VOLUMEN 23
Luisa Piccarreta Volumen 23
I. M. I.
Fiat!!!
Septiembre 17, 1927
Las penas son como el fierro forjado por el
martillo, que echa chispas. Diferencia entre
la cruz de la Humanidad de Nuestro Señor
y la de la Divina Voluntad. El acto
incesante del Querer Divino.
Jesús mío, vida de mi pobre corazón, ven a sostener mi debilidad, soy
una pequeña niña aún y siento la necesidad extrema de que me tengas entre
tus brazos, que guíes mi mano mientras escribo, que pongas las palabras en
mi boca, que me des tus pensamientos, tu luz, tu Amor y tu mismo Querer, y
si no lo haces yo me estaré como niña caprichuda sin hacer nada. Y si Tú
amas tanto el hacer conocer tu Santísimo Querer, el primero en sacrificarse
serás Tú, yo entraré en orden secundario, por eso amor mío transfórmame en
Ti, quítame la torpeza, porque siento que no puedo más, y yo seguiré
cumpliendo tu eterno Querer aun a costa de mi vida.
Después, siguiendo mi abandono en la Divina Voluntad, me sentía
bajo el yugo de las penas, y mi amado Jesús estrechándome a Sí para darme
la fuerza me ha dicho:
"Hija mía, las penas son como el fierro forjado por el martillo, que lo
hace centellear de luz e inflamarse tanto, de cambiarse en fuego, y bajo los
golpes que recibe pierde la dureza, se reblandece, de modo que se le puede
dar la forma que se quiere. Así es el alma, bajo los golpes del dolor pierde la
dureza, centellea luz, se transforma en mi Amor y se vuelve fuego, y Yo,
artífice divino, encontrándola moldeable le doy la forma que quiero. ¡Oh,
cómo me deleito en hacerla bella! Soy artífice celoso y quiero la gloria y el
reconocimiento, porque ninguno puede y sabe hacer mis estatuas, mis vasos,
tanto en la forma como en la belleza y mucho menos en la finura; y en la luz
que centellea las convierte todas en verdad. Así que cada golpe que le doy
le preparo una verdad para manifestar, porque cada golpe es una chispa que
el alma pone fuera de sí, y Yo no las pierdo como las pierde el artífice al
golpear el fierro, sino que me sirvo de ellas para investirlas de luz, de
31 Este libro ha sido traducido directamente del original manuscrito de Luisa Piccarreta
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verdades sorprendentes, de manera que al alma le sirven como la más bella
vestimenta y le suministran el buen alimento de la Vida Divina."
Después de esto seguía a mi dulce Jesús, pero estaba tan afligido y
sufriente que daba piedad, y yo le he dicho: "Dime amor mío, ¿qué tienes?
¿Por qué sufres tanto?" Y Jesús ha agregado:
"Hija mía, sufro por el gran dolor de mi Voluntad. Mi Humanidad
sufrió, tuvo su cruz, pero su vida fue breve sobre la tierra, en cambio la Vida
de mi Voluntad ha sido muy prolongada en medio de las criaturas, son ya
seis mil años y durará aún más, y ¿sabes tú quién es la cruz continuada de
Ella? La voluntad humana, y cada acto de ella opuesto a la suya, y cada acto
de la mía que no recibe, es una cruz que forma a mi eterno Querer, por lo
tanto las cruces de Él son innumerables. Si tú observas toda la Creación la
encontrarás toda llena de cruces formadas por el querer humano: Mira el
sol, mi Divino Querer lleva su luz a las criaturas, y ellas toman su luz y no
reconocen a quien les lleva esta luz, y mi Querer recibe en el sol tantas
cruces por cuantas criaturas no lo reconocen, y mientras gozan esta luz se
sirven de la misma luz para ofender a aquel Querer Divino que las ilumina,
¡oh, cómo es duro y doloroso hacer el bien y no ser reconocido! El viento
esta lleno de cruces, cada ráfaga es un bien que lleva a las criaturas, éstas
toman y gozan aquel bien pero no reconocen a Aquél que en el viento las
acaricia, las refresca, les purifica el aire y por eso se siente clavar clavos de
ingratitud, y cruces a cada viento que espira . El agua, el mar, la tierra, están
llenos de cruces formadas por el querer humano; ¿quién no se sirve del agua,
del mar y de la tierra? Todos, sin embargo mi Querer que conserva todo y es
vida primaria de todas las cosas creadas no es reconocido, y sólo está en
ellas para recibir las cruces de la ingratitud humana, por eso las cruces de mi
Querer son sin número y más dolorosas que aquella de mi Humanidad;
mucho más que a ésta no le faltan las almas buenas que han comprendido su
dolor, sus tormentos, las penas que me hicieron sufrir y también la muerte, y
me han compadecido y reparado por lo que Yo sufrí en mi vida mortal; en
cambio aquéllas de mi Fiat Divino son cruces que no se conocen y por lo
tanto están sin compadecimiento y sin reparación, y por eso es tanto el dolor
que siente mi Querer Divino en toda la Creación, que hace estallar ahora a la
tierra, ahora al mar, ahora al viento en dolor, y en su dolor descarga flagelos
de destrucción; es el extremo dolor de Él, que no pudiendo más golpea a
aquellos que no lo reconocen. He aquí el por qué te llamo frecuentemente a
girar en toda la Creación, es para hacerte conocer lo que mi Querer hace en
ella, el dolor y las cruces que recibe de las criaturas a fin de que tú lo
reconozcas en cada cosa creada, lo ames, lo adores, lo agradezcas, y seas la
primera reparadora y consoladora de un Querer tan Santo, porque sólo quien
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vive en mi Voluntad puede penetrar en sus actos y reconocer sus dolores, y
con su misma Potencia volverse defensora y consoladora de mi Voluntad,
que desde hace tantos siglos vive aislada y crucificada en medio de la
familia humana."
Entonces, mientras Jesús decía esto yo miraba la Creación y la veía
toda llena de cruces, tantas que no se podían contar, y el Querer Divino
conforme emitía sus actos fuera de Sí para darlos a las criaturas, el querer
humano ponía fuera su cruz para crucificar aquellos actos divinos. ¡Qué
dolor, qué pena! Y mi amado Jesús ha agregado:
"Hija mía, mi eterno Fiat tuvo un acto incesante hacia las criaturas
desde que creó toda la Creación, pero estos actos suyos, porque faltaba en
las criaturas mi Voluntad reinante, no fueron recibidos por ellas y por eso
quedaron suspendidos en toda la Creación en mi mismo Querer Divino.
Ahora, al venir Yo sobre la tierra, mi primer interés fue el de retomar en Mí
el acto incesante de Él, que había quedado suspendido en Sí mismo porque
no había podido tomar lugar en la criatura, y mi Humanidad unida al Verbo,
primero debía dar lugar a este su acto incesante, darle la satisfacción por él,
y esta fue mi Pasión desconocida, la más prolongada y dolorosa, y después
me ocupé de la Redención. El primer acto en la criatura es la voluntad,
todos los demás actos, sean malos o buenos entran en el orden secundario, y
por eso Yo debí primero tener interés de poner a salvo, en Mí, todos los
actos de mi Divina Voluntad, descender en lo bajo de los actos humanos
para reunir juntas la una y la Otra, a fin de que viendo puestos a salvo sus
actos, pudiese contentarla con las criaturas. Ahora, hoy te invito a retomar
en ti estos actos rechazados por las criaturas, porque mi Querer continúa con
su acto incesante y queda con el dolor de verlo suspendido en Sí mismo,
porque no encuentra quien los reciba, ni quien los quiera, ni quien los
conozca, por eso sé atenta en trabajar y sufrir junto conmigo para el triunfo
del reino de mi Divina Voluntad."
Septiembre 21, 1927
El alma que vive en el Querer Divino pone en ejercicio los
actos de Él. La verdad es vida perenne y milagro continuado.
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Estaba girando por toda la Creación y pedía en cada cosa creada el
reino del Fiat Supremo, y mi adorado Jesús moviéndose en mi interior me ha
dicho:
"Hija mía, como todas las cosas creadas están fijas en Dios, conforme
tú, en cada una de ellas pides el reino de mi Divina Voluntad, así las cosas
creadas se mueven en Dios y piden mi reino, cada una de ellas forma su ola
suplicante, el movimiento incesante para pedir lo que tú quieres, y como las
cosas creadas no son otra cosa que actos salidos de mi Divina Voluntad, a
los cuales les dio a cada uno un oficio, así tú, conforme pides mi reino en
cada cosa creada, pones en ejercicio todos los oficios de los actos de mi
Supremo Querer en torno al Ente Divino, y haces que nuestra Bondad,
nuestra Potencia, nuestra Justicia y Misericordia, nuestro Amor, nuestra
Sabiduría, pidan el reino de nuestra Voluntad, porque cada cosa creada
contiene, cada una, una cualidad nuestra, y Nosotros sentimos que nos llegan
una después de la otra, olas de bondad, de potencia, de justicia, de
misericordia, de amor, de sabiduría, que con modos divinos suplican,
ruegan, piden el reino del Fiat Divino en medio de las criaturas, y Nosotros
al vernos tan asediados por los mismos actos de nuestro Querer Divino, nos
preguntamos: ‘¿Quién es aquélla que mueve una Voluntad tan grande, con
todos sus innumerables actos, a pedirnos que demos nuestro reino a las
criaturas?’ Y nuestros actos nos responden: ‘Es la pequeña hija del eterno
Querer, es la hija de todos nosotros que con tanto amor mueve nuestros actos
a pedir lo que todos queremos.’ Y en el exceso de nuestro Amor decimos:
‘¡Ah, es la pequeña hija de nuestro Querer, déjenla hacer, a ella le es dado el
penetrar dondequiera, déjenle libre el paso, porque ella no hará otra cosa, ni
pedirá, sino lo que Nosotros queremos.’
Después de esto estaba pensando en todo lo que mi adorado Jesús me
había dicho acerca de su Divina Voluntad, y como si quisiera pruebas más
ciertas de que era Jesús el que me hablaba. Entonces Jesús saliendo de mi
interior me ha dicho:
"Hija mía, no hay otra prueba más cierta y segura, y que pueda hacer
más bien tanto a ti como a los demás, que el haberte manifestado tantas
verdades; la verdad es más que el milagro, ella lleva consigo la Vida Divina
permanente, y a donde llega si hay alguien que la escuche, biloca la verdad
junto con su Vida para darse a quien la quiera. Por lo tanto mis verdades son
luz perenne, no sujeta a apagarse y Vida que jamás muere; ¿qué bien no
puede producir una verdad mía? Puede formar santos, puede convertir las
almas, puede poner en fuga las tinieblas y tiene virtud de renovar todo el
mundo, por eso es que hago un milagro más grande cuando manifiesto una
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verdad, que cuando doy otras pruebas de que soy Yo el que va al alma, o que
si hiciera otras cosas milagrosas, porque éstas son sombra de mi Potencia,
son luz pasajera, y como es pasajera no lleva a todos la virtud milagrosa,
sino que se reduce al individuo que ha recibido el milagro, y muchas veces
quien ha recibido el milagro ni siquiera se hace santo. En cambio la verdad
contiene la Vida, y como vida lleva su virtud a quien la quiera. Ten por
cierto hija mía, que si Yo al venir a la tierra no hubiera dicho tantas verdades
en el evangelio, a pesar de que hubiera hecho milagros, la Redención habría
sido obstaculizada, sin desarrollo, porque las gentes no encontrarían nada, ni
enseñanzas, ni luz de verdad para aprender los remedios, para encontrar el
camino que conduce al Cielo. Así sería de ti si no te hubiera dicho tantas
verdades, especialmente acerca de mi adorable Voluntad, que ha sido el más
grande milagro que he hecho en estos tiempos, ¿qué bien traería tu misión
tan grande, confiada a ti, de hacer conocer el reino del Fiat Supremo? En
cambio con el haberte dicho tantas verdades acerca de Él, se puede conocer
mi Divina Voluntad en el mundo, puede ser restituido el orden, la paz, la luz,
la felicidad perdida; todas estas verdades llevarán al hombre en su regazo a
su Creador, para darse el primer beso de la Creación y para ser restituida en
ella la imagen de Aquél que la creó; si tú supieras el gran bien que llevarán a
las criaturas todas las verdades que te he dicho, te estallaría el corazón de
alegría; además no puedes temer de que el enemigo infernal pudiese osar el
manifestarte una sola verdad acerca de la Divina Voluntad, porque él ante la
Luz de Ella tiembla, huye, y cada verdad sobre mi Voluntad es para él un
infierno de más, y como no quiso ni amarla ni hacerla, se cambió para él en
tormentos que no tendrán fin; él, ante la sola palabra Voluntad de Dios, se
siente de tal manera quemar, que monta en furor y odia aquella Santa
Voluntad que lo atormenta más que el mismo infierno. Por eso puedes estar
segura de que Voluntad de Dios y enemigo infernal no están jamás de
acuerdo, ni juntos, ni cerca, su Luz lo eclipsa y lo precipita en las
profundidades del infierno. Por lo tanto, lo que te pido es que ninguna
verdad o simple palabra acerca de mi Querer Divino la dejes perder, porque
todo debe servir para cumplir la cadena de los milagros perennes, para hacer
conocer el reino de Él y para restituir la felicidad perdida a las criaturas."
Septiembre 25, 1927
Quien vive en el Querer Divino no encuentra camino para salir de Él,
y contiene todos los gérmenes de la gloria que posee la Creación.
Jesús la llama junto con Él al trabajo de su reino.
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Me sentía bajo la opresión de la privación de mi dulce Jesús y pensaba
entre mí: "Yo no sé cómo mi amado Jesús me deja, ¿no piensa Él que yo me
puedo volver más mala sin Aquél que es mi vida, y que es el único que me
puede infundir la vida de obrar el bien? Ya no se preocupa de nada, ni de
vigilarme, ni de apresurarme, ni de corregirme." Pero mientras esto
pensaba, mi adorado Jesús ha salido de dentro de mi interior y me ha dicho:
"Hija mía, porque estoy seguro de que tú no puedes salir de dentro del
gran mar de mi Divina Voluntad, habiéndote Yo puesto en Ella y tú con tu
plena adhesión has querido entrar, por lo tanto no hay caminos por donde
puedas salir, porque de este mar no se encuentran los confines, por cuanto
caminaras dentro no encontrarías ni su playa ni su fin, por lo tanto Yo estoy
seguro de que mi pequeña hija no puede salir de dentro del mar de mi
Voluntad, y por eso Yo me alejo en el mismo mar y tú me pierdes de vista,
pero como uno es el mar en el que estamos, todo lo que tú haces tiene el
camino para llegar a Mí, y como llegan a Mí tus actos estoy seguro de que
estás en mi mar, y por eso no me preocupo; mientras que antes Yo no estaba
seguro de ti, por eso tenía tanta premura en vigilarte, en empujarte y no te
dejaba jamás, porque no te veía en el fondo del mar de mi Divina Voluntad,
de la cual no hay temor de que puedas salir, porque esto es lo bello del vivir
en mi Divino Querer, que todos los peligros y temores quedan desterrados,
en cambio quien vive resignado o hace la Voluntad Divina, está siempre en
peligro y en temor, y puede encontrar tantos caminos que lo alejen del mar
inmenso del Fiat Supremo."
Entonces yo me he abandonado toda en aquel mar y me sentía feliz de
no poderme salir de él, y mi dulce Jesús ha agregado:
"Hija mía, mi Fiat Omnipotente en la Creación creaba tantas cosas,
poniendo en cada una de ellas un bien para las criaturas, para recibir la
correspondencia de la gloria por parte de ellas, por cuantas cosas ponía fuera
a la luz del día, ¿pero sabes tú en quién venía depositada esta gloria que
esperaba tu Creador? Eres tú hija mía, porque viviendo en mi Querer y
poseyéndolo, posees todos los gérmenes de cada gloria que cada una de las
cosas creadas posee, y por eso conforme giras en la Creación sientes en ti el
bien que cada cosa creada contiene, y tú haces tu oficio de hacer salir de ti
aquella gloria que tu Creador con tanto amor espera. Qué armonía, qué
orden, qué amor, qué encanto de belleza hay entre el alma que vive en mi
Voluntad y entre todas las cosas creadas por Mí, están de tal manera
vinculadas entre ellas que parecen inseparables; el alma que vive en mi
Divino Querer vive en el pleno día, y sus actos, sus pensamientos, sus
palabras, no son otra cosa que los reflejos de Él, el Sol de mi Querer se
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refleja más que dentro de un cristal en ella y ella piensa, refleja y habla,
refleja y obra, refleja y ama, no hay cosa más grande ni más bella que un
alma que vive de los reflejos de este Sol, estos reflejos la tienen en
comunidad con los actos de su Creador y en posesión de sus mismos bienes.
Además de esto tú debes saber que así como mi Humanidad encerraba todos
los bienes de la Redención y los sacó fuera para bien de los redimidos, así
mismo quiso encerrar en Sí todos los actos y bienes de los hijos del reino de
mi Fiat Divino, entonces conforme el alma hace sus actos en Él, Yo
ensancho la capacidad de ella y en ella pongo mis actos, y así, conforme
poco a poco entra en mi reino y va haciendo sus actos, así Yo voy siempre
ensanchando su capacidad para poner en ella todos los actos que posee mi
Humanidad, para completar en ella el reino de mi Voluntad. Por eso Yo te
llamo a trabajar junto conmigo en este mi reino, Yo trabajo preparando la
tierra, es necesario purificarla, está demasiado manchada, hay ciertos puntos
que no merecen existir más, tantas son las infamias, por eso es necesario que
desaparezcan tanto los habitantes como la misma tierra ensuciada. El reino
de mi Divina Voluntad es el reino más santo, más puro, más bello y
ordenado que debe venir sobre la tierra, por eso es necesario que la tierra sea
preparada, purificada, así que mientras Yo trabajo en purificarla, y si es
necesario destruyendo lugares y personas indignas de un reino tan santo, tú
trabajarás con mover Cielo y tierra con tus actos hechos en mi Querer, tu eco
sea incesante, lo harás resonar en toda la Creación pidiendo el reino de mi
Fiat, tus actos continuos y si es necesario tus penas y hasta tu vida para pedir
y conseguir un bien tan grande y un reino que traerá tanta felicidad. Por eso
no prestes atención a otra cosa, sino al trabajo que te toca hacer."
Pero con todo lo que decía Jesús sentía temor de que Él me pudiera
dejar, o bien alejarse tanto en este mar de su bendito Querer, que quien sabe
cuando regresaría a su pequeña torturada por amor suyo, y Jesús moviéndose
en mi interior me ha dicho:
"Pobre pequeña hija mía, se ve que eres una niña, la cual no se aflige
ni toma cuidado de nada más que estar en brazos de su mamá, y si, jamás
sea, la mamá la deja por poco tiempo, llora, está inconsolable y es toda ojos
para ver a su mamá y lanzarse a sus brazos. Así eres tú, pobre pequeña mía,
pero tú debes saber que la mamá, puede ser que deje a su niña, pero Yo no
dejaré jamás a mi pequeña criatura, es mi interés no dejarte, tengo mi
Voluntad en ti, en ti están mis actos, mis propiedades, por eso teniendo de lo
mío en ti, tengo interés de no dejarte, es más, mis mismas cosas me llaman a
ti y Yo vengo a gozar mis cosas, mi Voluntad Divina reinante en ti. Sólo
podrías temer que te dejase cuando te dijera: ‘Dame lo mío, dame mi
Voluntad.’ Pero tu Jesús no te dirá esto jamás, por eso estate en paz."
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Septiembre 28, 1927
En la Divina Voluntad no puede haber imperfecciones, y se debe entrar
en Ella desnudo del todo. Quien no hace la Divina Voluntad destruye la
Vida Divina en sí, y esto es un delito que no merece piedad. Sólo la
Divina Voluntad es reposo. Castigos.
Me sentía toda abandonada en el Fiat Supremo, pero en medio a la
Santidad de un Querer tan santo me sentía imperfecta, mala y pensaba entre
mí: "¿Cómo puede ser que mi amado Jesús me dice que me hace vivir
dentro de su Querer Divino y sin embargo me siento tan mala?" Y mi
adorado Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, en mi Voluntad Divina no puede haber ni imperfecciones ni
maldades, Ella tiene la virtud purificadora y destructora de todos los males,
su Luz purifica, su fuego destruye hasta la raíz del mal, su Santidad santifica
y embellece, de manera que debe servir para hacerla feliz y tomarse todas
sus delicias con quien vive en Ella, no admite a vivir en mi Querer Divino a
criaturas que puedan llevar en ellas imperfecciones, amarguras, serían cosas
contra su naturaleza, y por eso jamás podría admitirlas a vivir en Ella; más
bien lo que tú dices son impresiones de fealdad, de imperfecciones, de
maldades, y mi Voluntad se sirve de ellas como escabel o tierra que se tiene
debajo de los pies, que ni siquiera las mira y sólo piensa en gozarse a su
pequeña hija y en ponerle en su regazo sus actos, sus alegrías, sus riquezas
para volverla feliz, y así poder gozar de la felicidad de ella. Mi Voluntad da
lo que tiene y no admite en Ella cosas que no le pertenezcan, aun mínimas,
por eso quien quiere vivir en Ella debe entrar desnudo del todo, porque la
primera cosa que hace mi Querer es vestir al alma de luz, embellecerla con
adornos divinos, imprime sobre la frente el beso de la paz perenne, de la
felicidad y de la firmeza; lo humano no tiene nada que hacer en Ella, no
tiene ni vida ni lugar, y el alma misma siente tal rechazo hacia lo que no
pertenece a mi Querer, que daría la vida antes que tomar parte en lo que no
pertenece a la santidad de mi Divina Voluntad."
Después seguía mi abandono en el Fiat Divino, y mi dulce Jesús ha
agregado:
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"Hija mía, mi Divina Voluntad fue dada desde el principio de la
Creación como Vida de las criaturas, y Ella tomó el empeño de mantener
esta su Vida en ellas integra, bella, en su pleno vigor, suministrándole en
cada acto de criatura un acto divino de Ella, un acto de la altura de su
Santidad, de su Luz, de su Potencia y Belleza; Ella se ponía a la expectativa
esperando los actos de las criaturas para darles de lo suyo, de modo de hacer
en ellos un portento de Vida Divina digna de su Potencia y Sabiduría. Para
comprender esto basta sólo el decir que mi Querer Divino debía formar
tantas Vidas de Sí mismo en cada una de las criaturas, y por eso ponía en
ejercicio de trabajo toda su habilidad y cualidades infinitas que poseía.
Cómo habrían sido bellas estas Vidas Divinas en las criaturas, Nosotros
mirándolas debíamos encontrar en ellas nuestro reflejo, nuestra imagen, el
eco de nuestra felicidad; ¡qué alegría, qué fiesta habría sido la Creación para
Nosotros y para las criaturas!
Ahora tú debes saber que quien no hace mi Divina Voluntad y quien
no vive en Ella, quiere destruir la propia Vida Divina en ella, Vida que
debían poseer. Destruir la propia Vida, ¡qué delito! ¿Quién no condenaría a
quien quisiera destruir la propia vida del cuerpo, o bien a quien no quisiera
tomar el alimento y se volviera débil, enfermo, inhábil para todo? Así que
quien no hace mi Voluntad destruye la propia Vida que la Bondad Divina
quiere darle, y quien la hace, pero no siempre y no vive en Ella, como le
falta el alimento continuo y suficiente, es el pobre enfermo, sin fuerza, débil,
inhábil para hacer el verdadero bien, y si alguna cosa parece que hace, es sin
vida, con fatiga, porque es mi Querer el único que puede darle vida; qué
delito hija mía, qué delito, que no merece ninguna piedad."
Mi amado Jesús se mostraba cansado y como intranquilo, tanto era el
dolor de tantas Vidas destruidas en las criaturas, también yo sentía por eso
una pena y decía a Jesús: "Amor mío, dime, ¿qué tienes? Tú sufres mucho,
la destrucción de estas Vidas Divinas de tu adorable Voluntad es tu más
grande dolor, por eso te ruego, haz que venga su reino a fin de que este tu
dolor se cambie en alegría, y así la Creación no te de más inquietudes y
dolor, sino reposo y felicidad." Y viendo que con mis palabras no lograba
calmarlo, he llamado en mi ayuda a todos los actos de su Voluntad hechos
en la Creación, y emitiendo los míos he circundado a Jesús con los actos de
Ella. Una luz inmensa se hacía en torno a Jesús, esta luz eclipsaba todos los
males de las criaturas y Él tomaba reposo y después ha agregado:
"Hija mía, es sólo mi Querer el que puede darme reposo. Si quieres
calmarme cuando me ves inquieto, préstate tú misma al desenvolvimiento de
la Vida de mi Voluntad en ti, y haciendo tuyos sus actos, Yo encontraré en ti
su Luz, su Santidad, sus alegrías infinitas que me darán reposo y haré una
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pausa en castigar a las criaturas, castigos muy merecidos por estas Vidas
Divinas que destruyen en ellas y que merecen que les destruya todos los
bienes naturales y aun su misma vida, ¿no ves cómo el mar sale de sus
límites y hace camino para arrebatar estas vidas en su seno y enterrarlas en
él? El viento, la tierra, casi todos los elementos caminan para hacer desgarro
de las criaturas y destruirlas, son los actos de mi Voluntad esparcidos en la
Creación por amor de ellas, y que no habiéndolos recibido con amor se
convierten en Justicia."
Yo he quedado espantada al ver esto y rogaba a mi sumo bien Jesús
que se aplacase y que pronto viniera el reino del Fiat Divino.
Octubre 2, 1927
Adán fue el más santo antes de pecar. Plenitud y totalidad de bienes de
los actos hechos en el Divino Querer; cómo se extienden a todos. La
pupila del ojo investida por el sol. El alma que vive en el Fiat Divino
como materia se presta a su Dios para hacerle hacer cosas grandes y
esconde dentro a su Creador. Ejemplo de la hostia.
Estaba haciendo mi giro en la Creación para seguir todos los actos de
la Divina Voluntad que hay en ella, y habiendo llegado al edén donde Dios
creó al primer hombre, Adán, para unirme con él a aquella unidad de
Voluntad que poseía con Dios, en la cual hacía sus primeros actos en su
primera época de la Creación, pensaba para mí: "¿Quién sabe qué santidad
poseía mi primer padre Adán, qué valor contenían sus primeros actos hechos
en el reino del Fiat Divino y, ¿cómo puedo yo conseguir de nuevo sobre la
tierra un reino tan santo, estando sólo yo ocupada en obtener un bien tan
grande?" Pero mientras esto pensaba mi siempre amable Jesús ha salido de
dentro de mi interior mandando rayos de luz, y aquella luz se convertía en
palabras y me ha dicho:
"Hija mía, hija primogénita de mi Voluntad, como hija de Ella quiero
revelarte la santidad de aquél que poseyó el reino de mi Fiat Divino. En el
principio de la Creación este reino tuvo su vida, su perfecto dominio y su
completo triunfo, así que este reino no es del todo extraño a la familia
humana, y como no es extraño existe toda la esperanza de que regrese de
nuevo en medio de ella para reinar y dominar. Ahora, tú debes saber que
Adán poseía tal santidad cuando fue creado por Dios, y sus actos aun
mínimos tenían tal valor, que ningún santo ni antes ni después de mi venida
sobre la tierra pueden compararse a su santidad, y todos los actos de éstos no
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llegan al valor de un solo acto de Adán, porque él poseía en mi Voluntad
Divina la plenitud de la santidad, la totalidad de todos los bienes divinos; ¿y
sabes tú qué significa plenitud? Significa estar lleno hasta el borde, hasta
desbordar fuera luz, santidad, amor y todas las cualidades divinas, de modo
de poder llenar Cielo y tierra, de los cuales tenía el dominio y en ellos
extendía su reino; por eso cada acto suyo hecho en esta plenitud de bienes
divinos tenía tal valor, que ningún otro, por cuanto se sacrificase, sufriese u
obrase el bien, pero que no poseyese el reino de mi Voluntad y su total
dominio, puede compararse a uno solo de estos actos en el reino de Ella. Por
eso la gloria, el amor que me dio Adán mientras vivió en el reino de mi
Divino Querer, ninguno, ninguno me los ha dado, porque él en sus actos me
daba la plenitud y totalidad de todos los bienes, y sólo en mi Voluntad se
encuentran estos actos, fuera de Ella no existen, por eso Adán tenía sus
riquezas, sus actos de valor infinito que le participaba mi eterno Querer
delante a la Divinidad, porque Dios al crearlo nada de vacío había dejado en
él, sino todo era plenitud divina, por cuanto a criatura era posible contener.
Ahora, al caer en el pecado no fueron destruidos estos actos, estas sus
riquezas, esta gloria y amor perfectos que había dado a su Creador, más bien
en virtud de ellos y de su obrar hecho en mi Fiat Divino mereció la
Redención. No, no podía quedar sin redención quien había, aun por poco
tiempo, poseído el reino de mi Voluntad, quien posee este reino entra en
tales vínculos y derechos con Dios, que Dios mismo siente en él la fuerza de
sus mismas cadenas, que atándolo no puede separarse de él. Nuestra
Majestad adorable se encontraba con Adán en las condiciones de un padre
que teniendo un hijo, este le ha sido causa de tantas conquistas, de grandes
riquezas, de gloria incalculable, no hay cosa que posea el padre donde no
encuentre los actos de su hijo, dondequiera siente resonar la gloria, el amor
de su hijo; ahora, este hijo por su desventura cae en pobreza, ¿puede acaso el
padre no tener compasión de su hijo si donde quiera y en todo siente el
amor, la gloria, las riquezas con las cuales lo ha circundado su hijo? Hija
mía, Adán con vivir en el reino de nuestra Voluntad había penetrado en
nuestros confines que son interminables, y dondequiera había puesto sus
actos, su gloria, su amor para su Creador, y como hijo nuestro con sus actos
que hacía nos traía nuestras riquezas, nuestras alegrías, la gloria y amor
nuestros, su eco resonaba en todo nuestro Ser, como el nuestro en el suyo;
ahora, viéndolo caído en la pobreza, ¿cómo nuestro Amor podía soportar el
no tener compasión de él, si nuestra misma Voluntad Divina nos hacía la
guerra amorosamente e intercedía por aquél que había vivido en Ella? ¿Ves
entonces qué significa vivir en mi Querer Divino, su gran importancia? En
Ella está la plenitud de todos los bienes divinos y la totalidad de todos los
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actos posibles e imaginables, abraza todo el Ser Divino. El alma se
encuentra en mi Voluntad como el ojo se encuentra de frente al sol, que
queda todo lleno de su luz, y mientras el sol se refleja todo entero en la
pupila del ojo, su luz permanece también fuera, invistiendo toda la persona y
recorriendo la tierra, sin alejarse de dentro de la pupila, y mientras queda su
luz en el ojo, quisiera llevar a la pupila al sol para hacerla hacer junto con él
el giro de la tierra y hacerle hacer lo que hace la luz y recibir sus actos por
doquier como testimonio de amor y gloria. Esto es imagen del alma que
vive en mi Voluntad, Ella la llena de tal plenitud que no deja ningún vacío
en ella, y como no es capaz de poseer toda la inmensidad divina, la llena, por
cuanto más la criatura pudiese contener, y sin separarse queda fuera de ella,
llevándose en la interminabilidad de su luz la pupila de la voluntad del alma
para hacerla hacer lo que hace mi Divina Voluntad, para recibir la
correspondencia de sus actos y de su amor. ¡Oh! potencia de mi Fiat Divino
obrante en la criatura, que haciéndose investir por su luz no le niega su
dominio y su reino. Y si Adán mereció compasión es porque la primera
época de su vida fue en el reino del Querer Divino. Si la Soberana Celestial
pudo obtener, aunque estuviese sola, la venida del Verbo sobre la tierra, fue
porque dio libre campo al reino del Fiat Divino en Ella. Si mi misma
Humanidad pudo formar el reino de la Redención, fue sólo porque poseía
toda la integridad e inmensidad del reino del eterno Querer, porque Él,
dondequiera que se extiende todo abraza, todo puede, no existe potencia
contra de Él que pueda restringirlo. Así que uno solo que posea el reino de
mi Voluntad vale más que todo y que todos, y puede merecer y conseguir lo
que todos los demás juntos no pueden ni merecer, ni obtener, porque todos
los demás juntos, por cuan buenos sean, pero sin la Vida de mi Voluntad en
ellos, son siempre las pequeñas llamitas, las plantitas, las florecitas, que a lo
más sirven para adornar la tierra, sujetas a marchitarse y secarse, y la
Bondad divina no puede hacer ni grandes planes sobre de ellos, ni conceder
portentos de hacer el bien al mundo entero. En cambio en quien vive mi
Voluntad, es más que sol, y así como el sol con el imperio de su luz inviste a
todos, impera sobre las plantas y da a cada una la vida, el color, el perfume,
la dulzura, con su tácito imperio se impone sobre todo para dar sus efectos y
los bienes que posee, ningún otro planeta hace tanto bien a la tierra como lo
hace el sol; así en quien vive mi Querer, son más que sol y con la luz que
contienen se abajan y con rapidez se elevan, penetran dondequiera: En Dios,
en sus actos; con la Voluntad Divina que poseen imperan sobre Dios mismo,
sobre las criaturas, son capaces de arrollar todo para llevar a todos la vida de
la luz que poseen, son el portador de su Creador y hacen caminar la luz
delante para impetrar, obtener y dar lo que quieren. ¡Oh! si las criaturas
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conocieran este bien tan grande harían competencia, y todas las pasiones se
cambiarían en pasión de luz de vivir sólo y siempre en aquel Fiat Divino que
todo santifica, todo dona y sobre todo impera."
Mi pobre mente continuaba perdiéndose en el Querer Divino, y
quedaba maravillada de la sublimidad, plenitud y totalidad de los actos
hechos en Él, y mi amado Jesús moviéndose en mi interior ha agregado:
"Hija mía, deja de maravillarte, el vivir en mi Fiat Divino y el obrar enÉl es la transfusión del Creador en la criatura, y entre el obrar divino y el
obrar solo de la criatura hay una distancia infinita, ella se presta a su Dios
como materia para hacerle obrar cosas grandes, al igual que se prestó la
materia de la Luz al Fiat Divino en la Creación para hacerle formar el sol, el
cielo, las estrellas, el mar, materias todas en las cuales el Fiat Supremo
resonó y fabricó la Creación toda. Prodigio de Él es el sol, el cielo, el mar,
la tierra, que fueron vivificados y animados por el Fiat, ejemplo perenne y
encantador de qué sabe hacer y puede hacer mi Voluntad. Sucede del alma
como de los accidentes de la hostia que se presta, si bien es materia, a
hacerse animar por mi Vida Sacramental, con tal que se pronuncien por el
sacerdote aquellas mismas palabras dichas por Mí al instituir el Santísimo
Sacramento; eran palabras animadas por mi Fiat que contenía la Potencia
creadora, y por eso la materia de la hostia sufre la transubstanciación de la
Vida Divina; se pueden decir sobre la hostia cuantas palabras se quieran,
pero si no son aquellas pocas palabras establecidas por el Fiat, mi Vida
queda en el Cielo y la hostia queda la vil materia que es. Así sucede con el
alma, puede hacer, decir, sufrir lo que quiera, pero si no corre dentro mi Fiat
Divino son siempre cosas finitas y viles; pero en quien vive en Él, sus
palabras, sus obras, sus penas, son como velos que esconden al Creador y de
estos velos se sirve Aquél que creó el cielo y la tierra, y en ellos hace obras
dignas de Él y pone su Santidad, su Potencia creadora, su Amor infinito. Por
eso ningún otro puede llegar, por cuantas cosas grandes haga, a compararse
con aquella criatura en la cual vive, reina y domina mi Voluntad Divina.
También entre las criaturas sucede que, según la materia que tienen en las
manos para formar sus trabajos, así cambia el valor que poseen y adquieren;
supón que una tiene propiedad de fierro, cuánto debe trabajar, sudar,
fatigarse para reducir aquel fierro blando para darle la forma del recipiente
que quiere hacer, y la ganancia que hace es tan poca, que apenas le alcanza
para vivir; en cambio otro tiene propiedad de oro, de piedras preciosas, éste
trabaja mucho menos, pero gana millones, así que no es el trabajo el que
lleva la mucha ganancia, las riquezas exuberantes, sino el valor de la materia
que posee; uno trabaja poco y gana mucho porque la materia que posee
contiene un gran valor, el otro trabaja mucho, pero como la materia que
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posee es vil y de poquísimo valor, es siempre el pobre andrajoso y
hambriento. Así sucede para quien posee mi Divina Voluntad, posee la vida,
la virtud creadora, y sus más pequeños actos contienen un valor divino e
interminable, por eso ninguno puede igualar sus riquezas; en cambio quien
no posee mi Voluntad como vida propia, está sin vida y trabaja con la
materia del propio querer, y por eso es siempre el pobre andrajoso delante de
Dios y en ayunas de aquel alimento que forma en él el Fiat Voluntas Tua
come in Cielo cosí in terra."
Octubre 6, 1927
Quien trabaja en la Divina Voluntad trabaja
en las propiedades divinas y con sus actos forma soles.
Cómo quiere encontrar al alma en todas las cosas creadas.
Estaba continuando mis actos en el Fiat Divino, y mi dulce Jesús
moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, quien obra en mi Voluntad trabaja en mis propiedades
divinas, y ella forma sus actos en mis interminables bienes de Luz, de
Santidad, de Amor, de Felicidad sin fin, los cuales se transforman en tantos
soles, reproducidos estos soles por mis mismas cualidades que se han
prestado al acto del alma por decoro de ella y para hacer que fueran actos
dignos de su Creador y para permanecer estos actos como actos perennes en
Dios mismo, que lo glorifican, lo aman con sus mismos actos divinos.
Entonces Adán antes de pecar formó tantos soles en su Creador por cuantos
actos hizo; ahora, quien vive y obra en mi Voluntad encuentra estos soles
hechos por él, por eso tu empeño es de seguir los primeros actos de la
Creación, de tomar tu puesto de trabajo junto al último sol, o más bien, del
último acto que hizo Adán cuando poseía la unidad de Voluntad con su
Creador; debes suplir a lo que él no continúo haciendo porque salió de
dentro de mis propiedades divinas y sus actos ya no fueron soles, porque no
tenía más en su poder mis cualidades divinas que se prestaban para hacerle
formar los soles, a lo más, sus actos se redujeron por cuan buenos eran, a
pequeñas llamitas, porque la voluntad humana sin la mía no tiene virtud de
poder formar soles, le faltan las materias primas, sería como si tú quisieras
formar un objeto de oro sin tener en tu poder el metal del oro, por cuanta
buena voluntad tuvieras te resultaría imposible, solamente mi Voluntad tiene
luz suficiente para hacer formar los soles a la criatura, y esta luz la da a
quien vive en Ella, en sus propiedades, no a quien vive fuera de Ella.
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Entonces debes suplir a todas las otras criaturas que no han poseído la
unidad con mi Voluntad, tu trabajo es grande y extenso, tienes mucho que
hacer en mis interminables confines, por eso sé atenta y fiel."
Después continuaba mis actos en su Querer adorable, y girando por
toda la Creación, mi Sumo Bien Jesús ha agregado:
"Hija mía, así como mi Voluntad Divina está esparcida en toda la
Creación, así tú, unida con Ella, quiero encontrarte en todas las cosas
creadas, como esparcida en cada una de ellas: Serás el corazón de la tierra,
para encontrar tu vida palpitante en ella, que con su latido continuo me da el
amor de todos sus habitantes; serás la boca del mar, que me hará oír tu voz
en sus olas altísimas y en su murmullo continuo, que me alabas, me adoras,
me agradeces, y en el serpenteo de los peces me des tus besos afectuosos y
puros por ti y por aquellos que atraviesan el mar; serás los brazos del sol,
que distendiéndote y ensanchándote en su luz, dondequiera sienta tus brazos
que me abrazan, me estrechan fuertemente para decirme que sólo a Mí
buscas, sólo a Mí quieres y amas; serás los pies del viento para correr a mi
lado y hacerme sentir el dulce pisar de tus pasos, que jamás dejan de correr
aunque no me encuentres; no estoy contento si no encuentro a mi pequeña
hija en todas las cosas creadas por Mí por amor suyo. Yo pregunto a toda la
Creación: ‘¿Está la pequeña hija de mi Voluntad? Porque quiero gozármela
y entretenerme con ella.’ Y si no te encuentro Yo pierdo mi gozo y mi dulce
entretenimiento."
Después de esto seguía a mi amado Jesús en los actos que hizo en la
Redención, intentaba seguirlo palabra por palabra, obra por obra, paso por
paso, no quería que nada me huyera, para apresurarlo y pedirle a nombre de
todos sus actos, lagrimas, oraciones y penas, el reino de su Voluntad Divina
en medio a las criaturas, y mi adorado Jesús me ha dicho:
"Hija mía, cuando Yo estaba en la tierra, mi Voluntad Divina que por
naturaleza reinaba en Mí, y aquella misma Voluntad Divina que existía y
reinaba en todas las cosas creadas, a cada encuentro se besaban mutuamente
y suspirando su encuentro hacían fiesta, y las cosas creadas hacían rivalidad
para encontrarse conmigo y darme los homenajes que me convenían. La
tierra en cuanto sentía mis pasos, para darme su homenaje reverdecía y
florecía bajo mis pies, quería hacer salir de su seno todas las bellezas que
poseía, el encanto de las florituras más bellas a mi paso, tanto que Yo
muchas veces debí ordenarle que no me hiciera estas demostraciones, y ella
para darme homenaje obedecía, al igual que por honrarme florecía. El sol
buscaba siempre encontrarse conmigo para darme los homenajes de su luz,
haciendo salir de su seno solar toda la variedad de las bellezas, de los
colores, delante a mi vista para darme los honores que merecía. Todo y
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todos buscaban encontrarme para hacerme su fiesta: El viento, el agua,
hasta el pajarillo para darme los honores de sus trinos, gorjeos y cantos;
todas las cosas creadas me reconocían y hacían competencia para ver quien
más pudiese honrarme y hacerme fiesta. Quien posee mi Divina Voluntad
tiene la vista para conocer lo que pertenece a mi misma Voluntad, sólo el
hombre no me conoció, porque no poseía la vista y el fino olfato de Ella,
debí decírselo para hacerme conocer, y muchos, con todo mi decir, ni
siquiera me creyeron, porque quien no posee mi Querer Divino es ciego,
sordo y sin olfato para conocer lo que a Él pertenece. El no poseerlo es la
infelicidad más grande de la criatura, es el pobre cretino, ciego, sordo y
mudo, que no poseyendo la luz de mi Fiat Divino, se sirve de las mismas
cosas creadas tomando los excrementos que ellas arrojan, y dejan dentro de
ellas el verdadero bien que contienen. ¡Qué dolor, ver a las criaturas sin la
nobleza de la Vida de mi Voluntad Divina."
Octubre 10, 1927
La Voluntad Divina es múltiple en sus actos mientras es uno solo. La
Divina Voluntad queda concebida en quien vive en Ella. Para quien
vive en la Divina Voluntad la tierra no es exilio, es exilio para
quien no hace la Voluntad de Dios.
Mi pobre mente continúa siguiendo los actos de Jesús hechos por amor
nuestro, y yendo nuevamente a su concepción, ofrecía todos mis actos
hechos en su Querer Divino, con todo mi ser en honor de su concepción.
Mientras estaba en esto, de mí salía una luz que iba a depositarse en el seno
de la Inmaculada Reina en el acto en que Ella concebía, y mi siempre
amable Jesús me ha dicho:
"Hija mía, mi Voluntad Divina es múltiple en sus actos, pero no pierde
ninguno, la unidad que posee y su acto incesante mantienen la unidad en sus
actos como si fueran uno solo, mientras que son innumerables, y conserva en
sus actos el acto de hacerlo incesantemente, siempre, siempre, sin cesar
jamás de hacerlo para conservarlo siempre nuevo, fresco, bello y pronto a
darlo a quien lo quiera; pero mientras lo da no lo separa de mi Voluntad,
porque Ella es Luz, y la virtud de la luz es: Se da, se difunde, se ensancha,
se toma de ella cuanto se quiera, pero no se separa, es inseparable por virtud
y por naturaleza que posee la luz. Mira, también el sol posee esta virtud,
supón que tú tuvieras la estancia cerrada, la luz no estaría en ella, pero si tú
abres las puertas la luz llena tu estancia. ¿Se ha tal vez separado la luz del
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sol? No, no, pero se ha alargado y ensanchado sin separar una sola gota de
su fuente, pero a pesar de que la luz no se ha separado, tú has poseído el bien
de la luz como si fuese tuya. Más que sol es mi Voluntad Divina, Ella se da
a todos pero no pierde ni siquiera una pequeña parte de sus actos. Ahora, mi
concepción, mi Fiat la tiene siempre en acto, y tú has visto cómo la luz de
sus actos hechos en ti se extendía hasta en el seno de la Soberana Celestial,
como para hacer concebir sobre de ella a tu sumo bien Jesús; es la unidad de
sus actos que concentrándolos todos en un punto, forma sus portentos y mi
misma Vida. He aquí por esto que Yo quedo concebido en los actos de miQuerer Divino, en aquellos de la Mamá Divina y de tus actos hechos en Él.
Es más, te digo que soy concebido continuamente en todos los actos de
aquellos que poseerán el reino de mi Voluntad, porque quien la posee recibe
toda la plenitud de los bienes de mi Vida, porque ellos, solamente con los
actos hechos en Ella, concurren a mi concepción y al desenvolvimiento de
toda mi Vida, por lo tanto es justo que reciban todos los bienes que Ella
contiene. En cambio, quienes no poseen mi Voluntad, apenas las migajas
toman de los bienes que traje a la tierra con tanto amor, y por eso se ven
criaturas débiles en el bien, blandas, inconstantes, todo ojo y todo corazón
para las cosas pasajeras, porque faltando en ellas la fuente de la luz de mi
eterno Querer, no se alimentan de mi Vida; qué maravilla entonces que
lleven sobre su rostro la palidez, que se sientan morir para el verdadero bien,
y si hacen alguna cosa, todo es dificultad y sin luz, y crecen deformes, de dar
piedad."
Después de esto me sentía oprimida y sentía todo el peso de mi largo y
duro exilio, y me lamentaba con mi adorable Jesús, que al duro martirio de
sus privaciones me agrega el alejamiento de mi patria celestial y le decía:
"¿Cómo es que no tienes compasión de mí? ¿Cómo es que me dejas sola sin
Ti, en poder solamente de tu amable Querer? ¿Por qué me dejas tanto
tiempo en esta tierra de exilio?" Pero mientras desahogaba mi dolor, mi
Vida, mi Todo Jesús, se ha movido en mi interior y me ha dicho:
"Hija mía, la tierra es exilio para quien no hace y vive en mi Voluntad,
pero para quien vive en Ella no se puede llamar exilio, sino un paso de
distancia, que cuando menos lo crea, dado ese paso se encontrará en la patria
celestial, no como uno que viene del exilio, que nada conoce de ella, sino
como uno que ya sabía que era suya y conocía la belleza, la suntuosidad, la
felicidad de la eterna ciudad. Mi Voluntad no soportaría el tener en las
condiciones de exiliada a quien vive en Ella, para hacer eso debería cambiar
naturaleza, régimen entre quien vive en Ella en el Cielo y entre quien vive en
Ella en la tierra, lo que ni puede ni quiere hacer. ¿Se dice tal vez exilio para
quien sale de su casa para alejarse un paso? Ciertamente que no, ¿o bien se
1903
puede decir exilio para quien va a una población dentro de su misma patria?
El exilio hija mía significa circunferencia de espacio, sin poder salir de él,
despojamiento de bienes, trabajos forzados sin poder eximirse de ellos; mi
Divina Voluntad no sabe hacer estas cosas, y tú lo ves, lo tocas con la mano,
como tu alma no tiene circunferencia de lugar, de espacio, se pone
dondequiera, en el sol, en el cielo, alguna vez has hecho tus escapadas hasta
arriba en las regiones celestiales, ¿y cuántas veces no te has inmerso en la
misma Luz interminable de tu Creador? ¿A dónde no eres libre de ir? En el
mar, en el aire, dondequiera, es más, mi misma Voluntad goza, te empuja, te
da el vuelo para girar dondequiera, Ella se sentiría infeliz de ver a quien vive
en Ella sin libertad y como obstaculizada. Mi Fiat Divino en lugar de
despojar llena hasta el borde al alma de sus bienes, le da el dominio de sí
misma, convierte las pasiones en virtudes, las debilidades en Fuerza divina,
mi Fiat da alegrías y felicidad sin número, da por gracia lo que Él es por
naturaleza: Firmeza, Irremovilidad perenne. Exilio es para quien es
tiranizado por las pasiones, sin dominio de sí mismo, sin poderse espaciar en
su Dios, y si algún bien piensa está mezclado, circundado por tinieblas, así
que las virtudes del pobre exiliado son forzadas, inconstantes, es esclavo de
sus mismas miserias, y esto lo vuelve infeliz. Todo al contrario para quien
vive en mi Voluntad Divina, ni Yo habría tolerado el tenerte por tan largo
tiempo en vida si te supiera en el exilio, tu Jesús te ama demasiado, ¿cómo
habría podido soportar el tenerte exiliada? Y si lo tolero es porque sé quecomo pequeña hija de mi Querer, Él te tiene no en condiciones de exilio,
sino libre y dominante en sus propiedades, en su luz, con la única finalidad
de formar en ti su reino y de conseguirlo a favor de la familia humana. Y tú
deberías estar contenta de esto, conociendo que todos los deseos, las ansias,
los suspiros de tu Jesús son por el reino de mi Voluntad sobre la tierra; mi
completa gloria la espero del Fiat Voluntas Tua come in Cielo così in terra."
Octubre 16, 1927
La Divina Voluntad, como agua, hace su inundaciones. Quiénes son
aquellos que se hacen inundar. Qué significa unidad. Cómo la Reina
del Cielo puso los fundamentos del reino de la Divina Voluntad.
Después de haber pasado varios días de privación de mi dulce Jesús,
me sentía amargada hasta la médula de mis huesos, no podía más, y cansada
y sin fuerzas quería descansar para recuperarlas. Entonces me he
abandonado primero en el Supremo Querer y después en mí misma para
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poder al menos dormir, pero mientras esto hacía mi pobre mente no estaba
más en mí misma, sino fuera de mí, sentía dos brazos que me estrechaban,
que me llevaban a lo alto, bajo la bóveda del cielo, pero no veía quien fuese;
yo temía y una voz me ha dicho: "No temas, mira a lo alto." Yo he mirado
y he visto que se abría el Cielo y descendía hacia mí mi suspirado Jesús, losdos nos hemos arrojado a los brazos del otro, yo lo estrechaba a Él y Él me
estrechaba a mí, y en mi dolor le he dicho: "Jesús, amor mío, como me
haces fatigar, me haces llegar a los extremos, se ve que la hoguera de tu
Amor hacia mí no es más la de antes." Ahora, mientras esto decía Jesús se
ha puesto en actitud de tristeza, como si no quisiera oír mis lamentos, y al
mismo tiempo de la altura en la que estábamos veía descender agua en una
lluvia muy fuerte y muchos lugares quedaban inundados, mares y ríos se
unían a esta agua e inundaban países y gentes sepultándolas en su seno.
¡Qué terror! Y Jesús todo afligido me ha dicho:
"Hija mía, así como tú ves que estas aguas que a torrente descienden
del cielo e inundan, forman con su fuerza sepulcros para poder enterrar
ciudades enteras, así mi Divina Voluntad, más que agua hace sus
inundaciones, no a tiempo o lugar, sino siempre y en toda la tierra, y sobre
cada una de las criaturas vierte sus fuertes y altas inundaciones, ¿pero quién
se hace inundar por sus inundaciones de luz, de gracia, de amor, de santidad
y de felicidad que posee? Ninguno, qué ingratitud, recibir a torrentes sus
bienes y no tomarlos, pasar por encima, tal vez sólo bañarse, pero no hacerse
ahogar por los bienes de mi Voluntad Divina; ¡qué dolor! Y Yo miro toda la
tierra para ver quien toma las inundaciones de Ella, y encuentro sólo a la
pequeña hija de mi Querer que recibe estas inundaciones, que se ahoga en
Ella y se hace transportar donde quiere, quedando en su seno en poder de sus
altísimas olas. No hay espectáculo más bello, escena más conmovedora que
ver la pequeñez de la criatura en poder de estas olas: Ahora se ve en poder
de las olas de luz y como sepultada dentro, ahora ahogada por el amor, ahora
investida y embellecida por la santidad; qué placer el verla y por eso Yo
desciendo del Cielo para gozarme estas escenas raptoras de tu pequeñez
llevada por sus brazos en las inundaciones de mi eterno Querer, ¿y tú dices
que mi Amor por ti ha disminuido? Tú te equivocas, debes saber que tu
Jesús es fiel en el amor, y como te ve bajo las olas de mi Voluntad te ama
siempre más."
Dicho esto ha desaparecido y yo he quedado toda abandonada en las
olas del Fiat Divino, y mi amable Jesús regresando ha agregado:
"Hija mía, mi Voluntad posee la unidad, y quien vive en Ella vive en
esta unidad, ¿pero sabes tú qué significa unidad? Significa uno, este uno que
puede abrazar todo y a todos, puede dar todo, porque todo encierra. Mi
1905
Divina Voluntad posee la unidad del amor y de todos los amores unidos
juntos, posee la unidad de la santidad y encierra todas las santidades, posee
la unidad de la belleza y encierra en sí todo lo que es bello, posible e
imaginable, en suma, encierra unidad de luz, de potencia, de bondad, de
sabiduría; la verdadera y perfecta unidad, mientras es una, debe poseer todo,
y este todo, todo de una fuerza igual, todo inmenso e infinito, eterno, sin
principio y sin fin; por lo tanto quien vive en Ella vive en las olas inmensas
y altísimas que posee, de modo que el alma siente el imperio de la fuerza
única de luz, de santidad, de amor, etc., así que en esta fuerza única todo
para ella es luz, todo se cambia en santidad, en amor, en potencia, y todas le
llevan el conocimiento de la sabiduría de esta unidad. Por eso el vivir en
Ella es el milagro más grande y el perfecto desenvolvimiento de la Vida
Divina en la criatura. La palabra unidad significa todo, y el alma todo toma
viviendo en Ella."
Después de esto seguía mi giro en los actos del Fiat Divino, y llegando
a los mares de mi Mamá Celestial que había hecho en la unidad de Él,
pensaba entre mí: "Mi Soberana Mamá no tuvo interés de conseguir el reino
del Querer Divino, porque si lo hubiera tenido, en esta unidad en que Ella
vivía, así como obtuvo el reino de la Redención habría obtenido el de la
Voluntad Divina." Y mi dulce Jesús moviéndose en mi interior me ha
dicho:
"Hija mía, nuestra Mamá Reina, aparentemente parece que todo su
interés fue por el reino de la Redención, pero no es verdad, la parte externa
fue aquélla, pero el interior fue todo para el reino de mi Divina Voluntad,
porque Ella, que conocía que éste daría todo el valor y la gloria completa a
su Creador, y el bien máximo y completo a las criaturas, no podía hacer
menos que pedir el reino del eterno Fiat, es más, Ella con obtener la
Redención arrojó los fundamentos del reino de mi Voluntad, se puede decir
que preparó los materiales de él; es necesario que se hagan las cosas
menores para obtener las mayores, y por eso debí dar primero el campo a la
Redención, como para construir el edificio del reino del Fiat Divino. Si no
está formado un reino, ¿como puede decir un rey que tiene su reino y que
domina en él? Mucho más que la Soberana del Cielo es única y está sola en
la gloria en la patria celestial, porque es la única que formó toda su vida en
mi Voluntad, y una madre ama y quiere que sus hijos posean la misma
gloria, y Ella en el Cielo no puede comunicar toda su gloria, grandeza y
soberanía que posee, porque no encuentra quién haya hecho su misma vida
continuada en la misma Voluntad Divina, por eso suspira los hijos del reino
de Ella, para poder reflejar toda su gloria en ellos y poder decir: ‘Tengo mis
hijos que me igualan en mi gloria, ahora soy más feliz, porque mi gloria es la
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misma gloria de mis hijos.’ La felicidad de una madre es más la de los hijos
que la propia, mucho más para la Madre Celestial, que en mi Divino Querer
concibió más que madre a todos los redimidos y formó la misma vida de los
hijos de mi Voluntad Divina."
Octubre 20, 1927
Las potencias creadas no pueden ni abrazar ni agotar la Potencia
increada, ni siquiera la Virgen, ni la misma Humanidad de nuestro
Señor. La Divina Voluntad posee el acto incesante y siempre nuevo,
y tiene virtud de hacer siempre cosas nuevas. Cómo espera su reino
para comunicar este acto nuevo como cumplimiento de su gloria.
Continúo con lo escrito en el capítulo anterior. Entonces pensaba
entre mí: "Mi amado Jesús dice que sólo será completa su gloria por parte
de la Creación y la gloria de todos los bienaventurados, cuando sea conocida
su Divina Voluntad en la tierra y se haya formado el reino de Ella, y los
hijos de este reino tomen el lugar reservado sólo para ellos en la patria
celestial, y yo pensaba: "En el Cielo está la Soberana Reina que tuvo toda la
plenitud de la Vida de la Voluntad Divina, que ninguno, creo, podrá
igualarla, ¿por qué entonces no es completa la gloria de Dios por parte de la
Creación?" Y tantas otras dudas y pensamientos que me venían, que no es
necesario ponerlos por escrito, digo solamente lo que me ha dicho Jesús:
"Hija mía, eres demasiado pequeña y mides con tu pequeñez la
grandeza interminable y mi Sabiduría inaccesible. La criatura, por cuan
santa fuera, como fue mi amada Madre, que a pesar que posee toda la
plenitud y totalidad de todos los bienes de su Creador, y el reino de mi
Voluntad Divina tuvo en Ella su pleno dominio, con todo esto no pudo
agotar toda la inmensidad de los bienes del Ser Divino, se llenó hasta el
borde, desbordó fuera hasta formar mares en torno a Sí, pero restringir en
Ella, abrazar todo lo que contiene el Ente Supremo, le fue imposible; ni
siquiera mi Humanidad por Sí sola pudo encerrar toda la inmensidad de la
Luz creadora, estaba todo lleno, dentro y fuera de Mí, pero, ¡oh! cuánto
quedaba fuera de Mí, porque el cerco de mi Humanidad no tenía grandeza
equivalente donde encerrar una Luz tan interminable, esto es porque las
potencias creadas, de cualquier género que sean, no pueden agotar la
Potencia increada, ni abrazarla y restringirla en ellas. La altura de la Reina
del Cielo, y mi misma Humanidad, se encontraron con su Creador en las
condiciones en las cuales puedes encontrarte tú si te expones a los rayos del
1907
sol, puedes encontrarte bajo el imperio de su luz, ser investida por ella, sentir
toda la intensidad de su calor, pero el poder restringir en ti y sobre ti toda su
luz y calor te resultará imposible, pero a pesar de esto no puedes decir que la
vida de la luz del sol y de su calor no está en ti y fuera de ti. Ahora, tú debes
saber que nuestro Ser Divino, nuestra Voluntad creadora, posee su
movimiento incesante y siempre nuevo, nuevo en las alegrías, en la
felicidad, nuevo en la belleza, nuevo en el trabajo que nuestra Sabiduría
pone fuera en la formación de las almas, nuevo en la santidad que imprime,
nuevo en el amor que infunde. Por lo tanto, si posee este acto nuevo
continuado, tiene virtud de hacer siempre cosas nuevas, y si toda bella, pura
y santa fue hecha la Mamá Reina, esto no excluye que podamos hacer otras
cosas nuevas y bellas, dignas de nuestras obras. Mucho más que en la
Creación, en cuanto nuestro Fiat Divino salió en campo al crear todas las
cosas, sacó también en campo todos los actos nuevos con los cuales debía
formar las criaturas, las rarezas de belleza que debía comunicar y la santidad
que debía imprimir en quien habría vivido en nuestro Querer Divino. Y
como Él no tuvo vida en las criaturas ni su reino, y sólo lo tuvo en la
Soberana del Cielo, así que hizo en Ella el primer prodigio y milagro que
hizo quedar estupefacto a Cielo y tierra; por eso espera a las otras criaturas
que deben tener su Vida y formar otros reinos suyos donde reinar, para
formar con nuestro acto nuevo otras singularidades de santidad, de belleza y
de gracia. ¡Oh! cómo espera con ansia mi Divina Voluntad este su campo de
acción para poner fuera estos actos nuevos, Ella es como un artífice que sabe
hacer centenares y miles de estatuas, una diversa de la otra, sabe imprimir en
ellas una fineza y rareza de belleza, de actitudes, de formas, pero una no
puede decir que es como la otra, no sabe hacer repeticiones, sino siempre
estatuas nuevas y bellas, pero no le es dado el poner fuera su arte; ¿qué dolor
no sería para un artífice su desocupación? Así es mi Divina Voluntad, y por
eso espera su reino en medio a las criaturas, para formar rarezas de bellezas
divinas en ellas, jamás vistas, santidades jamás oídas, novedades jamás
tocadas; no basta a su Potencia que todo puede, a su Inmensidad que todo
abraza, a su Amor que jamás se agota, el haber formado con sus artes
divinas a la gran Señora, la Reina del Cielo y de la tierra, sino quiere formar
el séquito de Ella, en el cual quiere vivir sólo mi Fiat y reinar para formar
otras obras dignas de Él. ¿Cómo puede entonces estar completa nuestra
gloria por parte de la Creación, y ser completa en el Cielo la gloria, la
felicidad de la familia humana, si nuestro trabajo no está concluido en la
Creación? Nos quedan por hacer las estatuas más bellas, las obras más
importantes; la finalidad por la que fue creada la Creación no está realizada
ni cumplida, y basta con que a un trabajo le falte un punto, un pequeño
1908
detalle, una hoja, una pincelada, para que no pueda tener todo su valor y
rescatar la gloria completa quien formó el trabajo; mucho más que en el
trabajo de nuestra Creación no sólo falta un punto, sino las cosas más
importantes, nuestras variadas imágenes divinas de belleza, de santidad, de
perfecta semejanza nuestra, y así como nuestra Voluntad comenzó la obra de
la Creación con tanta suntuosidad de belleza, de orden, de armonía, de
magnificencia, tanto en el formar la máquina de todo el universo, cuanto en
el crear al hombre, así es justo, por decoro, gloria y honor de nuestra obra,
que sea cumplida con más suntuosidad y diversidad de raras bellezas, todas
dignas del acto incesante y nuevo que posee mi Divina Voluntad. Quienes
vivan en el reino de Ella estarán bajo la fuerza de un acto nuevo, de una
fuerza irresistible continuada, así que se sentirán investidos de un acto nuevo
de santidad, de deslumbrante belleza, de luz fulgidísima, y mientras
poseerán éste, otro nuevo llegará, y después otro más, sin cesar jamás, y
sorprendidos ellos mismos dirán: "Cómo es santo, bello, rico, fuerte, feliz
nuestro Fiat tres veces santo, que jamás se agota, tiene siempre santidad que
darnos, bellezas para embellecernos siempre más, nuevas fuerzas para
hacernos más fuertes, nuevas felicidades, de modo que aquella de antes no
es similar a la segunda, ni a la tercera, ni a todas las otras que nos dará."
Entonces estas afortunadas criaturas serán el verdadero triunfo del Fiat
Divino, el adorno más bello de toda la Creación, los soles más refulgentes
que con su luz cubrirán el vacío de aquellos que no han vivido en el reino de
Él. Ahora, mi inseparable Mamá que posee como vida propia este acto
nuevo continuado, comunicado a Ella por mi Divina Voluntad, porque hizo
vida en Ella, es el primer Sol fulgidísimo que formó mi Querer en Ella, que
ocupa el primer puesto de Reina y alegra a toda la corte celestial haciendo
reflejar en todos los bienaventurados su luz, sus alegrías, su belleza; pero
Ella sabe que no agotó todos los actos nuevos e incesantes que mi Voluntad
Divina ha establecido dar a las criaturas, porque Ella es inagotable, y ¡oh!
cuántos tiene todavía y espera que sean formados otros soles por este su acto
nuevo de nuevas bellezas y de rara beldad, y como verdadera Madre quiere
circundarse de todos estos soles a fin de que se reflejen y se feliciten
mutuamente, y toda la corte celestial reciba no sólo los suyos, sino los
reflejos de todos estos soles como cumplimiento a todos de la gloria de la
obra de la Creación de su Creador. Ella, como Reina, espera con tanto amor
las propiedades de mi Voluntad en las criaturas, que son como suyas, porque
tuvo el principio de formar en Ella el reino de mi Voluntad Divina. Supón
que en la bóveda de los cielos en vez de un sol vinieran formados otros soles
nuevos en la belleza y en la luz, ¿no parecería más bella, más adornada la
bóveda del cielo? Ciertamente que sí. ¿Y los soles como luz no se
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reflejarían mutuamente y todos los habitantes de la tierra no recibirían los
reflejos, los bienes de todos estos soles? Así será en el Cielo. Mucho más,
que quienes hayan poseído en la tierra el reino del Fiat Supremo, tendrán
bienes comunes interminables, porque una es la Voluntad que los ha
dominado. He aquí el por qué a pesar de que en el Cielo está la Soberana
Emperatriz, que posee la plenitud de la Vida de mi Querer Divino, por parte
de la Creación nuestra gloria no está completa, porque primero, nuestra
Voluntad no es conocida en medio a las criaturas y por lo tanto ni amada ni
suspirada; y segundo, no siendo conocida, Ella no puede dar lo que ha
establecido dar, y por lo tanto no puede formar las tantas rarezas de obras
que sabe hacer y puede hacer, mientras que a obra cumplida se canta victoria
y gloria."
Octubre 23, 1927
La pequeña niña. Como la Voluntad Divina es reino de vida.
Necesidad de sus conocimientos. Como Cielo y tierra están
reverentes para escuchar los conocimientos del Fiat Divino.
Amor y ternura de Dios al crear al hombre.
Mi pobre mente me la sentía abismada en el Fiat Divino, y mientras
continuaba mis actos en Él, veía delante a mí una pequeña niña, toda tímida
y pálida, como si temiera caminar en la inmensidad de la luz del Querer
Divino, y mi adorado Jesús ha salido de dentro de mi interior, y llenándose
sus santas manos de luz, ponía aquella luz en la boca de la niña como
queriéndola ahogar de luz, luego tomaba luz y la metía en los ojos, en los
oídos, en el corazón, en las manos y pies de la pequeña niña, y ella quedaba
investida por la luz, se coloreaba toda y quedaba como enredada y
ensimismada en la misma luz. Jesús se divertía en ahogarla de luz y se
complacía al verla enredada en ella y volviéndose hacia mí me ha dicho:
"Pequeña hija mía, esta niña es la imagen de tu alma, tímida en recibir
la luz y los conocimientos de mi Voluntad Divina, pero Yo te ahogaré con
tanta luz a fin de que pierdas el residuo de la timidez de la voluntad humana,
porque en la mía no hay estas debilidades, sino valor y fortaleza divina,
insuperable e invencible. Para formar el reino de mi Fiat en el alma,
distiendo en ella como fundamento todos los conocimientos de Él, y después
tomo posesión, distendiendo en ella mi misma Vida para tener mi verdadero
reino. Mira que gran diferencia entre el reino de los reyes de la tierra y mi
reino: Los reyes no ponen a disposición de cada individuo la propia vida, ni
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la encierran en ellos, ni encierran la vida de los pobladores en ellos, y por
eso su reinar está sujeto a terminar, porque no es vida que corre entre el uno
y los otros, sino leyes e imposiciones, y donde no hay vida no hay amor ni
verdadero reinar. En cambio el reino de mi Voluntad Divina es reino de
vida: La Vida del Creador encerrada en la criatura y la de la criatura
transfundida y ensimismada con el Creador, por eso el reino de mi Divina
Voluntad es de una alteza y nobleza inalcanzable, el alma viene constituida
reina, ¿y sabes tú de que viene hecha reina? Reina de la santidad, reina del
amor, reina de la belleza, de la luz, de la bondad, de la gracia, en suma, reina
de la Vida Divina y de todas sus cualidades; ¡qué reino tan noble y lleno de
vida es este reino de mi Voluntad! Mira entonces la gran necesidad de los
conocimientos de Ella, ellos son no solamente la parte fundamental, sino el
alimento, el régimen, el orden, las leyes, la bella música, las alegrías, la
felicidad de mi reino; cada conocimiento posee una felicidad distinta, son
como tantas teclas divinas que formaran la bella armonía en él, he aquí por
qué estoy siendo tan generoso en decirte tantos conocimientos de mi Fiat
Divino, y requiero de ti suma atención en manifestarlos, porque son la base y
como un ejercito formidable que mantendrán la defensa y harán de
centinelas, a fin de que mi reino sea el más bello, el más santo y el eco
perfecto de mi patria celestial."
Jesús ha hecho silencio y después, de nuevo ha agregado:
"Hija mía, cuando mi Divina Voluntad quiere poner fuera un
conocimiento suyo o un acto nuevo, Cielo y tierra reverentes le rinden
honores y la escuchan, toda la Creación se siente correr en ella un nuevo
acto divino, que como humor vital la embellece y la vuelve doblemente
feliz, y se siente cono honrada por su mismo Creador, que con su Fiat
omnipotente le comunica sus nuevos conocimientos, y esperan la
manifestación de aquel conocimiento en la criatura, para ver el acto nuevo
del Querer Divino repetido en ella para tener la confirmación de aquel bien y
la alegría y felicidad que trae el nuevo conocimiento. Entonces mi Voluntad
se pone en actitud de fiesta porque saca de Sí una Vida Divina, la cual,
mientras es dirigida a una criatura, después se expande y se comunica a
todas las demás."
Después de esto estaba siguiendo mi giro en el Querer Divino, y
poniéndome en el edén para estar presente cuando la Majestad Divina,
habiendo formado la bella estatua del hombre le estaba dando la vida
infundiéndole el respiro con su aliento omnipotente, para poder glorificar a
mi Creador en un acto tan solemne, amarlo, adorarlo y agradecerle por un
amor tan excesivo y desbordante hacia el hombre, y mi divino Jesús
moviéndose en mi interior me ha dicho:
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"Hija mía, este acto de formar y de infundir la vida en el hombre con
nuestro aliento omnipotente, fue tan tierno, conmovedor y de alegría tan
grande para Nosotros, que todo nuestro Ser Divino desbordó fuera tanto en
amor, que con fuerza raptora raptó nuestras cualidades divinas para
infundirlas en el hombre; al infundirle el respiro todo vertimos en él, y al
darle nuestro aliento poníamos nuestro Ser Supremo en comunicación con
él, en modo de volverlo inseparable de Nosotros. Este nuestro aliento no
cesó jamás, porque si en la creación de todo el universo fue nuestra
Voluntad la que se constituía vida de todo, en el hombre no sólo se daba
nuestro Fiat, sino que junto con nuestro aliento se daba a él la misma Vida
nuestra, y este nuestro aliento aún no cesa, para continuar la generación de
las otras criaturas para volverlas inseparables de Nosotros. Es tanto nuestro
Amor cuando hacemos una obra, que hecha una vez queda la actitud de
hacerla siempre, por eso la ingratitud del hombre es grande, porque
desconoce, desprecia, ofende esta nuestra Vida en él mismo; y así como
cuando se emite el aliento para respirar, se pone fuera y se vuelve a meter
para poder nuevamente dar el aliento, en el acto de darle el aliento nos
damos Nosotros a él, y al volver a meter el aliento metemos al hombre en
Nosotros, y no sintiéndolo venir en Nosotros, porque su voluntad no está con
Nosotros, sentimos todo el peso de la ingratitud humana. He aquí el por qué
te llamamos a ti, para darte nuestro aliento incesante, a fin de que, conforme
lo metamos para sacarlo de nuevo, te sintamos venir en Nosotros para recibir
el cumplimiento de nuestra Voluntad en el acto solemne de sacar nuestro
aliento regenerador para generar a las criaturas."
Octubre 30, 1927
El Amor divino regurgitó en la Creación. Liberalidad y magnificencia
de Dios al crear la maquina del universo, especialmente al crear a su
amado joyel sin mérito de ninguno. Decisión de la Divina Voluntad en
querer venir a reinar en medio de las criaturas. Su aire balsámico, su
belleza encantadora y raptora. Lo que harán sus conocimientos.
Me sentía toda abandonada en el Fiat Divino, y mi pobre mente me la
sentía como empapada por la luz de su Santidad, Belleza y Felicidad
indescriptibles. Poseer la fuente de todos los bienes, gozar el abismo de los
mares infinitos de todas las alegrías y poseer todos los atractivos de las
bellezas inagotables, de las bellezas divinas, hasta llegar hacer enamorar al
mismo Dios y vivir en el Querer Divino haciéndolo reinar en el alma, es
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todo lo mismo. Voluntad de Dios, cómo eres amable, adorable, deseable
más que la misma vida, tu reinar es reino de luz, que tiene fuerza para
vaciarme de lo que a su Luz no pertenece; es reino de santidad y me
transforma no en la santidad de los santos, sino en la Santidad de mi
Creador; es reino de felicidad y de alegría, y me pone en fuga todas las
amarguras, los fastidios, el tedio. ¿Pero cómo pueden disponerse las
criaturas, merecer recibir un reino tan santo? Ahora, mientras esto pensaba
y mi pobre mente nadaba en el abismo del mar del Fiat Divino, mi amable
Jesús ha salido de dentro de mi interior, y estrechándome a Sí todo ternura
me ha dicho:
"Mi pequeña hija, tú debes saber que nuestro Amor regurgitó en la
Creación, y desbordando fuera de Nosotros, sin que ninguno hubiera
merecido tanto bien, ni siquiera con una sola palabra, nuestra suma Bondad
y Liberalidad sin límites creó con tanta magnificencia, orden y armonía toda
la maquina del universo por amor de quien aún no existía, después de esto
nuestro Amor regurgitó más fuerte y creamos a aquél por el cual todas las
cosas fueron creadas, y como Nosotros en el obrar obramos siempre con
magnanimidad inalcanzable, y mientras damos todo no nos agotamos, de
modo que nada debe faltar a nuestra obra de magnificencia, de grandeza y de
todos los bienes, al crear al hombre, sin que él tuviera ningún mérito, por
dote, por fundamento, por sustancia de todos los bienes, alegrías y
felicidades, le dimos por reino nuestra Voluntad, a fin de que nada le faltase,
teniendo a su disposición una Voluntad Divina, y junto con Ella nuestro Ser
Supremo. ¿Qué honor hubiera sido para Nosotros si la obra de la Creación
hubiese sido pobre, mísera de luz, sin la multiplicidad de tantas cosas
creadas, sin orden y sin armonía, y nuestro amado joyel, nuestro amado hijo,
cual es el hombre, sin la plenitud de los bienes de Aquél que lo había
creado? No habría sido honor para quien todo posee y todo puede, el hacer
una obra incompleta, mucho más que nuestro Amor regurgitando fuerte,
fuerte, más que olas impetuosas quería dar, desahogar cuanto más podía,
hasta llenar a nuestro amado joyel de todos los bienes posibles e imaginables
y formar mares en torno a él que desbordaban de él mismo, que habían sido
puestos en él por su Creador.
Y si el hombre lo perdió, fue él el que rechazó por su propia voluntad
el reino de mi Voluntad, su dote y la sustancia de su felicidad. Ahora como
en la Creación, mi Amor regurgita fuerte, y el reino de mi Voluntad ha
decidido que quiere su Vida en medio de las criaturas, y por esto
desahogando con toda magnificencia sin mirar a los méritos de ellos, con
magnanimidad insuperable quiere dar de nuevo su reino, solamente que
quiere que las criaturas lo sepan, conozcan sus bienes, a fin de que
1913
conociéndolos suspiren y quieran el reino de la santidad, de la luz y de la
felicidad, y así como una voluntad lo rechazó, así otra voluntad lo llame, lo
suspire, lo urja a venir y reinar en medio a las criaturas; he aquí el por qué de
la necesidad de sus conocimientos, pues si un bien no se conoce, ni se quiere
ni se ama; por eso estos conocimientos serán los mensajeros, los heraldos
que anunciarán mi reino. Mis conocimientos acerca de mi Fiat se pondrán
en actitud, ahora de soles, ahora de truenos, ahora de relámpagos de luz,
ahora de vientos impetuosos, que llamarán la atención de los doctos y de los
ignorantes, de los buenos y aun de los malos, que como centellas caerán en
sus corazones y con fuerza irresistible los derrumbará para hacerlos resurgir
en el bien de los conocimientos adquiridos, formarán la verdadera
renovación en el mundo, tomarán todas las actitudes para atraer y vencer a
las criaturas, poniéndose ahora en actitud de pacificadores que quieren el
beso de las criaturas para darles el suyo, para olvidar todo el pasado y
recordarse sólo de amarse juntos y hacerse felices mutuamente; ahora en
actitud de guerreros convencidos de su victoria, para volver cierta la
conquista que quieren hacer de quien los conoce; ahora como plegarias
incesantes que sólo cesarán de suplicar cuando las criaturas vencidas por los
conocimientos de mi Querer Divino digan: ‘Has vencido, somos ya presa de
tu reino’; ahora en actitud de rey dominante y emanante de amor, tanto, que
plegarán la frente para hacerse dominar; ¿qué cosa no hará mi Voluntad?
Pondrá toda su Potencia en actitud para venir a reinar en medio a las
criaturas, Ella posee una belleza raptora, que si se hace ver una sola vez con
claridad, rapta, embellece arrojando sus olas de bellezas sobre el alma, de
modo que difícilmente podrán olvidar una belleza tan rara, permanecerán
como en el laberinto de su belleza y no podrán salir; posee una potencia
encantadora y el alma queda fija en su dulce encanto; posee un aire
balsámico, que respirado sentirán entrar en ellos el aire de la paz, de la
santidad, de la armonía divina, de la felicidad, de la luz que todo purifica,
del amor que todo quema, de la potencia que todo conquista, de modo que
este aire llevará el bálsamo celestial a todos los males producidos por el aire
malsano, morboso y asesino de la voluntad humana. Mira, también en la
vida humana el aire obra en modo sorprendente: Si el aire es puro, bueno,
sano, perfumado, la respiración es libre, la circulación de la sangre es
regular, crecen fuertes, nutridos, de buen color y sanos; en cambio si el aire
es malo, maloliente e infectado, la respiración es obstruida, la circulación de
la sangre es irregular, y no recibiendo la vida del aire puro están débiles,
pálidos, enflaquecidos y medio enfermos. El aire es la vida de las criaturas,
sin él no pueden vivir, pero hay una gran diferencia entre el aire bueno y el
malo. Así es el aire del alma, el aire de mi Voluntad mantiene la vida pura,
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sana, santa, bella y fuerte como salió del seno de su Creador. El aire asesino
del querer humano deforma a la pobre criatura, la hace descender de su
origen y crece enferma, débil, de dar piedad."
Después, con un énfasis más tierno ha agregado: "¡Oh Voluntad mía,
cómo eres amable, admirable, potente! Tu belleza enamora los Cielos y
mantiene el encanto que rapta a toda la corte celestial, de modo que son
felices porque no pueden apartar su mirada de Ti, ¡ah! con tu belleza
encantadora que todo rapta, rapta la tierra y con tu dulce encanto encanta a
todas las criaturas, a fin de que una sea la Voluntad de todos, una la
Santidad, una la Vida, uno tu reino, uno tu Fiat, como en el Cielo así en la
tierra."
Noviembre 2, 1927
Diferencia que hay entre quien vive en el Querer Divino y obra en
Él, y entre quien hace el bien en la noche de la voluntad humana.
Mi vuelo es continuo en el Querer Divino y mi pobre inteligencia está
como fijada en Él, y en su luz comprendía la gran diferencia entre el obrar
en el Querer Supremo y entre el obrar humano, bueno en sí mismo, pero que
falta la Vida del Fiat Divino en la acción de la criatura, y decía entre mí:
"¿Será posible tanta diferencia?" Y mi amado Jesús moviéndose desde
dentro de mi interior me ha dicho:
"Hija mía, la voluntad humana formó la noche a la familia humana en
sus almas, y si hacen obras buenas, aun importantes, como el bien por sí
mismo es luz, hacen salir de ellos mismos tantas pequeñas luces, puede ser
luz de un fósforo, luz de una pequeña vela, de una lamparita eléctrica; según
el bien que hay dentro de la acción humana y multiplicidad de ellas, así
vienen formadas luces pequeñas y luces un poco más grandes, y por cuantas
hay, tienen el bien, en virtud de sus pequeñas luces, de no quedar ellos y los
que los circundan en la oscuridad, pero no tienen virtud de hacer cambiar la
noche en día, así que podrán ser también como ciudades o habitaciones que
poseen el bien de tantas luces eléctricas, aunque también están sujetas a
apagarse, pero que puedan hacer cambiar la noche en día les será imposible,
porque no es naturaleza de la luz formada por el ingenio del hombre, tanto
en el alma como en el cuerpo, el poder formar el pleno día, sólo el sol tiene
esta virtud de hacer huir las tinieblas nocturnas y formar su pleno día, que
resplandeciente de luz y calor alegra la tierra con todos sus habitantes, y
donde resplandece produce sus efectos vitales a toda la naturaleza. Ahora,
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sólo el vivir en mi Querer y el obrar en Él es siempre día, y el alma,
conforme obra, sea pequeña, sea grande su acción, obra bajo el reflejo del
Sol eterno e inmenso de mi Fiat, el cual reflejando en la acción de la
criatura, viene formado en virtud de Él el sol en la acción humana, en la cual
quedan en posesión de estos soles que les hacen gozar el pleno día
continuado, y como estos soles han sido formados en virtud de los reflejos
del Sol de mi Querer Divino, que posee la fuente de la luz, la acción humana
convertida en sol es alimentada por la fuente de la luz, y por eso no están
sujetos ni a apagarse ni a disminuir de luz. Ve entonces que gran diferencia
hay entre quien obra y vive en mi Voluntad, y entre quien obra el bien fuera
de Ella, es la diferencia entre quien puede formar el sol y tantos soles, y
entre quien forma una luz, y basta un sol para eclipsar todas las luces, y
todas las luces juntas no tienen virtud, ni fuerza de luz para poder sobrepasar
un sol. Para comprender con más claridad lo puedes ver en el orden del
universo, que todas las luces, de cualquier especie formadas por la habilidad
humana no son capaces de formar el día, en cambio el sol creado por mis
manos creadoras, a pesar de que es uno, forma el día, porque posee la fuente
de la luz puesta dentro de él por su Creador, y por eso no está sujeto a
disminuir de luz; esto es símbolo de quien vive en mi Querer Divino, porque
en todos sus actos corre dentro un acto de Vida Divina, una fuerza creadora
que tiene virtud de formar soles, no se abaja ni quiere formar pequeñas
luces, sino soles que jamás se extingan. Por esto puedes comprender que el
bien producido por el querer humano, a pesar de que no puede formar el día,
es siempre un bien para el hombre y reciben la utilidad de la luz en la noche
de la voluntad humana, le sirve para no morir en las densas tinieblas de la
culpa; aquellas luces, si bien pequeñas, le encaminan el paso, le hacen ver
los peligros y atraen mi paterna Bondad hacia ellos, que ve que se sirven de
la noche de su voluntad humana para formar al menos pequeñas luces para
dirigir el paso por el camino de la salvación. Fue propiamente esto lo que
atrajo toda nuestra ternura y nuestra paterna bondad hacia Adán, él había
comprendido qué significaba vivir en nuestro Querer Divino y cómo en sus
pequeños actos, así como en los más grandes, corría dentro nuestra virtud
creadora y eran investidos por el Sol del eterno Fiat, que siendo Sol tenía
virtud de poder formar cuantos soles quería; entonces al verse vaciado de
esta Fuerza creadora, no pudo formar más soles, por eso, pobrecito, se
esforzaba cuanto más podía por formar pequeñas luces, y viendo la gran
diferencia de su estado primero y el de después de la culpa, sentía tal dolor,
que se sentía morir en cada acto suyo. El Ente Supremo se sentía
conmovido y admiraba la industria del pobre Adán, que no pudiendo formar
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más soles, se las ingeniaba para formar con sus actos pequeñas luces, y en
virtud de esto le mantuvo la promesa del futuro Mesías."
Noviembre 6, 1927
Quien vive en la Divina Voluntad no desciende de su origen, y le es
debido el estado de reina, en cambio quien vive fuera de Ella vive en el
estado de siervo. Diferencia que lleva al uno y al otro el reino de la
Redención. Quienes viven en la Divina Voluntad serán los primeros
delante de Dios. Cómo la cruz maduró el reino de la Redención.
Cómo en cada verdad corre dentro una Vida Divina.
Estaba siguiendo al Querer Divino acompañando todos los actos quemi dulce Jesús había hecho cuando estuvo sobre la tierra, Él me los hacía
presentes y yo los investía con mi te amo y le pedía con sus mismos actos el
reino del Fiat Divino, y le suplicaba que aplicara a mi alma todo lo que había
hecho en el reino de la Redención, para darme la gracia de vivir siempre en
su Querer Divino, y mi dulce Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, quien vive en mi Divina Voluntad no desciende de su
origen, y como todo fue creado para quien debía vivir en Ella, todos los
bienes de la Creación son suyos, que son más extensos que los bienes de la
Redención, porque a quien se mantiene en el estado de origen con vivir en el
Fiat Supremo, le es debido el estado de reina, y como reina conviene que
posea, y mucho más que es reina que habita en el regio palacio de nuestro
Querer, entonces le conviene que posea reinos, soles, cielos, mares, y que el
mismo Rey haga vida junto con ella haciendo feliz a su reina, y ella
haciendo feliz a su Rey. He aquí por qué los bienes de la Creación debían
ser más extensos, de otra manera, ¿cómo podía ser estado de reina si no tenía
dominio y reinos que dominar? En cambio con no vivir en nuestro Querer
Divino, el alma desciende de su origen, se desnoblece y se pone en el estado
de sierva, por lo tanto no le corresponden reinos e imperios. Mucho más que
Yo en la Redención vine a la tierra para resucitar al hombre del estado de
muerte, para sanarlo, para darle todos los remedios posibles para hacerlo
regresar de nuevo a su estado primero de su origen, sabiendo que si él
regresaba en nuestro Querer, de donde salió, ya estaba preparado para
mantenerlo en el estado real de dominador. Es más, tú debes saber que
quien vive o vivirá en Él, los actos que Yo hice en la Redención le servirán
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no de remedios sino de felicidad, de alegría, y como el más bello adorno en
el palacio regio de mi Voluntad, porque todo lo que Yo hice no fue otra cosa
que parto suyo, sus entrañas misericordiosas dieron a luz en el seno de mi
Humanidad todos los actos que Yo hice al venir a la tierra, entonces es justo
que como cosa suya sirvan de adorno a Sí misma. Así que en todo lo que
Yo hice estando sobre la tierra, si oraba, si hablaba, si sufría, si bendecía a
los niños, iba buscando a mis hijos, a los hijos de mi Voluntad Divina para
darles el primer acto, la cosa que a ellos pertenecía, la felicidad que
contenían, y después los daba en remedio a los hijos desventurados de la
culpa, siervos de la voluntad humana, para su salvación. Por eso todos mis
actos corrían como acto primero a quien debía vivir en el Supremo Querer,
como a su centro de vida; entonces quien vive en Él puede decir, todo es
mío, y Yo digo, todo es tuyo."
Después de esto pensaba entre mí: "Si el Fiat Divino tiene su acto
primero, de modo que ningún otro acto puede decir, soy acto primero de Él,
¿cómo podrán encontrarse ante Dios como acto primero aquellos quevendrán después a vivir en Él si ya están los primeros?" Y mi Divino Jesús
ha agregado:
"Hija mía, para quien vive o vivirá en mi Querer, todos serán comoacto primero delante de Dios, porque Él tiene un acto solo, un acto incesante
que parte siempre del primer acto, y en virtud de este solo e incesante actoeleva a todos los actos hechos en Él al primer acto suyo, de modo que todos
aquellos que vivirán en mi Querer se encontrarán en su acto solo, y todos
como primero delante a la Majestad Adorable. Así que en mi Voluntad no
habrá ni primero ni después, sino todos fundidos juntos en un solo acto; ¡qué
honor, qué gloria, que la criatura pueda tener un lugar en este acto solo de la
Voluntad de su Creador, del cual, como fuente brotan todos los bienes, todas
las felicidades posibles e imaginables!"
Después, al continuar siguiendo los actos de mi amado Jesús, me he
detenido en el acto en que recibió la cruz y que abrazándola con toda la
ternura de su Amor se la puso sobre su hombro para llevarla al calvario, y
Jesús ha agregado:
"Hija mía, la cruz maduró el reino de la Redención, lo completó y se
puso a custodia de todos los redimidos, de modo que si se hacen custodiar
por la cruz, reciben en sí los efectos que contiene un fruto maduro, que
contiene sabor, dulzura y humor vital y les hace sentir todo el bien de la
Redención, de modo que ellas maduran junto con el fruto de la cruz y se
disponen a regresar al reino de mi Voluntad, porque la cruz también maduró
el reino de mi Voluntad. En efecto, ¿quién te ha dispuesto a ti a hacerte
vivir en Ella? ¿No ha sido tal vez la cruz de tantos años la que te maduró
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como un bello fruto, te quitó todos los gustos acerbos que contiene la tierra,
todos los apegos a las criaturas y te los convirtió en dulzuras divinas,
poniéndose la cruz a guardia a fin de que nada entrase en ti que no fuese
santo, que no diese de Cielo? La cruz no ha hecho otra cosa, qué haciendo
correr en ti los humores vitales formaba en ti a tu Jesús, y tu Jesús
encontrándote madura formaba el reino de su Voluntad Divina en el fondo
de tu alma, y poniéndome en actitud de maestro con todo amor te hablaba y
te hablo de Ella, te he enseñado sus caminos, la vida que debes tener en Ella,
los prodigios, la potencia y la belleza de mi reino. Tú debes saber que cada
vez que tu Jesús se decide a manifestar una verdad, es tanto el amor a ella,
que biloco mi misma Vida en cada verdad que Yo manifiesto, para hacer que
cada verdad tenga la potencia de formar una Vida Divina en las criaturas.
Ve entonces qué significa el manifestarte una verdad de menos o una verdad
de más, es poner fuera una Vida Divina a riesgo, ponerla en peligro, porque
si no viene conocida, amada y apreciada, es una Vida Divina que no recibe
su fruto y que no recibe los honores que le convienen. He aquí por qué amo
tanto las verdades que manifiesto, porque es Vida mía que corre dentro, y
amo tanto que sean conocidas.
Cómo es diferente mi obrar del de las criaturas; si ellas hablan,
enseñan, obran, no queda su vida en la palabra o en la obra, por eso no se
duelen tanto si sus palabras u obras no tienen sus frutos, en cambio Yo me
duelo mucho, mucho, porque es Vida que hago correr en lo que Yo
manifiesto."
Noviembre 10, 1927
El alma sola con Jesús y Jesús solo con ella y cómo se la goza Él solo.
Orden y armonía de la Creación. Cada cosa creada debía recibir
la acción de Adán. Dios, primer modelo de la Creación, Adán el
segundo, el tercero quien debe hacer regresar el reino del Fiat Divino.
Me sentía toda abandonada en el eterno Fiat y toda sola y sólo para
Jesús, como si ningún otro existiese entre mí. Entonces pensaba para mí:
"Estoy sola, dentro de mí no siento correr otra cosa que el gran mar de la
Voluntad Divina, todo el resto no existe para mí, Jesús mismo se va y se
esconde en la Luz interminable de Ella, y si se hace ver, los rayos del Sol del
Querer Divino le llueven encima y mi vista, siendo demasiado débil queda
eclipsada y lo pierdo, esperando que mi Jesús, mi vida, se zafe de aquella
Luz, o bien la vuelva menos brillante para poder encontrarlo de nuevo, y me
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lamento de la Luz que me eclipsa la vista y me esconde a Aquél que es vida
de mi pobre alma; ¡oh! si esta Luz del bendito Fiat fuese menos
deslumbrante yo me gozaría a mi dulce Jesús, porque muchas veces siento
su toque divino, su aliento refrigerante, otras veces siento sus labios que me
dan su beso, y con todo y eso no lo veo, todo es por causa de la bendita Luz
que forma el eclipse. ¡Oh! Santa Voluntad de Dios, cómo eres fuerte y
potente, que llegas a esconderme a mi amado Jesús." Después, mientras esto
y otras cosas pensaba, mi sumo bien Jesús ha salido de dentro de aquella Luz
tan deslumbrante, y así lo he podido ver y me ha dicho:
"Hija mía, tú estás sola conmigo y Yo estoy solo contigo, y como estás
sola conmigo Yo concentro en ti a todo Yo mismo, porque estando sola
conmigo te puedo llenar toda de Mí, no hay punto de ti donde no tome mi
lugar, te transforme en Mí y como en naturaleza entre en ti la Gracia
extraordinaria. Cuando el alma está sola conmigo Yo soy libre de hacer lo
que quiero, me la gozo Yo solo y mi Amor me hace hacer tanto con ella, que
llego hasta la locura y hago tantas estratagemas amorosas, que si se pudiesen
ver u oír por todas las criaturas, dirían: ‘Sólo Jesús sabe amar y puede amar
en modo tan sorprendente, tan ingenioso y tan grande.’ Yo hago con quien
vive sola conmigo, como podría hacer el sol si pudiese concentrar toda su
luz sobre de una planta, esta planta recibiría en sí toda la vida del sol y
gozaría de todos sus efectos, mientras que las otras plantas reciben cada una
un solo efecto, que basta a la naturaleza de su planta, en cambio la primera,
como recibe toda la vida del sol, recibe al mismo tiempo todos los efectos
que contiene la luz. Así hago Yo, concentro en el alma toda mi Vida y no
hay cosa de Mí de que no la haga gozar; en cambio, quien no está solo
conmigo, como no puedo concentrar mi Vida, está sin luz, siente en sí el
peso de las tinieblas, su ser está dividido en tantas partes por cuantas cosas
tiene; así que si ama la tierra se siente dividida con la tierra, si ama a las
criaturas, los placeres, las riquezas, se siente dividida como a pedazos, de
modo que, quién la arrebata de una parte y quién de la otra, el pobre corazón
vive entre ansias, temores y amargas desilusiones. Todo al contrario para
quien vive sola conmigo."
Después de esto estaba siguiendo mi giro en el Querer Divino, y
habiendo llegado al edén, estaba glorificando a mi Creador en el acto en que
con su aliento omnipotente infundía la vida en el cuerpo de mi primer padre
Adán, y mi siempre amable Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija, con qué orden y armonía fue creado el hombre. Adán fue
creado por Nosotros rey de toda la Creación, y como rey tenía la supremacía
sobre todas las cosas, y si no hubiese rechazado nuestro Fiat, poseyendo launidad de Él, en toda su vida habría llenado con sus actos todas las cosas
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creadas; como rey y señor tenía el derecho de que cada cosa creada debía
recibir su acción, debía ser investida por su luz, porque cada acción suya era
un sol, uno más bello que el otro, así que él debía formar la corona a toda la
Creación, no habría sido verdadero rey si no hubiese conocido todos sus
dominios y no hubiese tenido el derecho de poner sus actos en todas las
cosas creadas por Nosotros. Sucedía como cuando alguien es dueño de un
terreno, el cual tiene el derecho de pasear dentro de aquel terreno, de plantar
flores, plantas, árboles, en suma todo lo que quiere. Así era Adán, con la
Potencia de nuestro Fiat Divino hacía lo que quería, se bilocaba en todas las
cosas creadas, y si hablaba, si amaba, si adoraba y obraba, su voz resonaba
en toda la Creación y era investida por el amor, por la adoración y obra de
él, así que la Divinidad sentía el amor, la adoración, la obra de su primer hijo
en todas sus obras. Ahora, todo el obrar de Adán habría permanecido en
toda la Creación como el primer modelo para todos sus descendientes, los
cuales habrían modelado todos sus actos a los reflejos de luz de los actos de
Adán, que como primer padre habría dado en herencia a todos sus
descendientes, los que no sólo habrían tenido su modelo, sino la posesión de
sus mismos actos. ¿Cuál habría sido nuestra gloria y la suya, al ver el obrar
de nuestro amado hijo, de nuestro precioso tesoro, parido por nuestro amor,
fundido con nuestras obras? ¿Qué felicidad para él y para Nosotros? Ahora,
si ésta era nuestra finalidad por la que fue creada toda la Creación y nuestro
amado joyel, que es el hombre, ¿no es justo de que a pesar de que Adán
comenzó y no terminó, es más, terminó en el dolor y en la confusión porque
rechazó nuestro Querer Divino que le servía como acto primero y lo hacía
obrar en las obras de su Creador, que efectuemos esta nuestra finalidad en
sus descendientes? He aquí por qué te llamo en medio de mis obras en toda
la Creación, para formar el modelo sobre el cual deben modelarse las otras
criaturas para regresar en mi Fiat. Si tú supieras qué gloria siento cuando
veo que tú, haciendo tuyo mi Querer Divino quieres animar la luz del sol a
decirme que me amas y pedirme mi reino, a la rapidez del viento, al
murmullo del mar, a la flor, al cielo distendido, hasta el canto del pequeño
pajarillo; al ver que quieres dar tu voz a todos, animar a todos para decirme
que me amas, me adoras y quieres el reino del Fiat Supremo, siento tal
contento que me siento repetir las primeras alegrías, el primer amor de mi
amado joyel, y me siento inclinado a poner todo a un lado, a olvidar todo,
para hacer regresar el todo tal y como fue establecido por Nosotros. Por eso
sé atenta hija mía, se trata de algo muy grande.
Tú debes saber que el primer modelo en la Creación fue el Ente
Supremo, en el cual el hombre debía modelar todos sus actos con su
Creador, el segundo debía ser Adán, en el cual debían modelarse todos sus
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descendientes, pero como se sustrajo de mi Voluntad, faltando Ella, su
unidad en él, le faltaron los pinceles, los colores y la materia prima para
poder hacer los modelos a semejanza de su Creador. ¡Pobrecito! ¿Cómo
podía formar los modelos con la misma forma divina, si no estaba más en
posesión de aquella Voluntad que le suministraba habilidad y todo lo
necesario que se requería para poder formar los mismos modelos de Dios?
Rechazando mi Fiat Divino rechazó la potencia que todo puede y sabe hacer,
sucedió de Adán como sucedería de ti si no tuvieras ni papel, ni pluma, ni
tinta para escribir, si esto te faltara no serías capaz de poner una sola palabra,
así él, no fue más capaz de formar los modelos sobre el molde divino. El
tercer modelo lo debe hacer quien debe hacer regresar el reino de mi
Voluntad, por eso tus deberes son grandes, a tus modelos serán modelados
todos aquellos de los otros, y por eso en todos tus actos haz que corra la
Vida de mi Querer Divino, a fin de que te suministre todo lo necesario que
se requiere, y así todo irá bien y tu Jesús estará junto contigo para hacerte
llevar a cabo bien sus modelos divinos."
Noviembre 13, 1927
Cómo el Verbo estaba en el centro de la Humanidad de Jesús y cómo
obraba. Gran diferencia entre el reinar de la Voluntad Divina y
entre la santidad de los santos, aunque hayan hecho milagros.
Estaba siguiendo mi giro en el Querer Divino, y habiendo llegado a los
actos que hizo en la Humanidad de Nuestro Señor, mi dulce Jesús
moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, el Verbo Divino en mi Humanidad estaba como centro de
vida en Ella, éramos inseparables el uno y la otra, pero como mi Humanidad
tenía sus límites y el Verbo era sin límites, inmenso e infinito, no pude
restringir dentro de Ella toda la luz interminable del Verbo, esta luz
desbordaba fuera, de modo que sus rayos desbordando fuera del centro de mi
Humanidad, salían de mis manos, de mis pies, de la boca, del corazón, de los
ojos, de todas las partes de mi Humanidad, de modo que todo mi obrar corría
en esta luz, que más que rayos solares investía todo y buscaba todos los
actos de las criaturas para darles sus actos, a fin de que los actos de ellas,
investidos por su luz, tomasen la forma de los suyos y fundidos juntos
adquirieran el valor, la belleza de sus actos. ¿Pero cuál no fue el dolor de mi
Humanidad al ver rechazados por las criaturas, en la misma Luz del Verbo
eterno, sus actos, e impedirles la transformación que quería hacer en las
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criaturas? Cada acto suyo rechazado era un dolor, y cada acto de las
criaturas se convertía para mi Humanidad en amargura y ofensa. Cómo es
duro querer hacer el bien, hacerlo y no encontrar quién reciba este bien; este
dolor dura aún, porque todo lo que hizo mi Humanidad en la Luz del Verbo
eterno existe y existirá siempre, y siempre está en acto de hacer lo que una
vez fue hecho y está como en asecho esperando que la criatura reciba la
transmisión de sus actos a fin de que uno sea el acto, uno el valor, una la
voluntad, uno el amor de las dos partes, y sólo con reinar mi Fiat puede el
obrar que Yo hice en la Redención tener su total cumplimiento, porque con
la luz de Él las criaturas se quitarán la venda y harán correr en ellas todo el
bien que el Verbo eterno vino a hacer en mi Humanidad por amor de las
criaturas."
Ahora, mientras esto decía, veía a mi dulce Jesús que de dentro de su
interior salía tanta luz que investía todo y a todos. Después seguía mi giro
en el Fiat Divino, acompañando con mi te amo todos los prodigios que Él
había hecho en los santos, en los patriarcas y en los profetas del antiguo
testamento, como en aquellos después de su venida sobre la tierra, para pedir
en virtud de todos estos actos suyos su reino divino en medio a las criaturas,
y pensaba entre mí: "Si tantos prodigios ha hecho este Santo Querer en
todos estos santos, ¿no es esto entonces su reinar, al menos en estos santos
tan prodigiosos?" Mientras esto pensaba, mi amado Jesús moviéndose en mi
interior me ha dicho:
"Hija mía, no hay bien que no haya salido de mi Voluntad, pero hay
una gran diferencia entre el reinar de Ella en las criaturas, y entre el sacar un
acto de dentro de Ella y comunicarlo a las criaturas, como a Abraham, en
que sacó un acto de heroísmo y tuve al hombre heroico en el sacrificio; en
Moisés un acto de potencia, y fue el hombre prodigioso; en Sansón un acto
de fuerza, y fue el hombre fuerte; a los profetas les reveló lo que
correspondía al futuro Redentor, y fueron hombres profetas y así de todos
los demás que se han distinguido como prodigiosos y de virtud no común;
de acuerdo al acto que sacaba mi Querer Divino, si prestaban su adhesión y
correspondían, así recibían el bien del acto de Él; esto no es reinar hija mía,
ni forma el reino de mi Querer, para formarlo no se requiere un solo acto,
sino el acto continuado que Él posee, esto es lo que quiere dar a las criaturas
para formar su reino, su acto continuado de potencia, de felicidad, de luz, de
santidad, de belleza insuperable; lo que mi Fiat es por naturaleza, quiere que
las criaturas lleguen a ser en virtud de su acto continuo que contiene todos
los bienes posibles e imaginables. ¿Dirías tú que un rey reina sólo porque ha
hecho una ley, ha dado un bien a su pueblo? Ciertamente que no, el
verdadero reinar es formar la vida de los pueblos con todas las leyes, dando
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el régimen decoroso, conveniente, recto y justo a la vida de ellos, dándoles
todos los medios necesarios a fin de que nada les falte para su bien. El rey
para reinar debería tener su vida en medio de los pueblos y hacer una su
voluntad y sus bienes con ellos, de modo que el rey debía formar la vida del
pueblo y ellos la vida del rey, de otra manera no es un verdadero reinar.
Esto es el reinar de mi Voluntad, volverse inseparable de los hijos de su
reino, darles todo lo que posee hasta desbordar fuera, para tener hijos felices
y santos con su misma felicidad y santidad. Ahora, de aquí se ve que a pesar
de los tantos prodigios y milagros que los santos, los profetas, los patriarcas
han hecho, no han formado mi reino en medio a las criaturas ni han hecho
conocer su valor ni el gran bien que posee mi Voluntad, ni lo que puede
hacer y quiere dar, y la finalidad de su reino, porque faltaba su acto
continuado, su Vida permanente en ellos, y por eso, no conociéndola a
fondo, se han ocupado de otras cosas que correspondían a mi gloria y a su
bien, y a mi Voluntad la han puesto a un lado, esperando otro tiempo más
propicio, cuando la paterna bondad se complazca, primero de hacer conocer
y después dar un bien tan grande y un reino tan santo que ellos ni siquiera
soñaban. Por eso sé atenta y sigue tu vuelo en el Fiat Divino."
Noviembre 18, 1927
Cuando Dios manifiesta una nueva verdad a la criatura, es una nueva
fiesta para Dios y para ella. En cuanto el alma se decide a hacer su acto
en el Querer Divino, así llama al Fiat Divino a reflejar con su luz en su
acto, el cual tiene virtud de vaciarlo de todo lo que no es luz.
Me sentía afligida por las acostumbradas privaciones de mi dulce
Jesús, pero toda abandonada en su amable Querer. Entonces pensaba entre
mí: "En estos días mi sumo bien Jesús no me ha dicho nada, todo ha sido un
profundo silencio, apenas algún movimiento de Él me hacía sentir en mi
interior, pero sin ninguna palabra." Mientras esto pensaba se ha movido en
mi interior diciéndome:
"Hija mía, cuando Dios no manifiesta otras verdades, la Voluntad
Divina está como suspendida, no agrega otros bienes hacia las criaturas, por
lo tanto para Dios y para la criatura no existe la fiesta que la verdad lleva
consigo."
Yo al oír esto he dicho: "Para Ti es siempre fiesta, porque tienes
contigo todas las verdades, pero para la pobre criatura la fiesta es
interrumpida, porque no posee la fuente de todas las verdades, así que
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cuando su Creador no le comunica otras verdades, las nuevas fiestas quedan
interrumpidas para ella, a lo más se goza aquellas fiestas que ya le fueron
comunicadas por Ti, pero las sorpresas de las nuevas fiestas no están en su
poder, lo que no sucede para Ti." Y Jesús ha agregado:
"Cierto hija mía, para Nosotros es siempre fiesta y nadie puede
mínimamente ensombrecer el océano de nuestras nuevas alegrías y
felicidades sin término que nuestro Ser Divino contiene en Sí mismo, pero
hay una fiesta que viene formada en el acto cuando nuestro Ser Divino
rebosando de amor hacia la criatura manifiesta sus verdades; ver doblemente
feliz a la criatura, tantas veces de más por cuantas verdades de más le
manifestamos, es para Nosotros una nueva fiesta. Poner fuera nuestras
verdades que salen de la fuente de nuestras alegrías, preparar la mesa de
nuestra felicidad a la criatura que contiene la verdad, verla festejar junto con
Nosotros, sentada a nuestra misma mesa para alimentarse de nuestro mismo
alimento, es para Nosotros una nueva fiesta. Las fiestas, las alegrías, vienen
formadas en las comunicaciones, el bien aislado no lleva fiesta, la alegría
estando sola no sonríe, la felicidad sola no banquetea, y además, ¿con quién
debe festejar, sonreír, banquetear, si no encuentra a quién hacer esta fiesta,
sonreír juntos, embelesarse mutuamente? Por eso la unión forma la fiesta, el
volver contenta a otra criatura forma el contento propio. He aquí por qué, si
tenemos nuestras nuevas fiestas que no nos faltan jamás, nos falta la nueva
fiesta que no damos a la criatura. Si tú supieras nuestra alegría y felicidad al
ver tu pequeñez sentarse a nuestra mesa, alimentarse de las verdades de
nuestro Supremo Querer, sonreír de cara a su Luz, tomar nuestras alegrías
para hacerte el depósito en ti misma de nuestras riquezas, embellecerte de
nuestra Belleza, y como embriagada por tanta felicidad oírte repetir:
‘Quiero el reino de tu Fiat.’ Quisieras arrollar Cielo y tierra para pedirme mi
Fiat, para obtener el intento, ¿y para hacer qué? Para volver feliz, de tu
misma felicidad a toda la familia humana, parece que tu fiesta no está plena
si no vuelves felices a los demás con tu misma felicidad que contienes en
virtud de mi Voluntad. Si tú pudieras hacer conocer a todos todo lo que
conoces de Ella y hacer gustar a todos la felicidad que posee, ¿no sería para
ti una fiesta de más y no te sentirías doblemente feliz por la felicidad de los
otros comunicada por ti?"
Y yo: "Cierto Amor mío, que si pudiera arrollar a todos en tu Santo
Querer, cómo estaría más feliz y contenta."
Y Jesús: "Y bien, así soy Yo, a nuestra felicidad que jamás se agota y
que nos tiene siempre en fiesta, se agregaría a nuestra fiesta la felicidad de la
criatura, por eso cuando te veo suspirar por mis verdades para conocerlas,
Yo me siento atraído a manifestarlas y digo: ‘Quiero gozar mi nueva fiesta
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con mi pequeña hija, quiero sonreír junto con ella y embriagarla de mi
misma felicidad.’ Así que en estos días de silencio te ha faltado a ti nuestra
nueva fiesta, y a Nosotros la tuya."
Entonces ha hecho silencio y después ha agregado: "Hija mía, en
cuanto tú te decides a fundirte en mi Fiat Divino y formar en Él tus
pensamientos, palabras y obras, así haces la llamada a mi Voluntad, y Ella,
sintiéndose llamada, responde a la llamada reflejando su Luz en tu acto, y
con su Luz tiene virtud de vaciar aquel acto de todo lo que puede haber de
humano y lo llena de todo lo que es divino, así que mi Querer Divino se
siente llamado por tus pensamientos, por tus palabras, por tus manos, por tus
pies y por tu corazón, y Él refleja su Luz en cada uno de ellos, los vacía de
todo y ahí forma su Vida de Luz, y como la luz contiene todos los colores,
así mi Querer Divino pone un color divino suyo a los pensamientos, otro a
las palabras, otro a las manos y así de todo lo demás de tus actos, y
conforme tú los multiplicas, así multiplica sus colores divinos investidos por
su Luz, y ¡oh! cómo es bello el verte investida de tanta variedad de colores y
matices divinos; por cuantos pensamientos, actos y pasos tú haces, te dan tal
belleza todos estos colores y Luz Divina, que es un encanto el verte y todo el
Cielo quisiera gozar de tales bellezas con que mi Fiat ha investido a tu alma.
Por eso tu llamado a mi Voluntad Divina sea continuo."
Noviembre 23, 1927
Cuando el alma no da el primado a la Divina Voluntad, Ella está en
peligro y como sofocada en medio de las criaturas. Cuando el alma
ruega que venga el reino de la Divina Voluntad, todo
el Cielo hace eco a su oración.
Mi abandono en el Fiat Divino es mi vida, mi apoyo, mi todo. Mi
dulce Jesús se esconde siempre más y yo me quedo sólo con este Querer tan
Santo, Inmenso, tan Potente, que a cada movimiento suyo arroja y saca de Sí
un mar de Luz que forma sus olas luminosas e interminables, mi pequeñez
se pierde, si bien comprende que hay mucho qué hacer para seguir sus actos
innumerables en un mar tan vasto, y perdiéndome en el Fiat Divino pensaba
entre mí: "¡Oh! si tuviera conmigo a mi dulce Jesús que conoce todos los
secretos de su Querer, no me perdería y seguiría mejor los actosinterminables de Él; verdaderamente siento que no me quiere como antes, si
bien me dice que no es verdad, pero yo veo los hechos, y las palabras ante
los hechos no tienen valor." ¡Ah! Jesús, Jesús, no me esperaba de Ti este
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cambio que me hace sentir una muerte continua, mucho más que sabes que
el dejarme por mucho tiempo sin Ti me cuesta mucho más que la vida. Pero
mientras esto y otras cosas pensaba, mi amado Jesús se ha movido en mi
interior y me ha dicho:
"Hija mía, mi pequeña hija, ¿por qué temes, por qué dudas de mi
Amor? Y además, si te pierdes es siempre en mi Querer donde tú quedas,
jamás fuera de Él, Yo no podría tolerar que tú salieras un solo paso de sus
confines, no, no, la pequeña hija de mi Voluntad estará siempre en sus
brazos, y además, ¿cómo puedo no amarte si veo en ti, en todos tus actos,
que mi Fiat tiene la primacía? No lo veo peligrar como en las demás
criaturas y sofocado en todos los actos de ellas, porque no dándole el
primado está siempre en peligro en medio de ellas, quién le roba sus bienes,
quién ofende su Luz, quién lo desconoce, quién lo pisotea, no dándole el
primado está como un rey que no dándole los honores debidos lo maltratan y
los súbditos lo quieren sacar de su propio reino. ¡Qué dolor! En cambio en
mi pequeña hija, mi Voluntad Divina está al seguro, no sufre peligro en sus
miradas, porque en todas las cosas creadas ve los velos que esconden a mi
Voluntad y ella rompe los velos y la encuentra reinante en toda la Creación,
la besa, la adora, la ama, y sigue sus mismos actos poniéndose en su
seguimiento; no sufre peligro en tus palabras, en tus obras, en todo, pues le
das el acto primero en tus actos. Con darle el acto primero se le dan los
honores divinos, se estima Rey de todo y el alma recibe como cosas que le
pertenecen los bienes de su Creador, así que para ella mi Voluntad no se
encuentra en acto de peligro, sino al seguro, no se siente robar la luz, el aire,
el agua, la tierra, porque todo es suyo. En cambio quien no la hace reinar la
roban por todas partes y está en continuo peligro."
Después de esto, habiendo seguido mi giro en el Fiat Divino, estaba
reuniendo todas las cosas creadas donde están dominantes todos los actos del
Fiat Divino, y yo reuniendo todo junto, el cielo, el sol, el mar y toda la
Creación, llevaba todo junto ante la Majestad Suprema para circundarla de
todas sus obras y hacer pedir por los actos de su misma Voluntad el reino del
Fiat Divino sobre la tierra, pero mientras esto hacía, mi amable Jesús se ha
movido en mi interior y me ha dicho:
"Hija mía, escucha cómo todo el Cielo hace eco a tu petición y repiten
entre ellos, los ángeles, los santos, la Soberana Reina, ‘Fiat, Fiat Voluntas
Tua, come in Cielo così in terra.’ Y como es súplica de Cielo, es el reino
que a todos interesa, se sienten todos en deber de pedir lo que quieres tú,
sienten en ellos la misma fuerza de la Potencia de mi Voluntad Divina por la
cual todos son animados y repiten: ‘La Voluntad del Cielo sea una con la
tierra.’ ¡Oh! cómo es bello, cómo resuena armonioso cuando un eco de la
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tierra inviste todo el Cielo y forma un solo eco, una sola Voluntad, una sola
súplica. Y todos los bienaventurados, admirados dicen entre ellos: ‘¿Quien
es aquélla que lleva todo el cortejo de las obras divinas ante la Divinidad, y
con la Potencia del Fiat Divino que posee nos arrolla a todos y nos hace
pedir un reino tan santo?' Ninguno ha tenido esta potencia, ninguno ha
pedido hasta ahora el reino del Fiat con tal potencia e imperio, a lo más,
quien ha pedido la gloria de Dios, quien la salvación de las almas, quien la
reparación de tantas ofensas, cosas todas que se refieren a las obras externas
de Dios, en cambio el pedir el reino del Querer Divino son sus obras
internas, los actos más íntimos de Dios y la destrucción del pecado, esto no
es sólo la salvación sino la Santidad divina en las criaturas, es la liberación
de todos los males espirituales y corporales y el transportar la tierra al Cielo
para poder hacer descender el Cielo a la tierra.’ Por eso el pedir el reino de
mi Voluntad Divina es la cosa más grande, más perfecta, más santa y por eso
todos reverentes responden a tu eco y resuena en la patria celestial la bella
armonía: Fiat Voluntas Tua come in Cielo così in terra."
Noviembre 27, 1927
Quien se hace dominar por la Voluntad Divina, en virtud de Ella recibe
en sí la Fecundidad divina y puede generar en los demás el bien que
posee. Lo que es necesario para obtener el reino de la Divina
Voluntad: Primero, mover a Dios; segundo, poseer
como vida a la Divina Voluntad.
Mi abandono en el Querer Divino es continuo, y si bien muchas veces
me esconde y eclipsa a mi amado Jesús, mi vida, mi todo, la Divina
Voluntad no se esconde jamás, su Luz es permanente en mí y me parece que
aunque se quisiera esconder no lo puede hacer, porque encontrándose su Luz
por todas partes, no encuentra lugar a donde poder huir, restringirse, porque
por su naturaleza es inmensa, inviste todo, señorea sobre todo con tal
imperio, que la siento en cada fibra de mi corazón, me corre en el respiro, en
todo, y yo pienso entre mí que me quiere más el Querer Divino que el
mismo Jesús, porque Él frecuentemente me deja y su adorable Voluntad no
me deja jamás, es más, por su propia naturaleza se encuentra en condición de
no poderme dejar y con su imperio de luz me domina y triunfante espera el
primado en mis actos. ¡Oh! Voluntad Divina, cómo eres admirable, tu Luz
no deja huir nada y acariciando y jugando con mi pequeñez te vuelves
conquistadora de mi pequeño átomo y gozas perdiéndolo en la inmensidad
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de tu Luz interminable. Pero mientras me sentía toda inmersa en su Luz, mi
amado Jesús se ha movido en mi interior y me ha dicho:
"Hija mía, quien se hace dominar por mi Querer Divino, en virtud de
Él recibe la virtud de la Fecundidad divina, y con esta Fecundidad puede
generar en los demás lo que ella posee, con esta Fecundidad divina el alma
forma la más bella y larga generación, que le llevará la gloria, el cortejo de
tener tantas partes generadas en sus mismos actos, verá salir de dentro de
ella la generación de los hijos de la Luz, de la Felicidad, de la Santidad
divina. ¡Oh! cómo es bella, santa y pura la fecundidad del germen de mi
Querer Divino, es luz y genera luz, es santa y genera la santidad, es fuerte y
genera la fuerza, posee todos los bienes y genera paz, alegría y felicidad. ¿Si
tú supieras qué bien llevará a ti y después a todos el germen fecundo de este
Querer tan Santo, que sabe y puede generar a cada instante todos los bienes
que posee? Fue así como la altura de la Soberana Reina pudo generar al
Verbo Eterno sin obra de otros, porque no dando vida a su querer humano,
sólo dio vida al Querer Divino, y con esto adquirió la plenitud del germen de
la fecundidad divina y pudo generar a Aquél que Cielo y tierra no podían
contener, y no sólo lo pudo generar en Sí, en su seno materno, sino lo pudo
generar en todas las criaturas; cómo es noble y larga la generación de los
hijos de la Celestial Reina, Ella generó a todos en aquel Fiat Divino que todo
puede y todo encierra, así que mi Divina Voluntad eleva a la criatura y la
vuelve partícipe de la Fecundidad de la Paternidad Celeste; qué potencia,
¿cuántos sublimes misterios no posee?"
Después continuaba mis actos en el Fiat Divino y ofrecía todo para
obtener su reino sobre la tierra, quería investir a toda la Creación, animar
todas las cosas creadas con mi voz a fin de que todas dijeran junto conmigo:
"Fiat Voluntas Tua come in Cielo cosí in Terra, pronto, pronto, venga tu
reino." Pero mientras esto hacía pensaba entre mí: "Cómo puede venir este
reino tan santo a la tierra, en las criaturas no hay ningún cambio, ninguno se
ocupa, el pecado, las pasiones abundan, ¿cómo podrá entonces venir este
reino a la tierra? Y Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, lo más necesario para obtener un bien tan grande como es
el reino de mi Fiat Divino, es mover a Dios y hacerlo decidir dar mi
Voluntad Divina reinante en medio a las criaturas, cuando se mueve Dios y
decide, todo supera y vence aun a los mismos males; y la otra cosa necesaria
es que la criatura que lo busca y ruega a Dios el dar un bien tan grande, debe
poseer en ella la vida del reino que pide para las otras criaturas. Quien lo
posee conocerá la importancia y no omitirá sacrificios para conseguir a los
demás el bien que posee, conocerá los secretos, los caminos que debe tener,
se volverá importuno para vencer al mismo Dios; ella será como sol que
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tiene restringido en sí toda la plenitud de su luz, y no pudiendo contenerla en
sí siente la necesidad de expandirla fuera para dar luz a todos y hacer bien a
todos, para volverlos felices de su misma felicidad. Quien tiene un bien
tiene virtud de pedirlo y de darlo; esto sucedió en la Redención, el pecado
inundaba la tierra, el mismo pueblo llamado pueblo de Dios, era el más
pequeño pueblo y que si parecía que se ocupaba era en modo superficial,
pero no que poseían en ellos la vida de aquel Redentor que pedían, se puede
decir que se ocupaban como se ocupa hoy la iglesia, las personas sagradas y
religiosas con recitar el Padre Nuestro, pero la plenitud de la vida de mi
Voluntad que pedían en el Padre Nuestro no está en ellos, así que la petición
se queda en palabras, no en hechos; por eso cuando vino la Reina del Cielo
que poseía la plenitud de la Vida Divina, todo lo que pedía para el bien de
los pueblos movió a Dios, lo venció, lo hizo decidir, y a pesar de los males
que existían vino el Verbo Eterno a la tierra por medio de aquélla que ya lo
poseía y formaba toda su vida; con la plenitud de esta Vida Divina pudo
mover a Dios y vino el bien de la Redención. Lo que todos los demás no
pudieron obtener todos juntos, lo obtuvo aquélla, la Soberana Reina que
había conquistado, primero en Sí misma a su Creador, la plenitud de todos
los bienes que pedía para los demás, y siendo conquistadora tenía virtud de
poder conseguir y dar el bien que poseía. Hay gran diferencia hija mía, entre
quien pide y posee, y quien pide y no posee la Vida Divina; la primera pide
con derecho, la segunda a título de limosna, y a quien pide a título de
limosna se dan las monedas, a lo más algunas liras, pero no reinos enteros;
en cambio quien pide con derecho posee, es ya dueña, reina, y quien es reina
puede dar el reino, y siendo reina tiene su imperio divino en Dios para
conseguir el reino a las criaturas. Así sucederá para el reino de mi Voluntad,
por eso te recomiendo tanto que seas atenta, haz que Ella forme la plenitud
de su Vida en ti, así podrás mover a Dios, y cuando Dios se mueve no hay
quien lo resista."
Diciembre 1, 1927
Fuerza de la Mamá Celestial en las privaciones de Jesús; fuerza que
debe tener la pequeña hija de su Voluntad. Potencia de los actos
hechos en la Voluntad Divina, cómo son el desahogo de Dios.
Me sentía totalmente privada de mi sumo bien Jesús y por cuanto lo
buscaba no podía encontrarlo. Me sentía torturada y amargada en modo
indecible, mis palabras no pueden expresar mi dolor, por eso sigo adelante.
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Después de largos días de martirio y de abandono en aquel Fiat Divino, mi
amado Jesús se ha movido en mi interior y me ha dicho:
"Hija mía, quiero en ti la misma fuerza de ánimo de la Soberana
Celestial, que llegó a amar más la Divina Voluntad que a la misma
Humanidad de su hijo Jesús. Cuántas veces el Querer Divino nos ordenaba
separarnos y Yo debía ir lejos de Ella, y Ella debía quedar sin Mí, sin
seguirme, pero Ella quedaba con tal fuerza y paz, de llegar a preferir el FiatDivino a su mismo Hijo, tanto que Él raptado por tal fuerza, bilocaba el Sol
de mi Voluntad Divina, y mientras quedaba con mi Mamá, concentrado en
Ella, quedaba concentrado en Mí, el Sol se bilocaba pero la luz quedaba una,
alargándose pero sin separarse jamás del uno y del otro centro del Sol
bilocado. La Soberana Reina todo había recibido de mi Voluntad, la
plenitud de la Gracia, la Santidad, la soberanía sobre todo, hasta la
Fecundidad para poder dar la vida a su Hijo, todo le había dado y nada le
había negado; entonces, cuando quería que yo me alejase, como fuerza
heroica devolvía a la Voluntad Divina lo que había recibido. Los Cielos
quedaban estupefactos al ver la fuerza, el heroísmo de aquélla que sabían
que me amaba más que a su misma vida. Así quisiera ver a la pequeña hija
de mi Voluntad Divina: fuerte, pacífica y con heroísmo dar nuevamente a
mi Voluntad a tu Jesús cuando ella quiere que quedes privada de Él, no
quisiera verte abatida, triste, sino con la fuerza de la Mamá Celestial y así
como para la Soberana del Cielo la separación era externamente y
aparentemente, pero internamente mi Querer Divino nos tenía fundidos
juntos e inseparables, así sucederá de ti, mi Querer te tendrá fundida en Mí y
haremos juntos los mismos actos, sin separarnos jamás."
Después de esto seguía mis actos en el Fiat Divino y sintiendo que no
los hacía bien, rogaba a mi Mamá Celestial que viniera en mi ayuda, a fin de
que pudiera seguir a aquél Querer Supremo que Ella había amado tanto y del
cual reconocía toda su gloria y altura en la cual se encuentra; pero mientras
esto pensaba, mi amable Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, todos los actos de mi Madre Reina hechos en mi Voluntad,
están a la expectativa, porque quieren el séquito de los actos de la criatura
hechos en Ella, así que en todo lo que tú haces en mi Querer, son estos actos
que te vienen en ayuda, es más, se alinean en torno a ti para suministrarte,
quien la luz, quien la gracia, quien la santidad y quien el acto mismo que tú
haces, para poder tener el séquito de estos actos nobles, santos y divinos;
estos actos son la desembocadura de Dios, que desahogándolos, la criatura
se llena tanto que no pudiéndolos contener los desahoga de nuevo y da sus
actos divinos a su Creador, por eso forman la gloria más grande que la
criatura puede dar a Aquél que la ha creado, no hay bien que no descienda
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por medio de estos actos hechos en el Querer Divino, ponen todo en
movimiento, Cielos y tierra y el mismo Dios son el movimiento divino en la
criatura, y fue en virtud de estos actos que la Celestial Soberana hizo mover
al Verbo a descender sobre la tierra, por eso Ella espera el séquito de sus
actos para mover a Dios para hacer venir a reinar a nuestra Suprema
Voluntad sobre la tierra. Ellos son el triunfo de Dios sobre la criatura y las
armas divinas con las cuales la criatura vence a Dios. Por eso sigue tus actos
en mi Voluntad y tendrás en tu poder las ayudas divinas, como también las
de la Soberana Reina."
Diciembre 6, 1927
Estado del alma. En la Voluntad Divina no entran el dolor y las
amarguras porque son partos humanos. Modo divino. Cómo la
Voluntad Divina tiene su Vida en medio de las criaturas, y cómo
ellas la obstaculizan. Cada acto hecho en Ella es una
firma divina que corre; ejemplo.
Continúa mi abandono en el Fiat Divino, y estando totalmente privada
de mi sumo bien Jesús sentía tal amargura y dolor, de no saberlo expresar,
pero al mismo tiempo sentía una paz imperturbable y la felicidad de la Luz
del Supremo Querer. Entonces pensaba entre mí: "Qué cambio en mi pobre
alma, antes, si el bendito Jesús, por poco me privaba de Él, yo desvariaba,
deliraba, me sentía la más infeliz de las criaturas, pero ahora todo al
contrario, estoy privada no por horas sino por días, y si bien siento un dolor
intenso, penetrante hasta la médula de los huesos, estoy sin desvariar, sin
delirio, sin poder llorar, como si no tuviese más lágrimas, toda pacífica,
impávida y feliz. ¡Ah Santo Dios, qué cambio! Me siento morir al pensar
ser feliz sin Jesús, pero mi felicidad no viene tocada, siento que la felicidad
deja libre al dolor y el dolor deja libre a la felicidad, cada una de ellas hace
su curso, su camino, tienen su lugar, pero no se mezclan. ¡Ah Jesús, Jesús!
¿Cómo es que no me ayudas, que no tienes piedad de mi? ¿Por qué no
corres, no vuelas a tu pequeña hija que tanto decías amar?" Pero mientras
desahogaba mi dolor se ha movido en mi interior y me ha dicho:
"Hija de mi Querer, ¿por qué quieres turbar tu paz, tu felicidad?
Debes saber que donde reina mi Voluntad, Ella, cual noble Reina Divina
posee alegrías inmensas y felicidad sin fin; el dolor, las lágrimas, las
amarguras, han nacido en el tiempo, son partos de la voluntad humana, no
han nacido en la eternidad ni son partos suyos, son limitados y finitos, por
1932
eso no tienen poder para entrar mínimamente en el océano de las felicidades
de mi Querer Divino, este es el modo divino. En este estado se encontró la
Reina del Cielo, y mi misma Humanidad, en que todos nuestros dolores, y
fueron demasiados y de toda clase, no pudieron disminuir ni penetrar en el
colmo de nuestras interminables alegrías y felicidades. Así que al principio
tus desvaríos, tus lágrimas y disturbios cuando por un poco no me veías,
eran residuos de tu voluntad humana, la mía no admite estas debilidades y
como Ella por naturaleza no las posee, donde reina, como Reina domina el
dolor, lo hace correr pero no admite que entre en la felicidad con la cual ha
llenado a su criatura al reinar en ella, el dolor no encontraría lugar donde
ponerse en el mar interminable de la felicidad de mi adorable Voluntad;
entonces tú no quieres que Ella reine en ti, ya que te preocupas del cambio
que sientes en tu alma. Mi Voluntad Divina tiene su Vida, y cuando el alma
abre las puertas de su voluntad para dejarla entrar y hacerla dominar, Ella
entra en el alma y desenvuelve su Vida toda Divina en ella, y como Reina
que es forma en ella su Vida de luz, de paz, de santidad, de felicidad, y la
criatura siente como propiedades suyas todos sus bienes, y si siente el dolor
lo siente en modo divino, que no le ocasiona ningún daño a todo lo que mi
Voluntad Divina le ha comunicado; en cambio, en quien no le abre las
puertas para hacerle entrar y dominar, la Vida de Ella queda suspendida en
la criatura, obstaculizada, sin desenvolvimiento. Sucede para mi Fiat Divino
como podría suceder para una criatura que quiere llevar todos sus bienes a
otra, y ésta con ingratitud horrenda le ata los pies y las manos para no dejarla
acercar, le cierra la boca para no dejarla hablar, le venda los ojos para no
dejarse mirar; reducida en tal modo, ¿cómo puede hacerle el bien que querría
hacerle si le ata los pies para no dejarla acercar, las manos para no recibir el
bien que le lleva, la boca para no dejarla decir lo que le lleva, si le venda los
ojos para no dejarse atraer por sus miradas y abrirle las puertas? ¿Qué dolor
no sería esto para esta portadora de tanto bien? En este estado viene puesta
mi Voluntad por parte de las criaturas cuando no abren las puertas de su
voluntad para dejarla desenvolver su Vida. ¡Qué dolor hija mía, qué dolor!"
Después de esto seguía pensando en la Divina Voluntad, portadora de
tanto bien, y mi dulce Jesús ha agregado:
"Hija mía, es tanto el amor hacia quien hace reinar y dominar a mi FiatDivino, que a cada acto que ella hace en Él, la Divinidad cede un derecho
divino al alma, esto es, un derecho de santidad, de luz, de gracia, de felicidad
y con estos derechos vincula al alma y la vuelve poseedora de los bienes
divinos. Así que cada acto de más hecho en mi Querer Divino es una firma
que viene efectuada por tu Creador, como si te hiciera la escritura que te
vuelve dueña de su felicidad, de su luz, santidad y gracia suya. Sucede
1933
como cuando un rico ama a una pobre, la cual no sale jamás de su casa, y si
sale es sólo para visitar las propiedades de su amo, para llevar a su amo los
frutos de sus propiedades para hacerlo feliz con sus mismos bienes. El rico
mira a la pobre, se enamora de ella, la ve feliz en su casa, pero para estar
seguro de la felicidad de aquélla, hace escritura pública de sus bienes a la
pobre que le ha herido el corazón, que está siempre en su casa y se sirve de
sus mismos bienes para volver feliz a su amado amo. Así es para quien vive
en nuestra Voluntad Divina, vive en nuestra casa, se sirve de nuestros bienes
para glorificarnos y hacernos felices, su disparidad entre ella y Nosotros nos
daría pena, nos pesaría sobre nuestro corazón paterno, pero como en nuestro
Querer Divino no pueden entrar penas e infelicidad, la hacemos de
magnánimos, y a cada acto suyo ponemos nuestra firma escriturándole
nuestros bienes para volverla rica y feliz de nuestra misma felicidad, por eso
te repito frecuentemente: ‘Sé atenta hija mía, no dejes huir nada.’ Porquecada acto tuyo hecho en Él son firmas que corren, y firmas divinas, con las
cuales viene asegurado que la Voluntad Divina es tuya y tú eres de Ella, los
vínculos divinos jamás vienen a menos, son vínculos eternos."
Diciembre 8, 1927
Quien vive en el Querer Divino queda regenerado en Él y es dotado
de sus bienes. La Virgen, pequeña luz y cómo se volvió Sol en
virtud del Querer Divino.
Estaba haciendo mi giro en toda la Creación para seguir todos los
actos que el Fiat Divino ejercita en ella, pero mientras esto hacía pensaba
entre mí: "Siento que no puedo hacer menos que girar en toda la Creación,
como si no pudiese estar si no hago mis pequeñas visitas al cielo, a las
estrellas, al sol, al mar y a todas las cosas creadas, como si un hilo eléctrico
me atrajera en medio a ellas para alabar la magnificencia de tantas obras y
alabar y amar a aquella Voluntad Divina que las creó y las tiene estrechadas
como en su puño divino para conservarlas bellas y frescas, tal y como las
sacó a la luz del día, y pedir aquella misma vida y dominio que el Fiat
Divino tiene en ellas, en medio a las criaturas. ¿Y por qué no puedo hacer
menos?" Pero mientras esto pensaba, mi amado Jesús se ha movido en mi
interior y me ha dicho:
"Hija mía, debes saber que tú has nacido no una vez, sino dos veces:
Una vez como las demás criaturas, la otra vez has sido regenerada en mi
Voluntad, y siendo tú parto suyo, todo lo que a Ella pertenece es tuyo, y así
1934
como el padre, la madre, dotan a su hija de sus mismos bienes, así mi Querer
Divino conforme te regeneró te dotó de sus propiedades divinas. Ahora,
¿quién no ama, quién no busca estar en medio a sus propiedades? ¿Quién no
las visita frecuentemente y forma su morada en ellas para gozárselas,
amarlas y no terminar jamás de exaltar la gloria de Aquél que la ha dotado
de tan vastas propiedades, que contienen tan variadas bellezas? Serías
demasiado ingrata, ser hija de mi Querer Divino y no hacer tu morada en las
propiedades de quien te ha generado, sería no amar a quien con tanto amor te
ha dado a luz, y no reconocer las riquezas de quien te ha generado. He aquí
por qué la necesidad que tú sientes de girar en toda la Creación, porque es
cosa tuya, y quien te ha generado con su hilo eléctrico de luz y de amor te
llama a gozar y a amar lo que es suyo y tuyo, y goza al oír repetir tus
repetidos estribillos: Venga el reino de tu Fiat sobre la tierra."
Después de esto, siguiendo mi giro en todas las cosas creadas por
Dios, me he detenido cuando creó a la Soberana Reina, toda bella, pura y sin
mancha, el nuevo y el más grande portento de toda la Creación, y mi sumo
bien Jesús ha agregado:
"Hija mía, la Inmaculada María, pequeña luz de la estirpe humana,
porque la tierra humana le dio el origen, pero fue siempre hija de la luz
porque ninguna mancha entró en esta luz; ¿pero sabes tú donde está toda su
grandeza, quién le dio la soberanía, quién formó los mares de Luz, de
Santidad, de Gracia, de Amor, de Belleza, de Potencia, dentro y fuera de
Ella? Hija mía, lo humano no sabe hacer jamás cosas grandes, ni dar cosas
grandes, así que la Reina Celestial habría quedado la pequeña luz si Ella no
hubiese puesto como a un lado su querer, que era la pequeña luz, y no
haciéndose investir por mi Querer Divino, en el cual perdió su pequeña luz,
el cual no es pequeña luz sino Sol interminable que invistiéndola toda formó
mares de Luz en torno a Ella, de Gracia, de Santidad, la embelleció tanto de
volverla toda bella, con todas las tintas de las bellezas divinas, para hacer
enamorar a Aquél que la había creado. Su Inmaculada Concepción, por
cuan bella y pura, era siempre una pequeña luz, no habría tenido ni potencia,
ni luz suficiente para poder formar mares de luz y de santidad si nuestro
Querer Divino no hubiese investido la pequeña luz para convertirla en Sol, y
la pequeña luz, cual era la voluntad de la Soberana Celestial, no se hubiese
contentado con perderse en el Sol del Fiat Divino para hacerse dominar por
Él. Fue esto el gran portento, el reino de mi Voluntad Divina en Ella, con
Ésta, todo lo que hacía se volvía luz, se nutría de Luz, nada salía de Ella que
no fuese luz porque tenía en su poder el Sol de mi Querer Divino, que por
cuanta luz quería tomar, tanta tomaba. Y como la propiedad de la luz es
difundirse, dominar, fecundar, iluminar, calentar, he aquí el por qué la
1935
nobleza de la Soberana Reina con el Sol de mi Voluntad Divina que poseía,
se difundió en Dios y dominándolo lo doblegó para hacerlo descender sobre
la tierra, quedó fecunda del Verbo Eterno, iluminó y calentó al género
humano; se puede decir que todo lo hizo en virtud del reino de mi Querer
que poseía, todas las otras prerrogativas se pueden llamar adornos de esta
Madre Reina, pero la sustancia de todos sus bienes, de su altura, belleza,
grandeza y soberanía, fue que poseyó el reino de mi Voluntad, por eso de
Ella se dice lo menos, y de lo más no dicen ni una palabra. Esto significa
que de mi Voluntad poco o nada conocen, por eso casi todos son mudos para
Ella."
Diciembre 14, 1927
Así como la voluntad humana formó el germen malo, la Voluntad
Divina reinante en la criatura formará el germen bueno y santo. Dios al
dar un bien a la criatura, encierra primero en una sola todo el valor
de aquel bien y después lo da a las otras criaturas.
Continuando mi abandono en el Querer Divino y sintiéndome toda
circundada por el mar interminable de su luz, rogaba a mi amado Jesús que
apresurara, que hiciera pronto el hacer conocer su Voluntad, a fin de que
conociéndola, todos pudiesen suspirar su reino para hacerse dominar por
Ella, y mi amable Jesús me ha dicho:
"Hija mía, la voluntad humana formó el germen malo y la polilla en
las generaciones humanas, ahora el Sol de la Luz de mi Voluntad Divina
debe abatir a este mal germen, investirlo y destruirlo por caminos de luz, de
calor y de conocimientos, así que cada conocimiento que manifiesto sobre
mi Fiat Divino es un golpe que doy al querer humano, de modo que todos
los conocimientos sobre de Él formarán tantos golpes para hacerlo morir, y
la Luz y el calor de Él quemarán y pulverizarán el germen malo y formarán
el germen bueno y santo de mi Voluntad en las generaciones humanas. Y
conforme voy manifestando los conocimientos sobre de Ella, así arrojo en tu
alma su germen, preparo la tierra y el desarrollo del germen, y la Luz y el
calor de mi Querer Divino distienden sus alas de luz sobre el germen, más
que una madre esconde a su parto en su propio seno, para fecundarlo,
multiplicarlo y hacerlo crecer en su seno de Luz. Y así como una criatura
con hacer su voluntad humana produjo el germen malo y formó la ruina a la
familia humana, así otra criatura con hacer morir el querer humano
1936
producirá el germen del Fiat Divino, dándole vida y dominio en ella
restituirá lo que perdieron las criaturas y formará su salvación, santidad y
felicidad; si una criatura pudo formar tantos males con hacer su voluntad,
¿por qué no podrá formar otra criatura todos los bienes con hacer la mía, y
dar libertad a mi Querer de formar su Vida y su reino en ella?"
Después continuaba pensando en el Fiat Divino y decía entre mí:
"Pero cómo podrá venir este reino del Querer Divino en medio de las
criaturas si el pecado abunda, ninguno piensa en querer este reino, más bien
parece que piensan en guerras, en revoluciones, en poner en trastorno a todo
el mundo y parece que se roen de rabia porque no logran del todo sus
perversos designios, y permanecen al acecho esperando la ocasión de
lograrlo, ¿todo esto no aleja la gracia de un bien tan grande?" Y mi amado
Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, te tengo a ti, que vales más que todo, y poniendo a un lado
a todos, miraré tu valor, esto es, el valor de mi Voluntad Divina en ti y
dispondré mi reino en medio de las criaturas; una persona vale según el valor
que le viene confiado, si mi Voluntad contiene un valor infinito, que supera
todo el valor de todas las criaturas juntas, quien la posee, delante a la
Majestad Divina tiene el valor que supera todo, así que por ahora te tengo a
ti y me basta para disponer el reino de mi Voluntad. Por eso todos los males
de estos tiempos, y son demasiados, no equivalen al gran valor de mi
Voluntad Divina obrante en una sola criatura, y Ella se servirá de estos
males para hacer de ellos un manojo y con su Potencia desterrarlos de la faz
de la tierra. Esto sucedió en la Redención, los males no estaban desterrados
de la tierra, más bien abundaban más que nunca, pero como vino sobre la
tierra la Soberana Reina, la criatura que poseía una Voluntad Divina en Ella,
que encerraba todo el valor del bien de la Redención, no mirando a los
demás, ni a sus males, miré el valor de esta Celestial criatura, suficiente para
conseguir mi descenso a la tierra, y en vista de Ella sola, que poseía nuestras
prerrogativas y el valor de una Voluntad Divina e infinita, di y formé el
reino de la Redención en medio de las criaturas, por eso al disponer el bien
de la Redención, quise encontrar en mi Mamá todo el valor de Ella, quise
poner al seguro en su corazón materno todos los bienes que debía encerrar
mi venida en medio a las criaturas y después concedí el bien que la Soberana
del Cielo me pedía. Hice como un príncipe cuando debe partir para hacer
otras conquistas, escoge al más fiel, le confía sus secretos, pone en sus
manos todo el valor de los costos que se requieren para las conquistas
queridas, y fiándose sólo de éste que conoce, que posee todo el valor de las
deseadas conquistas, parte triunfante estando cierto de la victoria. Así hago
Yo, cuando quiero dar un bien a las criaturas primero me fío de una sola,
1937
pongo en ella todo el valor de aquel bien, y después doy el bien que ella me
pide para las otras criaturas. Por eso piensa en encerrar en ti todo el valor
que debe contener el reino de mi Voluntad, y Yo pensaré en disponer todo el
resto que se necesita para un bien tan grande."
Diciembre 18, 1927
La Virgen poseía el reino del Fiat Divino. Jesús, desde dentro del velo
de su Humanidad, como sol que surge, iba buscando a todas las
criaturas. Cada manifestación Divina es un compromiso que
Dios hace con las criaturas.
Estaba pensando en el gran amor cuando mi sumo bien Jesús se
encarnó en el seno de la Soberana Señora, y cómo una criatura, si bien santa
y sin mancha alguna podía contener un Dios, y mi siempre amable Jesús
moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, mi Mamá Celestial poseía mi Voluntad, de Ella estaba tan
llena que rebosaba de Luz, pero tanto, que sus olas de Luz se alzaban hasta
el seno de nuestra Divinidad, y haciéndose vencedora con la Potencia de
nuestro Querer Divino que poseía, venció al Padre Celeste y en su Luz raptó
la Luz del Verbo y lo hizo descender a su seno en la misma Luz que se había
formado en virtud de mi Voluntad Divina; jamás habría podido descender
del Cielo si no hubiera encontrado en Ella nuestra misma Luz, nuestra
misma Voluntad reinante en Ella, si esto no fuera, sería descender desde el
primer momento en casa extraña, en cambio Yo debía descender en mi casa,
debía encontrar dónde debía descender mi Luz, mi Cielo, mis alegrías sin
número, y la Soberana Celestial con poseer mi Voluntad Divina me preparó
esta morada, este cielo nada desemejante de la patria celestial; ¿no es tal vez
mi Voluntad la que forma el paraíso de todos los bienaventurados?
Entonces, en cuanto la Luz de mi Fiat me atrajo a su seno, y la Luz del
Verbo descendió, estas luces se fundieron juntas, y la Virgen pura, Reina y
Madre, con pocas gotas de sangre que hizo correr de su corazón ardiente
formó el velo de mi Humanidad en torno a la Luz del Verbo, la encerró
dentro, pero mi Luz era inmensa y mientras mi Mamá Divina encerró su
esfera dentro del velo de mi Humanidad que me formó, no pudo contener los
rayos, ellos desbordaba fuera, y más que sol, que de la altura de su esfera
cuando surge expande sus rayos sobre la tierra para encontrar las plantas, las
flores, el mar, a todas las criaturas para dar a todos los efectos que contiene
su luz y como triunfante desde la altura de su esfera mira el bien que hace y
1938
la vida que infunde en cada cosa que inviste, así hice Yo, más que sol que
surge, desde dentro del velo de mi Humanidad los rayos que desbordaba
fuera iban buscando a todas las criaturas, para dar a cada una mi Vida y los
bienes que había venido a traer sobre la tierra. Estos rayos desde dentro de
mi esfera tocaban a cada corazón, llamaban fuerte para decirle: ‘Ábranme,
tomen la Vida que he venido a traeros.’ Este mi Sol no se pone jamás y
continúa aún haciendo su camino expandiendo sus rayos, llamando y
volviendo a llamar al corazón, a la voluntad, a las mentes de las criaturas
para dar mi Vida, ¿pero cuántos me cierren las puertas y llegan a reírse de
mi Luz? Pero es tanto mi amor, que con todo y esto no me retiro, continúo
mi surgir continuo para dar vida a las criaturas."
Después de esto estaba siguiendo mi giro en el Querer Divino, y mi
amado Jesús ha agregado:
"Hija mía, cada profecía que les decía a mis profetas acerca de mi
venida a la tierra, era como un compromiso que hacía con las criaturas de
venir en medio a ellas, y los profetas manifestándolas disponían a los
pueblos a desear y querer un bien tan grande, y ellos al recibir estas
profecías recibían el depósito del compromiso, y conforme iban
manifestando el tiempo y el lugar de mi nacimiento, así iba aumentando las
prendas del compromiso. Así estoy haciendo con el reino de mi Voluntad,
cada manifestación acerca de mi Fiat Divino es un compromiso que hago,
cada conocimiento suyo es una prenda de más que agrego, y si hago mis
compromisos es señal de que así como vino el reino de la Redención, así
vendrá el reino de mi Voluntad. Mis palabras son Vidas que pongo fuera de
Mi, y la vida debe tener su morada y producir sus efectos; ¿crees tú que sea
cosa de nada una manifestación de más o una de menos? Es un compromiso
de más que hace un Dios, y nuestros compromisos no se pueden perder, y
por cuantos más compromisos hacemos, tanto más está cercano el tiempo de
realizar nuestros compromisos y ponerlos al seguro. Por esto pido de ti
suma atención y que no dejes escapar nada, de otra manera perderías un
compromiso divino que traería grandes consecuencias."
Diciembre 22, 1927
Sacrificios para escribir. Quien obra sólo para Dios encierra en su
acto una Vida Divina. Quien es elegido para una misión encierra
todos los bienes que deben recibir los demás. Todos los redimidos
giran en torno a la Mamá Celestial. La Creación, espejo del hombre.
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Después de haber estado casi una noche entera escribiendo, me sentía
sin fuerzas y pensaba entre mí: "Cuántos sacrificios, cuánto me cuesta este
bendito escribir, ¿pero cuál será la utilidad, el bien, la gloria que doy a mi
Creador? Si con estos sacrificios podré hacer conocer el reino del Fiat
Divino, será grande la ganancia, pero si no obtengo esto mis sacrificios de
escribir serán inútiles, vacíos y sin efecto." Mientras esto pensaba, miamable Jesús ha salido de dentro de mi interior y estrechándome a Él para
darme la fuerza me ha dicho:
"Hija amada de mi Querer Divino, ánimo en seguir adelante, nada es
inútil de lo que se hace para Mí, porque cuando el alma hace un acto sólo
por Mí, viene a encerrar en su acto a todo Yo mismo, y encerrándome a Mí
mismo su acto adquiere el valor de una Vida Divina, la cual es más que sol,
y el sol por naturaleza tiene la primacía sobre todas las otras cosas en dar
luz, calor y efectos de bienes innumerables a toda la tierra; así que todo lo
que se hace para Mí, por su naturaleza debe llevar los efectos del gran bien
que la Vida Divina contiene. Además de esto, debes saber que todos los
conocimientos y manifestaciones que te hago acerca de mi Voluntad y que
tú escribes sobre el papel, no se van de ti, sino que quedan concentrados en
ti, como rayos dentro de su esfera, y esta esfera es mi misma Voluntad
Divina que reina en ti, la cual se deleita, con tanto amor, de agregar siempre
nuevos rayos de sus conocimientos en esta esfera, para hacer que las
criaturas puedan encontrar luz suficiente para conocerla y raptores atractivos
para amarla. En esta esfera serán encerrados todos los rayos para formar el
reino del Querer Divino, y todos estos rayos, partiendo de dentro de una sola
esfera, tendrán una finalidad única, el formar mi reino; sin embargo cada
rayo tendrá un oficio distinto: Un rayo encerrará la Santidad de mi Fiat
Divino y llevará santidad; otro, felicidad y alegría, e investirá de felicidad y
alegría a aquellos que querrán vivir en Él, otro rayo encerrará paz, y
fortalecerá a todos en la paz; otro encerrará fuerza, otro más luz y calor, y
los hijos de mi reino serán fuertes, tendrán luz para hacer el bien y para huir
del mal, y amor ardiente para amar lo que poseen; y así de todos los otros
rayos que partirán de dentro de esta esfera. Ahora, todos los hijos de mi
Voluntad serán investidos por estos rayos, se dispondrán en torno a ellos, es
más, cada rayo se conectará con sus almas y chuparán de ellos la Vida de mi
Fiat. Ahora, ¿cuál será tu felicidad al ver descender de dentro de tu esfera,
en virtud de estos rayos, todo el bien, la felicidad, la santidad, la paz y todo
lo demás en medio de los hijos de mi reino, y el subir en estos mismos rayos
la gloria completa que estas criaturas darán a su Creador por haber conocido
el reino de mi Voluntad? No habrá bien que no descienda por medio tuyo,
en virtud de la esfera de mi Voluntad puesta en ti, ni gloria que no subirá
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sobre la misma vía. Cuando elijo a una criatura a una misión que debe llevar
el bien universal en medio de la familia humana, primero fijo y encierro
todos los bienes en la elegida, la cual debe contener todo el bien
sobreabundante que deben recibir los demás, los cuales, tal vez ni siquiera
tomarán todo lo que la criatura elegida encierra. Esto sucedió con la
Inmaculada Reina, la cual fue elegida por Madre del Verbo Eterno y por lo
tanto Madre de todos los redimidos; todo lo que ellos deberían hacer y todo
el bien que debían recibir, fue encerrado y fijado como dentro de una esfera
de sol dentro de la Soberana del Cielo, de modo que todos los redimidos se
mueven en torno al Sol de la Mamá Celestial, en modo que Ella, más que
una Madre ternísima, no hace otra cosa que dar sus rayos a sus hijos para
nutrirlos con su luz, con su santidad, con su amor materno; ¿pero cuantos
rayos que Ella expande no han sido tomados por las criaturas, porque
ingratas no se estrechan todas en torno a esta Madre Celestial? Entonces,
quien es elegida debe poseer de más de aquello que deberían poseer todos
los otros juntos; así como todos encuentran luz en el sol, de modo que todas
las criaturas no toman toda la extensión de la luz y la intensidad del calor,
así sucede de mi Mamá, son tales y tantos los bienes que Ella contiene, que
más que sol expande los benéficos efectos de sus rayos vitales y vivificantes;
así será para quien ha sido elegida para el reino de mi Voluntad. Ve
entonces cómo te será recompensado el sacrificio de escribir: Primero, te
viene fijado en ti el bien del rayo de aquel conocimiento, y después, el que
verás descender por medio tuyo aquel bien en medio a las criaturas, y por
correspondencia del bien que harán, subir la gloria en aquella misma luz.
¡Cómo estarás contenta en el Cielo y me agradecerás por los sacrificios que
te he hecho hacer! Hija mía, cuando una obra es grande, universal, que
encierra muchos bienes que todos pueden aprovechar, se necesitan
sacrificios más grandes, y quien es elegida por primera debe estar dispuesta
a dar y sacrificar tantas veces su vida por cuantos bienes encierra, para dar
junto con aquellos bienes su misma vida para bien de sus otros hermanos.
¿No hice Yo otro tanto en la Redención? ¿No querrías tú tal vez imitarme?"
Después de esto seguía mi giro en la Creación para seguir los actos de
la Voluntad Divina que hay en Ella, y mi amado Jesús ha agregado:
"Hija mía, antes de que fuera creado el hombre quise crear primero
toda la Creación, que debía servir como espejo del hombre, en la cual,
espejeándose, debía servirle para copiar en sí mismo las obras de su Creador,
debía ser tal y tanta la copia que debía hacer en sí de toda la Creación, que se
debía ver en el hombre, como espejo, todos los reflejos de Ella y en la
Creación todos los reflejos de él, así que la una debía espejearse en el otro.
Dios amó más al hombre que a toda la Creación, por eso quiso formarle
1941
primero el espejo de sus obras, donde mirándose debía copiar el orden, la
armonía, la luz, la firmeza de las obras de Aquél que lo había creado, pero
ingrato el hombre no mira este espejo para copiarlo y por eso es
desordenado, sus obras son sin armonía, discordante como uno que quiere
tocar sin aprender música, que en vez de dar placer a quien escucha da
fastidio y descontento, el bien que hace es sin luz y calor, y por eso sin vida,
e inconstante a cada soplo de viento. He aquí el por qué a quien debe vivir
en mi Querer Divino lo llamo a espejearse en la Creación, a fin de que
espaciándose en Ella encuentre la escalera para subir en el orden de mi
Voluntad."
Diciembre 30, 1927
Jesús en cuanto nació fijó su mirada en su Mamá y en quien
debía poseer su Voluntad. Dios en la Creación ponía su
Voluntad como materia prima.
Me sentía toda abandonada en el Supremo Querer, pero atormentada
por la privación total de mi dulce Jesús, ¡oh!, cómo me sentía hacer pedazos
mi alma, qué desgarros sin misericordia y sin piedad, porque Aquél que es el
único que puede cicatrizar desgarros tan crueles está lejano, y parece que no
tiene cuidado de aquélla que por amor suyo está desgarrada tan cruelmente.
Pero mientras nadaba en mi dolor, estaba pensando cuando mi dulce Jesús
estaba por salir del seno de su amada Mamá para lanzarse en sus brazos; ¡oh,
cómo habría querido también yo estrecharlo entre mis brazos para formarle
dulces cadenas para hacer que no se alejara de mí! Pero mientras esto
pensaba, mi pobre mente me la he sentido fuera de mí misma y veía a mi
Madre Celestial toda velada de Luz y en sus brazos al niñito Jesús fundido
en la misma Luz, pero todo duró sólo pocos instantes y todo desapareció, y
yo he quedado más afligida que antes, pero después ha regresado y poniendo
sus pequeñas manitas en mi cuello me ha dicho:
"Hija mía, en cuanto salí del seno de mi Mamá Yo fijé mis miradas:
Una en mi amada Mamá, no pude hacer menos que mirarla porque estaba en
Ella la fuerza raptora de mi Voluntad Divina y el dulce encanto de la Belleza
y Luz fulgidísima de mi Fiat, que eclipsándome la pupila, quedaba fijo en
aquella que poseía en virtud de Él mi misma Vida; el ver mi Vida bilocada
en Ella me raptaba y no podía apartar mi mirada de la Celestial Reina,
porque mi misma Fuerza divina me obligaba a fijarla. La otra mirada la fije
en quien debía hacer y poseer mi Voluntad; eran dos anillos unidos juntos,
1942
uno la Redención y otro el reino de mi Voluntad Divina, inseparables entre
ellos. La Redención debía preparar, sufrir, hacer; el reino del Fiat debía
cumplir y poseer, la una y el otro de suma importancia, por eso a las
elegidas, a las cuales venía confiado la una y el otro, venían fijadas mis
miradas, porque estaba en ellas mi misma Voluntad que raptaba mi pupila.
¿Por qué entonces temes si tienes la mirada de tu Jesús que siempre te mira,
te defiende, te protege? Si supieras qué significa ser mirado por Mí no
temerías más de nada."
Después de esto seguía pensando en la Divina Voluntad, y mi siempre
amable Jesús ha agregado:
"Hija mía, cuando nuestra Divinidad formó la Creación, puso como
materia prima en todas las cosas la Divina Voluntad, y por eso todas las
cosas tuvieron su forma, solidez, orden y belleza; y todo lo que hace el alma
con esta materia prima de mi Voluntad, corriendo en ella un acto vital, da a
todo lo que hace la forma de las bellas obras, todas ordenadas y sólidas, con
la marca en cada obra de la Vida del Fiat Divino. En cambio quien no hace
mi Voluntad y no la pone como materia prima en sus obras, tal vez hará
muchas cosas, pero todas desordenadas, sin forma, sin belleza, todas
desparpajadas, que ella misma no sabrá reunirlas; sucedería como si alguien
quisiera hacer el pan sin el agua, quizá tenga mucha harina, pero faltando el
agua faltaría la vida para poder formar el pan; otro tendría muchas piedras
para construir, pero no tiene la cal que reúne y solidifica las piedras juntas,
así que tendrá un desorden de piedras, pero jamás una habitación. Así son
las obras sin la materia prima de mi Voluntad, solamente estorban, dan
fastidio, disturbio, y si algún bien hacen es aparente, si se tocan se
encuentran frágiles y vacías de todo bien."
Diciembre 30, 1927
Jesús se hace ver que siembra en el campo del alma pequeñas luces.
Causa del silencio de Jesús. Valor inmenso de las manifestaciones
acerca de la Divina Voluntad. Caracteres divinos y humanos.
Estaba según mi costumbre, toda abandonada en el Querer Divino,
siguiendo sus actos, pero mientras esto hacía pensaba entre mí: "Mi amado
Jesús se ha reducido casi al silencio, aun de su amable Querer habla tan
poco, como si no quisiera decir más nada; quien sabe si no ponga un límite y
cesará de hablar aun sobre lo que respecta a su Fiat." Mientras estaba en
esto se hacía ver en mi interior como pequeño niño vestido de luz, en medio
1943
de un campo, y tomaba luz de dentro de su seno y sembraba aquel campo
con tantas gotitas de luz, estaba todo en silencio y atento al trabajo, y viendo
que yo quedaba maravillada por esto me ha dicho:
"Hija mía, todo lo que tú piensas ahora lo pensabas desde que estabas
escribiendo el volumen 16°, o sea, que Yo debía cesar de hablar de mi
Divina Voluntad, pero Yo no hacía otra cosa que sembrar el campo de tu
alma con tantas gotas de luz, que germinadas y fecundadas en tu campo, de
pequeñas luces se han cambiado en soles, estos soles son las tantas
manifestaciones sorprendentes que desde entonces hasta ahora te he hecho
conocer acerca de mi Voluntad. ¡Oh! cómo era bello el campo de tu alma
investido por estos soles, uno más bello que el otro, se ha transformado todo
en campo divino, todo el Cielo estaba prendado por este campo y mirándolo
se sentía duplicar su felicidad. Ahora, quien ha sembrado tiene el derecho
de cosechar, y siendo campo divino, Yo soy el dueño y tengo el derecho no
sólo de cosechar sino de sembrarlo de nuevo, así que no estoy haciendo otra
cosa que sembrarlo de nuevo, ¿no ves cómo estoy todo atento al trabajo de
arrojar semillas de luz en este campo a fin de que germinando salgan los
nuevos soles de los conocimientos sobre mi Voluntad? El trabajo conlleva
el silencio, y mi silencio es calor, maduración y fecundidad para transformar
las pequeñas semillas de luz en soles más brillantes. Yo siempre trabajo en
ti, ahora de un modo y ahora de otro, el trabajo de mi Voluntad Divina es
extenso y por eso estoy siempre ocupado y te tengo ocupada, así que déjame
hacer y sígueme."
Entonces yo sentía todo el peso del silencio de Jesús, me sentía sin
fuerzas y casi desmayar y pensaba entre mí: "¿Por qué estos conocimientos
sobre el Fiat Divino requieren tanto trabajo de Jesús y tantos sacrificios?" Y
Jesús regresando me ha estrechado fuertemente entre sus brazos para
fortificarme y ha agregado:
"Hija mía, si Yo quisiese trabajar toda una eternidad para manifestar
un solo conocimiento sobre mi Divina Voluntad, no sería suficiente, porque
es tal y tanto el valor de uno solo de ellos, que si tú quisieras hacer una
comparación para ver quién contiene más valor, el cielo estrellado, el sol, el
mar, la tierra, tiene más valor un solo conocimiento mío que toda la
Creación junta, porque mi conocimiento es de valor inmenso, infinito y sin
límite, y como sale de Nosotros, a donde llega genera y multiplica al infinito
el bien y la luz que contiene, es la verdadera regeneradora de la Vida Divina,
en cambio la Creación no contiene una virtud inmensa y es limitada, es por
esto que no ahorro ni trabajos ni sacrificios, porque sé todo el valor que
contiene cada conocimiento, y donde lo pongo se vuelve para Mí mi campo
divino, mi trono, mi altar, y es tanto mi celo de amor que no la dejo jamás
1944
libre y trabajo siempre para tenerla toda atenta a Mí; además, qué decir si en
lugar de una sola manifestación sobre mi Voluntad, son tantas, de llegar a
cubrirla más que cielo, de tantos soles de Ella; piénsalo hija mía y aprecia un
bien tan grande, un germen tan fecundo en el campo de tu alma."
Después continuaba mis actos en el Querer Divino, y como era el
amanecer estaba diciendo a mi amable Jesús: "Tu Querer envuelve todo, y
¡oh! cómo quisiera que así como el sol surge e inviste de luz a toda la tierra,
así el Sol de tu Voluntad surja en las inteligencias, en las palabras, en los
corazones, obras y pasos de todas las criaturas, a fin de que cada una de ellas
sienta surgir en sí el Sol de tu Fiat, y haciéndose investir por su Luz, todos la
hagan dominar y reinar en sus almas." Mientras tanto mi dulce Jesús se ha
movido en mi interior y me ha dicho:
"Hija mía, en el alma hay dos caracteres: El humano y el divino. El
divino desciende de la unidad, y el alma para recibir el carácter divino debe
vivir en la unidad de mi Querer; en esta unidad, conforme ella forma sus
actos, suben en la unidad de su Creador, en aquel acto único de Dios, que
mientras en Dios mismo viene formado un solo acto, la luz de este acto solo
desciende a lo bajo, inviste a todos y a todo, y abrazando todo da a cada uno
el acto que se necesita, con multiplicar al infinito la multiplicidad de todos
los actos posibles e imaginables, entonces, en cuanto la criatura hace sus
actos en esta unidad, adquieren los caracteres divinos, que mientras es un
solo acto, encierran todos los actos juntos. ¡Oh, cómo es bello hacer todo
con un solo acto! Sólo Dios tiene esta virtud tan potente, que con un solo
acto hace todo, abraza todo, da el obrar a todo. Qué gran diferencia entre el
carácter divino y el humano; el humano hace muchos actos, muchas obras,
pero queda siempre la criatura cercada en sus actos, parece que no tienen luz
para extenderse y difundirse a todos, que no tienen pies para caminar, donde
se hacen ahí quedan; así que por cuanto una criatura deba hacer, sus actos
son numerados, restringidos, y por eso el carácter del obrar humano es tan
disímil del obrar de la unidad divina y de quien obra en ella, porque
fácilmente queda anulada y sin germen de fecundidad. He aquí el por qué
quiero que el alma viva en la unidad de mi Voluntad, para hacer adquirir los
caracteres divinos, que son incancelables y eternos y como luz se difunden,
se extienden, se multiplican, se dan a todos, es más, tienen el primado sobre
los actos de todos. Si tú supieras cuánto placer toma la Divinidad al ver tu
pequeñez subir en la unidad del acto único divino que jamás cesa, para unir
tus actos en nuestro acto solo, tú para darnos el tuyo y Nosotros para darte el
nuestro e imprimir en ti el carácter de nuestro acto solo, nos pones en fiesta
y sentimos la felicidad, la alegría de haber creado la Creación. Entonces,
para ser más atenta, debes estar convencida de que tu vivir en nuestro Querer
1945
es la fiesta que puede dar la criatura a su Creador, y por cuantos actos hacesen Él, tantas veces renuevas nuestras alegrías y nuestra felicidad por parte
tuya, y llevándonos en nuestro seno a toda la Creación, nos das la gloria y la
correspondencia del amor, porque fue creada por Nosotros."
Enero 6, 1928
La Divina Voluntad es inmensa y al sacar a las criaturas a la luz del día,
las retiene en Sí como tantas pequeñas habitaciones. Ingratitud de
quien no la hace reinar. Armonía entre Dios y el hombre; cómo
siempre debía recibir de Dios para darle siempre.
Me sentía toda abandonada en el Querer Divino, su luz me investía por todas
partes, y mientras hacía mi giro en sus actos, mi adorable Jesús se ha movido
en mi interior y me ha dicho:
"Hija mía, mi Voluntad es inmensa, y al sacar a las criaturas a la luz del día
quedaban en mi misma Voluntad como tantas pequeñas habitaciones
formadas en Ella, en las cuales mi Querer por derecho debía tener el régimen
y el desenvolvimiento de su Vida en cada una de estas pequeñas
habitaciones, pero mientras por bondad y liberalidad suya ha dado el espacio
y todo lo que se necesitaba para formar estas pequeñas habitaciones en Ella,
las criaturas con ingratitud horrenda no quieren dar el derecho de hacer
habitar a mi Querer Divino en ellas, y con tantas habitaciones que ha hecho
formar en Ella, por cuantas son las criaturas, tiene el dolor de quedar sin
habitaciones, porque no le dan la entrada para habitar en ellas. Sucede a mi
Voluntad, como podría suceder a alguien si quisiera formar tantas
habitaciones en el mar, o bien en la luz del sol, y mientras el mar o la luz del
sol dan el espacio para formar estas habitaciones en ellos, no quisiera que el
agua o la luz del sol tuvieran la primacía en estas habitaciones, ni darles el
campo de habitar y de tener el primer puesto de régimen. Si el mar y la luz
tuvieran razón, sentirían tal dolor, que el mar con sus olas habría investido
estas habitaciones y derrumbándolas las habría deshecho y sepultado en su
seno, y la luz del sol las habría incinerado con su calor, para deshacerse de
estas indignas e ingratas habitaciones que le habían negado el ingreso. Sin
embargo, ni el mar, ni el sol le ha dado la vida, sino sólo el espacio; en
cambio mi Voluntad Divina ha dado vida y espacio a estas habitaciones de
las criaturas en Ella, porque no hay punto donde no se encuentre, ni vida que
1946
de Ella no salga, por eso el dolor de mi Voluntad por quien no la hace
dominar en ella es inmenso e incalculable, sentir estas vidas en Sí misma,
palpitantes, formar el mismo latido y estarse fuera como extraña, como si no
le pertenecieran, es la afrenta y monstruosidad de aquellos que no la hacen
reinar, y es tan grande, que merecerían la prisión a trabajos forzados y la
destrucción. Hija mía, el no hacer mi Voluntad, a las criaturas les parece
cosa de nada, en cambio es un mal tan grande y una ingratitud tan negra, que
no hay otro mal que lo iguale."
Después de esto estaba siguiendo mi giro en el Fiat Divino, y habiendo
llegado al punto cuando Dios creaba al hombre, pensaba entre mí: "¿Por
qué se regocijó tanto al crearlo, cosa que no hizo en todas las otras cosas que
creó?" Y mi amado Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, al crear a toda la creación con tanto orden y armonía, Nosotros
dimos de lo nuestro sin que nada debiéramos recibir de ella, en cambio al
crear al hombre, mientras dimos de lo nuestro, le dábamos capacidad de
darnos nuestros mismos dones como si fuesen bienes suyos, en modo que
Nosotros debíamos dar siempre, tanto, que se debía formar una competencia
entre él y Nosotros, Nosotros en dar y él en recibir, él a darnos y Nosotros a
sobreabundarlo de más de nuestros dones. Este dar y recibir, recibir y dar,
abría las fiestas, los juegos, las alegrías, las conversaciones entre Creador y
criatura. Entonces, al ver la pequeñez de la criatura festejar con nuestra
Alteza Suprema, entretenerse, alegrarse, conversar con Nosotros, sentimos
tal alegría, tal énfasis de amor en el crear al hombre, que todas las otras
cosas creadas nos parecieron nada en comparación de la creación del
hombre, y si todas parecían bellas y dignas de nuestras obras y corrió
nuestro Amor en todas las cosas creadas, fue porque debían servir para
abundar en dones hacia el hombre, y de él esperábamos la correspondencia
del amor de todas las cosas creadas. Por eso toda nuestra alegría y gloria se
concentró en el hombre, y al crearlo poníamos entre él y Nosotros armonía
de inteligencia, armonía de luz, armonía de palabras, armonía de obras y
pasos, y en el corazón armonía de amor, así que en él corrían como tantos
hilos eléctricos nuestros de armonía, por los cuales Nosotros descendíamos
en él y él subía a Nosotros. He aquí el por qué tanto gozamos al crear al
hombre, y el dolor que nos dio al sustraerse de nuestra Voluntad fue tan
grande, porque rompió todas estas armonías, cambió nuestra fiesta en dolor
para Nosotros y para él, destruyó nuestros más altos designios, deformó
nuestra imagen que en él habíamos creado, porque sólo nuestra Voluntad
Divina tenía virtud de mantener bella nuestra obra, con todas las armonías
1947
queridas por Nosotros; quitada Ésta, el hombre es el ser más vil y degradado
en toda la Creación. Por eso hija mía, si quieres que todos tus sentidos
armonicen con Nosotros, no salgas jamás de mi Voluntad; si quieres recibir
siempre de tu Creador y abrir las fiestas con Nosotros, sea Ella sola tu vida,
tu todo."
Enero 13, 1928
Dios al crear al hombre concentró todo en él, y cómo ahora regresaal
asalto y concentra en una de esta estirpe el primer acto de la Creación
para formar el reino de su Voluntad.
Continúo mi abandono en el Querer Divino, con el desgarro casi continuo de
la privación de mi dulce Jesús. ¡Oh Dios! qué pena tremenda, cómo lloro mi
pasado, su dulce sonrisa, sus besos afectuosos, la suavidad de su voz, su
belleza encantadora y raptora, sus castos abrazos, sus tiernos latidos que con
tanto amor hacía palpitar en mi latido, que me divinizaba y transformaba su
Vida en mí; cada acto de Jesús, cada palabra y cada mirada eran tantos
paraísos de más que formaba en su pequeña hija, y ahora recordándolos son
heridas, dardos puntiagudos, flechas encendidas de intenso dolor, de martirio
y de muerte continua. Pero no está aquí todo mi dolor; tal vez el dolerme
habría servido de alivio, porque el dolor me habría dicho claramente que mi
amor hacia Aquél que yo amaba y que tanto me había amado formaba mi
dolor, pero ni siquiera esto me es concedido, porque mientras las heridas
están por sangrar, los dardos por herirme, las flechas por quemarme, la Luz
del Santo Querer Divino corre en ellas y eclipsando toda la fuerza de mi
duro martirio hace correr la paz, la felicidad, el rocío benéfico sobre mi
pobre alma, así que no puedo tener ni siquiera el bien de dolerme por una
pérdida tan grande. ¡Oh! si me pudiese doler como antes, yo creo que mi
sumo bien Jesús no tardaría tanto en regresar, pero esto no está en mi poder,
estoy en poder del Fiat Divino que no me deja ningún vacío en mí, y quiere
señorear aun sobre mi dolor de la privación de Jesús. Ahora, mientras
nadaba en los dos mares: Dolor de estar privada de Jesús, y en el mar de la
Luz del Querer Divino, que parecía que uno se fundía en el otro, seguía migiro en Él y me he detenido en la creación del hombre, y mi dulce Jesús
moviéndose apenas en mi interior me ha dicho:
1948
"Hija mía, nuestra Divinidad al crear al hombre concentró todo en él;
como si nada hubiésemos hecho en todo el resto de la Creación, hicimos
todo a un lado y nos ocupamos sólo de él, nuestro Amor llegó al exceso, lo
miramos, lo volvimos a mirar para ver si era bello, si trasparentaba nuestra
Belleza en él, nuestro Ser Divino llovía como aguacero sobre de él, ¿y sabes
qué llovía? Santidad, Luz, Sabiduría, Gracia, Amor, Belleza, Fuerza, y
mientras nos descargábamos sobre él, nuestras miradas estaban fijas sobre el
hombre para ver si todas nuestras cualidades estaban concentradas en él, en
modo que nada debía faltarle para amarlo y para ser reamado, tanto, que su
belleza nos raptaba, su amor nos investía, todas nuestras cualidades puestas
en él hacían eco en nuestro Ser Divino y nos ataban y nos llevaban a él. Qué
tiempo solemne, qué punto inolvidable, qué hoguera de amor fue la creación
del hombre, todas nuestras cualidades divinas desbordaron fuera y festejaron
su creación, y para cumplimiento de nuestra fiesta, alegría y felicidad,
sacudidos por nuestro mismo Amor miramos la máquina de todo el universo
le hicimos don de todo, constituyéndolo rey de todas las cosas creadas, para
poder decir a Nosotros y a él: ‘Rey dominante somos Nosotros, rey y
dominante es la obra de nuestras manos, el amado hijo dado a luz en el
desahogo de nuestro Amor.’ Habría sido desconveniente y no decoroso para
Nosotros hacer de nuestro hijo un siervo, diferente de Nosotros en la
semejanza y en el dominio. ¿No sería tal vez desconveniente e indigno para
un rey hacer de su hijo un vil siervo, poniéndolo fuera de su morada, en un
pobre tugurio? Este rey merecería la censura de todos y se le tendría no
como padre y rey, sino como tirano. Mucho más nuestro parto que salía del
fondo de nuestro Amor Divino, por eso queríamos el decoro y la marca de la
realeza en nuestra obra. Ahora, este nuestro Amor fue roto por el hombre, y
con sustraerse de nuestra Voluntad Divina él mismo se quitó la marca de la
realeza y las divisas de rey, pero por parte nuestra nada cambió y persistimos
en nuestra Voluntad de hacer de la obra de nuestras manos el hijo rey, no
siervo, y por eso en toda la historia de la Creación regresamos al asalto y al
cumplimiento de nuestro Querer, y llamamos a una de esta estirpe y
poniendo a todos a un lado, como si ningún otro existiese, renovamos la
solemnidad de la creación del primer hombre. La hoguera de nuestro Amor
forma olas altísimas y nos hace ver todo amor, y poniendo a aquélla en estas
olas, a pesar de que nuestra omnividencia ve todo, ponemos todo a un lado y
con ésta renovamos el gran prodigio del primer acto de la Creación. Esto lo
hicimos con la Soberana Reina y no rompiendo Ella nuestro Amor y
conservando en Ella la Vida de nuestro Querer, tiene el título y el derecho de
Reina. ¡Oh! cómo se alegra nuestro Amor, hace fiesta al ver en Ella la
primera Reina de las obras de nuestras manos creadoras, pero nuestro amor
1949
no contento con tener una sola Reina, no fue esta nuestra Voluntad en la
Creación, entonces nuestro Amor redundando fuerte y poniendo fuera sus
olas contenidas, llama a otra y concentra en ella toda la obra de la Creación,
llueve sobre de ella como lluvia tupida, desborda sus cualidades divinas para
tener la segunda hija reina, para hacerle formar los fundamentos del reino de
nuestra Voluntad, y así poder tener el séquito de nuestros hijos, todos reyes y
reinas. He aquí por qué estoy poniendo todo a un lado para obrar en ti el
primer acto de la Creación; mi Amor me forma el encanto, que mientras
miro a los demás me hace tener la mirada fija sobre ti y me hace llover todo
lo que se requiere para hacerme formar el reino de mi Voluntad en ti. Yo
hago como un padre que habiendo colocado otros hijos y debiendo colocar a
otro, no piensa en los primeros ni en los que debe colocar después, sino que
poniendo a todos los demás a un lado, piensa sólo en aquél que está por
colocar, y si el hijo es bueno y aquélla que ha escogido es digna de él, el
padre no repara en gastos, la dota de mayores riquezas, le prepara una
habitación suntuosa, en suma, pone fuera todo su amor paterno. Así hago
Yo cuando se trata de realizar la finalidad de la Creación, cómo es el reino
de mi Voluntad en medio a las criaturas, a aquélla que llamo por primera no
le hago faltar nada, todo concentro en ella, sabiendo que el todo será
heredado por aquellos que la seguirán."
Enero 18, 1928
La Virgen está aislada en su gloria, y espera el cortejo de las otras
reinas para tener su séquito. Cómo las obras de Dios se dan la mano
entre ellas. Las manifestaciones sobre la Divina Voluntad serán el
evangelio de su reino. Debates sobre los escritos. Necesidad de los
primeros sacerdotes del reino del Fiat.
Estaba siguiendo los actos en el Querer Divino y decía entre mí:
"¡Oh! cómo quisiera encerrarme en el acto primero de Dios para hacer todo
con un solo acto, para poder dar a mi Creador todo el amor, toda la gloria,
sus mismas beatitudes y alegrías infinitas, para poderlo amar y glorificar
como se glorifica y ama Él mismo, ¿qué cosa no le daría si estuviera en
aquel acto primero del Fiat Divino? Nada me faltaría para hacer feliz a mi
Creador con su misma felicidad." Y viéndome impotente rogaba a mi Mamá
Soberana que viniese en mi ayuda y con sus mismas manos maternas me
encerrase en aquel acto primero donde Ella había tenido su perenne morada,
1950
porque viviendo en el Divino Querer el primer acto de Dios era suyo, por
eso podía darle lo que quería. Pero mientras esto pensaba decía entre mí:
"Cuántos desatinos estoy diciendo." Pero mi amable Jesús moviéndose en
mi interior me ha dicho:
"Hija mía, la Reina del Cielo en su gloria y grandeza está como
aislada, porque habiendo vivido Ella sola en el primer acto de Dios, esto es
en la plenitud y totalidad del Querer Divino, Ella es Reina aislada, no tiene
el cortejo de otras reinas que la circunden y la igualen en la gloria y
grandeza que posee. Ella se encuentra en las condiciones de una reina, que
si bien circundada de doncellas, de pajes, de fieles amigos que le hacen
honor y le hacen compañía, pero ninguna reina semejante a Ella le hace el
gran honor de circundarla y de hacerle compañía; ¿qué sería más honor para
una reina de la tierra: Estar circundada de otras reinas semejantes a Ella, o
bien por personas inferiores de condición, de gloria, de grandeza y de
belleza? Hay tal distancia de honor y de gloria entre quien está circundada
por reinas y entre quien sólo está circundada por otros que no rige ninguna
comparación. Ahora, la Mamá Celestial quiere, desea, espera el reino de la
Voluntad Divina sobre la tierra, en el cual estarán las almas que viviendo en
él formarán la vida en el primer acto de Dios, las cuales adquirirán la realeza
y el derecho de reinas, todos verán impreso en ellas un carácter imborrable,
que son hijas del Rey Divino, y como hijas les toca el título y el derecho de
reinas. Estas almas tendrán su morada en el palacio real divino, por eso
adquirirán nobleza de modos, de obras, de pasos, de palabras, poseerán tal
ciencia que ninguna las podrá igualar, serán investidas de tal luz, que la luz
misma anunciará a todos que es reina que ha vivido en el palacio real de mi
Voluntad. Entonces la Reina Soberana no estará más sola en su regio trono,
tendrá las otras reinas que la circundarán, su belleza se reflejará en ellas, su
gloria y grandeza encontrarán en quien podrán verterse, ¡oh! cómo se sentirá
honrada, glorificada, por eso suspira por quien quiera vivir en el Fiat Divino
para formarse las reinas en el acto primero de Él, para poder tener en la
patria celestial el séquito de las otras reinas que la circundarán y le darán los
honores a Ella debidos."
Después de esto estaba pensando en para qué servirán estos escritos
sobre la Divina Voluntad, y mi sumo y único bien Jesús, moviéndose en mi
interior me ha dicho:
"Hija mía, todas mis obras se dan la mano, y esta es la señal de que
son obras mías, que una no se opone a la otra, es más, están tan ligadas entre
ellas que se sostienen mutuamente, tan es verdad, que debiendo formar a mi
pueblo elegido del cual, y en el cual debía nacer el futuro Mesías, formé de
aquél mismo pueblo el sacerdocio, el cual instruía al pueblo y lo preparaba
1951
al gran bien de la Redención, les di leyes, manifestaciones e inspiraciones,
sobre las cuales venían formadas las sagradas escrituras llamadas Biblia, y
todos estaban atentos al estudio de ella. Después, con mi venida a la tierra
Yo no destruí las sagradas escrituras, más bien las apoyé, y mi evangelio
anunciado nada se oponía a ellas, es más, se sostenían en modo admirable
mutuamente, y con el formar la nueva Iglesia naciente formé el nuevo
sacerdocio, los cuales no se apartan ni de las sagradas escrituras, ni del
evangelio, todos están atentos sobre de ellos para instruir a los pueblos, y
alguno que no quisiera tomar de esta fuente saludable, se puede decir que no
me pertenece, porque ellas son la base de mi Iglesia y la misma vida con la
cual vienen formados los pueblos. Ahora, lo que Yo manifiesto acerca de mi
Voluntad Divina y que tú escribes, se puede llamar el evangelio del reino de
la Voluntad Divina, nada se opone ni a las sagradas escrituras ni al evangelio
que Yo anuncié estando en la tierra, es más, se puede llamar el sostén del
uno y del otro, y por eso permito y llamo a los sacerdotes a que vengan, que
lean el evangelio todo de Cielo del reino de mi Fiat Divino, para decir como
dije a los apóstoles: ‘Predíquenlo por todo el mundo.’ Porque Yo me sirvo
para mis obras del sacerdocio, y así como tuve el sacerdocio antes de mi
venida para preparar al pueblo, el sacerdocio de mi Iglesia para confirmar mi
venida y todo lo que Yo hice y dije, así tendré el sacerdocio del reino de mi
Voluntad. He aquí a qué servirán las tantas cosas que te he manifestado:
Las tantas verdades sorprendentes, las promesas de los tantos bienes que
debo dar a los hijos del Fiat Voluntas Tua, serán el evangelio, la base, la
fuente inagotable de la cual todos tomarán la Vida Celestial, la felicidad
terrestre y la restauración de su creación. ¡Oh, cómo se sentirán felices
quienes con ansia beban a grandes sorbos en estas fuentes de mis
conocimientos, porque ellas contienen la virtud de llevar la Vida del Cielo y
de desterrar cualquier infelicidad."
Entonces al oír esto, pensaba entre mí en la gran cuestión de los
escritos sobre la Divina Voluntad que se encontraban en Messina, llevados
allá por el memorable padre Di Francia, y como yo y mis superiores los
queremos acá, y los superiores de Messina, instruidos rigurosamente por el
venerable padre antes de morir se los quieren tener allá para la publicación,
cuando a Dios le parezca bien, por eso no se hace otra cosa que enviar cartas
de fuego de un lado y del otro, aquellos para retenerlos y nosotros para
recuperarlos, y yo me sentía toda pensativa, fastidiada, cansada y decía entre
mí: "¿Cómo es que el buen Jesús ha podido permitir todo esto, quien sabe y
a lo mejor también Él se disgusta?" Y Él, moviéndose en mi interior me ha
dicho:
1952
"Hija mía, tú estás preocupada, pero Yo no estoy ni siquiera
disgustado, más bien gozo al ver el interés que toman los sacerdotes por
estos escritos que formarán el reino de mi Voluntad, esto significa que
aprecian el gran bien de ellos, y cada uno quisiera tener consigo un tesoro
tan grande, para ser los primeros en comunicarlo a los demás, y mientras
dura la cuestión de quién debe vencer, uno se acerca al otro para aconsejarse
sobre lo que se debe hacer, y Yo gozo con que otros ministros míos
conozcan que existe este tesoro tan grande, de hacer conocer el reino de mi
Querer Divino, y Yo me sirvo de esto para formar a los primeros sacerdotes
de mi futuro reino de mi Fiat. Hija mía, es una gran necesidad el formar los
primeros sacerdotes, ellos me servirán como me sirvieron los apóstoles para
formar mi Iglesia, y quien se ocupe de estos escritos para publicarlos,
poniéndolos fuera para hacerlos conocer, serán los nuevos evangelistas del
reino de mi Suprema Voluntad. Y así como en mi evangelio se menciona el
nombre de los cuatro evangelistas que los escribieron, con sumo honor de
ellos y gloria mía, así será de aquellos que se ocuparán en escribir los
conocimientos sobre mi Voluntad para publicarlos, como nuevos
evangelistas de ellos se hará más mención en el reino de mi Voluntad, con
sumo honor de ellos y de mi gran gloria de verme regresar en mi regazo el
orden de la criatura, la Vida del Cielo sobre la tierra, única finalidad de la
Creación. Por eso en estas circunstancias Yo ensancho el giro, y como
pescador Yo pesco a aquellos que me deben servir para un reino tan santo.
Por eso déjame hacer y no te preocupes."
Enero 22, 1928
La insistencia en pedir el reino del Fiat Divino es señal de que Él quiere
reinar. Martirio de la privación de Jesús. La voluntad humana
es la profanadora de la criatura.
Estaba haciendo mi giro en el Fiat Divino y quería arrollar todo, Cielo
y tierra, a fin de que todos tuviesen una sola voluntad, una sola voz, un solo
latido, quería animar a todos con mi voz, a fin de que todos dijesen junto
conmigo: "Queremos el reino de tu Querer." Y para obtener esto quería ser
mar para hacer hablar a las aguas, sol para dar mi voz a la luz, cielo para
animar a las estrellas, y hacer decir a todos: "Venga tu reino, sea conocido
tu Fiat." Quería penetrar en las regiones celestiales para hacer decir a todos
los ángeles y santos, a la misma Mamá Celestial: "Trinidad adorable, hazlo
pronto, no tardes más, te pedimos que tu Querer descienda a la tierra, se
1953
haga conocer y reine en ella como en el Cielo." Ahora, mientras esto y otras
cosas hacía, que sería demasiado largo ponerlo en el papel, pensaba entre
mí: "¿Y por qué tanta insistencia y premura mías, que parece que no sé
hacer nada si no pido su Fiat dominante sobre la tierra?" Y Jesús bendito
moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, si tú supieras quien es el que te empuja, quien te hace
insistir tanto, quien quisiera mover todo en ti para pedir la Vida, el reino de
mi Voluntad sobre la tierra, tú quedarías maravillada."
Y yo: "Dime quien es amor mío." Y Él todo ternura ha agregado:
"¿Quieres saberlo? Es mi misma Voluntad la que te empuja a esto,
porque Ella quiere hacerse conocer, quiere reinar, pero quiere la insistencia
de su pequeña hija, que apresurándola en todos los modos y moviendo todo,
la llame junto con todos, con los medios más potentes, a venir a la tierra; tus
insistencias son señal e imagen de sus suspiros y de sus infinitas premuras e
insistencias de que quiere darse a las criaturas, y así como tú quieres mover
todo, así Ella quisiera mover todo, el mar, el sol, el cielo, el viento, la tierra,
a fin de que todos movieran a las criaturas a reconocerla, a recibirla, a
amarla, y Ella no apenas se vea deseada, romperá los velos de todas las
cosas creadas y como Reina y Madre que suspira por sus hijos saldrá del
seno de ellas, en las cuales estaba escondida, y revelándose abrazará a sus
hijos y reinara en medio a ellos, dándoles bienes, paz, santidad y felicidad."
Después de esto han pasado largos días de privación de mi dulce
Jesús, me sentía torturada, sin fuerzas, tanto, que habiendo intentado escribir
lo que me había dicho en días pasados, me sentía imposibilitada para
hacerlo, y Él viendo que no podía y los grandes esfuerzos que hacía para
escribir, ha salido del fondo de mi interior, como uno que se despierta de un
largo sueño y con un acento piadoso me ha dicho:
"Pobre hija, ánimo, no te abatas, es verdad que el martirio de mi
privación es terrible, y si Yo escondido no te sostuviese tú no habrías podido
quedar viva. Mucho más que la que te martiriza es mi Voluntad Divina, la
cual siendo inmensa y eterna, tu pequeñez siente todo el peso de su
inmensidad y se siente triturar bajo de Ella, pero debes saber hija mía que es
su gran amor por ti, pequeña hija suya, y por eso su Luz no quiere sólo
restaurar tu alma, sino también tu cuerpo, quiere como pulverizarlo y
animando los átomos de tu polvo con su Luz, con su calor, quiere quitar
cualquier germen o humores de voluntad humana, para hacer que tanto tu
alma como tu cuerpo, todo sea sagrado en ti, nada quiere tolerar, ni siquiera
un átomo de tu ser que no esté animado y consagrado por mi Voluntad, por
eso tu duro martirio no es otra cosa que la consumación de lo que no le
pertenece. ¿No sabes tú que la voluntad humana es la profanadora de la
1954
criatura? Ella cuando tiene sus pequeños caminos, los agujeros más
pequeños para entrar en la criatura, profana las cosas más santas, las más
inocentes, y mi Querer que hizo del hombre su sagrado y vivo templo donde
poner su trono, su morada, su régimen, su gloria, si la criatura da las
pequeñas entradas al querer humano, se siente profanar su templo, su trono,
su morada, su régimen y su misma gloria. Por eso mi Querer quiere quitarte
todo, aun mi misma presencia, para ver si su dominio es absoluto sobre de ti
y te contentas con que Ella sola domine y tenga la primacía en ti. Todo debe
ser en ti Voluntad Divina para que Ella pueda decir: Estoy segura, nada me
ha negado, ni siquiera el sacrificio de la presencia de su Jesús, al que amaba
más que a sí misma, así que mi reino está al seguro."
Yo al oír esto me sentía fortificada por su presencia, y al mismo
tiempo amargada por sus palabras, y en mi dolor le he dicho: "Amor mío,
¿así que Tú no debes venir más a la pequeña y pobre exiliada? ¿Y yo cómo
haré, cómo podré vivir sin Ti?" Y Jesús:
"No, no, y además, ¿de dónde debo venir si estoy dentro de ti?
Quédate en paz y cuando menos lo pienses Yo me revelaré, porque no parto
de ti, sino quedo contigo."
Enero 27, 1928
En la Redención está encerrado el reino del Fiat Divino. Dios
al obrar escoge a una criatura donde depositar su obra.
Estaba siguiendo mi giro en el Querer Supremo, y habiendo llegado a
los actos que mi amado Jesús hizo en la Redención, buscaba seguir paso a
paso todo lo que había hecho con tanto amor y dolor, y pensaba entre mí:
"En otra ocasión Jesús me dijo que me amaba tanto, que me hacía
propietaria de sus obras, de sus palabras, de su corazón, de sus pasos, de sus
penas, no había acto que hubiera hecho del cual no me hiciera don, y esto
sólo Jesús podía y quería hacerlo, porque amaba como Dios, en cambio las
criaturas si dan, dan los bienes externos, las riquezas de la tierra, pero
ninguna da la propia vida, esto significa que es amor de criatura, amor
finito." Así que pensaba entre mí: "Si esto es así, mi amable Jesús
dondequiera que esté debería llamarme para hacer sus actos, para hacerme
entrega de ellos." Y Él moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, tú debes saber que en la Redención fue encerrado el reino
de mi Voluntad Divina, no hubo acto que Yo hiciera donde no encerrara el
uno y la otra, con esta sola diferencia, que lo que pertenecía a la Redención
1955
lo manifestaba fuera, los hice conocer y de ellos hice don, porque debían
servir como preparativo al reino de mi Divina Voluntad; en cambio los que
pertenecían al reino de mi Fiat los retuve en Mí mismo, como suspendidos
en mi misma Voluntad Divina. Ahora, tú debes saber que cuando nuestra
Divinidad decide sacar un acto fuera de Sí misma, el hacer una obra, un
bien, primero escogemos la criatura en la cual depositar nuestra obra, porque
no queremos que lo que Nosotros hacemos quede en el vacío y sin efecto y
que ninguna criatura deba ser depositaria de nuestros bienes, por eso
llamamos al menos a una, así si las otras criaturas, ingratas, no quieren
recibir nuestros bienes, al menos en ésta vienen depositadas nuestras obras, y
cuando estamos seguros de esto, entonces obramos. En la Redención, la
depositaria de todos mis actos fue mi inseparable Mamá, se puede decir que
cuando debía respirar, llorar, rezar, sufrir, y todo lo demás que Yo hice,
primero la llamaba a Ella a recibir mis respiros, mis lágrimas, mi sufrir, etc.,
para depositarlos en Ella y después respiraba, lloraba y rezaba; si no hubiese
tenido a mi Mamá en la cual podía depositar mis actos, me hubiera resultado
insoportable y de un dolor tal, que sobrepasaría cualquier otro dolor. Ahora,
estando encerrados en todos los actos de la Redención los del reino de mi
Voluntad Divina, desde entonces te llamaba a ti, y así como depositaba en la
Soberana del Cielo todo lo que correspondía al reino de la Redención, así
depositaba en ti lo que corresponde al reino del Fiat Supremo. He aquí el
por qué quiero que me sigas paso a paso, y si como pequeño niño lloraba, te
quiero cerca para darte el don de mis lágrimas, que con ellas te conseguí el
gran don de mi reino divino; si hablo, te quiero junto para hacerte el don de
la palabra de mi Voluntad; si camino, para hacerte el don de los pasos de
Ella; si obro, para dotarte de sus obras; si rezo, para darte el don de mi
oración para implorar su reino a la familia humana; si hago milagros, para
darte el don del gran milagro de mi Voluntad, y por eso si doy la vista a los
ciegos te quito la ceguera de tu querer humano, para darte la vista de la mía;
si doy el oído a los sordos, te hago el don de adquirir el oído de mi Querer; si
doy la lengua a los mudos, te libero del mutismo de mi Querer; si enderezo a
los lisiados, te enderezo en Él; si tranquilizo la tempestad con mi imperio,
ordeno a la tempestad de tu voluntad humana que no ose agitar más el mar
pacífico de la mía; en suma, no hay cosa que haga y sufra de la que no te
haga un don, para poner en ti el reino de mi Querer, tan amado por Mí y
formado en Mí mismo. Habría sido para Mí el más grande de mis dolores,
que mientras formaba en Mí, en mi Humanidad, con tanto amor el reino de
mi Querer Divino, finalidad primaria por la que vine a la tierra y formaba
este mi reino para restablecerlo en las criaturas, no debía estar seguro, como
lo estuve para la Redención, de que al menos una criatura debiera recibir el
1956
restablecimiento del reino del Fiat Divino, y por eso Yo miraba los siglos
como un solo punto y te encontraba a ti, la elegida, y desde entonces dirigía
y depositaba mis actos en ti para disponer en ti mi reino, y así como para el
reino de la Redención no ahorré nada, ni fatigas, ni penas, ni oraciones, ni
gracias, ni siquiera la misma muerte para poder dar a todos gracias y medios
suficientes y abundantes para que todos pudiesen salvarse y santificarse a
pesar de que ponía y depositaba al seguro el todo en la Celestial Reina, así
para el reino de mi Querer, a pesar de que pongo todo al seguro en ti, estoy
dando tanto, no ahorro nada, ni enseñanzas, ni luz, ni gracias, ni alicientes,
ni promesas, de modo que si todos quieren recibir el gran bien de mi
Voluntad para hacerla reinar en ellos, todos encontrarán medios y ayudas
sobreabundantes para vivir un bien tan grande, por eso tu venida a la tierra
en el tiempo era esperada por Mí con tanto amor, con tal ansia, que tú no
puedes ni siquiera imaginar, porque quería depositar los tantos actos
suspendidos, hechos por mi Humanidad para formar el reino del Fiat
Supremo; si tú supieras qué significa un acto suspendido hecho por tu Jesús,
¡oh! cómo te apresurarías a recibir todo el depósito de mis actos para dar
vida a estos actos suspendidos, porque ellos contienen tantas Vidas Divinas,
y te apresurarías a hacerlos conocer a las otras criaturas."
Enero 29, 1928
Valor inmenso de los escritos sobre la Divina Voluntad. Son caracteres
transmitidos de la patria celestial. Cómo harán el asedio al querer
humano. Deseo del corazón de Jesús. Sus actos son ejército
que pide el reino del Fiat.
Estaba leyendo en el volumen 20° lo que correspondía a la Divina
Voluntad, y sentía tal impresión cómo si viera correr en las palabras escritas
una Vida Divina y palpitante, sentía la fuerza de la luz, la vida del calor del
Cielo, la virtud obrante del Fiat Divino en lo que leía y agradecía de corazón
a mi Jesús que con tanto amor se había dignado hacerme escribir. Pero
mientras esto hacía, mi amado Jesús, como no pudiendo contener Él mismo
los sobresaltos de su corazón, ha salido de dentro de mi interior y
poniéndome los brazos al cuello me ha estrechado fuertemente a su corazón
para hacerme sentir sus latidos ardientes, y me ha dicho:
"Hija mía, tú agradéceme que te he hecho escribir lo que respecta a mi
Voluntad, doctrina toda de Cielo y que tiene virtud de comunicar la Vida
palpitante y toda celestial de Ella a quien leerá estos escritos. Mi Voluntad
1957
está palpitante en medio a las criaturas, pero vive sofocada por el querer
humano, estos escritos harán sentir tan fuerte su latido, que sofocarán el
querer humano y tomará su primer puesto de vida que le toca, porque mi
Voluntad es el latido y la vida de toda la Creación, por eso el valor de estos
escritos es inmenso, contienen el valor de una Voluntad Divina; si fueran
escritos de oro no superarían el gran valor que en sí mismos contienen, estos
escritos son soles impresos con caracteres de luz brillantísima en las paredes
de la patria celestial, y forman el más bello adorno de aquellos muros de la
ciudad eterna, en los cuales los bienaventurados, todos quedan raptados y
sorprendidos al leer los caracteres de la Suprema Voluntad, por eso, gracia
más grande no podía hacer en estos tiempos que transmitir los caracteres de
la patria celestial por tu medio a las criaturas, los cuales llevarán la vida del
Cielo en medio de ellas.
Ahora, así como tú me agradeces a Mí, así Yo te agradezco a ti que te
has prestado a recibir mis lecciones y a hacer el sacrificio de escribir bajo mi
dictado. Era mi Voluntad Divina que hacía correr, mientras tú escribías, la
viva virtud de su latido ardiente, eterno y vivificante, y que imprimía en tus
caracteres, por eso tú releyéndolos sientes la renovación toda celestial
impresa en ellos. ¡Oh, cómo resultará difícil a quien lea estos escritos el no
sentir la Vida palpitante de mi Querer y el no sacudirse, por la virtud de su
latido vivificante, del letargo en el cual se encuentran. Estos escritos sobre
mi Supremo Fiat con la fuerza de su luz eclipsarán la voluntad humana,
serán bálsamo a las heridas humanas, serán opio a todo lo que es tierra, las
pasiones se sentirán morir, y de la muerte de ellas resurgirá la vida del Cielo
en medio a las criaturas, serán el verdadero ejército celestial, que mientras
pondrán en estado de asedio a la voluntad humana y a todos los males
producidos por ella, harán resurgir la paz, la felicidad perdida, la Vida de mi
Voluntad en medio a las criaturas, el asedio que pondrán no hará daño a
ninguno, porque mi Voluntad es de poner en estado de asedio al querer
humano, a fin de que no tiranice más a las pobres criaturas, sino que las deje
libres en el reino de mi Voluntad. Por eso he insistido tanto, e insisto, en
hacerte escribir, te he tenido en la cruz, te he sacrificado, era necesario, se
trataba de la cosa más importante, era el eco del Cielo, la vida de allá arriba
que quiero formar sobre la tierra. He aquí la causa de mi continuo estribillo:
Sé atenta, no omitas nada y tu vuelo en mi Voluntad sea continuo."
Después de esto estaba siguiendo mi giro en el Fiat Divino y
acompañaba los suspiros, las lágrimas, los pasos de Jesús y todo lo demás
hecho y sufrido por Él, diciéndole: "Amor mío, Jesús, te pongo el ejército
de todos tus actos en torno a Ti, e invistiendo tus palabras, tus latidos, tus
pasos, tus penas y todos tus actos con mi te amo, te pido el reino de tu
1958
Voluntad. Escucha, oh Jesús, si no me escuchas por medio del ejército de
tus actos que te ruegan, te apresuran, ¿qué otra cosa podría hacer para
moverte a concederme un reino tan santo?" Pero mientras esto decía
pensaba entre mí: "Mi dulce Jesús tenía sus deseos mientras estaba sobre
esta tierra, ¿o bien, de hecho no los tenía? Y Él moviéndose en mi interior
me ha dicho:
"Hija mía, como Dios no existía en Mí ningún deseo, porque el deseo
nace en quien no posee todo, pero para quien todo posee y nada le falta, el
deseo no tiene razón de existir; como hombre tuve mis deseos, porque mi
corazón se hermanó en todo a las otras criaturas, y haciendo míos los deseos
de todos, desee por todos, con todo el ardor el dar el reino de mi Fiat Divino
a todas las criaturas, así que si suspiraba, suspiraba el reino de mi Querer, si
rogaba y lloraba y deseaba, era sólo por mi reino que quería en medio a las
criaturas, porque siendo eso la cosa más santa, mi Humanidad no podía
hacer menos que querer y desear la cosa más santísima, para santificar los
deseos de todos y darles lo que era santo y de bien más grande y perfecto
para ellos, por eso todo lo que tú haces no es otra cosa que mi eco, que
resonando en ti te hace pedir en cada acto mío el reino de mi Voluntad. Es
por esto que te hago presente cada acto mío, cada pena que sufro, cada
lágrima que vierto, cada paso que doy, porque amo el que tú, invistiéndolos,
repitas junto a cada acto mío: ‘Jesús, te amo, y porque te amo dame el reino
de tu Querer Divino.’ Quiero que me llames en cada cosa que hago, para
hacerme resonar el dulce recuerdo de que mis actos dicen: ‘Fiat Voluntas
Tua come in Cielo così in Terra.’ De modo que al ver tu pequeñez, a la
pequeña hija de mi Querer que hace su eco a todos mis actos, poniéndolos
como un ejército en torno a Mí, Yo me apresure a conceder el reino de mi
Voluntad."
Enero 31, 1928
Giro en la Voluntad Divina. Asalto a la Majestad Divina.
Atractivos de la pequeñez; el secreto de ella. La voluntad
humana es nauseante. Ejemplo.
Estaba recogiendo todos los actos de la Divina Voluntad hechos en la
Creación, uniéndolos a los mares de la reina Celestial, a aquellos de mi
amado Jesús, en suma todos los actos que el Fiat Divino ha sacado fuera de
Sí mismo. Así que estaba recapitulando todo para llevarlos ante la Alteza de
la Majestad Suprema para darle por medio de esto, el último asalto y
1959
obligarla a darme su reino sobre la tierra, pero mientras esto hacía pensaba
entre mí: "Soy pequeña, soy un átomo apenas, ¿cómo puedo llevar la
vastedad del cielo, la multiplicidad de las estrellas, la inmensidad de la luz
del sol y además todos los mares de mi Mamá y los de Jesús, que son
interminables? Entonces, ¿mi pequeño átomo no quedará perdido en medio
de tantas obras tan grandes? Creo que todo el Cielo sonreirá al ver a mi
pequeñez que quiere dar este asalto como último acto de su giro en la
Voluntad Divina, porque siendo pequeña, yo no sólo quedo perdida, sino
también anulada por una sola obra del Querer Divino, así que mi asalto será
sin efecto y tal vez servirá para hacer sonreír, a mis espaldas, a toda la corte
celestial." Pero mientras esto pensaba, mi dulce Jesús ha salido de dentro de
mi interior y me ha dicho todo ternura:
"Pequeña hija mía, tu pequeñez tiene tal atractivo que llama la
atención de todo el Cielo, para ver qué cosa quiere hacer y sabe hacer tu
pequeñez. Ver hacer cosas grandes a una persona grande no acapara la
atención, ni lleva la alegría, pero si se viera hacer la misma cosa grande por
una pequeña niña, esto despertaría tal estupor y maravilla, que todos
querrían ver la obra grande de la pequeña niña, lo que no sucede si la misma
obra la hiciera una persona grande. Si tú supieras cómo la mirada divina y la
de todo el Cielo se fija en ti al verte como de prisa reunir todas juntas la
obras de la Divina Voluntad para dar el asalto al Creador, llevando sus
mismas armas para hacerle la guerra santa, para hacer que te ceda su reino,
se puede decir que tu afanarte, el reunir todo, es la verdadera sonrisa del
Cielo, es la nueva fiesta que lleva tu pequeñez a la patria celestial y todos
esperan el asalto de la pequeña niñita. ¿Pero quieres saber donde está el
secreto de tu fuerza en tu pequeñez, que mientras quedas perdida ahora en la
luz del sol, ahora en medio a las estrellas, ahora en mis mares y en los de mi
Mamá Celestial, tu átomo no se detiene, se libera y sale de nuevo en campo
para cumplir su epílogo de todas las obras del Fiat Divino? Todo el secreto
está encerrado en Él, que te mueve, te inviste, te da la cuerda para hacerte
girar y para hacerte encerrar todos sus actos, para hacerse, por Sí mismo, por
medio de tu pequeñez, dar el asalto para hacerse atraer y venir a reinar sobre
la tierra. ¿Qué cosa no puede el átomo animado por mi Querer? Todo,
porque llega a ser un acto en medio a todos sus actos de Voluntad Divina, y
esto basta para poder hacer de todos sus actos un solo acto, para decir:
"Todo es mío, y todo me debe servir para poder conseguir el reino del Fiat
Divino sobre la tierra."
Después de esto estaba pensando en cuánto mal ha hecho la voluntad
humana a las pobres criaturas, por eso yo la aborrezco, ni siquiera quiero
1960
conocerla más, ni mirarla, porque es demasiado nauseante. Pero mientras
esto pensaba mi amado Jesús se ha movido en mi interior y me ha dicho:
"Hija mía , la voluntad humana por sí sola es nauseante, pero unida
con la mía es la cosa más bella que creé, mucho más que de la Divinidad
jamás podía salir una cosa que diera nausea; esta voluntad unida con la
nuestra tendría el movimiento continuo del bien, de la luz, de la santidad, de
la belleza, y con nuestro movimiento continuo, que jamás cesa, habría sido
el prodigio más grande de la Creación, nuestro movimiento la purificaría de
toda sombra de mancha, sucedería como al mar, que porque murmura
continuamente y tiene su movimiento perenne, sus aguas son puras y
cristalinas, ¡oh! si las aguas del mar estuviesen quietas, las aguas perderían
la pureza y se volverían de tal manera nauseantes, que ninguno lo miraría,
las aguas serían tan asquerosas y llenas de suciedad, que las naves no
podrían navegar el mar y ninguno haría su comida de aquellos peces de
aguas tan pútridas, así que el mar sería un peso a la tierra y produciría el
contagio de todos los males a las generaciones humanas. En cambio, sólo
porque murmura y tiene su movimiento continuo, ¿cuánto bien no hace a las
criaturas? Y mientras en su seno esconde quién sabe cuantas suciedades,
con su murmullo tiene el dominio de tenerlas sepultadas en el fondo de él y
señorea la pureza de sus aguas puras y vaciadas de cualquier suciedad. Así
es la voluntad humana, más que mar, que si el movimiento divino murmura
en ella, es bella y pura, todos los males quedan sepultados y sin vida, en
cambio si mi Voluntad no murmura en ella y no tiene su primer movimiento,
todos los males renacen y se vuelve de la más bella la más fea, tanto, de dar
piedad. Otra imagen es la naturaleza humana, unida con el alma es bella, ve,
siente, camina, obra, habla, no apesta; desunida del alma se corrompe, apesta
horriblemente, da asco el verla, se puede decir que no se reconoce más,
¿quién ha hecho un cambio tan drástico del cuerpo vivo al cuerpo muerto?
La falta del murmullo del alma, de su movimiento continuo que tenía la
primacía en la naturaleza humana. Así fue puesta mi Voluntad al humano
querer, como alma de la cual debía recibir la vida, su murmullo continuo, así
que mientras está unida con la mía es un prodigio de vida, de belleza;
desunida de la mía pierde las piernas, las manos, la palabra, la vista, el calor,
la vida, por consecuencia se vuelve de tal manera horrible, más que cadáver,
de merecer que se entierre en lo más profundo del abismo porque su hedor
es insoportable. Por eso quien no está unido con mi Voluntad pierde la vida
de su alma, por eso nada puede hacer de bien y todo lo que hace es sin vida."
1961
Febrero 2, 1928
Cómo debe suplir por quien no ha obrado en la unidad del
Fiat Divino. Para quien no lo posee, su lenguaje es un lenguaje
extraño. Razón por la que hasta ahora no han hablado de Ella.
Quien no vive en la unidad recibe los efectos de la Volunta Divina,
no la Vida de Ella. Ejemplo del sol con la tierra.
Estaba siguiendo mi giro en el Fiat Supremo, y habiendo llegado al
edén estaba diciendo entre mí: "Jesús mío, hago mía la unidad de tu Querer
para suplir a aquella unidad que perdió mi padre Adán cuando se sustrajo de
Él, y para suplir a todos aquellos actos que no han hecho en la unidad de Él
todos sus descendientes." Pero mientras esto decía pensaba entre mí: "¿Y
yo estoy en la unidad del Fiat Divino? Si no estoy, ¿cómo puedo suplir por
los demás? Entonces mi decir termina en palabras, pero no en hechos." Y
mi dulce Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, cuando Adán pecó sucedió la retirada de la unidad de mi
Voluntad por ambas partes: El hombre se retiró de Ella y Ella se retiró de él,
y con retirarse la mía, el hombre perdió mi unidad, todos sus méritos y los
derechos que Dios le había dado al crearlo, porque él fue el verdadero
desertor del reino de mi Voluntad, y el desertor pierde todos los derechos y
la posesión de sus mismos bienes. Ahora, así como mi Voluntad se retiró
del hombre, porque fue él el que se retiró primero, así puede de nuevo darse
a quien, retirándose del querer humano reentra en su reino como nuevo
conquistador de la unidad de mi Fiat Divino, mucho más, que entre tú y la
Divinidad ha habido un acuerdo, mi Querer en hacerte el gran don de su
unidad, llamándote al primer acto de la Creación, y tú no sólo a recibirlo,
sino a hacerle el don de tu voluntad, así que de ambas partes ha sido el
intercambio, pero no en simples palabras, sino con los hechos, tan es verdad,
que la mía te está poniendo al día en lo que respecta al don grande que te ha
hecho, a fin de que conozcas lo que posees, goces de sus bienes y
apreciándolo lo consigas a la familia humana, y tú habiendo hecho el don de
tu voluntad no quieres reconocerla más y sientes terror sólo al recordarla.
Ahora es justo que hagas tu deber y suplas a aquella unidad perdida por el
hombre desde que la mía hizo su retirada, retirándose en sus regiones
celestiales. ¿No es tal vez dueña mi Voluntad de darse de nuevo, con tal que
encuentre nuevamente a quien no quiere vivir más de su voluntad humana?
Y además tú debes saber que si mi Voluntad no estuviera en ti, no habrías
podido comprender su lenguaje celestial, habría sido para ti como un
dialecto extraño, como una luz sin calor, como un alimento sin sustancia y te
1962
habría sido difícil escribir acerca de Ella para transmitirla a tus hermanos.
Todo esto es señal de que mi Voluntad dominándote en todo, se hace
pensamiento en tu mente, palabra sobre tus labios, latido en tu corazón,
maestro que sabe que su alumna comprende sus lecciones y ama escucharlo,
por eso era necesario hacerte el don de mi Voluntad Divina, para darte la
gracia necesaria para hacerte conocer y transcribir todas las más bellas
prerrogativas del reino de mi Fiat Divino. Y es también esta la razón por la
que ninguno hasta ahora ha hablado largamente de mi Voluntad para hacer
comprender los mares inmensos de bien que contiene y que quiere y puede
dar a las criaturas, a lo más se han dicho pocas palabras y con palabras
entrecortadas, como si no tuviesen qué decir acerca de mi Fiat, tan grande y
extenso que contiene y abraza toda la eternidad; no poseyéndolo como don y
cosa propia, para todos era como extraño el lenguaje para hablar de la
importancia y de sus méritos infinitos; si no la conocían a fondo, ¿cómo
podían hablar de una Voluntad Divina que contiene tanto, que no bastan
todos los siglos para hablar de Ella? Por eso sé atenta hija mía, pues
mientras navegas su mar, tomas siempre alguna cosa de nuevo para hacerla
conocer a las generaciones humanas."
Después de esto estaba pensando en la unidad del Fiat Divino y decía
entre mí: "Cómo todos aquellos que han hecho el bien, tantas obras grandes,
¿cómo podían hacerlas si no poseían su unidad?" Y Jesús siempre benigno
ha agregado:
"Hija mía, todo el bien hecho hasta ahora por las criaturas, ha sido
hecho en virtud de los efectos de mi Voluntad Divina, porque no hay bien
sin Ella, pero que hayan vivido totalmente y plenamente en su unidad,
ninguno hasta ahora, solamente mi Mamá Reina, y por eso atrajo el gran
prodigio de la Encarnación del Verbo; si esto fuese, la tierra habría
regresado al estado del edén, y además aquél que habría poseído la unidad
de mi Querer, no habría podido ni contenerla, ni resistir sin hablar de Ella,
habría sido como si el sol se quisiera encerrar dentro de un vaso de cristal sin
expandir sus rayos, ¿no habría más bien con su calor quebrado el vidrio para
estar libre en expandir sus rayos? Poseer la unidad de mi Fiat y no hablar de
Él, no expandir sus rayos, la belleza de sus conocimientos, le habría sido
imposible, se le rompería el corazón si no diese desahogo a manifestar en
parte la plenitud de su Luz y de los bienes de Él, así que el bien ha sido
hecho en virtud de los efectos de Él. Esto sucede como le sucede al sol, que
en virtud de los efectos que contiene su luz hace germinar las plantas y hace
producir tanto bien a la tierra, parece que la tierra y los efectos del sol
trabajan juntos para producir plantas, frutos y flores a las criaturas, pero la
tierra no se eleva en la esfera del sol, si esto hiciera, el sol tendría tanta
1963
fuerza de quitar su parte obscura y todos sus átomos de polvo los convertiría
en luz, y la tierra se volvería sol, pero como la tierra no se eleva, ni la esfera
del sol desciende en lo bajo, la tierra permanece tierra y el sol no la
transforma en él, parece que el uno y la otra se miran de lejos, se ayudan y
trabajan juntos por medio de los efectos de la luz que de la altura de su
esfera expande sobre la tierra, y si bien recibe tantos admirables efectos,
produce las más bellas florituras, pero hay una gran distancia entre la tierra y
el sol, no se asemejan entre ellos, ni la vida de uno se vuelve vida de la otra,
y por eso la tierra no sabe hablar del sol, ni decir todos los efectos que
contiene, ni cuanto calor y luz posee. Así se encuentra la criatura que no
posee la unidad de mi Voluntad, no se eleva en su esfera altísima para llegar
a ser sol, ni mi Sol Divino desciende para formar la vida de ella, pero
queriendo hacer el bien se mueve en torno a su Luz, y Ella comunica los
efectos para hacer germinar el bien que quiere, porque mi Fiat no se niega a
ninguno, más bien con su Luz despierta la naturaleza humana para hacerla
reverdecer y hacerla producir frutos de obras buenas."
Febrero 5, 1928
Promesa en el edén del futuro Redentor. Promesa solemne en el
Padre Nuestro del reino de la Divina Voluntad. Cómo
Dios se siente repetir la alegría de la Creación.
Mi pobre mente se siente como fija en el Fiat Supremo, y me siento
como una pequeña niña, que como le agradan las bellas lecciones de su
amada maestra, gira siempre en torno a ella haciéndole miles de preguntas
para tener el placer de oírla hablar y aprender otras lecciones más bellas, y
mientras la maestra habla, ella se está con la boca abierta escuchándola,
tantas son las bellas sorpresas que le hace de sus lecciones. Así soy yo, una
pequeña niña que me pongo en torno a la luz de la Divina Voluntad, más que
maestra, porque quiero tomar su Vida de las bellas lecciones que da a mi
pequeña alma, y Ella, porque soy pequeña, se complace en contentarme,
dándome tales sorpresas de lecciones divinas jamás pensadas por mí.
Entonces, mientras pensaba en el reino de la Divina Voluntad y me parecía
difícil su reinar sobre la tierra, mi amado Jesús, saliendo de mi interior me
ha dicho:
"Hija mía, en cuanto Adán pecó Dios le hizo la promesa del futuro
Redentor; pasaron siglos, pero la promesa no vino a menos y las
generaciones tuvieron el bien de la Redención. Ahora, cuando vine del
1964
Cielo y formé el reino de la Redención, antes de partir al Cielo hice otra
promesa más solemne, la del reino de mi Voluntad, y ésta la hice en el Padre
Nuestro, y para darle más valor y para obtenerlo más pronto, esta promesa
formal la hice en la solemnidad de mi oración, pidiendo al Padre que hiciera
venir su reino, que es la Voluntad Divina como en el Cielo así en la tierra, y
me puse Yo a la cabeza de esta plegaria, conociendo que tal era su Voluntad
y que rogado por Mí no me habría negado nada, mucho más que con su
misma Voluntad Yo rogaba y pedía una cosa querida por mi mismo Padre, y
después de haber formado esta plegaria ante mi Padre Celestial, seguro que
me era concedido el reino de mi Voluntad Divina sobre la tierra, la enseñé a
mi apóstoles a fin de que la enseñaran a todo el mundo, para que uno fuera el
grito de todos: ‘Hágase tu Voluntad como en el Cielo así en la tierra.’
Promesa más cierta y solemne no podía hacer; los siglos para Nosotros son
como un punto solo y nuestras palabras son actos y hechos cumplidos. Mi
mismo rogar al Padre Celestial: ‘Venga, venga tu reino, hágase tu Voluntad
como en el Cielo así en la tierra’, significaba que con mi venida sobre la
tierra el reino de mi Voluntad no era establecido en medio a las criaturas, de
otra manera habría dicho: ‘Padre mío, sea confirmado nuestro reino que ya
he establecido sobre la tierra, y nuestra Voluntad domine y reine.’ En
cambio dije, ‘venga’, esto significaba que debe venir y las criaturas deben
esperarlo con aquella certeza con que esperaron al Redentor, porque está mi
Voluntad Divina unida y comprometida en aquellas palabras del Padre
Nuestro, y cuando Ella se compromete es más que cierto lo que promete.
Mucho más que el todo fue preparado por Mí, no se requería otra cosa que
las manifestaciones de mi reino y lo estoy haciendo, ¿crees tú que las tantas
verdades que te estoy diciendo acerca de mi Fiat sean sólo para darte una
simple noticia? No, no, es porque quiero que todos conozcan que su reino
está cercano y que conozcan sus bellas prerrogativas, a fin de que todos
amen, suspiren entrar a vivir en un reino tan santo, pleno de felicidad y de
todos los bienes. Así que lo que a ti te parece difícil, para la Potencia de
nuestro Fiat es fácil, porque Él sabe quitar todas las dificultades y abatir todo
como quiere y cuando quiere."
Después estaba según mi costumbre haciendo mi giro en el eterno
Fiat, y girando por toda la Creación llevaba todas las obras ante la Divinidad
para darle el más bello homenaje y la gran gloria de todas las obras de Ellos,
pero mientras esto hacía pensaba entre mí: "¿Pero cuál es la gloria que doy
a mi Creador con llevarle todas sus obras?" Y Jesús moviéndose en mi
interior me ha dicho:
"Hija mía, haciendo esto nos traes la alegría de nuestras obras
cumplidas, porque antes de crear la Creación estaban dentro de Nosotros,
1965
como en depósito en nuestra Voluntad y no teníamos la gloria, la alegría de
ver nuestras obras fuera de Nosotros, formadas y cumplidas fuera de
Nosotros, de modo que nuestras obras fueron formadas cuando fue creada la
Creación, y quien gira en medio a ellas las mira, y quiere reunirlas todas
juntas en torno a Nosotros y decirnos: ‘Cómo son bellas vuestras obras,
perfectas y santas, su armonía, el orden perfecto dicen quién eres Tú y
narran vuestra gloria.’ Nosotros nos sentimos repetir la alegría, la gloria,
como si estuviéramos de nuevo extendiendo el cielo, formando el sol y todas
nuestras obras, así que la Creación está siempre en acto y como hablante por
medio de la pequeña hija de nuestro Querer. Esto puede sucederte también a
ti, si tú tuvieras en tu voluntad decidido hacer tantas bellas obras, tú no
gozas, pero tu alegría empieza cuando ves las obras cumplidas, y si una
persona amándote, frecuentemente te las pusiera alrededor para decirte:
‘Mira como son bellas tus obras’, ¿no te sentirías gloriosa y repetir la alegría
cuando las terminaste? Así soy Yo, las repeticiones forman mis más bellas
sorpresas."
Febrero 9, 1928
La Soberana del Cielo, el reflector de Jesús. Agrado de Jesús cuando
se pide su Fiat. Jesús recogió todos los bienes y consumó todos
los males en la hoguera que encendió dentro de Sí.
Continuaba siguiendo los actos de Jesús hechos en su Divina Voluntad
cuando estaba sobre la tierra. Seguía a la Madre y al Hijo cuando huyeron a
Egipto y pensaba entre mí: "Cómo debía ser bello ver al amado niñito en
brazos de su Mamá Divina, que mientras era tan pequeño, encerrando en Él
al eterno Fiat, encerraba Cielo y tierra y todo salía de Él como Creador y
todo de Él dependía, y a la Reina Soberana, que trasfundida en el pequeño
Jesús en virtud del mismo Fiat que la animaba, formaba el reflector de Jesús,
su eco, su misma vida, cuántas bellezas escondidas poseían, cuánta variedad
de cielos más bellos que el que se ve en nuestro horizonte, cuántos soles más
resplandecientes contenían, y sin embargo nadie veía nada, no se veía otra
cosa que tres pobres fugitivos. Jesús, amor mío, quiero seguir paso a paso
los pasos de mi Mamá Celestial, y conforme camina quiero animar los hilos
de hierba, los átomos de la tierra, para hacerte oír bajo sus plantas mi te amo;
quiero animar toda la luz del sol, y conforme ilumina tu rostro, quiero que te
lleve mi te amo; quiero animar todas las ráfagas de viento, para que todas te
digan te amo. Soy yo que en tu Fiat te llevo el calor del sol para calentarte,
1966
las ráfagas de viento para acariciarte, su rumor para hablarte y decirte:
"Amado pequeño, haz conocer a todos tu Querer Divino, hazlo salir de
dentro de tu pequeña Humanidad, a fin de que tome su dominio y forme su
reino en medio a las criaturas." Pero mientras mi mente se perdía junto a
Jesús, y sería demasiado largo querer decirlo todo, mi sumo y único bien
Jesús se ha movido en mi interior, y todo bondad me ha dicho:
"Hija mía, Yo y mi Mamá éramos como dos gemelos nacidos del
mismo parto, porque no teníamos más que una sola Voluntad que nos daba
la vida, el Fiat Divino ponía en común nuestros actos, de modo que el Hijo
refleja en Ella, y la Mamá reflejaba en el Hijo, así que el reino de la
Voluntad Divina tenía su pleno vigor, su dominio perfecto en Nosotros, y
mientras huíamos a Egipto, llevábamos al Querer Divino como paseando por
aquellas regiones y sentíamos su gran dolor porque no reinaba en las
criaturas, y mirando los siglos, sentíamos la gran alegría de su reino que
debía formar en medio de ellas y, oh, cómo nos llegaban agradables sobre
las alas de nuestro Fiat, en el viento, en el sol, en el agua, bajo nuestros
pasos, tus repetidos estribillos: ‘Te amo, te amo, venga tu reino.’ Era
nuestro eco que oíamos en ti, que no queríamos otra cosa que la Voluntad
Divina reinase y fuese la conquistadora de todos, por eso, desde entonces
amábamos a nuestra pequeña chiquita, que no quería y pedía sino lo que
queríamos Nosotros."
Después seguía pensando en todo lo que mi dulce Jesús había hecho
estando sobre la tierra, y Él ha agregado:
"Hija mía, cuando vine a la tierra Yo miré todos los siglos pasados,
presentes y futuros, para recoger en mi Humanidad todo lo que de bien y de
bueno pudiera ser hecho por todas las generaciones, para poner el sello y la
confirmación del bien, nada destruí de lo que era bueno, más bien lo quise
encerrar en Mí para darle Vida Divina, y agregando el bien que faltaba y que
Yo hice para completar todos los bienes de las criaturas humanas, sobre las
alas de los siglos me ponía con ellas para dar a cada una mi obrar completo,
y recogí también todos los males para consumirlos, y a fuerza de dolores y
penas que quise sufrir, encendí la hoguera en mi misma Humanidad, donde
quemar todos los males, queriendo sentir cada una de las penas para hacer
renacer todos los bienes opuestos a los males, para hacer renacer a vida
nueva las generaciones humanas. Y así como Yo para formar todos los
remedios posibles e imaginables para todos los redimidos, para después
disponerlos a recibir el gran bien de mi Voluntad reinante en medio a ellos,
hice todo, sufrí todo y consumí todo, así tú para preparar mi reino a las
criaturas debes encerrar todo lo que es santo y bueno, y por camino de penas
debes consumir todos los males, para hacer renacer la Vida de mi Voluntad
1967
Divina en medio a las criaturas, tú debes ser mi eco, en el cual debo hacer el
depósito de donde debe surgir el reino de mi Fiat, sígueme paso a paso y
sentirás la vida, el latido, la felicidad de este reino que contengo en Mí, y
que quiere salir para reinar en medio a las criaturas, y es tanto mi amor por
él, que si permití al enemigo infernal penetrar en el edén, no permitiré que
ponga un pie en el edén del reino del Fiat, y por eso permití que se acercase
a Mí en el desierto, para debilitarlo y ponerle termino a sus pasos y cerrarle
el camino para que no osase entrar en él. ¿No sientes tú misma cómo tu
presencia aterroriza al enemigo y se pone en fuga para no verte? Es la
fuerza de mi victoria que lo precipita, y sintiéndose confundido huye. Todo
está preparado, no queda otra cosa que hacerlo conocer."
Febrero 12, 1928
Divino posee la fuerza bilocadora y puede dar a Dioscomo suyo lo
que es Lamentos del alma. Jesús encerró dentro de Sí todos los actos
rechazados por las criaturas y formó su reino.
Quien posee el Fiat de Dios.
Mi pobre mente va siempre extendiéndose en los confines
interminables del Fiat Supremo, y mi pobre corazón está bajo la opresión del
dolor desgarrador de la privación de mi amado Jesús, las horas son siglos,
las noches son interminables sin Él, y como es un dolor divino que cae sobre
mi pequeña alma, su inmensidad me ahoga, me aplasta y siento todo el peso
de un dolor eterno. ¡Oh Dios Santo! ¿Cómo es que me quitas aquella vida
que Tú mismo quieres que posea? ¿Cómo me pones en la imposibilidad de
vivir, y vivir muriendo, porque la fuente de tu Vida no está en mí? ¡Ah,
Jesús, regresa, no me abandones a mí misma, no puedo vivir sin vida!
¡Jesús, Jesús, cuánto me cuesta el haberte conocido, cuántos desgarros has
hecho a mi vida humana para darme la tuya, y ahora vivo suspendida, la mía
no la encuentro más porque con tus estratagemas me la has robado, la tuya
apenas la siento, pero como arrancada por el fuerte eclipse de la Luz de tu
Voluntad, así que todo para mí ha terminado y estoy obligada a resignarme y
a sentir tu Vida por medio de los rayos de luz, de los reflejos que me trae tu
adorable Voluntad, no puedo más! Jesús, regresa a aquélla que tanto amaste,
y que ahora has tenido la fuerza de abandonarla, regresa de una vez para
siempre y decídete a no dejarme más. Pero mientras desahogaba mi dolor se
ha movido en mi interior, y mitigando la Luz que lo eclipsaba me ha
extendido los brazos estrechándome fuertemente y me ha dicho:
"Hija mía, pobre pequeña mía, ánimo, es mi Voluntad que quiere su
primer puesto en ti, Yo no debo decidir el no dejarte, mi decisión fue tomada
1968
cuando tú te decidiste a no dejarme más, entonces nos robamos la vida
mutuamente, Yo la tuya y tú la mía, con esta diferencia, que primero tú meveías sin el eclipse de la Luz de mi Fiat, Él estaba como encerrado dentro de
Mí, ahora, queriendo tomar vida en ti, se ha desbordado fuera de Mí y
bilocándose ha encerrado mi Humanidad dentro de su Luz, y por eso tú
sientes mi Vida a través de los reflejos de su Luz, entonces, ¿por qué temes
que te deje?
Ahora, tú debes saber que mi Humanidad rehizo en Ella todos los
actos rechazados por las criaturas que mi Voluntad Divina, dándose a ellas,
quería que hicieran, Yo los rehice todos y los deposité en Mí mismo para
formar su reino, esperando el tiempo propicio para sacarlos de Mí y
depositarlos en las criaturas como fundamento de este reino; si Yo no
hubiese hecho esto el reino de mi Voluntad no podría efectuarse en medio a
las criaturas, porque sólo Yo, como Hombre y Dios, podía suplir al hombre
y recibir dentro de Mí todo el obrar de una Voluntad Divina que debían
recibir y hacer las criaturas, y por medio mío comunicarlo a ellas, porque en
el edén las dos voluntades, humana y Divina quedaron como en rivalidad,
porque la humana se opuso a la Divina, todas las otras ofensas fueron como
consecuencia de esto, por eso debí primero rehacer en Mí todos los actos
opuestos al Fiat Divino, hacerlo distender en Mí su reino. Si no reconciliaba
estas dos voluntades en rivalidad, ¿cómo podía formar la Redención? Por
eso todo lo que Yo hice sobre la tierra, su primera finalidad era restablecer la
armonía, el orden entre las dos voluntades, para formar mi reino, la
Redención fue consecuencia de esto, por eso fue necesario quitar las
consecuencias del mal que había producido el querer humano, por eso di
remedios eficacísimos para después manifestar el gran bien del reino de mi
Voluntad. Entonces, los reflejos de la Luz de Ella no hacen otra cosa que
traerte los actos que contiene mi Humanidad para hacer que todo sea
Voluntad Divina en ti, así que sé atenta en seguirla y no temas."
Después estaba siguiendo mi giro en la Creación para dar a mi
Creador todos los homenajes de las cualidades divinas que cada cosa creada
contiene, porque habiendo salido todo del Fiat Divino, como consecuencia
les mantiene la vida, más bien es el acto primero de cada cosa creada; pero
mientras esto hacía pensaba entre mí: "Las cosas creadas no son mías,
¿cómo puedo decir con derecho, te ofrezco los homenajes de la luz del sol,
la gloria del cielo estrellado, y así de todo lo demás?" Mientras esto pensaba
mi siempre amable Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, quien posee mi Voluntad y vive en Ella, con derecho puede
decir: ‘El sol es mío, el cielo, el mar, todo es mío, y como mío pongo todo
1969
en torno a la Majestad Divina para darle la gloria que cada cosa creada
contiene.’ En efecto, ¿no es tal vez toda la Creación obra de mi Fiat
Omnipotente? ¿No corre su Vida palpitante, su calor vital, su movimiento
incesante que mueve todo, ordena y armoniza todo, como si fuese toda la
Creación un acto solo? Así que quien posee mi Querer Divino como vida,
cielos, sol, mares y todo, no son cosas extrañas a ella, sino que todo es suyo,
como todo es de mi Fiat, porque ella no es otra cosa, con poseerlo, que un
parto suyo que tiene todos los derechos sobre todas las partes de Él, cual es
toda la Creación. Así que con derecho y con verdad puede decir a su
Creador: ‘Te ofrezco todos los homenajes de la luz del sol con todos sus
efectos, símbolo de tu luz eterna, la gloria de la inmensidad de los cielos, y
así de todo el resto.’ El poseer mi Voluntad es Vida Divina que el alma
desenvuelve en su alma, así que todo lo que de ella sale contiene potencia,
inmensidad, luz, amor, sentimos en ella nuestra fuerza bilocadora, que
bilocándonos pone en actitud todas nuestras cualidades divinas y como
suyas nos las ofrece como homenajes divinos, dignos de aquel Fiat que sabe
y puede bilocarse para llamar nuevamente a la criatura al primer acto de la
Creación, con el cual hacemos al hombre a nuestra imagen y semejanza."
Febrero 20, 1928
Quien debe encerrar un bien para darlo a las criaturas, debe
encerrar en sí todo aquel bien. Esto sucedió a la Virgen y a
Nuestro Señor. Qué significa unidad.
Las privaciones de Jesús se hacen más prolongadas, y vivo sólo en
poder del Fiat Divino, que se ha constituido vida de mi pequeña alma; me
parece que mi amado Jesús, confiándome a Él, se esconde detrás de las
cortinas de su Luz sólo para hacer de vigía y estar atento para ver si yo sigo
siempre su adorable Voluntad. Oh Dios, que pena estar en una inmensidad
de luz y no saber dónde encontrar el camino para dirigir los pasos para
encontrar a Aquél que amo, que me ha formado, que me ha dicho tantas
verdades que me las siento en mí como tantas Vidas Divinas palpitantes, que
me hacen comprender quien es Aquél que quiero y no encuentro. Ah Jesús,
Jesús, regresa, ¿cómo, me haces sentir tu latido en mi corazón y te escondes?
Pero mientras desahogaba, pensaba entre mí: "Tal vez Jesús no encuentra ni
en mí ni en los demás las disposiciones para recibir la vida de sus otras
verdades, y para no hacer quedar suspendidas estas vidas, calla y se
esconde." Pero mientras esto pensaba, mi sumo bien Jesús se ha movido
1970
dentro de mi interior en acto de mover los pasos para salir fuera de mí, y me
ha dicho:
"Pobre pequeña hija mía, te has perdido en la luz y no sabes encontrar
a Aquél que con tanto amor buscas, la Luz te forma las olas altísimas y
forma las barreras para encontrarme, ¿pero no sabes tú que la Luz soy Yo, la
vida, el latido que tú sientes soy Yo? ¿Cómo habría podido mi Voluntad
tener su Vida en ti, si no estuviera tu Jesús en ti, que da el campo para
desenvolver el obrar de mi Querer en tu alma? Por eso cálmate.
Ahora, tú debes saber que quien debe ser portador de un bien debe
concentrar en sí toda la plenitud de aquel bien, de otra manera el bien no
encontraría el camino para salir. Ahora, debiendo concentrar en ti el reino
de mi Voluntad, nada debe faltar de Ella, porque su Luz te dispone a recibir
todas las verdades necesarias para formar su reino, y si las otras criaturas
están indispuestas para recibir todas las Vidas de las verdades del Fiat, a lo
más, no te daré capacidad de manifestarlas, como sucede tantas veces, pero a
ti, como depositaria, nada debe faltarte. Esto sucedió con la Reina del Cielo,
porque debiendo ser Ella la depositaria del Verbo encarnado, que debía
darme a las generaciones humanas, concentré en Ella todos los bienes de los
redimidos y todo lo que convenía para poder recibir la Vida de un Dios, por
eso la alteza de mi Mamá posee la soberanía sobre todas las criaturas y sobre
cada uno de los actos y bienes que pueden hacer, de modo que si ellas
piensan santamente, Ella es como canal de los santos pensamientos, y por
eso tiene la soberanía sobre de ellos; si hablan, si obran, si caminan
santamente, el principio de todo eso desciende de la Virgen, y por eso tiene
el derecho y la soberanía sobre las palabras, pasos, obras, no hay bien que se
haga que no descienda de Ella, porque si Ella fue causa primaria de la
encarnación del Verbo, era justo que fuera el canal de todos los bienes y
tuviese el derecho de soberanía sobre todo. Esto sucedió también de Mí,
que debiendo ser el Redentor de todos, debía contener en Mí todos los
bienes de la Redención, Yo soy el canal, la fuente, el mar de donde parten
todos los bienes de los redimidos y poseo por naturaleza el derecho de
soberano sobre todos los actos y bienes que hacen las criaturas; nuestro
reinar no es como el reinar de las criaturas, que dominan y reinan sobre los
actos externos de ellas, y ni siquiera sobre todos los actos externos, pero de
los internos ni siquiera saben nada, ni tienen derecho de soberanía, porque
no sale de ellos la vida, el pensamiento, la palabra de sus dependientes, en
cambio de Mí sale la vida de todo el obrar interno y externo de las criaturas.
Por eso las criaturas deberían ser actos, porque sobre cada acto de ellos que
hacen, pende el de la Madre Celestial y el mío, y como soberanos lo forman,
lo dirigen y le dan la vida."
1971
Después de esto continuaba mi giro en la Divina Voluntad, y
uniéndome a la unidad que poseía mi primer padre Adán antes de pecar, mi
dulce Jesús ha agregado:
"Hija mía, tú no has comprendido bien qué significa unidad. Unidad
significa concentración y principio de todos los actos de las criaturas,
pasadas, presentes y futuras. Así que Adán antes de pecar, cuando poseía
nuestra unidad, encerraba en sus pensamientos la unidad de todos los
pensamientos de las criaturas, la unidad de todas las palabras, obras y pasos.
Entonces yo encontraba en él, en mi unidad, el principio, la continuación y
el fin de todos los actos de las generaciones humanas; él en mi unidad
encerraba a todos y poseía todo. Ahora hija mía, subiendo tú a aquella
misma unidad dejada por él, tomas su puesto y poniéndote en el principio de
todos y de todo, encierras en ti los mismos actos de Adán, con todo el
séquito de todos los actos de las criaturas. Vivir en mi Voluntad significa:
‘Soy el principio de todos, de mí todo desciende, como todo desciende del
Fiat Divino, así que soy el pensamiento, la palabra, la obra y el paso de
todos, todo tomo y todo llevo a mi Creador.’ Se entiende que Adán debía
poseer y encerrar a todos si no se hubiese sustraído de nuestra Voluntad y
hubiese vivido siempre en nuestra unidad, y entonces las generaciones
humanas, si esto hubiera sido, habrían vivido todas en nuestro Querer, así
que una habría sido la Voluntad, una la unidad, uno el eco de todos, que
poniendo en común todo, cada uno habría encerrado todo en sí mismo."
Febrero 25, 1928
El Querer Divino está como centro de vida en medio de las
criaturas. Cómo el latido es el rey de la naturaleza y el
pensamiento es el rey del alma.
Mi vuelo en el Fiat Divino es continuo; me parece que Jesús, sus
comunicaciones, todo ha terminado, mucho más que ya no están en mi
poder, si el buen Jesús no se digna decirme otra cosa, yo quedo siempre la
pequeña ignorante, porque sin Él no sé adentrarme, ni soy capaz ni de
concebir ni de decir un solo a, b, c de más, así que debo contentarme y
habituarme a vivir sólo con el Querer Divino, porque Él no me deja jamás,
es más, siento que es incapaz de poderme dejar, porque lo encuentro en mí,
fuera de mí, en cada acto mío, con la inmensidad de su Luz se presta a dar
vida a mi acto, no hay punto donde no lo encuentre, es más, no hay punto ni
1972
espacio, ni en el Cielo ni en la tierra donde no tenga la primacía su Vida, su
Luz en acto de darse a la criatura. Así que encuentro que la Voluntad Divina
no puede dejarme, y yo tampoco puedo separarme de Ella, somos
inseparables, no hace las escapadas que me hace Jesús, es más, si no la tomo
como acto primario de mis actos Ella queda doliente y se lamenta de que en
mi acto no ha tenido la primacía su acto, su Luz, su Vida. ¡Oh! Voluntad
Divina, cómo eres adorable, amable e insuperable, cuanto más estoy en Ti
más te comprendo y te amo. Pero mientras mi pobre mente se perdía en el
Fiat, mi dulce Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, mi Voluntad se encuentra en medio a las criaturas como
centro de vida. Así como el corazón humano se puede llamar rey de la
naturaleza, porque si late el corazón la mente piensa, la boca habla, las
manos obran, los pies caminan; si no late el corazón, todo termina de un
golpe, todo, porque falta el rey a la pobre naturaleza, así que falta quien rija
y dé vida al pensamiento, a la palabra y a todo lo que puede hacer la criatura.
Como rey del alma es el pensamiento, la sede, el trono donde desenvuelve el
alma su actividad, su vida, su régimen. Ahora, si la naturaleza humana
quisiera sofocar el latido del corazón, no tomar en cuenta a su rey para
hablar, pensar y otras cosas, ¿qué cosa sucedería? Ella misma daría muerte a
todos sus actos, así que sería suicida de sí misma; y si el alma quisiera
sofocar el pensamiento, no encontraría la vía donde desenvolver su
actividad, así que sería como un rey sin reino y sin pueblo.
Ahora, lo que es el corazón para la vida humana y el pensamiento para
el alma, es mi Voluntad Divina en cada una de las criaturas, Ella es como
centro de vida, y de su incesante y eterno latido, late y la criatura piensa, late
y habla, camina y obra, y ellas no sólo no piensan en esto, sino que la
sofocan, sofocan su Luz, su Santidad, su Paz, el recto obrar, el justo y santo
hablar, y algunos la sofocan tanto, que se vuelven suicidas de sus almas, y
mi Voluntad en el bajo mundo es como un rey sin reino y sin pueblos, y las
criaturas viven como si no tuviesen ni Rey, ni Vida Divina, ni régimen,
porque falta el Rey del latido a su naturaleza humana, y el Rey del
pensamiento a sus almas, pero como por su inmensidad envuelve todo y a
todos, está obligada a vivir como sofocada en Sí misma, porque falta quien
reciba su Vida, su actitud, su régimen. Pero Ella quiere formar su reino
sobre la tierra, quiere tener su pueblo elegido y fiel, y por eso a pesar que
está en medio a las criaturas y vive desconocida y sofocada, no se detiene,
no parte para sus regiones celestiales, sino que persiste en estarse en medio
de ellas para hacerse conocer, quisiera hacer saber a todos el bien que quiere
hacer, sus leyes celestiales, su amor insuperable, su latido que palpita Luz,
Santidad, Amor, dones, Paz, Felicidad, y así quiere a los hijos de su reino.
1973
Por eso su Vida en ti, sus conocimientos, a fin que haga conocer qué
significa Voluntad Divina, y Yo gozo y me estoy escondido en mi misma
Voluntad para darle todo el campo y el desenvolvimiento de su Vida en ti."
Febrero 28, 1928
Así como Dios tiene en el Cielo la jerarquía de los ángeles con nueve
coros distintos, así tendrá la jerarquía de los hijos de su reino con otros
nueve coros. Condiciones de los confesores difuntos y cómo la memoria
del padre di Francia no será apagada en esta obra.
Estaba pensando en el Santo Querer Divino, y miles de pensamientos
se acumulaban en mi pobre mente, parecían como tantas luces más fuertes
que surgían y que después se unificaban en la misma Luz del Sol eterno de
aquel Fiat que no conoce ocaso; ¿pero quién puede decir lo que pensaba?
Pensaba en los tantos conocimientos que Jesús me había dicho acerca de su
Divina Voluntad y cómo cada uno de ellos lleva una Vida Divina al alma,
con la marca de una rara belleza, de felicidad, pero distinta la una de la otra,
que pone en común con quien tiene el bien de conocerla y amarla. Así que
pensaba entre mí: "Un conocimiento de más o de menos pondrá una gran
diferencia entre un alma y otra." Entonces sentía pena al recordar a mis
confesores difuntos que tanto interés habían tenido de hacerme escribir lo
que el bendito Jesús me decía sobre la Divina Voluntad, sentía pena del
venerable padre Di Francia que tantos sacrificios había hecho con venir de
lejos afrontando gastos para la publicación, y en el momento más importante
para conseguirlo Jesús se lo llevó al Cielo, así que no conociendo ellos todo
lo que respecta al Fiat, no poseerán todas las Vidas y rareza de bellezas y
felicidad que estos conocimientos contienen. Pero mientras mi mente se
perdía en tantos pensamientos, que si los quisiera decir todos me extendería
demasiado, mi dulce Jesús ha extendido sus brazos dentro de mi interior, y
expandiendo luz me ha dicho:
"Hija mía, así como tengo la jerarquía de los ángeles con nueve coros
distintos, así tendré la jerarquía de los hijos del reino de mi Fiat Divino. Ese
reino tendrá sus nueve coros y se distinguirán el uno del otro por la variedad
de las bellezas que habrán adquirido con el conocer, quién más y quién
menos, los conocimientos que pertenecen a mi Fiat, por eso cada
1974
conocimiento de más de mi Querer Divino es una nueva creación que forma
en las criaturas de felicidad y de belleza incomparable, porque es una Vida
Divina que corre dentro, que lleva en Sí todos los matices de las bellezas de
Aquél que las manifiesta, y todas las teclas y sonidos de las alegrías y
felicidad de nuestro Ser Divino. Así que si nuestra Paterna Bondad expone
su Vida, su Belleza y felicidad hasta crearla en medio a las criaturas, y ellas
no se interesan en conocerla para tomarla por medio de nuestros
conocimientos que ya les dimos, no es justo que reciban ni la belleza, ni los
sonidos de nuestras alegrías como dotes propias; tomarán lo que hayan
conocido, por eso habrá varios coros en la jerarquía del reino de mi
Voluntad Divina. Si supieras qué diferencia habrá entre quien lleva mis
conocimientos desde la tierra, y entre quien los adquirirá en el Cielo; los
primeros los tendrán como dotes propias y se verá en ellos como naturaleza
las bellezas divinas, y se oirán los mismos sonidos de las alegrías y
felicidades que hace oír y forma su Creador; en cambio en los segundos, no
será ni naturaleza en ellos, ni dotes propias, sino que los recibirán por efecto
de comunicación de los anteriores, casi como la tierra recibe los efectos del
sol, pero ella no posee la naturaleza del sol. Entonces aquellos que poseerán
todos los conocimientos formarán el coro más alto, y así según conozcan
vendrán formados los diversos coros. Pero todos aquellos que hayan
adquirido estos conocimientos, sea en todo o en parte, tendrán el noble título
de hijos de mi reino, porque estos conocimientos sobre mi Fiat, para quien
tiene el bien de conocerlos para hacer de ellos vida propia, tienen virtud de
ennoblecer a la criatura y hacer correr en su alma los humores vitales de la
Vida Divina, y de elevarla a su origen primero, y son como el pincel del
hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza, y pintan la imagen del
Creador en la criatura. Sin importar quien conozca de más o quien de
menos, no será destruida su nobleza, sucederá como por ejemplo de una
familia noble que tiene muchos hijos, algunos de estos hijos se dan al
estudio, otros a las bellas artes, así que éstos se elevan de más, tienen
puestos altos y decorosos, son más conocidos, amados y estimados, porque
por las ciencias que poseen hacen más bien en medio de las gentes, lo que no
hacen los otros hermanos, pero con todo y que éstos con sus sacrificios se
elevan tanto, no destruye el que los otros hermanos sean nobles, porque
todos llevan en ellos la sangre noble de su padre, por eso visten noblemente,
tienen modos nobles en el obrar y en el hablar, en todo, así serán los hijos de
mi Fiat, todos nobles, perderán la rudeza del querer humano, los míseros
harapos de las pasiones; las tinieblas de las dudas, de los temores, serán
puestas en fuga por la luz de mis conocimientos, y arrojará a todos en un
mar de paz. Entonces tus confesores pasados a la otra vida serán como el
1975
preludio de los hijos de mi Voluntad, porque el primero se sacrificó tanto y
trabajó por ayudar al pequeño campo de tu alma, y si bien en ese entonces
Yo poco te hablaba de mi Fiat, porque primero debía disponerte, él será
como el primer precursor, como el alba que anuncia el día del reino de mi
Voluntad; el segundo y el tercer confesor, que tanto tomaron parte y
conocieron en gran parte los conocimientos de Ella y tanto sacrificio
hicieron, especialmente el tercero, que amaba tanto el que fueran conocidos
y que tanto se sacrificó en escribir, serán como sol que despunta, que
poniéndose en curso forma el día pleno de luz; aquellos que siguen serán
como el pleno mediodía del gran día de mi Voluntad; según el interés que
han tenido y tendrán, serán puestos quien a la primera hora del día de mi
Querer, quien a la segunda, quien a la tercera y quien al pleno mediodía. ¿Y
crees tú que la memoria del padre Di Francia, sus tantos sacrificios y deseos
de hacer conocer mi Voluntad, hasta haber iniciado la publicación, sólo
porque me lo he traído al Cielo será apagada en esta gran obra de mi Fiat
Divino? No, no, es más, el tendrá el primer puesto, porque él con venir de
lejos, vino como en busca de la cosa más preciosa que pueda existir en el
Cielo y en la tierra, del acto que más me glorifica, es más, que me dará
gloria completa por parte de las criaturas y ellas recibirán bienes completos,
él preparó el terreno para hacer que fuese conocida mi Voluntad Divina, tan
es verdad, que no ahorró nada, ni gastos, ni sacrificios, y aunque no tuvo
cumplimiento la publicación, sólo con iniciarla preparó los caminos para
hacer que un día pueda ser conocida y tener vida la obra de mi Voluntad en
medio a las criaturas. ¿Quién podrá destruir que el padre Di Francia haya
sido el primer iniciador en hacer conocer el reino de mi Voluntad, y sólo
porque su vida se apagó no tuvo cumplimiento la publicación? Así que
cuando se conozca esta gran obra, su nombre, su memoria estará llena de
gloria y de esplendor y tendrá su acto primero en una obra tan grande, tanto
en el Cielo como en la tierra. En efecto, ¿por qué existe una batalla y casi
cada uno suspira la victoria de vencer en retener los escritos sobre mi Fiat
Divino? Porque él se llevó los escritos para publicarlos, si esto no hubiera
sido, ¿quién habría hablado de ello? Ninguno, y si él no hubiese hecho
comprender la importancia, el gran bien de estos escritos, ninguno se habría
interesado. Por eso hija mía, mi bondad es tanta, que premio
sobreabundantemente el bien que hace la criatura, especialmente en esta
obra de mi Voluntad que tanto me interesa. ¿Qué cosa no daré a quien se
ocupa y se sacrifica por poner a salvo los derechos de mi eterno Fiat?
Excederé tanto en el dar, que haré maravillar al Cielo y a la tierra."
Yo al oír esto pensaba entre mí: "Si tanto bien contienen estos
conocimientos, si Jesús bendito continúa después de mi muerte a decir otros
1976
conocimientos de su Fiat a otras almas, ¿no se atribuirá a aquélla una obra
tan grande?" Y Jesús moviéndose como de prisa en mi interior ha agregado:
"No, no hija mía, así como del padre Di Francia se dirá que ha sido el
primer propagador, de tus confesores que han sido cooperadores, así se dirá
que la pequeña hija de mi Voluntad ha sido la primera y la depositaria de un
bien tan grande, a la cual le venía confiado, y que fue escogida con misión
especial. Supón a alguien que haya hecho una invención importante, tal vez
los demás la propaguen, la difundan más, la imiten, la engrandezcan, pero
ninguno podrá decir: ‘Yo soy el inventor de esta obra.’ Siempre se dirá, el
inventor fue tal. Así será de ti, se dirá que el origen del reino de mi Fiat, la
depositaria ha sido la pequeña hija de mi Voluntad."
Marzo 3, 1928
Todas las cosas parten de un solo punto. Sublimidad del estado de
Adán. Por qué Nuestro Señor hasta ahora no ha manifestado su
estado feliz. Quien posee la unidad posee la fuente del bien.
Mi pobre corazón nadaba en el dolor de la privación de mi dulce
Jesús, me sentía sofocar por el dolor, y a cualquier costo habría querido
encontrar a Aquél por el cual soy tan torturada, para decirle mis angustias,
pero mientras esto pensaba, mi amable Jesús se ha movido en mi interior y
me ha dicho:
"Hija mía, no temas por lo que sientes en tu alma, porque no es otra
cosa que el trabajo que está haciendo en ti mi Fiat Divino. Él está
encerrando todo en ti, a todos y todo en ti, todos los siglos pasados y los
futuros, para hacer que todo lo que ha hecho el Supremo Querer en la
Creación ponga en ti su germen, para recibir de ti las satisfacciones y la
correspondencia que le deben las criaturas a todos sus actos, por eso no te
preocupes, porque en cada hora de tu vida son siglos que mi Voluntad
encierra, y es necesario que quien debe tener su acto primero en mi Voluntad
reinante, debe tener el origen de Ella, para poder desenvolver su Vida
Divina. Todas las cosas parten de un punto, y de aquel punto se ensanchan y
se difunden a todos, mira, también el sol tiene su primer punto, su centro de
luz, su esfera, y desde su centro llena de luz a toda la tierra, por eso sigue a
mi Voluntad y no te preocupes."
Después seguía mi giro en la Divina Voluntad, y llegando al edén para
unirme al estado de Adán antes de pecar, cuando poseía la unidad con su
1977
Creador, para recomenzar mis actos junto con él y para suplir y continuar
después que la perdió al caer en pecado, pensaba entre mí: "¿Por qué Jesús
bendito no ha manifestado a ninguno el estado sublime, las maravillas que
pasaban entre Adán inocente y su Creador, el océano de las felicidades, de
las bellezas que poseía? Todo estaba concentrado en él, todo de él partía.
Oh, si se conociera el estado de Adán, sus grandes prerrogativas, tal vez
todos suspirarían por regresar al origen de donde el hombre salió." Pero
mientras esto pensaba, mi dulce Jesús se ha movido en mi interior y todo
bondad me ha dicho:
"Hija mía, mi Paterna Bondad sólo manifiesta un bien cuando debe
llevar una utilidad a las criaturas, si esto no veo, ¿en qué aprovecharía el
manifestarlo? La historia del hombre inocente me es demasiado tierna, con
solo recordarla mi Amor surge, regurgita y forma sus olas altísimas para
verterse como se vertía sobre Adán inocente, y no encontrando en quien
verterlo, porque no encuentra otro Adán que lo reciba, capaz de darme sus
desahogos de amor, porque mi Fiat Divino íntegro en él mantenía la vida
recíproca de correspondencia entre el infinito y el finito, mi Amor sufre por
eso y regresando en Mí mis mismas olas de Amor, porque no encuentra a
quien dárselas, queda sofocado por mi mismo Amor. He aquí por qué no he
manifestado hasta ahora el estado de Adán inocente, ni él manifestó casi
nada de su estado feliz, porque al solo recordarlo se sentía morir de dolor, y
Yo me sentía sofocar por mi Amor. Ahora hija mía, queriendo restablecer el
reino de mi Divina Voluntad, veo la utilidad de manifestar el estado de Adán
inocente, y es esta la causa por la que frecuentemente te hablo de su estado
sublime, porque quiero repetir lo que hacía con él, y en virtud de mi Querer
quiero elevarte al estado primero de la creación del hombre. ¿Qué cosa nopuede darme la criatura que posee mi Fiat, la unidad de Él? Todo puede
darme y Yo todo puedo dar. Entonces pudiendo dar lo que manifiesto, mi
Amor no sofoca mis olas, más bien las pone fuera y viéndolas reproducidas
en la criatura goza, y siento que quiero manifestar lo que no se conoce para
utilidad y bien de ellas. Si tú supieras cuánto gozo en el dar, cómo festeja
mi Amor cuando veo dispuesta a la criatura que quiere recibir mis bienes,
serías más atenta a hacerme desahogar mi amor contenido."
Dicho esto ha hecho silencio y yo me sentía como abismada en el
Querer Divino, sus maravillas, lo que puede hacer el alma con poseer su
Voluntad me raptaban, y yo pequeñita nadaba en el mar de Luz del Fiat, y
conforme me movía así se alzaban olas de Luz, investidas estas olas de tintas
de variada belleza e iban a descargarse en el seno de mi Creador, y la
Paterna Bondad celeste viéndose investida por las olas de su pequeña, movía
sus olas hacia mí. ¡Oh Voluntad Suprema, cómo eres admirable, amable,
1978
deseable más que la misma vida, Tú me amas tanto que me pones en
competencia con mi Creador, queriendo que me ponga a la par con Aquél
que me ha creado! Pero mientras mi mente se perdía en el Fiat, mi dulce
Jesús ha agregado:
"Hija mía, quien posee la unidad de mi Querer es dueña de obrar y de
hacer cuanto bien quiere, porque tiene ne sí la fuente del bien, la tiene a su
disposición, siente en sí los toques continuos de su Creador, las olas de su
paterno amor y se sentiría deamsiado ingrata si no formase sus olas, mucho
más que siente correr en su alma su pequeño mar, surgido del mar inmenso
de Aquél que la ha creado. En cambio quien no posee su unidad, no posee la
fuente, por lo tanto tiene necesidad, si quiere hacer el bien, de la liberalidad
divina en cada acto bueno que quiere hacer, casi acto por acto debe pedir la
gracia para poder cumplir el bien que quiere, en cambio quien posee mi
unidad, el bien se convierte en naturaleza, y sólo con que quiera obrar,
encuentra la fuente del bien en sí y obra."
Marzo 8, 1928
Dios creó al hombre para tenerlo sobre sus rodillas y hacerlo ser el
repetidor de sus actos. Jesús le hace ver cómo pone todos los volúmenes
escritos sobre su Querer, todos ordenados en su corazón. Amor de
Jesús por los escritos y el bien que harán. Quien se decide a vivir en el
Fiat, es atado con cadenas de luz.
Continuaba estando toda abandonada en el Santo Querer Divino,
siguiendo sus innumerables actos como mejor podía, porque es tanta su
multiplicidad, que muchas veces no puedo ni seguirlos, ni numerarlos todos,
y debo contentarme con mirarlos, pero no abrazarlos; su actividad supera en
modo increíble la actitud humana, y por eso a mi pequeñez no le es dado
hacer todo, sino sólo de hacer cuanto más puedo y de no salir jamás de
dentro de las obras del Fiat Divino. Mientras mi mente se perdía en las
obras del Querer Divino, mi dulce Jesús moviéndose en mi interior me ha
dicho:
"Hija mía, nuestra Paterna Bondad creó al hombre para tenerlo sobre
nuestras rodillas paternas, para gozárnoslo continuamente y él gozársela en
modo perenne con su Creador, y para ser estables sus y nuestros gozos lo
teníamos sobre nuestras rodillas, y como nuestra Voluntad debía ser también
la suya, Ella ponía el eco de todos nuestros actos en el fondo del hombre que
1979
amábamos como hijo nuestro, y nuestro hijo al oír nuestro eco, se volvía el
repetidor de los actos de su Creador. ¿Qué contentos no se formaban entre
él y Nosotros al resonar en el fondo del corazón de nuestro hijo este nuestro
eco creante, que formaba en él el orden de nuestros actos, la armonía de
nuestras alegrías y felicidad, la imagen de nuestra Santidad? Qué tiempos
felices para él y para Nosotros. ¿Pero sabes tú quien arrancó de nuestras
rodillas paternas a este hijo tan amado por Nosotros? El querer humano.
Nos lo alejó tanto, que perdió nuestro eco creante, y por eso no supo más
nada de lo que hacía su Creador, y Nosotros perdimos la felicidad de ver a
nuestro hijo feliz y entretenerse sobre nuestras rodillas paternas, porque en él
entró el eco de su querer que lo amargaba, lo tiranizaba con las pasiones más
degradantes, de volverlo tan infeliz de dar piedad. Es propiamente esto lo
que significa vivir en nuestro Querer, vivir sobre nuestras rodillas paternas,
al cuidado de Nosotros, a expensas nuestras, en la opulencia de nuestras
riquezas, alegrías y felicidad. Si tú supieras el contento que sentimos al ver
a la criatura vivir sobre nuestras rodillas, toda atenta a oír el eco de nuestra
palabra, el eco de nuestras obras, el eco de nuestros pasos, el eco de nuestro
Amor, para ser la repetidora de ellos, tú estarías más atenta para no dejar que
se te escape nada de nuestro eco, para darnos el contento de ver a tu
pequeñez ser la repetidora de los actos de tu Creador."
Yo al oír esto le he dicho: "Amor mío, si se debe vivir en tu Querer,
viviendo sobre tus rodillas paternas no se debe hacer nada, ni obrar, ni
caminar, ¿de otra manera cómo se puede estar sobre tus rodillas?" Y Jesús:
"No, no, se puede hacer todo, nuestra inmensidad es tanta, que
dondequiera encontrará nuestras rodillas paternas, siempre prontas a sus
actos, que se prestan para tenerlo dondequiera estrechado sobre las rodillas
divinas, mucho más que lo que ella hace no es otra cosa que el eco de lo que
Nosotros hacemos."
Después de esto me sentía preocupada por estos escritos sobre la
Divina Voluntad, y mi dulce Jesús se hacía ver en mi interior que tenía todos
los volúmenes escritos sobre Ella, y que uno por uno los tomaba en sus
manos, los miraba con tal ternura amorosa, como si le quisiera estallar el
corazón, y conforme los tomaba, los ponía todos ordenados en su corazón
santísimo. Yo he quedado maravillada al ver con cuánto Amor amaba
aquellos escritos y con cuánto celo los encerraba en su corazón para
custodiarlos, y Jesús al ver mi admiración me ha dicho:
"Hija mía, si tú supieras cuánto amo estos escritos, ellos me cuestan
más que la misma Creación y Redención, cuánto Amor y trabajo he puesto
en estos escritos, me cuestan mucho, mucho; tienen dentro todo el valor de
mi Voluntad, son la manifestación de mi reino y la confirmación de que
1980
quiero el reino de mi Voluntad Divina en medio a las criaturas, el bien que
harán será grande, serán como soles que surgirán en medio a las densas
tinieblas del querer humano, como vidas que pondrán en fuga la muerte a las
pobres criaturas, ellos serán el triunfo de todas mis obras, la narración más
tierna, más convincente de cómo amé y amo al hombre. Por eso los amo con
tal celo que los custodiaré en mi corazón divino, no permitiré que ni siquiera
una palabra se pierda; ¿qué cosa no he puesto en estos escritos? Todo,
Gracia sobreabundante, Luz que ilumina, calienta, fecunda, Amor que hiere,
verdades que conquistan, atractivos que raptan, Vidas que llevarán la
resurrección del reino de mi Voluntad. Por eso también tú aprécialos y
tenles la estima que merecen y goza del bien que harán."
Después seguía mi abandono en el Fiat, me sentía toda investida por
su Luz interminable, y mi adorable Jesús ha agregado:
"Hija mía, en cuanto el alma se decide a vivir en mi Voluntad Divina,
sin dar más vida a la suya, Yo, para estar seguro y para dar seguridad a ella,
la ato con cadenas de Luz, y hago esto para no quitar el libre albedrío, don
dado a la criatura en la Creación, y lo que Yo doy una vez no lo quito, a
menos que la propia criatura rechace mis dones, por eso la ato con la Luz,
porque queriendo se puede salir cuando quiera, pero para salir debe hacer un
esfuerzo increíble, porque estas cadenas de Luz investirán sus actos, y en
cada acto suyo sentirá y verá la belleza, la gracia, la riqueza que esta Luz
comunica a sus actos y que formará el encanto y el verdadero eclipse al
querer humano, de modo que se sentirá feliz y honrada de ser atada con estas
cadenas tan nobles que le llevarán tanto bien, y deseará que el querer
humano no tenga más vida en sus actos y suspirará con ardor que el Querer
Divino tome su puesto. Así que se sentirá libre y atada, pero no forzada,
sino espontánea en su libre voluntad, alentada por el gran bien que le viene,
de modo que verá sus actos circundados por tantos anillos de Luz que
formando cadenas la transforman en la misma Luz, y en cada acto suyo el
alma emitirá tantas voces armoniosas y bellas, como sonidos argentinos, que
hiriendo el oído de todo el Cielo, hará conocer que mi Voluntad Divina está
obrando en la criatura."
Marzo 11, 1928
Diferencia entre Jesús y la Virgen. Toda la Vida escondida de Jesús en
Nazaret fue el llamado del reino de la Voluntad Divina sobre la tierra.
La voluntad humana es la fuente del bien o del mal.
1981
Estaba pensando en qué diferencia habría entre la Virgen Santa y mi
amable Jesús, siendo que en los dos el Querer Divino tenía su Vida, su pleno
dominio, su reino, y mi dulce Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, en Mí y en la Reina Celestial una era la Voluntad que nos
animaba, una la Vida, pero entre Ella y Yo había una diferencia tal como
entre una habitación en que por todas partes le entra la luz del sol, de manera
que la luz la inviste, la domina, no hay parte de esta habitación en que la luz
no tiene su puesto de reina, así que ella es presa de la luz, recibe siempre luz
y crece bajo el influjo de la luz; en cambio otra habitación posee dentro de
ella la esfera del sol, así que la fuente de la luz no la recibe de afuera, sino
que la posee dentro, ¿no hay diferencia entre la una y la otra? Esta misma
diferencia hay entre mi Mamá y Yo, Ella es la habitación investida por la
luz, se hizo presa suya y el Sol de mi Voluntad le daba siempre, siempre, la
nutrió de Luz y crecía en los rayos interminables del Sol eterno de mi Fiat,
en cambio mi Humanidad poseía en Sí misma la esfera del Sol Divino, su
fuente que siempre surge sin disminuir jamás, y la Soberana Reina tomaba
de Mí la Luz que le daba la vida y la gloria de Reina de la Luz, porque quien
posee un bien se puede llamar reina de aquel bien."
Después de esto seguía al Fiat Divino, haciendo mi giro en Él, y
habiendo llegado a la casa de Nazaret donde mi amable Jesús había hecho su
Vida oculta, para seguir sus actos, estaba diciéndole: "Amor mío, no hay
acto que Tú haces en que mi te amo no te siga para pedirte por medio de tus
actos el reino de tu Voluntad; mi te amo te sigue dondequiera, en los pasos
que das, en las palabras que dices, en la madera que trabajas, y mientras
golpeas la madera golpeas el querer humano, a fin de que sea destruido y
resurja tu Querer Divino en medio a las criaturas; mi te amo corre en el agua
que bebes, en el alimento que tomas, en el aire que respiras, en los ríos de
amor que pasan entre Tú y tu Mamá y San José, en las oraciones que haces,
en tu latido ardiente, en el sueño que tomas. ¡Ah, cómo quisiera estar cerca
de Ti para susurrarte al oído: "Te amo, te amo, haz que venga tu reino!"
Ahora, mientras hubiera querido que mi te amo hiciera corona a todos los
actos de Jesús, Él se ha movido en mi interior y me ha dicho:
"Hija mía, toda mi Vida oculta, y que fue tan prolongada, no fue otra
cosa que el llamamiento del reino de mi Voluntad Divina sobre la tierra,
quise rehacer en Mí todos los actos que debían hacer las criaturas en Ella,
para después dárselos a ellos, y lo quise hacer junto con mi Mamá, la quise
siempre junto en mi Vida oculta para formar este reino. Dos personas
habían destruido este reino de mi Fiat Divino, Adán y Eva; otras dos, Yo y la
Soberana Reina debíamos rehacerlo. Así que primero pensé en el reino de
mi Voluntad Divina, porque la voluntad humana había sido la primera en
1982
ofender a la mía con sustraerse de Ella, todas las otras ofensas vinieron en
segundo grado, como consecuencia del primer acto. La voluntad humana es
la vida o la muerte de las criaturas, su felicidad o su tiranía y desventura en
la cual se precipita, su ángel bueno que la conduce al Cielo, o
transformándose en demonio la precipita al infierno; todo el mal está en la
voluntad, como también todo el bien, porque ella es como fuente de vida
puesta en la criatura, que puede hacer brotar alegrías, felicidad, santidad,
paz, virtud, o bien arroja de sí fuentes de penas, de miserias, de pecados, de
guerras que destruyen todos los bienes. Por eso en esta Vida oculta de
treinta años, primero pensé en el reino de mi Voluntad, y después con la
pequeña Vida pública de apenas tres años pensé en la Redención, y mientras
que al formar el reino de mi Fiat Divino tuve conmigo siempre junto a la
Mamá Celestial, en la Vida pública no la tuve, al menos su presencia
corporal, porque para el reino de mi Fiat me constituía Yo Rey y a la Virgen
Reina, para ser primero Yo, y después Ella el fundamento del reino
destruido por la voluntad humana. Mira entonces cómo el reino de mi
Querer Divino, por necesidad, por razón y por consecuencia era formado con
mi venida sobre la tierra en primer orden, no habría podido formar la
Redención si no hubiese satisfecho a mi Padre Celestial del primer acto
ofensivo que le había hecho la criatura, así que el reino de mi Voluntad está
formado, no queda otra cosa que hacerlo conocer, y por eso no hago otra
cosa que seguir junto contigo y dotarte con los actos que hice para formarlo,
acompañar tus actos para que corra en ellos el fundamento de los míos, estoy
muy atento para que tu querer no tenga vida, a fin de que el mío esté libre.
En suma, estoy haciendo contigo como con una segunda madre, llamando
todos los actos hechos junto con la Virgen para ponerlos en ti, por eso sé
atenta en seguir en todo a mi Voluntad."
Sea todo para gloria de Dios y cumplimiento de su Santísima
Voluntad.
Deo Gratias