de Él, el Sol de mi Querer se

 

 

1892

refleja más que dentro de un cristal en ella y ella piensa, refleja y habla,

refleja y obra, refleja y ama, no hay cosa más grande ni más bella que un

alma que vive de los reflejos de este Sol, estos reflejos la tienen en

comunidad con los actos de su Creador y en posesión de sus mismos bienes.

Además de esto tú debes saber que así como mi Humanidad encerraba todos

los bienes de la Redención y los sacó fuera para bien de los redimidos, así

mismo quiso encerrar en Sí todos los actos y bienes de los hijos del reino de

mi Fiat Divino, entonces conforme el alma hace sus actos en Él, Yo

ensancho la capacidad de ella y en ella pongo mis actos, y así, conforme

poco a poco entra en mi reino y va haciendo sus actos, así Yo voy siempre

ensanchando su capacidad para poner en ella todos los actos que posee mi

Humanidad, para completar en ella el reino de mi Voluntad. Por eso Yo te

llamo a trabajar junto conmigo en este mi reino, Yo trabajo preparando la

tierra, es necesario purificarla, está demasiado manchada, hay ciertos puntos

que no merecen existir más, tantas son las infamias, por eso es necesario que

desaparezcan tanto los habitantes como la misma tierra ensuciada. El reino

de mi Divina Voluntad es el reino más santo, más puro, más bello y

ordenado que debe venir sobre la tierra, por eso es necesario que la tierra sea

preparada, purificada, así que mientras Yo trabajo en purificarla, y si es

necesario destruyendo lugares y personas indignas de un reino tan santo, tú

trabajarás con mover Cielo y tierra con tus actos hechos en mi Querer, tu eco

sea incesante, lo harás resonar en toda la Creación pidiendo el reino de mi

Fiat, tus actos continuos y si es necesario tus penas y hasta tu vida para pedir

y conseguir un bien tan grande y un reino que traerá tanta felicidad. Por eso

no prestes atención a otra cosa, sino al trabajo que te toca hacer."

Pero con todo lo que decía Jesús sentía temor de que Él me pudiera

dejar, o bien alejarse tanto en este mar de su bendito Querer, que quien sabe

cuando regresaría a su pequeña torturada por amor suyo, y Jesús moviéndose

en mi interior me ha dicho:

"Pobre pequeña hija mía, se ve que eres una niña, la cual no se aflige

ni toma cuidado de nada más que estar en brazos de su mamá, y si, jamás

sea, la mamá la deja por poco tiempo, llora, está inconsolable y es toda ojos

para ver a su mamá y lanzarse a sus brazos. Así eres tú, pobre pequeña mía,

pero tú debes saber que la mamá, puede ser que deje a su niña, pero Yo no

dejaré jamás a mi pequeña criatura, es mi interés no dejarte, tengo mi

Voluntad en ti, en ti están mis actos, mis propiedades, por eso teniendo de lo

mío en ti, tengo interés de no dejarte, es más, mis mismas cosas me llaman a

ti y Yo vengo a gozar mis cosas, mi Voluntad Divina reinante en ti. Sólo

podrías temer que te dejase cuando te dijera: ‘Dame lo mío, dame mi

Voluntad.’ Pero tu Jesús no te dirá esto jamás, por eso estate en paz."

 

 

1893

Septiembre 28, 1927

En la Divina Voluntad no puede haber imperfecciones, y se debe entrar

en Ella desnudo del todo. Quien no hace la Divina Voluntad destruye la

Vida Divina en sí, y esto es un delito que no merece piedad. Sólo la

Divina Voluntad es reposo. Castigos.

Me sentía toda abandonada en el Fiat Supremo, pero en medio a la

Santidad de un Querer tan santo me sentía imperfecta, mala y pensaba entre

mí: "¿Cómo puede ser que mi amado Jesús me dice que me hace vivir

dentro de su Querer Divino y sin embargo me siento tan mala?" Y mi

adorado Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, en mi Voluntad Divina no puede haber ni imperfecciones ni

maldades, Ella tiene la virtud purificadora y destructora de todos los males,

su Luz purifica, su fuego destruye hasta la raíz del mal, su Santidad santifica

y embellece, de manera que debe servir para hacerla feliz y tomarse todas

sus delicias con quien vive en Ella, no admite a vivir en mi Querer Divino a

criaturas que puedan llevar en ellas imperfecciones, amarguras, serían cosas

contra su naturaleza, y por eso jamás podría admitirlas a vivir en Ella; más

bien lo que tú dices son impresiones de fealdad, de imperfecciones, de

maldades, y mi Voluntad se sirve de ellas como escabel o tierra que se tiene

debajo de los pies, que ni siquiera las mira y sólo piensa en gozarse a su

pequeña hija y en ponerle en su regazo sus actos, sus alegrías, sus riquezas

para volverla feliz, y así poder gozar de la felicidad de ella. Mi Voluntad da

lo que tiene y no admite en Ella cosas que no le pertenezcan, aun mínimas,

por eso quien quiere vivir en Ella debe entrar desnudo del todo, porque la

primera cosa que hace mi Querer es vestir al alma de luz, embellecerla con

adornos divinos, imprime sobre la frente el beso de la paz perenne, de la

felicidad y de la firmeza; lo humano no tiene nada que hacer en Ella, no

tiene ni vida ni lugar, y el alma misma siente tal rechazo hacia lo que no

pertenece a mi Querer, que daría la vida antes que tomar parte en lo que no

pertenece a la santidad de mi Divina Voluntad."

Después seguía mi abandono en el Fiat Divino, y mi dulce Jesús ha

agregado:

 

 

1894

"Hija mía, mi Divina Voluntad fue dada desde el principio de la

Creación como Vida de las criaturas, y Ella tomó el empeño de mantener

esta su Vida en ellas integra, bella, en su pleno vigor, suministrándole en

cada acto de criatura un acto divino de Ella, un acto de la altura de su

Santidad, de su Luz, de su Potencia y Belleza; Ella se ponía a la expectativa

esperando los actos de las criaturas para darles de lo suyo, de modo de hacer

en ellos un portento de Vida Divina digna de su Potencia y Sabiduría. Para

comprender esto basta sólo el decir que mi Querer Divino debía formar

tantas Vidas de Sí mismo en cada una de las criaturas, y por eso ponía en

ejercicio de trabajo toda su habilidad y cualidades infinitas que poseía.

Cómo habrían sido bellas estas Vidas Divinas en las criaturas, Nosotros

mirándolas debíamos encontrar en ellas nuestro reflejo, nuestra imagen, el

eco de nuestra felicidad; ¡qué alegría, qué fiesta habría sido la Creación para

Nosotros y para las criaturas!

Ahora tú debes saber que quien no hace mi Divina Voluntad y quien

no vive en Ella, quiere destruir la propia Vida Divina en ella, Vida que

debían poseer. Destruir la propia Vida, ¡qué delito! ¿Quién no condenaría a

quien quisiera destruir la propia vida del cuerpo, o bien a quien no quisiera

tomar el alimento y se volviera débil, enfermo, inhábil para todo? Así que

quien no hace mi Voluntad destruye la propia Vida que la Bondad Divina

quiere darle, y quien la hace, pero no siempre y no vive en Ella, como le

falta el alimento continuo y suficiente, es el pobre enfermo, sin fuerza, débil,

inhábil para hacer el verdadero bien, y si alguna cosa parece que hace, es sin

vida, con fatiga, porque es mi Querer el único que puede darle vida; qué

delito hija mía, qué delito, que no merece ninguna piedad."

Mi amado Jesús se mostraba cansado y como intranquilo, tanto era el

dolor de tantas Vidas destruidas en las criaturas, también yo sentía por eso

una pena y decía a Jesús: "Amor mío, dime, ¿qué tienes? Tú sufres mucho,

la destrucción de estas Vidas Divinas de tu adorable Voluntad es tu más

grande dolor, por eso te ruego, haz que venga su reino a fin de que este tu

dolor se cambie en alegría, y así la Creación no te de más inquietudes y

dolor, sino reposo y felicidad." Y viendo que con mis palabras no lograba

calmarlo, he llamado en mi ayuda a todos los actos de su Voluntad hechos

en la Creación, y emitiendo los míos he circundado a Jesús con los actos de

Ella. Una luz inmensa se hacía en torno a Jesús, esta luz eclipsaba todos los

males de las criaturas y Él tomaba reposo y después ha agregado:

"Hija mía, es sólo mi Querer el que puede darme reposo. Si quieres

calmarme cuando me ves inquieto, préstate tú misma al desenvolvimiento de

la Vida de mi Voluntad en ti, y haciendo tuyos sus actos, Yo encontraré en ti

su Luz, su Santidad, sus alegrías infinitas que me darán reposo y haré una

 

 

1895

pausa en castigar a las criaturas, castigos muy merecidos por estas Vidas

Divinas que destruyen en ellas y que merecen que les destruya todos los

bienes naturales y aun su misma vida, ¿no ves cómo el mar sale de sus

límites y hace camino para arrebatar estas vidas en su seno y enterrarlas en

él? El viento, la tierra, casi todos los elementos caminan para hacer desgarro

de las criaturas y destruirlas, son los actos de mi Voluntad esparcidos en la

Creación por amor de ellas, y que no habiéndolos recibido con amor se

convierten en Justicia."

Yo he quedado espantada al ver esto y rogaba a mi sumo bien Jesús

que se aplacase y que pronto viniera el reino del Fiat Divino.

Octubre 2, 1927

Adán fue el más santo antes de pecar. Plenitud y totalidad de bienes de

los actos hechos en el Divino Querer; cómo se extienden a todos. La

pupila del ojo investida por el sol. El alma que vive en el Fiat Divino

como materia se presta a su Dios para hacerle hacer cosas grandes y

esconde dentro a su Creador. Ejemplo de la hostia.

Estaba haciendo mi giro en la Creación para seguir todos los actos de

la Divina Voluntad que hay en ella, y habiendo llegado al edén donde Dios

creó al primer hombre, Adán, para unirme con él a aquella unidad de

Voluntad que poseía con Dios, en la cual hacía sus primeros actos en su

primera época de la Creación, pensaba para mí: "¿Quién sabe qué santidad

poseía mi primer padre Adán, qué valor contenían sus primeros actos hechos

en el reino del Fiat Divino y, ¿cómo puedo yo conseguir de nuevo sobre la

tierra un reino tan santo, estando sólo yo ocupada en obtener un bien tan

grande?" Pero mientras esto pensaba mi siempre amable Jesús ha salido de

dentro de mi interior mandando rayos de luz, y aquella luz se convertía en

palabras y me ha dicho:

"Hija mía, hija primogénita de mi Voluntad, como hija de Ella quiero

revelarte la santidad de aquél que poseyó el reino de mi Fiat Divino. En el

principio de la Creación este reino tuvo su vida, su perfecto dominio y su

completo triunfo, así que este reino no es del todo extraño a la familia

humana, y como no es extraño existe toda la esperanza de que regrese de

nuevo en medio de ella para reinar y dominar. Ahora, tú debes saber que

Adán poseía tal santidad cuando fue creado por Dios, y sus actos aun

mínimos tenían tal valor, que ningún santo ni antes ni después de mi venida

sobre la tierra pueden compararse a su santidad, y todos los actos de éstos no

 

 

1896

llegan al valor de un solo acto de Adán, porque él poseía en mi Voluntad

Divina la plenitud de la santidad, la totalidad de todos los bienes divinos; ¿y

sabes tú qué significa plenitud? Significa estar lleno hasta el borde, hasta

desbordar fuera luz, santidad, amor y todas las cualidades divinas, de modo

de poder llenar Cielo y tierra, de los cuales tenía el dominio y en ellos

extendía su reino; por eso cada acto suyo hecho en esta plenitud de bienes

divinos tenía tal valor, que ningún otro, por cuanto se sacrificase, sufriese u

obrase el bien, pero que no poseyese el reino de mi Voluntad y su total

dominio, puede compararse a uno solo de estos actos en el reino de Ella. Por

eso la gloria, el amor que me dio Adán mientras vivió en el reino de mi

Divino Querer, ninguno, ninguno me los ha dado, porque él en sus actos me

daba la plenitud y totalidad de todos los bienes, y sólo en mi Voluntad se

encuentran estos actos, fuera de Ella no existen, por eso Adán tenía sus

riquezas, sus actos de valor infinito que le participaba mi eterno Querer

delante a la Divinidad, porque Dios al crearlo nada de vacío había dejado en

él, sino todo era plenitud divina, por cuanto a criatura era posible contener.

Ahora, al caer en el pecado no fueron destruidos estos actos, estas sus

riquezas, esta gloria y amor perfectos que había dado a su Creador, más bien

en virtud de ellos y de su obrar hecho en mi Fiat Divino mereció la

Redención. No, no podía quedar sin redención quien había, aun por poco

tiempo, poseído el reino de mi Voluntad, quien posee este reino entra en

tales vínculos y derechos con Dios, que Dios mismo siente en él la fuerza de

sus mismas cadenas, que atándolo no puede separarse de él. Nuestra

Majestad adorable se encontraba con Adán en las condiciones de un padre

que teniendo un hijo, este le ha sido causa de tantas conquistas, de grandes

riquezas, de gloria incalculable, no hay cosa que posea el padre donde no

encuentre los actos de su hijo, dondequiera siente resonar la gloria, el amor

de su hijo; ahora, este hijo por su desventura cae en pobreza, ¿puede acaso el

padre no tener compasión de su hijo si donde quiera y en todo siente el

amor, la gloria, las riquezas con las cuales lo ha circundado su hijo? Hija

mía, Adán con vivir en el reino de nuestra Voluntad había penetrado en

nuestros confines que son interminables, y dondequiera había puesto sus

actos, su gloria, su amor para su Creador, y como hijo nuestro con sus actos

que hacía nos traía nuestras riquezas, nuestras alegrías, la gloria y amor

nuestros, su eco resonaba en todo nuestro Ser, como el nuestro en el suyo;

ahora, viéndolo caído en la pobreza, ¿cómo nuestro Amor podía soportar el

no tener compasión de él, si nuestra misma Voluntad Divina nos hacía la

guerra amorosamente e intercedía por aquél que había vivido en Ella? ¿Ves

entonces qué significa vivir en mi Querer Divino, su gran importancia? En

Ella está la plenitud de todos los bienes divinos y la totalidad de todos los

 

 

1897

actos posibles e imaginables, abraza todo el Ser Divino. El alma se

encuentra en mi Voluntad como el ojo se encuentra de frente al sol, que

queda todo lleno de su luz, y mientras el sol se refleja todo entero en la

pupila del ojo, su luz permanece también fuera, invistiendo toda la persona y

recorriendo la tierra, sin alejarse de dentro de la pupila, y mientras queda su

luz en el ojo, quisiera llevar a la pupila al sol para hacerla hacer junto con él

el giro de la tierra y hacerle hacer lo que hace la luz y recibir sus actos por

doquier como testimonio de amor y gloria. Esto es imagen del alma que

vive en mi Voluntad, Ella la llena de tal plenitud que no deja ningún vacío

en ella, y como no es capaz de poseer toda la inmensidad divina, la llena, por

cuanto más la criatura pudiese contener, y sin separarse queda fuera de ella,

llevándose en la interminabilidad de su luz la pupila de la voluntad del alma

para hacerla hacer lo que hace mi Divina Voluntad, para recibir la

correspondencia de sus actos y de su amor. ¡Oh! potencia de mi Fiat Divino

obrante en la criatura, que haciéndose investir por su luz no le niega su

dominio y su reino. Y si Adán mereció compasión es porque la primera

época de su vida fue en el reino del Querer Divino. Si la Soberana Celestial

pudo obtener, aunque estuviese sola, la venida del Verbo sobre la tierra, fue

porque dio libre campo al reino del Fiat Divino en Ella. Si mi misma

Humanidad pudo formar el reino de la Redención, fue sólo porque poseía

toda la integridad e inmensidad del reino del eterno Querer, porque Él,

dondequiera que se extiende todo abraza, todo puede, no existe potencia

contra de Él que pueda restringirlo. Así que uno solo que posea el reino de

mi Voluntad vale más que todo y que todos, y puede merecer y conseguir lo

que todos los demás juntos no pueden ni merecer, ni obtener, porque todos

los demás juntos, por cuan buenos sean, pero sin la Vida de mi Voluntad en

ellos, son siempre las pequeñas llamitas, las plantitas, las florecitas, que a lo

más sirven para adornar la tierra, sujetas a marchitarse y secarse, y la

Bondad divina no puede hacer ni grandes planes sobre de ellos, ni conceder

portentos de hacer el bien al mundo entero. En cambio en quien vive mi

Voluntad, es más que sol, y así como el sol con el imperio de su luz inviste a

todos, impera sobre las plantas y da a cada una la vida, el color, el perfume,

la dulzura, con su tácito imperio se impone sobre todo para dar sus efectos y

los bienes que posee, ningún otro planeta hace tanto bien a la tierra como lo

hace el sol; así en quien vive mi Querer, son más que sol y con la luz que

contienen se abajan y con rapidez se elevan, penetran dondequiera: En Dios,

en sus actos; con la Voluntad Divina que poseen imperan sobre Dios mismo,

sobre las criaturas, son capaces de arrollar todo para llevar a todos la vida de

la luz que poseen, son el portador de su Creador y hacen caminar la luz

delante para impetrar, obtener y dar lo que quieren. ¡Oh! si las criaturas

 

 

1898

conocieran este bien tan grande harían competencia, y todas las pasiones se

cambiarían en pasión de luz de vivir sólo y siempre en aquel Fiat Divino que

todo santifica, todo dona y sobre todo impera."

Mi pobre mente continuaba perdiéndose en el Querer Divino, y

quedaba maravillada de la sublimidad, plenitud y totalidad de los actos

hechos en Él, y mi amado Jesús moviéndose en mi interior ha agregado:

"Hija mía, deja de maravillarte, el vivir en mi Fiat Divino y el obrar enÉl es la transfusión del Creador en la criatura, y entre el obrar divino y el

obrar solo de la criatura hay una distancia infinita, ella se presta a su Dios

como materia para hacerle obrar cosas grandes, al igual que se prestó la

materia de la Luz al Fiat Divino en la Creación para hacerle formar el sol, el

cielo, las estrellas, el mar, materias todas en las cuales el Fiat Supremo

resonó y fabricó la Creación toda. Prodigio de Él es el sol, el cielo, el mar,

la tierra, que fueron vivificados y animados por el Fiat, ejemplo perenne y

encantador de qué sabe hacer y puede hacer mi Voluntad. Sucede del alma

como de los accidentes de la hostia que se presta, si bien es materia, a

hacerse animar por mi Vida Sacramental, con tal que se pronuncien por el

sacerdote aquellas mismas palabras dichas por Mí al instituir el Santísimo

Sacramento; eran palabras animadas por mi Fiat que contenía la Potencia

creadora, y por eso la materia de la hostia sufre la transubstanciación de la

Vida Divina; se pueden decir sobre la hostia cuantas palabras se quieran,

pero si no son aquellas pocas palabras establecidas por el Fiat, mi Vida

queda en el Cielo y la hostia queda la vil materia que es. Así sucede con el

alma, puede hacer, decir, sufrir lo que quiera, pero si no corre dentro mi Fiat

Divino son siempre cosas finitas y viles; pero en quien vive en Él, sus

palabras, sus obras, sus penas, son como velos que esconden al Creador y de

estos velos se sirve Aquél que creó el cielo y la tierra, y en ellos hace obras

dignas de Él y pone su Santidad, su Potencia creadora, su Amor infinito. Por

eso ningún otro puede llegar, por cuantas cosas grandes haga, a compararse

con aquella criatura en la cual vive, reina y domina mi Voluntad Divina.

También entre las criaturas sucede que, según la materia que tienen en las

manos para formar sus trabajos, así cambia el valor que poseen y adquieren;

supón que una tiene propiedad de fierro, cuánto debe trabajar, sudar,

fatigarse para reducir aquel fierro blando para darle la forma del recipiente

que quiere hacer, y la ganancia que hace es tan poca, que apenas le alcanza

para vivir; en cambio otro tiene propiedad de oro, de piedras preciosas, éste

trabaja mucho menos, pero gana millones, así que no es el trabajo el que

lleva la mucha ganancia, las riquezas exuberantes, sino el valor de la materia

que posee; uno trabaja poco y gana mucho porque la materia que posee

contiene un gran valor, el otro trabaja mucho, pero como la materia que

 

 

1899

posee es vil y de poquísimo valor, es siempre el pobre andrajoso y

hambriento. Así sucede para quien posee mi Divina Voluntad, posee la vida,

la virtud creadora, y sus más pequeños actos contienen un valor divino e

interminable, por eso ninguno puede igualar sus riquezas; en cambio quien

no posee mi Voluntad como vida propia, está sin vida y trabaja con la

materia del propio querer, y por eso es siempre el pobre andrajoso delante de

Dios y en ayunas de aquel alimento que forma en él el Fiat Voluntas Tua

come in Cielo cosí in terra."

Octubre 6, 1927

Quien trabaja en la Divina Voluntad trabaja

en las propiedades divinas y con sus actos forma soles.

Cómo quiere encontrar al alma en todas las cosas creadas.

 

Estaba continuando mis actos en el Fiat Divino, y mi dulce Jesús

moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, quien obra en mi Voluntad trabaja en mis propiedades

divinas, y ella forma sus actos en mis interminables bienes de Luz, de

Santidad, de Amor, de Felicidad sin fin, los cuales se transforman en tantos

soles, reproducidos estos soles por mis mismas cualidades que se han

prestado al acto del alma por decoro de ella y para hacer que fueran actos

dignos de su Creador y para permanecer estos actos como actos perennes en

Dios mismo, que lo glorifican, lo aman con sus mismos actos divinos.

Entonces Adán antes de pecar formó tantos soles en su Creador por cuantos

actos hizo; ahora, quien vive y obra en mi Voluntad encuentra estos soles

hechos por él, por eso tu empeño es de seguir los primeros actos de la

Creación, de tomar tu puesto de trabajo junto al último sol, o más bien, del

último acto que hizo Adán cuando poseía la unidad de Voluntad con su

Creador; debes suplir a lo que él no continúo haciendo porque salió de

dentro de mis propiedades divinas y sus actos ya no fueron soles, porque no

tenía más en su poder mis cualidades divinas que se prestaban para hacerle

formar los soles, a lo más, sus actos se redujeron por cuan buenos eran, a

pequeñas llamitas, porque la voluntad humana sin la mía no tiene virtud de

poder formar soles, le faltan las materias primas, sería como si tú quisieras

formar un objeto de oro sin tener en tu poder el metal del oro, por cuanta

buena voluntad tuvieras te resultaría imposible, solamente mi Voluntad tiene

luz suficiente para hacer formar los soles a la criatura, y esta luz la da a

quien vive en Ella, en sus propiedades, no a quien vive fuera de Ella.

 

 

1900

Entonces debes suplir a todas las otras criaturas que no han poseído la

unidad con mi Voluntad, tu trabajo es grande y extenso, tienes mucho que

hacer en mis interminables confines, por eso sé atenta y fiel."

Después continuaba mis actos en su Querer adorable, y girando por

toda la Creación, mi Sumo Bien Jesús ha agregado:

"Hija mía, así como mi Voluntad Divina está esparcida en toda la

Creación, así tú, unida con Ella, quiero encontrarte en todas las cosas

creadas, como esparcida en cada una de ellas: Serás el corazón de la tierra,

para encontrar tu vida palpitante en ella, que con su latido continuo me da el

amor de todos sus habitantes; serás la boca del mar, que me hará oír tu voz

en sus olas altísimas y en su murmullo continuo, que me alabas, me adoras,

me agradeces, y en el serpenteo de los peces me des tus besos afectuosos y

puros por ti y por aquellos que atraviesan el mar; serás los brazos del sol,

que distendiéndote y ensanchándote en su luz, dondequiera sienta tus brazos

que me abrazan, me estrechan fuertemente para decirme que sólo a Mí

buscas, sólo a Mí quieres y amas; serás los pies del viento para correr a mi

lado y hacerme sentir el dulce pisar de tus pasos, que jamás dejan de correr

aunque no me encuentres; no estoy contento si no encuentro a mi pequeña

hija en todas las cosas creadas por Mí por amor suyo. Yo pregunto a toda la

Creación: ‘¿Está la pequeña hija de mi Voluntad? Porque quiero gozármela

y entretenerme con ella.’ Y si no te encuentro Yo pierdo mi gozo y mi dulce

entretenimiento."

Después de esto seguía a mi amado Jesús en los actos que hizo en la

Redención, intentaba seguirlo palabra por palabra, obra por obra, paso por

paso, no quería que nada me huyera, para apresurarlo y pedirle a nombre de

todos sus actos, lagrimas, oraciones y penas, el reino de su Voluntad Divina

en medio a las criaturas, y mi adorado Jesús me ha dicho:

"Hija mía, cuando Yo estaba en la tierra, mi Voluntad Divina que por

naturaleza reinaba en Mí, y aquella misma Voluntad Divina que existía y

reinaba en todas las cosas creadas, a cada encuentro se besaban mutuamente

y suspirando su encuentro hacían fiesta, y las cosas creadas hacían rivalidad

para encontrarse conmigo y darme los homenajes que me convenían. La

tierra en cuanto sentía mis pasos, para darme su homenaje reverdecía y

florecía bajo mis pies, quería hacer salir de su seno todas las bellezas que

poseía, el encanto de las florituras más bellas a mi paso, tanto que Yo

muchas veces debí ordenarle que no me hiciera estas demostraciones, y ella

para darme homenaje obedecía, al igual que por honrarme florecía. El sol

buscaba siempre encontrarse conmigo para darme los homenajes de su luz,

haciendo salir de su seno solar toda la variedad de las bellezas, de los

colores, delante a mi vista para darme los honores que merecía. Todo y

 

 

1901

todos buscaban encontrarme para hacerme su fiesta: El viento, el agua,

hasta el pajarillo para darme los honores de sus trinos, gorjeos y cantos;

todas las cosas creadas me reconocían y hacían competencia para ver quien

más pudiese honrarme y hacerme fiesta. Quien posee mi Divina Voluntad

tiene la vista para conocer lo que pertenece a mi misma Voluntad, sólo el

hombre no me conoció, porque no poseía la vista y el fino olfato de Ella,

debí decírselo para hacerme conocer, y muchos, con todo mi decir, ni

siquiera me creyeron, porque quien no posee mi Querer Divino es ciego,

sordo y sin olfato para conocer lo que a Él pertenece. El no poseerlo es la

infelicidad más grande de la criatura, es el pobre cretino, ciego, sordo y

mudo, que no poseyendo la luz de mi Fiat Divino, se sirve de las mismas

cosas creadas tomando los excrementos que ellas arrojan, y dejan dentro de

ellas el verdadero bien que contienen. ¡Qué dolor, ver a las criaturas sin la

nobleza de la Vida de mi Voluntad Divina."

Octubre 10, 1927

La Voluntad Divina es múltiple en sus actos mientras es uno solo. La

Divina Voluntad queda concebida en quien vive en Ella. Para quien

vive en la Divina Voluntad la tierra no es exilio, es exilio para

quien no hace la Voluntad de Dios.

 

Mi pobre mente continúa siguiendo los actos de Jesús hechos por amor

nuestro, y yendo nuevamente a su concepción, ofrecía todos mis actos

hechos en su Querer Divino, con todo mi ser en honor de su concepción.

Mientras estaba en esto, de mí salía una luz que iba a depositarse en el seno

de la Inmaculada Reina en el acto en que Ella concebía, y mi siempre

amable Jesús me ha dicho:

"Hija mía, mi Voluntad Divina es múltiple en sus actos, pero no pierde

ninguno, la unidad que posee y su acto incesante mantienen la unidad en sus

actos como si fueran uno solo, mientras que son innumerables, y conserva en

sus actos el acto de hacerlo incesantemente, siempre, siempre, sin cesar

jamás de hacerlo para conservarlo siempre nuevo, fresco, bello y pronto a

darlo a quien lo quiera; pero mientras lo da no lo separa de mi Voluntad,

porque Ella es Luz, y la virtud de la luz es: Se da, se difunde, se ensancha,

se toma de ella cuanto se quiera, pero no se separa, es inseparable por virtud

y por naturaleza que posee la luz. Mira, también el sol posee esta virtud,

supón que tú tuvieras la estancia cerrada, la luz no estaría en ella, pero si tú

abres las puertas la luz llena tu estancia. ¿Se ha tal vez separado la luz del

 

 

1902

sol? No, no, pero se ha alargado y ensanchado sin separar una sola gota de

su fuente, pero a pesar de que la luz no se ha separado, tú has poseído el bien

de la luz como si fuese tuya. Más que sol es mi Voluntad Divina, Ella se da

a todos pero no pierde ni siquiera una pequeña parte de sus actos. Ahora, mi

concepción, mi Fiat la tiene siempre en acto, y tú has visto cómo la luz de

sus actos hechos en ti se extendía hasta en el seno de la Soberana Celestial,

como para hacer concebir sobre de ella a tu sumo bien Jesús; es la unidad de

sus actos que concentrándolos todos en un punto, forma sus portentos y mi

misma Vida. He aquí por esto que Yo quedo concebido en los actos de miQuerer Divino, en aquellos de la Mamá Divina y de tus actos hechos en Él.

Es más, te digo que soy concebido continuamente en todos los actos de

aquellos que poseerán el reino de mi Voluntad, porque quien la posee recibe

toda la plenitud de los bienes de mi Vida, porque ellos, solamente con los

actos hechos en Ella, concurren a mi concepción y al desenvolvimiento de

toda mi Vida, por lo tanto es justo que reciban todos los bienes que Ella

contiene. En cambio, quienes no poseen mi Voluntad, apenas las migajas

toman de los bienes que traje a la tierra con tanto amor, y por eso se ven

criaturas débiles en el bien, blandas, inconstantes, todo ojo y todo corazón

para las cosas pasajeras, porque faltando en ellas la fuente de la luz de mi

eterno Querer, no se alimentan de mi Vida; qué maravilla entonces que

lleven sobre su rostro la palidez, que se sientan morir para el verdadero bien,

y si hacen alguna cosa, todo es dificultad y sin luz, y crecen deformes, de dar

piedad."

Después de esto me sentía oprimida y sentía todo el peso de mi largo y

duro exilio, y me lamentaba con mi adorable Jesús, que al duro martirio de

sus privaciones me agrega el alejamiento de mi patria celestial y le decía:

"¿Cómo es que no tienes compasión de mí? ¿Cómo es que me dejas sola sin

Ti, en poder solamente de tu amable Querer? ¿Por qué me dejas tanto

tiempo en esta tierra de exilio?" Pero mientras desahogaba mi dolor, mi

Vida, mi Todo Jesús, se ha movido en mi interior y me ha dicho:

"Hija mía, la tierra es exilio para quien no hace y vive en mi Voluntad,

pero para quien vive en Ella no se puede llamar exilio, sino un paso de

distancia, que cuando menos lo crea, dado ese paso se encontrará en la patria

celestial, no como uno que viene del exilio, que nada conoce de ella, sino

como uno que ya sabía que era suya y conocía la belleza, la suntuosidad, la

felicidad de la eterna ciudad. Mi Voluntad no soportaría el tener en las

condiciones de exiliada a quien vive en Ella, para hacer eso debería cambiar

naturaleza, régimen entre quien vive en Ella en el Cielo y entre quien vive en

Ella en la tierra, lo que ni puede ni quiere hacer. ¿Se dice tal vez exilio para

quien sale de su casa para alejarse un paso? Ciertamente que no, ¿o bien se

 

 

1903

puede decir exilio para quien va a una población dentro de su misma patria?

El exilio hija mía significa circunferencia de espacio, sin poder salir de él,

despojamiento de bienes, trabajos forzados sin poder eximirse de ellos; mi

Divina Voluntad no sabe hacer estas cosas, y tú lo ves, lo tocas con la mano,

como tu alma no tiene circunferencia de lugar, de espacio, se pone

dondequiera, en el sol, en el cielo, alguna vez has hecho tus escapadas hasta

arriba en las regiones celestiales, ¿y cuántas veces no te has inmerso en la

misma Luz interminable de tu Creador? ¿A dónde no eres libre de ir? En el

mar, en el aire, dondequiera, es más, mi misma Voluntad goza, te empuja, te

da el vuelo para girar dondequiera, Ella se sentiría infeliz de ver a quien vive

en Ella sin libertad y como obstaculizada. Mi Fiat Divino en lugar de

despojar llena hasta el borde al alma de sus bienes, le da el dominio de sí

misma, convierte las pasiones en virtudes, las debilidades en Fuerza divina,

mi Fiat da alegrías y felicidad sin número, da por gracia lo que Él es por

naturaleza: Firmeza, Irremovilidad perenne. Exilio es para quien es

tiranizado por las pasiones, sin dominio de sí mismo, sin poderse espaciar en

su Dios, y si algún bien piensa está mezclado, circundado por tinieblas, así

que las virtudes del pobre exiliado son forzadas, inconstantes, es esclavo de

sus mismas miserias, y esto lo vuelve infeliz. Todo al contrario para quien

vive en mi Voluntad Divina, ni Yo habría tolerado el tenerte por tan largo

tiempo en vida si te supiera en el exilio, tu Jesús te ama demasiado, ¿cómo

habría podido soportar el tenerte exiliada? Y si lo tolero es porque sé quecomo pequeña hija de mi Querer, Él te tiene no en condiciones de exilio,

sino libre y dominante en sus propiedades, en su luz, con la única finalidad

de formar en ti su reino y de conseguirlo a favor de la familia humana. Y tú

deberías estar contenta de esto, conociendo que todos los deseos, las ansias,

los suspiros de tu Jesús son por el reino de mi Voluntad sobre la tierra; mi

completa gloria la espero del Fiat Voluntas Tua come in Cielo così in terra."

Octubre 16, 1927

La Divina Voluntad, como agua, hace su inundaciones. Quiénes son

aquellos que se hacen inundar. Qué significa unidad. Cómo la Reina

del Cielo puso los fundamentos del reino de la Divina Voluntad.

Después de haber pasado varios días de privación de mi dulce Jesús,

me sentía amargada hasta la médula de mis huesos, no podía más, y cansada

y sin fuerzas quería descansar para recuperarlas. Entonces me he

abandonado primero en el Supremo Querer y después en mí misma para

 

 

1904

poder al menos dormir, pero mientras esto hacía mi pobre mente no estaba

más en mí misma, sino fuera de mí, sentía dos brazos que me estrechaban,

que me llevaban a lo alto, bajo la bóveda del cielo, pero no veía quien fuese;

yo temía y una voz me ha dicho: "No temas, mira a lo alto." Yo he mirado

y he visto que se abría el Cielo y descendía hacia mí mi suspirado Jesús, losdos nos hemos arrojado a los brazos del otro, yo lo estrechaba a Él y Él me

estrechaba a mí, y en mi dolor le he dicho: "Jesús, amor mío, como me

haces fatigar, me haces llegar a los extremos, se ve que la hoguera de tu

Amor hacia mí no es más la de antes." Ahora, mientras esto decía Jesús se

ha puesto en actitud de tristeza, como si no quisiera oír mis lamentos, y al

mismo tiempo de la altura en la que estábamos veía descender agua en una

lluvia muy fuerte y muchos lugares quedaban inundados, mares y ríos se

unían a esta agua e inundaban países y gentes sepultándolas en su seno.

¡Qué terror! Y Jesús todo afligido me ha dicho:

"Hija mía, así como tú ves que estas aguas que a torrente descienden

del cielo e inundan, forman con su fuerza sepulcros para poder enterrar

ciudades enteras, así mi Divina Voluntad, más que agua hace sus

inundaciones, no a tiempo o lugar, sino siempre y en toda la tierra, y sobre

cada una de las criaturas vierte sus fuertes y altas inundaciones, ¿pero quién

se hace inundar por sus inundaciones de luz, de gracia, de amor, de santidad

y de felicidad que posee? Ninguno, qué ingratitud, recibir a torrentes sus

bienes y no tomarlos, pasar por encima, tal vez sólo bañarse, pero no hacerse

ahogar por los bienes de mi Voluntad Divina; ¡qué dolor! Y Yo miro toda la

tierra para ver quien toma las inundaciones de Ella, y encuentro sólo a la

pequeña hija de mi Querer que recibe estas inundaciones, que se ahoga en

Ella y se hace transportar donde quiere, quedando en su seno en poder de sus

altísimas olas. No hay espectáculo más bello, escena más conmovedora que

ver la pequeñez de la criatura en poder de estas olas: Ahora se ve en poder

de las olas de luz y como sepultada dentro, ahora ahogada por el amor, ahora

investida y embellecida por la santidad; qué placer el verla y por eso Yo

desciendo del Cielo para gozarme estas escenas raptoras de tu pequeñez

llevada por sus brazos en las inundaciones de mi eterno Querer, ¿y tú dices

que mi Amor por ti ha disminuido? Tú te equivocas, debes saber que tu

Jesús es fiel en el amor, y como te ve bajo las olas de mi Voluntad te ama

siempre más."

Dicho esto ha desaparecido y yo he quedado toda abandonada en las

olas del Fiat Divino, y mi amable Jesús regresando ha agregado:

"Hija mía, mi Voluntad posee la unidad, y quien vive en Ella vive en

esta unidad, ¿pero sabes tú qué significa unidad? Significa uno, este uno que

puede abrazar todo y a todos, puede dar todo, porque todo encierra. Mi

 

 

1905

Divina Voluntad posee la unidad del amor y de todos los amores unidos

juntos, posee la unidad de la santidad y encierra todas las santidades, posee

la unidad de la belleza y encierra en sí todo lo que es bello, posible e

imaginable, en suma, encierra unidad de luz, de potencia, de bondad, de

sabiduría; la verdadera y perfecta unidad, mientras es una, debe poseer todo,

y este todo, todo de una fuerza igual, todo inmenso e infinito, eterno, sin

principio y sin fin; por lo tanto quien vive en Ella vive en las olas inmensas

y altísimas que posee, de modo que el alma siente el imperio de la fuerza

única de luz, de santidad, de amor, etc., así que en esta fuerza única todo

para ella es luz, todo se cambia en santidad, en amor, en potencia, y todas le

llevan el conocimiento de la sabiduría de esta unidad. Por eso el vivir en

Ella es el milagro más grande y el perfecto desenvolvimiento de la Vida

Divina en la criatura. La palabra unidad significa todo, y el alma todo toma

viviendo en Ella."

Después de esto seguía mi giro en los actos del Fiat Divino, y llegando

a los mares de mi Mamá Celestial que había hecho en la unidad de Él,

pensaba entre mí: "Mi Soberana Mamá no tuvo interés de conseguir el reino

del Querer Divino, porque si lo hubiera tenido, en esta unidad en que Ella

vivía, así como obtuvo el reino de la Redención habría obtenido el de la

Voluntad Divina." Y mi dulce Jesús moviéndose en mi interior me ha

dicho:

"Hija mía, nuestra Mamá Reina, aparentemente parece que todo su

interés fue por el reino de la Redención, pero no es verdad, la parte externa

fue aquélla, pero el interior fue todo para el reino de mi Divina Voluntad,

porque Ella, que conocía que éste daría todo el valor y la gloria completa a

su Creador, y el bien máximo y completo a las criaturas, no podía hacer

menos que pedir el reino del eterno Fiat, es más, Ella con obtener la

Redención arrojó los fundamentos del reino de mi Voluntad, se puede decir

que preparó los materiales de él; es necesario que se hagan las cosas

menores para obtener las mayores, y por eso debí dar primero el campo a la

Redención, como para construir el edificio del reino del Fiat Divino. Si no

está formado un reino, ¿como puede decir un rey que tiene su reino y que

domina en él? Mucho más que la Soberana del Cielo es única y está sola en

la gloria en la patria celestial, porque es la única que formó toda su vida en

mi Voluntad, y una madre ama y quiere que sus hijos posean la misma

gloria, y Ella en el Cielo no puede comunicar toda su gloria, grandeza y

soberanía que posee, porque no encuentra quién haya hecho su misma vida

continuada en la misma Voluntad Divina, por eso suspira los hijos del reino

de Ella, para poder reflejar toda su gloria en ellos y poder decir: ‘Tengo mis

hijos que me igualan en mi gloria, ahora soy más feliz, porque mi gloria es la

 

 

1906

misma gloria de mis hijos.’ La felicidad de una madre es más la de los hijos

que la propia, mucho más para la Madre Celestial, que en mi Divino Querer

concibió más que madre a todos los redimidos y formó la misma vida de los

hijos de mi Voluntad Divina."

Octubre 20, 1927

Las potencias creadas no pueden ni abrazar ni agotar la Potencia

increada, ni siquiera la Virgen, ni la misma Humanidad de nuestro

Señor. La Divina Voluntad posee el acto incesante y siempre nuevo,

y tiene virtud de hacer siempre cosas nuevas. Cómo espera su reino

para comunicar este acto nuevo como cumplimiento de su gloria.

Continúo con lo escrito en el capítulo anterior. Entonces pensaba

entre mí: "Mi amado Jesús dice que sólo será completa su gloria por parte

de la Creación y la gloria de todos los bienaventurados, cuando sea conocida

su Divina Voluntad en la tierra y se haya formado el reino de Ella, y los

hijos de este reino tomen el lugar reservado sólo para ellos en la patria

celestial, y yo pensaba: "En el Cielo está la Soberana Reina que tuvo toda la

plenitud de la Vida de la Voluntad Divina, que ninguno, creo, podrá

igualarla, ¿por qué entonces no es completa la gloria de Dios por parte de la

Creación?" Y tantas otras dudas y pensamientos que me venían, que no es

necesario ponerlos por escrito, digo solamente lo que me ha dicho Jesús:

"Hija mía, eres demasiado pequeña y mides con tu pequeñez la

grandeza interminable y mi Sabiduría inaccesible. La criatura, por cuan

santa fuera, como fue mi amada Madre, que a pesar que posee toda la

plenitud y totalidad de todos los bienes de su Creador, y el reino de mi

Voluntad Divina tuvo en Ella su pleno dominio, con todo esto no pudo

agotar toda la inmensidad de los bienes del Ser Divino, se llenó hasta el

borde, desbordó fuera hasta formar mares en torno a Sí, pero restringir en

Ella, abrazar todo lo que contiene el Ente Supremo, le fue imposible; ni

siquiera mi Humanidad por Sí sola pudo encerrar toda la inmensidad de la

Luz creadora, estaba todo lleno, dentro y fuera de Mí, pero, ¡oh! cuánto

quedaba fuera de Mí, porque el cerco de mi Humanidad no tenía grandeza

equivalente donde encerrar una Luz tan interminable, esto es porque las

potencias creadas, de cualquier género que sean, no pueden agotar la

Potencia increada, ni abrazarla y restringirla en ellas. La altura de la Reina

del Cielo, y mi misma Humanidad, se encontraron con su Creador en las

condiciones en las cuales puedes encontrarte tú si te expones a los rayos del

 

 

1907

sol, puedes encontrarte bajo el imperio de su luz, ser investida por ella, sentir

toda la intensidad de su calor, pero el poder restringir en ti y sobre ti toda su

luz y calor te resultará imposible, pero a pesar de esto no puedes decir que la

vida de la luz del sol y de su calor no está en ti y fuera de ti. Ahora, tú debes

saber que nuestro Ser Divino, nuestra Voluntad creadora, posee su

movimiento incesante y siempre nuevo, nuevo en las alegrías, en la

felicidad, nuevo en la belleza, nuevo en el trabajo que nuestra Sabiduría

pone fuera en la formación de las almas, nuevo en la santidad que imprime,

nuevo en el amor que infunde. Por lo tanto, si posee este acto nuevo

continuado, tiene virtud de hacer siempre cosas nuevas, y si toda bella, pura

y santa fue hecha la Mamá Reina, esto no excluye que podamos hacer otras

cosas nuevas y bellas, dignas de nuestras obras. Mucho más que en la

Creación, en cuanto nuestro Fiat Divino salió en campo al crear todas las

cosas, sacó también en campo todos los actos nuevos con los cuales debía

formar las criaturas, las rarezas de belleza que debía comunicar y la santidad

que debía imprimir en quien habría vivido en nuestro Querer Divino. Y

como Él no tuvo vida en las criaturas ni su reino, y sólo lo tuvo en la

Soberana del Cielo, así que hizo en Ella el primer prodigio y milagro que

hizo quedar estupefacto a Cielo y tierra; por eso espera a las otras criaturas

que deben tener su Vida y formar otros reinos suyos donde reinar, para

formar con nuestro acto nuevo otras singularidades de santidad, de belleza y

de gracia. ¡Oh! cómo espera con ansia mi Divina Voluntad este su campo de

acción para poner fuera estos actos nuevos, Ella es como un artífice que sabe

hacer centenares y miles de estatuas, una diversa de la otra, sabe imprimir en

ellas una fineza y rareza de belleza, de actitudes, de formas, pero una no

puede decir que es como la otra, no sabe hacer repeticiones, sino siempre

estatuas nuevas y bellas, pero no le es dado el poner fuera su arte; ¿qué dolor

no sería para un artífice su desocupación? Así es mi Divina Voluntad, y por

eso espera su reino en medio a las criaturas, para formar rarezas de bellezas

divinas en ellas, jamás vistas, santidades jamás oídas, novedades jamás

tocadas; no basta a su Potencia que todo puede, a su Inmensidad que todo

abraza, a su Amor que jamás se agota, el haber formado con sus artes

divinas a la gran Señora, la Reina del Cielo y de la tierra, sino quiere formar

el séquito de Ella, en el cual quiere vivir sólo mi Fiat y reinar para formar

otras obras dignas de Él. ¿Cómo puede entonces estar completa nuestra

gloria por parte de la Creación, y ser completa en el Cielo la gloria, la

felicidad de la familia humana, si nuestro trabajo no está concluido en la

Creación? Nos quedan por hacer las estatuas más bellas, las obras más

importantes; la finalidad por la que fue creada la Creación no está realizada

ni cumplida, y basta con que a un trabajo le falte un punto, un pequeño

 

 

1908

detalle, una hoja, una pincelada, para que no pueda tener todo su valor y

rescatar la gloria completa quien formó el trabajo; mucho más que en el

trabajo de nuestra Creación no sólo falta un punto, sino las cosas más

importantes, nuestras variadas imágenes divinas de belleza, de santidad, de

perfecta semejanza nuestra, y así como nuestra Voluntad comenzó la obra de

la Creación con tanta suntuosidad de belleza, de orden, de armonía, de

magnificencia, tanto en el formar la máquina de todo el universo, cuanto en

el crear al hombre, así es justo, por decoro, gloria y honor de nuestra obra,

que sea cumplida con más suntuosidad y diversidad de raras bellezas, todas

dignas del acto incesante y nuevo que posee mi Divina Voluntad. Quienes

vivan en el reino de Ella estarán bajo la fuerza de un acto nuevo, de una

fuerza irresistible continuada, así que se sentirán investidos de un acto nuevo

de santidad, de deslumbrante belleza, de luz fulgidísima, y mientras

poseerán éste, otro nuevo llegará, y después otro más, sin cesar jamás, y

sorprendidos ellos mismos dirán: "Cómo es santo, bello, rico, fuerte, feliz

nuestro Fiat tres veces santo, que jamás se agota, tiene siempre santidad que

darnos, bellezas para embellecernos siempre más, nuevas fuerzas para

hacernos más fuertes, nuevas felicidades, de modo que aquella de antes no

es similar a la segunda, ni a la tercera, ni a todas las otras que nos dará."

Entonces estas afortunadas criaturas serán el verdadero triunfo del Fiat

Divino, el adorno más bello de toda la Creación, los soles más refulgentes

que con su luz cubrirán el vacío de aquellos que no han vivido en el reino de

Él. Ahora, mi inseparable Mamá que posee como vida propia este acto

nuevo continuado, comunicado a Ella por mi Divina Voluntad, porque hizo

vida en Ella, es el primer Sol fulgidísimo que formó mi Querer en Ella, que

ocupa el primer puesto de Reina y alegra a toda la corte celestial haciendo

reflejar en todos los bienaventurados su luz, sus alegrías, su belleza; pero

Ella sabe que no agotó todos los actos nuevos e incesantes que mi Voluntad

Divina ha establecido dar a las criaturas, porque Ella es inagotable, y ¡oh!

cuántos tiene todavía y espera que sean formados otros soles por este su acto

nuevo de nuevas bellezas y de rara beldad, y como verdadera Madre quiere

circundarse de todos estos soles a fin de que se reflejen y se feliciten

mutuamente, y toda la corte celestial reciba no sólo los suyos, sino los

reflejos de todos estos soles como cumplimiento a todos de la gloria de la

obra de la Creación de su Creador. Ella, como Reina, espera con tanto amor

las propiedades de mi Voluntad en las criaturas, que son como suyas, porque

tuvo el principio de formar en Ella el reino de mi Voluntad Divina. Supón

que en la bóveda de los cielos en vez de un sol vinieran formados otros soles

nuevos en la belleza y en la luz, ¿no parecería más bella, más adornada la

bóveda del cielo? Ciertamente que sí. ¿Y los soles como luz no se

 

 

1909

reflejarían mutuamente y todos los habitantes de la tierra no recibirían los

reflejos, los bienes de todos estos soles? Así será en el Cielo. Mucho más,

que quienes hayan poseído en la tierra el reino del Fiat Supremo, tendrán

bienes comunes interminables, porque una es la Voluntad que los ha

dominado. He aquí el por qué a pesar de que en el Cielo está la Soberana

Emperatriz, que posee la plenitud de la Vida de mi Querer Divino, por parte

de la Creación nuestra gloria no está completa, porque primero, nuestra

Voluntad no es conocida en medio a las criaturas y por lo tanto ni amada ni

suspirada; y segundo, no siendo conocida, Ella no puede dar lo que ha

establecido dar, y por lo tanto no puede formar las tantas rarezas de obras

que sabe hacer y puede hacer, mientras que a obra cumplida se canta victoria

y gloria."

Octubre 23, 1927

La pequeña niña. Como la Voluntad Divina es reino de vida.

Necesidad de sus conocimientos. Como Cielo y tierra están

reverentes para escuchar los conocimientos del Fiat Divino.

Amor y ternura de Dios al crear al hombre.

Mi pobre mente me la sentía abismada en el Fiat Divino, y mientras

continuaba mis actos en Él, veía delante a mí una pequeña niña, toda tímida

y pálida, como si temiera caminar en la inmensidad de la luz del Querer

Divino, y mi adorado Jesús ha salido de dentro de mi interior, y llenándose

sus santas manos de luz, ponía aquella luz en la boca de la niña como

queriéndola ahogar de luz, luego tomaba luz y la metía en los ojos, en los

oídos, en el corazón, en las manos y pies de la pequeña niña, y ella quedaba

investida por la luz, se coloreaba toda y quedaba como enredada y

ensimismada en la misma luz. Jesús se divertía en ahogarla de luz y se

complacía al verla enredada en ella y volviéndose hacia mí me ha dicho:

"Pequeña hija mía, esta niña es la imagen de tu alma, tímida en recibir

la luz y los conocimientos de mi Voluntad Divina, pero Yo te ahogaré con

tanta luz a fin de que pierdas el residuo de la timidez de la voluntad humana,

porque en la mía no hay estas debilidades, sino valor y fortaleza divina,

insuperable e invencible. Para formar el reino de mi Fiat en el alma,

distiendo en ella como fundamento todos los conocimientos de Él, y después

tomo posesión, distendiendo en ella mi misma Vida para tener mi verdadero

reino. Mira que gran diferencia entre el reino de los reyes de la tierra y mi

reino: Los reyes no ponen a disposición de cada individuo la propia vida, ni

 

 

1910

la encierran en ellos, ni encierran la vida de los pobladores en ellos, y por

eso su reinar está sujeto a terminar, porque no es vida que corre entre el uno

y los otros, sino leyes e imposiciones, y donde no hay vida no hay amor ni

verdadero reinar. En cambio el reino de mi Voluntad Divina es reino de

vida: La Vida del Creador encerrada en la criatura y la de la criatura

transfundida y ensimismada con el Creador, por eso el reino de mi Divina

Voluntad es de una alteza y nobleza inalcanzable, el alma viene constituida

reina, ¿y sabes tú de que viene hecha reina? Reina de la santidad, reina del

amor, reina de la belleza, de la luz, de la bondad, de la gracia, en suma, reina

de la Vida Divina y de todas sus cualidades; ¡qué reino tan noble y lleno de

vida es este reino de mi Voluntad! Mira entonces la gran necesidad de los

conocimientos de Ella, ellos son no solamente la parte fundamental, sino el

alimento, el régimen, el orden, las leyes, la bella música, las alegrías, la

felicidad de mi reino; cada conocimiento posee una felicidad distinta, son

como tantas teclas divinas que formaran la bella armonía en él, he aquí por

qué estoy siendo tan generoso en decirte tantos conocimientos de mi Fiat

Divino, y requiero de ti suma atención en manifestarlos, porque son la base y

como un ejercito formidable que mantendrán la defensa y harán de

centinelas, a fin de que mi reino sea el más bello, el más santo y el eco

perfecto de mi patria celestial."

Jesús ha hecho silencio y después, de nuevo ha agregado:

"Hija mía, cuando mi Divina Voluntad quiere poner fuera un

conocimiento suyo o un acto nuevo, Cielo y tierra reverentes le rinden

honores y la escuchan, toda la Creación se siente correr en ella un nuevo

acto divino, que como humor vital la embellece y la vuelve doblemente

feliz, y se siente cono honrada por su mismo Creador, que con su Fiat

omnipotente le comunica sus nuevos conocimientos, y esperan la

manifestación de aquel conocimiento en la criatura, para ver el acto nuevo

del Querer Divino repetido en ella para tener la confirmación de aquel bien y

la alegría y felicidad que trae el nuevo conocimiento. Entonces mi Voluntad

se pone en actitud de fiesta porque saca de Sí una Vida Divina, la cual,

mientras es dirigida a una criatura, después se expande y se comunica a

todas las demás."

Después de esto estaba siguiendo mi giro en el Querer Divino, y

poniéndome en el edén para estar presente cuando la Majestad Divina,

habiendo formado la bella estatua del hombre le estaba dando la vida

infundiéndole el respiro con su aliento omnipotente, para poder glorificar a

mi Creador en un acto tan solemne, amarlo, adorarlo y agradecerle por un

amor tan excesivo y desbordante hacia el hombre, y mi divino Jesús

moviéndose en mi interior me ha dicho:

 

 

1911

"Hija mía, este acto de formar y de infundir la vida en el hombre con

nuestro aliento omnipotente, fue tan tierno, conmovedor y de alegría tan

grande para Nosotros, que todo nuestro Ser Divino desbordó fuera tanto en

amor, que con fuerza raptora raptó nuestras cualidades divinas para

infundirlas en el hombre; al infundirle el respiro todo vertimos en él, y al

darle nuestro aliento poníamos nuestro Ser Supremo en comunicación con

él, en modo de volverlo inseparable de Nosotros. Este nuestro aliento no

cesó jamás, porque si en la creación de todo el universo fue nuestra

Voluntad la que se constituía vida de todo, en el hombre no sólo se daba

nuestro Fiat, sino que junto con nuestro aliento se daba a él la misma Vida

nuestra, y este nuestro aliento aún no cesa, para continuar la generación de

las otras criaturas para volverlas inseparables de Nosotros. Es tanto nuestro

Amor cuando hacemos una obra, que hecha una vez queda la actitud de

hacerla siempre, por eso la ingratitud del hombre es grande, porque

desconoce, desprecia, ofende esta nuestra Vida en él mismo; y así como

cuando se emite el aliento para respirar, se pone fuera y se vuelve a meter

para poder nuevamente dar el aliento, en el acto de darle el aliento nos

damos Nosotros a él, y al volver a meter el aliento metemos al hombre en

Nosotros, y no sintiéndolo venir en Nosotros, porque su voluntad no está con

Nosotros, sentimos todo el peso de la ingratitud humana. He aquí el por qué

te llamamos a ti, para darte nuestro aliento incesante, a fin de que, conforme

lo metamos para sacarlo de nuevo, te sintamos venir en Nosotros para recibir

el cumplimiento de nuestra Voluntad en el acto solemne de sacar nuestro

aliento regenerador para generar a las criaturas."

Octubre 30, 1927

El Amor divino regurgitó en la Creación. Liberalidad y magnificencia

de Dios al crear la maquina del universo, especialmente al crear a su

amado joyel sin mérito de ninguno. Decisión de la Divina Voluntad en

querer venir a reinar en medio de las criaturas. Su aire balsámico, su

belleza encantadora y raptora. Lo que harán sus conocimientos.

Me sentía toda abandonada en el Fiat Divino, y mi pobre mente me la

sentía como empapada por la luz de su Santidad, Belleza y Felicidad

indescriptibles. Poseer la fuente de todos los bienes, gozar el abismo de los

mares infinitos de todas las alegrías y poseer todos los atractivos de las

bellezas inagotables, de las bellezas divinas, hasta llegar hacer enamorar al

mismo Dios y vivir en el Querer Divino haciéndolo reinar en el alma, es

 

 

1912

todo lo mismo. Voluntad de Dios, cómo eres amable, adorable, deseable

más que la misma vida, tu reinar es reino de luz, que tiene fuerza para

vaciarme de lo que a su Luz no pertenece; es reino de santidad y me

transforma no en la santidad de los santos, sino en la Santidad de mi

Creador; es reino de felicidad y de alegría, y me pone en fuga todas las

amarguras, los fastidios, el tedio. ¿Pero cómo pueden disponerse las

criaturas, merecer recibir un reino tan santo? Ahora, mientras esto pensaba

y mi pobre mente nadaba en el abismo del mar del Fiat Divino, mi amable

Jesús ha salido de dentro de mi interior, y estrechándome a Sí todo ternura

me ha dicho:

"Mi pequeña hija, tú debes saber que nuestro Amor regurgitó en la

Creación, y desbordando fuera de Nosotros, sin que ninguno hubiera

merecido tanto bien, ni siquiera con una sola palabra, nuestra suma Bondad

y Liberalidad sin límites creó con tanta magnificencia, orden y armonía toda

la maquina del universo por amor de quien aún no existía, después de esto

nuestro Amor regurgitó más fuerte y creamos a aquél por el cual todas las

cosas fueron creadas, y como Nosotros en el obrar obramos siempre con

magnanimidad inalcanzable, y mientras damos todo no nos agotamos, de

modo que nada debe faltar a nuestra obra de magnificencia, de grandeza y de

todos los bienes, al crear al hombre, sin que él tuviera ningún mérito, por

dote, por fundamento, por sustancia de todos los bienes, alegrías y

felicidades, le dimos por reino nuestra Voluntad, a fin de que nada le faltase,

teniendo a su disposición una Voluntad Divina, y junto con Ella nuestro Ser

Supremo. ¿Qué honor hubiera sido para Nosotros si la obra de la Creación

hubiese sido pobre, mísera de luz, sin la multiplicidad de tantas cosas

creadas, sin orden y sin armonía, y nuestro amado joyel, nuestro amado hijo,

cual es el hombre, sin la plenitud de los bienes de Aquél que lo había

creado? No habría sido honor para quien todo posee y todo puede, el hacer

una obra incompleta, mucho más que nuestro Amor regurgitando fuerte,

fuerte, más que olas impetuosas quería dar, desahogar cuanto más podía,

hasta llenar a nuestro amado joyel de todos los bienes posibles e imaginables

y formar mares en torno a él que desbordaban de él mismo, que habían sido

puestos en él por su Creador.

Y si el hombre lo perdió, fue él el que rechazó por su propia voluntad

el reino de mi Voluntad, su dote y la sustancia de su felicidad. Ahora como

en la Creación, mi Amor regurgita fuerte, y el reino de mi Voluntad ha

decidido que quiere su Vida en medio de las criaturas, y por esto

desahogando con toda magnificencia sin mirar a los méritos de ellos, con

magnanimidad insuperable quiere dar de nuevo su reino, solamente que

quiere que las criaturas lo sepan, conozcan sus bienes, a fin de que

 

 

1913

conociéndolos suspiren y quieran el reino de la santidad, de la luz y de la

felicidad, y así como una voluntad lo rechazó, así otra voluntad lo llame, lo

suspire, lo urja a venir y reinar en medio a las criaturas; he aquí el por qué de

la necesidad de sus conocimientos, pues si un bien no se conoce, ni se quiere

ni se ama; por eso estos conocimientos serán los mensajeros, los heraldos

que anunciarán mi reino. Mis conocimientos acerca de mi Fiat se pondrán

en actitud, ahora de soles, ahora de truenos, ahora de relámpagos de luz,

ahora de vientos impetuosos, que llamarán la atención de los doctos y de los

ignorantes, de los buenos y aun de los malos, que como centellas caerán en

sus corazones y con fuerza irresistible los derrumbará para hacerlos resurgir

en el bien de los conocimientos adquiridos, formarán la verdadera

renovación en el mundo, tomarán todas las actitudes para atraer y vencer a

las criaturas, poniéndose ahora en actitud de pacificadores que quieren el

beso de las criaturas para darles el suyo, para olvidar todo el pasado y

recordarse sólo de amarse juntos y hacerse felices mutuamente; ahora en

actitud de guerreros convencidos de su victoria, para volver cierta la

conquista que quieren hacer de quien los conoce; ahora como plegarias

incesantes que sólo cesarán de suplicar cuando las criaturas vencidas por los

conocimientos de mi Querer Divino digan: ‘Has vencido, somos ya presa de

tu reino’; ahora en actitud de rey dominante y emanante de amor, tanto, que

plegarán la frente para hacerse dominar; ¿qué cosa no hará mi Voluntad?

Pondrá toda su Potencia en actitud para venir a reinar en medio a las

criaturas, Ella posee una belleza raptora, que si se hace ver una sola vez con

claridad, rapta, embellece arrojando sus olas de bellezas sobre el alma, de

modo que difícilmente podrán olvidar una belleza tan rara, permanecerán

como en el laberinto de su belleza y no podrán salir; posee una potencia

encantadora y el alma queda fija en su dulce encanto; posee un aire

balsámico, que respirado sentirán entrar en ellos el aire de la paz, de la

santidad, de la armonía divina, de la felicidad, de la luz que todo purifica,

del amor que todo quema, de la potencia que todo conquista, de modo que

este aire llevará el bálsamo celestial a todos los males producidos por el aire

malsano, morboso y asesino de la voluntad humana. Mira, también en la

vida humana el aire obra en modo sorprendente: Si el aire es puro, bueno,

sano, perfumado, la respiración es libre, la circulación de la sangre es

regular, crecen fuertes, nutridos, de buen color y sanos; en cambio si el aire

es malo, maloliente e infectado, la respiración es obstruida, la circulación de

la sangre es irregular, y no recibiendo la vida del aire puro están débiles,

pálidos, enflaquecidos y medio enfermos. El aire es la vida de las criaturas,

sin él no pueden vivir, pero hay una gran diferencia entre el aire bueno y el

malo. Así es el aire del alma, el aire de mi Voluntad mantiene la vida pura,

 

 

1914

sana, santa, bella y fuerte como salió del seno de su Creador. El aire asesino

del querer humano deforma a la pobre criatura, la hace descender de su

origen y crece enferma, débil, de dar piedad."

Después, con un énfasis más tierno ha agregado: "¡Oh Voluntad mía,

cómo eres amable, admirable, potente! Tu belleza enamora los Cielos y

mantiene el encanto que rapta a toda la corte celestial, de modo que son

felices porque no pueden apartar su mirada de Ti, ¡ah! con tu belleza

encantadora que todo rapta, rapta la tierra y con tu dulce encanto encanta a

todas las criaturas, a fin de que una sea la Voluntad de todos, una la

Santidad, una la Vida, uno tu reino, uno tu Fiat, como en el Cielo así en la

tierra."

Noviembre 2, 1927

Diferencia que hay entre quien vive en el Querer Divino y obra en

Él, y entre quien hace el bien en la noche de la voluntad humana.

Mi vuelo es continuo en el Querer Divino y mi pobre inteligencia está

como fijada en Él, y en su luz comprendía la gran diferencia entre el obrar

en el Querer Supremo y entre el obrar humano, bueno en sí mismo, pero que

falta la Vida del Fiat Divino en la acción de la criatura, y decía entre mí:

"¿Será posible tanta diferencia?" Y mi amado Jesús moviéndose desde

dentro de mi interior me ha dicho:

"Hija mía, la voluntad humana formó la noche a la familia humana en

sus almas, y si hacen obras buenas, aun importantes, como el bien por sí

mismo es luz, hacen salir de ellos mismos tantas pequeñas luces, puede ser

luz de un fósforo, luz de una pequeña vela, de una lamparita eléctrica; según

el bien que hay dentro de la acción humana y multiplicidad de ellas, así

vienen formadas luces pequeñas y luces un poco más grandes, y por cuantas

hay, tienen el bien, en virtud de sus pequeñas luces, de no quedar ellos y los

que los circundan en la oscuridad, pero no tienen virtud de hacer cambiar la

noche en día, así que podrán ser también como ciudades o habitaciones que

poseen el bien de tantas luces eléctricas, aunque también están sujetas a

apagarse, pero que puedan hacer cambiar la noche en día les será imposible,

porque no es naturaleza de la luz formada por el ingenio del hombre, tanto

en el alma como en el cuerpo, el poder formar el pleno día, sólo el sol tiene

esta virtud de hacer huir las tinieblas nocturnas y formar su pleno día, que

resplandeciente de luz y calor alegra la tierra con todos sus habitantes, y

donde resplandece produce sus efectos vitales a toda la naturaleza. Ahora,

 

 

1915

sólo el vivir en mi Querer y el obrar en Él es siempre día, y el alma,

conforme obra, sea pequeña, sea grande su acción, obra bajo el reflejo del

Sol eterno e inmenso de mi Fiat, el cual reflejando en la acción de la

criatura, viene formado en virtud de Él el sol en la acción humana, en la cual

quedan en posesión de estos soles que les hacen gozar el pleno día

continuado, y como estos soles han sido formados en virtud de los reflejos

del Sol de mi Querer Divino, que posee la fuente de la luz, la acción humana

convertida en sol es alimentada por la fuente de la luz, y por eso no están

sujetos ni a apagarse ni a disminuir de luz. Ve entonces que gran diferencia

hay entre quien obra y vive en mi Voluntad, y entre quien obra el bien fuera

de Ella, es la diferencia entre quien puede formar el sol y tantos soles, y

entre quien forma una luz, y basta un sol para eclipsar todas las luces, y

todas las luces juntas no tienen virtud, ni fuerza de luz para poder sobrepasar

un sol. Para comprender con más claridad lo puedes ver en el orden del

universo, que todas las luces, de cualquier especie formadas por la habilidad

humana no son capaces de formar el día, en cambio el sol creado por mis

manos creadoras, a pesar de que es uno, forma el día, porque posee la fuente

de la luz puesta dentro de él por su Creador, y por eso no está sujeto a

disminuir de luz; esto es símbolo de quien vive en mi Querer Divino, porque

en todos sus actos corre dentro un acto de Vida Divina, una fuerza creadora

que tiene virtud de formar soles, no se abaja ni quiere formar pequeñas

luces, sino soles que jamás se extingan. Por esto puedes comprender que el

bien producido por el querer humano, a pesar de que no puede formar el día,

es siempre un bien para el hombre y reciben la utilidad de la luz en la noche

de la voluntad humana, le sirve para no morir en las densas tinieblas de la

culpa; aquellas luces, si bien pequeñas, le encaminan el paso, le hacen ver

los peligros y atraen mi paterna Bondad hacia ellos, que ve que se sirven de

la noche de su voluntad humana para formar al menos pequeñas luces para

dirigir el paso por el camino de la salvación. Fue propiamente esto lo que

atrajo toda nuestra ternura y nuestra paterna bondad hacia Adán, él había

comprendido qué significaba vivir en nuestro Querer Divino y cómo en sus

pequeños actos, así como en los más grandes, corría dentro nuestra virtud

creadora y eran investidos por el Sol del eterno Fiat, que siendo Sol tenía

virtud de poder formar cuantos soles quería; entonces al verse vaciado de

esta Fuerza creadora, no pudo formar más soles, por eso, pobrecito, se

esforzaba cuanto más podía por formar pequeñas luces, y viendo la gran

diferencia de su estado primero y el de después de la culpa, sentía tal dolor,

que se sentía morir en cada acto suyo. El Ente Supremo se sentía

conmovido y admiraba la industria del pobre Adán, que no pudiendo formar

 

 

1916

más soles, se las ingeniaba para formar con sus actos pequeñas luces, y en

virtud de esto le mantuvo la promesa del futuro Mesías."

Noviembre 6, 1927

Quien vive en la Divina Voluntad no desciende de su origen, y le es

debido el estado de reina, en cambio quien vive fuera de Ella vive en el

estado de siervo. Diferencia que lleva al uno y al otro el reino de la

Redención. Quienes viven en la Divina Voluntad serán los primeros

delante de Dios. Cómo la cruz maduró el reino de la Redención.

Cómo en cada verdad corre dentro una Vida Divina.

Estaba siguiendo al Querer Divino acompañando todos los actos quemi dulce Jesús había hecho cuando estuvo sobre la tierra, Él me los hacía

presentes y yo los investía con mi te amo y le pedía con sus mismos actos el

reino del Fiat Divino, y le suplicaba que aplicara a mi alma todo lo que había

hecho en el reino de la Redención, para darme la gracia de vivir siempre en

su Querer Divino, y mi dulce Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, quien vive en mi Divina Voluntad no desciende de su

origen, y como todo fue creado para quien debía vivir en Ella, todos los

bienes de la Creación son suyos, que son más extensos que los bienes de la

Redención, porque a quien se mantiene en el estado de origen con vivir en el

Fiat Supremo, le es debido el estado de reina, y como reina conviene que

posea, y mucho más que es reina que habita en el regio palacio de nuestro

Querer, entonces le conviene que posea reinos, soles, cielos, mares, y que el

mismo Rey haga vida junto con ella haciendo feliz a su reina, y ella

haciendo feliz a su Rey. He aquí por qué los bienes de la Creación debían

ser más extensos, de otra manera, ¿cómo podía ser estado de reina si no tenía

dominio y reinos que dominar? En cambio con no vivir en nuestro Querer

Divino, el alma desciende de su origen, se desnoblece y se pone en el estado

de sierva, por lo tanto no le corresponden reinos e imperios. Mucho más que

Yo en la Redención vine a la tierra para resucitar al hombre del estado de

muerte, para sanarlo, para darle todos los remedios posibles para hacerlo

regresar de nuevo a su estado primero de su origen, sabiendo que si él

regresaba en nuestro Querer, de donde salió, ya estaba preparado para

mantenerlo en el estado real de dominador. Es más, tú debes saber que

quien vive o vivirá en Él, los actos que Yo hice en la Redención le servirán

 

 

1917

no de remedios sino de felicidad, de alegría, y como el más bello adorno en

el palacio regio de mi Voluntad, porque todo lo que Yo hice no fue otra cosa

que parto suyo, sus entrañas misericordiosas dieron a luz en el seno de mi

Humanidad todos los actos que Yo hice al venir a la tierra, entonces es justo

que como cosa suya sirvan de adorno a Sí misma. Así que en todo lo que

Yo hice estando sobre la tierra, si oraba, si hablaba, si sufría, si bendecía a

los niños, iba buscando a mis hijos, a los hijos de mi Voluntad Divina para

darles el primer acto, la cosa que a ellos pertenecía, la felicidad que

contenían, y después los daba en remedio a los hijos desventurados de la

culpa, siervos de la voluntad humana, para su salvación. Por eso todos mis

actos corrían como acto primero a quien debía vivir en el Supremo Querer,

como a su centro de vida; entonces quien vive en Él puede decir, todo es

mío, y Yo digo, todo es tuyo."

Después de esto pensaba entre mí: "Si el Fiat Divino tiene su acto

primero, de modo que ningún otro acto puede decir, soy acto primero de Él,

¿cómo podrán encontrarse ante Dios como acto primero aquellos quevendrán después a vivir en Él si ya están los primeros?" Y mi Divino Jesús

ha agregado:

"Hija mía, para quien vive o vivirá en mi Querer, todos serán comoacto primero delante de Dios, porque Él tiene un acto solo, un acto incesante

que parte siempre del primer acto, y en virtud de este solo e incesante actoeleva a todos los actos hechos en Él al primer acto suyo, de modo que todos

aquellos que vivirán en mi Querer se encontrarán en su acto solo, y todos

como primero delante a la Majestad Adorable. Así que en mi Voluntad no

habrá ni primero ni después, sino todos fundidos juntos en un solo acto; ¡qué

honor, qué gloria, que la criatura pueda tener un lugar en este acto solo de la

Voluntad de su Creador, del cual, como fuente brotan todos los bienes, todas

las felicidades posibles e imaginables!"

Después, al continuar siguiendo los actos de mi amado Jesús, me he

detenido en el acto en que recibió la cruz y que abrazándola con toda la

ternura de su Amor se la puso sobre su hombro para llevarla al calvario, y

Jesús ha agregado:

"Hija mía, la cruz maduró el reino de la Redención, lo completó y se

puso a custodia de todos los redimidos, de modo que si se hacen custodiar

por la cruz, reciben en sí los efectos que contiene un fruto maduro, que

contiene sabor, dulzura y humor vital y les hace sentir todo el bien de la

Redención, de modo que ellas maduran junto con el fruto de la cruz y se

disponen a regresar al reino de mi Voluntad, porque la cruz también maduró

el reino de mi Voluntad. En efecto, ¿quién te ha dispuesto a ti a hacerte

vivir en Ella? ¿No ha sido tal vez la cruz de tantos años la que te maduró

 

 

1918

como un bello fruto, te quitó todos los gustos acerbos que contiene la tierra,

todos los apegos a las criaturas y te los convirtió en dulzuras divinas,

poniéndose la cruz a guardia a fin de que nada entrase en ti que no fuese

santo, que no diese de Cielo? La cruz no ha hecho otra cosa, qué haciendo

correr en ti los humores vitales formaba en ti a tu Jesús, y tu Jesús

encontrándote madura formaba el reino de su Voluntad Divina en el fondo

de tu alma, y poniéndome en actitud de maestro con todo amor te hablaba y

te hablo de Ella, te he enseñado sus caminos, la vida que debes tener en Ella,

los prodigios, la potencia y la belleza de mi reino. Tú debes saber que cada

vez que tu Jesús se decide a manifestar una verdad, es tanto el amor a ella,

que biloco mi misma Vida en cada verdad que Yo manifiesto, para hacer que

cada verdad tenga la potencia de formar una Vida Divina en las criaturas.

Ve entonces qué significa el manifestarte una verdad de menos o una verdad

de más, es poner fuera una Vida Divina a riesgo, ponerla en peligro, porque

si no viene conocida, amada y apreciada, es una Vida Divina que no recibe

su fruto y que no recibe los honores que le convienen. He aquí por qué amo

tanto las verdades que manifiesto, porque es Vida mía que corre dentro, y

amo tanto que sean conocidas.

Cómo es diferente mi obrar del de las criaturas; si ellas hablan,

enseñan, obran, no queda su vida en la palabra o en la obra, por eso no se

duelen tanto si sus palabras u obras no tienen sus frutos, en cambio Yo me

duelo mucho, mucho, porque es Vida que hago correr en lo que Yo

manifiesto."

Noviembre 10, 1927

El alma sola con Jesús y Jesús solo con ella y cómo se la goza Él solo.

Orden y armonía de la Creación. Cada cosa creada debía recibir

la acción de Adán. Dios, primer modelo de la Creación, Adán el

segundo, el tercero quien debe hacer regresar el reino del Fiat Divino.

 

Me sentía toda abandonada en el eterno Fiat y toda sola y sólo para

Jesús, como si ningún otro existiese entre mí. Entonces pensaba para mí:

"Estoy sola, dentro de mí no siento correr otra cosa que el gran mar de la

Voluntad Divina, todo el resto no existe para mí, Jesús mismo se va y se

esconde en la Luz interminable de Ella, y si se hace ver, los rayos del Sol del

Querer Divino le llueven encima y mi vista, siendo demasiado débil queda

eclipsada y lo pierdo, esperando que mi Jesús, mi vida, se zafe de aquella

Luz, o bien la vuelva menos brillante para poder encontrarlo de nuevo, y me

 

 

1919

lamento de la Luz que me eclipsa la vista y me esconde a Aquél que es vida

de mi pobre alma; ¡oh! si esta Luz del bendito Fiat fuese menos

deslumbrante yo me gozaría a mi dulce Jesús, porque muchas veces siento

su toque divino, su aliento refrigerante, otras veces siento sus labios que me

dan su beso, y con todo y eso no lo veo, todo es por causa de la bendita Luz

que forma el eclipse. ¡Oh! Santa Voluntad de Dios, cómo eres fuerte y

potente, que llegas a esconderme a mi amado Jesús." Después, mientras esto

y otras cosas pensaba, mi sumo bien Jesús ha salido de dentro de aquella Luz

tan deslumbrante, y así lo he podido ver y me ha dicho:

"Hija mía, tú estás sola conmigo y Yo estoy solo contigo, y como estás

sola conmigo Yo concentro en ti a todo Yo mismo, porque estando sola

conmigo te puedo llenar toda de Mí, no hay punto de ti donde no tome mi

lugar, te transforme en Mí y como en naturaleza entre en ti la Gracia

extraordinaria. Cuando el alma está sola conmigo Yo soy libre de hacer lo

que quiero, me la gozo Yo solo y mi Amor me hace hacer tanto con ella, que

llego hasta la locura y hago tantas estratagemas amorosas, que si se pudiesen

ver u oír por todas las criaturas, dirían: ‘Sólo Jesús sabe amar y puede amar

en modo tan sorprendente, tan ingenioso y tan grande.’ Yo hago con quien

vive sola conmigo, como podría hacer el sol si pudiese concentrar toda su

luz sobre de una planta, esta planta recibiría en sí toda la vida del sol y

gozaría de todos sus efectos, mientras que las otras plantas reciben cada una

un solo efecto, que basta a la naturaleza de su planta, en cambio la primera,

como recibe toda la vida del sol, recibe al mismo tiempo todos los efectos

que contiene la luz. Así hago Yo, concentro en el alma toda mi Vida y no

hay cosa de Mí de que no la haga gozar; en cambio, quien no está solo

conmigo, como no puedo concentrar mi Vida, está sin luz, siente en sí el

peso de las tinieblas, su ser está dividido en tantas partes por cuantas cosas

tiene; así que si ama la tierra se siente dividida con la tierra, si ama a las

criaturas, los placeres, las riquezas, se siente dividida como a pedazos, de

modo que, quién la arrebata de una parte y quién de la otra, el pobre corazón

vive entre ansias, temores y amargas desilusiones. Todo al contrario para

quien vive sola conmigo."

Después de esto estaba siguiendo mi giro en el Querer Divino, y

habiendo llegado al edén, estaba glorificando a mi Creador en el acto en que

con su aliento omnipotente infundía la vida en el cuerpo de mi primer padre

Adán, y mi siempre amable Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija, con qué orden y armonía fue creado el hombre. Adán fue

creado por Nosotros rey de toda la Creación, y como rey tenía la supremacía

sobre todas las cosas, y si no hubiese rechazado nuestro Fiat, poseyendo launidad de Él, en toda su vida habría llenado con sus actos todas las cosas

 

 

1920

creadas; como rey y señor tenía el derecho de que cada cosa creada debía

recibir su acción, debía ser investida por su luz, porque cada acción suya era

un sol, uno más bello que el otro, así que él debía formar la corona a toda la

Creación, no habría sido verdadero rey si no hubiese conocido todos sus

dominios y no hubiese tenido el derecho de poner sus actos en todas las

cosas creadas por Nosotros. Sucedía como cuando alguien es dueño de un

terreno, el cual tiene el derecho de pasear dentro de aquel terreno, de plantar

flores, plantas, árboles, en suma todo lo que quiere. Así era Adán, con la

Potencia de nuestro Fiat Divino hacía lo que quería, se bilocaba en todas las

cosas creadas, y si hablaba, si amaba, si adoraba y obraba, su voz resonaba

en toda la Creación y era investida por el amor, por la adoración y obra de

él, así que la Divinidad sentía el amor, la adoración, la obra de su primer hijo

en todas sus obras. Ahora, todo el obrar de Adán habría permanecido en

toda la Creación como el primer modelo para todos sus descendientes, los

cuales habrían modelado todos sus actos a los reflejos de luz de los actos de

Adán, que como primer padre habría dado en herencia a todos sus

descendientes, los que no sólo habrían tenido su modelo, sino la posesión de

sus mismos actos. ¿Cuál habría sido nuestra gloria y la suya, al ver el obrar

de nuestro amado hijo, de nuestro precioso tesoro, parido por nuestro amor,

fundido con nuestras obras? ¿Qué felicidad para él y para Nosotros? Ahora,

si ésta era nuestra finalidad por la que fue creada toda la Creación y nuestro

amado joyel, que es el hombre, ¿no es justo de que a pesar de que Adán

comenzó y no terminó, es más, terminó en el dolor y en la confusión porque

rechazó nuestro Querer Divino que le servía como acto primero y lo hacía

obrar en las obras de su Creador, que efectuemos esta nuestra finalidad en

sus descendientes? He aquí por qué te llamo en medio de mis obras en toda

la Creación, para formar el modelo sobre el cual deben modelarse las otras

criaturas para regresar en mi Fiat. Si tú supieras qué gloria siento cuando

veo que tú, haciendo tuyo mi Querer Divino quieres animar la luz del sol a

decirme que me amas y pedirme mi reino, a la rapidez del viento, al

murmullo del mar, a la flor, al cielo distendido, hasta el canto del pequeño

pajarillo; al ver que quieres dar tu voz a todos, animar a todos para decirme

que me amas, me adoras y quieres el reino del Fiat Supremo, siento tal

contento que me siento repetir las primeras alegrías, el primer amor de mi

amado joyel, y me siento inclinado a poner todo a un lado, a olvidar todo,

para hacer regresar el todo tal y como fue establecido por Nosotros. Por eso

sé atenta hija mía, se trata de algo muy grande.

Tú debes saber que el primer modelo en la Creación fue el Ente

Supremo, en el cual el hombre debía modelar todos sus actos con su

Creador, el segundo debía ser Adán, en el cual debían modelarse todos sus

 

 

1921

descendientes, pero como se sustrajo de mi Voluntad, faltando Ella, su

unidad en él, le faltaron los pinceles, los colores y la materia prima para

poder hacer los modelos a semejanza de su Creador. ¡Pobrecito! ¿Cómo

podía formar los modelos con la misma forma divina, si no estaba más en

posesión de aquella Voluntad que le suministraba habilidad y todo lo

necesario que se requería para poder formar los mismos modelos de Dios?

Rechazando mi Fiat Divino rechazó la potencia que todo puede y sabe hacer,

sucedió de Adán como sucedería de ti si no tuvieras ni papel, ni pluma, ni

tinta para escribir, si esto te faltara no serías capaz de poner una sola palabra,

así él, no fue más capaz de formar los modelos sobre el molde divino. El

tercer modelo lo debe hacer quien debe hacer regresar el reino de mi

Voluntad, por eso tus deberes son grandes, a tus modelos serán modelados

todos aquellos de los otros, y por eso en todos tus actos haz que corra la

Vida de mi Querer Divino, a fin de que te suministre todo lo necesario que

se requiere, y así todo irá bien y tu Jesús estará junto contigo para hacerte

llevar a cabo bien sus modelos divinos."

Noviembre 13, 1927

Cómo el Verbo estaba en el centro de la Humanidad de Jesús y cómo

obraba. Gran diferencia entre el reinar de la Voluntad Divina y

entre la santidad de los santos, aunque hayan hecho milagros.

Estaba siguiendo mi giro en el Querer Divino, y habiendo llegado a los

actos que hizo en la Humanidad de Nuestro Señor, mi dulce Jesús

moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, el Verbo Divino en mi Humanidad estaba como centro de

vida en Ella, éramos inseparables el uno y la otra, pero como mi Humanidad

tenía sus límites y el Verbo era sin límites, inmenso e infinito, no pude

restringir dentro de Ella toda la luz interminable del Verbo, esta luz

desbordaba fuera, de modo que sus rayos desbordando fuera del centro de mi

Humanidad, salían de mis manos, de mis pies, de la boca, del corazón, de los

ojos, de todas las partes de mi Humanidad, de modo que todo mi obrar corría

en esta luz, que más que rayos solares investía todo y buscaba todos los

actos de las criaturas para darles sus actos, a fin de que los actos de ellas,

investidos por su luz, tomasen la forma de los suyos y fundidos juntos

adquirieran el valor, la belleza de sus actos. ¿Pero cuál no fue el dolor de mi

Humanidad al ver rechazados por las criaturas, en la misma Luz del Verbo

eterno, sus actos, e impedirles la transformación que quería hacer en las

 

 

1922

criaturas? Cada acto suyo rechazado era un dolor, y cada acto de las

criaturas se convertía para mi Humanidad en amargura y ofensa. Cómo es

duro querer hacer el bien, hacerlo y no encontrar quién reciba este bien; este

dolor dura aún, porque todo lo que hizo mi Humanidad en la Luz del Verbo

eterno existe y existirá siempre, y siempre está en acto de hacer lo que una

vez fue hecho y está como en asecho esperando que la criatura reciba la

transmisión de sus actos a fin de que uno sea el acto, uno el valor, una la

voluntad, uno el amor de las dos partes, y sólo con reinar mi Fiat puede el

obrar que Yo hice en la Redención tener su total cumplimiento, porque con

la luz de Él las criaturas se quitarán la venda y harán correr en ellas todo el

bien que el Verbo eterno vino a hacer en mi Humanidad por amor de las

criaturas."

Ahora, mientras esto decía, veía a mi dulce Jesús que de dentro de su

interior salía tanta luz que investía todo y a todos. Después seguía mi giro

en el Fiat Divino, acompañando con mi te amo todos los prodigios que Él

había hecho en los santos, en los patriarcas y en los profetas del antiguo

testamento, como en aquellos después de su venida sobre la tierra, para pedir

en virtud de todos estos actos suyos su reino divino en medio a las criaturas,

y pensaba entre mí: "Si tantos prodigios ha hecho este Santo Querer en

todos estos santos, ¿no es esto entonces su reinar, al menos en estos santos

tan prodigiosos?" Mientras esto pensaba, mi amado Jesús moviéndose en mi

interior me ha dicho:

"Hija mía, no hay bien que no haya salido de mi Voluntad, pero hay

una gran diferencia entre el reinar de Ella en las criaturas, y entre el sacar un

acto de dentro de Ella y comunicarlo a las criaturas, como a Abraham, en

que sacó un acto de heroísmo y tuve al hombre heroico en el sacrificio; en

Moisés un acto de potencia, y fue el hombre prodigioso; en Sansón un acto

de fuerza, y fue el hombre fuerte; a los profetas les reveló lo que

correspondía al futuro Redentor, y fueron hombres profetas y así de todos

los demás que se han distinguido como prodigiosos y de virtud no común;

de acuerdo al acto que sacaba mi Querer Divino, si prestaban su adhesión y

correspondían, así recibían el bien del acto de Él; esto no es reinar hija mía,

ni forma el reino de mi Querer, para formarlo no se requiere un solo acto,

sino el acto continuado que Él posee, esto es lo que quiere dar a las criaturas

para formar su reino, su acto continuado de potencia, de felicidad, de luz, de

santidad, de belleza insuperable; lo que mi Fiat es por naturaleza, quiere que

las criaturas lleguen a ser en virtud de su acto continuo que contiene todos

los bienes posibles e imaginables. ¿Dirías tú que un rey reina sólo porque ha

hecho una ley, ha dado un bien a su pueblo? Ciertamente que no, el

verdadero reinar es formar la vida de los pueblos con todas las leyes, dando

 

 

1923

el régimen decoroso, conveniente, recto y justo a la vida de ellos, dándoles

todos los medios necesarios a fin de que nada les falte para su bien. El rey

para reinar debería tener su vida en medio de los pueblos y hacer una su

voluntad y sus bienes con ellos, de modo que el rey debía formar la vida del

pueblo y ellos la vida del rey, de otra manera no es un verdadero reinar.

Esto es el reinar de mi Voluntad, volverse inseparable de los hijos de su

reino, darles todo lo que posee hasta desbordar fuera, para tener hijos felices

y santos con su misma felicidad y santidad. Ahora, de aquí se ve que a pesar

de los tantos prodigios y milagros que los santos, los profetas, los patriarcas

han hecho, no han formado mi reino en medio a las criaturas ni han hecho

conocer su valor ni el gran bien que posee mi Voluntad, ni lo que puede

hacer y quiere dar, y la finalidad de su reino, porque faltaba su acto

continuado, su Vida permanente en ellos, y por eso, no conociéndola a

fondo, se han ocupado de otras cosas que correspondían a mi gloria y a su

bien, y a mi Voluntad la han puesto a un lado, esperando otro tiempo más

propicio, cuando la paterna bondad se complazca, primero de hacer conocer

y después dar un bien tan grande y un reino tan santo que ellos ni siquiera

soñaban. Por eso sé atenta y sigue tu vuelo en el Fiat Divino."

Noviembre 18, 1927

Cuando Dios manifiesta una nueva verdad a la criatura, es una nueva

fiesta para Dios y para ella. En cuanto el alma se decide a hacer su acto

en el Querer Divino, así llama al Fiat Divino a reflejar con su luz en su

acto, el cual tiene virtud de vaciarlo de todo lo que no es luz.

Me sentía afligida por las acostumbradas privaciones de mi dulce

Jesús, pero toda abandonada en su amable Querer. Entonces pensaba entre

mí: "En estos días mi sumo bien Jesús no me ha dicho nada, todo ha sido un

profundo silencio, apenas algún movimiento de Él me hacía sentir en mi

interior, pero sin ninguna palabra." Mientras esto pensaba se ha movido en

mi interior diciéndome:

"Hija mía, cuando Dios no manifiesta otras verdades, la Voluntad

Divina está como suspendida, no agrega otros bienes hacia las criaturas, por

lo tanto para Dios y para la criatura no existe la fiesta que la verdad lleva

consigo."

Yo al oír esto he dicho: "Para Ti es siempre fiesta, porque tienes

contigo todas las verdades, pero para la pobre criatura la fiesta es

interrumpida, porque no posee la fuente de todas las verdades, así que

 

 

1924

cuando su Creador no le comunica otras verdades, las nuevas fiestas quedan

interrumpidas para ella, a lo más se goza aquellas fiestas que ya le fueron

comunicadas por Ti, pero las sorpresas de las nuevas fiestas no están en su

poder, lo que no sucede para Ti." Y Jesús ha agregado:

"Cierto hija mía, para Nosotros es siempre fiesta y nadie puede

mínimamente ensombrecer el océano de nuestras nuevas alegrías y

felicidades sin término que nuestro Ser Divino contiene en Sí mismo, pero

hay una fiesta que viene formada en el acto cuando nuestro Ser Divino

rebosando de amor hacia la criatura manifiesta sus verdades; ver doblemente

feliz a la criatura, tantas veces de más por cuantas verdades de más le

manifestamos, es para Nosotros una nueva fiesta. Poner fuera nuestras

verdades que salen de la fuente de nuestras alegrías, preparar la mesa de

nuestra felicidad a la criatura que contiene la verdad, verla festejar junto con

Nosotros, sentada a nuestra misma mesa para alimentarse de nuestro mismo

alimento, es para Nosotros una nueva fiesta. Las fiestas, las alegrías, vienen

formadas en las comunicaciones, el bien aislado no lleva fiesta, la alegría

estando sola no sonríe, la felicidad sola no banquetea, y además, ¿con quién

debe festejar, sonreír, banquetear, si no encuentra a quién hacer esta fiesta,

sonreír juntos, embelesarse mutuamente? Por eso la unión forma la fiesta, el

volver contenta a otra criatura forma el contento propio. He aquí por qué, si

tenemos nuestras nuevas fiestas que no nos faltan jamás, nos falta la nueva

fiesta que no damos a la criatura. Si tú supieras nuestra alegría y felicidad al

ver tu pequeñez sentarse a nuestra mesa, alimentarse de las verdades de

nuestro Supremo Querer, sonreír de cara a su Luz, tomar nuestras alegrías

para hacerte el depósito en ti misma de nuestras riquezas, embellecerte de

nuestra Belleza, y como embriagada por tanta felicidad oírte repetir:

‘Quiero el reino de tu Fiat.’ Quisieras arrollar Cielo y tierra para pedirme mi

Fiat, para obtener el intento, ¿y para hacer qué? Para volver feliz, de tu

misma felicidad a toda la familia humana, parece que tu fiesta no está plena

si no vuelves felices a los demás con tu misma felicidad que contienes en

virtud de mi Voluntad. Si tú pudieras hacer conocer a todos todo lo que

conoces de Ella y hacer gustar a todos la felicidad que posee, ¿no sería para

ti una fiesta de más y no te sentirías doblemente feliz por la felicidad de los

otros comunicada por ti?"

Y yo: "Cierto Amor mío, que si pudiera arrollar a todos en tu Santo

Querer, cómo estaría más feliz y contenta."

Y Jesús: "Y bien, así soy Yo, a nuestra felicidad que jamás se agota y

que nos tiene siempre en fiesta, se agregaría a nuestra fiesta la felicidad de la

criatura, por eso cuando te veo suspirar por mis verdades para conocerlas,

Yo me siento atraído a manifestarlas y digo: ‘Quiero gozar mi nueva fiesta

 

 

1925

con mi pequeña hija, quiero sonreír junto con ella y embriagarla de mi

misma felicidad.’ Así que en estos días de silencio te ha faltado a ti nuestra

nueva fiesta, y a Nosotros la tuya."

Entonces ha hecho silencio y después ha agregado: "Hija mía, en

cuanto tú te decides a fundirte en mi Fiat Divino y formar en Él tus

pensamientos, palabras y obras, así haces la llamada a mi Voluntad, y Ella,

sintiéndose llamada, responde a la llamada reflejando su Luz en tu acto, y

con su Luz tiene virtud de vaciar aquel acto de todo lo que puede haber de

humano y lo llena de todo lo que es divino, así que mi Querer Divino se

siente llamado por tus pensamientos, por tus palabras, por tus manos, por tus

pies y por tu corazón, y Él refleja su Luz en cada uno de ellos, los vacía de

todo y ahí forma su Vida de Luz, y como la luz contiene todos los colores,

así mi Querer Divino pone un color divino suyo a los pensamientos, otro a

las palabras, otro a las manos y así de todo lo demás de tus actos, y

conforme tú los multiplicas, así multiplica sus colores divinos investidos por

su Luz, y ¡oh! cómo es bello el verte investida de tanta variedad de colores y

matices divinos; por cuantos pensamientos, actos y pasos tú haces, te dan tal

belleza todos estos colores y Luz Divina, que es un encanto el verte y todo el

Cielo quisiera gozar de tales bellezas con que mi Fiat ha investido a tu alma.

Por eso tu llamado a mi Voluntad Divina sea continuo."

Noviembre 23, 1927

Cuando el alma no da el primado a la Divina Voluntad, Ella está en

peligro y como sofocada en medio de las criaturas. Cuando el alma

ruega que venga el reino de la Divina Voluntad, todo

el Cielo hace eco a su oración.

 

Mi abandono en el Fiat Divino es mi vida, mi apoyo, mi todo. Mi

dulce Jesús se esconde siempre más y yo me quedo sólo con este Querer tan

Santo, Inmenso, tan Potente, que a cada movimiento suyo arroja y saca de Sí

un mar de Luz que forma sus olas luminosas e interminables, mi pequeñez

se pierde, si bien comprende que hay mucho qué hacer para seguir sus actos

innumerables en un mar tan vasto, y perdiéndome en el Fiat Divino pensaba

entre mí: "¡Oh! si tuviera conmigo a mi dulce Jesús que conoce todos los

secretos de su Querer, no me perdería y seguiría mejor los actosinterminables de Él; verdaderamente siento que no me quiere como antes, si

bien me dice que no es verdad, pero yo veo los hechos, y las palabras ante

los hechos no tienen valor." ¡Ah! Jesús, Jesús, no me esperaba de Ti este

 

 

1926

cambio que me hace sentir una muerte continua, mucho más que sabes que

el dejarme por mucho tiempo sin Ti me cuesta mucho más que la vida. Pero

mientras esto y otras cosas pensaba, mi amado Jesús se ha movido en mi

interior y me ha dicho:

"Hija mía, mi pequeña hija, ¿por qué temes, por qué dudas de mi

Amor? Y además, si te pierdes es siempre en mi Querer donde tú quedas,

jamás fuera de Él, Yo no podría tolerar que tú salieras un solo paso de sus

confines, no, no, la pequeña hija de mi Voluntad estará siempre en sus

brazos, y además, ¿cómo puedo no amarte si veo en ti, en todos tus actos,

que mi Fiat tiene la primacía? No lo veo peligrar como en las demás

criaturas y sofocado en todos los actos de ellas, porque no dándole el

primado está siempre en peligro en medio de ellas, quién le roba sus bienes,

quién ofende su Luz, quién lo desconoce, quién lo pisotea, no dándole el

primado está como un rey que no dándole los honores debidos lo maltratan y

los súbditos lo quieren sacar de su propio reino. ¡Qué dolor! En cambio en

mi pequeña hija, mi Voluntad Divina está al seguro, no sufre peligro en sus

miradas, porque en todas las cosas creadas ve los velos que esconden a mi

Voluntad y ella rompe los velos y la encuentra reinante en toda la Creación,

la besa, la adora, la ama, y sigue sus mismos actos poniéndose en su

seguimiento; no sufre peligro en tus palabras, en tus obras, en todo, pues le

das el acto primero en tus actos. Con darle el acto primero se le dan los

honores divinos, se estima Rey de todo y el alma recibe como cosas que le

pertenecen los bienes de su Creador, así que para ella mi Voluntad no se

encuentra en acto de peligro, sino al seguro, no se siente robar la luz, el aire,

el agua, la tierra, porque todo es suyo. En cambio quien no la hace reinar la

roban por todas partes y está en continuo peligro."

Después de esto, habiendo seguido mi giro en el Fiat Divino, estaba

reuniendo todas las cosas creadas donde están dominantes todos los actos del

Fiat Divino, y yo reuniendo todo junto, el cielo, el sol, el mar y toda la

Creación, llevaba todo junto ante la Majestad Suprema para circundarla de

todas sus obras y hacer pedir por los actos de su misma Voluntad el reino del

Fiat Divino sobre la tierra, pero mientras esto hacía, mi amable Jesús se ha

movido en mi interior y me ha dicho:

"Hija mía, escucha cómo todo el Cielo hace eco a tu petición y repiten

entre ellos, los ángeles, los santos, la Soberana Reina, ‘Fiat, Fiat Voluntas

Tua, come in Cielo così in terra.’ Y como es súplica de Cielo, es el reino

que a todos interesa, se sienten todos en deber de pedir lo que quieres tú,

sienten en ellos la misma fuerza de la Potencia de mi Voluntad Divina por la

cual todos son animados y repiten: ‘La Voluntad del Cielo sea una con la

tierra.’ ¡Oh! cómo es bello, cómo resuena armonioso cuando un eco de la

 

 

1927

tierra inviste todo el Cielo y forma un solo eco, una sola Voluntad, una sola

súplica. Y todos los bienaventurados, admirados dicen entre ellos: ‘¿Quien

es aquélla que lleva todo el cortejo de las obras divinas ante la Divinidad, y

con la Potencia del Fiat Divino que posee nos arrolla a todos y nos hace

pedir un reino tan santo?' Ninguno ha tenido esta potencia, ninguno ha

pedido hasta ahora el reino del Fiat con tal potencia e imperio, a lo más,

quien ha pedido la gloria de Dios, quien la salvación de las almas, quien la

reparación de tantas ofensas, cosas todas que se refieren a las obras externas

de Dios, en cambio el pedir el reino del Querer Divino son sus obras

internas, los actos más íntimos de Dios y la destrucción del pecado, esto no

es sólo la salvación sino la Santidad divina en las criaturas, es la liberación

de todos los males espirituales y corporales y el transportar la tierra al Cielo

para poder hacer descender el Cielo a la tierra.’ Por eso el pedir el reino de

mi Voluntad Divina es la cosa más grande, más perfecta, más santa y por eso

todos reverentes responden a tu eco y resuena en la patria celestial la bella

armonía: Fiat Voluntas Tua come in Cielo così in terra."

Noviembre 27, 1927

Quien se hace dominar por la Voluntad Divina, en virtud de Ella recibe

en sí la Fecundidad divina y puede generar en los demás el bien que

posee. Lo que es necesario para obtener el reino de la Divina

Voluntad: Primero, mover a Dios; segundo, poseer

como vida a la Divina Voluntad.

 

Mi abandono en el Querer Divino es continuo, y si bien muchas veces

me esconde y eclipsa a mi amado Jesús, mi vida, mi todo, la Divina

Voluntad no se esconde jamás, su Luz es permanente en mí y me parece que

aunque se quisiera esconder no lo puede hacer, porque encontrándose su Luz

por todas partes, no encuentra lugar a donde poder huir, restringirse, porque

por su naturaleza es inmensa, inviste todo, señorea sobre todo con tal

imperio, que la siento en cada fibra de mi corazón, me corre en el respiro, en

todo, y yo pienso entre mí que me quiere más el Querer Divino que el

mismo Jesús, porque Él frecuentemente me deja y su adorable Voluntad no

me deja jamás, es más, por su propia naturaleza se encuentra en condición de

no poderme dejar y con su imperio de luz me domina y triunfante espera el

primado en mis actos. ¡Oh! Voluntad Divina, cómo eres admirable, tu Luz

no deja huir nada y acariciando y jugando con mi pequeñez te vuelves

conquistadora de mi pequeño átomo y gozas perdiéndolo en la inmensidad

 

 

1928

de tu Luz interminable. Pero mientras me sentía toda inmersa en su Luz, mi

amado Jesús se ha movido en mi interior y me ha dicho:

"Hija mía, quien se hace dominar por mi Querer Divino, en virtud de

Él recibe la virtud de la Fecundidad divina, y con esta Fecundidad puede

generar en los demás lo que ella posee, con esta Fecundidad divina el alma

forma la más bella y larga generación, que le llevará la gloria, el cortejo de

tener tantas partes generadas en sus mismos actos, verá salir de dentro de

ella la generación de los hijos de la Luz, de la Felicidad, de la Santidad

divina. ¡Oh! cómo es bella, santa y pura la fecundidad del germen de mi

Querer Divino, es luz y genera luz, es santa y genera la santidad, es fuerte y

genera la fuerza, posee todos los bienes y genera paz, alegría y felicidad. ¿Si

tú supieras qué bien llevará a ti y después a todos el germen fecundo de este

Querer tan Santo, que sabe y puede generar a cada instante todos los bienes

que posee? Fue así como la altura de la Soberana Reina pudo generar al

Verbo Eterno sin obra de otros, porque no dando vida a su querer humano,

sólo dio vida al Querer Divino, y con esto adquirió la plenitud del germen de

la fecundidad divina y pudo generar a Aquél que Cielo y tierra no podían

contener, y no sólo lo pudo generar en Sí, en su seno materno, sino lo pudo

generar en todas las criaturas; cómo es noble y larga la generación de los

hijos de la Celestial Reina, Ella generó a todos en aquel Fiat Divino que todo

puede y todo encierra, así que mi Divina Voluntad eleva a la criatura y la

vuelve partícipe de la Fecundidad de la Paternidad Celeste; qué potencia,

¿cuántos sublimes misterios no posee?"

Después continuaba mis actos en el Fiat Divino y ofrecía todo para

obtener su reino sobre la tierra, quería investir a toda la Creación, animar

todas las cosas creadas con mi voz a fin de que todas dijeran junto conmigo:

"Fiat Voluntas Tua come in Cielo cosí in Terra, pronto, pronto, venga tu

reino." Pero mientras esto hacía pensaba entre mí: "Cómo puede venir este

reino tan santo a la tierra, en las criaturas no hay ningún cambio, ninguno se

ocupa, el pecado, las pasiones abundan, ¿cómo podrá entonces venir este

reino a la tierra? Y Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, lo más necesario para obtener un bien tan grande como es

el reino de mi Fiat Divino, es mover a Dios y hacerlo decidir dar mi

Voluntad Divina reinante en medio a las criaturas, cuando se mueve Dios y

decide, todo supera y vence aun a los mismos males; y la otra cosa necesaria

es que la criatura que lo busca y ruega a Dios el dar un bien tan grande, debe

poseer en ella la vida del reino que pide para las otras criaturas. Quien lo

posee conocerá la importancia y no omitirá sacrificios para conseguir a los

demás el bien que posee, conocerá los secretos, los caminos que debe tener,

se volverá importuno para vencer al mismo Dios; ella será como sol que

 

 

1929

tiene restringido en sí toda la plenitud de su luz, y no pudiendo contenerla en

sí siente la necesidad de expandirla fuera para dar luz a todos y hacer bien a

todos, para volverlos felices de su misma felicidad. Quien tiene un bien

tiene virtud de pedirlo y de darlo; esto sucedió en la Redención, el pecado

inundaba la tierra, el mismo pueblo llamado pueblo de Dios, era el más

pequeño pueblo y que si parecía que se ocupaba era en modo superficial,

pero no que poseían en ellos la vida de aquel Redentor que pedían, se puede

decir que se ocupaban como se ocupa hoy la iglesia, las personas sagradas y

religiosas con recitar el Padre Nuestro, pero la plenitud de la vida de mi

Voluntad que pedían en el Padre Nuestro no está en ellos, así que la petición

se queda en palabras, no en hechos; por eso cuando vino la Reina del Cielo

que poseía la plenitud de la Vida Divina, todo lo que pedía para el bien de

los pueblos movió a Dios, lo venció, lo hizo decidir, y a pesar de los males

que existían vino el Verbo Eterno a la tierra por medio de aquélla que ya lo

poseía y formaba toda su vida; con la plenitud de esta Vida Divina pudo

mover a Dios y vino el bien de la Redención. Lo que todos los demás no

pudieron obtener todos juntos, lo obtuvo aquélla, la Soberana Reina que

había conquistado, primero en Sí misma a su Creador, la plenitud de todos

los bienes que pedía para los demás, y siendo conquistadora tenía virtud de

poder conseguir y dar el bien que poseía. Hay gran diferencia hija mía, entre

quien pide y posee, y quien pide y no posee la Vida Divina; la primera pide

con derecho, la segunda a título de limosna, y a quien pide a título de

limosna se dan las monedas, a lo más algunas liras, pero no reinos enteros;

en cambio quien pide con derecho posee, es ya dueña, reina, y quien es reina

puede dar el reino, y siendo reina tiene su imperio divino en Dios para

conseguir el reino a las criaturas. Así sucederá para el reino de mi Voluntad,

por eso te recomiendo tanto que seas atenta, haz que Ella forme la plenitud

de su Vida en ti, así podrás mover a Dios, y cuando Dios se mueve no hay

quien lo resista."

Diciembre 1, 1927

Fuerza de la Mamá Celestial en las privaciones de Jesús; fuerza que

debe tener la pequeña hija de su Voluntad. Potencia de los actos

hechos en la Voluntad Divina, cómo son el desahogo de Dios.

Me sentía totalmente privada de mi sumo bien Jesús y por cuanto lo

buscaba no podía encontrarlo. Me sentía torturada y amargada en modo

indecible, mis palabras no pueden expresar mi dolor, por eso sigo adelante.

 

 

1930

Después de largos días de martirio y de abandono en aquel Fiat Divino, mi

amado Jesús se ha movido en mi interior y me ha dicho:

"Hija mía, quiero en ti la misma fuerza de ánimo de la Soberana

Celestial, que llegó a amar más la Divina Voluntad que a la misma

Humanidad de su hijo Jesús. Cuántas veces el Querer Divino nos ordenaba

separarnos y Yo debía ir lejos de Ella, y Ella debía quedar sin Mí, sin

seguirme, pero Ella quedaba con tal fuerza y paz, de llegar a preferir el FiatDivino a su mismo Hijo, tanto que Él raptado por tal fuerza, bilocaba el Sol

de mi Voluntad Divina, y mientras quedaba con mi Mamá, concentrado en

Ella, quedaba concentrado en Mí, el Sol se bilocaba pero la luz quedaba una,

alargándose pero sin separarse jamás del uno y del otro centro del Sol

bilocado. La Soberana Reina todo había recibido de mi Voluntad, la

plenitud de la Gracia, la Santidad, la soberanía sobre todo, hasta la

Fecundidad para poder dar la vida a su Hijo, todo le había dado y nada le

había negado; entonces, cuando quería que yo me alejase, como fuerza

heroica devolvía a la Voluntad Divina lo que había recibido. Los Cielos

quedaban estupefactos al ver la fuerza, el heroísmo de aquélla que sabían

que me amaba más que a su misma vida. Así quisiera ver a la pequeña hija

de mi Voluntad Divina: fuerte, pacífica y con heroísmo dar nuevamente a

mi Voluntad a tu Jesús cuando ella quiere que quedes privada de Él, no

quisiera verte abatida, triste, sino con la fuerza de la Mamá Celestial y así

como para la Soberana del Cielo la separación era externamente y

aparentemente, pero internamente mi Querer Divino nos tenía fundidos

juntos e inseparables, así sucederá de ti, mi Querer te tendrá fundida en Mí y

haremos juntos los mismos actos, sin separarnos jamás."

Después de esto seguía mis actos en el Fiat Divino y sintiendo que no

los hacía bien, rogaba a mi Mamá Celestial que viniera en mi ayuda, a fin de

que pudiera seguir a aquél Querer Supremo que Ella había amado tanto y del

cual reconocía toda su gloria y altura en la cual se encuentra; pero mientras

esto pensaba, mi amable Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, todos los actos de mi Madre Reina hechos en mi Voluntad,

están a la expectativa, porque quieren el séquito de los actos de la criatura

hechos en Ella, así que en todo lo que tú haces en mi Querer, son estos actos

que te vienen en ayuda, es más, se alinean en torno a ti para suministrarte,

quien la luz, quien la gracia, quien la santidad y quien el acto mismo que tú

haces, para poder tener el séquito de estos actos nobles, santos y divinos;

estos actos son la desembocadura de Dios, que desahogándolos, la criatura

se llena tanto que no pudiéndolos contener los desahoga de nuevo y da sus

actos divinos a su Creador, por eso forman la gloria más grande que la

criatura puede dar a Aquél que la ha creado, no hay bien que no descienda

 

 

1931

por medio de estos actos hechos en el Querer Divino, ponen todo en

movimiento, Cielos y tierra y el mismo Dios son el movimiento divino en la

criatura, y fue en virtud de estos actos que la Celestial Soberana hizo mover

al Verbo a descender sobre la tierra, por eso Ella espera el séquito de sus

actos para mover a Dios para hacer venir a reinar a nuestra Suprema

Voluntad sobre la tierra. Ellos son el triunfo de Dios sobre la criatura y las

armas divinas con las cuales la criatura vence a Dios. Por eso sigue tus actos

en mi Voluntad y tendrás en tu poder las ayudas divinas, como también las

de la Soberana Reina."

Diciembre 6, 1927

Estado del alma. En la Voluntad Divina no entran el dolor y las

amarguras porque son partos humanos. Modo divino. Cómo la

Voluntad Divina tiene su Vida en medio de las criaturas, y cómo

ellas la obstaculizan. Cada acto hecho en Ella es una

firma divina que corre; ejemplo.

 

Continúa mi abandono en el Fiat Divino, y estando totalmente privada

de mi sumo bien Jesús sentía tal amargura y dolor, de no saberlo expresar,

pero al mismo tiempo sentía una paz imperturbable y la felicidad de la Luz

del Supremo Querer. Entonces pensaba entre mí: "Qué cambio en mi pobre

alma, antes, si el bendito Jesús, por poco me privaba de Él, yo desvariaba,

deliraba, me sentía la más infeliz de las criaturas, pero ahora todo al

contrario, estoy privada no por horas sino por días, y si bien siento un dolor

intenso, penetrante hasta la médula de los huesos, estoy sin desvariar, sin

delirio, sin poder llorar, como si no tuviese más lágrimas, toda pacífica,

impávida y feliz. ¡Ah Santo Dios, qué cambio! Me siento morir al pensar

ser feliz sin Jesús, pero mi felicidad no viene tocada, siento que la felicidad

deja libre al dolor y el dolor deja libre a la felicidad, cada una de ellas hace

su curso, su camino, tienen su lugar, pero no se mezclan. ¡Ah Jesús, Jesús!

¿Cómo es que no me ayudas, que no tienes piedad de mi? ¿Por qué no

corres, no vuelas a tu pequeña hija que tanto decías amar?" Pero mientras

desahogaba mi dolor se ha movido en mi interior y me ha dicho:

"Hija de mi Querer, ¿por qué quieres turbar tu paz, tu felicidad?

Debes saber que donde reina mi Voluntad, Ella, cual noble Reina Divina

posee alegrías inmensas y felicidad sin fin; el dolor, las lágrimas, las

amarguras, han nacido en el tiempo, son partos de la voluntad humana, no

han nacido en la eternidad ni son partos suyos, son limitados y finitos, por

 

 

1932

eso no tienen poder para entrar mínimamente en el océano de las felicidades

de mi Querer Divino, este es el modo divino. En este estado se encontró la

Reina del Cielo, y mi misma Humanidad, en que todos nuestros dolores, y

fueron demasiados y de toda clase, no pudieron disminuir ni penetrar en el

colmo de nuestras interminables alegrías y felicidades. Así que al principio

tus desvaríos, tus lágrimas y disturbios cuando por un poco no me veías,

eran residuos de tu voluntad humana, la mía no admite estas debilidades y

como Ella por naturaleza no las posee, donde reina, como Reina domina el

dolor, lo hace correr pero no admite que entre en la felicidad con la cual ha

llenado a su criatura al reinar en ella, el dolor no encontraría lugar donde

ponerse en el mar interminable de la felicidad de mi adorable Voluntad;

entonces tú no quieres que Ella reine en ti, ya que te preocupas del cambio

que sientes en tu alma. Mi Voluntad Divina tiene su Vida, y cuando el alma

abre las puertas de su voluntad para dejarla entrar y hacerla dominar, Ella

entra en el alma y desenvuelve su Vida toda Divina en ella, y como Reina

que es forma en ella su Vida de luz, de paz, de santidad, de felicidad, y la

criatura siente como propiedades suyas todos sus bienes, y si siente el dolor

lo siente en modo divino, que no le ocasiona ningún daño a todo lo que mi

Voluntad Divina le ha comunicado; en cambio, en quien no le abre las

puertas para hacerle entrar y dominar, la Vida de Ella queda suspendida en

la criatura, obstaculizada, sin desenvolvimiento. Sucede para mi Fiat Divino

como podría suceder para una criatura que quiere llevar todos sus bienes a

otra, y ésta con ingratitud horrenda le ata los pies y las manos para no dejarla

acercar, le cierra la boca para no dejarla hablar, le venda los ojos para no

dejarse mirar; reducida en tal modo, ¿cómo puede hacerle el bien que querría

hacerle si le ata los pies para no dejarla acercar, las manos para no recibir el

bien que le lleva, la boca para no dejarla decir lo que le lleva, si le venda los

ojos para no dejarse atraer por sus miradas y abrirle las puertas? ¿Qué dolor

no sería esto para esta portadora de tanto bien? En este estado viene puesta

mi Voluntad por parte de las criaturas cuando no abren las puertas de su

voluntad para dejarla desenvolver su Vida. ¡Qué dolor hija mía, qué dolor!"

Después de esto seguía pensando en la Divina Voluntad, portadora de

tanto bien, y mi dulce Jesús ha agregado:

"Hija mía, es tanto el amor hacia quien hace reinar y dominar a mi FiatDivino, que a cada acto que ella hace en Él, la Divinidad cede un derecho

divino al alma, esto es, un derecho de santidad, de luz, de gracia, de felicidad

y con estos derechos vincula al alma y la vuelve poseedora de los bienes

divinos. Así que cada acto de más hecho en mi Querer Divino es una firma

que viene efectuada por tu Creador, como si te hiciera la escritura que te

vuelve dueña de su felicidad, de su luz, santidad y gracia suya. Sucede

 

 

1933

como cuando un rico ama a una pobre, la cual no sale jamás de su casa, y si

sale es sólo para visitar las propiedades de su amo, para llevar a su amo los

frutos de sus propiedades para hacerlo feliz con sus mismos bienes. El rico

mira a la pobre, se enamora de ella, la ve feliz en su casa, pero para estar

seguro de la felicidad de aquélla, hace escritura pública de sus bienes a la

pobre que le ha herido el corazón, que está siempre en su casa y se sirve de

sus mismos bienes para volver feliz a su amado amo. Así es para quien vive

en nuestra Voluntad Divina, vive en nuestra casa, se sirve de nuestros bienes

para glorificarnos y hacernos felices, su disparidad entre ella y Nosotros nos

daría pena, nos pesaría sobre nuestro corazón paterno, pero como en nuestro

Querer Divino no pueden entrar penas e infelicidad, la hacemos de

magnánimos, y a cada acto suyo ponemos nuestra firma escriturándole

nuestros bienes para volverla rica y feliz de nuestra misma felicidad, por eso

te repito frecuentemente: ‘Sé atenta hija mía, no dejes huir nada.’ Porquecada acto tuyo hecho en Él son firmas que corren, y firmas divinas, con las

cuales viene asegurado que la Voluntad Divina es tuya y tú eres de Ella, los

vínculos divinos jamás vienen a menos, son vínculos eternos."

Diciembre 8, 1927

Quien vive en el Querer Divino queda regenerado en Él y es dotado

de sus bienes. La Virgen, pequeña luz y cómo se volvió Sol en

virtud del Querer Divino.

Estaba haciendo mi giro en toda la Creación para seguir todos los

actos que el Fiat Divino ejercita en ella, pero mientras esto hacía pensaba

entre mí: "Siento que no puedo hacer menos que girar en toda la Creación,

como si no pudiese estar si no hago mis pequeñas visitas al cielo, a las

estrellas, al sol, al mar y a todas las cosas creadas, como si un hilo eléctrico

me atrajera en medio a ellas para alabar la magnificencia de tantas obras y

alabar y amar a aquella Voluntad Divina que las creó y las tiene estrechadas

como en su puño divino para conservarlas bellas y frescas, tal y como las

sacó a la luz del día, y pedir aquella misma vida y dominio que el Fiat

Divino tiene en ellas, en medio a las criaturas. ¿Y por qué no puedo hacer

menos?" Pero mientras esto pensaba, mi amado Jesús se ha movido en mi

interior y me ha dicho:

"Hija mía, debes saber que tú has nacido no una vez, sino dos veces:

Una vez como las demás criaturas, la otra vez has sido regenerada en mi

Voluntad, y siendo tú parto suyo, todo lo que a Ella pertenece es tuyo, y así

 

 

1934

como el padre, la madre, dotan a su hija de sus mismos bienes, así mi Querer

Divino conforme te regeneró te dotó de sus propiedades divinas. Ahora,

¿quién no ama, quién no busca estar en medio a sus propiedades? ¿Quién no

las visita frecuentemente y forma su morada en ellas para gozárselas,

amarlas y no terminar jamás de exaltar la gloria de Aquél que la ha dotado

de tan vastas propiedades, que contienen tan variadas bellezas? Serías

demasiado ingrata, ser hija de mi Querer Divino y no hacer tu morada en las

propiedades de quien te ha generado, sería no amar a quien con tanto amor te

ha dado a luz, y no reconocer las riquezas de quien te ha generado. He aquí

por qué la necesidad que tú sientes de girar en toda la Creación, porque es

cosa tuya, y quien te ha generado con su hilo eléctrico de luz y de amor te

llama a gozar y a amar lo que es suyo y tuyo, y goza al oír repetir tus

repetidos estribillos: Venga el reino de tu Fiat sobre la tierra."

Después de esto, siguiendo mi giro en todas las cosas creadas por

Dios, me he detenido cuando creó a la Soberana Reina, toda bella, pura y sin

mancha, el nuevo y el más grande portento de toda la Creación, y mi sumo

bien Jesús ha agregado:

"Hija mía, la Inmaculada María, pequeña luz de la estirpe humana,

porque la tierra humana le dio el origen, pero fue siempre hija de la luz

porque ninguna mancha entró en esta luz; ¿pero sabes tú donde está toda su

grandeza, quién le dio la soberanía, quién formó los mares de Luz, de

Santidad, de Gracia, de Amor, de Belleza, de Potencia, dentro y fuera de

Ella? Hija mía, lo humano no sabe hacer jamás cosas grandes, ni dar cosas

grandes, así que la Reina Celestial habría quedado la pequeña luz si Ella no

hubiese puesto como a un lado su querer, que era la pequeña luz, y no

haciéndose investir por mi Querer Divino, en el cual perdió su pequeña luz,

el cual no es pequeña luz sino Sol interminable que invistiéndola toda formó

mares de Luz en torno a Ella, de Gracia, de Santidad, la embelleció tanto de

volverla toda bella, con todas las tintas de las bellezas divinas, para hacer

enamorar a Aquél que la había creado. Su Inmaculada Concepción, por

cuan bella y pura, era siempre una pequeña luz, no habría tenido ni potencia,

ni luz suficiente para poder formar mares de luz y de santidad si nuestro

Querer Divino no hubiese investido la pequeña luz para convertirla en Sol, y

la pequeña luz, cual era la voluntad de la Soberana Celestial, no se hubiese

contentado con perderse en el Sol del Fiat Divino para hacerse dominar por

Él. Fue esto el gran portento, el reino de mi Voluntad Divina en Ella, con

Ésta, todo lo que hacía se volvía luz, se nutría de Luz, nada salía de Ella que

no fuese luz porque tenía en su poder el Sol de mi Querer Divino, que por

cuanta luz quería tomar, tanta tomaba. Y como la propiedad de la luz es

difundirse, dominar, fecundar, iluminar, calentar, he aquí el por qué la

 

 

1935

nobleza de la Soberana Reina con el Sol de mi Voluntad Divina que poseía,

se difundió en Dios y dominándolo lo doblegó para hacerlo descender sobre

la tierra, quedó fecunda del Verbo Eterno, iluminó y calentó al género

humano; se puede decir que todo lo hizo en virtud del reino de mi Querer

que poseía, todas las otras prerrogativas se pueden llamar adornos de esta

Madre Reina, pero la sustancia de todos sus bienes, de su altura, belleza,

grandeza y soberanía, fue que poseyó el reino de mi Voluntad, por eso de

Ella se dice lo menos, y de lo más no dicen ni una palabra. Esto significa

que de mi Voluntad poco o nada conocen, por eso casi todos son mudos para

Ella."

Diciembre 14, 1927

Así como la voluntad humana formó el germen malo, la Voluntad

Divina reinante en la criatura formará el germen bueno y santo. Dios al

dar un bien a la criatura, encierra primero en una sola todo el valor

de aquel bien y después lo da a las otras criaturas.

 

Continuando mi abandono en el Querer Divino y sintiéndome toda

circundada por el mar interminable de su luz, rogaba a mi amado Jesús que

apresurara, que hiciera pronto el hacer conocer su Voluntad, a fin de que

conociéndola, todos pudiesen suspirar su reino para hacerse dominar por

Ella, y mi amable Jesús me ha dicho:

"Hija mía, la voluntad humana formó el germen malo y la polilla en

las generaciones humanas, ahora el Sol de la Luz de mi Voluntad Divina

debe abatir a este mal germen, investirlo y destruirlo por caminos de luz, de

calor y de conocimientos, así que cada conocimiento que manifiesto sobre

mi Fiat Divino es un golpe que doy al querer humano, de modo que todos

los conocimientos sobre de Él formarán tantos golpes para hacerlo morir, y

la Luz y el calor de Él quemarán y pulverizarán el germen malo y formarán

el germen bueno y santo de mi Voluntad en las generaciones humanas. Y

conforme voy manifestando los conocimientos sobre de Ella, así arrojo en tu

alma su germen, preparo la tierra y el desarrollo del germen, y la Luz y el

calor de mi Querer Divino distienden sus alas de luz sobre el germen, más

que una madre esconde a su parto en su propio seno, para fecundarlo,

multiplicarlo y hacerlo crecer en su seno de Luz. Y así como una criatura

con hacer su voluntad humana produjo el germen malo y formó la ruina a la

familia humana, así otra criatura con hacer morir el querer humano

 

 

1936

producirá el germen del Fiat Divino, dándole vida y dominio en ella

restituirá lo que perdieron las criaturas y formará su salvación, santidad y

felicidad; si una criatura pudo formar tantos males con hacer su voluntad,

¿por qué no podrá formar otra criatura todos los bienes con hacer la mía, y

dar libertad a mi Querer de formar su Vida y su reino en ella?"

Después continuaba pensando en el Fiat Divino y decía entre mí:

"Pero cómo podrá venir este reino del Querer Divino en medio de las

criaturas si el pecado abunda, ninguno piensa en querer este reino, más bien

parece que piensan en guerras, en revoluciones, en poner en trastorno a todo

el mundo y parece que se roen de rabia porque no logran del todo sus

perversos designios, y permanecen al acecho esperando la ocasión de

lograrlo, ¿todo esto no aleja la gracia de un bien tan grande?" Y mi amado

Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, te tengo a ti, que vales más que todo, y poniendo a un lado

a todos, miraré tu valor, esto es, el valor de mi Voluntad Divina en ti y

dispondré mi reino en medio de las criaturas; una persona vale según el valor

que le viene confiado, si mi Voluntad contiene un valor infinito, que supera

todo el valor de todas las criaturas juntas, quien la posee, delante a la

Majestad Divina tiene el valor que supera todo, así que por ahora te tengo a

ti y me basta para disponer el reino de mi Voluntad. Por eso todos los males

de estos tiempos, y son demasiados, no equivalen al gran valor de mi

Voluntad Divina obrante en una sola criatura, y Ella se servirá de estos

males para hacer de ellos un manojo y con su Potencia desterrarlos de la faz

de la tierra. Esto sucedió en la Redención, los males no estaban desterrados

de la tierra, más bien abundaban más que nunca, pero como vino sobre la

tierra la Soberana Reina, la criatura que poseía una Voluntad Divina en Ella,

que encerraba todo el valor del bien de la Redención, no mirando a los

demás, ni a sus males, miré el valor de esta Celestial criatura, suficiente para

conseguir mi descenso a la tierra, y en vista de Ella sola, que poseía nuestras

prerrogativas y el valor de una Voluntad Divina e infinita, di y formé el

reino de la Redención en medio de las criaturas, por eso al disponer el bien

de la Redención, quise encontrar en mi Mamá todo el valor de Ella, quise

poner al seguro en su corazón materno todos los bienes que debía encerrar

mi venida en medio a las criaturas y después concedí el bien que la Soberana

del Cielo me pedía. Hice como un príncipe cuando debe partir para hacer

otras conquistas, escoge al más fiel, le confía sus secretos, pone en sus

manos todo el valor de los costos que se requieren para las conquistas

queridas, y fiándose sólo de éste que conoce, que posee todo el valor de las

deseadas conquistas, parte triunfante estando cierto de la victoria. Así hago

Yo, cuando quiero dar un bien a las criaturas primero me fío de una sola,

 

 

1937

pongo en ella todo el valor de aquel bien, y después doy el bien que ella me

pide para las otras criaturas. Por eso piensa en encerrar en ti todo el valor

que debe contener el reino de mi Voluntad, y Yo pensaré en disponer todo el

resto que se necesita para un bien tan grande."

Diciembre 18, 1927

La Virgen poseía el reino del Fiat Divino. Jesús, desde dentro del velo

de su Humanidad, como sol que surge, iba buscando a todas las

criaturas. Cada manifestación Divina es un compromiso que

Dios hace con las criaturas.

 

Estaba pensando en el gran amor cuando mi sumo bien Jesús se

encarnó en el seno de la Soberana Señora, y cómo una criatura, si bien santa

y sin mancha alguna podía contener un Dios, y mi siempre amable Jesús

moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, mi Mamá Celestial poseía mi Voluntad, de Ella estaba tan

llena que rebosaba de Luz, pero tanto, que sus olas de Luz se alzaban hasta

el seno de nuestra Divinidad, y haciéndose vencedora con la Potencia de

nuestro Querer Divino que poseía, venció al Padre Celeste y en su Luz raptó

la Luz del Verbo y lo hizo descender a su seno en la misma Luz que se había

formado en virtud de mi Voluntad Divina; jamás habría podido descender

del Cielo si no hubiera encontrado en Ella nuestra misma Luz, nuestra

misma Voluntad reinante en Ella, si esto no fuera, sería descender desde el

primer momento en casa extraña, en cambio Yo debía descender en mi casa,

debía encontrar dónde debía descender mi Luz, mi Cielo, mis alegrías sin

número, y la Soberana Celestial con poseer mi Voluntad Divina me preparó

esta morada, este cielo nada desemejante de la patria celestial; ¿no es tal vez

mi Voluntad la que forma el paraíso de todos los bienaventurados?

Entonces, en cuanto la Luz de mi Fiat me atrajo a su seno, y la Luz del

Verbo descendió, estas luces se fundieron juntas, y la Virgen pura, Reina y

Madre, con pocas gotas de sangre que hizo correr de su corazón ardiente

formó el velo de mi Humanidad en torno a la Luz del Verbo, la encerró

dentro, pero mi Luz era inmensa y mientras mi Mamá Divina encerró su

esfera dentro del velo de mi Humanidad que me formó, no pudo contener los

rayos, ellos desbordaba fuera, y más que sol, que de la altura de su esfera

cuando surge expande sus rayos sobre la tierra para encontrar las plantas, las

flores, el mar, a todas las criaturas para dar a todos los efectos que contiene

su luz y como triunfante desde la altura de su esfera mira el bien que hace y

 

 

1938

la vida que infunde en cada cosa que inviste, así hice Yo, más que sol que

surge, desde dentro del velo de mi Humanidad los rayos que desbordaba

fuera iban buscando a todas las criaturas, para dar a cada una mi Vida y los

bienes que había venido a traer sobre la tierra. Estos rayos desde dentro de

mi esfera tocaban a cada corazón, llamaban fuerte para decirle: ‘Ábranme,

tomen la Vida que he venido a traeros.’ Este mi Sol no se pone jamás y

continúa aún haciendo su camino expandiendo sus rayos, llamando y

volviendo a llamar al corazón, a la voluntad, a las mentes de las criaturas

para dar mi Vida, ¿pero cuántos me cierren las puertas y llegan a reírse de

mi Luz? Pero es tanto mi amor, que con todo y esto no me retiro, continúo

mi surgir continuo para dar vida a las criaturas."

Después de esto estaba siguiendo mi giro en el Querer Divino, y mi

amado Jesús ha agregado:

"Hija mía, cada profecía que les decía a mis profetas acerca de mi

venida a la tierra, era como un compromiso que hacía con las criaturas de

venir en medio a ellas, y los profetas manifestándolas disponían a los

pueblos a desear y querer un bien tan grande, y ellos al recibir estas

profecías recibían el depósito del compromiso, y conforme iban

manifestando el tiempo y el lugar de mi nacimiento, así iba aumentando las

prendas del compromiso. Así estoy haciendo con el reino de mi Voluntad,

cada manifestación acerca de mi Fiat Divino es un compromiso que hago,

cada conocimiento suyo es una prenda de más que agrego, y si hago mis

compromisos es señal de que así como vino el reino de la Redención, así

vendrá el reino de mi Voluntad. Mis palabras son Vidas que pongo fuera de

Mi, y la vida debe tener su morada y producir sus efectos; ¿crees tú que sea

cosa de nada una manifestación de más o una de menos? Es un compromiso

de más que hace un Dios, y nuestros compromisos no se pueden perder, y

por cuantos más compromisos hacemos, tanto más está cercano el tiempo de

realizar nuestros compromisos y ponerlos al seguro. Por esto pido de ti

suma atención y que no dejes escapar nada, de otra manera perderías un

compromiso divino que traería grandes consecuencias."

Diciembre 22, 1927

Sacrificios para escribir. Quien obra sólo para Dios encierra en su

acto una Vida Divina. Quien es elegido para una misión encierra

todos los bienes que deben recibir los demás. Todos los redimidos

giran en torno a la Mamá Celestial. La Creación, espejo del hombre.

 

 

1939

Después de haber estado casi una noche entera escribiendo, me sentía

sin fuerzas y pensaba entre mí: "Cuántos sacrificios, cuánto me cuesta este

bendito escribir, ¿pero cuál será la utilidad, el bien, la gloria que doy a mi

Creador? Si con estos sacrificios podré hacer conocer el reino del Fiat

Divino, será grande la ganancia, pero si no obtengo esto mis sacrificios de

escribir serán inútiles, vacíos y sin efecto." Mientras esto pensaba, miamable Jesús ha salido de dentro de mi interior y estrechándome a Él para

darme la fuerza me ha dicho:

"Hija amada de mi Querer Divino, ánimo en seguir adelante, nada es

inútil de lo que se hace para Mí, porque cuando el alma hace un acto sólo

por Mí, viene a encerrar en su acto a todo Yo mismo, y encerrándome a Mí

mismo su acto adquiere el valor de una Vida Divina, la cual es más que sol,

y el sol por naturaleza tiene la primacía sobre todas las otras cosas en dar

luz, calor y efectos de bienes innumerables a toda la tierra; así que todo lo

que se hace para Mí, por su naturaleza debe llevar los efectos del gran bien

que la Vida Divina contiene. Además de esto, debes saber que todos los

conocimientos y manifestaciones que te hago acerca de mi Voluntad y que

tú escribes sobre el papel, no se van de ti, sino que quedan concentrados en

ti, como rayos dentro de su esfera, y esta esfera es mi misma Voluntad

Divina que reina en ti, la cual se deleita, con tanto amor, de agregar siempre

nuevos rayos de sus conocimientos en esta esfera, para hacer que las

criaturas puedan encontrar luz suficiente para conocerla y raptores atractivos

para amarla. En esta esfera serán encerrados todos los rayos para formar el

reino del Querer Divino, y todos estos rayos, partiendo de dentro de una sola

esfera, tendrán una finalidad única, el formar mi reino; sin embargo cada

rayo tendrá un oficio distinto: Un rayo encerrará la Santidad de mi Fiat

Divino y llevará santidad; otro, felicidad y alegría, e investirá de felicidad y

alegría a aquellos que querrán vivir en Él, otro rayo encerrará paz, y

fortalecerá a todos en la paz; otro encerrará fuerza, otro más luz y calor, y

los hijos de mi reino serán fuertes, tendrán luz para hacer el bien y para huir

del mal, y amor ardiente para amar lo que poseen; y así de todos los otros

rayos que partirán de dentro de esta esfera. Ahora, todos los hijos de mi

Voluntad serán investidos por estos rayos, se dispondrán en torno a ellos, es

más, cada rayo se conectará con sus almas y chuparán de ellos la Vida de mi

Fiat. Ahora, ¿cuál será tu felicidad al ver descender de dentro de tu esfera,

en virtud de estos rayos, todo el bien, la felicidad, la santidad, la paz y todo

lo demás en medio de los hijos de mi reino, y el subir en estos mismos rayos

la gloria completa que estas criaturas darán a su Creador por haber conocido

el reino de mi Voluntad? No habrá bien que no descienda por medio tuyo,

en virtud de la esfera de mi Voluntad puesta en ti, ni gloria que no subirá

 

 

1940

sobre la misma vía. Cuando elijo a una criatura a una misión que debe llevar

el bien universal en medio de la familia humana, primero fijo y encierro

todos los bienes en la elegida, la cual debe contener todo el bien

sobreabundante que deben recibir los demás, los cuales, tal vez ni siquiera

tomarán todo lo que la criatura elegida encierra. Esto sucedió con la

Inmaculada Reina, la cual fue elegida por Madre del Verbo Eterno y por lo

tanto Madre de todos los redimidos; todo lo que ellos deberían hacer y todo

el bien que debían recibir, fue encerrado y fijado como dentro de una esfera

de sol dentro de la Soberana del Cielo, de modo que todos los redimidos se

mueven en torno al Sol de la Mamá Celestial, en modo que Ella, más que

una Madre ternísima, no hace otra cosa que dar sus rayos a sus hijos para

nutrirlos con su luz, con su santidad, con su amor materno; ¿pero cuantos

rayos que Ella expande no han sido tomados por las criaturas, porque

ingratas no se estrechan todas en torno a esta Madre Celestial? Entonces,

quien es elegida debe poseer de más de aquello que deberían poseer todos

los otros juntos; así como todos encuentran luz en el sol, de modo que todas

las criaturas no toman toda la extensión de la luz y la intensidad del calor,

así sucede de mi Mamá, son tales y tantos los bienes que Ella contiene, que

más que sol expande los benéficos efectos de sus rayos vitales y vivificantes;

así será para quien ha sido elegida para el reino de mi Voluntad. Ve

entonces cómo te será recompensado el sacrificio de escribir: Primero, te

viene fijado en ti el bien del rayo de aquel conocimiento, y después, el que

verás descender por medio tuyo aquel bien en medio a las criaturas, y por

correspondencia del bien que harán, subir la gloria en aquella misma luz.

¡Cómo estarás contenta en el Cielo y me agradecerás por los sacrificios que

te he hecho hacer! Hija mía, cuando una obra es grande, universal, que

encierra muchos bienes que todos pueden aprovechar, se necesitan

sacrificios más grandes, y quien es elegida por primera debe estar dispuesta

a dar y sacrificar tantas veces su vida por cuantos bienes encierra, para dar

junto con aquellos bienes su misma vida para bien de sus otros hermanos.

¿No hice Yo otro tanto en la Redención? ¿No querrías tú tal vez imitarme?"

Después de esto seguía mi giro en la Creación para seguir los actos de

la Voluntad Divina que hay en Ella, y mi amado Jesús ha agregado:

"Hija mía, antes de que fuera creado el hombre quise crear primero

toda la Creación, que debía servir como espejo del hombre, en la cual,

espejeándose, debía servirle para copiar en sí mismo las obras de su Creador,

debía ser tal y tanta la copia que debía hacer en sí de toda la Creación, que se

debía ver en el hombre, como espejo, todos los reflejos de Ella y en la

Creación todos los reflejos de él, así que la una debía espejearse en el otro.

Dios amó más al hombre que a toda la Creación, por eso quiso formarle

 

 

1941

primero el espejo de sus obras, donde mirándose debía copiar el orden, la

armonía, la luz, la firmeza de las obras de Aquél que lo había creado, pero

ingrato el hombre no mira este espejo para copiarlo y por eso es

desordenado, sus obras son sin armonía, discordante como uno que quiere

tocar sin aprender música, que en vez de dar placer a quien escucha da

fastidio y descontento, el bien que hace es sin luz y calor, y por eso sin vida,

e inconstante a cada soplo de viento. He aquí el por qué a quien debe vivir

en mi Querer Divino lo llamo a espejearse en la Creación, a fin de que

espaciándose en Ella encuentre la escalera para subir en el orden de mi

Voluntad."

Diciembre 30, 1927

Jesús en cuanto nació fijó su mirada en su Mamá y en quien

debía poseer su Voluntad. Dios en la Creación ponía su

Voluntad como materia prima.

Me sentía toda abandonada en el Supremo Querer, pero atormentada

por la privación total de mi dulce Jesús, ¡oh!, cómo me sentía hacer pedazos

mi alma, qué desgarros sin misericordia y sin piedad, porque Aquél que es el

único que puede cicatrizar desgarros tan crueles está lejano, y parece que no

tiene cuidado de aquélla que por amor suyo está desgarrada tan cruelmente.

Pero mientras nadaba en mi dolor, estaba pensando cuando mi dulce Jesús

estaba por salir del seno de su amada Mamá para lanzarse en sus brazos; ¡oh,

cómo habría querido también yo estrecharlo entre mis brazos para formarle

dulces cadenas para hacer que no se alejara de mí! Pero mientras esto

pensaba, mi pobre mente me la he sentido fuera de mí misma y veía a mi

Madre Celestial toda velada de Luz y en sus brazos al niñito Jesús fundido

en la misma Luz, pero todo duró sólo pocos instantes y todo desapareció, y

yo he quedado más afligida que antes, pero después ha regresado y poniendo

sus pequeñas manitas en mi cuello me ha dicho:

"Hija mía, en cuanto salí del seno de mi Mamá Yo fijé mis miradas:

Una en mi amada Mamá, no pude hacer menos que mirarla porque estaba en

Ella la fuerza raptora de mi Voluntad Divina y el dulce encanto de la Belleza

y Luz fulgidísima de mi Fiat, que eclipsándome la pupila, quedaba fijo en

aquella que poseía en virtud de Él mi misma Vida; el ver mi Vida bilocada

en Ella me raptaba y no podía apartar mi mirada de la Celestial Reina,

porque mi misma Fuerza divina me obligaba a fijarla. La otra mirada la fije

en quien debía hacer y poseer mi Voluntad; eran dos anillos unidos juntos,

 

 

1942

uno la Redención y otro el reino de mi Voluntad Divina, inseparables entre

ellos. La Redención debía preparar, sufrir, hacer; el reino del Fiat debía

cumplir y poseer, la una y el otro de suma importancia, por eso a las

elegidas, a las cuales venía confiado la una y el otro, venían fijadas mis

miradas, porque estaba en ellas mi misma Voluntad que raptaba mi pupila.

¿Por qué entonces temes si tienes la mirada de tu Jesús que siempre te mira,

te defiende, te protege? Si supieras qué significa ser mirado por Mí no

temerías más de nada."

Después de esto seguía pensando en la Divina Voluntad, y mi siempre

amable Jesús ha agregado:

"Hija mía, cuando nuestra Divinidad formó la Creación, puso como

materia prima en todas las cosas la Divina Voluntad, y por eso todas las

cosas tuvieron su forma, solidez, orden y belleza; y todo lo que hace el alma

con esta materia prima de mi Voluntad, corriendo en ella un acto vital, da a

todo lo que hace la forma de las bellas obras, todas ordenadas y sólidas, con

la marca en cada obra de la Vida del Fiat Divino. En cambio quien no hace

mi Voluntad y no la pone como materia prima en sus obras, tal vez hará

muchas cosas, pero todas desordenadas, sin forma, sin belleza, todas

desparpajadas, que ella misma no sabrá reunirlas; sucedería como si alguien

quisiera hacer el pan sin el agua, quizá tenga mucha harina, pero faltando el

agua faltaría la vida para poder formar el pan; otro tendría muchas piedras

para construir, pero no tiene la cal que reúne y solidifica las piedras juntas,

así que tendrá un desorden de piedras, pero jamás una habitación. Así son

las obras sin la materia prima de mi Voluntad, solamente estorban, dan

fastidio, disturbio, y si algún bien hacen es aparente, si se tocan se

encuentran frágiles y vacías de todo bien."

Diciembre 30, 1927

Jesús se hace ver que siembra en el campo del alma pequeñas luces.

Causa del silencio de Jesús. Valor inmenso de las manifestaciones

acerca de la Divina Voluntad. Caracteres divinos y humanos.

Estaba según mi costumbre, toda abandonada en el Querer Divino,

siguiendo sus actos, pero mientras esto hacía pensaba entre mí: "Mi amado

Jesús se ha reducido casi al silencio, aun de su amable Querer habla tan

poco, como si no quisiera decir más nada; quien sabe si no ponga un límite y

cesará de hablar aun sobre lo que respecta a su Fiat." Mientras estaba en

esto se hacía ver en mi interior como pequeño niño vestido de luz, en medio

 

 

1943

de un campo, y tomaba luz de dentro de su seno y sembraba aquel campo

con tantas gotitas de luz, estaba todo en silencio y atento al trabajo, y viendo

que yo quedaba maravillada por esto me ha dicho:

"Hija mía, todo lo que tú piensas ahora lo pensabas desde que estabas

escribiendo el volumen 16°, o sea, que Yo debía cesar de hablar de mi

Divina Voluntad, pero Yo no hacía otra cosa que sembrar el campo de tu

alma con tantas gotas de luz, que germinadas y fecundadas en tu campo, de

pequeñas luces se han cambiado en soles, estos soles son las tantas

manifestaciones sorprendentes que desde entonces hasta ahora te he hecho

conocer acerca de mi Voluntad. ¡Oh! cómo era bello el campo de tu alma

investido por estos soles, uno más bello que el otro, se ha transformado todo

en campo divino, todo el Cielo estaba prendado por este campo y mirándolo

se sentía duplicar su felicidad. Ahora, quien ha sembrado tiene el derecho

de cosechar, y siendo campo divino, Yo soy el dueño y tengo el derecho no

sólo de cosechar sino de sembrarlo de nuevo, así que no estoy haciendo otra

cosa que sembrarlo de nuevo, ¿no ves cómo estoy todo atento al trabajo de

arrojar semillas de luz en este campo a fin de que germinando salgan los

nuevos soles de los conocimientos sobre mi Voluntad? El trabajo conlleva

el silencio, y mi silencio es calor, maduración y fecundidad para transformar

las pequeñas semillas de luz en soles más brillantes. Yo siempre trabajo en

ti, ahora de un modo y ahora de otro, el trabajo de mi Voluntad Divina es

extenso y por eso estoy siempre ocupado y te tengo ocupada, así que déjame

hacer y sígueme."

Entonces yo sentía todo el peso del silencio de Jesús, me sentía sin

fuerzas y casi desmayar y pensaba entre mí: "¿Por qué estos conocimientos

sobre el Fiat Divino requieren tanto trabajo de Jesús y tantos sacrificios?" Y

Jesús regresando me ha estrechado fuertemente entre sus brazos para

fortificarme y ha agregado:

"Hija mía, si Yo quisiese trabajar toda una eternidad para manifestar

un solo conocimiento sobre mi Divina Voluntad, no sería suficiente, porque

es tal y tanto el valor de uno solo de ellos, que si tú quisieras hacer una

comparación para ver quién contiene más valor, el cielo estrellado, el sol, el

mar, la tierra, tiene más valor un solo conocimiento mío que toda la

Creación junta, porque mi conocimiento es de valor inmenso, infinito y sin

límite, y como sale de Nosotros, a donde llega genera y multiplica al infinito

el bien y la luz que contiene, es la verdadera regeneradora de la Vida Divina,

en cambio la Creación no contiene una virtud inmensa y es limitada, es por

esto que no ahorro ni trabajos ni sacrificios, porque sé todo el valor que

contiene cada conocimiento, y donde lo pongo se vuelve para Mí mi campo

divino, mi trono, mi altar, y es tanto mi celo de amor que no la dejo jamás

 

 

1944

libre y trabajo siempre para tenerla toda atenta a Mí; además, qué decir si en

lugar de una sola manifestación sobre mi Voluntad, son tantas, de llegar a

cubrirla más que cielo, de tantos soles de Ella; piénsalo hija mía y aprecia un

bien tan grande, un germen tan fecundo en el campo de tu alma."

Después continuaba mis actos en el Querer Divino, y como era el

amanecer estaba diciendo a mi amable Jesús: "Tu Querer envuelve todo, y

¡oh! cómo quisiera que así como el sol surge e inviste de luz a toda la tierra,

así el Sol de tu Voluntad surja en las inteligencias, en las palabras, en los

corazones, obras y pasos de todas las criaturas, a fin de que cada una de ellas

sienta surgir en sí el Sol de tu Fiat, y haciéndose investir por su Luz, todos la

hagan dominar y reinar en sus almas." Mientras tanto mi dulce Jesús se ha

movido en mi interior y me ha dicho:

"Hija mía, en el alma hay dos caracteres: El humano y el divino. El

divino desciende de la unidad, y el alma para recibir el carácter divino debe

vivir en la unidad de mi Querer; en esta unidad, conforme ella forma sus

actos, suben en la unidad de su Creador, en aquel acto único de Dios, que

mientras en Dios mismo viene formado un solo acto, la luz de este acto solo

desciende a lo bajo, inviste a todos y a todo, y abrazando todo da a cada uno

el acto que se necesita, con multiplicar al infinito la multiplicidad de todos

los actos posibles e imaginables, entonces, en cuanto la criatura hace sus

actos en esta unidad, adquieren los caracteres divinos, que mientras es un

solo acto, encierran todos los actos juntos. ¡Oh, cómo es bello hacer todo

con un solo acto! Sólo Dios tiene esta virtud tan potente, que con un solo

acto hace todo, abraza todo, da el obrar a todo. Qué gran diferencia entre el

carácter divino y el humano; el humano hace muchos actos, muchas obras,

pero queda siempre la criatura cercada en sus actos, parece que no tienen luz

para extenderse y difundirse a todos, que no tienen pies para caminar, donde

se hacen ahí quedan; así que por cuanto una criatura deba hacer, sus actos

son numerados, restringidos, y por eso el carácter del obrar humano es tan

disímil del obrar de la unidad divina y de quien obra en ella, porque

fácilmente queda anulada y sin germen de fecundidad. He aquí el por qué

quiero que el alma viva en la unidad de mi Voluntad, para hacer adquirir los

caracteres divinos, que son incancelables y eternos y como luz se difunden,

se extienden, se multiplican, se dan a todos, es más, tienen el primado sobre

los actos de todos. Si tú supieras cuánto placer toma la Divinidad al ver tu

pequeñez subir en la unidad del acto único divino que jamás cesa, para unir

tus actos en nuestro acto solo, tú para darnos el tuyo y Nosotros para darte el

nuestro e imprimir en ti el carácter de nuestro acto solo, nos pones en fiesta

y sentimos la felicidad, la alegría de haber creado la Creación. Entonces,

para ser más atenta, debes estar convencida de que tu vivir en nuestro Querer

 

 

1945

es la fiesta que puede dar la criatura a su Creador, y por cuantos actos hacesen Él, tantas veces renuevas nuestras alegrías y nuestra felicidad por parte

tuya, y llevándonos en nuestro seno a toda la Creación, nos das la gloria y la

correspondencia del amor, porque fue creada por Nosotros."

Enero 6, 1928

La Divina Voluntad es inmensa y al sacar a las criaturas a la luz del día,

las retiene en Sí como tantas pequeñas habitaciones. Ingratitud de

quien no la hace reinar. Armonía entre Dios y el hombre; cómo

siempre debía recibir de Dios para darle siempre.

Me sentía toda abandonada en el Querer Divino, su luz me investía por todas

partes, y mientras hacía mi giro en sus actos, mi adorable Jesús se ha movido

en mi interior y me ha dicho:

"Hija mía, mi Voluntad es inmensa, y al sacar a las criaturas a la luz del día

quedaban en mi misma Voluntad como tantas pequeñas habitaciones

formadas en Ella, en las cuales mi Querer por derecho debía tener el régimen

y el desenvolvimiento de su Vida en cada una de estas pequeñas

habitaciones, pero mientras por bondad y liberalidad suya ha dado el espacio

y todo lo que se necesitaba para formar estas pequeñas habitaciones en Ella,

las criaturas con ingratitud horrenda no quieren dar el derecho de hacer

habitar a mi Querer Divino en ellas, y con tantas habitaciones que ha hecho

formar en Ella, por cuantas son las criaturas, tiene el dolor de quedar sin

habitaciones, porque no le dan la entrada para habitar en ellas. Sucede a mi

Voluntad, como podría suceder a alguien si quisiera formar tantas

habitaciones en el mar, o bien en la luz del sol, y mientras el mar o la luz del

sol dan el espacio para formar estas habitaciones en ellos, no quisiera que el

agua o la luz del sol tuvieran la primacía en estas habitaciones, ni darles el

campo de habitar y de tener el primer puesto de régimen. Si el mar y la luz

tuvieran razón, sentirían tal dolor, que el mar con sus olas habría investido

estas habitaciones y derrumbándolas las habría deshecho y sepultado en su

seno, y la luz del sol las habría incinerado con su calor, para deshacerse de

estas indignas e ingratas habitaciones que le habían negado el ingreso. Sin

embargo, ni el mar, ni el sol le ha dado la vida, sino sólo el espacio; en

cambio mi Voluntad Divina ha dado vida y espacio a estas habitaciones de

las criaturas en Ella, porque no hay punto donde no se encuentre, ni vida que

 

 

1946

de Ella no salga, por eso el dolor de mi Voluntad por quien no la hace

dominar en ella es inmenso e incalculable, sentir estas vidas en Sí misma,

palpitantes, formar el mismo latido y estarse fuera como extraña, como si no

le pertenecieran, es la afrenta y monstruosidad de aquellos que no la hacen

reinar, y es tan grande, que merecerían la prisión a trabajos forzados y la

destrucción. Hija mía, el no hacer mi Voluntad, a las criaturas les parece

cosa de nada, en cambio es un mal tan grande y una ingratitud tan negra, que

no hay otro mal que lo iguale."

Después de esto estaba siguiendo mi giro en el Fiat Divino, y habiendo

llegado al punto cuando Dios creaba al hombre, pensaba entre mí: "¿Por

qué se regocijó tanto al crearlo, cosa que no hizo en todas las otras cosas que

creó?" Y mi amado Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, al crear a toda la creación con tanto orden y armonía, Nosotros

dimos de lo nuestro sin que nada debiéramos recibir de ella, en cambio al

crear al hombre, mientras dimos de lo nuestro, le dábamos capacidad de

darnos nuestros mismos dones como si fuesen bienes suyos, en modo que

Nosotros debíamos dar siempre, tanto, que se debía formar una competencia

entre él y Nosotros, Nosotros en dar y él en recibir, él a darnos y Nosotros a

sobreabundarlo de más de nuestros dones. Este dar y recibir, recibir y dar,

abría las fiestas, los juegos, las alegrías, las conversaciones entre Creador y

criatura. Entonces, al ver la pequeñez de la criatura festejar con nuestra

Alteza Suprema, entretenerse, alegrarse, conversar con Nosotros, sentimos

tal alegría, tal énfasis de amor en el crear al hombre, que todas las otras

cosas creadas nos parecieron nada en comparación de la creación del

hombre, y si todas parecían bellas y dignas de nuestras obras y corrió

nuestro Amor en todas las cosas creadas, fue porque debían servir para

abundar en dones hacia el hombre, y de él esperábamos la correspondencia

del amor de todas las cosas creadas. Por eso toda nuestra alegría y gloria se

concentró en el hombre, y al crearlo poníamos entre él y Nosotros armonía

de inteligencia, armonía de luz, armonía de palabras, armonía de obras y

pasos, y en el corazón armonía de amor, así que en él corrían como tantos

hilos eléctricos nuestros de armonía, por los cuales Nosotros descendíamos

en él y él subía a Nosotros. He aquí el por qué tanto gozamos al crear al

hombre, y el dolor que nos dio al sustraerse de nuestra Voluntad fue tan

grande, porque rompió todas estas armonías, cambió nuestra fiesta en dolor

para Nosotros y para él, destruyó nuestros más altos designios, deformó

nuestra imagen que en él habíamos creado, porque sólo nuestra Voluntad

Divina tenía virtud de mantener bella nuestra obra, con todas las armonías

 

 

1947

queridas por Nosotros; quitada Ésta, el hombre es el ser más vil y degradado

en toda la Creación. Por eso hija mía, si quieres que todos tus sentidos

armonicen con Nosotros, no salgas jamás de mi Voluntad; si quieres recibir

siempre de tu Creador y abrir las fiestas con Nosotros, sea Ella sola tu vida,

tu todo."

Enero 13, 1928

Dios al crear al hombre concentró todo en él, y cómo ahora regresaal

asalto y concentra en una de esta estirpe el primer acto de la Creación

para formar el reino de su Voluntad.

Continúo mi abandono en el Querer Divino, con el desgarro casi continuo de

la privación de mi dulce Jesús. ¡Oh Dios! qué pena tremenda, cómo lloro mi

pasado, su dulce sonrisa, sus besos afectuosos, la suavidad de su voz, su

belleza encantadora y raptora, sus castos abrazos, sus tiernos latidos que con

tanto amor hacía palpitar en mi latido, que me divinizaba y transformaba su

Vida en mí; cada acto de Jesús, cada palabra y cada mirada eran tantos

paraísos de más que formaba en su pequeña hija, y ahora recordándolos son

heridas, dardos puntiagudos, flechas encendidas de intenso dolor, de martirio

y de muerte continua. Pero no está aquí todo mi dolor; tal vez el dolerme

habría servido de alivio, porque el dolor me habría dicho claramente que mi

amor hacia Aquél que yo amaba y que tanto me había amado formaba mi

dolor, pero ni siquiera esto me es concedido, porque mientras las heridas

están por sangrar, los dardos por herirme, las flechas por quemarme, la Luz

del Santo Querer Divino corre en ellas y eclipsando toda la fuerza de mi

duro martirio hace correr la paz, la felicidad, el rocío benéfico sobre mi

pobre alma, así que no puedo tener ni siquiera el bien de dolerme por una

pérdida tan grande. ¡Oh! si me pudiese doler como antes, yo creo que mi

sumo bien Jesús no tardaría tanto en regresar, pero esto no está en mi poder,

estoy en poder del Fiat Divino que no me deja ningún vacío en mí, y quiere

señorear aun sobre mi dolor de la privación de Jesús. Ahora, mientras

nadaba en los dos mares: Dolor de estar privada de Jesús, y en el mar de la

Luz del Querer Divino, que parecía que uno se fundía en el otro, seguía migiro en Él y me he detenido en la creación del hombre, y mi dulce Jesús

moviéndose apenas en mi interior me ha dicho:

 

 

1948

"Hija mía, nuestra Divinidad al crear al hombre concentró todo en él;

como si nada hubiésemos hecho en todo el resto de la Creación, hicimos

todo a un lado y nos ocupamos sólo de él, nuestro Amor llegó al exceso, lo

miramos, lo volvimos a mirar para ver si era bello, si trasparentaba nuestra

Belleza en él, nuestro Ser Divino llovía como aguacero sobre de él, ¿y sabes

qué llovía? Santidad, Luz, Sabiduría, Gracia, Amor, Belleza, Fuerza, y

mientras nos descargábamos sobre él, nuestras miradas estaban fijas sobre el

hombre para ver si todas nuestras cualidades estaban concentradas en él, en

modo que nada debía faltarle para amarlo y para ser reamado, tanto, que su

belleza nos raptaba, su amor nos investía, todas nuestras cualidades puestas

en él hacían eco en nuestro Ser Divino y nos ataban y nos llevaban a él. Qué

tiempo solemne, qué punto inolvidable, qué hoguera de amor fue la creación

del hombre, todas nuestras cualidades divinas desbordaron fuera y festejaron

su creación, y para cumplimiento de nuestra fiesta, alegría y felicidad,

sacudidos por nuestro mismo Amor miramos la máquina de todo el universo

le hicimos don de todo, constituyéndolo rey de todas las cosas creadas, para

poder decir a Nosotros y a él: ‘Rey dominante somos Nosotros, rey y

dominante es la obra de nuestras manos, el amado hijo dado a luz en el

desahogo de nuestro Amor.’ Habría sido desconveniente y no decoroso para

Nosotros hacer de nuestro hijo un siervo, diferente de Nosotros en la

semejanza y en el dominio. ¿No sería tal vez desconveniente e indigno para

un rey hacer de su hijo un vil siervo, poniéndolo fuera de su morada, en un

pobre tugurio? Este rey merecería la censura de todos y se le tendría no

como padre y rey, sino como tirano. Mucho más nuestro parto que salía del

fondo de nuestro Amor Divino, por eso queríamos el decoro y la marca de la

realeza en nuestra obra. Ahora, este nuestro Amor fue roto por el hombre, y

con sustraerse de nuestra Voluntad Divina él mismo se quitó la marca de la

realeza y las divisas de rey, pero por parte nuestra nada cambió y persistimos

en nuestra Voluntad de hacer de la obra de nuestras manos el hijo rey, no

siervo, y por eso en toda la historia de la Creación regresamos al asalto y al

cumplimiento de nuestro Querer, y llamamos a una de esta estirpe y

poniendo a todos a un lado, como si ningún otro existiese, renovamos la

solemnidad de la creación del primer hombre. La hoguera de nuestro Amor

forma olas altísimas y nos hace ver todo amor, y poniendo a aquélla en estas

olas, a pesar de que nuestra omnividencia ve todo, ponemos todo a un lado y

con ésta renovamos el gran prodigio del primer acto de la Creación. Esto lo

hicimos con la Soberana Reina y no rompiendo Ella nuestro Amor y

conservando en Ella la Vida de nuestro Querer, tiene el título y el derecho de

Reina. ¡Oh! cómo se alegra nuestro Amor, hace fiesta al ver en Ella la

primera Reina de las obras de nuestras manos creadoras, pero nuestro amor

 

 

1949

no contento con tener una sola Reina, no fue esta nuestra Voluntad en la

Creación, entonces nuestro Amor redundando fuerte y poniendo fuera sus

olas contenidas, llama a otra y concentra en ella toda la obra de la Creación,

llueve sobre de ella como lluvia tupida, desborda sus cualidades divinas para

tener la segunda hija reina, para hacerle formar los fundamentos del reino de

nuestra Voluntad, y así poder tener el séquito de nuestros hijos, todos reyes y

reinas. He aquí por qué estoy poniendo todo a un lado para obrar en ti el

primer acto de la Creación; mi Amor me forma el encanto, que mientras

miro a los demás me hace tener la mirada fija sobre ti y me hace llover todo

lo que se requiere para hacerme formar el reino de mi Voluntad en ti. Yo

hago como un padre que habiendo colocado otros hijos y debiendo colocar a

otro, no piensa en los primeros ni en los que debe colocar después, sino que

poniendo a todos los demás a un lado, piensa sólo en aquél que está por

colocar, y si el hijo es bueno y aquélla que ha escogido es digna de él, el

padre no repara en gastos, la dota de mayores riquezas, le prepara una

habitación suntuosa, en suma, pone fuera todo su amor paterno. Así hago

Yo cuando se trata de realizar la finalidad de la Creación, cómo es el reino

de mi Voluntad en medio a las criaturas, a aquélla que llamo por primera no

le hago faltar nada, todo concentro en ella, sabiendo que el todo será

heredado por aquellos que la seguirán."

Enero 18, 1928

La Virgen está aislada en su gloria, y espera el cortejo de las otras

reinas para tener su séquito. Cómo las obras de Dios se dan la mano

entre ellas. Las manifestaciones sobre la Divina Voluntad serán el

evangelio de su reino. Debates sobre los escritos. Necesidad de los

primeros sacerdotes del reino del Fiat.

Estaba siguiendo los actos en el Querer Divino y decía entre mí:

"¡Oh! cómo quisiera encerrarme en el acto primero de Dios para hacer todo

con un solo acto, para poder dar a mi Creador todo el amor, toda la gloria,

sus mismas beatitudes y alegrías infinitas, para poderlo amar y glorificar

como se glorifica y ama Él mismo, ¿qué cosa no le daría si estuviera en

aquel acto primero del Fiat Divino? Nada me faltaría para hacer feliz a mi

Creador con su misma felicidad." Y viéndome impotente rogaba a mi Mamá

Soberana que viniese en mi ayuda y con sus mismas manos maternas me

encerrase en aquel acto primero donde Ella había tenido su perenne morada,

 

 

1950

porque viviendo en el Divino Querer el primer acto de Dios era suyo, por

eso podía darle lo que quería. Pero mientras esto pensaba decía entre mí:

"Cuántos desatinos estoy diciendo." Pero mi amable Jesús moviéndose en

mi interior me ha dicho:

"Hija mía, la Reina del Cielo en su gloria y grandeza está como

aislada, porque habiendo vivido Ella sola en el primer acto de Dios, esto es

en la plenitud y totalidad del Querer Divino, Ella es Reina aislada, no tiene

el cortejo de otras reinas que la circunden y la igualen en la gloria y

grandeza que posee. Ella se encuentra en las condiciones de una reina, que

si bien circundada de doncellas, de pajes, de fieles amigos que le hacen

honor y le hacen compañía, pero ninguna reina semejante a Ella le hace el

gran honor de circundarla y de hacerle compañía; ¿qué sería más honor para

una reina de la tierra: Estar circundada de otras reinas semejantes a Ella, o

bien por personas inferiores de condición, de gloria, de grandeza y de

belleza? Hay tal distancia de honor y de gloria entre quien está circundada

por reinas y entre quien sólo está circundada por otros que no rige ninguna

comparación. Ahora, la Mamá Celestial quiere, desea, espera el reino de la

Voluntad Divina sobre la tierra, en el cual estarán las almas que viviendo en

él formarán la vida en el primer acto de Dios, las cuales adquirirán la realeza

y el derecho de reinas, todos verán impreso en ellas un carácter imborrable,

que son hijas del Rey Divino, y como hijas les toca el título y el derecho de

reinas. Estas almas tendrán su morada en el palacio real divino, por eso

adquirirán nobleza de modos, de obras, de pasos, de palabras, poseerán tal

ciencia que ninguna las podrá igualar, serán investidas de tal luz, que la luz

misma anunciará a todos que es reina que ha vivido en el palacio real de mi

Voluntad. Entonces la Reina Soberana no estará más sola en su regio trono,

tendrá las otras reinas que la circundarán, su belleza se reflejará en ellas, su

gloria y grandeza encontrarán en quien podrán verterse, ¡oh! cómo se sentirá

honrada, glorificada, por eso suspira por quien quiera vivir en el Fiat Divino

para formarse las reinas en el acto primero de Él, para poder tener en la

patria celestial el séquito de las otras reinas que la circundarán y le darán los

honores a Ella debidos."

Después de esto estaba pensando en para qué servirán estos escritos

sobre la Divina Voluntad, y mi sumo y único bien Jesús, moviéndose en mi

interior me ha dicho:

"Hija mía, todas mis obras se dan la mano, y esta es la señal de que

son obras mías, que una no se opone a la otra, es más, están tan ligadas entre

ellas que se sostienen mutuamente, tan es verdad, que debiendo formar a mi

pueblo elegido del cual, y en el cual debía nacer el futuro Mesías, formé de

aquél mismo pueblo el sacerdocio, el cual instruía al pueblo y lo preparaba

 

 

1951

al gran bien de la Redención, les di leyes, manifestaciones e inspiraciones,

sobre las cuales venían formadas las sagradas escrituras llamadas Biblia, y

todos estaban atentos al estudio de ella. Después, con mi venida a la tierra

Yo no destruí las sagradas escrituras, más bien las apoyé, y mi evangelio

anunciado nada se oponía a ellas, es más, se sostenían en modo admirable

mutuamente, y con el formar la nueva Iglesia naciente formé el nuevo

sacerdocio, los cuales no se apartan ni de las sagradas escrituras, ni del

evangelio, todos están atentos sobre de ellos para instruir a los pueblos, y

alguno que no quisiera tomar de esta fuente saludable, se puede decir que no

me pertenece, porque ellas son la base de mi Iglesia y la misma vida con la

cual vienen formados los pueblos. Ahora, lo que Yo manifiesto acerca de mi

Voluntad Divina y que tú escribes, se puede llamar el evangelio del reino de

la Voluntad Divina, nada se opone ni a las sagradas escrituras ni al evangelio

que Yo anuncié estando en la tierra, es más, se puede llamar el sostén del

uno y del otro, y por eso permito y llamo a los sacerdotes a que vengan, que

lean el evangelio todo de Cielo del reino de mi Fiat Divino, para decir como

dije a los apóstoles: ‘Predíquenlo por todo el mundo.’ Porque Yo me sirvo

para mis obras del sacerdocio, y así como tuve el sacerdocio antes de mi

venida para preparar al pueblo, el sacerdocio de mi Iglesia para confirmar mi

venida y todo lo que Yo hice y dije, así tendré el sacerdocio del reino de mi

Voluntad. He aquí a qué servirán las tantas cosas que te he manifestado:

Las tantas verdades sorprendentes, las promesas de los tantos bienes que

debo dar a los hijos del Fiat Voluntas Tua, serán el evangelio, la base, la

fuente inagotable de la cual todos tomarán la Vida Celestial, la felicidad

terrestre y la restauración de su creación. ¡Oh, cómo se sentirán felices

quienes con ansia beban a grandes sorbos en estas fuentes de mis

conocimientos, porque ellas contienen la virtud de llevar la Vida del Cielo y

de desterrar cualquier infelicidad."

Entonces al oír esto, pensaba entre mí en la gran cuestión de los

escritos sobre la Divina Voluntad que se encontraban en Messina, llevados

allá por el memorable padre Di Francia, y como yo y mis superiores los

queremos acá, y los superiores de Messina, instruidos rigurosamente por el

venerable padre antes de morir se los quieren tener allá para la publicación,

cuando a Dios le parezca bien, por eso no se hace otra cosa que enviar cartas

de fuego de un lado y del otro, aquellos para retenerlos y nosotros para

recuperarlos, y yo me sentía toda pensativa, fastidiada, cansada y decía entre

mí: "¿Cómo es que el buen Jesús ha podido permitir todo esto, quien sabe y

a lo mejor también Él se disgusta?" Y Él, moviéndose en mi interior me ha

dicho:

 

 

1952

"Hija mía, tú estás preocupada, pero Yo no estoy ni siquiera

disgustado, más bien gozo al ver el interés que toman los sacerdotes por

estos escritos que formarán el reino de mi Voluntad, esto significa que

aprecian el gran bien de ellos, y cada uno quisiera tener consigo un tesoro

tan grande, para ser los primeros en comunicarlo a los demás, y mientras

dura la cuestión de quién debe vencer, uno se acerca al otro para aconsejarse

sobre lo que se debe hacer, y Yo gozo con que otros ministros míos

conozcan que existe este tesoro tan grande, de hacer conocer el reino de mi

Querer Divino, y Yo me sirvo de esto para formar a los primeros sacerdotes

de mi futuro reino de mi Fiat. Hija mía, es una gran necesidad el formar los

primeros sacerdotes, ellos me servirán como me sirvieron los apóstoles para

formar mi Iglesia, y quien se ocupe de estos escritos para publicarlos,

poniéndolos fuera para hacerlos conocer, serán los nuevos evangelistas del

reino de mi Suprema Voluntad. Y así como en mi evangelio se menciona el

nombre de los cuatro evangelistas que los escribieron, con sumo honor de

ellos y gloria mía, así será de aquellos que se ocuparán en escribir los

conocimientos sobre mi Voluntad para publicarlos, como nuevos

evangelistas de ellos se hará más mención en el reino de mi Voluntad, con

sumo honor de ellos y de mi gran gloria de verme regresar en mi regazo el

orden de la criatura, la Vida del Cielo sobre la tierra, única finalidad de la

Creación. Por eso en estas circunstancias Yo ensancho el giro, y como

pescador Yo pesco a aquellos que me deben servir para un reino tan santo.

Por eso déjame hacer y no te preocupes."

Enero 22, 1928

La insistencia en pedir el reino del Fiat Divino es señal de que Él quiere

reinar. Martirio de la privación de Jesús. La voluntad humana

es la profanadora de la criatura.

 

Estaba haciendo mi giro en el Fiat Divino y quería arrollar todo, Cielo

y tierra, a fin de que todos tuviesen una sola voluntad, una sola voz, un solo

latido, quería animar a todos con mi voz, a fin de que todos dijesen junto

conmigo: "Queremos el reino de tu Querer." Y para obtener esto quería ser

mar para hacer hablar a las aguas, sol para dar mi voz a la luz, cielo para

animar a las estrellas, y hacer decir a todos: "Venga tu reino, sea conocido

tu Fiat." Quería penetrar en las regiones celestiales para hacer decir a todos

los ángeles y santos, a la misma Mamá Celestial: "Trinidad adorable, hazlo

pronto, no tardes más, te pedimos que tu Querer descienda a la tierra, se

 

 

1953

haga conocer y reine en ella como en el Cielo." Ahora, mientras esto y otras

cosas hacía, que sería demasiado largo ponerlo en el papel, pensaba entre

mí: "¿Y por qué tanta insistencia y premura mías, que parece que no sé

hacer nada si no pido su Fiat dominante sobre la tierra?" Y Jesús bendito

moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, si tú supieras quien es el que te empuja, quien te hace

insistir tanto, quien quisiera mover todo en ti para pedir la Vida, el reino de

mi Voluntad sobre la tierra, tú quedarías maravillada."

Y yo: "Dime quien es amor mío." Y Él todo ternura ha agregado:

"¿Quieres saberlo? Es mi misma Voluntad la que te empuja a esto,

porque Ella quiere hacerse conocer, quiere reinar, pero quiere la insistencia

de su pequeña hija, que apresurándola en todos los modos y moviendo todo,

la llame junto con todos, con los medios más potentes, a venir a la tierra; tus

insistencias son señal e imagen de sus suspiros y de sus infinitas premuras e

insistencias de que quiere darse a las criaturas, y así como tú quieres mover

todo, así Ella quisiera mover todo, el mar, el sol, el cielo, el viento, la tierra,

a fin de que todos movieran a las criaturas a reconocerla, a recibirla, a

amarla, y Ella no apenas se vea deseada, romperá los velos de todas las

cosas creadas y como Reina y Madre que suspira por sus hijos saldrá del

seno de ellas, en las cuales estaba escondida, y revelándose abrazará a sus

hijos y reinara en medio a ellos, dándoles bienes, paz, santidad y felicidad."

Después de esto han pasado largos días de privación de mi dulce

Jesús, me sentía torturada, sin fuerzas, tanto, que habiendo intentado escribir

lo que me había dicho en días pasados, me sentía imposibilitada para

hacerlo, y Él viendo que no podía y los grandes esfuerzos que hacía para

escribir, ha salido del fondo de mi interior, como uno que se despierta de un

largo sueño y con un acento piadoso me ha dicho:

"Pobre hija, ánimo, no te abatas, es verdad que el martirio de mi

privación es terrible, y si Yo escondido no te sostuviese tú no habrías podido

quedar viva. Mucho más que la que te martiriza es mi Voluntad Divina, la

cual siendo inmensa y eterna, tu pequeñez siente todo el peso de su

inmensidad y se siente triturar bajo de Ella, pero debes saber hija mía que es

su gran amor por ti, pequeña hija suya, y por eso su Luz no quiere sólo

restaurar tu alma, sino también tu cuerpo, quiere como pulverizarlo y

animando los átomos de tu polvo con su Luz, con su calor, quiere quitar

cualquier germen o humores de voluntad humana, para hacer que tanto tu

alma como tu cuerpo, todo sea sagrado en ti, nada quiere tolerar, ni siquiera

un átomo de tu ser que no esté animado y consagrado por mi Voluntad, por

eso tu duro martirio no es otra cosa que la consumación de lo que no le

pertenece. ¿No sabes tú que la voluntad humana es la profanadora de la

 

 

1954

criatura? Ella cuando tiene sus pequeños caminos, los agujeros más

pequeños para entrar en la criatura, profana las cosas más santas, las más

inocentes, y mi Querer que hizo del hombre su sagrado y vivo templo donde

poner su trono, su morada, su régimen, su gloria, si la criatura da las

pequeñas entradas al querer humano, se siente profanar su templo, su trono,

su morada, su régimen y su misma gloria. Por eso mi Querer quiere quitarte

todo, aun mi misma presencia, para ver si su dominio es absoluto sobre de ti

y te contentas con que Ella sola domine y tenga la primacía en ti. Todo debe

ser en ti Voluntad Divina para que Ella pueda decir: Estoy segura, nada me

ha negado, ni siquiera el sacrificio de la presencia de su Jesús, al que amaba

más que a sí misma, así que mi reino está al seguro."

Yo al oír esto me sentía fortificada por su presencia, y al mismo

tiempo amargada por sus palabras, y en mi dolor le he dicho: "Amor mío,

¿así que Tú no debes venir más a la pequeña y pobre exiliada? ¿Y yo cómo

haré, cómo podré vivir sin Ti?" Y Jesús:

"No, no, y además, ¿de dónde debo venir si estoy dentro de ti?

Quédate en paz y cuando menos lo pienses Yo me revelaré, porque no parto

de ti, sino quedo contigo."

Enero 27, 1928

En la Redención está encerrado el reino del Fiat Divino. Dios

al obrar escoge a una criatura donde depositar su obra.

Estaba siguiendo mi giro en el Querer Supremo, y habiendo llegado a

los actos que mi amado Jesús hizo en la Redención, buscaba seguir paso a

paso todo lo que había hecho con tanto amor y dolor, y pensaba entre mí:

"En otra ocasión Jesús me dijo que me amaba tanto, que me hacía

propietaria de sus obras, de sus palabras, de su corazón, de sus pasos, de sus

penas, no había acto que hubiera hecho del cual no me hiciera don, y esto

sólo Jesús podía y quería hacerlo, porque amaba como Dios, en cambio las

criaturas si dan, dan los bienes externos, las riquezas de la tierra, pero

ninguna da la propia vida, esto significa que es amor de criatura, amor

finito." Así que pensaba entre mí: "Si esto es así, mi amable Jesús

dondequiera que esté debería llamarme para hacer sus actos, para hacerme

entrega de ellos." Y Él moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, tú debes saber que en la Redención fue encerrado el reino

de mi Voluntad Divina, no hubo acto que Yo hiciera donde no encerrara el

uno y la otra, con esta sola diferencia, que lo que pertenecía a la Redención

 

 

1955

lo manifestaba fuera, los hice conocer y de ellos hice don, porque debían

servir como preparativo al reino de mi Divina Voluntad; en cambio los que

pertenecían al reino de mi Fiat los retuve en Mí mismo, como suspendidos

en mi misma Voluntad Divina. Ahora, tú debes saber que cuando nuestra

Divinidad decide sacar un acto fuera de Sí misma, el hacer una obra, un

bien, primero escogemos la criatura en la cual depositar nuestra obra, porque

no queremos que lo que Nosotros hacemos quede en el vacío y sin efecto y

que ninguna criatura deba ser depositaria de nuestros bienes, por eso

llamamos al menos a una, así si las otras criaturas, ingratas, no quieren

recibir nuestros bienes, al menos en ésta vienen depositadas nuestras obras, y

cuando estamos seguros de esto, entonces obramos. En la Redención, la

depositaria de todos mis actos fue mi inseparable Mamá, se puede decir que

cuando debía respirar, llorar, rezar, sufrir, y todo lo demás que Yo hice,

primero la llamaba a Ella a recibir mis respiros, mis lágrimas, mi sufrir, etc.,

para depositarlos en Ella y después respiraba, lloraba y rezaba; si no hubiese

tenido a mi Mamá en la cual podía depositar mis actos, me hubiera resultado

insoportable y de un dolor tal, que sobrepasaría cualquier otro dolor. Ahora,

estando encerrados en todos los actos de la Redención los del reino de mi

Voluntad Divina, desde entonces te llamaba a ti, y así como depositaba en la

Soberana del Cielo todo lo que correspondía al reino de la Redención, así

depositaba en ti lo que corresponde al reino del Fiat Supremo. He aquí el

por qué quiero que me sigas paso a paso, y si como pequeño niño lloraba, te

quiero cerca para darte el don de mis lágrimas, que con ellas te conseguí el

gran don de mi reino divino; si hablo, te quiero junto para hacerte el don de

la palabra de mi Voluntad; si camino, para hacerte el don de los pasos de

Ella; si obro, para dotarte de sus obras; si rezo, para darte el don de mi

oración para implorar su reino a la familia humana; si hago milagros, para

darte el don del gran milagro de mi Voluntad, y por eso si doy la vista a los

ciegos te quito la ceguera de tu querer humano, para darte la vista de la mía;

si doy el oído a los sordos, te hago el don de adquirir el oído de mi Querer; si

doy la lengua a los mudos, te libero del mutismo de mi Querer; si enderezo a

los lisiados, te enderezo en Él; si tranquilizo la tempestad con mi imperio,

ordeno a la tempestad de tu voluntad humana que no ose agitar más el mar

pacífico de la mía; en suma, no hay cosa que haga y sufra de la que no te

haga un don, para poner en ti el reino de mi Querer, tan amado por Mí y

formado en Mí mismo. Habría sido para Mí el más grande de mis dolores,

que mientras formaba en Mí, en mi Humanidad, con tanto amor el reino de

mi Querer Divino, finalidad primaria por la que vine a la tierra y formaba

este mi reino para restablecerlo en las criaturas, no debía estar seguro, como

lo estuve para la Redención, de que al menos una criatura debiera recibir el

 

 

1956

restablecimiento del reino del Fiat Divino, y por eso Yo miraba los siglos

como un solo punto y te encontraba a ti, la elegida, y desde entonces dirigía

y depositaba mis actos en ti para disponer en ti mi reino, y así como para el

reino de la Redención no ahorré nada, ni fatigas, ni penas, ni oraciones, ni

gracias, ni siquiera la misma muerte para poder dar a todos gracias y medios

suficientes y abundantes para que todos pudiesen salvarse y santificarse a

pesar de que ponía y depositaba al seguro el todo en la Celestial Reina, así

para el reino de mi Querer, a pesar de que pongo todo al seguro en ti, estoy

dando tanto, no ahorro nada, ni enseñanzas, ni luz, ni gracias, ni alicientes,

ni promesas, de modo que si todos quieren recibir el gran bien de mi

Voluntad para hacerla reinar en ellos, todos encontrarán medios y ayudas

sobreabundantes para vivir un bien tan grande, por eso tu venida a la tierra

en el tiempo era esperada por Mí con tanto amor, con tal ansia, que tú no

puedes ni siquiera imaginar, porque quería depositar los tantos actos

suspendidos, hechos por mi Humanidad para formar el reino del Fiat

Supremo; si tú supieras qué significa un acto suspendido hecho por tu Jesús,

¡oh! cómo te apresurarías a recibir todo el depósito de mis actos para dar

vida a estos actos suspendidos, porque ellos contienen tantas Vidas Divinas,

y te apresurarías a hacerlos conocer a las otras criaturas."

Enero 29, 1928

Valor inmenso de los escritos sobre la Divina Voluntad. Son caracteres

transmitidos de la patria celestial. Cómo harán el asedio al querer

humano. Deseo del corazón de Jesús. Sus actos son ejército

que pide el reino del Fiat.

 

Estaba leyendo en el volumen 20° lo que correspondía a la Divina

Voluntad, y sentía tal impresión cómo si viera correr en las palabras escritas

una Vida Divina y palpitante, sentía la fuerza de la luz, la vida del calor del

Cielo, la virtud obrante del Fiat Divino en lo que leía y agradecía de corazón

a mi Jesús que con tanto amor se había dignado hacerme escribir. Pero

mientras esto hacía, mi amado Jesús, como no pudiendo contener Él mismo

los sobresaltos de su corazón, ha salido de dentro de mi interior y

poniéndome los brazos al cuello me ha estrechado fuertemente a su corazón

para hacerme sentir sus latidos ardientes, y me ha dicho:

"Hija mía, tú agradéceme que te he hecho escribir lo que respecta a mi

Voluntad, doctrina toda de Cielo y que tiene virtud de comunicar la Vida

palpitante y toda celestial de Ella a quien leerá estos escritos. Mi Voluntad

 

 

1957

está palpitante en medio a las criaturas, pero vive sofocada por el querer

humano, estos escritos harán sentir tan fuerte su latido, que sofocarán el

querer humano y tomará su primer puesto de vida que le toca, porque mi

Voluntad es el latido y la vida de toda la Creación, por eso el valor de estos

escritos es inmenso, contienen el valor de una Voluntad Divina; si fueran

escritos de oro no superarían el gran valor que en sí mismos contienen, estos

escritos son soles impresos con caracteres de luz brillantísima en las paredes

de la patria celestial, y forman el más bello adorno de aquellos muros de la

ciudad eterna, en los cuales los bienaventurados, todos quedan raptados y

sorprendidos al leer los caracteres de la Suprema Voluntad, por eso, gracia

más grande no podía hacer en estos tiempos que transmitir los caracteres de

la patria celestial por tu medio a las criaturas, los cuales llevarán la vida del

Cielo en medio de ellas.

Ahora, así como tú me agradeces a Mí, así Yo te agradezco a ti que te

has prestado a recibir mis lecciones y a hacer el sacrificio de escribir bajo mi

dictado. Era mi Voluntad Divina que hacía correr, mientras tú escribías, la

viva virtud de su latido ardiente, eterno y vivificante, y que imprimía en tus

caracteres, por eso tú releyéndolos sientes la renovación toda celestial

impresa en ellos. ¡Oh, cómo resultará difícil a quien lea estos escritos el no

sentir la Vida palpitante de mi Querer y el no sacudirse, por la virtud de su

latido vivificante, del letargo en el cual se encuentran. Estos escritos sobre

mi Supremo Fiat con la fuerza de su luz eclipsarán la voluntad humana,

serán bálsamo a las heridas humanas, serán opio a todo lo que es tierra, las

pasiones se sentirán morir, y de la muerte de ellas resurgirá la vida del Cielo

en medio a las criaturas, serán el verdadero ejército celestial, que mientras

pondrán en estado de asedio a la voluntad humana y a todos los males

producidos por ella, harán resurgir la paz, la felicidad perdida, la Vida de mi

Voluntad en medio a las criaturas, el asedio que pondrán no hará daño a

ninguno, porque mi Voluntad es de poner en estado de asedio al querer

humano, a fin de que no tiranice más a las pobres criaturas, sino que las deje

libres en el reino de mi Voluntad. Por eso he insistido tanto, e insisto, en

hacerte escribir, te he tenido en la cruz, te he sacrificado, era necesario, se

trataba de la cosa más importante, era el eco del Cielo, la vida de allá arriba

que quiero formar sobre la tierra. He aquí la causa de mi continuo estribillo:

Sé atenta, no omitas nada y tu vuelo en mi Voluntad sea continuo."

Después de esto estaba siguiendo mi giro en el Fiat Divino y

acompañaba los suspiros, las lágrimas, los pasos de Jesús y todo lo demás

hecho y sufrido por Él, diciéndole: "Amor mío, Jesús, te pongo el ejército

de todos tus actos en torno a Ti, e invistiendo tus palabras, tus latidos, tus

pasos, tus penas y todos tus actos con mi te amo, te pido el reino de tu

 

 

1958

Voluntad. Escucha, oh Jesús, si no me escuchas por medio del ejército de

tus actos que te ruegan, te apresuran, ¿qué otra cosa podría hacer para

moverte a concederme un reino tan santo?" Pero mientras esto decía

pensaba entre mí: "Mi dulce Jesús tenía sus deseos mientras estaba sobre

esta tierra, ¿o bien, de hecho no los tenía? Y Él moviéndose en mi interior

me ha dicho:

"Hija mía, como Dios no existía en Mí ningún deseo, porque el deseo

nace en quien no posee todo, pero para quien todo posee y nada le falta, el

deseo no tiene razón de existir; como hombre tuve mis deseos, porque mi

corazón se hermanó en todo a las otras criaturas, y haciendo míos los deseos

de todos, desee por todos, con todo el ardor el dar el reino de mi Fiat Divino

a todas las criaturas, así que si suspiraba, suspiraba el reino de mi Querer, si

rogaba y lloraba y deseaba, era sólo por mi reino que quería en medio a las

criaturas, porque siendo eso la cosa más santa, mi Humanidad no podía

hacer menos que querer y desear la cosa más santísima, para santificar los

deseos de todos y darles lo que era santo y de bien más grande y perfecto

para ellos, por eso todo lo que tú haces no es otra cosa que mi eco, que

resonando en ti te hace pedir en cada acto mío el reino de mi Voluntad. Es

por esto que te hago presente cada acto mío, cada pena que sufro, cada

lágrima que vierto, cada paso que doy, porque amo el que tú, invistiéndolos,

repitas junto a cada acto mío: ‘Jesús, te amo, y porque te amo dame el reino

de tu Querer Divino.’ Quiero que me llames en cada cosa que hago, para

hacerme resonar el dulce recuerdo de que mis actos dicen: ‘Fiat Voluntas

Tua come in Cielo così in Terra.’ De modo que al ver tu pequeñez, a la

pequeña hija de mi Querer que hace su eco a todos mis actos, poniéndolos

como un ejército en torno a Mí, Yo me apresure a conceder el reino de mi

Voluntad."

Enero 31, 1928

Giro en la Voluntad Divina. Asalto a la Majestad Divina.

Atractivos de la pequeñez; el secreto de ella. La voluntad

humana es nauseante. Ejemplo.

Estaba recogiendo todos los actos de la Divina Voluntad hechos en la

Creación, uniéndolos a los mares de la reina Celestial, a aquellos de mi

amado Jesús, en suma todos los actos que el Fiat Divino ha sacado fuera de

Sí mismo. Así que estaba recapitulando todo para llevarlos ante la Alteza de

la Majestad Suprema para darle por medio de esto, el último asalto y

 

 

1959

obligarla a darme su reino sobre la tierra, pero mientras esto hacía pensaba

entre mí: "Soy pequeña, soy un átomo apenas, ¿cómo puedo llevar la

vastedad del cielo, la multiplicidad de las estrellas, la inmensidad de la luz

del sol y además todos los mares de mi Mamá y los de Jesús, que son

interminables? Entonces, ¿mi pequeño átomo no quedará perdido en medio

de tantas obras tan grandes? Creo que todo el Cielo sonreirá al ver a mi

pequeñez que quiere dar este asalto como último acto de su giro en la

Voluntad Divina, porque siendo pequeña, yo no sólo quedo perdida, sino

también anulada por una sola obra del Querer Divino, así que mi asalto será

sin efecto y tal vez servirá para hacer sonreír, a mis espaldas, a toda la corte

celestial." Pero mientras esto pensaba, mi dulce Jesús ha salido de dentro de

mi interior y me ha dicho todo ternura:

"Pequeña hija mía, tu pequeñez tiene tal atractivo que llama la

atención de todo el Cielo, para ver qué cosa quiere hacer y sabe hacer tu

pequeñez. Ver hacer cosas grandes a una persona grande no acapara la

atención, ni lleva la alegría, pero si se viera hacer la misma cosa grande por

una pequeña niña, esto despertaría tal estupor y maravilla, que todos

querrían ver la obra grande de la pequeña niña, lo que no sucede si la misma

obra la hiciera una persona grande. Si tú supieras cómo la mirada divina y la

de todo el Cielo se fija en ti al verte como de prisa reunir todas juntas la

obras de la Divina Voluntad para dar el asalto al Creador, llevando sus

mismas armas para hacerle la guerra santa, para hacer que te ceda su reino,

se puede decir que tu afanarte, el reunir todo, es la verdadera sonrisa del

Cielo, es la nueva fiesta que lleva tu pequeñez a la patria celestial y todos

esperan el asalto de la pequeña niñita. ¿Pero quieres saber donde está el

secreto de tu fuerza en tu pequeñez, que mientras quedas perdida ahora en la

luz del sol, ahora en medio a las estrellas, ahora en mis mares y en los de mi

Mamá Celestial, tu átomo no se detiene, se libera y sale de nuevo en campo

para cumplir su epílogo de todas las obras del Fiat Divino? Todo el secreto

está encerrado en Él, que te mueve, te inviste, te da la cuerda para hacerte

girar y para hacerte encerrar todos sus actos, para hacerse, por Sí mismo, por

medio de tu pequeñez, dar el asalto para hacerse atraer y venir a reinar sobre

la tierra. ¿Qué cosa no puede el átomo animado por mi Querer? Todo,

porque llega a ser un acto en medio a todos sus actos de Voluntad Divina, y

esto basta para poder hacer de todos sus actos un solo acto, para decir:

"Todo es mío, y todo me debe servir para poder conseguir el reino del Fiat

Divino sobre la tierra."

Después de esto estaba pensando en cuánto mal ha hecho la voluntad

humana a las pobres criaturas, por eso yo la aborrezco, ni siquiera quiero

 

 

1960

conocerla más, ni mirarla, porque es demasiado nauseante. Pero mientras

esto pensaba mi amado Jesús se ha movido en mi interior y me ha dicho:

"Hija mía , la voluntad humana por sí sola es nauseante, pero unida

con la mía es la cosa más bella que creé, mucho más que de la Divinidad

jamás podía salir una cosa que diera nausea; esta voluntad unida con la

nuestra tendría el movimiento continuo del bien, de la luz, de la santidad, de

la belleza, y con nuestro movimiento continuo, que jamás cesa, habría sido

el prodigio más grande de la Creación, nuestro movimiento la purificaría de

toda sombra de mancha, sucedería como al mar, que porque murmura

continuamente y tiene su movimiento perenne, sus aguas son puras y

cristalinas, ¡oh! si las aguas del mar estuviesen quietas, las aguas perderían

la pureza y se volverían de tal manera nauseantes, que ninguno lo miraría,

las aguas serían tan asquerosas y llenas de suciedad, que las naves no

podrían navegar el mar y ninguno haría su comida de aquellos peces de

aguas tan pútridas, así que el mar sería un peso a la tierra y produciría el

contagio de todos los males a las generaciones humanas. En cambio, sólo

porque murmura y tiene su movimiento continuo, ¿cuánto bien no hace a las

criaturas? Y mientras en su seno esconde quién sabe cuantas suciedades,

con su murmullo tiene el dominio de tenerlas sepultadas en el fondo de él y

señorea la pureza de sus aguas puras y vaciadas de cualquier suciedad. Así

es la voluntad humana, más que mar, que si el movimiento divino murmura

en ella, es bella y pura, todos los males quedan sepultados y sin vida, en

cambio si mi Voluntad no murmura en ella y no tiene su primer movimiento,

todos los males renacen y se vuelve de la más bella la más fea, tanto, de dar

piedad. Otra imagen es la naturaleza humana, unida con el alma es bella, ve,

siente, camina, obra, habla, no apesta; desunida del alma se corrompe, apesta

horriblemente, da asco el verla, se puede decir que no se reconoce más,

¿quién ha hecho un cambio tan drástico del cuerpo vivo al cuerpo muerto?

La falta del murmullo del alma, de su movimiento continuo que tenía la

primacía en la naturaleza humana. Así fue puesta mi Voluntad al humano

querer, como alma de la cual debía recibir la vida, su murmullo continuo, así

que mientras está unida con la mía es un prodigio de vida, de belleza;

desunida de la mía pierde las piernas, las manos, la palabra, la vista, el calor,

la vida, por consecuencia se vuelve de tal manera horrible, más que cadáver,

de merecer que se entierre en lo más profundo del abismo porque su hedor

es insoportable. Por eso quien no está unido con mi Voluntad pierde la vida

de su alma, por eso nada puede hacer de bien y todo lo que hace es sin vida."

 

 

 

1961

Febrero 2, 1928

Cómo debe suplir por quien no ha obrado en la unidad del

Fiat Divino. Para quien no lo posee, su lenguaje es un lenguaje

extraño. Razón por la que hasta ahora no han hablado de Ella.

Quien no vive en la unidad recibe los efectos de la Volunta Divina,

no la Vida de Ella. Ejemplo del sol con la tierra.

Estaba siguiendo mi giro en el Fiat Supremo, y habiendo llegado al

edén estaba diciendo entre mí: "Jesús mío, hago mía la unidad de tu Querer

para suplir a aquella unidad que perdió mi padre Adán cuando se sustrajo de

Él, y para suplir a todos aquellos actos que no han hecho en la unidad de Él

todos sus descendientes." Pero mientras esto decía pensaba entre mí: "¿Y

yo estoy en la unidad del Fiat Divino? Si no estoy, ¿cómo puedo suplir por

los demás? Entonces mi decir termina en palabras, pero no en hechos." Y

mi dulce Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, cuando Adán pecó sucedió la retirada de la unidad de mi

Voluntad por ambas partes: El hombre se retiró de Ella y Ella se retiró de él,

y con retirarse la mía, el hombre perdió mi unidad, todos sus méritos y los

derechos que Dios le había dado al crearlo, porque él fue el verdadero

desertor del reino de mi Voluntad, y el desertor pierde todos los derechos y

la posesión de sus mismos bienes. Ahora, así como mi Voluntad se retiró

del hombre, porque fue él el que se retiró primero, así puede de nuevo darse

a quien, retirándose del querer humano reentra en su reino como nuevo

conquistador de la unidad de mi Fiat Divino, mucho más, que entre tú y la

Divinidad ha habido un acuerdo, mi Querer en hacerte el gran don de su

unidad, llamándote al primer acto de la Creación, y tú no sólo a recibirlo,

sino a hacerle el don de tu voluntad, así que de ambas partes ha sido el

intercambio, pero no en simples palabras, sino con los hechos, tan es verdad,

que la mía te está poniendo al día en lo que respecta al don grande que te ha

hecho, a fin de que conozcas lo que posees, goces de sus bienes y

apreciándolo lo consigas a la familia humana, y tú habiendo hecho el don de

tu voluntad no quieres reconocerla más y sientes terror sólo al recordarla.

Ahora es justo que hagas tu deber y suplas a aquella unidad perdida por el

hombre desde que la mía hizo su retirada, retirándose en sus regiones

celestiales. ¿No es tal vez dueña mi Voluntad de darse de nuevo, con tal que

encuentre nuevamente a quien no quiere vivir más de su voluntad humana?

Y además tú debes saber que si mi Voluntad no estuviera en ti, no habrías

podido comprender su lenguaje celestial, habría sido para ti como un

dialecto extraño, como una luz sin calor, como un alimento sin sustancia y te

 

 

1962

habría sido difícil escribir acerca de Ella para transmitirla a tus hermanos.

Todo esto es señal de que mi Voluntad dominándote en todo, se hace

pensamiento en tu mente, palabra sobre tus labios, latido en tu corazón,

maestro que sabe que su alumna comprende sus lecciones y ama escucharlo,

por eso era necesario hacerte el don de mi Voluntad Divina, para darte la

gracia necesaria para hacerte conocer y transcribir todas las más bellas

prerrogativas del reino de mi Fiat Divino. Y es también esta la razón por la

que ninguno hasta ahora ha hablado largamente de mi Voluntad para hacer

comprender los mares inmensos de bien que contiene y que quiere y puede

dar a las criaturas, a lo más se han dicho pocas palabras y con palabras

entrecortadas, como si no tuviesen qué decir acerca de mi Fiat, tan grande y

extenso que contiene y abraza toda la eternidad; no poseyéndolo como don y

cosa propia, para todos era como extraño el lenguaje para hablar de la

importancia y de sus méritos infinitos; si no la conocían a fondo, ¿cómo

podían hablar de una Voluntad Divina que contiene tanto, que no bastan

todos los siglos para hablar de Ella? Por eso sé atenta hija mía, pues

mientras navegas su mar, tomas siempre alguna cosa de nuevo para hacerla

conocer a las generaciones humanas."

Después de esto estaba pensando en la unidad del Fiat Divino y decía

entre mí: "Cómo todos aquellos que han hecho el bien, tantas obras grandes,

¿cómo podían hacerlas si no poseían su unidad?" Y Jesús siempre benigno

ha agregado:

"Hija mía, todo el bien hecho hasta ahora por las criaturas, ha sido

hecho en virtud de los efectos de mi Voluntad Divina, porque no hay bien

sin Ella, pero que hayan vivido totalmente y plenamente en su unidad,

ninguno hasta ahora, solamente mi Mamá Reina, y por eso atrajo el gran

prodigio de la Encarnación del Verbo; si esto fuese, la tierra habría

regresado al estado del edén, y además aquél que habría poseído la unidad

de mi Querer, no habría podido ni contenerla, ni resistir sin hablar de Ella,

habría sido como si el sol se quisiera encerrar dentro de un vaso de cristal sin

expandir sus rayos, ¿no habría más bien con su calor quebrado el vidrio para

estar libre en expandir sus rayos? Poseer la unidad de mi Fiat y no hablar de

Él, no expandir sus rayos, la belleza de sus conocimientos, le habría sido

imposible, se le rompería el corazón si no diese desahogo a manifestar en

parte la plenitud de su Luz y de los bienes de Él, así que el bien ha sido

hecho en virtud de los efectos de Él. Esto sucede como le sucede al sol, que

en virtud de los efectos que contiene su luz hace germinar las plantas y hace

producir tanto bien a la tierra, parece que la tierra y los efectos del sol

trabajan juntos para producir plantas, frutos y flores a las criaturas, pero la

tierra no se eleva en la esfera del sol, si esto hiciera, el sol tendría tanta

 

 

1963

fuerza de quitar su parte obscura y todos sus átomos de polvo los convertiría

en luz, y la tierra se volvería sol, pero como la tierra no se eleva, ni la esfera

del sol desciende en lo bajo, la tierra permanece tierra y el sol no la

transforma en él, parece que el uno y la otra se miran de lejos, se ayudan y

trabajan juntos por medio de los efectos de la luz que de la altura de su

esfera expande sobre la tierra, y si bien recibe tantos admirables efectos,

produce las más bellas florituras, pero hay una gran distancia entre la tierra y

el sol, no se asemejan entre ellos, ni la vida de uno se vuelve vida de la otra,

y por eso la tierra no sabe hablar del sol, ni decir todos los efectos que

contiene, ni cuanto calor y luz posee. Así se encuentra la criatura que no

posee la unidad de mi Voluntad, no se eleva en su esfera altísima para llegar

a ser sol, ni mi Sol Divino desciende para formar la vida de ella, pero

queriendo hacer el bien se mueve en torno a su Luz, y Ella comunica los

efectos para hacer germinar el bien que quiere, porque mi Fiat no se niega a

ninguno, más bien con su Luz despierta la naturaleza humana para hacerla

reverdecer y hacerla producir frutos de obras buenas."

Febrero 5, 1928

Promesa en el edén del futuro Redentor. Promesa solemne en el

Padre Nuestro del reino de la Divina Voluntad. Cómo

Dios se siente repetir la alegría de la Creación.

 

Mi pobre mente se siente como fija en el Fiat Supremo, y me siento

como una pequeña niña, que como le agradan las bellas lecciones de su

amada maestra, gira siempre en torno a ella haciéndole miles de preguntas

para tener el placer de oírla hablar y aprender otras lecciones más bellas, y

mientras la maestra habla, ella se está con la boca abierta escuchándola,

tantas son las bellas sorpresas que le hace de sus lecciones. Así soy yo, una

pequeña niña que me pongo en torno a la luz de la Divina Voluntad, más que

maestra, porque quiero tomar su Vida de las bellas lecciones que da a mi

pequeña alma, y Ella, porque soy pequeña, se complace en contentarme,

dándome tales sorpresas de lecciones divinas jamás pensadas por mí.

Entonces, mientras pensaba en el reino de la Divina Voluntad y me parecía

difícil su reinar sobre la tierra, mi amado Jesús, saliendo de mi interior me

ha dicho:

"Hija mía, en cuanto Adán pecó Dios le hizo la promesa del futuro

Redentor; pasaron siglos, pero la promesa no vino a menos y las

generaciones tuvieron el bien de la Redención. Ahora, cuando vine del

 

 

1964

Cielo y formé el reino de la Redención, antes de partir al Cielo hice otra

promesa más solemne, la del reino de mi Voluntad, y ésta la hice en el Padre

Nuestro, y para darle más valor y para obtenerlo más pronto, esta promesa

formal la hice en la solemnidad de mi oración, pidiendo al Padre que hiciera

venir su reino, que es la Voluntad Divina como en el Cielo así en la tierra, y

me puse Yo a la cabeza de esta plegaria, conociendo que tal era su Voluntad

y que rogado por Mí no me habría negado nada, mucho más que con su

misma Voluntad Yo rogaba y pedía una cosa querida por mi mismo Padre, y

después de haber formado esta plegaria ante mi Padre Celestial, seguro que

me era concedido el reino de mi Voluntad Divina sobre la tierra, la enseñé a

mi apóstoles a fin de que la enseñaran a todo el mundo, para que uno fuera el

grito de todos: ‘Hágase tu Voluntad como en el Cielo así en la tierra.’

Promesa más cierta y solemne no podía hacer; los siglos para Nosotros son

como un punto solo y nuestras palabras son actos y hechos cumplidos. Mi

mismo rogar al Padre Celestial: ‘Venga, venga tu reino, hágase tu Voluntad

como en el Cielo así en la tierra’, significaba que con mi venida sobre la

tierra el reino de mi Voluntad no era establecido en medio a las criaturas, de

otra manera habría dicho: ‘Padre mío, sea confirmado nuestro reino que ya

he establecido sobre la tierra, y nuestra Voluntad domine y reine.’ En

cambio dije, ‘venga’, esto significaba que debe venir y las criaturas deben

esperarlo con aquella certeza con que esperaron al Redentor, porque está mi

Voluntad Divina unida y comprometida en aquellas palabras del Padre

Nuestro, y cuando Ella se compromete es más que cierto lo que promete.

Mucho más que el todo fue preparado por Mí, no se requería otra cosa que

las manifestaciones de mi reino y lo estoy haciendo, ¿crees tú que las tantas

verdades que te estoy diciendo acerca de mi Fiat sean sólo para darte una

simple noticia? No, no, es porque quiero que todos conozcan que su reino

está cercano y que conozcan sus bellas prerrogativas, a fin de que todos

amen, suspiren entrar a vivir en un reino tan santo, pleno de felicidad y de

todos los bienes. Así que lo que a ti te parece difícil, para la Potencia de

nuestro Fiat es fácil, porque Él sabe quitar todas las dificultades y abatir todo

como quiere y cuando quiere."

Después estaba según mi costumbre haciendo mi giro en el eterno

Fiat, y girando por toda la Creación llevaba todas las obras ante la Divinidad

para darle el más bello homenaje y la gran gloria de todas las obras de Ellos,

pero mientras esto hacía pensaba entre mí: "¿Pero cuál es la gloria que doy

a mi Creador con llevarle todas sus obras?" Y Jesús moviéndose en mi

interior me ha dicho:

"Hija mía, haciendo esto nos traes la alegría de nuestras obras

cumplidas, porque antes de crear la Creación estaban dentro de Nosotros,

 

 

1965

como en depósito en nuestra Voluntad y no teníamos la gloria, la alegría de

ver nuestras obras fuera de Nosotros, formadas y cumplidas fuera de

Nosotros, de modo que nuestras obras fueron formadas cuando fue creada la

Creación, y quien gira en medio a ellas las mira, y quiere reunirlas todas

juntas en torno a Nosotros y decirnos: ‘Cómo son bellas vuestras obras,

perfectas y santas, su armonía, el orden perfecto dicen quién eres Tú y

narran vuestra gloria.’ Nosotros nos sentimos repetir la alegría, la gloria,

como si estuviéramos de nuevo extendiendo el cielo, formando el sol y todas

nuestras obras, así que la Creación está siempre en acto y como hablante por

medio de la pequeña hija de nuestro Querer. Esto puede sucederte también a

ti, si tú tuvieras en tu voluntad decidido hacer tantas bellas obras, tú no

gozas, pero tu alegría empieza cuando ves las obras cumplidas, y si una

persona amándote, frecuentemente te las pusiera alrededor para decirte:

‘Mira como son bellas tus obras’, ¿no te sentirías gloriosa y repetir la alegría

cuando las terminaste? Así soy Yo, las repeticiones forman mis más bellas

sorpresas."

Febrero 9, 1928

La Soberana del Cielo, el reflector de Jesús. Agrado de Jesús cuando

se pide su Fiat. Jesús recogió todos los bienes y consumó todos

los males en la hoguera que encendió dentro de Sí.

 

Continuaba siguiendo los actos de Jesús hechos en su Divina Voluntad

cuando estaba sobre la tierra. Seguía a la Madre y al Hijo cuando huyeron a

Egipto y pensaba entre mí: "Cómo debía ser bello ver al amado niñito en

brazos de su Mamá Divina, que mientras era tan pequeño, encerrando en Él

al eterno Fiat, encerraba Cielo y tierra y todo salía de Él como Creador y

todo de Él dependía, y a la Reina Soberana, que trasfundida en el pequeño

Jesús en virtud del mismo Fiat que la animaba, formaba el reflector de Jesús,

su eco, su misma vida, cuántas bellezas escondidas poseían, cuánta variedad

de cielos más bellos que el que se ve en nuestro horizonte, cuántos soles más

resplandecientes contenían, y sin embargo nadie veía nada, no se veía otra

cosa que tres pobres fugitivos. Jesús, amor mío, quiero seguir paso a paso

los pasos de mi Mamá Celestial, y conforme camina quiero animar los hilos

de hierba, los átomos de la tierra, para hacerte oír bajo sus plantas mi te amo;

quiero animar toda la luz del sol, y conforme ilumina tu rostro, quiero que te

lleve mi te amo; quiero animar todas las ráfagas de viento, para que todas te

digan te amo. Soy yo que en tu Fiat te llevo el calor del sol para calentarte,

 

 

1966

las ráfagas de viento para acariciarte, su rumor para hablarte y decirte:

"Amado pequeño, haz conocer a todos tu Querer Divino, hazlo salir de

dentro de tu pequeña Humanidad, a fin de que tome su dominio y forme su

reino en medio a las criaturas." Pero mientras mi mente se perdía junto a

Jesús, y sería demasiado largo querer decirlo todo, mi sumo y único bien

Jesús se ha movido en mi interior, y todo bondad me ha dicho:

"Hija mía, Yo y mi Mamá éramos como dos gemelos nacidos del

mismo parto, porque no teníamos más que una sola Voluntad que nos daba

la vida, el Fiat Divino ponía en común nuestros actos, de modo que el Hijo

refleja en Ella, y la Mamá reflejaba en el Hijo, así que el reino de la

Voluntad Divina tenía su pleno vigor, su dominio perfecto en Nosotros, y

mientras huíamos a Egipto, llevábamos al Querer Divino como paseando por

aquellas regiones y sentíamos su gran dolor porque no reinaba en las

criaturas, y mirando los siglos, sentíamos la gran alegría de su reino que

debía formar en medio de ellas y, oh, cómo nos llegaban agradables sobre

las alas de nuestro Fiat, en el viento, en el sol, en el agua, bajo nuestros

pasos, tus repetidos estribillos: ‘Te amo, te amo, venga tu reino.’ Era

nuestro eco que oíamos en ti, que no queríamos otra cosa que la Voluntad

Divina reinase y fuese la conquistadora de todos, por eso, desde entonces

amábamos a nuestra pequeña chiquita, que no quería y pedía sino lo que

queríamos Nosotros."

Después seguía pensando en todo lo que mi dulce Jesús había hecho

estando sobre la tierra, y Él ha agregado:

"Hija mía, cuando vine a la tierra Yo miré todos los siglos pasados,

presentes y futuros, para recoger en mi Humanidad todo lo que de bien y de

bueno pudiera ser hecho por todas las generaciones, para poner el sello y la

confirmación del bien, nada destruí de lo que era bueno, más bien lo quise

encerrar en Mí para darle Vida Divina, y agregando el bien que faltaba y que

Yo hice para completar todos los bienes de las criaturas humanas, sobre las

alas de los siglos me ponía con ellas para dar a cada una mi obrar completo,

y recogí también todos los males para consumirlos, y a fuerza de dolores y

penas que quise sufrir, encendí la hoguera en mi misma Humanidad, donde

quemar todos los males, queriendo sentir cada una de las penas para hacer

renacer todos los bienes opuestos a los males, para hacer renacer a vida

nueva las generaciones humanas. Y así como Yo para formar todos los

remedios posibles e imaginables para todos los redimidos, para después

disponerlos a recibir el gran bien de mi Voluntad reinante en medio a ellos,

hice todo, sufrí todo y consumí todo, así tú para preparar mi reino a las

criaturas debes encerrar todo lo que es santo y bueno, y por camino de penas

debes consumir todos los males, para hacer renacer la Vida de mi Voluntad

 

 

1967

Divina en medio a las criaturas, tú debes ser mi eco, en el cual debo hacer el

depósito de donde debe surgir el reino de mi Fiat, sígueme paso a paso y

sentirás la vida, el latido, la felicidad de este reino que contengo en Mí, y

que quiere salir para reinar en medio a las criaturas, y es tanto mi amor por

él, que si permití al enemigo infernal penetrar en el edén, no permitiré que

ponga un pie en el edén del reino del Fiat, y por eso permití que se acercase

a Mí en el desierto, para debilitarlo y ponerle termino a sus pasos y cerrarle

el camino para que no osase entrar en él. ¿No sientes tú misma cómo tu

presencia aterroriza al enemigo y se pone en fuga para no verte? Es la

fuerza de mi victoria que lo precipita, y sintiéndose confundido huye. Todo

está preparado, no queda otra cosa que hacerlo conocer."

Febrero 12, 1928

Divino posee la fuerza bilocadora y puede dar a Dioscomo suyo lo

que es Lamentos del alma. Jesús encerró dentro de Sí todos los actos

rechazados por las criaturas y formó su reino.

Quien posee el Fiat de Dios.

 

Mi pobre mente va siempre extendiéndose en los confines

interminables del Fiat Supremo, y mi pobre corazón está bajo la opresión del

dolor desgarrador de la privación de mi amado Jesús, las horas son siglos,

las noches son interminables sin Él, y como es un dolor divino que cae sobre

mi pequeña alma, su inmensidad me ahoga, me aplasta y siento todo el peso

de un dolor eterno. ¡Oh Dios Santo! ¿Cómo es que me quitas aquella vida

que Tú mismo quieres que posea? ¿Cómo me pones en la imposibilidad de

vivir, y vivir muriendo, porque la fuente de tu Vida no está en mí? ¡Ah,

Jesús, regresa, no me abandones a mí misma, no puedo vivir sin vida!

¡Jesús, Jesús, cuánto me cuesta el haberte conocido, cuántos desgarros has

hecho a mi vida humana para darme la tuya, y ahora vivo suspendida, la mía

no la encuentro más porque con tus estratagemas me la has robado, la tuya

apenas la siento, pero como arrancada por el fuerte eclipse de la Luz de tu

Voluntad, así que todo para mí ha terminado y estoy obligada a resignarme y

a sentir tu Vida por medio de los rayos de luz, de los reflejos que me trae tu

adorable Voluntad, no puedo más! Jesús, regresa a aquélla que tanto amaste,

y que ahora has tenido la fuerza de abandonarla, regresa de una vez para

siempre y decídete a no dejarme más. Pero mientras desahogaba mi dolor se

ha movido en mi interior, y mitigando la Luz que lo eclipsaba me ha

extendido los brazos estrechándome fuertemente y me ha dicho:

"Hija mía, pobre pequeña mía, ánimo, es mi Voluntad que quiere su

primer puesto en ti, Yo no debo decidir el no dejarte, mi decisión fue tomada

 

 

1968

cuando tú te decidiste a no dejarme más, entonces nos robamos la vida

mutuamente, Yo la tuya y tú la mía, con esta diferencia, que primero tú meveías sin el eclipse de la Luz de mi Fiat, Él estaba como encerrado dentro de

Mí, ahora, queriendo tomar vida en ti, se ha desbordado fuera de Mí y

bilocándose ha encerrado mi Humanidad dentro de su Luz, y por eso tú

sientes mi Vida a través de los reflejos de su Luz, entonces, ¿por qué temes

que te deje?

Ahora, tú debes saber que mi Humanidad rehizo en Ella todos los

actos rechazados por las criaturas que mi Voluntad Divina, dándose a ellas,

quería que hicieran, Yo los rehice todos y los deposité en Mí mismo para

formar su reino, esperando el tiempo propicio para sacarlos de Mí y

depositarlos en las criaturas como fundamento de este reino; si Yo no

hubiese hecho esto el reino de mi Voluntad no podría efectuarse en medio a

las criaturas, porque sólo Yo, como Hombre y Dios, podía suplir al hombre

y recibir dentro de Mí todo el obrar de una Voluntad Divina que debían

recibir y hacer las criaturas, y por medio mío comunicarlo a ellas, porque en

el edén las dos voluntades, humana y Divina quedaron como en rivalidad,

porque la humana se opuso a la Divina, todas las otras ofensas fueron como

consecuencia de esto, por eso debí primero rehacer en Mí todos los actos

opuestos al Fiat Divino, hacerlo distender en Mí su reino. Si no reconciliaba

estas dos voluntades en rivalidad, ¿cómo podía formar la Redención? Por

eso todo lo que Yo hice sobre la tierra, su primera finalidad era restablecer la

armonía, el orden entre las dos voluntades, para formar mi reino, la

Redención fue consecuencia de esto, por eso fue necesario quitar las

consecuencias del mal que había producido el querer humano, por eso di

remedios eficacísimos para después manifestar el gran bien del reino de mi

Voluntad. Entonces, los reflejos de la Luz de Ella no hacen otra cosa que

traerte los actos que contiene mi Humanidad para hacer que todo sea

Voluntad Divina en ti, así que sé atenta en seguirla y no temas."

Después estaba siguiendo mi giro en la Creación para dar a mi

Creador todos los homenajes de las cualidades divinas que cada cosa creada

contiene, porque habiendo salido todo del Fiat Divino, como consecuencia

les mantiene la vida, más bien es el acto primero de cada cosa creada; pero

mientras esto hacía pensaba entre mí: "Las cosas creadas no son mías,

¿cómo puedo decir con derecho, te ofrezco los homenajes de la luz del sol,

la gloria del cielo estrellado, y así de todo lo demás?" Mientras esto pensaba

mi siempre amable Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, quien posee mi Voluntad y vive en Ella, con derecho puede

decir: ‘El sol es mío, el cielo, el mar, todo es mío, y como mío pongo todo

 

 

1969

en torno a la Majestad Divina para darle la gloria que cada cosa creada

contiene.’ En efecto, ¿no es tal vez toda la Creación obra de mi Fiat

Omnipotente? ¿No corre su Vida palpitante, su calor vital, su movimiento

incesante que mueve todo, ordena y armoniza todo, como si fuese toda la

Creación un acto solo? Así que quien posee mi Querer Divino como vida,

cielos, sol, mares y todo, no son cosas extrañas a ella, sino que todo es suyo,

como todo es de mi Fiat, porque ella no es otra cosa, con poseerlo, que un

parto suyo que tiene todos los derechos sobre todas las partes de Él, cual es

toda la Creación. Así que con derecho y con verdad puede decir a su

Creador: ‘Te ofrezco todos los homenajes de la luz del sol con todos sus

efectos, símbolo de tu luz eterna, la gloria de la inmensidad de los cielos, y

así de todo el resto.’ El poseer mi Voluntad es Vida Divina que el alma

desenvuelve en su alma, así que todo lo que de ella sale contiene potencia,

inmensidad, luz, amor, sentimos en ella nuestra fuerza bilocadora, que

bilocándonos pone en actitud todas nuestras cualidades divinas y como

suyas nos las ofrece como homenajes divinos, dignos de aquel Fiat que sabe

y puede bilocarse para llamar nuevamente a la criatura al primer acto de la

Creación, con el cual hacemos al hombre a nuestra imagen y semejanza."

Febrero 20, 1928

Quien debe encerrar un bien para darlo a las criaturas, debe

encerrar en sí todo aquel bien. Esto sucedió a la Virgen y a

Nuestro Señor. Qué significa unidad.

Las privaciones de Jesús se hacen más prolongadas, y vivo sólo en

poder del Fiat Divino, que se ha constituido vida de mi pequeña alma; me

parece que mi amado Jesús, confiándome a Él, se esconde detrás de las

cortinas de su Luz sólo para hacer de vigía y estar atento para ver si yo sigo

siempre su adorable Voluntad. Oh Dios, que pena estar en una inmensidad

de luz y no saber dónde encontrar el camino para dirigir los pasos para

encontrar a Aquél que amo, que me ha formado, que me ha dicho tantas

verdades que me las siento en mí como tantas Vidas Divinas palpitantes, que

me hacen comprender quien es Aquél que quiero y no encuentro. Ah Jesús,

Jesús, regresa, ¿cómo, me haces sentir tu latido en mi corazón y te escondes?

Pero mientras desahogaba, pensaba entre mí: "Tal vez Jesús no encuentra ni

en mí ni en los demás las disposiciones para recibir la vida de sus otras

verdades, y para no hacer quedar suspendidas estas vidas, calla y se

esconde." Pero mientras esto pensaba, mi sumo bien Jesús se ha movido

 

 

1970

dentro de mi interior en acto de mover los pasos para salir fuera de mí, y me

ha dicho:

"Pobre pequeña hija mía, te has perdido en la luz y no sabes encontrar

a Aquél que con tanto amor buscas, la Luz te forma las olas altísimas y

forma las barreras para encontrarme, ¿pero no sabes tú que la Luz soy Yo, la

vida, el latido que tú sientes soy Yo? ¿Cómo habría podido mi Voluntad

tener su Vida en ti, si no estuviera tu Jesús en ti, que da el campo para

desenvolver el obrar de mi Querer en tu alma? Por eso cálmate.

Ahora, tú debes saber que quien debe ser portador de un bien debe

concentrar en sí toda la plenitud de aquel bien, de otra manera el bien no

encontraría el camino para salir. Ahora, debiendo concentrar en ti el reino

de mi Voluntad, nada debe faltar de Ella, porque su Luz te dispone a recibir

todas las verdades necesarias para formar su reino, y si las otras criaturas

están indispuestas para recibir todas las Vidas de las verdades del Fiat, a lo

más, no te daré capacidad de manifestarlas, como sucede tantas veces, pero a

ti, como depositaria, nada debe faltarte. Esto sucedió con la Reina del Cielo,

porque debiendo ser Ella la depositaria del Verbo encarnado, que debía

darme a las generaciones humanas, concentré en Ella todos los bienes de los

redimidos y todo lo que convenía para poder recibir la Vida de un Dios, por

eso la alteza de mi Mamá posee la soberanía sobre todas las criaturas y sobre

cada uno de los actos y bienes que pueden hacer, de modo que si ellas

piensan santamente, Ella es como canal de los santos pensamientos, y por

eso tiene la soberanía sobre de ellos; si hablan, si obran, si caminan

santamente, el principio de todo eso desciende de la Virgen, y por eso tiene

el derecho y la soberanía sobre las palabras, pasos, obras, no hay bien que se

haga que no descienda de Ella, porque si Ella fue causa primaria de la

encarnación del Verbo, era justo que fuera el canal de todos los bienes y

tuviese el derecho de soberanía sobre todo. Esto sucedió también de Mí,

que debiendo ser el Redentor de todos, debía contener en Mí todos los

bienes de la Redención, Yo soy el canal, la fuente, el mar de donde parten

todos los bienes de los redimidos y poseo por naturaleza el derecho de

soberano sobre todos los actos y bienes que hacen las criaturas; nuestro

reinar no es como el reinar de las criaturas, que dominan y reinan sobre los

actos externos de ellas, y ni siquiera sobre todos los actos externos, pero de

los internos ni siquiera saben nada, ni tienen derecho de soberanía, porque

no sale de ellos la vida, el pensamiento, la palabra de sus dependientes, en

cambio de Mí sale la vida de todo el obrar interno y externo de las criaturas.

Por eso las criaturas deberían ser actos, porque sobre cada acto de ellos que

hacen, pende el de la Madre Celestial y el mío, y como soberanos lo forman,

lo dirigen y le dan la vida."

 

 

1971

Después de esto continuaba mi giro en la Divina Voluntad, y

uniéndome a la unidad que poseía mi primer padre Adán antes de pecar, mi

dulce Jesús ha agregado:

"Hija mía, tú no has comprendido bien qué significa unidad. Unidad

significa concentración y principio de todos los actos de las criaturas,

pasadas, presentes y futuras. Así que Adán antes de pecar, cuando poseía

nuestra unidad, encerraba en sus pensamientos la unidad de todos los

pensamientos de las criaturas, la unidad de todas las palabras, obras y pasos.

Entonces yo encontraba en él, en mi unidad, el principio, la continuación y

el fin de todos los actos de las generaciones humanas; él en mi unidad

encerraba a todos y poseía todo. Ahora hija mía, subiendo tú a aquella

misma unidad dejada por él, tomas su puesto y poniéndote en el principio de

todos y de todo, encierras en ti los mismos actos de Adán, con todo el

séquito de todos los actos de las criaturas. Vivir en mi Voluntad significa:

‘Soy el principio de todos, de mí todo desciende, como todo desciende del

Fiat Divino, así que soy el pensamiento, la palabra, la obra y el paso de

todos, todo tomo y todo llevo a mi Creador.’ Se entiende que Adán debía

poseer y encerrar a todos si no se hubiese sustraído de nuestra Voluntad y

hubiese vivido siempre en nuestra unidad, y entonces las generaciones

humanas, si esto hubiera sido, habrían vivido todas en nuestro Querer, así

que una habría sido la Voluntad, una la unidad, uno el eco de todos, que

poniendo en común todo, cada uno habría encerrado todo en sí mismo."

Febrero 25, 1928

El Querer Divino está como centro de vida en medio de las

criaturas. Cómo el latido es el rey de la naturaleza y el

pensamiento es el rey del alma.

Mi vuelo en el Fiat Divino es continuo; me parece que Jesús, sus

comunicaciones, todo ha terminado, mucho más que ya no están en mi

poder, si el buen Jesús no se digna decirme otra cosa, yo quedo siempre la

pequeña ignorante, porque sin Él no sé adentrarme, ni soy capaz ni de

concebir ni de decir un solo a, b, c de más, así que debo contentarme y

habituarme a vivir sólo con el Querer Divino, porque Él no me deja jamás,

es más, siento que es incapaz de poderme dejar, porque lo encuentro en mí,

fuera de mí, en cada acto mío, con la inmensidad de su Luz se presta a dar

vida a mi acto, no hay punto donde no lo encuentre, es más, no hay punto ni

 

 

1972

espacio, ni en el Cielo ni en la tierra donde no tenga la primacía su Vida, su

Luz en acto de darse a la criatura. Así que encuentro que la Voluntad Divina

no puede dejarme, y yo tampoco puedo separarme de Ella, somos

inseparables, no hace las escapadas que me hace Jesús, es más, si no la tomo

como acto primario de mis actos Ella queda doliente y se lamenta de que en

mi acto no ha tenido la primacía su acto, su Luz, su Vida. ¡Oh! Voluntad

Divina, cómo eres adorable, amable e insuperable, cuanto más estoy en Ti

más te comprendo y te amo. Pero mientras mi pobre mente se perdía en el

Fiat, mi dulce Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, mi Voluntad se encuentra en medio a las criaturas como

centro de vida. Así como el corazón humano se puede llamar rey de la

naturaleza, porque si late el corazón la mente piensa, la boca habla, las

manos obran, los pies caminan; si no late el corazón, todo termina de un

golpe, todo, porque falta el rey a la pobre naturaleza, así que falta quien rija

y dé vida al pensamiento, a la palabra y a todo lo que puede hacer la criatura.

Como rey del alma es el pensamiento, la sede, el trono donde desenvuelve el

alma su actividad, su vida, su régimen. Ahora, si la naturaleza humana

quisiera sofocar el latido del corazón, no tomar en cuenta a su rey para

hablar, pensar y otras cosas, ¿qué cosa sucedería? Ella misma daría muerte a

todos sus actos, así que sería suicida de sí misma; y si el alma quisiera

sofocar el pensamiento, no encontraría la vía donde desenvolver su

actividad, así que sería como un rey sin reino y sin pueblo.

Ahora, lo que es el corazón para la vida humana y el pensamiento para

el alma, es mi Voluntad Divina en cada una de las criaturas, Ella es como

centro de vida, y de su incesante y eterno latido, late y la criatura piensa, late

y habla, camina y obra, y ellas no sólo no piensan en esto, sino que la

sofocan, sofocan su Luz, su Santidad, su Paz, el recto obrar, el justo y santo

hablar, y algunos la sofocan tanto, que se vuelven suicidas de sus almas, y

mi Voluntad en el bajo mundo es como un rey sin reino y sin pueblos, y las

criaturas viven como si no tuviesen ni Rey, ni Vida Divina, ni régimen,

porque falta el Rey del latido a su naturaleza humana, y el Rey del

pensamiento a sus almas, pero como por su inmensidad envuelve todo y a

todos, está obligada a vivir como sofocada en Sí misma, porque falta quien

reciba su Vida, su actitud, su régimen. Pero Ella quiere formar su reino

sobre la tierra, quiere tener su pueblo elegido y fiel, y por eso a pesar que

está en medio a las criaturas y vive desconocida y sofocada, no se detiene,

no parte para sus regiones celestiales, sino que persiste en estarse en medio

de ellas para hacerse conocer, quisiera hacer saber a todos el bien que quiere

hacer, sus leyes celestiales, su amor insuperable, su latido que palpita Luz,

Santidad, Amor, dones, Paz, Felicidad, y así quiere a los hijos de su reino.

 

 

1973

Por eso su Vida en ti, sus conocimientos, a fin que haga conocer qué

significa Voluntad Divina, y Yo gozo y me estoy escondido en mi misma

Voluntad para darle todo el campo y el desenvolvimiento de su Vida en ti."

Febrero 28, 1928

Así como Dios tiene en el Cielo la jerarquía de los ángeles con nueve

coros distintos, así tendrá la jerarquía de los hijos de su reino con otros

nueve coros. Condiciones de los confesores difuntos y cómo la memoria

del padre di Francia no será apagada en esta obra.

Estaba pensando en el Santo Querer Divino, y miles de pensamientos

se acumulaban en mi pobre mente, parecían como tantas luces más fuertes

que surgían y que después se unificaban en la misma Luz del Sol eterno de

aquel Fiat que no conoce ocaso; ¿pero quién puede decir lo que pensaba?

Pensaba en los tantos conocimientos que Jesús me había dicho acerca de su

Divina Voluntad y cómo cada uno de ellos lleva una Vida Divina al alma,

con la marca de una rara belleza, de felicidad, pero distinta la una de la otra,

que pone en común con quien tiene el bien de conocerla y amarla. Así que

pensaba entre mí: "Un conocimiento de más o de menos pondrá una gran

diferencia entre un alma y otra." Entonces sentía pena al recordar a mis

confesores difuntos que tanto interés habían tenido de hacerme escribir lo

que el bendito Jesús me decía sobre la Divina Voluntad, sentía pena del

venerable padre Di Francia que tantos sacrificios había hecho con venir de

lejos afrontando gastos para la publicación, y en el momento más importante

para conseguirlo Jesús se lo llevó al Cielo, así que no conociendo ellos todo

lo que respecta al Fiat, no poseerán todas las Vidas y rareza de bellezas y

felicidad que estos conocimientos contienen. Pero mientras mi mente se

perdía en tantos pensamientos, que si los quisiera decir todos me extendería

demasiado, mi dulce Jesús ha extendido sus brazos dentro de mi interior, y

expandiendo luz me ha dicho:

"Hija mía, así como tengo la jerarquía de los ángeles con nueve coros

distintos, así tendré la jerarquía de los hijos del reino de mi Fiat Divino. Ese

reino tendrá sus nueve coros y se distinguirán el uno del otro por la variedad

de las bellezas que habrán adquirido con el conocer, quién más y quién

menos, los conocimientos que pertenecen a mi Fiat, por eso cada

 

 

1974

conocimiento de más de mi Querer Divino es una nueva creación que forma

en las criaturas de felicidad y de belleza incomparable, porque es una Vida

Divina que corre dentro, que lleva en Sí todos los matices de las bellezas de

Aquél que las manifiesta, y todas las teclas y sonidos de las alegrías y

felicidad de nuestro Ser Divino. Así que si nuestra Paterna Bondad expone

su Vida, su Belleza y felicidad hasta crearla en medio a las criaturas, y ellas

no se interesan en conocerla para tomarla por medio de nuestros

conocimientos que ya les dimos, no es justo que reciban ni la belleza, ni los

sonidos de nuestras alegrías como dotes propias; tomarán lo que hayan

conocido, por eso habrá varios coros en la jerarquía del reino de mi

Voluntad Divina. Si supieras qué diferencia habrá entre quien lleva mis

conocimientos desde la tierra, y entre quien los adquirirá en el Cielo; los

primeros los tendrán como dotes propias y se verá en ellos como naturaleza

las bellezas divinas, y se oirán los mismos sonidos de las alegrías y

felicidades que hace oír y forma su Creador; en cambio en los segundos, no

será ni naturaleza en ellos, ni dotes propias, sino que los recibirán por efecto

de comunicación de los anteriores, casi como la tierra recibe los efectos del

sol, pero ella no posee la naturaleza del sol. Entonces aquellos que poseerán

todos los conocimientos formarán el coro más alto, y así según conozcan

vendrán formados los diversos coros. Pero todos aquellos que hayan

adquirido estos conocimientos, sea en todo o en parte, tendrán el noble título

de hijos de mi reino, porque estos conocimientos sobre mi Fiat, para quien

tiene el bien de conocerlos para hacer de ellos vida propia, tienen virtud de

ennoblecer a la criatura y hacer correr en su alma los humores vitales de la

Vida Divina, y de elevarla a su origen primero, y son como el pincel del

hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza, y pintan la imagen del

Creador en la criatura. Sin importar quien conozca de más o quien de

menos, no será destruida su nobleza, sucederá como por ejemplo de una

familia noble que tiene muchos hijos, algunos de estos hijos se dan al

estudio, otros a las bellas artes, así que éstos se elevan de más, tienen

puestos altos y decorosos, son más conocidos, amados y estimados, porque

por las ciencias que poseen hacen más bien en medio de las gentes, lo que no

hacen los otros hermanos, pero con todo y que éstos con sus sacrificios se

elevan tanto, no destruye el que los otros hermanos sean nobles, porque

todos llevan en ellos la sangre noble de su padre, por eso visten noblemente,

tienen modos nobles en el obrar y en el hablar, en todo, así serán los hijos de

mi Fiat, todos nobles, perderán la rudeza del querer humano, los míseros

harapos de las pasiones; las tinieblas de las dudas, de los temores, serán

puestas en fuga por la luz de mis conocimientos, y arrojará a todos en un

mar de paz. Entonces tus confesores pasados a la otra vida serán como el

 

 

1975

preludio de los hijos de mi Voluntad, porque el primero se sacrificó tanto y

trabajó por ayudar al pequeño campo de tu alma, y si bien en ese entonces

Yo poco te hablaba de mi Fiat, porque primero debía disponerte, él será

como el primer precursor, como el alba que anuncia el día del reino de mi

Voluntad; el segundo y el tercer confesor, que tanto tomaron parte y

conocieron en gran parte los conocimientos de Ella y tanto sacrificio

hicieron, especialmente el tercero, que amaba tanto el que fueran conocidos

y que tanto se sacrificó en escribir, serán como sol que despunta, que

poniéndose en curso forma el día pleno de luz; aquellos que siguen serán

como el pleno mediodía del gran día de mi Voluntad; según el interés que

han tenido y tendrán, serán puestos quien a la primera hora del día de mi

Querer, quien a la segunda, quien a la tercera y quien al pleno mediodía. ¿Y

crees tú que la memoria del padre Di Francia, sus tantos sacrificios y deseos

de hacer conocer mi Voluntad, hasta haber iniciado la publicación, sólo

porque me lo he traído al Cielo será apagada en esta gran obra de mi Fiat

Divino? No, no, es más, el tendrá el primer puesto, porque él con venir de

lejos, vino como en busca de la cosa más preciosa que pueda existir en el

Cielo y en la tierra, del acto que más me glorifica, es más, que me dará

gloria completa por parte de las criaturas y ellas recibirán bienes completos,

él preparó el terreno para hacer que fuese conocida mi Voluntad Divina, tan

es verdad, que no ahorró nada, ni gastos, ni sacrificios, y aunque no tuvo

cumplimiento la publicación, sólo con iniciarla preparó los caminos para

hacer que un día pueda ser conocida y tener vida la obra de mi Voluntad en

medio a las criaturas. ¿Quién podrá destruir que el padre Di Francia haya

sido el primer iniciador en hacer conocer el reino de mi Voluntad, y sólo

porque su vida se apagó no tuvo cumplimiento la publicación? Así que

cuando se conozca esta gran obra, su nombre, su memoria estará llena de

gloria y de esplendor y tendrá su acto primero en una obra tan grande, tanto

en el Cielo como en la tierra. En efecto, ¿por qué existe una batalla y casi

cada uno suspira la victoria de vencer en retener los escritos sobre mi Fiat

Divino? Porque él se llevó los escritos para publicarlos, si esto no hubiera

sido, ¿quién habría hablado de ello? Ninguno, y si él no hubiese hecho

comprender la importancia, el gran bien de estos escritos, ninguno se habría

interesado. Por eso hija mía, mi bondad es tanta, que premio

sobreabundantemente el bien que hace la criatura, especialmente en esta

obra de mi Voluntad que tanto me interesa. ¿Qué cosa no daré a quien se

ocupa y se sacrifica por poner a salvo los derechos de mi eterno Fiat?

Excederé tanto en el dar, que haré maravillar al Cielo y a la tierra."

Yo al oír esto pensaba entre mí: "Si tanto bien contienen estos

conocimientos, si Jesús bendito continúa después de mi muerte a decir otros

 

 

1976

conocimientos de su Fiat a otras almas, ¿no se atribuirá a aquélla una obra

tan grande?" Y Jesús moviéndose como de prisa en mi interior ha agregado:

"No, no hija mía, así como del padre Di Francia se dirá que ha sido el

primer propagador, de tus confesores que han sido cooperadores, así se dirá

que la pequeña hija de mi Voluntad ha sido la primera y la depositaria de un

bien tan grande, a la cual le venía confiado, y que fue escogida con misión

especial. Supón a alguien que haya hecho una invención importante, tal vez

los demás la propaguen, la difundan más, la imiten, la engrandezcan, pero

ninguno podrá decir: ‘Yo soy el inventor de esta obra.’ Siempre se dirá, el

inventor fue tal. Así será de ti, se dirá que el origen del reino de mi Fiat, la

depositaria ha sido la pequeña hija de mi Voluntad."

Marzo 3, 1928

Todas las cosas parten de un solo punto. Sublimidad del estado de

Adán. Por qué Nuestro Señor hasta ahora no ha manifestado su

estado feliz. Quien posee la unidad posee la fuente del bien.

Mi pobre corazón nadaba en el dolor de la privación de mi dulce

Jesús, me sentía sofocar por el dolor, y a cualquier costo habría querido

encontrar a Aquél por el cual soy tan torturada, para decirle mis angustias,

pero mientras esto pensaba, mi amable Jesús se ha movido en mi interior y

me ha dicho:

"Hija mía, no temas por lo que sientes en tu alma, porque no es otra

cosa que el trabajo que está haciendo en ti mi Fiat Divino. Él está

encerrando todo en ti, a todos y todo en ti, todos los siglos pasados y los

futuros, para hacer que todo lo que ha hecho el Supremo Querer en la

Creación ponga en ti su germen, para recibir de ti las satisfacciones y la

correspondencia que le deben las criaturas a todos sus actos, por eso no te

preocupes, porque en cada hora de tu vida son siglos que mi Voluntad

encierra, y es necesario que quien debe tener su acto primero en mi Voluntad

reinante, debe tener el origen de Ella, para poder desenvolver su Vida

Divina. Todas las cosas parten de un punto, y de aquel punto se ensanchan y

se difunden a todos, mira, también el sol tiene su primer punto, su centro de

luz, su esfera, y desde su centro llena de luz a toda la tierra, por eso sigue a

mi Voluntad y no te preocupes."

Después seguía mi giro en la Divina Voluntad, y llegando al edén para

unirme al estado de Adán antes de pecar, cuando poseía la unidad con su

 

 

1977

Creador, para recomenzar mis actos junto con él y para suplir y continuar

después que la perdió al caer en pecado, pensaba entre mí: "¿Por qué Jesús

bendito no ha manifestado a ninguno el estado sublime, las maravillas que

pasaban entre Adán inocente y su Creador, el océano de las felicidades, de

las bellezas que poseía? Todo estaba concentrado en él, todo de él partía.

Oh, si se conociera el estado de Adán, sus grandes prerrogativas, tal vez

todos suspirarían por regresar al origen de donde el hombre salió." Pero

mientras esto pensaba, mi dulce Jesús se ha movido en mi interior y todo

bondad me ha dicho:

"Hija mía, mi Paterna Bondad sólo manifiesta un bien cuando debe

llevar una utilidad a las criaturas, si esto no veo, ¿en qué aprovecharía el

manifestarlo? La historia del hombre inocente me es demasiado tierna, con

solo recordarla mi Amor surge, regurgita y forma sus olas altísimas para

verterse como se vertía sobre Adán inocente, y no encontrando en quien

verterlo, porque no encuentra otro Adán que lo reciba, capaz de darme sus

desahogos de amor, porque mi Fiat Divino íntegro en él mantenía la vida

recíproca de correspondencia entre el infinito y el finito, mi Amor sufre por

eso y regresando en Mí mis mismas olas de Amor, porque no encuentra a

quien dárselas, queda sofocado por mi mismo Amor. He aquí por qué no he

manifestado hasta ahora el estado de Adán inocente, ni él manifestó casi

nada de su estado feliz, porque al solo recordarlo se sentía morir de dolor, y

Yo me sentía sofocar por mi Amor. Ahora hija mía, queriendo restablecer el

reino de mi Divina Voluntad, veo la utilidad de manifestar el estado de Adán

inocente, y es esta la causa por la que frecuentemente te hablo de su estado

sublime, porque quiero repetir lo que hacía con él, y en virtud de mi Querer

quiero elevarte al estado primero de la creación del hombre. ¿Qué cosa nopuede darme la criatura que posee mi Fiat, la unidad de Él? Todo puede

darme y Yo todo puedo dar. Entonces pudiendo dar lo que manifiesto, mi

Amor no sofoca mis olas, más bien las pone fuera y viéndolas reproducidas

en la criatura goza, y siento que quiero manifestar lo que no se conoce para

utilidad y bien de ellas. Si tú supieras cuánto gozo en el dar, cómo festeja

mi Amor cuando veo dispuesta a la criatura que quiere recibir mis bienes,

serías más atenta a hacerme desahogar mi amor contenido."

Dicho esto ha hecho silencio y yo me sentía como abismada en el

Querer Divino, sus maravillas, lo que puede hacer el alma con poseer su

Voluntad me raptaban, y yo pequeñita nadaba en el mar de Luz del Fiat, y

conforme me movía así se alzaban olas de Luz, investidas estas olas de tintas

de variada belleza e iban a descargarse en el seno de mi Creador, y la

Paterna Bondad celeste viéndose investida por las olas de su pequeña, movía

sus olas hacia mí. ¡Oh Voluntad Suprema, cómo eres admirable, amable,

 

 

1978

deseable más que la misma vida, Tú me amas tanto que me pones en

competencia con mi Creador, queriendo que me ponga a la par con Aquél

que me ha creado! Pero mientras mi mente se perdía en el Fiat, mi dulce

Jesús ha agregado:

"Hija mía, quien posee la unidad de mi Querer es dueña de obrar y de

hacer cuanto bien quiere, porque tiene ne sí la fuente del bien, la tiene a su

disposición, siente en sí los toques continuos de su Creador, las olas de su

paterno amor y se sentiría deamsiado ingrata si no formase sus olas, mucho

más que siente correr en su alma su pequeño mar, surgido del mar inmenso

de Aquél que la ha creado. En cambio quien no posee su unidad, no posee la

fuente, por lo tanto tiene necesidad, si quiere hacer el bien, de la liberalidad

divina en cada acto bueno que quiere hacer, casi acto por acto debe pedir la

gracia para poder cumplir el bien que quiere, en cambio quien posee mi

unidad, el bien se convierte en naturaleza, y sólo con que quiera obrar,

encuentra la fuente del bien en sí y obra."

Marzo 8, 1928

Dios creó al hombre para tenerlo sobre sus rodillas y hacerlo ser el

repetidor de sus actos. Jesús le hace ver cómo pone todos los volúmenes

escritos sobre su Querer, todos ordenados en su corazón. Amor de

Jesús por los escritos y el bien que harán. Quien se decide a vivir en el

Fiat, es atado con cadenas de luz.

Continuaba estando toda abandonada en el Santo Querer Divino,

siguiendo sus innumerables actos como mejor podía, porque es tanta su

multiplicidad, que muchas veces no puedo ni seguirlos, ni numerarlos todos,

y debo contentarme con mirarlos, pero no abrazarlos; su actividad supera en

modo increíble la actitud humana, y por eso a mi pequeñez no le es dado

hacer todo, sino sólo de hacer cuanto más puedo y de no salir jamás de

dentro de las obras del Fiat Divino. Mientras mi mente se perdía en las

obras del Querer Divino, mi dulce Jesús moviéndose en mi interior me ha

dicho:

"Hija mía, nuestra Paterna Bondad creó al hombre para tenerlo sobre

nuestras rodillas paternas, para gozárnoslo continuamente y él gozársela en

modo perenne con su Creador, y para ser estables sus y nuestros gozos lo

teníamos sobre nuestras rodillas, y como nuestra Voluntad debía ser también

la suya, Ella ponía el eco de todos nuestros actos en el fondo del hombre que

 

 

1979

amábamos como hijo nuestro, y nuestro hijo al oír nuestro eco, se volvía el

repetidor de los actos de su Creador. ¿Qué contentos no se formaban entre

él y Nosotros al resonar en el fondo del corazón de nuestro hijo este nuestro

eco creante, que formaba en él el orden de nuestros actos, la armonía de

nuestras alegrías y felicidad, la imagen de nuestra Santidad? Qué tiempos

felices para él y para Nosotros. ¿Pero sabes tú quien arrancó de nuestras

rodillas paternas a este hijo tan amado por Nosotros? El querer humano.

Nos lo alejó tanto, que perdió nuestro eco creante, y por eso no supo más

nada de lo que hacía su Creador, y Nosotros perdimos la felicidad de ver a

nuestro hijo feliz y entretenerse sobre nuestras rodillas paternas, porque en él

entró el eco de su querer que lo amargaba, lo tiranizaba con las pasiones más

degradantes, de volverlo tan infeliz de dar piedad. Es propiamente esto lo

que significa vivir en nuestro Querer, vivir sobre nuestras rodillas paternas,

al cuidado de Nosotros, a expensas nuestras, en la opulencia de nuestras

riquezas, alegrías y felicidad. Si tú supieras el contento que sentimos al ver

a la criatura vivir sobre nuestras rodillas, toda atenta a oír el eco de nuestra

palabra, el eco de nuestras obras, el eco de nuestros pasos, el eco de nuestro

Amor, para ser la repetidora de ellos, tú estarías más atenta para no dejar que

se te escape nada de nuestro eco, para darnos el contento de ver a tu

pequeñez ser la repetidora de los actos de tu Creador."

Yo al oír esto le he dicho: "Amor mío, si se debe vivir en tu Querer,

viviendo sobre tus rodillas paternas no se debe hacer nada, ni obrar, ni

caminar, ¿de otra manera cómo se puede estar sobre tus rodillas?" Y Jesús:

"No, no, se puede hacer todo, nuestra inmensidad es tanta, que

dondequiera encontrará nuestras rodillas paternas, siempre prontas a sus

actos, que se prestan para tenerlo dondequiera estrechado sobre las rodillas

divinas, mucho más que lo que ella hace no es otra cosa que el eco de lo que

Nosotros hacemos."

Después de esto me sentía preocupada por estos escritos sobre la

Divina Voluntad, y mi dulce Jesús se hacía ver en mi interior que tenía todos

los volúmenes escritos sobre Ella, y que uno por uno los tomaba en sus

manos, los miraba con tal ternura amorosa, como si le quisiera estallar el

corazón, y conforme los tomaba, los ponía todos ordenados en su corazón

santísimo. Yo he quedado maravillada al ver con cuánto Amor amaba

aquellos escritos y con cuánto celo los encerraba en su corazón para

custodiarlos, y Jesús al ver mi admiración me ha dicho:

"Hija mía, si tú supieras cuánto amo estos escritos, ellos me cuestan

más que la misma Creación y Redención, cuánto Amor y trabajo he puesto

en estos escritos, me cuestan mucho, mucho; tienen dentro todo el valor de

mi Voluntad, son la manifestación de mi reino y la confirmación de que

 

 

1980

quiero el reino de mi Voluntad Divina en medio a las criaturas, el bien que

harán será grande, serán como soles que surgirán en medio a las densas

tinieblas del querer humano, como vidas que pondrán en fuga la muerte a las

pobres criaturas, ellos serán el triunfo de todas mis obras, la narración más

tierna, más convincente de cómo amé y amo al hombre. Por eso los amo con

tal celo que los custodiaré en mi corazón divino, no permitiré que ni siquiera

una palabra se pierda; ¿qué cosa no he puesto en estos escritos? Todo,

Gracia sobreabundante, Luz que ilumina, calienta, fecunda, Amor que hiere,

verdades que conquistan, atractivos que raptan, Vidas que llevarán la

resurrección del reino de mi Voluntad. Por eso también tú aprécialos y

tenles la estima que merecen y goza del bien que harán."

Después seguía mi abandono en el Fiat, me sentía toda investida por

su Luz interminable, y mi adorable Jesús ha agregado:

"Hija mía, en cuanto el alma se decide a vivir en mi Voluntad Divina,

sin dar más vida a la suya, Yo, para estar seguro y para dar seguridad a ella,

la ato con cadenas de Luz, y hago esto para no quitar el libre albedrío, don

dado a la criatura en la Creación, y lo que Yo doy una vez no lo quito, a

menos que la propia criatura rechace mis dones, por eso la ato con la Luz,

porque queriendo se puede salir cuando quiera, pero para salir debe hacer un

esfuerzo increíble, porque estas cadenas de Luz investirán sus actos, y en

cada acto suyo sentirá y verá la belleza, la gracia, la riqueza que esta Luz

comunica a sus actos y que formará el encanto y el verdadero eclipse al

querer humano, de modo que se sentirá feliz y honrada de ser atada con estas

cadenas tan nobles que le llevarán tanto bien, y deseará que el querer

humano no tenga más vida en sus actos y suspirará con ardor que el Querer

Divino tome su puesto. Así que se sentirá libre y atada, pero no forzada,

sino espontánea en su libre voluntad, alentada por el gran bien que le viene,

de modo que verá sus actos circundados por tantos anillos de Luz que

formando cadenas la transforman en la misma Luz, y en cada acto suyo el

alma emitirá tantas voces armoniosas y bellas, como sonidos argentinos, que

hiriendo el oído de todo el Cielo, hará conocer que mi Voluntad Divina está

obrando en la criatura."

Marzo 11, 1928

Diferencia entre Jesús y la Virgen. Toda la Vida escondida de Jesús en

Nazaret fue el llamado del reino de la Voluntad Divina sobre la tierra.

La voluntad humana es la fuente del bien o del mal.

 

 

 

1981

Estaba pensando en qué diferencia habría entre la Virgen Santa y mi

amable Jesús, siendo que en los dos el Querer Divino tenía su Vida, su pleno

dominio, su reino, y mi dulce Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, en Mí y en la Reina Celestial una era la Voluntad que nos

animaba, una la Vida, pero entre Ella y Yo había una diferencia tal como

entre una habitación en que por todas partes le entra la luz del sol, de manera

que la luz la inviste, la domina, no hay parte de esta habitación en que la luz

no tiene su puesto de reina, así que ella es presa de la luz, recibe siempre luz

y crece bajo el influjo de la luz; en cambio otra habitación posee dentro de

ella la esfera del sol, así que la fuente de la luz no la recibe de afuera, sino

que la posee dentro, ¿no hay diferencia entre la una y la otra? Esta misma

diferencia hay entre mi Mamá y Yo, Ella es la habitación investida por la

luz, se hizo presa suya y el Sol de mi Voluntad le daba siempre, siempre, la

nutrió de Luz y crecía en los rayos interminables del Sol eterno de mi Fiat,

en cambio mi Humanidad poseía en Sí misma la esfera del Sol Divino, su

fuente que siempre surge sin disminuir jamás, y la Soberana Reina tomaba

de Mí la Luz que le daba la vida y la gloria de Reina de la Luz, porque quien

posee un bien se puede llamar reina de aquel bien."

Después de esto seguía al Fiat Divino, haciendo mi giro en Él, y

habiendo llegado a la casa de Nazaret donde mi amable Jesús había hecho su

Vida oculta, para seguir sus actos, estaba diciéndole: "Amor mío, no hay

acto que Tú haces en que mi te amo no te siga para pedirte por medio de tus

actos el reino de tu Voluntad; mi te amo te sigue dondequiera, en los pasos

que das, en las palabras que dices, en la madera que trabajas, y mientras

golpeas la madera golpeas el querer humano, a fin de que sea destruido y

resurja tu Querer Divino en medio a las criaturas; mi te amo corre en el agua

que bebes, en el alimento que tomas, en el aire que respiras, en los ríos de

amor que pasan entre Tú y tu Mamá y San José, en las oraciones que haces,

en tu latido ardiente, en el sueño que tomas. ¡Ah, cómo quisiera estar cerca

de Ti para susurrarte al oído: "Te amo, te amo, haz que venga tu reino!"

Ahora, mientras hubiera querido que mi te amo hiciera corona a todos los

actos de Jesús, Él se ha movido en mi interior y me ha dicho:

"Hija mía, toda mi Vida oculta, y que fue tan prolongada, no fue otra

cosa que el llamamiento del reino de mi Voluntad Divina sobre la tierra,

quise rehacer en Mí todos los actos que debían hacer las criaturas en Ella,

para después dárselos a ellos, y lo quise hacer junto con mi Mamá, la quise

siempre junto en mi Vida oculta para formar este reino. Dos personas

habían destruido este reino de mi Fiat Divino, Adán y Eva; otras dos, Yo y la

Soberana Reina debíamos rehacerlo. Así que primero pensé en el reino de

mi Voluntad Divina, porque la voluntad humana había sido la primera en

 

 

1982

ofender a la mía con sustraerse de Ella, todas las otras ofensas vinieron en

segundo grado, como consecuencia del primer acto. La voluntad humana es

la vida o la muerte de las criaturas, su felicidad o su tiranía y desventura en

la cual se precipita, su ángel bueno que la conduce al Cielo, o

transformándose en demonio la precipita al infierno; todo el mal está en la

voluntad, como también todo el bien, porque ella es como fuente de vida

puesta en la criatura, que puede hacer brotar alegrías, felicidad, santidad,

paz, virtud, o bien arroja de sí fuentes de penas, de miserias, de pecados, de

guerras que destruyen todos los bienes. Por eso en esta Vida oculta de

treinta años, primero pensé en el reino de mi Voluntad, y después con la

pequeña Vida pública de apenas tres años pensé en la Redención, y mientras

que al formar el reino de mi Fiat Divino tuve conmigo siempre junto a la

Mamá Celestial, en la Vida pública no la tuve, al menos su presencia

corporal, porque para el reino de mi Fiat me constituía Yo Rey y a la Virgen

Reina, para ser primero Yo, y después Ella el fundamento del reino

destruido por la voluntad humana. Mira entonces cómo el reino de mi

Querer Divino, por necesidad, por razón y por consecuencia era formado con

mi venida sobre la tierra en primer orden, no habría podido formar la

Redención si no hubiese satisfecho a mi Padre Celestial del primer acto

ofensivo que le había hecho la criatura, así que el reino de mi Voluntad está

formado, no queda otra cosa que hacerlo conocer, y por eso no hago otra

cosa que seguir junto contigo y dotarte con los actos que hice para formarlo,

acompañar tus actos para que corra en ellos el fundamento de los míos, estoy

muy atento para que tu querer no tenga vida, a fin de que el mío esté libre.

En suma, estoy haciendo contigo como con una segunda madre, llamando

todos los actos hechos junto con la Virgen para ponerlos en ti, por eso sé

atenta en seguir en todo a mi Voluntad."

Sea todo para gloria de Dios y cumplimiento de su Santísima

Voluntad.

Deo Gratias