VOLUMEN 21
Luisa Piccarreta Volumen 21
I. M. I.
Fiat!!!
Febrero 23, 1927
El vivir en el Querer Divino es formar una visita de sorpresa a Jesús.
Mi pobre corazón me lo sentía bajo un peso durísimo por la privación
de mi dulce Jesús; ¡oh! cómo gemía y sufría, y haciendo mi acostumbrado
giro en la Creación para seguir los actos de su Voluntad en ella, al llegar al
mar lo llamaba y le decía: "Jesús mío, ven, regresa, tu pequeña hija te llama
en el mar, te llamo junto con la vastedad de estas aguas, con su murmullo, te
llamo en el serpentear de los peces, te llamo con la Potencia de tu misma
Voluntad que en este mar se extiende; si no quieres escuchar mi voz que te
llama, escucha las tantas voces inocentes que se desprenden de este mar que
te llaman. ¡Ah! no me hagas más penar que no puedo más." Pero qué, a
pesar de todas las voces del mar Jesús no venía, así que he debido pasar a
girar en el sol, lo llamaba con la inmensidad de su luz, así que dondequiera
que giraba lo llamaba en nombre de cada cosa creada y de su misma
Voluntad que dominaba en ellas. Entonces, habiendo llegado bajo la bóveda
azul del cielo le he dicho: "Mira oh Jesús, te traigo todas tus obras, ¿no
escuchas la voz de todo el cielo, las voces innumerables de las estrellas que
te llaman? Todas quieren circundarte y hacerte una visita como a su Creador
y Padre de ellas, y Tú quieres rechazarnos a todos?" Ahora, mientras esto
decía, mi dulce Jesús ha salido y poniéndose como en medio de todas sus
obras me ha dicho:
"Hija mía, qué bella sorpresa me has hecho hoy, me has traído todas
mis obras a hacerme una visita, me siento duplicada mi gloria, mi felicidad
al verme rodeado por todas mis obras, que reconozco como tantos hijos
míos. Hoy has hecho como un hijo que ama mucho a su padre y que sabe
que él goza cuando se ve rodeado y visitado por todos sus hijos; éste los
llama a todos, uno por uno los reúne a todos juntos, hermanos y hermanas y
va a dar su sorpresa a su padre, el cual goza al verse rodeado por todos sus
hijos, ninguno falta, reconoce a todos los miembros de su familia, ¡oh! cómo
se siente glorificado por todos sus hijos, su felicidad es plena y por
cumplimiento de su alegría prepara un suntuoso banquete y festejan todos
juntos, padre e hijos, pero en la plenitud de su felicidad reconoce al hijo que
ha reunido a toda su familia para dar la sorpresa al padre y hacerlo gozar
29 Este libro ha sido traducido directamente del original manuscrito de Luisa Piccarreta.
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tanto, este hijo será amado de más, porque él ha sido la causa de tanta
felicidad. Ahora pequeña hija mía, mientras tú me llamabas en el mar con
todas sus voces, Yo te escuchaba y decía: ‘Deja que mi hija gire por todas
las cosas creadas, a fin de que me las reúna todas juntas y después me haré
encontrar, así podré recibir la visita de todas mis obras que son como tantos
hijos míos, así ellos me harán feliz a Mí, y Yo a ellos.’ Así que el vivir en
mi Voluntad contiene sorpresas indescriptibles, puedo decir: ‘Donde Ella
reina el alma se vuelve mi felicidad, mi alegría, mi gloria, y Yo preparo a
ella el banquete de sus conocimientos, a fin de que haciéndonos felices
juntos, extendamos el reino del Fiat Supremo, y así sea conocido, amado y
glorificado.’ Por eso espero frecuentemente estas sorpresas de la pequeña
hija que me trae la visita de toda la familia que me pertenece.
Además de esto, así como en la Creación están como esparcidas todas
nuestras cualidades divinas, y cada cosa creada ocupa un oficio de nuestros
atributos, por lo tanto quien es hijo de nuestra Potencia, quien de la Justicia,
quien de la luz, quien de la Paz, quien de la Bondad; en suma, cada cosa
creada es hijo de alguno de nuestros atributos; entonces cuando tú me traes
toda la Creación, eres la portadora de mi felicidad esparcida en ella y Yo
reconozco a mi hijo de la Luz en el sol, a mi hijo de la Justicia en el mar,
aquél de mi Imperio en el viento, aquél de la Paz en la tierra florida, en
suma, en todas las cosas creadas reconozco algún parto de mis atributos, y
Yo gozo al reconocer a mis hijos que me trae la pequeña hija de mi Querer.
Hago como aquel padre que tiene muchos hijos y cada uno de ellos ocupa un
oficio de honor: Quién es príncipe, quién es juez, quién diputado, quién
senador, quién gobernador; el padre se siente más feliz al reconocer en el
parto de sus entrañas cada uno de los oficios y la dignidad de los propios
hijos, y como todas las cosas creadas fueron hechas porque debían servir
para hacer felices a los hijos del Fiat Supremo, al verte traer a Nosotros
nuestras obras, reconocemos en ti nuestra finalidad, y ¡oh! cómo gozamos al
verte girar para reunir todas nuestras obras para traernos nuestra felicidad
esparcida en toda la Creación. Por eso tu vuelo en mi Voluntad sea
continuo."
Después de esto, habiendo recibido la santa Comunión, estaba
diciendo a mi amado Jesús: "Amor mío y vida mía, tu Voluntad tiene virtud
de multiplicar tu Vida por cuantos seres existen y existirán sobre la tierra, y
yo en tu Querer quiero formar tantos Jesús para darte todo entero a cada una
de las almas del purgatorio, a cada bienaventurado del Cielo, a cada uno de
los vivientes sobre la tierra." Ahora, mientras esto decía, mi celestial Jesús
me ha dicho:
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"Hija mía, para quien vive en mi Querer, Éste es exactamente lo que
hace, multiplica los actos del alma en virtud suya por cuantos son los seres
creados; el alma recibe la actitud divina y su acto se hace acto de todos. Es
precisamente éste el obrar divino: Un acto que hace se multiplica en tantos,
que todos pueden hacer suyo aquel acto como si hubiera sido hecho por cada
uno, mientras que el acto ha sido uno, así que el alma donde reina mi Querer
se pone en las condiciones de Dios mismo, sea de gloria, sea de dolor, según
que las criaturas lo reciban o lo rechacen; la gloria que su acto puede llevar,
el bien y la Vida de Jesús a todos, es grande, exuberante, infinito; el dolor de
que no todas las criaturas tomen aquel bien y de que mi misma Vida quede
suspendida, sin llevar lo útil de mi Vida Divina, es dolor que supera todo
dolor."
Febrero 26, 1927
Donde reina la Divina Voluntad forma tres cuerdas de oro purísimo.
La Divina Voluntad hace su exposición en toda la Creación.
Mi amable Jesús me hace esperar mucho su regreso, ¡oh! cómo lo
suspira mi pequeña alma, reducida sin Él como tierra sin agua y sin sol, que
mientras me consumo por la sed, es tanta la oscuridad que no sé hacia donde
dirigir mis pasos para encontrar a Aquél que es el único que me puede dar el
agua que me quita la sed, y me hace surgir el sol que da luz a mis pasos para
reencontrar a Aquél que de mí se aleja. ¡Ah Jesús, Jesús, regresa! ¿No
sientes mi latido en el tuyo que te llama, y que no teniendo más humor vital,
fatigosamente late y no tiene más fuerza para seguir llamándote? Pero
mientras esto y más decía, mi sumo bien Jesús se ha movido en mi interior, y
me hacía ver tres cuerdas, que unidas entre sí estaban atadas en el fondo de
mi alma, estas cuerdas descendían del Cielo, las cuales estaban atadas a tres
campanas. Jesús era un pequeño niño y con una gracia que no se puede
decir, y todo de prisa tomaba las cuerdas en sus pequeñas manitas y las
jalaba fuerte, pero tanto, que parecía que en el Cielo aquellas campanas
formaban una música tan fuerte que todo el Cielo salía para ver quién era
Aquél que tocaba con tanta premura e imponencia, de llamar la atención de
todo el Cielo, también yo he quedado asombrada y mi dulce Jesús me ha
dicho:
"Hija mía, el alma donde reina mi Querer tiene las cuerdas de oro
purísimo que descienden de la Potencia del Padre, de la Sabiduría de Mí,
Hijo, y del Amor del Espíritu Santo. Conforme el alma obra, ama, reza,
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sufre, así Yo tomo las cuerdas en mis manos y pongo en movimiento nuestra
Potencia, Sabiduría y Amor, para bien, para gloria de todos los
bienaventurados y de todas las criaturas. El sonido de estas campanas es tan
fuerte y armonioso, que llaman a todos como invitándolos a festejar, por eso
todos han salido para gozarse la fiesta de tu acto. Así que, como ves, los
actos del alma donde reina mi Querer se forman en el Cielo, en el seno de su
Creador, descienden a la tierra por las tres cuerdas de nuestra Potencia,
Sabiduría y Amor, y suben nuevamente hasta su fuente para llevarnos la
gloria a Nosotros debida, y Yo me deleito mucho en tirar de las cuerdas para
hacer oír a todos el sonido de estas misteriosas campanas."
Después de esto había oído de la exposición que se había hecho del
Santísimo Sacramento en la iglesia, y yo pensaba entre mí: "Para mí no hay
ni exposiciones ni funciones." Y mi dulce Jesús no dándome tiempo a
pensar en otras cosas, ha salido de dentro de mi interior y me ha dicho:
"Hija mía, para ti no hay necesidad de exposiciones, porque para quien
hace mi Voluntad tiene la exposición más grande y continua que mi
Voluntad tiene en toda la Creación; es más, cada cosa creada, como están
animadas por Ella, forman tantas innumerables exposiciones por cuantas
cosas existen. ¿Quién forma mi Vida Divina en la Eucaristía? Mi Voluntad.
Si no fuera porque la hostia sacramental está animada por mi Voluntad
Suprema, la Vida Divina no existiría en ella, sería una simple hostia blanca
que no merecería la adoración de los fieles. Ahora hija mía, mi Voluntad
hace su exposición en el sol, y así como mi Voluntad tiene los velos de la
hostia que esconden mi Vida, así tiene los velos de la luz que la esconden en
el sol, sin embargo, ¿quién hace una genuflexión, quién manda un beso de
adoración, quién dice un gracias a mi Voluntad expuesta en el sol?
¡Ninguno! ¡Qué ingratitud! Pero a pesar de esto Ella no se detiene, es
siempre estable en hacer el bien, en sus velos de luz sigue los pasos del
hombre, inviste sus acciones por cualquier camino que tome, su luz se hace
encontrar delante y detrás llevándolo como en triunfo en su seno de luz para
hacerle el bien, dispuesta a hacerle el bien y darle la luz aunque no la quiera.
¡Oh Voluntad mía, cuán invisible eres, amable y admirable, inmutable en el
bien, incansable sin jamás retroceder! Ve la gran diferencia entre la
exposición de la Eucaristía y aquella que mi misma Voluntad tiene en acto
continuo en las cosas creadas, a aquella de la Eucaristía el hombre debe
incomodarse, ir él, acercarse, disponerse para recibir el bien, de otra manera
nada recibe; en cambio la exposición de mi Voluntad en las cosas creadas, es
Ella que va al hombre, que se incomoda y a pesar de que no esté dispuesto,
mi Voluntad es generosa y lo ahoga de sus bienes; no obstante no hay quien
adore a mi eterna Voluntad en tantas exposiciones suyas. Ella hace su
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exposición en el mar, y si bien en el sol, símbolo de la Eucaristía, da su luz,
su calor, da bienes innumerables, pero siempre en silencio, no dice jamás
una palabra, no hace jamás un reproche por cuantos males horrendos pueda
ver, en el mar en cambio, en los velos del agua hace su exposición en modo
diferente, parece que habla al formar su murmullo, en los velos del agua
infunde temor en sus oleajes tumultuosos y en las olas fragorosas, que si
embiste naves o gentes las sepulta en el fondo del mar sin que ninguno lo
pueda resistir; mi Voluntad en el mar hace la exposición de su Potencia y
habla en el murmullo, habla en los oleajes, habla en las olas altísimas,
llamando al hombre a amarla y a poseerla, y no viéndose escuchada hace la
exposición de la Justicia Divina, y cambiando aquellos velos en tempestad
se lanza contra el hombre inexorablemente. ¡Oh! si las criaturas pusieran
atención a todas las exposiciones que hace mi Voluntad en toda la Creación,
deberían estar siempre en acto de adoración, para adorar mi Voluntad
expuesta en los campos floridos donde expande sus perfumes, en los árboles
cargados de frutos donde expande la variedad de sus dulzuras, así que no
hay cosa creada donde no haga su exposición divina y especial, y como las
criaturas no le tributan los honores debidos, te corresponde a ti mantener la
adoración perpetua a las exposiciones que tiene el Fiat Supremo en toda la
Creación; eres tú hija mía, la que te debes ofrecer como adoradora perpetua
de esta Voluntad sin adoradores, y sin correspondencia de amor por parte de
las criaturas."
Marzo 3, 1927
Donde reina el Divino Querer llama a Dios junto con su obrar. El
ofrecimiento a Dios de las propias acciones las purifica y las desinfecta.
Estaba ofreciendo mis pequeños actos como homenaje de adoración y
de amor al Supremo Querer, y pensaba entre mí: "¿Pero será cierto que lo
que hace el alma que hace la Divina Voluntad lo hace el mismo Dios? ¿Qué
gloria puede recibir si habiéndole ofrecido yo mi pequeño trabajo y todo lo
que puedo hacer, lo venga a hacer junto conmigo?" Y mi dulce Jesús
moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, ¿no me sientes en ti que estoy siguiendo tus actos? Porque
donde reina mi Voluntad, todas las cosas, aun las más pequeñas y naturales
se convierten en deleite para Mí y para la criatura, porque son efecto de una
Voluntad Divina reinante en ella, que no sabe hacer salir de Sí ni siquiera la
sombra de alguna infelicidad. Es más, tú debes saber que en la Creación
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nuestro Fiat Supremo estableció todos los actos humanos, invistiéndolos de
deleite, de alegría y de felicidad, así que el mismo trabajo no debía provocar
ningún peso al hombre, ni causarle la mínima sombra de cansancio, porque
poseyendo mi Querer poseía la fuerza que jamás se cansa ni disminuye.
Mira, también las cosas creadas son símbolo de esto, ¿se cansa tal vez el sol
de dar siempre su luz? Ciertamente que no; ¿se cansa el mar de murmurar
continuamente, de formar sus olas, de nutrir y multiplicar sus peces?
Ciertamente que no; ¿se cansa el cielo de estar siempre extendido, la tierra
de florecer? No. ¿Pero por qué no se cansan? Porque está dentro de ellos la
Potencia del Fiat Divino que tiene la Fuerza que no se agota jamás.
Entonces todos los actos humanos entran en el orden de todas las cosas
creadas y todos reciben la marca de la felicidad: El trabajo, el alimento, el
sueño, la palabra, la mirada, el paso, todo. Ahora, hasta en tanto que el
hombre se mantiene en nuestro Querer, se mantiene santo y sano, lleno de
vigor y de energía incansable, capaz de gustar la felicidad de sus actos y de
hacer feliz a Aquél que le daba tanta felicidad; pero en cuanto se sustrajo
cayó enfermo y perdió la felicidad, la fuerza incansable, la capacidad y el
gusto de gustar la felicidad de sus actos que el Divino Querer con tanto amor
había investido. Esto sucede también entre quien está sano y entre quien
está enfermo: El primero saborea el alimento, trabaja con más energía, toma
placer en divertirse, en pasear, en platicar; el enfermo se disgusta del
alimento, no siente fuerza para trabajar, se aburre de las diversiones, le
fastidian las pláticas, todo le hace mal, la enfermedad ha cambiado su
naturaleza, sus actos en dolores. Ahora supón que el enfermo volviera al
vigor de su salud, se restablecería en las fuerzas, en el gusto, en todo. Así
que la causa de su enfermedad ha sido el salir de mi Voluntad; el regresar y
hacerla reinar será causa de que regrese el orden de la felicidad en los actos
humanos, y hacer que mi Voluntad tome su actitud en los actos de la
criatura. Y en cuanto ofrece su trabajo, el alimento que toma y todo lo que
hace, desde dentro de aquellos actos humanos brota la felicidad puesta por
mi Querer en esos actos y sube a su Creador para darle la gloria de su
felicidad. He aquí por qué donde reina mi Voluntad, no sólo me llama junto
con Ella a obrar, sino que me da el honor, la gloria de aquella felicidad con
la cual investimos los actos humanos, y aunque la criatura no poseyese toda
la plenitud de la unidad de la Luz de mi Voluntad, con tal de que ofrezca
todos sus actos a su Creador como homenaje y adoración, como la enferma
es ella, no Dios, Dios recibe la gloria de la felicidad de sus actos humanos.
Supón un enfermo que hiciera un trabajo, o bien que preparara un alimento y
lo diera a otro que está sano, éste que goza la plenitud de la salud no advierte
nada, ni del cansancio de aquel trabajo, ni de la fatiga que el enfermo ha
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sentido al hacerlo, ni el disgusto de ese alimento que habría sentido si lo
hubiera tomado el enfermo, más bien goza en la plenitud de su salud del
bien, de la gloria y de la felicidad que le llevará aquel trabajo y gusta el
alimento que le ha sido ofrecido. Así el ofrecimiento de las propias acciones
purifica, desinfecta las acciones humanas y Dios recibe la gloria a Él debida,
y por correspondencia hace descender nuevas gracias sobre aquella queofrece a Él sus acciones."
Marzo 5, 1927
La firmeza en el bien es sólo de Dios, el cual habiendo hecho una vez
un acto, éste no cesa más. Efectos de la firmeza. La Humanidad de
Nuestro Señor fue vínculo de tiempos, remedio y modelo. Cómo
quiere a salvo los derechos del Querer Divino.
Me sentía en lo máximo de la aflicción por la privación de mi dulce
Jesús, y en mi interior le decía: "Amor mío y vida mía, cómo es que te has
alejado de mí sin decirme adiós, ni enseñarme hacia donde dirigir mis pasos,
ni el camino que debo recorrer para reencontrarte, es más, me parece que Tú
mismo me has obstaculizado los caminos para no dejarte encontrar, y por
cuanto pueda girar y llamarte Tú no me escuchas, los caminos están
cerrados, y yo extenuada por el cansancio estoy obligada a detenerme y lloro
por Aquél que a cualquier costo quisiera encontrar y no encuentro. ¡Ah!
Jesús, Jesús, regresa, ven a aquélla que no puede vivir sin Ti." Pero
mientras desahogaba mi dolor, apenas se ha movido en mi interior, y yo al
sentir que se movía le he dicho: "Mi Jesús, vida mía, ¿por qué me haces
tanto esperar, hasta no poder más? Si te haces ver es apenas como
relámpago, y sin decirme nada se hace más oscuro que antes y yo quedo más
en mis desvaríos y delirando de dolor te busco, te llamo; pero en vano te
espero." Y Jesús, compadeciéndome me ha dicho:
"Hija mía, no temas, estoy aquí contigo, lo que quiero es que jamás
salgas de dentro de mi Voluntad, que siempre continúes tus actos sin
apartarte jamás de los confines del reino del Fiat Supremo, y esto te dará la
firmeza que te asemejará a tu Creador, el cual, habiendo hecho una vez un
acto, ese acto tiene vida continua sin cesar jamás. Un acto siempre
continuado es sólo de Dios, el cual no sufre interrupciones en sus actos, por
eso nuestra firmeza es inquebrantable y extendiéndose dondequiera con
nuestra Inmensidad, vuelve sin interrupción nuestros actos, y dondequiera
que nos apoyamos encontramos nuestra firmeza que nos hace el más grande
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honor, nos hace conocer como el Ser Supremo, Creador de todo, y vuelve
inquebrantable nuestro Ser y nuestros actos, porque dondequiera que
queremos apoyarnos encontramos nuestra Firmeza que todo sostiene. Hija
mía, la firmeza es naturaleza y dote divina, y es justo que demos esta
participación y dote de naturaleza divina a quien debe ser hija de nuestro
Fiat Divino y vivir en nuestro reino. Así que el continuar tus actos en Él sin
interrumpirlos jamás, hace conocer que ya estás en posesión de la dote de
nuestra Firmeza. ¡Cuántas cosas dice la firmeza! Dice que el alma se
mueve sólo por Dios; dice que se mueve con razón y con puro amor, no con
pasión e interés propio; dice que conoce el bien que hace y por eso se
mantiene firme en él sin interrumpirlo jamás; la firmeza dice con caracteres
imborrables: ‘Aquí está el dedo de Dios.’ Por eso sé firme en tus actos y
tendrás nuestra Firmeza divina en tu obrar."
Después de esto continuaba mis actos en el Supremo Querer y
llegando al punto de seguir los actos de Jesús, desde que fue concebido en el
seno de la Inmaculada Reina hasta que murió sobre la cruz, mi amable Jesús,
haciéndose oír de nuevo en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, mi Humanidad vino a la tierra como a la mitad de los
tiempos, para reunir el pasado, cuando la plenitud de mi Voluntad reinaba en
el hombre en la Creación y todo era Suyo; dondequiera tenía su reino, su
Vida obrante y Divina, y Yo encerré en Mí esta plenitud de mi Querer
Divino, y vinculando los presentes me hice primer modelo para formar los
remedios que se requerían, las ayudas, las enseñanzas que se necesitaban
para curarlos, y después vinculaba a los futuros a la plenitud de aquella
Voluntad Divina que reinaba en los primeros tiempos de la Creación. Así
que mi venida a la tierra fue vínculo de reunión de los tiempos, fue remedio
para formar este vínculo para hacer que el reino del Fiat Divino pudiera
regresar en medio de las criaturas, fue modelo que hacía para todos, los que
modelándose quedaban reanudados en los vínculos hechos por Mí. He aquí
por qué antes de hablarte de mi Voluntad te hablé de mi venida a la tierra, de
lo que hice y sufrí, para darte los remedios y el modelo de mi misma Vida, y
después te hablé de mi Querer, eran vínculos que formaba en ti, y en estos
vínculos formaba el reino de mi Voluntad, y señal de esto son los tantos
conocimientos que te he manifestado acerca de Ella, su dolor porque no
reina con toda su plenitud en medio de las criaturas y los bienes que promete
a los hijos de su reino."
Después yo continuaba rezando y me sentía medio somnolienta,
cuando de improviso oía hablar en voz alta dentro de mí; he puesto atención
y he visto a mi amado Jesús con los brazos en alto, en acto de abrazarme,
que con voz fuerte me decía:
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"Hija mía, Yo no pido otra cosa de ti sino que seas la hija, la madre, la
hermana de mi Voluntad, que pongas a salvo en ti sus derechos, su honor, su
gloria."
Y esto lo decía con voz alta y fuerte; después, bajando la voz y
abrazándome ha agregado:
"El motivo hija mía por el que quiero a salvo los derechos de mi
eterno Fiat, es porque quiero encerrar en el alma la Santísima Trinidad, y
sólo mi Voluntad Divina puede darnos el lugar y la gloria digna de Nosotros,
y sólo por medio de Ella podemos obrar libremente y extender en ti todo el
bien de la Creación, formar cosas aún más bellas, porque con nuestra
Voluntad en el alma podemos todo, sin Ella nos faltaría el lugar donde
ponernos y donde extender nuestras obras; por lo tanto, no siendo libres,
permanecemos en nuestros apartamentos celestiales. Sucede como a un rey
que amando con amor excesivo a un súbdito suyo, quiere abajarse a hacer
vida en su pequeño tugurio, pero quiere ser libre, quiere poner en el pequeño
tugurio sus cosas reales, quiere mandar, quiere que coma junto con él sus
buenos y delicados alimentos, en suma, quiere hacer su vida de rey, pero el
súbdito no quiere que el rey ponga sus cosas reales, ni que mande, ni quiere
adaptarse a los alimentos del rey. El rey no se siente libre y por amor de la
libertad se vuelve a su palacio real. Donde no reina mi Voluntad no soy
libre; la voluntad humana pone continua oposición a la mía, y por eso, no
teniendo a salvo nuestros derechos, no podemos reinar y por eso nos estamos
en nuestra morada real."
Marzo 10, 1927
Dios en la Creación daba los derechos de
poseer el reino de la Divina Voluntad.
Estaba según mi costumbre siguiendo los actos del Querer Supremo en
la Creación y habiendo llegado al punto cuando Dios creaba al hombre, me
unía con los primeros actos perfectos que hizo Adán cuando fue creado, para
comenzar junto con él, y para seguir donde terminó de amar a Dios, de
adorarlo, cuando pecó, con aquella perfección con la que había empezado en
la unidad del Fiat Supremo, pero mientras esto hacía pensaba entre mí:
"¿Pero nosotros tenemos derecho a este reino del Querer Divino?" Y mi
dulce Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, tú debes saber que Adán antes de pecar hacía sus actos en
el Fiat Divino, esto significaba que la Trinidad le había dado la posesión de
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este reino, porque para poder poseer un reino se necesita quien lo forme,
quien lo done y quien lo reciba. La Divinidad lo formó y lo donó, el hombre
lo recibió, así que Adán en su primera época de la Creación poseía este reino
del Fiat Supremo, y como él era la cabeza de todo la generación humana,
todas las criaturas recibían el derecho de esta posesión; y si bien Adán con
sustraerse de nuestra Voluntad perdió la posesión de este reino, porque con
hacer su voluntad se puso como en estado de guerra con el eterno Fiat, y,
pobrecito, no teniendo fuerza suficiente para combatir, ni ejército bien
provisto para poder pelear con un Querer tan santo, que tenía fuerza
invencible y un ejército formidable, quedó vencido y perdió el reino dado
por Nosotros; mucho más que la fuerza que poseía antes era la nuestra, y le
habíamos dado también nuestro ejército a su disposición; en cuanto pecó la
fuerza se volvió a nuestra fuente y el ejército se retiró de él poniéndose a
nuestra disposición. Todo esto no quitó los derechos a sus descendientes de
poder readquirir el reino de mi Voluntad. Sucedió como a un rey que por
una guerra pierde su reino, ¿no habrá la probabilidad que uno de sus hijos,
con otra guerra pueda readquirir el reino de su padre, que ya era suyo?
Mucho más que vine Yo a la tierra, el divino vencedor, para rehacer las
pérdidas del hombre, y encontrando a quien quisiese recibir este reino le
restituía la fuerza, poniendo de nuevo mi ejército a su disposición para
mantener el orden, el decoro y la gloria del reino. ¿Y cuál es este ejército?
Es toda la Creación, en la cual en cada cosa creada está bilocada la Vida de
mi Voluntad más que ejército maravilloso y formidable para mantener la
vida de este reino. El hombre podría perder la esperanza de poseer de nuevo
este reino sólo si viera desaparecer todo el ejército invencible de la Creación,
entonces se podría decir: ‘Dios ha retirado su Voluntad de la faz de la tierra,
que la vivificaba, la embellecía, la enriquecía, ya no hay más esperanza de
que el reino pueda estar en nuestra posesión.’ Pero hasta en tanto que la
Creación exista, sólo es cuestión de tiempo para encontrar a aquellos que lo
quieran recibir, y además, si no se fuera a realizar la posesión del reino del
Fiat Divino, no era necesario que Yo te manifestara tantos conocimientos
referentes a él, ni te habría manifestado su Querer que quiere reinar, ni su
dolor porque no reina; cuando una cosa no se puede efectuar es inútil hablar
de ella, por lo tanto no habría tenido ningún interés de decir tantas cosas
respecto a mi Voluntad Divina. Así que el sólo hablar de Ella es señal de
que quiero que regrese su posesión."
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Marzo 13, 1927
La Voluntad Divina no deja a nadie. Ella tiene la
virtud regeneradora y tiene todo en su propio puño.
Mi pobre existencia vive bajo la pesada presión de la privación de mi
dulce Jesús, las horas me parecen siglos sin Él y siento todo el peso de mi
duro exilio. ¡Oh Dios! qué pena vivir sin Aquél que forma mi vida, mi
latido, mi respiro. Jesús, qué duro desgarro es para mí tu privación, todo es
obstáculo, todo es dificultad, ¿cómo puede resistir la bondad de tu tierno
corazón el verme tan paralizada únicamente por tu causa? ¿Cómo me dejas
por tan largo tiempo? ¿No te hieren más mis suspiros, no te conmueven mis
gemidos, mis delirios que te buscan no por otra cosa sino porque quieren la
vida? Es vida lo que quiero, no otra cosa, ¿y Tú me niegas esta vida?
¡Jesús, Jesús! quién hubiera pensado que me habrías dejado por tan largo
tiempo. ¡Ah! regresa, regresa, porque no puedo más. Entonces mientras
desahogaba mi dolor, mi amado Jesús, mi dulce vida se ha movido en mi
interior y me ha dicho:
"Hija mía, si a ti te parece que te he dejado y no sientes mi Vida en ti,
mi Voluntad no te ha dejado, es más, su Vida en ti estaba en su plenitud,
porque Ella no deja a ninguno, ni siquiera a los condenados en el infierno, es
más, allí está cumpliendo su Justicia inexorable e irreconciliable, porque en
el infierno no hay reconciliación, más bien forma su tormento; es justo que
quien no ha querido recibirla para ser amado, hecho feliz, glorificado, la
reciba para ser atormentado y humillado. Por eso mi Voluntad no deja a
ninguno, ni en el Cielo, ni en la tierra, ni en el infierno, tiene todo en Sí
como en su propio puño, ninguno puede escaparle, ni el hombre, ni el fuego,
ni el agua, ni el viento, ni el sol, dondequiera tiene su imperio y extiende su
Vida imperando y dominando todo. Si nada deja y todo inviste, ¿podía
acaso dejar a su pequeña hija primogénita donde ha concentrado su Amor, su
Vida y su reino? Porque si bien mi Voluntad Divina se extiende por doquier
y tiene su imperio sobre todo, sin embargo si la criatura la ama, se hace todo
amor y da su Amor; si la quiere como vida, forma su Vida Divina en ella; si
la quiere hacer reinar, se forma su reino, desarrolla sus actos según las
disposiciones de las criaturas; tiene la virtud regeneradora, regenera la Vida
Divina, la santidad, la paz, la reconciliación, la felicidad, regenera la luz, la
belleza, la Gracia; Ella sabe hacer todo, se da a todos, se extiende
dondequiera, sus actos son innumerables, se multiplican al infinito, a cada
criatura da un acto nuevo según están dispuestas, su variedad es
inalcanzable. ¿Quién puede jamás huir de mi Voluntad? Nadie, debería
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salir de la Creación o bien ser un ser no creado por Nosotros, lo que no
puede ser jamás, porque el derecho de crear es sólo de Dios. Por eso mi
Voluntad no te dejará jamás, ni en vida ni en muerte, ni después de muerta,
mucho más que regenerándote como su parto especial, ambas queréis que
forme su reino, y donde Ella está, estoy Yo en mi pleno triunfo; ¿puede
haber una voluntad sin la persona que posee este querer? Cierto que no; ni
te asombres si frecuentemente sientes en ti como si mi Vida terminara,
sientes que termina pero no es verdad. Sucede como a las cosas creadas, que
parece que mueren pero luego resurgen siempre; el sol parece que muere,
pero porque la tierra gira pierde el sol y parece que muere, pero el sol vive y
está siempre en su puesto; tan es verdad que girando más la tierra encuentra
de nuevo su sol, como si resurgiera a vida nueva para ella. A la tierra parece
que le muera todo, las plantas, las bellas flores, los frutos deliciosos, pero
después todo le resurge y adquieren la vida; aun la misma naturaleza
humana, con el sueño parece que muere, pero del sueño resurge más
vigorosa y rehecha. De todas las cosas creadas sólo el cielo está siempre
fijo, no muere jamás, símbolo de los bienes estables de la patria celestial, no
sujetos a cambios, pero todas las otras cosas, el agua, el fuego, el viento,
todo, parece que mueren, pero después resurgen animadas todas por mi
Voluntad, no sujeta a muerte y que posee el acto de hacer resurgir cuantas
veces quiere todas las cosas. Más bien mientras parece que mueren, tienen
vida perenne en virtud de la Fuerza regeneradora de mi Voluntad. Así
sucede en ti, te parece que mi Vida muere, pero no es verdad, porque
estando en ti mi Querer está la virtud regeneradora que me hace resurgir
cuantas veces quiere. Donde está mi Fiat no puede haber ni muerte ni bienes
que terminan, sino vida perenne no sujeta a terminar."
Marzo 16, 1927
En cuanto Jesús fue concebido formó en Él el reanudamiento de
su reino con las criaturas. En la Divina Voluntad están los
actos universales que se necesitan para impetrarlo.
Estaba pensando en el Fiat Supremo y en el modo como puede venir y
ser realizado este reino, y mi amado Jesús moviéndose en mi interior me ha
dicho:
"Hija mía, en cuanto tu Jesús fue concebido, anude de nuevo el reino
de mi Voluntad Divina con las criaturas. Era necesario que Ella tomara
dominio absoluto en mi Humanidad y tuviese su Vida libre en todos mis
1787
actos para poder extender su reino como quería en mi Humanidad. Así que
todo lo que Yo hacía: obras, oraciones, respiro, latido y sufrimientos, eran
vínculos, reanudamientos del reino de mi Fiat con las criaturas. Yo
representaba el nuevo Adán, que no sólo debía dar los remedios para
salvarlos, sino debía rehacer, restituir lo que el viejo Adán perdió; por eso
me fue necesario tomar la naturaleza humana para poder encerrar en ella lo
que la criatura había perdido, y por medio mío darlo de nuevo. Era de
justicia que mi Voluntad Divina tuviera una naturaleza humana a su
disposición y que en nada se opusiera, para poder de nuevo extender su reino
en medio de las criaturas, mucho más que una naturaleza humana le había
quitado sus derechos de reinar, por eso se necesitaba otra que le restituyera
sus derechos. Así que mi venida a la tierra no fue por la sola Redención,
más bien la primera finalidad fue para formar el reino de mi Voluntad en mi
Humanidad para darlo nuevamente a las criaturas; si esto no fuera así, mi
venida sobre la tierra sería una obra incompleta, no digna de un Dios, que
nada menos no habría podido restablecer la obra de la Creación, el orden
como salió de nuestras manos creadoras, que en todo debía reinar nuestra
Voluntad. Ahora, para que estos reanudamientos que formó mi Humanidad
de mi reino con las criaturas pudieran tener validez, vida y ser conocidos, era
necesario que eligiera a una criatura, y dándole por oficio especial que
hiciera conocer este reino de mi Querer, vinculara con ella todos estos
reanudamientos que había formado mi Voluntad con mi Humanidad,
dándole capacidad de transmitir estos reanudamientos de mi reino a las otras
criaturas. Por eso estoy en el fondo de tu alma manteniendo la Vida del Fiat
Supremo, para vincular estos reanudamientos y extender en ella su reino, y
te hablo tanto de Él como a ningún otro hasta ahora le he hablado. Por eso
sé atenta, porque se trata de la cosa más grande, cual es restablecer el orden
de la Creación entre el Creador y la criatura.
No sólo esto, sino que era necesario que escogiera primero una
criatura que viviera en el Fiat Divino para recibir de ella actos universales,
porque mi Voluntad es universal, se encuentra por todas partes, no hay
criatura que no reciba su Vida. Ahora, el hombre con sustraerse de mi
Voluntad rechazó un bien universal, quitó a Dios la gloria, la adoración, el
amor universal; así que para dar nuevamente este reino, estos bienes
universales, quiere por derecho que primero una criatura viviendo en este
Fiat, se le comunique este acto universal, y conforme ama, adora, glorifica,
reza, se constituye junto con su mismo Querer amor universal por todos,
adoración y gloria por cada criatura, y difundiendo su oración como si cada
una rezara, ruega en modo universal que venga el reino del Fiat Divino en
medio de las criaturas. Cuando un bien es universal se necesitan actos
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universales para obtenerlo, y sólo en mi Voluntad hay estos actos.
Conforme tú amas en Ella, tu amor se extiende dondequiera que Ella se
encuentra, y mi Voluntad siente tu amor en todas partes, se siente seguir por
doquier, por lo tanto siente en ti el primer amor como había establecido que
la criatura la amara en el principio de la Creación; siente su eco en tu amor,
que no sabe amar con amor pequeño y finito, sino con amor infinito y
universal; siente el primer amor de Adán antes de pecar, que no hacía otra
cosa que repetir el eco de la Voluntad de su Creador y se siente como atraída
por estos actos universales, que la siguen por todas partes, para venir a reinar
de nuevo en medio a las criaturas; por eso te escogí hija mía, y de en medio
de su estirpe, no sólo para manifestarte los conocimientos, los bienes, los
prodigios de este Fiat, sino para hacer que tú, viviendo en Él, con tus actos
universales inclinases a mi Voluntad para venir a reinar nuevamente como al
principio de la Creación en medio a las criaturas. Por eso a ti te es dado unir
a todos, abrazar a todos, a fin de que encontrando a todos y todo en ti, como
todo se encuentra en mi Voluntad, harás que se pongan de acuerdo, se darán
el beso de paz y mi reino será restablecido en medio de las criaturas. He
aquí el por qué la necesidad de los conocimientos de las maravillas de mi
Fiat Divino, para disponer a las criaturas, para animarlas a desear, a querer, a
suspirar este reino y los bienes que hay en él; y la necesidad de elegir
primero a una criatura que viviendo en él, con sus actos universales que le
suministra mi mismo Querer, que son actos divinos, consiga el reino de mi
Fiat a las criaturas. Yo hago como un rey cuyo pueblo ha sido rebelde a sus
leyes; el rey usando de su poder, a quién mete a la cárcel, a quién manda al
exilio, a quién le quita el derecho de poseer, en suma, a todos da el castigo
que justamente merecen. Ahora, con el andar del tiempo el rey tiene
compasión de su pueblo, escoge a uno de sus ministros más fieles y abriendo
su corazón doliente dice: ‘Quiero fiarme de ti, escucha, he decidido darte el
mandato de que me llames a los pobres exiliados, que liberes a los
prisioneros, que restituyas el derecho de poseer los bienes que les quité, y si
me son fieles les duplicaré sus bienes, su felicidad.’ Y trata largamente con
este ministro de su confianza, planeando todo lo que se debe hacer; mucho
más que este ministro estaba siempre junto al rey rogando por su pueblo, que
diese a todos gracia de perdón y de reconciliación. Entonces después de
haber planeado juntos todo en secreto, llaman a los demás ministros dando
orden de que hagan llegar la buena noticia en medio de todo el pueblo, en las
prisiones, en el exilio, de cómo el rey quiere hacer la paz con ellos, que
quiere que cada uno regrese a su puesto y todos los bienes que el rey les
quiere dar; y mientras se esparcen estas bellas noticias, desean, suspiran, se
disponen con sus actos a recibir su libertad y el reino perdido por ellos;
1789
ahora, mientras se difunden las noticias, el fiel ministro está siempre junto al
rey urgiéndolo con ruegos incesantes para que el pueblo reciba el bien
establecido entre ellos. Precisamente esto es lo que he hecho Yo, porque lo
que se puede hacer entre dos, al tú por tú, en el secreto del dolor y del amor
de dos seres que se aman y que quieren el mismo bien, no se puede hacer
entre muchos. Un secreto dolor y amor de tu Jesús, unidos con el alma que
elijo, tienen tal poder: Yo de dar y ella de impetrar lo que se quiere; el
secreto entre tú y Yo ha madurado los tantos conocimientos que te he dado
del reino de mi Fiat Divino, ha hecho resurgir tus tantos actos en Él; el
secreto entre tú y Yo me ha hecho desahogar mi dolor tan grande y de tantos
siglos en los cuales mi Voluntad, mientras estaba en medio de las criaturas,
era vida de cada acto de ellas, no la conocían, la tienen en estado de agonía
continua. Hija mía, un dolor mío, desahogado en el secreto del corazón de
quien me ama, tiene la virtud de cambiar la Justicia en Misericordia, y mis
amarguras se cambian en dulzuras. Entonces, después que me he fiado de ti,
planeando juntos todo, he llamado a mis ministros dándoles orden de hacer
conocer al pueblo las bellas noticias sobre mi Fiat Supremo, sus tantos
conocimientos, y cómo llamo a todos a que vengan a mi reino, que salgan de
la cárcel, del exilio de su voluntad, que tomen posesión de los bienes
perdidos, que no vivan más infelices y esclavos de la voluntad humana, sino
felices y libres en mi Voluntad Divina. Y como este secreto ha tenido virtud
de decirnos corazón a corazón las tantas manifestaciones maravillosas del
eterno Fiat, saliendo fuera este nuestro gran secreto, hará tanto camino en el
pueblo, que sorprendidos rogarán con suspiros que venga mi reino que
pondrá término a todos sus males."
Marzo 19, 1927
Quien no cumple su misión en la tierra la cumplirá en el Cielo. La
misión del Fiat será larguísima. Orden de la Sabiduría Infinita.
Estaba preocupada por la salud del reverendo padre Di Francia, las
cartas que me habían llegado de él eran casi alarmantes, pensaba en la suerte
de mis escritos que tanto interés había tenido de llevárselos todos, ¿a dónde
irían a parar si Nuestro Señor se lo lleva consigo a la patria celestial? Y
además, su misión para la publicación de los conocimientos sobre el Fiat
quedaría sin fruto, porque se puede decir que nada ha hecho aún, a lo más se
puede decir el inicio la voluntad que tiene de hacer la publicación, pero para
hacer salir una obra tan extensa, ¿quién sabe cuánto tiempo se necesite? Y
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en cómo, para el padre, si en el bello principio Jesús se lo lleva, será una
misión sin fruto; y así será también para mí si fuera afortunada de irme a mi
patria, ¿cuál será el fruto de mi misión, de haberme sacrificado tanto, de
estarme las noches enteras escribiendo? Y también los tantos intereses de
Jesús quedarían sin fruto, porque un bien, lo ha dicho Él mismo, sólo lleva
su fruto cuando es conocido, entonces, si no serán conocidos, quedarán
como frutos escondidos, sin que ninguno reciba el bien que contienen.
Ahora, mientras esto pensaba, mi dulce Jesús se ha movido en mi interior y
me ha dicho:
"Hija mía, quien ha tenido una misión y apenas la ha iniciado, o bien
no la ha desarrollado del todo, y en lo mejor me lo llevo al Cielo, continuará
desde allá arriba su misión, porque llevará en el fondo de su alma el depósito
del bien, de los conocimientos que ha adquirido en vida y en el Cielo los
comprenderá con más claridad, y comprendiendo el gran bien de estos
conocimientos del Fiat Supremo, rogará él y hará rogar a todo el Cielo para
que se conozcan en la tierra, y conseguirá luz más clara a quien deberá
encargarse. Mucho más que cada conocimiento sobre mi Voluntad le dará
una gloria de más, una felicidad mayor, y a medida que se conozcan en la
tierra será duplicado en la gloria y en la felicidad, porque será cumplimiento
de su misión que tenía en su voluntad hacer, y es justo que a medida que se
desarrolle en la tierra reciba el fruto de su misión, por eso le decía que lo
hiciera pronto, lo urgía tanto a que no perdiera el tiempo, porque Yo quería
que no sólo tuviera el inicio de su misión sino que se adentrara en gran parte
en la publicación de los conocimientos del eterno Fiat, a fin de que no
hiciera todo desde el Cielo. En cambio, quien cumple su misión en la tierra
puede decir: ‘Mi misión ha terminado.’ Pero quien no la ha cumplido la
debe continuar desde el Cielo. Para ti, tú misión es larguísima, no podrás
cumplirla en la tierra, hasta en tanto que todos los conocimientos no sean
conocidos y el reino de mi Voluntad no sea establecido sobre la tierra, tu
misión jamás podrá decirse terminada, en el Cielo tendrás mucho qué hacer,
mi Voluntad que te ha tenido en la tierra ocupada para su reino, no te dejará
sin trabajar junto con Ella en el Cielo, te tendrá siempre en su compañía.
Así que no harás otra cosa que descender y subir del Cielo a la tierra para
ayudar y establecer con decoro, honor y gloria mi reino. Esto te será de gran
complacencia, felicidad y suma gloria, al ver tu pequeñez, que unida con mi
Querer ha transportado el Cielo a la tierra y la tierra al Cielo; contento
mayor no podrías recibir, mucho más porque verás la gloria de tu Creador
completada por parte de las criaturas, el orden restablecido, verás toda la
Creación con su pleno esplendor, al hombre, nuestro querido joyel en su
puesto de honor. ¿Cuál no será nuestro y tu sumo contento, la suma gloria y
1791
la felicidad sin fin, al ver la finalidad de la Creación realizada? Además, a ti
te daremos el nombre de redentora de nuestra Voluntad, constituyéndote
madre de todos los hijos de nuestro Fiat, ¿no estás contenta?"
Después de esto estaba siguiendo los actos de la Divina Voluntad, y no
encontrando a mi dulce Jesús pensaba entre mí que no me quería como
antes, porque antes parecía que no sabía estar sin mí, no hacía otra cosa que
ir y venir, ahora me deja sola sin Él aun días enteros; antes frecuentemente
me llevaba al Cielo y me hacía volver a la tierra con sumo dolor mío, ahora
todo ha terminado. Pero mientras esto pensaba, moviéndose en mi interior
me ha dicho:
"Hija mía, tú me ofendes al pensar que no te quiero como antes, esto
no es otra cosa que el orden de mi infinita Sabiduría. Tú debes saber que
también mi inseparable Mamá, en su tierna edad, estaba más en el Cielo que
en la tierra porque debía tomar de Nosotros los mares de Gracia, de Amor,
de Luz, para formar en Ella su cielo donde el Verbo Eterno debía concebirse
y tener su habitación. Por eso cuando este cielo fue formado en la Soberana
Reina, no fue ya necesario que fuera frecuentemente a la patria celestial,
pues ya tenía en Ella lo que estaba en el Cielo. Así he hecho contigo, lo que
era necesario antes no es necesario hoy, y además, ¿qué es más? ¿Poseerme
dentro en el fondo del alma, bajo el bello cielo de mi Voluntad formado en
ti, o bien visitar frecuentemente la patria celestial? Creo que es más
poseerlo, por eso todo lo que he hecho en ti antes, por tantos años, no ha sido
otra cosa que formar mi cielo en ti; después de formado es justo que me lo
goce, y debes gozar también junto conmigo que tu Jesús tiene su cielo en tu
alma."
Marzo 22, 1927
Quien vive en el Querer Divino vive en el eco de la voz de Jesús.
Efectos de cuando surge el Sol de la Divina Voluntad en el alma.
Continuando mi habitual estado estaba siguiendo al Querer Divino en
la Creación, y pasando de una cosa creada a otra llamaba a mi dulce vida, a
mi amado Jesús, que viniera junto conmigo a seguir los actos de su Voluntad
en todas las cosas creadas, y no viniendo, sentía el clavo de su privación que
me traspasaba y en mi dolor le decía: "Mi Jesús, yo no sé qué hacer para
reencontrarte, te hago llamar por tu Justicia en el mar, por tu Potencia en sus
olas fragorosas y Tú no me escuchas, te hago llamar por tu Luz en el sol, por
la intensidad de su calor que simboliza tu Amor y no vienes, te hago llamar
1792
por tu Inmensidad en todas tus obras, en la vastedad de la bóveda del cielo y
parece que no es a Ti a quien llamo. Pero dime al menos cómo debo hacer
para reencontrarte. Si no te encuentro en medio de tus obras, en tu misma
Voluntad, que son tus confines, ¿dónde podré encontrar mi vida?" Pero
mientras desahogaba mi dolor se ha movido dentro de mí diciéndome:
"Cómo es bella mi hija, cómo es bello ver su pequeñez como perdida
en mi Voluntad buscarme en medio de mis obras y no encontrarme."
Y yo: "Jesús mío, Tú me haces morir, dime, ¿dónde te escondes?"
Y Jesús: "Me escondo en ti; mira, si tú oyes la voz de una persona,
dices que el oír su voz es que ya está cerca de ti, ahora, mi Voluntad es el
eco de mi voz, si tu estás en Ella y giras por todas las obras de mi Fiat, ya
estás en el eco de mi voz, y estando en Ella estoy junto a ti, o bien dentro de
ti, que con mi aliento te doy el vuelo para girar hasta donde llega mi voz y
hasta donde mi Fiat se extiende."
Y yo sorprendida he dicho: "Amor mío, así que tu voz se hace
anchísima y larguísima porque tu Voluntad no hay punto donde no se
encuentre."
Y Jesús ha agregado: "Cierto hija mía, no hay voluntad, ni hay voz si
no está la persona que la emite, y así como mi Voluntad se encuentra por
todas partes, así no hay punto donde no llegue mi voz que lleva mi Fiat a
todas las cosas, por eso si te encuentras en mi Voluntad en medio de sus
obras, puedes estar más que segura de que tu Jesús está contigo."
Después de todo esto estaba pensando en el gran bien que nos trae la
Divina Voluntad, y mientras estaba toda inmersa en Ella mi dulce Jesús ha
agregado:
"Hija mía, así como el sol, que cuando surge hace huir las tinieblas y
hace surgir la luz, cambia la humedad de la noche de la cual las plantas han
sido investidas, de modo que yacían oprimidas, adormecidas y melancólicas,
y en cuanto surge, esa humedad la cambia en perlas, cubriendo todo, plantas,
flores y sobre toda la naturaleza, su halo argentino da de nuevo la alegría, la
belleza, quita el entorpecimiento de la noche y con su encanto de luz parece
que da la mano a toda la naturaleza para vivificarla, embellecerla y darle la
vida; el mar, los ríos, las fuentes dan temor en la noche, pero en cuanto surge
el sol, los rayos solares hacen huir ese temor e invistiéndolos hasta el fondo
forma en ellos un fondo de oro y de plata, cristaliza a las aguas y de ellas
forma el encanto más bello; así que toda la naturaleza resurge por medio del
sol, si no fuera por el sol se podría llamar obra sin vida. Así mismo, más
que sol es mi Voluntad, en cuanto surge en el alma la viste de luz, todos sus
actos son embellecidos con Luz Divina, de modo que se convierten en más
que fulgidísimos brillantes y en adornos preciosos, mientras que antes que
1793
surgiera el Sol de mi Querer eran como el rocío nocturno, que oprime a las
plantas y no les da ningún tinte de belleza, en cambio al surgir el sol, el rocío
forma el más bello ornamento a todas las plantas y da a cada una su tinta de
belleza y hace resaltar la diversidad y vivacidad de los colores. Así, en
cuanto surge mi Querer, todos los actos humanos quedan investidos de luz,
toman su puesto de honor en mi Voluntad, cada uno recibe su especial tinte
de belleza y la vivacidad de los colores divinos, de modo que el alma queda
transfigurada y cubierta de una belleza indescriptible. Conforme surge el
Sol de mi Querer pone en fuga todos los males del alma, quita el sopor que
han producido las pasiones, es más, ante la Luz del Fiat Divino, las mismas
pasiones besan aquella Luz y ambicionan convertirse en virtudes para hacer
homenaje a mi eterno Querer; en cuanto Él surge todo es alegría, y las
mismas penas, que como mares en la noche dan temor a las pobres criaturas,
si surge mi Querer pone en fuga la noche de la voluntad humana y quitando
todo temor forma su fondo de oro en aquellas penas y con su Luz inviste las
aguas amargas de las penas y las cristaliza en mares de dulzura, de modo de
formar un horizonte encantador y admirable, ¿qué no puede hacer mi
Querer? Todo puede hacer y todo puede dar, y donde surge hace cosas
dignas de nuestras manos creadoras."
Marzo 26, 1927
Quien posee la Divina Voluntad es el llamamiento a todos
los actos de Ella. Tantas veces se resurge en la Vida Divina
por cuantos actos se hacen en la Divina Voluntad. Quien
no hace la Divina Voluntad es el ladrón de la Creación.
Estaba pensando entre mí: "Cuando giro en la Suprema Voluntad
siguiendo sus actos en la Creación y en la Redención, parece que todas las
cosas hablan, que todas tienen algo que decir de este admirable Querer, en
cambio cuando estoy ocupada en otra cosa, todas las cosas se ponen en
silencio, parece que no tienen nada que decir." Pero mientras esto pensaba,
ha penetrado el sol en mi pequeña recámara y su luz golpeaba sobre mi cama
y yo me he sentido investir por su luz y su calor; mientras estaba en esto ha
salido una luz de dentro de mi interior, y arrojándose en la luz del sol, ambas
luces se han besado. Yo quedé sorprendida y mi dulce Jesús me ha dicho:
"Hija mía, cómo es bella mi Divina Voluntad bilocada en ti y en el sol,
Ella cuando reside en el alma y hace un dulce encuentro con sus obras, hace
fiesta y sumergiéndose en sus mismos actos que hace en las cosas creadas,
1794
se besan recíprocamente y una queda y la otra luz regresa triunfante a su
puesto, a ejercer su oficio querido por mi misma Voluntad. Entonces, el
alma que posee mi Voluntad es el llamamiento a todos los actos de Ella y en
cuanto se encuentran, súbito se reconocen, y por eso cuando tú giras en la
Creación y en la Redención, todas las cosas te hablan, son los actos de mi
Voluntad que te hablan en ellas, porque es justo que quien la posee conozca
la vida de Ella, que mientras parece dividida en tantas cosas creadas y
distinta en tantos actos diversos, sin embargo es un acto solo, y quien la
posee es necesario que esté al día de todos sus actos para formar un acto solo
con todos los actos de mi Voluntad."
Luego, siguiendo los actos que el Fiat Supremo había hecho en la
Redención, he llegado al momento cuando mi dulce Jesús estaba en acto de
resurgir de la muerte y yo estaba diciendo: "Jesús mío, así como mi te amo
te ha seguido al limbo, e invistiendo a todos los habitantes de aquel lugar te
hemos pedido todos juntos que apresures el reino de tu Fiat Supremo sobre
la tierra, así quiero imprimir mi te amo continuo sobre la tumba de tu
resurrección, a fin de que así como tu Divina Voluntad hizo resurgir a tu
Santísima Humanidad como cumplimiento de la Redención y como nuevo
contrato que restituía el reino de tu Voluntad sobre la tierra, así mi te amo
incesante, siguiendo todos los actos que hiciste en la resurrección, te pida, te
ruegue, te suplique que hagas resurgir a las almas en tu Voluntad, a fin de
que tu reino sea establecido en medio de las criaturas." Ahora, mientras esto
y otras cosas decía, mi amado Jesús se ha movido en mi interior y me ha
dicho:
"Hija mía, cada acto hecho en mi Voluntad, tantas veces hace resurgir
al alma en la Vida Divina, y por cuantos más actos hace en Ella, tanto más
crece la Vida Divina y tanto más se completa la gloria de la resurrección.
Así que la base, la sustancia, la luz, la belleza, la gloria, viene formada por
los actos hechos en mi Voluntad; Ella, tanto más puede dar, tanto más puede
embellecer y engrandecer, por cuanto más contacto se ha tenido con Ella. Es
más, quien ha vivido siempre en mi Querer, como ha tenido su dominio
sobre todos los actos de la criatura, poseerá el acto siempre nuevo de mi
Fiat, así que el acto nuevo y continuo de las bienaventuranzas no sólo lo
recibirá de Dios, sino que en virtud de mi Voluntad que ha poseído en la
tierra, poseerá en sí misma el acto nuevo de las bienaventuranzas, que
haciéndolo salir de sí investirá a toda la patria celestial, por eso habrá tal
armonía entre el acto nuevo de Dios y el acto nuevo de quien ha poseído mi
Querer, que formará el más bello encanto de aquella morada celestial. Los
prodigios de mi Querer son eternos y siempre nuevos."
1795
Después de esto pensaba entre mí: "Cómo es que Adán de un puesto
tan alto cuando fue creado por Dios, cayó tan abajo después del pecado." Y
mi siempre amable Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, en la Creación una fue la Voluntad que salió en campo al
crear todas las cosas, y con derecho sólo a esta le correspondía el dominio, el
régimen y el desenvolvimiento de su misma Vida en cada cosa y en cada ser
por Ella creados. Ahora, el hombre con sustraerse de nuestra Voluntad, no
fue más una la Voluntad que reinaba sobre la tierra, sino dos, y como la
humana era inferior a la Divina, se vació de todos los bienes de este Fiat
Supremo y haciendo la suya quitó el puesto a la Voluntad Divina, y esto fue
el más grande de los dolores; mucho más que esta voluntad humana había
salido y había sido creada por la Voluntad Divina para que todo fuese
propiedad suya, dominio suyo. Ahora, el hombre con sustraerse de nuestra
Voluntad se hizo reo por robar los derechos divinos, y haciendo su voluntad,
nada más le pertenecía de las cosas creadas por este Fiat, así que debía
encontrar un lugar donde no se extendiera nuestra obra creadora, pero esto le
era imposible, este lugar no existe, y mientras no estaba con nuestra
Voluntad, tomaba de sus cosas para vivir, se servía del sol, del agua, de los
frutos de la tierra, de todo, y éstos eran robos que nos hacía. Así que el
hombre con no hacer nuestra Voluntad se volvió el ladronzuelo de todos
nuestros bienes. Cómo fue doloroso el ver que la Creación debía servir a
tantos desertores, a tantos que no pertenecían al reino del Fiat Divino; y por
cuantas criaturas debían venir a la luz y no debían vivir en nuestro reino y
hacerse dominar por nuestra Voluntad, tantos puestos perdía sobre la tierra.
Sucedió como en una familia que en vez de que mande y domine el padre,
mandan y dominan todos los hijos, los cuales ni siquiera están de acuerdo
entre ellos, quién manda una cosa y quién otra, ¿cuál es el dolor de este
pobre padre al verse quitado el dominio por los hijos y ver la confusión y el
desorden de esta familia? Mucho más doloroso fue para mi Fiat Supremo
que la obra de sus mismas manos creadoras le quitaba el dominio, y
haciendo su voluntad se puso en contra de la mía, quitándole el derecho de
reinar. Hija mía, el no hacer mi Voluntad es el mal que encierra a todos los
males, es el desplome de todos los bienes, es destrucción de la felicidad, del
orden, de la paz, es la gran pérdida de mi reino divino."
Marzo 31, 1927
1796
El alma que vive en el Querer Divino es su triunfo.
Amenazas de guerras. Unión de todas las razas.
Me sentía toda sumergida y abandonada en el Querer Divino y
mientras seguía mis actos en Él, mi dulce Jesús moviéndose en mi interior
me ha dicho:
"Hija mía, el alma que vive en mi Voluntad Divina es el triunfo de
Ella, en cuanto el alma hace sus actos en mi Voluntad, hace salir de Ella su
virtud bilocadora, que aleteando en toda la Creación distiende su Vida
Divina. Así que el alma que vive en mi Voluntad me da la ocasión de
bilocar mi Vida por cuantos actos hace en Ella, y por eso no sólo es eltriunfo de mi Querer, sino que recibe más honor de esta alma que obra en Él
que de toda la Creación, porque en cada cosa creada puso Dios al crearlas,
dónde la sombra de su Luz, dónde las notas de su Amor, en alguna otra la
imagen de su Potencia, en otras las floraciones de su Belleza, así que cada
cosa creada tiene una cosa que pertenece a su Creador, en cambio en el alma
que vive en el Fiat Divino se pone todo Sí mismo, concentra todo su Ser y
bilocándose en ella llena toda la Creación con los actos que hace el alma en
su Voluntad para recibir de ella amor, gloria, adoración por cada cosa que
salió de nuestras manos creadoras. Por eso quien vive en Ella se pone en
relación con todas las cosas creadas, y tomando a pecho el honor de su
Creador, en esas mismas relaciones que recibe, por cada cosa creada, desde
la más pequeña a la más grande, envía la correspondencia de las relaciones
de todo lo que ha hecho su Creador, y por eso todas las comunicaciones
están abiertas entre el alma y Dios, la criatura entra en el orden divino y
goza la perfecta armonía con el Ser Supremo y es por esto el verdadero
triunfo de mi Voluntad, en cambio quien no vive en Ella vive con la
voluntad humana, y por eso todas las comunicaciones están cerradas con el
Ser Supremo, todo es desorden y desarmonía, sus relaciones son con sus
pasiones y en las pasiones genera sus actos, nada le interesan las noticias de
su Creador, se arrastra por la tierra más que serpiente y vive en el desorden
de las cosas humanas, por eso el alma que vive con su querer humano es el
deshonor del mío y la derrota del Fiat Divino en la obra de la Creación.
¡Qué dolor hija mía! Qué dolor que el querer humano quiere derrotar al
Querer de su Creador, que tanto la ama y que quiere, en su triunfo, el triunfo
de la misma criatura."
Después me lamentaba con Jesús de sus privaciones, cómo ahora,
quizá más que nunca, me hace sufrir más largamente su lejanía, sin embargo
me dice que me ama mucho, quién sabe si no terminará con dejarme del
todo. Pero mientras esto pensaba, mi dulce Jesús se ha movido en mi
1797
interior rodeándome de luz, me hacía ver en aquella luz guerras y
revoluciones encarnizadas, civiles y contra los católicos; se veían todas las
razas combatiendo y todos en acto de prepararse a otras guerras, y Jesús todo
afligido me ha dicho:
"Hija mía, tú no sabes cómo mi ardiente corazón quiere correr con el
amor hacia las criaturas, y mientras corre lo rechazan, pero corren junto a Mí
con las ofensas más brutales y con los fingimientos más horrendos.
Entonces, al ver mi Amor perseguido sale mi Justicia en campo y defiende a
mi Amor y con flagelos golpea a aquellos que me persiguen y descubre los
fingimientos que hacen no sólo conmigo, sino que se hacen entre ellas las
naciones, porque peleándose hacen conocer que en vez de amarse se odian
encarnizadamente. Este siglo se puede llamar el siglo de los más horribles
fingimientos, y esto en toda clase de personas, y por eso nunca se ponen de
acuerdo entre ellas y mientras aparentemente parece que se quieren poner de
acuerdo, en realidad van maquinando nuevas guerras. El fingimiento no trae
jamás verdadero bien, ni en el orden civil ni en el religioso, a lo más, alguna
sombra de bien que huye. He aquí por qué la tan decantada paz se queda en
palabras, no en hechos, la convierten en preparativos de guerra. Como ya tú
ves, muchas razas se han unido para combatir, unas por un pretexto y otras
por otro, otras se unirán, pero Yo me serviré de las uniones de estas razas,
porque para que venga el reino de mi Divina Voluntad es necesario que
venga la unión de todas las razas por medio de otra guerra mucho más
extensa que esta última, en la cual Italia había estado comprometida
financieramente. Con la unión de estas razas los pueblos se conocerán y
después de la guerra será más fácil la difusión del reino de mi Voluntad. Por
eso ten paciencia en soportar mi privación, es el vacío que quiere formar mi
Justicia para defender mi Amor perseguido. Tú reza y ofrece todo para que
el reino de mi Fiat venga pronto."
Abril 3, 1927
Efectos de un amor libre que ama, y efectos de un
amor forzado. En la Divina Voluntad los actos son
hechos con plenitud, completos y exuberantes.
Mientras estaba toda afligida por su privación y casi petrificada por el
dolor de verme como olvidada por mi amado Jesús, ha salido de dentro de
mi interior y apoyando sus manos sobre mis hombros ponía su cabeza sobre
mi pecho, y respiraba fuerte diciendo: "Todos esperan tus actos." Y
1798
mientras respiraba atraía en Sí todos mis actos hechos en su Divino Querer,
y ha agregado:
"Hija mía, los actos hechos en mi Querer son actos míos y por eso he
venido a tomarlos con mi respiro mientras respiraba sobre tu pecho, porque
todos estos actos tuyos, siendo actos míos, los esperan todos y Yo iré a
difundirlos en toda la Creación para poder recibir en todo el universo el
honor de un acto libre de criatura. Esta voluntad de criatura, libremente, no
forzada, viene en la mía y obra, y Yo recibo el honor de una voluntad libre
que es el honor más grande para Mí, que me es conveniente como Dios.
Una voluntad libre que me ama y que voluntariamente se anula para hacer la
mía y obrar en Ella es el gran portento de la Creación, por el cual fueron
creadas todas las cosas, porque debían servir a esta voluntad libre, no
forzada, para amarme, y ella, teniendo dominio sobre todas y gozando de
toda la Creación, debía servir como de voluntad a todas las cosas creadas,
pues ellas no tienen voluntad y la criatura debía servir como de voluntad a
ellas para dar en cada cosa creada su voluntad y su amor libre hacia su
Creador. Y sólo en mi Voluntad la humana puede difundirse a todo para dar
este honor tan grande a su Creador. Hija mía, una voluntad que no me ama
libremente, sino forzada, dice distancia entre criatura y Creador, dice
esclavitud y servidumbre, dice desemejanza. En cambio una voluntad libre
que hace la mía y me ama, dice unión entre el alma y Dios, dice filiación,
dice que lo que es de Dios es de ella, dice semejanza de santidad, de amor,
de modos, tanto que lo que hace Uno lo hace el otro, donde se encuentra
Uno, se encuentra el otro. Por eso creé al hombre libre de voluntad, para
recibir este honor grande que conviene a un Dios; una voluntad forzada que
me ama, que se sacrifica, Yo no sé qué hacer con ella, es más, ni siquiera la
reconozco, ni merece ningún premio, por eso toda mi mira está sobre el alma
que de espontánea voluntad vive en la mía. El amor forzado es de los
hombres, no de Dios, porque se contentan con las apariencias y no bajan al
fondo del oro de la voluntad para tener un amor sincero y leal; como el rey
que se contenta con la sujeción de los soldados con tal de que esté formado
su ejército, y no pone atención si los soldados tienen la voluntad lejana de él;
si ésta está lejana, tendrá el ejército, pero no estará al seguro, puede ser un
ejército que trama contra su corona y contra su vida. Un patrón tendrá
muchos siervos, pero si no lo sirven de voluntad, sino por necesidad, por
conveniencia, por temor, por cobrar su salario, estos siervos que comen de
su pan pueden ser sus primeros enemigos. Pero tu Jesús que ve en el fondo
de la voluntad no se contenta con las apariencias, y si esta voluntad
espontáneamente quiere y vive en la mía, mi gloria, la Creación, todo está al
seguro, porque son, no los siervos, sino mis hijos que la poseen y que aman
1799
tanto la gloria de su Padre Celestial, que estarían dispuestos y se sentirían
honrados de dar la propia vida por amor suyo."
Después me sentía toda sumergida en el eterno Fiat, y mi amado Jesús
ha agregado:
"Hija mía, en mi Voluntad todos los actos son hechos en la plenitud de
la luz, por tanto son actos llenos de todos los bienes. Estos actos son actos
completos, de manera que nada debe faltar y son exuberantes, brotan para
bien de todos. Mira, en cuanto tú en mi Voluntad llamabas a mi Mamá
Celestial, a los ángeles y santos a amarme, así sentía repetir en ti el amor de
mi Mamá, el amor de los ángeles, el amor de todo el Cielo. En cuanto
llamabas al sol, al cielo, a las estrellas, al mar y a todas las cosas creadas en
torno a Mí para darme el amor, la gloria de mis obras, así me sentía repetir
en ti lo que Yo había hecho al crear el sol, el cielo, las estrellas, el mar, y
todo el Amor que Yo puse fuera en toda la Creación. Así que el alma que
vive en mi Divina Voluntad es la repetidora de mis actos, que bilocándolos
me da lo que le he dado. ¡Oh, cómo tu Jesús goza al verse dar por la
pequeñez de la criatura los honores, el amor, la gloria de sus mismos actos
plenos, completos y exuberantes."
Abril 8, 1927
Todas las figuras y símbolos del antiguo testamento
simbolizaban a los hijos de la Divina Voluntad. Adán,
del punto más alto se precipitó al punto más bajo.
Estaba siguiendo los actos que el Querer Divino había hecho en toda
la Creación, también buscaba los actos que había hecho tanto en nuestro
primer padre Adán como en todos los santos del antiguo testamento,
especialmente donde el Supremo Querer había hecho resaltar su Potencia, su
Fuerza, su virtud vivificadora, y mi dulce Jesús moviéndose en mi interior
me ha dicho:
"Hija mía, las más grandes figuras del antiguo testamento, mientras
eran figuras y figuraban al futuro Mesías, encerraban al mismo tiempo los
dones, la figura, y simbolizaban todos los dones que habrían poseído los
hijos del Fiat Supremo. Adán fue la verdadera y perfecta imagen, cuando
fue creado, de los hijos de mi reino. Abraham fue símbolo de los privilegios
y del heroísmo de los hijos de mi Querer y así como llamé a Abraham a una
tierra prometida que manaba leche y miel, haciéndolo dueño de aquella
tierra, tierra tan fecunda que era envidiable y ambicionada por todas las otras
1800
naciones, era todo símbolo de lo que habría hecho con los hijos de mi
Voluntad. Jacob fue otro símbolo de ellos, porque descendiendo de él las
doce tribus de Israel, debía nacer en medio de ellos el futuro Redentor, que
debía reanudar de nuevo el reino del Fiat Divino a mis hijos. José fue
símbolo del dominio que habrían tenido los hijos de mi Voluntad, y así
como él no dejó morir de hambre a tantos pueblos y aun a sus ingratos
hermanos, así los hijos del Fiat Divino tendrán el dominio y serán causa de
no dejar perecer a los pueblos que pedirán de ellos el pan de mi Voluntad.
Moisés fue figura de la potencia, Sansón símbolo de la fuerza de los hijos de
mi Querer. David simbolizaba el reinar de ellos. Todos los profetas
simbolizaban la gracia, las comunicaciones, las intimidades con Dios, que
más que ellos habrían poseído los hijos del Fiat Divino. Mira, todos estos no
eran más que símbolos, figuras de ellos, ¿qué será cuando sean puestas fuera
la vida de éstos? Después de todos aquellos vino la Celestial Señora, la
Soberana Emperatriz, la Inmaculada, la sin mancha, mi Madre, Ella no era
símbolo ni figura, sino la realidad, la verdadera Vida, la primera hija
privilegiada de mi Voluntad, y Yo miraba en la Reina del Cielo la
generación de los hijos de mi reino; era la primera incomparable criatura que
poseía íntegra la Vida del Querer Supremo, y por eso mereció concebir al
Verbo Eterno y madurar en su corazón materno la generación de los hijos
del eterno Fiat. Después vino mi misma Vida, en la cual venía establecido el
reino que debían poseer estos hijos afortunados. Por todo esto puedes
comprender que todo lo que Dios hizo desde el principio desde la Creación
del mundo, que hace y que hará, su finalidad principal es de formar el reino
de su Voluntad en medio de las criaturas. Ésta es toda nuestra mira, ésta es
nuestra Voluntad y a estos hijos serán dados todos nuestros bienes, nuestras
prerrogativas, nuestra semejanza; y si te llamo a que sigas todos los actos
que ha hecho mi Voluntad tanto en la creación del universo como en las
generaciones de las criaturas, no excluyendo aquellos que hizo en mi Madre
Celestial, ni los que hizo en mi misma Vida, es para concentrar en ti todos
sus actos, hacerte don de ellos para poder hacer salir de ti todos juntos los
bienes que posee una Voluntad Divina para poder formar con decoro, honor
y gloria el reino del eterno Fiat. Por eso sé atenta en seguir mi Voluntad."
Después estaba pensando entre mí: "¿Cómo es que Adán al sustraerse
de la Voluntad Divina, de tal altura se precipitó tan bajo? Y Jesús
moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, así como en el orden natural, quien cae desde un punto
altísimo, o muere o queda tan deshecho y deformado que le resulta
imposible readquirir su estado anterior de salud, de belleza, de altura y
quedará como un pobre lisiado, ciego, jorobado y cojo, y si éste fuera padre,
1801
saldrían de él las generaciones de los lisiados, de los ciegos, de los jorobados
y de los cojos, así en el orden sobrenatural, Adán cayó de un punto altísimo;
él había sido puesto por su Creador en un punto tan alto que sobrepasaba la
altura del cielo, de las estrellas, del sol; con vivir en mi Voluntad moraba por
encima de todo, en Dios mismo. ¿Ves entonces desde dónde se precipitó
Adán? De la altura desde donde cayó, fue un milagro que no pereciera del
todo, pero si no murió, el golpe que recibió en la caída fue tan fuerte, que fue
inevitable quedar lisiado, deshecho y deformado de su insólita belleza, él
quedó despojado de todos los bienes, debilitado en el obrar, entontecido en
su intelecto, una fiebre continua lo debilitaba, que debilitándole todas las
virtudes no sentía más la fuerza para dominarse, el más bello carácter del
hombre, el dominio de sí mismo, desapareció, y entraron las pasiones a
tiranizarlo, a hacerlo inquieto y triste, y como era padre y cabeza de las
generaciones puso fuera la familia de los lisiados.
El no hacer mi Voluntad, creen que sea cosa de nada, en cambio es la
ruina total de la criatura, y por cuantos actos de más de voluntad propia
hace, tantas veces de más acrecienta sus males, su ruina y se excava el
abismo más profundo donde precipitarse."
Entonces pensaba entre mí: "Si Adán por una sola vez que se sustrajo
de la Divina Voluntad cayó tan bajo y cambió su fortuna en miseria, su
felicidad en amargura, ¿qué será de nosotros que tantas y tantas veces nos
sustraemos de esta adorable Voluntad?" Pero mientras esto pensaba, mi
amado y único bien ha agregado:
"Hija mía, Adán cayó tan bajo porque se sustrajo de una Voluntad
expresa de su Creador, en la cual venía encerrada la prueba para probarlo en
su fidelidad hacia Aquél que le había dado la vida y todos los bienes que
poseía. Mucho más que lo que Dios pedía de él, ante los tantos bienes que
gratuitamente le había dado, era que se privara, de los tantos frutos que le
había otorgado, sólo de uno por amor a Aquél que tanto le había dado. Y en
este pequeño sacrificio que Dios quería de él, le había hecho saber que no
quería otra cosa que estar seguro de su amor y de su fidelidad. Adán debería
haberse sentido honrado de que su Creador quería estar seguro del amor de
su criatura. Se acrecentó la culpa porque aquél que lo atrajo y persuadió a
caer, no era un ser superior a él, sino una vil serpiente, su capital enemigo.
Su caída trajo más graves consecuencias porque era la cabeza de todas las
generaciones, por eso todos los miembros debían sentir como
connaturalmente los efectos del mal de su cabeza. Mira entonces que
cuando una Voluntad mía es expresa, querida y mandada, el pecado es más
grave y las consecuencias son irremediables, y sólo mi misma Voluntad
puede reparar tanto mal, como sucedió a Adán; en cambio cuando no es
1802
expresa, si bien la criatura está en deber de pedir para conocer mi Voluntad
en su obrar, si dentro de su acto entra un bien es la pura gloria mía; pero si
no es expresa, no es tan grave el mal y es más fácil encontrar remedio, y esto
lo hago a cada criatura para probar su fidelidad y también para poner al
seguro el amor con el que dicen que me aman. ¿Quién es aquél que no
quiere estar seguro de un terreno que adquiere, que hasta llega a hacer las
escrituras? ¿Quién es aquél que no quiere estar seguro de la fidelidad de un
amigo, de la lealtad verdadera de un siervo? Entonces, para estar seguro
hago conocer que quiero los pequeños sacrificios, los cuales le llevarán
todos los bienes, la santidad y realizaran la finalidad para la que fueron
creados; en cambio si son reacias, todo estará trastornado en ellas y todos los
males le lloverán encima. Pero el no hacer mi Voluntad es siempre un mal,
más o menos grave, según el conocimiento que de Ella se posee."
Abril 12, 1927
La Divina Voluntad es equilibrada. Dios en la Creación puso
todas las relaciones entre el hombre y las cosas creadas.
Ejemplo de una ciudad. La nube luminosa.
Mi pobre estado se hace cada vez más penoso por las privaciones de
mi dulce Jesús. Qué duro martirio y muerte sin la dulce y amada esperanza
de reencontrar la vida; el dolor de haberlo perdido me aturde, me petrifica y
expande sobre mi pobre alma un rocío maléfico, el que expuesto a los rayos
de un sol ardiente en vez de vivificarme me seca, y quitándome los humores
vitales como hacen las heladas con las plantas, si no me hace morir me
marchita y me quita lo más bello de la vida. ¡Oh! cómo me sería más dulce
la muerte, es más, sería para mí la fiesta más bella, porque encontraría a
Aquél que amo, que curaría todas mis heridas. ¡Oh! privación de mi sumo
bien Jesús, cuán dolorosa y despiadada eres, por eso en el adorable Querer
llamo a todos a llorar mi dura suerte, llamo al cielo con su inmensidad a
llorar por Aquél que tanto suspiro, llamo a las estrellas con su centelleo a
llorar junto conmigo, a fin de que con su llanto dirijan los pasos de Jesús
hacia mí para no hacerme sufrir más. Llamo al sol para que convierta su luz
en lágrimas y su calor en dardos encendidos para atacar a Jesús y decirle:
"Hazlo pronto, ¿no ves que no puede más, y cómo todos derramamos
lágrimas amargas por aquélla que te ama y que siendo una su voluntad con
la nuestra, estamos todos obligados a llorar junto con ella?" Llamo a todo lo
creado a dolerse y a llorar junto conmigo por una pena tan grande,
1803
incalculable y sin medida, cual es tu privación. ¿Quién no debería llorar?
¡Oh! cómo quisiera convertir el murmullo del mar en voces piadosas para
llamarte, el serpenteo de los peces para ensordecerte; quisiera convertir el
canto de los pájaros en gemidos para enternecerte. ¡Jesús, Jesús, cuánto me
haces sufrir! ¡Oh, cuánto me cuesta tu amor! Pero mientras desahogaba mi
dolor, mi dulce Vida se ha movido en mi interior y me ha dicho:
"Hija mía, estoy aquí, no temas, si supieras cuánto sufro al verte penar
por causa mía, siento más pena por tu sufrimiento que por los sufrimientos
de todas las demás criaturas unidas juntas, porque tus penas son penas de
nuestra hija, miembro de nuestra familia celestial y las siento mucho más
que si fueran mías. Cuando está nuestra Voluntad en la criatura todo se
vuelve común e inseparable de Nosotros."
Entonces yo al oír esto, doliente como estaba he dicho que esto era
verdad en las palabras, pero que en los hechos me parecía que no lo era,
pues, ¿cómo es que me haces sufrir tanto para hacerte volver, y cuando estás
por venir retrasas el regreso, tanto que yo misma no sé que más hacer ni a
quien más recurrir? Me pones en la impotencia de poderte encontrar y ni
siquiera en tu misma Voluntad logro encontrarte, porque Ella es inmensa y
Tú te escondes en su Inmensidad y yo pierdo el camino de tus pasos y te
extravío. Por eso es bonito el hablar, y los hechos, ¿dónde están? Si tanto
sufrías por mis penas, deberías haberte dado prisa y venir a aquélla que no
conoce ni otro amor ni otra vida sino la tuya." Y Jesús estrechándome a Sí,
todo conmovido ha agregado:
"Pobre hija, ánimo, tú no sabes realmente lo que significa vivir en mi
Voluntad, Ella posee el perfecto equilibrio y todos los atributos están en
suma concordia, uno no es inferior al otro, y cuando es necesario castigar a
los pueblos por los tantos pecados, mi Justicia exige estos vacíos de que tú
estés privada de Mí para poderse equilibrar mandando los flagelos que
merecen, por eso te pone como a un lado en mi Voluntad y hace su curso.
Cuántas veces se encontró mi gimiente Humanidad con estos obstáculos de
mi Justicia, y Yo debí ceder por amor del equilibrio de mi Voluntad.
¿Quisieras tú desequilibrar, con tenerte en Ella, el orden de mis atributos?
No, no, hija mía, deja que mi Justicia haga su curso y tu Jesús estará como
antes, siempre contigo. ¿No sabes tú que en mi Voluntad debes sufrir lo que
sufrió mi Humanidad, donde Ella fue tan exigente e inexorable conmigo por
causa de la Redención? Así para ti, se vuelve exigente e inexorable por
causa del reino del Fiat Supremo. Es por esto que mi Humanidad se
esconde, porque mi Justicia quiere hacer su curso y mantener su equilibrio."
Jesús bendito ha hecho silencio y después ha agregado:
1804
"Hija mía, al poner fuera la Creación, mi Voluntad puso en vínculos
de unión a todos los seres, así que todos estaban en relaciones entre ellos,
cada uno poseía su hilo eléctrico de comunicación entre una y la otra; el
hombre poseía tantos hilos eléctricos por cuantas cosas creadas existían,
porque siendo el rey de todo, era justo y necesario que tuviese la
comunicación con toda la Creación para tener dominio sobre ella. Ahora, en
cuanto se sustrajo de la Divina Voluntad rompió el primer hilo de
comunicación y quedó como una ciudad, donde si se rompe el hilo primario
que comunica la corriente eléctrica queda a oscuras, y a pesar de que existan
los demás hilos eléctricos, no tienen más virtud de dar luz a toda la ciudad,
porque la fuente de donde viene la luz, estando rota, ni ella puede darla ni
los hilos recibirla. Así que quedó como una ciudad a oscuras, y sus
relaciones, los hilos eléctricos de comunicación no funcionaban más. La
fuente de la luz se había retirado de él, porque él mismo había roto la
comunicación, quedó como un rey depuesto, destronado y sin dominio; su
ciudad estaba carente de toda luz, envuelto en las tinieblas de la propia
voluntad. Mi Voluntad cuando es poseída por el alma simboliza una ciudad
llena de luz y que tiene comunicación con todas las partes del mundo, es
más, sus comunicaciones se extienden en el mar, en el sol, en las estrellas,
en el cielo; a esta ciudad llegan de todas partes provisiones de todo tipo, así
que es la más rica, proveída de todo y por medio de las comunicaciones es la
más conocida del Cielo y de la tierra; todo a ella afluye y es la más amada.
Todo lo contrario para quien no posee mi Voluntad: vive en escasez, sufre
hambre, apenas las migajas le son concedidas por piedad; frecuentemente es
saqueada por los enemigos, sufre la oscuridad y vive en la más escuálida
miseria."
Después de esto, sintiéndome oprimida por la privación de mi dulce
Jesús, con el agregado de mis otras penas, estaba ofreciendo todo en el
adorable Querer y para obtener el triunfo de su reino. Ahora, mientras esto
hacía, he mirado el cielo tapizado de nubes blancas y brillantes y mi dulce
Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, mira qué bellas son esas nubes, cómo tapizan el cielo y
forman un bello ornamento a la bóveda azul, ¿pero quién ha sido el que ha
cambiado la oscuridad y ha hecho huir de dentro de aquellas nubes las
tinieblas, las sombras negras y las ha transformado en blancas y refulgentes
nubes? El sol, que invistiéndolas con su luz les ha hecho perder la oscuridad
y las ha transformado en nubes de luz. Así que son nubes, pero ya no nubes
que dan tinieblas y oscurecen la tierra, sino nubes que dan luz, y mientras
que antes que las invistiera el sol parecían que hacían afrenta con su
oscuridad quitándole lo bello de su azul, ahora le hacen honor y le forman un
1805
bello ornamento. Ahora hija mía, las penas, las mortificaciones, mis
privaciones, las circunstancias dolorosas, son como nubes para el alma, quedan tinieblas, pero si el alma hace correr todo en mi Voluntad, Ésta, más que
sol las inviste y las convierte en fulgidísimas nubes de luz, de modo que
forman el más bello ornamento en el cielo del alma. En mi Voluntad todas
las cosas pierden la parte oscura que oprime y parece que hace afrenta a la
pobre criatura, y todo sirve para darle luz y adornarla con refulgente belleza;
y Yo voy repitiendo a todo el Cielo: Miren cuán bella es la hija de mi
Voluntad, adornada por estas nubes blancas y fúlgidas; ella se nutre de luz y
mi Querer, invistiéndola con su Luz, la convierte en esplendidísima luz."
Abril 14, 1927
Nuestro Señor vino a la tierra a sufrir todos los males que había
hecho la voluntad humana. Cómo la palabra de Jesús es vida.
Estaba pensando en la Divina Voluntad y el mal del querer humano, y
mi amado Jesús todo afligido me ha dicho:
"Hija mía, todo lo que Yo sufrí en mi Humanidad no fue otra cosa que
todo el mal que había producido la voluntad humana a la pobre criatura.
Ella formó la prisión, le quitó la libertad de poder espaciarse en su Dios, en
los cielos, donde quisiera, la volvió incapaz de hacer el bien, le quitó la luz y
la circundó de densas tinieblas. Yo vine sobre la tierra y me encerré en la
prisión del seno de mi querida Mamá, y si bien era santa aquella prisión,
pero no se puede negar que era la más estrecha y oscura prisión que pudiera
existir en el mundo, tanto, que no podía extender ni una mano ni un pie, ni
me era concedido dar ni un paso, ni había espacio para poder abrir los ojos.
Todo esto había hecho la voluntad humana a las criaturas, y Yo desde el
principio de mi concepción vine a sufrir la pena para abatir la prisión de la
voluntad humana y restituirle lo que había perdido. Quise nacer en un
establo y sufrir la pobreza más extrema; más que establo había formado el
querer humano a las pobres criaturas, mientras que las pasiones habían
formado el estiércol en sus almas y soplando más que viento habían quedado
ateridas por un frío intenso, hasta influir sobre la naturaleza y quitarle no
sólo la felicidad terrestre, sino le hicieron probar el hambre y la pobreza no
sólo del alma, sino también la del cuerpo, y Yo quise sufrir el frío, la
pobreza extrema, el hedor del estiércol que había en el establo, y viendo dos
animales cerca de Mí, tenía el dolor de que el querer humano había
convertido casi en bestia nuestra obra más bella, nuestro amado joyel,
1806
nuestra amada imagen cual era el pobre hombre. No hubo pena que Yo sufrí
que no tuviera su principio en la voluntad humana, y Yo me sujetaba a todo
para rehabilitarla de nuevo en el reino del Fiat Supremo; hasta en mi Pasión,
quise sufrir el ser despojado en la flagelación y desnudado en la cruz,
estirado en modo horrible, tanto que se podían contar mis huesos, entre
confusiones, abandonos y amarguras indecibles. Todo esto no era otra cosa
que el desahogo del querer humano que lo había despojado de todos los
bienes y con su aliento venenoso lo había cubierto de confusión y de
oprobios hasta transformarlo en forma horrible y a volverlo objeto de
escarnio ante sus enemigos. Hija, si quieres conocer todos los males que ha
hecho la voluntad humana, estudia bien mi Vida, numera una por una mis
penas y leerás los caracteres negros de la historia maléfica de la voluntad
humana; sentirás tanto horror al leerla, que te contentarás con morir antes
que hacer entrar en ti una sola sílaba de ella."
Después de esto Jesús ha hecho silencio, estaba todo taciturno,
pensativo y afligido; miraba en torno y a lo lejos como si quisiera indagar las
disposiciones de las criaturas, y no viéndolas dispuestas continuaba su
profundo silencio; por ello he debido pasar varios días de privación, como siÉl no viviera en mí. Después, como sol que surge he comenzado a sentir
que se movía en mi interior y me ha dicho:
"Hija mía, cuando Yo hablo sale de Mí una Vida, el don más grande, y
debo ver si hay disposición por parte de las criaturas para poner en ellas esta
Vida, y no viéndola estoy obligado a callar, porque no hay lugar donde
poner este gran don. He aquí la causa por la que muchas veces no hablo,
porque lo que se refiere al Fiat Divino no es sólo para ti sola, sino que
servirá a las otras criaturas, a lo más forma su capital en ti para transmitirlo
para bien de las demás, entonces mientras hago silencio tú ruega que sea
conocido el reino de mi Voluntad y sufre porque te ves privada de Mí, tu
vida; vivir sin vida es el más grande martirio, estas penas y estas oraciones
maduran el don, y mientras me hacen abrir la boca para hacer salir la nueva
Vida que concierne a mi Voluntad, disponen a las criaturas a recibirla. Estas
penas son más que rayos de sol que maduran los campos, las frutas, las
flores, por eso todo es necesario: El silencio, las penas, las oraciones, para
el decoro de las manifestaciones de mi Voluntad."
1807
Abril 16, 1927
Nuestro Señor hizo el depósito de su Vida Sacramental en el corazón
de la Santísima Virgen. El gran bien que puede hacer una vida
animada por la Divina Voluntad. La Virgen Santísima, en sus
dolores, encontraba el secreto de la fuerza en la Voluntad Divina.
Estaba haciendo la hora cuando Jesús instituyó la Santísima
Eucaristía, y moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, cuando hago un acto, primero veo si hay al menos una
criatura donde poner el depósito de mi acto, a fin de que tome el bien que
hago, lo tenga custodiado y bien defendido. Ahora, cuando instituí el
Santísimo Sacramento busqué a esta criatura y mi Reina Mamá se ofreció a
recibir este acto mío y el depósito de este gran don diciéndome: ‘Hijo mío,
si te ofrecí mi seno y todo mi Ser en tu Concepción para tenerte custodiado y
defendido, ahora te ofrezco mi corazón materno para recibir este gran
depósito, y dispongo en orden de batalla, en torno a tu Vida Sacramental,
mis afectos, mis latidos, mi amor, mis pensamientos, toda Yo misma para
tenerte defendido, cortejado, amado, reparado; tomo Yo el empeño de
corresponderte por el gran don que haces, confía en tu Mamá y Yo pensaré
en la defensa de tu Vida Sacramental; y como Tú mismo me has constituido
Reina de toda la Creación, tengo el derecho de alinear en torno a Ti toda la
luz del sol como homenaje y adoración, a las estrellas, al cielo, al mar, a
todos los habitantes del aire, todo lo pongo en torno a Ti para darte amor y
gloria."
Ahora, asegurándome donde podía poner este gran depósito de mi
Vida Sacramental y fiándome de mi Mamá que me había dado todas las
pruebas de su fidelidad, instituí el Santísimo Sacramento. Era Ella la única
criatura digna que podía custodiar, defender y reparar mi acto. Entonces
mira, cuando las criaturas me reciben, Yo desciendo en ellas junto con los
actos de mi inseparable Mamá, y sólo por esto es que puedo continuar mi
Vida Sacramental. Por esto es necesario que escoja primero una criatura
cuando quiero hacer una obra grande, digna de Mí, primero para tener el
lugar donde poner mi don, segundo para tener la correspondencia. También
en el orden natural se hace así, si el agricultor quiere sembrar la semilla, no
la arroja en medio del camino, sino que va en busca del pequeño terreno, lo
prepara, forma los surcos y después pone la semilla, y para estar seguro la
cubre con tierra esperando con ansia la cosecha para recibir la
correspondencia de su trabajo y de la semilla que ha confiado a la tierra.
Otro quiere formar un bello objeto, primero prepara las materias primas, el
1808
lugar donde ponerlo y después lo forma. Así también he hecho contigo, te
escogí, te preparé y después te confié el gran don de las manifestaciones de
mi Voluntad, y así como confié a mi amada Mamá la suerte de mi Vida
Sacramental, así he querido fiarme de ti, confiándote la suerte del reino de
mi Voluntad."
Después continuaba pensando en todo lo que mi amado Bien había
hecho y sufrido en el curso de su Vida, y Él ha agregado:
"Hija mía, mi Vida fue brevísima acá abajo y la mayor parte me la
pasé escondido, pero a pesar de que fue brevísima, como mi Humanidad
estaba animada por una Voluntad Divina, ¿cuántos bienes no hice? Toda la
Iglesia toma de mi Vida, a saciedad bebe de la fuente de mi doctrina, cada
palabra mía es una fuente que brota en cada cristiano, cada ejemplo es más
que sol que ilumina, que calienta, que fecunda y hace madurar las más
grandes santidades. Si se quisiera comparar a todos los santos, todos los
buenos, todas sus penas y su heroísmo, todo puesto en comparación a mi
Vida brevísima, serían siempre las pequeñas llamitas delante al gran sol, y
como en Mí reinaba la Divina Voluntad, todas las penas, las humillaciones,
confusiones, oposiciones, acusaciones que me hacían los enemigos en el
curso de mi Vida y de mi Pasión, sirvió todo para su vergüenza y para mayor
confusión de ellos mismos, porque estando en Mí una Voluntad Divina,
sucedía de Mí como sucede al sol cuando las nubes, extendiéndose en lo
bajo del aire, parece que quieren hacer ultraje al sol oscureciendo la
superficie de la tierra quitando momentáneamente la viveza de la luz solar,
pero el sol se ríe de las nubes porque ellas no pueden hacer vida perenne en
el aire, su vida es fugaz, basta un pequeño viento para hacerlas desaparecer y
el sol queda siempre triunfante en su plenitud de luz que domina y llena toda
la tierra. Así sucede de Mí, todo lo que me hicieron mis enemigos y aun mi
misma muerte, fueron como tantas nubes que cubrieron mi Humanidad, pero
al Sol de mi Divinidad no lo pudieron tocar, y no apenas el viento de la
Potencia de mi Voluntad Divina se movió, desaparecieron las nubes y más
que sol resucité glorioso y triunfante, quedando los enemigos más
avergonzados que antes. Hija mía, en el alma donde reina mi Voluntad con
toda su plenitud, los minutos de vida son siglos y siglos de plenitud de todos
los bienes, y donde Ella no reina, los siglos de vida son apenas minutos de
bienes que contienen; y si el alma donde reina mi Querer sufriera
humillaciones, oposiciones y penas, son como nubes que el viento del Fiat
Divino descarga sobre aquellos, para su vergüenza, que han osado tocar a la
portadora de mi eterno Querer."
Después de esto estaba pensando en el dolor cuando mi dolorosa
Mamá, traspasada en el corazón se separó de Jesús, dejándolo muerto en el
1809
sepulcro y pensaba entre mí: "¿Cómo fue posible que haya tenido tanta
fuerza de dejarlo? Es cierto que estaba muerto, pero era siempre el cuerpo
de Jesús, ¿cómo su amor materno no la consumió para no dejarle dar un solo
paso lejos de aquel cuerpo extinto? Y sin embargó lo dejó. ¡Qué heroísmo,
qué fortaleza!" Pero mientras esto pensaba, mi dulce Jesús se ha movido en
mi interior y me ha dicho:
"Hija mía, ¿quieres saber cómo es que mi Mamá tuvo la fuerza de
dejarme? Todo el secreto de su fuerza estaba en mi Voluntad reinante en
Ella. Ella vivía de Voluntad Divina, no humana, y por eso contenía la fuerza
inmensurable. Es más, tú debes saber que cuando mi traspasada Mamá me
dejó en el sepulcro, mi Querer la tenía inmersa en dos mares inmensos, uno
de dolor y el otro, más extenso, de alegrías, de bienaventuranzas, y mientras
el de dolor le daba todos los martirios, el de la alegría le daba todos los
contentos y su bella alma me siguió al limbo y asistió a la fiesta que me
hicieron todos los patriarcas, los profetas, su padre y su madre, nuestro
amado San José; el limbo se transformó en paraíso con mi presencia y Yo no
podía hacer menos que hacer participar a Aquélla que había sido inseparable
en mis penas, hacerla asistir a esta primera fiesta de las criaturas, y fue tanta
su alegría, que tuvo la fuerza de separarse de mi cuerpo, retirándose y
esperando el momento de mi Resurrección como cumplimiento de la
Redención. La alegría la sostenía en el dolor, y el dolor la sostenía en la
alegría. A quien posee mi Querer no puede faltarle ni fuerza ni potencia ni
alegría, todo lo tiene a su disposición. ¿No lo experimentas en ti misma
cuando estás privada de Mí y te sientes consumar? La Luz del Fiat Divino
forma su mar, te hace feliz y te da la vida."
Abril 18, 1927
La Resurrección de Nuestro Señor ha dado a las criaturas el derecho
de resucitar. Diferencia que hay entre quien obra en el Divino
Querer y entre quien obra fuera de Él.
1810
Estaba siguiendo los actos del Santo Querer Divino cuando Jesús
resucitó del sepulcro, glorioso y triunfante, y mi amable Jesús saliendo de
dentro de mi interior me ha dicho:
"Hija mía, con el resucitar, mi Humanidad dio el derecho a todas las
criaturas de hacer resurgir no sólo sus almas a la gloria y a la
bienaventuranza eterna, sino también a sus cuerpos. El pecado había quitado
estos derechos de resucitar a las criaturas; mi Humanidad con resucitar los
restituyó. Ella encerraba el germen de la resurrección de todos, y en virtud
de este germen encerrado en Mí, todos tuvieron el bien de poder resucitar de
la muerte. Quien hace el primer acto debe tener la virtud de encerrar en sí
todos los demás actos que deben hacer las otras criaturas, de modo que en
virtud del primer acto, los demás puedan imitarlo y hacer el mismo acto.
¿Cuánto bien no llevó la Resurrección de mi Humanidad, dando el derecho a
todos de resucitar? Para el hombre, porque se había sustraído de mi
Voluntad, la gloria, felicidad, honores, todo le había quedado malogrado,
había roto el eslabón de unión que uniéndolo con Dios le daba los derechos a
todos los bienes de su Creador, y mi Humanidad con resucitar enlazó el
eslabón de unión, restituyéndole los derechos perdidos, dándole virtud de
resucitar. Toda la gloria, todo el honor es de mi Humanidad, si Yo no
hubiera resucitado, ninguno podría resucitar. Con el primer acto viene la
sucesión de los actos semejantes al primero. Mira qué cosa es la potencia de
un primer acto, mi Mamá Reina hizo el primer acto de concebirme; Ella para
poder concebirme a Mí, Verbo Eterno, encerró en Sí todos los actos de las
criaturas para corresponder a su Creador en modo de poder decirle: ‘Soy Yo
que te amo, te adoro, te doy satisfacción por todos.’ Entonces, encontrando
a todos en mi Mamá, a pesar de que fue una mi concepción, pude darme a
todos como vida de cada criatura. Así tú hija mía, con hacer tus primeros
actos en mi Voluntad, las otras criaturas reciben el derecho de entrar en Ella
y de repetir tus actos para recibir los mismos efectos. Cómo es necesario
que aunque sea uno solo haga el primer acto, porque esto sirve para abrir la
puerta, preparar las materias primas, sirve para formar el modelo para dar
vida a ese acto. Cuando el primero está hecho, a los demás les resulta más
fácil imitarlo. Esto sucede aun en el bajo mundo, quien es el primero en
formar un objeto debe trabajar más, sacrificarse más, debe preparar todas las
materias que se necesitan, debe hacer tantas pruebas y cuando el primero
está hecho, no sólo adquieren el derecho de poderlo hacer los demás, sino
que les resulta más fácil el repetirlo, pero toda la gloria es de quien ha hecho
el primero, porque si no hubiese hecho el primero, los otros actos semejantes
jamás habrían podido tener existencia. Por eso sé atenta a formar tus
1811
primeros actos si quieres que el reino del Fiat Divino venga a reinar sobre la
tierra."
Después de esto estaba fundiéndome en el Santo Querer Divino,
llamando a todos los actos de las criaturas para que todos resurgieran en Él,
y mi dulce Jesús me ha dicho:
"Hija mía, que gran diferencia hay entre un acto hecho en mi Voluntad
y un acto, aun bueno, hecho fuera de Ella. En el primero corre una Vida
Divina dentro de él y esta Vida llena Cielo y tierra, y ese acto recibe el valor
de una Vida Divina; en el segundo corre un acto de vida humana y éste es
limitado, restringido, y muchas veces su valor termina cuando termina el
acto, y si algún valor hay dentro, es valor humano sujeto a perecer."
Abril 22, 1927
Cómo la Creación son los ornamentos del Ser Divino. Incapacidad
de comprenderlo. Gran complacencia en la creación del hombre.
Continuando mi habitual estado, mi dulce Jesús se hacía ver como
niño, todo afligido, y era tanta su tristeza que parecía como si se sintiese
morir. Yo me lo he estrechado al corazón, lo he besado muchas veces, quién
sabe qué cosas no habría hecho para consolarlo. Y Jesús suspirando me ha
dicho:
"Hija mía, mira cómo es bella toda la Creación, que fascinación de
luz, que encanto de variedad y de rara belleza, sin embargo no son otra cosa
que ornamentos de nuestro Ser Divino; si tales son nuestros ornamentos,
nuestro Ser supera en modo incomprensible a nuestros mismos ornamentos,
y la criatura es incapaz de comprender toda la incomprensibilidad de nuestro
Ser. Así como el ojo es incapaz de encerrar en él toda la vastedad de la luz
del sol, la ve, se llena el ojo de luz por cuanto de ella puede contener, pero
encerrarla toda, medir la largura y la anchura hasta dónde la luz se extiende,
le resulta imposible, así es nuestro Ser para la capacidad humana y son
nuestros ornamentos lo que siempre ve y toca con su mano; el sol lo ve, la
luz la toca y ella hace sentir su calor, ve la inmensidad de las aguas del mar,
ve la bóveda azul del cielo con tantas estrellas, pero saber decir de qué está
formada la luz, cuánta luz contiene el sol, cuánta agua contiene el mar,
cuántas estrellas y de qué está formada esa bóveda azul, de esto no sabrá
decir nada, ve y goza de todo esto, pero es el primer ignorante en aritmética,
en peso y medida. Si esto es de nuestros ornamentos, mucho más es de
nuestro Ser Divino. Pero tú debes saber que toda la Creación y cada cosa
1812
creada da lección al hombre, ellas narran nuestras cualidades divinas, y cada
una da lección de la cualidad que contiene: El sol da lección de luz y enseña
que para ser luz se necesita ser puro, despojado de toda materia; la luz
contiene el calor unido a ella, no se puede separar la luz del calor, así que si
quieres ser luz debes amar sólo a tu Creador, y esto te llevará como sol, la
fecundidad del bien. El cielo te da lección de mi patria celestial, te llama
continuamente a tu Creador, te da lección de desapego de lo que es tierra, te
da lección de la altura de santidad a la cual debes llegar, te da lección de que
debes adornarte más que de estrellas de todas las virtudes divinas. Así que
cada cosa da lección y llama al hombre a reflejarse en ellas para copiarlas e
imitarlas; no he puesto fuera mis ornamentos sólo para hacerlos ver, sino
para que imitándolos pudiese adornarse la criatura, sin embargo, ¿quién
pone atención para escuchar tantas lecciones? Casi ninguno."
Y todo afligido ha hecho silencio. Entonces yo he seguido al Supremo
Querer en el acto cuando estaba el Ser Divino por crear al hombre, a fin de
que pudiese también yo, junto con mi primer padre Adán, amarlo con aquel
amor con el que él lo amó en el primer instante cuando fue creado; quería
recibir aquel aliento divino, aquel desahogo de amor para darlo nuevamente
a mi Creador. Pero mientras esto pensaba, mi dulce Jesús complaciéndose
todo me ha dicho:
"Hija mía, para quien vive en mi Voluntad no hay acto nuestro que no
pueda estar presente, ni acto nuestro que hayamos hecho salir fuera de
Nosotros que no pueda recibir; he aquí para ti mi aliento y nuestro desahogo
de amor. Cómo fue grande nuestra complacencia en este primer acto de la
creación del hombre; habíamos creado cielo y tierra, pero nada de nuevo
sentimos en Nosotros, pero al crear al hombre fue muy diferente, era una
voluntad que era creada, y voluntad libre, y en ella encerramos la nuestra,
poniéndola como en un banco para recibir los intereses de nuestro Amor, de
la gloria, de nuestra adoración que a Nosotros convenía. ¡Oh! cómo
rebosaba en Nosotros el amor, cómo se estremecía de alegría al verterse en
esta libre voluntad para oírse decir, ‘te amo’, y cuando el hombre lleno de
nuestro Amor hizo salir de su pecho la primera palabra, ‘te amo’, grandísima
fue nuestra complacencia, porque fue como si nos diera los intereses de
todos los bienes que habíamos puesto en él. Esta voluntad libre, creada por
Nosotros, era la depositaria del capital de una Voluntad Divina, y nos
contentábamos con un modesto interés, sin pretender más el capital. Por eso
fue grande el dolor de la caída del hombre, porque nos rechazó el capital
para no darnos el modesto interés, y su banco quedó vacío, y su enemigo
haciendo alianza con él, lo llenó de pasiones y de miserias, pobrecito, quedó
fallido. Ahora hija mía, como el acto de la creación del hombre fue un acto
1813
solemne y de gran complacencia nuestra, te llamamos y te queremos a ti en
este acto, para repetir la solemnidad del acto, poniendo en tu voluntad el
gran capital de la nuestra, y mientras esto hacemos, nuestro Amor redunda y
se estremece de alegría y de gran complacencia porque vemos realizada
nuestra finalidad. Ciertamente tú no nos negarás el modesto interés, no
rechazarás nuestro capital, ¿no es verdad? Es más, cada día haremos
cuentas, te haré presentarte en aquél primer acto cuando creamos esta libre
voluntad, tú para darme el interés, y Yo para ver si puedo agregar algo más a
mi capital."
Mi mente se perdía en el Fiat Divino y pensaba entre mí: "¡Oh! cómo
quisiera recibir aquel acto primero de la creación, aquel desahogo divino de
intenso amor que vertió sobre la primera criatura cuando la creó, quisiera
recibir aquel aliento omnipotente para poder dar nuevamente a mi Creador
todo el amor y toda aquella gloria que había establecido recibir de la
criatura." Pero mientras esto pensaba, mi dulce Jesús estrechándome a Sí
me ha dicho:
"Hija mía, es precisamente ésta mi finalidad de venir tan
frecuentemente a ti, tanto, que a alguno le podrá parecer extraño y casi fuera
de mi costumbre, porque el ir tan frecuentemente casi no lo he hecho con
ninguno. Todo esto es para reordenar mi acto primero del modo como creé a
la criatura, y por eso vuelvo a ti, me entretengo como el más amantísimo
padre con su hija, ¿cuántas veces no te he infundido mi aliento, hasta no
poder contener mi soplo omnipotente? He derramado en ti mi Amor
contenido hasta llenarte hasta el borde de tu alma; todo esto no era otra cosa
que la renovación del acto solemne de la creación, quería sentir aquella gran
complacencia de cuando creé al hombre, y por eso vengo a ti, no sólo para
renovarlo sino para reordenar el orden, la armonía, el amor entre Creador y
criatura en el modo como fue creada. En el principio de la creación del
hombre no había distancia entre Yo y él, todo era familiaridad, no apenas me
llamaba y Yo estaba con él, lo amaba como hijo y como por hijo Yo me
sentía tan atraído hacia él, que no podía hacer menos que ir a entretenerme
frecuentemente con él. Yo contigo estoy renovando el principio de la
creación, por eso sé atenta a recibir un bien tan grande."
Abril 24, 1927
Trastorno general para reordenar el reino del Fiat. Desahogo de Amor
Divino en la Creación, y cómo éste aún permanece. Cómo estaba
concentrada en el alma toda la Creación.
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Me sentía amargada por la privación de mi dulce Jesús, y mientras
suspiraba por su regreso ha salido de dentro de mi interior, pero tan afligido
que daba piedad y yo le he dicho: "Pero dime, ¿qué tienes que estás tan
afligido?" Y Jesús:
"Ah, hija mía, deben suceder cosas graves; para reordenar un reino,
una casa, primero sucede un trastorno general y muchas cosas perecen,
algunos pierden, otros ganan, en suma sucede un trastorno, un fatigarse de
más y muchas cosas se sufren para reordenar, renovar y dar la nueva forma
al reino, o bien a la casa. Se sufre más y se trabaja de más si se debe destruir
para edificar, que si se debiese sólo edificar. Así sucederá para reedificar el
reino de mi Voluntad, cuántas innovaciones se necesita hacer, es necesario
trastornar todo, abatir y destruir seres humanos, trastornar la tierra, el mar, el
aire, el viento, el agua, el fuego, a fin de que todos se pongan a trabajar para
renovar la faz de la tierra, para poder llevar el orden del nuevo reino de mi
Voluntad Divina en medio de las criaturas. Por eso muchas cosas graves
sucederán, y Yo al verlas, si veo el trastorno me siento afligido, y si miro
más allá, al ver el orden y mi nuevo reino reedificado, paso de una profunda
tristeza a una alegría tan grande que tú no puedes comprender. He aquí la
causa por la que ahora me ves triste y ahora con la alegría de mi patria
celestial."
Yo me sentía triste por este trastorno que Jesús me había dicho, las
cosas graves eran terroríficas; se veían tumultos, revoluciones y guerras en
muchas partes. ¡Oh! cómo gemía mi pobre corazón, y Jesús para
consolarme me ha tomado entre sus brazos, me ha estrechado fuerte a su
corazón santísimo y me ha dicho:
Hija mía, miremos más allá para consolarnos, Yo quiero hacer
regresar las cosas como al principio de la Creación, en que no fue otra cosa
que un desahogo de amor, y éste perdura aún, porque lo que Nosotros
hacemos una vez lo hacemos siempre, jamás es interrumpido; en Nosotros
no entra nunca el cansancio de repetir un acto, lo que hacemos una vez nos
gusta hacerlo siempre; éste es el obrar divino, el hacer un acto que dura
siglos y siglos y aun toda la eternidad. Así que nuestro desahogo de amor,
nuestro aliento se desprende continuamente de nuestro seno divino y corre
para dar el aliento a las generaciones de las criaturas. Entonces, nuestro
desahogo de amor, moviéndose en toda la Creación inviste cielo y tierra, sol
y mar, viento y agua, y corre hacia las criaturas; si esto no fuese el cielo se
estrecharía, las estrellas se perderían, el sol se empobrecería de luz, el agua
vendría a faltar, la tierra no produciría ni plantas ni frutos, porque faltando la
vida de nuestro Amor moviéndose en todas las cosas, éstas se retirarían en
1815
nuestra fuente de donde salieron, y si viniese a faltar nuestro aliento, la
generación de las criaturas terminaría, porque ellas no son otra cosa que
chispas que envía nuestro aliento para fecundar la creciente generación.
Ahora, las criaturas toman lo que es materia en las cosas creadas y dejan la
vida del amor, que moviéndose en todo queda suspendida sin poderse dar.
Sucede como cuando se va a un prado florido o a un jardín donde hay
árboles cargados de preciosos frutos, si sólo se ve la flor y no se coge, no se
recibirá el gusto y la vida del perfume de la flor; si se mira el fruto y no se
toma del árbol para comerlo, no se gustará ni se recibirá la vida del fruto.
Así es de toda la Creación, el hombre la mira, pero no recibe la vida de amor
puesta por Dios en todas las cosas creadas, porque el hombre no pone su
voluntad ni abre su corazón para recibir este desahogo de amor continuado
de su Creador; pero a pesar de esto nuestro desahogo de amor no se detiene,
nuestro aliento regenerador está siempre en acto y en movimiento y
esperamos el reino de nuestro Fiat Divino para hacer que este nuestro Amor,
moviéndose, descienda en medio de las criaturas y les dé esta nuestra Vida
Divina, que recibiéndola, formarán las criaturas su desahogo de amor para
darlo a Aquél de quien lo reciben. Por esto hija mía, toda la Creación está
concentrada en ti, Yo te veo desde el cielo estrellado y te mando este
desahogo de amor, te miro desde el sol y dándote el aliento te mando mi
Vida Divina, te miro desde el mar y en sus olas espumantes e impetuosas te
envío mi Amor, porque estando contenido en ellas lo descargo con
impetuosidad como mar sobre ti, te miro desde el viento y te vierto mi amor
imperante, purificante y enfervorizante; te miro desde los montes y te mando
el desahogo de mi Amor firme e irremovible, no hay punto o cosa creada
desde donde no te mire para derramar amor en ti, porque estando mi Querer
en ti, desde todos los lugares me atraes a mirarte, porque Él ensancha tu
capacidad para recibir este mi desahogo de amor continuado. Donde reina
mi Voluntad Divina todo puedo dar, todo puedo concentrar y viene formada
la competencia entre Creador y criatura, Yo en dar y ella en recibir; doy y
me da, me da y doy con modos más sobreabundantes. Por eso te quiero
siempre en mi Querer, para poder estar siempre en competencia, tú conmigo
y Yo contigo."
Abril 30, 1927
Gloria de la unidad de la Voluntad Divina, y cómo el obrar en Ella es
siempre modo divino. Trabajos y sacrificios que hace Jesús en
Luisa para formar el Reino del Fiat.
1816
Estaba haciendo mi giro en la Creación para seguir los actos de la
Divina Voluntad en todas las cosas creadas, y mi dulce Jesús moviéndose en
mi interior me ha dicho:
"Hija mía, una fue mi Voluntad que salió en la Creación, pero se
esparció y se multiplicó en cada cosa creada, y el alma que gira en la
Creación para seguir sus actos y abrazarlos todos juntos, recoge la Voluntad
Divina esparcida en todas las cosas y la hace una y me da la gloria de la
unidad de Ella, y después esparciéndola de nuevo en todas las cosas creadas,
me da la gloria de mi Voluntad Divina multiplicada y bilocada en tantas
cosas. Gran cosa hija mía, que la pequeñez de la criatura reúna toda junta
ésta mi Voluntad bilocada y multiplicada en tantas cosas para decirme:
‘Una es la gloria, el honor, el amor que quiero darte, porque el acto único
contiene todo, es perfecto y digno sólo de Ti; una fue la Voluntad que salió
de Ti y una te la quiero llevar.’ Y después, haciendo uso de sus
estratagemas amorosas la esparce de nuevo y me da la gloria del Fiat
Supremo multiplicado y bilocado en todas las cosas; y Yo todo le dejo hacer
y me deleito y gozo de sus estratagemas amorosas, porque estando en mi
Querer está en mi casa y no puede hacer otra cosa sino lo que pertenece a la
familia celestial; su hacer es siempre modo de hacer divino, que es lo único
que me puede agradar y darme amor y gloria perfectos."
Después de esto me sentía oprimida, las privaciones de Jesús se hacen
más largas, sentía todo el peso del largo exilio y el dolor de mi patria lejana.
Una profunda tristeza invadía mi pobre alma, y mi amado Jesús moviéndose
en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, los dos debemos tener paciencia y pensar en el trabajo de la
formación del reino de la Divina Voluntad; ninguno conoce lo que estamos
haciendo, los sacrificios que se necesitan, los actos continuados, las
oraciones que son necesarias para formar y obtener un bien tan grande.
Ninguno toma parte en nuestros sacrificios, ninguno nos ayuda a formar este
reino que les llevará tanto bien, y mientras no nos ponen ninguna atención,
piensan en gozarse la mísera vida, sin ni siquiera disponerse a recibir el bien
que estamos preparando. ¡Oh! si las criaturas pudiesen ver lo que pasa en el
secreto de nuestros corazones, cómo quedarían sorprendidas por la
maravilla. Esto sucedió cuando Yo y mi Mamá estábamos en la tierra,
mientras entre Ella y Yo estábamos preparando el reino de la Redención,
todos los remedios que eran necesarios a fin de que todos pudiesen encontrar
la salvación, no se ahorraban ni sacrificios ni trabajos, ni vida, ni oraciones,
y mientras estábamos atentos a pensar en todos y en dar la vida por todos,
ninguno pensaba en Nosotros, ninguno conocía lo que estábamos haciendo.
Mi Celestial Mamá fue la depositaria del reino de la Redención y por eso
1817
tomó parte en todos los sacrificios, en todos los dolores; sólo San José sabía
lo que estábamos haciendo, pero no tuvo parte de todos nuestros dolores.
¡Oh! cómo nos dolía el corazón al ver que mientras Madre e Hijo nos
consumíamos de penas y de amor por todos, para formar todos los remedios
posibles e imaginables para todos, para sanarlos y ponerlos a salvo, ellos no
sólo no pensaban en Nosotros sino que nos ofendían, nos despreciaban, y
otros tramaban contra mi vida, aun desde mi nacimiento; esto lo estoy
repitiendo contigo hija mía para formar el reino del Fiat Divino. El mundo
toma de Nosotros a pesar de que no nos conoce, y sólo mi ministro asistente
conoce lo que estamos haciendo, pero no toma parte ni en nuestros
sacrificios, ni en nuestro trabajo, estamos solos, por eso paciencia en este
largo trabajo, cuanto más trabajemos más gozaremos los frutos de este reino
celestial."
Mayo 4, 1927
El alma que hace la Divina Voluntad es siempre cielo,
y cómo no se oscurece jamás.
Las privaciones de mi dulce Jesús me atormentan, me debilitan y
siento mi pobre alma como expuesta a los rayos de un sol ardiente, cual es el
Querer Divino, que me oscurecen y casi me ennegrecen, pero a pesar de que
me siento quemar, estoy obligada por una fuerza suprema a quedarme
pegada en estos rayos del Sol del Fiat Divino sin poderme quitar, sin Aquél
que regándome haría menos ardientes estos rayos y haría surgir en mi
ensangrentado corazón algún hilo de hierba. Cómo me siento mal, sin Jesús
todo se ha cambiado en mí, sólo el Querer Divino me ha quedado como mi
única heredad que no me puede ser quitada por ninguno, ni siquiera por
Jesús. Ella sola es mi vida, mi morada, mi todo, todo lo demás ha
terminado, todos me han dejado, no tengo a quien dirigirme, ni al Cielo ni a
la tierra. Pero mientras desahogaba mi dolor, mi amado Bien, Aquél que me
da muerte y me da vida, que vuelve infeliz mi pobre existencia y mi
felicidad, se ha movido en mi interior diciéndome:
"Hija mía, el cielo es siempre cielo, no se cambia jamás, ni se aparta, y
a pesar de que a veces las nubes lo oscurecen, se extienden y cubren el bello
azul del cielo, sin embargo las nubes no lo pueden tocar, se extienden tan en
lo bajo del aire, que hay gran distancia entre el cielo y las nubes, así que el
cielo no pierde jamás su belleza, el adorno de las estrellas, su color azul por
causa de las nubes; es intangible a todo, si algún cambio hay es en la baja
1818
tierra, en el ojo humano, que en vez de ver el cielo ve nubes y el aire
oscurecido. Tal es el alma que hace mi Voluntad, es más que cielo, Mi
Voluntad se extiende en el alma más que cielo azul cubierto de estrellas, y
firme e irremovible se está en su puesto, reinante y dominando todo con tal
majestad, de volver aun los más pequeños actos de la criatura, en virtud de
su Luz, en más que estrellas y sol brillantísimos. Así que las penas, mis
privaciones, son como nubes formadas en lo bajo de la naturaleza humana, a
la cual parece que la oscurecen, pero el cielo de mi Voluntad queda
intangible, y su sol que en él resplandece arroja más fuerte sus rayos
ardientes; tú te sientes como oscurecida, pero todo es superficial y en lo bajo
de tu naturaleza humana, pero en tu alma el cielo del Fiat Divino no sufre
ningún cambio, ¿quién puede tocar mi Voluntad? Nadie. Ella es
irremovible e inquebrantable, y donde Ella reina forma su morada de luz, de
paz y de inmutabilidad. Por eso no temas, basta un pequeño vientecillo para
poner en fuga las nubes que invisten tu naturaleza humana y quitar la
oscuridad que aparentemente ocupa tu alma."
Y yo: "Mi Jesús, cómo has cambiado, parece que ni aun de tu Divino
Querer quieres decirme más nada." Y Jesús ha agregado:
"Hija mía, mi Voluntad no se agota jamás, si no te hablo Yo de Ella, te
hablarán todas las cosas creadas, hasta las piedras se cambiarán en voces
para hablarte, el cielo, el sol, el mar, en suma, toda la Creación tiene mucho
que decir sobre mi eterno Querer, porque como todas las cosas están llenas
de su Vida, todas tienen qué decir de la Vida de mi Voluntad que ellas
poseen. Por eso, un poco de atención que pongas a una cosa que mires, o a
una cosa que toques, oirás nuevas lecciones sobre mi Voluntad."
Mayo 8, 1927
La Divina Voluntad es inmensa y todo lo que hace
lleva la marca de la inmensidad.
En las privaciones de mi dulce Jesús, si bien siento su duro martirio,
me abandono en los brazos del Supremo Querer como su pequeña hija que
crece sobre sus rodillas, pegada a su pecho para vivir de su Vida y a su
semejanza; y mi amado Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, mi Voluntad es inmensa y todo lo que puede hacer salir de
dentro de Ella lleva la marca de su inmensidad. Una sola palabra suya hizo
salir la inmensidad del cielo con todas las estrellas, con una palabra suya
sacó al sol con la inmensidad de su luz y así de tantas otras cosas; ahora,
1819
para hacer salir esta inmensidad de luz y de cielo, debí primero crear el
espacio donde poder poner esta inmensidad de luz y de cielo. Cuando mi
Voluntad quiere hablar, primero ve si hay espacio donde poner el gran don
de su palabra, que puede ser otro cielo, un sol, un mar aun más grande. He
aquí por que muchas veces mi Voluntad calla, porque falta el espacio en las
criaturas donde poner el gran don de la inmensidad de su palabra, y para
poder hablar primero biloca su Voluntad y después habla y pone en Ella
misma sus dones inmensos. Fue esta la razón por la que al crear al hombre
le dimos el don más grande, la heredad más preciosa, la más rica, le dimos
nuestra Voluntad como depositaria en él para poderle decir las sorpresas de
nuestros dones inmensos de la palabra de nuestro Fiat, pero como nos
rechazó nuestra Voluntad bilocada, no encontramos más el espacio para
poder depositar en él el gran don de nuestra palabra creadora, y por eso
quedó pobre y con todas las miserias de su voluntad humana. Mira, también
de todo lo que se desarrolló en mi Humanidad, el más grande milagro fue el
restringir toda la inmensidad de mi Voluntad Divina en ella, los milagros
que Yo hice se pueden llamar nada en comparación de éste; mucho más que
en Mí era naturaleza el poder dar la vida haciéndolos resucitar, el dar la vista
a los ciegos, la lengua a los mudos, y todo lo demás de milagroso que hice,
porque en Mí era naturaleza el poder dar cuantos bienes quería, a lo más era
milagro para quien los recibía, pero para Mí el gran milagro fue restringir en
Mí a mi Divinidad, la inmensidad de mi Voluntad, su Luz interminable, su
Belleza y Santidad inalcanzables. Éste fue el prodigio de los prodigios que
sólo un Dios podía hacer, por eso por cuanto pueda dar a una criatura, le
daría siempre poco puesto en comparación a si le hago el gran don de mi
Voluntad, en ella se verán nuevos cielos, soles más brillantes, cosas
inauditas, sorpresas nunca vistas. Cielos y tierra tiemblan y se arrodillan
ante un alma que posee el gran don de mi Voluntad, y con razón, porque ven
salir de ella la virtud y fuerza vivificadora y creadora que las conserva en la
nueva vida creada por Dios. ¡Oh! Potencia de mi Voluntad, si te conocieran,
cuántos ambicionarían tu gran don y darían la vida para tenerte."
Después de esto seguía mis actos en la Voluntad Divina, y mi dulce
Jesús ha agregado:
"Hija mía, quien vive en mi Voluntad tiene en sí misma esta Divina
Voluntad dominante y regente, el alma es poseedora, la tiene en su poder y
mientras ella posee el Divino Querer, tiene en su poder su Fuerza, su
Santidad, su Luz, sus bienes; el Divino Querer posee al alma y teniéndola en
su poder, las debilidades humanas, las pasiones, las miserias y la voluntad
humana están bajo la Potencia irremovible y Santidad de la Suprema
Voluntad, y delante a esta Potencia se sienten perder la vida, así que la
1820
debilidad se siente vencida por la Fuerza irresistible del Fiat Divino, las
tinieblas se sienten vencer por la Luz, las miserias por sus riquezas infinitas,
las pasiones por sus virtudes, la voluntad humana por la Divina. ¡Qué
diferencia entre quien vive en mi Querer y entre quien sólo hace mi
Voluntad! La primera la posee y la tiene a su disposición, la segunda está
sometida a Ella, y según sus disposiciones la recibe, y del poseerla al
recibirla hay una distancia como del cielo a la tierra, como entre quien posee
inmensas riquezas y entre quien día a día recibe lo que le es de absoluta
necesidad. Por eso quien hace mi Voluntad y no vive en Ella, está obligado
a sentir la debilidad, las pasiones y todos los harapos y miserias que son el
ajuar de la voluntad humana. Tal fue el estado de Adán antes de sustraerse
de la Divina Voluntad, Ella le fue dada por su Creador como el don más
grande, porque contenía todos los bienes en uno; él la poseía, la dominaba y
se hacía regidor de esta Voluntad Divina, porque Dios mismo le había dado
el derecho de dominarla, por lo tanto era dueño de la Fuerza, de la Luz, de la
Santidad, de la felicidad de este eterno Fiat. En cambio cuando se sustrajo
de Ella, perdió la posesión y el dominio y se redujo a recibir, no a poseer
como cosa propia, los efectos de mi Voluntad, según sus disposiciones, y
quien se encuentra en condición de recibir es siempre pobre, jamás es rico,
porque el rico posee, no recibe, y está en condición de poder dar a los demás
parte de sus bienes."
Mayo 12, 1927
Así cómo Nuestro Señor hizo más con formar la Redención que si
nos hubiese liberado de todos los castigos, así es para quien debe
formar el reino del Fiat Divino. Una potencia impide morir a
Luisa. Cómo llama a las almas a formar las leyes, a regir al mundo.
Me sentía oprimida no sólo por la privación de mi dulce Jesús, sino
también por las continuas amenazas de graves castigos, de próximas guerras
y revoluciones con modos infernales, de hacer horrorizar. ¡Oh Dios! qué
pena, estar obligada por una potencia suprema a ver estos males, la ceguera
de los jefes de las naciones que quieren la destrucción de los pueblos, y mi
impotencia para poder hacer frente a la Divina Justicia con mis penas para
1821
hacer que sean menos los males a los pueblos. Sentía el peso de la vida y
ardientemente suspiraba mi patria celestial ya que no podía detener el curso
de tantos males con mis penas. Y mi amado Jesús moviéndose en mi
interior me ha dicho:
"Hija mía, ¿con qué crees tú que Yo hubiera hecho más: Si hubiese
liberado a los pueblos de los castigos merecidos por ellos por tantas culpas,
o bien con haber hecho la Redención? Los castigos eran penas temporales;
la Redención era un bien eterno que jamás termina. Si los hubiese liberado
de los castigos no les habría abierto el Cielo, ni dado el derecho a la gloria,
en cambio con formar la Redención les abrí el Cielo y los puse en el camino
hacia la patria celestial, dándoles la gloria perdida. Cuando se debe hacer un
bien mayor, se debe uno contentar con hacer a un lado el bien menor, mucho
más que el menor debía servir al equilibrio de la Justicia, y mi Humanidad
no podía ni quería oponerse a este equilibrio divino. Además de esto, los
castigos debían servir de llamada a las criaturas, de voz hablante, de
centinelas para sacudirlos del sueño de la culpa, de estímulo para ponerlos
en camino, de luz para conducirlos, así que también eran medios para
hacerlos recibir los bienes de la Redención, y Yo no quise destruir estas
ayudas, y por eso, con todo y mi venida a la tierra, los pueblos no fueron
exentados del todo de los castigos que merecían. Ahora hija mía, tú piensas
que habrías hecho más si hubieras liberado a los pueblos de los castigos tan
necesarios en estos tiempos, y viendo que no te es dado te da fastidio la vida
y quisieras venirte a la patria celestial; pobre hija, cómo eres niña en el
conocimiento de los verdaderos, grandes e incalculables bienes que no
terminan jamás, y de los bienes pequeños y finitos; ¿no es más grande
formar el reino de mi Divina Voluntad para hacerlo conocer, preparar el
camino para hacerlos entrar en él, la luz de sus conocimientos para
conducirlos, dar de nuevo a las criaturas la felicidad, el estado primero de su
creación, enriquecerlos con todos los bienes que contiene una Voluntad
Divina? Comparado el bien que habrías hecho si hubieras librado a los
pueblos de todos los castigos, con el gran bien del reino del Fiat Supremo, el
primero habría sido nada en comparación con éste. Así que tú te encuentras
en mis mismas condiciones, debes contentarte con formar el reino del
Querer Divino que es más que todo, y de los castigos debes contentarte de
que en parte tengan su curso, y mucho más que Yo te tengo en la tierra para
el reino de mi Voluntad, ésta es tu misión especial."
Pero era tanto el terror que sentía en mí por los graves males que el
bendito Jesús me había hecho ver, que no hubiera querido encontrarme sobre
esta tierra, y pensaba entre mí: "Me parece que una gran potencia enemiga
me aleja la muerte y me obliga a navegar en el exilio; muchas veces me
1822
siento como si debiera morir, no son más que unos meses atrás que me sentía
como si debiera llegar a mi celestial morada, pero qué, todo se resuelve en
humo, esta potencia enemiga me rechaza y yo quedo en la mísera cárcel de
mi pobre humanidad. ¿Quién será esta potencia que tanto me daña? ¿Quién
es quien se interpone a mi felicidad? ¿Quién me impide el paso, el vuelo,
obstaculizándome el camino y con modos tan bruscos y crueles me hace
volver atrás?" Mientras esto pensaba, mi dulce Jesús se ha movido en mi
interior diciéndome:
"Hija mía, no te aflijas demasiado, tú te haces mucho mal y Yo sufro
al verte penar así, ¿quieres saber quién es tu gran potencia enemiga? Es todo
el Cielo que se interpone a tus pasos, a tu vuelo para hacerte venir a la patria
celestial, tan suspirada por ti, ¿pero sabes por qué? Porque quieren ver en ti
completado el reino de mi Voluntad, quieren ser ellos mismos, todos los
habitantes celestiales, reintegrados en el honor, en la gloria que falta en
ellos, porque no fue completa mi Voluntad en ellos mientras estaban sobre la
tierra. Por eso quieren ver completada en ti ésta mi Voluntad, para recibir
ellos por medio tuyo la gloria completa de Ella. Por eso cuando ven que tú
estás a punto de emprender el vuelo, toda la potencia del Cielo se opone, y
se opone enérgicamente a tus pasos; pero debes saber que esta potencia del
Cielo no te es enemiga, sino amiga, te ama mucho y lo hace por tu bien.
Debes saber hija mía que aquélla que formará el reino de mi Voluntad en la
tierra, formará la corona completa de la gloria de ellos en el Cielo, ¿y te
parece poco que esperen de una hermana suya esta gloria completa del Fiat
Supremo? Por eso di junto conmigo: Fiat, Fiat."
Yo he quedado afligida, pero toda inmersa en el Divino Querer y mi
dulce Jesús ha continuado:
"Hija mía, cuando llamo a las almas en modo especial y
extraordinario, hago como un rey cuando elige a sus ministros y junto con
ellos hace las leyes, domina y rige el reino. Así hago Yo, llamo a estas
almas a tomar parte de mi régimen, de mi dominio, formo las leyes que rigen
todo el mundo, y como te he llamado en modo especial a hacerte vivir en la
morada real de mi Voluntad, mi mismo Querer te lleva mis más íntimos
secretos y te hace ver los graves males, las guerras, los preparativos
infernales que destruirán muchas ciudades, y tu pequeñez no pudiendo
resistir ante la vista de estos males, justamente quiere venirse al Cielo, pero
debes saber que muchas veces los ministros disuaden al rey de que haga
leyes punitivas, y si no obtienen todo, siempre obtienen alguna cosa. Así
será para ti, si no obtienes todo, mientras que estés en la tierra alguna cosa
obtendrás, por eso date ánimo y tu vuelo en mi Voluntad sea continuo."
1823
Mayo 18, 1927
Valor de los actos hechos en el Divino Querer. Quien vive en Él
posee la fuente de los bienes. Dios no sabe hacer las cosas a
medias. Victoria de ambas partes.
Estaba siguiendo al Divino Querer girando por toda la Creación, y
mientras hacía mis actos, mi dulce Jesús se hacía ver en mi interior que
recogía estos actos en su regazo, los cuales eran todos de luz, pero uno más
brillante que otro, uno más bello que otro, y llamaba a los ángeles y les daba
a cada uno parte en estos actos, y ellos hacían competencia para recibirlos y
como en triunfo los llevaban al Cielo. Y Jesús todo bondad me ha dicho:
"Hija mía, es tanto el valor de los actos hechos en mi Voluntad, que
los ángeles se consideran afortunados de recibirlos, ven en ellos la virtud
creadora, escuchan en estos actos el eco del Fiat Divino, y mientras son luz
son voces divinas, y mientras son voces son música, son bellezas,
bienaventuranzas, santidad, ciencia divina, y como mi Voluntad es virtud de
Cielo, los ángeles ambicionan llevar los actos hechos en Ella, y llevarlos a su
morada Celestial. Todo lo que es hecho en mi Supremo Querer no puede
quedar en la tierra, se pueden hacer en lo bajo, pero mi mismo Querer, como
imán se los retira en su fuente y los pare en la patria celestial."
Después, sentía a mi pobre mente como absorbida en el eterno Fiat y
pensaba entre mí: "¿Cómo es posible tanta potencia, tantos actos en uno que
quedan hechos con el obrar en la Divina Voluntad?" Y mi amable Jesús ha
agregado:
"Hija mía, ¿por qué el sol da luz a toda la tierra? Porque es más
grande que la tierra, porque posee la fuerza única y completa de la luz, posee
la fuente de los colores, de la fecundidad y de la variedad de las dulzuras.
He aquí el por qué: ‘Porque siendo más grande el sol que la tierra, puede dar
luz a toda la tierra, puede dar la variedad de los colores a las flores, las
diferentes dulzuras a las plantas y a los frutos.’ El sol en su grandeza y
magnificencia, uno es el acto que hace, pero de este su acto único hace
tantos, que tiene raptada a sí toda la tierra, dando a cada cosa su acto
distinto. Ahora, más que sol es mi Voluntad, y como es la interminable, que
con un solo acto hace salir de Sí la fecundidad de todos los otros actos
juntos, el alma que vive en Ella posee la fuente de sus actos, su fecundidad;
ahora, en el alma donde mi Querer reina y domina, no cambia ni régimen, ni
modos, y así conforme el alma obra en mi Voluntad, sus actos salen con la
multiplicidad y fecundidad de sus actos divinos. Todos los actos de Dios
1824
son actos únicos, que abrazan todo y hacen todos los actos juntos. Mira, en
la creación del hombre uno fue nuestro acto, pero en este acto único salió de
Nosotros todo junto: Santidad, Potencia, Sabiduría, Amor, Belleza, Bondad,
en suma, no hubo cosa nuestra que saliera de Nosotros que no fuera
infundida en el hombre, de todo lo hicimos partícipe, porque cuando
Nosotros obramos no sabemos hacer cosas a la mitad, sino todas obras
completas, y cuando damos, damos todo. Mucho más que mi Voluntad es
Luz interminable, y la virtud de la luz desciende en lo más profundo de lo
bajo, se eleva a lo más alto, se extiende alrededor, no hay punto donde no
llegue, ni puede entrar en ella ni materias ni cosas extrañas a su Luz; ella es
intangible, su oficio es de dar y dar siempre, sin jamás terminar de dar. Así
es para el alma que vive en mi Divino Querer, ella se vuelve luz junto con la
Luz de mi Voluntad, y por lo tanto, como luz desciende a lo más profundo
de los corazones y lleva el bien de su luz, se extiende por todas partes
buscando con su luz a todos y a todo para llevar a cada uno sus efectos, la
multiplicidad y variedad de los bienes que su luz contiene; se sentiría como
defraudada si no se pudiese extender a todos y por todas partes, tanto que
elevándose a lo alto y penetrando más allá de la bóveda azul y haciendo eco
a mi misma Voluntad reinante en la patria celestial, Ésta y mi misma
Voluntad que reina en el alma se funden juntas, y distendiéndose sobre todos
los bienaventurados forma su lluvia y hace llover sobre todos nuevas
alegrías, felicidad y nuevas beatitudes. El vivir en mi Voluntad es
admirable, es prodigio continuado, es el portador de todos los bienes, es
semilla que se multiplica al infinito, su fecundidad es inalcanzable y por eso
es suspirado por la tierra y por todo el Cielo, es la victoria de Dios sobre la
criatura y la victoria del alma sobre su Creador. Cómo es bello ver celebrar
la victoria al más grande, al Ente Supremo, a la Eterna Majestad y a la
pequeñez de la criatura, y en virtud de esta Voluntad Divina ponerse a
competir el grande y el pequeño, el fuerte y el débil, el rico y el pobre, y
quedar los dos victoriosos. Por eso suspiro tanto que sea conocida mi
Divina Voluntad, que venga su reino, para hacer vencer a la criatura y
ponerla como a la par conmigo. Sin mi Voluntad reinante en la criatura esto
no puede suceder, habrá siempre distancia entre Yo y la criatura, siempre
será perdedora, jamás podrá celebrar y cantar victoria. La obra de nuestras
manos no tendrá nuestra semejanza."
Mayo 22, 1927
En la Creación fue establecido el número de todas las cosas,
hasta de los actos humanos. Jesús encerró todo en Él.
1825
Estaba fundiéndome junto con mi dulce Jesús en su Divino Querer
para multiplicar mis pensamientos con los suyos, alineándome sobre cada
pensamiento de criatura y así poder también yo dar a mi Creador tantos actos
de homenaje, de gloria, de amor, por todos los pensamientos de cada una de
las criaturas. Pero mientras esto hacía pensaba entre mí: "¿Cómo hizo mi
amado Jesús que hizo tantos actos, tantos pensamientos, tantos pasos, etc.,
por cuantos debían hacer todas las criaturas?" Y Jesús moviéndose en mi
interior me ha dicho:
"Hija mía, así como en la Creación mi Divina Voluntad establecía el
número de todas las cosas creadas, todo fue numerado: las estrellas, las
plantas, las especies y hasta las gotas de agua; cada cosa no puede ni perder
algo de ella, ni crecer, todo según el orden establecido por el Fiat Supremo,
así también mi Voluntad establecía todos los actos humanos de todas las
criaturas, sólo que en virtud del libre albedrío concedido a ellas, podían
hacer estos mismos actos buenos o malos, pero hacer de más o de menos no
les es concedido, sino que todo está establecido por el Divino Querer.
Ahora, en la Redención, el eterno Fiat reinante en mi Humanidad sabía
todos los actos que debían hacer todas las criaturas, todos los pensamientos,
palabras, pasos, nada se le escapaba, por tanto no es maravilla que
multiplicaba mis actos por cada acto de las criaturas, para hacer que la gloria
del Padre Celestial fuese completa por parte mía a nombre de cada criatura y
por cada acto de ellas; y que el bien que conseguía a ellas fuese con toda la
plenitud, de modo que cada acto de ellas, pensamiento, palabra y paso, debía
tener mi acto por ayuda de los suyos; cada pensamiento mío, como ayuda y
luz de cada pensamiento de ellas, y así de todo lo demás de las criaturas.
Todo encerré en Mí, formé en Mí la nueva creación de todos los actos de las
criaturas para poderles dar de nuevo todo, nada me escapó, de otra manera
no habría sido obra digna de tu Jesús; si aun un solo pensamiento me hubiera
escapado, la criatura habría encontrado el vacío del mío, y queriéndolo, no
habría encontrado la ayuda, la fuerza, la luz para aquel pensamiento suyo.
Ahora hija mía, te quiero a ti en mi Voluntad Divina a fin de que junto
conmigo formes esta nueva creación de todos los actos humanos de las
criaturas, para poder conseguir de mi Padre Celestial el reino del Fiat
Supremo, y las criaturas encuentren la triple ayuda de fuerza, de luz, en
todos sus actos, para regresar al reino de mi Voluntad, y estas triples ayudas
universales son: Todo lo obrado por la Soberana Reina, los actos de tu Jesús
y los de la pequeña hija de mi Divino Querer."
Después de esto pensaba entre mí y preguntaba: "¿Qué cosa es esta
Divina Voluntad?" Y Jesús ha agregado:
1826
"Hija mía, Voluntad Divina significa: Dar Dios a Dios, desahogo
divino y transformación de naturaleza humana en Divina, comunicación de
virtud creadora, abrazar el infinito, elevarse en el Eterno y tomar como en un
puño la eternidad para decir a Dios: ‘Desde la eternidad yo te amaba, tu
Voluntad no tiene principio, es eterna contigo, y yo en Ella te amaba con
amor sin principio y sin fin.’ ¿Qué cosa es mi Voluntad? Es todo."
Mayo 24, 1927
Ofrecimiento del trabajo en el Querer Divino. Quien vive en Él,
forma tantos actos de Vidas Divinas y posee la virtud bilocadora.
Estaba haciendo el ofrecimiento de mi trabajo diciendo: "Jesús, amor
mío, quiero tus manos en las mías para dar a nuestro Celestial Padre el amor
y la gloria que Tú individualmente le diste con tus obras estando en la tierra,
y no sólo eso, sino que quiero unirme contigo cuando Tú, Verbo del Padre,
desde la eternidad obrabas junto con Él con sus mismas obras, amabas con
amor recíproco y con perfecta igualdad, y quiero glorificaros con la misma
gloria con la que se glorificaban Ustedes mismos, entre la Tres Divinas
Personas. Pero no estoy contenta, quiero poner mis manos en las tuyas para
correr junto con ellas en tu mismo Querer en el sol, para darte la gloria de la
luz, del calor, de la fecundidad del sol; en el mar para darte la gloria de sus
olas, de su murmullo continuo; en el aire para darte la gloria del canto de los
pájaros; en el cielo azul para darte la gloria de la inmensidad y en el
centellear de las estrellas, en su parpadeo hago correr mi voz que te dice te
amo; quiero correr en los prados floridos para darte la gloria y la adoración
de los perfumes; no hay punto donde no quiera encontrarme, a fin de que por
todas partes Tú sientas que tu pequeña hija te adora, te ama y te glorifica."
Mientras esto y más decía, mi dulce Jesús se ha movido en mi interior y me
ha dicho:
"Hija mía, siento en ti mi gloria, mi Amor, mi Vida, mis obras; mi
Voluntad todo lo concentra en ti, no sólo eso, sino que mientras tú trabajas,
mi Querer te lleva al sol y trabajas junto con su luz, así que tus movimientos
corren en los rayos solares y conforme se difunde la luz, tú difundes la
gloria, el Amor a tu Creador. Cómo es bella nuestra hija, encontrarla
trabajando en todas mis obras para darme el amor, la gloria que cada obra
mía contiene, y como mi Voluntad posee la virtud bilocativa, también te
biloca a ti para poderte encontrar en el mar, en el aire, en las estrellas,
dondequiera, para amarte y ser amado y glorificado."
1827
Después de esto me sentía como absorbida en el Fiat Supremo y
pensaba entre mí en los grandes bienes que puede hacer la Suprema
Voluntad en nuestra alma, y mi siempre amable Jesús ha agregado:
"Hija mía, cada acto que hace mi Voluntad unida con el alma forma
una Vida Divina, porque siendo Ella Divina no puede hacer menos que
formar Vidas Divinas en sus actos, de modo que donde Ella reina, en cuanto
el alma obra, habla, piensa, late, etc., mi Querer Divino hace correr su obra,
su palabra, su pensamiento y latido en el de la criatura y ahí forma primero
su acto, su palabra, y después da el parto de su Vida Divina. Así que en todo
lo que el alma hace, hace salir de Sí tantas Vidas Divinas, de modo que llena
Cielo y tierra de tantas imágenes de Vidas Divinas, ella se vuelve la
reproductora, la bilocadora de la Vida Divina. Mi Voluntad no es menos
potente en el alma donde reina con la plenitud de su dominio, que lo que es
en su seno de la Tres Divinas Personas, y por eso poseyendo la virtud
bilocativa no sólo forma en el alma cuantas Vidas Divinas quiere, sino que
forma en ella su cielo, su sol, los mares de amor, los prados floridos, y hace
que el alma diga a su Dios: ‘Cielo me has dado y cielo te doy, sol me has
dado y sol te doy, mares y prados floridos me has dado y mares y prados
floridos te doy; todo lo que has hecho para mí en la Creación y Redención tu
Voluntad lo repite en mí, de modo que todo te puedo dar, como todo me has
dado.’ ¡Oh! potencia de mi Voluntad, ¿qué cosa no puede hacer en el alma
donde reina? Por eso al alma donde Ella reina, se deleita en ponerla a la par
con Nosotros, mucho más que sabe que ésta es nuestra Voluntad, el querer a
la criatura semejante a Nosotros, a nuestra imagen, y Ella, nuestra fiel
ejecutora así la hace, y Nosotros llamamos a esta criatura donde reina
nuestro Fiat Supremo: Nuestra gloria, nuestro Amor, nuestra Vida, sólo connuestro Querer el alma puede llegar a tanto, sin Él hay gran distancia entre
Creador y criatura, por eso amo tanto que el Querer Divino reine en la
criatura, para dar amplio campo de acción a nuestra Voluntad de bilocar
nuestras obras, nuestra Vida, y de elevar a la criatura a la finalidad perfecta
para la cual fue creada. La criatura salió de nuestro Querer, es justicia que
camine en los pasos de nuestra Voluntad y que regrese a su Creador sobre
aquel mismo camino por donde salió, toda bella y enriquecida con los
prodigios de nuestro eterno Fiat."
1828
Mayo 26, 1927
Dios en la Creación formó muchas estancias para habitar en ellas,
para hacerse encontrar siempre por el hombre para darle sus
cualidades. Dudas, Jesús las resuelve. Lo que para la criatura
es difícil para Dios es fácil. Lamentos de Luisa,
Jesús la conforta.
Mi estado de abandono en el Fiat Divino continúa, y después de
haberlo seguido en sus actos en la Creación, estaba pensando cómo
reordenar de nuevo ante la Majestad Suprema todas las relaciones entre
Creador y criatura que la ingratitud humana había despedazado, y mi
adorado Jesús saliendo de mi interior me ha dicho:
"Hija mía, mira toda la Creación, el cielo, las innumerables estrellas,
el sol, el viento, el mar, los campos floridos, los montes y los valles, todos
ellos son estancias que formé, y en cada una de ellas formé mi palacio real
para hacer ahí mi morada, y esto para dar oportunidad al hombre de que por
cualquier parte que quisiera venir para encontrar a su Dios, le daba
oportunidad de encontrarlo súbito y en todas partes, y Él se ponía en cada
estancia en acto de esperarlo, dejando todas las estancias abiertas para no
darle el fastidio de tocar, sino que libremente entrara, cuantas veces lo
quisiera estaba pronto a recibirla. El Creador del cielo y de la tierra no se
ponía en un sólo punto, sino dondequiera, para que el hombre lo pudiera
siempre encontrar; ponía estas estancias tan cercanas, para formar tantos
caminos abreviados, porque entre Creador y criatura no debe haber
distancia, sino cercanía y comunidad; así que todas estas estancias eran y son
relaciones, vínculos y caminos entre Dios y el hombre. ¿Pero quién debía
mantener vigentes estas relaciones, consolidar estos vínculos, ordenar los
caminos, abrir las puertas? Nuestra Voluntad reinante en el hombre tomaba
esta tarea tan importante de mantener el orden de toda la Creación como la
hicimos salir. En cuanto el hombre se sustrajo del Fiat Divino, las relaciones
no tuvieron más vigencia, los vínculos quedaron rotos, los caminos con
barricadas, las puertas cerradas, perdió su amada heredad, quedó despojado
de todos los bienes, cada paso era un lazo a sus pies para hacerlo caer. Con
no hacer nuestra Voluntad todo se pierde, no hay bien que le quede, y con
hacerla todo adquiere y no hay bien que no le sea restituido. ¿Qué cosa no
hizo la paterna bondad del Creador en la Creación por amor del hombre?
1829
No sólo formó tantas estancias, sino una diferente de la otra para hacerse
encontrar en tantos diversos modos por aquél que amaba: En el sol se hacía
encontrar investido de luz, todo majestad, ardiente de amor, esperándolo
para darle su luz, para hacerse comprender, darle su amor para hacer que el
hombre, entrando en esta estancia para encontrar a su Dios, se volviera luz y
amor; en el mar se hacía encontrar el Dios fuerte para darle la fuerza; en el
viento se hacía encontrar imperante y dominante para darle el imperio y el
dominio; en suma, en cada cosa creada lo esperaba para darle la
participación de sus cualidades."
Después de esto estaba pensando entre mí: "Jesús ama tanto su
Querer y parece que suspira mucho que sea conocido a fin de que domine y
reine, pero me parece difícil que la Divina Voluntad sea conocida, porque no
hay quien se ocupe ni nadie tiene interés, todo el interés está en Jesús, pero
en las criaturas no existe, por lo tanto si estas criaturas faltan en dar esta gran
gloria a Dios y al mismo tiempo llevar la plenitud de todos los bienes a las
criaturas, ¿cómo podrá conocerse el reino del eterno Fiat?" Ahora, mientras
esto pensaba, mi dulce Jesús se ha movido en mi interior y me ha dicho:
"Hija mía, lo que a ti te parece difícil, no es difícil para Dios, como en
la Redención, en que no hubo dificultad para Dios, ni toda la perfidia
humana pudo impedir el curso de nuestro amor, mucho menos el
cumplimiento de nuestra decisión de venir a redimir al género humano;
cuando la Divinidad establece hacer un acto, cumplir una obra, cualesquiera
que sean las causas, las circunstancias, los impedimentos, Ella triunfa sobre
todo, vence todo y hace lo que ha establecido. Así que el punto culminante e
importante de Dios está en establecer lo que quiere hacer, hecho esto, todo
ha hecho. Entonces, si en Nosotros está establecido que nuestra Voluntad
debe ser conocida y que su reino vendrá a la tierra, es ya como hecho. Así
como fue hecha la Redención porque fue establecido por Nosotros, así será
un hecho nuestra Voluntad. Mucho más que en la Creación fue hecho salir
por la Divinidad este su reino, todo en orden, para que reinase y dominase, y
con la caída del hombre este reino no fue destruido sino que quedó íntegro y
existe aún, sólo que quedó suspendido para el hombre. En la Redención
allané todo y como el todo lo hice para que el hombre fuese redimido, así
hice todo para que fuese quitada esta suspensión, que la criatura pudiese
entrar en el reino del Fiat Divino, dando primero lugar a la Redención y con
el andar del tiempo dar el lugar a mi Voluntad. Así que para un reino, para
una obra, lo difícil es hacerlo, pero cuando está hecho, el conocerlo se
vuelve fácil. Mucho más que tu Jesús no carece de potencia; de querer hacer
o no hacer una obra puedo no quererlo, pero de potencia jamás, Yo
1830
dispondré de tal modo las cosas, las circunstancias, las criaturas, los eventos,
que volveré fácil que mi Voluntad sea conocida."
Después me sentía toda afligida y pensaba entre mí: "Cómo es duro
mi estado, siento que no puedo seguir adelante, el Querer Divino es
inexorable, inmutable, y si se tiene que hacer con Él, con el Fiat no se juega,
se siente todo el peso de su inmutabilidad y por eso se queda inmutable con
su inmutabilidad, impasible a todo, nos pone en las condiciones de querer lo
que Él quiere, aunque fuesen castigos y las mismas privaciones de Jesús que
tanto me cuestan, todo lo que quiere Él, todo nos lo cede, pero de lo que
quiere el alma, nada nos cede, ni siquiera una coma." Pero mientras esto
pensaba, mi dulce Jesús se ha movido en mi interior y me ha dicho:
"Hija mía, mi Voluntad quiere ser libre en el alma y por eso no quiere
ceder ni un punto, ni una coma de lo que el alma quiere, aunque fuera santo,
en ella no quiere encontrar límites, quiere extender su dominio en todo,
quiere que lo que quiere y hace mi Voluntad, lo debe querer y hacer el alma,
por eso hace sentir todo el peso de su inmutabilidad para volverla inmutable,
de modo que no debe estar sujeta a mudarse porque ve sufrir a las criaturas,
o porque las ve privadas de un bien temporal, o porque lo quiere dar, esto
sería salir de su inmutabilidad, esta es santidad humana; la santidad de mi
Voluntad es Santidad Divina y no admite estas debilidades, si mi Voluntad
estuviese sujeta a esto, nuestra Justicia debería estar sin vida en nuestro Ser
Supremo, lo que no puede ser. Si tú supieras en qué punto se encuentra
nuestra Justicia en estos tiempos, y si quisiera desagravarse del todo sobre ti
quedarías triturada, y mi Voluntad no quiere triturarte, sino que quiere que
las criaturas también sufran en parte la pena para hacerlos abrir los ojos en la
gran ceguera en la que han caído. Casi todas las naciones viven a costa de
las deudas, si no contraen deudas no pueden vivir, y con todo y eso festejan,
no se ahorran en nada, están formando planes de guerras haciendo gastos
enormes; ¿no ves tú misma la gran ceguera y locura en la cual han caído? Y
tú pequeña niña, quisieras que mi Justicia no los golpease, que fuera
magnánimo en los bienes temporales, así que quisieras que se volvieran más
ciegos y más locos. Y viendo que no cedo a todas tus peticiones te lamentas
y sintiendo que mi Voluntad ha tomado puesto en toda tu alma sin dejarte
libre en nada, sientes toda la fuerza de la santidad e inmutabilidad de mi
Voluntad Divina y además, te lo he dicho tantas veces, que mis privaciones
no son otra cosa que vacíos que está haciendo mi Justicia para golpear a los
pueblos. Por eso hija mía no te abatas, tú no sabes cuanto te amo y cuantos
tesoros he puesto en ti, no puedo dejarte, debo mirar todos los dones que he
puesto en ti, debes saber que cada palabra mía es un don divino, y ¿cuántas
te he dicho? Y cuando Yo doy jamás vuelvo a tomar el don, y para estar
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seguro que mis dones están al seguro, me estoy a guardia de mis dones y del
alma que los posee; por eso déjame hacer y haz que mi Voluntad reine
libremente en ti."
Deo Gratias