VOLUMEN 20

27.08.2015 11:16

Luisa Piccarreta Volumen 20

I. M. I.

Fiat sempre e in eterno.

Septiembre 17, 1926

Cómo cada cosa creada por Dios tiene su lugar, y quien sale

de la Voluntad de Dios pierde su lugar. Importancia

del reino del Fiat Divino.

 

Jesús mío, invoco tu Santo Querer a fin de que Él mismo venga a

escribir sobre el papel las palabras más penetrantes y elocuentes, con los

vocablos más aptos para hacerse comprender, de manera de pintar con los

colores más bellos, con la luz más refulgente, con las características más

atrayentes el reino del Fiat Supremo, en modo de infundir en las palabras

que me harás poner en el papel una fuerza magnética y un imán potente que

nadie podrá resistir, para hacerse dominar por tu Santísima Voluntad. Y Tú,

Mamá mía, verdadera Soberana Reina del Fiat Supremo, no me dejes sola,

ven a guiar mi mano, dame la llama de tu corazón materno y mientras

escribo tenme bajo tu manto azul a fin de que pueda cumplir todo lo que mi

amado Jesús quiera de mí.

Me sentía toda investida por el Querer Supremo, el cual atrayéndome

en su luz inmensa me hacía ver el orden de la Creación, cómo cada cosa

estaba en su puesto asignado por su Creador. Mi mente se perdía y quedaba

raptada al ver el orden, la armonía, la magnificencia, la belleza de toda la

Creación, y mi dulce Jesús que estaba conmigo me ha dicho:

"Hija mía, a todo lo que salió de nuestras manos creadoras, a cada

cosa creada le fue asignado su puesto y su oficio distinto, y todas están en su

puesto, alabando con alabanzas incesantes a aquel Fiat Eterno que las

domina, las conserva y les da vida nueva. Así que el conservarse siempre

bellas, íntegras, nuevas, es por el movimiento del Fiat Supremo dominante

en ellas. También al hombre le fue asignado su puesto, su oficio de

soberano sobre todas las cosas creadas, con la diferencia que mientras todas

las otras cosas creadas por Nosotros quedaban tal y como Dios las había

creado, sin cambiarse jamás, ni crecer, ni decrecer, en cambio mi Voluntad

dando al hombre la supremacía sobre todas las obras de nuestras manos, y

queriendo desahogar con él más en amor, le daba el oficio de crecer

28 Este libro ha sido traducido directamente del original manuscrito de Luisa Piccarreta.

 

 

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continuamente en belleza, en santidad, en sabiduría, en riqueza, hasta

elevarlo a la semejanza de su Creador, pero siempre debía hacerse dominar,

guiar, para dar campo libre al Fiat Supremo de formar su Vida Divina en él,

para poder formar este continuo crecimiento de bienes y de belleza con la

felicidad sin fin, porque sin mi Voluntad dominante no puede haber ni

crecimiento, ni belleza, ni felicidad, ni orden, ni armonía. Mi Voluntad,

siendo Ella origen, dueña, principio de toda la obra de la Creación, donde

Ella existe tiene virtud de conservar bella su obra, tal y como la hizo salir,

pero donde no existe falta la comunicación de sus humores vitales para

conservar la obra salida de nuestras manos. ¿Ves entonces qué gran mal fue

para el hombre el sustraerse de nuestra Voluntad? Así que todas las cosas,

aun las más pequeñas, tienen su puesto, se puede decir que están en su casa,

al seguro, nadie las puede tocar, poseen la abundancia de los bienes, porque

ese Querer que corre en ellas posee la fuente de todos los bienes, están todas

en el orden, la armonía y la paz de todas. En cambio el hombre con

sustraerse de nuestro Querer perdió su puesto, quedó sin nuestra casa,

expuesto a los peligros, todos lo pueden tocar para hacerle daño, los mismos

elementos son superiores a él porque poseen una Voluntad Suprema,

mientras que él posee una voluntad humana degradada que no sabe darle

otra cosa que miserias, debilidades y pasiones, y como ha perdido su

principio, su puesto, se ha quedado sin orden, desarmonizado con todos y no

goza paz ni siquiera en sí mismo. Así que se puede decir que es el único ser

errante en toda la Creación, que por derecho nada le toca, porque Nosotros

todo damos a quien vive en nuestra Voluntad, porque está en nuestra casa, es

una de nuestra familia; las relaciones, los vínculos de filiación que posee con

el vivir en Ella le dan el derecho a todos nuestros bienes; en cambio quien no

vive de la Vida de Ella, ha roto como de un solo golpe todos los vínculos,

todas las relaciones, por eso es tenida por Nosotros como cosa que no nos

pertenece. ¡Oh! si todos supieran qué significa romper con nuestra Voluntad

y en qué abismo se precipitan, todos temblarían de espanto y harían

competencia para regresar al reino del Fiat Eterno para volver a tomar su

lugar asignado por Dios.

Ahora hija mía, con querer dar de nuevo mi eterna Bondad este mi

reino del Fiat Supremo después de habérmelo rechazado tan ingratamente,

¿no te parece que sea el don más grande que Yo pueda hacer a las

generaciones humanas? Pero para darlo debo formarlo, constituirlo, hacer

conocer de mi Voluntad lo que hasta ahora no se conoce, y tales

conocimientos sobre de Ella, que venzan a aquellos que los conocerán para

que amen, aprecien y deseen venir a vivir en él. Los conocimientos serán las

cadenas, pero ellos mismos, voluntariamente, no forzados, se harán atar; los

 

 

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conocimientos serán las armas, las flechas conquistadoras que conquistarán

los nuevos hijos del Fiat Supremo. ¿Pero sabes tú que cosa poseen estos

conocimientos? Poseen la cualidad de cambiar la naturaleza en virtud, en

bien, en Voluntad mía, de modo que los poseerán como propiedad propia."

Entonces yo al oír esto he dicho: "Amor mío, Jesús, si tanta virtud

tienen estos conocimientos sobre tu adorable Voluntad, ¿por qué no los

manifestaste a Adán, a fin de que haciéndolos conocer a sus descendientes,

hubieran amado, apreciado de más un bien tan grande y habría dispuesto los

ánimos para cuando Tú, Divino Reparador, decretaras darnos este gran don

del reino del Fiat Supremo?" Y Jesús retomando la palabra ha agregado:

"Hija mía, Adán, mientras estuvo en el edén terrestre y vivió en el

reino del Supremo Querer, conoció todos los conocimientos, por cuanto a

criatura es posible, de lo que pertenecía al reino que poseía, pero en cuanto

salió de él su inteligencia se oscureció, perdió la luz de su reino y no

encontraba las palabras adecuadas para manifestar los conocimientos que

había adquirido sobre la Suprema Voluntad, porque faltaba en él el mismo

Querer Divino que le proporcionara las palabras necesarias para manifestar a

los demás lo que él había conocido; esto por parte suya, y mucho más que

cada vez que recordaba su sustracción de mi Voluntad, el sumo bien que

había perdido, sentía tal intensidad de dolor de volverlo taciturno, porque

estaba sumergido en el dolor de la pérdida de un reino tan grande y por los

males irreparables causados por eso, y porque por cuanto Adán pudiese

hacer, no le era dado reparar, sino que se necesitaba aquel Dios mismo que

había ofendido para poner remedio. Ahora, por parte de su Creador no tenía

ninguna orden, y por eso no le daba capacidad suficiente para manifestarlo,

porque, ¿en qué aprovecharía manifestar un conocimiento cuando no debía

darles el bien que contenía? Yo sólo hago conocer un bien cuando lo quiero

dar. Pero a pesar de que Adán no habló difusamente sobre el reino de mi

Voluntad, enseñó muchas cosas importantes sobre lo que le pertenecía, tan

es verdad, que en los primeros tiempos de la historia del mundo, hasta Noé,

las generaciones no tuvieron necesidad de leyes, ni hubo idolatrías (no

diversidad de lenguas), sino que todos reconocían un solo Dios (un solo

lenguaje), porque tenían un alto concepto de mi Voluntad; en cambio, por

cuanto más se alejaron de Ella surgieron las idolatrías y empeoraron en

males, y por eso Dios vio la necesidad de dar sus leyes como preservativo a

las humanas generaciones. Y por esto, quien hace mi Voluntad no tiene

necesidad de leyes, porque Ella es vida, es ley y es todo para el hombre. La

importancia del reino del Fiat Supremo es grandísima, y Yo lo amo tanto

que estoy haciendo más que nueva Creación y Redención, porque en la

Creación apenas seis veces fue pronunciado mi Fiat Omnipotente para

 

 

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disponerla y sacarla toda ordenada; en la Redención hablé, pero como no

hablé del reino de mi Querer que contiene infinitos conocimientos y bienes

inmensos, por lo tanto no tenía una gran cantidad de palabras que decir,

porque todo lo que enseñé era de naturaleza limitada y con pocas palabras se

hacía conocer. En cambio para hacer conocer mi Voluntad se necesita

mucho hija mía, su historia es larguísima, encierra una eternidad sin

principio y sin fin, por eso por cuanto digo tengo siempre qué decir, y por

eso estoy diciendo, ¡oh! cuánto de más, pues siendo más importante que

todo, contiene más conocimientos, más luz, más grandeza, más prodigios,

por eso son necesarias más palabras. Mucho más, que por cuanto más hago

conocer, tanto más ensancho los confines de mi reino para darlo a los hijos

que lo poseerán. Por eso cada cosa que manifiesto de mi Voluntad es una

nueva creación que hago en mi reino, para hacerla gozar y poseer por

aquellos que tendrán el bien de conocerlo. Por esto se requiere de parte tuya

gran atención en manifestarlas."

Septiembre 20, 1926

Quien no hace la Voluntad de Dios es como una constelación

celestial que sale de su puesto, es como un miembro dislocado.

Ella es día para quien la hace y noche para quien no la hace.

Habiendo terminado de escribir el libro anterior y debiendo comenzar

otro, sentía el peso de escribir, y casi amargada he suspirado, y mi dulce

Jesús moviéndose en mi interior se hacía ver que movía la cabeza y

suspirando me ha dicho:

"Hija mía, ¿qué hay, qué hay, cómo, no quieres escribir?"

Y yo casi temblando al verlo suspirar por causa mía he dicho: "Amor

mío, quiero lo que quieres Tú, es verdad que siento el sacrificio de escribir,

pero por amor tuyo haré todo." Y Jesús ha agregado:

"Hija mía, tú no has comprendido bien qué significa vivir en mi

Voluntad, mientras tú suspirabas, la Creación y todos y hasta también Yo he

suspirado junto contigo, porque para quien vive en Ella, una es la vida, uno

el acto, uno el movimiento, uno el eco, no se puede hacer menos que hacer

la misma cosa, porque Dios es el movimiento primero y todas las cosas

creadas, habiendo salido de un movimiento lleno de vida, no hay cosa que

no posea su movimiento, y todos giran alrededor del movimiento primero de

su Creador, entonces la Creación toda está en mi Voluntad y su giro es

incesante, rápido, ordenado, y quien vive en Ella tiene su puesto de orden en

 

 

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medio de ellas, y gira con rapidez junto con todas las cosas creadas sin cesar

jamás. Hija mía, ese suspiro tuyo de pesar, en todas ha formado su eco, ¿y

sabes qué cosa han sentido? Como si una constelación quisiera salir de su

puesto, del orden, del rápido giro en torno a su Creador, y al ver esta

constelación celestial como salir de en medio de ellas, todas han quedado

sacudidas y como obstaculizadas en su giro, pero rápidamente recobradas

por tu pronta adhesión han continuado con orden su rápido giro, alabando a

su Creador que las tiene unidas a Sí para hacerlas girar en torno a Él. ¿Qué

dirías tú si vieras salir una estrella de en medio de las demás y descender a lo

bajo? ¿No dirías: Ha salido de su puesto, no hace más vida común con las

demás, es una estrella perdida? Tal es quien viviendo en mi Voluntad

quisiera hacer la suya, se aparta de su puesto, desciende de la altura de los

Cielos, pierde la unión con la Familia Celestial, se separa de mi Voluntad, se

separa de la Luz, de la Fuerza, de la Santidad, de la semejanza divina, se

separa del orden, de la armonía y pierde la rapidez del giro en torno a su

Creador. Por eso sé atenta, porque en el reino de mi Querer no hay pesares,

amarguras, sino que todo es alegría, no hay cosas forzadas, sino todo es

espontaneidad, como si la criatura quisiera hacer lo que Dios quiere, como si

lo quisiera hacer ella misma."

Yo he quedado espantada al oír esto de mi dulce Jesús, y comprendía

el gran mal que es hacer la propia voluntad y le pedía de corazón que me

diera tanta gracia para no hacerme caer en un mal tan grave. Pero mientras

esto hacía, mi amado Bien ha regresado, pero se hacía ver con sus miembros

casi todos dislocados, que le daban un dolor indecible y arrojándose en mis

brazos me ha dicho:

"Hija mía, estos miembros dislocados que me dan tanto dolor son

todas las almas que no hacen mi Voluntad; Yo con venir a la tierra me

constituí cabeza de la familia humana y ellas son mis miembros, pero estos

miembros venían formados, anudados nuevamente, vinculados, por medio

de los humores vitales de mi Voluntad; conforme Ella corre en ellos, así

vienen puestos en comunicación con mi cuerpo y quedan reafirmados cada

uno en su puesto. Mi Voluntad como médico piadoso no sólo hace correr

sus humores vitales y divinos para formar la circulación necesaria entre la

cabeza y los miembros, sino que les forma su perfecto vendaje para hacer

que queden atados y firmes los miembros bajo su cabeza. Ahora, faltando

mi Voluntad en ellos, falta quien ponga el calor, la sangre, la fuerza, el

mando de la cabeza para volver obrantes los miembros, falta quien los vende

si están dislocados, falta todo, se puede decir que todas las comunicaciones

entre los miembros y la cabeza están rotas, y están en mi cuerpo para darme

dolor. Es sólo mi Voluntad la que pone de acuerdo y en comunicación al

 

 

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Creador y a la criatura, al Redentor y a los redimidos, al Santificador y a los

santificados; sin Ella, la Creación, la Redención, son como si fueran nada

para ellos, porque falta quien haga correr la vida y los bienes que contienen;

los mismos Sacramentos les servirán de condena, porque faltando mi

Voluntad en ellos falta quien rompa el velo de los Sacramentos para darles el

fruto y la vida que contienen. Por eso mi Voluntad es todo, sin Ella nuestras

obras más bellas, nuestros prodigios más grandes, quedan extraños a las

pobres criaturas, porque Ella sola es la depositaria de todas nuestras obras y

por lo tanto sólo por medio suyo son dadas a luz a las criaturas. ¡Oh! si

todos supieran qué significa hacer o no hacer mi Voluntad, todos se pondrían

de acuerdo con Ella para recibir todos los bienes posibles e imaginables y la

transmisión de la misma Vida Divina."

Después de esto estaba haciendo mis acostumbrados actos en el

Supremo Querer, y como casi era el alba del día estaba diciendo: "Jesús

mío, amor mío, es ya el principio del día y yo en tu Querer quiero girar por

todas las criaturas, a fin de que resurgiendo de su sueño resurjan todas en tu

Voluntad, para darte la adoración de todas las inteligencias, el amor de todos

los corazones, el resurgimiento de todas sus obras y de todo su ser en la luz

que este día hará resplandecer en todas las generaciones." Mientras esto y

otras cosas decía, mi dulce Jesús se ha movido en mi interior y me ha dicho:

"Hija mía, en mi Voluntad no hay días ni noches, ni albas ni ocasos,

sino que uno es su día, siempre en la plenitud de su luz, y quien vive en Ella

puede decir: ‘Para mí no hay noches, sino siempre es día, por eso uno es mi

día.’ Y conforme obra para cumplir mi Voluntad y para desenvolver su vida

en Ella, forma otras tantas luces fulgidísimas en el día de su vida, que

vuelven más glorioso, más bello, el día de mi Querer donde ella vive.

¿Sabes tú para quién viene formado el día y la noche, el alba y el ocaso?

Para quien ahora hace mi Voluntad y ahora la suya: Si hace la mía forma el

día, si hace la suya forma la noche; quien vive del todo en Ella forma la

plenitud del día, quien no vive del todo sino que sólo con esfuerzo hace mi

Voluntad, forma el alba; quien se lamenta de lo que Ella dispone y quiere

sustraerse, forma el ocaso; y para quien de hecho no hace mi Voluntad, es

siempre noche perenne, principio de aquella noche eterna del infierno que no

tendrá jamás fin."

 

 

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Septiembre 23, 1926

Quien debe hacer bienes universales debe suplir

por todos. Tres planos en la Voluntad de Dios.

Estaba fundiéndome toda en el Santo Querer Divino, con la herida en

el alma de no haber visto a mi dulce Jesús, ¡oh! como mientras trataba de

hacer mis actos en su Querer no me lo sentía junto conmigo, me sentía

arrancar un pedazo de mí misma, así que mi pequeña y pobre existencia me

la sentía despedazar sin Jesús, y le pedía que tuviera piedad de mí y que

pronto regresara a mi pobre alma. Entonces, después de mucho esperar ha

regresado, pero muy afligido por causa de la perfidia humana, parecía que

naciones y naciones se peleaban entre ellas, preparando hasta los depósitos

de las armas para combatirse, preparando cosas imprevistas para hacer surgir

los combates. Qué locura, qué ceguera humana, parece que no tienen ya

vista para ver el bien, el orden, la armonía, sino que tienen vista sólo para

ver el mal, y esta ceguera les afecta el cerebro y hacen cosas de locos,

entonces al verlo tan afligido por causa de esto le he dicho: "Amor mío,

deja esta tristeza, Tú les darás luz y no lo harán, y si son necesarias mis

penas, estoy pronta con tal de que estén todos en paz." Y Jesús con dignidad

y severidad me ha dicho:

"Hija mía, te tengo para Mí, para formar en ti mi reino del Fiat

Supremo, no para ellos; te he hecho sufrir hasta demasiado para librar al

mundo, pero su perfidia no merece que Yo te haga sufrir más por su causa."

Y mientras esto decía, parecía que tenía en sus manos una barra de

fierro, en acto de pasarla sobre las criaturas. Yo he quedado espantada y

quería aliviar a Jesús de su aflicción y por eso le he dicho: "Jesús, vida mía,

ocupémonos por ahora del reino de tu Querer, a fin de que te consueles, yo

sé que tu alegría, tu fiesta, es el darte ocasión para hacerte hablar de él, por

eso, junto conmigo corran tus actos en los míos, a fin de que con la luz de tu

Querer invistan más que sol a todas las criaturas, y yo pueda constituirme

acto por cada acto, pensamiento por cada pensamiento, encerraré todo,

tomaré como en un puño todos sus actos para hacer todo lo que ellas no te

hacen, y así encontrarás todo en mí y tu aflicción se alejará de tu corazón."

Y Jesús condescendiendo a mis deseos ha girado junto conmigo y después

me ha dicho:

"Hija mía, qué Potencia contiene mi Voluntad, Ella como luz penetra

dondequiera, se ensancha, se da a cada acto, se multiplica al infinito, pero

mientras hace tantas cosas y se multiplica en cada cosa, queda siempre una,

cual es, conservando todos sus actos sin perder ni uno. Mira hija mía, el

 

 

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primer plano hecho en mi Voluntad a nombre y por todas las criaturas, fue

hecho por la Soberana Reina, y obtuvo el sumo bien a todas las criaturas de

hacer descender a la tierra al suspirado Redentor; quien hace por todos, a

nombre de todos y suple por todos, merece bienes universales que pueden

servir a todos.

El segundo plano hecho en la Suprema Voluntad fue hecho por mi

Humanidad, abracé todo y a todos como si fueran uno solo, di satisfacción

por todos, no dejé ningún acto de criatura sin constituir en él el mío, para

hacer que a mi Padre Celestial le fuera completa la gloria, el amor, la

adoración por cada acto de criatura, y esto consiguió el fruto de mi venida

sobre la tierra, mereció la salvación, la santidad a todos; que muchos no la

tomen, la culpa es de ellos, no por falta del donador. Así que mi Vida

consiguió bienes universales a todos, abrió las puertas del Cielo para todos.

El tercer plano en mi Voluntad lo harás tú, y por eso en todas las cosas

que tú haces te hago hacer por todos, abrazar todo, suplir a nombre de cada

uno de los actos de ellos. Tu plano debe igualarse al mío, debe unificarse a

aquél de la Emperatriz Celestial y esto servirá para conseguir el reino del

Fiat Supremo. A quien debe hacer un bien universal nada se le debe

escapar, para vincular el bien que quiere dar a todas las criaturas. Los actos

hechos en mi Voluntad, para suplir a todos, forman dobles cadenas, pero

cadenas de luz que son las más fuertes, las más largas, no sujetas a romperse,

ninguno puede tener la habilidad de romper una cadena de luz, esa es más

que rayo solar que ninguno puede romper, mucho menos impedirle el paso a

donde la largura y anchura del rayo quiere llegar, y estas cadenas de luz

obligan a Dios a dar bienes universales y a la criatura a recibirlos."

Septiembre 26, 1926

La sola palabra Voluntad de Dios contiene un prodigio

eterno. Cómo todo se convierte en amor y oración.

Me sentía toda inmersa en el Querer Supremo, y mi pobre mente

pensaba en tantos admirables efectos que Él produce, y mi siempre amable

Jesús me ha dicho:

"Hija mía, la sola palabra Voluntad de Dios contiene un portento

eterno, que no hay quien lo pueda igualar; es una palabra que abraza todo,

Cielo y tierra. Este Fiat contiene la fuente creadora y no hay cosa de bien

que no pueda hacer salir. Así que quien posee mi Voluntad, en virtud de

Ella adquiere con derecho todos los bienes que este Fiat posee, por eso

 

 

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adquiere el derecho a la semejanza de su Creador, adquiere el derecho a la

Santidad Divina, a su Bondad, a su Amor; con derecho cielo y tierra son

suyos, porque todos tuvieron existencia de este Fiat, con razón sus derechos

se extienden sobre todo. Así que el más grande don, la gracia más grande

que puedo dar a la criatura, es darle mi Voluntad, porque con Ella vienen

junto todos los bienes posibles e imaginables, y con derecho, porque todo

pertenece a Ella."

Después mi dulce Jesús se hacía ver que salía de dentro de mi interior

y me miraba, pero fijaba tanto sus miradas en mí, como si quisiera pintarse,

imprimirse dentro de mi pobre alma, y yo al ver esto le he dicho: "Amor

mío, Jesús, ten piedad de mí, ¿no ves cómo soy fea? Tu privación en estos

días me ha vuelto más fea aún, siento que no soy buena para hacer nada, los

mismos giros en tu Querer me resultan dificultosos. ¡Oh! cómo me siento

mal, tu privación es para mí como fuego que consume, que quemándome

todo me quita la vida para obrar el bien, me deja sólo tu Voluntad adorable

que atándome toda a Ella, no me deja querer otra cosa que tu Fiat, ni ver, ni

tocar otra cosa que tu Santísima Voluntad." Y Jesús tomando de nuevo la

palabra ha agregado:

"Hija mía, donde está mi Voluntad todo es santidad, todo es amor,

todo es oración. Así que estando en ti su fuente, tus pensamientos, tus

miradas, tus palabras, tu latido y aun tus movimientos, todos son amor y

oraciones. No es la forma de las palabras lo que forma la oración, no, es mi

Voluntad obrante, que dominando todo tu ser forma de tus pensamientos,

palabras, miradas, latidos y movimientos, tantas fuentecitas que surgen de la

Voluntad Suprema y elevándose hasta el Cielo, en su mudo lenguaje, quien

reza, quien ama, quien adora, quien bendice, en suma, Ella le hace hacer lo

que es santo, lo que pertenece al Ser Divino. Por eso el alma que posee

como vida el Querer Supremo es el verdadero cielo, que aunque fuera mudo

narra la gloria de Dios y se presenta como obra de sus manos creadoras.

¡Cómo es bello ver al alma donde reina mi Querer! Conforme ella piensa,

mira, habla, late, respira, se mueve, así forma las estrellas para adornar su

cielo, para narrar más la gloria de Aquel que la ha creado. Mi Voluntad

abraza como de un solo golpe todo y nada deja escapar al alma de todo lo

que es bueno y santo."

 

 

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Septiembre 28, 1926

Gran aflicción de Luisa por la publicación de los escritos, Jesús

quiere la entrega e incita al padre que debe ocuparse de esto.

Me sentía oprimida y como aplastada bajo el peso de una humillación

profunda, porque me había sido dicho que no sólo se publicaría lo que se

refiere a la Voluntad de Dios, sino también lo que se refiere a todas las otras

cosas que me ha dicho mi amable Jesús; era tanto el dolor, que me quitaba

hasta las palabras para poder aducir razones para que no lo hicieran, ni sabía

rogar a mi amado Jesús para que no permitiera esto, todo era silencio dentro

y fuera de mí. Entonces mi amable Jesús moviéndose en mi interior me ha

estrechado a Él para infundirme valor y fuerza, y me ha dicho:

"Hija mía, no quiero que veas como cosa tuya lo que has escrito, sino

que lo veas como cosa mía y como cosa que no te pertenece, tú de hecho no

debes entrar en medio, Yo me encargaré de todo, y por eso quiero que todo

me lo entregues, y conforme escribes quiero que me lo des todo como un

don, a fin de que Yo quede libre de hacer lo que quiero, y para ti, te quede

sólo aquello que te conviene para vivir en mi Voluntad. Yo te he hecho

tantos dones preciosos por cuantos conocimientos te he manifestado, ¿y tú

ningún don me quieres dar?"

Y yo: "Mi Jesús, perdóname, yo no quisiera sentir lo que siento, el

pensar que lo que ha pasado entre Tú y yo deben saberlo los demás me pone

inquieta y me da tal pena, que yo misma no sé explicar, por eso dame la

fuerza, en Ti me abandono y todo a Ti lo dono." Y Jesús ha agregado:

"Hija mía, así está bien, todo esto lo requiere mi gloria y el triunfo de

mi Voluntad, pero el primer triunfo lo quiere, lo exige sobre de ti. ¿No estás

contenta de que tú te vuelvas la victoria, el triunfo de esta Voluntad

Suprema? ¿No quieres tú entonces hacer cualquier sacrificio para hacer que

este reino supremo sea conocido y poseído por las criaturas? También Yo sé

que tú sufres mucho al ver que después de tantos años de secreto entre tú y

Yo y que con tanto celo te he tenido escondida, ahora, al ver salir fuera

nuestros secretos sientes fuertes impresiones, pero cuando lo quiero Yo lo

debes querer también tú, por eso pongámonos de acuerdo y no te

preocupes."

Después de esto me hacía ver al reverendo padre, y Jesús estando

junto a él le ponía su santa mano derecha sobre su cabeza para infundirle

firmeza, ayuda y voluntad diciéndole: "Hijo mío, hazlo pronto, no pierdas

tiempo, yo te ayudaré, estaré junto a ti a fin de que todo vaya bien y según

mi Voluntad. Así como me interesa que mi Voluntad sea conocida y así

 

 

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como con paterna bondad he dictado los escritos que se refieren al reino del

Fiat Supremo, así ayudaré a la publicación, estaré en medio de aquellos que

se ocuparán, a fin de que el todo sea regulado por Mí. Por eso, pronto,

pronto."

Octubre 2, 1926

Las generaciones están ligadas entre ellas, y por eso, quién pide,

quién recibe y quién posee. Jesús da de acuerdo a nuestras

disposiciones. Su palabra es nueva creación.

En el Cielo no hay secretos.

 

Me sentía amargada a lo sumo por la privación de mi dulce Jesús, ¡oh!

cómo me sentía mal, no podía más, pero cuando he llegado como a los

extremos del dolor, se ha movido en mi interior y todo afligido me ha dicho:

"Hija mía, estoy viendo cuánto debo agrandar los confines del reino de

mi Voluntad, para dar la posesión de él a las criaturas; sé que ellas no

pueden tomar la interminabilidad que contiene el reino de mi Querer, porque

no les es dado, como criaturas, abarcar y abrazar una Voluntad

correspondiente a un reino que no tiene confines, porque siendo ella creada,

siempre es restringida y limitada, pero a pesar de que es limitada, según sus

disposiciones Yo dispongo más o menos los bienes, la extensión de los

confines que debe poseer. Por eso estoy viendo a los que vendrán, qué

disposiciones tendrán; estoy viendo a los presentes para ver las disposiciones

que tienen, porque los presentes deben pedir, conseguir, preparar el reino del

Fiat Supremo a los que vendrán, y según las disposiciones de ellos y el

interés de los presentes, así voy ensanchando los confines de mi reino,

porque las generaciones están tan unidas entre ellas, que siempre sucede así,

que una pide, la otra prepara, la otra consigue y otra posee. Así sucedió en

mi venida a la tierra para formar la Redención, no fueron los presentes los

que pidieron, que suspiraron, que lloraron para obtener sus bienes, estos los

gozan y los poseen, sino fueron aquellos que estaban antes de mi venida, y

según las disposiciones de los presentes y las oraciones y disposiciones de

los pasados, Yo ensanchaba los confines de los bienes de la Redención,

porque un bien sólo es dado por Mí cuando puede ser útil a las criaturas,

pero si utilidad no les lleva, ¿en que aprovecharía el darlo? Y esta utilidad

es tomada por ellas si tienen más disposiciones. ¿Pero sabes tú cuándo

ensancho sus confines? Cuando te manifiesto un conocimiento nuevo que se

refiere al reino de mi Voluntad. Por eso antes de manifestártelo doy una

 

 

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mirada a todos, para ver sus disposiciones, si les será útil, o bien será para

ellos como no dicho, y viendo que Yo quiero ensanchar de más mis confines

para darles más bienes, más alegrías, más felicidad para poseer, y porque

ellos no están dispuestos, me siento afligido y espero tus oraciones, tus giros

en mi Querer, tus penas para disponer a los presentes y a los futuros, y

después vuelvo a las nuevas sorpresas de mis manifestaciones sobre mi

Voluntad. Por eso cuando no te hablo estoy afligido, mi palabra es el don

más grande, es una nueva creación, y no pudiéndolo sacar de Mí porque las

criaturas no están dispuestas para recibirlo, siento en Mí el peso del don que

quiero dar, y no pudiéndolo dar quedo afligido y taciturno. Y mucho más

crece mi aflicción al verte afligida por causa mía; si tú supieras cómo siento

tu tristeza, cómo se derrama toda en mi corazón, porque mi Voluntad me la

lleva hasta lo íntimo de mi corazón, porque Yo no tengo dos voluntades

reinante, sino una, y como Ésta reina en ti, como consecuencia me trae hasta

dentro de Mí tus aflicciones, por eso ruega y tu vuelo sea continuo en el Fiat

Supremo, a fin de que implores que las criaturas se dispongan y Yo vuelva

de nuevo a tomar la palabra."

Dicho esto ha hecho silencio y yo he quedado más afligida que antes y

sentía todo el peso que sentía Jesús por las indisposiciones de las criaturas,

sentía como si no me debiera hablar más por ahora, pero Jesús queriéndome

consolar de mi aflicción y también para consolarse a Sí mismo, me ha dicho:

"Hija mía, ánimo, ¿crees tú que se conocerá todo lo que ha pasado

entre tú y Yo? No hija mía. Haré conocer lo que será necesario, lo que

pertenece al reino del Fiat Supremo, es más, daré más de lo que tomarán las

criaturas de este mi reino, para darles campo libre de caminar siempre más,

para hacerles agrandar su posesión en el Fiat Supremo, a fin de que jamás

puedan decir basta, ya no tenemos más a dónde llegar, no, no, pondré tal

abundancia que el hombre tendrá siempre para tomar y para agrandar su

camino. Pero a pesar de tal abundancia no todos conocerán nuestros

secretos, como no todos conocen lo que pasó entre Mí y mi Mamá para

formar el reino de la Redención, las gracias sorprendentes, los favores

innumerables; lo conocerán en el Cielo donde no hay secretos, pero en la

tierra conocieron lo que sobreabundé para su bien. Así haré contigo, si he

mirado ha sido para quien quiera venir a vivir en el reino de mi Voluntad,

pero para ti, para la pequeña hija de mi Querer, para quien ha formado junto

conmigo este reino con tanto sacrificio, ¿acaso podrá mi amor decirte basta,

negarte la palabra, no derramar en ti el continuo flujo de mis gracias? No,

no puedo pequeña hija mía, no es de la naturaleza de mi corazón, ni de mi

Voluntad que contiene un acto continuado, jamás interrumpido de dar y

siempre dar nuevas sorpresas a quien no conoce otra vida sino la suya. Y si

 

 

1648

me ves taciturno no es por ti, porque entre tú y Yo no hay necesidad de

palabras para entendernos; vernos es comprendernos, y todo Yo me vierto en

ti y tú en Mí, y con verterme Yo vierto en ti nuevas gracias y tú las tomas,

porque lo que es necesario para ti que debes ser como causa primaria para

formar el reino del Fiat Eterno, no será necesario para quien sólo debe vivir

en él. Contigo no se trata sólo de vivir, sino de formarlo, y por eso tu Jesús

debe abundar tanto, para darte las materias primas para la formación de un

reino tan santo. Esto sucede también en el bajo mundo, quien debe formar

un reino tiene necesidad de muchos medios, de muchas materias primas, en

cambio quien debe formar una sola ciudad tiene necesidad de menos, y

quien llega sólo a habitar en ella, con poquísimos medios puede vivir en esta

ciudad, y los sacrificios que debe hacer quien debe formar un reino, no son

necesarios para quien se decide a querer vivir en tal reino. Por eso quiero

sólo que trabajes en la formación del reino del Fiat Supremo, y tu Jesús

pensará en todo lo demás."

Octubre 6, 1926

Martirio nuevo. Quien no hace la Voluntad Divina trunca la

Vida Divina en ella. Privación de los escritos. Jesús la consuela

haciéndole ver todo escrito en el fondo de su alma.

Me encontraba toda inmersa en el vivo dolor de la privación de mi

dulce Jesús y decía entre mí: "Mi Jesús, cómo no tienes compasión de esta

pequeña hija tuya, que en cuanto se siente privada de ti se siente arrancar la

vida; no es solamente una pena que siento, que sería más tolerable, sino que

es vida lo que me siento faltar; soy pequeña, soy débil, y si no por otra cosa,

al menos por mi extrema pequeñez deberías tener compasión de esta pobre

pequeña, que está casi en continuo acto de sentirse faltar la vida y de

retomarla para sentirse de nuevo morir. Mi Jesús, amor mío, ¿qué martirio

nuevo es éste? Martirio jamás sentido, morir tantas y tantas veces y jamás

morir, sentirme faltar la vida sin la dulce esperanza de tomar el vuelo hacia

mi patria celestial." Ahora, mientras esto pensaba, mi siempre amable Jesús

se ha movido en mi interior y con acento tierno me ha dicho:

"Pequeña hija de mi Querer, ánimo, tú tienes razón que es vida lo que

te sientes faltar, porque privándote de Mí te sientes faltar, terminar la Vida

de tu Jesús en ti, y con razón tú, pequeñita como eres, sientes el duro

martirio de que la vida termina en ti. Pero tú debes saber que mi Voluntad

es Vida, y cada vez que las criaturas no la hacen, la rechazan, es una Vida

Divina que rechazan y que destruyen en ellas, ¿y te parece poco el dolor, el

 

 

1649

martirio continuado de mi Querer al sentirse arrancar como por un golpe de

un fierro asesino tantos actos de Vida que con tanta bondad quiere hacer

surgir en las criaturas? Y en correspondencia de esta Vida Divina truncada

en ellas, hacen surgir la vida de las pasiones, del pecado, de las tinieblas, de

las debilidades. El no hacer mi Voluntad es Vida Divina que pierden las

criaturas, y por eso Ella reinante en ti te hace sentir, con privarte de Mí, el

dolor de tantas Vidas Divinas que le truncan las criaturas, para repararse y

rehacerse en ti todos estos actos de Vida que le hacen perder. ¿No sabes tú

que para formar el reino del Fiat Divino debe encontrar en ti tantos actos

suyos por cuantos ha perdido? Y por eso la alternativa de mi presencia y de

mi ausencia, para darte ocasión de hacerte formar tantos actos de sumisión a

mi Voluntad, para hacer reentrar en ti estos actos de Vida Divina que los

demás han rechazado. Y además, ¿no te acuerdas que Yo te pedí cuando te

manifesté tu misión sobre el Fiat Eterno, el sacrificio de sufrir tantas muertes

por cuantas criaturas salían a la luz del día, por cuantos habían rechazado la

Vida de mi Voluntad? ¡Ah! hija mía, el no hacer mi Voluntad es Vida

Divina que rechazan las criaturas, no es como no practicar las virtudes,

donde rechazan las gemas, las piedras preciosas, los ornamentos, los

vestidos, que no queriéndolos se pueden hacer a un lado; en cambio,

rechazar mi Querer es rechazar los medios para vivir, destruir la fuente de la

vida, es el más grande mal que puede existir, y por eso quien hace tanto mal

no merece vivir, es más, merece morir a todos los bienes. ¿No quieres tú

entonces rehacer a mi Voluntad de todas estas Vidas que le han truncado las

criaturas? Y para hacer esto no es suficiente sufrir una pena, sino una falta

de Vida Divina, cual es mi privación. Mi Voluntad para formar su reino en

ti, quiere encontrar en ti todas las satisfacciones que las criaturas no le han

dado, todas sus Vidas que debía hacer surgir en ellas, de otra manera sería

un reino sin fundamento, sin darle los derechos de justicia y sin las debidas

reparaciones. Pero debes saber que tu Jesús no te dejará por mucho tiempo,

porque lo sé también Yo, que no puedes vivir bajo la presión de un martirio

tan duro."

Además de esto me sentía afligida porque habiendo venido el

reverendo padre que debe ocuparse de la publicación de los escritos sobre la

Santísima Voluntad de Dios, quiso que le entregara todos los escritos sin

dejarme ni siquiera aquellos de los que él ya tenía las copias. Entonces el

pensamiento de que las cosas más íntimas entre Jesús y yo estaban fuera y el

no poder ni siquiera volver a ver lo que Jesús me había dicho sobre su Santo

Querer me atormentaba. Y Jesús regresando me ha dicho:

"Hija mía, ¿por qué te afliges tanto? Tú debes saber que lo que te he

hecho escribir en el papel, lo he escrito antes Yo mismo en el fondo de tu

 

 

1650

alma, y después te lo he hecho pasar al papel, es más, hay más cosas escritas

en ti que en el papel, por eso cuando tú sientas la necesidad de volver a ver

lo que se refiere a las verdades del Fiat Supremo, basta que des una mirada a

tu interior y en seguida verás nuevamente lo que quieres, y para que estés

segura de lo que te digo, mira ahora en tu alma y verás todo en orden lo que

te he manifestado."

Mientras esto decía yo he mirado en mi interior y de una sola mirada

veía todo, veía también lo que Jesús me había dicho y yo había omitido

escribir. Entonces di gracias a mi amado Bien y me he resignado,

ofreciéndole todo mi duro sacrificio a Él, y pidiéndole que en compensación

me diera la gracia de que su Voluntad sea conocida, amada y glorificada."

Octubre 9, 1926

El reino de la Voluntad de Dios será una nueva creación.

Gusto de Jesús al oír hablar de su Voluntad.

 

Estaba según mi costumbre haciendo mi giro en el Querer Supremo y

mi dulce Jesús me hacía ver un globo de luz en mi interior, y conforme

repetía mis actos en el Fiat Divino se hacía más grande y los rayos que de él

salían se hacían más largos, y mi siempre amado Jesús me ha dicho:

"Hija mía, por cuanto más frecuentemente gires en mi Voluntad para

repetir tus actos, tanto más grande se hace la circunferencia del globo de luz,

y por cuanta más fuerza de luz posee, tanto más se pueden extender sus

rayos que deben iluminar el reino del Fiat Eterno. Tus actos fundidos,

perdidos en mi Querer, formarán el sol especial que debe iluminar un reino

tan santo, este sol poseerá la fuerza creadora y conforme extienda sus rayos,

así quedará la marca de su santidad, de la bondad, de la luz, de la belleza y

de la semejanza divina. Quien se haga iluminar por su luz sentirá la fuerza

de una nueva creación continua de alegría, de contentos y de bienes sin fin.

Por eso el reino de mi Voluntad, dominando Ella todos los actos de aquellos

que vivirán en él, será continua creación; así que la criatura estará bajo un

acto nuevo continuado de este Supremo Querer que la tendrá tan absorbida,

que le hará faltar el campo de acción al propio yo. Por eso amo tanto que el

reino de mi Voluntad sea conocido, por el gran bien que recibirán las

criaturas y por el libre campo de acción que Ella tendrá, porque ahora el

Supremo Querer está obstaculizado por el propio yo, en cambio cuando sea

conocido, sus rayos vivificantes, penetrantes y plenos de viva luz, eclipsarán

la voluntad humana, ésta quedará deslumbrada por su luz refulgente y

 

 

1651

viendo el gran bien que le vendrá, dará libertad de acción a mi Voluntad

dándole el total dominio. Así que para mi Voluntad, en este su reino,

empezará una nueva era, una creación continua, pondrá fuera todo lo que

había establecido dar a las criaturas si hubieran hecho siempre su Voluntad,

y que por tantos siglos ha debido tener en Sí como en depósito, para después

sacarlos para bien de los hijos de su reino."

Después de esto he seguido rezando, pero mientras rezaba veía que mi

sumo Bien Jesús, de prisa salía del fondo de mi interior, empujando un bulto

de luz que estaba encima de Él, que lo tenía como eclipsado bajo de ella

dentro de mí, y me impedía el verlo, por eso Él, empujándolo de prisa ha

salido y yo le he dicho: "Jesús mío, ¿qué cosa es esta prisa que tienes? ¿Es

tal vez alguna cosa que te interesa mucho?"

Y Jesús: "Cierto, cierto hija que es la cosa que más me interesa, mira,

he escuchado hasta dentro de ti al padre que se llevó nuestros escritos que

hablaba de mi Voluntad a los que lo rodeaban, con tanto amor que me sentí

herir hasta en el corazón, y por eso he querido salir fuera de ti para

escucharlo, son mis mismas palabras que he dicho sobre mi Voluntad que

me resuenan al oído, escucho mi eco y por eso quiero tomarme todo el gusto

de escucharlo, y quiero que también tú lo tomes por compensación de los

sacrificios que has hecho."

Mientras estaba en esto yo veía que un rayo de luz salía de Jesús, que

se alargaba tanto que llegaba hasta donde se encontraba el reverendo padre,

que invistiéndolo lo hacía hablar y Jesús se consolaba al oír hablar sobre su

adorable Voluntad.

Octubre 12, 1926

Qué significa ser hija primogénita de la Voluntad Divina.

Jesús se siente atraído por la Voluntad Divina a visitaral alma y la dispone a tratar con Él.

Me sentía inmersa en el mar del dolor de la privación de mi sumo Bien

Jesús, y por cuanto lo llamaba girando por cielo y tierra, no me era dado

encontrar a Aquél por quien tanto suspiraba, y por eso las aguas del dolor

creciendo siempre más me ahogaban de penas y de dolor, pero de aquel

dolor que sólo Jesús puede dar y sabe dar a un pobre y pequeño corazón que

ama, y porque es pequeño no puede sostener toda la inmensidad de las aguas

amargas del dolor de su privación, y por eso quedo ahogada y oprimida

esperando a Aquél que tanto anhelo y suspiro. Entonces mientras me

 

 

1652

encontraba toda oprimida, mi siempre amable Jesús se hacía ver en mi

interior, en medio de una nube de luz y me ha dicho:

"Hija primogénita de mi Voluntad, ¿por qué estás tan oprimida? Si tú

piensas en tu gran fortuna tu opresión se irá de ti. ¿Sabes tú qué significa

hija primogénita de mi Voluntad? Significa primera hija en el Amor de

nuestro Padre Celestial y primera de todos en ser amada; significa primera

hija de la gracia, de la luz, primera hija de la gloria, primera hija poseedora

de las riquezas de su Divino Padre, primera hija de la Creación; como hija

primogénita del Supremo Querer contiene todos los vínculos, todas las

relaciones, todos los derechos que conviene a una hija primogénita:

Vínculos de filiación, relaciones de comunicación con todas las

disposiciones de su Celestial Padre, derechos de posesión de todos sus

bienes. Pero esto no es todo, ¿sabes tú qué significa primera hija salida de

mi Voluntad? Significa no sólo ser primera en el Amor y en todas las cosas

de su Creador, sino encerrar en sí todo el amor y todos los bienes de los

demás hijos, así que si los demás poseerán cada uno su parte, ella como

primogénita poseerá todo junto los bienes de los demás, y esto con derecho y

con justicia, porque como primogénita, mi Voluntad a ella todo le confió,

todo donó, por eso en ella se encuentra el origen de todas las cosas, la causa

por la que fue creada la Creación, la finalidad por la que salió en campo la

acción y el Amor Divino. Causa primaria de todo el obrar de un Dios fue

quien debía ser hija primogénita de nuestra Voluntad, por lo tanto, de ella,

como consecuencia, derivan todos los bienes, de ella parten y a ella regresan.

Mira entonces cómo eres afortunada, tú no puedes comprender del todo qué

significa tener el primado en el Amor y en todas las cosas de tu Creador."

Entonces al oír esto le he dicho: "Amor mío, ¿qué dices? Y además,

¿en qué me aprovecha tanta fortuna que Tú dices cuando me privas de Ti?

Todos los bienes se me convierten en amarguras sin Ti, y además, te lo he

dicho tantas veces, que sólo a Ti quiero, porque Tú me bastas por todo, y si

todo tuviera sin ti, todo se me cambia en martirio y en dolor indescriptible.

El amor, la gracia, la luz, la Creación toda me hablan de Ti, me hacen

conocer quién eres Tú, y no encontrándote doy en delirio, en ansias

mortales, por eso el primado, la primogenitura dalas a quien quieras, a mí no

me interesan, si quieres volverme feliz quédate Tú solo conmigo y esto me

basta." Y Jesús ha agregado:

"Hija mía, no debe bastarte sólo Yo, ni quiero que digas que todo lo

demás no te interesa, no, no, si no me basta a Mí el darte sólo a Mí, sino que

te doy también todas mis cosas, si me interesa a Mí que el primado, que la

hija primogénita seas tú, debe interesarte también a ti, ¿y no sabes tú que mi

frecuente venir es porque eres mi hija primogénita? ¿No sabes tú que a

 

 

1653

Adán hasta en tanto que se mantuvo como hijo primogénito de mi Voluntad,

y por consecuencia tenía el primado sobre todo, Yo lo visitaba

frecuentemente? Mi Voluntad reinante en él le suministraba todos los

modos necesarios para entretenerse conmigo como hijo que forma la

consolación de su padre, así que Yo hablaba con él como a un hijo, y él

conmigo como a su padre; pero en cuanto se sustrajo de mi Voluntad perdió

el primado, la primogenitura y junto con eso perdió todos mis bienes, no

sentía ya en él la fuerza de sostener mi presencia, ni Yo me sentía atraído

por una Fuerza y Voluntad Divina para ir a él, por eso todos sus vínculos

conmigo quedaron despedazados, por derecho ya nada le tocaba, y no más

me pudo ver develado sino entre rayos y eclipsado en mi Luz, en aquella

Luz de mi Voluntad que él había rechazado. Ahora, ¿no sabes tú que el

primado que perdió Adán como hijo primogénito de mi Voluntad ha pasado

a ti, y que Yo debo encerrar en ti todos los bienes que debía encerrar en él si

no se hubiese sustraído de mi Voluntad? Por eso Yo te veo como la primera

criatura salida de nuestras manos, porque quien vive en mi Voluntad es

siempre la primera ante su Creador, y a pesar de que en el tiempo haya

nacido después, esto dice nada, en nuestro Querer es siempre primera quien

no ha hecho ninguna salida de dentro de Él. Mira entonces cómo todo te

debe interesar; mi mismo venir es por la Fuerza irresistible de mi Voluntad

que me atrae a ti y te dispone. Por eso quiero suma gratitud por tu gran

fortuna de ser la hija primogénita de mi Voluntad."

Yo no supe qué responder, he quedado confundida y en lo íntimo de

mi alma decía: "Fiat, Fiat."

Octubre 13, 1926

La Divina Voluntad formará el eclipse a la voluntad humana.

Estaba fundiéndome toda en el Santo Querer Divino, y mientras giraba

en Él haciendo mis actos, mi amado Jesús se ha movido en mi interior y me

ha dicho:

"Hija mía, cada acto, oración y pena que el alma hace entrar en la Luz

de mi Voluntad, se transforma en luz y forma un rayo de más en el Sol del

Eterno Querer, estos rayos forman la gloria más bella que la criatura puede

dar al Fiat Divino, de modo que viéndose tan glorificado por su misma Luz,

inviste estos rayos con nuevos conocimientos suyos, que convirtiéndose en

voces, manifiestan al alma otras sorpresas de mi Voluntad. ¿Pero sabes tú

qué cosa le forman estos mis conocimientos a la criatura? Forman el eclipse

de la voluntad humana; por cuanto más fuerte es la luz, por cuantos más

 

 

1654

rayos hay, tanto más la voluntad humana queda deslumbrada y eclipsada por

la luz de mis conocimientos, de manera que casi se siente impotente para

obrar y da el campo a la acción de la Luz de mi Voluntad, la voluntad

humana queda ocupada en la acción de la mía y le falta tiempo, lugar para

hacer obrar a la suya; es como el ojo humano cuando mira fijamente al sol,

la fuerza de la luz inviste la pupila y dominándola la hace incapaz de ver

otras cosas, pero a pesar de esto no ha perdido la vista, es la fuerza de la luz

que tiene esta potencia, que a cualquiera que la mira le quita cualquier otro

objeto y no la deja ver otra cosa más que luz. Yo no le quitaré jamás el libre

albedrío a la voluntad humana, don grande dado a las criaturas al crearlas y

que las hacen distinguir si quieren ser verdaderas hijas mías o no; sino que

más bien con la luz de los conocimientos de mi Voluntad formaré más que

rayos solares, que quien quiera conocerlos y mirarlos quedará investido por

esta luz, de modo que la voluntad humana eclipsada sentirá gusto y amor en

mirar la luz, y se sentirá afortunada de que la acción de la luz tome lugar en

vez de la suya, y perderá el amor, el gusto de las demás cosas. Por eso estoy

diciendo tanto sobre mi Voluntad, para formar la luz fuerte, porque por

cuanto más fuerte es, tanto más es el eclipse que forma para tener ocupada a

la voluntad humana. Mira el cielo, es imagen de esto, si tú lo ves de noche,

lo ves tachonado de estrellas, pero si lo ves de día, las estrellas no existen

más para el ojo humano, pero en el cielo continúan en su lugar como están

en la noche; ¿quién ha tenido esta fuerza de hacer desaparecer las estrellas

mientras están en el pleno día? El sol con la fuerza de su luz las ha

eclipsado, pero no las ha destruido, tan es verdad, que en cuanto el sol

empieza su ocaso, así vuelven a hacerse ver en la bóveda del cielo, parece

que tienen miedo de la luz y se esconden para dar el campo a la acción de la

luz del sol, porque saben en su mudo lenguaje que el sol contiene más

efectos de bienes para la tierra y es justo que le den todo el campo a la

acción grande del sol, y que ellas como homenaje a él se hagan eclipsar por

su luz, pero cuando termina el eclipse se dejan ver que están en su lugar.

Así será entre el sol de los conocimientos del Fiat Supremo y entre las

voluntades humanas que se harán iluminar por estos rayos de luz de mis

conocimientos, éstos llevarán el eclipse a las voluntades humanas, las cuales

viendo el gran bien de la acción de su luz, tendrán vergüenza, temor de obrar

con la voluntad humana y darán libre campo a la acción de la Luz del Querer

Divino. Por eso, por cuanto más rezas y sufres en Él, tantos más

conocimientos atraes para manifestarte y más intensa se forma la luz para

poder formar el dulce eclipse a la voluntad humana, así podré establecer el

reino del Fiat Supremo."

 

 

1655

Octubre 15, 1926

En el Cielo se tendrá tanta felicidad por cuanta

Voluntad Divina se encerró en el alma en la tierra.

 

Continuando mi acostumbrado giro en la Voluntad Suprema decía

entre mí: "Mi Jesús, tu Voluntad abraza y encierra todo, y yo a nombre de la

primera criatura salida de tus manos creadoras hasta la última que será

creada, intento reparar todas las oposiciones de las voluntades humanas

hechas a la tuya, y de tomar en mí todos los actos de tu adorable Voluntad

que las criaturas han rechazado, para corresponderlos todos en amor, en

adoración, de modo que no haya acto tuyo al que no corresponda un acto

mío, para que encontrando en cada acto tuyo mi pequeño acto como

bilocado en el tuyo, Tú quedes satisfecho y vengas a reinar como en triunfo

sobre la tierra. ¿No es tal vez sobre los actos humanos que tu Fiat Eterno

quiere encontrar el apoyo donde dominar? Por eso te ofrezco en cada acto

tuyo, el mío como terreno para hacerte extender tu reino." Ahora, mientras

esto pensaba y decía, mi siempre amable Jesús se ha movido en mi interior y

me ha dicho:

"Pequeña hija de mi Querer, es justo, es necesario, es de derecho de

ambas partes, tanto tuya como de mi Voluntad, que quien es hija suya siga la

multiplicidad de los actos de mi Querer, y Él los reciba en los suyos. Un

padre sería infeliz si no sintiera a su lado a su hijo para ser seguido en sus

actos por él, ni el hijo se sentiría amado por el padre si el padre haciéndolo a

un lado no se hiciera seguir por su hijo. Por eso, hija de mi Voluntad y

recién nacida en Ella significa precisamente esto: ‘Seguir como hija fiel

todos sus actos.’ Porque tú debes saber que mi Voluntad salió en campo de

acción en la Creación en los actos humanos de la criatura, pero para obrar

quiere el acto de la criatura en el suyo para desarrollar su obrar y poder

decir: ‘Mi reino está en medio de mis hijos y propiamente en lo íntimo de

sus actos.’ Porque la criatura por cuanto toma de mi Voluntad, Yo extiendo

mi reino en ella y ella extiende su reino en mi Voluntad, pero según me hace

dominar en sus actos así ensancha sus confines en mi reino, y Yo doy y ella

toma más alegría, más felicidad, más bienes y más gloria, porque está

establecido que en la patria celestial, tanto de gloria, bienaventuranzas, de

felicidad, recibirán por cuanto de mi Voluntad han encerrado en sus almas

en la tierra; su gloria será medida por la misma Voluntad mía que poseerán

sus almas, no podrán recibir más porque su capacidad viene formada por

aquella misma Voluntad Divina que han hecho y poseído mientras vivían

 

 

1656

sobre la tierra, y aunque mi liberalidad quisiera darles más, les faltaría el

lugar donde contenerlas y se desbordarían fuera. Ahora hija mía, de todo lo

que mi Voluntad ha establecido dar a las criaturas, de todos sus actos, hasta

ahora poco han tomado, poco han conocido, porque su reino no ha sido

conocido, mucho menos poseído, por lo tanto en el Cielo no puede dar toda

su gloria completa, ni todas las alegrías y felicidad que posee, porque se

encuentra en medio de hijos incapaces y de pequeña estatura, y por eso

espera con tanto amor y ansia el tiempo de su reino, para tener su total

dominio y dar de su Fiat todo lo que había establecido dar a las criaturas, y

así formarse los hijos capaces para poderles dar todos sus bienes, y sólo

estos hijos en la patria celestial completarán la gloria a todos los

bienaventurados, porque habrán encerrado lo que Ella quería al darle libre

campo de acción y de dominio, por eso tendrán la gloria esencial, porque

tendrán la capacidad y el espacio donde contenerla, los demás, por medio de

éstos tendrán la gloria accidental, y todos gozarán juntos la gloria completa y

la plena felicidad de mi Voluntad. Así que el reino del Fiat Supremo será el

pleno triunfo del Cielo y de la tierra."

Ahora pensaba entre mí: "Nuestro Señor en el Padre Nuestro nos

enseña a decir, a pedir: ‘Hágase tu Voluntad’, ¿entonces por qué dice que

quiere que se viva en Ella?" Y Jesús siempre benigno, moviéndose en mi

interior me ha dicho:

"Hija mía, el ‘Hágase tu Voluntad’ que Yo enseñé a pedir en el Padre

Nuestro, significaba que todos debían pedir que al menos hicieran la

Voluntad de Dios, y esto es de todos los cristianos y de todos los tiempos, no

se puede decir cristiano si no se dispone a hacer la Voluntad de su Padre

Celestial. Pero tú no has pensado en la frase que viene inmediatamente

después: ‘Como en el Cielo así en la tierra.’ Esto significa vivir en el

Querer Divino, significa pedir que venga el reino de mi Voluntad a la tierra

para vivir en él; en el Cielo no sólo hacen mi Voluntad sino que viven en

Ella, la poseen como cosa y reino propio, y si la hicieran y no la poseyeran

no sería plena su felicidad, porque la verdadera felicidad comienza en el

fondo del alma. Hacer la Voluntad de Dios no significa poseerla, sino

someterse a sus órdenes, en cambio vivir en Ella es posesión. Por eso en el

Padre Nuestro está la petición: En las palabras ‘Hágase tu Voluntad’, que

todos hagan la Voluntad Suprema; y en el ‘como en el Cielo así en la tierra’,

que el hombre regrese en aquella Voluntad de donde salió, para readquirir su

felicidad, los bienes perdidos y la posesión de su reino divino."

 

 

1657

Octubre 17, 1926

Luisa gira en toda la Creación y Redención y pide el

Fiat. Cómo Éste es la base y fundamento del reino.

 

Me parece que no puedo hacer menos que seguir mi giro en la

Voluntad Suprema, siento que es mi verdadera casa y sólo estoy contenta

cuando giro en Ella, porque encuentro todo lo que pertenece a mi dulce

Jesús, que en virtud de su Voluntad todo lo que es suyo es también mío. Así

que tengo mucho que dar a mi amado Bien, es más, hay tanto que darle que

no termino jamás de darle todo, por eso me queda siempre el deseo de

regresar a seguir mi giro para poder darle todo lo que pertenece a su

adorable Voluntad; y pensando en el gran bien que lleva al alma el Querer

Supremo, mientras giraba pedía a Jesús que pronto lo hiciera conocer a

todos, a fin de que pudiesen tomar parte en tan grande bien, y para obtener

esto le decía al llegar a cada cosa creada: "Vengo en el sol a hacer compañía

a tu Voluntad reinante y dominante en él, en todo el esplendor de su

majestad, pero mientras te hago compañía en el sol, te ruego que tu Fiat

Eterno sea conocido, y así como reina triunfante en el sol, venga a reinar

triunfante en medio de las criaturas; mira, también el sol te ruega, toda su luz

se convierte en oración y a medida que se extiende sobre la tierra e inviste

con su luz plantas y flores, montes y llanuras, mares y ríos, así ruega que tu

Fiat sea uno sobre la tierra y que se armonice con todas las criaturas. Así

que no soy yo sola quien te lo pide, sino que es la Potencia de tu misma

Voluntad que reina en el sol la que ruega, ruega la luz, ruegan sus

innumerables efectos, los bienes, los colores que contiene, todos ruegan que

tu Fiat reine sobre todos. ¿Puedes Tú resistir a una masa de luz tan grande

que ruega con la Potencia de tu mismo Querer? Y yo, pequeña cual soy,

mientras te hago compañía en este sol, bendigo, adoro, glorifico tu Voluntad

adorable, con la magnificencia y gloria con las que tu misma Voluntad se

glorifica en sus obras. ¿Así que sólo en las criaturas tu Voluntad no debe

encontrar la perfecta gloria de sus obras? Por eso venga, venga tu Fiat."

Pero mientras esto hago, oigo que toda la luz del sol ruega que venga el Fiat

Eterno, esto es, su misma adorable Voluntad que invistiendo la luz ruega, y

yo dejándola en su acto de rogar paso a las otras cosas creadas para hacer mi

pequeña visita, para hacer un poco de compañía a la adorable Voluntad en

cada acto suyo que ejercita en cada cosa creada. Por eso paso en el cielo, en

las estrellas, en el mar, a fin de que el cielo ruegue, las estrellas rueguen, el

mar con su murmullo ruegue que el Fiat Supremo sea conocido y reine

 

 

1658

triunfante sobre todas las criaturas como reina en ellos. Entonces, después

de haber girado sobre todas las cosas creadas para hacer compañía al Fiat

Divino y pedir en cada cosa que venga a reinar sobre la tierra, cómo es bello

ver, oír que toda la Creación ruega que venga su reino en medio de las

criaturas; después desciendo en todo lo que hizo mi Jesús en la Redención,

en sus lágrimas, en sus gemidos infantiles, en sus obras, pasos y palabras, en

sus penas, en sus llagas, en su sangre, hasta en su muerte, a fin de que sus

lágrimas rueguen que venga su Fiat, sus gemidos y todo lo que hizo

supliquen todos en coro que su Fiat sea conocido y que su misma muerte

haga resurgir la Vida de su Voluntad Divina en las criaturas. Mientras esto y

más hacía, pero me alargaría demasiado si quisiera decirlo todo, mi dulce

Jesús estrechándome a Sí me ha dicho:

"Pequeña hija de mi Querer, tú debes saber que mi Voluntad se quedó

reinante en toda la Creación para dar el campo a las criaturas de hacerle

tantas visitas por cuantas cosas creó, quería la compañía de la criatura en el

mudo lenguaje de todo el universo. Cómo es duro el aislamiento de esta

Voluntad tan santa, que quiere santificar y no encuentra a quién participar su

Santidad; tan rica que quiere dar, y no encuentra a quién dar; tan bella, y no

encuentra a quién embellecer; tan feliz, y no encuentra a quién hacer feliz.

Poder dar, querer dar y no tener a quien dar es siempre un dolor y una pena

inenarrable, y para su mayor dolor ser dejada sola. Entonces, al ver entrar a

la criatura en el campo de la Creación para hacerle compañía, se siente

felicitar y cumplirse la finalidad por la que se dejó reinante en cada cosa

creada, pero lo que la vuelve más feliz, más glorificada, es que tú, en cuanto

llegas a cada cosa creada le pides que su Fiat sea conocido y reine sobre

todo, y mueves a mi misma Voluntad en el sol, en el cielo, en el mar, en

todo, a rogar que venga el reino de mi Querer, porque estando en ti mi Fiat,

se puede decir que es Ella misma que ruega y que mueve todas mis obras,

hasta mis lágrimas y suspiros para que venga el reino de mi Voluntad. Tú

no puedes entender qué contento me das, qué impresión es a mi corazón y a

mi misma Voluntad oír a todas nuestras obras que piden, que quieren nuestro

Fiat, y más porque no te veo pedir nada para ti, ni gloria, ni amor, ni gracias,

y viendo tu pequeñez, por la cual no puedes obtener un reino tan grande,

giras en todas mis obras, por todas partes donde se encuentra un acto de mi

Voluntad haciendo su oficio, y haces decir a mi mismo Fiat: ‘Venga tu

reino, ¡ah! haz que sea conocido, amado y poseído por las generaciones

humanas.’ Una Voluntad Divina que ruega junto con nuestras obras, junto

con su pequeña hija, es el más grande portento, es una potencia a la par de la

nuestra que ruega, y el no escucharla favorablemente nos resulta imposible.

¡Cómo es santo, cómo es puro, noble y todo divino, sin sombra de humano

 

 

1659

el reino de nuestra Voluntad! Su base, su fundamento y la profundidad de él

será nuestro mismo Fiat, que extendiéndose por debajo, en medio y sobre

estos hijos de la familia celestial, les volverá firme el paso e inquebrantable

para ellos el reino de mi Voluntad."

Octubre 19, 1926

(Sin título)

Encontrándome en mi habitual estado, mi adorable Jesús se hacía ver

en mi interior, y un sol que descendía del cielo concentrado en su pecho, y

yo conforme rezaba, respiraba, me movía, hacía mis actos en su Querer, así

tomaba luz, y Jesús se agrandaba más en mi alma y ocupaba más lugar; yo

he quedado maravillada al ver que a cada cosa que hacía tomaba luz del

pecho de Jesús, y Él se hacía más grande y se extendía más en mí, y yo

quedaba más llena de Él. Después de esto me ha dicho:

"Hija mía, mi Divinidad es un acto nuevo continuado, y como mi

Voluntad es el régimen de Ella, el desenvolvimiento de nuestras obras, la

portadora de este acto nuevo, por eso posee la plenitud de este acto nuevo y

por eso es siempre nueva en sus obras, nueva en su felicidad, en la alegría y

siempre nueva en las manifestaciones de sus conocimientos. He aquí la

razón por la que te dice siempre cosas nuevas de mi Fiat, porque posee la

fuente de la novedad, y si tantas cosas parece que se asemejan, que se dan la

mano, esto es efecto de la luz interminable que contiene, porque siendo

inseparable parece que todas son luces entrelazadas juntas, y así como en la

luz está la sustancia de los colores, que son como tantos actos nuevos y

distintos che posee la luz, y no se puede decir que es un solo color, sino

todos los colores con la variedad de todos los matices, pálidos, fuertes,

oscuros, pero lo que embellece y vuelve más refulgentes estos colores es

porque están investidos por la fuerza de la luz, de otro modo serían como

colores sin atractivo y sin belleza. Así los tantos conocimientos que te

vienen dados sobre mi Voluntad, como salen de su luz interminable están

investidos de luz y por eso parece que se dan la mano, que se asemejan, pero

en la sustancia son más que colores, siempre nuevos en las verdades, nuevos

en el modo, nuevos en el bien que llevan, nuevos en la santificación que

comunican, nuevos en las semejanzas, nuevos en las bellezas, y tal vez aun

una sola palabra nueva de más que hay en las diversas manifestaciones sobre

mi Voluntad, es siempre un color divino y un acto eterno nuevo que lleva a

la criatura un acto que no termina jamás en la gracia, en los bienes y en la

gloria. ¿Y sabes tú qué significa poseer estos conocimientos sobre mi

 

 

1660

Voluntad? Es como si uno tuviera una moneda que tiene virtud de hacer

surgir cuantas monedas quiera, y poseyendo un bien que surge, la pobreza ha

terminado. Así estos mis conocimientos poseen luz, santidad, fuerza,

belleza, riquezas que siempre surgen, así que quien los poseerá tendrá la

fuente de la luz, de la santidad, por eso para ella terminarán las tinieblas, las

debilidades, la fealdad de la culpa, la escasez de los bienes divinos, todos los

males terminarán y poseerán la fuente de la santidad. Mira, esta luz que tú

ves concentrada en mi pecho es mi Suprema Voluntad, que conforme tú

emites tus actos así surge la luz y se te comunica y te lleva los nuevos

conocimientos sobre mi Fiat, los cuales vaciándote me ensanchan el lugar

para poderme distender más en ti, y a medida que me extiendo así va

terminando tu vida natural, tu voluntad, toda tú misma, porque das lugar a la

mía, y Yo me ocupo en formar y extender siempre más el reino del Fiat

Supremo en ti, y tú tendrás más campo para girar en Ella y para ayudarme en

el trabajo de la nueva formación de mi reino en medio a las criaturas."

Entonces yo he continuado mis actos en el cielo interminable del

Querer Divino y tocaba con la mano que todo lo que ha salido del Fiat

Eterno, tanto en la Creación como en la Redención y Santificación, son

tantos seres y cosas innumerables, todos nuevos y distintos entre ellos, a lo

más se semejan, se dan la mano, pero ningún ser o cosa puede decir yo soy

la misma cosa que la otra, aun el más pequeño insecto, la más pequeña flor

tiene la marca de la novedad. Así que pensaba entre mí: "Es realmente

verdad que el Fiat de la Majestad Divina contiene la virtud, la fuente de un

acto nuevo continuado. ¡Qué felicidad hacerse dominar por este Fiat

Omnipotente, estar bajo el influjo de un acto nuevo jamás interrumpido!"

Ahora, mientras esto pensaba, mi dulce Jesús ha regresado y mirándome con

amor indecible llamaba todo en torno suyo, a su señal la Creación toda, los

bienes de la Redención se han encontrado en torno a Jesús y Él vinculaba mi

pobre alma a toda la Creación y Redención para hacerme recibir todos los

efectos de todo lo que ha hecho su adorable Voluntad, y me dijo:

"Hija mía, quien se hace dominar por mi Voluntad está bajo el influjo

de todos sus actos y recibe los efectos y la vida de lo que hizo en la Creación

y en la Redención, todo queda en relación y vinculado con ella."

 

 

1661

Octubre 22, 1926

El gran bien que llevará el reino del Fiat Divino. Cómo será

preservativo de todos los males. Así cómo la Virgen, que mientras no

hizo ningún milagro, hizo el gran milagro de dar un Dios a las criaturas,

así será quien debe hacer conocer el reino, hará el gran milagro de

dar una Voluntad Divina.

 

Estaba pensando en el Santo Querer Divino y decía entre mí: "¿Pero

cuál será el gran bien de este reino del Fiat Supremo?" Y Jesús como

interrumpiendo mi pensamiento y como de prisa, se ha movido en mi

interior diciéndome:

"Hija mía, ¿cuál será el gran bien? ¿Cuál será el gran bien? El reino

de mi Fiat encerrará todos los bienes, todos los milagros, los portentos más

estrepitosos, más bien los sobrepasará a todos juntos, y si milagro significa

dar la vista a un ciego, enderezar a un cojo, sanar un enfermo, resucitar un

muerto, etc., el reino de mi Voluntad tendrá el alimento preservativo, y

cualquiera que entrará en él, no habrá ningún peligro de que pueda

permanecer ciego, cojo y enfermo, la muerte en el alma no tendrá más

poder, y si lo tendrá sobre el cuerpo no será muerte, sino paso, y faltando el

alimento de la culpa y la voluntad humana degradada que produce la

corrupción en los cuerpos, y estando el alimento preservativo de mi

Voluntad, tampoco los cuerpos estarán sujetos a descomponerse y a

corromperse tan horriblemente de infundir temor aun a los más fuertes,

como es ahora, sino que quedarán compuestos en sus sepulcros esperando el

día de la resurrección de todos. Entonces, ¿qué crees tú que sea más

milagro, dar la vista a un pobre ciego, enderezar a un cojo, sanar un

enfermo, o bien tener un medio preservativo para que el ojo no pierda jamás

su vista, que se camine siempre derecho, que se esté siempre sano? Creo

que sea más el milagro preservativo que el milagro después de sucedida la

desventura. Esta es la gran diferencia del reino de la Redención y del reino

del Fiat Supremo, en el primero fue milagro para los pobres desventurados,

como lo es todavía ahora, que yacen, quién en una desventura y quién en

otra, y por eso Yo di el ejemplo también en lo exterior haciendo tantas

diferentes curaciones, que eran símbolo de las curaciones que Yo hacía en

las almas, y que fácilmente regresan a su enfermedad. El segundo será

milagro preservativo, porque mi Voluntad posee la milagrosa Potencia que

quien se hace dominar por Ella no estará sujeto a ningún mal, por lo tanto no

tendrá ninguna necesidad de hacer milagros, porque los conservará siempre

sanos, santos y bellos, dignos de aquella belleza que salió de nuestras manos

 

 

1662

creadoras al crear a la criatura. El reino del Fiat Divino hará el gran milagro

de desterrar todos los males, todas las miserias, todos los temores, porque él

no hará el milagro a tiempo y a circunstancia, sino que se mantendrá sobre

sus hijos de su reino con un acto de milagro continuado para preservarlos de

cualquier mal y hacerlos distinguir como hijos de su reino, esto en el alma,

pero también en el cuerpo habrá muchas modificaciones, porque es siempre

la culpa el alimento de todos los males, y quitada la culpa faltará el alimento

al mal, mucho más que mi Voluntad y pecado no pueden existir juntos, por

lo tanto también la naturaleza humana tendrá sus benéficos efectos.

Ahora hija mía, debiendo preparar el gran milagro del reino del Fiat

Supremo, estoy haciendo contigo, como hija primogénita de mi Voluntad,

como hice con la Soberana Reina, Mamá mía cuando preparé el reino de la

Redención, la atraje tanto a Mí, la tuve tan ocupada en su interior para poder

formar junto con Ella el milagro de la Redención, y había tanta necesidad,

tantas cosas que juntos teníamos que hacer, que rehacer, que completar, que

debí ocultar en su exterior cualquier cosa que pudiera llamarse milagro,

excepto su perfecta virtud, con esto la dejé más libre para hacerla navegar el

mar interminable del Fiat Eterno, y así pudiese tener acceso junto a la Divina

Majestad para obtener el reino de la Redención. ¿Qué hubiera sido más, si

la Celestial Reina hubiera dado la vista a los ciegos, la palabra a los mudos y

demás, o bien el milagro de hacer descender al Verbo Eterno sobre la tierra?

Los primeros hubieran sido milagros accidentales, pasajeros e individuales,

en cambio el segundo es milagro permanente y para todos, siempre y cuando

lo quieran; por eso los primeros hubieran sido como una nada comparados al

segundo. Ella fue el verdadero sol que eclipsando todo, eclipsó en Sí al

mismo Verbo del Padre, germinando de su luz todos los bienes, todos los

efectos y milagros que produjo la Redención, pero al igual que el sol,

producía los bienes y los milagros sin hacerse ver o hacerse señalar de que

era Ella la causa primaria de todo. En efecto, todo lo que Yo hice de bien

sobre la tierra, lo hice porque la Emperatriz del Cielo llegó a tener su

imperio en la Divinidad, y con su imperio me trajo del Cielo para darme a

las criaturas.

Ahora, así estoy haciendo contigo para preparar el reino del Fiat

Supremo. Te tengo conmigo, te hago navegar el mar interminable de Él para

darte el acceso junto al Padre Celestial a fin de que le ruegues, lo venzas, lo

imperes, para obtener el Fiat de mi reino. Y para cumplir y consumar en ti

toda la fuerza milagrosa que se necesita para un reino tan santo, te tengo

continuamente ocupada en tu interior en el trabajo de mi reino, te hago girar

continuamente para hacer, para rehacer, para completar todo lo que se

necesita y que todos deberían hacer, para formar el gran milagro de mi reino;

 

 

1663

externamente nada dejo aparecer de milagroso en ti, excepto la luz de mi

Voluntad. Algunos podrán decir: ¡Cómo! tantos portentos que manifiesta el

bendito Jesús a esta criatura de este reino del Fiat Divino, los bienes que

traerá sobrepasarán Creación y Redención, es más, será corona tanto de una

como de la otra, y a pesar de tanto bien ninguna cosa milagrosa en el

exterior se ve en ella como confirmación del gran bien de este reino del

Eterno Fiat, mientras que los otros santos, sin el portento de este gran bien,

han hecho milagros a cada paso. Pero si se vuelven hacia atrás a considerar

a mi amada Mamá, la más santa de todas las criaturas, el gran bien que

encerró en Sí y que trajo a las criaturas, non hay quien pueda compararse a

Ella, hizo el gran milagro de concebir en Sí al Verbo Divino y el portento de

dar un Dios a cada criatura. Y delante a este prodigio jamás visto ni oído, de

poder dar al Verbo Eterno a las criaturas, todos los otros milagros unidos

juntos son pequeñas llamitas delante al sol. Ahora, quién debe hacer lo más

no es necesario que haga lo menos, así delante al gran milagro del reino de

mi Voluntad restablecido en medio a las criaturas, todos los otros milagros

serán pequeñas llamitas delante al gran Sol de mi Querer; cada dicho, verdady manifestación sobre Él, es un milagro que ha salido de mi Voluntad como

preservativo de todo mal y para vincular a las criaturas a un bien infinito, a

una gloria más grande, a una nueva belleza toda divina. Cada verdad mía

sobre mi Eterno Querer contiene la Potencia y la virtud prodigiosa, más que

si se resucitase a un muerto, que si sanase a un leproso, que un ciego viese,

que un mudo hablase, porque mis palabras sobre la Santidad y Potencia de

mi Fiat resucitarán a las almas a su origen, las sanarán de la lepra que ha

producido la voluntad humana, les dará la vista para ver los bienes del reino

de mi Voluntad, porque hasta ahora eran como ciegos; les dará la palabra a

tantos mudos, que mientras sabían decir tantas otras cosas, sólo para mi

Voluntad eran como tantos mudos que no tenían palabra; y además el gran

milagro de poder dar una Voluntad Divina a cada criatura, que contiene

todos los bienes. ¿Qué cosa no les dará cuando se encuentre en posesión de

los hijos de su reino? He aquí por qué te tengo toda ocupada en el trabajo de

este mi reino, y hay mucho que hacer para preparar el gran milagro de que el

reino del Fiat sea conocido y poseído. Por eso sé atenta en atravesar el mar

interminable de mi Voluntad, a fin de que venga establecido el orden entre

Creador y criatura, y así podré hacer el gran milagro por medio tuyo, de que

el hombre regrese a su origen de donde salió."

Entonces yo estaba pensando en lo que está escrito arriba,

especialmente en que cada palabra y manifestación sobre la Suprema

Voluntad es un milagro salido de Ella, y Jesús para confirmarme lo que me

había dicho ha agregado:

 

 

1664

"Hija mía, ¿qué crees tú que haya sido más milagro cuando vine a la

tierra: Mi palabra, el evangelio que anuncié, o bien que di la vida a los

muertos, la vista a los ciegos, el oído a los sordos, etc.? ¡Ah! hija mía, fue

más grande milagro mi palabra, mi evangelio, mucho más que los mismos

milagros salieron de mi palabra; la base, la sustancia de todos los milagros

salió de mi palabra creadora, los Sacramentos, la misma Creación, milagro

permanente, tuvieron vida de mi palabra, y mi misma Iglesia tiene por

régimen, por fundamento, mi palabra, mi evangelio. Así que fue más

milagro mi palabra, mi evangelio, que los mismos milagros, los cuales si

tuvieron vida, fue por mi palabra milagrosa. Por lo tanto debes estar segura

que la palabra de tu Jesús es el más grande milagro; mi palabra es como

viento impetuoso que corre, golpea el oído, entra en los corazones, calienta,

purifica, ilumina, gira, vuelve a girar de nación en nación, recorre todo el

mundo, gira por todos los siglos; ¿quién puede dar muerte y sepultar una

palabra mía? Ninguno. Y si alguna vez parece que mi palabra calla y está

como escondida, ella no pierde jamás la vida, cuando menos se crea, sale y

gira por todas partes; pasarán los siglos en los cuales todos, hombres y cosas

serán arrollados y desaparecerán, pero mi palabra no pasará jamás, porque

contiene la vida, la fuerza milagrosa de Aquél que la hizo salir. Por eso ten

por seguro que cada palabra y manifestación que te hago sobre el Fiat Eterno

es el más grande milagro, que servirán para el reino de mi Voluntad. He

aquí por que tanto te incito y tanto me interesa que ni siquiera una palabra

mía no sea manifestada y escrita por ti, porque me veo regresar un milagro

mío que tanto bien llevará a los hijos del Fiat Supremo."

Octubre 24, 1926

No hay cosa más santa y portadora de toda felicidad que la

Voluntad Divina. Todos los actos de la Creación y

de la Redención son para establecer

el reino del Fiat Supremo.

 

Estaba haciendo mi acostumbrado giro en el Querer Divino y en cada

cosa ponía mi te amo y pedía que el reino del Fiat venga y sea conocido

sobre la tierra, y llegando a todos los actos que hizo mi dulce Jesús en la

Redención, pidiendo en cada uno de ellos que venga su reino, pensaba entre

mí: "Antes, cuando giraba, tanto en toda la Creación como en la Redención,

ponía sólo mi te amo, mi adoración, mi gracias, ¿y ahora por qué no puedo

hacer menos que pedir el reino del Fiat? Siento que quisiera arrollar todo, la

 

 

1665

cosa más pequeña y la más grande, cielo y tierra, los actos del mismo Jesús y

también a Jesús mismo, y forzarlos a fin de que todo y todos digan junto

conmigo: "Queremos el reino del Fiat Supremo, lo queremos reinante,

dominante en medio de nosotros." Mucho más que todos lo quieren, los

mismos actos de Jesús, su Vida, sus lágrimas, su sangre, sus llagas, dentro

de ellos dicen: "Venga nuestro reino a la tierra." Y yo entro en el acto de

Jesús y repito junto: "Venga pronto el reino del Fiat Divino." Ahora,

mientras esto pensaba, mi amado Jesús ha salido de dentro de mi interior y

con una ternura indecible me ha dicho:

"Hija mía, quien ha nacido en mi Querer siente su Vida correr en ella,

y como connatural quiere para todos lo que ella posee. Y como mi Voluntad

es inmensa y encierra todo y a todos, por eso quien la posee gira por todas

las cosas que Ella encierra, para rogarle y vencerla para que descienda sobre

la tierra a formar su reino. Pero tú debes saber que, tú para tener dominio y

hacerlas decir lo que quieres tú, en todas las cosas que han salido y encierran

mi Voluntad, debías primero conocerlas y después amarlas, a fin de que el

amor te diese el derecho de poseerlas y de hacerlas hacer y decir lo que

quieres tú. He aquí la causa por la que antes, girando en todas mis obras

imprimías tu te amo, te adoro, te agradezco; era el conocimiento de mis

obras que tu hacías y la posesión que tomabas. Ahora, después de la

posesión, ¿qué otra cosa más grande, más santa, más bella, más portadora de

todas las felicidades a las humanas generaciones puedes pedir en medio de

mis obras y junto con ellas, que pedir que venga el reino de mi Voluntad?

Mucho más que tanto en la Creación era el reino del Fiat lo que quería

establecer en medio de las criaturas, como en el reino de la Redención, todos

mis actos, mi misma Vida, el principio, la sustancia, en lo íntimo de ellos era

el Fiat que pedían y por el Fiat eran hechos. Si tú pudieses ver dentro de

cada lágrima mía, de cada gota de mi sangre, de cada pena y en todo mi

obrar, encontrarías dentro el Fiat que pedían y cómo eran dirigidos para el

reino de mi Querer, y si bien aparentemente parecía que eran dirigidos a

redimir y a salvar al hombre, era el camino que hacían para llegar al reino de

mi Voluntad. Esto sucede también a las criaturas cuando se deciden a querer

tomar posesión de un reino, de una casa, de un terreno, no se encuentran en

seguida, en un instante dentro y en posesión, sino que deben recorrer el

camino, quién sabe cuanto sufrir, luchar, subir las escaleras para encontrarse

dentro y después tomar posesión. Hija mía, si en todos los actos y penas que

sufrió mi Humanidad no hubieran tenido por principio, por sustancia, por

vida el restablecimiento del reino de mi Fiat sobre la tierra, me habría

alejado y habría perdido la finalidad de la Creación, lo que no puede ser,

porque Dios cuando se ha puesto una finalidad, debe y puede obtener su

 

 

1666

propósito; y si tú en todo lo que haces, sufres y dices no pides mi Fiat, no

tienes por principio, por sustancia mi Voluntad, te alejas y no cumples tu

misión, y es necesario que gires tantas y tantas veces en mi Voluntad, en

medio de mis obras para pedir todos en coro que venga el reino del Fiat

Supremo, a fin de que junto con toda la Creación y con todas mis obras que

hice en la Redención, sea llenada hasta el borde de todos los actos que se

necesitan ante el Padre Celestial para hacer conocer y conseguir el reino de

mi Querer sobre la tierra. Ahora, tú debes saber que toda la Creación, todas

mis obras hechas en la Redención, están como cansadas de esperar y se

encuentran en la condición de una familia noble y rica, todos los hijos son de

justa estatura, bellos en el aspecto, de ingenio no común, van siempre bien

vestidos, con una limpieza maravillosa, son siempre ellos los que hacen la

más bella figura en medio de los demás; ahora, a esta familia, después de

tanta fortuna le llega una desventura, que uno de estos hijos, degradándose,

desciende de su nobleza y va siempre sucio, hace actos indignos y viles que

deshonran la nobleza de la familia, y por cuanto hacen para que figure junto

con los demás hermanos no lo logran, es más, va siempre empeorando hasta

llegar a ser la burla y el hazmerreír de todos. Toda la familia tiene siempre

un dolor, y por cuanto sienten el deshonor de este hijo, no pueden destruir y

decir que no les pertenece y que no ha salido de aquel mismo padre al que

ellos pertenecen. Tal es la condición en la que se encuentra toda la Creación

y todas las obras de mi Redención, todas ellas son una familia celestial, su

origen es la nobleza divina, todas tienen por divisa, por dominio y por vida

la Voluntad de su Padre Celestial, y por eso se mantienen todas en su

nobleza, bellas, decorosas, puras, de una belleza encantadora, dignas de

aquella Voluntad que las posee. A tanta gloria y honor de esta familia

celestial le ha tocado la desventura de que un solo miembro, cual es el

hombre, que ha salido del mismo Padre de ellas, se ha degradado, y en

medio a su tanta gloria y belleza está siempre sucio, hace acciones de tonto,

indignas y viles; pero no pueden negar que les pertenece, pero no lo quieren

en medio de ellos tan sucio y tonto, por eso, como cansadas, todas ruegan

que venga el reino de mi Voluntad en medio a las criaturas, a fin de que en

esta familia una sea la nobleza, el honor y la gloria. Y al ver a la pequeña

hija de mi Voluntad que va en medio de ellas y animándolas pide y hace

pedir a todas que el reino del Fiat Supremo venga en medio de las criaturas,

se sienten todas felices porque su dolor está pronto a terminar."

 

 

1667

Octubre 26, 1926

En todos los actos que hizo Jesús, su finalidad

era el reino del Fiat Divino. Adán se siente

volver a dar el honor perdido por él.

Continuaba uniéndome junto con los actos que Jesús hizo en la

Redención, y mi siempre amable Jesús me ha dicho:

"Hija mía, mira como todos los actos que hice al redimir al hombre,

aun mis mismos milagros que hice en mi vida pública, no eran otra cosa que

llamar el reino del Fiat Supremo en medio de las criaturas, en el acto de

hacerlos pedía a mi Padre Celestial que lo hiciera conocer y lo restableciera

en medio de las generaciones humanas. Si daba la vista a los ciegos, mi

primer acto era el de poner en fuga las tinieblas de la voluntad humana,

causa primaria de la ceguera del alma y del cuerpo, y que la luz de la mía

iluminara las almas de tantos ciegos, a fin de que obtuvieran la vista y así

mirar mi Voluntad para amarla, a fin de que también sus cuerpos estuvieran

exentos de perder la vista; si daba el oído a los sordos, primero pedía a mi

Padre que adquirieran el oído para escuchar las voces, los conocimientos, los

prodigios de mi Querer Divino, a fin de que entrase en sus corazones como

camino para dominarlos, a fin de que no más sordos existieran en el mundo,

ni en el alma ni en el cuerpo; también cuando resucité a los muertos pedía

que resucitasen las almas en mi Eterno Querer, también aquellas putrefactas

y vueltas más que cadáveres por la voluntad humana. Y cuando tomé las

cuerdas para arrojar a los profanadores del templo, era a la voluntad humana

que arrojaba, a fin de que entrase la mía, reinante y dominante, para que

fuesen verdaderamente ricos en el alma y no más sujetos a pobreza natural.

Y hasta cuando entré triunfante en Jerusalén, en medio de la muchedumbre,

rodeado de honor y de gloria, era el triunfo de mi Voluntad que establecía en

medio de los pueblos, no hubo un acto que Yo hiciera estando en la tierra, en

que no pusiera mi Voluntad como acto primero para restablecerla en medio

de las criaturas, porque era la cosa que más me importaba. Y si no fuera así,

que en todo lo que obré y sufrí no hubiera tenido como acto primero el reino

del Fiat Supremo para restablecerlo en medio de las criaturas, mi venida a la

tierra hubiera traído a las generaciones humanas un bien a la mitad, no

completo, y la gloria de mi Padre Celestial no habría sido completamente

reintegrada por Mí, porque como mi Voluntad es principio de todo bien, es

finalidad única de la Creación y Redención, por lo tanto es fin de

cumplimiento de todas nuestras obras. Así que sin Ella nuestras obras más

bellas quedan comenzadas y sin cumplimiento, porque es Ella sola la corona

 

 

1668

de nuestras obras y el sello de que nuestra obra está cumplida. He aquí por

esto, que por honor y gloria de la misma obra de la Redención, debía tener

como acto primero la finalidad del reino de mi Voluntad."

Después de esto estaba comenzando mi giro en la Divina Voluntad y

poniéndome en el edén terrenal, donde Adán había hecho el primer acto de

sustracción de su voluntad a la Divina, decía a mi dulce Jesús: "Amor mío,

quiero aniquilar mi querer en el tuyo, para que jamás tenga vida, para hacer

que en todo y por siempre tenga vida la tuya, para reparar el primer acto que

hizo Adán, para volver a dar toda aquella gloria a tu Supremo Querer comosi Adán no se hubiera sustraído de Él. ¡Oh! cómo quisiera volver a darle el

honor perdido por él porque hizo su voluntad y rechazó la tuya, y este acto

intento hacerlo por cuantas veces todas las criaturas han hecho su voluntad,

causa de todos sus males y han rechazado la tuya, principio y fuente de todos

los bienes, por eso te ruego que venga pronto el reino del Fiat Supremo, a fin

de que todos, desde Adán hasta todas las criaturas que han hecho su

voluntad, reciban el honor, la gloria perdida y tu Querer reciba el triunfo, la

gloria y su cumplimiento." Ahora, mientras esto decía, mi sumo Bien Jesús

se ha conmovido todo y enternecido, y haciéndome presente a mi primer

padre Adán, ha hecho que él me dijera con un énfasis de amor todo especial:

"Hija bendita, finalmente mi Señor Dios después de tantos siglos ha

hecho salir a la luz del día a aquella que debía pensar en volverme a dar el

honor y la gloria que perdí con hacer, desdichadamente, mi voluntad. Cómo

me siento duplicada mi felicidad, hasta ahora ninguno ha pensado en volver

a darme este honor que perdí, por eso agradezco vivamente a Dios que te ha

hecho salir a la luz, y te agradezco a ti, como hija a mí muy amada, que

hayas tomado el empeño de volver a dar a Dios la gloria como si jamás su

Voluntad hubiese sido ofendida por mí, y a mí el gran honor de que el reino

del Fiat Supremo sea restablecido en medio de las generaciones humanas.

Es justo que te ceda el lugar que a mí me tocaba, como primera criatura

salida de las manos de nuestro Creador."

Después de esto mi amable Jesús estrechándome a Él me ha dicho:

"Hija mía, no sólo Adán sino todo el Cielo esperan tus actos en mi

Querer, a fin de que reciban el honor que les ha quitado su querer humano;

tú debes saber que he puesto más gracia en ti, que no puse en Adán, para

hacer que mi Querer te poseyera y con triunfo te dominara, y el tuyo se

sintiese honrado de no tener jamás vida y cediera el puesto a mi Voluntad.

En él no puse mi Humanidad como ayuda y fuerza suya y como cortejo de

mi Voluntad, porque no la tenía entonces, en ti la he puesto para

suministrarte todas las ayudas que se necesitan para hacer que la tuya esté en

 

 

1669

su puesto y la mía pueda reinar, y junto contigo seguir tus giros en mi Eterno

Querer para establecer su reino."

Yo al oír esto, como sorprendida he dicho: "Jesús mío, ¿qué dices?

Me parece que quieres tentarme y burlarte de mí. ¿Será posible que has

puesto más gracia en mí que en Adán?"

Y Jesús: "Cierto, cierto hija mía, debía hacer de modo que tu voluntad

fuera sostenida por una Humanidad Divina para hacer que no vacilara y

estuviera firme en mi Voluntad, por eso no me burlo, sino que te lo digo a

fin de que me correspondas y seas atenta."

Octubre 29, 1926

Nuestro Señor concentraba su Amor hacia el hombre en todas

las cosas creadas por Él. Desahogo de amor al crearlo, y cómo

el Fiat lo hacía vivir a los reflejos de su Creador.

Estaba continuando mi giro en toda la Creación para seguir cada acto

de la Voluntad Suprema en cada una de las cosas creadas, y mi siempre

amable Jesús ha salido de dentro de mi interior para acompañarme en todo el

espacio de la bóveda de los cielos, y conforme llegábamos a cada una de las

cosas creadas, Jesús tenía sobresaltos de alegría y de amor, y después

deteniéndose me ha dicho:

"Hija mía, Yo creé el cielo y concentré mi Amor hacia el hombre en el

cielo, y para darle mayor deleite lo cubrí de estrellas, Yo no amé el cielo,

sino al hombre en el cielo y para él lo creé; cómo fue fuerte y grande mi

Amor al extender sobre la cabeza del hombre esta bóveda azul, adornada de

fulgidísimas estrellas, como un pabellón que ni reyes ni emperadores pueden

tener uno igual. Pero no me contenté con concentrar mi Amor hacia el

hombre en el cielo que debía servir para puro deleite, sino que queriéndome

deleitar en amor con él quise crear el sol, concentrando hacia el hombre

tanto amor en el sol; Yo amaba al hombre en el sol, no al sol, y por eso Yo

ponía en él, amor de necesidad, porque era necesario el sol para la tierra,

pues debía servir a las plantas y al bienestar del hombre, amor de luz que

debía iluminarlo, amor de fuego que debía calentarlo, en todos los efectos

que produce este astro, que son innumerables, milagro continuo que está en

la bóveda de los cielos y que desciende con su luz para bien de todos, tantas

especialidades de amor concentré en el sol hacia el hombre por cuantos

bienes y efectos produce. ¡Oh, si la criatura al menos pusiera atención a mi

Amor que le lleva el sol, cómo me sentiría feliz y correspondido por el gran

 

 

1670

amor que he puesto en éste mi relator divino y portador de mi Amor, de mi

luz! Si mi Suprema Voluntad obraba constituyéndose vida en cada cosa

creada, para darse también por medio de ellas como vida a las generaciones

humanas, mi Amor haciendo su camino en mi Eterno Fiat se concentraba

para amarlo, así que en cada cosa creada, en el viento, en el mar, en la

pequeña flor, en el pajarito que canta, en todo, Yo concentraba mi Amor a

fin de que todos le llevaran amor, pero para sentir, comprender y recibir este

mi lenguaje de amor, el hombre debía amarme, de otra manera toda la

Creación habría sido como muda para él y sin vida. Ahora, después de que

creé todo, formé la naturaleza del hombre con mis mismas manos creadoras,

y conforme formaba los huesos, extendía los nervios, formaba el corazón,

así concentraba mi Amor, y después que lo vestí de carne, formándolo como

la más bella estatua que ningún otro artífice podía jamás hacer, lo miré, lo

amé tanto, que no pudiendo contenerlo, mi Amor se derramó, y dándole mi

aliento le infundí la vida; pero no estuvimos contentos, la Trinidad

Sacrosanta dando en excesos de amor quiso dotarlo, dándole inteligencia,

memoria y voluntad, y según su capacidad de criatura lo enriquecimos con

todas las partículas de nuestro Ser Divino. Toda la Divinidad estaba atenta a

amar y a verterse en el hombre; desde el primer instante de su vida sintió

toda la fuerza de nuestro Amor y desde el fondo de su corazón expresó con

su voz el amor a su Creador. ¡Oh! cómo nos sentimos felices al oír que

nuestra obra, la estatua hecha por Nosotros hablaba, nos amaba, y con amor

perfecto. Era el reflejo de nuestro Amor que salía de él, este amor no había

sido contaminado por su voluntad y por eso su amor era perfecto, porque

poseía la plenitud de nuestro Amor. Hasta entonces, de todas las cosas

creadas por Nosotros ninguna cosa nos había dicho que nos amaba, así que

al oír que el hombre nos amaba, nuestra alegría, nuestro contento fue tan

grande, que por cumplimiento de nuestra fiesta lo constituimos rey de todo

el universo y como el más bello joyel de nuestras manos creadoras. Cómo

era bello el hombre en los primeros tiempos de su creación, era nuestro

reflejo, y estos reflejos le daban tanta belleza que raptaba nuestro Amor y lo

volvía perfecto en todos sus actos. Perfecta era la gloria que daba a su

Creador, perfecta su adoración, su amor, sus obras, su voz era tan armoniosa

que resonaba en toda la Creación, porque poseía la armonía divina y de

aquel Fiat que le había dado la vida. Todo era orden en él, porque nuestro

Querer le llevaba el orden de su Creador, lo volvía feliz y lo hacía crecer a

nuestra semejanza, según nuestras palabras: ‘Hagamos al hombre a nuestra

imagen y semejanza.’ Cada acto suyo hecho en la unidad de la luz del Fiat

Supremo era una tinta de belleza divina que adquiría, cada palabra suya era

una nota armoniosa de más que tocaba; todo era amor en él, en todo nos

 

 

1671

ensalzaba nuestra Gloria, nuestra Potencia y Sabiduría infinita, y todo, cielo,

sol y tierra le llevaban las alegrías, felicidad y amor de Aquél que lo había

creado.

Si tú pudieras formar una estatua, según te gustara más, y después

verterte toda tú misma en ella dándole todos los humores vitales, y con el

imperio de tu amor darle la vida, ¿cuánto no la amarías, y cuánto no querrías

que te amase? ¿Cuál no sería tu celo de amor de que toda estuviese a tu

disposición y que ni siquiera un latido tolerarías que no fuera hecho para ti?

¡Ah! tú en tu estatua te mirarías a ti misma, y por lo tanto, en cada pequeña

cosa no hecha para ti sentirías un desgarro hecho a ti misma. Tal soy Yo,

todo lo que la criatura no hace para Mí son tantos desgarros que siento,

mucho más que la tierra que la sostiene es mía, el sol que la ilumina y

calienta es mío, el agua que bebe, el alimento que toma es mío, todo es mío,

vive a expensas mías y mientras todo le doy, ella, mi bella estatua no es para

Mí. ¿Cuál no será entonces mi dolor, la afrenta y la ofensa que me hace esta

estatua? Piénsalo tú misma hija mía. Ahora, tú debes saber que sólo mi

Voluntad puede devolverme mi estatua bella como Yo la hice, porque Ella

es la conservadora de todas nuestras obras y la portadora de todos nuestros

reflejos, de modo que el alma vive de nuestros reflejos, los cuales, si ama, le

suministra la perfección del amor; si obra, la perfección de las obras; en

suma, todo lo que hace, todo es perfecto en ella y esta perfección le da tantas

tintas de varias bellezas, de enamorar al Artífice que la formó. He aquí por

qué amo tanto que el Fiat Supremo sea conocido y forme su reino en medio

de las generaciones humanas, para establecer el orden entre Creador y

criatura, para volver a poner en común nuestros bienes con ella y sólo

nuestra Voluntad tiene este poder, sin Ella no puede haber mucho de bien, ni

nuestra estatua puede regresarnos bella como salió de nuestras manos

creadoras."

Noviembre 1, 1926

Lo que hace el Fiat Supremo en cada cosa

creada y las lecciones que da a las criaturas

para venir a reinar en medio de ellas.

Estaba haciendo mi acostumbrado giro en toda la Creación para poder

amar, glorificar, como ama y glorifica el mismo Fiat Divino en todas las

cosas creadas. Pero mientras esto hacía pensaba entre mí: "Mi dulce Jesús

me hace girar por toda la Creación, como para alcanzar su Voluntad en todos

 

 

1672

sus actos, hacerles compañía, darles un mi te amo, un gracias y un te adoro,

y pedirle que pronto venga su reino, pero yo no sé todo lo que hace este Fiat

Divino en cada cosa creada, quisiera saberlo a fin de que uno sea mi acto

con el suyo." Ahora, mientras esto pensaba, mi siempre amable Jesús, todo

bondad ha salido de dentro de mi interior y me ha dicho:

"Es justo que la pequeña hija de mi Querer sepa lo que hace Aquél de

donde ha salido su origen. Tú debes saber que mi Fiat Eterno no sólo llena

toda la Creación y es vida de cada cosa creada, sino que tiene esparcidas

todas nuestras cualidades en todo lo creado, porque la Creación debía servir

de paraíso terrestre a la familia humana, y por lo tanto debía ser el eco de las

bienaventuranzas y felicidades del Cielo; si no hubiera contenido las alegrías

y contentos de la patria celestial, ¿cómo podía formar la felicidad de la patria

terrestre? Mucho más que una era la Voluntad, tanto la que beatificaba el

empíreo como la que debía hacer feliz la tierra. Ahora, ¿quieres saber qué

cosa hace mi Voluntad en el cielo, en aquel azul que se ve siempre firme y

extendido sobre la cabeza de todos y no hay punto en que no se vea el cielo,

de noche y de día está siempre en su puesto? Mira, nuestra Voluntad tiene

esparcida nuestra eternidad, nuestra firmeza que jamás se cambia, está

siempre en su equilibrio perfecto, que por ninguna circunstancia se cambia

jamás, y mientras ama glorifica nuestra eternidad, nuestro Ser inmutable,

hace feliz a la tierra y dice al hombre: ‘Mira, toma por modelo el cielo que

está siempre extendido sobre tu cabeza, sé siempre firme en el bien como lo

soy Yo, siempre extendida aquí para protegerte, a fin de que también tú

como segundo cielo que está poblado de estrellas, que a tu ojo te parecen tan

unidas al cielo que se puede decir que las estrellas son hijas del cielo, así

también tú si eres firme en el bien, el cielo de tu alma será poblado de

estrellas, como tantos partos e hijas tuyas.’ Así que haciendo tu giro en la

Creación, cuando llegues al cielo, también tú, unida con nuestra Voluntad

ames y glorifiques nuestra eternidad, nuestro Ser inmóvil que jamás se

cambia, y pídele que haga firmes a las criaturas en el bien, a fin de que sean

el reflejo del cielo y gocen la felicidad que lleva un bien continuado y jamás

interrumpido."

Después siguiendo tu giro en el espacio de la Creación llegarás al sol,

astro del cielo más cercano a la tierra, para llevar a las criaturas la fuente de

la felicidad terrestre y las similitudes de las bienaventuranzas y gustos de la

felicidad de la patria celestial. ¿Quieres tú entonces saber qué hace mi

Voluntad en el sol? Glorifica nuestra luz interminable, nuestros gustos

innumerables, ama y glorifica la infinitud de nuestras dulzuras, las

indescriptibles tintas de nuestras bellezas, y con su calor hace eco a nuestro

inmenso Amor. ¡Oh! cómo nos exalta el sol, ama y glorifica nuestro Ser

 

 

1673

Divino, y así como nuestra Divinidad develada beatifica con actos siempre

nuevos toda la patria celestial, así el sol, eco fiel de su Creador, portador

celeste de la Majestad Suprema velada por su luz, en la cual mi Voluntad

domina y reina, lleva a la tierra la felicidad terrestre, lleva su luz y su calor,

lleva la dulzura y los gustos casi innumerables a las plantas, a las hierbas, a

los frutos, lleva el color y el perfume a las flores y tantas variadas tintas de

belleza que hacen feliz y embellecen toda la naturaleza. ¡Oh! cómo ofrece el

sol, más bien mi Voluntad en el sol, por medio de las plantas, de los frutos,

de las flores, a las generaciones humanas la verdadera felicidad terrestre, y si

no la gozan plenamente es porque se han separado de aquella Voluntad que

reina en el sol, y la voluntad humana poniéndose en contra de la Divina

destruye su felicidad. Y mi Voluntad velada en la luz del sol, dice al hombre

desde la altura de su esfera, mientras ama y alaba nuestras cualidades

divinas: ‘Sé siempre luz como lo soy Yo en todo lo que tú haces, a fin de

que la luz te convierta todo en calor y llegues a ser como una sola llama de

amor para tu Creador; mírame, con ser Yo siempre luz y calor poseo la

dulzura, tan es verdad que la comunico a las plantas y de las plantas a ti;

también tú, si eres siempre luz y calor poseerás la dulzura divina, no tendrás

más hiel y coraje en tu ánimo, poseerás los gustos y las varias tintas de las

bellezas del Ser Supremo, serás sol al igual que Yo, mucho más que Dios ha

hecho este sol para ti, y tú has sido hecho para Él, por lo tanto es justo que

seas más que sol.’ Ves hija mía cuántas cosas tienes que hacer unida con mi

Voluntad en esa esfera del sol, tienes que alabar, amar y glorificar nuestra

luz, nuestro Amor, nuestras infinitas dulzuras, nuestros gustos innumerables

y nuestra belleza incomprensible, y tienes que conseguir a las criaturas todas

las cualidades divinas que contiene el sol, a fin de que mi Voluntad

encontrando las cualidades divinas, en medio de ellas venga a reinar

develadamente con su pleno triunfo en medio de las generaciones humanas.

Y ahora hija mía, descendamos a la parte baja de la tierra, pongámonos en el

mar donde están acumuladas masas de aguas cristalinas, símbolo de la

pureza divina; estas aguas caminan siempre, no se detienen jamás, no tienen

voz y murmuran, no tienen vida y son fuertes, de modo que forman tan altas

sus olas que arrollan y hacen pedazos naves, gentes y cosas, y después que

han destruido las cosas que han investido, descienden pacíficas en su playa,

como si nada hubieran hecho, continuando su acostumbrado murmullo.

¡Oh! cómo mi Voluntad en el mar alaba, ama y glorifica nuestra Potencia,

nuestra Fuerza, nuestro movimiento eterno que jamás se detiene, y si nuestra

Justicia forma sus justas olas fragorosas para destruir ciudades y gentes,

como mar pacífico después de la tempestad nuestra paz jamás es perturbada,

y mi Voluntad velada por las aguas del mar le dice al hombre: ‘Sé puro

 

 

1674

como estas aguas cristalinas, pero si quieres ser puro camina siempre hacia

el Cielo, de otra manera te corromperías como se corromperían estas aguas

tan puras si no caminaran siempre; el murmullo de tu oración sea continuo si

quieres ser fuerte y potente a la par de Mí, si quieres echar por tierra a los

más fuertes enemigos y a tu voluntad rebelde que me impide develarme y

salir de este mar para venir a reinar en ti y extender en ti el mar pacífico de

mi Gracia.’ ¿Será posible que quieras estar por debajo de este mar que tanto

me glorifica? También tú alaba, ama y glorifica nuestra Pureza, nuestra

Potencia, Fuerza y Justicia, unida con mi Voluntad que te espera en el mar

como a hija suya, nuestro movimiento eterno hacia las criaturas para

hacerles el bien, el murmullo continuo de nuestro Amor por medio de las

cosas creadas, que mientras murmura amor, quiere la correspondencia

continua del murmullo del amor continuo de las criaturas, y pide a mi

Voluntad que les de las cualidades divinas que ejercita en el mar, a fin de

que venga a reinar en medio de aquellos que la tienen rechazada en toda la

Creación. Por eso si quieres saber qué cosa hace mi Voluntad en toda la

Creación, gira en ella, y mi Fiat encontrando a su hija en todas las cosas

creadas, se develará y te dirá lo que hace hacia la Divina Majestad y la

llamada y las lecciones que quiere dar a las criaturas."

Noviembre 2, 1926

Ocultamiento de los propios actos en los actos de la Celestial

Mamá, y cómo la suplen. La Redención servirá no más como

alimento a los enfermos, sino como alimento a los sanos.

Continuaba mi vivir en el Fiat Divino y mientras hacía mis actos en Él

absorbía luz, la cual formando reflejos salían otros tantos hilos de luz, que

formaban una red de luz que se distendía sobre la tierra para tomar a las

criaturas, y Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, cada vez que giras en mi Querer, tanta más luz tomas para

formar la red para atrapar a las criaturas, ¿y sabes tú cuál es esta red? Son

mis conocimientos. Por cuantas más verdades te manifiesto sobre el Fiat

Eterno, tanto más dispongo y ensancho la red para atrapar a las almas que

deben vivir en mi reino, y esto dispone al Señor a dártelas. Cuando giras en

nuestra Voluntad, tus actos en virtud de Ella se vuelven luz y se agrandan

tanto, que tocan la Divinidad y atraen otras luces de verdades en medio de

las criaturas."

 

 

1675

Después mientras continuaba mi giro en todo lo que ha sido hecho en

el Querer Supremo, he llegado a todo lo que había hecho mi Mamá Celestial

en Él y le decía: "Soberana Señora, vengo a esconder mi pequeño amor en

el gran mar de tu amor, mi adoración a Dios en el inmenso océano de la

tuya, mis agradecimientos los escondo en el mar de los tuyos, mis súplicas,

mis suspiros, mis lágrimas y penas, los escondo en el mar de los tuyos, a fin

de que el mío y tu mar de amor sean uno solo, mi adoración y la tuya sean

una sola, mis agradecimientos adquieran la grandeza de tus mismos

confines, mis súplicas, lágrimas y penas se vuelvan un solo mar con el tuyo,

a fin de que también yo tenga mis mares de amor, de adoración, etc., a fin de

que así como tu Alteza Soberana consiguió con éstos al suspirado Redentor,

así también yo me presento con todos estos mares delante a la Majestad

Divina para pedirle, para rogarle insistentemente el reino del Fiat Supremo.

Mamá, Reina mía, debo servirme de tu misma vía, de tus mismos mares de

amor y de gracias para vencerlo y hacerle ceder su reino sobre la tierra,

como lo venciste Tú para hacer descender al Verbo Eterno. ¿No quieres Tú

ayudar a tu pequeña hija, dándome tus mares para que pueda obtener que

pronto venga el reino del Fiat Supremo sobre la tierra?" Ahora, mientras

esto hacía y decía, pensaba entre mí: "Mi Mamá Celestial no se ocupó ni

tuvo tanto interés del reino del Fiat Supremo, que pronto viniera a reinar a la

tierra, tuvo interés del suspirado Redentor y lo obtuvo, y del Fiat Divino que

era más necesario y que debía poner el perfecto orden entre Creador y

criatura no se ocupó, mientras que le tocaba a Ella, como Reina y Madre, el

poner en paz a la voluntad humana y a la Divina, a fin de que reinara con su

pleno triunfo." Mientras estaba en esto mi siempre amable Jesús ha salido

de dentro de mi interior y me ha dicho todo bondad:

"Hija mía, la misión de mi inseparable Mamá era para el suspirado

Redentor y la cumplió perfectamente, pero tú debes saber que todo lo que

hicimos, tanto Yo como Ella, la sustancia, la fuente, la causa primaria era el

reino de mi Voluntad. Pero como para que viniera este reino era necesario

primero la Redención, mientras en nuestros actos, hacia adentro estaba el

reino del Fiat, hacia afuera de ellos estábamos todos atentos y ocupados en

el reino de la Redención. En cambio tu misión es exclusivamente para el

reino del Supremo Querer, y todo lo que hicimos la Soberana Reina y Yo

está a tu disposición para ayudarte, para suplirte, para darte acceso junto a la

Divina Majestad para implorar y pedirle incesantemente que venga el reino

del Eterno Fiat. Tú para recibir el bien del suspirado Redentor deberías

haber hecho tu parte, pero no estando tú en aquel tiempo mi Mamá te suplió,

ahora tú debes suplirla en su parte para el reino de mi Querer, así que la

Mamá suplió a la hija y la hija suple a la Mamá. Mucho más que la Reina

 

 

1676

del Cielo fue la primera hija de mi Voluntad, y como vivió siempre en

nuestros confines se formó sus mares de amor, de gracias, de adoración, de

luz; ahora, siendo tú la segunda hija de mi Querer, lo que es suyo es tuyo,

porque tu Mamá te tiene como parto suyo y goza de que su hija esté en sus

mismos mares para hacerles implorar el tan suspirado reino del Fiat Divino

sobre la tierra. Así que mira cómo tan ampliamente te suple tu Mamá,

dándote todo lo que es suyo, es más, se siente honrada de que sus inmensos

mares te sirvan para hacerte conseguir un reino tan santo."

Después de esto estaba siguiendo en el Querer Divino lo que Jesús

hizo en la Redención, y mi dulce Jesús regresando ha agregado:

"Hija mía, mi Redención vino como remedio del hombre y por eso

sirve como remedio, como medicina, como alimento a los enfermos, a los

ciegos, a los mudos, a todas las especies de enfermedades, y como están

enfermos no toman gusto ni reciben toda la fuerza que contienen todos los

remedios que vine a traerles para su bien; el Sacramento Eucarístico que lo

dejé como alimento para darles perfecta salud, muchos lo comen y comen y

se ven siempre enfermos. Pobre alimento de mi misma Vida escondida bajo

los velos de los accidentes del pan, cuántos paladares corruptos, cuántos

estómagos indigestos que les impide sentir gusto de mi alimento y no

digieren toda la fuerza de mi Vida Sacramental, y por eso quedan enfermos,

y como son miembros acalenturados en el mal, lo toman sin apetito. Por eso

suspiro tanto que venga el reino del Fiat Supremo, porque entonces todo lo

que Yo hice cuando vine a la tierra servirá como alimento a aquellos que

gozarán perfecta salud. ¿Cuál no es la diferencia entre un enfermo que toma

el mismo alimento y otra persona que goza de perfecta salud? El enfermo lo

toma sin apetito, sin gusto y le sirve para mantenerse y para no morir; el

sano lo toma con apetito y conforme lo gusta toma de más y se conserva

fuerte y sano. Así que, ¿cuál no será mi contento al ver que en el reino de

mi Querer todo lo que Yo hice servirá no más como alimento a los enfermos,

sino como alimento a los hijos de mi reino, que estarán todos llenos de vigor

y de perfecta salud? Es más, con poseer mi Voluntad poseerán mi Vida

permanente en ellos mismos, como la poseen los bienaventurados en el

Cielo, así que mi Voluntad será el velo que esconderá mi Vida en ellos, y así

como los bienaventurados mientras me poseen dentro de ellos como vida

propia, porque la verdadera felicidad tiene principio en el interior del alma,

por eso la felicidad que reciben continuamente de la Divinidad, da la mano,

el beso a la felicidad que poseen dentro y por eso son plenamente felices; así

el alma que posee mi Voluntad tendrá mi Vida perenne en ella, que le servirá

de alimento continuo, no una vez al día como el alimento de mi Vida

Sacramental, porque mi Voluntad hará más desahogo, no se contentará con

 

 

1677

darse una vez al día, sino que se dará continuamente, porque sabe que tienen

paladares puros y estómagos fuertes para gustar y digerir en cada momento

la Fuerza, la Luz, la Vida Divina; y los Sacramentos, mi Vida Sacramental,

servirán como alimento, como deleite, como nueva felicidad a la Vida del

Fiat Supremo que poseerán. El reino de mi Querer será el verdadero eco de

la patria celestial, que mientras los bienaventurados poseen como vida

propia a su Dios, lo reciben también de fuera de ellos mismos, así que dentro

y fuera de ellos, Vida Divina poseen y Vida Divina reciben. ¿Cuál no será

mi felicidad al darme sacramentado a los hijos del Fiat Eterno y encontrar en

ellos mi misma Vida? Entonces se tendrá el fruto completo de mi Vida

Sacramental, y al consumirse las especies no tendré más el dolor de dejar a

mis hijos sin el alimento de mi Vida continua, porque mi Voluntad, más que

accidentes Sacramentales mantendrá su Vida Divina siempre con su plena

posesión. En el reino de mi Querer no habrá ni alimentos, ni comuniones

interrumpidos, sino perennes, y todo lo que Yo hice en la Redención les

servirá no más de remedio, sino de deleite, de alegría, de felicidad y de

belleza siempre creciente. Así que el triunfo del Fiat Supremo dará el fruto

completo al reino de la Redención."

Noviembre 3, 1926

Por cuantos actos hacemos en la Voluntad de Dios, tantos

caminos preparamos para recibir los sufragios en el purgatorio.

Continúo viviendo toda abandonada en la adorable Voluntad, y

mientras rezaba pensaba entre mí: "Cuánto quisiera descender a la prisión

de las almas purgantes para liberarlas a todas, y en la luz del Querer Eterno

llevarlas todas a la patria celestial." Mientras estaba en esto, mi dulce Jesús

moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, por cuanto más estuvieron sometidas a mi Voluntad las

almas que han pasado a la otra vida, por cuantos más actos hicieron en Ella,

tantos más caminos se formaron para recibir los sufragios de la tierra. Así

que por cuanto más hicieron mi Voluntad, formándose las vías de

comunicación de los bienes que hay en mi Iglesia, y que me pertenecen, no

hay camino que se hayan hecho que no les lleven, a quien un alivio, a quien

una oración, a quien una disminución de penas; los sufragios caminan por

estos caminos regios de mi Querer para llevar a cada una el mérito, el fruto y

el capital que se han formado en mi Voluntad, por eso sin Ella no hay

caminos ni medios para recibir los sufragios. Si bien los sufragios y todo lo

 

 

1678

que hace la Iglesia descienden siempre al purgatorio, pero van a aquellos que

se formaron los caminos, para los demás que no hicieron mi Voluntad los

caminos están cerrados o bien, de hecho no existen, y si se salvaron es

porque al menos en el punto de muerte reconocieron el supremo dominio de

mi Querer, lo han adorado y se han sometido a Él, y este último acto los ha

puesto a salvo, de otra manera no podrían ni siquiera salvarse. Para quien ha

hecho siempre mi Voluntad no existen caminos para el purgatorio, su

camino es directo al Cielo; quien no en todo y siempre, pero en gran parte ha

reconocido mi Querer y se ha sometido a Él, se ha formado tantos caminos y

recibe tanto, que en seguida el purgatorio la envía al Cielo. Ahora, así como

las almas purgantes para recibir los sufragios debían haberse formado los

caminos, así los vivientes, para mandar los sufragios deben hacer mi

Voluntad para formarse los caminos y hacer llegar los sufragios al

purgatorio; si hacen sufragios y de mi Voluntad están alejados, sus sufragios,

faltando la comunicación de Ella, que es la única que une y vincula a todos,

no encontrarán el camino para llegar, los pies para caminar, la fuerza para

dar el alivio, serán sufragios sin vida, porque falta la verdadera Vida de mi

Querer, que es el único que tiene virtud de dar vida a todos los bienes. Por

cuanto más de mi Voluntad posee el alma, tanto más valor contienen sus

oraciones, sus obras, sus penas, así que más alivio puede llevar a esas almas

benditas. Yo mido y doy valor a todo lo que puede hacer el alma por cuanto

de mi Voluntad posee, si en todos sus actos corre mi Querer, la medida que

hago es grandísima, es más, no termino jamás de medir y le doy tal valor que

no se puede calcular su peso, en cambio, si no se tiene tanto de mi Querer, la

medida es escasa y el valor es de poca monta. Y si no se tiene nada, por

cuanto el alma haga, Yo no tengo qué medir ni qué valor dar, por lo tanto, si

no tienen valor, ¿cómo pueden llevar el alivio a esas almas, que en el

purgatorio no reconocen otra cosa, ni pueden recibir sino sólo lo que

produce mi Fiat Eterno? ¿Pero sabes tú quién puede llevar todos los alivios,

la luz que purifica, el amor que transforma? Quien en todo posee la Vida demi Querer y Éste domina triunfante en ella, ésta ni siquiera tiene necesidad

de caminos, porque poseyendo mi Voluntad tiene derecho a todos los

caminos, puede ir a todos los puntos porque posee en sí misma el camino

regio de mi Querer para ir a aquella cárcel profunda, para llevarles todos los

alivios y las liberaciones. Mucho más que al crear al hombre, Nosotros le

dimos como su heredad especial nuestra Voluntad, y es reconocido por

Nosotros todo lo que ha hecho en los confines de nuestra heredad, con la que

lo dotamos, todo lo demás no es reconocido por Nosotros, no es cosa

nuestra, ni podemos permitir que entre en el Cielo ninguna cosa que no haya

sido hecha por las criaturas, o en nuestra Voluntad o al menos para

 

 

1679

cumplirla. Dado que la Creación salió del Fiat Eterno, nuestra Voluntad,

celosa, no deja entrar ningún acto en la patria celestial que no haya pasado

dentro de su mismo Fiat.

¡Oh, si todos conocieran qué significa Voluntad de Dios, y que todas

las obras, tal vez aparentemente buenas pero vacías de Ella son obras vacías

de luz, vacías de valor, vacías de vida, y en el Cielo no entran obras sin luz,

sin valor y sin vida, oh, como estarían atentos a hacer en todo y para siempre

mi Voluntad!"

Noviembre 4, 1926

La Virgen Santísima fue copia fiel de su Creador y de

toda la Creación. La Voluntad Divina tiene la virtud de

cambiar en mar las gotas de agua. La Divina Voluntad

velada en las cosas creadas.

Mi estado lo continúo en el Querer Supremo, rogando a mi Mamá

Reina que me ayude a conseguir este reino del Eterno Fiat, y mi dulce Jesús

moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, la copia más perfecta de los hijos del reino de mi Querer

fue mi Mamá Celestial, y porque tuvimos la primera hija en Él, pudo venir la

Redención, de otra manera si no hubiéramos tenido la primera hija de

nuestra Voluntad, jamás Yo, Verbo Eterno, habría descendido del Cielo,

jamás me habría servido ni fiado de hijos extraños a nuestra Voluntad para

descender a la tierra. Así que mira, se necesitaba una hija de nuestra

Voluntad para venir el reino de la Redención, y como fue hija del reino del

Eterno Fiat, fue copia fiel de su Creador y copia perfecta de toda la

Creación. Ella debía encerrar todos los actos de la Voluntad Suprema que

ejercita en todas las cosas creadas, y como tenían la supremacía y la

soberanía sobre toda la Creación, debía encerrar en Ella el cielo, las estrellas,

el sol y todo para poder encontrar en su soberanía la copia del cielo, del sol,

del mar y también la tierra toda florida. Así que al mirar a mi Mamá se

veían en Ella portentos jamás vistos, se veía cielo, se veía sol

resplandeciente, se veía mar tersísimo en el cual nos reflejábamos para ver a

nuestra hija, se veía tierra primaveral, siempre florida, que atraía al Celestial

Artífice a hacer sus paseos. ¡Oh! cómo era bella la Soberana Celestial, al

ver en Ella no sólo nuestra copia sino todas nuestras obras encerradas en

Ella, y esto porque encerraba en Ella nuestra Voluntad. Ahora, para venir el

reino del Fiat Supremo se necesitaba otra hija de nuestra Voluntad, porque si

 

 

1680

no fuera hija suya no podría confiarle ni sus secretos, ni sus dolores, ni sus

conocimientos, ni sus prodigios, ni su santidad, ni sus dominios. Como un

padre o una madre gozan con dar a conocer sus bienes a sus hijos y

hacérselos poseer, es más, quisieran tener más para hacerlos más ricos y

felices, así también mi Voluntad goza con hacer conocer sus bienes a sus

hijos para hacerlos ricos y felices, de una felicidad sin fin. Ahora, en el

reino del Fiat Supremo tendremos las copias de la Soberana Reina, así que

también Ella suspira, espera este reino Divino sobre la tierra para tener sus

copias. Qué bello reino, porque será reino de luz, de riquezas infinitas, reino

de perfecta santidad y de dominio, nuestros hijos de este reino serán todos

reyes y reinas, todos pertenecerán a la familia divina y real, encerrarán en

ellos toda la Creación, tendrán la semejanza, la fisonomía de nuestro Padre

Celestial, y por eso serán el cumplimiento de nuestra gloria y la corona de

nuestra cabeza."

Entonces me he quedado pensando en lo que Jesús me había dicho y

decía entre mí: "Mi Mamá, antes de que conociera que debía ser Madre del

Verbo no tenía penas ni dolores, sobre todo porque viviendo en los confines

del Querer Supremo era feliz, por eso a los tantos mares que poseía, le

faltaba el mar de las penas, no obstante sin este mar del dolor impetró el

suspirado Redentor." Y Jesús, retomando su palabra ha agregado:

"Hija mía, mi amada Mamá, aun antes que conociera que debía ser mi

Madre, tenía su mar de dolor, y este mar era la pena de las ofensas a su

Creador, ¡oh! cómo se dolía, y además esta pena suya era animada por una

Voluntad Divina, que poseía, que contiene la virtud de la fuente, y todo lo

que se hace en Ella tiene virtud de cambiar las más pequeñas cosas, las gotas

de agua, en un mar interminable. Mi Voluntad no sabe hacer cosas

pequeñas, sino todas grandes, tan es verdad, que sólo bastó con abrir la boca

para decir Fiat, para extender un cielo del que no se ven los confines, un Fiat

para formar un sol que llena de luz toda la tierra, y tantas otras cosas; esto

dice claramente que si mi Voluntad obra o inviste un átomo, un pequeño

acto, aquel pequeño acto se vuelve mar, y si desciende a hacer las cosas

pequeñas, suple con su virtud regeneradora haciendo de ellas tantas en

número, que el hombre no puede llegar a numerarlas todas. ¿Quién puede

llegar a numerar cuántos peces y cuántas especies hay en el mar? ¿Cuántos

pájaros y cuántas plantas llenan la tierra? Por eso el pequeño te amo en mi

Voluntad se vuelve mar de amor, la pequeña oración se cambia en mar de

oración, el te adoro en mar de adoración, las pequeñas penas en mar de

penas, y si el alma repite en mi Querer su te amo, su adoración, oración, y

sufre en Él, mi Querer surge, forma las olas altísimas de amor, de oraciones

y de penas, las cuales van a descargar en el mar interminable del Eterno, de

 

 

1681

manera de poner en común el Amor de Dios y el de la criatura, porque una

es la Voluntad del uno y de la otra. Por eso quien se hace dominar por mi

Voluntad posee tantos mares por cuantos actos hace en Ella, y mientras hace

poco tiene mucho, tiene un Querer Divino que se deleita de hacer del

pequeño acto de la criatura un mar, y sólo con estos mares puede impetrar el

suspirado reino del Fiat Divino; por eso se necesitaba a nuestra recién

nacida, a la pequeña hija de mi Querer, que convirtiendo sus pequeñas

penas, su te amo y todo lo que hace, en mares que se comunican con el mar

del Eterno, puede tener ascendencia para pedir el reino de mi Voluntad."

Después de esto pensaba entre mí: "Mi dulce Jesús cuando habla de

su Querer toca siempre, en gran parte la Creación, ¿por qué será?" Y Jesús

moviéndose de nuevo me ha dicho:

"Hija mía, quien debe vivir en el reino del Fiat Supremo debe tener

por su principio, su origen y todo lo que ha hecho mi Voluntad por amor

suyo y que está haciendo, porque no se ama mi Voluntad si no se conoce.

Ahora, la Creación es la Vida hablante de mi Voluntad, en todas las cosas

creadas Ella está escondida como una noble Reina, que para salir quiere ser

conocida, el conocimiento romperá el velo que la esconde para salir a reinar

en medio de sus hijos. ¿Y quién más que la Creación puede hacer conocer,

porque es vista y tocada por todos, con un acto siempre presente lo que hace

mi Voluntad por amor de las criaturas? Mira hija mía el amor apasionado de

esta noble Reina, Ella llega a velarse de tierra para volverla firme, a fin de

que el hombre pueda caminar seguro sobre ella, y mientras camina sobre el

velo de tierra que la esconde, le toma las plantas de los pies entre sus

manitas nobles y reales, para que el hombre no vacile, para darle el paso

firme, y mientras se estrecha a su noble seno por medio de la madre tierra las

plantas del hombre, Ella quisiera salir, quisiera develarse del velo de tierra

que la cubre, pero el hombre le camina encima sin poner ni siquiera atención

para ver quién le sostiene el paso, quién le mantiene tan firme aquella gran

masa de tierra para hacer que él no vacile, y la noble Reina continúa velada

por la tierra y espera con una paciencia indecible, que sólo una Voluntad

Divina puede poseer, que sea reconocida para hacerse amar y decirle su

larga historia, qué cosa ha hecho por amor del hombre velada por esta tierra.

Y es tanto su amor, que muchas veces siente la necesidad de romper aquel

velo de tierra que la cubre, y haciendo uso de su dominio sacude la tierra y

esconde en su seno, con su imperio, ciudades y gentes, a fin de que el

hombre conozca que dentro de aquella tierra, bajo sus pies, está una

Voluntad imperante y dominante, que ama y no es amada y doliente se

sacude para hacerse conocer. En el evangelio se lee con asombro cuando Yo

postrado a los pies de mis apóstoles les lavé los pies, y no omití ni siquiera al

 

 

1682

pérfido Judas; este acto, ciertamente muy humilde y de indecible ternura, del

cual la Iglesia hace memoria, pero fue sólo una vez que Yo hice este acto.

En cambio mi Voluntad desciende más en lo bajo, se pone bajo los pies con

un acto continuado para sostenerlos, para volver firme la tierra, a fin de que

no se precipiten en el abismo, sin embargo, ninguna atención. Y la noble

Reina espera con paciencia invicta, velada por tantos siglos en todas las

cosas creadas, que su Voluntad sea conocida, y cuando sea conocida

romperá sus tantos velos que la esconden y hará conocer qué cosa ha hecho

durante tantos siglos por amor del hombre, dirá cosas inauditas, excesos de

amor jamás pensados por nadie. He aquí por qué hablándote de mi Voluntad

te hablo frecuentemente de la Creación, porque Ella es vida de todas las

cosas creadas y por medio de ellas da vida a todos, y esta vida quiere ser

conocida para que venga el reino del Eterno Fiat. Mi Voluntad está velada

en todo: Está velada en el viento, y de dentro de aquellos velos le lleva su

refrigerante frescura como acariciándolo, y su aliento regenerador para

regenerarlo continuamente a nueva vida siempre creciente de gracia, y la

noble Reina velada en el viento se siente cambiar sus caricias en ofensas y

su frescura en ardores de pasiones humanas, y su aliento regenerador en

recambio de aliento mortal a su Gracia, y Ella sacude sus velos y el viento se

cambia en furor, y con su impetuosidad arrastra gentes, ciudades y regiones,

como si fueran plumas, haciendo conocer la potencia de la noble Reina que

se esconde en el viento. No hay cosa creada en la que mi Voluntad no esté

velada, y por eso todas esperan que sea conocida y que venga el reino del

Fiat Supremo y su pleno triunfo."

Noviembre 6, 1926

Cuando haya cumplido su manifestación, promete llevarla al Cielo.

Los nuevos apóstoles del Fiat. Grandes gracias se necesitan para

comprender una Voluntad Divina. Quien vive en el Fiat

concentra en sí el cielo, el sol y todo.

 

Me sentía toda oprimida bajo el peso de la privación de mi dulce

Jesús. ¡Oh, cómo suspiraba la patria celestial, donde no más lo perderé de

vista, no estaré más sometida al duro martirio de sentirme morir y no morir!

Ahora, mientras me encontraba cansada y sin fuerzas para esperar, mi dulce

vida, mi amado Bien, mi dulce Jesús se ha movido en mi interior, pero todo

afligido porque parecía que estaba mandando flagelos sobre la tierra, y para

 

 

1683

no darme más pena no quería hacérmelos ver, pero por el modo de verlo yo

entendía los flagelos que estaba mandando, y suspirando me ha dicho:

"Hija mía, ánimo, déjame que termine de manifestarte lo que es

necesario respecto al reino de mi Voluntad, a fin de que nada falte para

poderlo formar en medio de la familia humana, y después de que haya

cumplido todo, en seguida te traeré a nuestra patria. ¿Crees tú que tienes

primero que ver el pleno triunfo del Eterno Fiat para venir al Cielo? Su

pleno triunfo lo verás desde el Cielo. De ti sucederá lo que sucedió de Mí

para el reino de la Redención, hice todo lo que se necesitaba, formé el

fundamento, di las leyes, los consejos que se necesitaban, instituí los

Sacramentos, dejé el evangelio como norma de su vida, sufrí penas

inauditas, hasta la muerte, pero poco o casi nada vi estando en la tierra de los

frutos, del desarrollo de la Redención. Después de haber hecho todo y no

teniendo ya más qué hacer, confié todo a los apóstoles a fin de que fueran

ellos los anunciadores del reino de la Redención, para que salieran los frutos

de mis trabajos que hice para este reino. Así sucederá para el reino del Fiat

Supremo, lo haremos juntos hija mía, tus penas, tus grandes sacrificios, tus

incesantes oraciones para que venga pronto mi reino y mis manifestaciones

sobre Él, los uniré todos juntos conmigo y formaré los fundamentos, y

cuando todo lo haya completado confiaré a mis ministros mi reino, a fin de

que como segundos apóstoles del reino de mi Voluntad hagan de

anunciadores. ¿Crees tú que sea casualidad la venida del Padre Di Francia,

que muestra tanto interés y que ha tomado en serio la publicación de lo que

se refiere a mi Voluntad? No, no, lo he dispuesto Yo, es un acto

providencial de la Suprema Voluntad que lo quiere como primer apóstol del

Fiat Divino y anunciador de Él, y como es fundador de una obra es más fácil

que se acerque a obispos, sacerdotes y personas, y también en su mismo

instituto para anunciar el reino de mi Voluntad, y por eso lo asisto tanto y le

doy luz especial, porque para entender mi Voluntad se necesitan gracias

grandes y no pequeñas luces, sino un sol, para comprender una Voluntad

Divina, Santa y Eterna, y gran disposición por parte de a quien le viene

confiado este oficio. Y además, también la venida diaria del sacerdote la he

dispuesto Yo, para que encontrara rápidamente los primeros apóstoles del

Fiat de mi reino, a fin de que pudiesen anunciar lo que respecta a mi Eterno

Querer. Por eso déjame primero completarlo, a fin de que después que esté

cumplido lo pueda confiar a los nuevos apóstoles de mi Voluntad, y tú

puedas ir al Cielo para ver desde allá arriba los frutos del suspirado reino del

Eterno Fiat."

Después me quedé haciendo mis acostumbrados actos en el Querer

Supremo y pensaba entre mí: "Mi pobre mente gira por el mar, por el sol,

 

 

1684

por el cielo, por todas partes para seguir los actos que hace la adorable

Voluntad en la Creación, pero terminando de girar me encuentro siempre en

lo bajo de mi duro exilio. ¡Oh! cuánto quisiera quedarme al menos en el

azul cielo para hacer el oficio de una estrella a mi Creador, pero yo

desaparecería de en medio de las estrellas porque no soy ni bella, ni luz

como las estrellas, y por lo tanto todas me arrojarían precipitándome en lo

bajo de mi largo exilio." Pero mientras esto pensaba, mi dulce Jesús se ha

movido en mi interior y me ha dicho:

"Hija mía, quien vive en mi Voluntad vive en la unidad de su Creador,

que tiene todo en Sí, tiene en su unidad a toda la Creación y así como tiene

la Creación así tiene en su unidad al alma que vive en el Eterno Fiat, y esta

unidad le lleva todos los reflejos de su Creador y su unidad con toda la

Creación, de modo que se ve en el alma la imagen viviente de Aquél que la

ha creado, que manteniendo su unidad con todos, la tiene a los reflejos de

todas las cosas creadas por Él, y estos reflejos forman en el fondo del alma

el mar, el sol, el cielo y las estrellas y todas las variedades encantadoras de la

naturaleza, así que el alma que vive en mi Voluntad, puesta en el azul cielo

formaría el más bello ornamento a esa bóveda azul, de hacer maravillar cielo

y tierra, tendría todo en sí a su Creador, un cielo, un sol, un mar todo propio,

no le faltaría ni siquiera la tierra toda florida, el canto dulce de los pájaros,

portador de la alegría y de la música armoniosa de su Creador, porque cada

cosa creada contiene una nota divina. Por eso en vez de precipitarte

desearían tenerte en medio de ellas, porque entre los tantos prodigios que

tiene mi Querer, tiene la potencia de pintar en el alma todas nuestras obras y

de concentrar en ella todos sus actos, no está contento si no ve en el alma su

belleza, si no encuentra su eco, su alegría y todo Sí mismo."

Noviembre 10, 1926

Quien vive en el Querer Divino encierra en sí toda la Creación

y es el reflector de su Creador. Dos efectos del pecado.

Mis días se alternan siempre entre las privaciones y las breves visitas

de mi dulce Jesús, que muchas veces son como relámpago que huye, y

mientras huye quedo con el clavo traspasante de, ¿cuándo regresará? Y

suspirando lo llamo: "Jesús mío, ven, regresa a tu pequeña exiliada, y

regresa de una vez para siempre, regresa para llevarme al Cielo, no me dejes

más en mi largo exilio porque no puedo más." Pero por cuanto lo llamaba,

en vano eran mis llamadas. Entonces, abandonándome en el Santo Querer

 

 

1685

Divino hacía por cuanto más podía mis acostumbrados actos, girando por

toda la Creación, y mi dulce Jesús moviéndose a compasión de mi pobre

alma, que no podía más, ha sacado un brazo de dentro de mi interior y todo

piedad me ha dicho:

"Hija mía, ánimo, no te detengas, tu vuelo en mi Eterno Querer sea

continuo. Tú debes saber que mi Voluntad en todas las cosas creadas hace

su oficio continuo, y en cada cosa su acto es distinto, no hace en el cielo lo

que hace en el sol, ni en el sol lo que hace en el mar, mi Voluntad tiene en

cada cosa su acto especial, y si bien mi Voluntad es una, sus actos son

innumerables. Ahora, el alma que vive en Ella viene a encerrar en sí todos

los actos que hace en toda la Creación, así que debe hacer lo que Ella hace

en el cielo, en el sol, en el mar, etc., todo debe encerrar en ella, para hacer

que el alma siga todos sus actos, y no sólo eso, sino para tener el acto de

correspondencia de la criatura. Por lo tanto, si tu acto no es continuo mi

Voluntad no te espera, sigue su curso, pero en ti deja el vacío de sus actos, y

entre tú y Ella queda una cierta distancia y desemejanza.

Ahora, tú debes saber el gran bien que encierras con encerrar en ti

todo lo que hace mi Voluntad en la Creación: Mientras tú sigues sus actos

recibes el reflejo del cielo y se forma y se extiende en ti el cielo, recibes el

reflejo del sol y se forma en ti el sol, recibes el reflejo del mar y se forma en

ti el mar, recibes el reflejo del viento, de la flor, de toda la naturaleza, en

suma de todo, y ¡oh! cómo se eleva desde el fondo de tu alma el cielo que

protege, el sol que ilumina, calienta y fecunda, el mar que inunda y que

forma las olas de amor, de misericordia, de gracia y de fortaleza a favor de

todos, el viento que purifica y lleva la lluvia sobre las almas incendiadas por

las pasiones, la flor de la adoración perpetua a tu Creador, por eso es el

prodigio de los prodigios. El vivir en mi Querer es el verdadero triunfo del

Fiat Supremo, porque el alma se vuelve el reflector de su Creador y de todas

nuestras obras, porque nuestra Voluntad sólo triunfa completamente cuando

pone en el alma lo que Ella puede y sabe hacer, quiere ver no sólo a Aquél

que la ha creado, sino a todas sus obras, no está contenta si le falta aun la

más mínima cosa que le pertenezca; las almas del Fiat Supremo serán

nuestras obras, no incompletas sino completas, serán los nuevos prodigios,

jamás vistos ni conocidos, ni por la tierra ni por el Cielo; ¿cuál no será el

encanto, la sorpresa de los mismos bienaventurados cuando vean entrar en

su patria celestial a la primera hija del Fiat Divino? ¿Cuál no será su

contento, su gloria, al ver que lleva consigo a su Creador con todas sus

obras, esto es, el cielo, el sol, el mar, toda la tierra florida con sus variadas

bellezas? Reconocerán en ella la obra completa de la Eterna Voluntad,

porque solo Ella sabe hacer estos prodigios y estas obras completas."

 

 

1686

Después continuaba mi abandono en el Eterno Fiat para recibir sus

reflejos, y mi dulce Jesús ha agregado:

"Hija mía, mi Mamá Celestial fue la primera que ocupó el primer

puesto en el Cielo como Hija del Querer Supremo, y como fue la primera

tiene en torno a Ella el lugar para todos los hijos del Fiat Supremo. Así que

en torno a la Reina del Cielo se ven tantos puestos vacíos, que no pueden ser

ocupados por otros, más que por sus copias, y como fue Ella la primera de la

generación de mi Voluntad, el reino del Fiat se llamará también el reino de

la Virgen. ¡Oh! cómo se reconocerá en estos hijos nuestros la soberanía

sobre toda la Creación, porque ellos en virtud de mi Voluntad gozarán

vínculos indisolubles con todas las cosas creadas, estarán en continuas

relaciones de comunicaciones con ellas, serán los verdaderos hijos en los

cuales el Eterno Creador se sentirá honrado y glorificado de tenerlos por

hijos, porque reconocerá en ellos su Voluntad Divina obrante, que ha

reproducido sus verdaderas imágenes."

Después de esto pensaba entre mí: "Mi primer padre Adán, antes de

pecar poseía todos estos vínculos y relaciones de comunicación con toda la

Creación, porque poseyendo él íntegra la Voluntad Suprema era como

connatural sentir en sí todas las comunicaciones dondequiera que Ella

obraba, ahora, ¿al sustraerse de este Querer tan santo no sintió el desgarro

que hacía de toda la Creación, el rompimiento de todas las comunicaciones y

todos los vínculos rotos como de un solo golpe por él? Si yo sólo con pensar

si debo o no hacer un acto y sólo con titubear siento que el cielo tiembla, que

el sol se retira, que toda la Creación se sacude y está en acto de dejarme sola,

tanto que yo misma tiemblo junto con ellos, y espantada, súbito, sin dudar,

hago lo que debo hacer. ¿Cómo pudo hacerlo? ¿No sintió este desgarro tan

cruel y doloroso?" Y Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, Adán sintió este desgarro tan doloroso, y a pesar de todo

cayó en el laberinto de su voluntad que no le dio más paz, ni a él ni a sus

descendientes; como de un sólo golpe toda la Creación se retiró de él,

retirándose la felicidad, la paz, la fuerza, la soberanía, todo, quedó solo en sí

mismo, ¡pobre Adán, cuánto le costó el sustraerse de mi Voluntad! Al sólo

sentirse aislado, no más cortejado por toda la Creación, sentía tal espanto y

horror, que llegó a ser el hombre miedoso, temía de todo y aun de mis

mismas obras, y con razón, pues se dice: ‘Quien no está conmigo está

contra Mí.’ No estando él más vinculado con ellas, por justicia se debían

poner contra él. Pobre Adán, hay que compadecerlo mucho, él no tenía

ningún ejemplo de otro que hubiera caído y del gran mal que le hubiera

sucedido, para que pudiera estar atento a no caer, él no tenía ninguna idea

del mal, porque, hija mía, el mal, el pecado, la caída de otro, tiene dos

 

 

1687

efectos: Para quien es malo y quiere caer, sirve como ejemplo, como

empuje, como incentivo para precipitarse en el abismo del mal; para quien es

bueno y no quiere caer, sirve como antídoto, como freno, como ayuda y

como defensa para no caer, porque viendo el gran mal, la desventura de otro,

sirve de ejemplo para no caer y para no seguir ese mismo camino, para no

encontrarse en aquella misma desventura, así que el mal de otros hace estar

atentos y ser cautos, por eso la caída de Adán es para ti de gran ayuda, de

lección, de llamada, mientras que él no tenía ninguna lección del mal,

porque el mal entonces no existía."

Noviembre 14, 1926

Al no seguir al Querer Divino en la Creación, falta

el reflejo de sus obras. Cómo se necesitan grandes

gracias para la Santidad del vivir en el Santo Querer.

Estaba haciendo mis acostumbrados actos en el Querer Divino y

pensaba entre mí: "Si yo pasara un día sin hacer estos actos, ¿cuál sería el

bien que perdería y el mal que haría?" Y mi siempre amable Jesús me ha

dicho:

"Hija mía, ¿sabes qué harías? No haciendo tus actos en mi Voluntad

te faltaría el reflejo de toda la Creación, y faltándote el reflejo, ese día no se

extendería en ti el cielo, ni surgiría el sol, ni correría en ti el mar, ni tu tierra

florecería, ni se oiría en ti la alegría, la música, el canto de los habitantes del

aire, la dulce sinfonía de las esferas, mi Voluntad no encontraría su eco en ti

y por lo tanto sentiría el dolor de que la pequeña hija de su Querer ese día no

le ha dado la correspondencia de un cielo por su amor, porque faltó el reflejo

del suyo; no le ha hecho surgir el sol por correspondencia de su luz eterna;

no le ha hecho sentir correr el mar, ni oír su dulce murmullo, ni el serpenteo

de los mudos habitantes de las olas. Mi Voluntad se sentiría faltar todos sus

actos en ti, el reflejo de sus obras y no podría formar su eco en ti y en su

dolor diría: ¡Ah! mi pequeña hija hoy no me ha dado un cielo como se lo he

dado Yo, ni sol, ni mar, ni flores, ni canto, ni música, ni alegría como se los

he dado Yo, así que ha salido de mi semejanza, sus notas no han armonizado

con las mías, Yo la he amado con tantas manifestaciones y con amor

incesante, ella no. ¿Ves lo que harías? Mi Voluntad no toleraría en ti, en su

pequeña hija el vacío de sus obras."

Y yo, al oír esto le he dicho: "Jesús mío, amor mío, jamás sea que yo

dé este dolor a tu adorable Voluntad, Tú me ayudarás, me darás más Gracia

 

 

1688

y yo estaré más atenta para recibir este reflejo, este eco que hace tu Santa

Voluntad en toda la Creación para corresponder con el mío." Y Jesús

continuando su hablar ha agregado:

"Hija mía, tú debes saber que se necesitan grandes gracias para poder

formar en el alma la santidad del vivir en mi Querer; las demás santidades

con pequeñas gracias se forman, porque no es una Voluntad inmensa y

eterna que deben abrazar y poseer, sino sus pequeñas partículas, sus

mandatos, su sombra, en cambio en ésta deben poseer como vida propia mi

Voluntad, deben cortejarla y hacer de sus actos, actos propios, así que se

necesitan mares de Gracia para formar esta santidad; mi Voluntad debe

bilocarse para extender su mar en el fondo del alma y después extender el

otro mar de Sí misma para poder recibir lo que le conviene a su Santidad, a

su Luz interminable, a su Inmensidad sin confines, y la buena voluntad del

alma no es otra cosa que el fondo del mar, que formando la playa, rodea a

las aguas para formar el mar. Hija mía, para sostener y conservar una

Voluntad Divina en el alma, se necesita demasiado, y la Divinidad, sabiendo

que la criatura no tiene cosas equivalentes para una Voluntad tan Santa, no

ahorra nada, todo es puesto en ella a su disposición para formar la santidad

del vivir en mi Querer. Dios mismo hace de primer actor y espectador, mi

Humanidad cede todo, todo lo que hizo, sufrió y adquirió, que son mares sin

término, para ayuda de esta santidad toda divina. La misma Mamá Reina

pone a disposición sus mares de gracia, de amor y de dolor como ayuda, y se

siente honrada de que sirvan a la Voluntad Suprema para hacerle cumplir la

Santidad del Fiat Eterno en la criatura; Cielo y tierra quieren dar y dan,

porque sintiéndose todos investidos por esta Voluntad, desean, anhelan

ayudar a la afortunada criatura para hacerle cumplir la finalidad de la

Creación, el origen de la santidad que el Supremo Querer quería en la

criatura. Por eso por parte de tu Jesús nada te faltará, mucho más que es un

deseo mío largamente querido, anhelado y suspirado por seis mil años, que

quería ver en la criatura nuestra imagen copiada, nuestra Santidad impresa,

nuestra Voluntad obrante, nuestras obras encerradas en ella y cumplido

nuestro Fiat. Quería el placer y tomarme el gusto de ver en la criatura

nuestro reflector, de otra manera la Creación sería para Nosotros sin deleite,

sin entretenimiento, sin armonía; nuestro eco no encontraría el camino para

resonar, nuestra Santidad no encontraría donde imprimirse, nuestra Belleza

donde refulgir, nuestro Amor donde desahogarse, nuestra Sabiduría y

maestría no encontrarían donde obrar y desenvolverse. Así que todos

nuestros atributos quedarían obstaculizados en su trabajo, porque no

encontrarían materia apta para formar su trabajo, para tener su reflector; en

cambio, en el alma donde reina mi Voluntad, Ella la dispone como materia

 

 

1689

apta para hacer que todos nuestros atributos puedan desarrollar su trabajo

deleitable."

Noviembre 16, 1926

Cada acto de voluntad humana es un velo que impide conocer

la Voluntad Divina. Su celo. Cómo hace todos los oficios

para servir al alma. Amenazas de guerras y castigos.

Continúa mi habitual estado en el abandono del Fiat Supremo, pero al

mismo tiempo llamo a Aquel que forma toda mi felicidad, mi vida, mi todo.

Y Jesús, moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, por cuanto más te abandones en mi Supremo Querer tanto

más te adentras en sus caminos, más conocimientos adquieres y más

posesión tomas de los bienes que hay en la Divina Voluntad, por que en Ella

siempre hay qué conocer y tomar. Siendo la heredad primaria dada por Dios

a la criatura y poseyendo mi Querer bienes eternos, tiene la tarea de siempre

dar a quien vive en esta heredad, y sólo entonces está contenta y se pone en

actividad de oficio cuando encuentra a la criatura dentro de los confines de

su Querer, y poniéndose en fiesta da cosas nuevas a su heredera, así que el

alma que vive en Ella es la fiesta de mi Voluntad, y al contrario, quien vive

fuera de Ella es su dolor, porque la pone en la impotencia de poder dar, de

ejercitar su oficio y de cumplir su tarea. Mucho más que cada acto de

voluntad humana es un velo que el alma se pone ante la vista, que le impide

ver con claridad mi Voluntad y los bienes que hay en Ella, y como la mayor

parte de las criaturas viven continuamente de su voluntad, son tantos los

velos que se forman, que quedan casi ciegas para conocer y ver mi Voluntad,

su predilecta heredad que debía hacerlas felices en el tiempo y en la

eternidad. ¡Oh, si las criaturas pudieran comprender el gran mal de la

voluntad humana y el gran bien de la mía, aborrecerían tanto la suya que

darían la vida para hacer la mía!

La voluntad humana vuelve esclavo al hombre, lo hace tener

necesidad de todo, se siente continuamente faltar la fuerza, la luz; su

existencia está siempre en peligro, y lo que obtiene es por medio de

oraciones y fatigosamente, así que el hombre que vive de su voluntad es el

verdadero mendigo. En cambio quien vive de la mía no tiene necesidad de

nada, tiene todo a su disposición, mi Voluntad le da el dominio de sí mismo,

por lo tanto es dueño de la Fuerza, de la Luz, pero no de la fuerza y luz

humanas, sino de las divinas, su existencia está siempre al seguro y siendo

 

 

1690

dueño puede tomar lo que quiera, no tiene necesidad de pedir para tener, tan

es verdad, que para Adán, antes de sustraerse de mi Voluntad la petición no

existía, la necesidad hace nacer la petición, si de nada tenía necesidad no

tenía ni qué pedir ni qué implorar, así que él amaba, alababa, adoraba a su

Creador, la petición no tenía lugar en el edén terrestre; la petición vino, tuvo

vida después del pecado como necesidad extrema del corazón del hombre;

quien pide significa que tiene necesidad y como espera, pide para obtener.

En cambio quien vive en mi Voluntad vive en la opulencia de los bienes de

su Creador como dueño, y si necesidad y deseo tiene, viéndose entre tantos

bienes es el de querer dar a los demás su felicidad y los bienes de su gran

fortuna, verdadera imagen de su Creador que le ha dado tanto, sin ninguna

restricción, quisiera imitarlo dando a los demás lo que posee. ¡Oh! cómo es

bello el cielo del alma que vive en mi Voluntad, es el cielo sin tempestades,

sin nubes, sin lluvia, porque el agua que quita la sed, que fecunda y que le da

el crecimiento y la semejanza de Aquél que la ha creado es mi Voluntad, es

tanto su celo de que el alma no tome nada si no es de Ella, que hace todos

los oficios: Si quiere beber, Ella se hace agua que mientras la refresca le

apaga cualquier sed, para hacer que su única sed sea su Voluntad; si siente

hambre se hace alimento, que mientras la sacia le quita el apetito de todos

los demás alimentos; si el alma quiere ser bella, se hace pincel dándole

pinceladas de tal belleza, que mi misma Voluntad queda raptada por una

belleza tan inaudita impresa por Ella misma en la criatura, debe poder decir

a todo el Cielo, mírenla cómo es bella, es la flor, es el perfume, es el tinte de

mi Querer que la ha hecho tan bella. En suma le da su Fuerza, su Luz, su

Santidad, todo para poder decir: ‘Es una obra toda de mi Querer, por eso

quiero que nada le falte, que me asemeje y me posea.’ Mira en ti misma

para ver lo que mi Voluntad ha hecho, tus actos investidos por su Luz cómo

han cambiado la tierra de tu alma, todo es luz que despunta en ti y que se

vuelve para herir a Aquélla que la ha investido, por eso la más grande

afrenta que me hacen las criaturas es el no hacer mi Voluntad."

Después de esto me ha transportado fuera de mí misma haciéndome

ver el gran mal de las generaciones humanas, y continuando su hablar ha

agregado:

"Hija mía, mira cuánto mal ha producido la voluntad humana, se han

cegado tanto que están preparando guerras y revoluciones encarnizadas,

ahora no será sólo Europa, sino que se unirán otras razas, el círculo será más

extenso, otras regiones del mundo tomarán parte. ¡Cuánto mal hace la

voluntad humana, lo ciega, lo vuelve miserable y lo hace homicida de sí

mismo! Pero Yo me serviré de esto para mis altísimos fines, y la reunión de

tantas razas servirá para facilitar las comunicaciones de las verdades, a fin de

 

 

1691

que se dispongan para el reino del Fiat Supremo. Así que los castigos

pasados no son otra cosa que los preludios de aquellos que vendrán, cuántas

otras ciudades serán destruidas, cuántas gentes sepultadas en las ruinas,

cuántos lugares precipitados y enterrados en el abismo, los elementos

tomarán la defensa de su Creador. Mi justicia no puede más, mi Voluntad

quiere triunfar y quisiera triunfar por vía de amor para establecer su reino,

pero el hombre no quiere venir al encuentro de este amor, por lo tanto es

necesario usar la Justicia."

Y mientras esto decía me hacía ver un brasero grandísimo de fuego

que salía de la tierra y quien se encontraba cerca era investido por ese fuego

y desaparecía. Yo he quedado asustada y pido y espero que mi amado Bien

se aplaque.

Noviembre 19, 1926

La Divina Voluntad está agonizante en medio de

las criaturas y cómo quiere salir de este estado.

Mi siempre amable Jesús, atrayéndome en su adorable Voluntad me

hacía ver y sentir las condiciones dolorosas en las cuales la ponen las

ingratitudes de las criaturas, y suspirando de dolor me ha dicho:

"Hija mía, las penas de mi Voluntad Divina son inenarrables e

inconcebibles a la naturaleza humana. Ella está en todas las criaturas, pero

está bajo la opresión de una tremenda y desgarradora agonía, porque en vez

de darle el dominio para hacerla desarrollar su vida en ellas, la tienen

reprimida sin darle libertad de obrar, de respirar, de latir. Así que la

voluntad humana obra, respira libremente, late como quiere, y la mía está

sólo para servirla, para contribuir a sus actos y estar dentro de esos actos

agonizante, sofocada bajo el estertor de una agonía de largos siglos. Mi

Voluntad se agita en la criatura bajo la opresión de una agonía desgarradora,

y su agitarse son los remordimientos de conciencia, las desilusiones, los

reveses, las cruces, el cansancio de la vida y todo lo que puede dar molestia

a las pobres criaturas, porque es justo que teniendo ellas a una Voluntad

Divina en la cruz y siempre bajo el estertor de la agonía, Ella con su agitarse

las llame, no pudiendo hacer diversamente porque no tiene dominio, quién

sabe si entrando en ellas mismas, al ver la infelicidad que les da su mala

voluntad, puedan darle un poco de respiro y de tregua a su dolorosa agonía.

Es tan dolorosa esta agonía de mi Voluntad, que mi Humanidad, que la quiso

sufrir en el huerto de Getsemaní, llegó a buscar ayuda de mis mismos

 

 

1692

apóstoles, la que no obtuvo, y fue tanto el espasmo que sudé sangre viva y

sintiéndome sucumbir bajo el peso enorme de una agonía tan larga y

tremenda de mi Voluntad Divina, invoqué a mi Padre Celestial que me

ayudara diciéndole: ‘Padre, si es posible pase de mí este cáliz.’ En todas las

otras penas de mi Pasión, por cuán atroces, no dije nunca: ‘Si es posible

pase esta pena’; es más, estando sobre la cruz grité ‘sitio’, tengo sed de

penas. En cambio, en esta pena de la agonía de la Voluntad Suprema sentí

todo el peso de una agonía tan larga, todo el desgarro de una Voluntad

Divina que agoniza, que se agita en las generaciones humanas. ¡Qué dolor!

No hay dolor que pueda igualarlo. Ahora el Fiat Supremo quiere salir, está

cansado y a cualquier costo quiere salir de esta agonía tan prolongada, y si tú

oyes de flagelos, de ciudades derrumbadas, destrucciones, no son otra cosa

que las fuertes sacudidas de su agonía, porque no pudiendo más, quiere

hacer sentir a la familia humana su estado doloroso y cuán fuertemente se

agita en ellas sin que ninguno le tenga compasión y haciendo violencia, con

su agitación quiere hacer sentir que existe en ellas, pero que no quiere estar

ya en agonía, quiere la libertad, el dominio, quiere desarrollar su Vida en

ellas. ¡Qué desorden hija mía en la sociedad, porque no reina mi Voluntad!

Sus almas son como habitaciones sin orden, todo de cabeza, la peste es tan

horrible, más que cadáver putrefacto, y mi Voluntad con su inmensidad que

no le es dado retirarse ni siquiera de un latido de criatura, agoniza en medio

a tantos males, y esto es en el orden general de todos, en el orden particular

hay más aún, en los religiosos, en los clérigos, en quien se dice católico, mi

Voluntad no sólo agoniza, sino que la tienen en estado de letargo, como si

no tuviera vida. ¡Oh! cómo es más duro, porque en la agonía al menos me

agito, tengo un desahogo, hago sentir que existo en ellos, aunque agonizante,

pero en el estado de letargo está la total inmovilidad, el estado de muerte

continuado y por eso se ven sólo las apariencias, los vestidos de vida

religiosa, porque a mi Voluntad la tienen en letargo, y como la tienen en

letargo su interior está adormecido, como si la luz, el bien, no fuera para

ellos y si alguna cosa hacen al exterior, está vacía de Vida Divina y se

resuelve en humo de vanagloria, de estima propia y de agradar a las otras

criaturas, y mi Supremo Querer mientras está dentro queda fuera de su obrar.

Hija mía, qué afrenta, cómo quisiera hacer sentir a todos mi tremenda

agonía, el estertor continuado, el letargo en el cual ponen a mi Voluntad, la

causa es porque quieren hacer su voluntad, no la mía, no la quieren hacer

reinar, no la quieren conocer, y por eso quiere romper los diques con sus

sacudidas, a fin de que si no la quieren conocer y recibir por vía de amor, la

conozcan por vía de Justicia. Así que mi Voluntad, cansada de esta agonía

de siglos quiere salir, y por eso prepara dos modos: El modo triunfante, que

 

 

1693

son sus conocimientos, sus prodigios y todo el bien que llevará el reino del

Fiat Supremo, y el modo de Justicia para quien no la quiere conocer

triunfante; por tanto estará en las criaturas escoger el modo como la quieran

recibir."

Noviembre 20, 1926

Todos los atributos divinos hacen su oficio para formar

en el alma el nuevo mar de sus cualidades. Todos

tenemos un movimiento continuo.

Estaba según mi costumbre haciendo mi giro en la Creación para

seguir los actos de la Voluntad Suprema en Ella, pero mientras esto hacía,

mi siempre amable Jesús haciéndome oír su voz dulcísima en cada una de

las cosas creadas me decía:

"Quién llama a mi Amor para hacer, o que mi Amor descienda en ella

o que el suyo suba en el mío para fundirse juntos y formar un solo amor y

dar el campo de acción a mi Amor para hacer surgir en el alma el nuevo

marecillo de su amor, hace triunfar a mi Amor y éste festeja porque le es

dado su desahogo y su campo de acción."

Y conforme pasaba por el sol, por el cielo, por el mar, así oía su voz

que decía: "¿Quién llama mi Luz eterna, mi dulzura infinita, mi inigualable

Belleza, mi Firmeza irremovible, mi Inmensidad, para cortejarlas y darles el

campo de acción para hacer surgir en la criatura otros tantos mares de luz, de

dulzura, de belleza, de firmeza y demás, para darle el contento de no hacerla

estar inactiva y servirse de la pequeñez de la criatura para encerrar en ella

sus cualidades? ¿Quién es entonces aquella? ¡Ah, es la pequeña hija de

nuestro Querer!"

Entonces, después de que en cada cosa creada oía decirme: "¿Quién

es la que me llama?" Mi dulce Jesús ha salido de dentro de mi interior y

estrechándome toda a Sí me ha dicho:

"Hija mía, conforme giras en mi Voluntad para seguirla en cada cosa

creada, así todos mis atributos escuchan tu llamada y salen al campo de

acción para formar cada uno el marecillo de sus cualidades. ¡Oh! así como

triunfan al verse obrantes y poder formar cada uno su marecillo, así crece su

sumo gusto y deleite al poder formar en la pequeña criatura sus mares de

amor, de luz, de belleza, de ternura, de potencia y demás. Mi Sabiduría hace

de artífice experto y de ingenio maravilloso al poner en la pequeñez sus

cualidades inmensas e infinitas, ¡oh! cómo armoniza el alma que vive en mi

 

 

1694

Querer con mis atributos, cada uno de ellos se pone en su oficio para

establecer sus cualidades divinas; si tú supieras el gran bien que te viene al

seguir mi Voluntad en todos sus actos y el trabajo que desarrolla en ti,

también tú sentirías la alegría de una fiesta continua."

Después de esto yo continuaba siguiendo la Creación, y por todas

partes veía correr aquel movimiento eterno que jamás se detiene y pensaba

entre mí: "¿Cómo puedo seguir en todo al Supremo Querer si Él corre tan

rápido en todas las cosas? Yo no tengo su virtud ni su rapidez, por lo tanto

es natural que me quede atrás sin poder seguir en todo su eterno murmullo."

Entonces, mientras esto pensaba, mi dulce Jesús moviéndose en mi interior

me ha dicho:

"Hija mía, todas las cosas tienen un movimiento continuo, porque

habiendo salido de un Ente Supremo que contiene un movimiento lleno de

vida, venía por consecuencia que todas las cosas salidas de Dios debían

contener un movimiento vital que nunca cesa, y si cesa significa que cesa la

vida. Mira, tú misma tienes un murmullo, un movimiento continuo en tu

interior; es más, la Divinidad al crear a la criatura le daba la semejanza de

las Tres Divinas Personas, ponía en ella tres movimientos que debían

murmurar continuamente para unirse a aquel movimiento continuo y

murmullo de amor de su Creador, y éstos son: El movimiento del latido del

corazón que jamás cesa, la circulación de la sangre que siempre gira sin

jamás detenerse, la respiración que jamás se detiene, esto en el cuerpo, en el

alma hay otros tres movimientos que murmuran continuamente: La

inteligencia, la memoria y la voluntad. Por eso el todo está en que tu

movimiento esté unido al movimiento de tu Creador para murmurar junto

con su movimiento eterno, así seguirás a mi Voluntad en su movimiento que

jamás se detiene, en sus actos que jamás cesan y harás regresar tu

movimiento al seno de tu Creador, que con tanto amor espera el regreso de

sus obras, de su Amor y de su murmullo. La Divinidad al crear las criaturas

hace como un padre que manda a sus hijos, para su bien, uno a un país, otro

a otras tierras, a otro para hacerlo navegar el mar y quien a un punto cercano

y quien a uno lejano, dando a cada uno un trabajo que hacer, pero mientras

los manda espera con ansia su retorno, está siempre vigilando para ver si

vienen; si habla, habla de los hijos; si ama, su amor corre a los hijos; sus

pensamientos vuelan a los hijos; pobre padre, se siente en la cruz porque ha

mandado a sus hijos lejos de él y suspira más que la propia vida su regreso, y

si, jamás sea, no los ve regresar a todos o en parte, él está inconsolable, llora

y emite gemidos y gritos de dolor hasta arrancar lágrimas aun a los más

duros, y sólo se contenta cuando los ve regresar a todos a su regazo paterno

para estrecharlos a su seno que arde de amor por sus hijos. ¡Oh! cómo

 

 

1695

nuestro Padre Celestial más que padre suspira, arde, delira por sus hijos,

porque habiéndolos parido de su seno espera su regreso para gozárselos en

sus brazos amorosos. Y es propiamente esto el reino del Fiat Supremo, el

regreso de nuestros hijos a nuestros brazos paternos, y por eso lo suspiramos

tanto."

Después de esto me sentía toda inmersa en la adorable Voluntad de

Dios, y pensaba entre mí en el gran bien si todos conocieran y cumplieran

este Fiat tan santo y el gran contento que darían a nuestro Padre Celestial, y

mi dulce Jesús volviendo a hablar ha agregado:

"Hija mía, Nosotros al crear a la criatura, conforme con nuestras

manos creadoras la íbamos formando, así nos sentíamos salir de nuestro

seno una alegría, un contento, porque debía servir para mantener nuestro

entretenimiento sobre la faz de la tierra y nuestra fiesta continua, por eso

conforme formábamos los pies, así pensábamos que debían servir a nuestros

besos, porque debían encerrar nuestros pasos y debían ser medio de

encuentro para entretenernos juntos. Conforme formábamos las manos, así

pensábamos que debían servir a nuestros besos y abrazos, porque debíamos

ver en ellas las repetidoras de nuestras obras. Conforme formábamos la

boca, el corazón, que debían servir al eco de nuestra palabra y de nuestro

Amor, y conforme con nuestro aliento le infundimos la vida, viendo que esa

vida había salido de Nosotros, que era vida toda nuestra, lo estrechamos a

nuestro seno besándolo como confirmación de nuestra obra y de nuestro

Amor, y para hacer que se mantuviese íntegro en nuestros pasos, en nuestras

obras, en el eco de nuestra palabra y Amor y de la vida de nuestra imagen

impresa en él, le dimos como herencia nuestro Divino Querer, a fin de que lo

conservase tal como lo habíamos hecho salir para poder continuar nuestros

entretenimientos, nuestros besos afectuosos, nuestras dulces conversaciones

con la obra de nuestras manos. Cuando vemos en la criatura nuestra

Voluntad, Nosotros vemos en ella nuestros pasos, nuestras obras, nuestro

Amor, nuestras palabras, nuestra memoria e inteligencia, porque sabemos

que nuestra Suprema Voluntad nada dejará entrar que no sea nuestro, y por

eso como cosa nuestra todo le damos, besos, caricias, favores, amor, ternura

más que paterna, no toleramos estar con ella ni siquiera a un paso de

distancia, porque aun las más pequeñas distancias no dejan formar

entretenimientos continuos, ni darse besos, ni participar las alegrías más

íntimas y secretas. En cambio en el alma en la cual no vemos nuestra

Voluntad, no podemos entretenernos porque nada vemos que sea nuestro, en

ella se siente tal desconcierto, una tal desemejanza de pasos, de obras, de

palabras, de amor, que por sí misma se pone a distancia de su Creador, y

Nosotros donde vemos que no está el imán potente de nuestro Querer, que

 

 

1696

nos hace como olvidar la infinita distancia que hay entre el Creador y la

criatura, desdeñamos entretenernos con ella, colmarla de nuestros besos y

favores. He aquí por que el hombre con sustraerse de nuestra Voluntad

despedazó nuestros entretenimientos y destruyó nuestros designios que

teníamos al formar la Creación, y sólo con reinar nuestro Fiat Supremo, con

establecer su reino, serán realizados nuestros designios y retomados nuestros

entretenimientos sobre la faz de la tierra."

Noviembre 21, 1926

Ternura de Jesús en el punto de la muerte. Quien vive

en el Querer Divino tiene el primado sobre todo.

Me sentía toda afligida por la muerte de improviso de una hermana

mía, el temor de que mi amable Jesús no la tuviese consigo me desgarraba el

ánimo y al venir mi sumo Bien Jesús le he dicho mi pena, y Él todo bondad

me ha dicho:

"Hija mía, no temas, ¿no está acaso mi Voluntad que suple a todo, a

los mismos Sacramentos y a todas las ayudas que se pueden dar a una pobre

moribunda? Mucho más cuando no está la voluntad de la persona de no

querer recibir los Sacramentos y todas las ayudas de la Iglesia, que como

madre da en aquel punto extremo. Debes saber que mi Querer al arrebatarla

de la tierra repentinamente me la ha hecho circundar por la ternura de mi

Humanidad, mi corazón humano y divino ha puesto en campo de acción mis

fibras más tiernas, de modo que sus defectos, sus debilidades, sus pasiones,

han sido miradas y pesadas con tal fineza de ternura infinita y divina, y

cuando Yo pongo en campo mi ternura no puedo hacer menos que tener

compasión y dejarla pasar a buen puerto, como triunfo de la ternura de tu

Jesús. Y además, ¿no sabes tú que donde faltan las ayudas humanas

abundan las ayudas divinas? Tú temes porque no había nadie a su alrededor

y si quiso ayuda no tuvo a quien pedirla. ¡Ah, hija mía, en aquel punto las

ayudas humanas cesan, no tienen ni valor ni efecto, porque el alma entra en

el acto único y primero con su Creador, y en este acto primero a ninguno le

es dado entrar, y además, a quien no es un perverso, la muerte repentina

sirve para no hacer poner en campo la acción diabólica, sus tentaciones, los

temores que con tanto arte arroja en los moribundos, porque se los siente

arrebatar sin poderlos tentar ni seguir, por eso lo que se cree desgracia por

los hombres, muchas veces es más que gracia."

 

 

1697

Después de esto me he abandonado toda en el Supremo Querer y mi

dulce Jesús continuando su hablar me ha dicho:

"Hija mía, quien vive en mi Querer tiene el primado sobre todo y

sobre todos los actos de las criaturas, tiene delante a su Creador el acto

primero en el amor, así que si las otras criaturas aman, el alma que vive en

mi Querer se encuentra la primera a amar, las demás vienen, quien en

segundo, quien en tercero, quien en cuarto, según la intensidad de su amor;

si las otras criaturas me adoran, me glorifican, me piden, el alma que vive en

mi Querer se encuentra la primera en adorarme, en glorificarme, en pedirme.

Esto es connatural, porque mi Voluntad es vida y acto primero de todas las

criaturas, por consiguiente quien vive en Ella se encuentra en su acto

primero, y es la primera sobre todas las criaturas delante a Dios en hacer

todos los actos de ellas y en hacer todos los actos que ellas no hacen. Así

que la Soberana del Cielo que no dio jamás vida a su querer, sino tuvo toda

su vida en el mío, tiene como derecho el primado, por eso es Ella la primera

en amarnos, en glorificarnos, en pedirnos; si vemos que las otras criaturas

nos aman, es detrás del amor de la Celestial Reina; si nos glorifican y rezan,

es detrás de la gloria y oración de Aquella que tiene el primado y por

consecuencia el imperio sobre todo. Cómo es bello verla, que conforme las

criaturas nos aman, Ella no cede jamás su primer puesto en el amor, es más,

mientras se pone como acto primero, hace correr su mar de amor en torno a

la Majestad Suprema, de modo que las otras criaturas quedan detrás del mar

de amor de la Mamá Celestial con sus gotitas de amor, y así de todos los

demás actos. ¡Ah hija mía, vivir en mi Voluntad es una palabra, pero es una

palabra que pesa todo cuanto pesa la eternidad, es una palabra que abraza

todo y a todos."

Noviembre 23, 1926

Amenazas de castigos. El vivir en el Querer Divino

forma el verdadero sol. De qué está formado este sol.

Encontrándome en mi habitual estado, mi siempre amable Jesús se

hacía ver en mi interior que asomando su rostro desde dentro de mi pecho,

con sus ojos centelleantes de luz miraba lejos, y en aquella luz miraba

también yo y se veían ríos que desbordaban, mares que creciendo salían de

sus playas, naves arrolladas, países bajo el agua, tempestades que destruían

todo lo que investían y tantos otros males que mientras parecía que hacían

tregua en un punto, en otros puntos retomaban su furor. ¡Oh! cómo daba

 

 

1698

espanto ver el agua, el viento, el mar, la tierra, armados por la Justicia

Divina para golpear a las pobres criaturas. Entonces yo rogaba a mi sumo

Bien que se aplacara y que retirara la orden que había dado a estos

elementos de hacer justicia, y mi dulce Jesús poniéndome los brazos al

cuello y estrechándome fuerte a Sí me hacía sentir su Justicia. Yo me sentía

sucumbir y mi dulce Jesús suspirando me ha dicho:

"Hija mía, no puedo más, es necesario que mi Justicia haga su curso;

tú no te alarmes de lo que ves, sino más bien ocúpate del reino del Eterno

Fiat."

Yo he quedado sufriente y afligida por los grandes males que

sucederán, y abandonándome en el adorable Querer de mi Jesús encerraba

en Él todos los pensamientos, miradas, palabras, obras, pasos y latidos, a fin

de que todos amasen y pidiesen junto conmigo que venga el reino del Fiat

Supremo y que pronto se establezca en medio de las generaciones humanas,

y mi amado Bien continuando ha agregado:

"Hija mía, el vivir en mi Querer forma el verdadero Sol entre el Cielo

y la tierra, sus rayos extendiéndose en lo bajo invisten cada pensamiento,

mirada, palabra, obra y paso, y atándolos con su luz se forma con ellos una

corona, manteniéndola fija en Sí para hacer que nada le escape. Sus rayos

extendiéndose en lo alto invisten todo el Cielo, a todos los bienaventurados y

atándolos a todos en su luz nada deja escapar, a fin de que este Sol triunfante

pueda decir: ‘Todo encierro, nada me falta de las obras y de lo que

pertenece a mi Creador, con mis alas de luz me extiendo sobre todo, abrazo

a todos, triunfo sobre todos, aun sobre mi Eterno Creador, porque en la luz

de su Querer no hay cosa que quiera y no le lleve, no hay acto que no le

haga, no hay amor que no le dé, con mis alas de luz que me suministra mi

Eterno Fiat soy el verdadero rey que invistiendo a todos domino todo.’

¿Quién puede resistir o librarse de los rayos solares si se encuentra al

descubierto? La fuerza de la luz es irresistible, donde se extiende nadie

puede escapar de su toque, porque tocándolos les da sus besos de luz y de

calor y triunfante los tiene investidos bajo la impresión de su luz. Tal vez

habrá ingratos que no le prestarán atención ni le darán un gracias, pero la luz

ni siquiera a esto le pone atención, más bien le presta atención a su oficio de

luz y se mantiene firme en dar el bien que posee. Mucho más que el Sol de

mi Voluntad no es como el sol que se ve en la bóveda del cielo, que su

esfera de luz es limitada, y si esta esfera fuese tan grande de extenderse tanto

para formar un segundo cielo, al girar la tierra encontraría siempre su sol y

por tanto las tinieblas, la noche, no podrían investir la tierra, y así como no

pierde jamás de vista al cielo que se extiende por doquier, así no perdería

jamás el sol, y para la tierra sería siempre día. Ahora, el Sol de mi Voluntad,

 

 

1699

su esfera no es limitada y por eso posee su pleno día, y por esto quien vive

en Ella abraza todos los tiempos, todas las generaciones e invistiendo los

actos de todos forma un solo acto, un solo amor y una sola gloria para su

Creador. ¿Pero sabes tú de qué está formado este Sol de mi Suprema

Voluntad? Mis atributos son los rayos de este Sol, los cuales, si bien cada

uno son distintos entre ellos en las cualidades y en el oficio que tienen, sin

embargo en la sustancia son luz, y mi Voluntad la sumaria luz que asume

todas juntas estas luces, es la dirigente de todos mis atributos y por eso

cuando las criaturas merecen ser castigadas Yo dirijo el rayo de luz de mi

Justicia, y ella defendiendo mis derechos golpea a las criaturas."

Noviembre 27, 1926

Quien cumple una misión puede decirse madre, y para decirse hija

la debe engendrar en ella. Las otras santidades son luz y la

Santidad del Querer Divino es Sol. Cómo el fundamento

de esta Santidad es la Humanidad de Nuestro Señor.

 

Estaba toda abandonada en los brazos de la adorable Voluntad, y pedía

a mi dulce Jesús que usara un acto de su Potencia para hacer que el Supremo

Querer invistiera a las generaciones humanas, y atándolas a Sí formara sus

primeros hijos tan deseados por Él. Y mi sumo Bien moviéndose en mi

interior me ha dicho:

"Hija mía, se dice madre, se dice padre, cuando una persona tiene una

misión especial, y quienquiera que tiene origen de esta misión cumplida se

puede llamar hija de esta madre. Verdadera madre significa llevar en su

seno su parto, formarlo con su misma sangre, sostener penas, sacrificios, y si

es necesario exponer la propia vida para dar vida al parto de sus propias

entrañas, así que cuando este parto es madurado en el propio seno y una vez

que ha salido a la luz, entonces con justicia, con derecho y con razón se le

llama hijo al parto y madre a aquella que lo ha generado. Por eso para ser

madre es necesario que formen primero a los hijos en el interior, que se

generen con la propia sangre, todos los miembros y los actos de estos hijos

deben ser generados a partir del corazón de la propia madre. Ahora hija mía,

para ser hija de mi Querer has sido generada en Él, en Él has sido formada y

más que sangre, la Luz, el Amor de mi Voluntad formándote injertaban en ti

sus modos, sus actitudes y su obrar, haciéndote abrazar a todos y a todo, tan

es verdad, que como parto suyo, ahora te llama la recién nacida de mi

Voluntad, ahora pequeña hija suya. Ahora, puede generar los hijos de mi

 

 

1700

Querer sólo quien ha sido generado en Él, por eso tú serás la madre de la

generación de sus hijos."

Y yo: "Jesús mío, ¿qué dices? No soy buena para ser hija, ¿cómo

puedo ser madre?"

Y Jesús: "Sin embargo de ti debe salir la generación de estos hijos,

¿qué madre ha sufrido tanto, quién ha estado confinada dentro de una cama

por más de cuarenta años por amor de formar su parto y dar a luz la

generación de sus hijos? Nadie. ¿Qué madre, por cuan buena ha sacrificado

toda entera su existencia, hasta encerrar en ella los pensamientos, los latidos,

las obras, para hacer que todo fuese reordenado en el propio parto,

queriéndoles dar no una vez la vida, sino tantas veces por cuantos actos hace

su propio hijo? Nadie. ¿No sientes tú misma en ti las generaciones de estos

hijos al seguir los pensamientos, las palabras, las obras, los pasos, para

reordenarlos todos en mi Voluntad? ¿No sientes tú que quieres dar la vida a

cada uno con tal de que conozcan mi Querer y sean regenerados en Él?

Todo lo que tú haces en tu interior y sufres, no es otra cosa que la formación

y maduración de este parto todo de Cielo. He aquí por qué te he dicho tantas

veces que tu misión es grande, no hay quien pueda igualarla y se necesita

suma atención."

Después, sintiéndome oprimida porque me habían escrito que el

reverendo padre Di Francia estaba haciendo imprimir las memorias de mi

infancia y todo lo que sigue, y en mi dolor decía a mi amado Jesús: "Amor

mío, mira cómo me mezclan al hacer conocer lo que me has dicho sobre las

virtudes y sobre tu adorable Voluntad, ponen lo que se refiere a mí; a lo más

esto lo deberían hacer después de mi muerte, no ahora, sólo para mí era esta

confusión y este sumo dolor, a los demás no. ¡Ah Jesús! dame la fuerza de

que también en esto haga tu Santa Voluntad." Y Jesús estrechándome entre

sus brazos para darme fuerza, todo bondad me ha dicho:

"Hija mía, no te aflijas tanto, tú debes saber que las demás santidades

son pequeñas luces que se forman en el alma, y estas luces están sujetas a

crecer, a decrecer y aun a apagarse, por eso no es justo que mientras se vive

en el tiempo, hasta en tanto que la luz no esté más sujeta a apagarse con el

pasar a la otra vida, se publiquen, ¿qué papel haría si se supiera luego que

esta luz no existe más? En cambio la santidad del vivir en mi Querer no es

luz, sino sol, por lo tanto no está sujeta a empobrecerse de luz ni a apagarse;

¿quién puede tocar el sol? ¿Quién puede quitarle una sola gota de luz?

Nadie. ¿Quién puede apagar un átomo de su calor? ¿Quién puede hacerlo

descender aunque sea un milímetro por debajo de su puesto, de la altura en

la cual reina y domina toda la tierra? Nadie. Si no fuera el Sol de mi Fiat

Supremo no habría permitido que lo publicaran; más bien tengo prisa,

 

 

1701

porque el bien que puede hacer un sol no lo puede hacer una luz, porque el

bien de la luz es demasiado limitado y no es ni un gran bien si se pone, ni un

gran daño si no se hace surgir. En cambio el bien del sol abraza todo, hace

bien a todos y no haciéndolo surgir cuanto antes es un gran daño, y es un

gran bien hacerlo surgir aun un día antes. ¿Quién puede decir el gran bien

que puede hacer una jornada llena de sol? Mucho más el Sol de mi Eterna

Voluntad. Así que por cuanto más se tarde, tantas jornadas de Sol se les

quitan a las criaturas y tantas jornadas quitan al Sol, reprimiendo sus rayos

en nuestra patria celestial."

Pero con todo el hablar de Jesús mi opresión continuaba, y mi pobre

mente era molestada por el pensamiento de que mi pobre e insignificante

existencia, que merecía ser sepultada sin que nadie me pusiera atención y

supieran que yo había estado sobre la tierra, debía estar bajo las miradas y en

la manos de quién sabe cuántos, ¡Dios mío, Dios mío, qué dolor! Pero

mientras esto pensaba, mi amable Jesús se hacía ver en mi interior todo

extendido, como si su santa Humanidad hiciese de fundamento en mi pobre

y pequeña alma, y continuando su hablar ha agregado:

"Hija mía, no te distraigas, ¿no ves que el fundamento del reino del

Eterno Fiat en ti está formado por mis pasos, por mis obras, por mi corazón

palpitante de amor, por el honor de mi Voluntad, por mis suspiros ardientes

y por las lágrimas encendidas de mis ojos? Toda mi Vida está extendida en

ti para formar el fundamento, por lo tanto no conviene que tu pequeño obrar

sobre de este fundamento tan sólido y tan santo, sea hecho con distracción,

ni que tus giros en el Supremo Querer sean hechos sombríos, no, no hija

mía, no quiero esto en ti, no temas, quedarás sepultada en el Sol de mi

Querer. ¿Quién más que Él podrá eclipsarte de modo que ninguno te preste

atención? El Sol del Fiat Supremo tendrá tanto cuidado de la pequeña

lucecita de tu alma, que circundada por sus rayos el Sol aparecerá y la

lucecita la tendrá escondida en Sí, por eso quédate en paz si quieres

contentar a tu Jesús, abandona todo en Mí y yo pensaré en todo."

Noviembre 29, 1926

Cómo la Voluntad Suprema, de Reina hace de sierva a

la voluntad humana porque no la hacen reinar.

Continuando mi habitual abandono en la adorable Voluntad, toda la

Creación se ha hecho presente, en la cual corría como luz y como vida

primaria la Suprema Voluntad dominante y triunfante, tanto en las cosas

 

 

1702

grandes como en las más pequeñas. Qué encanto, qué orden, qué rara

belleza, qué armonía entre ellas, porque una es la Voluntad que las domina,

y corriendo en ellas las vincula de tal modo que una no puede estar sin la

otra. Y mi dulce Jesús interrumpiendo mi asombro me ha dicho:

"Hija mía, mi Voluntad quedó como vida obrante en cada cosa creada

para que dominase libremente con su pleno triunfo, así que tiene la vida

obrante de la luz y del calor en el sol, la vida obrante de su inmensidad y de

sus múltiples obras en el cielo, la vida obrante de su Potencia, de su Justicia

en el mar, porque mi Divina Voluntad no es como la voluntad de las

criaturas, que a pesar de que quieren, pero si no tienen manos no pueden

obrar, si no tienen pies no pueden caminar, si son mudos o ciegos no pueden

ni hablar ni mirar. En cambio mi Voluntad hace todos los actos en un acto

solo, mientras obra camina, mientras es toda ojos para mirar, al mismo

tiempo es toda voz para hablar y con tal elocuencia que ningún otro la puede

igualar; Ella habla en el ruido del trueno, en el estallido del rayo, en el

silbido del viento, en las olas tumultuosas del mar, en el pajarillo que canta,

en todas partes habla para hacer que todos oigan su voz, ahora fuerte, ahora

dulce y ahora tronante. ¡Voluntad mía, cómo eres admirable! ¿Quién puede

decir como Tú que ha amado a las criaturas? Mi misma Humanidad, ¡oh!

cómo se queda atrás de Ti, Yo quedo eclipsado en Ti y Tú quedas en tu

obrar que no tiene principio ni termina jamás, estás siempre en tu puesto de

dar vida a todas las cosas creadas para llevar tu Vida a las criaturas. ¡Oh! si

todos conocieran lo que Ella hace por ellas, cuánto ama a todas, cómo su

soplo vital da vida a todas, ¡oh! cómo la amarían y todos estarían

estrechados alrededor de mi Eterno Fiat para recibir la vida que les quiere

dar. ¿Pero sabes tú hija mía por qué mi Supremo Querer se dejó dominante

y como vida en todas las cosas creadas y en cada una de ellas a hacer su

oficio distinto? Porque debía servir a Sí mismo, a su misma Voluntad que

debía tener vida y dominio en la criatura, por la cual había creado todas las

cosas. Ella hizo como un rey que queriendo formarse una habitación donde

reinar y formar su morada, en ella forma tantas estancias, pone tantas luces,

para hacer que no reine la oscuridad, pone muchas fuentecitas de agua

fresquísima, para recreación pone música, hace rodear su habitación con

amenos jardines, en suma, en esta morada pone todo lo que puede hacerlo

feliz y que es digno de su realeza. Ahora, como rey debe tener sus siervos,

sus ministros, sus soldados. ¿Pero qué sucede? Estos desconocen al rey y

en vez de dominar el rey dominan los siervos, los ministros, los soldados,

¿cuál no será el dolor de este rey al ver que sus obras no le sirven a él, sino

que con injusticia sirven a sus siervos y él mismo está obligado a hacer de

siervo a sus siervos? Porque cuando un servicio, una obra sirve a sí misma,

 

 

1703

no se llama servidores. Ahora, mi Voluntad debía servirse a Sí misma en las

criaturas y por eso se quedó más que noble Reina en todas las cosas creadas,

para hacer que nada le faltara a su realeza de Reina en la criatura, no podía

haber ningún otro que sirviera dignamente a mi Voluntad sino solamente mi

misma Voluntad, ni se habría adaptado a hacerse servir por los siervos,

porque ninguno habría tenido sus modos nobles y divinos para servirla.

Ahora escucha el gran dolor de mi Suprema Voluntad, tú que eres su hija es

justo que sepas los dolores de tu Madre, de tu Reina y de Aquella que es tu

vida. Ella en la Creación hace de sierva a los siervos, sirve a la voluntad

humana porque la mía no reina en las criaturas; cómo es duro servir a los

siervos, y por tantos siglos. En cuanto el alma se sustrae de la mía para

hacer la suya, pone en servidumbre a mi Voluntad en la Creación, por eso su

dolor es grande, de Reina hacer de sierva, no hay quien pueda endulzar un

dolor tan amargo. Si Ella continua estando en la Creación a servir a los

siervos es porque espera a sus hijos, espera que sus obras sirvan a los hijos

de su Eterno Fiat, que haciéndola reinar y dominar en sus almas la harán

servir a su nobleza. ¡Oh! sí, sólo estos hijos le endulzarán un dolor tan

prolongado y amargo, le enjugarán las lágrimas de tantos siglos de

servidumbre, le restituirán los derechos de su realeza. Por eso es tan

necesario hacer conocer mi Voluntad, lo que hace, lo que quiere, cómo Ella

es todo y contiene todos los bienes, y su continuo dolor porque no la hacen

reinar."

Ahora, después de esto mi mente quedó tan compenetrada por el dolor

de la Suprema Voluntad, que continuando a estar delante a mi mente toda la

Creación, con sumo dolor mío veía a esta noble Reina velada en cada una de

las cosas creadas, que servía a todas las criaturas, hacía de sierva en el sol,

sirviéndolas con darles la luz y el calor; hacía de sierva en el agua, con

llevarla hasta los labios para quitarles la sed; hacía de sierva en el mar, para

llevar los peces; hacía de sierva en la tierra con darles los frutos, alimentos

de todo tipo, flores y tantas otras cosas; en suma, en todas las cosas estaba

velada con tristeza, porque no era decoroso para Ella servir a las criaturas, es

más, era desconveniente para su nobleza de Reina hacer de sierva a criaturas

ingratas y perversas, que se servían de su servidumbre sin ni siquiera

mirarla, sin decirle un gracias, ni retribuirla con alguna paga como se

acostumbra hacer con los siervos. ¿Quién puede decir lo que yo comprendía

sobre este dolor tan prolongado e intenso del Eterno Fiat? Pero mientras

nadaba en este dolor, mi adorado Jesús ha salido de dentro de mi interior y

estrechándome a Sí, todo ternura me ha dicho:

"Hija mía, así como es muy doloroso y humillante para mi Suprema

Voluntad hacer de sierva a las criaturas que no la hacen reinar en ellas, tanto

 

 

1704

más se sentirá glorificada y feliz en quien la hará reinar. Mírala en ti cómo

es feliz de servirte, Ella reina en ti mientras escribes y se siente honrada,

feliz de servirte al guiar tu mano mientras escribes, a fin de que pongas las

palabras en el papel para hacerse conocer. Ella pone a servicio en tu mente

su Santidad para suministrarte las ideas, las palabras, los ejemplos más

tiernos que se refieren a mi Supremo Querer, a fin de que se haga camino en

medio de las criaturas para formar su reino. Ella sirve a tu vista para hacerte

mirar lo que escribes, a tu boca para ponerte las palabras, a tu corazón para

hacerlo palpitar de su mismo Querer. ¡Qué diferencia! Ella es feliz de

servirte porque se sirve a Sí misma, sirve para formar su Vida, sirve a su

conocimiento, a su Santidad, sirve para formar su reino. Mi Querer reina en

ti mientras rezas y te sirve con darte el vuelo en Sí mismo para hacerte hacer

sus actos y hacerte tomar posesión de sus bienes. Este modo de servir de mi

Querer es glorioso, es triunfante, es dominante y sufriría sólo si el alma no

se hiciera servir toda y en todo por Él."

Diciembre 3, 1926

Lamentos con Jesús, Él la tranquiliza. La voluntad humana pone

la distancia entre Dios y el alma. Cómo somos rayos de luz

salidos de Dios. La prisión de Jesús es símbolo de

la prisión de la voluntad humana.

 

Continuando mi habitual abandono en mi adorable Fiat Supremo,

suspiraba con ansia a mi sumo Bien Jesús, y en aquella Luz interminable del

Eterno Querer, en que no se ven los confines, ni dónde comienzan ni dónde

terminan, era toda ojos para ver si podía descubrir a Aquél por quien tanto

suspiraba, y Jesús para tranquilizar mis ansias ha salido de dentro de mi

interior, y yo al verlo le he dicho: "Amor mío, cómo me haces esperar y

suspirar tu regreso, esperas hasta que no puedo más, cómo se ve claro que no

me quieres como antes, sin embargo me decías que me amarías cada vez

más y que jamás habrías estado sin mí, y ahora me dejas a veces hasta por un

día entero en poder del dolor y bajo el peso de tu privación, abandonada y

toda sola." Y Jesús interrumpiendo mi hablar me ha dicho:

"Hija mía, ánimo, no te abatas, Yo no te dejo, tan es verdad, que es

siempre de dentro de tu interior que salgo para entretenerme contigo, y si tú

no siempre me ves, lo hago para darte el campo para seguir aquel acto único

de mi Voluntad que contiene todos los actos juntos; no ves tú que la luz de

mi Supremo Querer te corre dentro del corazón, de la boca, de los ojos, de

 

 

1705

las manos, de los pies, de todo tu ser, y eclipsándome en ti tú no siempre me

ves, porque Él siendo interminable, lo que no es mi misma Humanidad, tiene

la fuerza de eclipsarme y Yo gozo de este eclipse de mi Supremo Querer, y

desde dentro de ti misma veo tu vuelo, tus actos en el Fiat Divino. Si Yo me

hiciera ver siempre, tú para entretenerte conmigo y gozar de mi dulce y

amable presencia te ocuparías de mi Humanidad, desahogarías tu amor

conmigo, como Yo contigo y no tendrías corazón de dejarme para seguir el

vuelo de mi Voluntad en la Creación y en los mismos actos que hizo mi

Humanidad en la Redención, por eso para hacerte cumplir la misión a ti

confiada, para hacerte más libre, Yo estoy en ti como escondido para seguir

tus mismos actos en el Eterno Fiat. ¿No recuerdas que esto fue dicho a mis

mismos apóstoles, que era necesario que se separaran de mi Humanidad, que

mucho amaban y que no sabían estar sin Ella? Tan es verdad, que mientras

viví en la tierra no se alejaron de Mí para ir por todo el mundo a predicar el

evangelio y a hacer conocer mi venida a la tierra, sino que después de mi

partida al Cielo, investidos por el Espíritu Divino, tuvieron esta fuerza de

dejar sus lugares para hacer conocer los bienes de la Redención y de poner

aun la vida por amor mío. Así que mi Humanidad habría sido un estorbo a

la misión de mis apóstoles. No digo que esto sea necesario contigo, porque

entre tú y Yo no hay este estorbo, porque el impedimento sucede cuando dos

seres son separables, pero cuando dos seres se han compenetrado tanto que

uno vive en el otro, el impedimento termina, porque a donde va el uno se

encuentra junto el otro, por lo tanto estando juntos no son necesarios

esfuerzos para ir a donde se quiere, porque la persona amada está dentro de

ella para seguirla a todas partes; digo sólo que es necesario frecuentemente

el eclipse por la fuerte luz de mi Voluntad, que dominándote a ti y a mi

misma Humanidad en ti, nos eclipsa y nos hace seguir sus actos. Esto no

dice que no te amo más que antes y que Yo sé estar sin ti, todo lo contrario,

mi Voluntad te da el Amor Eterno y completo de tu Jesús, y haciéndose

muro a mi alrededor con su luz, no permite que ni siquiera un instante pueda

alejarme de ti. ¿Sabes tú quién pone la distancia entre Dios y el alma? ¡La

voluntad humana! Cada acto de ella es un paso de distancia entre el Creador

y la criatura, cuanto más obra la voluntad humana, tanto más se aleja de

Aquél que la ha creado, lo pierde de vista, desciende de su origen, rompe

todo vínculo con la familia celestial. Supón un rayo de sol que se pudiera

separar del centro de su esfera, conforme se aleja del sol así siente perder la

luz, y si se aleja tanto de perder del todo la vista del sol, este rayo pierde

toda la luz y se convierte en tinieblas; este rayo convertido en tinieblas siente

en sí un movimiento, una vida, pero no es ya capaz de dar luz, porque no la

posee, así que su movimiento, su vida, sólo es capaz de expandir densas

 

 

1706

tinieblas. Tales son las criaturas, rayos de luz salidos de la esfera del Sol de

la Divinidad, conforme se alejan de mi Voluntad se vacían de luz, porque a

Ella era dado conservar la luz en estos rayos y por eso se convierten en

tinieblas. ¡Oh, si todos conocieran qué significa no hacer mi Voluntad,

cómo estarían atentos a no hacer entrar en ellos el veneno de la voluntad

humana, destructor de todo bien!"

Después de esto estaba siguiendo a mi apasionado Jesús en su

dolorosa prisión, que estando atado a una columna, por el modo tan bárbaro

como lo habían atado no podía estar firme, apoyado en la columna, sino que

estaba suspendido, con las piernas dobladas atadas a ella y por eso se

tambaleaba ahora a la derecha, ahora a la izquierda. Y yo abrazándome a

sus rodillas para hacerlo estar firme y reordenándole los cabellos todos

revueltos que le cubrían hasta su rostro adorable, no faltándole ni siquiera

los salivazos que tanto lo habían ensuciado. ¡Oh! cómo habría querido

desatarlo para liberarlo de aquella posición tan dolorosa y humillante. Y mi

prisionero Jesús, todo afligido me ha dicho:

"Hija mía, ¿sabes por qué permití ser puesto en la prisión en el curso

de mi Pasión? Para liberar al hombre de la prisión de la voluntad humana.

Mira cómo es horrenda mi prisión, era un pequeño lugar que servía para

encerrar las inmundicias y excrementos de las criaturas, así que la peste era

intolerable, la oscuridad era densa, no me dejaron ni siquiera una pequeña

lamparita, mi posición era desgarradora, ensuciado de salivazos, con los

cabellos revueltos, adolorido en todos los miembros, atado, ni siquiera

derecho sino encorvado, no me podía ayudar en ningún modo, ni siquiera

quitarme los cabellos de los ojos que me molestaban. Esta mi prisión es la

verdadera similitud de la prisión que forma la voluntad humana de las

criaturas, la peste que exhala es horrible, la oscuridad es densa, muchas

veces no les queda ni siquiera la pequeña lamparita de la razón, están

siempre inquietas, trastornadas, ensuciadas por pasiones viles. ¡Oh! cómo

hay que llorar sobre esta prisión de la voluntad humana, cómo sentí a lo vivo

en esta prisión el mal que había hecho a las criaturas; fue tanto mi dolor que

derramé amargas lágrimas y pedí a mi Celestial Padre que liberase a las

criaturas de esta prisión tan ignominiosa y dolorosa. También tú pide junto

conmigo que las criaturas se liberen de su voluntad."

 

 

1707

Diciembre 6, 1926

Pacto entre Jesús y Luisa. Los actos sólo se pueden

decir perfectos cuando reina la Voluntad Divina.

Esta mañana mi siempre amable Jesús parece que no me ha hecho

esperar tanto su venida, es más, se ha entretenido largamente conmigo, cosa

que no hacía desde hace mucho tiempo, porque ahora si viene es siempremuy breve su visita, no me da tiempo para poderle decir nada, sólo Él dice lo

que quiere decirme, o bien habla con la Luz interminable de su Querer, que

habla tanto que Jesús queda eclipsado en esta Luz y yo también, y ambos

nos perdemos de vista, porque aquella Luz es tan fuerte y deslumbrante que

la pequeñez y debilidad de mi vista no la puede sostener, y por lo tanto

pierdo todo y aun a Jesús. Ahora, mientras se entretenía conmigo eran tales

y tantos sus desvaríos de amor, que el corazón le latía fuerte fuerte, y

apoyando su pecho sobre el mío me hacía sentir sus latidos ardientes, y

acercando sus labios a los míos vertía en mí parte de aquel fuego que lo

quemaba, era un líquido que mientras era fuego líquido, era dulcísimo, pero

de un dulce que no se sabe decir, pero en aquellos ríos que venían a mi boca,

que como fuentecitas salían de la suya, había algún río amargo que la

ingratitud humana mandaba hasta el corazón de mi dulce Jesús. Todo esto

Jesús no lo había hecho desde hace mucho tiempo, mientras que antes lo

hacía casi todos los días. Ahora, después de haber desahogado conmigo,

después de haber vertido lo que tenía en su corazón santísimo, me ha dicho:

"Hija mía, debemos hacer un pacto mutuo: Que tú no debes hacer

nada sin Mí, y Yo no debo hacer nada sin ti."

Y yo: "Amor mío, es bello, me gusta este pacto, no hacer nada sin Ti,

¿y cuando Tú no vienes cómo le hago? Así que debo estar inactiva y sin

hacer nada, y después Tú pones tu Voluntad en mí y yo no sé querer sino lo

que quieres Tú, por lo tanto Tú vencerás siempre y harás lo que quieras y sin

mí." Y Jesús todo bondad ha continuado diciendo:

"Hija mía, cuando no vengo no debes estar sin hacer nada, no, no,

debes continuar haciendo lo que hemos hecho juntos, lo que te he dicho que

quiero que tú hagas, esto no es hacer sin Mí, porque ya lo hicimos entre tú y

Yo y queda como si siempre lo hicieras junto conmigo, y además, ¿no

quieres tú que venza siempre Yo? El vencer de tu Jesús es ganancia tuya,

así que si tú vences pierdes, si pierdes vences. Pero está segura que Yo noharé nada sin ti, por eso he puesto en ti mi Querer, y junto con Él mi Luz, mi

Santidad, mi Amor, mi Fuerza, a fin de que si quieres mi Luz, mi Santidad,

mi Amor, mi Fuerza, domines en ellas y tomes la Luz que quieres, la

 

 

1708

Santidad, el Amor, la Fuerza que quieres poseer. Cómo es bello verte poseer

mis dominios, que me hacen llegar a no hacer nada sin ti. Estos pactos los

puedo hacer sólo en quien domina y reina mi Voluntad."

Después de esto estaba haciendo mis acostumbrados actos en el Fiat

Supremo, y pensaba entre mí que quería esconder mi pequeño amor, mi

mezquina adoración y todo lo que yo pudiese hacer, en los primeros actos

que hizo Adán cuando poseía la unidad de la Luz de la Voluntad Divina, y

en los de la Mamá Reina, que fueron todos perfectos, y mi adorado Jesús ha

agregado:

"Hija mía, un acto solamente se puede llamar perfecto cuando encierra

en sí todos los actos juntos, y sólo mi Voluntad encierra este acto perfecto,

que mientras hace un acto solo, salen de este acto solo todos los actos

posibles e imaginables que existen en el Cielo y en la tierra. Este acto solo

de mi Querer es símbolo de una fuente, que mientras que la fuente es una, de

ella brotan mares, ríos, fuego, luz, cielo, estrellas, flores, montes y tierra; de

esta sola fuente sale todo. Ahora, Adán en el estado de inocencia y la Alteza

de la Soberana Reina, poseyendo mi Voluntad, si amaban, en el amor

encerraban la adoración, la gloria, la alabanza, la bendición, la oración; en el

más pequeño de sus actos nada faltaba, corría la multiplicidad de las

cualidades del acto solo de mi Supremo Querer, que haciéndoles abrazar

todo en un acto daban a su Creador lo que le convenía, así que si amaban

adoraban, y si adoraban amaban; los actos aislados que no abrazan todos los

actos juntos no se pueden llamar perfectos, son actos mezquinos, que llevan

mucho de voluntad humana. He aquí por qué sólo en el Fiat el alma puede

encontrar la perfección verdadera en sus actos y ofrecer un acto divino a su

Creador."

Diciembre 8, 1926

Quien vive en el Querer Divino es el eco, es el pequeño sol. Estos

escritos salen del corazón de Nuestro Señor. Las obras de Nuestro

Señor son velos que esconden a la noble Reina de la Divina Voluntad.

Estaba haciendo mis acostumbrados actos en el Eterno Querer y mi

siempre amable Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, tú eres nuestro eco, conforme entras en nuestro Querer para

amar, para alabar, para pedir que venga nuestro reino, así oímos en ti el eco

de nuestro amor, el eco de nuestra gloria, el eco de nuestro Fiat que quiere

venir a la tierra a reinar, que quiere que se le pida, que se le vuelva a pedir,

 

 

1709

que se le apresure para que venga a reinar como en el Cielo así en la tierra.

Y conforme tú giras por toda la Creación para seguir en ella los actos del

Supremo Querer, así oímos tu eco en el mar, en los valles, sobre los montes,

en el sol, en el cielo, en las estrellas, en todo. Cómo es bello este eco, es

nuestro eco que resuena en todas nuestras cosas; en este eco oímos el eco de

nuestra voz, sentimos el movimiento de nuestras obras, el pisar de nuestros

pasos, los movimientos, la pulsación de nuestro latido y Nosotros nos

deleitamos tanto al ver tu pequeñez, que mientras haces el eco buscas imitar

nuestra voz, copiar los movimientos de nuestras obras, hacer el mismo

rumor de nuestros pasos, amar con nuestro latido."

Después suspirando ha agregado: "Hija mía, si el sol tuviera razón y

viera una planta, un ser que quisiera llegar a ser sol, el sol concentraría toda

su luz, su calor y todos sus efectos sobre este ser para hacerlo llegar a ser

sol, y esto a pesar de que no negaría a los demás seres su luz y sus efectos,

porque es de la naturaleza de la luz que dondequiera que se encuentre se

expande y hace el bien a todos; pero sol se volvería el ser afortunado que

recibiera todos los reflejos y todos los bienes juntos que el sol contiene.

¿Qué gloria, qué contento no recibiría el sol al poder formar otro sol? Toda

la tierra, por tantos siglos, jamás le ha ofrecido tanta gloria, tanto amor, con

recibir sus tantos efectos como este único ser que se ha cambiado en sol. El

alma con vivir en nuestro Fiat no hace otra cosa que imitar a su Creador, y el

Sol Eterno concentra sobre de ella todos sus reflejos, de modo de llegar a ser

el pequeño sol a semejanza del Sol divino. ¿No fue propiamente ésta

nuestra finalidad y nuestro dicho: ‘Hagamos al hombre a nuestra imagen y

semejanza’? Hacerlo sin que nos debiese semejar y no debiese llevar en él

la imagen de Aquél que lo había creado, no era ni decoroso ni digno de una

obra de nuestras manos; ni hubiera sido Potencia de aquel soplo regenerador

que salió de nuestro seno el generar un ser desemejante de Nosotros. ¿Qué

se diría de una madre que generase no un niño que tuviese ojos, boca,

manos, pies y todos los miembros semejante a ella, a lo más un poco más

pequeño en todos los miembros, pero sin faltarle nada de todos los órganos

de la madre, sino que generase una planta, un pájaro, una piedra, cosas

desemejantes de ella? Sería increíble, cosas contra natura e indignas de una

madre, porque no habría sabido infundir en su parto su imagen y todos sus

miembros. Ahora, si todas las cosas, si generan, forman cosas similares a

ellas, mucho más Dios, primer generador, formando a las criaturas era honor

y gloria suya formarlas semejantes a Sí. Por eso hija mía, tu vuelo en mi

Querer sea continuo a fin de que concentre sus rayos sobre ti, y dardeándote

forme de ti su pequeño sol."

 

 

1710

Después de esto me sentía como cansada y no me podía decidir a

escribir lo que mi adorado Jesús me había dicho, y Jesús sorprendiéndome,

para darme voluntad y fuerza de hacerlo me ha dicho:

"Hija mía, no sabes tú que estos nuestros escritos salen del fondo de

mi corazón, y Yo hago correr en ellos la ternura de él para enternecer a

aquellos que los leerán, la firmeza de mi hablar divino para reforzarlos en las

verdades de mi Voluntad. En todos los dichos, verdades, ejemplos que te

hago poner en el papel, hago correr la dignidad de mi Sabiduría celestial, de

modo que aquellos que los leen o leerán, si están en gracia, sentirán en ellos

mi ternura, la solidez de mi hablar y la luz de mi Sabiduría, y como entre

imanes quedarán atrapados en el conocimiento de mi Voluntad. Quienes no

estén en gracia, no podrán negar que es luz, y la luz hace siempre bien,

jamás hace mal, ilumina, calienta, hace descubrir las cosas más escondidas y

mueve a amarlas, ¿quién puede decir que no recibe bien del sol? Ninguno.

En estos escritos estoy poniendo más que un sol salido de mi corazón, a fin

de que hagan bien a todos; por eso tengo tanto interés que tú escribas, por el

gran bien que quiero hacer a la familia humana, tanto que los miro como

escritos míos, porque siempre soy Yo quien dicta y tú la pequeña secretaria

de la larga historia de mi Voluntad."

Luego estaba siguiendo en el Querer Divino todo lo que mi dulce

Jesús había hecho estando en la tierra en su Humanidad, y pedía en cada uno

de sus actos que su Fiat sea conocido y que triunfante venga a reinar en

medio de las criaturas, y mi sumo y único Bien, moviéndose en mi interior

me ha dicho:

"Hija mía, así como toda la Creación es velo que esconde mi

Voluntad, así mi Humanidad y todas mis obras, lágrimas y penas son tantos

velos que esconden a mi Fiat Supremo, Él reinaba en mis actos, triunfante,

dominante y ponía los cimientos para venir a reinar en los actos humanos de

las criaturas; ¿pero sabes tú quién rompe estos velos para hacerlo salir y

dominar en el propio corazón? Quien lo reconoce en cada acto mío y lo

invita a salir, éste rompe el velo de mis obras, entra dentro, reconoce a la

noble Reina y le pide, la apura a no estar más escondida, y abriéndole el

corazón la invita a entrar; rompe el velo de mis lágrimas, de mi sangre, de

mis penas, el velo de los Sacramentos, el velo de mi Humanidad, y

ofreciéndole su sujeción le ruega que no esté más velada, sino que se haga

conocer Reina como es para tomar su dominio y formarse los hijos de su

reino. He aquí por esto la necesidad que tú gires en nuestro Querer y en

todas nuestras obras, para encontrar a la noble Reina de nuestra Voluntad

escondida en ellas, para pedirle que se devele, que salga de sus

apartamentos, a fin de que todos la conozcan y la hagan reinar."

 

 

1711

Diciembre 10, 1926

La Voluntad Divina es un acto continuado que jamás cesa. La Virgen

se hizo dominar por este acto y formó en sí su Vida. Cómo en las

fiestas de Ella en el Cielo se festeja a la Divina Voluntad.

Mi pobre mente nadaba en el mar interminable del Eterno Querer, y

mi adorable Jesús hacía ver como el prodigio más grande es que su

Santísima Voluntad, mientras era tan inmensa se restringía en la criatura,

quedando inmensa, para dominarla y formar su Vida en ella. La criatura que

quedaba sumergida bajo el acto continuado de esta Voluntad Divina era el

milagro de los milagros y el prodigio jamás visto. Y el amable Jesús todo

bondad me ha dicho:

"Hija amadísima de mi Querer, tú debes saber que sólo mi Eterno

Querer tiene un acto continuado que jamás cesa, este acto está lleno de vida

y por eso da vida a todo, conserva todo y mantiene el equilibrio a Sí mismo

y a todas las cosas. Sólo Él puede gloriarse de poseer este acto continuo de

dar siempre vida, de amar siempre, siempre, sin cesar un instante. Mi misma

Humanidad si posee este acto continuado es porque en Ella corría este acto

continuado del Fiat Supremo; ¿cuánto duró la Vida de mi Humanidad sobre

la tierra? Poquísimo; en cuanto cumplí lo que era necesario para la

Redención partí a mi patria celestial, si bien quedaron mis actos, pero estos

quedaron porque estaban animados por el acto continuado de mi Voluntad.

En cambio mi Voluntad no parte jamás, está siempre en su puesto,

perseverante, sin que jamás interrumpa su acto de vida sobre todo lo que de

Ella ha salido. ¡Oh! si mi Voluntad partiera de la tierra y de todas las cosas

creadas, todas las cosas perderían la vida y se resolverían en la nada, porque

mi Voluntad sobre la nada creó todas las cosas y les dio vida, así que si se

retirara todas perderían la existencia. Ahora, ¿quieres tú saber quién fue

Aquélla que se hizo dominar por este acto continuo de mi Querer Supremo,

y que no dando jamás vida al suyo recibió este acto continuo de Vida de

Voluntad Divina, en modo de formar en Ella una Vida toda divina y a

semejanza de su Creador? Fue la Celestial y Soberana Reina, Ella desde el

primer instante de su Inmaculada Concepción recibió este acto de Vida de

Voluntad Divina, para recibirlo continuamente en toda su vida. Esto fue el

prodigio más grande, el milagro jamás visto: ‘La Vida de la Voluntad

Divina en la Emperatriz del Cielo.’ Porque un acto solo de Vida de este Fiat

 

 

1712

puede hacer salir cielos, soles, mares, estrellas y todo lo que quiera, así que

todos los actos humanos puestos de frente a un solo acto de Vida de esta mi

Voluntad, son como tantas gotas de agua que se pierden en el océano, como

pequeñas llamitas delante al sol, como átomos en el gran espacio del

universo. Imagina tú misma qué posee la Alteza de la Inmaculada Reina,

con esta vida de acto continuo de Voluntad Divina formada en Ella, esto fue

el verdadero milagro, el prodigio jamás visto, que la pequeñez de la

Soberana Celestial encerraba en Sí una Vida Divina, una Voluntad Inmensa

y Eterna que posee todos los bienes posibles e imaginables. Por eso en todas

las fiestas con las cuales la Iglesia honra a mi Mamá, todo el Cielo festeja,

glorifica, alaba, agradece a la Suprema Voluntad, porque ven en mi Mamá

su Vida, causa primaria por la que obtuvo al suspirado Redentor, y porque

este Fiat tuvo vida, dominó y reinó en Ella, ellos se encuentran en posesión

de la Jerusalén celestial. Fue propiamente la Voluntad Divina que formó su

Vida en esta excelsa criatura que les abrió el Cielo cerrado por la voluntad

humana, por eso con justicia mientras festejan a la Reina, festejan al

Supremo Fiat que la hizo Reina, reinó en Ella y formó su Vida y es causa

primaria de su eterna felicidad. Por eso una criatura que hace dominar a mi

Voluntad y le da campo libre de formar su Vida en ella, es el más grande de

los prodigios, puede mover Cielo y tierra, hasta al mismo Dios, como si nada

hiciera, mientras hace todo y sólo ella puede hacer surgir las cosas más

importantes, destruir todos los obstáculos, afrontar todo, porque una

Voluntad Divina reina en ella. Y así como para conseguir la Redención se

necesitaba toda la Potencia del Fiat habitante en la criatura, para formarla se

necesitaba mi Humanidad que la poseía, así para conseguir que venga el

reino de mi mismo Fiat se necesita otra criatura que lo haga habitar en ella,

que le dé campo libre de formar su Vida, a fin de que mi mismo Querer por

medio de ella cumpla el único y el más importante prodigio: ‘Que venga a

reinar como en el Cielo así en la tierra.’ Y por eso, siendo la cosa más

grande, que pondrá el equilibrio divino en la familia humana, por eso cosas

grandes hago en ti, concentro en ti todo lo que es necesario y decoroso que

se sepa de este reino mío, el gran bien que quiere dar, la felicidad de

aquellos que vivirán en Él, su larga historia, su prolongado dolor de tantos

siglos, que mientras quiere venir a reinar en medio a las criaturas para

volverlas felices, ellas no le abren las puertas, no lo suspiran, no lo invitan, y

mientras está en medio de ellas no lo conocen. Sólo una Voluntad Divina

podía soportar con paciencia tan invicta el estar en medio de ellas, darles

vida y no ser ni siquiera conocida. Mi Voluntad es grande, interminable e

infinita, y donde Ella reina quiere hacer cosas dignas de su grandeza, de su

Santidad y Potencia que contiene. Por eso sé atenta hija mía, no se trata de

 

 

1713

una cosa cualquiera, de formar una santidad, sino se trata de formarle un

reino a mi Voluntad adorable y Divina."

Diciembre 12, 1926

Lamento de Jesús en su Pasión al ver repartidos sus vestidos y

sorteada su túnica. Adán antes de pecar estaba vestido de luz

y en cuanto pecó sintió la necesidad de cubrirse.

Estaba haciendo mis acostumbrados actos en el Fiat Supremo, y mi

adorado Jesús ha salido de dentro de mi interior y me ha dicho:

"Hija mía, en mi Pasión hay un lamento mío que me salió con

inmenso dolor desde el fondo de mi corazón desgarrado, porque repartieron

mis vestidos y mi túnica se la jugaron a la suerte. Cómo me fue doloroso el

ver repartidos mis vestidos entre mis mismos verdugos y echada a juego mi

túnica; era el único objeto que Yo poseía, que me había dado con tanto amor

mi Mamá doliente, y ahora no sólo me han despojado de ella, sino que

hicieron de ella un juego. ¿Pero sabes tú que me traspasó mayormente? En

aquellos vestidos se me hizo presente Adán, vestido con el vestido de la

inocencia y cubierto con la túnica indivisible de mi Suprema Voluntad. La

increada Sabiduría al crearlo hizo más que una madre amorosísima, lo vistió

más que con una túnica con la Luz interminable de mi Voluntad, vestido no

sujeto a descomponerse ni a dividirse ni a consumirse, vestido que debía

servir al hombre para conservar la imagen de su Creador, sus dotes

recibidas, y que debía volverlo admirable y santo en todas sus cosas, y no

sólo esto, sino que lo recubrió con la sobrevestidura de la inocencia. Y

Adán dividió en el edén con sus pasiones los vestidos de la inocencia y se

jugó la túnica de mi Voluntad, vestido incomparable y de luz deslumbrante.

Esto que hizo Adán en el edén se repitió ante mis ojos en el monte Calvario,

al ver repartidos mis vestidos y sorteada mi túnica, símbolo de la vestidura

real dada al hombre, mi dolor fue intenso, tanto, que por ello di un lamento.

Se me hizo presente cuando las criaturas, haciendo su voluntad hacen un

juego de la mía, y también cuantas veces dividen con sus pasiones los

vestidos de la inocencia. Todos los bienes son encerrados en el hombre en

virtud de esta vestidura real de la Divina Voluntad; puesta a juego ésta, él

queda descubierto, pierde todos los bienes, porque le falta la vestidura que

los tenía encerrados en él. Así que entre tantos males que hacen las criaturas

con hacer su propia voluntad, agregan el mal irreparable de jugarse la

 

 

1714

vestidura real de mi Voluntad, vestidura que no podrá ser sustituida por

ninguna otra."

Después de esto mi dulce Jesús me hacía ver que ponía mi pequeña

alma dentro de un sol, y con sus santas manos me tenía firme en aquella luz,

la cual cubriéndome toda dentro y fuera, yo no podía ni sabía ver otra cosa

que luz, y mi adorado Bien ha agregado:

"Hija mía, al crear al hombre la Divinidad lo ponía en el Sol de la

Divina Voluntad, y en él a todas las criaturas; este Sol le servía de vestidura

no sólo al alma, sino que sus rayos eran tantos, que cubrían también el

cuerpo, de modo que le servía más que vestidura, para volverlo tan adornado

y bello, que ni reyes ni emperadores han aparecido jamás tan adornados

como aparecía Adán con esta vestidura de luz fulgidísima. Se equivocan

aquellos que dicen que Adán antes de pecar estaba desnudo, falso, falso, si

todas las cosas creadas por Nosotros están todas adornadas y vestidas, él,

que era nuestro joyel, la finalidad por la cual todas las cosas fueron creadas,

¿no debía tener la más bella vestidura y el más bello atavío entre todas? Por

eso a él le convenía la bella vestidura de la Luz del Sol de nuestra Voluntad,

y como poseía esta vestidura de Luz no tenía necesidad de vestidos

materiales para cubrirse. En cuanto se sustrajo del Fiat Divino, se retiró la

Luz del alma y del cuerpo y perdió su hermosa vestidura, y no viéndose más

circundado de luz se sintió desnudo, y avergonzándose al verse solamente él

desnudo en medio de todas las cosas creadas, sintió la necesidad de cubrirse

y se sirvió de las cosas superfluas, de las cosas creadas, para cubrir su

desnudez. Tan es verdad, que después de mi sumo dolor de ver divididas

mis vestiduras y echada a suerte mi túnica, al resucitar mi Humanidad no

tomé otras vestiduras, sino que me vestí con la vestidura brillantísima del

Sol de mi Querer Supremo; era aquella misma vestidura que poseía Adán

cuando fue creado, porque para abrir el Cielo, mi Humanidad debía llevar la

vestidura de la Luz del Sol de mi Supremo Querer, vestidura real, que

dándome los distintivos de rey y el dominio en mis manos, abrí el Cielo a

todos los redimidos y presentándome ante mi Celestial Padre le ofrecí las

vestiduras íntegras y bellas de su Voluntad con las cuales estaba cubierta mi

Humanidad, para hacerle reconocer a todos los redimidos por hijos nuestros.

Así que mi Voluntad, mientras es vida, es al mismo tiempo la verdadera

vestidura de la creación de la criatura y por esto tiene todos los derechos

sobre de ella, ¿pero cuánto no hacen ellas para huir de dentro de esta Luz?

Por eso tú sé firme en este Sol del Eterno Fiat y Yo te ayudaré a mantenerte

en esta Luz."

Entonces yo al oír esto le he dicho: "Mi Jesús y mi Todo, ¿cómo es

esto? Si Adán en el estado de inocencia no tenía necesidad de vestidos

 

 

1715

porque la Luz de tu Voluntad era más que vestido, y sin embargo la

Soberana Reina, que poseía íntegra tu Voluntad, Tú mismo que eras la

misma Voluntad, sin embargo ni la Mamá Celestial ni Tú llevabais los

vestidos de Luz, y los dos os servíais de vestiduras materiales para cubriros,

¿cómo queda esto?" Y Jesús prosiguió diciendo:

"Hija mía, tanto Yo como mi Mamá venimos a hermanarnos con las

criaturas, venimos a levantar a la humanidad caída y por lo tanto a tomar sus

miserias y humillaciones en las cuales había caído para expiarlas a costa de

la propia vida; si nos hubieran visto vestidos de Luz, ¿quién habría deseado

acercarse y tratar con Nosotros? Y en el curso de mi Pasión, ¿quién hubiera

osado tocarme? La Luz del Sol de mi Querer los habría cegado y derribado

por tierra, por lo tanto debí hacer un milagro más grande escondiendo esta

Luz en el velo de mi Humanidad y aparecer como uno de ellos, porque Ella

representaba no a Adán inocente, sino a Adán caído, y por lo tanto debía

sujetarme a todos sus males, tomándolos sobre de Mí como si fuesen míos

para expiarlos delante de la Divina Justicia. En cambio cuando resucité de

la muerte, y que representaba a Adán inocente, al nuevo Adán, hice cesar el

milagro de tener escondida en el velo de mi Humanidad las vestiduras del

radiante Sol de mi Querer y quedé vestido de Luz purísima, y con esta

vestidura real y deslumbrante hice mi ingreso en mi patria, quedando las

puertas abiertas, que hasta aquel punto habían estado cerradas, para hacer

entrar a todos aquellos que me habían seguido. Por eso con no hacer nuestra

Voluntad, no hay bien que no se pierda, no hay mal que no se adquiera."

Diciembre 15, 1926

La notita de amor. Cada acto de Voluntad de Dios hecho

por la criatura, es un acto de más de bienaventuranza.

Estaba siguiendo mi giro en la Creación para seguir a la Voluntad

Suprema en todas las cosas creadas, pero mientras esto hacía pensaba en mi

mente: "¿Qué bien hago, qué gloria doy a este Fiat adorable al recorrer,

como pasando lista, todas las cosas creadas para poner en ellas aunque sea

un pequeño te amo mío? Quién sabe si no es una pérdida de tiempo lo que

hago." Ahora, mientras esto pensaba, mi dulce Jesús se ha movido en mi

interior y me ha dicho:

"Hija mía, ¿qué dices? Con mi Voluntad no se pierde jamás el tiempo,

más bien, siguiéndola se gana el tiempo eterno. Ahora tú debes saber que

cada cosa creada contiene un deleite, distinto el uno del otro, y estos deleites

 

 

1716

fueron puestos por Nosotros porque debían servirnos para deleitarnos a

Nosotros y a la criatura. Ahora, en cada cosa creada corre nuestro amor, y

conforme tú pasas en ellas así haces correr la notita del tuyo; ¿no quieres tú

entonces, a tanto amor nuestro poner tus pequeñas notas, tus puntos, tus

comas, tus cuerdecillas que digan amor, que armonizando con el nuestro

formen el deleite por Nosotros querido para Nosotros y para ti? Un deleite

se disfruta más cuando hay compañía, el aislamientos hace morir el gusto,

así que con tu compañía que nos haces girando en la Creación, nos haces

recordar nuestros tantos deleites que fueron puestos por Nosotros en cada

cosa creada, nos haces revivir nuestros gustos, y mientras tú nos deleitas a

Nosotros, Nosotros te deleitamos a ti. Y además, ¿quieres acaso también tú

dejar aislada a nuestra Voluntad? No, no, conviene que la pequeña hija no

deje jamás sola a su Madre, que esté siempre en sus rodillas para seguirla en

todos sus actos."

Después de esto, mi pobre mente nadaba en el mar inmenso del Eterno

Fiat y mi amable Jesús ha agregado:

"Hija mía, entre tantas cualidades y prerrogativas que contiene mi

Querer, contiene un acto jamás interrumpido de beatitud, y el alma, por

cuantos actos hace en Él, tantos actos de beatitud distintos toma en su alma.

Así que por cuantos actos de más hace en este Fiat, tanto más se vuelve

propietaria y forma un capital más grande, en ella, de estas beatitudes, las

cuales le dan suma paz en la tierra, y en el Cielo sentirá todos los efectos y

gozos de estas beatitudes que se han formado en ella. Mira, la cosa es como

connatural, mientras tú estás en la tierra, mi Voluntad en el Cielo hace salir

de Sí un acto siempre nuevo de beatitudes infinitas; ahora, ¿quién toma este

acto nuevo suyo que jamás cesa? Los santos, los ángeles, que viven en el

Cielo de Voluntad Divina. Ahora quien está en el exilio y vive en Ella, no

es justo que pierda todos estos actos de beatitud, sino que con justicia son

puestos como en reserva en su alma, a fin de que cuando parta a su patria

celestial se los goce todos juntos, para ponerse al nivel de los demás de

recibir aquel acto nuevo de beatitud jamás interrumpido. ¿Ves entonces qué

significa hacer un acto de más o un acto de menos en mi Voluntad? Es tener

tantos actos de más de beatitud por cuantas veces de más ha hecho mi

Voluntad, y perderlos por cuantas veces ha hecho la suya. Y no sólo toma

tantos actos de beatitud, sino tantos actos de santidad, de ciencia divina,

tantos actos distintos de belleza, de amor, por cuantas veces ha hecho mi

Voluntad; y si siempre ha estado en mi Eterno Fiat, tendrá en sí la santidad

que semeja a su Creador, ¡oh! cómo será bella, en esta afortunada criatura se

oirán en el Cielo el eco de nuestras beatitudes, el eco de nuestra santidad, el

 

 

1717

eco de nuestro amor, en suma, habrá sido nuestro eco en la tierra y nuestro

eco en la patria celestial."

Diciembre 19, 1926

En la Creación la Divinidad bilocó su Voluntad. Naturaleza

de Ella: La felicidad. Cómo se constituyó acto de todo.

Posesión que quiere dar a la criatura.

Continúo mi estado de abandono en el Supremo Querer, y mientras

giraba con mi mente en toda la Creación para seguirlo en todas las cosas

creadas y hacer una mi voluntad con la suya para formar un acto solo con el

suyo, mi siempre amable Jesús deteniéndome me ha dicho:

"Hija mía, la Divinidad al hacer salir fuera la Creación bilocó su

Voluntad, una quedó dentro de Ellos para su régimen, alegría, felicidad,

contentos y beatitudes innumerables e infinitas que poseemos, porque

nuestra Voluntad tiene el primer puesto en todos nuestros actos; la otra

Voluntad nuestra bilocada salió fuera de Nosotros en la Creación, para

darnos también externamente honores y gloria divinos, felicidad y alegrías

innumerables. Porque nuestra Voluntad, las alegrías, la felicidad, las

beatitudes, las posee como dotes propias, es naturaleza suya y si no sacara de

Sí estas beatitudes y contentos innumerables que posee, sería para Ella una

cosa contra su naturaleza. Ahora, la Majestad Suprema con hacer salir

nuestra Voluntad bilocada en toda la Creación, para constituirla vida y acto

de cada cosa creada, sacó fuera de Sí innumerables riquezas, beatitudes y

alegrías sin número, que sólo la Potencia del Eterno Fiat podía conservar,

mantener el régimen, para no dejarles perder jamás su integridad y belleza.

Ahora, todas estas propiedades salidas de Nosotros, mientras nos

glorificaban dándonos la gloria de tantos actos continuos y divinos por

cuantas cosas creadas salieron a la luz, eran establecidas como propiedad de

las criaturas, porque unificando su voluntad a la nuestra debían tener su acto

en cada acto de Ella, de manera que así como debíamos tener el acto divino

de nuestra Voluntad en cada cosa creada, debíamos tener el acto de la

criatura transfundido como si fuera uno solo, con esto venía a conocer sus

riquezas y conociéndolas, las amaría y adquiría el derecho de poseerlas.

¿Cuántos actos divinos no hace mi Supremo Querer en cada cosa creada de

los que la criatura no conoce ni siquiera la antesala de estos actos? ¿Y si no

los conoce cómo puede amarlos y poseerlos si son para ella desconocidos?

Así que todas las riquezas, las felicidades, los actos divinos que hay en toda

 

 

1718

la Creación, para las criaturas están inactivos y sin vida, y si alguna cosa

reciben, no es como propiedad sino como efecto de la Bondad Suprema que

da siempre de lo suyo, aun a quien no tiene derecho de posesión lo da como

limosna, otros lo toman como usurpación, porque para poseer estos bienes

que el Padre Celestial ha puesto fuera en la Creación, la criatura debe hacer

su camino, debe elevarse a la unión de aquella Voluntad Divina, para

trabajar junto con Ella, hacer los mismos actos, conocerlos para hacerlos, de

modo de poder decir: ‘Lo que hace Ella, hago yo.’ Con esto adquiere el

derecho de posesión en todos los actos de esta Suprema Voluntad, y cuando

dos voluntades forman una sola, el mío y el tuyo no existe más, sino que con

derecho lo que es mío es tuyo, y lo que es tuyo es mío. Esta es la causa por

la que mi Supremo Querer te llama: ‘Te espera en cada cosa creada para

hacerte conocer las riquezas que hay en ellas, para hacerte repetir junto con

Ella sus actos divinos y darte el derecho de la posesión.’ Tú misma te

conviertes en cosa suya, quedas perdida en sus inmensas riquezas y en sus

mismos actos, y ¡oh! cómo goza el Fiat Divino al hacerte propietaria de sus

inmensas riquezas. Es tanto el deseo que tiene de constituir sus herederas,

que se siente doblemente feliz cuando ve a quien conoce sus posesiones, que

hace suyo su acto divino, que a pesar de que vio que el hombre con

sustraerse de su Voluntad perdió el camino para llegar a poseer estos sus

dominios, no se detuvo, sino que en el exceso de su amor y de su prolongado

dolor al ver inactivas sus riquezas para el bien de las criaturas, en cuanto el

Verbo Eterno se vistió de carne humana se constituyó vida de cada acto suyo

para formar otros bienes para ellas, ayudas poderosas y remedios eficaces,

más al alcance de la humanidad caída, para realizar la finalidad de hacerles

poseer lo que ha sido puesto fuera en la Creación. No hay cosa que salga de

Nosotros sin esta finalidad de que la criatura y todo regrese en nuestro

Querer, si esto no fuese nos volveríamos extraños a nuestras obras. Así que

la Creación, la Redención hija mía, la finalidad primaria es que todo sea

Voluntad nuestra, en el Cielo y en la tierra; por eso Ella corre por doquier,

por todas partes se encuentra, para hacer todo suyo y dar todo lo que a Ella

pertenece. Por eso sé atenta en seguir nuestras obras, apaga este deseo tan

insistente de mi Supremo Querer, que quiere que haya quien posea sus

bienes."

 

 

1719

Diciembre 22, 1926

Señales de que pertenecemos a la Familia Celestial. Dios acostumbra

hacer sus obras primero al tú por tú con una criatura; así hizo con su

Mamá. Jesús, por cuanto más grande es una obra que hace, tanto

más pone en ella la imagen de la unidad divina.

Estaba pensando en el Fiat Supremo, y rogaba a mi dulce Jesús que

me diera una gracia grande, el hacerme cumplir en todo y por todo su

Santísima Voluntad y hacerla conocer al mundo entero, a fin de que fuera

reintegrado en la gloria que las criaturas le niegan. Ahora, mientras esto y

otras cosas pensaba, el dulce Jesús se ha movido en mi interior y me ha

dicho:

"Hija mía, ¿cuál es la finalidad por la que quieres que mi Voluntad sea

cumplida en ti y sea conocida por todos?"

Y yo: "Lo quiero porque Tú lo quieres, lo quiero para que se

establezca el orden divino y tu reino sobre la tierra, lo quiero para que la

familia humana no viva más como extraña a Ti, sino que se vincule de nuevo

a la Familia Divina de donde tuvo su origen." Y Jesús suspirando ha

agregado:

"Hija mía, tu finalidad y la mía es única. Cuando un hijo tiene la

misma finalidad que el padre, quiere lo que el padre quiere, no hace jamás

morada en casa de otros, trabaja en los campos de su padre, si se encuentra

con personas habla de la bondad, del ingenio, de las grandes finalidades de

su padre, de este hijo se dice que ama, que es copia perfecta de su padre, que

se ve claramente por todos lados que pertenece a aquella familia, que es hijo

digno que lleva en sí con honor la generación de su padre. Estas son las

señales si se pertenece a la Familia Celestial: Tener mi misma finalidad,

querer mi misma Voluntad, morar en Ella como en casa propia, trabajar para

hacerla conocer; si habla no sabe decir otra cosa que lo que se hace y se

quiere en nuestra Familia Celestial; esta criatura se conoce a claras notas y

por todos lados y con razón, con justicia y con derecho que es hija que nos

pertenece, que es una de nuestra familia, que no ha degenerado de su origen,

que conserva en sí la imagen, los modos, la conducta, la Vida de su Padre,

de Aquél que la ha creado. Así que tú eres una de mi Familia, y por cuanto

más haces conocer mi Voluntad, tanto más te distingues delante al Cielo y a

la tierra que eres hija que nos perteneces. En cambio cuando no se tiene la

misma finalidad, poco o nada mora en el palacio real de nuestra Voluntad,

va siempre girando, ahora a una habitación, ahora a un vil tugurio, va

siempre vagando en el exterior, esto es, en las pasiones, haciendo actos

 

 

1720

indignos de su Familia, si trabaja es en campos extraños, si habla no resuena

jamás sobre sus labios el amor, la bondad, el ingenio, las grandes finalidades

de su Padre, así que en toda su conducta no se conoce de hecho que

pertenece a su Familia, ¿se puede llamar a éste, hijo de su Familia? Y si

salió de esa Familia, es hijo degenerado que ha roto todos los vínculos y las

relaciones que lo ataban a su Familia. Por eso sólo quien hace mi Voluntad

y vive en Ella puede llamarse hijo mío, miembro de mi Familia Divina y

Celestial; todos los demás son hijos degenerados y como extraños a nuestra

Familia. He aquí por qué cuando tú te ocupas de mi Fiat Divino, si hablas, si

giras en Él, nos pones en fiesta, porque sentimos que es una que nos

pertenece, sentimos que es nuestra hija que habla, que gira, que trabaja en el

campo de nuestro Querer, y a los hijos se les dejan las puertas abiertas,

ninguna habitación se cierra para ellos, porque lo que es del padre es de los

hijos, y en los hijos se pone la esperanza de una larga generación del padre,

así Yo he puesto en ti la esperanza de la larga generación de los hijos de mi

Eterno Fiat."

Mi mente seguía pensando en la Voluntad Suprema y decía entre mí:

"¿Pero cómo puede ser que por mí sola, que este pequeño ser tan

insignificante, que no soy buena para nada, que no tengo ni dignidad, ni

autoridad, ni superioridad, pueda imponerme, difundirme, hablar para hacer

conocer este Sol del Querer Divino y así poder formar los hijos de su

generación?" Pero mientras esto pensaba, mi dulce Jesús interrumpió mi

pensamiento y saliendo de dentro de mi interior me ha dicho:

"Hija mía, es mi costumbre hacer mis obras más grandes primero al tú

por tú con una sola criatura, en efecto, una fue mi Mamá y con Ella sola

desarrollé todo el obrar y el gran portento de mi Encarnación, ninguno entró

en nuestros secretos, ni penetraron en el sagrario de nuestras habitaciones

para ver lo que pasaba entre Mí y la Soberana Celestial, ni Ella ocupaba en

el mundo puesto de dignidad y de autoridad, porque Yo al elegir no veo

jamás las dignidades ni superioridades, sino que veo al pequeño individuo en

el cual puedo mirar mi Voluntad, que es la dignidad y la autoridad más

grande, la alteza de la pequeña niña de Nazaret, y a pesar que no tenía ni

puesto, ni dignidad, ni superioridad en el bajo mundo, pero como poseía mi

Voluntad, de Ella pendía Cielo y tierra, en sus manos estaba la suerte del

género humano, estaba la suerte de toda mi gloria que debía recibir de toda

la Creación; así que bastó que en mi elegida, en mi única elegida fuese

formado el misterio de la Encarnación para que los demás pudieran recibir el

bien de ésta. Una fue mi Humanidad y de ésta salió la generación de los

redimidos. Por eso basta formar en una todo el bien que se quiere, para

poder hacer salir la generación de ese bien, así como basta una semilla para

 

 

1721

poder multiplicar mil y mil veces la generación de aquella semilla, por eso

toda la potencia, la virtud, la habilidad que es necesaria a una virtud

creadora, está en formar la primera semilla; formada la primera es como

levadura para formar la generación de ellas. Así me basta un alma sola, que

dándome libertad absoluta de encerrar en ella todo el bien que quiero y de

hacerme formar en ella el Sol del Fiat Supremo, este Sol lanzará sus rayos

sobre la superficie de la tierra y formará la generación de los hijos de mi

Querer.

Ahora tú debes saber que todas nuestras obras más grandes llevan en

sí la imagen de la unidad divina, y cuanto más bien están destinadas a hacer,

tanto más bien encierran de esta unidad suprema. Mira, también en la

Creación existen estas semejanzas de la unidad divina, que mientras son

obras únicas, hacen más bien que el bien que hace la multiplicidad de todas

nuestras otras obras juntas; mira bajo la bóveda del cielo, uno es el sol, ¿pero

cuántos bienes no contiene? ¿Cuántos no hace a la tierra? Se puede decir

que la vida de la tierra depende del sol; mientras es uno abraza con su luz a

todos y a todo, lleva todo en su regazo de luz y da a cada cosa un acto

distinto, según la variedad de las cosas que inviste comunica la fecundidad,

el desarrollo, el color, la dulzura, la belleza, sin embargo el sol es uno,

mientras que las estrellas son muchas, pero no hacen el gran bien que hace el

sol a la tierra a pesar de que es uno. La potencia de un acto único animado

por la Potencia creadora es incomprensible y no hay bien que de éste no

pueda salir, puede cambiar la faz de la tierra, de árida y desierta en

primavera florida; el cielo es uno y por eso se extiende por doquier; el agua

es una, y si bien parece dividida en diferentes puntos de la tierra formando

mares, lagos, ríos, sin embargo al descender del cielo, desciende en forma

única y no hay punto de la tierra donde el agua no resida. Así que las cosas

creadas por Nosotros que llevan en ellas la imagen de la unidad divina, son

las que hacen más bien, son las más necesarias y sin ellas la tierra no podría

tener vida. Por lo tanto hija mía, no pienses que estás sola, es la unidad de

una obra grande que debo desarrollar en ti; no pienses en que no tienes

dignidad y autoridad externa, esto no dice nada, mi Voluntad es más que

todo, su Luz parece muda, pero en su mutismo inviste las inteligencias y

hace hablar con tal elocuencia de asombrar a los más doctos y reducirlos al

silencio; la Luz no habla, pero hace ver, hace conocer las cosas más

escondidas; la Luz no habla, pero con su manso y dulce calor calienta,

ablanda las cosas más duras, los corazones más obstinados; la Luz no

contiene ninguna semilla, ninguna materia, todo es puro en ella, no se ve

otra cosa que una ola de luz refulgente, argentina, pero se sabe infiltrar tanto

que hace generar, desarrollar, fecundar las cosas más estériles. ¿Quién

 

 

1722

puede resistir a la fuerza de la luz? Ninguno, aun los ciegos, si no la ven

sienten su calor, los mudos, los sordos sienten y reciben el bien de la luz.

Ahora, ¿quién podrá resistir a la Luz de mi Eterno Fiat? Todos sus

conocimientos serán más que rayos de Luz de mi Querer, que golpearán la

superficie de la tierra e infiltrándose en los corazones llevarán el bien que

contiene y sabe hacer la Luz de mi Voluntad. Pero estos rayos deben tener

su esfera de donde partir, deben estar concentrados en un punto solo del cual

partir para formar el alba, el día, el medio día y el atardecer en los

corazones, para resurgir de nuevo. Por eso la esfera, el punto solo eres tú,

los rayos concentrados en ella son mis conocimientos que darán la

fecundidad a la generación de los hijos del reino de mi Voluntad. Por eso te

repito siempre, sé atenta, para hacer que ninguno de mis conocimientos

quede perdido, perderías un rayo de dentro de tu esfera, y ni siquiera tú

puedes comprender todo el bien que contiene, porque cada rayo contiene su

especialidad del bien que deben hacer a los hijos de mi Querer, y me

privarías a Mí de la gloria de aquel bien de mis hijos, y te privarías también

a ti de la gloria de expandir un rayo de luz de más de tu esfera."

Diciembre 24, 1926

Lamentos y dolores por la privación de Jesús. Penas de Jesús

en el seno materno. Quien vive en el Querer Divino es

como miembro vinculado con la Creación.

 

Me sentía toda en ansias porque mi dulce Jesús no venía, pero

mientras deliraba decía desatinos y en la fuerza de mi dolor repetía siempre:

"Jesús, cómo has cambiado, jamás hubiera creído que llegarías a privarme

tan largamente de Ti." Pero mientras desahogaba mi dolor, el dulce Jesús ha

venido como pequeño niño y arrojándose en mis brazos me ha dicho:

"Hija mía, dime, ¿y tú has cambiado? ¿Amas tal vez a algún otro?

¿No quieres hacer más mi Voluntad?"

Estas preguntas de Jesús me tocaron a lo vivo y disgustada he dicho:

"Jesús, ¿qué quieres decir con esto? No, no, no he cambiado, ni amo ni

conozco otro amor, y amo más bien morir antes que no hacer tu Santísima

Voluntad." Y Jesús dulcemente ha agregado:

"¿Así que no has cambiado? Y bien hija mía, si no has cambiado tú,

que tienes una naturaleza sujeta a cambiarse, ¿podría cambiar Yo que soy el

irremovible? Tu Jesús no cambia, está segura de eso, ni puede cambiarse."

 

 

1723

Yo he quedado confundida y no supe qué decir, y Él todo bondad ha

agregado:

"¿Quieres ver cómo estaba en el seno de mi Mamá Soberana y lo que

en él sufría?"

Ahora, mientras esto decía se ha puesto dentro de mí, en medio de mi

pecho, extendido, en un estado de perfecta inmovilidad, sus piecitos y

manitas estaban tan tiesos e inmóviles que daban piedad, le faltaba el

espacio para moverse, para abrir los ojos, para respirar libremente y lo que

más desgarraba era verlo en acto de morir continuamente. Qué pena vermorir a mi pequeño Jesús, yo me sentía puesta junto con Él en el mismo

estado de inmovilidad. Entonces, después de algún tiempo, el niñito Jesús

estrechándome a Sí me ha dicho:

"Hija mía, mi estado en el seno materno fue dolorosísimo, mi pequeña

Humanidad tenía el uso perfecto de razón y de sabiduría infinita, por lo tanto

desde el primer instante de mi concepción comprendía todo mi estado

doloroso, la oscuridad de la cárcel materna, no tenía ni siquiera un hueco por

donde entrara un poco de luz. ¡Qué larga noche de nueve meses! La

estrechez del lugar que me obligaba a una perfecta inmovilidad, siempre en

silencio, no me era dado gemir ni sollozar para desahogar mi dolor, cuántas

lágrimas no derramé en el sagrario del seno de mi Mamá sin hacer el

mínimo movimiento, y esto era nada, mi pequeña Humanidad había tomado

el empeño de morir tantas veces, para satisfacer a la Divina Justicia, por

cuantas veces las criaturas habían hecho morir la Voluntad Divina en ellas,

haciendo la gran afrenta de dar vida a la voluntad humana, haciendo morir

en ellas una Voluntad Divina. ¡Oh! cómo me costaron estas muertes; morir

y vivir, vivir y morir, fue para Mí la pena más desgarradora y continua,

mucho más que mi Divinidad, si bien era conmigo una sola cosa e

inseparable de Mí, al recibir de Mí estas satisfacciones se ponía en actitud de

Justicia, y si bien mi Humanidad era santa y también era la lamparita delante

al Sol inmenso de mi Divinidad, Yo sentía todo el peso de las satisfacciones

que debía dar a este Sol Divino y la pena de la decaída humanidad que en Mí

debía resurgir a costa de tantas muertes mías. Fue el rechazar la Voluntad

Divina dando vida a la propia lo que formó la ruina de la humanidad

decaída, y Yo debía tener en estado de muerte continua a mi Humanidad y

voluntad humana, para hacer que la Voluntad Divina tuviera vida continua

en Mí para extender ahí su reino. Desde que fui concebido, Yo pensaba y

me ocupaba en extender el reino del Fiat Supremo en mi Humanidad, a costa

de no dar vida a mi voluntad humana, para hacer resurgir a la humanidad

decaída, a fin de que fundado en Mí este reino, preparase las gracias, las

cosas necesarias, las penas, las satisfacciones que se necesitaban para

 

 

1724

hacerlo conocer y fundarlo en medio de las criaturas. Por eso todo lo que tú

haces, lo que hago en ti para este reino, no es otra cosa que la continuación

de lo que Yo hice desde que fui concebido en el seno de mi Mamá. Por eso

si quieres que desenvuelva en ti el reino del Eterno Fiat, déjame libre y no

des jamás vida a tu voluntad."

Después de esto seguía mis actos en el Eterno Querer y el dulce Jesús

ha agregado:

"Hija mía, mi Voluntad es el alma y toda la Creación es el cuerpo de

Ella, y como el alma es una en el cuerpo, una su voluntad, en cambio el

cuerpo tiene tantos diversos sentidos, que como tantas diferentes teclas, cada

una hace su sonatina y ejercita cada miembro su oficio distinto; pero hay tal

orden y armonía entre ellos, que cuando un miembro ejercita su oficio, todos

los demás miembros están atentos al miembro obrante, y sufren juntos si ese

miembro sufre, y gozan si goza, porque una es la voluntad que los mueve,

una es la fuerza que poseen. Así es toda la Creación, es como cuerpo

animado por mi Voluntad, y a pesar de que cada cosa creada hace su oficio

distinto, están tan unidas entre ellas, que son más que miembros al cuerpo; y

siendo sólo mi Voluntad la que las anima y domina, una es la fuerza que

poseen. Ahora, quien hace mi Voluntad y vive en Ella es un miembro que

pertenece al cuerpo de la Creación, y por eso posee la fuerza universal de

todas las cosas creadas, ni siquiera excluida la de su Creador, porque mi

Voluntad circula en las venas de toda la Creación más que sangre en el

cuerpo, sangre pura, santa y vivificada de luz, que llega a espiritualizar el

mismo cuerpo. El alma está toda atenta a toda la Creación para hacer lo que

Ella hace, para estar en comunicación con todos sus actos, y toda la Creación

está atenta al alma para recibir sus actos, porque este es el oficio de este

miembro en medio de ella; es tan bella su sonatina que todos están atentos a

escucharla, por eso el vivir en mi Querer es la suerte más feliz e

indescriptible, sus actos, su punto de partida es siempre para el Cielo, su

vida está en medio de las esferas."

Diciembre 25, 1926

Cómo el Niño Jesús se hizo ver apenas nacido por su Mamá. Luz que

exhalaba el Niño, que daba a todos el anuncio y saludo de su llegada

a la tierra. Diferencia entre la gruta y la prisión de la Pasión.

Estaba con ansia esperando al niñito Jesús y después de muchos

suspiros, finalmente ha venido y arrojándose como pequeño niño en mi

brazos me ha dicho:

 

 

1725

"Hija mía, ¿quieres ver cómo me vio mi inseparable Mamá cuando

salí del seno materno? Mírame y ve."

Yo lo he mirado y lo veía pequeño niño, de una inaudita belleza,

atrayente; de toda su pequeña Humanidad, de los ojos, de la boca, de las

manos y pies salían rayos brillantísimos de luz, que no sólo lo envolvían a

Él, sino que se alargaban tanto, de poder herir cada corazón de criatura,

como para darles el primer saludo de su venida a la tierra, el primer toquido

para llamar a los corazones, para que le abrieran y pedirles un albergue en

ellos, aquel llamado era dulce pero penetrante, pero como era llamado de luz

no hacía ruido, pero se hacía oír más fuerte que cualquier rumor. Así que en

aquella noche todos sentían una cosa insólita en sus corazones, pero

poquísimos fueron los que lo abrieron para darle un pequeño alojo. Y el

tierno infante al no sentirse correspondido en el saludo, ni abiertos los

corazones ante sus repetidos llamados, comenzó su llanto con los labios

lívidos y temblorosos por el frío, sollozaba, gemía y suspiraba; pero mientras

la luz que salía de Él hacía todo esto con las criaturas, recibiendo los

primeros rechazos, con su Mamá Celestial, apenas salido de su seno se

arrojó en sus brazos maternos para darle el primer abrazo, el primer beso, y

como sus pequeños brazos no alcanzaban a abrazarla toda, la luz que salía de

sus manitas la rodeó toda, de modo que Madre e Hijo quedaron investidos

por la misma luz. ¡Oh! cómo la Mamá Reina correspondió al Hijo con su

abrazo y beso, de modo que quedaron tan estrechados juntos, que parecían

fundidos el uno en la otra. Con su amor recambió el primer rechazo recibido

por Jesús por parte de los corazones de las criaturas, y el amado y cariñoso

niñito depositó en el corazón de su Mamá su primer acto de nacer, sus

gracias, su primer dolor, para hacer que lo que se veía en el Hijo se pudiese

ver en su Mamá.

Después de esto el gracioso niñito ha venido en mis brazos y

estrechándome fuerte, fuerte, sentía que Él entraba en mí y yo en Él, y

después me ha dicho:

"Hija mía, te he querido abrazar como abracé a mi amada Mamá

apenas nacido, a fin de que también tú recibas mi primer acto de nacer y mi

primer dolor, mis lágrimas, mis tiernos gemidos, a fin de que te muevas a

compasión de mi estado doloroso de mi nacimiento. Si no tuviese a mi

Mamá en la cual depositar todo el bien de mi nacimiento y fijar en Ella la

Luz de mi Divinidad, que Yo, Verbo del Padre contenía, no habría

encontrado ninguno, ni en dónde depositar el tesoro infinito de mi

nacimiento, ni dónde fijar la Luz de mi Divinidad que de mi pequeña

Humanidad traslucía. Por eso ve cómo es necesario, cuando se decide por la

Majestad Suprema hacer un gran bien a las criaturas, que puede servir como

 

 

1726

bien universal, que escojamos una sola para darle tanta Gracia para poder

recibir en sí todo aquel bien que deben recibir todos los demás, porque si los

demás no lo reciben todo o en parte, nuestra obra no queda suspendida y sin

su fruto, pues el alma elegida recibe en ella todo aquel bien y nuestra obra

recibe la correspondencia del fruto, así que mi Mamá fue no sólo la

depositaria de mi Vida, sino de todos mis actos. Por eso en todos mis actos

primero veía si los podía depositar en Ella y después los hacía, así que en

Ella deposité mis lágrimas, mis gemidos, el frío y las penas que sufrí, y Ella

hacía eco a todos mis actos y con incesantes agradecimientos recibía todo;

había una competencia entre Madre e Hijo, Yo a dar y Ella a recibir. En esta

mi pequeña Humanidad al hacer su ingreso a la luz de la tierra, mi Divinidad

quiso traslucirse fuera de Ella para girar por todas partes y hacer la primera

visita sensible a toda la Creación, cielos y tierra, todos recibieron esta visita

de su Creador, fuera del hombre; jamás habían recibido tanto honor y gloria

como cuando vieron en medio de ellos a su Rey, a su Creador, todos se

sentían honrados porque debían servir a Aquél del cual habían recibido la

existencia, por eso todos hicieron fiesta. Por eso mi nacimiento, por parte de

mi Mamá y de toda la Creación, me fue de gran alegría y gloria; por parte de

las criaturas me fue de gran dolor. He aquí por qué he venido a ti, para

sentirme repetir las alegrías de mi Mamá y depositar en ti el fruto de mi

nacimiento."

Después de esto estaba pensando cómo era infeliz aquella gruta donde

el niñito Jesús había nacido, cómo estaba expuesta a todos los vientos, al

frío, tanto, de hacer helar por el frío, en vez de hombres había bestias que le

hacían compañía. Por eso pensaba cuál podría ser más infeliz y dolorosa, la

prisión de la noche de su Pasión o la gruta de Belén. Y mi dulce niño ha

agregado:

"Hija mía, no se puede comparar la infelicidad de la prisión de mi

Pasión con la gruta de Belén. En la gruta tenía a mi Mamá junto, alma y

cuerpo estaba junto conmigo, por lo tanto tenía todas las alegrías de mi

amada Mamá y Ella tenía todas las alegrías de Mí, Hijo suyo, que formaban

nuestro paraíso. Las alegrías de Madre con poseer al Hijo son grandes, las

alegrías de poseer una Madre son más grandes aun; Yo encontraba todo en

Ella y Ella encontraba todo en Mí; además estaba mi amado padre San José

que me hacía de padre, y Yo sentía todas las alegrías que él sentía por causa

mía. En cambio en mi Pasión fueron interrumpidas todas nuestras alegrías,

porque debíamos dar lugar al dolor, y sentíamos entre Madre e Hijo el gran

dolor de la cercana separación, al menos sensible, que debía suceder con mi

muerte. En la gruta las bestias me reconocieron y honrándome buscaban

calentarme con su aliento, en la prisión ni siquiera los hombres me

 

 

1727

reconocieron y para insultarme me cubrieron de salivazos y de oprobios, por

eso no hay comparación entre la una y la otra."

Diciembre 27, 1926

Quien no hace la Voluntad Divina es como si quisiera rasgar la

luz y formarse las tinieblas. El verdadero bien debe tener su

principio en Dios. Quien vive en el Supremo Querer recibe

en sí el equilibrio de Él y se encuentra en toda la

Creación haciendo vida junto con Él.

 

Mientras mi mente nadaba en el Sol del Eterno Querer, mi amado

Jesús me ha dicho:

"Hija mía, la afrenta que hace la criatura con no hacer mi Voluntad es

grande. ¡Ella es más que luz solar, invade a todos y todo, no pueden huir de

Ella, de su Luz interminable! Ahora, la criatura con hacer su voluntad

quiere rasgar esta Luz y en ella forma las tinieblas, pero la mía se levanta y

hace su curso de luz dejando a la criatura en las tinieblas de su voluntad.

¿No se le diría loco y que haría un gran mal a quien rasgase la luz del sol y

se formara una larga noche? Pobrecito, moriría de frío no recibiendo más el

calor de la luz del sol, moriría de aburrimiento no pudiendo más obrar

faltándole el bien de la luz, moriría de hambre no teniendo ni luz ni calor

para hacer crecer las plantas y fecundar su pequeño terreno cubierto por las

tinieblas de su voluntad, se diría de él: ¡Mejor que jamás hubiese nacido un

ser tan infeliz! Todo esto sucede al alma que hace su voluntad, por eso el

mal que más se debe deplorar es el no hacer mi Voluntad, porque quitada

Ella se muere de frío para todos los bienes celestiales, muere de

aburrimiento, de cansancio, de debilidad, porque falta mi Voluntad que hace

surgir la alegría, la fuerza y la vida del obrar divino, muere de hambre

porque falta su Luz que hace crecer las plantas y fecundar el pequeño terreno

del alma, para formar el alimento por medio del cual debe vivir. Las

criaturas creen que no es un gran mal el no hacer mi Voluntad, mientras que

esto encierra todos los males juntos."

Después de esto ha agregado: "Hija mía, todo bien, para ser verdadero

bien debe tener su principio en Dios, así que el amor, el hacer el bien, el

sufrir, el heroísmo de aquellos que se dan hasta la muerte para alcanzar una

meta, el estudio de las ciencias sagradas y profanas, en suma, todo lo que no

tiene principio en Dios, infla a la criatura, la vacía de Gracia, y todos estos

bienes que no tienen principio en Dios, que comienzan con principio

 

 

1728

humano, son como obras llevadas por el viento impetuoso, que con su fuerza

reduce a polvo ciudades, villas, cosas suntuosas y de ellas hace un montón

de ruinas. ¿Cuántas veces un viento impetuoso destruye, echa por tierra las

obras más bellas de arte, de ingenio, haciéndose con esas obras tan alabadas

y admiradas, con su furor, un juego? ¿Cuántas veces el viento impetuoso de

la propia estima, de la propia gloria, el viento furioso de agradar a las

criaturas, derrumban las obras más bellas, y Yo siento la nausea de ese

mismo bien? Por eso no hay remedio más eficaz, más apropiado, que más

previene, que impide el furor de estos vientos en el alma, que la fuerza, el

eclipse de la Luz de mi Voluntad. Donde está esta fuerza, este eclipse de

Luz divina, estos vientos vienen impedidos de soplar, y la criatura vive bajo

el influjo vital de una Voluntad Divina, de modo que se ve en todos sus

actos, pequeños y grandes, el sello del Fiat, así que su movimiento es: ‘Lo

quiere Dios, lo quiero yo, y si no lo quiere, tampoco lo quiero yo.’ Además

de esto mi Voluntad mantiene el equilibrio perfecto en toda la Creación,

mantiene el equilibrio del Amor, de la Bondad, de la Misericordia, de la

Fortaleza, de la Potencia y hasta de la Justicia, por eso cuando oyes de

flagelos y desgracias, no es otra cosa que efecto de mi Voluntad equilibrada,

que por cuanto ama a la criatura no está sujeta a desequilibrarse, de otra

manera sería defectuosa y débil si perdiera su equilibrio. Porque aquí está

todo el orden y Santidad de Ella: En su perfecto equilibrio, siempre igual,

sin cambiarse jamás.

Ahora hija mía, primogénita de mi Querer, escucha una cosa bella

sobre mi Fiat Supremo, el alma que vive en Él y lo hace reinar para hacerle

formar su reino, mi Voluntad, bilocándose, transfiere en ella su perfecto

equilibrio. Así que el alma se siente equilibrada en el amor, en la bondad, en

la misericordia, en la fuerza, potencia y justicia. Y como la Creación es

vastísima, donde mi Querer ejercita en cada una de las cosas su acto distinto

de equilibrio, ahora el alma poseyendo este su equilibrio, mi Voluntad la

eleva, la engrandece tanto, de hacerle encontrar en todos sus actos el

equilibrio de la una y de la otra, la unifican y las vuelven inseparables; así

que la criatura se encuentra en el sol para hacer los actos equilibrados que mi

Querer hace en él; se encuentra en el mar, en el cielo, en la florecita que se

abre para exhalar junto su perfume; en el pajarillo que canta para alegrar

toda la Creación con el equilibrio de la alegría; se encuentra en el furor del

viento, del agua, de las tempestades por el equilibrio de la Justicia; en suma,

mi Voluntad no sabe estar sin esta criatura, son inseparables y hacen vida

juntas. ¿Y te parece poco que el alma pueda decir: ‘Yo estoy distendida en

el cielo para conservarlo para bien de mis hermanos, estoy en el sol para

hacer germinar, para fecundar, dar luz y preparar el alimento a todo el

 

 

1729

género humano.’ Y así en todo lo demás? ¿Quién puede decir: ‘Amo a mi

Dios como se ama a Sí mismo y amo a todos y hago todo el bien que hace

mi Creador a toda la familia humana?’ Sólo quien recibe este equilibrio del

Fiat Divino y lo hace reinar en ella."

Diciembre 29, 1926

En la Humanidad de Jesús fue formada la nueva

creación del reino de la Voluntad Suprema.

Mi dulce Jesús al venir se hacía ver que llevaba en medio de su pecho

un Sol, muy estrechado entre sus brazos y acercándose a mí ha tomado aquel

Sol de en medio de su pecho y con sus manos me lo ha puesto en medio del

mío, después me ha tomado mis manos entre las suyas y las ha cruzado

apretadamente sobre aquel Sol diciéndome:

"Este Sol es mi Voluntad, tenlo estrechado, no dejes que jamás te

escape, porque Él tiene el poder de convertirte a ti y todos tus actos en luz,

de modo de incorporarte toda en Él, hasta formar un solo Sol."

Después de esto estaba pensando en todo lo que mi dulce Jesús había

hecho en su venida a la tierra para la Redención, para unirme a sus actos y

pedirle por amor de sus mismos actos que hiciera conocer su Voluntad para

hacerla reinar, y mi adorado Jesús ha agregado:

"Hija mía, en cuanto mi Humanidad fue concebida, así comencé una

nueva creación, para extender el reino de mi Voluntad sobre todos los actos

que hacía mi Humanidad. Todos mis actos que hacía dentro y fuera de mi

Humanidad, estaban animados por una Voluntad Divina que contenía la

Potencia creadora, y por eso mis actos recibían la nueva creación y se

convertían en actos de Voluntad Divina, y Yo extendía en mi interior y en

todos mis actos externos su reino. En efecto, ¿quien destruyó y rechazó este

reino de mi Voluntad en el hombre? Su voluntad humana, que rechazándola

de ella no se dejó dominar, animar por la mía, sino que se hizo dominar y

animar por la suya y ahí formó el reino de las miserias, de las pasiones y de

las ruinas. Ahora, mi Humanidad antes que todo debía rehacer y volver a

llamar a este reino del Querer Supremo en Mí, en mi naturaleza humana,

para poderme disponer a formar la Redención y así poder dar al género

humano los remedios para salvarse. Si no hubiese puesto a salvo en Mí este

reino, no le hubiese dado sus derechos de dominio, no habría podido formar

el bien de la Redención; mi Voluntad Divina habría sido inexorable en

cederme sus bienes si no hubiera tenido primero el derecho de formar su

 

 

1730

reino en Mí, y después, como segundo acto, me cedía los remedios para

salvar a las criaturas. Así que mi Voluntad Suprema se ponía en actitud de

acción en todos mis actos, Ella dominaba y triunfante investía con su

Potencia creadora mis lágrimas y gemidos infantiles, mis suspiros, latidos,

pasos, obras, palabras y penas, en suma, todo, y conforme los investía los

embellecía con su luz interminable y formaba la nueva creación de su reino

en todos mis actos, por eso por cada cosa de más que Yo hacía, el Fiat

Divino agrandaba los confines de su reino en mi Humanidad. Ahora, si la

Creación fue llamada de la nada y fue formada sobre la base de mi palabra

creadora que dijo y creó, mandó y todas las cosas tomaron su puesto de

orden y de armonía, en cambio en la creación del reino de mi Supremo

Querer no se contentó con la nada para formarlo, sino que quiso como

garantía de seguridad, la base, los fundamentos, los muros y todos los actos

y penas de mi Humanidad Santísima para formar la creación de su reino. Ve

entonces cuánto costó este reino de mi Querer, con cuánto amor lo desarrollé

en Mí, por eso este reino existe, no queda más que hacerlo conocer para

hacer salir en campo todos los bienes que contiene. Por eso lo que quiero de

ti, es que así como mi Humanidad dejó libre a mi Voluntad para hacerle

formar su reino, así tú me dejes libre, no te opongas en nada, a fin que no

encontrando en ti ninguna oposición, mis actos corran en ti y tomen su

puesto de honor, se alineen todos ordenados para continuar en ti la vida del

reino de mi Voluntad."

Después de esto mi dulce Jesús como relámpago huyó y yo quería

seguirlo, pero con suma amargura mía veía en aquel relámpago que debían

venir enfermedades contagiosas que estarán en casi todas las naciones, sin

excluir nuestra Italia, parecía que muchos morían por ellas, hasta llegar a

despoblar las casas, en algunas naciones atacaba más fuerte el flagelo, pero

casi todas serán tocadas, parece que se dan la mano en ofender al Señor, y

Nuestro Señor castiga a todos con los mismos flagelos; pero espero que

quiera aplacarse, así los pueblos sufrirán menos.

Enero 1, 1927

La voluntad del alma como regalo de año nuevo para el niño Jesús.

Cómo toda su vida fue símbolo y llamada de la Voluntad Divina.

El medio para apresurar el reino de su Voluntad

son los conocimientos.

 

 

 

1731

(Estaba meditando sobre el año viejo que llegaba a su fin y sobre el

nuevo que surgía)

Mi estado continúa en el vuelo de la Luz del Querer Divino y rogaba

al gracioso niñito que así como moría el año viejo, sin renacer más, así

hiciera morir mi voluntad sin hacerla revivir más, y que como regalo de año

nuevo me diera su Voluntad así como yo le hacía el don, como regalo, de la

mía, para ponerla como escabel a sus tiernos piecitos, a fin de que no tuviera

otra vida sino sólo su Voluntad. Ahora, mientras esto y otras cosas decía, mi

dulce Jesús ha salido de dentro de mi interior y me ha dicho:

"Hija de mi Querer, cómo amo, quiero, deseo que tu querer tenga fin

en ti. ¡Oh, cómo acepto tu regalo de fin de año, cómo me será agradable el

tenerla como suave escabel a mis pies! Porque la voluntad humana mientras

está en la criatura, fuera de su centro que es Dios, es dura, pero cuando

regresa a su centro de donde salió y sirve como escabel a los pies de tu

niñito Jesús, se vuelve blanda y me sirve para entretenerme, ¿no es justo que

siendo Yo pequeño tenga una diversión, y en medio de tantos dolores,

privaciones y lágrimas tenga tu voluntad que me haga sonreír? Ahora, tú

debes saber que quien pone fin a su voluntad regresa a su principio, de

donde salió, y comienza en ella la vida nueva, la vida de luz, la Vida perenne

de mi Voluntad. Mira, cuando Yo vine a la tierra quise dar muchos

ejemplos y semejanzas de cómo quería que tuviera fin la voluntad humana:

Quise nacer a media noche para dividir la noche de la voluntad humana con

el brillante día de la mía, y si bien a media noche la noche sigue, no termina,

pero es principio de un nuevo día, y mis ángeles para hacer honor a mi

nacimiento y para indicar a todos el día de mi Voluntad, llenaron de alegría

y felicidad, de media noche en adelante en la bóveda de los cielos, con

nuevas estrellas, nuevos soles, hasta hacer cambiar la noche en día, era el

homenaje que los ángeles daban a mi pequeña Humanidad, donde residía el

pleno día del Sol de mi Voluntad Divina y la llamada a la criatura al pleno

día de Ella. Pequeño aún me sometí al durísimo corte de la circuncisión, que

me hizo verter por el dolor amargas lágrimas, no sólo a Mí, sino que junto

conmigo lloraron mi Mamá y el amado San José; era el corte que quería dar

a la voluntad humana, a fin que en aquel corte hicieran correr la Voluntad

Divina para que no tuviera más vida una voluntad dividida, sino sólo la mía,

que había corrido en aquel corte a fin de que comenzara nuevamente su

Vida. Pequeño aún quise huir a Egipto; una voluntad tirana, inicua, quería

asesinarme, símbolo de la voluntad humana que quiere matar la mía, y Yo

huí para decir a todos: ‘Huyan de la voluntad humana si no quieren que sea

asesinada la mía.’ Toda mi vida no fue otra cosa que la llamada de la

 

 

1732

Voluntad Divina en la humana; en Egipto vivía como un extraño en medio

de aquel pueblo, símbolo de mi Voluntad, que la tienen como extraña en

medio de ellos y símbolo de que quien quiere vivir en paz y unido con la

mía, debe vivir como extraño a la voluntad humana, de otra manera habrá

siempre guerra entre la una y la otra, son dos voluntades irreconciliables.

Después de mi exilio volví a mi patria, símbolo de mi Voluntad que después

de su largo exilio de siglos y siglos volverá a su amada patria en medio de

sus hijos para reinar, y a medida que Yo pasaba estas circunstancias en mi

Vida, así formaba su reino en Mí, y la llamaba con oraciones incesantes, con

penas y lágrimas a venir a reinar en medio de las criaturas. Regresé a mi

patria y viví oculto y desconocido, ¡oh! cómo esto simboliza el dolor de mi

Voluntad, que mientras vive en medio de los pueblos vive desconocida y

escondida, y Yo imploraba con mi ocultamiento que la Suprema Voluntad

fuera conocida, a fin de que recibiera el homenaje y la gloria a Ella debidos.

No hubo cosa hecha por Mí que no simbolizara un dolor de mi Voluntad, la

condición en la cual la ponen las criaturas y una llamada que Yo hacía para

restituirle su reino. Y esto quiero que sea tu vida, la llamada continua del

reino de mi Voluntad en medio a las criaturas."

Después de esto estaba girando por toda la Creación para llevar junto

conmigo el cielo, las estrellas, el sol, la luna, el mar, en suma, todo, a los

pies del niñito Jesús para pedirle todos juntos que la venida de este reino de

su Voluntad a la tierra llegara pronto, y en mi deseo le decía: "Mira, no

estoy yo sola en pedirte, sino que te ruega el cielo con las voces de todas las

estrellas, el sol con la voz de su luz y de su calor, el mar con su murmullo,

todos te piden que venga tu Querer a reinar sobre la tierra, ¿cómo puedes

resistirte y no escuchar tantas voces que te ruegan? Son voces inocentes,

voces animadas por tu misma Voluntad que te piden." Ahora, mientras esto

decía, mi pequeño Jesús ha salido de dentro de mi interior para recibir el

homenaje de toda la Creación y escuchar su mudo lenguaje, y

estrechándome a Sí me ha dicho:

"Hija mía, el medio más fácil para apresurar la venida de mi Voluntad

a la tierra son los conocimientos de Ella. Los conocimientos llevan luz y

calor al alma y forman en ella el acto primero de Dios, en el que la criatura

encuentra el primer acto para modelar el suyo, si no encuentra ese primer

acto, la criatura no tiene virtud de formar su primer acto, por lo tanto

faltarían los actos, las cosas de primera necesidad para formar este reino.

Mira entonces qué significa un conocimiento de más sobre mi Voluntad;

llevando en sí el acto primero de Dios, llevará consigo una fuerza magnética,

un imán potente para atraer a las criaturas a repetir el acto primero de Dios,

con su Luz llevará el desengaño de la voluntad humana, con su calor

 

 

1733

ablandará los corazones más duros para plegarse delante a este acto divino y

se sentirán atraídos a quererse modelar en este acto. Por eso por cuantos

más conocimientos manifiesto sobre mi Voluntad, tanto más pronto se

apresura el reino del Fiat Divino sobre la tierra."

Enero 4, 1927

Cada acto nuevo de Voluntad Divina lleva una nueva Vida Divina.

Quien oye la verdad y no la quiere llevar a cabo queda quemado.

Trabajo de la Divina Voluntad en las almas.

 

Mi pobre corazón ahora gemía y ahora agonizaba por el dolor de la

privación de mi querido y amado Jesús. Las horas me parecen siglos y las

noches interminables sin Él, el sueño huye de mis ojos, si al menos pudiera

dormir, pues así se adormecería mi intenso dolor, quizá me traería un

pequeño alivio, pero qué, en vez de dormir me hago toda ojos, y ojos

abiertos, no cerrados, ojos mis pensamientos que quieren correr para ver

dónde se encuentra Aquél que busco y no encuentro; ojo mi oído para oír al

menos el ligero pisar de sus pasos, el eco dulce y suave de su voz; mis ojos

miran, a lo mejor puedan ver al menos el relámpago de su venida fugaz. ¡Oh

cómo me cuesta su privación, cómo suspiro su regreso! Ahora, mientras me

encontraba entre las ansias de quererlo, mi dulce Jesús se ha movido en mi

interior y se hacía ver dentro de mí, sentado junto a una mesita de luz, todo

ocupado y atento a ver todo el orden de lo que Él había manifestado sobre su

Santísima Voluntad, si todo estaba escrito, si faltaba alguna cosa, y hasta

dónde debía llegar para completar todo lo que respecta a su Santísima

Voluntad; todo lo que se refería a su Querer, las palabras, los conocimientos,

en manos de Jesús tomaban la imagen de rayo de luz, los cuales Él ordenaba

sobre esa mesita de luz, y estaba tan absorto y ocupado que por cuanto yo

decía, lo llamaba, no me ponía atención. Entonces yo he hecho silencio,

contentándome con estar cerca y mirarlo. Después de un largo silencio me

ha dicho:

"Hija mía, cuando se trata de cosas que se refieren a mi Querer, cielos

y tierra están silenciosos y reverentes para ser espectadores de un acto nuevo

de esta Voluntad Suprema, cada acto nuevo de Ella lleva a todos una Vida

Divina de más, una fuerza, una felicidad, una belleza raptora. Por eso la

Voluntad Divina obrante que pone fuera de Sí un acto suyo, es la cosa más

grande que puede existir en el Cielo y en la tierra; cielos nuevos, soles más

bellos pueden salir de un acto de más de mi Voluntad, así que cuando se

 

 

1734

trata de Ella, Yo y tú debemos poner todo a un lado y ocuparnos sólo del

Eterno Fiat. No se trata de reordenar en ti una voluntad humana, una virtud

cualquiera, sino que se trata de reordenar una Voluntad Divina y obrante,

por eso se necesita demasiado, y Yo, estando ocupado en cosas que más me

corresponden y que llevarán el gran bien de un acto nuevo de esta Suprema

Voluntad, no hago caso de tus llamadas, porque cuando se trata de hacer lo

más, las cosas menores se hacen a un lado."

Después de esto estaba siguiendo a mi apasionado Jesús en la Pasión,

y habiendo llegado al punto cuando Herodes lo acosaba a preguntas y Él

callaba, pensaba entre mí: "Si Jesús hubiese hablado tal vez aquél se

hubiera convertido." Y Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, Herodes no me preguntó para conocer la verdad sino para

curiosear y burlarse de Mí, y si Yo hubiese respondido habría hecho burla de

él, porque cuando falta la voluntad de conocer la verdad y de llevarla a cabo,

falta el humor en el alma para recibir el calor que lleva consigo la luz de mis

verdades, este calor no encontrando la humedad para hacer germinar y

fecundar la verdad, quema de más y hace secar el bien que puede producir.

Sucede como al sol, que cuando no encuentra la humedad en las plantas, su

calor sirve para secar y quemar la vida de las plantas, pero si encuentra

humedad hace prodigios, por eso la verdad es bella, es amable, es la

restauradora y fecundadora de las almas, con su calor y luz forma prodigios

de desarrollo, de gracias y de santidad, pero esto para quien quiere conocerla

para hacerla; pero para quien no quiere hacerla, la verdad se burla de ellos en

vez de quedar burlada."

Después de esto, mientras escribía sentía tal desfallecimiento de

fuerzas que lo hacía trabajosamente y no me sentía poner las palabras por

Jesús para facilitármelo, ni la plenitud de la luz mental que cual mar se hace

en mi mente, que debo contentarme con tomar pocas gotas de luz para

escribir sobre el papel, de otro manera si quisiera poner todo haría como una

persona que va en el mar y quisiera tomar toda el agua del mar en su mano,

por cuanta tome, toda le escapa, en cambio si toma pocas gotas puede tener

éxito en llevarlas consigo. Así que todo era fatiga en mí, en el alma, en el

cuerpo, en todo. Entonces sintiéndome tan mal pensaba entre mí: "Tal vez

no es más Voluntad de Dios que yo escriba, de otra manera me habría

ayudado como las otras veces, en cambio es tanta la fatiga, el esfuerzo que

debo hacer, que no puedo seguir adelante, por eso si Jesús no lo quiere,

tampoco yo lo quiero." Pero mientras esto pensaba, mi dulce Jesús ha salido

de dentro de mi interior y me ha dicho:

"Hija mía, quien debe poseer el reino de mi Voluntad no sólo la debe

hacer y debe vivir en Ella, sino que debe sentir y sufrir lo que siente y sufre

 

 

1735

mi Voluntad en las almas; lo que tú sientes no es otra cosa que la condición

en la cual se encuentra en las criaturas, cómo corre fatigosamente, cuántos

esfuerzos no debe hacer para subyugar a las criaturas para hacerlas hacer su

Voluntad, como la tienen reprimida en la suya le quitan lo más bello de su

Vida en ellos, cual es su energía, su alegría, su fuerza y es obligada a obrar

bajo la presión de una voluntad humana, melancólica, débil e inconstante.

¡Oh! bajo qué pesada opresión, amarga, aplastante tienen a mi Voluntad las

criaturas, ¿no quieres tú tomar parte en sus penas? Hija mía, tú debes ser

como una tecla, para que mi Voluntad, cualquiera que sea el sonido que

quiere hacer salir, tú debes prestarte a formar ese sonido que quiere hacer, y

cuando haya formado en ti todos los sonidos que Ella posee, sonidos de

alegría, de fortaleza, de bondad, de dolor, etc., su victoria de haber formado

en ti su reino será completa. Por eso piensa más bien que es un sonata

diversa y distinta que quiere hacer en ti, es una tecla de más que quiere

agregar en tu alma, porque en el reino del Fiat Supremo quiere encontrar

todas las notas del concierto musical de la patria celestial, a fin de que ni

siquiera la música falte en su reino."

Enero 6, 1927

El alma que vive en el Querer Divino es siempre igual a

sí misma. El orden de la Providencia en la Encarnación

y en la manifestación de los santos magos.

Estaba haciendo mis acostumbrados actos en el Supremo Querer y mi

dulce Jesús ha salido de dentro de mi interior y extendiéndome los brazos

me abrazaba, pero me estrechaba tan fuerte a Él, que quedaba toda cubierta

por Jesús y me ha dicho:

"Hija mía, no estoy contento si no te veo toda cubierta de Mí, y tan

perdida en Mí que no se reconozca más a ti en ti, sino sólo a Mí en ti."

Después ha agregado: "Hija mía, quien vive en mi Voluntad es

siempre igual a sí misma, sus actos simbolizan la luz que se difunde de igual

manera atrás, adelante, a la derecha y a la izquierda, a lo más si contiene más

fuerza de luz se ensancha de más, pero siempre se difunde igual al agrandar

la circunferencia de luz en torno a sí. Ahora, los actos hechos en mi Querer,

simbolizando la luz, en cuanto el acto de la criatura entra en Él abraza el

pasado, el presente y el futuro, y no careciendo de plenitud de luz se

expande por doquier y toma como de un solo golpe a todos en la

circunferencia de su luz interminable. Por eso para quien vive en el Fiat

 

 

1736

Divino, ninguno puede decir, por cuanto bien haga, yo soy semejante a ti,

sólo ella puede decir yo soy semejante a Aquél que me ha creado, lo que

hace Él hago yo, una es la luz que nos inviste, una es la fuerza, una es la

Voluntad."

Después de esto estaba pensando en los santos magos cuando visitaron

al niñito Jesús en la gruta de Belén, y mi siempre amable Jesús me ha dicho:

"Hija mía, mira el orden de mi Providencia Divina: Para el gran

portento de mi Encarnación elegí y me serví de una Virgen, humilde, pobre;

por custodio que me hacía de padre, al virgen San José, tan pobre que tenía

necesidad de trabajar para mantenernos la vida. Mira cómo en la obras más

grandes, y más grande no podía ser el misterio de la Encarnación, nos

servimos de personas que en la apariencia no llaman la atención de nadie,

porque las dignidades, los cetros, las riquezas son siempre humos que ciegan

al alma y le impiden penetrar en los arcanos celestiales para recibir un acto

grande de Dios y al mismo Dios. En cambio para manifestar a los pueblos la

venida de Mí, Verbo del Padre a la tierra, quise y me serví de autoridad

regia, de hombres doctos y sabios, para que por su autoridad pudieran

difundir el conocimiento del Dios nacido, y queriendo pudieran aun

imponerse sobre los pueblos. Pero a pesar de esto la estrella fue vista por

todos, no obstante sólo tres se mueven, ponen atención y la siguen, esto dice

que entre todos sólo ellos poseían un cierto dominio de ellos mismos, que

formando un lugarcito de vacío en su interior, además de la vista de la

estrella oyeron mi llamada, que haciendo eco en su interior y no tomando en

cuenta ni sacrificios, ni habladurías, ni burlas porque partían hacia un lugar

desconocido, y muchas debieron oír, pero ellos no tomando nada en cuenta y

dominándose a sí mismos siguieron la estrella unida a mi llamada, que más

que estrella hablante resonaba en su interior, los iluminaba, los alentaba y

decía tantas cosas de Aquél que debían visitar, y ellos ebrios de alegría

seguían la estrella. Mira entonces que para dar el gran don de la

Encarnación se necesitaba una Virgen que no tuviese voluntad humana, que

fuese más de Cielo que de tierra y que un milagro continuo la dispusiera al

gran portento, por eso de las cosas externas y apariencias humanas no

teníamos necesidad para poder atraer la atención de los pueblos; pero con

todo esto, para manifestarme quise hombres que tuvieran el dominio de ellos

mismos, que formaran un poco de vacío en su interior para hacer resonar el

eco de mi llamada. ¿Pero cuál no fue su sorpresa al ver detenerse la estrella

no sobre un palacio, sino sobre una vil choza? No sabían qué pensar y se

convencieron que había un misterio no humano sino divino; cuando se

animaron de fe y entraron en la gruta y arrodillándose me adoraron, en

cuanto doblaron las rodillas Yo me develé e hice traslucir de mi pequeña

 

 

1737

Humanidad mi Divinidad, y conocieron que Yo era el Rey de reyes, Aquél

que venía a salvarlos, y ellos en seguida se ofrecieron a servirme y a exponer

la vida por amor mío, pero mi Voluntad se hizo conocer y los mandó de

nuevo a sus lugares para hacerlos ser, en medio de aquellos pueblos, los

anunciadores de mi venida a la tierra. Ve entonces cómo es necesario el

dominio de sí mismo y el vacío en el corazón para hacer resonar mi llamada

y ser idóneos para conocer la verdad y para manifestarla a los demás."

Enero 9, 1927

Quien hace la Voluntad de Dios posee el equilibrio de Ella, posee

un acto de luz para todo. Cómo fue puesta una nota de dolor y

por eso la Voluntad Divina y la humana se miran con enojo.

Las primicias son las cosas que más agradan.

 

Estaba según mi costumbre girando por todas partes para seguir la

Voluntad Divina en toda la Creación, y mi dulce Jesús moviéndose en mi

interior me ha dicho:

"Hija mía, cómo es sorprendente el obrar del alma en mi Voluntad;

como el Fiat mantiene el equilibrio en toda la Creación, ella haciendo eco a

mi equilibrio forma el equilibrio en todas las criaturas y en ellas extiende el

reino de mi Voluntad. Ella es como luz que desciende de lo alto y fijándose

en todos, extiende en todos el reino del amor de mi Voluntad, de la

adoración, de la gloria y de todo lo que Ella posee; pero mientras como luz

desciende para no dejar escapar nada, como luz sube y lleva el equilibrio de

todos los actos de la Creación, de todos los tiempos, de todos los corazones a

su Creador. Con el equilibrio de todos los actos humanos, en los cuales el

alma ha hecho entrar el acto de la Voluntad Divina, por parte del alma vacía

todos los actos humanos y hace correr la Voluntad Divina como acto

primero y Ella extiende su reino en ellos, porque hay un alma que toma a

pecho que no haya acto humano en el cual ella no quiera fijar su luz, para

hacer que lo humano sea derrumbado y sólo la Voluntad Divina reaparezca

en todas las cosas; por eso hija mía, casi con la mano te hago tocar todo,

quiero que te extiendas a todos y en todo para hacerte extender el reino de

mi Voluntad. Es esto lo que Yo quiero, que en todo corra mi Voluntad, que

como luz, mientras inviste todo, quede sobre todos y todo se vuelva

Voluntad mía, pero se puede dar que alguno huya de esta Luz, como alguno

huye de la luz del sol, esto no dice nada para el sol, pues él poseyendo el

equilibrio de la luz contiene su acto de luz para todos y para todo. Así que el

 

 

1738

sol mientras da luz a todos, mantiene el equilibrio de la gloria de todos los

actos de luz a su Creador, por eso él está en el orden perfecto, sale del orden

quien huye de la luz. Así el alma, poseyendo la unidad de la Luz del Fiat

Supremo, posee todos los actos de Luz de Ella, por eso puede dar a los actos

humanos su acto de Luz de Voluntad Divina, para hacer que por parte suya

dondequiera se extienda su reino divino; si las criaturas huyen esto dice

nada, la Luz de mi Voluntad se difunde lo mismo, y Yo veo en mi elegida

que mi reino hace su camino, se extiende, se establece, por eso quiero ver tus

actos en mi Voluntad sobre cada pensamiento de las criaturas, en cada

palabra, latido, pasos y obras, en todo. Por ahora pensemos en formar

nuestro reino, cuando esté formado se pensará en quien huye y en quien

permanece en la red de la Luz de mi Voluntad."

Después de esto me sentía de tal manera extenuada, porque estaba con

fiebre desde hace muchos días y con trabajos había escrito lo poco que está

escrito arriba, entonces no sintiendo la fuerza de seguir escribiendo, lo he

dejado y me he puesto a rezar, y mi dulce Jesús saliendo de dentro de mi

interior me ha estrechado toda a Sí y me compadecía diciéndome:

"La hija mía está enferma, la hija mía está enferma; tú debes saber que

por parte de las criaturas fue puesta una nota de dolor en el reino de mi

Voluntad, nota que por tantos siglos nadie ha pensado en cicatrizar esta nota

tan dolorosa para el Fiat Supremo, causa por la cual la Voluntad Divina y la

humana se miran con enojo. Ahora la hija primogénita de mi Querer debe

ajustar todas las cosas antes de que se venga a nuestra Patria, debe llenar

todos los vacíos para establecer mi reino en medio de las criaturas; ahora mi

hija enferma formará el reino del dolor divino en Él, el cual corriendo como

oleada de luz y de calor servirá para endulzar esta nota doliente, ¿no sabes tú

que la luz y el calor tienen la fuerza de convertir las cosas más amargas en

dulcísimo néctar? A ti te es dado hija mía, que vives en nuestro Querer, el

hacer correr en nuestros interminables confines tus dolores, tu fiebre, tus

penas íntimas de mi privación que te hacen morir y no morir, a fin de que

invistas esta nota tan dolorosa del Fiat Divino y formes en esta nota un

sonido dulcísimo, armonioso, de modo que las dos voluntades no más se

mirarán con enojo, sino reconciliadas."

Después ha agregado: "Hija mía, tú no puedes comprender lo que

siento por ti, las alegrías, la felicidad que siento porque encuentro en ti las

primicias del reino de mi Voluntad, encuentro las primicias de los primeros

frutos, las primicias de la música que sólo sabe hacer la criatura que vive en

Ella, porque toma todas las nuestras que están en nuestra Voluntad, las hace

suyas y forma su bella música en mi reino, y Yo, ¡oh! cómo me deleito al

escucharlas; encuentro las primicias del orden, las primicias del verdadero

 

 

1739

amor que mi Querer le ha concedido, encuentro las primicias de la verdadera

belleza que me atrae tanto, que no me es dado separar la mirada, así que

todos tus actos los encuentro todos como actos primeros, que antes de ti

ninguno me ha dado. Las primicias son siempre las cosas que más agradan,

que atraen, que más se agradecen, y si después de las primicias viene las

demás cosas similares, es en virtud del acto primero que se han podido

formar los otros actos similares, así que toda la gloria es del acto primero,

por eso tú tendrás siempre las primicias en el reino del Fiat Divino, no habrá

cosa que en Él se haga que no parta de tu acto primero; por eso a ti todos

estarán vueltos, a ti el principio de la gloria, por eso quiero que todo

comience de ti para formar mi reino supremo."

Enero 13, 1927

Jesús le pide a Luisa que escriba. Cómo su palabra es felicidad.

Quien vive en el Querer Divino es visto como uno de la Patria

Celestial. Reza junto con toda la Creación y Jesús le promete

que todo le será concedido.

Continúo con fiebre, escribo con tal trabajo que había decidido no

escribir más hasta que me encontrara en condición de poder escribir con

menos dificultad, también para escribir más extensamente lo que el bendito

Jesús manifiesta a su pequeña hija, porque estando la fatiga trato de abreviar

cuanto más puedo. Ahora, mientras que ya no pensaba que debía escribir

después de mi decisión, mi siempre amable Jesús se ha movido en mi

interior y como rogándome me ha dicho:

"Hija mía, escribe un poco, me contento con poco, pero no nada,

cuando puedas escribirás más extensamente, y en lo poco que escribas ahora

te ayudaré Yo, no te dejaré sola y cuando vea que no puedes seguir adelante,

Yo mismo te diré basta, porque te amo mucho y también a tu naturaleza,

porque también ella es mía y no quiero que te fatigues por encima de tus

fuerzas, pero no me quites este gusto de mantener la siempre nueva

correspondencia de escribir lo que te quiero decir. Tú sabes que no hay para

Mí en todo el mundo un lugar donde pueda participar mis felicidades y

recibir la correspondencia, así que el punto de mi felicidad en el mundo eres

tú, y esta mi felicidad viene formada por mi hablar, cuando Yo puedo hablar

con una criatura, hacerme entender, para Mí es felicidad, y felicidad plena,

sobreabundante, para quien me escucha; mucho más que hablando contigo,

estando tú en mi Querer, Yo te hablo en mi misma Voluntad, no fuera de

 

 

1740

Ella, y estoy seguro que soy comprendido, mucho más que hablándote de mi

Querer siento en ti la felicidad de mi reino, el eco de la felicidad de la patria

celestial. ¿Sabes hija mía cómo sucedería si no escribieras? Como Yo te

tengo en el Fiat Supremo te veo como una de mi patria celestial, ¿y qué

dirías tú si una que vive ya en el Cielo no quisiera recibir mis nuevas

alegrías que naturalmente salen de mi seno para hacer felices a todos los

bienaventurados, porque en Mí es naturaleza dar siempre nuevas

bienaventuranzas? Esta tal sería un estorbo a mi felicidad, me encerraría en

mi seno las alegrías que quiero hacer salir; así sucedería de ti, serías un

obstáculo a mi felicidad, a las alegrías siempre nuevas que posee mi

Voluntad; mucho más que Yo me siento más feliz cuando hago más feliz a

la pequeña hija de mi Querer, que sólo por nuestra causa, no por otra cosa,

se encuentra en el bajo exilio para darnos el campo de formar nuestro reino

en medio de las criaturas y de reintegrarnos los derechos y la gloria de la

obra de toda la Creación. ¿Crees tú que mi corazón puede tolerar no hacer

feliz a mi pequeña hija? No, no, para Mí sería la pena más grande; ¿no es tal

vez para ti la felicidad más grande mi palabra?"

Y yo: "Cierto, oh Jesús, y si supieras cómo me vuelves infeliz cuando

me privas, cómo siento el vacío de una felicidad sin fin, que ninguna otra

cosa, por cuán bella y buena podrá suplir."

Y Jesús: "Por eso hija mía, mi palabra, mientras te hace feliz a ti, no

quiero que quede en el vacío de ti sola mi felicidad, sino que quiero que

sirva para establecer mi reino, y por eso como confirmación de mi palabra y

de mi felicidad que sale de Mí, quiero que se escriba sobre el papel, también

como confirmación de nuestra correspondencia."

Después de esto me he puesto a rezar, llevando delante a la Majestad

Suprema toda la Creación junto conmigo, esto es: el cielo, las estrellas, el

sol, el mar, en suma todo, a fin de que mi oración fuese animada por todos

los actos que ejercita el Fiat Supremo en toda la Creación. Mi dulce Jesús se

puso junto a mí, apoyando su cabeza junto a la mía, poniéndome el brazo al

cuello como para sostenerme, y yo le decía: "Amor mío Jesús, no soy yo

sola quien te rezo, sino junto conmigo está tu Voluntad obrante en toda la

Creación que pide que venga tu reino, Ella misma quiere sus derechos

enteros y completos sobre todos y todo, y sólo con venir el reino del Fiat

Supremo a la tierra todos sus derechos le serán devueltos. Escucha, oh

Jesús, cómo es conmovedora la voz de tu Fiat en todo el azul del cielo, cómo

es elocuente en el sol, cómo es atrayente y fuerte en el mar, por todas partes

se oye resonar tu Fiat que quiere los derechos de su reino. ¡Ah! escucha a tu

mismo Fiat, escucha a tu pequeña hija que haciendo suyos todos los actos de

Él, te pide, te suplica que venga tu reino, y que si bien recién nacida apenas,

 

 

1741

como soy, también yo quiero mis derechos, ¿y sabes, oh Jesús, cuáles son?

Que a tu Voluntad yo le devuelva toda la gloria, el honor, como si ninguno

la hubiese ofendido, como si todos la hubiesen cumplido, adorado y amado,

si soy su hija quiero que sus derechos le sean devueltos, y quiero también

que a mi primer padre Adán le sean devueltos el honor como si no se

hubiese sustraído de tu Voluntad." Y mi dulcísimo Jesús, todo conmovido

me ha dicho:

"A mi pequeña hija que toma tan a pecho los derechos de mi Fiat

Divino y que se sirve de su mismo poder para abrirse camino en mi corazón,

todo le será concedido. ¿Cómo no contentarte hija mía? A ti todo te será

dado, es más, remediaremos juntos lo que se refiere a mi Voluntad y lo que

respecta a las criaturas, ¿no estás contenta? Mira hija mía, desde que mi

Voluntad salió en campo en la Creación, ha estado siempre firme e

irremovible en hacer el bien, a pesar de tantas inconstancias y ofensas de las

criaturas, Ella triunfando sobre todo ha hecho su curso de siempre, siempre

beneficiar. Mira, para hacer resurgir a la criatura en la firmeza, en el bien

perenne, en la irremovilidad de mi Querer, quiero establecer mi reino en

medio de ellas. Ve entonces en qué punto te he puesto, en la firmeza e

irremovilidad del Fiat para poderte hacer distender en Él este mi reino, y así

como mi Querer triunfa sobre todo con su firmeza, así tú con su firmeza y en

la irremovilidad de sus actos triunfarás sobre todo y reordenarás el orden

divino entre las dos voluntades, y la Divina Voluntad será reintegrada en su

gloria y la humana se pondrá nuevamente en el orden establecido por Dios."

Después de escribir esto, pensaba entre mí que no era necesario lo que

está escrito arriba, mucho más que continuando la fiebre escribo con trabajo

y sólo escribo un poco para contentar a Jesús. Y mi dulce Jesús moviéndose

en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, el alma para vivir en mi Voluntad debe subir, y para subir a

Ella debe dejar lo que a mi Voluntad no pertenece, debe dejar sus míseros

harapos, sus costumbres vulgares, sus alimentos viles, sus miserias, todo

debe dejar para servirse de vestiduras reales, de costumbres divinas, de

alimentos preciosos y substanciosos, de riquezas infinitas, en suma de todo

lo que pertenece a mi Voluntad; lo que has escrito por ahora te sirve a ti,

sirve al reino del Fiat Supremo, después será norma para quien debe vivir en

él, así como también deben servirse de todos los actos obrantes de mi

Voluntad para mantenerse en los confines de mi reino. Por eso lo que a ti no

te parece necesario, es necesario para la formación de mi reino Supremo."

 

 

1742

Enero 16, 1927

En el reino del Fiat todas las cosas son completas, hasta los

matices de todos los colores. Quien vive en Él toma

todo como de un solo golpe.

 

Continúo abismándome en el Supremo Querer y mi dulce Jesús se

hacía ver que apoyaba su cabeza sobre la mía, y yo estando sufriente le he

dicho: "Amor mío, mira, estoy en tu amable Querer y queriéndome ir

contigo al Cielo, es precisamente Él quien te pide que me lleves contigo, no

yo, por eso contenta a tu misma Voluntad, que estando por todas partes, por

doquier te pide: en el cielo, en el sol, en el mar, que a su pequeña hija no la

tengas más en el exilio, lejana de Ti, sino que después de tantos trabajos y

privaciones la hagas arribar a tu patria celestial. ¡Ah! ten compasión de mí y

de tu Querer que te pide." Y Jesús, compadeciéndome toda me ha dicho:

"Pobre hija, tienes razón, Yo sé cuánto te cuesta tu exilio, y para

inducirme haces que mi misma Voluntad me lo pida; invento más potente no

podías encontrar, pero has de saber hija mía, que el Fiat Supremo quiere otra

cosa de ti, quiere que de parte tuya sean formadas en su reino todas las

bellezas, todas las variedades de los diferentes colores, todos los matices de

ellos, así que las bellezas ya están, los colores en todas las variedades están

ordenados, faltan todos los matices y no quiero que falte nada de parte tuya

al decoro y a la belleza de mi reino. Si tú supieras cómo resalta de más,

cómo embellece un matiz de más, ¿y sabes tú cómo pueden ser formados

estos matices? Otro dicho mío puede ser un matiz de más en las variedades

de los colores, un pequeño giro tuyo en mi Querer, una pequeña pena tuya,

un ofrecimiento, una oración en el Fiat, son otros tantos matices que

agregarás y que mi Querer se deleitará en suministrarte; en Él las cosas son

todas completas, no toleraría que su primera hija no tomara todos sus actos

completos, por cuanto a criatura es posible, para formar su reino divino."

Después de esto seguí mi vuelo en el Querer Supremo, y mi dulce

Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija mía, quien vive en la Voluntad Divina toma todo junto como de

un solo golpe, porque siendo que Ella se encuentra por todas partes, no hay

cosa que le escape, su vida es eterna, su inmensidad no conoce ni límites ni

circunferencia, por eso el alma que vive en Ella toma al Eterno Dios, todo el

cielo, el sol, todo lo que existe, la Virgen, los ángeles, los santos, en suma,

todo, y conforme ella reza, late, respira, ama, su acto se hace común a todos,

así que todos laten de su latido, todos respiran con su respiro, todos aman

 

 

1743

con su amor, porque por donde se extiende mi Voluntad mueve a todos a

hacer el acto de quien vive en Ella. De esto se sigue que teniendo el primer

lugar la Reina Soberana en el Fiat Divino, Ella siente junto a la pequeña hija

que vive en Ella, y poniéndose en común con ella repite junto lo que ella

hace, y pone en común sus mares de gracia, de luz, de amor, porque una es

la Voluntad de la Mamá y de la pequeña hija; es más, en ella, la altura de la

Soberana del Cielo se siente honrada con actos de una Voluntad Divina,

siente que esta hija pequeña entra en sus mares y agitándolos con sus actos

los hace crecer para duplicarlos, agrandarlos, ¿pero para hacer qué cosa?

Que su Creador reciba doble gloria divina, amor de sus mismos mares de

Amor, y para poner como en el banco los mares de su Mamá Celestial a fin

de que reciba duplicada gloria. Por eso esta criatura, si bien pequeña, mueve

todo, se impone sobre todo, todos la dejan hacer, todos sienten la fuerza del

bien que quiere dar a todos. Por eso es pequeña y fuerte, es pequeña y se

encuentra por todas partes, es pequeña y su prerrogativa es la pequeñez, por

eso no posee nada, ni siquiera su querer, porque voluntariamente lo ha dado

a Aquél que tenía derecho sobre él, y el Querer Divino le da todo, no hay

cosa que a ella no le confíe. Por eso los prodigios del vivir en mi Querer son

indescriptibles e innumerables. ¡Oh! si todos conocieran qué significa vivir

en mi Querer, el bien que reciben, es más, no hay bien que no tomen, no hay

bien que no puedan hacer, todos harían competencia y anhelarían vivir en mi

Querer Santo y adorable."

Enero 20, 1927

La comunión de la Voluntad Divina no está sujeta a consumirse,

sus velos son intangibles. Luisa suspira el Cielo y por eso

está triste y pone triste a toda la Creación.

 

Habiendo recibido la comunión he quedado afligida y angustiada

porque eran tales y tantos los accesos de tos, que me sentía sofocar y no

podía ni pensar ni estarme con Jesús según mi costumbre. Después de una

hora y más de toser fuerte me he calmado y pensaba entre mí: "Hace ya una

hora o más que he recibido a Jesús y no me he podido recoger para estarme a

solas con Él, ya los accidentes de la hostia se han consumido, Jesús se ha ido

y yo no sé dónde encontrarlo nuevamente, así que para mí hoy ha sido como

si no hubiese recibido la santa comunión." Pero por lo demás, también en

esto beso, adoro y bendigo al Fiat Supremo. Ahora, mientras esto pensaba,

mi dulce Jesús ha salido de dentro de mi interior y apoyaba su cabeza sobre

 

 

1744

mi espalda y con sus brazos me sostenía para darme fuerza, porque estaba

tan agotada que me sentía morir, y todo bondad me ha dicho:

"Hija mía, ¿qué no sabes tú que hay una comunión eterna y tan grande

que no está sujeta ni a disminuir ni a consumirse, que sus velos que la

esconden en medio de las criaturas no están sujetos a perecer como los velos

de la hostia Sacramental, que se da a cada instante, a cada respiro, a cada

latido y en todas las circunstancias, es más, se debe estar siempre con la

boca abierta para poderlas recibir todas, de otro manera muchas quedan

fuera del alma, sin que entren dentro, esto es, con la voluntad de querer

recibir siempre esta comunión tan grande y continua, que por cuanto se da,

no está sujeta ni a disminuirse ni a consumirse? Tú ya has entendido cuál es

esta comunión tan grande y continua, ella es mi Fiat Divino que te corre

como vida en tu alma, como calor para fecundarte y desarrollarte, como

alimento para nutrirte, te corre en la sangre de tus venas, en el latido de tu

corazón, en todo; está siempre en acto de darse a ti, basta que tú la quieras

recibir y Ella te ahogaría de comuniones, tantas te quiere dar. Y con razón,

con justicia y con derecho, la comunión de mi Voluntad debía ser sin límites

y no sujeta a consumirse, porque Ella es principio, medio y fin de la criatura,

y por eso debía poderla recibir de modo que nunca, nunca le pudiese faltar,

porque una cosa que es principio, medio y fin, debe estar en continuo acto de

darse y de poderse recibir, y si no fuese así, faltaría para la pobre criatura su

principio de vivir, el medio para mantenerse y perdería el fin a donde llegar,

por lo que mi Sabiduría infinita jamás podría permitir que la comunión de mi

Voluntad fuese limitada para ella. En cambio la comunión Sacramental no

fue dada como principio de las criaturas, ni como fin, sino que fue dada

como medio, ayuda, alivio y medicina, y los medios, ayudas, etc., se dan en

modo limitado, no perenne y por eso los velos de los accidentes

Sacramentales están sujetos a consumirse, mucho más que si las criaturas

aman el recibirme continuamente, está la comunión grande del Fiat Eterno,

que está en acto de darse continuamente a ellas, y sin embargo tú te afligías

y casi te turbabas porque pensabas que las especies Sacramentales se habían

consumido. No tenías razón de afligirte mientras en ti y fuera de ti está la

comunión de mi Querer, que no está sujeta a sufrir ninguna consumación, su

vida está siempre en su plenitud, ni mi Amor soportaría que la pequeña hija

de nuestro Querer no pudiese recibir nuestra Vida Divina, siempre nueva y

continua."

Después de esto continuaba sintiéndome enferma, y haciendo el giro

en la Creación para seguir los actos de la Voluntad Suprema, sentía en mí

una nota de tristeza, porque la obediencia me había impuesto que yo debía

obedecer en desear curarme, mientras que yo suspiraba el Cielo, habría

 

 

1745

querido dar un salto de en medio de la Creación, donde hacía mi giro, para

alcanzar mi ansiada patria, pidiendo al cielo, a las estrellas, al sol y a todas

las cosas creadas que me acompañasen, pues siendo que uno era el Fiat que

nos daba la vida, yo tenía mis derechos de que no me dejasen sola, que todas

deberían seguirme hasta las puertas de la eternidad, esperando primero que

me recibiese en el Cielo aquella misma Voluntad que me había poseído en la

tierra, y que después de mi ingreso en la beatífica Voluntad Celestial se

podían retirar cada una a su puesto, y no pudiendo hacer esto me sentía triste

y así giraba por toda la Creación. Ahora, mientras esto hacía, una voz

fuerte, armoniosa y argentina se hacía oír desde el centro de la Creación que

decía: "Tu nota triste se ha comunicado a todas las cosas creadas, así que

hoy nos has puesto a todos en actitud de tristeza; está segura que todos te

acompañaremos al Cielo, es justo que quien ha estado en medio de nosotros,

quien nos ha hecho compañía, no entre al Cielo sin nuestra compañía. Pero

la Creación toda quedará sin quien le pone el brío, sin quien la tiene en

fiesta, no resonará más tu eco en medio de nosotros, que haciéndonos como

hablantes, glorificamos, amamos, alabamos aquella Voluntad Divina que nos

creó y nos conserva; perderemos a aquella que nos visita y nos hace

compañía." La voz hizo silencio y yo misma me sentía que respiraba un aire

triste. Por eso pensaba que había cometido pecado por haber puesto con mi

tristeza, triste a toda la Creación. Así que ansiaba a mi dulce Jesús para

decirle el mal que había hecho, y para decirle que para eso Él me había

hecho escribir tantas cosas que se referían al Divino Querer para hacer que

llegasen en medio de las criaturas, de modo que viviendo de este Fiat Divino

pudiesen poseer un reino tan santo. Entonces, mientras esto y otras cosas

pensaba, mi amado Jesús se ha movido en mi interior y me ha dicho:

"Hija mía, tú tienes razón en quererte venir, pero para que todos los

conocimientos de mi Querer salgan fuera y hagan su camino, se necesitará

tiempo, y por eso la Creación tiene razón en que quedará de nuevo en su

silencio; pero Yo no quiero que te oprimas, abandónate en Mí y deja hacer

todo a tu Jesús."

Y yo: "Amor mío, cuando me lleves al Cielo te pido que me lleves de

prisa, de prisa, a fin de que no tengan tiempo de darme esta obediencia."

Pero mientras esto decía me pareció ver que el cielo, el sol y todas la

Creación se inclinaban entorno a mí para hacerme homenaje y Jesús ha

agregado:

"Hija mía, cuando mueras, la Creación toda te investirá y de prisa

pasarás al Cielo, ¿no estás contenta?"

 

 

1746

Enero 23, 1927

El Fiat Divino es imán potente que atrae a Dios a la criatura. La

voluntad humana es más que terremoto y cómo queda

expuesta a todos los ladrones.

 

Continuaba estando más enferma que de costumbre, mi dulce Jesús se

hacía ver no Él solo, sino juntas las Tres Divinas Personas, las Cuales me

han circundado y yo quedaba en medio de Ellas, no veía otra cosa que su

Alteza Suprema y la luz inmensa que las circundaban, y las Tres me han

dicho:

"Hemos venido a hacer la visita a nuestra hija enferma, nuestro Querer

más que imán potente nos ha atraído y llamado del Cielo para hacernos venir

a ti, no podíamos hacer menos que venir a aliviar y a hacer un poco de

compañía en sus sufrimientos a aquella que es hija primogénita de nuestra

Voluntad. La fuerza de nuestro Fiat es para Nosotros irresistible, y ceder a

su fuerza es para Nosotros felicidad."

Ahora, ¿quién puede decir lo que yo sentía y comprendía estando en

medio de ellos? No tengo palabras para expresarme. Después, habiéndome

dado la obediencia de que debía tomar alguna cosa, porque yo no podía

tomar nada, por obedecer, antes de que viniera Jesús había tomado algunas

cucharadas de caldo y me lo sentía en la garganta sin que pudiera bajar al

estómago; le he dicho a Jesús que me hiciera obedecer y Jesús todo bondad

me ha pasado su santa mano de la garganta al estómago, haciéndolo bajar al

estómago para hacérmelo digerir, de modo que no lo he devuelto como

tengo costumbre de hacer todos los días, que lo que tomo devuelvo; bondad

infinita de Jesús para mí que soy la más pequeña y pobre criatura. Después

de esto he quedado afligida porque creía que me llevarían con Ellos, pero no

habiéndome llevado me sentía triste y Jesús para consolarme se puso delante

de mi pecho y soplándome salía de su aliento una luz que me servía no sólo

al alma, sino también para recomponerme todo el cuerpo, conforme cesaba

el aliento así mi cuerpo se descomponía, y Jesús para consolarme me ha

dicho:

"Hija mía, ánimo, ¿no ves cómo el solo aliento y Luz de mi Querer te

recompone también el cuerpo? Así que si Yo ceso mi aliento, tu cuerpo se

descompondrá y tú en seguida tomarás el camino para nuestra patria

celestial."

Y yo: "Amor mío, yo no sirvo para nada, ni soy buena para hacer

nada, ¿no sería mejor deshacerte de mí mandándome a la celestial

Jerusalén?" Y Jesús todo bondad ha agregado:

 

 

1747

"Hija mía, a Mí todo me sirve, aun las pequeñas piedras y los

escombros para poder edificar; así es para ti, todo lo que forma tu cuerpo son

como escombros, pero vivificados estos por el fluido vital del Eterno Fiat

todo se vuelve precioso y de valor incalculable, de modo que Yo puedo

edificar sobre esos escombros preciosos las más fuertes e inexpugnables

ciudades. Tú debes saber que al hombre con el hacer su propia voluntad,

sustrayéndose de la Divina, le sucedió como cuando un fuerte terremoto

golpea una ciudad, sus fuertes sacudidas hacen abrir las vorágines de la

tierra, y dónde se traga las casas, dónde las despedaza, la fuerza de las

sacudidas abre hasta los alhajeros más cerrados y pone fuera, brillantes,

monedas, cosas preciosas, de modo que los ladrones pueden entrar y robar lo

que quieran, así que la pobre ciudad se reduce a montones de piedras, ruinas,

escombros. Ahora, si un rey quiere edificar de nuevo aquella ciudad, se

sirve de esos mismos montones de piedras y escombros, y como la hace toda

nueva la construye tipo moderno, dándole tal suntuosidad de arte y belleza

que no hay otra ciudad que la iguale, y por eso la hace la capital del reino.

Hija mía, más que terremoto fue para el hombre la voluntad humana, y este

terremoto dura todavía, a veces más fuerte, a veces un poco menos, de modo

que pone fuera las cosas más preciosas que Dios puso en el fondo del

hombre, así que este terremoto de la propia voluntad lo deja todo revuelto,

destrozado, la llave del Fiat Supremo que los tenía custodiados y todo al

seguro no existe más para él, y entonces no teniendo ni puertas, ni llaves,

sino muros derruidos, los ladrones de sus pasiones hacen su botín y él queda

expuesto a todos los males, y muchas veces reducido a ruinas y escombros,

que con trabajo se logra reconocer que eran ciudades edificadas por su

Creador. Ahora, queriendo Yo edificar de nuevo el reino de mi Voluntad en

medio de las criaturas, quiero servirme de tus piedras y escombros, porque

invistiéndolos del fluido vital de mi Voluntad creadora, formaré la capital

del reino del Fiat Supremo. He aquí para qué me sirves, ¿no estás

contenta?"

Enero 25, 1927

Jesús la incita a escribir. Quien vive en el Querer Divino respira

el Todo. El alma que vive en Él copia a Dios en ella

y ella queda copiada en Dios.

 

Sintiéndome sufriente me sentía incapaz de escribir lo que el bendito

Jesús manifestaba a su pequeña hija, por eso he estado algunos días sin

 

 

1748

escribir, y Jesús en mi interior me incitaba a hacerlo, pero yo me rehusaba

por la gran debilidad que sentía. Finalmente esta mañana saliendo de mi

interior me ha dicho:

"Mi hija esta noche debe escribir, porque aunque se esté muriendo

quiero que dé los últimos toques de luz fuerte y deslumbrante de los

conocimientos del Fiat Supremo, a fin de que todos conozcan que mi Querer

la ha tenido siempre ocupada para Sí y para su reino, y su último suspiro no

será otra cosa que un movimiento fuerte de luz que quedará como un último

testimonio de amor y de manifestación para el reino de mi Voluntad. Por

eso mientras escribirás Yo te ayudaré, y la pequeña hija de mi Querer no

negará nada a su Jesús y a aquel Fiat que con tanto amor te tiene en su

regazo para confiarte sus secretos."

Después de esto me he decidido a escribir, aunque fuera poco, porque

mi dulce Jesús se contenta de todo. Entonces me ha dicho:

"Hija mía, quien vive en mi Voluntad Divina respira al Todo, y como

el respiro se toma y se da, y sin interponer tiempo en medio se recibe para

darlo de nuevo, así quien respira el Todo que es Dios, al emitir su respiro da

el Todo que ha respirado, así que Todo toma y Todo da, da el Todo a Dios,

dando Dios a Dios, da el Todo a las criaturas, para respirar de nuevo a Dios

y todo lo que Dios obra; es connatural que quien toma Todo puede dar Todo.

Sólo en mi Divino Querer la Vida del Ente Supremo es continuamente

bilocada por parte de las criaturas."

Y yo: "Jesús mío, siento que no hago nada, ¿y Tú me dices que en tu

Fiat tomo Todo y doy Todo?" Y Jesús ha agregado:

"Hija mía, cuando obra el Todo la nada está en su puesto, sólo que se

presta a recibir al Todo, ¿y además no sientes en ti la fuerza de este Todo

que haciéndote abrazar e invadiendo todo, cielo, estrellas, sol, mares y tierra,

y abrazando todos los actos de mi Fiat que ejercita en toda la Creación, te los

hace llevar como en un solo respiro a tu Creador para devolverle todos y

todo? ¿Ha existido hasta ahora alguien que haya dado y haya podido decir:

‘Doy a Dios todo, aun a Dios mismo, porque viviendo en su Querer Dios es

mío, los cielos son míos, el sol y todo lo que ha hecho este Fiat Supremo es

mío, por lo tanto siendo todo mío, todo puedo dar y todo puedo tomar?’

Ahora, de esto viene como consecuencia, que quien vive en mi Querer tiene

la posesión del Todo, y esto forma y atrae el reino de la Divina Voluntad a la

tierra, porque para formar un reino se necesita la fuerza de la potencia del

Todo."

Después de esto se hacía ver como pequeño niño, que me miraba tan

fijo que quedaba como impreso en mí y quería ser mirado, pero tanto, de

quedar yo impresa en Él, y después todo amor y ternura me ha dicho:

 

 

1749

"Hija mía, esta es la verdadera imagen del vivir en mi Eterno Querer,

el alma copia en sí la Divina Voluntad y la Voluntad Suprema copia al alma,

de modo que tu Creador tiene la copia de tu imagen impresa en su seno, la

tiene tan amada porque la ve tal como la hizo salir en su origen, nada ha

perdido de su frescura y belleza, sus lineamientos paternos están impresos en

esta copia; esta copia en el seno paterno de Dios le ensalza toda la Creación

con todas sus obras, le susurra continuamente al oído: ‘Todo lo hiciste para

mí, mucho me amaste y me amas, y yo todo, todo quiero convertir en amor

para Ti.’ Esta copia es el portento de Dios en su seno, es el recuerdo de

todas sus obras; esta es la copia del alma en Dios y la copia de Dios en el

alma y el desenvolvimiento de la Vida Divina en la criatura. Qué bello es el

reino de mi Voluntad, la nada perdida en el Todo, el Todo fundido en la

nada, la bajeza de la criatura que se eleva a la altura divina, la altura divina

que desciende en la profundidad de la criatura, son dos seres unidos juntos,

inseparables, transfundidos, ensimismados, que con trabajo se distingue que

son dos vidas que palpitan juntas. Toda la magnificencia, la santidad, la

sublimidad, los prodigios del reino de mi Voluntad, será propiamente esto:

‘La copia fiel del alma en Dios y la copia íntegra y bella de Dios en el alma.’

Por eso los hijos del reino del Fiat Divino serán tantas imágenes de pequeños

dioses en mi reino."

Enero 28, 1927

Cómo Nuestro Señor tendrá tres reinos. El reino del Fiat Supremo

será el eco de la Creación. Cómo será desterrada la pobreza y la

infelicidad. Cómo en Nuestro Señor y en la Virgen hubo pobreza

voluntaria, no forzada. El Divino Querer es celoso de

mantener a su hija.

 

Estaba toda abandonada en el Supremo Fiat siguiendo sus actos en la

Creación, y mi dulce Jesús ha salido de dentro de mi interior y me ha dicho:

"Hija mía, mira cómo es bello el orden del cielo, así cuando el reino

de la Divina Voluntad tenga su dominio sobre la tierra en medio de las

criaturas, también en la tierra habrá orden perfecto y bello. Entonces tendré

tres reinos, uno en la patria celestial, otro en la Creación, y el tercero entre

las criaturas, y uno será el eco del otro, uno el reflejo del otro. Todas las

cosas creadas tienen su puesto de honor y mientras están todas ordenadas y

en armonía entre ellas, una no tiene necesidad de la otra, porque cada una no

sólo abunda, sino sobreabunda de los bienes con los que Dios las dotó al

crearlas, porque habiendo sido creadas por un Ser feliz y riquísimo, que con

 

 

1750

dar jamás vienen disminuidas sus riquezas, por eso todas las cosas creadas

llevan la marca de la felicidad y la abundancia de los bienes de su Creador.

Y así como todas las cosas creadas, así los hijos del reino del Fiat Supremo,

todos tendrán su puesto de honor, de decoro y de dominio, y mientras

poseerán el orden del cielo y estarán en perfecta armonía entre ellos, más

que esferas celestes, será tal y tanta la abundancia de los bienes que cada uno

poseerá, que uno jamás tendrá necesidad del otro, cada uno tendrá en sí la

fuente de los bienes de su Creador y de su felicidad perenne. Así que

desterrada será la pobreza, la infelicidad, las necesidades, los males de los

hijos de mi Voluntad; no sería decoroso para Ella, que es tan riquísima y

feliz tener hijos que carecieran de alguna cosa y no gozaran toda la

opulencia de sus bienes que surgen continuamente; ¿qué dirías tú si vieras al

sol pobre de luz, que apenas enviara algún tenue resplandor a la tierra? ¿Si

vieras un pedazo de cielo en algún punto, con alguna estrella apenas, y todo

el resto sin el encanto del cielo azul? No dirías: ‘Aquél que ha creado el sol

no posee la inmensidad de la luz que surge, y por eso sólo de algún pequeño

resplandor hace alumbrar la tierra; no posee la potencia para extender un

cielo dondequiera y por eso un pedazo apenas ha extendido sobre nuestra

cabeza.’ Así que te habrías hecho el concepto de que Dios es pobre de luz,

que no tiene potencia para extender por todas partes las obras de sus manos

creadoras. En cambio al ver que el sol abunda tanto de luz, que el cielo se

extiende dondequiera, tú te convences que Dios es rico y posee la fuente de

la luz, y por eso nada ha perdido de su luz al abundar con tanta luz al sol, ni

su potencia ha disminuido con extender por todas partes el cielo. Así si los

hijos de mi Querer no abundaran de todo, se podrá decir que mi Voluntad es

pobre y no tiene Potencia de volver felices a los hijos de su reino, lo que no

será jamás. Es más, como éste será la imagen del reino que mi Voluntad

tiene en la Creación, así como el cielo se extiende por dondequiera y abunda

de estrellas, como el sol abunda de luz, el aire de pájaros, el mar de peces, la

tierra de plantas y de flores, así, haciendo eco a la Creación el reino del Fiat

Supremo, los hijos de mi reino serán felices y abundarán en todo, así que

cada uno poseerá la plenitud de los bienes y plena felicidad en el puesto en

el cual el Querer Supremo los haya colocado, cualquiera que sea la

condición y el oficio que ocuparán, todos estarán felices de su suerte. Y

como el reino del Fiat Supremo será el eco perfecto del reino que mi

Voluntad posee en la Creación, por eso se verá un sol en lo alto, otro sol en

lo bajo, en medio de las criaturas que poseerán este reino, se verá el eco del

cielo en estos hijos afortunados y con sus actos lo poblarán de estrellas, es

más, cada uno será un cielo y un sol distinto, porque donde está mi Voluntad

no sabe estar sin cielo y sin sol, es más, conforme tomará posesión de cada

 

 

1751

uno de sus hijos formará su cielo y su sol, porque es naturaleza suya que

donde tiene su posesión estable, su santidad, su luz interminable, es como

cielo y sol que forma y multiplica por doquier. Pero no es todo aún, la

Creación, eco de la patria celestial, contiene la música, la marcha real, las

esferas, el cielo, el sol, el mar, y todos poseen el orden y la armonía perfecta

entre ellos y giran continuamente, este orden, esta armonía y este girar sin

jamás detenerse forma tal sinfonía y música admirable, que se diría que es

como el aliento del Fiat Supremo que toca como tantos instrumentos

musicales a todas las cosas creadas y forma la más bella de las músicas, que

si se pudiera oír por las criaturas, éstas quedarían extáticas. Entonces el

reino del Fiat Supremo tendrá el eco de la música de la patria celestial y el

eco de la música de la Creación, será tal y tanto el orden, la armonía y su

continuo girar en torno a su Creador, que cada acto de ellos, palabra paso,

será una música distinta, como tantos diversos instrumentos musicales que

recibirán el aliento del Querer Divino, de modo que todo lo que hagan serán

tantos conciertos musicales distintos, que formarán la alegría y la fiesta

continua del reino del Fiat Divino. Tu Jesús no encontrará más diferencia en

quedarse en la patria celestial o en descender a entretenerse en medio de las

criaturas en el reino del Fiat Supremo sobre la tierra, y entonces nuestra obra

de la Creación cantará victoria y pleno triunfo, y tendremos tres reinos en

uno, símbolo de la Trinidad Sacrosanta, porque todas nuestras obras llevan

el sello de Aquél que las ha creado."

Después de esto pensaba entre mí: "Los verdaderos hijos del Fiat

Supremo serán felices, abundarán de todo, no obstante mi Mamá Reina,

Jesús mismo que era la misma Voluntad Divina fueron pobres en esta baja

tierra, sufrieron las penas, las incomodidades de la pobreza." Y mi dulce

Jesús ha agregado:

"Hija mía, pobreza verdadera es cuando una criatura tiene necesidad,

quiere tomar y no tiene qué tomar y está obligada a pedir a los demás un

estrecho medio para vivir, esta pobreza es de necesidad y casi forzada; en

cambio, tanto en Mí como en la Mamá Celestial, en Quienes estaba toda la

plenitud del Fiat Eterno, era no pobreza de necesidad, mucho menos forzada,

sino pobreza voluntaria, pobreza espontánea, exprimida por la prensa del

Amor Divino. Todo era nuestro, a una señal nuestra se habrían edificado

suntuosos palacios, servido mesas con alimentos jamás vistos y gustados,

como en efecto cuando era necesario, a una pequeña señal nuestra los

mismos pájaros nos servían, trayéndonos en sus picos frutos y peces y más,

y hacían fiesta porque servían a su Creador y a su Reina; con sus trinos,

cantos y gorjeos, nos hacían las músicas más bellas, tanto, que para no

llamar la atención de las demás criaturas debíamos darles la orden de que se

 

 

1752

alejaran, siguiendo su vuelo bajo la bóveda del cielo donde nuestro Querer

los esperaba, y ellos obedientes se retiraban. Por eso nuestra pobreza fue de

amor, pobreza de ejemplo para enseñar a las criaturas el desapego de las

cosas bajas de la tierra, no fue pobreza de necesidad, ni podía serlo

absolutamente, porque donde reina la plenitud, la Vida de mi Voluntad,

todos los males terminan como de un solo golpe y pierden la vida."

Después, habiéndose enterado el muy reverendo padre Di Francia que

yo tenía fiebre, me mandó decir que si tenía necesidad tomara lo que

necesitara de su dinero que había depositado conmigo para una obra suya. Y

mi amable Jesús al venir, casi sonriendo me ha dicho:

"Hija mía, manda decir al padre a nombre mío, que Yo le agradezco y

recompensaré la bondad de su corazón por el cuidado que toma de ti, pero

hazle saber que la hija de mi Querer no tiene necesidad de nada, que mi

Voluntad la abunda de todo, es más, Ella es celosa que otros pudieran

ofrecerle alguna cosa, porque a su hija quiere Ella darle todo, porque donde

reina mi Querer Divino no hay temor de que los medios naturales, la

abundancia de los bienes puedan dañar, más bien, por cuantos más bienes

tiene y abundancia goza, más ve en ellos la Potencia, la Bondad, la riqueza

del Fiat Supremo y todo lo convierte en oro purísimo de Voluntad Divina,

así que mi Voluntad, por cuanto más le da, tanto más se siente glorificada en

desenvolver su Vida en la criatura, en ofrecer sus cosas a quien la hace

dominar y reinar. Sería absurdo si un padre riquísimo tuviera a sus hijos

pobres, sería para condenar a tal padre, y además, ¿en qué aprovecharían sus

riquezas si el parto de sus entrañas, sus verdaderos hijos llevaran una vida

difícil y miserable? ¿No sería un deshonor para este padre y una amargura

insoportable para estos hijos, conociendo que mientras que el padre es

riquísimo ellos carecen de todo y trabajosamente pueden quitarse el hambre?

Si esto sería absurdo y deshonor para un padre en el orden natural, mucho

más en el orden sobrenatural del Fiat Supremo, Él es más que Padre que

contiene la fuente de todos los bienes, y por eso donde está Él, reina la

felicidad y la abundancia de todo. Mucho más, pues el alma que tiene la

posesión del Divino Querer, Él suministra al alma y al cuerpo una vista

aguda y penetrante, de modo que penetra dentro de las cosas naturales que

como velo esconden mi Voluntad, y el alma rompiendo estos velos

encuentra en las cosas naturales a la noble Reina de la Voluntad Divina

reinante y dominante en ella, así que las cosas naturales desaparecen para

ella y en todas las cosas encuentra aquella Voluntad adorable que posee, la

besa, la adora, y todo se vuelve para el alma Voluntad Divina, por eso cada

cosa natural de más es para ella un acto nuevo de Voluntad Divina que

posee, por lo tanto las cosas naturales son medios, para quien es hija de mi

 

 

1753

Querer, de hacer conocer más lo que hace, sabe hacer y posee mi Voluntad y

hasta qué punto excesivo ama a la criatura. ¿Quieres saber entonces por qué

las criaturas carecen de los medios naturales y muchas veces les son

quitados y se reducen a la más escuálida miseria? Primero porque no poseen

la plenitud del Fiat Supremo, segundo porque cambian las cosas naturales y

ponen en el lugar de Dios a la naturaleza, no ven en las cosas naturales al

Supremo Querer, sino que codiciosos se apegan para formarse una gloria

vana, una estima que los ciega, un ídolo para el propio corazón. Siendo así,

es necesario para poner a salvo sus almas que los medios vengan a faltar.

Pero para quien es hija de mi Voluntad, todos estos peligros no existen y por

eso quiero que abunden en todo y que nada les falte."

G.M. Enero 30, 1927

Por qué Jesús no escribió. Cómo en estas manifestaciones no hay

ni amenazas ni alarmas, sino el eco de la patria celestial. Cuándo

vendrá este reino. Las penas de la Virgen Santísima y las

de Nuestro Señor eran penas de oficio, y ellos poseían la

verdadera felicidad. Potencia de las penas voluntarias,

felicidad del reino del Fiat Supremo.

 

Estaba pensando entre mí: "Mi dulce Jesús me ha dicho tantas veces

que yo debo imitarlo en todo, sin embargo Él no escribió jamás, una sola vez

dice el evangelio que escribió, pero ni siquiera con pluma, sino con el dedo,

en cambio para mí quiere que escriba, así que quiere hacerme salir de su

imitación, de hecho Él no escribió y yo debo escribir tanto." Ahora,

mientras esto pensaba, ha venido como gracioso niñito, que metiéndose en

mis brazos y acercando su rostro al mío me ha dicho:

"Hija mía, dame tus besos y Yo te doy los míos."

Entonces después de haberlo besado varias veces, Él me incitaba a

besarlo más y después me ha dicho:

"Hija mía, ¿quieres saber por qué Yo no escribí? Porque debía

escribir por medio tuyo; soy Yo el que animo tu inteligencia, que te pongo

las palabras, que doy movimiento con mi mano a la tuya para hacerte

sostener la pluma y hacerte escribir las palabras en el papel, así que soy Yo

el que escribo, no tú; tú no haces otra cosa que prestar atención a lo que

quiero escribir, por eso todo tu trabajo es la atención, el resto lo hago todo

Yo, y tú misma no ves muchas veces que no tienes fuerza de escribir y te

decides a no hacerlo, y Yo para hacerte tocar con la mano que soy Yo el que

 

 

1754

escribo te invisto y animándote de mi misma Vida escribo lo que quiero,

¿cuántas veces no lo has experimentado? Ahora, debiendo pasar una época

para hacer conocer el reino del Fiat Supremo, para dar tiempo para hacer

conocer primero el reino de la Redención y después el otro del Fiat Divino,

decreté no escribir entonces, sino escribir junto contigo, por medio tuyo,

cuando este reino estuviera más próximo, y también para dar una nueva

sorpresa a las criaturas del exceso del Amor de esta mi Voluntad, qué ha

hecho, qué ha sufrido y qué quiere hacer por amor de ellas. Muchas veces

hija mía, las novedades llevan nueva vida, nuevos bienes, y las criaturas son

llevadas tanto a las novedades y se dejan como transportar por ellas. Mucho

más que las novedades de las nuevas manifestaciones sobre mi Divino

Querer, que tienen una fuerza divina y un dulce encanto, que lloverán como

celeste rocío sobre las almas quemadas por la voluntad humana, serán

portadoras de felicidad, de luz y de bienes infinitos. No hay amenazas en

estas manifestaciones, ni miedo, y si alguna cosa de temor hay, es para quien

quiera quedar en el laberinto de la voluntad humana, pero en todo lo demás

no se ve otra cosa que el eco, el lenguaje de la patria celestial, el bálsamo de

allá arriba que santifica, diviniza y da la garantía de la felicidad que sólo

reina en la Patria bienaventurada. Por esto me deleito tanto en escribir lo

que se refiere al Fiat Divino, porque escribo cosas que pertenecen a mi

patria. Será demasiado pérfido e ingrato quien no reconozca en estas

manifestaciones mías el eco del Cielo, la larga cadena de amor del Querer

Supremo, la comunidad de los bienes de nuestro Padre Celestial que quiere

dar a las criaturas, y como queriendo poner todo a un lado lo que ha pasado

en la historia del mundo, quiere comenzar una era nueva, una nueva

creación, como si ahora empezara la nueva historia de la Creación. Por eso

déjame hacer, porque lo que hago es de suma importancia."

Después de esto le he dicho: "Amor mío, parece que más que todo

amas mucho este reino del Eterno Fiat, en él Tú concentras todo tu Amor,

todas tus obras y por eso, casi como que sientes el triunfo de que todas

servirán a este reino; si tanto lo amas, ¿cuándo vendrá? ¿Por qué no te

apresuras a hacerlo venir?" Y Jesús ha agregado:

"Hija mía, cuando los conocimientos de mi Divino Querer hayan

hecho su camino, en vista del gran bien que ellos contienen, bienes en los

que ninguna criatura ha pensado hasta ahora, que el reino de mi Voluntad

será el desahogo del Cielo, el eco de la felicidad celeste, la plenitud de los

bienes terrestres, entonces en vista de tan gran bien, suspirarán, pedirán a

unanimidad que venga pronto mi reino. Así que tanto toda la Creación en su

mudo lenguaje, muda sólo en apariencia, pues dentro de ella está mi

Voluntad que con voz fuerte y elocuente pide sus derechos de que sea

 

 

1755

conocida, domine y reine sobre todos, por eso uno será el eco de un punto al

otro de la tierra, uno el suspiro, una la oración que saldrá de todos los seres:

‘Que venga el reino del Fiat Supremo.’ Entonces triunfante vendrá en medio

de las criaturas, he aquí la necesidad de los conocimientos, éstos serán

incitaciones, estimularán el apetito de las criaturas para gustar un alimento

tan exquisito, sentirán toda la voluntad, las ansias de vivir en un reino tan

feliz para liberarse de la tiranía y esclavitud en las cual las ha tenido el

propio querer. Y conforme se adentrarán a conocer todas las

manifestaciones, los bienes que hay en el Fiat Supremo encontrarán tus

normas, cómo has puesto Cielo y tierra boca abajo girando por todas partes y

pidiendo que pronto fuese conocido este reino, encontrarán lo que has

sufrido para obtenerles un bien tan grande, cómo deben comportarse, qué

deben hacer para poder tener libre entrada a vivir en él. Por eso es necesario

que se haga conocer todo, para hacer que mi reino esté todo completo, para

hacer que nada falte, tanto las cosas más grandes cuanto las más pequeñas,

por eso ciertas cosas que a ti te parecen pequeñas, podrán ser una piedra

divina transformada en oro purísimo que formará parte de los fundamentos

del reino de mi Suprema Voluntad."

Después de esto pensaba entre mí: "Mi dulce Jesús exalta tanto la

felicidad del reino del Fiat Supremo, sin embargo Él mismo, que era la

misma Voluntad Divina, mi Madre Celestial que la poseía íntegra, no fueron

felices sobre la tierra, es más, fueron los que más sufrieron en la tierra;

también de mí misma, que dice que soy la hija primogénita de su Voluntad,

me ha tenido cuarenta y tres y más años confinada dentro de una cama, y

sólo Jesús sabe lo que he sufrido, es verdad que he sido prisionera feliz y no

cambiaría mi feliz suerte aunque me ofrecieran cetros y coronas, porque lo

que me ha dado Jesús me ha vuelto más que feliz, pero aparentemente al ojo

humano desaparece esta felicidad, por lo tanto parece que choca esta

felicidad dicha por Jesús si se piensa en sus penas y en aquellas de la

Soberana Reina y en mi estado, última de sus criaturas." Pero mientras esto

pensaba, mi dulce Jesús sorprendiéndome me ha dicho:

"Hija mía, hay diferencia grandísima entre quien debe formar un bien,

un reino, y quien debe recibirlo para gozarlo. Yo vine a la tierra para expiar,

para redimir, para salvar al hombre, para hacer esto me tocaban las penas de

las criaturas, tomarlas sobre Mí como si fuesen mías; mi Mamá Divina que

debía ser corredentora no debía ser desemejante de Mí, es más, las cinco

gotas de sangre que me dio de su corazón purísimo para formar mi pequeña

Humanidad, salieron de su corazón crucificado; para Nosotros las penas eran

oficios que venimos a cumplir, por eso todas eran penas voluntarias, no

imposición de la frágil naturaleza. Pero tú debes saber que a pesar de tantas

 

 

1756

penas nuestras que teníamos para desempeñar nuestro oficio, era inseparable

de Mí y de mi Mamá Reina la suma felicidad, alegrías que jamás terminaban

y siempre nuevas, paraíso continuado; para Nosotros era más fácil

separarnos de las penas porque no eran cosas nuestras, intrínsecas, cosas de

naturaleza, sino cosas de oficio, que separarnos del océano de las inmensas

felicidades y alegrías que producía en Nosotros, como cosas nuestras e

intrínsecas, la naturaleza de nuestra Voluntad Divina que poseíamos. Así

como la naturaleza del sol es dar luz, la del agua quitar la sed, la del fuego

calentar y convertir todo en fuego, y si esto no hicieran perderían su

naturaleza, así es naturaleza en mi Voluntad, que donde Ella reina hacer

surgir la felicidad, la alegría, el paraíso; Voluntad de Dios e infelicidad no

existe, ni puede existir, o bien no existe toda su plenitud y por eso los ríos de

la voluntad humana forman las amarguras a las pobres criaturas. Para

Nosotros, que la voluntad humana no tenía ninguna entrada en Nosotros, la

felicidad estaba siempre en su colmo, los mares de las alegrías eran

inseparables de Nosotros, hasta sobre la cruz, y mi Mamá crucificada a mis

pies divinos, la perfecta felicidad jamás se separó de Nosotros, y si esto

pudiese suceder habría debido salir de la Voluntad Divina y separarme de la

Naturaleza Divina y obrar sólo con la voluntad y naturaleza humana, por eso

nuestras penas fueron todas voluntarias, elegidas por Nosotros mismos para

el oficio que venimos a cumplir, no frutos de naturaleza humana, de

fragilidad o de imposición de naturaleza degradada. Y además, ¿no

recuerdas que también tus penas son penas de oficio, penas voluntarias?

Porque cuando te llamé al estado de víctima Yo te pregunté si

voluntariamente tú aceptabas, y tú con toda voluntad aceptaste y

pronunciaste el Fiat. Pasó tiempo y te repetí mi estribillo, si aceptabas vivir

en la mía y con mi Voluntad Divina, y tú repetiste el Fiat, que regenerándote

a nueva vida te constituía hija suya para darte el oficio y las penas que a él

convienen, para el cumplimiento del reino del Fiat Supremo. Hija mía, las

penas voluntarias tienen tal potencia ante la Divinidad, que tienen la fuerza,

el imperio de abrir el seno del Padre Celestial, y de esta abertura que forma

en Dios, hace desbordar los mares de gracias que forma el triunfo de la

Majestad Suprema y el triunfo de la criatura que posee este imperio de sus

penas voluntarias. Por eso, tanto para el gran portento de la Redención,

cuanto para el gran prodigio del reino del mi Fiat, se necesitaban penas

voluntarias, penas de oficio, las cuales debían ser animadas por una

Voluntad Divina, que imperando sobre Dios y sobre las criaturas, debían dar

el gran bien que su oficio encerraba. Por eso mi felicidad exaltada del reino

del Fiat Divino no choca como tú dices, sólo porque Yo era la misma

Voluntad Divina y sufrí, y sólo porque te he tenido tanto tiempo en el lecho;

 

 

1757

quien debe formar un bien, un reino, conviene que haga una cosa, que sufra,

que prepare las cosas necesarias y que venza a Dios para hacérselo dar;

quien debe recibirlo es conveniente que haga otra cosa, o sea, recibirlo,

apreciarlo y ser agradecidos con quien ha luchado, ha sufrido, y habiendo

vencido da a ellos sus conquistas para volverlos felices. Por lo tanto el reino

de mi Voluntad en medio de las criaturas llevará el eco de la felicidad del

Cielo, porque una será la Voluntad que debe reinar y dominar el uno y el

otro. Y así como mi Humanidad fue formada por la sangre purísima del

corazón crucificado de la Soberana Reina, y la Redención fue formada por

mi continua crucifixión, y sobre el calvario puse el sello de la cruz al reino

de los redimidos, así el reino del Fiat Supremo saldrá de un corazón

crucificado, del cual mi Voluntad, crucificando la tuya, hará salir su reino y

la felicidad a los hijos de su reino. Por eso desde que te llamé al estado de

víctima te hablé siempre de crucifixión, y tú creías que era la crucifixión de

las manos y de los pies, y Yo te hacía correr en esta crucifixión, pero no era

esta, no habría bastado para hacer salir mi reino, se necesitaba la crucifixión

entera y continua de mi Voluntad en todo tu ser, y era esto exactamente lo

que Yo quería decirte, que tu voluntad sufriera la continua crucifixión de la

mía para hacer salir el reino del Fiat Supremo."

Febrero 3, 1927

En el reino del Fiat Divino una será la Voluntad. Un dicho sobre la

Voluntad Divina puede ser una llave, una puerta, un camino. La

Suprema Voluntad en todas las cosas creadas forma tantos pechos

para hacer mamar a sus hijos los conocimientos de Ella.

Mi siempre amable Jesús atrayéndome toda a Él me ha dicho:

"Hija mía, el reino del Fiat Divino tendrá como centro una sola

Voluntad, que es la Divina, por lo tanto una será la Voluntad de todos, que

difundiéndose a todos y abrazando todo, dará la felicidad, el orden, la

armonía, la fuerza y la belleza a todos, así que será el reino de una sola

Voluntad, una Voluntad para todos y todos a una sola Voluntad. ¿Quién

vuelve feliz la patria celestial sino la Voluntad de Dios y la Voluntad de

todos? Oh, si en el Cielo pudiese entrar otra voluntad que no fuese la de

Dios, lo que no puede ser, los santos perderían la paz perenne y sentirían el

desorden de una voluntad que no es divina, que no contiene todos los bienes

y que no es santa ni portadora de felicidad y de paz, por lo tanto todos

unánimemente la echarían fuera. Por eso el reino del Fiat tendrá por ley, por

 

 

1758

régimen, por dominio, a mi Voluntad y en virtud de Ella todos serán felices,

de una sola felicidad, no habrá jamás disputas, sino paz perenne."

Después de esto, sintiendo el gran esfuerzo que hacía al escribir y el

trabajo que me costaba, me sentía indecisa si debía o no continuar

escribiendo, y mi amado Jesús incitándome me ha dicho:

"Hija mía, cada palabra de más sobre mi Voluntad puede ser una llave

de más para abrir el reino del Fiat Supremo, cada conocimiento de él puede

ser una puerta nueva que se forma para dar más comodidad, más entradas

para hacer entrar a los hijos de su reino; cada semejanza sobre mi Voluntad

es un camino de más que se forma para volver más fáciles las

comunicaciones de este reino. La más pequeña cosa relacionada con el Fiat,

es un latido de Él que quiere formar en medio de los hijos de su reino, y

sofocar este latido hija mía, no conviene, este latido llevará una Vida nueva

y Divina bilocada por este latido para hacer gozar a quien tendrá la fortuna

de poseer este reino. ¿No sabes tú que para decir que existe un reino es

necesario primero formarlo y después decir que existe? Por eso es necesario

que sean formados los caminos, las puertas de seguridad, las llaves de oro,

no falsificadas de otro metal, para volver fácil la entrada en el reino de mi

Voluntad, por eso un camino de menos, una llave que falte, una puerta

cerrada, puede hacer más dificultosa, menos fácil la entrada en él. Por eso

todo lo que te digo no sólo sirve para formar este reino, sino que sirve

también para ayudar a aquellos que querrán poseerlo. Por eso la hija

primogénita de mi Voluntad debe tener cuidado para hacer más fácil lo que

respecta al reino del Eterno Fiat."

Luego estaba siguiendo mis actos en el Supremo Querer y

encontrándome fuera de mí misma giraba por toda la Creación para seguir a

la Divina Voluntad en cada cosa creada, pero mientras esto hacía se rompía

el velo de cada cosa y se veía habitante en ellas al Santo Querer, que hacía

cada acto que cada cosa creada contiene, siempre obrante sin detenerse

jamás, y mi dulce Jesús saliendo de dentro de mi interior me ha dicho:

"Hija mía, mira el Amor exuberante de mi Voluntad, siempre estable,

siempre obrante, siempre en acto de dar, sin jamás retroceder en lo que

estableció hacer cuando el Fiat Supremo resonó en la Creación, Ella tomó el

empeño de hacer todas las artes, de desempeñar todos los oficios, de hacer

todos los servicios, de tomar cualquier forma para volver feliz al hombre. Es

más, hizo más que madre ternísima disponiendo todas las cosas creadas, casi

como tantos pechos en los cuales Ella se escondía dentro para hacerse

mamar por el hombre, así que se hizo sol para hacerle mamar su luz, se hizo

cielo para hacerle mamar el amor vital de la inmutabilidad, se hizo estrellas

para hacerle chupar la variedad de los bienes que contienen sus obras, se

 

 

1759

hizo agua, plantas y flores para hacerle mamar el agua de la gracia y quitarle

la sed, para hacerle mamar su dulzura y sus castos perfumes; todas las

formas tomó mi Voluntad: De ave, de cordero, de paloma, en suma, de todo,

para ponerse en la boca del hombre y hacerse mamar por él para darle el

bien que cada cosa creada contenía. Sólo una Voluntad Divina que en un

desahogo de su amor creaba todo, podía tomar tantas formas, hacer tantos

oficios, ser tan persistente sin jamás cesar de hacer sus actos. No obstante,

¿quién busca penetrar en cada cosa creada para ver quién es Aquélla que le

ofrece su pecho para dar su leche, para amamantar a las criaturas, para

recrearlas y para volverlas felices? Casi ninguno, Ella se desentraña

continuamente, da su Vida en cada cosa creada para dar vida, y no se dignan

ni siquiera mirarla para ver quién es Aquélla que los ama tanto y es vida de

su vida. Por eso el dolor de mi Voluntad es grande, por tantas ingratitudes

de las criaturas. Por eso con paciencia divina e invencible espera a sus hijos,

que conociéndola arranquen el velo a las cosas creadas que la esconden y

reconozcan el pecho de su Mamá y reconocientes y como verdaderos hijos

suyos mamen esos pechos divinos. He aquí por qué la gloria de toda la

Creación, de toda la Redención, de tu Jesús y del Eterno Fiat sólo estará

completa cuando se peguen a su pecho los hijos de su reino, para mamar sus

tetas y reconociéndola no se despegarán de su seno, y Ella dará todos los

bienes y tendrá la gloria, el contento de ver a todos sus hijos felices, y estos

hijos tendrán el honor, la gloria de copiar en ellos mismos a la Madre que

con tanto amor los tiene en su seno para nutrirlos con su leche divina.

Ahora, mi Voluntad se encuentra en las condiciones como se encuentra el

sol cuando las nubes impiden que la plenitud de su luz, con toda su viveza,

no puede investir la tierra, entonces el sol, por causa de las nubes, no puede

desplegar toda su luz que contiene, como si las nubes impidiesen la gloria al

sol de dar el curso de su luz siempre igual, siempre fija, como de hecho la

da. Así las nubes de la voluntad humana impiden todo el curso que el Sol de

mi Voluntad quisiera hacer hacia ellas, y no pudiendo comunicar todos los

bienes que contiene, tanto por medio de la Creación como directamente, su

gloria queda interceptada por las nubes de la voluntad humana. Pero cuando

conozcan el Fiat Supremo y se den por hijos suyos, estas nubes serán

quitadas y Ella podrá dar los bienes que posee, entonces nuestra gloria será

completa en medio de las criaturas."

 

 

1760

Febrero 6, 1927

Donde está la Voluntad Divina está todo, no hay cosa que huya, y

cómo quien la posee vive en la comunidad de los bienes de su

Creador; amor y felicidad recibe, amor y felicidad da.

Estaba toda sumergida en el Supremo Querer siguiendo sus actos para

constituirme acto de cada criatura, y mi dulce Jesús ha salido de dentro de

mi interior y extendiéndome sus brazos me abrazaba fuerte, estrechándome

toda a Sí. Ahora, mientras Jesús me abrazaba, todas las cosas creadas, el

cielo, el sol, el mar, todos, aun el pequeño pajarito, poniéndose alrededor de

Jesús todos me abrazaban queriendo repetir su acto, hacían como

competencia, ninguno quería quedarse atrás. Yo he quedado confundida al

ver que toda la Creación corría hacia mí para abrazarme, y Jesús me ha

dicho:

"Hija mía, cuando el alma vive en mi Querer y Yo hago un acto hacia

ella, aun un simple beso, una sola palabrita, toda la Creación, comenzando

por la Soberana Reina hasta el último de los más pequeños seres, todos se

ponen en movimiento para repetir mi acto, porque siendo una la Voluntad

del alma, la mía y la de ellos, todos tienen el derecho de mancomunarse

conmigo para hacer la misma cosa que hago Yo. Por eso no soy solo Yo,

sino todos los seres donde existe íntegra mi Voluntad estaban junto conmigo

a abrazarte. Así que cuando hago un acto de más con quien vive en mi

Querer, doy una fiesta nueva a toda la Creación, y cuando hay una fiesta

nueva todos se mueven y están atentos a cuando Yo estoy por hacerte un

don, decirte una palabra, para concurrir junto conmigo, repetir mi acto,

recibir la nueva fiesta y hacerte a ti la fiesta de sus actos. ¿No ha sido fiesta

para ti sentir el abrazo de la Mamá Celestial, el abrazo de la luz del sol, de

las olas del mar, hasta del pequeño pajarito que extendía sus alas para

abrazarte? Hija mía, donde está mi Voluntad está todo, no hay cosa que le

pueda escapar."

Entonces yo continuaba siguiendo sus actos en el Supremo Querer, y

mi dulce Jesús ha agregado:

"Hija mía, quien posee mi Voluntad es como si tuviera concentrado el

Sol en sí mismo, pero no el sol que se ve en lo alto de los cielos, sino el Sol

Divino, aquel mismo Sol que está concentrado en Dios y que alargando sus

rayos se concentra en el alma, así que ella es dueña de la Luz porque posee

dentro de ella la vida de la Luz y todos los bienes y efectos que ella contiene,

por eso goza la comunidad de bienes de su Creador. Todo es en común con

quien posee mi Voluntad: Común es el Amor, común es la Santidad, común

 

 

1761

es la Luz, todo es en común con ella, es más, viéndola como parto de su

Voluntad Divina es ya hija suya, y goza, ama y quiere que sus bienes sean

comunes. Y si esto no pudiese ser, sufriría como un padre pudiese sufrir

porque siendo riquísimo se encuentra en la imposibilidad de poder dar sus

bienes a sus verdaderos y fieles hijos suyos, y entonces no pudiendo dar lo

que él posee, está obligado a verlos pobres; este padre en medio de la

opulencia de sus riquezas moriría de dolor y atormentado en sus amarguras,

porque la alegría del padre es dar y hacer felices a sus hijos de su misma

felicidad. Si tanto pudiese sufrir un padre terreno que no pudiera hacer

común los bienes con sus hijos, hasta morir de dolor, mucho más el Eterno

Creador, más que Padre ternísimo sufriría si no pudiese poner en común sus

bienes con quien posee el Fiat Divino, que como hija suya tiene sus derechos

de poseer la comunidad de los bienes de su Padre, y si no fuese así, chocaría

con aquel Amor que no conoce límites y con aquella Bondad más que

paterna que es el continuo triunfo de todas nuestras obras. Por eso en cuanto

el alma llega a poseer el Fiat Supremo, el primer acto de Dios es de poner en

común sus bienes con ella, y concentrándole su Sol, en la corriente de su

Luz hace descender sus bienes en el fondo del alma y ella toma lo que

quiere, y sobre la misma corriente de la Luz que posee los hace subir de

nuevo a su Creador, como el más grande homenaje de amor y de

reconocimiento, y la misma corriente los hace bajar de nuevo en ella. Así

que suben y descienden continuamente estos bienes, como certeza y sello de

la mancomunidad que entre Creador y criatura hay. Así era el estado de

Adán desde que fue creado hasta que pecó, lo que era nuestro era suyo, la

plenitud de la Luz concentrada en él, en vista de que una era su Voluntad

con la nuestra, le daba la comunidad de nuestros bienes. Cómo nos

sentíamos duplicar nuestra felicidad por causa de la Creación, no por otra

cosa, sino porque veíamos a Adán, nuestro hijo, feliz de nuestra misma

felicidad, porque su voluntad siendo una con la nuestra, la nuestra le hacía

llover a torrentes nuestros bienes y nuestra felicidad, tanto que él, no

pudiéndolos contener todos, porque no tenía la grandeza de su Creador,

mientras se llenaba hasta el borde, hasta derramar fuera, hacía subir todo el

resto a Aquél del cual los recibía, ¿y qué cosa hacía subir de nuevo? Su

amor perfecto que había recibido de Dios, su santidad, su gloria que poseía

en común con Nosotros, como para darnos la paridad de la felicidad, del

amor, de la gloria; felicidad dábamos, felicidad nos daba; amor, santidad y

gloria le dábamos, amor, santidad y gloria nos daba. Hija mía, el poseer una

Voluntad Divina es cosa de hacer quedar maravillado, y la naturaleza

humana no lo puede comprender todo, siente, posee, y no sabe explicarse."

 

 

1762

Febrero 9, 1927

Incapacidad de escribir. Así como el sol da siempre luz, así el Supremo

Querer quiere dar siempre la luz de sus manifestaciones. Qué

pasa cuando se deja de escribir lo que dice Jesús.

 

Sentía que no quería escribir porque me sentía incapaz, y no sólo eso,

sino era tal y tanta la postración de fuerzas que sentía, que no podía hacerlo,

y pensaba entre mí que tal vez no era más Voluntad de Dios que yo

escribiera, de otra manera me daría más ayuda y más fuerza, y además si Él

quiere puede escribir sin mí. Y mi siempre amable Jesús moviéndose en mi

interior me ha dicho:

"Hija mía, el sol da siempre luz, no se cansa jamás de hacer su curso y

de investir la superficie de la tierra, y su triunfo es cuando encuentra la

semilla para hacerla germinar y desarrollarla para multiplicarla, la flor para

darle el color y el perfume, el fruto para darle la dulzura y el sabor. El sol

con el comunicar sus efectos muestra con los hechos que es el verdadero rey

de la tierra, por eso triunfa cuando encuentra a quién poder comunicar sus

efectos y ejercitar su oficio real sobre toda la naturaleza; en cambio donde

no encuentra, en ciertas tierras, ni semillas, ni flores, ni plantas, ni frutos, no

puede comunicar sus efectos, se los tiene todos en él y por eso se siente sin

triunfo, es como un rey sin súbditos, que no puede ejercitar su oficio y por

eso, como indignado porque no puede comunicar sus efectos quema tanto

aquella tierra, que la hace estéril e incapaz de producir un hilo de hierba.

Ahora hija mía, el sol es símbolo de mi Voluntad y Ella por naturaleza suya,

en el alma donde reina quiere hacer su curso de luz, y como su Luz posee

innumerables efectos, no se cansa jamás ni se agota, y por eso quiere

comunicar sus efectos, y es su triunfo cuando encuentra en ti las

disposiciones, en las que más que semillas, flores y frutos puede comunicar

sus efectos, el perfume, el color, su dulzura, que convirtiéndose en

conocimientos que a Ella pertenecen forma el encanto de su jardín, y mi Fiat

Divino más que sol se siente rey que puede ejercitar su oficio real, siente que

no sólo tiene sus súbditos, sino también a su hija, a la que conforme le

comunica sus efectos, sus manifestaciones, así le comunica las semejanzas

de reina, y esto es todo su triunfo, transformar al alma en reina y ataviarla

con las vestiduras reales. Y como todas mis manifestaciones sobre el Fiat

Supremo formarán el nuevo jardín de los hijos de mi reino, por eso quiere

dar siempre con su Luz sus efectos en ti, para formarlo rico y opulento de

todas las especies de flores, frutos y plantas celestiales, de modo que todos,

 

 

1763

atraídos por la variedad de tantas bellezas, se sentirán como raptados y

buscarán vivir en mi reino. Ahora, si en ti faltaran las disposiciones para

recibir las comunicaciones de los efectos del Sol de mi Voluntad y de

sacarlos para escribirlos, para hacer conocer el bien que Ella contiene y sus

inauditos prodigios, mi Voluntad haría como el sol, te quemaría, de modo

que quedarías como tierra estéril e infecunda, y además, ¿cómo puedo

escribir solo, sin ti? Mis manifestaciones deben ser palpables, no invisibles,

deben caer bajo los sentidos de las criaturas, las cosas invisibles el ojo

humano no tiene virtud de mirarlas, sería como si te dijera: ‘Escribe sin

tinta, sin pluma y sin papel.’ ¿No sería absurdo e irrazonable? Entonces

debiendo servir mis manifestaciones para uso de criaturas formadas de alma

y cuerpo, también Yo tengo necesidad de la materia para escribir, y me la

debes prestar tú, así que tú me sirves de tinta, de pluma y de papel, y con

esto formo en ti mis caracteres, y tú sintiéndolos en ti, los haces salir y los

vuelves palpables con escribirlos sobre el papel. Por eso tú no puedes

escribir sin Mí, te faltaría el tema, el sujeto, el dictado delante para copiar,

así que no sabrías decir nada, y Yo no puedo escribir sin ti, me faltarían las

cosas principales para escribir: el papel de tu alma, la tinta de tu amor, la

pluma de tu voluntad. Por eso es un trabajo que debemos hacer juntos y de

acuerdo ambas partes."

Entonces mientras escribía pensaba entre mí: "Antes de escribir

ciertas pequeñas cosas que Jesús me dice, me parecen de poquísima

importancia y por eso no me parece necesario ponerlas en el papel, pero en

el acto de escribirlas, el modo en que Jesús me las ordena en mi interior

cambia la escena y me parecen pequeñas en la apariencia, pero de gran

importancia en la sustancia. Siendo así, ¿qué cuentas darán a Dios quienes

han tenido y tienen autoridad sobre mí cuando no se han impuesto con la

obediencia para hacerme escribir; cuantas cosas he omitido cuando no he

recibido ninguna orden? Y Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:

"Hija, cierto que me darán cuentas. Si creen que soy Yo, la cuenta

será muy minuciosa, porque creer que soy Yo y no tomar en cuenta hasta

una sola palabra, es como si quisieran sofocar un mar de bien para utilidad

de las criaturas, porque mi palabra parte siempre de la fuerza de la potencia

creadora, en efecto, un Fiat dije en la Creación y extendí un cielo tachonado

con innumerables millones de estrellas, otro Fiat y formé el sol; no dije

veinte palabras para formar otras tantas cosas en la Creación, sino un solo

Fiat me bastó. Ahora, mi palabra contiene aun su potencia creadora, y no

pueden saber si mi palabra está dirigida a formar un cielo, una estrella, un

mar, un sol para las almas, por lo tanto no tomándolas en cuenta y no

poniéndolas a la vista de las criaturas, me vienen a rechazar en Mí mismo

 

 

1764

este cielo, este sol, estrellas y mar que podrían hacer tanto bien a las

criaturas, y el daño que vendría será imputado a aquel que no dándole

importancia lo ha sofocado dentro de Mí. Si no creen que soy Yo, peor aun,

porque son tan ciegos que no tienen ojos para ver el Sol de mi palabra, y la

incredulidad lleva a la obstinación y a la dureza del corazón, en cambio el

creer ablanda el corazón y lo dispone a hacerse subyugar por la gracia y a

darle la vista para poder comprender mis verdades."

Febrero 11, 1927

Donde reina la Divina Voluntad Jesús pone en orden las cuerdas de

sus atributos; cómo debe poder decir: Aquí es mi cielo. Los hijos

del Fiat serán reyes y reinas y sólo quien posee el Fiat

Divino tiene el derecho de pedir su reino.

 

Encontrándome en mi habitual estado, mi adorable Jesús me hacía ver

en mi interior muchas cuerdas, una junto a la otra que partían de una esfera

en medio de las cuerdas, bajo la cual había un vacío, y en aquel vacío estaba

mi dulce Jesús que muy frecuentemente tocaba aquellas cuerdas y sonaban,

pero en modo tan armonioso y bello que no se puede describir, y después de

haber tocado su sonatina ha dicho:

"Hija mía, estas cuerdas son símbolo del alma en la cual reina mi

Voluntad, Yo mismo me deleito de formarlas y de ponerlas todas ordenadas;

míralas cómo son bellas, cada cuerda tiene su color distinto, investidas de

luz, de modo que todas juntas forman el más bello arco iris, todo

deslumbrante de luz. ¿Pero quieres saber por qué cada cuerda tiene su color

distinto? Porque cada una de ellas simboliza todas mis cualidades divinas,

esto es, mis atributos, así que he puesto todo en orden: la cuerda del Amor,

la cuerda de la Bondad, la cuerda de la Potencia, de la Misericordia, de la

Fortaleza, de la Sabiduría, de la Pureza, en suma, todo, no he excluido ni

siquiera la cuerda de la Justicia; de modo que cuando quiero amar y ser

amado toco la cuerda del Amor, ¡oh! cómo es dulce su sonido, suave,

penetrante, deleitable, de modo que sacude cielos y tierra, inviste las fibras

más íntimas de todos los seres donde reina mi Querer, y Yo amo y soy

amado, porque el sonido atrae y rapta a todos a amarme, y Yo quedo raptado

por mi mismo Amor, amo y hago salir océanos de amor, este sonido es tan

melodioso que me hace tolerar todo y soportar los graves males del pobre

mundo. Este sonido me hace pasar a tocar la cuerda de la Bondad, y este

sonido llama la atención de todos para recibir los bienes que mi Bondad

 

 

1765

quiere hacer salir, que quiere dar a las criaturas, en este sonido se oyen voces

que hablan y pone atentos a todos, es sonido de sorpresa, de admiración al

oír en ese sonido de voces los bienes que quiero dar, este sonido mientras me

hace sacar mis bienes dispone a las criaturas a recibirlos. Así que cada vez

que quiero poner en oficio un atributo mío, toco la cuerda que le pertenece y

lo pongo en actitud de sonar. ¿Pero sabes por qué he dispuesto en ti todas

estas cuerdas? Porque en donde reina mi Divina Voluntad quiero

encontrarme a todo Yo mismo y todas las cosas que me pertenecen, de modo

que lo que hago en el Cielo debo poder hacerlo en el alma donde domina y

reina mi Fiat Supremo, debo tener mi trono, mis músicas, de modo de poder

hacer vibrar el sonido de la Misericordia para convertir a las almas, el sonido

de la Sabiduría para hacerme conocer, el sonido de mi Potencia y Justicia

para hacerme temer, debo poder decir, aquí es mi Cielo."

Después de esto estaba haciendo mi giro en la Creación, y mientras

imprimía mi te amo en cada cosa, pedía que en virtud de aquella Voluntad

Divina que las conserva bellas e íntegras viniera el reino del Fiat Supremo

sobre la tierra, pero mientras esto hacía pensaba entre mí: "Las cosas

creadas son inanimadas, por lo tanto no tienen virtud de pedir un reino tan

santo." Pero mientras esto pensaba, mi amado Jesús ha salido de dentro de

mi interior y me ha dicho:

"Hija mía, es verdad que las cosas creadas son sin alma, pero dentro

de cada una de ellas corre la Vida de mi Voluntad y sólo en virtud de Ella se

conservan bellas como fueron creadas. Ahora, las cosas creadas son todas

nobles y reinas, pertenecientes todas a mi familia real, y en virtud de mi

Voluntad que las anima y de los actos que ejercita mi Voluntad en ellas

tienen el derecho de pedir que venga mi reino, porque es también reino de

ellas. Para pedir con derecho que venga el reino del Fiat Divino es necesario

que sea una de nuestra familia, en la cual nuestra Voluntad tiene su primer

puesto, su trono, su Vida; he aquí por qué primero te he hecho nacer en Ella,

para que pudiera tener sus derechos de paternidad sobre ti, y tú pudieras

tener los derechos de hija, para poder tener los derechos de pedirle su reino,

y no sólo tú, sino también en virtud de todas las cosas creadas, esto es, de

todos aquellos innumerables actos que ejercita en toda la Creación, que

venga a la tierra el reino nuestro y vuestro. Hija mía, ¿quién puede aspirar a

tener el derecho de ser rey sino un hijo de rey? Es más, todos ven en él el

derecho de que el reino será suyo, en cambio si se ve aspirar a este puesto a

un siervo, a un aldeano que no pertenece a la familia real y dice que tiene el

derecho de ser rey y que el reino será suyo, a ese tal se le tiene como loco y

merece todas las burlas. Así quien quisiera pedir mi reino y no reina en él

mi Santo Querer, estando en las condiciones de siervo no tiene derecho de

 

 

1766

pedir mi reino, y si lo pide es sin derecho y un simple modo de decir. Ahora

supón que un rey tuviese por hijos cientos y miles de hijos, que todos

pertenecen legítimamente a la familia real, ¿no tienen todos éstos el derecho

de ocupar puestos nobles, convenientes a su condición y de decir que el

reino de nuestro padre es reino nuestro, porque llevamos en nuestras venas

su sangre real? Ahora, en la Creación toda y en los hijos que pertenecerán al

reino del Fiat Divino correrá en ellos más que sangre la Vida de Él, que les

dará el derecho de pertenecer a la familia real y celestial, de modo que todos

serán reyes y reinas, todos ocuparán puestos nobles, dignos de la familia a la

que pertenecen. Por eso tienen más derecho las cosas creadas de que venga

el reino de mi Querer, porque todas son hijas del Cielo y son los actos de mi

misma Voluntad que lo pide en ellas, más que las mismas criaturas, que

haciendo su voluntad se han reducido a la condición de siervas. Así que

cuando tú pides a nombre del cielo, del sol, del mar y de todas las otras

cosas creadas que venga el reino del Eterno Fiat, obligas a mi misma

Voluntad a pedir que venga su reino, ¿y te parece nada que una Voluntad

Divina pida en cada cosa creada porque tú pides su reino? Por eso continua

y no retrocedas. Es más, tú debes saber que es mi misma Voluntad la que te

pone en camino en toda la Creación para tener a su hija en todos sus actos

junto con Ella, para hacerte hacer lo que Ella hace y quiere de ti."

Febrero 13, 1927

Mientras que la Divina Voluntad no sea conocida y no tenga su reino, la

gloria de Dios en la Creación será incompleta. Ejemplo de un rey.

Estaba siguiendo a la Divina Voluntad en sus actos en la Creación, y

en mi mente me vino una duda: "Cómo puede ser que Jesús dice que hasta

que no venga el reino de su Voluntad a la tierra, la gloria de la Creación y

Redención estará incompleta, ¿cómo puede ser esto? ¿No tiene acaso esta

Voluntad Suprema virtud de glorificarse por Sí misma? Cierto que tiene

esta virtud y es más que suficiente para su gloria, sin embargo dice que si su

Voluntad no extiende su reino en medio de las criaturas, su gloria por causa

de la Creación será incompleta." Ahora, mientras esto pensaba, mi adorable

Jesús sorprendiéndome con una luz vivísima que salía de Él me ha dicho:

"Hija mía, la cosa en sí misma es clarísima, que mientras que mi

Voluntad no sea conocida y no tenga su primer puesto de honor y de

dominio en cada ser salido de nuestras manos creadoras, su gloria estará

siempre incompleta. La razón es clarísima, porque en la Creación nuestra

 

 

1767

finalidad primera fue que saliendo de Nosotros esta Suprema Voluntad, que

bilocándola en toda la Creación se extendía por doquier, en el cielo, en el

sol, en el mar, en la flor, en las plantas, hasta en la tierra y en cada ser salido

de nuestras manos creadoras, constituyéndose vida de todo para formar su

Vida en cada ser, y bilocándose en cada criatura pudiese tener tantas Vidas

suyas y tantos reinos para dominar por cuantas criaturas salían a la luz.

Ahora, mi Voluntad no se ha retirado, no hay punto donde no se extienda su

Vida Divina, no hay criatura que no esté investida por esta Voluntad

Suprema, y mientras se extiende dondequiera e inviste todo y a todos, no

puede formar su Vida; ¡cuántas Vidas Divinas sofocadas en las criaturas,

cuántos le niegan el primer puesto en sus actos, cuántos la posponen por

actos indignos y viles, negándole su dominio! ¿Y te parece poco la

destrucción de tantas Vidas Divinas de esta Voluntad mía en las criaturas?

¿De tantos actos suyos nobles y sublimes que se siente destruir mientras se

sirven de Ella para formar vidas humanas, vidas deplorables, monstruos que

servirán para el infierno? ¿Te parece poco hija mía? El perjuicio que recibe

nuestra gloria por causa de la Creación es grande e incalculable, que ni

siquiera todo el bien de la Redención nos ha podido rehacer, porque con la

misma Redención el hombre no ha regresado a la unidad de nuestra

Voluntad, ni Ella reina completamente en las criaturas; cuántas vidas que se

dicen buenas, santas, mezcladas de Voluntad Divina y humana, por eso

nuestra gloria en la Creación no está completa, sólo estará completa cuando

las cosas creadas por Nosotros sirvan a nuestra misma Voluntad y a aquellos

que le darán el primer puesto de honor, la reconocerán en todas las cosas y

haciéndola reinar en todos sus actos la constituyan Reina absoluta y Rey

dominante. ¿No te parece justo y de derecho que siendo todo de mi

Voluntad y encontrándose por todas partes y por todos como vida primaria

de todo, que todos la reconozcan y todos se vuelvan Voluntad Divina,

perteneciendo todos a Ella? Supón un rey que tuviese su reino, todas las

tierras, las villas, las ciudades, son exclusivamente propiedades suyas, no

hay cosa que a él no pertenezca, no sólo como derecho de que el reino es

suyo sino también como derecho de propiedad de que pertenecen a él.

Ahora, este rey por bondad de ánimo que posee quiere ver a su pueblo feliz

y distribuye gratuitamente sus propiedades, sus villas, sus tierras, dándoles

hasta sus ciudades para que habiten en ellas, de modo que todos pueden ser

ricos abundantemente, cada uno en sus condiciones, y todo este gran bien

que hace a su pueblo es con la única finalidad de que lo reconozcan por su

rey, dándole todos absoluto dominio, y que reconozcan que las tierras

ocupadas por ellos les han sido dadas gratuitamente por el rey, a fin de que

sea glorificado, reconocido y amado por el bien que les ha hecho. Ahora,

 

 

1768

este pueblo ingrato no lo reconoce por su rey, y las tierras que poseen se

toman el derecho de propiedad, desconociendo que fueron dones hechos por

el rey, ¿no vendría entonces este rey a ser defraudado en su gloria por todo

el bien que ha hecho a su pueblo? Y si agregas que se sirven de las tierras

del rey sin darle utilidad: quién no la trabaja, quién quita las más bellas

plantaciones, quién deja secar sus bellos jardines, de modo que se procuran

su infelicidad y miseria, todo esto se agregaría al perjuicio de la gloria del

rey, al deshonor y daría un dolor que nadie podría mitigar. Esto no es más

que una sombra apenas de lo que ha hecho y hace todavía mi Suprema

Voluntad, ninguno nos ha dado ni un céntimo porque recibe el bien del sol,

del mar, de la tierra, sino que todo les damos gratuitamente y sólo para

hacerlos felices y que reconozcan a mi Fiat Supremo que los ama tanto y no

quiere más que amor y dominio. Ahora, ¿quién podría rehacer a ese rey del

perjuicio de la gloria que no le ha dado su pueblo y mitigar su intenso dolor?

Supón también que uno de este mismo pueblo, invistiéndose del justo dolor

de su rey y queriéndolo rehacer de su gloria empieza él, como primero, a

poner bella la tierra que ocupa, de modo de hacerla el más bello y florido

jardín del reino, después dice a todos que su jardín es un don que le ha hecho

el rey porque lo ama, después llama al rey a su jardín y le dice: ‘Estos son

dominios tuyos, es justo que estén todos a tu disposición.’ El rey goza de

esta lealtad y dice: ‘Quiero que seas rey junto conmigo, que reinemos

juntos.’ !Oh! cómo se siente reintegrar la gloria, mitigar el dolor por este tal

de su pueblo. Pero este hombre no se detiene, recorre todos los caminos del

reino y sacudiendo a todos, con su palabra llama a un buen número de

personas a que lo imiten, y forma el pueblo leal que da el derecho de

dominio a su rey. Y el rey se siente rehecho en su gloria y por premio les da

el título de hijos suyos y les dice: ‘Mi reino es vuestro, reinad hijos míos.’

Esta es mi finalidad, que en mi reino no haya siervos, sino hijos y reyes al

igual que Yo. Así será de mi Divina Voluntad. ¡Oh! cómo espera que le sea

dada su gloria completa en la Creación, que sea reconocido que todo es suyo

para poder decir: ‘Todo es vuestro, reinemos juntos.’ Cómo espera que sus

conocimientos sobre el Fiat Supremo recorran los caminos para sacudir, para

llamar, para apresurar que vengan a mi reino y me forme mis verdaderos

hijos a los que pueda dar el título de reyes. Por eso tengo tanto interés que

estas manifestaciones sobre mi Divino Querer sean conocidas, porque se

trata de mi acto más grande, cual es el cumplimiento de mi gloria y el bien

completo de las criaturas."

Febrero 16, 1927

 

 

1769

Donde reina el Fiat pone todo en comunicación; ejemplo de los

esposos. El obrar en la Divina Voluntad es la plenitud de

los actos y el triunfo del acto divino en el humano.

 

Estaba girando en toda la Creación para llevar junto conmigo todas las

cosas creadas delante de la Majestad Suprema como homenajes, alabanzas,

adoraciones, porque son obras de sus manos creadoras, dignas sólo de Aquél

que las ha creado porque están animadas por su Voluntad Divina; pero

mientras esto hacía pensaba entre mí: "Las cosas creadas no se mueven,

están en su lugar, no vienen junto conmigo, por eso es inútil decir que las

llevo junto conmigo, porque ellas no vienen." Mientras esto pensaba mi

dulce Jesús ha salido de dentro de mi interior, y al mismo tiempo me hacía

ver mi pequeña alma, que tenía concentrados en ella tantos rayos, los cuales

tenían la comunicación a cada cosa creada, de modo que ellas estaban en

comunicación conmigo y yo con ellas, pero el punto principal de partida, de

donde salían estos rayos, era Dios, que tenía las comunicaciones con todos y

con todo, y mi amable Jesús me ha dicho:

"Hija mía, donde reina mi Voluntad, con su luz a la cual ninguno

puede resistir porque es inmensa y penetrante, pone todo en comunicación,

cada rayo parte del centro divino en el cual mi Voluntad tiene su sede

principal, los rayos no son otra cosa que los actos que hace salir de Sí el Fiat

Divino, los cuales invistiendo a cada cosa creada forman su vida y otras

tantas sedes secundarias en cada una de ellas. Ahora la cosa es natural, que

en el alma donde Ella reina, conforme forma sus actos en mi Querer, así

todas las cosas creadas en virtud de la luz que las une reciben la

comunicación de aquel acto y sobre el vuelo de la misma luz se unen junto

para seguir el acto que hace el alma donde reina mi Querer, porque una es la

Voluntad que poseen, una es la fuerza, por eso uno es el acto que quieren

hacer, es mi misma Voluntad que mueve todo y vuelve de todos el acto de

uno. Entonces ten la certeza de que a pesar de que las cosas creadas están en

su puesto, todas te siguen, mi misma Voluntad te las pone en camino a fin de

que no estés sola, sino que te acompañen todas. Sucede como en una boda,

que la pareja de los esposos va sola adelante, pero atrás va su séquito en gran

número de los invitados. Tú eres la esposa con la cual mi Voluntad ha

querido formar su real desposorio, ha querido abatir las divisiones, los

obstáculos que existían entre tú y Ella para formar la pareja más feliz que

jamás haya existido; así que para ti y para Ella son días de fiesta, tus actos

animados por el Fiat Divino son invitaciones continuas que haces a todas las

cosas salidas de nuestras manos creadoras. Entonces tu invitación es

 

 

1770

extensísima, no hay quien pueda hacer menos que aceptar, porque es una

Voluntad Divina que llama a todas sus obras a su convite, ni por asomo

queda excluida mi Mamá Celestial y todos se sienten honrados y triunfantes

por asistir a las bodas y de participar en el convite de las bodas de mi

Suprema Voluntad, por eso con ansias esperan tus actos, tus invitaciones, tus

llamadas, para venir a sentarse al banquete y festejar a la pareja de los

esposos. Entonces tú vas delante junto con mi Voluntad ante la Majestad

Suprema, mis obras te siguen detrás; y esto es con justicia, porque al crear

todas las cosas, fue a la criatura a quien dimos la supremacía sobre todas

nuestras obras, esto es, a la criatura en quien debía reinar plenamente nuestro

Fiat Divino, no a la criatura degradada por su voluntad, ésta es la última de

todas, no tiene ni derecho ni comunicación; en cambio donde reina mi

Querer tiene el derecho de ser la primera y llamar a todos para hacerse

seguir por todos. Por eso el obrar en Él es el milagro más grande y la

plenitud de todos los actos unidos juntos y el triunfo del acto divino en el

acto humano, porque mi Voluntad era como estéril en medio de las criaturas,

pero ahora ya es feliz por su primera hija, en la cual ve sus tantos partos que

vendrán a la luz, así que no más como madre estéril vivirá en medio de las

gentes, sino como madre fecunda de muchos hijos. Era viuda, porque al

crear al primer hombre se desposó con la naturaleza humana dotándola con

las riquezas inmensas de su Voluntad, sello del desposorio que formaba con

el hombre; pero en cuanto se sustrajo de Ella, quedó viuda durante tantos

siglos, y ahora ha quitado el luto de su viudez y desposándose de nuevo

volvió a ponerse sus vestidos de esposa y ha hecho salir de nuevo en campo

sus dotes, y el sello de estas dotes son sus conocimientos en los cuales hace

don de las riquezas que Ella posee. Por eso hija mía sé atenta a conservar

tus vestiduras de esposa y a gozar los dominios que mi Voluntad te ha dado

en dote."

Febrero 19, 1927

Jesús la invita a luchar. Jesús lucha con sus conocimientos, con los

ejemplos, con las enseñanzas; el alma lucha con recibirlos, con

seguir los actos de su Voluntad en la Creación y Redención.

Estaba siguiendo mi vuelo en el Fiat Divino y mi dulce Jesús se hacía

ver que salía de dentro de mi interior, y entrelazaba sus manos con las mías

invitándome a luchar con Él, yo era pequeña, pequeña, y no me sentía hábil

y fuerte para luchar con Él, mucho más porque salió una voz de dentro de

 

 

1771

una luz que decía: "Es demasiado pequeñita, ¿cómo puede vencer en esta

lucha?" Y Jesús ha respondido: "Más bien porque es pequeña puede

vencer, porque toda la fuerza está en la pequeñez." Yo estaba desconsolada,

no me atrevía a luchar con Jesús, y Él incitándome a la lucha me ha dicho:

"Hija mía, ánimo, inténtalo; si tú vences vencerás el reino de mi

Voluntad, no te debes detener porque eres pequeña, porque he puesto a tu

disposición toda la fuerza de las cosas creadas, así que junto contigo lucha

toda la fuerza que contiene el cielo, el sol, el agua, el viento, el mar, todos

me dan batalla; la hacen junto conmigo para hacerme ceder el reino del Fiat

Divino, la hacen a las criaturas con las armas que cada cosa creada tiene en

su propio puño, para rendirlas a reconocer mi Voluntad, a fin de que la

hagan reinar como la hacen ellas reinar, y queriendo vencer, todas se han

puesto como en orden de batalla, y viendo que las criaturas resisten,

queriendo vencer por fuerza porque tienen con ellas la fuerza de aquella

Voluntad que las anima y domina, con las armas que poseen derriban gentes

y ciudades con tal imperio que ninguno las puede resistir; tú no puedes

comprender toda la fuerza y potencia que contienen todos los elementos, que

si mi Querer no los tuviera como frenados sería tan encarnizada la batalla,

que de la tierra harían ruinas. Ahora, la fuerza de ellas es también tuya, y

por eso tú gira en medio de ellas para ponerlas en orden de batalla, tus actos,

tu pedir continuo el reino del Fiat Supremo llama para poner atenta a toda la

Creación, y mi Voluntad moviéndose en ella pone todos sus actos en oficio

regio para dar y hacer vencer su reino en medio de las criaturas. Por lo tanto

es mi mismo Querer el que lucha, que da batalla con mi misma Voluntad

para el triunfo de su reino. Así que tu lucha está animada por Ella, la cual

tiene fuerza suficiente e irresistible para vencer. Por eso lucha, porque

vencerás; y además, luchar para vencer el reino del Fiat Supremo es la lucha

más santa que puede existir, es la batalla más justa y más de derecho que se

puede hacer, tan es verdad, que mi mismo Querer desde que formó la

Creación empezó esta batalla y esta lucha, y se rendirá sólo cuando venza

completamente. ¿Pero quieres sabes cuándo luchas conmigo y Yo contigo?

Yo lucho cuando te manifiesto los conocimientos sobre mi Eterno Fiat, asíque cada dicho, cada conocimiento, cada semejanza que se refiere a Él, es

una lucha y una batalla que hago contigo para vencer tu voluntad, ponerla en

su puesto creado por Nosotros, llamarla casi por vía de lucha al orden del

reino de mi Divino Querer, y mientras lucho contigo para subyugar tu

voluntad, la inicio en medio de las criaturas. Lucho contigo cuando te

enseño el camino que debes hacer y lo que debes hacer para vivir en mi

reino, las felicidades, las alegrías que debes poseer; en suma, lucho por vía

de luz que contienen mis conocimientos, lucho por vía de amor y con los

 

 

1772

ejemplos más tiernos en modo de no poder resistir a mi lucha, lucho por

medio de las promesas de felicidad y de alegrías sin fin; mi lucha es

persistente y no me canso jamás, ¿pero para vencer qué cosa? Tu voluntad,

y en la tuya a aquellos que reconocerán la mía para vivir en mi reino. Y tú

luchas conmigo cuando recibes mis conocimientos y poniéndolos en orden

en tu alma formas el reino de mi Fiat Supremo en ti, y haciéndome lucha

buscas vencer mi reino. Cada acto tuyo hecho en mi Voluntad es una lucha

que me haces; cada giro que haces por todas las cosas creadas para unirte a

todos los actos que Ella hace en toda la Creación, llamas a toda la Creación a

mover batalla para vencer mi reino, moviendo a mi misma Voluntad

dominante en todas las cosas creadas para dar batalla a mi misma Voluntad

para establecer su reino. Y por eso en estos tiempos, el viento, el agua, el

mar, la tierra, el cielo, están más que nunca todos en movimiento, moviendo

batalla contra las criaturas, sucediendo fenómenos nuevos, y cuántos más

sucederán, destruyendo gentes y ciudades, porque en las batallas es

necesario disponerse a sufrir pérdidas y muchas veces aun por parte de quien

vence; sin batalla no ha habido jamás conquistas de reinos, y si esto ha

habido, no han sido duraderas. Luchas conmigo cuando invistiendo todo lo

que Yo hice y sufrí en mi Humanidad, esto es, en mis lágrimas, en mis penas

más íntimas, en mis oraciones, en mis pasos, en mis palabras y hasta en las

gotas de mi sangre, imprimes tu te amo y por cada uno de mis actos me

pides que venga el reino de mi Fiat Supremo, ¿quién puede decirte la lucha

que me haces? Mueves a mis mismos actos para hacerme batalla para

vencerme a cederte mi reino. Por eso Yo lucho contigo y tú luchas conmigo,

es necesaria esta lucha, tú para vencer mi reino y Yo para vencer tu voluntad

y para iniciar la batalla en medio de las criaturas para establecer el reino de

mi Supremo Querer. Yo tengo mi misma Voluntad, toda su Potencia, Fuerza

e Inmensidad para vencer, tú tienes mi misma Voluntad y a tu disposición

toda la Creación y todo lo que Yo hice de bien en la Redención, para

adiestrar un ejército formidable para mover batalla y vencer el reino del Fiat

Supremo. Mira, también cada palabra que escribes es una lucha que me

haces y un soldado de más que colocas en el ejército que debe vencer el

reino de mi Voluntad. Por eso sé atenta hija mía, que son tiempos de lucha y

es necesario usar todos los medios para vencer."

Febrero 21, 1927

Por qué tanto interés de Jesús en querer

hacer conocer su Voluntad Divina.

 

 

1773

Mi pobre mente se perdía en los tantos conocimientos del Supremo

Querer y pensaba entre mí: "¿Por qué Jesús tiene tanto interés en que se

conozca esta Divina Voluntad y que reine en medio de las criaturas?" Ahora

mientras esto pensaba, mi siempre amable Jesús ha salido de dentro de mi

interior y me ha dicho:

"Hija mía, ¿quieres tú saber por qué tengo tanto interés de hacer

conocer mi Voluntad y que reine en medio de las criaturas? Porque sólo

Ella es el medio para poder rehacer a la criatura y me pone a Mí y a ella en

condiciones, Yo de poder dar y a ella de poder recibir. En tanto que mi

Querer no regrese triunfante y dominante en medio de las criaturas, Yo no

podré dar lo que quiero y en ellas faltará la capacidad, el espacio para poder

recibir lo que puedo y quiero dar, porque sólo mi Voluntad tiene esta virtud,

esta potencia, que poniendo el orden, el equilibrio entre Creador y criatura,

abre todas las vías de comunicación entre ellos. Dios tiene su vía regia para

poder enviar sin peligro sus dones, para poder descender cuando quiera y

llevar en persona los bienes más grandes, y la criatura teniendo el mismo

camino puede recibirlos, o bien, subir para ir a tomar ella misma lo que su

Señor le quiere dar. Por cuán rico y potente fuese un rey, si no encuentra a

quien dar no tendrá jamás el contento, la satisfacción de poder dar, sus

riquezas estarán ociosas, aisladas, abandonadas, él, tal vez vivirá ahogado en

sus riquezas, pero no tendrá jamás el contento, la felicidad de dar y de hacer

gozar de sus bienes a otros, porque no encuentra a quién darlos. Este rey

será un rey aislado, abandonado, sin cortejo, no tendrá quién le sonría, quién

le diga un gracias, no habrá jamás fiesta para él, porque la fiesta se forma

con dar y con recibir. Así que con todas sus riquezas este rey tendrá un

clavo en el corazón, el abandono, la monotonía; será rico pero sin gloria, sin

heroísmo, sin nombre. ¡Qué dolor para este rey con todo y sus riquezas!

Ahora hija mía, la causa por la que hicimos salir fuera la Creación y

creamos al hombre, fue para dar nuestras riquezas, a fin de que a la gloria

interna y felicidad inmensa que teníamos, se uniera la gloria externa de

nuestras obras. Por eso, no estando la criatura en nuestra Voluntad nos la

sentimos lejana, no hay quién nos circunde con su gracias, ni quién nos

sonría de complacencia por nuestras obras. Todo es aislamiento, estamos

circundados por inmensas riquezas, pero como nuestras criaturas están

lejanas de Nosotros no tenemos a quién darlas, no tenemos quién admire

nuestras obras para hacerlas gozar; somos felices, pero por Nosotros

mismos, no hay quién pueda mínimamente turbar nuestra felicidad, pero

estamos obligados a ver la infelicidad de las criaturas, porque estando

separadas de Nosotros, ellas no pueden tomar y Nosotros no podemos dar.

 

 

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La voluntad humana ha formado las barreras, cerró con llave las puertas de

comunicación. El dar es liberalidad, heroísmo, amor; el recibir es gracia, y

la criatura con hacer su voluntad impide nuestra liberalidad, nuestro

heroísmo, nuestro amor, y si alguna cosa se da, es siempre restringida, por

vía de esfuerzos, de intrigas, porque no estando el orden entre ellas y

Nosotros, las cosas no corren libremente. Nosotros no somos capaces de

dolor, nuestro Ser es intangible de todos los males, si fuésemos capaces de

dolor la criatura envenenaría nuestra existencia. He aquí por qué todo

nuestro interés, por qué queremos hacer conocer nuestra Voluntad y que

reine en medio de ellas, porque queremos dar, queremos verlas felices de

nuestra misma felicidad, y sólo nuestra Voluntad puede hacer todo esto,

realizar la finalidad de la Creación y hacernos poner en común nuestros

bienes."

¡Oh! Voluntad de Dios, cómo eres admirable, potente y deseable.

¡Ah! con tu imperio vence a todos, hazte conocer y ríndenos todos a Ti.

Deo Gratias.