VOLUMEN 20
Luisa Piccarreta Volumen 20
I. M. I.
Fiat sempre e in eterno.
Septiembre 17, 1926
Cómo cada cosa creada por Dios tiene su lugar, y quien sale
de la Voluntad de Dios pierde su lugar. Importancia
del reino del Fiat Divino.
Jesús mío, invoco tu Santo Querer a fin de que Él mismo venga a
escribir sobre el papel las palabras más penetrantes y elocuentes, con los
vocablos más aptos para hacerse comprender, de manera de pintar con los
colores más bellos, con la luz más refulgente, con las características más
atrayentes el reino del Fiat Supremo, en modo de infundir en las palabras
que me harás poner en el papel una fuerza magnética y un imán potente que
nadie podrá resistir, para hacerse dominar por tu Santísima Voluntad. Y Tú,
Mamá mía, verdadera Soberana Reina del Fiat Supremo, no me dejes sola,
ven a guiar mi mano, dame la llama de tu corazón materno y mientras
escribo tenme bajo tu manto azul a fin de que pueda cumplir todo lo que mi
amado Jesús quiera de mí.
Me sentía toda investida por el Querer Supremo, el cual atrayéndome
en su luz inmensa me hacía ver el orden de la Creación, cómo cada cosa
estaba en su puesto asignado por su Creador. Mi mente se perdía y quedaba
raptada al ver el orden, la armonía, la magnificencia, la belleza de toda la
Creación, y mi dulce Jesús que estaba conmigo me ha dicho:
"Hija mía, a todo lo que salió de nuestras manos creadoras, a cada
cosa creada le fue asignado su puesto y su oficio distinto, y todas están en su
puesto, alabando con alabanzas incesantes a aquel Fiat Eterno que las
domina, las conserva y les da vida nueva. Así que el conservarse siempre
bellas, íntegras, nuevas, es por el movimiento del Fiat Supremo dominante
en ellas. También al hombre le fue asignado su puesto, su oficio de
soberano sobre todas las cosas creadas, con la diferencia que mientras todas
las otras cosas creadas por Nosotros quedaban tal y como Dios las había
creado, sin cambiarse jamás, ni crecer, ni decrecer, en cambio mi Voluntad
dando al hombre la supremacía sobre todas las obras de nuestras manos, y
queriendo desahogar con él más en amor, le daba el oficio de crecer
28 Este libro ha sido traducido directamente del original manuscrito de Luisa Piccarreta.
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continuamente en belleza, en santidad, en sabiduría, en riqueza, hasta
elevarlo a la semejanza de su Creador, pero siempre debía hacerse dominar,
guiar, para dar campo libre al Fiat Supremo de formar su Vida Divina en él,
para poder formar este continuo crecimiento de bienes y de belleza con la
felicidad sin fin, porque sin mi Voluntad dominante no puede haber ni
crecimiento, ni belleza, ni felicidad, ni orden, ni armonía. Mi Voluntad,
siendo Ella origen, dueña, principio de toda la obra de la Creación, donde
Ella existe tiene virtud de conservar bella su obra, tal y como la hizo salir,
pero donde no existe falta la comunicación de sus humores vitales para
conservar la obra salida de nuestras manos. ¿Ves entonces qué gran mal fue
para el hombre el sustraerse de nuestra Voluntad? Así que todas las cosas,
aun las más pequeñas, tienen su puesto, se puede decir que están en su casa,
al seguro, nadie las puede tocar, poseen la abundancia de los bienes, porque
ese Querer que corre en ellas posee la fuente de todos los bienes, están todas
en el orden, la armonía y la paz de todas. En cambio el hombre con
sustraerse de nuestro Querer perdió su puesto, quedó sin nuestra casa,
expuesto a los peligros, todos lo pueden tocar para hacerle daño, los mismos
elementos son superiores a él porque poseen una Voluntad Suprema,
mientras que él posee una voluntad humana degradada que no sabe darle
otra cosa que miserias, debilidades y pasiones, y como ha perdido su
principio, su puesto, se ha quedado sin orden, desarmonizado con todos y no
goza paz ni siquiera en sí mismo. Así que se puede decir que es el único ser
errante en toda la Creación, que por derecho nada le toca, porque Nosotros
todo damos a quien vive en nuestra Voluntad, porque está en nuestra casa, es
una de nuestra familia; las relaciones, los vínculos de filiación que posee con
el vivir en Ella le dan el derecho a todos nuestros bienes; en cambio quien no
vive de la Vida de Ella, ha roto como de un solo golpe todos los vínculos,
todas las relaciones, por eso es tenida por Nosotros como cosa que no nos
pertenece. ¡Oh! si todos supieran qué significa romper con nuestra Voluntad
y en qué abismo se precipitan, todos temblarían de espanto y harían
competencia para regresar al reino del Fiat Eterno para volver a tomar su
lugar asignado por Dios.
Ahora hija mía, con querer dar de nuevo mi eterna Bondad este mi
reino del Fiat Supremo después de habérmelo rechazado tan ingratamente,
¿no te parece que sea el don más grande que Yo pueda hacer a las
generaciones humanas? Pero para darlo debo formarlo, constituirlo, hacer
conocer de mi Voluntad lo que hasta ahora no se conoce, y tales
conocimientos sobre de Ella, que venzan a aquellos que los conocerán para
que amen, aprecien y deseen venir a vivir en él. Los conocimientos serán las
cadenas, pero ellos mismos, voluntariamente, no forzados, se harán atar; los
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conocimientos serán las armas, las flechas conquistadoras que conquistarán
los nuevos hijos del Fiat Supremo. ¿Pero sabes tú que cosa poseen estos
conocimientos? Poseen la cualidad de cambiar la naturaleza en virtud, en
bien, en Voluntad mía, de modo que los poseerán como propiedad propia."
Entonces yo al oír esto he dicho: "Amor mío, Jesús, si tanta virtud
tienen estos conocimientos sobre tu adorable Voluntad, ¿por qué no los
manifestaste a Adán, a fin de que haciéndolos conocer a sus descendientes,
hubieran amado, apreciado de más un bien tan grande y habría dispuesto los
ánimos para cuando Tú, Divino Reparador, decretaras darnos este gran don
del reino del Fiat Supremo?" Y Jesús retomando la palabra ha agregado:
"Hija mía, Adán, mientras estuvo en el edén terrestre y vivió en el
reino del Supremo Querer, conoció todos los conocimientos, por cuanto a
criatura es posible, de lo que pertenecía al reino que poseía, pero en cuanto
salió de él su inteligencia se oscureció, perdió la luz de su reino y no
encontraba las palabras adecuadas para manifestar los conocimientos que
había adquirido sobre la Suprema Voluntad, porque faltaba en él el mismo
Querer Divino que le proporcionara las palabras necesarias para manifestar a
los demás lo que él había conocido; esto por parte suya, y mucho más que
cada vez que recordaba su sustracción de mi Voluntad, el sumo bien que
había perdido, sentía tal intensidad de dolor de volverlo taciturno, porque
estaba sumergido en el dolor de la pérdida de un reino tan grande y por los
males irreparables causados por eso, y porque por cuanto Adán pudiese
hacer, no le era dado reparar, sino que se necesitaba aquel Dios mismo que
había ofendido para poner remedio. Ahora, por parte de su Creador no tenía
ninguna orden, y por eso no le daba capacidad suficiente para manifestarlo,
porque, ¿en qué aprovecharía manifestar un conocimiento cuando no debía
darles el bien que contenía? Yo sólo hago conocer un bien cuando lo quiero
dar. Pero a pesar de que Adán no habló difusamente sobre el reino de mi
Voluntad, enseñó muchas cosas importantes sobre lo que le pertenecía, tan
es verdad, que en los primeros tiempos de la historia del mundo, hasta Noé,
las generaciones no tuvieron necesidad de leyes, ni hubo idolatrías (no
diversidad de lenguas), sino que todos reconocían un solo Dios (un solo
lenguaje), porque tenían un alto concepto de mi Voluntad; en cambio, por
cuanto más se alejaron de Ella surgieron las idolatrías y empeoraron en
males, y por eso Dios vio la necesidad de dar sus leyes como preservativo a
las humanas generaciones. Y por esto, quien hace mi Voluntad no tiene
necesidad de leyes, porque Ella es vida, es ley y es todo para el hombre. La
importancia del reino del Fiat Supremo es grandísima, y Yo lo amo tanto
que estoy haciendo más que nueva Creación y Redención, porque en la
Creación apenas seis veces fue pronunciado mi Fiat Omnipotente para
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disponerla y sacarla toda ordenada; en la Redención hablé, pero como no
hablé del reino de mi Querer que contiene infinitos conocimientos y bienes
inmensos, por lo tanto no tenía una gran cantidad de palabras que decir,
porque todo lo que enseñé era de naturaleza limitada y con pocas palabras se
hacía conocer. En cambio para hacer conocer mi Voluntad se necesita
mucho hija mía, su historia es larguísima, encierra una eternidad sin
principio y sin fin, por eso por cuanto digo tengo siempre qué decir, y por
eso estoy diciendo, ¡oh! cuánto de más, pues siendo más importante que
todo, contiene más conocimientos, más luz, más grandeza, más prodigios,
por eso son necesarias más palabras. Mucho más, que por cuanto más hago
conocer, tanto más ensancho los confines de mi reino para darlo a los hijos
que lo poseerán. Por eso cada cosa que manifiesto de mi Voluntad es una
nueva creación que hago en mi reino, para hacerla gozar y poseer por
aquellos que tendrán el bien de conocerlo. Por esto se requiere de parte tuya
gran atención en manifestarlas."
Septiembre 20, 1926
Quien no hace la Voluntad de Dios es como una constelación
celestial que sale de su puesto, es como un miembro dislocado.
Ella es día para quien la hace y noche para quien no la hace.
Habiendo terminado de escribir el libro anterior y debiendo comenzar
otro, sentía el peso de escribir, y casi amargada he suspirado, y mi dulce
Jesús moviéndose en mi interior se hacía ver que movía la cabeza y
suspirando me ha dicho:
"Hija mía, ¿qué hay, qué hay, cómo, no quieres escribir?"
Y yo casi temblando al verlo suspirar por causa mía he dicho: "Amor
mío, quiero lo que quieres Tú, es verdad que siento el sacrificio de escribir,
pero por amor tuyo haré todo." Y Jesús ha agregado:
"Hija mía, tú no has comprendido bien qué significa vivir en mi
Voluntad, mientras tú suspirabas, la Creación y todos y hasta también Yo he
suspirado junto contigo, porque para quien vive en Ella, una es la vida, uno
el acto, uno el movimiento, uno el eco, no se puede hacer menos que hacer
la misma cosa, porque Dios es el movimiento primero y todas las cosas
creadas, habiendo salido de un movimiento lleno de vida, no hay cosa que
no posea su movimiento, y todos giran alrededor del movimiento primero de
su Creador, entonces la Creación toda está en mi Voluntad y su giro es
incesante, rápido, ordenado, y quien vive en Ella tiene su puesto de orden en
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medio de ellas, y gira con rapidez junto con todas las cosas creadas sin cesar
jamás. Hija mía, ese suspiro tuyo de pesar, en todas ha formado su eco, ¿y
sabes qué cosa han sentido? Como si una constelación quisiera salir de su
puesto, del orden, del rápido giro en torno a su Creador, y al ver esta
constelación celestial como salir de en medio de ellas, todas han quedado
sacudidas y como obstaculizadas en su giro, pero rápidamente recobradas
por tu pronta adhesión han continuado con orden su rápido giro, alabando a
su Creador que las tiene unidas a Sí para hacerlas girar en torno a Él. ¿Qué
dirías tú si vieras salir una estrella de en medio de las demás y descender a lo
bajo? ¿No dirías: Ha salido de su puesto, no hace más vida común con las
demás, es una estrella perdida? Tal es quien viviendo en mi Voluntad
quisiera hacer la suya, se aparta de su puesto, desciende de la altura de los
Cielos, pierde la unión con la Familia Celestial, se separa de mi Voluntad, se
separa de la Luz, de la Fuerza, de la Santidad, de la semejanza divina, se
separa del orden, de la armonía y pierde la rapidez del giro en torno a su
Creador. Por eso sé atenta, porque en el reino de mi Querer no hay pesares,
amarguras, sino que todo es alegría, no hay cosas forzadas, sino todo es
espontaneidad, como si la criatura quisiera hacer lo que Dios quiere, como si
lo quisiera hacer ella misma."
Yo he quedado espantada al oír esto de mi dulce Jesús, y comprendía
el gran mal que es hacer la propia voluntad y le pedía de corazón que me
diera tanta gracia para no hacerme caer en un mal tan grave. Pero mientras
esto hacía, mi amado Bien ha regresado, pero se hacía ver con sus miembros
casi todos dislocados, que le daban un dolor indecible y arrojándose en mis
brazos me ha dicho:
"Hija mía, estos miembros dislocados que me dan tanto dolor son
todas las almas que no hacen mi Voluntad; Yo con venir a la tierra me
constituí cabeza de la familia humana y ellas son mis miembros, pero estos
miembros venían formados, anudados nuevamente, vinculados, por medio
de los humores vitales de mi Voluntad; conforme Ella corre en ellos, así
vienen puestos en comunicación con mi cuerpo y quedan reafirmados cada
uno en su puesto. Mi Voluntad como médico piadoso no sólo hace correr
sus humores vitales y divinos para formar la circulación necesaria entre la
cabeza y los miembros, sino que les forma su perfecto vendaje para hacer
que queden atados y firmes los miembros bajo su cabeza. Ahora, faltando
mi Voluntad en ellos, falta quien ponga el calor, la sangre, la fuerza, el
mando de la cabeza para volver obrantes los miembros, falta quien los vende
si están dislocados, falta todo, se puede decir que todas las comunicaciones
entre los miembros y la cabeza están rotas, y están en mi cuerpo para darme
dolor. Es sólo mi Voluntad la que pone de acuerdo y en comunicación al
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Creador y a la criatura, al Redentor y a los redimidos, al Santificador y a los
santificados; sin Ella, la Creación, la Redención, son como si fueran nada
para ellos, porque falta quien haga correr la vida y los bienes que contienen;
los mismos Sacramentos les servirán de condena, porque faltando mi
Voluntad en ellos falta quien rompa el velo de los Sacramentos para darles el
fruto y la vida que contienen. Por eso mi Voluntad es todo, sin Ella nuestras
obras más bellas, nuestros prodigios más grandes, quedan extraños a las
pobres criaturas, porque Ella sola es la depositaria de todas nuestras obras y
por lo tanto sólo por medio suyo son dadas a luz a las criaturas. ¡Oh! si
todos supieran qué significa hacer o no hacer mi Voluntad, todos se pondrían
de acuerdo con Ella para recibir todos los bienes posibles e imaginables y la
transmisión de la misma Vida Divina."
Después de esto estaba haciendo mis acostumbrados actos en el
Supremo Querer, y como casi era el alba del día estaba diciendo: "Jesús
mío, amor mío, es ya el principio del día y yo en tu Querer quiero girar por
todas las criaturas, a fin de que resurgiendo de su sueño resurjan todas en tu
Voluntad, para darte la adoración de todas las inteligencias, el amor de todos
los corazones, el resurgimiento de todas sus obras y de todo su ser en la luz
que este día hará resplandecer en todas las generaciones." Mientras esto y
otras cosas decía, mi dulce Jesús se ha movido en mi interior y me ha dicho:
"Hija mía, en mi Voluntad no hay días ni noches, ni albas ni ocasos,
sino que uno es su día, siempre en la plenitud de su luz, y quien vive en Ella
puede decir: ‘Para mí no hay noches, sino siempre es día, por eso uno es mi
día.’ Y conforme obra para cumplir mi Voluntad y para desenvolver su vida
en Ella, forma otras tantas luces fulgidísimas en el día de su vida, que
vuelven más glorioso, más bello, el día de mi Querer donde ella vive.
¿Sabes tú para quién viene formado el día y la noche, el alba y el ocaso?
Para quien ahora hace mi Voluntad y ahora la suya: Si hace la mía forma el
día, si hace la suya forma la noche; quien vive del todo en Ella forma la
plenitud del día, quien no vive del todo sino que sólo con esfuerzo hace mi
Voluntad, forma el alba; quien se lamenta de lo que Ella dispone y quiere
sustraerse, forma el ocaso; y para quien de hecho no hace mi Voluntad, es
siempre noche perenne, principio de aquella noche eterna del infierno que no
tendrá jamás fin."
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Septiembre 23, 1926
Quien debe hacer bienes universales debe suplir
por todos. Tres planos en la Voluntad de Dios.
Estaba fundiéndome toda en el Santo Querer Divino, con la herida en
el alma de no haber visto a mi dulce Jesús, ¡oh! como mientras trataba de
hacer mis actos en su Querer no me lo sentía junto conmigo, me sentía
arrancar un pedazo de mí misma, así que mi pequeña y pobre existencia me
la sentía despedazar sin Jesús, y le pedía que tuviera piedad de mí y que
pronto regresara a mi pobre alma. Entonces, después de mucho esperar ha
regresado, pero muy afligido por causa de la perfidia humana, parecía que
naciones y naciones se peleaban entre ellas, preparando hasta los depósitos
de las armas para combatirse, preparando cosas imprevistas para hacer surgir
los combates. Qué locura, qué ceguera humana, parece que no tienen ya
vista para ver el bien, el orden, la armonía, sino que tienen vista sólo para
ver el mal, y esta ceguera les afecta el cerebro y hacen cosas de locos,
entonces al verlo tan afligido por causa de esto le he dicho: "Amor mío,
deja esta tristeza, Tú les darás luz y no lo harán, y si son necesarias mis
penas, estoy pronta con tal de que estén todos en paz." Y Jesús con dignidad
y severidad me ha dicho:
"Hija mía, te tengo para Mí, para formar en ti mi reino del Fiat
Supremo, no para ellos; te he hecho sufrir hasta demasiado para librar al
mundo, pero su perfidia no merece que Yo te haga sufrir más por su causa."
Y mientras esto decía, parecía que tenía en sus manos una barra de
fierro, en acto de pasarla sobre las criaturas. Yo he quedado espantada y
quería aliviar a Jesús de su aflicción y por eso le he dicho: "Jesús, vida mía,
ocupémonos por ahora del reino de tu Querer, a fin de que te consueles, yo
sé que tu alegría, tu fiesta, es el darte ocasión para hacerte hablar de él, por
eso, junto conmigo corran tus actos en los míos, a fin de que con la luz de tu
Querer invistan más que sol a todas las criaturas, y yo pueda constituirme
acto por cada acto, pensamiento por cada pensamiento, encerraré todo,
tomaré como en un puño todos sus actos para hacer todo lo que ellas no te
hacen, y así encontrarás todo en mí y tu aflicción se alejará de tu corazón."
Y Jesús condescendiendo a mis deseos ha girado junto conmigo y después
me ha dicho:
"Hija mía, qué Potencia contiene mi Voluntad, Ella como luz penetra
dondequiera, se ensancha, se da a cada acto, se multiplica al infinito, pero
mientras hace tantas cosas y se multiplica en cada cosa, queda siempre una,
cual es, conservando todos sus actos sin perder ni uno. Mira hija mía, el
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primer plano hecho en mi Voluntad a nombre y por todas las criaturas, fue
hecho por la Soberana Reina, y obtuvo el sumo bien a todas las criaturas de
hacer descender a la tierra al suspirado Redentor; quien hace por todos, a
nombre de todos y suple por todos, merece bienes universales que pueden
servir a todos.
El segundo plano hecho en la Suprema Voluntad fue hecho por mi
Humanidad, abracé todo y a todos como si fueran uno solo, di satisfacción
por todos, no dejé ningún acto de criatura sin constituir en él el mío, para
hacer que a mi Padre Celestial le fuera completa la gloria, el amor, la
adoración por cada acto de criatura, y esto consiguió el fruto de mi venida
sobre la tierra, mereció la salvación, la santidad a todos; que muchos no la
tomen, la culpa es de ellos, no por falta del donador. Así que mi Vida
consiguió bienes universales a todos, abrió las puertas del Cielo para todos.
El tercer plano en mi Voluntad lo harás tú, y por eso en todas las cosas
que tú haces te hago hacer por todos, abrazar todo, suplir a nombre de cada
uno de los actos de ellos. Tu plano debe igualarse al mío, debe unificarse a
aquél de la Emperatriz Celestial y esto servirá para conseguir el reino del
Fiat Supremo. A quien debe hacer un bien universal nada se le debe
escapar, para vincular el bien que quiere dar a todas las criaturas. Los actos
hechos en mi Voluntad, para suplir a todos, forman dobles cadenas, pero
cadenas de luz que son las más fuertes, las más largas, no sujetas a romperse,
ninguno puede tener la habilidad de romper una cadena de luz, esa es más
que rayo solar que ninguno puede romper, mucho menos impedirle el paso a
donde la largura y anchura del rayo quiere llegar, y estas cadenas de luz
obligan a Dios a dar bienes universales y a la criatura a recibirlos."
Septiembre 26, 1926
La sola palabra Voluntad de Dios contiene un prodigio
eterno. Cómo todo se convierte en amor y oración.
Me sentía toda inmersa en el Querer Supremo, y mi pobre mente
pensaba en tantos admirables efectos que Él produce, y mi siempre amable
Jesús me ha dicho:
"Hija mía, la sola palabra Voluntad de Dios contiene un portento
eterno, que no hay quien lo pueda igualar; es una palabra que abraza todo,
Cielo y tierra. Este Fiat contiene la fuente creadora y no hay cosa de bien
que no pueda hacer salir. Así que quien posee mi Voluntad, en virtud de
Ella adquiere con derecho todos los bienes que este Fiat posee, por eso
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adquiere el derecho a la semejanza de su Creador, adquiere el derecho a la
Santidad Divina, a su Bondad, a su Amor; con derecho cielo y tierra son
suyos, porque todos tuvieron existencia de este Fiat, con razón sus derechos
se extienden sobre todo. Así que el más grande don, la gracia más grande
que puedo dar a la criatura, es darle mi Voluntad, porque con Ella vienen
junto todos los bienes posibles e imaginables, y con derecho, porque todo
pertenece a Ella."
Después mi dulce Jesús se hacía ver que salía de dentro de mi interior
y me miraba, pero fijaba tanto sus miradas en mí, como si quisiera pintarse,
imprimirse dentro de mi pobre alma, y yo al ver esto le he dicho: "Amor
mío, Jesús, ten piedad de mí, ¿no ves cómo soy fea? Tu privación en estos
días me ha vuelto más fea aún, siento que no soy buena para hacer nada, los
mismos giros en tu Querer me resultan dificultosos. ¡Oh! cómo me siento
mal, tu privación es para mí como fuego que consume, que quemándome
todo me quita la vida para obrar el bien, me deja sólo tu Voluntad adorable
que atándome toda a Ella, no me deja querer otra cosa que tu Fiat, ni ver, ni
tocar otra cosa que tu Santísima Voluntad." Y Jesús tomando de nuevo la
palabra ha agregado:
"Hija mía, donde está mi Voluntad todo es santidad, todo es amor,
todo es oración. Así que estando en ti su fuente, tus pensamientos, tus
miradas, tus palabras, tu latido y aun tus movimientos, todos son amor y
oraciones. No es la forma de las palabras lo que forma la oración, no, es mi
Voluntad obrante, que dominando todo tu ser forma de tus pensamientos,
palabras, miradas, latidos y movimientos, tantas fuentecitas que surgen de la
Voluntad Suprema y elevándose hasta el Cielo, en su mudo lenguaje, quien
reza, quien ama, quien adora, quien bendice, en suma, Ella le hace hacer lo
que es santo, lo que pertenece al Ser Divino. Por eso el alma que posee
como vida el Querer Supremo es el verdadero cielo, que aunque fuera mudo
narra la gloria de Dios y se presenta como obra de sus manos creadoras.
¡Cómo es bello ver al alma donde reina mi Querer! Conforme ella piensa,
mira, habla, late, respira, se mueve, así forma las estrellas para adornar su
cielo, para narrar más la gloria de Aquel que la ha creado. Mi Voluntad
abraza como de un solo golpe todo y nada deja escapar al alma de todo lo
que es bueno y santo."
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Septiembre 28, 1926
Gran aflicción de Luisa por la publicación de los escritos, Jesús
quiere la entrega e incita al padre que debe ocuparse de esto.
Me sentía oprimida y como aplastada bajo el peso de una humillación
profunda, porque me había sido dicho que no sólo se publicaría lo que se
refiere a la Voluntad de Dios, sino también lo que se refiere a todas las otras
cosas que me ha dicho mi amable Jesús; era tanto el dolor, que me quitaba
hasta las palabras para poder aducir razones para que no lo hicieran, ni sabía
rogar a mi amado Jesús para que no permitiera esto, todo era silencio dentro
y fuera de mí. Entonces mi amable Jesús moviéndose en mi interior me ha
estrechado a Él para infundirme valor y fuerza, y me ha dicho:
"Hija mía, no quiero que veas como cosa tuya lo que has escrito, sino
que lo veas como cosa mía y como cosa que no te pertenece, tú de hecho no
debes entrar en medio, Yo me encargaré de todo, y por eso quiero que todo
me lo entregues, y conforme escribes quiero que me lo des todo como un
don, a fin de que Yo quede libre de hacer lo que quiero, y para ti, te quede
sólo aquello que te conviene para vivir en mi Voluntad. Yo te he hecho
tantos dones preciosos por cuantos conocimientos te he manifestado, ¿y tú
ningún don me quieres dar?"
Y yo: "Mi Jesús, perdóname, yo no quisiera sentir lo que siento, el
pensar que lo que ha pasado entre Tú y yo deben saberlo los demás me pone
inquieta y me da tal pena, que yo misma no sé explicar, por eso dame la
fuerza, en Ti me abandono y todo a Ti lo dono." Y Jesús ha agregado:
"Hija mía, así está bien, todo esto lo requiere mi gloria y el triunfo de
mi Voluntad, pero el primer triunfo lo quiere, lo exige sobre de ti. ¿No estás
contenta de que tú te vuelvas la victoria, el triunfo de esta Voluntad
Suprema? ¿No quieres tú entonces hacer cualquier sacrificio para hacer que
este reino supremo sea conocido y poseído por las criaturas? También Yo sé
que tú sufres mucho al ver que después de tantos años de secreto entre tú y
Yo y que con tanto celo te he tenido escondida, ahora, al ver salir fuera
nuestros secretos sientes fuertes impresiones, pero cuando lo quiero Yo lo
debes querer también tú, por eso pongámonos de acuerdo y no te
preocupes."
Después de esto me hacía ver al reverendo padre, y Jesús estando
junto a él le ponía su santa mano derecha sobre su cabeza para infundirle
firmeza, ayuda y voluntad diciéndole: "Hijo mío, hazlo pronto, no pierdas
tiempo, yo te ayudaré, estaré junto a ti a fin de que todo vaya bien y según
mi Voluntad. Así como me interesa que mi Voluntad sea conocida y así
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como con paterna bondad he dictado los escritos que se refieren al reino del
Fiat Supremo, así ayudaré a la publicación, estaré en medio de aquellos que
se ocuparán, a fin de que el todo sea regulado por Mí. Por eso, pronto,
pronto."
Octubre 2, 1926
Las generaciones están ligadas entre ellas, y por eso, quién pide,
quién recibe y quién posee. Jesús da de acuerdo a nuestras
disposiciones. Su palabra es nueva creación.
En el Cielo no hay secretos.
Me sentía amargada a lo sumo por la privación de mi dulce Jesús, ¡oh!
cómo me sentía mal, no podía más, pero cuando he llegado como a los
extremos del dolor, se ha movido en mi interior y todo afligido me ha dicho:
"Hija mía, estoy viendo cuánto debo agrandar los confines del reino de
mi Voluntad, para dar la posesión de él a las criaturas; sé que ellas no
pueden tomar la interminabilidad que contiene el reino de mi Querer, porque
no les es dado, como criaturas, abarcar y abrazar una Voluntad
correspondiente a un reino que no tiene confines, porque siendo ella creada,
siempre es restringida y limitada, pero a pesar de que es limitada, según sus
disposiciones Yo dispongo más o menos los bienes, la extensión de los
confines que debe poseer. Por eso estoy viendo a los que vendrán, qué
disposiciones tendrán; estoy viendo a los presentes para ver las disposiciones
que tienen, porque los presentes deben pedir, conseguir, preparar el reino del
Fiat Supremo a los que vendrán, y según las disposiciones de ellos y el
interés de los presentes, así voy ensanchando los confines de mi reino,
porque las generaciones están tan unidas entre ellas, que siempre sucede así,
que una pide, la otra prepara, la otra consigue y otra posee. Así sucedió en
mi venida a la tierra para formar la Redención, no fueron los presentes los
que pidieron, que suspiraron, que lloraron para obtener sus bienes, estos los
gozan y los poseen, sino fueron aquellos que estaban antes de mi venida, y
según las disposiciones de los presentes y las oraciones y disposiciones de
los pasados, Yo ensanchaba los confines de los bienes de la Redención,
porque un bien sólo es dado por Mí cuando puede ser útil a las criaturas,
pero si utilidad no les lleva, ¿en que aprovecharía el darlo? Y esta utilidad
es tomada por ellas si tienen más disposiciones. ¿Pero sabes tú cuándo
ensancho sus confines? Cuando te manifiesto un conocimiento nuevo que se
refiere al reino de mi Voluntad. Por eso antes de manifestártelo doy una
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mirada a todos, para ver sus disposiciones, si les será útil, o bien será para
ellos como no dicho, y viendo que Yo quiero ensanchar de más mis confines
para darles más bienes, más alegrías, más felicidad para poseer, y porque
ellos no están dispuestos, me siento afligido y espero tus oraciones, tus giros
en mi Querer, tus penas para disponer a los presentes y a los futuros, y
después vuelvo a las nuevas sorpresas de mis manifestaciones sobre mi
Voluntad. Por eso cuando no te hablo estoy afligido, mi palabra es el don
más grande, es una nueva creación, y no pudiéndolo sacar de Mí porque las
criaturas no están dispuestas para recibirlo, siento en Mí el peso del don que
quiero dar, y no pudiéndolo dar quedo afligido y taciturno. Y mucho más
crece mi aflicción al verte afligida por causa mía; si tú supieras cómo siento
tu tristeza, cómo se derrama toda en mi corazón, porque mi Voluntad me la
lleva hasta lo íntimo de mi corazón, porque Yo no tengo dos voluntades
reinante, sino una, y como Ésta reina en ti, como consecuencia me trae hasta
dentro de Mí tus aflicciones, por eso ruega y tu vuelo sea continuo en el Fiat
Supremo, a fin de que implores que las criaturas se dispongan y Yo vuelva
de nuevo a tomar la palabra."
Dicho esto ha hecho silencio y yo he quedado más afligida que antes y
sentía todo el peso que sentía Jesús por las indisposiciones de las criaturas,
sentía como si no me debiera hablar más por ahora, pero Jesús queriéndome
consolar de mi aflicción y también para consolarse a Sí mismo, me ha dicho:
"Hija mía, ánimo, ¿crees tú que se conocerá todo lo que ha pasado
entre tú y Yo? No hija mía. Haré conocer lo que será necesario, lo que
pertenece al reino del Fiat Supremo, es más, daré más de lo que tomarán las
criaturas de este mi reino, para darles campo libre de caminar siempre más,
para hacerles agrandar su posesión en el Fiat Supremo, a fin de que jamás
puedan decir basta, ya no tenemos más a dónde llegar, no, no, pondré tal
abundancia que el hombre tendrá siempre para tomar y para agrandar su
camino. Pero a pesar de tal abundancia no todos conocerán nuestros
secretos, como no todos conocen lo que pasó entre Mí y mi Mamá para
formar el reino de la Redención, las gracias sorprendentes, los favores
innumerables; lo conocerán en el Cielo donde no hay secretos, pero en la
tierra conocieron lo que sobreabundé para su bien. Así haré contigo, si he
mirado ha sido para quien quiera venir a vivir en el reino de mi Voluntad,
pero para ti, para la pequeña hija de mi Querer, para quien ha formado junto
conmigo este reino con tanto sacrificio, ¿acaso podrá mi amor decirte basta,
negarte la palabra, no derramar en ti el continuo flujo de mis gracias? No,
no puedo pequeña hija mía, no es de la naturaleza de mi corazón, ni de mi
Voluntad que contiene un acto continuado, jamás interrumpido de dar y
siempre dar nuevas sorpresas a quien no conoce otra vida sino la suya. Y si
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me ves taciturno no es por ti, porque entre tú y Yo no hay necesidad de
palabras para entendernos; vernos es comprendernos, y todo Yo me vierto en
ti y tú en Mí, y con verterme Yo vierto en ti nuevas gracias y tú las tomas,
porque lo que es necesario para ti que debes ser como causa primaria para
formar el reino del Fiat Eterno, no será necesario para quien sólo debe vivir
en él. Contigo no se trata sólo de vivir, sino de formarlo, y por eso tu Jesús
debe abundar tanto, para darte las materias primas para la formación de un
reino tan santo. Esto sucede también en el bajo mundo, quien debe formar
un reino tiene necesidad de muchos medios, de muchas materias primas, en
cambio quien debe formar una sola ciudad tiene necesidad de menos, y
quien llega sólo a habitar en ella, con poquísimos medios puede vivir en esta
ciudad, y los sacrificios que debe hacer quien debe formar un reino, no son
necesarios para quien se decide a querer vivir en tal reino. Por eso quiero
sólo que trabajes en la formación del reino del Fiat Supremo, y tu Jesús
pensará en todo lo demás."
Octubre 6, 1926
Martirio nuevo. Quien no hace la Voluntad Divina trunca la
Vida Divina en ella. Privación de los escritos. Jesús la consuela
haciéndole ver todo escrito en el fondo de su alma.
Me encontraba toda inmersa en el vivo dolor de la privación de mi
dulce Jesús y decía entre mí: "Mi Jesús, cómo no tienes compasión de esta
pequeña hija tuya, que en cuanto se siente privada de ti se siente arrancar la
vida; no es solamente una pena que siento, que sería más tolerable, sino que
es vida lo que me siento faltar; soy pequeña, soy débil, y si no por otra cosa,
al menos por mi extrema pequeñez deberías tener compasión de esta pobre
pequeña, que está casi en continuo acto de sentirse faltar la vida y de
retomarla para sentirse de nuevo morir. Mi Jesús, amor mío, ¿qué martirio
nuevo es éste? Martirio jamás sentido, morir tantas y tantas veces y jamás
morir, sentirme faltar la vida sin la dulce esperanza de tomar el vuelo hacia
mi patria celestial." Ahora, mientras esto pensaba, mi siempre amable Jesús
se ha movido en mi interior y con acento tierno me ha dicho:
"Pequeña hija de mi Querer, ánimo, tú tienes razón que es vida lo que
te sientes faltar, porque privándote de Mí te sientes faltar, terminar la Vida
de tu Jesús en ti, y con razón tú, pequeñita como eres, sientes el duro
martirio de que la vida termina en ti. Pero tú debes saber que mi Voluntad
es Vida, y cada vez que las criaturas no la hacen, la rechazan, es una Vida
Divina que rechazan y que destruyen en ellas, ¿y te parece poco el dolor, el
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martirio continuado de mi Querer al sentirse arrancar como por un golpe de
un fierro asesino tantos actos de Vida que con tanta bondad quiere hacer
surgir en las criaturas? Y en correspondencia de esta Vida Divina truncada
en ellas, hacen surgir la vida de las pasiones, del pecado, de las tinieblas, de
las debilidades. El no hacer mi Voluntad es Vida Divina que pierden las
criaturas, y por eso Ella reinante en ti te hace sentir, con privarte de Mí, el
dolor de tantas Vidas Divinas que le truncan las criaturas, para repararse y
rehacerse en ti todos estos actos de Vida que le hacen perder. ¿No sabes tú
que para formar el reino del Fiat Divino debe encontrar en ti tantos actos
suyos por cuantos ha perdido? Y por eso la alternativa de mi presencia y de
mi ausencia, para darte ocasión de hacerte formar tantos actos de sumisión a
mi Voluntad, para hacer reentrar en ti estos actos de Vida Divina que los
demás han rechazado. Y además, ¿no te acuerdas que Yo te pedí cuando te
manifesté tu misión sobre el Fiat Eterno, el sacrificio de sufrir tantas muertes
por cuantas criaturas salían a la luz del día, por cuantos habían rechazado la
Vida de mi Voluntad? ¡Ah! hija mía, el no hacer mi Voluntad es Vida
Divina que rechazan las criaturas, no es como no practicar las virtudes,
donde rechazan las gemas, las piedras preciosas, los ornamentos, los
vestidos, que no queriéndolos se pueden hacer a un lado; en cambio,
rechazar mi Querer es rechazar los medios para vivir, destruir la fuente de la
vida, es el más grande mal que puede existir, y por eso quien hace tanto mal
no merece vivir, es más, merece morir a todos los bienes. ¿No quieres tú
entonces rehacer a mi Voluntad de todas estas Vidas que le han truncado las
criaturas? Y para hacer esto no es suficiente sufrir una pena, sino una falta
de Vida Divina, cual es mi privación. Mi Voluntad para formar su reino en
ti, quiere encontrar en ti todas las satisfacciones que las criaturas no le han
dado, todas sus Vidas que debía hacer surgir en ellas, de otra manera sería
un reino sin fundamento, sin darle los derechos de justicia y sin las debidas
reparaciones. Pero debes saber que tu Jesús no te dejará por mucho tiempo,
porque lo sé también Yo, que no puedes vivir bajo la presión de un martirio
tan duro."
Además de esto me sentía afligida porque habiendo venido el
reverendo padre que debe ocuparse de la publicación de los escritos sobre la
Santísima Voluntad de Dios, quiso que le entregara todos los escritos sin
dejarme ni siquiera aquellos de los que él ya tenía las copias. Entonces el
pensamiento de que las cosas más íntimas entre Jesús y yo estaban fuera y el
no poder ni siquiera volver a ver lo que Jesús me había dicho sobre su Santo
Querer me atormentaba. Y Jesús regresando me ha dicho:
"Hija mía, ¿por qué te afliges tanto? Tú debes saber que lo que te he
hecho escribir en el papel, lo he escrito antes Yo mismo en el fondo de tu
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alma, y después te lo he hecho pasar al papel, es más, hay más cosas escritas
en ti que en el papel, por eso cuando tú sientas la necesidad de volver a ver
lo que se refiere a las verdades del Fiat Supremo, basta que des una mirada a
tu interior y en seguida verás nuevamente lo que quieres, y para que estés
segura de lo que te digo, mira ahora en tu alma y verás todo en orden lo que
te he manifestado."
Mientras esto decía yo he mirado en mi interior y de una sola mirada
veía todo, veía también lo que Jesús me había dicho y yo había omitido
escribir. Entonces di gracias a mi amado Bien y me he resignado,
ofreciéndole todo mi duro sacrificio a Él, y pidiéndole que en compensación
me diera la gracia de que su Voluntad sea conocida, amada y glorificada."
Octubre 9, 1926
El reino de la Voluntad de Dios será una nueva creación.
Gusto de Jesús al oír hablar de su Voluntad.
Estaba según mi costumbre haciendo mi giro en el Querer Supremo y
mi dulce Jesús me hacía ver un globo de luz en mi interior, y conforme
repetía mis actos en el Fiat Divino se hacía más grande y los rayos que de él
salían se hacían más largos, y mi siempre amado Jesús me ha dicho:
"Hija mía, por cuanto más frecuentemente gires en mi Voluntad para
repetir tus actos, tanto más grande se hace la circunferencia del globo de luz,
y por cuanta más fuerza de luz posee, tanto más se pueden extender sus
rayos que deben iluminar el reino del Fiat Eterno. Tus actos fundidos,
perdidos en mi Querer, formarán el sol especial que debe iluminar un reino
tan santo, este sol poseerá la fuerza creadora y conforme extienda sus rayos,
así quedará la marca de su santidad, de la bondad, de la luz, de la belleza y
de la semejanza divina. Quien se haga iluminar por su luz sentirá la fuerza
de una nueva creación continua de alegría, de contentos y de bienes sin fin.
Por eso el reino de mi Voluntad, dominando Ella todos los actos de aquellos
que vivirán en él, será continua creación; así que la criatura estará bajo un
acto nuevo continuado de este Supremo Querer que la tendrá tan absorbida,
que le hará faltar el campo de acción al propio yo. Por eso amo tanto que el
reino de mi Voluntad sea conocido, por el gran bien que recibirán las
criaturas y por el libre campo de acción que Ella tendrá, porque ahora el
Supremo Querer está obstaculizado por el propio yo, en cambio cuando sea
conocido, sus rayos vivificantes, penetrantes y plenos de viva luz, eclipsarán
la voluntad humana, ésta quedará deslumbrada por su luz refulgente y
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viendo el gran bien que le vendrá, dará libertad de acción a mi Voluntad
dándole el total dominio. Así que para mi Voluntad, en este su reino,
empezará una nueva era, una creación continua, pondrá fuera todo lo que
había establecido dar a las criaturas si hubieran hecho siempre su Voluntad,
y que por tantos siglos ha debido tener en Sí como en depósito, para después
sacarlos para bien de los hijos de su reino."
Después de esto he seguido rezando, pero mientras rezaba veía que mi
sumo Bien Jesús, de prisa salía del fondo de mi interior, empujando un bulto
de luz que estaba encima de Él, que lo tenía como eclipsado bajo de ella
dentro de mí, y me impedía el verlo, por eso Él, empujándolo de prisa ha
salido y yo le he dicho: "Jesús mío, ¿qué cosa es esta prisa que tienes? ¿Es
tal vez alguna cosa que te interesa mucho?"
Y Jesús: "Cierto, cierto hija que es la cosa que más me interesa, mira,
he escuchado hasta dentro de ti al padre que se llevó nuestros escritos que
hablaba de mi Voluntad a los que lo rodeaban, con tanto amor que me sentí
herir hasta en el corazón, y por eso he querido salir fuera de ti para
escucharlo, son mis mismas palabras que he dicho sobre mi Voluntad que
me resuenan al oído, escucho mi eco y por eso quiero tomarme todo el gusto
de escucharlo, y quiero que también tú lo tomes por compensación de los
sacrificios que has hecho."
Mientras estaba en esto yo veía que un rayo de luz salía de Jesús, que
se alargaba tanto que llegaba hasta donde se encontraba el reverendo padre,
que invistiéndolo lo hacía hablar y Jesús se consolaba al oír hablar sobre su
adorable Voluntad.
Octubre 12, 1926
Qué significa ser hija primogénita de la Voluntad Divina.
Jesús se siente atraído por la Voluntad Divina a visitaral alma y la dispone a tratar con Él.
Me sentía inmersa en el mar del dolor de la privación de mi sumo Bien
Jesús, y por cuanto lo llamaba girando por cielo y tierra, no me era dado
encontrar a Aquél por quien tanto suspiraba, y por eso las aguas del dolor
creciendo siempre más me ahogaban de penas y de dolor, pero de aquel
dolor que sólo Jesús puede dar y sabe dar a un pobre y pequeño corazón que
ama, y porque es pequeño no puede sostener toda la inmensidad de las aguas
amargas del dolor de su privación, y por eso quedo ahogada y oprimida
esperando a Aquél que tanto anhelo y suspiro. Entonces mientras me
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encontraba toda oprimida, mi siempre amable Jesús se hacía ver en mi
interior, en medio de una nube de luz y me ha dicho:
"Hija primogénita de mi Voluntad, ¿por qué estás tan oprimida? Si tú
piensas en tu gran fortuna tu opresión se irá de ti. ¿Sabes tú qué significa
hija primogénita de mi Voluntad? Significa primera hija en el Amor de
nuestro Padre Celestial y primera de todos en ser amada; significa primera
hija de la gracia, de la luz, primera hija de la gloria, primera hija poseedora
de las riquezas de su Divino Padre, primera hija de la Creación; como hija
primogénita del Supremo Querer contiene todos los vínculos, todas las
relaciones, todos los derechos que conviene a una hija primogénita:
Vínculos de filiación, relaciones de comunicación con todas las
disposiciones de su Celestial Padre, derechos de posesión de todos sus
bienes. Pero esto no es todo, ¿sabes tú qué significa primera hija salida de
mi Voluntad? Significa no sólo ser primera en el Amor y en todas las cosas
de su Creador, sino encerrar en sí todo el amor y todos los bienes de los
demás hijos, así que si los demás poseerán cada uno su parte, ella como
primogénita poseerá todo junto los bienes de los demás, y esto con derecho y
con justicia, porque como primogénita, mi Voluntad a ella todo le confió,
todo donó, por eso en ella se encuentra el origen de todas las cosas, la causa
por la que fue creada la Creación, la finalidad por la que salió en campo la
acción y el Amor Divino. Causa primaria de todo el obrar de un Dios fue
quien debía ser hija primogénita de nuestra Voluntad, por lo tanto, de ella,
como consecuencia, derivan todos los bienes, de ella parten y a ella regresan.
Mira entonces cómo eres afortunada, tú no puedes comprender del todo qué
significa tener el primado en el Amor y en todas las cosas de tu Creador."
Entonces al oír esto le he dicho: "Amor mío, ¿qué dices? Y además,
¿en qué me aprovecha tanta fortuna que Tú dices cuando me privas de Ti?
Todos los bienes se me convierten en amarguras sin Ti, y además, te lo he
dicho tantas veces, que sólo a Ti quiero, porque Tú me bastas por todo, y si
todo tuviera sin ti, todo se me cambia en martirio y en dolor indescriptible.
El amor, la gracia, la luz, la Creación toda me hablan de Ti, me hacen
conocer quién eres Tú, y no encontrándote doy en delirio, en ansias
mortales, por eso el primado, la primogenitura dalas a quien quieras, a mí no
me interesan, si quieres volverme feliz quédate Tú solo conmigo y esto me
basta." Y Jesús ha agregado:
"Hija mía, no debe bastarte sólo Yo, ni quiero que digas que todo lo
demás no te interesa, no, no, si no me basta a Mí el darte sólo a Mí, sino que
te doy también todas mis cosas, si me interesa a Mí que el primado, que la
hija primogénita seas tú, debe interesarte también a ti, ¿y no sabes tú que mi
frecuente venir es porque eres mi hija primogénita? ¿No sabes tú que a
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Adán hasta en tanto que se mantuvo como hijo primogénito de mi Voluntad,
y por consecuencia tenía el primado sobre todo, Yo lo visitaba
frecuentemente? Mi Voluntad reinante en él le suministraba todos los
modos necesarios para entretenerse conmigo como hijo que forma la
consolación de su padre, así que Yo hablaba con él como a un hijo, y él
conmigo como a su padre; pero en cuanto se sustrajo de mi Voluntad perdió
el primado, la primogenitura y junto con eso perdió todos mis bienes, no
sentía ya en él la fuerza de sostener mi presencia, ni Yo me sentía atraído
por una Fuerza y Voluntad Divina para ir a él, por eso todos sus vínculos
conmigo quedaron despedazados, por derecho ya nada le tocaba, y no más
me pudo ver develado sino entre rayos y eclipsado en mi Luz, en aquella
Luz de mi Voluntad que él había rechazado. Ahora, ¿no sabes tú que el
primado que perdió Adán como hijo primogénito de mi Voluntad ha pasado
a ti, y que Yo debo encerrar en ti todos los bienes que debía encerrar en él si
no se hubiese sustraído de mi Voluntad? Por eso Yo te veo como la primera
criatura salida de nuestras manos, porque quien vive en mi Voluntad es
siempre la primera ante su Creador, y a pesar de que en el tiempo haya
nacido después, esto dice nada, en nuestro Querer es siempre primera quien
no ha hecho ninguna salida de dentro de Él. Mira entonces cómo todo te
debe interesar; mi mismo venir es por la Fuerza irresistible de mi Voluntad
que me atrae a ti y te dispone. Por eso quiero suma gratitud por tu gran
fortuna de ser la hija primogénita de mi Voluntad."
Yo no supe qué responder, he quedado confundida y en lo íntimo de
mi alma decía: "Fiat, Fiat."
Octubre 13, 1926
La Divina Voluntad formará el eclipse a la voluntad humana.
Estaba fundiéndome toda en el Santo Querer Divino, y mientras giraba
en Él haciendo mis actos, mi amado Jesús se ha movido en mi interior y me
ha dicho:
"Hija mía, cada acto, oración y pena que el alma hace entrar en la Luz
de mi Voluntad, se transforma en luz y forma un rayo de más en el Sol del
Eterno Querer, estos rayos forman la gloria más bella que la criatura puede
dar al Fiat Divino, de modo que viéndose tan glorificado por su misma Luz,
inviste estos rayos con nuevos conocimientos suyos, que convirtiéndose en
voces, manifiestan al alma otras sorpresas de mi Voluntad. ¿Pero sabes tú
qué cosa le forman estos mis conocimientos a la criatura? Forman el eclipse
de la voluntad humana; por cuanto más fuerte es la luz, por cuantos más
1654
rayos hay, tanto más la voluntad humana queda deslumbrada y eclipsada por
la luz de mis conocimientos, de manera que casi se siente impotente para
obrar y da el campo a la acción de la Luz de mi Voluntad, la voluntad
humana queda ocupada en la acción de la mía y le falta tiempo, lugar para
hacer obrar a la suya; es como el ojo humano cuando mira fijamente al sol,
la fuerza de la luz inviste la pupila y dominándola la hace incapaz de ver
otras cosas, pero a pesar de esto no ha perdido la vista, es la fuerza de la luz
que tiene esta potencia, que a cualquiera que la mira le quita cualquier otro
objeto y no la deja ver otra cosa más que luz. Yo no le quitaré jamás el libre
albedrío a la voluntad humana, don grande dado a las criaturas al crearlas y
que las hacen distinguir si quieren ser verdaderas hijas mías o no; sino que
más bien con la luz de los conocimientos de mi Voluntad formaré más que
rayos solares, que quien quiera conocerlos y mirarlos quedará investido por
esta luz, de modo que la voluntad humana eclipsada sentirá gusto y amor en
mirar la luz, y se sentirá afortunada de que la acción de la luz tome lugar en
vez de la suya, y perderá el amor, el gusto de las demás cosas. Por eso estoy
diciendo tanto sobre mi Voluntad, para formar la luz fuerte, porque por
cuanto más fuerte es, tanto más es el eclipse que forma para tener ocupada a
la voluntad humana. Mira el cielo, es imagen de esto, si tú lo ves de noche,
lo ves tachonado de estrellas, pero si lo ves de día, las estrellas no existen
más para el ojo humano, pero en el cielo continúan en su lugar como están
en la noche; ¿quién ha tenido esta fuerza de hacer desaparecer las estrellas
mientras están en el pleno día? El sol con la fuerza de su luz las ha
eclipsado, pero no las ha destruido, tan es verdad, que en cuanto el sol
empieza su ocaso, así vuelven a hacerse ver en la bóveda del cielo, parece
que tienen miedo de la luz y se esconden para dar el campo a la acción de la
luz del sol, porque saben en su mudo lenguaje que el sol contiene más
efectos de bienes para la tierra y es justo que le den todo el campo a la
acción grande del sol, y que ellas como homenaje a él se hagan eclipsar por
su luz, pero cuando termina el eclipse se dejan ver que están en su lugar.
Así será entre el sol de los conocimientos del Fiat Supremo y entre las
voluntades humanas que se harán iluminar por estos rayos de luz de mis
conocimientos, éstos llevarán el eclipse a las voluntades humanas, las cuales
viendo el gran bien de la acción de su luz, tendrán vergüenza, temor de obrar
con la voluntad humana y darán libre campo a la acción de la Luz del Querer
Divino. Por eso, por cuanto más rezas y sufres en Él, tantos más
conocimientos atraes para manifestarte y más intensa se forma la luz para
poder formar el dulce eclipse a la voluntad humana, así podré establecer el
reino del Fiat Supremo."
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Octubre 15, 1926
En el Cielo se tendrá tanta felicidad por cuanta
Voluntad Divina se encerró en el alma en la tierra.
Continuando mi acostumbrado giro en la Voluntad Suprema decía
entre mí: "Mi Jesús, tu Voluntad abraza y encierra todo, y yo a nombre de la
primera criatura salida de tus manos creadoras hasta la última que será
creada, intento reparar todas las oposiciones de las voluntades humanas
hechas a la tuya, y de tomar en mí todos los actos de tu adorable Voluntad
que las criaturas han rechazado, para corresponderlos todos en amor, en
adoración, de modo que no haya acto tuyo al que no corresponda un acto
mío, para que encontrando en cada acto tuyo mi pequeño acto como
bilocado en el tuyo, Tú quedes satisfecho y vengas a reinar como en triunfo
sobre la tierra. ¿No es tal vez sobre los actos humanos que tu Fiat Eterno
quiere encontrar el apoyo donde dominar? Por eso te ofrezco en cada acto
tuyo, el mío como terreno para hacerte extender tu reino." Ahora, mientras
esto pensaba y decía, mi siempre amable Jesús se ha movido en mi interior y
me ha dicho:
"Pequeña hija de mi Querer, es justo, es necesario, es de derecho de
ambas partes, tanto tuya como de mi Voluntad, que quien es hija suya siga la
multiplicidad de los actos de mi Querer, y Él los reciba en los suyos. Un
padre sería infeliz si no sintiera a su lado a su hijo para ser seguido en sus
actos por él, ni el hijo se sentiría amado por el padre si el padre haciéndolo a
un lado no se hiciera seguir por su hijo. Por eso, hija de mi Voluntad y
recién nacida en Ella significa precisamente esto: ‘Seguir como hija fiel
todos sus actos.’ Porque tú debes saber que mi Voluntad salió en campo de
acción en la Creación en los actos humanos de la criatura, pero para obrar
quiere el acto de la criatura en el suyo para desarrollar su obrar y poder
decir: ‘Mi reino está en medio de mis hijos y propiamente en lo íntimo de
sus actos.’ Porque la criatura por cuanto toma de mi Voluntad, Yo extiendo
mi reino en ella y ella extiende su reino en mi Voluntad, pero según me hace
dominar en sus actos así ensancha sus confines en mi reino, y Yo doy y ella
toma más alegría, más felicidad, más bienes y más gloria, porque está
establecido que en la patria celestial, tanto de gloria, bienaventuranzas, de
felicidad, recibirán por cuanto de mi Voluntad han encerrado en sus almas
en la tierra; su gloria será medida por la misma Voluntad mía que poseerán
sus almas, no podrán recibir más porque su capacidad viene formada por
aquella misma Voluntad Divina que han hecho y poseído mientras vivían
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sobre la tierra, y aunque mi liberalidad quisiera darles más, les faltaría el
lugar donde contenerlas y se desbordarían fuera. Ahora hija mía, de todo lo
que mi Voluntad ha establecido dar a las criaturas, de todos sus actos, hasta
ahora poco han tomado, poco han conocido, porque su reino no ha sido
conocido, mucho menos poseído, por lo tanto en el Cielo no puede dar toda
su gloria completa, ni todas las alegrías y felicidad que posee, porque se
encuentra en medio de hijos incapaces y de pequeña estatura, y por eso
espera con tanto amor y ansia el tiempo de su reino, para tener su total
dominio y dar de su Fiat todo lo que había establecido dar a las criaturas, y
así formarse los hijos capaces para poderles dar todos sus bienes, y sólo
estos hijos en la patria celestial completarán la gloria a todos los
bienaventurados, porque habrán encerrado lo que Ella quería al darle libre
campo de acción y de dominio, por eso tendrán la gloria esencial, porque
tendrán la capacidad y el espacio donde contenerla, los demás, por medio de
éstos tendrán la gloria accidental, y todos gozarán juntos la gloria completa y
la plena felicidad de mi Voluntad. Así que el reino del Fiat Supremo será el
pleno triunfo del Cielo y de la tierra."
Ahora pensaba entre mí: "Nuestro Señor en el Padre Nuestro nos
enseña a decir, a pedir: ‘Hágase tu Voluntad’, ¿entonces por qué dice que
quiere que se viva en Ella?" Y Jesús siempre benigno, moviéndose en mi
interior me ha dicho:
"Hija mía, el ‘Hágase tu Voluntad’ que Yo enseñé a pedir en el Padre
Nuestro, significaba que todos debían pedir que al menos hicieran la
Voluntad de Dios, y esto es de todos los cristianos y de todos los tiempos, no
se puede decir cristiano si no se dispone a hacer la Voluntad de su Padre
Celestial. Pero tú no has pensado en la frase que viene inmediatamente
después: ‘Como en el Cielo así en la tierra.’ Esto significa vivir en el
Querer Divino, significa pedir que venga el reino de mi Voluntad a la tierra
para vivir en él; en el Cielo no sólo hacen mi Voluntad sino que viven en
Ella, la poseen como cosa y reino propio, y si la hicieran y no la poseyeran
no sería plena su felicidad, porque la verdadera felicidad comienza en el
fondo del alma. Hacer la Voluntad de Dios no significa poseerla, sino
someterse a sus órdenes, en cambio vivir en Ella es posesión. Por eso en el
Padre Nuestro está la petición: En las palabras ‘Hágase tu Voluntad’, que
todos hagan la Voluntad Suprema; y en el ‘como en el Cielo así en la tierra’,
que el hombre regrese en aquella Voluntad de donde salió, para readquirir su
felicidad, los bienes perdidos y la posesión de su reino divino."
1657
Octubre 17, 1926
Luisa gira en toda la Creación y Redención y pide el
Fiat. Cómo Éste es la base y fundamento del reino.
Me parece que no puedo hacer menos que seguir mi giro en la
Voluntad Suprema, siento que es mi verdadera casa y sólo estoy contenta
cuando giro en Ella, porque encuentro todo lo que pertenece a mi dulce
Jesús, que en virtud de su Voluntad todo lo que es suyo es también mío. Así
que tengo mucho que dar a mi amado Bien, es más, hay tanto que darle que
no termino jamás de darle todo, por eso me queda siempre el deseo de
regresar a seguir mi giro para poder darle todo lo que pertenece a su
adorable Voluntad; y pensando en el gran bien que lleva al alma el Querer
Supremo, mientras giraba pedía a Jesús que pronto lo hiciera conocer a
todos, a fin de que pudiesen tomar parte en tan grande bien, y para obtener
esto le decía al llegar a cada cosa creada: "Vengo en el sol a hacer compañía
a tu Voluntad reinante y dominante en él, en todo el esplendor de su
majestad, pero mientras te hago compañía en el sol, te ruego que tu Fiat
Eterno sea conocido, y así como reina triunfante en el sol, venga a reinar
triunfante en medio de las criaturas; mira, también el sol te ruega, toda su luz
se convierte en oración y a medida que se extiende sobre la tierra e inviste
con su luz plantas y flores, montes y llanuras, mares y ríos, así ruega que tu
Fiat sea uno sobre la tierra y que se armonice con todas las criaturas. Así
que no soy yo sola quien te lo pide, sino que es la Potencia de tu misma
Voluntad que reina en el sol la que ruega, ruega la luz, ruegan sus
innumerables efectos, los bienes, los colores que contiene, todos ruegan que
tu Fiat reine sobre todos. ¿Puedes Tú resistir a una masa de luz tan grande
que ruega con la Potencia de tu mismo Querer? Y yo, pequeña cual soy,
mientras te hago compañía en este sol, bendigo, adoro, glorifico tu Voluntad
adorable, con la magnificencia y gloria con las que tu misma Voluntad se
glorifica en sus obras. ¿Así que sólo en las criaturas tu Voluntad no debe
encontrar la perfecta gloria de sus obras? Por eso venga, venga tu Fiat."
Pero mientras esto hago, oigo que toda la luz del sol ruega que venga el Fiat
Eterno, esto es, su misma adorable Voluntad que invistiendo la luz ruega, y
yo dejándola en su acto de rogar paso a las otras cosas creadas para hacer mi
pequeña visita, para hacer un poco de compañía a la adorable Voluntad en
cada acto suyo que ejercita en cada cosa creada. Por eso paso en el cielo, en
las estrellas, en el mar, a fin de que el cielo ruegue, las estrellas rueguen, el
mar con su murmullo ruegue que el Fiat Supremo sea conocido y reine
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triunfante sobre todas las criaturas como reina en ellos. Entonces, después
de haber girado sobre todas las cosas creadas para hacer compañía al Fiat
Divino y pedir en cada cosa que venga a reinar sobre la tierra, cómo es bello
ver, oír que toda la Creación ruega que venga su reino en medio de las
criaturas; después desciendo en todo lo que hizo mi Jesús en la Redención,
en sus lágrimas, en sus gemidos infantiles, en sus obras, pasos y palabras, en
sus penas, en sus llagas, en su sangre, hasta en su muerte, a fin de que sus
lágrimas rueguen que venga su Fiat, sus gemidos y todo lo que hizo
supliquen todos en coro que su Fiat sea conocido y que su misma muerte
haga resurgir la Vida de su Voluntad Divina en las criaturas. Mientras esto y
más hacía, pero me alargaría demasiado si quisiera decirlo todo, mi dulce
Jesús estrechándome a Sí me ha dicho:
"Pequeña hija de mi Querer, tú debes saber que mi Voluntad se quedó
reinante en toda la Creación para dar el campo a las criaturas de hacerle
tantas visitas por cuantas cosas creó, quería la compañía de la criatura en el
mudo lenguaje de todo el universo. Cómo es duro el aislamiento de esta
Voluntad tan santa, que quiere santificar y no encuentra a quién participar su
Santidad; tan rica que quiere dar, y no encuentra a quién dar; tan bella, y no
encuentra a quién embellecer; tan feliz, y no encuentra a quién hacer feliz.
Poder dar, querer dar y no tener a quien dar es siempre un dolor y una pena
inenarrable, y para su mayor dolor ser dejada sola. Entonces, al ver entrar a
la criatura en el campo de la Creación para hacerle compañía, se siente
felicitar y cumplirse la finalidad por la que se dejó reinante en cada cosa
creada, pero lo que la vuelve más feliz, más glorificada, es que tú, en cuanto
llegas a cada cosa creada le pides que su Fiat sea conocido y reine sobre
todo, y mueves a mi misma Voluntad en el sol, en el cielo, en el mar, en
todo, a rogar que venga el reino de mi Querer, porque estando en ti mi Fiat,
se puede decir que es Ella misma que ruega y que mueve todas mis obras,
hasta mis lágrimas y suspiros para que venga el reino de mi Voluntad. Tú
no puedes entender qué contento me das, qué impresión es a mi corazón y a
mi misma Voluntad oír a todas nuestras obras que piden, que quieren nuestro
Fiat, y más porque no te veo pedir nada para ti, ni gloria, ni amor, ni gracias,
y viendo tu pequeñez, por la cual no puedes obtener un reino tan grande,
giras en todas mis obras, por todas partes donde se encuentra un acto de mi
Voluntad haciendo su oficio, y haces decir a mi mismo Fiat: ‘Venga tu
reino, ¡ah! haz que sea conocido, amado y poseído por las generaciones
humanas.’ Una Voluntad Divina que ruega junto con nuestras obras, junto
con su pequeña hija, es el más grande portento, es una potencia a la par de la
nuestra que ruega, y el no escucharla favorablemente nos resulta imposible.
¡Cómo es santo, cómo es puro, noble y todo divino, sin sombra de humano
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el reino de nuestra Voluntad! Su base, su fundamento y la profundidad de él
será nuestro mismo Fiat, que extendiéndose por debajo, en medio y sobre
estos hijos de la familia celestial, les volverá firme el paso e inquebrantable
para ellos el reino de mi Voluntad."
Octubre 19, 1926
(Sin título)
Encontrándome en mi habitual estado, mi adorable Jesús se hacía ver
en mi interior, y un sol que descendía del cielo concentrado en su pecho, y
yo conforme rezaba, respiraba, me movía, hacía mis actos en su Querer, así
tomaba luz, y Jesús se agrandaba más en mi alma y ocupaba más lugar; yo
he quedado maravillada al ver que a cada cosa que hacía tomaba luz del
pecho de Jesús, y Él se hacía más grande y se extendía más en mí, y yo
quedaba más llena de Él. Después de esto me ha dicho:
"Hija mía, mi Divinidad es un acto nuevo continuado, y como mi
Voluntad es el régimen de Ella, el desenvolvimiento de nuestras obras, la
portadora de este acto nuevo, por eso posee la plenitud de este acto nuevo y
por eso es siempre nueva en sus obras, nueva en su felicidad, en la alegría y
siempre nueva en las manifestaciones de sus conocimientos. He aquí la
razón por la que te dice siempre cosas nuevas de mi Fiat, porque posee la
fuente de la novedad, y si tantas cosas parece que se asemejan, que se dan la
mano, esto es efecto de la luz interminable que contiene, porque siendo
inseparable parece que todas son luces entrelazadas juntas, y así como en la
luz está la sustancia de los colores, que son como tantos actos nuevos y
distintos che posee la luz, y no se puede decir que es un solo color, sino
todos los colores con la variedad de todos los matices, pálidos, fuertes,
oscuros, pero lo que embellece y vuelve más refulgentes estos colores es
porque están investidos por la fuerza de la luz, de otro modo serían como
colores sin atractivo y sin belleza. Así los tantos conocimientos que te
vienen dados sobre mi Voluntad, como salen de su luz interminable están
investidos de luz y por eso parece que se dan la mano, que se asemejan, pero
en la sustancia son más que colores, siempre nuevos en las verdades, nuevos
en el modo, nuevos en el bien que llevan, nuevos en la santificación que
comunican, nuevos en las semejanzas, nuevos en las bellezas, y tal vez aun
una sola palabra nueva de más que hay en las diversas manifestaciones sobre
mi Voluntad, es siempre un color divino y un acto eterno nuevo que lleva a
la criatura un acto que no termina jamás en la gracia, en los bienes y en la
gloria. ¿Y sabes tú qué significa poseer estos conocimientos sobre mi
1660
Voluntad? Es como si uno tuviera una moneda que tiene virtud de hacer
surgir cuantas monedas quiera, y poseyendo un bien que surge, la pobreza ha
terminado. Así estos mis conocimientos poseen luz, santidad, fuerza,
belleza, riquezas que siempre surgen, así que quien los poseerá tendrá la
fuente de la luz, de la santidad, por eso para ella terminarán las tinieblas, las
debilidades, la fealdad de la culpa, la escasez de los bienes divinos, todos los
males terminarán y poseerán la fuente de la santidad. Mira, esta luz que tú
ves concentrada en mi pecho es mi Suprema Voluntad, que conforme tú
emites tus actos así surge la luz y se te comunica y te lleva los nuevos
conocimientos sobre mi Fiat, los cuales vaciándote me ensanchan el lugar
para poderme distender más en ti, y a medida que me extiendo así va
terminando tu vida natural, tu voluntad, toda tú misma, porque das lugar a la
mía, y Yo me ocupo en formar y extender siempre más el reino del Fiat
Supremo en ti, y tú tendrás más campo para girar en Ella y para ayudarme en
el trabajo de la nueva formación de mi reino en medio a las criaturas."
Entonces yo he continuado mis actos en el cielo interminable del
Querer Divino y tocaba con la mano que todo lo que ha salido del Fiat
Eterno, tanto en la Creación como en la Redención y Santificación, son
tantos seres y cosas innumerables, todos nuevos y distintos entre ellos, a lo
más se semejan, se dan la mano, pero ningún ser o cosa puede decir yo soy
la misma cosa que la otra, aun el más pequeño insecto, la más pequeña flor
tiene la marca de la novedad. Así que pensaba entre mí: "Es realmente
verdad que el Fiat de la Majestad Divina contiene la virtud, la fuente de un
acto nuevo continuado. ¡Qué felicidad hacerse dominar por este Fiat
Omnipotente, estar bajo el influjo de un acto nuevo jamás interrumpido!"
Ahora, mientras esto pensaba, mi dulce Jesús ha regresado y mirándome con
amor indecible llamaba todo en torno suyo, a su señal la Creación toda, los
bienes de la Redención se han encontrado en torno a Jesús y Él vinculaba mi
pobre alma a toda la Creación y Redención para hacerme recibir todos los
efectos de todo lo que ha hecho su adorable Voluntad, y me dijo:
"Hija mía, quien se hace dominar por mi Voluntad está bajo el influjo
de todos sus actos y recibe los efectos y la vida de lo que hizo en la Creación
y en la Redención, todo queda en relación y vinculado con ella."
1661
Octubre 22, 1926
El gran bien que llevará el reino del Fiat Divino. Cómo será
preservativo de todos los males. Así cómo la Virgen, que mientras no
hizo ningún milagro, hizo el gran milagro de dar un Dios a las criaturas,
así será quien debe hacer conocer el reino, hará el gran milagro de
dar una Voluntad Divina.
Estaba pensando en el Santo Querer Divino y decía entre mí: "¿Pero
cuál será el gran bien de este reino del Fiat Supremo?" Y Jesús como
interrumpiendo mi pensamiento y como de prisa, se ha movido en mi
interior diciéndome:
"Hija mía, ¿cuál será el gran bien? ¿Cuál será el gran bien? El reino
de mi Fiat encerrará todos los bienes, todos los milagros, los portentos más
estrepitosos, más bien los sobrepasará a todos juntos, y si milagro significa
dar la vista a un ciego, enderezar a un cojo, sanar un enfermo, resucitar un
muerto, etc., el reino de mi Voluntad tendrá el alimento preservativo, y
cualquiera que entrará en él, no habrá ningún peligro de que pueda
permanecer ciego, cojo y enfermo, la muerte en el alma no tendrá más
poder, y si lo tendrá sobre el cuerpo no será muerte, sino paso, y faltando el
alimento de la culpa y la voluntad humana degradada que produce la
corrupción en los cuerpos, y estando el alimento preservativo de mi
Voluntad, tampoco los cuerpos estarán sujetos a descomponerse y a
corromperse tan horriblemente de infundir temor aun a los más fuertes,
como es ahora, sino que quedarán compuestos en sus sepulcros esperando el
día de la resurrección de todos. Entonces, ¿qué crees tú que sea más
milagro, dar la vista a un pobre ciego, enderezar a un cojo, sanar un
enfermo, o bien tener un medio preservativo para que el ojo no pierda jamás
su vista, que se camine siempre derecho, que se esté siempre sano? Creo
que sea más el milagro preservativo que el milagro después de sucedida la
desventura. Esta es la gran diferencia del reino de la Redención y del reino
del Fiat Supremo, en el primero fue milagro para los pobres desventurados,
como lo es todavía ahora, que yacen, quién en una desventura y quién en
otra, y por eso Yo di el ejemplo también en lo exterior haciendo tantas
diferentes curaciones, que eran símbolo de las curaciones que Yo hacía en
las almas, y que fácilmente regresan a su enfermedad. El segundo será
milagro preservativo, porque mi Voluntad posee la milagrosa Potencia que
quien se hace dominar por Ella no estará sujeto a ningún mal, por lo tanto no
tendrá ninguna necesidad de hacer milagros, porque los conservará siempre
sanos, santos y bellos, dignos de aquella belleza que salió de nuestras manos
1662
creadoras al crear a la criatura. El reino del Fiat Divino hará el gran milagro
de desterrar todos los males, todas las miserias, todos los temores, porque él
no hará el milagro a tiempo y a circunstancia, sino que se mantendrá sobre
sus hijos de su reino con un acto de milagro continuado para preservarlos de
cualquier mal y hacerlos distinguir como hijos de su reino, esto en el alma,
pero también en el cuerpo habrá muchas modificaciones, porque es siempre
la culpa el alimento de todos los males, y quitada la culpa faltará el alimento
al mal, mucho más que mi Voluntad y pecado no pueden existir juntos, por
lo tanto también la naturaleza humana tendrá sus benéficos efectos.
Ahora hija mía, debiendo preparar el gran milagro del reino del Fiat
Supremo, estoy haciendo contigo, como hija primogénita de mi Voluntad,
como hice con la Soberana Reina, Mamá mía cuando preparé el reino de la
Redención, la atraje tanto a Mí, la tuve tan ocupada en su interior para poder
formar junto con Ella el milagro de la Redención, y había tanta necesidad,
tantas cosas que juntos teníamos que hacer, que rehacer, que completar, que
debí ocultar en su exterior cualquier cosa que pudiera llamarse milagro,
excepto su perfecta virtud, con esto la dejé más libre para hacerla navegar el
mar interminable del Fiat Eterno, y así pudiese tener acceso junto a la Divina
Majestad para obtener el reino de la Redención. ¿Qué hubiera sido más, si
la Celestial Reina hubiera dado la vista a los ciegos, la palabra a los mudos y
demás, o bien el milagro de hacer descender al Verbo Eterno sobre la tierra?
Los primeros hubieran sido milagros accidentales, pasajeros e individuales,
en cambio el segundo es milagro permanente y para todos, siempre y cuando
lo quieran; por eso los primeros hubieran sido como una nada comparados al
segundo. Ella fue el verdadero sol que eclipsando todo, eclipsó en Sí al
mismo Verbo del Padre, germinando de su luz todos los bienes, todos los
efectos y milagros que produjo la Redención, pero al igual que el sol,
producía los bienes y los milagros sin hacerse ver o hacerse señalar de que
era Ella la causa primaria de todo. En efecto, todo lo que Yo hice de bien
sobre la tierra, lo hice porque la Emperatriz del Cielo llegó a tener su
imperio en la Divinidad, y con su imperio me trajo del Cielo para darme a
las criaturas.
Ahora, así estoy haciendo contigo para preparar el reino del Fiat
Supremo. Te tengo conmigo, te hago navegar el mar interminable de Él para
darte el acceso junto al Padre Celestial a fin de que le ruegues, lo venzas, lo
imperes, para obtener el Fiat de mi reino. Y para cumplir y consumar en ti
toda la fuerza milagrosa que se necesita para un reino tan santo, te tengo
continuamente ocupada en tu interior en el trabajo de mi reino, te hago girar
continuamente para hacer, para rehacer, para completar todo lo que se
necesita y que todos deberían hacer, para formar el gran milagro de mi reino;
1663
externamente nada dejo aparecer de milagroso en ti, excepto la luz de mi
Voluntad. Algunos podrán decir: ¡Cómo! tantos portentos que manifiesta el
bendito Jesús a esta criatura de este reino del Fiat Divino, los bienes que
traerá sobrepasarán Creación y Redención, es más, será corona tanto de una
como de la otra, y a pesar de tanto bien ninguna cosa milagrosa en el
exterior se ve en ella como confirmación del gran bien de este reino del
Eterno Fiat, mientras que los otros santos, sin el portento de este gran bien,
han hecho milagros a cada paso. Pero si se vuelven hacia atrás a considerar
a mi amada Mamá, la más santa de todas las criaturas, el gran bien que
encerró en Sí y que trajo a las criaturas, non hay quien pueda compararse a
Ella, hizo el gran milagro de concebir en Sí al Verbo Divino y el portento de
dar un Dios a cada criatura. Y delante a este prodigio jamás visto ni oído, de
poder dar al Verbo Eterno a las criaturas, todos los otros milagros unidos
juntos son pequeñas llamitas delante al sol. Ahora, quién debe hacer lo más
no es necesario que haga lo menos, así delante al gran milagro del reino de
mi Voluntad restablecido en medio a las criaturas, todos los otros milagros
serán pequeñas llamitas delante al gran Sol de mi Querer; cada dicho, verdady manifestación sobre Él, es un milagro que ha salido de mi Voluntad como
preservativo de todo mal y para vincular a las criaturas a un bien infinito, a
una gloria más grande, a una nueva belleza toda divina. Cada verdad mía
sobre mi Eterno Querer contiene la Potencia y la virtud prodigiosa, más que
si se resucitase a un muerto, que si sanase a un leproso, que un ciego viese,
que un mudo hablase, porque mis palabras sobre la Santidad y Potencia de
mi Fiat resucitarán a las almas a su origen, las sanarán de la lepra que ha
producido la voluntad humana, les dará la vista para ver los bienes del reino
de mi Voluntad, porque hasta ahora eran como ciegos; les dará la palabra a
tantos mudos, que mientras sabían decir tantas otras cosas, sólo para mi
Voluntad eran como tantos mudos que no tenían palabra; y además el gran
milagro de poder dar una Voluntad Divina a cada criatura, que contiene
todos los bienes. ¿Qué cosa no les dará cuando se encuentre en posesión de
los hijos de su reino? He aquí por qué te tengo toda ocupada en el trabajo de
este mi reino, y hay mucho que hacer para preparar el gran milagro de que el
reino del Fiat sea conocido y poseído. Por eso sé atenta en atravesar el mar
interminable de mi Voluntad, a fin de que venga establecido el orden entre
Creador y criatura, y así podré hacer el gran milagro por medio tuyo, de que
el hombre regrese a su origen de donde salió."
Entonces yo estaba pensando en lo que está escrito arriba,
especialmente en que cada palabra y manifestación sobre la Suprema
Voluntad es un milagro salido de Ella, y Jesús para confirmarme lo que me
había dicho ha agregado:
1664
"Hija mía, ¿qué crees tú que haya sido más milagro cuando vine a la
tierra: Mi palabra, el evangelio que anuncié, o bien que di la vida a los
muertos, la vista a los ciegos, el oído a los sordos, etc.? ¡Ah! hija mía, fue
más grande milagro mi palabra, mi evangelio, mucho más que los mismos
milagros salieron de mi palabra; la base, la sustancia de todos los milagros
salió de mi palabra creadora, los Sacramentos, la misma Creación, milagro
permanente, tuvieron vida de mi palabra, y mi misma Iglesia tiene por
régimen, por fundamento, mi palabra, mi evangelio. Así que fue más
milagro mi palabra, mi evangelio, que los mismos milagros, los cuales si
tuvieron vida, fue por mi palabra milagrosa. Por lo tanto debes estar segura
que la palabra de tu Jesús es el más grande milagro; mi palabra es como
viento impetuoso que corre, golpea el oído, entra en los corazones, calienta,
purifica, ilumina, gira, vuelve a girar de nación en nación, recorre todo el
mundo, gira por todos los siglos; ¿quién puede dar muerte y sepultar una
palabra mía? Ninguno. Y si alguna vez parece que mi palabra calla y está
como escondida, ella no pierde jamás la vida, cuando menos se crea, sale y
gira por todas partes; pasarán los siglos en los cuales todos, hombres y cosas
serán arrollados y desaparecerán, pero mi palabra no pasará jamás, porque
contiene la vida, la fuerza milagrosa de Aquél que la hizo salir. Por eso ten
por seguro que cada palabra y manifestación que te hago sobre el Fiat Eterno
es el más grande milagro, que servirán para el reino de mi Voluntad. He
aquí por que tanto te incito y tanto me interesa que ni siquiera una palabra
mía no sea manifestada y escrita por ti, porque me veo regresar un milagro
mío que tanto bien llevará a los hijos del Fiat Supremo."
Octubre 24, 1926
No hay cosa más santa y portadora de toda felicidad que la
Voluntad Divina. Todos los actos de la Creación y
de la Redención son para establecer
el reino del Fiat Supremo.
Estaba haciendo mi acostumbrado giro en el Querer Divino y en cada
cosa ponía mi te amo y pedía que el reino del Fiat venga y sea conocido
sobre la tierra, y llegando a todos los actos que hizo mi dulce Jesús en la
Redención, pidiendo en cada uno de ellos que venga su reino, pensaba entre
mí: "Antes, cuando giraba, tanto en toda la Creación como en la Redención,
ponía sólo mi te amo, mi adoración, mi gracias, ¿y ahora por qué no puedo
hacer menos que pedir el reino del Fiat? Siento que quisiera arrollar todo, la
1665
cosa más pequeña y la más grande, cielo y tierra, los actos del mismo Jesús y
también a Jesús mismo, y forzarlos a fin de que todo y todos digan junto
conmigo: "Queremos el reino del Fiat Supremo, lo queremos reinante,
dominante en medio de nosotros." Mucho más que todos lo quieren, los
mismos actos de Jesús, su Vida, sus lágrimas, su sangre, sus llagas, dentro
de ellos dicen: "Venga nuestro reino a la tierra." Y yo entro en el acto de
Jesús y repito junto: "Venga pronto el reino del Fiat Divino." Ahora,
mientras esto pensaba, mi amado Jesús ha salido de dentro de mi interior y
con una ternura indecible me ha dicho:
"Hija mía, quien ha nacido en mi Querer siente su Vida correr en ella,
y como connatural quiere para todos lo que ella posee. Y como mi Voluntad
es inmensa y encierra todo y a todos, por eso quien la posee gira por todas
las cosas que Ella encierra, para rogarle y vencerla para que descienda sobre
la tierra a formar su reino. Pero tú debes saber que, tú para tener dominio y
hacerlas decir lo que quieres tú, en todas las cosas que han salido y encierran
mi Voluntad, debías primero conocerlas y después amarlas, a fin de que el
amor te diese el derecho de poseerlas y de hacerlas hacer y decir lo que
quieres tú. He aquí la causa por la que antes, girando en todas mis obras
imprimías tu te amo, te adoro, te agradezco; era el conocimiento de mis
obras que tu hacías y la posesión que tomabas. Ahora, después de la
posesión, ¿qué otra cosa más grande, más santa, más bella, más portadora de
todas las felicidades a las humanas generaciones puedes pedir en medio de
mis obras y junto con ellas, que pedir que venga el reino de mi Voluntad?
Mucho más que tanto en la Creación era el reino del Fiat lo que quería
establecer en medio de las criaturas, como en el reino de la Redención, todos
mis actos, mi misma Vida, el principio, la sustancia, en lo íntimo de ellos era
el Fiat que pedían y por el Fiat eran hechos. Si tú pudieses ver dentro de
cada lágrima mía, de cada gota de mi sangre, de cada pena y en todo mi
obrar, encontrarías dentro el Fiat que pedían y cómo eran dirigidos para el
reino de mi Querer, y si bien aparentemente parecía que eran dirigidos a
redimir y a salvar al hombre, era el camino que hacían para llegar al reino de
mi Voluntad. Esto sucede también a las criaturas cuando se deciden a querer
tomar posesión de un reino, de una casa, de un terreno, no se encuentran en
seguida, en un instante dentro y en posesión, sino que deben recorrer el
camino, quién sabe cuanto sufrir, luchar, subir las escaleras para encontrarse
dentro y después tomar posesión. Hija mía, si en todos los actos y penas que
sufrió mi Humanidad no hubieran tenido por principio, por sustancia, por
vida el restablecimiento del reino de mi Fiat sobre la tierra, me habría
alejado y habría perdido la finalidad de la Creación, lo que no puede ser,
porque Dios cuando se ha puesto una finalidad, debe y puede obtener su
1666
propósito; y si tú en todo lo que haces, sufres y dices no pides mi Fiat, no
tienes por principio, por sustancia mi Voluntad, te alejas y no cumples tu
misión, y es necesario que gires tantas y tantas veces en mi Voluntad, en
medio de mis obras para pedir todos en coro que venga el reino del Fiat
Supremo, a fin de que junto con toda la Creación y con todas mis obras que
hice en la Redención, sea llenada hasta el borde de todos los actos que se
necesitan ante el Padre Celestial para hacer conocer y conseguir el reino de
mi Querer sobre la tierra. Ahora, tú debes saber que toda la Creación, todas
mis obras hechas en la Redención, están como cansadas de esperar y se
encuentran en la condición de una familia noble y rica, todos los hijos son de
justa estatura, bellos en el aspecto, de ingenio no común, van siempre bien
vestidos, con una limpieza maravillosa, son siempre ellos los que hacen la
más bella figura en medio de los demás; ahora, a esta familia, después de
tanta fortuna le llega una desventura, que uno de estos hijos, degradándose,
desciende de su nobleza y va siempre sucio, hace actos indignos y viles que
deshonran la nobleza de la familia, y por cuanto hacen para que figure junto
con los demás hermanos no lo logran, es más, va siempre empeorando hasta
llegar a ser la burla y el hazmerreír de todos. Toda la familia tiene siempre
un dolor, y por cuanto sienten el deshonor de este hijo, no pueden destruir y
decir que no les pertenece y que no ha salido de aquel mismo padre al que
ellos pertenecen. Tal es la condición en la que se encuentra toda la Creación
y todas las obras de mi Redención, todas ellas son una familia celestial, su
origen es la nobleza divina, todas tienen por divisa, por dominio y por vida
la Voluntad de su Padre Celestial, y por eso se mantienen todas en su
nobleza, bellas, decorosas, puras, de una belleza encantadora, dignas de
aquella Voluntad que las posee. A tanta gloria y honor de esta familia
celestial le ha tocado la desventura de que un solo miembro, cual es el
hombre, que ha salido del mismo Padre de ellas, se ha degradado, y en
medio a su tanta gloria y belleza está siempre sucio, hace acciones de tonto,
indignas y viles; pero no pueden negar que les pertenece, pero no lo quieren
en medio de ellos tan sucio y tonto, por eso, como cansadas, todas ruegan
que venga el reino de mi Voluntad en medio a las criaturas, a fin de que en
esta familia una sea la nobleza, el honor y la gloria. Y al ver a la pequeña
hija de mi Voluntad que va en medio de ellas y animándolas pide y hace
pedir a todas que el reino del Fiat Supremo venga en medio de las criaturas,
se sienten todas felices porque su dolor está pronto a terminar."
1667
Octubre 26, 1926
En todos los actos que hizo Jesús, su finalidad
era el reino del Fiat Divino. Adán se siente
volver a dar el honor perdido por él.
Continuaba uniéndome junto con los actos que Jesús hizo en la
Redención, y mi siempre amable Jesús me ha dicho:
"Hija mía, mira como todos los actos que hice al redimir al hombre,
aun mis mismos milagros que hice en mi vida pública, no eran otra cosa que
llamar el reino del Fiat Supremo en medio de las criaturas, en el acto de
hacerlos pedía a mi Padre Celestial que lo hiciera conocer y lo restableciera
en medio de las generaciones humanas. Si daba la vista a los ciegos, mi
primer acto era el de poner en fuga las tinieblas de la voluntad humana,
causa primaria de la ceguera del alma y del cuerpo, y que la luz de la mía
iluminara las almas de tantos ciegos, a fin de que obtuvieran la vista y así
mirar mi Voluntad para amarla, a fin de que también sus cuerpos estuvieran
exentos de perder la vista; si daba el oído a los sordos, primero pedía a mi
Padre que adquirieran el oído para escuchar las voces, los conocimientos, los
prodigios de mi Querer Divino, a fin de que entrase en sus corazones como
camino para dominarlos, a fin de que no más sordos existieran en el mundo,
ni en el alma ni en el cuerpo; también cuando resucité a los muertos pedía
que resucitasen las almas en mi Eterno Querer, también aquellas putrefactas
y vueltas más que cadáveres por la voluntad humana. Y cuando tomé las
cuerdas para arrojar a los profanadores del templo, era a la voluntad humana
que arrojaba, a fin de que entrase la mía, reinante y dominante, para que
fuesen verdaderamente ricos en el alma y no más sujetos a pobreza natural.
Y hasta cuando entré triunfante en Jerusalén, en medio de la muchedumbre,
rodeado de honor y de gloria, era el triunfo de mi Voluntad que establecía en
medio de los pueblos, no hubo un acto que Yo hiciera estando en la tierra, en
que no pusiera mi Voluntad como acto primero para restablecerla en medio
de las criaturas, porque era la cosa que más me importaba. Y si no fuera así,
que en todo lo que obré y sufrí no hubiera tenido como acto primero el reino
del Fiat Supremo para restablecerlo en medio de las criaturas, mi venida a la
tierra hubiera traído a las generaciones humanas un bien a la mitad, no
completo, y la gloria de mi Padre Celestial no habría sido completamente
reintegrada por Mí, porque como mi Voluntad es principio de todo bien, es
finalidad única de la Creación y Redención, por lo tanto es fin de
cumplimiento de todas nuestras obras. Así que sin Ella nuestras obras más
bellas quedan comenzadas y sin cumplimiento, porque es Ella sola la corona
1668
de nuestras obras y el sello de que nuestra obra está cumplida. He aquí por
esto, que por honor y gloria de la misma obra de la Redención, debía tener
como acto primero la finalidad del reino de mi Voluntad."
Después de esto estaba comenzando mi giro en la Divina Voluntad y
poniéndome en el edén terrenal, donde Adán había hecho el primer acto de
sustracción de su voluntad a la Divina, decía a mi dulce Jesús: "Amor mío,
quiero aniquilar mi querer en el tuyo, para que jamás tenga vida, para hacer
que en todo y por siempre tenga vida la tuya, para reparar el primer acto que
hizo Adán, para volver a dar toda aquella gloria a tu Supremo Querer comosi Adán no se hubiera sustraído de Él. ¡Oh! cómo quisiera volver a darle el
honor perdido por él porque hizo su voluntad y rechazó la tuya, y este acto
intento hacerlo por cuantas veces todas las criaturas han hecho su voluntad,
causa de todos sus males y han rechazado la tuya, principio y fuente de todos
los bienes, por eso te ruego que venga pronto el reino del Fiat Supremo, a fin
de que todos, desde Adán hasta todas las criaturas que han hecho su
voluntad, reciban el honor, la gloria perdida y tu Querer reciba el triunfo, la
gloria y su cumplimiento." Ahora, mientras esto decía, mi sumo Bien Jesús
se ha conmovido todo y enternecido, y haciéndome presente a mi primer
padre Adán, ha hecho que él me dijera con un énfasis de amor todo especial:
"Hija bendita, finalmente mi Señor Dios después de tantos siglos ha
hecho salir a la luz del día a aquella que debía pensar en volverme a dar el
honor y la gloria que perdí con hacer, desdichadamente, mi voluntad. Cómo
me siento duplicada mi felicidad, hasta ahora ninguno ha pensado en volver
a darme este honor que perdí, por eso agradezco vivamente a Dios que te ha
hecho salir a la luz, y te agradezco a ti, como hija a mí muy amada, que
hayas tomado el empeño de volver a dar a Dios la gloria como si jamás su
Voluntad hubiese sido ofendida por mí, y a mí el gran honor de que el reino
del Fiat Supremo sea restablecido en medio de las generaciones humanas.
Es justo que te ceda el lugar que a mí me tocaba, como primera criatura
salida de las manos de nuestro Creador."
Después de esto mi amable Jesús estrechándome a Él me ha dicho:
"Hija mía, no sólo Adán sino todo el Cielo esperan tus actos en mi
Querer, a fin de que reciban el honor que les ha quitado su querer humano;
tú debes saber que he puesto más gracia en ti, que no puse en Adán, para
hacer que mi Querer te poseyera y con triunfo te dominara, y el tuyo se
sintiese honrado de no tener jamás vida y cediera el puesto a mi Voluntad.
En él no puse mi Humanidad como ayuda y fuerza suya y como cortejo de
mi Voluntad, porque no la tenía entonces, en ti la he puesto para
suministrarte todas las ayudas que se necesitan para hacer que la tuya esté en
1669
su puesto y la mía pueda reinar, y junto contigo seguir tus giros en mi Eterno
Querer para establecer su reino."
Yo al oír esto, como sorprendida he dicho: "Jesús mío, ¿qué dices?
Me parece que quieres tentarme y burlarte de mí. ¿Será posible que has
puesto más gracia en mí que en Adán?"
Y Jesús: "Cierto, cierto hija mía, debía hacer de modo que tu voluntad
fuera sostenida por una Humanidad Divina para hacer que no vacilara y
estuviera firme en mi Voluntad, por eso no me burlo, sino que te lo digo a
fin de que me correspondas y seas atenta."
Octubre 29, 1926
Nuestro Señor concentraba su Amor hacia el hombre en todas
las cosas creadas por Él. Desahogo de amor al crearlo, y cómo
el Fiat lo hacía vivir a los reflejos de su Creador.
Estaba continuando mi giro en toda la Creación para seguir cada acto
de la Voluntad Suprema en cada una de las cosas creadas, y mi siempre
amable Jesús ha salido de dentro de mi interior para acompañarme en todo el
espacio de la bóveda de los cielos, y conforme llegábamos a cada una de las
cosas creadas, Jesús tenía sobresaltos de alegría y de amor, y después
deteniéndose me ha dicho:
"Hija mía, Yo creé el cielo y concentré mi Amor hacia el hombre en el
cielo, y para darle mayor deleite lo cubrí de estrellas, Yo no amé el cielo,
sino al hombre en el cielo y para él lo creé; cómo fue fuerte y grande mi
Amor al extender sobre la cabeza del hombre esta bóveda azul, adornada de
fulgidísimas estrellas, como un pabellón que ni reyes ni emperadores pueden
tener uno igual. Pero no me contenté con concentrar mi Amor hacia el
hombre en el cielo que debía servir para puro deleite, sino que queriéndome
deleitar en amor con él quise crear el sol, concentrando hacia el hombre
tanto amor en el sol; Yo amaba al hombre en el sol, no al sol, y por eso Yo
ponía en él, amor de necesidad, porque era necesario el sol para la tierra,
pues debía servir a las plantas y al bienestar del hombre, amor de luz que
debía iluminarlo, amor de fuego que debía calentarlo, en todos los efectos
que produce este astro, que son innumerables, milagro continuo que está en
la bóveda de los cielos y que desciende con su luz para bien de todos, tantas
especialidades de amor concentré en el sol hacia el hombre por cuantos
bienes y efectos produce. ¡Oh, si la criatura al menos pusiera atención a mi
Amor que le lleva el sol, cómo me sentiría feliz y correspondido por el gran
1670
amor que he puesto en éste mi relator divino y portador de mi Amor, de mi
luz! Si mi Suprema Voluntad obraba constituyéndose vida en cada cosa
creada, para darse también por medio de ellas como vida a las generaciones
humanas, mi Amor haciendo su camino en mi Eterno Fiat se concentraba
para amarlo, así que en cada cosa creada, en el viento, en el mar, en la
pequeña flor, en el pajarito que canta, en todo, Yo concentraba mi Amor a
fin de que todos le llevaran amor, pero para sentir, comprender y recibir este
mi lenguaje de amor, el hombre debía amarme, de otra manera toda la
Creación habría sido como muda para él y sin vida. Ahora, después de que
creé todo, formé la naturaleza del hombre con mis mismas manos creadoras,
y conforme formaba los huesos, extendía los nervios, formaba el corazón,
así concentraba mi Amor, y después que lo vestí de carne, formándolo como
la más bella estatua que ningún otro artífice podía jamás hacer, lo miré, lo
amé tanto, que no pudiendo contenerlo, mi Amor se derramó, y dándole mi
aliento le infundí la vida; pero no estuvimos contentos, la Trinidad
Sacrosanta dando en excesos de amor quiso dotarlo, dándole inteligencia,
memoria y voluntad, y según su capacidad de criatura lo enriquecimos con
todas las partículas de nuestro Ser Divino. Toda la Divinidad estaba atenta a
amar y a verterse en el hombre; desde el primer instante de su vida sintió
toda la fuerza de nuestro Amor y desde el fondo de su corazón expresó con
su voz el amor a su Creador. ¡Oh! cómo nos sentimos felices al oír que
nuestra obra, la estatua hecha por Nosotros hablaba, nos amaba, y con amor
perfecto. Era el reflejo de nuestro Amor que salía de él, este amor no había
sido contaminado por su voluntad y por eso su amor era perfecto, porque
poseía la plenitud de nuestro Amor. Hasta entonces, de todas las cosas
creadas por Nosotros ninguna cosa nos había dicho que nos amaba, así que
al oír que el hombre nos amaba, nuestra alegría, nuestro contento fue tan
grande, que por cumplimiento de nuestra fiesta lo constituimos rey de todo
el universo y como el más bello joyel de nuestras manos creadoras. Cómo
era bello el hombre en los primeros tiempos de su creación, era nuestro
reflejo, y estos reflejos le daban tanta belleza que raptaba nuestro Amor y lo
volvía perfecto en todos sus actos. Perfecta era la gloria que daba a su
Creador, perfecta su adoración, su amor, sus obras, su voz era tan armoniosa
que resonaba en toda la Creación, porque poseía la armonía divina y de
aquel Fiat que le había dado la vida. Todo era orden en él, porque nuestro
Querer le llevaba el orden de su Creador, lo volvía feliz y lo hacía crecer a
nuestra semejanza, según nuestras palabras: ‘Hagamos al hombre a nuestra
imagen y semejanza.’ Cada acto suyo hecho en la unidad de la luz del Fiat
Supremo era una tinta de belleza divina que adquiría, cada palabra suya era
una nota armoniosa de más que tocaba; todo era amor en él, en todo nos
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ensalzaba nuestra Gloria, nuestra Potencia y Sabiduría infinita, y todo, cielo,
sol y tierra le llevaban las alegrías, felicidad y amor de Aquél que lo había
creado.
Si tú pudieras formar una estatua, según te gustara más, y después
verterte toda tú misma en ella dándole todos los humores vitales, y con el
imperio de tu amor darle la vida, ¿cuánto no la amarías, y cuánto no querrías
que te amase? ¿Cuál no sería tu celo de amor de que toda estuviese a tu
disposición y que ni siquiera un latido tolerarías que no fuera hecho para ti?
¡Ah! tú en tu estatua te mirarías a ti misma, y por lo tanto, en cada pequeña
cosa no hecha para ti sentirías un desgarro hecho a ti misma. Tal soy Yo,
todo lo que la criatura no hace para Mí son tantos desgarros que siento,
mucho más que la tierra que la sostiene es mía, el sol que la ilumina y
calienta es mío, el agua que bebe, el alimento que toma es mío, todo es mío,
vive a expensas mías y mientras todo le doy, ella, mi bella estatua no es para
Mí. ¿Cuál no será entonces mi dolor, la afrenta y la ofensa que me hace esta
estatua? Piénsalo tú misma hija mía. Ahora, tú debes saber que sólo mi
Voluntad puede devolverme mi estatua bella como Yo la hice, porque Ella
es la conservadora de todas nuestras obras y la portadora de todos nuestros
reflejos, de modo que el alma vive de nuestros reflejos, los cuales, si ama, le
suministra la perfección del amor; si obra, la perfección de las obras; en
suma, todo lo que hace, todo es perfecto en ella y esta perfección le da tantas
tintas de varias bellezas, de enamorar al Artífice que la formó. He aquí por
qué amo tanto que el Fiat Supremo sea conocido y forme su reino en medio
de las generaciones humanas, para establecer el orden entre Creador y
criatura, para volver a poner en común nuestros bienes con ella y sólo
nuestra Voluntad tiene este poder, sin Ella no puede haber mucho de bien, ni
nuestra estatua puede regresarnos bella como salió de nuestras manos
creadoras."
Noviembre 1, 1926
Lo que hace el Fiat Supremo en cada cosa
creada y las lecciones que da a las criaturas
para venir a reinar en medio de ellas.
Estaba haciendo mi acostumbrado giro en toda la Creación para poder
amar, glorificar, como ama y glorifica el mismo Fiat Divino en todas las
cosas creadas. Pero mientras esto hacía pensaba entre mí: "Mi dulce Jesús
me hace girar por toda la Creación, como para alcanzar su Voluntad en todos
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sus actos, hacerles compañía, darles un mi te amo, un gracias y un te adoro,
y pedirle que pronto venga su reino, pero yo no sé todo lo que hace este Fiat
Divino en cada cosa creada, quisiera saberlo a fin de que uno sea mi acto
con el suyo." Ahora, mientras esto pensaba, mi siempre amable Jesús, todo
bondad ha salido de dentro de mi interior y me ha dicho:
"Es justo que la pequeña hija de mi Querer sepa lo que hace Aquél de
donde ha salido su origen. Tú debes saber que mi Fiat Eterno no sólo llena
toda la Creación y es vida de cada cosa creada, sino que tiene esparcidas
todas nuestras cualidades en todo lo creado, porque la Creación debía servir
de paraíso terrestre a la familia humana, y por lo tanto debía ser el eco de las
bienaventuranzas y felicidades del Cielo; si no hubiera contenido las alegrías
y contentos de la patria celestial, ¿cómo podía formar la felicidad de la patria
terrestre? Mucho más que una era la Voluntad, tanto la que beatificaba el
empíreo como la que debía hacer feliz la tierra. Ahora, ¿quieres saber qué
cosa hace mi Voluntad en el cielo, en aquel azul que se ve siempre firme y
extendido sobre la cabeza de todos y no hay punto en que no se vea el cielo,
de noche y de día está siempre en su puesto? Mira, nuestra Voluntad tiene
esparcida nuestra eternidad, nuestra firmeza que jamás se cambia, está
siempre en su equilibrio perfecto, que por ninguna circunstancia se cambia
jamás, y mientras ama glorifica nuestra eternidad, nuestro Ser inmutable,
hace feliz a la tierra y dice al hombre: ‘Mira, toma por modelo el cielo que
está siempre extendido sobre tu cabeza, sé siempre firme en el bien como lo
soy Yo, siempre extendida aquí para protegerte, a fin de que también tú
como segundo cielo que está poblado de estrellas, que a tu ojo te parecen tan
unidas al cielo que se puede decir que las estrellas son hijas del cielo, así
también tú si eres firme en el bien, el cielo de tu alma será poblado de
estrellas, como tantos partos e hijas tuyas.’ Así que haciendo tu giro en la
Creación, cuando llegues al cielo, también tú, unida con nuestra Voluntad
ames y glorifiques nuestra eternidad, nuestro Ser inmóvil que jamás se
cambia, y pídele que haga firmes a las criaturas en el bien, a fin de que sean
el reflejo del cielo y gocen la felicidad que lleva un bien continuado y jamás
interrumpido."
Después siguiendo tu giro en el espacio de la Creación llegarás al sol,
astro del cielo más cercano a la tierra, para llevar a las criaturas la fuente de
la felicidad terrestre y las similitudes de las bienaventuranzas y gustos de la
felicidad de la patria celestial. ¿Quieres tú entonces saber qué hace mi
Voluntad en el sol? Glorifica nuestra luz interminable, nuestros gustos
innumerables, ama y glorifica la infinitud de nuestras dulzuras, las
indescriptibles tintas de nuestras bellezas, y con su calor hace eco a nuestro
inmenso Amor. ¡Oh! cómo nos exalta el sol, ama y glorifica nuestro Ser
1673
Divino, y así como nuestra Divinidad develada beatifica con actos siempre
nuevos toda la patria celestial, así el sol, eco fiel de su Creador, portador
celeste de la Majestad Suprema velada por su luz, en la cual mi Voluntad
domina y reina, lleva a la tierra la felicidad terrestre, lleva su luz y su calor,
lleva la dulzura y los gustos casi innumerables a las plantas, a las hierbas, a
los frutos, lleva el color y el perfume a las flores y tantas variadas tintas de
belleza que hacen feliz y embellecen toda la naturaleza. ¡Oh! cómo ofrece el
sol, más bien mi Voluntad en el sol, por medio de las plantas, de los frutos,
de las flores, a las generaciones humanas la verdadera felicidad terrestre, y si
no la gozan plenamente es porque se han separado de aquella Voluntad que
reina en el sol, y la voluntad humana poniéndose en contra de la Divina
destruye su felicidad. Y mi Voluntad velada en la luz del sol, dice al hombre
desde la altura de su esfera, mientras ama y alaba nuestras cualidades
divinas: ‘Sé siempre luz como lo soy Yo en todo lo que tú haces, a fin de
que la luz te convierta todo en calor y llegues a ser como una sola llama de
amor para tu Creador; mírame, con ser Yo siempre luz y calor poseo la
dulzura, tan es verdad que la comunico a las plantas y de las plantas a ti;
también tú, si eres siempre luz y calor poseerás la dulzura divina, no tendrás
más hiel y coraje en tu ánimo, poseerás los gustos y las varias tintas de las
bellezas del Ser Supremo, serás sol al igual que Yo, mucho más que Dios ha
hecho este sol para ti, y tú has sido hecho para Él, por lo tanto es justo que
seas más que sol.’ Ves hija mía cuántas cosas tienes que hacer unida con mi
Voluntad en esa esfera del sol, tienes que alabar, amar y glorificar nuestra
luz, nuestro Amor, nuestras infinitas dulzuras, nuestros gustos innumerables
y nuestra belleza incomprensible, y tienes que conseguir a las criaturas todas
las cualidades divinas que contiene el sol, a fin de que mi Voluntad
encontrando las cualidades divinas, en medio de ellas venga a reinar
develadamente con su pleno triunfo en medio de las generaciones humanas.
Y ahora hija mía, descendamos a la parte baja de la tierra, pongámonos en el
mar donde están acumuladas masas de aguas cristalinas, símbolo de la
pureza divina; estas aguas caminan siempre, no se detienen jamás, no tienen
voz y murmuran, no tienen vida y son fuertes, de modo que forman tan altas
sus olas que arrollan y hacen pedazos naves, gentes y cosas, y después que
han destruido las cosas que han investido, descienden pacíficas en su playa,
como si nada hubieran hecho, continuando su acostumbrado murmullo.
¡Oh! cómo mi Voluntad en el mar alaba, ama y glorifica nuestra Potencia,
nuestra Fuerza, nuestro movimiento eterno que jamás se detiene, y si nuestra
Justicia forma sus justas olas fragorosas para destruir ciudades y gentes,
como mar pacífico después de la tempestad nuestra paz jamás es perturbada,
y mi Voluntad velada por las aguas del mar le dice al hombre: ‘Sé puro
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como estas aguas cristalinas, pero si quieres ser puro camina siempre hacia
el Cielo, de otra manera te corromperías como se corromperían estas aguas
tan puras si no caminaran siempre; el murmullo de tu oración sea continuo si
quieres ser fuerte y potente a la par de Mí, si quieres echar por tierra a los
más fuertes enemigos y a tu voluntad rebelde que me impide develarme y
salir de este mar para venir a reinar en ti y extender en ti el mar pacífico de
mi Gracia.’ ¿Será posible que quieras estar por debajo de este mar que tanto
me glorifica? También tú alaba, ama y glorifica nuestra Pureza, nuestra
Potencia, Fuerza y Justicia, unida con mi Voluntad que te espera en el mar
como a hija suya, nuestro movimiento eterno hacia las criaturas para
hacerles el bien, el murmullo continuo de nuestro Amor por medio de las
cosas creadas, que mientras murmura amor, quiere la correspondencia
continua del murmullo del amor continuo de las criaturas, y pide a mi
Voluntad que les de las cualidades divinas que ejercita en el mar, a fin de
que venga a reinar en medio de aquellos que la tienen rechazada en toda la
Creación. Por eso si quieres saber qué cosa hace mi Voluntad en toda la
Creación, gira en ella, y mi Fiat encontrando a su hija en todas las cosas
creadas, se develará y te dirá lo que hace hacia la Divina Majestad y la
llamada y las lecciones que quiere dar a las criaturas."
Noviembre 2, 1926
Ocultamiento de los propios actos en los actos de la Celestial
Mamá, y cómo la suplen. La Redención servirá no más como
alimento a los enfermos, sino como alimento a los sanos.
Continuaba mi vivir en el Fiat Divino y mientras hacía mis actos en Él
absorbía luz, la cual formando reflejos salían otros tantos hilos de luz, que
formaban una red de luz que se distendía sobre la tierra para tomar a las
criaturas, y Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, cada vez que giras en mi Querer, tanta más luz tomas para
formar la red para atrapar a las criaturas, ¿y sabes tú cuál es esta red? Son
mis conocimientos. Por cuantas más verdades te manifiesto sobre el Fiat
Eterno, tanto más dispongo y ensancho la red para atrapar a las almas que
deben vivir en mi reino, y esto dispone al Señor a dártelas. Cuando giras en
nuestra Voluntad, tus actos en virtud de Ella se vuelven luz y se agrandan
tanto, que tocan la Divinidad y atraen otras luces de verdades en medio de
las criaturas."
1675
Después mientras continuaba mi giro en todo lo que ha sido hecho en
el Querer Supremo, he llegado a todo lo que había hecho mi Mamá Celestial
en Él y le decía: "Soberana Señora, vengo a esconder mi pequeño amor en
el gran mar de tu amor, mi adoración a Dios en el inmenso océano de la
tuya, mis agradecimientos los escondo en el mar de los tuyos, mis súplicas,
mis suspiros, mis lágrimas y penas, los escondo en el mar de los tuyos, a fin
de que el mío y tu mar de amor sean uno solo, mi adoración y la tuya sean
una sola, mis agradecimientos adquieran la grandeza de tus mismos
confines, mis súplicas, lágrimas y penas se vuelvan un solo mar con el tuyo,
a fin de que también yo tenga mis mares de amor, de adoración, etc., a fin de
que así como tu Alteza Soberana consiguió con éstos al suspirado Redentor,
así también yo me presento con todos estos mares delante a la Majestad
Divina para pedirle, para rogarle insistentemente el reino del Fiat Supremo.
Mamá, Reina mía, debo servirme de tu misma vía, de tus mismos mares de
amor y de gracias para vencerlo y hacerle ceder su reino sobre la tierra,
como lo venciste Tú para hacer descender al Verbo Eterno. ¿No quieres Tú
ayudar a tu pequeña hija, dándome tus mares para que pueda obtener que
pronto venga el reino del Fiat Supremo sobre la tierra?" Ahora, mientras
esto hacía y decía, pensaba entre mí: "Mi Mamá Celestial no se ocupó ni
tuvo tanto interés del reino del Fiat Supremo, que pronto viniera a reinar a la
tierra, tuvo interés del suspirado Redentor y lo obtuvo, y del Fiat Divino que
era más necesario y que debía poner el perfecto orden entre Creador y
criatura no se ocupó, mientras que le tocaba a Ella, como Reina y Madre, el
poner en paz a la voluntad humana y a la Divina, a fin de que reinara con su
pleno triunfo." Mientras estaba en esto mi siempre amable Jesús ha salido
de dentro de mi interior y me ha dicho todo bondad:
"Hija mía, la misión de mi inseparable Mamá era para el suspirado
Redentor y la cumplió perfectamente, pero tú debes saber que todo lo que
hicimos, tanto Yo como Ella, la sustancia, la fuente, la causa primaria era el
reino de mi Voluntad. Pero como para que viniera este reino era necesario
primero la Redención, mientras en nuestros actos, hacia adentro estaba el
reino del Fiat, hacia afuera de ellos estábamos todos atentos y ocupados en
el reino de la Redención. En cambio tu misión es exclusivamente para el
reino del Supremo Querer, y todo lo que hicimos la Soberana Reina y Yo
está a tu disposición para ayudarte, para suplirte, para darte acceso junto a la
Divina Majestad para implorar y pedirle incesantemente que venga el reino
del Eterno Fiat. Tú para recibir el bien del suspirado Redentor deberías
haber hecho tu parte, pero no estando tú en aquel tiempo mi Mamá te suplió,
ahora tú debes suplirla en su parte para el reino de mi Querer, así que la
Mamá suplió a la hija y la hija suple a la Mamá. Mucho más que la Reina
1676
del Cielo fue la primera hija de mi Voluntad, y como vivió siempre en
nuestros confines se formó sus mares de amor, de gracias, de adoración, de
luz; ahora, siendo tú la segunda hija de mi Querer, lo que es suyo es tuyo,
porque tu Mamá te tiene como parto suyo y goza de que su hija esté en sus
mismos mares para hacerles implorar el tan suspirado reino del Fiat Divino
sobre la tierra. Así que mira cómo tan ampliamente te suple tu Mamá,
dándote todo lo que es suyo, es más, se siente honrada de que sus inmensos
mares te sirvan para hacerte conseguir un reino tan santo."
Después de esto estaba siguiendo en el Querer Divino lo que Jesús
hizo en la Redención, y mi dulce Jesús regresando ha agregado:
"Hija mía, mi Redención vino como remedio del hombre y por eso
sirve como remedio, como medicina, como alimento a los enfermos, a los
ciegos, a los mudos, a todas las especies de enfermedades, y como están
enfermos no toman gusto ni reciben toda la fuerza que contienen todos los
remedios que vine a traerles para su bien; el Sacramento Eucarístico que lo
dejé como alimento para darles perfecta salud, muchos lo comen y comen y
se ven siempre enfermos. Pobre alimento de mi misma Vida escondida bajo
los velos de los accidentes del pan, cuántos paladares corruptos, cuántos
estómagos indigestos que les impide sentir gusto de mi alimento y no
digieren toda la fuerza de mi Vida Sacramental, y por eso quedan enfermos,
y como son miembros acalenturados en el mal, lo toman sin apetito. Por eso
suspiro tanto que venga el reino del Fiat Supremo, porque entonces todo lo
que Yo hice cuando vine a la tierra servirá como alimento a aquellos que
gozarán perfecta salud. ¿Cuál no es la diferencia entre un enfermo que toma
el mismo alimento y otra persona que goza de perfecta salud? El enfermo lo
toma sin apetito, sin gusto y le sirve para mantenerse y para no morir; el
sano lo toma con apetito y conforme lo gusta toma de más y se conserva
fuerte y sano. Así que, ¿cuál no será mi contento al ver que en el reino de
mi Querer todo lo que Yo hice servirá no más como alimento a los enfermos,
sino como alimento a los hijos de mi reino, que estarán todos llenos de vigor
y de perfecta salud? Es más, con poseer mi Voluntad poseerán mi Vida
permanente en ellos mismos, como la poseen los bienaventurados en el
Cielo, así que mi Voluntad será el velo que esconderá mi Vida en ellos, y así
como los bienaventurados mientras me poseen dentro de ellos como vida
propia, porque la verdadera felicidad tiene principio en el interior del alma,
por eso la felicidad que reciben continuamente de la Divinidad, da la mano,
el beso a la felicidad que poseen dentro y por eso son plenamente felices; así
el alma que posee mi Voluntad tendrá mi Vida perenne en ella, que le servirá
de alimento continuo, no una vez al día como el alimento de mi Vida
Sacramental, porque mi Voluntad hará más desahogo, no se contentará con
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darse una vez al día, sino que se dará continuamente, porque sabe que tienen
paladares puros y estómagos fuertes para gustar y digerir en cada momento
la Fuerza, la Luz, la Vida Divina; y los Sacramentos, mi Vida Sacramental,
servirán como alimento, como deleite, como nueva felicidad a la Vida del
Fiat Supremo que poseerán. El reino de mi Querer será el verdadero eco de
la patria celestial, que mientras los bienaventurados poseen como vida
propia a su Dios, lo reciben también de fuera de ellos mismos, así que dentro
y fuera de ellos, Vida Divina poseen y Vida Divina reciben. ¿Cuál no será
mi felicidad al darme sacramentado a los hijos del Fiat Eterno y encontrar en
ellos mi misma Vida? Entonces se tendrá el fruto completo de mi Vida
Sacramental, y al consumirse las especies no tendré más el dolor de dejar a
mis hijos sin el alimento de mi Vida continua, porque mi Voluntad, más que
accidentes Sacramentales mantendrá su Vida Divina siempre con su plena
posesión. En el reino de mi Querer no habrá ni alimentos, ni comuniones
interrumpidos, sino perennes, y todo lo que Yo hice en la Redención les
servirá no más de remedio, sino de deleite, de alegría, de felicidad y de
belleza siempre creciente. Así que el triunfo del Fiat Supremo dará el fruto
completo al reino de la Redención."
Noviembre 3, 1926
Por cuantos actos hacemos en la Voluntad de Dios, tantos
caminos preparamos para recibir los sufragios en el purgatorio.
Continúo viviendo toda abandonada en la adorable Voluntad, y
mientras rezaba pensaba entre mí: "Cuánto quisiera descender a la prisión
de las almas purgantes para liberarlas a todas, y en la luz del Querer Eterno
llevarlas todas a la patria celestial." Mientras estaba en esto, mi dulce Jesús
moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, por cuanto más estuvieron sometidas a mi Voluntad las
almas que han pasado a la otra vida, por cuantos más actos hicieron en Ella,
tantos más caminos se formaron para recibir los sufragios de la tierra. Así
que por cuanto más hicieron mi Voluntad, formándose las vías de
comunicación de los bienes que hay en mi Iglesia, y que me pertenecen, no
hay camino que se hayan hecho que no les lleven, a quien un alivio, a quien
una oración, a quien una disminución de penas; los sufragios caminan por
estos caminos regios de mi Querer para llevar a cada una el mérito, el fruto y
el capital que se han formado en mi Voluntad, por eso sin Ella no hay
caminos ni medios para recibir los sufragios. Si bien los sufragios y todo lo
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que hace la Iglesia descienden siempre al purgatorio, pero van a aquellos que
se formaron los caminos, para los demás que no hicieron mi Voluntad los
caminos están cerrados o bien, de hecho no existen, y si se salvaron es
porque al menos en el punto de muerte reconocieron el supremo dominio de
mi Querer, lo han adorado y se han sometido a Él, y este último acto los ha
puesto a salvo, de otra manera no podrían ni siquiera salvarse. Para quien ha
hecho siempre mi Voluntad no existen caminos para el purgatorio, su
camino es directo al Cielo; quien no en todo y siempre, pero en gran parte ha
reconocido mi Querer y se ha sometido a Él, se ha formado tantos caminos y
recibe tanto, que en seguida el purgatorio la envía al Cielo. Ahora, así como
las almas purgantes para recibir los sufragios debían haberse formado los
caminos, así los vivientes, para mandar los sufragios deben hacer mi
Voluntad para formarse los caminos y hacer llegar los sufragios al
purgatorio; si hacen sufragios y de mi Voluntad están alejados, sus sufragios,
faltando la comunicación de Ella, que es la única que une y vincula a todos,
no encontrarán el camino para llegar, los pies para caminar, la fuerza para
dar el alivio, serán sufragios sin vida, porque falta la verdadera Vida de mi
Querer, que es el único que tiene virtud de dar vida a todos los bienes. Por
cuanto más de mi Voluntad posee el alma, tanto más valor contienen sus
oraciones, sus obras, sus penas, así que más alivio puede llevar a esas almas
benditas. Yo mido y doy valor a todo lo que puede hacer el alma por cuanto
de mi Voluntad posee, si en todos sus actos corre mi Querer, la medida que
hago es grandísima, es más, no termino jamás de medir y le doy tal valor que
no se puede calcular su peso, en cambio, si no se tiene tanto de mi Querer, la
medida es escasa y el valor es de poca monta. Y si no se tiene nada, por
cuanto el alma haga, Yo no tengo qué medir ni qué valor dar, por lo tanto, si
no tienen valor, ¿cómo pueden llevar el alivio a esas almas, que en el
purgatorio no reconocen otra cosa, ni pueden recibir sino sólo lo que
produce mi Fiat Eterno? ¿Pero sabes tú quién puede llevar todos los alivios,
la luz que purifica, el amor que transforma? Quien en todo posee la Vida demi Querer y Éste domina triunfante en ella, ésta ni siquiera tiene necesidad
de caminos, porque poseyendo mi Voluntad tiene derecho a todos los
caminos, puede ir a todos los puntos porque posee en sí misma el camino
regio de mi Querer para ir a aquella cárcel profunda, para llevarles todos los
alivios y las liberaciones. Mucho más que al crear al hombre, Nosotros le
dimos como su heredad especial nuestra Voluntad, y es reconocido por
Nosotros todo lo que ha hecho en los confines de nuestra heredad, con la que
lo dotamos, todo lo demás no es reconocido por Nosotros, no es cosa
nuestra, ni podemos permitir que entre en el Cielo ninguna cosa que no haya
sido hecha por las criaturas, o en nuestra Voluntad o al menos para
1679
cumplirla. Dado que la Creación salió del Fiat Eterno, nuestra Voluntad,
celosa, no deja entrar ningún acto en la patria celestial que no haya pasado
dentro de su mismo Fiat.
¡Oh, si todos conocieran qué significa Voluntad de Dios, y que todas
las obras, tal vez aparentemente buenas pero vacías de Ella son obras vacías
de luz, vacías de valor, vacías de vida, y en el Cielo no entran obras sin luz,
sin valor y sin vida, oh, como estarían atentos a hacer en todo y para siempre
mi Voluntad!"
Noviembre 4, 1926
La Virgen Santísima fue copia fiel de su Creador y de
toda la Creación. La Voluntad Divina tiene la virtud de
cambiar en mar las gotas de agua. La Divina Voluntad
velada en las cosas creadas.
Mi estado lo continúo en el Querer Supremo, rogando a mi Mamá
Reina que me ayude a conseguir este reino del Eterno Fiat, y mi dulce Jesús
moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, la copia más perfecta de los hijos del reino de mi Querer
fue mi Mamá Celestial, y porque tuvimos la primera hija en Él, pudo venir la
Redención, de otra manera si no hubiéramos tenido la primera hija de
nuestra Voluntad, jamás Yo, Verbo Eterno, habría descendido del Cielo,
jamás me habría servido ni fiado de hijos extraños a nuestra Voluntad para
descender a la tierra. Así que mira, se necesitaba una hija de nuestra
Voluntad para venir el reino de la Redención, y como fue hija del reino del
Eterno Fiat, fue copia fiel de su Creador y copia perfecta de toda la
Creación. Ella debía encerrar todos los actos de la Voluntad Suprema que
ejercita en todas las cosas creadas, y como tenían la supremacía y la
soberanía sobre toda la Creación, debía encerrar en Ella el cielo, las estrellas,
el sol y todo para poder encontrar en su soberanía la copia del cielo, del sol,
del mar y también la tierra toda florida. Así que al mirar a mi Mamá se
veían en Ella portentos jamás vistos, se veía cielo, se veía sol
resplandeciente, se veía mar tersísimo en el cual nos reflejábamos para ver a
nuestra hija, se veía tierra primaveral, siempre florida, que atraía al Celestial
Artífice a hacer sus paseos. ¡Oh! cómo era bella la Soberana Celestial, al
ver en Ella no sólo nuestra copia sino todas nuestras obras encerradas en
Ella, y esto porque encerraba en Ella nuestra Voluntad. Ahora, para venir el
reino del Fiat Supremo se necesitaba otra hija de nuestra Voluntad, porque si
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no fuera hija suya no podría confiarle ni sus secretos, ni sus dolores, ni sus
conocimientos, ni sus prodigios, ni su santidad, ni sus dominios. Como un
padre o una madre gozan con dar a conocer sus bienes a sus hijos y
hacérselos poseer, es más, quisieran tener más para hacerlos más ricos y
felices, así también mi Voluntad goza con hacer conocer sus bienes a sus
hijos para hacerlos ricos y felices, de una felicidad sin fin. Ahora, en el
reino del Fiat Supremo tendremos las copias de la Soberana Reina, así que
también Ella suspira, espera este reino Divino sobre la tierra para tener sus
copias. Qué bello reino, porque será reino de luz, de riquezas infinitas, reino
de perfecta santidad y de dominio, nuestros hijos de este reino serán todos
reyes y reinas, todos pertenecerán a la familia divina y real, encerrarán en
ellos toda la Creación, tendrán la semejanza, la fisonomía de nuestro Padre
Celestial, y por eso serán el cumplimiento de nuestra gloria y la corona de
nuestra cabeza."
Entonces me he quedado pensando en lo que Jesús me había dicho y
decía entre mí: "Mi Mamá, antes de que conociera que debía ser Madre del
Verbo no tenía penas ni dolores, sobre todo porque viviendo en los confines
del Querer Supremo era feliz, por eso a los tantos mares que poseía, le
faltaba el mar de las penas, no obstante sin este mar del dolor impetró el
suspirado Redentor." Y Jesús, retomando su palabra ha agregado:
"Hija mía, mi amada Mamá, aun antes que conociera que debía ser mi
Madre, tenía su mar de dolor, y este mar era la pena de las ofensas a su
Creador, ¡oh! cómo se dolía, y además esta pena suya era animada por una
Voluntad Divina, que poseía, que contiene la virtud de la fuente, y todo lo
que se hace en Ella tiene virtud de cambiar las más pequeñas cosas, las gotas
de agua, en un mar interminable. Mi Voluntad no sabe hacer cosas
pequeñas, sino todas grandes, tan es verdad, que sólo bastó con abrir la boca
para decir Fiat, para extender un cielo del que no se ven los confines, un Fiat
para formar un sol que llena de luz toda la tierra, y tantas otras cosas; esto
dice claramente que si mi Voluntad obra o inviste un átomo, un pequeño
acto, aquel pequeño acto se vuelve mar, y si desciende a hacer las cosas
pequeñas, suple con su virtud regeneradora haciendo de ellas tantas en
número, que el hombre no puede llegar a numerarlas todas. ¿Quién puede
llegar a numerar cuántos peces y cuántas especies hay en el mar? ¿Cuántos
pájaros y cuántas plantas llenan la tierra? Por eso el pequeño te amo en mi
Voluntad se vuelve mar de amor, la pequeña oración se cambia en mar de
oración, el te adoro en mar de adoración, las pequeñas penas en mar de
penas, y si el alma repite en mi Querer su te amo, su adoración, oración, y
sufre en Él, mi Querer surge, forma las olas altísimas de amor, de oraciones
y de penas, las cuales van a descargar en el mar interminable del Eterno, de
1681
manera de poner en común el Amor de Dios y el de la criatura, porque una
es la Voluntad del uno y de la otra. Por eso quien se hace dominar por mi
Voluntad posee tantos mares por cuantos actos hace en Ella, y mientras hace
poco tiene mucho, tiene un Querer Divino que se deleita de hacer del
pequeño acto de la criatura un mar, y sólo con estos mares puede impetrar el
suspirado reino del Fiat Divino; por eso se necesitaba a nuestra recién
nacida, a la pequeña hija de mi Querer, que convirtiendo sus pequeñas
penas, su te amo y todo lo que hace, en mares que se comunican con el mar
del Eterno, puede tener ascendencia para pedir el reino de mi Voluntad."
Después de esto pensaba entre mí: "Mi dulce Jesús cuando habla de
su Querer toca siempre, en gran parte la Creación, ¿por qué será?" Y Jesús
moviéndose de nuevo me ha dicho:
"Hija mía, quien debe vivir en el reino del Fiat Supremo debe tener
por su principio, su origen y todo lo que ha hecho mi Voluntad por amor
suyo y que está haciendo, porque no se ama mi Voluntad si no se conoce.
Ahora, la Creación es la Vida hablante de mi Voluntad, en todas las cosas
creadas Ella está escondida como una noble Reina, que para salir quiere ser
conocida, el conocimiento romperá el velo que la esconde para salir a reinar
en medio de sus hijos. ¿Y quién más que la Creación puede hacer conocer,
porque es vista y tocada por todos, con un acto siempre presente lo que hace
mi Voluntad por amor de las criaturas? Mira hija mía el amor apasionado de
esta noble Reina, Ella llega a velarse de tierra para volverla firme, a fin de
que el hombre pueda caminar seguro sobre ella, y mientras camina sobre el
velo de tierra que la esconde, le toma las plantas de los pies entre sus
manitas nobles y reales, para que el hombre no vacile, para darle el paso
firme, y mientras se estrecha a su noble seno por medio de la madre tierra las
plantas del hombre, Ella quisiera salir, quisiera develarse del velo de tierra
que la cubre, pero el hombre le camina encima sin poner ni siquiera atención
para ver quién le sostiene el paso, quién le mantiene tan firme aquella gran
masa de tierra para hacer que él no vacile, y la noble Reina continúa velada
por la tierra y espera con una paciencia indecible, que sólo una Voluntad
Divina puede poseer, que sea reconocida para hacerse amar y decirle su
larga historia, qué cosa ha hecho por amor del hombre velada por esta tierra.
Y es tanto su amor, que muchas veces siente la necesidad de romper aquel
velo de tierra que la cubre, y haciendo uso de su dominio sacude la tierra y
esconde en su seno, con su imperio, ciudades y gentes, a fin de que el
hombre conozca que dentro de aquella tierra, bajo sus pies, está una
Voluntad imperante y dominante, que ama y no es amada y doliente se
sacude para hacerse conocer. En el evangelio se lee con asombro cuando Yo
postrado a los pies de mis apóstoles les lavé los pies, y no omití ni siquiera al
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pérfido Judas; este acto, ciertamente muy humilde y de indecible ternura, del
cual la Iglesia hace memoria, pero fue sólo una vez que Yo hice este acto.
En cambio mi Voluntad desciende más en lo bajo, se pone bajo los pies con
un acto continuado para sostenerlos, para volver firme la tierra, a fin de que
no se precipiten en el abismo, sin embargo, ninguna atención. Y la noble
Reina espera con paciencia invicta, velada por tantos siglos en todas las
cosas creadas, que su Voluntad sea conocida, y cuando sea conocida
romperá sus tantos velos que la esconden y hará conocer qué cosa ha hecho
durante tantos siglos por amor del hombre, dirá cosas inauditas, excesos de
amor jamás pensados por nadie. He aquí por qué hablándote de mi Voluntad
te hablo frecuentemente de la Creación, porque Ella es vida de todas las
cosas creadas y por medio de ellas da vida a todos, y esta vida quiere ser
conocida para que venga el reino del Eterno Fiat. Mi Voluntad está velada
en todo: Está velada en el viento, y de dentro de aquellos velos le lleva su
refrigerante frescura como acariciándolo, y su aliento regenerador para
regenerarlo continuamente a nueva vida siempre creciente de gracia, y la
noble Reina velada en el viento se siente cambiar sus caricias en ofensas y
su frescura en ardores de pasiones humanas, y su aliento regenerador en
recambio de aliento mortal a su Gracia, y Ella sacude sus velos y el viento se
cambia en furor, y con su impetuosidad arrastra gentes, ciudades y regiones,
como si fueran plumas, haciendo conocer la potencia de la noble Reina que
se esconde en el viento. No hay cosa creada en la que mi Voluntad no esté
velada, y por eso todas esperan que sea conocida y que venga el reino del
Fiat Supremo y su pleno triunfo."
Noviembre 6, 1926
Cuando haya cumplido su manifestación, promete llevarla al Cielo.
Los nuevos apóstoles del Fiat. Grandes gracias se necesitan para
comprender una Voluntad Divina. Quien vive en el Fiat
concentra en sí el cielo, el sol y todo.
Me sentía toda oprimida bajo el peso de la privación de mi dulce
Jesús. ¡Oh, cómo suspiraba la patria celestial, donde no más lo perderé de
vista, no estaré más sometida al duro martirio de sentirme morir y no morir!
Ahora, mientras me encontraba cansada y sin fuerzas para esperar, mi dulce
vida, mi amado Bien, mi dulce Jesús se ha movido en mi interior, pero todo
afligido porque parecía que estaba mandando flagelos sobre la tierra, y para
1683
no darme más pena no quería hacérmelos ver, pero por el modo de verlo yo
entendía los flagelos que estaba mandando, y suspirando me ha dicho:
"Hija mía, ánimo, déjame que termine de manifestarte lo que es
necesario respecto al reino de mi Voluntad, a fin de que nada falte para
poderlo formar en medio de la familia humana, y después de que haya
cumplido todo, en seguida te traeré a nuestra patria. ¿Crees tú que tienes
primero que ver el pleno triunfo del Eterno Fiat para venir al Cielo? Su
pleno triunfo lo verás desde el Cielo. De ti sucederá lo que sucedió de Mí
para el reino de la Redención, hice todo lo que se necesitaba, formé el
fundamento, di las leyes, los consejos que se necesitaban, instituí los
Sacramentos, dejé el evangelio como norma de su vida, sufrí penas
inauditas, hasta la muerte, pero poco o casi nada vi estando en la tierra de los
frutos, del desarrollo de la Redención. Después de haber hecho todo y no
teniendo ya más qué hacer, confié todo a los apóstoles a fin de que fueran
ellos los anunciadores del reino de la Redención, para que salieran los frutos
de mis trabajos que hice para este reino. Así sucederá para el reino del Fiat
Supremo, lo haremos juntos hija mía, tus penas, tus grandes sacrificios, tus
incesantes oraciones para que venga pronto mi reino y mis manifestaciones
sobre Él, los uniré todos juntos conmigo y formaré los fundamentos, y
cuando todo lo haya completado confiaré a mis ministros mi reino, a fin de
que como segundos apóstoles del reino de mi Voluntad hagan de
anunciadores. ¿Crees tú que sea casualidad la venida del Padre Di Francia,
que muestra tanto interés y que ha tomado en serio la publicación de lo que
se refiere a mi Voluntad? No, no, lo he dispuesto Yo, es un acto
providencial de la Suprema Voluntad que lo quiere como primer apóstol del
Fiat Divino y anunciador de Él, y como es fundador de una obra es más fácil
que se acerque a obispos, sacerdotes y personas, y también en su mismo
instituto para anunciar el reino de mi Voluntad, y por eso lo asisto tanto y le
doy luz especial, porque para entender mi Voluntad se necesitan gracias
grandes y no pequeñas luces, sino un sol, para comprender una Voluntad
Divina, Santa y Eterna, y gran disposición por parte de a quien le viene
confiado este oficio. Y además, también la venida diaria del sacerdote la he
dispuesto Yo, para que encontrara rápidamente los primeros apóstoles del
Fiat de mi reino, a fin de que pudiesen anunciar lo que respecta a mi Eterno
Querer. Por eso déjame primero completarlo, a fin de que después que esté
cumplido lo pueda confiar a los nuevos apóstoles de mi Voluntad, y tú
puedas ir al Cielo para ver desde allá arriba los frutos del suspirado reino del
Eterno Fiat."
Después me quedé haciendo mis acostumbrados actos en el Querer
Supremo y pensaba entre mí: "Mi pobre mente gira por el mar, por el sol,
1684
por el cielo, por todas partes para seguir los actos que hace la adorable
Voluntad en la Creación, pero terminando de girar me encuentro siempre en
lo bajo de mi duro exilio. ¡Oh! cuánto quisiera quedarme al menos en el
azul cielo para hacer el oficio de una estrella a mi Creador, pero yo
desaparecería de en medio de las estrellas porque no soy ni bella, ni luz
como las estrellas, y por lo tanto todas me arrojarían precipitándome en lo
bajo de mi largo exilio." Pero mientras esto pensaba, mi dulce Jesús se ha
movido en mi interior y me ha dicho:
"Hija mía, quien vive en mi Voluntad vive en la unidad de su Creador,
que tiene todo en Sí, tiene en su unidad a toda la Creación y así como tiene
la Creación así tiene en su unidad al alma que vive en el Eterno Fiat, y esta
unidad le lleva todos los reflejos de su Creador y su unidad con toda la
Creación, de modo que se ve en el alma la imagen viviente de Aquél que la
ha creado, que manteniendo su unidad con todos, la tiene a los reflejos de
todas las cosas creadas por Él, y estos reflejos forman en el fondo del alma
el mar, el sol, el cielo y las estrellas y todas las variedades encantadoras de la
naturaleza, así que el alma que vive en mi Voluntad, puesta en el azul cielo
formaría el más bello ornamento a esa bóveda azul, de hacer maravillar cielo
y tierra, tendría todo en sí a su Creador, un cielo, un sol, un mar todo propio,
no le faltaría ni siquiera la tierra toda florida, el canto dulce de los pájaros,
portador de la alegría y de la música armoniosa de su Creador, porque cada
cosa creada contiene una nota divina. Por eso en vez de precipitarte
desearían tenerte en medio de ellas, porque entre los tantos prodigios que
tiene mi Querer, tiene la potencia de pintar en el alma todas nuestras obras y
de concentrar en ella todos sus actos, no está contento si no ve en el alma su
belleza, si no encuentra su eco, su alegría y todo Sí mismo."
Noviembre 10, 1926
Quien vive en el Querer Divino encierra en sí toda la Creación
y es el reflector de su Creador. Dos efectos del pecado.
Mis días se alternan siempre entre las privaciones y las breves visitas
de mi dulce Jesús, que muchas veces son como relámpago que huye, y
mientras huye quedo con el clavo traspasante de, ¿cuándo regresará? Y
suspirando lo llamo: "Jesús mío, ven, regresa a tu pequeña exiliada, y
regresa de una vez para siempre, regresa para llevarme al Cielo, no me dejes
más en mi largo exilio porque no puedo más." Pero por cuanto lo llamaba,
en vano eran mis llamadas. Entonces, abandonándome en el Santo Querer
1685
Divino hacía por cuanto más podía mis acostumbrados actos, girando por
toda la Creación, y mi dulce Jesús moviéndose a compasión de mi pobre
alma, que no podía más, ha sacado un brazo de dentro de mi interior y todo
piedad me ha dicho:
"Hija mía, ánimo, no te detengas, tu vuelo en mi Eterno Querer sea
continuo. Tú debes saber que mi Voluntad en todas las cosas creadas hace
su oficio continuo, y en cada cosa su acto es distinto, no hace en el cielo lo
que hace en el sol, ni en el sol lo que hace en el mar, mi Voluntad tiene en
cada cosa su acto especial, y si bien mi Voluntad es una, sus actos son
innumerables. Ahora, el alma que vive en Ella viene a encerrar en sí todos
los actos que hace en toda la Creación, así que debe hacer lo que Ella hace
en el cielo, en el sol, en el mar, etc., todo debe encerrar en ella, para hacer
que el alma siga todos sus actos, y no sólo eso, sino para tener el acto de
correspondencia de la criatura. Por lo tanto, si tu acto no es continuo mi
Voluntad no te espera, sigue su curso, pero en ti deja el vacío de sus actos, y
entre tú y Ella queda una cierta distancia y desemejanza.
Ahora, tú debes saber el gran bien que encierras con encerrar en ti
todo lo que hace mi Voluntad en la Creación: Mientras tú sigues sus actos
recibes el reflejo del cielo y se forma y se extiende en ti el cielo, recibes el
reflejo del sol y se forma en ti el sol, recibes el reflejo del mar y se forma en
ti el mar, recibes el reflejo del viento, de la flor, de toda la naturaleza, en
suma de todo, y ¡oh! cómo se eleva desde el fondo de tu alma el cielo que
protege, el sol que ilumina, calienta y fecunda, el mar que inunda y que
forma las olas de amor, de misericordia, de gracia y de fortaleza a favor de
todos, el viento que purifica y lleva la lluvia sobre las almas incendiadas por
las pasiones, la flor de la adoración perpetua a tu Creador, por eso es el
prodigio de los prodigios. El vivir en mi Querer es el verdadero triunfo del
Fiat Supremo, porque el alma se vuelve el reflector de su Creador y de todas
nuestras obras, porque nuestra Voluntad sólo triunfa completamente cuando
pone en el alma lo que Ella puede y sabe hacer, quiere ver no sólo a Aquél
que la ha creado, sino a todas sus obras, no está contenta si le falta aun la
más mínima cosa que le pertenezca; las almas del Fiat Supremo serán
nuestras obras, no incompletas sino completas, serán los nuevos prodigios,
jamás vistos ni conocidos, ni por la tierra ni por el Cielo; ¿cuál no será el
encanto, la sorpresa de los mismos bienaventurados cuando vean entrar en
su patria celestial a la primera hija del Fiat Divino? ¿Cuál no será su
contento, su gloria, al ver que lleva consigo a su Creador con todas sus
obras, esto es, el cielo, el sol, el mar, toda la tierra florida con sus variadas
bellezas? Reconocerán en ella la obra completa de la Eterna Voluntad,
porque solo Ella sabe hacer estos prodigios y estas obras completas."
1686
Después continuaba mi abandono en el Eterno Fiat para recibir sus
reflejos, y mi dulce Jesús ha agregado:
"Hija mía, mi Mamá Celestial fue la primera que ocupó el primer
puesto en el Cielo como Hija del Querer Supremo, y como fue la primera
tiene en torno a Ella el lugar para todos los hijos del Fiat Supremo. Así que
en torno a la Reina del Cielo se ven tantos puestos vacíos, que no pueden ser
ocupados por otros, más que por sus copias, y como fue Ella la primera de la
generación de mi Voluntad, el reino del Fiat se llamará también el reino de
la Virgen. ¡Oh! cómo se reconocerá en estos hijos nuestros la soberanía
sobre toda la Creación, porque ellos en virtud de mi Voluntad gozarán
vínculos indisolubles con todas las cosas creadas, estarán en continuas
relaciones de comunicaciones con ellas, serán los verdaderos hijos en los
cuales el Eterno Creador se sentirá honrado y glorificado de tenerlos por
hijos, porque reconocerá en ellos su Voluntad Divina obrante, que ha
reproducido sus verdaderas imágenes."
Después de esto pensaba entre mí: "Mi primer padre Adán, antes de
pecar poseía todos estos vínculos y relaciones de comunicación con toda la
Creación, porque poseyendo él íntegra la Voluntad Suprema era como
connatural sentir en sí todas las comunicaciones dondequiera que Ella
obraba, ahora, ¿al sustraerse de este Querer tan santo no sintió el desgarro
que hacía de toda la Creación, el rompimiento de todas las comunicaciones y
todos los vínculos rotos como de un solo golpe por él? Si yo sólo con pensar
si debo o no hacer un acto y sólo con titubear siento que el cielo tiembla, que
el sol se retira, que toda la Creación se sacude y está en acto de dejarme sola,
tanto que yo misma tiemblo junto con ellos, y espantada, súbito, sin dudar,
hago lo que debo hacer. ¿Cómo pudo hacerlo? ¿No sintió este desgarro tan
cruel y doloroso?" Y Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, Adán sintió este desgarro tan doloroso, y a pesar de todo
cayó en el laberinto de su voluntad que no le dio más paz, ni a él ni a sus
descendientes; como de un sólo golpe toda la Creación se retiró de él,
retirándose la felicidad, la paz, la fuerza, la soberanía, todo, quedó solo en sí
mismo, ¡pobre Adán, cuánto le costó el sustraerse de mi Voluntad! Al sólo
sentirse aislado, no más cortejado por toda la Creación, sentía tal espanto y
horror, que llegó a ser el hombre miedoso, temía de todo y aun de mis
mismas obras, y con razón, pues se dice: ‘Quien no está conmigo está
contra Mí.’ No estando él más vinculado con ellas, por justicia se debían
poner contra él. Pobre Adán, hay que compadecerlo mucho, él no tenía
ningún ejemplo de otro que hubiera caído y del gran mal que le hubiera
sucedido, para que pudiera estar atento a no caer, él no tenía ninguna idea
del mal, porque, hija mía, el mal, el pecado, la caída de otro, tiene dos
1687
efectos: Para quien es malo y quiere caer, sirve como ejemplo, como
empuje, como incentivo para precipitarse en el abismo del mal; para quien es
bueno y no quiere caer, sirve como antídoto, como freno, como ayuda y
como defensa para no caer, porque viendo el gran mal, la desventura de otro,
sirve de ejemplo para no caer y para no seguir ese mismo camino, para no
encontrarse en aquella misma desventura, así que el mal de otros hace estar
atentos y ser cautos, por eso la caída de Adán es para ti de gran ayuda, de
lección, de llamada, mientras que él no tenía ninguna lección del mal,
porque el mal entonces no existía."
Noviembre 14, 1926
Al no seguir al Querer Divino en la Creación, falta
el reflejo de sus obras. Cómo se necesitan grandes
gracias para la Santidad del vivir en el Santo Querer.
Estaba haciendo mis acostumbrados actos en el Querer Divino y
pensaba entre mí: "Si yo pasara un día sin hacer estos actos, ¿cuál sería el
bien que perdería y el mal que haría?" Y mi siempre amable Jesús me ha
dicho:
"Hija mía, ¿sabes qué harías? No haciendo tus actos en mi Voluntad
te faltaría el reflejo de toda la Creación, y faltándote el reflejo, ese día no se
extendería en ti el cielo, ni surgiría el sol, ni correría en ti el mar, ni tu tierra
florecería, ni se oiría en ti la alegría, la música, el canto de los habitantes del
aire, la dulce sinfonía de las esferas, mi Voluntad no encontraría su eco en ti
y por lo tanto sentiría el dolor de que la pequeña hija de su Querer ese día no
le ha dado la correspondencia de un cielo por su amor, porque faltó el reflejo
del suyo; no le ha hecho surgir el sol por correspondencia de su luz eterna;
no le ha hecho sentir correr el mar, ni oír su dulce murmullo, ni el serpenteo
de los mudos habitantes de las olas. Mi Voluntad se sentiría faltar todos sus
actos en ti, el reflejo de sus obras y no podría formar su eco en ti y en su
dolor diría: ¡Ah! mi pequeña hija hoy no me ha dado un cielo como se lo he
dado Yo, ni sol, ni mar, ni flores, ni canto, ni música, ni alegría como se los
he dado Yo, así que ha salido de mi semejanza, sus notas no han armonizado
con las mías, Yo la he amado con tantas manifestaciones y con amor
incesante, ella no. ¿Ves lo que harías? Mi Voluntad no toleraría en ti, en su
pequeña hija el vacío de sus obras."
Y yo, al oír esto le he dicho: "Jesús mío, amor mío, jamás sea que yo
dé este dolor a tu adorable Voluntad, Tú me ayudarás, me darás más Gracia
1688
y yo estaré más atenta para recibir este reflejo, este eco que hace tu Santa
Voluntad en toda la Creación para corresponder con el mío." Y Jesús
continuando su hablar ha agregado:
"Hija mía, tú debes saber que se necesitan grandes gracias para poder
formar en el alma la santidad del vivir en mi Querer; las demás santidades
con pequeñas gracias se forman, porque no es una Voluntad inmensa y
eterna que deben abrazar y poseer, sino sus pequeñas partículas, sus
mandatos, su sombra, en cambio en ésta deben poseer como vida propia mi
Voluntad, deben cortejarla y hacer de sus actos, actos propios, así que se
necesitan mares de Gracia para formar esta santidad; mi Voluntad debe
bilocarse para extender su mar en el fondo del alma y después extender el
otro mar de Sí misma para poder recibir lo que le conviene a su Santidad, a
su Luz interminable, a su Inmensidad sin confines, y la buena voluntad del
alma no es otra cosa que el fondo del mar, que formando la playa, rodea a
las aguas para formar el mar. Hija mía, para sostener y conservar una
Voluntad Divina en el alma, se necesita demasiado, y la Divinidad, sabiendo
que la criatura no tiene cosas equivalentes para una Voluntad tan Santa, no
ahorra nada, todo es puesto en ella a su disposición para formar la santidad
del vivir en mi Querer. Dios mismo hace de primer actor y espectador, mi
Humanidad cede todo, todo lo que hizo, sufrió y adquirió, que son mares sin
término, para ayuda de esta santidad toda divina. La misma Mamá Reina
pone a disposición sus mares de gracia, de amor y de dolor como ayuda, y se
siente honrada de que sirvan a la Voluntad Suprema para hacerle cumplir la
Santidad del Fiat Eterno en la criatura; Cielo y tierra quieren dar y dan,
porque sintiéndose todos investidos por esta Voluntad, desean, anhelan
ayudar a la afortunada criatura para hacerle cumplir la finalidad de la
Creación, el origen de la santidad que el Supremo Querer quería en la
criatura. Por eso por parte de tu Jesús nada te faltará, mucho más que es un
deseo mío largamente querido, anhelado y suspirado por seis mil años, que
quería ver en la criatura nuestra imagen copiada, nuestra Santidad impresa,
nuestra Voluntad obrante, nuestras obras encerradas en ella y cumplido
nuestro Fiat. Quería el placer y tomarme el gusto de ver en la criatura
nuestro reflector, de otra manera la Creación sería para Nosotros sin deleite,
sin entretenimiento, sin armonía; nuestro eco no encontraría el camino para
resonar, nuestra Santidad no encontraría donde imprimirse, nuestra Belleza
donde refulgir, nuestro Amor donde desahogarse, nuestra Sabiduría y
maestría no encontrarían donde obrar y desenvolverse. Así que todos
nuestros atributos quedarían obstaculizados en su trabajo, porque no
encontrarían materia apta para formar su trabajo, para tener su reflector; en
cambio, en el alma donde reina mi Voluntad, Ella la dispone como materia
1689
apta para hacer que todos nuestros atributos puedan desarrollar su trabajo
deleitable."
Noviembre 16, 1926
Cada acto de voluntad humana es un velo que impide conocer
la Voluntad Divina. Su celo. Cómo hace todos los oficios
para servir al alma. Amenazas de guerras y castigos.
Continúa mi habitual estado en el abandono del Fiat Supremo, pero al
mismo tiempo llamo a Aquel que forma toda mi felicidad, mi vida, mi todo.
Y Jesús, moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, por cuanto más te abandones en mi Supremo Querer tanto
más te adentras en sus caminos, más conocimientos adquieres y más
posesión tomas de los bienes que hay en la Divina Voluntad, por que en Ella
siempre hay qué conocer y tomar. Siendo la heredad primaria dada por Dios
a la criatura y poseyendo mi Querer bienes eternos, tiene la tarea de siempre
dar a quien vive en esta heredad, y sólo entonces está contenta y se pone en
actividad de oficio cuando encuentra a la criatura dentro de los confines de
su Querer, y poniéndose en fiesta da cosas nuevas a su heredera, así que el
alma que vive en Ella es la fiesta de mi Voluntad, y al contrario, quien vive
fuera de Ella es su dolor, porque la pone en la impotencia de poder dar, de
ejercitar su oficio y de cumplir su tarea. Mucho más que cada acto de
voluntad humana es un velo que el alma se pone ante la vista, que le impide
ver con claridad mi Voluntad y los bienes que hay en Ella, y como la mayor
parte de las criaturas viven continuamente de su voluntad, son tantos los
velos que se forman, que quedan casi ciegas para conocer y ver mi Voluntad,
su predilecta heredad que debía hacerlas felices en el tiempo y en la
eternidad. ¡Oh, si las criaturas pudieran comprender el gran mal de la
voluntad humana y el gran bien de la mía, aborrecerían tanto la suya que
darían la vida para hacer la mía!
La voluntad humana vuelve esclavo al hombre, lo hace tener
necesidad de todo, se siente continuamente faltar la fuerza, la luz; su
existencia está siempre en peligro, y lo que obtiene es por medio de
oraciones y fatigosamente, así que el hombre que vive de su voluntad es el
verdadero mendigo. En cambio quien vive de la mía no tiene necesidad de
nada, tiene todo a su disposición, mi Voluntad le da el dominio de sí mismo,
por lo tanto es dueño de la Fuerza, de la Luz, pero no de la fuerza y luz
humanas, sino de las divinas, su existencia está siempre al seguro y siendo
1690
dueño puede tomar lo que quiera, no tiene necesidad de pedir para tener, tan
es verdad, que para Adán, antes de sustraerse de mi Voluntad la petición no
existía, la necesidad hace nacer la petición, si de nada tenía necesidad no
tenía ni qué pedir ni qué implorar, así que él amaba, alababa, adoraba a su
Creador, la petición no tenía lugar en el edén terrestre; la petición vino, tuvo
vida después del pecado como necesidad extrema del corazón del hombre;
quien pide significa que tiene necesidad y como espera, pide para obtener.
En cambio quien vive en mi Voluntad vive en la opulencia de los bienes de
su Creador como dueño, y si necesidad y deseo tiene, viéndose entre tantos
bienes es el de querer dar a los demás su felicidad y los bienes de su gran
fortuna, verdadera imagen de su Creador que le ha dado tanto, sin ninguna
restricción, quisiera imitarlo dando a los demás lo que posee. ¡Oh! cómo es
bello el cielo del alma que vive en mi Voluntad, es el cielo sin tempestades,
sin nubes, sin lluvia, porque el agua que quita la sed, que fecunda y que le da
el crecimiento y la semejanza de Aquél que la ha creado es mi Voluntad, es
tanto su celo de que el alma no tome nada si no es de Ella, que hace todos
los oficios: Si quiere beber, Ella se hace agua que mientras la refresca le
apaga cualquier sed, para hacer que su única sed sea su Voluntad; si siente
hambre se hace alimento, que mientras la sacia le quita el apetito de todos
los demás alimentos; si el alma quiere ser bella, se hace pincel dándole
pinceladas de tal belleza, que mi misma Voluntad queda raptada por una
belleza tan inaudita impresa por Ella misma en la criatura, debe poder decir
a todo el Cielo, mírenla cómo es bella, es la flor, es el perfume, es el tinte de
mi Querer que la ha hecho tan bella. En suma le da su Fuerza, su Luz, su
Santidad, todo para poder decir: ‘Es una obra toda de mi Querer, por eso
quiero que nada le falte, que me asemeje y me posea.’ Mira en ti misma
para ver lo que mi Voluntad ha hecho, tus actos investidos por su Luz cómo
han cambiado la tierra de tu alma, todo es luz que despunta en ti y que se
vuelve para herir a Aquélla que la ha investido, por eso la más grande
afrenta que me hacen las criaturas es el no hacer mi Voluntad."
Después de esto me ha transportado fuera de mí misma haciéndome
ver el gran mal de las generaciones humanas, y continuando su hablar ha
agregado:
"Hija mía, mira cuánto mal ha producido la voluntad humana, se han
cegado tanto que están preparando guerras y revoluciones encarnizadas,
ahora no será sólo Europa, sino que se unirán otras razas, el círculo será más
extenso, otras regiones del mundo tomarán parte. ¡Cuánto mal hace la
voluntad humana, lo ciega, lo vuelve miserable y lo hace homicida de sí
mismo! Pero Yo me serviré de esto para mis altísimos fines, y la reunión de
tantas razas servirá para facilitar las comunicaciones de las verdades, a fin de
1691
que se dispongan para el reino del Fiat Supremo. Así que los castigos
pasados no son otra cosa que los preludios de aquellos que vendrán, cuántas
otras ciudades serán destruidas, cuántas gentes sepultadas en las ruinas,
cuántos lugares precipitados y enterrados en el abismo, los elementos
tomarán la defensa de su Creador. Mi justicia no puede más, mi Voluntad
quiere triunfar y quisiera triunfar por vía de amor para establecer su reino,
pero el hombre no quiere venir al encuentro de este amor, por lo tanto es
necesario usar la Justicia."
Y mientras esto decía me hacía ver un brasero grandísimo de fuego
que salía de la tierra y quien se encontraba cerca era investido por ese fuego
y desaparecía. Yo he quedado asustada y pido y espero que mi amado Bien
se aplaque.
Noviembre 19, 1926
La Divina Voluntad está agonizante en medio de
las criaturas y cómo quiere salir de este estado.
Mi siempre amable Jesús, atrayéndome en su adorable Voluntad me
hacía ver y sentir las condiciones dolorosas en las cuales la ponen las
ingratitudes de las criaturas, y suspirando de dolor me ha dicho:
"Hija mía, las penas de mi Voluntad Divina son inenarrables e
inconcebibles a la naturaleza humana. Ella está en todas las criaturas, pero
está bajo la opresión de una tremenda y desgarradora agonía, porque en vez
de darle el dominio para hacerla desarrollar su vida en ellas, la tienen
reprimida sin darle libertad de obrar, de respirar, de latir. Así que la
voluntad humana obra, respira libremente, late como quiere, y la mía está
sólo para servirla, para contribuir a sus actos y estar dentro de esos actos
agonizante, sofocada bajo el estertor de una agonía de largos siglos. Mi
Voluntad se agita en la criatura bajo la opresión de una agonía desgarradora,
y su agitarse son los remordimientos de conciencia, las desilusiones, los
reveses, las cruces, el cansancio de la vida y todo lo que puede dar molestia
a las pobres criaturas, porque es justo que teniendo ellas a una Voluntad
Divina en la cruz y siempre bajo el estertor de la agonía, Ella con su agitarse
las llame, no pudiendo hacer diversamente porque no tiene dominio, quién
sabe si entrando en ellas mismas, al ver la infelicidad que les da su mala
voluntad, puedan darle un poco de respiro y de tregua a su dolorosa agonía.
Es tan dolorosa esta agonía de mi Voluntad, que mi Humanidad, que la quiso
sufrir en el huerto de Getsemaní, llegó a buscar ayuda de mis mismos
1692
apóstoles, la que no obtuvo, y fue tanto el espasmo que sudé sangre viva y
sintiéndome sucumbir bajo el peso enorme de una agonía tan larga y
tremenda de mi Voluntad Divina, invoqué a mi Padre Celestial que me
ayudara diciéndole: ‘Padre, si es posible pase de mí este cáliz.’ En todas las
otras penas de mi Pasión, por cuán atroces, no dije nunca: ‘Si es posible
pase esta pena’; es más, estando sobre la cruz grité ‘sitio’, tengo sed de
penas. En cambio, en esta pena de la agonía de la Voluntad Suprema sentí
todo el peso de una agonía tan larga, todo el desgarro de una Voluntad
Divina que agoniza, que se agita en las generaciones humanas. ¡Qué dolor!
No hay dolor que pueda igualarlo. Ahora el Fiat Supremo quiere salir, está
cansado y a cualquier costo quiere salir de esta agonía tan prolongada, y si tú
oyes de flagelos, de ciudades derrumbadas, destrucciones, no son otra cosa
que las fuertes sacudidas de su agonía, porque no pudiendo más, quiere
hacer sentir a la familia humana su estado doloroso y cuán fuertemente se
agita en ellas sin que ninguno le tenga compasión y haciendo violencia, con
su agitación quiere hacer sentir que existe en ellas, pero que no quiere estar
ya en agonía, quiere la libertad, el dominio, quiere desarrollar su Vida en
ellas. ¡Qué desorden hija mía en la sociedad, porque no reina mi Voluntad!
Sus almas son como habitaciones sin orden, todo de cabeza, la peste es tan
horrible, más que cadáver putrefacto, y mi Voluntad con su inmensidad que
no le es dado retirarse ni siquiera de un latido de criatura, agoniza en medio
a tantos males, y esto es en el orden general de todos, en el orden particular
hay más aún, en los religiosos, en los clérigos, en quien se dice católico, mi
Voluntad no sólo agoniza, sino que la tienen en estado de letargo, como si
no tuviera vida. ¡Oh! cómo es más duro, porque en la agonía al menos me
agito, tengo un desahogo, hago sentir que existo en ellos, aunque agonizante,
pero en el estado de letargo está la total inmovilidad, el estado de muerte
continuado y por eso se ven sólo las apariencias, los vestidos de vida
religiosa, porque a mi Voluntad la tienen en letargo, y como la tienen en
letargo su interior está adormecido, como si la luz, el bien, no fuera para
ellos y si alguna cosa hacen al exterior, está vacía de Vida Divina y se
resuelve en humo de vanagloria, de estima propia y de agradar a las otras
criaturas, y mi Supremo Querer mientras está dentro queda fuera de su obrar.
Hija mía, qué afrenta, cómo quisiera hacer sentir a todos mi tremenda
agonía, el estertor continuado, el letargo en el cual ponen a mi Voluntad, la
causa es porque quieren hacer su voluntad, no la mía, no la quieren hacer
reinar, no la quieren conocer, y por eso quiere romper los diques con sus
sacudidas, a fin de que si no la quieren conocer y recibir por vía de amor, la
conozcan por vía de Justicia. Así que mi Voluntad, cansada de esta agonía
de siglos quiere salir, y por eso prepara dos modos: El modo triunfante, que
1693
son sus conocimientos, sus prodigios y todo el bien que llevará el reino del
Fiat Supremo, y el modo de Justicia para quien no la quiere conocer
triunfante; por tanto estará en las criaturas escoger el modo como la quieran
recibir."
Noviembre 20, 1926
Todos los atributos divinos hacen su oficio para formar
en el alma el nuevo mar de sus cualidades. Todos
tenemos un movimiento continuo.
Estaba según mi costumbre haciendo mi giro en la Creación para
seguir los actos de la Voluntad Suprema en Ella, pero mientras esto hacía,
mi siempre amable Jesús haciéndome oír su voz dulcísima en cada una de
las cosas creadas me decía:
"Quién llama a mi Amor para hacer, o que mi Amor descienda en ella
o que el suyo suba en el mío para fundirse juntos y formar un solo amor y
dar el campo de acción a mi Amor para hacer surgir en el alma el nuevo
marecillo de su amor, hace triunfar a mi Amor y éste festeja porque le es
dado su desahogo y su campo de acción."
Y conforme pasaba por el sol, por el cielo, por el mar, así oía su voz
que decía: "¿Quién llama mi Luz eterna, mi dulzura infinita, mi inigualable
Belleza, mi Firmeza irremovible, mi Inmensidad, para cortejarlas y darles el
campo de acción para hacer surgir en la criatura otros tantos mares de luz, de
dulzura, de belleza, de firmeza y demás, para darle el contento de no hacerla
estar inactiva y servirse de la pequeñez de la criatura para encerrar en ella
sus cualidades? ¿Quién es entonces aquella? ¡Ah, es la pequeña hija de
nuestro Querer!"
Entonces, después de que en cada cosa creada oía decirme: "¿Quién
es la que me llama?" Mi dulce Jesús ha salido de dentro de mi interior y
estrechándome toda a Sí me ha dicho:
"Hija mía, conforme giras en mi Voluntad para seguirla en cada cosa
creada, así todos mis atributos escuchan tu llamada y salen al campo de
acción para formar cada uno el marecillo de sus cualidades. ¡Oh! así como
triunfan al verse obrantes y poder formar cada uno su marecillo, así crece su
sumo gusto y deleite al poder formar en la pequeña criatura sus mares de
amor, de luz, de belleza, de ternura, de potencia y demás. Mi Sabiduría hace
de artífice experto y de ingenio maravilloso al poner en la pequeñez sus
cualidades inmensas e infinitas, ¡oh! cómo armoniza el alma que vive en mi
1694
Querer con mis atributos, cada uno de ellos se pone en su oficio para
establecer sus cualidades divinas; si tú supieras el gran bien que te viene al
seguir mi Voluntad en todos sus actos y el trabajo que desarrolla en ti,
también tú sentirías la alegría de una fiesta continua."
Después de esto yo continuaba siguiendo la Creación, y por todas
partes veía correr aquel movimiento eterno que jamás se detiene y pensaba
entre mí: "¿Cómo puedo seguir en todo al Supremo Querer si Él corre tan
rápido en todas las cosas? Yo no tengo su virtud ni su rapidez, por lo tanto
es natural que me quede atrás sin poder seguir en todo su eterno murmullo."
Entonces, mientras esto pensaba, mi dulce Jesús moviéndose en mi interior
me ha dicho:
"Hija mía, todas las cosas tienen un movimiento continuo, porque
habiendo salido de un Ente Supremo que contiene un movimiento lleno de
vida, venía por consecuencia que todas las cosas salidas de Dios debían
contener un movimiento vital que nunca cesa, y si cesa significa que cesa la
vida. Mira, tú misma tienes un murmullo, un movimiento continuo en tu
interior; es más, la Divinidad al crear a la criatura le daba la semejanza de
las Tres Divinas Personas, ponía en ella tres movimientos que debían
murmurar continuamente para unirse a aquel movimiento continuo y
murmullo de amor de su Creador, y éstos son: El movimiento del latido del
corazón que jamás cesa, la circulación de la sangre que siempre gira sin
jamás detenerse, la respiración que jamás se detiene, esto en el cuerpo, en el
alma hay otros tres movimientos que murmuran continuamente: La
inteligencia, la memoria y la voluntad. Por eso el todo está en que tu
movimiento esté unido al movimiento de tu Creador para murmurar junto
con su movimiento eterno, así seguirás a mi Voluntad en su movimiento que
jamás se detiene, en sus actos que jamás cesan y harás regresar tu
movimiento al seno de tu Creador, que con tanto amor espera el regreso de
sus obras, de su Amor y de su murmullo. La Divinidad al crear las criaturas
hace como un padre que manda a sus hijos, para su bien, uno a un país, otro
a otras tierras, a otro para hacerlo navegar el mar y quien a un punto cercano
y quien a uno lejano, dando a cada uno un trabajo que hacer, pero mientras
los manda espera con ansia su retorno, está siempre vigilando para ver si
vienen; si habla, habla de los hijos; si ama, su amor corre a los hijos; sus
pensamientos vuelan a los hijos; pobre padre, se siente en la cruz porque ha
mandado a sus hijos lejos de él y suspira más que la propia vida su regreso, y
si, jamás sea, no los ve regresar a todos o en parte, él está inconsolable, llora
y emite gemidos y gritos de dolor hasta arrancar lágrimas aun a los más
duros, y sólo se contenta cuando los ve regresar a todos a su regazo paterno
para estrecharlos a su seno que arde de amor por sus hijos. ¡Oh! cómo
1695
nuestro Padre Celestial más que padre suspira, arde, delira por sus hijos,
porque habiéndolos parido de su seno espera su regreso para gozárselos en
sus brazos amorosos. Y es propiamente esto el reino del Fiat Supremo, el
regreso de nuestros hijos a nuestros brazos paternos, y por eso lo suspiramos
tanto."
Después de esto me sentía toda inmersa en la adorable Voluntad de
Dios, y pensaba entre mí en el gran bien si todos conocieran y cumplieran
este Fiat tan santo y el gran contento que darían a nuestro Padre Celestial, y
mi dulce Jesús volviendo a hablar ha agregado:
"Hija mía, Nosotros al crear a la criatura, conforme con nuestras
manos creadoras la íbamos formando, así nos sentíamos salir de nuestro
seno una alegría, un contento, porque debía servir para mantener nuestro
entretenimiento sobre la faz de la tierra y nuestra fiesta continua, por eso
conforme formábamos los pies, así pensábamos que debían servir a nuestros
besos, porque debían encerrar nuestros pasos y debían ser medio de
encuentro para entretenernos juntos. Conforme formábamos las manos, así
pensábamos que debían servir a nuestros besos y abrazos, porque debíamos
ver en ellas las repetidoras de nuestras obras. Conforme formábamos la
boca, el corazón, que debían servir al eco de nuestra palabra y de nuestro
Amor, y conforme con nuestro aliento le infundimos la vida, viendo que esa
vida había salido de Nosotros, que era vida toda nuestra, lo estrechamos a
nuestro seno besándolo como confirmación de nuestra obra y de nuestro
Amor, y para hacer que se mantuviese íntegro en nuestros pasos, en nuestras
obras, en el eco de nuestra palabra y Amor y de la vida de nuestra imagen
impresa en él, le dimos como herencia nuestro Divino Querer, a fin de que lo
conservase tal como lo habíamos hecho salir para poder continuar nuestros
entretenimientos, nuestros besos afectuosos, nuestras dulces conversaciones
con la obra de nuestras manos. Cuando vemos en la criatura nuestra
Voluntad, Nosotros vemos en ella nuestros pasos, nuestras obras, nuestro
Amor, nuestras palabras, nuestra memoria e inteligencia, porque sabemos
que nuestra Suprema Voluntad nada dejará entrar que no sea nuestro, y por
eso como cosa nuestra todo le damos, besos, caricias, favores, amor, ternura
más que paterna, no toleramos estar con ella ni siquiera a un paso de
distancia, porque aun las más pequeñas distancias no dejan formar
entretenimientos continuos, ni darse besos, ni participar las alegrías más
íntimas y secretas. En cambio en el alma en la cual no vemos nuestra
Voluntad, no podemos entretenernos porque nada vemos que sea nuestro, en
ella se siente tal desconcierto, una tal desemejanza de pasos, de obras, de
palabras, de amor, que por sí misma se pone a distancia de su Creador, y
Nosotros donde vemos que no está el imán potente de nuestro Querer, que
1696
nos hace como olvidar la infinita distancia que hay entre el Creador y la
criatura, desdeñamos entretenernos con ella, colmarla de nuestros besos y
favores. He aquí por que el hombre con sustraerse de nuestra Voluntad
despedazó nuestros entretenimientos y destruyó nuestros designios que
teníamos al formar la Creación, y sólo con reinar nuestro Fiat Supremo, con
establecer su reino, serán realizados nuestros designios y retomados nuestros
entretenimientos sobre la faz de la tierra."
Noviembre 21, 1926
Ternura de Jesús en el punto de la muerte. Quien vive
en el Querer Divino tiene el primado sobre todo.
Me sentía toda afligida por la muerte de improviso de una hermana
mía, el temor de que mi amable Jesús no la tuviese consigo me desgarraba el
ánimo y al venir mi sumo Bien Jesús le he dicho mi pena, y Él todo bondad
me ha dicho:
"Hija mía, no temas, ¿no está acaso mi Voluntad que suple a todo, a
los mismos Sacramentos y a todas las ayudas que se pueden dar a una pobre
moribunda? Mucho más cuando no está la voluntad de la persona de no
querer recibir los Sacramentos y todas las ayudas de la Iglesia, que como
madre da en aquel punto extremo. Debes saber que mi Querer al arrebatarla
de la tierra repentinamente me la ha hecho circundar por la ternura de mi
Humanidad, mi corazón humano y divino ha puesto en campo de acción mis
fibras más tiernas, de modo que sus defectos, sus debilidades, sus pasiones,
han sido miradas y pesadas con tal fineza de ternura infinita y divina, y
cuando Yo pongo en campo mi ternura no puedo hacer menos que tener
compasión y dejarla pasar a buen puerto, como triunfo de la ternura de tu
Jesús. Y además, ¿no sabes tú que donde faltan las ayudas humanas
abundan las ayudas divinas? Tú temes porque no había nadie a su alrededor
y si quiso ayuda no tuvo a quien pedirla. ¡Ah, hija mía, en aquel punto las
ayudas humanas cesan, no tienen ni valor ni efecto, porque el alma entra en
el acto único y primero con su Creador, y en este acto primero a ninguno le
es dado entrar, y además, a quien no es un perverso, la muerte repentina
sirve para no hacer poner en campo la acción diabólica, sus tentaciones, los
temores que con tanto arte arroja en los moribundos, porque se los siente
arrebatar sin poderlos tentar ni seguir, por eso lo que se cree desgracia por
los hombres, muchas veces es más que gracia."
1697
Después de esto me he abandonado toda en el Supremo Querer y mi
dulce Jesús continuando su hablar me ha dicho:
"Hija mía, quien vive en mi Querer tiene el primado sobre todo y
sobre todos los actos de las criaturas, tiene delante a su Creador el acto
primero en el amor, así que si las otras criaturas aman, el alma que vive en
mi Querer se encuentra la primera a amar, las demás vienen, quien en
segundo, quien en tercero, quien en cuarto, según la intensidad de su amor;
si las otras criaturas me adoran, me glorifican, me piden, el alma que vive en
mi Querer se encuentra la primera en adorarme, en glorificarme, en pedirme.
Esto es connatural, porque mi Voluntad es vida y acto primero de todas las
criaturas, por consiguiente quien vive en Ella se encuentra en su acto
primero, y es la primera sobre todas las criaturas delante a Dios en hacer
todos los actos de ellas y en hacer todos los actos que ellas no hacen. Así
que la Soberana del Cielo que no dio jamás vida a su querer, sino tuvo toda
su vida en el mío, tiene como derecho el primado, por eso es Ella la primera
en amarnos, en glorificarnos, en pedirnos; si vemos que las otras criaturas
nos aman, es detrás del amor de la Celestial Reina; si nos glorifican y rezan,
es detrás de la gloria y oración de Aquella que tiene el primado y por
consecuencia el imperio sobre todo. Cómo es bello verla, que conforme las
criaturas nos aman, Ella no cede jamás su primer puesto en el amor, es más,
mientras se pone como acto primero, hace correr su mar de amor en torno a
la Majestad Suprema, de modo que las otras criaturas quedan detrás del mar
de amor de la Mamá Celestial con sus gotitas de amor, y así de todos los
demás actos. ¡Ah hija mía, vivir en mi Voluntad es una palabra, pero es una
palabra que pesa todo cuanto pesa la eternidad, es una palabra que abraza
todo y a todos."
Noviembre 23, 1926
Amenazas de castigos. El vivir en el Querer Divino
forma el verdadero sol. De qué está formado este sol.
Encontrándome en mi habitual estado, mi siempre amable Jesús se
hacía ver en mi interior que asomando su rostro desde dentro de mi pecho,
con sus ojos centelleantes de luz miraba lejos, y en aquella luz miraba
también yo y se veían ríos que desbordaban, mares que creciendo salían de
sus playas, naves arrolladas, países bajo el agua, tempestades que destruían
todo lo que investían y tantos otros males que mientras parecía que hacían
tregua en un punto, en otros puntos retomaban su furor. ¡Oh! cómo daba
1698
espanto ver el agua, el viento, el mar, la tierra, armados por la Justicia
Divina para golpear a las pobres criaturas. Entonces yo rogaba a mi sumo
Bien que se aplacara y que retirara la orden que había dado a estos
elementos de hacer justicia, y mi dulce Jesús poniéndome los brazos al
cuello y estrechándome fuerte a Sí me hacía sentir su Justicia. Yo me sentía
sucumbir y mi dulce Jesús suspirando me ha dicho:
"Hija mía, no puedo más, es necesario que mi Justicia haga su curso;
tú no te alarmes de lo que ves, sino más bien ocúpate del reino del Eterno
Fiat."
Yo he quedado sufriente y afligida por los grandes males que
sucederán, y abandonándome en el adorable Querer de mi Jesús encerraba
en Él todos los pensamientos, miradas, palabras, obras, pasos y latidos, a fin
de que todos amasen y pidiesen junto conmigo que venga el reino del Fiat
Supremo y que pronto se establezca en medio de las generaciones humanas,
y mi amado Bien continuando ha agregado:
"Hija mía, el vivir en mi Querer forma el verdadero Sol entre el Cielo
y la tierra, sus rayos extendiéndose en lo bajo invisten cada pensamiento,
mirada, palabra, obra y paso, y atándolos con su luz se forma con ellos una
corona, manteniéndola fija en Sí para hacer que nada le escape. Sus rayos
extendiéndose en lo alto invisten todo el Cielo, a todos los bienaventurados y
atándolos a todos en su luz nada deja escapar, a fin de que este Sol triunfante
pueda decir: ‘Todo encierro, nada me falta de las obras y de lo que
pertenece a mi Creador, con mis alas de luz me extiendo sobre todo, abrazo
a todos, triunfo sobre todos, aun sobre mi Eterno Creador, porque en la luz
de su Querer no hay cosa que quiera y no le lleve, no hay acto que no le
haga, no hay amor que no le dé, con mis alas de luz que me suministra mi
Eterno Fiat soy el verdadero rey que invistiendo a todos domino todo.’
¿Quién puede resistir o librarse de los rayos solares si se encuentra al
descubierto? La fuerza de la luz es irresistible, donde se extiende nadie
puede escapar de su toque, porque tocándolos les da sus besos de luz y de
calor y triunfante los tiene investidos bajo la impresión de su luz. Tal vez
habrá ingratos que no le prestarán atención ni le darán un gracias, pero la luz
ni siquiera a esto le pone atención, más bien le presta atención a su oficio de
luz y se mantiene firme en dar el bien que posee. Mucho más que el Sol de
mi Voluntad no es como el sol que se ve en la bóveda del cielo, que su
esfera de luz es limitada, y si esta esfera fuese tan grande de extenderse tanto
para formar un segundo cielo, al girar la tierra encontraría siempre su sol y
por tanto las tinieblas, la noche, no podrían investir la tierra, y así como no
pierde jamás de vista al cielo que se extiende por doquier, así no perdería
jamás el sol, y para la tierra sería siempre día. Ahora, el Sol de mi Voluntad,
1699
su esfera no es limitada y por eso posee su pleno día, y por esto quien vive
en Ella abraza todos los tiempos, todas las generaciones e invistiendo los
actos de todos forma un solo acto, un solo amor y una sola gloria para su
Creador. ¿Pero sabes tú de qué está formado este Sol de mi Suprema
Voluntad? Mis atributos son los rayos de este Sol, los cuales, si bien cada
uno son distintos entre ellos en las cualidades y en el oficio que tienen, sin
embargo en la sustancia son luz, y mi Voluntad la sumaria luz que asume
todas juntas estas luces, es la dirigente de todos mis atributos y por eso
cuando las criaturas merecen ser castigadas Yo dirijo el rayo de luz de mi
Justicia, y ella defendiendo mis derechos golpea a las criaturas."
Noviembre 27, 1926
Quien cumple una misión puede decirse madre, y para decirse hija
la debe engendrar en ella. Las otras santidades son luz y la
Santidad del Querer Divino es Sol. Cómo el fundamento
de esta Santidad es la Humanidad de Nuestro Señor.
Estaba toda abandonada en los brazos de la adorable Voluntad, y pedía
a mi dulce Jesús que usara un acto de su Potencia para hacer que el Supremo
Querer invistiera a las generaciones humanas, y atándolas a Sí formara sus
primeros hijos tan deseados por Él. Y mi sumo Bien moviéndose en mi
interior me ha dicho:
"Hija mía, se dice madre, se dice padre, cuando una persona tiene una
misión especial, y quienquiera que tiene origen de esta misión cumplida se
puede llamar hija de esta madre. Verdadera madre significa llevar en su
seno su parto, formarlo con su misma sangre, sostener penas, sacrificios, y si
es necesario exponer la propia vida para dar vida al parto de sus propias
entrañas, así que cuando este parto es madurado en el propio seno y una vez
que ha salido a la luz, entonces con justicia, con derecho y con razón se le
llama hijo al parto y madre a aquella que lo ha generado. Por eso para ser
madre es necesario que formen primero a los hijos en el interior, que se
generen con la propia sangre, todos los miembros y los actos de estos hijos
deben ser generados a partir del corazón de la propia madre. Ahora hija mía,
para ser hija de mi Querer has sido generada en Él, en Él has sido formada y
más que sangre, la Luz, el Amor de mi Voluntad formándote injertaban en ti
sus modos, sus actitudes y su obrar, haciéndote abrazar a todos y a todo, tan
es verdad, que como parto suyo, ahora te llama la recién nacida de mi
Voluntad, ahora pequeña hija suya. Ahora, puede generar los hijos de mi
1700
Querer sólo quien ha sido generado en Él, por eso tú serás la madre de la
generación de sus hijos."
Y yo: "Jesús mío, ¿qué dices? No soy buena para ser hija, ¿cómo
puedo ser madre?"
Y Jesús: "Sin embargo de ti debe salir la generación de estos hijos,
¿qué madre ha sufrido tanto, quién ha estado confinada dentro de una cama
por más de cuarenta años por amor de formar su parto y dar a luz la
generación de sus hijos? Nadie. ¿Qué madre, por cuan buena ha sacrificado
toda entera su existencia, hasta encerrar en ella los pensamientos, los latidos,
las obras, para hacer que todo fuese reordenado en el propio parto,
queriéndoles dar no una vez la vida, sino tantas veces por cuantos actos hace
su propio hijo? Nadie. ¿No sientes tú misma en ti las generaciones de estos
hijos al seguir los pensamientos, las palabras, las obras, los pasos, para
reordenarlos todos en mi Voluntad? ¿No sientes tú que quieres dar la vida a
cada uno con tal de que conozcan mi Querer y sean regenerados en Él?
Todo lo que tú haces en tu interior y sufres, no es otra cosa que la formación
y maduración de este parto todo de Cielo. He aquí por qué te he dicho tantas
veces que tu misión es grande, no hay quien pueda igualarla y se necesita
suma atención."
Después, sintiéndome oprimida porque me habían escrito que el
reverendo padre Di Francia estaba haciendo imprimir las memorias de mi
infancia y todo lo que sigue, y en mi dolor decía a mi amado Jesús: "Amor
mío, mira cómo me mezclan al hacer conocer lo que me has dicho sobre las
virtudes y sobre tu adorable Voluntad, ponen lo que se refiere a mí; a lo más
esto lo deberían hacer después de mi muerte, no ahora, sólo para mí era esta
confusión y este sumo dolor, a los demás no. ¡Ah Jesús! dame la fuerza de
que también en esto haga tu Santa Voluntad." Y Jesús estrechándome entre
sus brazos para darme fuerza, todo bondad me ha dicho:
"Hija mía, no te aflijas tanto, tú debes saber que las demás santidades
son pequeñas luces que se forman en el alma, y estas luces están sujetas a
crecer, a decrecer y aun a apagarse, por eso no es justo que mientras se vive
en el tiempo, hasta en tanto que la luz no esté más sujeta a apagarse con el
pasar a la otra vida, se publiquen, ¿qué papel haría si se supiera luego que
esta luz no existe más? En cambio la santidad del vivir en mi Querer no es
luz, sino sol, por lo tanto no está sujeta a empobrecerse de luz ni a apagarse;
¿quién puede tocar el sol? ¿Quién puede quitarle una sola gota de luz?
Nadie. ¿Quién puede apagar un átomo de su calor? ¿Quién puede hacerlo
descender aunque sea un milímetro por debajo de su puesto, de la altura en
la cual reina y domina toda la tierra? Nadie. Si no fuera el Sol de mi Fiat
Supremo no habría permitido que lo publicaran; más bien tengo prisa,
1701
porque el bien que puede hacer un sol no lo puede hacer una luz, porque el
bien de la luz es demasiado limitado y no es ni un gran bien si se pone, ni un
gran daño si no se hace surgir. En cambio el bien del sol abraza todo, hace
bien a todos y no haciéndolo surgir cuanto antes es un gran daño, y es un
gran bien hacerlo surgir aun un día antes. ¿Quién puede decir el gran bien
que puede hacer una jornada llena de sol? Mucho más el Sol de mi Eterna
Voluntad. Así que por cuanto más se tarde, tantas jornadas de Sol se les
quitan a las criaturas y tantas jornadas quitan al Sol, reprimiendo sus rayos
en nuestra patria celestial."
Pero con todo el hablar de Jesús mi opresión continuaba, y mi pobre
mente era molestada por el pensamiento de que mi pobre e insignificante
existencia, que merecía ser sepultada sin que nadie me pusiera atención y
supieran que yo había estado sobre la tierra, debía estar bajo las miradas y en
la manos de quién sabe cuántos, ¡Dios mío, Dios mío, qué dolor! Pero
mientras esto pensaba, mi amable Jesús se hacía ver en mi interior todo
extendido, como si su santa Humanidad hiciese de fundamento en mi pobre
y pequeña alma, y continuando su hablar ha agregado:
"Hija mía, no te distraigas, ¿no ves que el fundamento del reino del
Eterno Fiat en ti está formado por mis pasos, por mis obras, por mi corazón
palpitante de amor, por el honor de mi Voluntad, por mis suspiros ardientes
y por las lágrimas encendidas de mis ojos? Toda mi Vida está extendida en
ti para formar el fundamento, por lo tanto no conviene que tu pequeño obrar
sobre de este fundamento tan sólido y tan santo, sea hecho con distracción,
ni que tus giros en el Supremo Querer sean hechos sombríos, no, no hija
mía, no quiero esto en ti, no temas, quedarás sepultada en el Sol de mi
Querer. ¿Quién más que Él podrá eclipsarte de modo que ninguno te preste
atención? El Sol del Fiat Supremo tendrá tanto cuidado de la pequeña
lucecita de tu alma, que circundada por sus rayos el Sol aparecerá y la
lucecita la tendrá escondida en Sí, por eso quédate en paz si quieres
contentar a tu Jesús, abandona todo en Mí y yo pensaré en todo."
Noviembre 29, 1926
Cómo la Voluntad Suprema, de Reina hace de sierva a
la voluntad humana porque no la hacen reinar.
Continuando mi habitual abandono en la adorable Voluntad, toda la
Creación se ha hecho presente, en la cual corría como luz y como vida
primaria la Suprema Voluntad dominante y triunfante, tanto en las cosas
1702
grandes como en las más pequeñas. Qué encanto, qué orden, qué rara
belleza, qué armonía entre ellas, porque una es la Voluntad que las domina,
y corriendo en ellas las vincula de tal modo que una no puede estar sin la
otra. Y mi dulce Jesús interrumpiendo mi asombro me ha dicho:
"Hija mía, mi Voluntad quedó como vida obrante en cada cosa creada
para que dominase libremente con su pleno triunfo, así que tiene la vida
obrante de la luz y del calor en el sol, la vida obrante de su inmensidad y de
sus múltiples obras en el cielo, la vida obrante de su Potencia, de su Justicia
en el mar, porque mi Divina Voluntad no es como la voluntad de las
criaturas, que a pesar de que quieren, pero si no tienen manos no pueden
obrar, si no tienen pies no pueden caminar, si son mudos o ciegos no pueden
ni hablar ni mirar. En cambio mi Voluntad hace todos los actos en un acto
solo, mientras obra camina, mientras es toda ojos para mirar, al mismo
tiempo es toda voz para hablar y con tal elocuencia que ningún otro la puede
igualar; Ella habla en el ruido del trueno, en el estallido del rayo, en el
silbido del viento, en las olas tumultuosas del mar, en el pajarillo que canta,
en todas partes habla para hacer que todos oigan su voz, ahora fuerte, ahora
dulce y ahora tronante. ¡Voluntad mía, cómo eres admirable! ¿Quién puede
decir como Tú que ha amado a las criaturas? Mi misma Humanidad, ¡oh!
cómo se queda atrás de Ti, Yo quedo eclipsado en Ti y Tú quedas en tu
obrar que no tiene principio ni termina jamás, estás siempre en tu puesto de
dar vida a todas las cosas creadas para llevar tu Vida a las criaturas. ¡Oh! si
todos conocieran lo que Ella hace por ellas, cuánto ama a todas, cómo su
soplo vital da vida a todas, ¡oh! cómo la amarían y todos estarían
estrechados alrededor de mi Eterno Fiat para recibir la vida que les quiere
dar. ¿Pero sabes tú hija mía por qué mi Supremo Querer se dejó dominante
y como vida en todas las cosas creadas y en cada una de ellas a hacer su
oficio distinto? Porque debía servir a Sí mismo, a su misma Voluntad que
debía tener vida y dominio en la criatura, por la cual había creado todas las
cosas. Ella hizo como un rey que queriendo formarse una habitación donde
reinar y formar su morada, en ella forma tantas estancias, pone tantas luces,
para hacer que no reine la oscuridad, pone muchas fuentecitas de agua
fresquísima, para recreación pone música, hace rodear su habitación con
amenos jardines, en suma, en esta morada pone todo lo que puede hacerlo
feliz y que es digno de su realeza. Ahora, como rey debe tener sus siervos,
sus ministros, sus soldados. ¿Pero qué sucede? Estos desconocen al rey y
en vez de dominar el rey dominan los siervos, los ministros, los soldados,
¿cuál no será el dolor de este rey al ver que sus obras no le sirven a él, sino
que con injusticia sirven a sus siervos y él mismo está obligado a hacer de
siervo a sus siervos? Porque cuando un servicio, una obra sirve a sí misma,
1703
no se llama servidores. Ahora, mi Voluntad debía servirse a Sí misma en las
criaturas y por eso se quedó más que noble Reina en todas las cosas creadas,
para hacer que nada le faltara a su realeza de Reina en la criatura, no podía
haber ningún otro que sirviera dignamente a mi Voluntad sino solamente mi
misma Voluntad, ni se habría adaptado a hacerse servir por los siervos,
porque ninguno habría tenido sus modos nobles y divinos para servirla.
Ahora escucha el gran dolor de mi Suprema Voluntad, tú que eres su hija es
justo que sepas los dolores de tu Madre, de tu Reina y de Aquella que es tu
vida. Ella en la Creación hace de sierva a los siervos, sirve a la voluntad
humana porque la mía no reina en las criaturas; cómo es duro servir a los
siervos, y por tantos siglos. En cuanto el alma se sustrae de la mía para
hacer la suya, pone en servidumbre a mi Voluntad en la Creación, por eso su
dolor es grande, de Reina hacer de sierva, no hay quien pueda endulzar un
dolor tan amargo. Si Ella continua estando en la Creación a servir a los
siervos es porque espera a sus hijos, espera que sus obras sirvan a los hijos
de su Eterno Fiat, que haciéndola reinar y dominar en sus almas la harán
servir a su nobleza. ¡Oh! sí, sólo estos hijos le endulzarán un dolor tan
prolongado y amargo, le enjugarán las lágrimas de tantos siglos de
servidumbre, le restituirán los derechos de su realeza. Por eso es tan
necesario hacer conocer mi Voluntad, lo que hace, lo que quiere, cómo Ella
es todo y contiene todos los bienes, y su continuo dolor porque no la hacen
reinar."
Ahora, después de esto mi mente quedó tan compenetrada por el dolor
de la Suprema Voluntad, que continuando a estar delante a mi mente toda la
Creación, con sumo dolor mío veía a esta noble Reina velada en cada una de
las cosas creadas, que servía a todas las criaturas, hacía de sierva en el sol,
sirviéndolas con darles la luz y el calor; hacía de sierva en el agua, con
llevarla hasta los labios para quitarles la sed; hacía de sierva en el mar, para
llevar los peces; hacía de sierva en la tierra con darles los frutos, alimentos
de todo tipo, flores y tantas otras cosas; en suma, en todas las cosas estaba
velada con tristeza, porque no era decoroso para Ella servir a las criaturas, es
más, era desconveniente para su nobleza de Reina hacer de sierva a criaturas
ingratas y perversas, que se servían de su servidumbre sin ni siquiera
mirarla, sin decirle un gracias, ni retribuirla con alguna paga como se
acostumbra hacer con los siervos. ¿Quién puede decir lo que yo comprendía
sobre este dolor tan prolongado e intenso del Eterno Fiat? Pero mientras
nadaba en este dolor, mi adorado Jesús ha salido de dentro de mi interior y
estrechándome a Sí, todo ternura me ha dicho:
"Hija mía, así como es muy doloroso y humillante para mi Suprema
Voluntad hacer de sierva a las criaturas que no la hacen reinar en ellas, tanto
1704
más se sentirá glorificada y feliz en quien la hará reinar. Mírala en ti cómo
es feliz de servirte, Ella reina en ti mientras escribes y se siente honrada,
feliz de servirte al guiar tu mano mientras escribes, a fin de que pongas las
palabras en el papel para hacerse conocer. Ella pone a servicio en tu mente
su Santidad para suministrarte las ideas, las palabras, los ejemplos más
tiernos que se refieren a mi Supremo Querer, a fin de que se haga camino en
medio de las criaturas para formar su reino. Ella sirve a tu vista para hacerte
mirar lo que escribes, a tu boca para ponerte las palabras, a tu corazón para
hacerlo palpitar de su mismo Querer. ¡Qué diferencia! Ella es feliz de
servirte porque se sirve a Sí misma, sirve para formar su Vida, sirve a su
conocimiento, a su Santidad, sirve para formar su reino. Mi Querer reina en
ti mientras rezas y te sirve con darte el vuelo en Sí mismo para hacerte hacer
sus actos y hacerte tomar posesión de sus bienes. Este modo de servir de mi
Querer es glorioso, es triunfante, es dominante y sufriría sólo si el alma no
se hiciera servir toda y en todo por Él."
Diciembre 3, 1926
Lamentos con Jesús, Él la tranquiliza. La voluntad humana pone
la distancia entre Dios y el alma. Cómo somos rayos de luz
salidos de Dios. La prisión de Jesús es símbolo de
la prisión de la voluntad humana.
Continuando mi habitual abandono en mi adorable Fiat Supremo,
suspiraba con ansia a mi sumo Bien Jesús, y en aquella Luz interminable del
Eterno Querer, en que no se ven los confines, ni dónde comienzan ni dónde
terminan, era toda ojos para ver si podía descubrir a Aquél por quien tanto
suspiraba, y Jesús para tranquilizar mis ansias ha salido de dentro de mi
interior, y yo al verlo le he dicho: "Amor mío, cómo me haces esperar y
suspirar tu regreso, esperas hasta que no puedo más, cómo se ve claro que no
me quieres como antes, sin embargo me decías que me amarías cada vez
más y que jamás habrías estado sin mí, y ahora me dejas a veces hasta por un
día entero en poder del dolor y bajo el peso de tu privación, abandonada y
toda sola." Y Jesús interrumpiendo mi hablar me ha dicho:
"Hija mía, ánimo, no te abatas, Yo no te dejo, tan es verdad, que es
siempre de dentro de tu interior que salgo para entretenerme contigo, y si tú
no siempre me ves, lo hago para darte el campo para seguir aquel acto único
de mi Voluntad que contiene todos los actos juntos; no ves tú que la luz de
mi Supremo Querer te corre dentro del corazón, de la boca, de los ojos, de
1705
las manos, de los pies, de todo tu ser, y eclipsándome en ti tú no siempre me
ves, porque Él siendo interminable, lo que no es mi misma Humanidad, tiene
la fuerza de eclipsarme y Yo gozo de este eclipse de mi Supremo Querer, y
desde dentro de ti misma veo tu vuelo, tus actos en el Fiat Divino. Si Yo me
hiciera ver siempre, tú para entretenerte conmigo y gozar de mi dulce y
amable presencia te ocuparías de mi Humanidad, desahogarías tu amor
conmigo, como Yo contigo y no tendrías corazón de dejarme para seguir el
vuelo de mi Voluntad en la Creación y en los mismos actos que hizo mi
Humanidad en la Redención, por eso para hacerte cumplir la misión a ti
confiada, para hacerte más libre, Yo estoy en ti como escondido para seguir
tus mismos actos en el Eterno Fiat. ¿No recuerdas que esto fue dicho a mis
mismos apóstoles, que era necesario que se separaran de mi Humanidad, que
mucho amaban y que no sabían estar sin Ella? Tan es verdad, que mientras
viví en la tierra no se alejaron de Mí para ir por todo el mundo a predicar el
evangelio y a hacer conocer mi venida a la tierra, sino que después de mi
partida al Cielo, investidos por el Espíritu Divino, tuvieron esta fuerza de
dejar sus lugares para hacer conocer los bienes de la Redención y de poner
aun la vida por amor mío. Así que mi Humanidad habría sido un estorbo a
la misión de mis apóstoles. No digo que esto sea necesario contigo, porque
entre tú y Yo no hay este estorbo, porque el impedimento sucede cuando dos
seres son separables, pero cuando dos seres se han compenetrado tanto que
uno vive en el otro, el impedimento termina, porque a donde va el uno se
encuentra junto el otro, por lo tanto estando juntos no son necesarios
esfuerzos para ir a donde se quiere, porque la persona amada está dentro de
ella para seguirla a todas partes; digo sólo que es necesario frecuentemente
el eclipse por la fuerte luz de mi Voluntad, que dominándote a ti y a mi
misma Humanidad en ti, nos eclipsa y nos hace seguir sus actos. Esto no
dice que no te amo más que antes y que Yo sé estar sin ti, todo lo contrario,
mi Voluntad te da el Amor Eterno y completo de tu Jesús, y haciéndose
muro a mi alrededor con su luz, no permite que ni siquiera un instante pueda
alejarme de ti. ¿Sabes tú quién pone la distancia entre Dios y el alma? ¡La
voluntad humana! Cada acto de ella es un paso de distancia entre el Creador
y la criatura, cuanto más obra la voluntad humana, tanto más se aleja de
Aquél que la ha creado, lo pierde de vista, desciende de su origen, rompe
todo vínculo con la familia celestial. Supón un rayo de sol que se pudiera
separar del centro de su esfera, conforme se aleja del sol así siente perder la
luz, y si se aleja tanto de perder del todo la vista del sol, este rayo pierde
toda la luz y se convierte en tinieblas; este rayo convertido en tinieblas siente
en sí un movimiento, una vida, pero no es ya capaz de dar luz, porque no la
posee, así que su movimiento, su vida, sólo es capaz de expandir densas
1706
tinieblas. Tales son las criaturas, rayos de luz salidos de la esfera del Sol de
la Divinidad, conforme se alejan de mi Voluntad se vacían de luz, porque a
Ella era dado conservar la luz en estos rayos y por eso se convierten en
tinieblas. ¡Oh, si todos conocieran qué significa no hacer mi Voluntad,
cómo estarían atentos a no hacer entrar en ellos el veneno de la voluntad
humana, destructor de todo bien!"
Después de esto estaba siguiendo a mi apasionado Jesús en su
dolorosa prisión, que estando atado a una columna, por el modo tan bárbaro
como lo habían atado no podía estar firme, apoyado en la columna, sino que
estaba suspendido, con las piernas dobladas atadas a ella y por eso se
tambaleaba ahora a la derecha, ahora a la izquierda. Y yo abrazándome a
sus rodillas para hacerlo estar firme y reordenándole los cabellos todos
revueltos que le cubrían hasta su rostro adorable, no faltándole ni siquiera
los salivazos que tanto lo habían ensuciado. ¡Oh! cómo habría querido
desatarlo para liberarlo de aquella posición tan dolorosa y humillante. Y mi
prisionero Jesús, todo afligido me ha dicho:
"Hija mía, ¿sabes por qué permití ser puesto en la prisión en el curso
de mi Pasión? Para liberar al hombre de la prisión de la voluntad humana.
Mira cómo es horrenda mi prisión, era un pequeño lugar que servía para
encerrar las inmundicias y excrementos de las criaturas, así que la peste era
intolerable, la oscuridad era densa, no me dejaron ni siquiera una pequeña
lamparita, mi posición era desgarradora, ensuciado de salivazos, con los
cabellos revueltos, adolorido en todos los miembros, atado, ni siquiera
derecho sino encorvado, no me podía ayudar en ningún modo, ni siquiera
quitarme los cabellos de los ojos que me molestaban. Esta mi prisión es la
verdadera similitud de la prisión que forma la voluntad humana de las
criaturas, la peste que exhala es horrible, la oscuridad es densa, muchas
veces no les queda ni siquiera la pequeña lamparita de la razón, están
siempre inquietas, trastornadas, ensuciadas por pasiones viles. ¡Oh! cómo
hay que llorar sobre esta prisión de la voluntad humana, cómo sentí a lo vivo
en esta prisión el mal que había hecho a las criaturas; fue tanto mi dolor que
derramé amargas lágrimas y pedí a mi Celestial Padre que liberase a las
criaturas de esta prisión tan ignominiosa y dolorosa. También tú pide junto
conmigo que las criaturas se liberen de su voluntad."
1707
Diciembre 6, 1926
Pacto entre Jesús y Luisa. Los actos sólo se pueden
decir perfectos cuando reina la Voluntad Divina.
Esta mañana mi siempre amable Jesús parece que no me ha hecho
esperar tanto su venida, es más, se ha entretenido largamente conmigo, cosa
que no hacía desde hace mucho tiempo, porque ahora si viene es siempremuy breve su visita, no me da tiempo para poderle decir nada, sólo Él dice lo
que quiere decirme, o bien habla con la Luz interminable de su Querer, que
habla tanto que Jesús queda eclipsado en esta Luz y yo también, y ambos
nos perdemos de vista, porque aquella Luz es tan fuerte y deslumbrante que
la pequeñez y debilidad de mi vista no la puede sostener, y por lo tanto
pierdo todo y aun a Jesús. Ahora, mientras se entretenía conmigo eran tales
y tantos sus desvaríos de amor, que el corazón le latía fuerte fuerte, y
apoyando su pecho sobre el mío me hacía sentir sus latidos ardientes, y
acercando sus labios a los míos vertía en mí parte de aquel fuego que lo
quemaba, era un líquido que mientras era fuego líquido, era dulcísimo, pero
de un dulce que no se sabe decir, pero en aquellos ríos que venían a mi boca,
que como fuentecitas salían de la suya, había algún río amargo que la
ingratitud humana mandaba hasta el corazón de mi dulce Jesús. Todo esto
Jesús no lo había hecho desde hace mucho tiempo, mientras que antes lo
hacía casi todos los días. Ahora, después de haber desahogado conmigo,
después de haber vertido lo que tenía en su corazón santísimo, me ha dicho:
"Hija mía, debemos hacer un pacto mutuo: Que tú no debes hacer
nada sin Mí, y Yo no debo hacer nada sin ti."
Y yo: "Amor mío, es bello, me gusta este pacto, no hacer nada sin Ti,
¿y cuando Tú no vienes cómo le hago? Así que debo estar inactiva y sin
hacer nada, y después Tú pones tu Voluntad en mí y yo no sé querer sino lo
que quieres Tú, por lo tanto Tú vencerás siempre y harás lo que quieras y sin
mí." Y Jesús todo bondad ha continuado diciendo:
"Hija mía, cuando no vengo no debes estar sin hacer nada, no, no,
debes continuar haciendo lo que hemos hecho juntos, lo que te he dicho que
quiero que tú hagas, esto no es hacer sin Mí, porque ya lo hicimos entre tú y
Yo y queda como si siempre lo hicieras junto conmigo, y además, ¿no
quieres tú que venza siempre Yo? El vencer de tu Jesús es ganancia tuya,
así que si tú vences pierdes, si pierdes vences. Pero está segura que Yo noharé nada sin ti, por eso he puesto en ti mi Querer, y junto con Él mi Luz, mi
Santidad, mi Amor, mi Fuerza, a fin de que si quieres mi Luz, mi Santidad,
mi Amor, mi Fuerza, domines en ellas y tomes la Luz que quieres, la
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Santidad, el Amor, la Fuerza que quieres poseer. Cómo es bello verte poseer
mis dominios, que me hacen llegar a no hacer nada sin ti. Estos pactos los
puedo hacer sólo en quien domina y reina mi Voluntad."
Después de esto estaba haciendo mis acostumbrados actos en el Fiat
Supremo, y pensaba entre mí que quería esconder mi pequeño amor, mi
mezquina adoración y todo lo que yo pudiese hacer, en los primeros actos
que hizo Adán cuando poseía la unidad de la Luz de la Voluntad Divina, y
en los de la Mamá Reina, que fueron todos perfectos, y mi adorado Jesús ha
agregado:
"Hija mía, un acto solamente se puede llamar perfecto cuando encierra
en sí todos los actos juntos, y sólo mi Voluntad encierra este acto perfecto,
que mientras hace un acto solo, salen de este acto solo todos los actos
posibles e imaginables que existen en el Cielo y en la tierra. Este acto solo
de mi Querer es símbolo de una fuente, que mientras que la fuente es una, de
ella brotan mares, ríos, fuego, luz, cielo, estrellas, flores, montes y tierra; de
esta sola fuente sale todo. Ahora, Adán en el estado de inocencia y la Alteza
de la Soberana Reina, poseyendo mi Voluntad, si amaban, en el amor
encerraban la adoración, la gloria, la alabanza, la bendición, la oración; en el
más pequeño de sus actos nada faltaba, corría la multiplicidad de las
cualidades del acto solo de mi Supremo Querer, que haciéndoles abrazar
todo en un acto daban a su Creador lo que le convenía, así que si amaban
adoraban, y si adoraban amaban; los actos aislados que no abrazan todos los
actos juntos no se pueden llamar perfectos, son actos mezquinos, que llevan
mucho de voluntad humana. He aquí por qué sólo en el Fiat el alma puede
encontrar la perfección verdadera en sus actos y ofrecer un acto divino a su
Creador."
Diciembre 8, 1926
Quien vive en el Querer Divino es el eco, es el pequeño sol. Estos
escritos salen del corazón de Nuestro Señor. Las obras de Nuestro
Señor son velos que esconden a la noble Reina de la Divina Voluntad.
Estaba haciendo mis acostumbrados actos en el Eterno Querer y mi
siempre amable Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, tú eres nuestro eco, conforme entras en nuestro Querer para
amar, para alabar, para pedir que venga nuestro reino, así oímos en ti el eco
de nuestro amor, el eco de nuestra gloria, el eco de nuestro Fiat que quiere
venir a la tierra a reinar, que quiere que se le pida, que se le vuelva a pedir,
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que se le apresure para que venga a reinar como en el Cielo así en la tierra.
Y conforme tú giras por toda la Creación para seguir en ella los actos del
Supremo Querer, así oímos tu eco en el mar, en los valles, sobre los montes,
en el sol, en el cielo, en las estrellas, en todo. Cómo es bello este eco, es
nuestro eco que resuena en todas nuestras cosas; en este eco oímos el eco de
nuestra voz, sentimos el movimiento de nuestras obras, el pisar de nuestros
pasos, los movimientos, la pulsación de nuestro latido y Nosotros nos
deleitamos tanto al ver tu pequeñez, que mientras haces el eco buscas imitar
nuestra voz, copiar los movimientos de nuestras obras, hacer el mismo
rumor de nuestros pasos, amar con nuestro latido."
Después suspirando ha agregado: "Hija mía, si el sol tuviera razón y
viera una planta, un ser que quisiera llegar a ser sol, el sol concentraría toda
su luz, su calor y todos sus efectos sobre este ser para hacerlo llegar a ser
sol, y esto a pesar de que no negaría a los demás seres su luz y sus efectos,
porque es de la naturaleza de la luz que dondequiera que se encuentre se
expande y hace el bien a todos; pero sol se volvería el ser afortunado que
recibiera todos los reflejos y todos los bienes juntos que el sol contiene.
¿Qué gloria, qué contento no recibiría el sol al poder formar otro sol? Toda
la tierra, por tantos siglos, jamás le ha ofrecido tanta gloria, tanto amor, con
recibir sus tantos efectos como este único ser que se ha cambiado en sol. El
alma con vivir en nuestro Fiat no hace otra cosa que imitar a su Creador, y el
Sol Eterno concentra sobre de ella todos sus reflejos, de modo de llegar a ser
el pequeño sol a semejanza del Sol divino. ¿No fue propiamente ésta
nuestra finalidad y nuestro dicho: ‘Hagamos al hombre a nuestra imagen y
semejanza’? Hacerlo sin que nos debiese semejar y no debiese llevar en él
la imagen de Aquél que lo había creado, no era ni decoroso ni digno de una
obra de nuestras manos; ni hubiera sido Potencia de aquel soplo regenerador
que salió de nuestro seno el generar un ser desemejante de Nosotros. ¿Qué
se diría de una madre que generase no un niño que tuviese ojos, boca,
manos, pies y todos los miembros semejante a ella, a lo más un poco más
pequeño en todos los miembros, pero sin faltarle nada de todos los órganos
de la madre, sino que generase una planta, un pájaro, una piedra, cosas
desemejantes de ella? Sería increíble, cosas contra natura e indignas de una
madre, porque no habría sabido infundir en su parto su imagen y todos sus
miembros. Ahora, si todas las cosas, si generan, forman cosas similares a
ellas, mucho más Dios, primer generador, formando a las criaturas era honor
y gloria suya formarlas semejantes a Sí. Por eso hija mía, tu vuelo en mi
Querer sea continuo a fin de que concentre sus rayos sobre ti, y dardeándote
forme de ti su pequeño sol."
1710
Después de esto me sentía como cansada y no me podía decidir a
escribir lo que mi adorado Jesús me había dicho, y Jesús sorprendiéndome,
para darme voluntad y fuerza de hacerlo me ha dicho:
"Hija mía, no sabes tú que estos nuestros escritos salen del fondo de
mi corazón, y Yo hago correr en ellos la ternura de él para enternecer a
aquellos que los leerán, la firmeza de mi hablar divino para reforzarlos en las
verdades de mi Voluntad. En todos los dichos, verdades, ejemplos que te
hago poner en el papel, hago correr la dignidad de mi Sabiduría celestial, de
modo que aquellos que los leen o leerán, si están en gracia, sentirán en ellos
mi ternura, la solidez de mi hablar y la luz de mi Sabiduría, y como entre
imanes quedarán atrapados en el conocimiento de mi Voluntad. Quienes no
estén en gracia, no podrán negar que es luz, y la luz hace siempre bien,
jamás hace mal, ilumina, calienta, hace descubrir las cosas más escondidas y
mueve a amarlas, ¿quién puede decir que no recibe bien del sol? Ninguno.
En estos escritos estoy poniendo más que un sol salido de mi corazón, a fin
de que hagan bien a todos; por eso tengo tanto interés que tú escribas, por el
gran bien que quiero hacer a la familia humana, tanto que los miro como
escritos míos, porque siempre soy Yo quien dicta y tú la pequeña secretaria
de la larga historia de mi Voluntad."
Luego estaba siguiendo en el Querer Divino todo lo que mi dulce
Jesús había hecho estando en la tierra en su Humanidad, y pedía en cada uno
de sus actos que su Fiat sea conocido y que triunfante venga a reinar en
medio de las criaturas, y mi sumo y único Bien, moviéndose en mi interior
me ha dicho:
"Hija mía, así como toda la Creación es velo que esconde mi
Voluntad, así mi Humanidad y todas mis obras, lágrimas y penas son tantos
velos que esconden a mi Fiat Supremo, Él reinaba en mis actos, triunfante,
dominante y ponía los cimientos para venir a reinar en los actos humanos de
las criaturas; ¿pero sabes tú quién rompe estos velos para hacerlo salir y
dominar en el propio corazón? Quien lo reconoce en cada acto mío y lo
invita a salir, éste rompe el velo de mis obras, entra dentro, reconoce a la
noble Reina y le pide, la apura a no estar más escondida, y abriéndole el
corazón la invita a entrar; rompe el velo de mis lágrimas, de mi sangre, de
mis penas, el velo de los Sacramentos, el velo de mi Humanidad, y
ofreciéndole su sujeción le ruega que no esté más velada, sino que se haga
conocer Reina como es para tomar su dominio y formarse los hijos de su
reino. He aquí por esto la necesidad que tú gires en nuestro Querer y en
todas nuestras obras, para encontrar a la noble Reina de nuestra Voluntad
escondida en ellas, para pedirle que se devele, que salga de sus
apartamentos, a fin de que todos la conozcan y la hagan reinar."
1711
Diciembre 10, 1926
La Voluntad Divina es un acto continuado que jamás cesa. La Virgen
se hizo dominar por este acto y formó en sí su Vida. Cómo en las
fiestas de Ella en el Cielo se festeja a la Divina Voluntad.
Mi pobre mente nadaba en el mar interminable del Eterno Querer, y
mi adorable Jesús hacía ver como el prodigio más grande es que su
Santísima Voluntad, mientras era tan inmensa se restringía en la criatura,
quedando inmensa, para dominarla y formar su Vida en ella. La criatura que
quedaba sumergida bajo el acto continuado de esta Voluntad Divina era el
milagro de los milagros y el prodigio jamás visto. Y el amable Jesús todo
bondad me ha dicho:
"Hija amadísima de mi Querer, tú debes saber que sólo mi Eterno
Querer tiene un acto continuado que jamás cesa, este acto está lleno de vida
y por eso da vida a todo, conserva todo y mantiene el equilibrio a Sí mismo
y a todas las cosas. Sólo Él puede gloriarse de poseer este acto continuo de
dar siempre vida, de amar siempre, siempre, sin cesar un instante. Mi misma
Humanidad si posee este acto continuado es porque en Ella corría este acto
continuado del Fiat Supremo; ¿cuánto duró la Vida de mi Humanidad sobre
la tierra? Poquísimo; en cuanto cumplí lo que era necesario para la
Redención partí a mi patria celestial, si bien quedaron mis actos, pero estos
quedaron porque estaban animados por el acto continuado de mi Voluntad.
En cambio mi Voluntad no parte jamás, está siempre en su puesto,
perseverante, sin que jamás interrumpa su acto de vida sobre todo lo que de
Ella ha salido. ¡Oh! si mi Voluntad partiera de la tierra y de todas las cosas
creadas, todas las cosas perderían la vida y se resolverían en la nada, porque
mi Voluntad sobre la nada creó todas las cosas y les dio vida, así que si se
retirara todas perderían la existencia. Ahora, ¿quieres tú saber quién fue
Aquélla que se hizo dominar por este acto continuo de mi Querer Supremo,
y que no dando jamás vida al suyo recibió este acto continuo de Vida de
Voluntad Divina, en modo de formar en Ella una Vida toda divina y a
semejanza de su Creador? Fue la Celestial y Soberana Reina, Ella desde el
primer instante de su Inmaculada Concepción recibió este acto de Vida de
Voluntad Divina, para recibirlo continuamente en toda su vida. Esto fue el
prodigio más grande, el milagro jamás visto: ‘La Vida de la Voluntad
Divina en la Emperatriz del Cielo.’ Porque un acto solo de Vida de este Fiat
1712
puede hacer salir cielos, soles, mares, estrellas y todo lo que quiera, así que
todos los actos humanos puestos de frente a un solo acto de Vida de esta mi
Voluntad, son como tantas gotas de agua que se pierden en el océano, como
pequeñas llamitas delante al sol, como átomos en el gran espacio del
universo. Imagina tú misma qué posee la Alteza de la Inmaculada Reina,
con esta vida de acto continuo de Voluntad Divina formada en Ella, esto fue
el verdadero milagro, el prodigio jamás visto, que la pequeñez de la
Soberana Celestial encerraba en Sí una Vida Divina, una Voluntad Inmensa
y Eterna que posee todos los bienes posibles e imaginables. Por eso en todas
las fiestas con las cuales la Iglesia honra a mi Mamá, todo el Cielo festeja,
glorifica, alaba, agradece a la Suprema Voluntad, porque ven en mi Mamá
su Vida, causa primaria por la que obtuvo al suspirado Redentor, y porque
este Fiat tuvo vida, dominó y reinó en Ella, ellos se encuentran en posesión
de la Jerusalén celestial. Fue propiamente la Voluntad Divina que formó su
Vida en esta excelsa criatura que les abrió el Cielo cerrado por la voluntad
humana, por eso con justicia mientras festejan a la Reina, festejan al
Supremo Fiat que la hizo Reina, reinó en Ella y formó su Vida y es causa
primaria de su eterna felicidad. Por eso una criatura que hace dominar a mi
Voluntad y le da campo libre de formar su Vida en ella, es el más grande de
los prodigios, puede mover Cielo y tierra, hasta al mismo Dios, como si nada
hiciera, mientras hace todo y sólo ella puede hacer surgir las cosas más
importantes, destruir todos los obstáculos, afrontar todo, porque una
Voluntad Divina reina en ella. Y así como para conseguir la Redención se
necesitaba toda la Potencia del Fiat habitante en la criatura, para formarla se
necesitaba mi Humanidad que la poseía, así para conseguir que venga el
reino de mi mismo Fiat se necesita otra criatura que lo haga habitar en ella,
que le dé campo libre de formar su Vida, a fin de que mi mismo Querer por
medio de ella cumpla el único y el más importante prodigio: ‘Que venga a
reinar como en el Cielo así en la tierra.’ Y por eso, siendo la cosa más
grande, que pondrá el equilibrio divino en la familia humana, por eso cosas
grandes hago en ti, concentro en ti todo lo que es necesario y decoroso que
se sepa de este reino mío, el gran bien que quiere dar, la felicidad de
aquellos que vivirán en Él, su larga historia, su prolongado dolor de tantos
siglos, que mientras quiere venir a reinar en medio a las criaturas para
volverlas felices, ellas no le abren las puertas, no lo suspiran, no lo invitan, y
mientras está en medio de ellas no lo conocen. Sólo una Voluntad Divina
podía soportar con paciencia tan invicta el estar en medio de ellas, darles
vida y no ser ni siquiera conocida. Mi Voluntad es grande, interminable e
infinita, y donde Ella reina quiere hacer cosas dignas de su grandeza, de su
Santidad y Potencia que contiene. Por eso sé atenta hija mía, no se trata de
1713
una cosa cualquiera, de formar una santidad, sino se trata de formarle un
reino a mi Voluntad adorable y Divina."
Diciembre 12, 1926
Lamento de Jesús en su Pasión al ver repartidos sus vestidos y
sorteada su túnica. Adán antes de pecar estaba vestido de luz
y en cuanto pecó sintió la necesidad de cubrirse.
Estaba haciendo mis acostumbrados actos en el Fiat Supremo, y mi
adorado Jesús ha salido de dentro de mi interior y me ha dicho:
"Hija mía, en mi Pasión hay un lamento mío que me salió con
inmenso dolor desde el fondo de mi corazón desgarrado, porque repartieron
mis vestidos y mi túnica se la jugaron a la suerte. Cómo me fue doloroso el
ver repartidos mis vestidos entre mis mismos verdugos y echada a juego mi
túnica; era el único objeto que Yo poseía, que me había dado con tanto amor
mi Mamá doliente, y ahora no sólo me han despojado de ella, sino que
hicieron de ella un juego. ¿Pero sabes tú que me traspasó mayormente? En
aquellos vestidos se me hizo presente Adán, vestido con el vestido de la
inocencia y cubierto con la túnica indivisible de mi Suprema Voluntad. La
increada Sabiduría al crearlo hizo más que una madre amorosísima, lo vistió
más que con una túnica con la Luz interminable de mi Voluntad, vestido no
sujeto a descomponerse ni a dividirse ni a consumirse, vestido que debía
servir al hombre para conservar la imagen de su Creador, sus dotes
recibidas, y que debía volverlo admirable y santo en todas sus cosas, y no
sólo esto, sino que lo recubrió con la sobrevestidura de la inocencia. Y
Adán dividió en el edén con sus pasiones los vestidos de la inocencia y se
jugó la túnica de mi Voluntad, vestido incomparable y de luz deslumbrante.
Esto que hizo Adán en el edén se repitió ante mis ojos en el monte Calvario,
al ver repartidos mis vestidos y sorteada mi túnica, símbolo de la vestidura
real dada al hombre, mi dolor fue intenso, tanto, que por ello di un lamento.
Se me hizo presente cuando las criaturas, haciendo su voluntad hacen un
juego de la mía, y también cuantas veces dividen con sus pasiones los
vestidos de la inocencia. Todos los bienes son encerrados en el hombre en
virtud de esta vestidura real de la Divina Voluntad; puesta a juego ésta, él
queda descubierto, pierde todos los bienes, porque le falta la vestidura que
los tenía encerrados en él. Así que entre tantos males que hacen las criaturas
con hacer su propia voluntad, agregan el mal irreparable de jugarse la
1714
vestidura real de mi Voluntad, vestidura que no podrá ser sustituida por
ninguna otra."
Después de esto mi dulce Jesús me hacía ver que ponía mi pequeña
alma dentro de un sol, y con sus santas manos me tenía firme en aquella luz,
la cual cubriéndome toda dentro y fuera, yo no podía ni sabía ver otra cosa
que luz, y mi adorado Bien ha agregado:
"Hija mía, al crear al hombre la Divinidad lo ponía en el Sol de la
Divina Voluntad, y en él a todas las criaturas; este Sol le servía de vestidura
no sólo al alma, sino que sus rayos eran tantos, que cubrían también el
cuerpo, de modo que le servía más que vestidura, para volverlo tan adornado
y bello, que ni reyes ni emperadores han aparecido jamás tan adornados
como aparecía Adán con esta vestidura de luz fulgidísima. Se equivocan
aquellos que dicen que Adán antes de pecar estaba desnudo, falso, falso, si
todas las cosas creadas por Nosotros están todas adornadas y vestidas, él,
que era nuestro joyel, la finalidad por la cual todas las cosas fueron creadas,
¿no debía tener la más bella vestidura y el más bello atavío entre todas? Por
eso a él le convenía la bella vestidura de la Luz del Sol de nuestra Voluntad,
y como poseía esta vestidura de Luz no tenía necesidad de vestidos
materiales para cubrirse. En cuanto se sustrajo del Fiat Divino, se retiró la
Luz del alma y del cuerpo y perdió su hermosa vestidura, y no viéndose más
circundado de luz se sintió desnudo, y avergonzándose al verse solamente él
desnudo en medio de todas las cosas creadas, sintió la necesidad de cubrirse
y se sirvió de las cosas superfluas, de las cosas creadas, para cubrir su
desnudez. Tan es verdad, que después de mi sumo dolor de ver divididas
mis vestiduras y echada a suerte mi túnica, al resucitar mi Humanidad no
tomé otras vestiduras, sino que me vestí con la vestidura brillantísima del
Sol de mi Querer Supremo; era aquella misma vestidura que poseía Adán
cuando fue creado, porque para abrir el Cielo, mi Humanidad debía llevar la
vestidura de la Luz del Sol de mi Supremo Querer, vestidura real, que
dándome los distintivos de rey y el dominio en mis manos, abrí el Cielo a
todos los redimidos y presentándome ante mi Celestial Padre le ofrecí las
vestiduras íntegras y bellas de su Voluntad con las cuales estaba cubierta mi
Humanidad, para hacerle reconocer a todos los redimidos por hijos nuestros.
Así que mi Voluntad, mientras es vida, es al mismo tiempo la verdadera
vestidura de la creación de la criatura y por esto tiene todos los derechos
sobre de ella, ¿pero cuánto no hacen ellas para huir de dentro de esta Luz?
Por eso tú sé firme en este Sol del Eterno Fiat y Yo te ayudaré a mantenerte
en esta Luz."
Entonces yo al oír esto le he dicho: "Mi Jesús y mi Todo, ¿cómo es
esto? Si Adán en el estado de inocencia no tenía necesidad de vestidos
1715
porque la Luz de tu Voluntad era más que vestido, y sin embargo la
Soberana Reina, que poseía íntegra tu Voluntad, Tú mismo que eras la
misma Voluntad, sin embargo ni la Mamá Celestial ni Tú llevabais los
vestidos de Luz, y los dos os servíais de vestiduras materiales para cubriros,
¿cómo queda esto?" Y Jesús prosiguió diciendo:
"Hija mía, tanto Yo como mi Mamá venimos a hermanarnos con las
criaturas, venimos a levantar a la humanidad caída y por lo tanto a tomar sus
miserias y humillaciones en las cuales había caído para expiarlas a costa de
la propia vida; si nos hubieran visto vestidos de Luz, ¿quién habría deseado
acercarse y tratar con Nosotros? Y en el curso de mi Pasión, ¿quién hubiera
osado tocarme? La Luz del Sol de mi Querer los habría cegado y derribado
por tierra, por lo tanto debí hacer un milagro más grande escondiendo esta
Luz en el velo de mi Humanidad y aparecer como uno de ellos, porque Ella
representaba no a Adán inocente, sino a Adán caído, y por lo tanto debía
sujetarme a todos sus males, tomándolos sobre de Mí como si fuesen míos
para expiarlos delante de la Divina Justicia. En cambio cuando resucité de
la muerte, y que representaba a Adán inocente, al nuevo Adán, hice cesar el
milagro de tener escondida en el velo de mi Humanidad las vestiduras del
radiante Sol de mi Querer y quedé vestido de Luz purísima, y con esta
vestidura real y deslumbrante hice mi ingreso en mi patria, quedando las
puertas abiertas, que hasta aquel punto habían estado cerradas, para hacer
entrar a todos aquellos que me habían seguido. Por eso con no hacer nuestra
Voluntad, no hay bien que no se pierda, no hay mal que no se adquiera."
Diciembre 15, 1926
La notita de amor. Cada acto de Voluntad de Dios hecho
por la criatura, es un acto de más de bienaventuranza.
Estaba siguiendo mi giro en la Creación para seguir a la Voluntad
Suprema en todas las cosas creadas, pero mientras esto hacía pensaba en mi
mente: "¿Qué bien hago, qué gloria doy a este Fiat adorable al recorrer,
como pasando lista, todas las cosas creadas para poner en ellas aunque sea
un pequeño te amo mío? Quién sabe si no es una pérdida de tiempo lo que
hago." Ahora, mientras esto pensaba, mi dulce Jesús se ha movido en mi
interior y me ha dicho:
"Hija mía, ¿qué dices? Con mi Voluntad no se pierde jamás el tiempo,
más bien, siguiéndola se gana el tiempo eterno. Ahora tú debes saber que
cada cosa creada contiene un deleite, distinto el uno del otro, y estos deleites
1716
fueron puestos por Nosotros porque debían servirnos para deleitarnos a
Nosotros y a la criatura. Ahora, en cada cosa creada corre nuestro amor, y
conforme tú pasas en ellas así haces correr la notita del tuyo; ¿no quieres tú
entonces, a tanto amor nuestro poner tus pequeñas notas, tus puntos, tus
comas, tus cuerdecillas que digan amor, que armonizando con el nuestro
formen el deleite por Nosotros querido para Nosotros y para ti? Un deleite
se disfruta más cuando hay compañía, el aislamientos hace morir el gusto,
así que con tu compañía que nos haces girando en la Creación, nos haces
recordar nuestros tantos deleites que fueron puestos por Nosotros en cada
cosa creada, nos haces revivir nuestros gustos, y mientras tú nos deleitas a
Nosotros, Nosotros te deleitamos a ti. Y además, ¿quieres acaso también tú
dejar aislada a nuestra Voluntad? No, no, conviene que la pequeña hija no
deje jamás sola a su Madre, que esté siempre en sus rodillas para seguirla en
todos sus actos."
Después de esto, mi pobre mente nadaba en el mar inmenso del Eterno
Fiat y mi amable Jesús ha agregado:
"Hija mía, entre tantas cualidades y prerrogativas que contiene mi
Querer, contiene un acto jamás interrumpido de beatitud, y el alma, por
cuantos actos hace en Él, tantos actos de beatitud distintos toma en su alma.
Así que por cuantos actos de más hace en este Fiat, tanto más se vuelve
propietaria y forma un capital más grande, en ella, de estas beatitudes, las
cuales le dan suma paz en la tierra, y en el Cielo sentirá todos los efectos y
gozos de estas beatitudes que se han formado en ella. Mira, la cosa es como
connatural, mientras tú estás en la tierra, mi Voluntad en el Cielo hace salir
de Sí un acto siempre nuevo de beatitudes infinitas; ahora, ¿quién toma este
acto nuevo suyo que jamás cesa? Los santos, los ángeles, que viven en el
Cielo de Voluntad Divina. Ahora quien está en el exilio y vive en Ella, no
es justo que pierda todos estos actos de beatitud, sino que con justicia son
puestos como en reserva en su alma, a fin de que cuando parta a su patria
celestial se los goce todos juntos, para ponerse al nivel de los demás de
recibir aquel acto nuevo de beatitud jamás interrumpido. ¿Ves entonces qué
significa hacer un acto de más o un acto de menos en mi Voluntad? Es tener
tantos actos de más de beatitud por cuantas veces de más ha hecho mi
Voluntad, y perderlos por cuantas veces ha hecho la suya. Y no sólo toma
tantos actos de beatitud, sino tantos actos de santidad, de ciencia divina,
tantos actos distintos de belleza, de amor, por cuantas veces ha hecho mi
Voluntad; y si siempre ha estado en mi Eterno Fiat, tendrá en sí la santidad
que semeja a su Creador, ¡oh! cómo será bella, en esta afortunada criatura se
oirán en el Cielo el eco de nuestras beatitudes, el eco de nuestra santidad, el
1717
eco de nuestro amor, en suma, habrá sido nuestro eco en la tierra y nuestro
eco en la patria celestial."
Diciembre 19, 1926
En la Creación la Divinidad bilocó su Voluntad. Naturaleza
de Ella: La felicidad. Cómo se constituyó acto de todo.
Posesión que quiere dar a la criatura.
Continúo mi estado de abandono en el Supremo Querer, y mientras
giraba con mi mente en toda la Creación para seguirlo en todas las cosas
creadas y hacer una mi voluntad con la suya para formar un acto solo con el
suyo, mi siempre amable Jesús deteniéndome me ha dicho:
"Hija mía, la Divinidad al hacer salir fuera la Creación bilocó su
Voluntad, una quedó dentro de Ellos para su régimen, alegría, felicidad,
contentos y beatitudes innumerables e infinitas que poseemos, porque
nuestra Voluntad tiene el primer puesto en todos nuestros actos; la otra
Voluntad nuestra bilocada salió fuera de Nosotros en la Creación, para
darnos también externamente honores y gloria divinos, felicidad y alegrías
innumerables. Porque nuestra Voluntad, las alegrías, la felicidad, las
beatitudes, las posee como dotes propias, es naturaleza suya y si no sacara de
Sí estas beatitudes y contentos innumerables que posee, sería para Ella una
cosa contra su naturaleza. Ahora, la Majestad Suprema con hacer salir
nuestra Voluntad bilocada en toda la Creación, para constituirla vida y acto
de cada cosa creada, sacó fuera de Sí innumerables riquezas, beatitudes y
alegrías sin número, que sólo la Potencia del Eterno Fiat podía conservar,
mantener el régimen, para no dejarles perder jamás su integridad y belleza.
Ahora, todas estas propiedades salidas de Nosotros, mientras nos
glorificaban dándonos la gloria de tantos actos continuos y divinos por
cuantas cosas creadas salieron a la luz, eran establecidas como propiedad de
las criaturas, porque unificando su voluntad a la nuestra debían tener su acto
en cada acto de Ella, de manera que así como debíamos tener el acto divino
de nuestra Voluntad en cada cosa creada, debíamos tener el acto de la
criatura transfundido como si fuera uno solo, con esto venía a conocer sus
riquezas y conociéndolas, las amaría y adquiría el derecho de poseerlas.
¿Cuántos actos divinos no hace mi Supremo Querer en cada cosa creada de
los que la criatura no conoce ni siquiera la antesala de estos actos? ¿Y si no
los conoce cómo puede amarlos y poseerlos si son para ella desconocidos?
Así que todas las riquezas, las felicidades, los actos divinos que hay en toda
1718
la Creación, para las criaturas están inactivos y sin vida, y si alguna cosa
reciben, no es como propiedad sino como efecto de la Bondad Suprema que
da siempre de lo suyo, aun a quien no tiene derecho de posesión lo da como
limosna, otros lo toman como usurpación, porque para poseer estos bienes
que el Padre Celestial ha puesto fuera en la Creación, la criatura debe hacer
su camino, debe elevarse a la unión de aquella Voluntad Divina, para
trabajar junto con Ella, hacer los mismos actos, conocerlos para hacerlos, de
modo de poder decir: ‘Lo que hace Ella, hago yo.’ Con esto adquiere el
derecho de posesión en todos los actos de esta Suprema Voluntad, y cuando
dos voluntades forman una sola, el mío y el tuyo no existe más, sino que con
derecho lo que es mío es tuyo, y lo que es tuyo es mío. Esta es la causa por
la que mi Supremo Querer te llama: ‘Te espera en cada cosa creada para
hacerte conocer las riquezas que hay en ellas, para hacerte repetir junto con
Ella sus actos divinos y darte el derecho de la posesión.’ Tú misma te
conviertes en cosa suya, quedas perdida en sus inmensas riquezas y en sus
mismos actos, y ¡oh! cómo goza el Fiat Divino al hacerte propietaria de sus
inmensas riquezas. Es tanto el deseo que tiene de constituir sus herederas,
que se siente doblemente feliz cuando ve a quien conoce sus posesiones, que
hace suyo su acto divino, que a pesar de que vio que el hombre con
sustraerse de su Voluntad perdió el camino para llegar a poseer estos sus
dominios, no se detuvo, sino que en el exceso de su amor y de su prolongado
dolor al ver inactivas sus riquezas para el bien de las criaturas, en cuanto el
Verbo Eterno se vistió de carne humana se constituyó vida de cada acto suyo
para formar otros bienes para ellas, ayudas poderosas y remedios eficaces,
más al alcance de la humanidad caída, para realizar la finalidad de hacerles
poseer lo que ha sido puesto fuera en la Creación. No hay cosa que salga de
Nosotros sin esta finalidad de que la criatura y todo regrese en nuestro
Querer, si esto no fuese nos volveríamos extraños a nuestras obras. Así que
la Creación, la Redención hija mía, la finalidad primaria es que todo sea
Voluntad nuestra, en el Cielo y en la tierra; por eso Ella corre por doquier,
por todas partes se encuentra, para hacer todo suyo y dar todo lo que a Ella
pertenece. Por eso sé atenta en seguir nuestras obras, apaga este deseo tan
insistente de mi Supremo Querer, que quiere que haya quien posea sus
bienes."
1719
Diciembre 22, 1926
Señales de que pertenecemos a la Familia Celestial. Dios acostumbra
hacer sus obras primero al tú por tú con una criatura; así hizo con su
Mamá. Jesús, por cuanto más grande es una obra que hace, tanto
más pone en ella la imagen de la unidad divina.
Estaba pensando en el Fiat Supremo, y rogaba a mi dulce Jesús que
me diera una gracia grande, el hacerme cumplir en todo y por todo su
Santísima Voluntad y hacerla conocer al mundo entero, a fin de que fuera
reintegrado en la gloria que las criaturas le niegan. Ahora, mientras esto y
otras cosas pensaba, el dulce Jesús se ha movido en mi interior y me ha
dicho:
"Hija mía, ¿cuál es la finalidad por la que quieres que mi Voluntad sea
cumplida en ti y sea conocida por todos?"
Y yo: "Lo quiero porque Tú lo quieres, lo quiero para que se
establezca el orden divino y tu reino sobre la tierra, lo quiero para que la
familia humana no viva más como extraña a Ti, sino que se vincule de nuevo
a la Familia Divina de donde tuvo su origen." Y Jesús suspirando ha
agregado:
"Hija mía, tu finalidad y la mía es única. Cuando un hijo tiene la
misma finalidad que el padre, quiere lo que el padre quiere, no hace jamás
morada en casa de otros, trabaja en los campos de su padre, si se encuentra
con personas habla de la bondad, del ingenio, de las grandes finalidades de
su padre, de este hijo se dice que ama, que es copia perfecta de su padre, que
se ve claramente por todos lados que pertenece a aquella familia, que es hijo
digno que lleva en sí con honor la generación de su padre. Estas son las
señales si se pertenece a la Familia Celestial: Tener mi misma finalidad,
querer mi misma Voluntad, morar en Ella como en casa propia, trabajar para
hacerla conocer; si habla no sabe decir otra cosa que lo que se hace y se
quiere en nuestra Familia Celestial; esta criatura se conoce a claras notas y
por todos lados y con razón, con justicia y con derecho que es hija que nos
pertenece, que es una de nuestra familia, que no ha degenerado de su origen,
que conserva en sí la imagen, los modos, la conducta, la Vida de su Padre,
de Aquél que la ha creado. Así que tú eres una de mi Familia, y por cuanto
más haces conocer mi Voluntad, tanto más te distingues delante al Cielo y a
la tierra que eres hija que nos perteneces. En cambio cuando no se tiene la
misma finalidad, poco o nada mora en el palacio real de nuestra Voluntad,
va siempre girando, ahora a una habitación, ahora a un vil tugurio, va
siempre vagando en el exterior, esto es, en las pasiones, haciendo actos
1720
indignos de su Familia, si trabaja es en campos extraños, si habla no resuena
jamás sobre sus labios el amor, la bondad, el ingenio, las grandes finalidades
de su Padre, así que en toda su conducta no se conoce de hecho que
pertenece a su Familia, ¿se puede llamar a éste, hijo de su Familia? Y si
salió de esa Familia, es hijo degenerado que ha roto todos los vínculos y las
relaciones que lo ataban a su Familia. Por eso sólo quien hace mi Voluntad
y vive en Ella puede llamarse hijo mío, miembro de mi Familia Divina y
Celestial; todos los demás son hijos degenerados y como extraños a nuestra
Familia. He aquí por qué cuando tú te ocupas de mi Fiat Divino, si hablas, si
giras en Él, nos pones en fiesta, porque sentimos que es una que nos
pertenece, sentimos que es nuestra hija que habla, que gira, que trabaja en el
campo de nuestro Querer, y a los hijos se les dejan las puertas abiertas,
ninguna habitación se cierra para ellos, porque lo que es del padre es de los
hijos, y en los hijos se pone la esperanza de una larga generación del padre,
así Yo he puesto en ti la esperanza de la larga generación de los hijos de mi
Eterno Fiat."
Mi mente seguía pensando en la Voluntad Suprema y decía entre mí:
"¿Pero cómo puede ser que por mí sola, que este pequeño ser tan
insignificante, que no soy buena para nada, que no tengo ni dignidad, ni
autoridad, ni superioridad, pueda imponerme, difundirme, hablar para hacer
conocer este Sol del Querer Divino y así poder formar los hijos de su
generación?" Pero mientras esto pensaba, mi dulce Jesús interrumpió mi
pensamiento y saliendo de dentro de mi interior me ha dicho:
"Hija mía, es mi costumbre hacer mis obras más grandes primero al tú
por tú con una sola criatura, en efecto, una fue mi Mamá y con Ella sola
desarrollé todo el obrar y el gran portento de mi Encarnación, ninguno entró
en nuestros secretos, ni penetraron en el sagrario de nuestras habitaciones
para ver lo que pasaba entre Mí y la Soberana Celestial, ni Ella ocupaba en
el mundo puesto de dignidad y de autoridad, porque Yo al elegir no veo
jamás las dignidades ni superioridades, sino que veo al pequeño individuo en
el cual puedo mirar mi Voluntad, que es la dignidad y la autoridad más
grande, la alteza de la pequeña niña de Nazaret, y a pesar que no tenía ni
puesto, ni dignidad, ni superioridad en el bajo mundo, pero como poseía mi
Voluntad, de Ella pendía Cielo y tierra, en sus manos estaba la suerte del
género humano, estaba la suerte de toda mi gloria que debía recibir de toda
la Creación; así que bastó que en mi elegida, en mi única elegida fuese
formado el misterio de la Encarnación para que los demás pudieran recibir el
bien de ésta. Una fue mi Humanidad y de ésta salió la generación de los
redimidos. Por eso basta formar en una todo el bien que se quiere, para
poder hacer salir la generación de ese bien, así como basta una semilla para
1721
poder multiplicar mil y mil veces la generación de aquella semilla, por eso
toda la potencia, la virtud, la habilidad que es necesaria a una virtud
creadora, está en formar la primera semilla; formada la primera es como
levadura para formar la generación de ellas. Así me basta un alma sola, que
dándome libertad absoluta de encerrar en ella todo el bien que quiero y de
hacerme formar en ella el Sol del Fiat Supremo, este Sol lanzará sus rayos
sobre la superficie de la tierra y formará la generación de los hijos de mi
Querer.
Ahora tú debes saber que todas nuestras obras más grandes llevan en
sí la imagen de la unidad divina, y cuanto más bien están destinadas a hacer,
tanto más bien encierran de esta unidad suprema. Mira, también en la
Creación existen estas semejanzas de la unidad divina, que mientras son
obras únicas, hacen más bien que el bien que hace la multiplicidad de todas
nuestras otras obras juntas; mira bajo la bóveda del cielo, uno es el sol, ¿pero
cuántos bienes no contiene? ¿Cuántos no hace a la tierra? Se puede decir
que la vida de la tierra depende del sol; mientras es uno abraza con su luz a
todos y a todo, lleva todo en su regazo de luz y da a cada cosa un acto
distinto, según la variedad de las cosas que inviste comunica la fecundidad,
el desarrollo, el color, la dulzura, la belleza, sin embargo el sol es uno,
mientras que las estrellas son muchas, pero no hacen el gran bien que hace el
sol a la tierra a pesar de que es uno. La potencia de un acto único animado
por la Potencia creadora es incomprensible y no hay bien que de éste no
pueda salir, puede cambiar la faz de la tierra, de árida y desierta en
primavera florida; el cielo es uno y por eso se extiende por doquier; el agua
es una, y si bien parece dividida en diferentes puntos de la tierra formando
mares, lagos, ríos, sin embargo al descender del cielo, desciende en forma
única y no hay punto de la tierra donde el agua no resida. Así que las cosas
creadas por Nosotros que llevan en ellas la imagen de la unidad divina, son
las que hacen más bien, son las más necesarias y sin ellas la tierra no podría
tener vida. Por lo tanto hija mía, no pienses que estás sola, es la unidad de
una obra grande que debo desarrollar en ti; no pienses en que no tienes
dignidad y autoridad externa, esto no dice nada, mi Voluntad es más que
todo, su Luz parece muda, pero en su mutismo inviste las inteligencias y
hace hablar con tal elocuencia de asombrar a los más doctos y reducirlos al
silencio; la Luz no habla, pero hace ver, hace conocer las cosas más
escondidas; la Luz no habla, pero con su manso y dulce calor calienta,
ablanda las cosas más duras, los corazones más obstinados; la Luz no
contiene ninguna semilla, ninguna materia, todo es puro en ella, no se ve
otra cosa que una ola de luz refulgente, argentina, pero se sabe infiltrar tanto
que hace generar, desarrollar, fecundar las cosas más estériles. ¿Quién
1722
puede resistir a la fuerza de la luz? Ninguno, aun los ciegos, si no la ven
sienten su calor, los mudos, los sordos sienten y reciben el bien de la luz.
Ahora, ¿quién podrá resistir a la Luz de mi Eterno Fiat? Todos sus
conocimientos serán más que rayos de Luz de mi Querer, que golpearán la
superficie de la tierra e infiltrándose en los corazones llevarán el bien que
contiene y sabe hacer la Luz de mi Voluntad. Pero estos rayos deben tener
su esfera de donde partir, deben estar concentrados en un punto solo del cual
partir para formar el alba, el día, el medio día y el atardecer en los
corazones, para resurgir de nuevo. Por eso la esfera, el punto solo eres tú,
los rayos concentrados en ella son mis conocimientos que darán la
fecundidad a la generación de los hijos del reino de mi Voluntad. Por eso te
repito siempre, sé atenta, para hacer que ninguno de mis conocimientos
quede perdido, perderías un rayo de dentro de tu esfera, y ni siquiera tú
puedes comprender todo el bien que contiene, porque cada rayo contiene su
especialidad del bien que deben hacer a los hijos de mi Querer, y me
privarías a Mí de la gloria de aquel bien de mis hijos, y te privarías también
a ti de la gloria de expandir un rayo de luz de más de tu esfera."
Diciembre 24, 1926
Lamentos y dolores por la privación de Jesús. Penas de Jesús
en el seno materno. Quien vive en el Querer Divino es
como miembro vinculado con la Creación.
Me sentía toda en ansias porque mi dulce Jesús no venía, pero
mientras deliraba decía desatinos y en la fuerza de mi dolor repetía siempre:
"Jesús, cómo has cambiado, jamás hubiera creído que llegarías a privarme
tan largamente de Ti." Pero mientras desahogaba mi dolor, el dulce Jesús ha
venido como pequeño niño y arrojándose en mis brazos me ha dicho:
"Hija mía, dime, ¿y tú has cambiado? ¿Amas tal vez a algún otro?
¿No quieres hacer más mi Voluntad?"
Estas preguntas de Jesús me tocaron a lo vivo y disgustada he dicho:
"Jesús, ¿qué quieres decir con esto? No, no, no he cambiado, ni amo ni
conozco otro amor, y amo más bien morir antes que no hacer tu Santísima
Voluntad." Y Jesús dulcemente ha agregado:
"¿Así que no has cambiado? Y bien hija mía, si no has cambiado tú,
que tienes una naturaleza sujeta a cambiarse, ¿podría cambiar Yo que soy el
irremovible? Tu Jesús no cambia, está segura de eso, ni puede cambiarse."
1723
Yo he quedado confundida y no supe qué decir, y Él todo bondad ha
agregado:
"¿Quieres ver cómo estaba en el seno de mi Mamá Soberana y lo que
en él sufría?"
Ahora, mientras esto decía se ha puesto dentro de mí, en medio de mi
pecho, extendido, en un estado de perfecta inmovilidad, sus piecitos y
manitas estaban tan tiesos e inmóviles que daban piedad, le faltaba el
espacio para moverse, para abrir los ojos, para respirar libremente y lo que
más desgarraba era verlo en acto de morir continuamente. Qué pena vermorir a mi pequeño Jesús, yo me sentía puesta junto con Él en el mismo
estado de inmovilidad. Entonces, después de algún tiempo, el niñito Jesús
estrechándome a Sí me ha dicho:
"Hija mía, mi estado en el seno materno fue dolorosísimo, mi pequeña
Humanidad tenía el uso perfecto de razón y de sabiduría infinita, por lo tanto
desde el primer instante de mi concepción comprendía todo mi estado
doloroso, la oscuridad de la cárcel materna, no tenía ni siquiera un hueco por
donde entrara un poco de luz. ¡Qué larga noche de nueve meses! La
estrechez del lugar que me obligaba a una perfecta inmovilidad, siempre en
silencio, no me era dado gemir ni sollozar para desahogar mi dolor, cuántas
lágrimas no derramé en el sagrario del seno de mi Mamá sin hacer el
mínimo movimiento, y esto era nada, mi pequeña Humanidad había tomado
el empeño de morir tantas veces, para satisfacer a la Divina Justicia, por
cuantas veces las criaturas habían hecho morir la Voluntad Divina en ellas,
haciendo la gran afrenta de dar vida a la voluntad humana, haciendo morir
en ellas una Voluntad Divina. ¡Oh! cómo me costaron estas muertes; morir
y vivir, vivir y morir, fue para Mí la pena más desgarradora y continua,
mucho más que mi Divinidad, si bien era conmigo una sola cosa e
inseparable de Mí, al recibir de Mí estas satisfacciones se ponía en actitud de
Justicia, y si bien mi Humanidad era santa y también era la lamparita delante
al Sol inmenso de mi Divinidad, Yo sentía todo el peso de las satisfacciones
que debía dar a este Sol Divino y la pena de la decaída humanidad que en Mí
debía resurgir a costa de tantas muertes mías. Fue el rechazar la Voluntad
Divina dando vida a la propia lo que formó la ruina de la humanidad
decaída, y Yo debía tener en estado de muerte continua a mi Humanidad y
voluntad humana, para hacer que la Voluntad Divina tuviera vida continua
en Mí para extender ahí su reino. Desde que fui concebido, Yo pensaba y
me ocupaba en extender el reino del Fiat Supremo en mi Humanidad, a costa
de no dar vida a mi voluntad humana, para hacer resurgir a la humanidad
decaída, a fin de que fundado en Mí este reino, preparase las gracias, las
cosas necesarias, las penas, las satisfacciones que se necesitaban para
1724
hacerlo conocer y fundarlo en medio de las criaturas. Por eso todo lo que tú
haces, lo que hago en ti para este reino, no es otra cosa que la continuación
de lo que Yo hice desde que fui concebido en el seno de mi Mamá. Por eso
si quieres que desenvuelva en ti el reino del Eterno Fiat, déjame libre y no
des jamás vida a tu voluntad."
Después de esto seguía mis actos en el Eterno Querer y el dulce Jesús
ha agregado:
"Hija mía, mi Voluntad es el alma y toda la Creación es el cuerpo de
Ella, y como el alma es una en el cuerpo, una su voluntad, en cambio el
cuerpo tiene tantos diversos sentidos, que como tantas diferentes teclas, cada
una hace su sonatina y ejercita cada miembro su oficio distinto; pero hay tal
orden y armonía entre ellos, que cuando un miembro ejercita su oficio, todos
los demás miembros están atentos al miembro obrante, y sufren juntos si ese
miembro sufre, y gozan si goza, porque una es la voluntad que los mueve,
una es la fuerza que poseen. Así es toda la Creación, es como cuerpo
animado por mi Voluntad, y a pesar de que cada cosa creada hace su oficio
distinto, están tan unidas entre ellas, que son más que miembros al cuerpo; y
siendo sólo mi Voluntad la que las anima y domina, una es la fuerza que
poseen. Ahora, quien hace mi Voluntad y vive en Ella es un miembro que
pertenece al cuerpo de la Creación, y por eso posee la fuerza universal de
todas las cosas creadas, ni siquiera excluida la de su Creador, porque mi
Voluntad circula en las venas de toda la Creación más que sangre en el
cuerpo, sangre pura, santa y vivificada de luz, que llega a espiritualizar el
mismo cuerpo. El alma está toda atenta a toda la Creación para hacer lo que
Ella hace, para estar en comunicación con todos sus actos, y toda la Creación
está atenta al alma para recibir sus actos, porque este es el oficio de este
miembro en medio de ella; es tan bella su sonatina que todos están atentos a
escucharla, por eso el vivir en mi Querer es la suerte más feliz e
indescriptible, sus actos, su punto de partida es siempre para el Cielo, su
vida está en medio de las esferas."
Diciembre 25, 1926
Cómo el Niño Jesús se hizo ver apenas nacido por su Mamá. Luz que
exhalaba el Niño, que daba a todos el anuncio y saludo de su llegada
a la tierra. Diferencia entre la gruta y la prisión de la Pasión.
Estaba con ansia esperando al niñito Jesús y después de muchos
suspiros, finalmente ha venido y arrojándose como pequeño niño en mi
brazos me ha dicho:
1725
"Hija mía, ¿quieres ver cómo me vio mi inseparable Mamá cuando
salí del seno materno? Mírame y ve."
Yo lo he mirado y lo veía pequeño niño, de una inaudita belleza,
atrayente; de toda su pequeña Humanidad, de los ojos, de la boca, de las
manos y pies salían rayos brillantísimos de luz, que no sólo lo envolvían a
Él, sino que se alargaban tanto, de poder herir cada corazón de criatura,
como para darles el primer saludo de su venida a la tierra, el primer toquido
para llamar a los corazones, para que le abrieran y pedirles un albergue en
ellos, aquel llamado era dulce pero penetrante, pero como era llamado de luz
no hacía ruido, pero se hacía oír más fuerte que cualquier rumor. Así que en
aquella noche todos sentían una cosa insólita en sus corazones, pero
poquísimos fueron los que lo abrieron para darle un pequeño alojo. Y el
tierno infante al no sentirse correspondido en el saludo, ni abiertos los
corazones ante sus repetidos llamados, comenzó su llanto con los labios
lívidos y temblorosos por el frío, sollozaba, gemía y suspiraba; pero mientras
la luz que salía de Él hacía todo esto con las criaturas, recibiendo los
primeros rechazos, con su Mamá Celestial, apenas salido de su seno se
arrojó en sus brazos maternos para darle el primer abrazo, el primer beso, y
como sus pequeños brazos no alcanzaban a abrazarla toda, la luz que salía de
sus manitas la rodeó toda, de modo que Madre e Hijo quedaron investidos
por la misma luz. ¡Oh! cómo la Mamá Reina correspondió al Hijo con su
abrazo y beso, de modo que quedaron tan estrechados juntos, que parecían
fundidos el uno en la otra. Con su amor recambió el primer rechazo recibido
por Jesús por parte de los corazones de las criaturas, y el amado y cariñoso
niñito depositó en el corazón de su Mamá su primer acto de nacer, sus
gracias, su primer dolor, para hacer que lo que se veía en el Hijo se pudiese
ver en su Mamá.
Después de esto el gracioso niñito ha venido en mis brazos y
estrechándome fuerte, fuerte, sentía que Él entraba en mí y yo en Él, y
después me ha dicho:
"Hija mía, te he querido abrazar como abracé a mi amada Mamá
apenas nacido, a fin de que también tú recibas mi primer acto de nacer y mi
primer dolor, mis lágrimas, mis tiernos gemidos, a fin de que te muevas a
compasión de mi estado doloroso de mi nacimiento. Si no tuviese a mi
Mamá en la cual depositar todo el bien de mi nacimiento y fijar en Ella la
Luz de mi Divinidad, que Yo, Verbo del Padre contenía, no habría
encontrado ninguno, ni en dónde depositar el tesoro infinito de mi
nacimiento, ni dónde fijar la Luz de mi Divinidad que de mi pequeña
Humanidad traslucía. Por eso ve cómo es necesario, cuando se decide por la
Majestad Suprema hacer un gran bien a las criaturas, que puede servir como
1726
bien universal, que escojamos una sola para darle tanta Gracia para poder
recibir en sí todo aquel bien que deben recibir todos los demás, porque si los
demás no lo reciben todo o en parte, nuestra obra no queda suspendida y sin
su fruto, pues el alma elegida recibe en ella todo aquel bien y nuestra obra
recibe la correspondencia del fruto, así que mi Mamá fue no sólo la
depositaria de mi Vida, sino de todos mis actos. Por eso en todos mis actos
primero veía si los podía depositar en Ella y después los hacía, así que en
Ella deposité mis lágrimas, mis gemidos, el frío y las penas que sufrí, y Ella
hacía eco a todos mis actos y con incesantes agradecimientos recibía todo;
había una competencia entre Madre e Hijo, Yo a dar y Ella a recibir. En esta
mi pequeña Humanidad al hacer su ingreso a la luz de la tierra, mi Divinidad
quiso traslucirse fuera de Ella para girar por todas partes y hacer la primera
visita sensible a toda la Creación, cielos y tierra, todos recibieron esta visita
de su Creador, fuera del hombre; jamás habían recibido tanto honor y gloria
como cuando vieron en medio de ellos a su Rey, a su Creador, todos se
sentían honrados porque debían servir a Aquél del cual habían recibido la
existencia, por eso todos hicieron fiesta. Por eso mi nacimiento, por parte de
mi Mamá y de toda la Creación, me fue de gran alegría y gloria; por parte de
las criaturas me fue de gran dolor. He aquí por qué he venido a ti, para
sentirme repetir las alegrías de mi Mamá y depositar en ti el fruto de mi
nacimiento."
Después de esto estaba pensando cómo era infeliz aquella gruta donde
el niñito Jesús había nacido, cómo estaba expuesta a todos los vientos, al
frío, tanto, de hacer helar por el frío, en vez de hombres había bestias que le
hacían compañía. Por eso pensaba cuál podría ser más infeliz y dolorosa, la
prisión de la noche de su Pasión o la gruta de Belén. Y mi dulce niño ha
agregado:
"Hija mía, no se puede comparar la infelicidad de la prisión de mi
Pasión con la gruta de Belén. En la gruta tenía a mi Mamá junto, alma y
cuerpo estaba junto conmigo, por lo tanto tenía todas las alegrías de mi
amada Mamá y Ella tenía todas las alegrías de Mí, Hijo suyo, que formaban
nuestro paraíso. Las alegrías de Madre con poseer al Hijo son grandes, las
alegrías de poseer una Madre son más grandes aun; Yo encontraba todo en
Ella y Ella encontraba todo en Mí; además estaba mi amado padre San José
que me hacía de padre, y Yo sentía todas las alegrías que él sentía por causa
mía. En cambio en mi Pasión fueron interrumpidas todas nuestras alegrías,
porque debíamos dar lugar al dolor, y sentíamos entre Madre e Hijo el gran
dolor de la cercana separación, al menos sensible, que debía suceder con mi
muerte. En la gruta las bestias me reconocieron y honrándome buscaban
calentarme con su aliento, en la prisión ni siquiera los hombres me
1727
reconocieron y para insultarme me cubrieron de salivazos y de oprobios, por
eso no hay comparación entre la una y la otra."
Diciembre 27, 1926
Quien no hace la Voluntad Divina es como si quisiera rasgar la
luz y formarse las tinieblas. El verdadero bien debe tener su
principio en Dios. Quien vive en el Supremo Querer recibe
en sí el equilibrio de Él y se encuentra en toda la
Creación haciendo vida junto con Él.
Mientras mi mente nadaba en el Sol del Eterno Querer, mi amado
Jesús me ha dicho:
"Hija mía, la afrenta que hace la criatura con no hacer mi Voluntad es
grande. ¡Ella es más que luz solar, invade a todos y todo, no pueden huir de
Ella, de su Luz interminable! Ahora, la criatura con hacer su voluntad
quiere rasgar esta Luz y en ella forma las tinieblas, pero la mía se levanta y
hace su curso de luz dejando a la criatura en las tinieblas de su voluntad.
¿No se le diría loco y que haría un gran mal a quien rasgase la luz del sol y
se formara una larga noche? Pobrecito, moriría de frío no recibiendo más el
calor de la luz del sol, moriría de aburrimiento no pudiendo más obrar
faltándole el bien de la luz, moriría de hambre no teniendo ni luz ni calor
para hacer crecer las plantas y fecundar su pequeño terreno cubierto por las
tinieblas de su voluntad, se diría de él: ¡Mejor que jamás hubiese nacido un
ser tan infeliz! Todo esto sucede al alma que hace su voluntad, por eso el
mal que más se debe deplorar es el no hacer mi Voluntad, porque quitada
Ella se muere de frío para todos los bienes celestiales, muere de
aburrimiento, de cansancio, de debilidad, porque falta mi Voluntad que hace
surgir la alegría, la fuerza y la vida del obrar divino, muere de hambre
porque falta su Luz que hace crecer las plantas y fecundar el pequeño terreno
del alma, para formar el alimento por medio del cual debe vivir. Las
criaturas creen que no es un gran mal el no hacer mi Voluntad, mientras que
esto encierra todos los males juntos."
Después de esto ha agregado: "Hija mía, todo bien, para ser verdadero
bien debe tener su principio en Dios, así que el amor, el hacer el bien, el
sufrir, el heroísmo de aquellos que se dan hasta la muerte para alcanzar una
meta, el estudio de las ciencias sagradas y profanas, en suma, todo lo que no
tiene principio en Dios, infla a la criatura, la vacía de Gracia, y todos estos
bienes que no tienen principio en Dios, que comienzan con principio
1728
humano, son como obras llevadas por el viento impetuoso, que con su fuerza
reduce a polvo ciudades, villas, cosas suntuosas y de ellas hace un montón
de ruinas. ¿Cuántas veces un viento impetuoso destruye, echa por tierra las
obras más bellas de arte, de ingenio, haciéndose con esas obras tan alabadas
y admiradas, con su furor, un juego? ¿Cuántas veces el viento impetuoso de
la propia estima, de la propia gloria, el viento furioso de agradar a las
criaturas, derrumban las obras más bellas, y Yo siento la nausea de ese
mismo bien? Por eso no hay remedio más eficaz, más apropiado, que más
previene, que impide el furor de estos vientos en el alma, que la fuerza, el
eclipse de la Luz de mi Voluntad. Donde está esta fuerza, este eclipse de
Luz divina, estos vientos vienen impedidos de soplar, y la criatura vive bajo
el influjo vital de una Voluntad Divina, de modo que se ve en todos sus
actos, pequeños y grandes, el sello del Fiat, así que su movimiento es: ‘Lo
quiere Dios, lo quiero yo, y si no lo quiere, tampoco lo quiero yo.’ Además
de esto mi Voluntad mantiene el equilibrio perfecto en toda la Creación,
mantiene el equilibrio del Amor, de la Bondad, de la Misericordia, de la
Fortaleza, de la Potencia y hasta de la Justicia, por eso cuando oyes de
flagelos y desgracias, no es otra cosa que efecto de mi Voluntad equilibrada,
que por cuanto ama a la criatura no está sujeta a desequilibrarse, de otra
manera sería defectuosa y débil si perdiera su equilibrio. Porque aquí está
todo el orden y Santidad de Ella: En su perfecto equilibrio, siempre igual,
sin cambiarse jamás.
Ahora hija mía, primogénita de mi Querer, escucha una cosa bella
sobre mi Fiat Supremo, el alma que vive en Él y lo hace reinar para hacerle
formar su reino, mi Voluntad, bilocándose, transfiere en ella su perfecto
equilibrio. Así que el alma se siente equilibrada en el amor, en la bondad, en
la misericordia, en la fuerza, potencia y justicia. Y como la Creación es
vastísima, donde mi Querer ejercita en cada una de las cosas su acto distinto
de equilibrio, ahora el alma poseyendo este su equilibrio, mi Voluntad la
eleva, la engrandece tanto, de hacerle encontrar en todos sus actos el
equilibrio de la una y de la otra, la unifican y las vuelven inseparables; así
que la criatura se encuentra en el sol para hacer los actos equilibrados que mi
Querer hace en él; se encuentra en el mar, en el cielo, en la florecita que se
abre para exhalar junto su perfume; en el pajarillo que canta para alegrar
toda la Creación con el equilibrio de la alegría; se encuentra en el furor del
viento, del agua, de las tempestades por el equilibrio de la Justicia; en suma,
mi Voluntad no sabe estar sin esta criatura, son inseparables y hacen vida
juntas. ¿Y te parece poco que el alma pueda decir: ‘Yo estoy distendida en
el cielo para conservarlo para bien de mis hermanos, estoy en el sol para
hacer germinar, para fecundar, dar luz y preparar el alimento a todo el
1729
género humano.’ Y así en todo lo demás? ¿Quién puede decir: ‘Amo a mi
Dios como se ama a Sí mismo y amo a todos y hago todo el bien que hace
mi Creador a toda la familia humana?’ Sólo quien recibe este equilibrio del
Fiat Divino y lo hace reinar en ella."
Diciembre 29, 1926
En la Humanidad de Jesús fue formada la nueva
creación del reino de la Voluntad Suprema.
Mi dulce Jesús al venir se hacía ver que llevaba en medio de su pecho
un Sol, muy estrechado entre sus brazos y acercándose a mí ha tomado aquel
Sol de en medio de su pecho y con sus manos me lo ha puesto en medio del
mío, después me ha tomado mis manos entre las suyas y las ha cruzado
apretadamente sobre aquel Sol diciéndome:
"Este Sol es mi Voluntad, tenlo estrechado, no dejes que jamás te
escape, porque Él tiene el poder de convertirte a ti y todos tus actos en luz,
de modo de incorporarte toda en Él, hasta formar un solo Sol."
Después de esto estaba pensando en todo lo que mi dulce Jesús había
hecho en su venida a la tierra para la Redención, para unirme a sus actos y
pedirle por amor de sus mismos actos que hiciera conocer su Voluntad para
hacerla reinar, y mi adorado Jesús ha agregado:
"Hija mía, en cuanto mi Humanidad fue concebida, así comencé una
nueva creación, para extender el reino de mi Voluntad sobre todos los actos
que hacía mi Humanidad. Todos mis actos que hacía dentro y fuera de mi
Humanidad, estaban animados por una Voluntad Divina que contenía la
Potencia creadora, y por eso mis actos recibían la nueva creación y se
convertían en actos de Voluntad Divina, y Yo extendía en mi interior y en
todos mis actos externos su reino. En efecto, ¿quien destruyó y rechazó este
reino de mi Voluntad en el hombre? Su voluntad humana, que rechazándola
de ella no se dejó dominar, animar por la mía, sino que se hizo dominar y
animar por la suya y ahí formó el reino de las miserias, de las pasiones y de
las ruinas. Ahora, mi Humanidad antes que todo debía rehacer y volver a
llamar a este reino del Querer Supremo en Mí, en mi naturaleza humana,
para poderme disponer a formar la Redención y así poder dar al género
humano los remedios para salvarse. Si no hubiese puesto a salvo en Mí este
reino, no le hubiese dado sus derechos de dominio, no habría podido formar
el bien de la Redención; mi Voluntad Divina habría sido inexorable en
cederme sus bienes si no hubiera tenido primero el derecho de formar su
1730
reino en Mí, y después, como segundo acto, me cedía los remedios para
salvar a las criaturas. Así que mi Voluntad Suprema se ponía en actitud de
acción en todos mis actos, Ella dominaba y triunfante investía con su
Potencia creadora mis lágrimas y gemidos infantiles, mis suspiros, latidos,
pasos, obras, palabras y penas, en suma, todo, y conforme los investía los
embellecía con su luz interminable y formaba la nueva creación de su reino
en todos mis actos, por eso por cada cosa de más que Yo hacía, el Fiat
Divino agrandaba los confines de su reino en mi Humanidad. Ahora, si la
Creación fue llamada de la nada y fue formada sobre la base de mi palabra
creadora que dijo y creó, mandó y todas las cosas tomaron su puesto de
orden y de armonía, en cambio en la creación del reino de mi Supremo
Querer no se contentó con la nada para formarlo, sino que quiso como
garantía de seguridad, la base, los fundamentos, los muros y todos los actos
y penas de mi Humanidad Santísima para formar la creación de su reino. Ve
entonces cuánto costó este reino de mi Querer, con cuánto amor lo desarrollé
en Mí, por eso este reino existe, no queda más que hacerlo conocer para
hacer salir en campo todos los bienes que contiene. Por eso lo que quiero de
ti, es que así como mi Humanidad dejó libre a mi Voluntad para hacerle
formar su reino, así tú me dejes libre, no te opongas en nada, a fin que no
encontrando en ti ninguna oposición, mis actos corran en ti y tomen su
puesto de honor, se alineen todos ordenados para continuar en ti la vida del
reino de mi Voluntad."
Después de esto mi dulce Jesús como relámpago huyó y yo quería
seguirlo, pero con suma amargura mía veía en aquel relámpago que debían
venir enfermedades contagiosas que estarán en casi todas las naciones, sin
excluir nuestra Italia, parecía que muchos morían por ellas, hasta llegar a
despoblar las casas, en algunas naciones atacaba más fuerte el flagelo, pero
casi todas serán tocadas, parece que se dan la mano en ofender al Señor, y
Nuestro Señor castiga a todos con los mismos flagelos; pero espero que
quiera aplacarse, así los pueblos sufrirán menos.
Enero 1, 1927
La voluntad del alma como regalo de año nuevo para el niño Jesús.
Cómo toda su vida fue símbolo y llamada de la Voluntad Divina.
El medio para apresurar el reino de su Voluntad
son los conocimientos.
1731
(Estaba meditando sobre el año viejo que llegaba a su fin y sobre el
nuevo que surgía)
Mi estado continúa en el vuelo de la Luz del Querer Divino y rogaba
al gracioso niñito que así como moría el año viejo, sin renacer más, así
hiciera morir mi voluntad sin hacerla revivir más, y que como regalo de año
nuevo me diera su Voluntad así como yo le hacía el don, como regalo, de la
mía, para ponerla como escabel a sus tiernos piecitos, a fin de que no tuviera
otra vida sino sólo su Voluntad. Ahora, mientras esto y otras cosas decía, mi
dulce Jesús ha salido de dentro de mi interior y me ha dicho:
"Hija de mi Querer, cómo amo, quiero, deseo que tu querer tenga fin
en ti. ¡Oh, cómo acepto tu regalo de fin de año, cómo me será agradable el
tenerla como suave escabel a mis pies! Porque la voluntad humana mientras
está en la criatura, fuera de su centro que es Dios, es dura, pero cuando
regresa a su centro de donde salió y sirve como escabel a los pies de tu
niñito Jesús, se vuelve blanda y me sirve para entretenerme, ¿no es justo que
siendo Yo pequeño tenga una diversión, y en medio de tantos dolores,
privaciones y lágrimas tenga tu voluntad que me haga sonreír? Ahora, tú
debes saber que quien pone fin a su voluntad regresa a su principio, de
donde salió, y comienza en ella la vida nueva, la vida de luz, la Vida perenne
de mi Voluntad. Mira, cuando Yo vine a la tierra quise dar muchos
ejemplos y semejanzas de cómo quería que tuviera fin la voluntad humana:
Quise nacer a media noche para dividir la noche de la voluntad humana con
el brillante día de la mía, y si bien a media noche la noche sigue, no termina,
pero es principio de un nuevo día, y mis ángeles para hacer honor a mi
nacimiento y para indicar a todos el día de mi Voluntad, llenaron de alegría
y felicidad, de media noche en adelante en la bóveda de los cielos, con
nuevas estrellas, nuevos soles, hasta hacer cambiar la noche en día, era el
homenaje que los ángeles daban a mi pequeña Humanidad, donde residía el
pleno día del Sol de mi Voluntad Divina y la llamada a la criatura al pleno
día de Ella. Pequeño aún me sometí al durísimo corte de la circuncisión, que
me hizo verter por el dolor amargas lágrimas, no sólo a Mí, sino que junto
conmigo lloraron mi Mamá y el amado San José; era el corte que quería dar
a la voluntad humana, a fin que en aquel corte hicieran correr la Voluntad
Divina para que no tuviera más vida una voluntad dividida, sino sólo la mía,
que había corrido en aquel corte a fin de que comenzara nuevamente su
Vida. Pequeño aún quise huir a Egipto; una voluntad tirana, inicua, quería
asesinarme, símbolo de la voluntad humana que quiere matar la mía, y Yo
huí para decir a todos: ‘Huyan de la voluntad humana si no quieren que sea
asesinada la mía.’ Toda mi vida no fue otra cosa que la llamada de la
1732
Voluntad Divina en la humana; en Egipto vivía como un extraño en medio
de aquel pueblo, símbolo de mi Voluntad, que la tienen como extraña en
medio de ellos y símbolo de que quien quiere vivir en paz y unido con la
mía, debe vivir como extraño a la voluntad humana, de otra manera habrá
siempre guerra entre la una y la otra, son dos voluntades irreconciliables.
Después de mi exilio volví a mi patria, símbolo de mi Voluntad que después
de su largo exilio de siglos y siglos volverá a su amada patria en medio de
sus hijos para reinar, y a medida que Yo pasaba estas circunstancias en mi
Vida, así formaba su reino en Mí, y la llamaba con oraciones incesantes, con
penas y lágrimas a venir a reinar en medio de las criaturas. Regresé a mi
patria y viví oculto y desconocido, ¡oh! cómo esto simboliza el dolor de mi
Voluntad, que mientras vive en medio de los pueblos vive desconocida y
escondida, y Yo imploraba con mi ocultamiento que la Suprema Voluntad
fuera conocida, a fin de que recibiera el homenaje y la gloria a Ella debidos.
No hubo cosa hecha por Mí que no simbolizara un dolor de mi Voluntad, la
condición en la cual la ponen las criaturas y una llamada que Yo hacía para
restituirle su reino. Y esto quiero que sea tu vida, la llamada continua del
reino de mi Voluntad en medio a las criaturas."
Después de esto estaba girando por toda la Creación para llevar junto
conmigo el cielo, las estrellas, el sol, la luna, el mar, en suma, todo, a los
pies del niñito Jesús para pedirle todos juntos que la venida de este reino de
su Voluntad a la tierra llegara pronto, y en mi deseo le decía: "Mira, no
estoy yo sola en pedirte, sino que te ruega el cielo con las voces de todas las
estrellas, el sol con la voz de su luz y de su calor, el mar con su murmullo,
todos te piden que venga tu Querer a reinar sobre la tierra, ¿cómo puedes
resistirte y no escuchar tantas voces que te ruegan? Son voces inocentes,
voces animadas por tu misma Voluntad que te piden." Ahora, mientras esto
decía, mi pequeño Jesús ha salido de dentro de mi interior para recibir el
homenaje de toda la Creación y escuchar su mudo lenguaje, y
estrechándome a Sí me ha dicho:
"Hija mía, el medio más fácil para apresurar la venida de mi Voluntad
a la tierra son los conocimientos de Ella. Los conocimientos llevan luz y
calor al alma y forman en ella el acto primero de Dios, en el que la criatura
encuentra el primer acto para modelar el suyo, si no encuentra ese primer
acto, la criatura no tiene virtud de formar su primer acto, por lo tanto
faltarían los actos, las cosas de primera necesidad para formar este reino.
Mira entonces qué significa un conocimiento de más sobre mi Voluntad;
llevando en sí el acto primero de Dios, llevará consigo una fuerza magnética,
un imán potente para atraer a las criaturas a repetir el acto primero de Dios,
con su Luz llevará el desengaño de la voluntad humana, con su calor
1733
ablandará los corazones más duros para plegarse delante a este acto divino y
se sentirán atraídos a quererse modelar en este acto. Por eso por cuantos
más conocimientos manifiesto sobre mi Voluntad, tanto más pronto se
apresura el reino del Fiat Divino sobre la tierra."
Enero 4, 1927
Cada acto nuevo de Voluntad Divina lleva una nueva Vida Divina.
Quien oye la verdad y no la quiere llevar a cabo queda quemado.
Trabajo de la Divina Voluntad en las almas.
Mi pobre corazón ahora gemía y ahora agonizaba por el dolor de la
privación de mi querido y amado Jesús. Las horas me parecen siglos y las
noches interminables sin Él, el sueño huye de mis ojos, si al menos pudiera
dormir, pues así se adormecería mi intenso dolor, quizá me traería un
pequeño alivio, pero qué, en vez de dormir me hago toda ojos, y ojos
abiertos, no cerrados, ojos mis pensamientos que quieren correr para ver
dónde se encuentra Aquél que busco y no encuentro; ojo mi oído para oír al
menos el ligero pisar de sus pasos, el eco dulce y suave de su voz; mis ojos
miran, a lo mejor puedan ver al menos el relámpago de su venida fugaz. ¡Oh
cómo me cuesta su privación, cómo suspiro su regreso! Ahora, mientras me
encontraba entre las ansias de quererlo, mi dulce Jesús se ha movido en mi
interior y se hacía ver dentro de mí, sentado junto a una mesita de luz, todo
ocupado y atento a ver todo el orden de lo que Él había manifestado sobre su
Santísima Voluntad, si todo estaba escrito, si faltaba alguna cosa, y hasta
dónde debía llegar para completar todo lo que respecta a su Santísima
Voluntad; todo lo que se refería a su Querer, las palabras, los conocimientos,
en manos de Jesús tomaban la imagen de rayo de luz, los cuales Él ordenaba
sobre esa mesita de luz, y estaba tan absorto y ocupado que por cuanto yo
decía, lo llamaba, no me ponía atención. Entonces yo he hecho silencio,
contentándome con estar cerca y mirarlo. Después de un largo silencio me
ha dicho:
"Hija mía, cuando se trata de cosas que se refieren a mi Querer, cielos
y tierra están silenciosos y reverentes para ser espectadores de un acto nuevo
de esta Voluntad Suprema, cada acto nuevo de Ella lleva a todos una Vida
Divina de más, una fuerza, una felicidad, una belleza raptora. Por eso la
Voluntad Divina obrante que pone fuera de Sí un acto suyo, es la cosa más
grande que puede existir en el Cielo y en la tierra; cielos nuevos, soles más
bellos pueden salir de un acto de más de mi Voluntad, así que cuando se
1734
trata de Ella, Yo y tú debemos poner todo a un lado y ocuparnos sólo del
Eterno Fiat. No se trata de reordenar en ti una voluntad humana, una virtud
cualquiera, sino que se trata de reordenar una Voluntad Divina y obrante,
por eso se necesita demasiado, y Yo, estando ocupado en cosas que más me
corresponden y que llevarán el gran bien de un acto nuevo de esta Suprema
Voluntad, no hago caso de tus llamadas, porque cuando se trata de hacer lo
más, las cosas menores se hacen a un lado."
Después de esto estaba siguiendo a mi apasionado Jesús en la Pasión,
y habiendo llegado al punto cuando Herodes lo acosaba a preguntas y Él
callaba, pensaba entre mí: "Si Jesús hubiese hablado tal vez aquél se
hubiera convertido." Y Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, Herodes no me preguntó para conocer la verdad sino para
curiosear y burlarse de Mí, y si Yo hubiese respondido habría hecho burla de
él, porque cuando falta la voluntad de conocer la verdad y de llevarla a cabo,
falta el humor en el alma para recibir el calor que lleva consigo la luz de mis
verdades, este calor no encontrando la humedad para hacer germinar y
fecundar la verdad, quema de más y hace secar el bien que puede producir.
Sucede como al sol, que cuando no encuentra la humedad en las plantas, su
calor sirve para secar y quemar la vida de las plantas, pero si encuentra
humedad hace prodigios, por eso la verdad es bella, es amable, es la
restauradora y fecundadora de las almas, con su calor y luz forma prodigios
de desarrollo, de gracias y de santidad, pero esto para quien quiere conocerla
para hacerla; pero para quien no quiere hacerla, la verdad se burla de ellos en
vez de quedar burlada."
Después de esto, mientras escribía sentía tal desfallecimiento de
fuerzas que lo hacía trabajosamente y no me sentía poner las palabras por
Jesús para facilitármelo, ni la plenitud de la luz mental que cual mar se hace
en mi mente, que debo contentarme con tomar pocas gotas de luz para
escribir sobre el papel, de otro manera si quisiera poner todo haría como una
persona que va en el mar y quisiera tomar toda el agua del mar en su mano,
por cuanta tome, toda le escapa, en cambio si toma pocas gotas puede tener
éxito en llevarlas consigo. Así que todo era fatiga en mí, en el alma, en el
cuerpo, en todo. Entonces sintiéndome tan mal pensaba entre mí: "Tal vez
no es más Voluntad de Dios que yo escriba, de otra manera me habría
ayudado como las otras veces, en cambio es tanta la fatiga, el esfuerzo que
debo hacer, que no puedo seguir adelante, por eso si Jesús no lo quiere,
tampoco yo lo quiero." Pero mientras esto pensaba, mi dulce Jesús ha salido
de dentro de mi interior y me ha dicho:
"Hija mía, quien debe poseer el reino de mi Voluntad no sólo la debe
hacer y debe vivir en Ella, sino que debe sentir y sufrir lo que siente y sufre
1735
mi Voluntad en las almas; lo que tú sientes no es otra cosa que la condición
en la cual se encuentra en las criaturas, cómo corre fatigosamente, cuántos
esfuerzos no debe hacer para subyugar a las criaturas para hacerlas hacer su
Voluntad, como la tienen reprimida en la suya le quitan lo más bello de su
Vida en ellos, cual es su energía, su alegría, su fuerza y es obligada a obrar
bajo la presión de una voluntad humana, melancólica, débil e inconstante.
¡Oh! bajo qué pesada opresión, amarga, aplastante tienen a mi Voluntad las
criaturas, ¿no quieres tú tomar parte en sus penas? Hija mía, tú debes ser
como una tecla, para que mi Voluntad, cualquiera que sea el sonido que
quiere hacer salir, tú debes prestarte a formar ese sonido que quiere hacer, y
cuando haya formado en ti todos los sonidos que Ella posee, sonidos de
alegría, de fortaleza, de bondad, de dolor, etc., su victoria de haber formado
en ti su reino será completa. Por eso piensa más bien que es un sonata
diversa y distinta que quiere hacer en ti, es una tecla de más que quiere
agregar en tu alma, porque en el reino del Fiat Supremo quiere encontrar
todas las notas del concierto musical de la patria celestial, a fin de que ni
siquiera la música falte en su reino."
Enero 6, 1927
El alma que vive en el Querer Divino es siempre igual a
sí misma. El orden de la Providencia en la Encarnación
y en la manifestación de los santos magos.
Estaba haciendo mis acostumbrados actos en el Supremo Querer y mi
dulce Jesús ha salido de dentro de mi interior y extendiéndome los brazos
me abrazaba, pero me estrechaba tan fuerte a Él, que quedaba toda cubierta
por Jesús y me ha dicho:
"Hija mía, no estoy contento si no te veo toda cubierta de Mí, y tan
perdida en Mí que no se reconozca más a ti en ti, sino sólo a Mí en ti."
Después ha agregado: "Hija mía, quien vive en mi Voluntad es
siempre igual a sí misma, sus actos simbolizan la luz que se difunde de igual
manera atrás, adelante, a la derecha y a la izquierda, a lo más si contiene más
fuerza de luz se ensancha de más, pero siempre se difunde igual al agrandar
la circunferencia de luz en torno a sí. Ahora, los actos hechos en mi Querer,
simbolizando la luz, en cuanto el acto de la criatura entra en Él abraza el
pasado, el presente y el futuro, y no careciendo de plenitud de luz se
expande por doquier y toma como de un solo golpe a todos en la
circunferencia de su luz interminable. Por eso para quien vive en el Fiat
1736
Divino, ninguno puede decir, por cuanto bien haga, yo soy semejante a ti,
sólo ella puede decir yo soy semejante a Aquél que me ha creado, lo que
hace Él hago yo, una es la luz que nos inviste, una es la fuerza, una es la
Voluntad."
Después de esto estaba pensando en los santos magos cuando visitaron
al niñito Jesús en la gruta de Belén, y mi siempre amable Jesús me ha dicho:
"Hija mía, mira el orden de mi Providencia Divina: Para el gran
portento de mi Encarnación elegí y me serví de una Virgen, humilde, pobre;
por custodio que me hacía de padre, al virgen San José, tan pobre que tenía
necesidad de trabajar para mantenernos la vida. Mira cómo en la obras más
grandes, y más grande no podía ser el misterio de la Encarnación, nos
servimos de personas que en la apariencia no llaman la atención de nadie,
porque las dignidades, los cetros, las riquezas son siempre humos que ciegan
al alma y le impiden penetrar en los arcanos celestiales para recibir un acto
grande de Dios y al mismo Dios. En cambio para manifestar a los pueblos la
venida de Mí, Verbo del Padre a la tierra, quise y me serví de autoridad
regia, de hombres doctos y sabios, para que por su autoridad pudieran
difundir el conocimiento del Dios nacido, y queriendo pudieran aun
imponerse sobre los pueblos. Pero a pesar de esto la estrella fue vista por
todos, no obstante sólo tres se mueven, ponen atención y la siguen, esto dice
que entre todos sólo ellos poseían un cierto dominio de ellos mismos, que
formando un lugarcito de vacío en su interior, además de la vista de la
estrella oyeron mi llamada, que haciendo eco en su interior y no tomando en
cuenta ni sacrificios, ni habladurías, ni burlas porque partían hacia un lugar
desconocido, y muchas debieron oír, pero ellos no tomando nada en cuenta y
dominándose a sí mismos siguieron la estrella unida a mi llamada, que más
que estrella hablante resonaba en su interior, los iluminaba, los alentaba y
decía tantas cosas de Aquél que debían visitar, y ellos ebrios de alegría
seguían la estrella. Mira entonces que para dar el gran don de la
Encarnación se necesitaba una Virgen que no tuviese voluntad humana, que
fuese más de Cielo que de tierra y que un milagro continuo la dispusiera al
gran portento, por eso de las cosas externas y apariencias humanas no
teníamos necesidad para poder atraer la atención de los pueblos; pero con
todo esto, para manifestarme quise hombres que tuvieran el dominio de ellos
mismos, que formaran un poco de vacío en su interior para hacer resonar el
eco de mi llamada. ¿Pero cuál no fue su sorpresa al ver detenerse la estrella
no sobre un palacio, sino sobre una vil choza? No sabían qué pensar y se
convencieron que había un misterio no humano sino divino; cuando se
animaron de fe y entraron en la gruta y arrodillándose me adoraron, en
cuanto doblaron las rodillas Yo me develé e hice traslucir de mi pequeña
1737
Humanidad mi Divinidad, y conocieron que Yo era el Rey de reyes, Aquél
que venía a salvarlos, y ellos en seguida se ofrecieron a servirme y a exponer
la vida por amor mío, pero mi Voluntad se hizo conocer y los mandó de
nuevo a sus lugares para hacerlos ser, en medio de aquellos pueblos, los
anunciadores de mi venida a la tierra. Ve entonces cómo es necesario el
dominio de sí mismo y el vacío en el corazón para hacer resonar mi llamada
y ser idóneos para conocer la verdad y para manifestarla a los demás."
Enero 9, 1927
Quien hace la Voluntad de Dios posee el equilibrio de Ella, posee
un acto de luz para todo. Cómo fue puesta una nota de dolor y
por eso la Voluntad Divina y la humana se miran con enojo.
Las primicias son las cosas que más agradan.
Estaba según mi costumbre girando por todas partes para seguir la
Voluntad Divina en toda la Creación, y mi dulce Jesús moviéndose en mi
interior me ha dicho:
"Hija mía, cómo es sorprendente el obrar del alma en mi Voluntad;
como el Fiat mantiene el equilibrio en toda la Creación, ella haciendo eco a
mi equilibrio forma el equilibrio en todas las criaturas y en ellas extiende el
reino de mi Voluntad. Ella es como luz que desciende de lo alto y fijándose
en todos, extiende en todos el reino del amor de mi Voluntad, de la
adoración, de la gloria y de todo lo que Ella posee; pero mientras como luz
desciende para no dejar escapar nada, como luz sube y lleva el equilibrio de
todos los actos de la Creación, de todos los tiempos, de todos los corazones a
su Creador. Con el equilibrio de todos los actos humanos, en los cuales el
alma ha hecho entrar el acto de la Voluntad Divina, por parte del alma vacía
todos los actos humanos y hace correr la Voluntad Divina como acto
primero y Ella extiende su reino en ellos, porque hay un alma que toma a
pecho que no haya acto humano en el cual ella no quiera fijar su luz, para
hacer que lo humano sea derrumbado y sólo la Voluntad Divina reaparezca
en todas las cosas; por eso hija mía, casi con la mano te hago tocar todo,
quiero que te extiendas a todos y en todo para hacerte extender el reino de
mi Voluntad. Es esto lo que Yo quiero, que en todo corra mi Voluntad, que
como luz, mientras inviste todo, quede sobre todos y todo se vuelva
Voluntad mía, pero se puede dar que alguno huya de esta Luz, como alguno
huye de la luz del sol, esto no dice nada para el sol, pues él poseyendo el
equilibrio de la luz contiene su acto de luz para todos y para todo. Así que el
1738
sol mientras da luz a todos, mantiene el equilibrio de la gloria de todos los
actos de luz a su Creador, por eso él está en el orden perfecto, sale del orden
quien huye de la luz. Así el alma, poseyendo la unidad de la Luz del Fiat
Supremo, posee todos los actos de Luz de Ella, por eso puede dar a los actos
humanos su acto de Luz de Voluntad Divina, para hacer que por parte suya
dondequiera se extienda su reino divino; si las criaturas huyen esto dice
nada, la Luz de mi Voluntad se difunde lo mismo, y Yo veo en mi elegida
que mi reino hace su camino, se extiende, se establece, por eso quiero ver tus
actos en mi Voluntad sobre cada pensamiento de las criaturas, en cada
palabra, latido, pasos y obras, en todo. Por ahora pensemos en formar
nuestro reino, cuando esté formado se pensará en quien huye y en quien
permanece en la red de la Luz de mi Voluntad."
Después de esto me sentía de tal manera extenuada, porque estaba con
fiebre desde hace muchos días y con trabajos había escrito lo poco que está
escrito arriba, entonces no sintiendo la fuerza de seguir escribiendo, lo he
dejado y me he puesto a rezar, y mi dulce Jesús saliendo de dentro de mi
interior me ha estrechado toda a Sí y me compadecía diciéndome:
"La hija mía está enferma, la hija mía está enferma; tú debes saber que
por parte de las criaturas fue puesta una nota de dolor en el reino de mi
Voluntad, nota que por tantos siglos nadie ha pensado en cicatrizar esta nota
tan dolorosa para el Fiat Supremo, causa por la cual la Voluntad Divina y la
humana se miran con enojo. Ahora la hija primogénita de mi Querer debe
ajustar todas las cosas antes de que se venga a nuestra Patria, debe llenar
todos los vacíos para establecer mi reino en medio de las criaturas; ahora mi
hija enferma formará el reino del dolor divino en Él, el cual corriendo como
oleada de luz y de calor servirá para endulzar esta nota doliente, ¿no sabes tú
que la luz y el calor tienen la fuerza de convertir las cosas más amargas en
dulcísimo néctar? A ti te es dado hija mía, que vives en nuestro Querer, el
hacer correr en nuestros interminables confines tus dolores, tu fiebre, tus
penas íntimas de mi privación que te hacen morir y no morir, a fin de que
invistas esta nota tan dolorosa del Fiat Divino y formes en esta nota un
sonido dulcísimo, armonioso, de modo que las dos voluntades no más se
mirarán con enojo, sino reconciliadas."
Después ha agregado: "Hija mía, tú no puedes comprender lo que
siento por ti, las alegrías, la felicidad que siento porque encuentro en ti las
primicias del reino de mi Voluntad, encuentro las primicias de los primeros
frutos, las primicias de la música que sólo sabe hacer la criatura que vive en
Ella, porque toma todas las nuestras que están en nuestra Voluntad, las hace
suyas y forma su bella música en mi reino, y Yo, ¡oh! cómo me deleito al
escucharlas; encuentro las primicias del orden, las primicias del verdadero
1739
amor que mi Querer le ha concedido, encuentro las primicias de la verdadera
belleza que me atrae tanto, que no me es dado separar la mirada, así que
todos tus actos los encuentro todos como actos primeros, que antes de ti
ninguno me ha dado. Las primicias son siempre las cosas que más agradan,
que atraen, que más se agradecen, y si después de las primicias viene las
demás cosas similares, es en virtud del acto primero que se han podido
formar los otros actos similares, así que toda la gloria es del acto primero,
por eso tú tendrás siempre las primicias en el reino del Fiat Divino, no habrá
cosa que en Él se haga que no parta de tu acto primero; por eso a ti todos
estarán vueltos, a ti el principio de la gloria, por eso quiero que todo
comience de ti para formar mi reino supremo."
Enero 13, 1927
Jesús le pide a Luisa que escriba. Cómo su palabra es felicidad.
Quien vive en el Querer Divino es visto como uno de la Patria
Celestial. Reza junto con toda la Creación y Jesús le promete
que todo le será concedido.
Continúo con fiebre, escribo con tal trabajo que había decidido no
escribir más hasta que me encontrara en condición de poder escribir con
menos dificultad, también para escribir más extensamente lo que el bendito
Jesús manifiesta a su pequeña hija, porque estando la fatiga trato de abreviar
cuanto más puedo. Ahora, mientras que ya no pensaba que debía escribir
después de mi decisión, mi siempre amable Jesús se ha movido en mi
interior y como rogándome me ha dicho:
"Hija mía, escribe un poco, me contento con poco, pero no nada,
cuando puedas escribirás más extensamente, y en lo poco que escribas ahora
te ayudaré Yo, no te dejaré sola y cuando vea que no puedes seguir adelante,
Yo mismo te diré basta, porque te amo mucho y también a tu naturaleza,
porque también ella es mía y no quiero que te fatigues por encima de tus
fuerzas, pero no me quites este gusto de mantener la siempre nueva
correspondencia de escribir lo que te quiero decir. Tú sabes que no hay para
Mí en todo el mundo un lugar donde pueda participar mis felicidades y
recibir la correspondencia, así que el punto de mi felicidad en el mundo eres
tú, y esta mi felicidad viene formada por mi hablar, cuando Yo puedo hablar
con una criatura, hacerme entender, para Mí es felicidad, y felicidad plena,
sobreabundante, para quien me escucha; mucho más que hablando contigo,
estando tú en mi Querer, Yo te hablo en mi misma Voluntad, no fuera de
1740
Ella, y estoy seguro que soy comprendido, mucho más que hablándote de mi
Querer siento en ti la felicidad de mi reino, el eco de la felicidad de la patria
celestial. ¿Sabes hija mía cómo sucedería si no escribieras? Como Yo te
tengo en el Fiat Supremo te veo como una de mi patria celestial, ¿y qué
dirías tú si una que vive ya en el Cielo no quisiera recibir mis nuevas
alegrías que naturalmente salen de mi seno para hacer felices a todos los
bienaventurados, porque en Mí es naturaleza dar siempre nuevas
bienaventuranzas? Esta tal sería un estorbo a mi felicidad, me encerraría en
mi seno las alegrías que quiero hacer salir; así sucedería de ti, serías un
obstáculo a mi felicidad, a las alegrías siempre nuevas que posee mi
Voluntad; mucho más que Yo me siento más feliz cuando hago más feliz a
la pequeña hija de mi Querer, que sólo por nuestra causa, no por otra cosa,
se encuentra en el bajo exilio para darnos el campo de formar nuestro reino
en medio de las criaturas y de reintegrarnos los derechos y la gloria de la
obra de toda la Creación. ¿Crees tú que mi corazón puede tolerar no hacer
feliz a mi pequeña hija? No, no, para Mí sería la pena más grande; ¿no es tal
vez para ti la felicidad más grande mi palabra?"
Y yo: "Cierto, oh Jesús, y si supieras cómo me vuelves infeliz cuando
me privas, cómo siento el vacío de una felicidad sin fin, que ninguna otra
cosa, por cuán bella y buena podrá suplir."
Y Jesús: "Por eso hija mía, mi palabra, mientras te hace feliz a ti, no
quiero que quede en el vacío de ti sola mi felicidad, sino que quiero que
sirva para establecer mi reino, y por eso como confirmación de mi palabra y
de mi felicidad que sale de Mí, quiero que se escriba sobre el papel, también
como confirmación de nuestra correspondencia."
Después de esto me he puesto a rezar, llevando delante a la Majestad
Suprema toda la Creación junto conmigo, esto es: el cielo, las estrellas, el
sol, el mar, en suma todo, a fin de que mi oración fuese animada por todos
los actos que ejercita el Fiat Supremo en toda la Creación. Mi dulce Jesús se
puso junto a mí, apoyando su cabeza junto a la mía, poniéndome el brazo al
cuello como para sostenerme, y yo le decía: "Amor mío Jesús, no soy yo
sola quien te rezo, sino junto conmigo está tu Voluntad obrante en toda la
Creación que pide que venga tu reino, Ella misma quiere sus derechos
enteros y completos sobre todos y todo, y sólo con venir el reino del Fiat
Supremo a la tierra todos sus derechos le serán devueltos. Escucha, oh
Jesús, cómo es conmovedora la voz de tu Fiat en todo el azul del cielo, cómo
es elocuente en el sol, cómo es atrayente y fuerte en el mar, por todas partes
se oye resonar tu Fiat que quiere los derechos de su reino. ¡Ah! escucha a tu
mismo Fiat, escucha a tu pequeña hija que haciendo suyos todos los actos de
Él, te pide, te suplica que venga tu reino, y que si bien recién nacida apenas,
1741
como soy, también yo quiero mis derechos, ¿y sabes, oh Jesús, cuáles son?
Que a tu Voluntad yo le devuelva toda la gloria, el honor, como si ninguno
la hubiese ofendido, como si todos la hubiesen cumplido, adorado y amado,
si soy su hija quiero que sus derechos le sean devueltos, y quiero también
que a mi primer padre Adán le sean devueltos el honor como si no se
hubiese sustraído de tu Voluntad." Y mi dulcísimo Jesús, todo conmovido
me ha dicho:
"A mi pequeña hija que toma tan a pecho los derechos de mi Fiat
Divino y que se sirve de su mismo poder para abrirse camino en mi corazón,
todo le será concedido. ¿Cómo no contentarte hija mía? A ti todo te será
dado, es más, remediaremos juntos lo que se refiere a mi Voluntad y lo que
respecta a las criaturas, ¿no estás contenta? Mira hija mía, desde que mi
Voluntad salió en campo en la Creación, ha estado siempre firme e
irremovible en hacer el bien, a pesar de tantas inconstancias y ofensas de las
criaturas, Ella triunfando sobre todo ha hecho su curso de siempre, siempre
beneficiar. Mira, para hacer resurgir a la criatura en la firmeza, en el bien
perenne, en la irremovilidad de mi Querer, quiero establecer mi reino en
medio de ellas. Ve entonces en qué punto te he puesto, en la firmeza e
irremovilidad del Fiat para poderte hacer distender en Él este mi reino, y así
como mi Querer triunfa sobre todo con su firmeza, así tú con su firmeza y en
la irremovilidad de sus actos triunfarás sobre todo y reordenarás el orden
divino entre las dos voluntades, y la Divina Voluntad será reintegrada en su
gloria y la humana se pondrá nuevamente en el orden establecido por Dios."
Después de escribir esto, pensaba entre mí que no era necesario lo que
está escrito arriba, mucho más que continuando la fiebre escribo con trabajo
y sólo escribo un poco para contentar a Jesús. Y mi dulce Jesús moviéndose
en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, el alma para vivir en mi Voluntad debe subir, y para subir a
Ella debe dejar lo que a mi Voluntad no pertenece, debe dejar sus míseros
harapos, sus costumbres vulgares, sus alimentos viles, sus miserias, todo
debe dejar para servirse de vestiduras reales, de costumbres divinas, de
alimentos preciosos y substanciosos, de riquezas infinitas, en suma de todo
lo que pertenece a mi Voluntad; lo que has escrito por ahora te sirve a ti,
sirve al reino del Fiat Supremo, después será norma para quien debe vivir en
él, así como también deben servirse de todos los actos obrantes de mi
Voluntad para mantenerse en los confines de mi reino. Por eso lo que a ti no
te parece necesario, es necesario para la formación de mi reino Supremo."
1742
Enero 16, 1927
En el reino del Fiat todas las cosas son completas, hasta los
matices de todos los colores. Quien vive en Él toma
todo como de un solo golpe.
Continúo abismándome en el Supremo Querer y mi dulce Jesús se
hacía ver que apoyaba su cabeza sobre la mía, y yo estando sufriente le he
dicho: "Amor mío, mira, estoy en tu amable Querer y queriéndome ir
contigo al Cielo, es precisamente Él quien te pide que me lleves contigo, no
yo, por eso contenta a tu misma Voluntad, que estando por todas partes, por
doquier te pide: en el cielo, en el sol, en el mar, que a su pequeña hija no la
tengas más en el exilio, lejana de Ti, sino que después de tantos trabajos y
privaciones la hagas arribar a tu patria celestial. ¡Ah! ten compasión de mí y
de tu Querer que te pide." Y Jesús, compadeciéndome toda me ha dicho:
"Pobre hija, tienes razón, Yo sé cuánto te cuesta tu exilio, y para
inducirme haces que mi misma Voluntad me lo pida; invento más potente no
podías encontrar, pero has de saber hija mía, que el Fiat Supremo quiere otra
cosa de ti, quiere que de parte tuya sean formadas en su reino todas las
bellezas, todas las variedades de los diferentes colores, todos los matices de
ellos, así que las bellezas ya están, los colores en todas las variedades están
ordenados, faltan todos los matices y no quiero que falte nada de parte tuya
al decoro y a la belleza de mi reino. Si tú supieras cómo resalta de más,
cómo embellece un matiz de más, ¿y sabes tú cómo pueden ser formados
estos matices? Otro dicho mío puede ser un matiz de más en las variedades
de los colores, un pequeño giro tuyo en mi Querer, una pequeña pena tuya,
un ofrecimiento, una oración en el Fiat, son otros tantos matices que
agregarás y que mi Querer se deleitará en suministrarte; en Él las cosas son
todas completas, no toleraría que su primera hija no tomara todos sus actos
completos, por cuanto a criatura es posible, para formar su reino divino."
Después de esto seguí mi vuelo en el Querer Supremo, y mi dulce
Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, quien vive en la Voluntad Divina toma todo junto como de
un solo golpe, porque siendo que Ella se encuentra por todas partes, no hay
cosa que le escape, su vida es eterna, su inmensidad no conoce ni límites ni
circunferencia, por eso el alma que vive en Ella toma al Eterno Dios, todo el
cielo, el sol, todo lo que existe, la Virgen, los ángeles, los santos, en suma,
todo, y conforme ella reza, late, respira, ama, su acto se hace común a todos,
así que todos laten de su latido, todos respiran con su respiro, todos aman
1743
con su amor, porque por donde se extiende mi Voluntad mueve a todos a
hacer el acto de quien vive en Ella. De esto se sigue que teniendo el primer
lugar la Reina Soberana en el Fiat Divino, Ella siente junto a la pequeña hija
que vive en Ella, y poniéndose en común con ella repite junto lo que ella
hace, y pone en común sus mares de gracia, de luz, de amor, porque una es
la Voluntad de la Mamá y de la pequeña hija; es más, en ella, la altura de la
Soberana del Cielo se siente honrada con actos de una Voluntad Divina,
siente que esta hija pequeña entra en sus mares y agitándolos con sus actos
los hace crecer para duplicarlos, agrandarlos, ¿pero para hacer qué cosa?
Que su Creador reciba doble gloria divina, amor de sus mismos mares de
Amor, y para poner como en el banco los mares de su Mamá Celestial a fin
de que reciba duplicada gloria. Por eso esta criatura, si bien pequeña, mueve
todo, se impone sobre todo, todos la dejan hacer, todos sienten la fuerza del
bien que quiere dar a todos. Por eso es pequeña y fuerte, es pequeña y se
encuentra por todas partes, es pequeña y su prerrogativa es la pequeñez, por
eso no posee nada, ni siquiera su querer, porque voluntariamente lo ha dado
a Aquél que tenía derecho sobre él, y el Querer Divino le da todo, no hay
cosa que a ella no le confíe. Por eso los prodigios del vivir en mi Querer son
indescriptibles e innumerables. ¡Oh! si todos conocieran qué significa vivir
en mi Querer, el bien que reciben, es más, no hay bien que no tomen, no hay
bien que no puedan hacer, todos harían competencia y anhelarían vivir en mi
Querer Santo y adorable."
Enero 20, 1927
La comunión de la Voluntad Divina no está sujeta a consumirse,
sus velos son intangibles. Luisa suspira el Cielo y por eso
está triste y pone triste a toda la Creación.
Habiendo recibido la comunión he quedado afligida y angustiada
porque eran tales y tantos los accesos de tos, que me sentía sofocar y no
podía ni pensar ni estarme con Jesús según mi costumbre. Después de una
hora y más de toser fuerte me he calmado y pensaba entre mí: "Hace ya una
hora o más que he recibido a Jesús y no me he podido recoger para estarme a
solas con Él, ya los accidentes de la hostia se han consumido, Jesús se ha ido
y yo no sé dónde encontrarlo nuevamente, así que para mí hoy ha sido como
si no hubiese recibido la santa comunión." Pero por lo demás, también en
esto beso, adoro y bendigo al Fiat Supremo. Ahora, mientras esto pensaba,
mi dulce Jesús ha salido de dentro de mi interior y apoyaba su cabeza sobre
1744
mi espalda y con sus brazos me sostenía para darme fuerza, porque estaba
tan agotada que me sentía morir, y todo bondad me ha dicho:
"Hija mía, ¿qué no sabes tú que hay una comunión eterna y tan grande
que no está sujeta ni a disminuir ni a consumirse, que sus velos que la
esconden en medio de las criaturas no están sujetos a perecer como los velos
de la hostia Sacramental, que se da a cada instante, a cada respiro, a cada
latido y en todas las circunstancias, es más, se debe estar siempre con la
boca abierta para poderlas recibir todas, de otro manera muchas quedan
fuera del alma, sin que entren dentro, esto es, con la voluntad de querer
recibir siempre esta comunión tan grande y continua, que por cuanto se da,
no está sujeta ni a disminuirse ni a consumirse? Tú ya has entendido cuál es
esta comunión tan grande y continua, ella es mi Fiat Divino que te corre
como vida en tu alma, como calor para fecundarte y desarrollarte, como
alimento para nutrirte, te corre en la sangre de tus venas, en el latido de tu
corazón, en todo; está siempre en acto de darse a ti, basta que tú la quieras
recibir y Ella te ahogaría de comuniones, tantas te quiere dar. Y con razón,
con justicia y con derecho, la comunión de mi Voluntad debía ser sin límites
y no sujeta a consumirse, porque Ella es principio, medio y fin de la criatura,
y por eso debía poderla recibir de modo que nunca, nunca le pudiese faltar,
porque una cosa que es principio, medio y fin, debe estar en continuo acto de
darse y de poderse recibir, y si no fuese así, faltaría para la pobre criatura su
principio de vivir, el medio para mantenerse y perdería el fin a donde llegar,
por lo que mi Sabiduría infinita jamás podría permitir que la comunión de mi
Voluntad fuese limitada para ella. En cambio la comunión Sacramental no
fue dada como principio de las criaturas, ni como fin, sino que fue dada
como medio, ayuda, alivio y medicina, y los medios, ayudas, etc., se dan en
modo limitado, no perenne y por eso los velos de los accidentes
Sacramentales están sujetos a consumirse, mucho más que si las criaturas
aman el recibirme continuamente, está la comunión grande del Fiat Eterno,
que está en acto de darse continuamente a ellas, y sin embargo tú te afligías
y casi te turbabas porque pensabas que las especies Sacramentales se habían
consumido. No tenías razón de afligirte mientras en ti y fuera de ti está la
comunión de mi Querer, que no está sujeta a sufrir ninguna consumación, su
vida está siempre en su plenitud, ni mi Amor soportaría que la pequeña hija
de nuestro Querer no pudiese recibir nuestra Vida Divina, siempre nueva y
continua."
Después de esto continuaba sintiéndome enferma, y haciendo el giro
en la Creación para seguir los actos de la Voluntad Suprema, sentía en mí
una nota de tristeza, porque la obediencia me había impuesto que yo debía
obedecer en desear curarme, mientras que yo suspiraba el Cielo, habría
1745
querido dar un salto de en medio de la Creación, donde hacía mi giro, para
alcanzar mi ansiada patria, pidiendo al cielo, a las estrellas, al sol y a todas
las cosas creadas que me acompañasen, pues siendo que uno era el Fiat que
nos daba la vida, yo tenía mis derechos de que no me dejasen sola, que todas
deberían seguirme hasta las puertas de la eternidad, esperando primero que
me recibiese en el Cielo aquella misma Voluntad que me había poseído en la
tierra, y que después de mi ingreso en la beatífica Voluntad Celestial se
podían retirar cada una a su puesto, y no pudiendo hacer esto me sentía triste
y así giraba por toda la Creación. Ahora, mientras esto hacía, una voz
fuerte, armoniosa y argentina se hacía oír desde el centro de la Creación que
decía: "Tu nota triste se ha comunicado a todas las cosas creadas, así que
hoy nos has puesto a todos en actitud de tristeza; está segura que todos te
acompañaremos al Cielo, es justo que quien ha estado en medio de nosotros,
quien nos ha hecho compañía, no entre al Cielo sin nuestra compañía. Pero
la Creación toda quedará sin quien le pone el brío, sin quien la tiene en
fiesta, no resonará más tu eco en medio de nosotros, que haciéndonos como
hablantes, glorificamos, amamos, alabamos aquella Voluntad Divina que nos
creó y nos conserva; perderemos a aquella que nos visita y nos hace
compañía." La voz hizo silencio y yo misma me sentía que respiraba un aire
triste. Por eso pensaba que había cometido pecado por haber puesto con mi
tristeza, triste a toda la Creación. Así que ansiaba a mi dulce Jesús para
decirle el mal que había hecho, y para decirle que para eso Él me había
hecho escribir tantas cosas que se referían al Divino Querer para hacer que
llegasen en medio de las criaturas, de modo que viviendo de este Fiat Divino
pudiesen poseer un reino tan santo. Entonces, mientras esto y otras cosas
pensaba, mi amado Jesús se ha movido en mi interior y me ha dicho:
"Hija mía, tú tienes razón en quererte venir, pero para que todos los
conocimientos de mi Querer salgan fuera y hagan su camino, se necesitará
tiempo, y por eso la Creación tiene razón en que quedará de nuevo en su
silencio; pero Yo no quiero que te oprimas, abandónate en Mí y deja hacer
todo a tu Jesús."
Y yo: "Amor mío, cuando me lleves al Cielo te pido que me lleves de
prisa, de prisa, a fin de que no tengan tiempo de darme esta obediencia."
Pero mientras esto decía me pareció ver que el cielo, el sol y todas la
Creación se inclinaban entorno a mí para hacerme homenaje y Jesús ha
agregado:
"Hija mía, cuando mueras, la Creación toda te investirá y de prisa
pasarás al Cielo, ¿no estás contenta?"
1746
Enero 23, 1927
El Fiat Divino es imán potente que atrae a Dios a la criatura. La
voluntad humana es más que terremoto y cómo queda
expuesta a todos los ladrones.
Continuaba estando más enferma que de costumbre, mi dulce Jesús se
hacía ver no Él solo, sino juntas las Tres Divinas Personas, las Cuales me
han circundado y yo quedaba en medio de Ellas, no veía otra cosa que su
Alteza Suprema y la luz inmensa que las circundaban, y las Tres me han
dicho:
"Hemos venido a hacer la visita a nuestra hija enferma, nuestro Querer
más que imán potente nos ha atraído y llamado del Cielo para hacernos venir
a ti, no podíamos hacer menos que venir a aliviar y a hacer un poco de
compañía en sus sufrimientos a aquella que es hija primogénita de nuestra
Voluntad. La fuerza de nuestro Fiat es para Nosotros irresistible, y ceder a
su fuerza es para Nosotros felicidad."
Ahora, ¿quién puede decir lo que yo sentía y comprendía estando en
medio de ellos? No tengo palabras para expresarme. Después, habiéndome
dado la obediencia de que debía tomar alguna cosa, porque yo no podía
tomar nada, por obedecer, antes de que viniera Jesús había tomado algunas
cucharadas de caldo y me lo sentía en la garganta sin que pudiera bajar al
estómago; le he dicho a Jesús que me hiciera obedecer y Jesús todo bondad
me ha pasado su santa mano de la garganta al estómago, haciéndolo bajar al
estómago para hacérmelo digerir, de modo que no lo he devuelto como
tengo costumbre de hacer todos los días, que lo que tomo devuelvo; bondad
infinita de Jesús para mí que soy la más pequeña y pobre criatura. Después
de esto he quedado afligida porque creía que me llevarían con Ellos, pero no
habiéndome llevado me sentía triste y Jesús para consolarme se puso delante
de mi pecho y soplándome salía de su aliento una luz que me servía no sólo
al alma, sino también para recomponerme todo el cuerpo, conforme cesaba
el aliento así mi cuerpo se descomponía, y Jesús para consolarme me ha
dicho:
"Hija mía, ánimo, ¿no ves cómo el solo aliento y Luz de mi Querer te
recompone también el cuerpo? Así que si Yo ceso mi aliento, tu cuerpo se
descompondrá y tú en seguida tomarás el camino para nuestra patria
celestial."
Y yo: "Amor mío, yo no sirvo para nada, ni soy buena para hacer
nada, ¿no sería mejor deshacerte de mí mandándome a la celestial
Jerusalén?" Y Jesús todo bondad ha agregado:
1747
"Hija mía, a Mí todo me sirve, aun las pequeñas piedras y los
escombros para poder edificar; así es para ti, todo lo que forma tu cuerpo son
como escombros, pero vivificados estos por el fluido vital del Eterno Fiat
todo se vuelve precioso y de valor incalculable, de modo que Yo puedo
edificar sobre esos escombros preciosos las más fuertes e inexpugnables
ciudades. Tú debes saber que al hombre con el hacer su propia voluntad,
sustrayéndose de la Divina, le sucedió como cuando un fuerte terremoto
golpea una ciudad, sus fuertes sacudidas hacen abrir las vorágines de la
tierra, y dónde se traga las casas, dónde las despedaza, la fuerza de las
sacudidas abre hasta los alhajeros más cerrados y pone fuera, brillantes,
monedas, cosas preciosas, de modo que los ladrones pueden entrar y robar lo
que quieran, así que la pobre ciudad se reduce a montones de piedras, ruinas,
escombros. Ahora, si un rey quiere edificar de nuevo aquella ciudad, se
sirve de esos mismos montones de piedras y escombros, y como la hace toda
nueva la construye tipo moderno, dándole tal suntuosidad de arte y belleza
que no hay otra ciudad que la iguale, y por eso la hace la capital del reino.
Hija mía, más que terremoto fue para el hombre la voluntad humana, y este
terremoto dura todavía, a veces más fuerte, a veces un poco menos, de modo
que pone fuera las cosas más preciosas que Dios puso en el fondo del
hombre, así que este terremoto de la propia voluntad lo deja todo revuelto,
destrozado, la llave del Fiat Supremo que los tenía custodiados y todo al
seguro no existe más para él, y entonces no teniendo ni puertas, ni llaves,
sino muros derruidos, los ladrones de sus pasiones hacen su botín y él queda
expuesto a todos los males, y muchas veces reducido a ruinas y escombros,
que con trabajo se logra reconocer que eran ciudades edificadas por su
Creador. Ahora, queriendo Yo edificar de nuevo el reino de mi Voluntad en
medio de las criaturas, quiero servirme de tus piedras y escombros, porque
invistiéndolos del fluido vital de mi Voluntad creadora, formaré la capital
del reino del Fiat Supremo. He aquí para qué me sirves, ¿no estás
contenta?"
Enero 25, 1927
Jesús la incita a escribir. Quien vive en el Querer Divino respira
el Todo. El alma que vive en Él copia a Dios en ella
y ella queda copiada en Dios.
Sintiéndome sufriente me sentía incapaz de escribir lo que el bendito
Jesús manifestaba a su pequeña hija, por eso he estado algunos días sin
1748
escribir, y Jesús en mi interior me incitaba a hacerlo, pero yo me rehusaba
por la gran debilidad que sentía. Finalmente esta mañana saliendo de mi
interior me ha dicho:
"Mi hija esta noche debe escribir, porque aunque se esté muriendo
quiero que dé los últimos toques de luz fuerte y deslumbrante de los
conocimientos del Fiat Supremo, a fin de que todos conozcan que mi Querer
la ha tenido siempre ocupada para Sí y para su reino, y su último suspiro no
será otra cosa que un movimiento fuerte de luz que quedará como un último
testimonio de amor y de manifestación para el reino de mi Voluntad. Por
eso mientras escribirás Yo te ayudaré, y la pequeña hija de mi Querer no
negará nada a su Jesús y a aquel Fiat que con tanto amor te tiene en su
regazo para confiarte sus secretos."
Después de esto me he decidido a escribir, aunque fuera poco, porque
mi dulce Jesús se contenta de todo. Entonces me ha dicho:
"Hija mía, quien vive en mi Voluntad Divina respira al Todo, y como
el respiro se toma y se da, y sin interponer tiempo en medio se recibe para
darlo de nuevo, así quien respira el Todo que es Dios, al emitir su respiro da
el Todo que ha respirado, así que Todo toma y Todo da, da el Todo a Dios,
dando Dios a Dios, da el Todo a las criaturas, para respirar de nuevo a Dios
y todo lo que Dios obra; es connatural que quien toma Todo puede dar Todo.
Sólo en mi Divino Querer la Vida del Ente Supremo es continuamente
bilocada por parte de las criaturas."
Y yo: "Jesús mío, siento que no hago nada, ¿y Tú me dices que en tu
Fiat tomo Todo y doy Todo?" Y Jesús ha agregado:
"Hija mía, cuando obra el Todo la nada está en su puesto, sólo que se
presta a recibir al Todo, ¿y además no sientes en ti la fuerza de este Todo
que haciéndote abrazar e invadiendo todo, cielo, estrellas, sol, mares y tierra,
y abrazando todos los actos de mi Fiat que ejercita en toda la Creación, te los
hace llevar como en un solo respiro a tu Creador para devolverle todos y
todo? ¿Ha existido hasta ahora alguien que haya dado y haya podido decir:
‘Doy a Dios todo, aun a Dios mismo, porque viviendo en su Querer Dios es
mío, los cielos son míos, el sol y todo lo que ha hecho este Fiat Supremo es
mío, por lo tanto siendo todo mío, todo puedo dar y todo puedo tomar?’
Ahora, de esto viene como consecuencia, que quien vive en mi Querer tiene
la posesión del Todo, y esto forma y atrae el reino de la Divina Voluntad a la
tierra, porque para formar un reino se necesita la fuerza de la potencia del
Todo."
Después de esto se hacía ver como pequeño niño, que me miraba tan
fijo que quedaba como impreso en mí y quería ser mirado, pero tanto, de
quedar yo impresa en Él, y después todo amor y ternura me ha dicho:
1749
"Hija mía, esta es la verdadera imagen del vivir en mi Eterno Querer,
el alma copia en sí la Divina Voluntad y la Voluntad Suprema copia al alma,
de modo que tu Creador tiene la copia de tu imagen impresa en su seno, la
tiene tan amada porque la ve tal como la hizo salir en su origen, nada ha
perdido de su frescura y belleza, sus lineamientos paternos están impresos en
esta copia; esta copia en el seno paterno de Dios le ensalza toda la Creación
con todas sus obras, le susurra continuamente al oído: ‘Todo lo hiciste para
mí, mucho me amaste y me amas, y yo todo, todo quiero convertir en amor
para Ti.’ Esta copia es el portento de Dios en su seno, es el recuerdo de
todas sus obras; esta es la copia del alma en Dios y la copia de Dios en el
alma y el desenvolvimiento de la Vida Divina en la criatura. Qué bello es el
reino de mi Voluntad, la nada perdida en el Todo, el Todo fundido en la
nada, la bajeza de la criatura que se eleva a la altura divina, la altura divina
que desciende en la profundidad de la criatura, son dos seres unidos juntos,
inseparables, transfundidos, ensimismados, que con trabajo se distingue que
son dos vidas que palpitan juntas. Toda la magnificencia, la santidad, la
sublimidad, los prodigios del reino de mi Voluntad, será propiamente esto:
‘La copia fiel del alma en Dios y la copia íntegra y bella de Dios en el alma.’
Por eso los hijos del reino del Fiat Divino serán tantas imágenes de pequeños
dioses en mi reino."
Enero 28, 1927
Cómo Nuestro Señor tendrá tres reinos. El reino del Fiat Supremo
será el eco de la Creación. Cómo será desterrada la pobreza y la
infelicidad. Cómo en Nuestro Señor y en la Virgen hubo pobreza
voluntaria, no forzada. El Divino Querer es celoso de
mantener a su hija.
Estaba toda abandonada en el Supremo Fiat siguiendo sus actos en la
Creación, y mi dulce Jesús ha salido de dentro de mi interior y me ha dicho:
"Hija mía, mira cómo es bello el orden del cielo, así cuando el reino
de la Divina Voluntad tenga su dominio sobre la tierra en medio de las
criaturas, también en la tierra habrá orden perfecto y bello. Entonces tendré
tres reinos, uno en la patria celestial, otro en la Creación, y el tercero entre
las criaturas, y uno será el eco del otro, uno el reflejo del otro. Todas las
cosas creadas tienen su puesto de honor y mientras están todas ordenadas y
en armonía entre ellas, una no tiene necesidad de la otra, porque cada una no
sólo abunda, sino sobreabunda de los bienes con los que Dios las dotó al
crearlas, porque habiendo sido creadas por un Ser feliz y riquísimo, que con
1750
dar jamás vienen disminuidas sus riquezas, por eso todas las cosas creadas
llevan la marca de la felicidad y la abundancia de los bienes de su Creador.
Y así como todas las cosas creadas, así los hijos del reino del Fiat Supremo,
todos tendrán su puesto de honor, de decoro y de dominio, y mientras
poseerán el orden del cielo y estarán en perfecta armonía entre ellos, más
que esferas celestes, será tal y tanta la abundancia de los bienes que cada uno
poseerá, que uno jamás tendrá necesidad del otro, cada uno tendrá en sí la
fuente de los bienes de su Creador y de su felicidad perenne. Así que
desterrada será la pobreza, la infelicidad, las necesidades, los males de los
hijos de mi Voluntad; no sería decoroso para Ella, que es tan riquísima y
feliz tener hijos que carecieran de alguna cosa y no gozaran toda la
opulencia de sus bienes que surgen continuamente; ¿qué dirías tú si vieras al
sol pobre de luz, que apenas enviara algún tenue resplandor a la tierra? ¿Si
vieras un pedazo de cielo en algún punto, con alguna estrella apenas, y todo
el resto sin el encanto del cielo azul? No dirías: ‘Aquél que ha creado el sol
no posee la inmensidad de la luz que surge, y por eso sólo de algún pequeño
resplandor hace alumbrar la tierra; no posee la potencia para extender un
cielo dondequiera y por eso un pedazo apenas ha extendido sobre nuestra
cabeza.’ Así que te habrías hecho el concepto de que Dios es pobre de luz,
que no tiene potencia para extender por todas partes las obras de sus manos
creadoras. En cambio al ver que el sol abunda tanto de luz, que el cielo se
extiende dondequiera, tú te convences que Dios es rico y posee la fuente de
la luz, y por eso nada ha perdido de su luz al abundar con tanta luz al sol, ni
su potencia ha disminuido con extender por todas partes el cielo. Así si los
hijos de mi Querer no abundaran de todo, se podrá decir que mi Voluntad es
pobre y no tiene Potencia de volver felices a los hijos de su reino, lo que no
será jamás. Es más, como éste será la imagen del reino que mi Voluntad
tiene en la Creación, así como el cielo se extiende por dondequiera y abunda
de estrellas, como el sol abunda de luz, el aire de pájaros, el mar de peces, la
tierra de plantas y de flores, así, haciendo eco a la Creación el reino del Fiat
Supremo, los hijos de mi reino serán felices y abundarán en todo, así que
cada uno poseerá la plenitud de los bienes y plena felicidad en el puesto en
el cual el Querer Supremo los haya colocado, cualquiera que sea la
condición y el oficio que ocuparán, todos estarán felices de su suerte. Y
como el reino del Fiat Supremo será el eco perfecto del reino que mi
Voluntad posee en la Creación, por eso se verá un sol en lo alto, otro sol en
lo bajo, en medio de las criaturas que poseerán este reino, se verá el eco del
cielo en estos hijos afortunados y con sus actos lo poblarán de estrellas, es
más, cada uno será un cielo y un sol distinto, porque donde está mi Voluntad
no sabe estar sin cielo y sin sol, es más, conforme tomará posesión de cada
1751
uno de sus hijos formará su cielo y su sol, porque es naturaleza suya que
donde tiene su posesión estable, su santidad, su luz interminable, es como
cielo y sol que forma y multiplica por doquier. Pero no es todo aún, la
Creación, eco de la patria celestial, contiene la música, la marcha real, las
esferas, el cielo, el sol, el mar, y todos poseen el orden y la armonía perfecta
entre ellos y giran continuamente, este orden, esta armonía y este girar sin
jamás detenerse forma tal sinfonía y música admirable, que se diría que es
como el aliento del Fiat Supremo que toca como tantos instrumentos
musicales a todas las cosas creadas y forma la más bella de las músicas, que
si se pudiera oír por las criaturas, éstas quedarían extáticas. Entonces el
reino del Fiat Supremo tendrá el eco de la música de la patria celestial y el
eco de la música de la Creación, será tal y tanto el orden, la armonía y su
continuo girar en torno a su Creador, que cada acto de ellos, palabra paso,
será una música distinta, como tantos diversos instrumentos musicales que
recibirán el aliento del Querer Divino, de modo que todo lo que hagan serán
tantos conciertos musicales distintos, que formarán la alegría y la fiesta
continua del reino del Fiat Divino. Tu Jesús no encontrará más diferencia en
quedarse en la patria celestial o en descender a entretenerse en medio de las
criaturas en el reino del Fiat Supremo sobre la tierra, y entonces nuestra obra
de la Creación cantará victoria y pleno triunfo, y tendremos tres reinos en
uno, símbolo de la Trinidad Sacrosanta, porque todas nuestras obras llevan
el sello de Aquél que las ha creado."
Después de esto pensaba entre mí: "Los verdaderos hijos del Fiat
Supremo serán felices, abundarán de todo, no obstante mi Mamá Reina,
Jesús mismo que era la misma Voluntad Divina fueron pobres en esta baja
tierra, sufrieron las penas, las incomodidades de la pobreza." Y mi dulce
Jesús ha agregado:
"Hija mía, pobreza verdadera es cuando una criatura tiene necesidad,
quiere tomar y no tiene qué tomar y está obligada a pedir a los demás un
estrecho medio para vivir, esta pobreza es de necesidad y casi forzada; en
cambio, tanto en Mí como en la Mamá Celestial, en Quienes estaba toda la
plenitud del Fiat Eterno, era no pobreza de necesidad, mucho menos forzada,
sino pobreza voluntaria, pobreza espontánea, exprimida por la prensa del
Amor Divino. Todo era nuestro, a una señal nuestra se habrían edificado
suntuosos palacios, servido mesas con alimentos jamás vistos y gustados,
como en efecto cuando era necesario, a una pequeña señal nuestra los
mismos pájaros nos servían, trayéndonos en sus picos frutos y peces y más,
y hacían fiesta porque servían a su Creador y a su Reina; con sus trinos,
cantos y gorjeos, nos hacían las músicas más bellas, tanto, que para no
llamar la atención de las demás criaturas debíamos darles la orden de que se
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alejaran, siguiendo su vuelo bajo la bóveda del cielo donde nuestro Querer
los esperaba, y ellos obedientes se retiraban. Por eso nuestra pobreza fue de
amor, pobreza de ejemplo para enseñar a las criaturas el desapego de las
cosas bajas de la tierra, no fue pobreza de necesidad, ni podía serlo
absolutamente, porque donde reina la plenitud, la Vida de mi Voluntad,
todos los males terminan como de un solo golpe y pierden la vida."
Después, habiéndose enterado el muy reverendo padre Di Francia que
yo tenía fiebre, me mandó decir que si tenía necesidad tomara lo que
necesitara de su dinero que había depositado conmigo para una obra suya. Y
mi amable Jesús al venir, casi sonriendo me ha dicho:
"Hija mía, manda decir al padre a nombre mío, que Yo le agradezco y
recompensaré la bondad de su corazón por el cuidado que toma de ti, pero
hazle saber que la hija de mi Querer no tiene necesidad de nada, que mi
Voluntad la abunda de todo, es más, Ella es celosa que otros pudieran
ofrecerle alguna cosa, porque a su hija quiere Ella darle todo, porque donde
reina mi Querer Divino no hay temor de que los medios naturales, la
abundancia de los bienes puedan dañar, más bien, por cuantos más bienes
tiene y abundancia goza, más ve en ellos la Potencia, la Bondad, la riqueza
del Fiat Supremo y todo lo convierte en oro purísimo de Voluntad Divina,
así que mi Voluntad, por cuanto más le da, tanto más se siente glorificada en
desenvolver su Vida en la criatura, en ofrecer sus cosas a quien la hace
dominar y reinar. Sería absurdo si un padre riquísimo tuviera a sus hijos
pobres, sería para condenar a tal padre, y además, ¿en qué aprovecharían sus
riquezas si el parto de sus entrañas, sus verdaderos hijos llevaran una vida
difícil y miserable? ¿No sería un deshonor para este padre y una amargura
insoportable para estos hijos, conociendo que mientras que el padre es
riquísimo ellos carecen de todo y trabajosamente pueden quitarse el hambre?
Si esto sería absurdo y deshonor para un padre en el orden natural, mucho
más en el orden sobrenatural del Fiat Supremo, Él es más que Padre que
contiene la fuente de todos los bienes, y por eso donde está Él, reina la
felicidad y la abundancia de todo. Mucho más, pues el alma que tiene la
posesión del Divino Querer, Él suministra al alma y al cuerpo una vista
aguda y penetrante, de modo que penetra dentro de las cosas naturales que
como velo esconden mi Voluntad, y el alma rompiendo estos velos
encuentra en las cosas naturales a la noble Reina de la Voluntad Divina
reinante y dominante en ella, así que las cosas naturales desaparecen para
ella y en todas las cosas encuentra aquella Voluntad adorable que posee, la
besa, la adora, y todo se vuelve para el alma Voluntad Divina, por eso cada
cosa natural de más es para ella un acto nuevo de Voluntad Divina que
posee, por lo tanto las cosas naturales son medios, para quien es hija de mi
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Querer, de hacer conocer más lo que hace, sabe hacer y posee mi Voluntad y
hasta qué punto excesivo ama a la criatura. ¿Quieres saber entonces por qué
las criaturas carecen de los medios naturales y muchas veces les son
quitados y se reducen a la más escuálida miseria? Primero porque no poseen
la plenitud del Fiat Supremo, segundo porque cambian las cosas naturales y
ponen en el lugar de Dios a la naturaleza, no ven en las cosas naturales al
Supremo Querer, sino que codiciosos se apegan para formarse una gloria
vana, una estima que los ciega, un ídolo para el propio corazón. Siendo así,
es necesario para poner a salvo sus almas que los medios vengan a faltar.
Pero para quien es hija de mi Voluntad, todos estos peligros no existen y por
eso quiero que abunden en todo y que nada les falte."
G.M. Enero 30, 1927
Por qué Jesús no escribió. Cómo en estas manifestaciones no hay
ni amenazas ni alarmas, sino el eco de la patria celestial. Cuándo
vendrá este reino. Las penas de la Virgen Santísima y las
de Nuestro Señor eran penas de oficio, y ellos poseían la
verdadera felicidad. Potencia de las penas voluntarias,
felicidad del reino del Fiat Supremo.
Estaba pensando entre mí: "Mi dulce Jesús me ha dicho tantas veces
que yo debo imitarlo en todo, sin embargo Él no escribió jamás, una sola vez
dice el evangelio que escribió, pero ni siquiera con pluma, sino con el dedo,
en cambio para mí quiere que escriba, así que quiere hacerme salir de su
imitación, de hecho Él no escribió y yo debo escribir tanto." Ahora,
mientras esto pensaba, ha venido como gracioso niñito, que metiéndose en
mis brazos y acercando su rostro al mío me ha dicho:
"Hija mía, dame tus besos y Yo te doy los míos."
Entonces después de haberlo besado varias veces, Él me incitaba a
besarlo más y después me ha dicho:
"Hija mía, ¿quieres saber por qué Yo no escribí? Porque debía
escribir por medio tuyo; soy Yo el que animo tu inteligencia, que te pongo
las palabras, que doy movimiento con mi mano a la tuya para hacerte
sostener la pluma y hacerte escribir las palabras en el papel, así que soy Yo
el que escribo, no tú; tú no haces otra cosa que prestar atención a lo que
quiero escribir, por eso todo tu trabajo es la atención, el resto lo hago todo
Yo, y tú misma no ves muchas veces que no tienes fuerza de escribir y te
decides a no hacerlo, y Yo para hacerte tocar con la mano que soy Yo el que
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escribo te invisto y animándote de mi misma Vida escribo lo que quiero,
¿cuántas veces no lo has experimentado? Ahora, debiendo pasar una época
para hacer conocer el reino del Fiat Supremo, para dar tiempo para hacer
conocer primero el reino de la Redención y después el otro del Fiat Divino,
decreté no escribir entonces, sino escribir junto contigo, por medio tuyo,
cuando este reino estuviera más próximo, y también para dar una nueva
sorpresa a las criaturas del exceso del Amor de esta mi Voluntad, qué ha
hecho, qué ha sufrido y qué quiere hacer por amor de ellas. Muchas veces
hija mía, las novedades llevan nueva vida, nuevos bienes, y las criaturas son
llevadas tanto a las novedades y se dejan como transportar por ellas. Mucho
más que las novedades de las nuevas manifestaciones sobre mi Divino
Querer, que tienen una fuerza divina y un dulce encanto, que lloverán como
celeste rocío sobre las almas quemadas por la voluntad humana, serán
portadoras de felicidad, de luz y de bienes infinitos. No hay amenazas en
estas manifestaciones, ni miedo, y si alguna cosa de temor hay, es para quien
quiera quedar en el laberinto de la voluntad humana, pero en todo lo demás
no se ve otra cosa que el eco, el lenguaje de la patria celestial, el bálsamo de
allá arriba que santifica, diviniza y da la garantía de la felicidad que sólo
reina en la Patria bienaventurada. Por esto me deleito tanto en escribir lo
que se refiere al Fiat Divino, porque escribo cosas que pertenecen a mi
patria. Será demasiado pérfido e ingrato quien no reconozca en estas
manifestaciones mías el eco del Cielo, la larga cadena de amor del Querer
Supremo, la comunidad de los bienes de nuestro Padre Celestial que quiere
dar a las criaturas, y como queriendo poner todo a un lado lo que ha pasado
en la historia del mundo, quiere comenzar una era nueva, una nueva
creación, como si ahora empezara la nueva historia de la Creación. Por eso
déjame hacer, porque lo que hago es de suma importancia."
Después de esto le he dicho: "Amor mío, parece que más que todo
amas mucho este reino del Eterno Fiat, en él Tú concentras todo tu Amor,
todas tus obras y por eso, casi como que sientes el triunfo de que todas
servirán a este reino; si tanto lo amas, ¿cuándo vendrá? ¿Por qué no te
apresuras a hacerlo venir?" Y Jesús ha agregado:
"Hija mía, cuando los conocimientos de mi Divino Querer hayan
hecho su camino, en vista del gran bien que ellos contienen, bienes en los
que ninguna criatura ha pensado hasta ahora, que el reino de mi Voluntad
será el desahogo del Cielo, el eco de la felicidad celeste, la plenitud de los
bienes terrestres, entonces en vista de tan gran bien, suspirarán, pedirán a
unanimidad que venga pronto mi reino. Así que tanto toda la Creación en su
mudo lenguaje, muda sólo en apariencia, pues dentro de ella está mi
Voluntad que con voz fuerte y elocuente pide sus derechos de que sea
1755
conocida, domine y reine sobre todos, por eso uno será el eco de un punto al
otro de la tierra, uno el suspiro, una la oración que saldrá de todos los seres:
‘Que venga el reino del Fiat Supremo.’ Entonces triunfante vendrá en medio
de las criaturas, he aquí la necesidad de los conocimientos, éstos serán
incitaciones, estimularán el apetito de las criaturas para gustar un alimento
tan exquisito, sentirán toda la voluntad, las ansias de vivir en un reino tan
feliz para liberarse de la tiranía y esclavitud en las cual las ha tenido el
propio querer. Y conforme se adentrarán a conocer todas las
manifestaciones, los bienes que hay en el Fiat Supremo encontrarán tus
normas, cómo has puesto Cielo y tierra boca abajo girando por todas partes y
pidiendo que pronto fuese conocido este reino, encontrarán lo que has
sufrido para obtenerles un bien tan grande, cómo deben comportarse, qué
deben hacer para poder tener libre entrada a vivir en él. Por eso es necesario
que se haga conocer todo, para hacer que mi reino esté todo completo, para
hacer que nada falte, tanto las cosas más grandes cuanto las más pequeñas,
por eso ciertas cosas que a ti te parecen pequeñas, podrán ser una piedra
divina transformada en oro purísimo que formará parte de los fundamentos
del reino de mi Suprema Voluntad."
Después de esto pensaba entre mí: "Mi dulce Jesús exalta tanto la
felicidad del reino del Fiat Supremo, sin embargo Él mismo, que era la
misma Voluntad Divina, mi Madre Celestial que la poseía íntegra, no fueron
felices sobre la tierra, es más, fueron los que más sufrieron en la tierra;
también de mí misma, que dice que soy la hija primogénita de su Voluntad,
me ha tenido cuarenta y tres y más años confinada dentro de una cama, y
sólo Jesús sabe lo que he sufrido, es verdad que he sido prisionera feliz y no
cambiaría mi feliz suerte aunque me ofrecieran cetros y coronas, porque lo
que me ha dado Jesús me ha vuelto más que feliz, pero aparentemente al ojo
humano desaparece esta felicidad, por lo tanto parece que choca esta
felicidad dicha por Jesús si se piensa en sus penas y en aquellas de la
Soberana Reina y en mi estado, última de sus criaturas." Pero mientras esto
pensaba, mi dulce Jesús sorprendiéndome me ha dicho:
"Hija mía, hay diferencia grandísima entre quien debe formar un bien,
un reino, y quien debe recibirlo para gozarlo. Yo vine a la tierra para expiar,
para redimir, para salvar al hombre, para hacer esto me tocaban las penas de
las criaturas, tomarlas sobre Mí como si fuesen mías; mi Mamá Divina que
debía ser corredentora no debía ser desemejante de Mí, es más, las cinco
gotas de sangre que me dio de su corazón purísimo para formar mi pequeña
Humanidad, salieron de su corazón crucificado; para Nosotros las penas eran
oficios que venimos a cumplir, por eso todas eran penas voluntarias, no
imposición de la frágil naturaleza. Pero tú debes saber que a pesar de tantas
1756
penas nuestras que teníamos para desempeñar nuestro oficio, era inseparable
de Mí y de mi Mamá Reina la suma felicidad, alegrías que jamás terminaban
y siempre nuevas, paraíso continuado; para Nosotros era más fácil
separarnos de las penas porque no eran cosas nuestras, intrínsecas, cosas de
naturaleza, sino cosas de oficio, que separarnos del océano de las inmensas
felicidades y alegrías que producía en Nosotros, como cosas nuestras e
intrínsecas, la naturaleza de nuestra Voluntad Divina que poseíamos. Así
como la naturaleza del sol es dar luz, la del agua quitar la sed, la del fuego
calentar y convertir todo en fuego, y si esto no hicieran perderían su
naturaleza, así es naturaleza en mi Voluntad, que donde Ella reina hacer
surgir la felicidad, la alegría, el paraíso; Voluntad de Dios e infelicidad no
existe, ni puede existir, o bien no existe toda su plenitud y por eso los ríos de
la voluntad humana forman las amarguras a las pobres criaturas. Para
Nosotros, que la voluntad humana no tenía ninguna entrada en Nosotros, la
felicidad estaba siempre en su colmo, los mares de las alegrías eran
inseparables de Nosotros, hasta sobre la cruz, y mi Mamá crucificada a mis
pies divinos, la perfecta felicidad jamás se separó de Nosotros, y si esto
pudiese suceder habría debido salir de la Voluntad Divina y separarme de la
Naturaleza Divina y obrar sólo con la voluntad y naturaleza humana, por eso
nuestras penas fueron todas voluntarias, elegidas por Nosotros mismos para
el oficio que venimos a cumplir, no frutos de naturaleza humana, de
fragilidad o de imposición de naturaleza degradada. Y además, ¿no
recuerdas que también tus penas son penas de oficio, penas voluntarias?
Porque cuando te llamé al estado de víctima Yo te pregunté si
voluntariamente tú aceptabas, y tú con toda voluntad aceptaste y
pronunciaste el Fiat. Pasó tiempo y te repetí mi estribillo, si aceptabas vivir
en la mía y con mi Voluntad Divina, y tú repetiste el Fiat, que regenerándote
a nueva vida te constituía hija suya para darte el oficio y las penas que a él
convienen, para el cumplimiento del reino del Fiat Supremo. Hija mía, las
penas voluntarias tienen tal potencia ante la Divinidad, que tienen la fuerza,
el imperio de abrir el seno del Padre Celestial, y de esta abertura que forma
en Dios, hace desbordar los mares de gracias que forma el triunfo de la
Majestad Suprema y el triunfo de la criatura que posee este imperio de sus
penas voluntarias. Por eso, tanto para el gran portento de la Redención,
cuanto para el gran prodigio del reino del mi Fiat, se necesitaban penas
voluntarias, penas de oficio, las cuales debían ser animadas por una
Voluntad Divina, que imperando sobre Dios y sobre las criaturas, debían dar
el gran bien que su oficio encerraba. Por eso mi felicidad exaltada del reino
del Fiat Divino no choca como tú dices, sólo porque Yo era la misma
Voluntad Divina y sufrí, y sólo porque te he tenido tanto tiempo en el lecho;
1757
quien debe formar un bien, un reino, conviene que haga una cosa, que sufra,
que prepare las cosas necesarias y que venza a Dios para hacérselo dar;
quien debe recibirlo es conveniente que haga otra cosa, o sea, recibirlo,
apreciarlo y ser agradecidos con quien ha luchado, ha sufrido, y habiendo
vencido da a ellos sus conquistas para volverlos felices. Por lo tanto el reino
de mi Voluntad en medio de las criaturas llevará el eco de la felicidad del
Cielo, porque una será la Voluntad que debe reinar y dominar el uno y el
otro. Y así como mi Humanidad fue formada por la sangre purísima del
corazón crucificado de la Soberana Reina, y la Redención fue formada por
mi continua crucifixión, y sobre el calvario puse el sello de la cruz al reino
de los redimidos, así el reino del Fiat Supremo saldrá de un corazón
crucificado, del cual mi Voluntad, crucificando la tuya, hará salir su reino y
la felicidad a los hijos de su reino. Por eso desde que te llamé al estado de
víctima te hablé siempre de crucifixión, y tú creías que era la crucifixión de
las manos y de los pies, y Yo te hacía correr en esta crucifixión, pero no era
esta, no habría bastado para hacer salir mi reino, se necesitaba la crucifixión
entera y continua de mi Voluntad en todo tu ser, y era esto exactamente lo
que Yo quería decirte, que tu voluntad sufriera la continua crucifixión de la
mía para hacer salir el reino del Fiat Supremo."
Febrero 3, 1927
En el reino del Fiat Divino una será la Voluntad. Un dicho sobre la
Voluntad Divina puede ser una llave, una puerta, un camino. La
Suprema Voluntad en todas las cosas creadas forma tantos pechos
para hacer mamar a sus hijos los conocimientos de Ella.
Mi siempre amable Jesús atrayéndome toda a Él me ha dicho:
"Hija mía, el reino del Fiat Divino tendrá como centro una sola
Voluntad, que es la Divina, por lo tanto una será la Voluntad de todos, que
difundiéndose a todos y abrazando todo, dará la felicidad, el orden, la
armonía, la fuerza y la belleza a todos, así que será el reino de una sola
Voluntad, una Voluntad para todos y todos a una sola Voluntad. ¿Quién
vuelve feliz la patria celestial sino la Voluntad de Dios y la Voluntad de
todos? Oh, si en el Cielo pudiese entrar otra voluntad que no fuese la de
Dios, lo que no puede ser, los santos perderían la paz perenne y sentirían el
desorden de una voluntad que no es divina, que no contiene todos los bienes
y que no es santa ni portadora de felicidad y de paz, por lo tanto todos
unánimemente la echarían fuera. Por eso el reino del Fiat tendrá por ley, por
1758
régimen, por dominio, a mi Voluntad y en virtud de Ella todos serán felices,
de una sola felicidad, no habrá jamás disputas, sino paz perenne."
Después de esto, sintiendo el gran esfuerzo que hacía al escribir y el
trabajo que me costaba, me sentía indecisa si debía o no continuar
escribiendo, y mi amado Jesús incitándome me ha dicho:
"Hija mía, cada palabra de más sobre mi Voluntad puede ser una llave
de más para abrir el reino del Fiat Supremo, cada conocimiento de él puede
ser una puerta nueva que se forma para dar más comodidad, más entradas
para hacer entrar a los hijos de su reino; cada semejanza sobre mi Voluntad
es un camino de más que se forma para volver más fáciles las
comunicaciones de este reino. La más pequeña cosa relacionada con el Fiat,
es un latido de Él que quiere formar en medio de los hijos de su reino, y
sofocar este latido hija mía, no conviene, este latido llevará una Vida nueva
y Divina bilocada por este latido para hacer gozar a quien tendrá la fortuna
de poseer este reino. ¿No sabes tú que para decir que existe un reino es
necesario primero formarlo y después decir que existe? Por eso es necesario
que sean formados los caminos, las puertas de seguridad, las llaves de oro,
no falsificadas de otro metal, para volver fácil la entrada en el reino de mi
Voluntad, por eso un camino de menos, una llave que falte, una puerta
cerrada, puede hacer más dificultosa, menos fácil la entrada en él. Por eso
todo lo que te digo no sólo sirve para formar este reino, sino que sirve
también para ayudar a aquellos que querrán poseerlo. Por eso la hija
primogénita de mi Voluntad debe tener cuidado para hacer más fácil lo que
respecta al reino del Eterno Fiat."
Luego estaba siguiendo mis actos en el Supremo Querer y
encontrándome fuera de mí misma giraba por toda la Creación para seguir a
la Divina Voluntad en cada cosa creada, pero mientras esto hacía se rompía
el velo de cada cosa y se veía habitante en ellas al Santo Querer, que hacía
cada acto que cada cosa creada contiene, siempre obrante sin detenerse
jamás, y mi dulce Jesús saliendo de dentro de mi interior me ha dicho:
"Hija mía, mira el Amor exuberante de mi Voluntad, siempre estable,
siempre obrante, siempre en acto de dar, sin jamás retroceder en lo que
estableció hacer cuando el Fiat Supremo resonó en la Creación, Ella tomó el
empeño de hacer todas las artes, de desempeñar todos los oficios, de hacer
todos los servicios, de tomar cualquier forma para volver feliz al hombre. Es
más, hizo más que madre ternísima disponiendo todas las cosas creadas, casi
como tantos pechos en los cuales Ella se escondía dentro para hacerse
mamar por el hombre, así que se hizo sol para hacerle mamar su luz, se hizo
cielo para hacerle mamar el amor vital de la inmutabilidad, se hizo estrellas
para hacerle chupar la variedad de los bienes que contienen sus obras, se
1759
hizo agua, plantas y flores para hacerle mamar el agua de la gracia y quitarle
la sed, para hacerle mamar su dulzura y sus castos perfumes; todas las
formas tomó mi Voluntad: De ave, de cordero, de paloma, en suma, de todo,
para ponerse en la boca del hombre y hacerse mamar por él para darle el
bien que cada cosa creada contenía. Sólo una Voluntad Divina que en un
desahogo de su amor creaba todo, podía tomar tantas formas, hacer tantos
oficios, ser tan persistente sin jamás cesar de hacer sus actos. No obstante,
¿quién busca penetrar en cada cosa creada para ver quién es Aquélla que le
ofrece su pecho para dar su leche, para amamantar a las criaturas, para
recrearlas y para volverlas felices? Casi ninguno, Ella se desentraña
continuamente, da su Vida en cada cosa creada para dar vida, y no se dignan
ni siquiera mirarla para ver quién es Aquélla que los ama tanto y es vida de
su vida. Por eso el dolor de mi Voluntad es grande, por tantas ingratitudes
de las criaturas. Por eso con paciencia divina e invencible espera a sus hijos,
que conociéndola arranquen el velo a las cosas creadas que la esconden y
reconozcan el pecho de su Mamá y reconocientes y como verdaderos hijos
suyos mamen esos pechos divinos. He aquí por qué la gloria de toda la
Creación, de toda la Redención, de tu Jesús y del Eterno Fiat sólo estará
completa cuando se peguen a su pecho los hijos de su reino, para mamar sus
tetas y reconociéndola no se despegarán de su seno, y Ella dará todos los
bienes y tendrá la gloria, el contento de ver a todos sus hijos felices, y estos
hijos tendrán el honor, la gloria de copiar en ellos mismos a la Madre que
con tanto amor los tiene en su seno para nutrirlos con su leche divina.
Ahora, mi Voluntad se encuentra en las condiciones como se encuentra el
sol cuando las nubes impiden que la plenitud de su luz, con toda su viveza,
no puede investir la tierra, entonces el sol, por causa de las nubes, no puede
desplegar toda su luz que contiene, como si las nubes impidiesen la gloria al
sol de dar el curso de su luz siempre igual, siempre fija, como de hecho la
da. Así las nubes de la voluntad humana impiden todo el curso que el Sol de
mi Voluntad quisiera hacer hacia ellas, y no pudiendo comunicar todos los
bienes que contiene, tanto por medio de la Creación como directamente, su
gloria queda interceptada por las nubes de la voluntad humana. Pero cuando
conozcan el Fiat Supremo y se den por hijos suyos, estas nubes serán
quitadas y Ella podrá dar los bienes que posee, entonces nuestra gloria será
completa en medio de las criaturas."
1760
Febrero 6, 1927
Donde está la Voluntad Divina está todo, no hay cosa que huya, y
cómo quien la posee vive en la comunidad de los bienes de su
Creador; amor y felicidad recibe, amor y felicidad da.
Estaba toda sumergida en el Supremo Querer siguiendo sus actos para
constituirme acto de cada criatura, y mi dulce Jesús ha salido de dentro de
mi interior y extendiéndome sus brazos me abrazaba fuerte, estrechándome
toda a Sí. Ahora, mientras Jesús me abrazaba, todas las cosas creadas, el
cielo, el sol, el mar, todos, aun el pequeño pajarito, poniéndose alrededor de
Jesús todos me abrazaban queriendo repetir su acto, hacían como
competencia, ninguno quería quedarse atrás. Yo he quedado confundida al
ver que toda la Creación corría hacia mí para abrazarme, y Jesús me ha
dicho:
"Hija mía, cuando el alma vive en mi Querer y Yo hago un acto hacia
ella, aun un simple beso, una sola palabrita, toda la Creación, comenzando
por la Soberana Reina hasta el último de los más pequeños seres, todos se
ponen en movimiento para repetir mi acto, porque siendo una la Voluntad
del alma, la mía y la de ellos, todos tienen el derecho de mancomunarse
conmigo para hacer la misma cosa que hago Yo. Por eso no soy solo Yo,
sino todos los seres donde existe íntegra mi Voluntad estaban junto conmigo
a abrazarte. Así que cuando hago un acto de más con quien vive en mi
Querer, doy una fiesta nueva a toda la Creación, y cuando hay una fiesta
nueva todos se mueven y están atentos a cuando Yo estoy por hacerte un
don, decirte una palabra, para concurrir junto conmigo, repetir mi acto,
recibir la nueva fiesta y hacerte a ti la fiesta de sus actos. ¿No ha sido fiesta
para ti sentir el abrazo de la Mamá Celestial, el abrazo de la luz del sol, de
las olas del mar, hasta del pequeño pajarito que extendía sus alas para
abrazarte? Hija mía, donde está mi Voluntad está todo, no hay cosa que le
pueda escapar."
Entonces yo continuaba siguiendo sus actos en el Supremo Querer, y
mi dulce Jesús ha agregado:
"Hija mía, quien posee mi Voluntad es como si tuviera concentrado el
Sol en sí mismo, pero no el sol que se ve en lo alto de los cielos, sino el Sol
Divino, aquel mismo Sol que está concentrado en Dios y que alargando sus
rayos se concentra en el alma, así que ella es dueña de la Luz porque posee
dentro de ella la vida de la Luz y todos los bienes y efectos que ella contiene,
por eso goza la comunidad de bienes de su Creador. Todo es en común con
quien posee mi Voluntad: Común es el Amor, común es la Santidad, común
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es la Luz, todo es en común con ella, es más, viéndola como parto de su
Voluntad Divina es ya hija suya, y goza, ama y quiere que sus bienes sean
comunes. Y si esto no pudiese ser, sufriría como un padre pudiese sufrir
porque siendo riquísimo se encuentra en la imposibilidad de poder dar sus
bienes a sus verdaderos y fieles hijos suyos, y entonces no pudiendo dar lo
que él posee, está obligado a verlos pobres; este padre en medio de la
opulencia de sus riquezas moriría de dolor y atormentado en sus amarguras,
porque la alegría del padre es dar y hacer felices a sus hijos de su misma
felicidad. Si tanto pudiese sufrir un padre terreno que no pudiera hacer
común los bienes con sus hijos, hasta morir de dolor, mucho más el Eterno
Creador, más que Padre ternísimo sufriría si no pudiese poner en común sus
bienes con quien posee el Fiat Divino, que como hija suya tiene sus derechos
de poseer la comunidad de los bienes de su Padre, y si no fuese así, chocaría
con aquel Amor que no conoce límites y con aquella Bondad más que
paterna que es el continuo triunfo de todas nuestras obras. Por eso en cuanto
el alma llega a poseer el Fiat Supremo, el primer acto de Dios es de poner en
común sus bienes con ella, y concentrándole su Sol, en la corriente de su
Luz hace descender sus bienes en el fondo del alma y ella toma lo que
quiere, y sobre la misma corriente de la Luz que posee los hace subir de
nuevo a su Creador, como el más grande homenaje de amor y de
reconocimiento, y la misma corriente los hace bajar de nuevo en ella. Así
que suben y descienden continuamente estos bienes, como certeza y sello de
la mancomunidad que entre Creador y criatura hay. Así era el estado de
Adán desde que fue creado hasta que pecó, lo que era nuestro era suyo, la
plenitud de la Luz concentrada en él, en vista de que una era su Voluntad
con la nuestra, le daba la comunidad de nuestros bienes. Cómo nos
sentíamos duplicar nuestra felicidad por causa de la Creación, no por otra
cosa, sino porque veíamos a Adán, nuestro hijo, feliz de nuestra misma
felicidad, porque su voluntad siendo una con la nuestra, la nuestra le hacía
llover a torrentes nuestros bienes y nuestra felicidad, tanto que él, no
pudiéndolos contener todos, porque no tenía la grandeza de su Creador,
mientras se llenaba hasta el borde, hasta derramar fuera, hacía subir todo el
resto a Aquél del cual los recibía, ¿y qué cosa hacía subir de nuevo? Su
amor perfecto que había recibido de Dios, su santidad, su gloria que poseía
en común con Nosotros, como para darnos la paridad de la felicidad, del
amor, de la gloria; felicidad dábamos, felicidad nos daba; amor, santidad y
gloria le dábamos, amor, santidad y gloria nos daba. Hija mía, el poseer una
Voluntad Divina es cosa de hacer quedar maravillado, y la naturaleza
humana no lo puede comprender todo, siente, posee, y no sabe explicarse."
1762
Febrero 9, 1927
Incapacidad de escribir. Así como el sol da siempre luz, así el Supremo
Querer quiere dar siempre la luz de sus manifestaciones. Qué
pasa cuando se deja de escribir lo que dice Jesús.
Sentía que no quería escribir porque me sentía incapaz, y no sólo eso,
sino era tal y tanta la postración de fuerzas que sentía, que no podía hacerlo,
y pensaba entre mí que tal vez no era más Voluntad de Dios que yo
escribiera, de otra manera me daría más ayuda y más fuerza, y además si Él
quiere puede escribir sin mí. Y mi siempre amable Jesús moviéndose en mi
interior me ha dicho:
"Hija mía, el sol da siempre luz, no se cansa jamás de hacer su curso y
de investir la superficie de la tierra, y su triunfo es cuando encuentra la
semilla para hacerla germinar y desarrollarla para multiplicarla, la flor para
darle el color y el perfume, el fruto para darle la dulzura y el sabor. El sol
con el comunicar sus efectos muestra con los hechos que es el verdadero rey
de la tierra, por eso triunfa cuando encuentra a quién poder comunicar sus
efectos y ejercitar su oficio real sobre toda la naturaleza; en cambio donde
no encuentra, en ciertas tierras, ni semillas, ni flores, ni plantas, ni frutos, no
puede comunicar sus efectos, se los tiene todos en él y por eso se siente sin
triunfo, es como un rey sin súbditos, que no puede ejercitar su oficio y por
eso, como indignado porque no puede comunicar sus efectos quema tanto
aquella tierra, que la hace estéril e incapaz de producir un hilo de hierba.
Ahora hija mía, el sol es símbolo de mi Voluntad y Ella por naturaleza suya,
en el alma donde reina quiere hacer su curso de luz, y como su Luz posee
innumerables efectos, no se cansa jamás ni se agota, y por eso quiere
comunicar sus efectos, y es su triunfo cuando encuentra en ti las
disposiciones, en las que más que semillas, flores y frutos puede comunicar
sus efectos, el perfume, el color, su dulzura, que convirtiéndose en
conocimientos que a Ella pertenecen forma el encanto de su jardín, y mi Fiat
Divino más que sol se siente rey que puede ejercitar su oficio real, siente que
no sólo tiene sus súbditos, sino también a su hija, a la que conforme le
comunica sus efectos, sus manifestaciones, así le comunica las semejanzas
de reina, y esto es todo su triunfo, transformar al alma en reina y ataviarla
con las vestiduras reales. Y como todas mis manifestaciones sobre el Fiat
Supremo formarán el nuevo jardín de los hijos de mi reino, por eso quiere
dar siempre con su Luz sus efectos en ti, para formarlo rico y opulento de
todas las especies de flores, frutos y plantas celestiales, de modo que todos,
1763
atraídos por la variedad de tantas bellezas, se sentirán como raptados y
buscarán vivir en mi reino. Ahora, si en ti faltaran las disposiciones para
recibir las comunicaciones de los efectos del Sol de mi Voluntad y de
sacarlos para escribirlos, para hacer conocer el bien que Ella contiene y sus
inauditos prodigios, mi Voluntad haría como el sol, te quemaría, de modo
que quedarías como tierra estéril e infecunda, y además, ¿cómo puedo
escribir solo, sin ti? Mis manifestaciones deben ser palpables, no invisibles,
deben caer bajo los sentidos de las criaturas, las cosas invisibles el ojo
humano no tiene virtud de mirarlas, sería como si te dijera: ‘Escribe sin
tinta, sin pluma y sin papel.’ ¿No sería absurdo e irrazonable? Entonces
debiendo servir mis manifestaciones para uso de criaturas formadas de alma
y cuerpo, también Yo tengo necesidad de la materia para escribir, y me la
debes prestar tú, así que tú me sirves de tinta, de pluma y de papel, y con
esto formo en ti mis caracteres, y tú sintiéndolos en ti, los haces salir y los
vuelves palpables con escribirlos sobre el papel. Por eso tú no puedes
escribir sin Mí, te faltaría el tema, el sujeto, el dictado delante para copiar,
así que no sabrías decir nada, y Yo no puedo escribir sin ti, me faltarían las
cosas principales para escribir: el papel de tu alma, la tinta de tu amor, la
pluma de tu voluntad. Por eso es un trabajo que debemos hacer juntos y de
acuerdo ambas partes."
Entonces mientras escribía pensaba entre mí: "Antes de escribir
ciertas pequeñas cosas que Jesús me dice, me parecen de poquísima
importancia y por eso no me parece necesario ponerlas en el papel, pero en
el acto de escribirlas, el modo en que Jesús me las ordena en mi interior
cambia la escena y me parecen pequeñas en la apariencia, pero de gran
importancia en la sustancia. Siendo así, ¿qué cuentas darán a Dios quienes
han tenido y tienen autoridad sobre mí cuando no se han impuesto con la
obediencia para hacerme escribir; cuantas cosas he omitido cuando no he
recibido ninguna orden? Y Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija, cierto que me darán cuentas. Si creen que soy Yo, la cuenta
será muy minuciosa, porque creer que soy Yo y no tomar en cuenta hasta
una sola palabra, es como si quisieran sofocar un mar de bien para utilidad
de las criaturas, porque mi palabra parte siempre de la fuerza de la potencia
creadora, en efecto, un Fiat dije en la Creación y extendí un cielo tachonado
con innumerables millones de estrellas, otro Fiat y formé el sol; no dije
veinte palabras para formar otras tantas cosas en la Creación, sino un solo
Fiat me bastó. Ahora, mi palabra contiene aun su potencia creadora, y no
pueden saber si mi palabra está dirigida a formar un cielo, una estrella, un
mar, un sol para las almas, por lo tanto no tomándolas en cuenta y no
poniéndolas a la vista de las criaturas, me vienen a rechazar en Mí mismo
1764
este cielo, este sol, estrellas y mar que podrían hacer tanto bien a las
criaturas, y el daño que vendría será imputado a aquel que no dándole
importancia lo ha sofocado dentro de Mí. Si no creen que soy Yo, peor aun,
porque son tan ciegos que no tienen ojos para ver el Sol de mi palabra, y la
incredulidad lleva a la obstinación y a la dureza del corazón, en cambio el
creer ablanda el corazón y lo dispone a hacerse subyugar por la gracia y a
darle la vista para poder comprender mis verdades."
Febrero 11, 1927
Donde reina la Divina Voluntad Jesús pone en orden las cuerdas de
sus atributos; cómo debe poder decir: Aquí es mi cielo. Los hijos
del Fiat serán reyes y reinas y sólo quien posee el Fiat
Divino tiene el derecho de pedir su reino.
Encontrándome en mi habitual estado, mi adorable Jesús me hacía ver
en mi interior muchas cuerdas, una junto a la otra que partían de una esfera
en medio de las cuerdas, bajo la cual había un vacío, y en aquel vacío estaba
mi dulce Jesús que muy frecuentemente tocaba aquellas cuerdas y sonaban,
pero en modo tan armonioso y bello que no se puede describir, y después de
haber tocado su sonatina ha dicho:
"Hija mía, estas cuerdas son símbolo del alma en la cual reina mi
Voluntad, Yo mismo me deleito de formarlas y de ponerlas todas ordenadas;
míralas cómo son bellas, cada cuerda tiene su color distinto, investidas de
luz, de modo que todas juntas forman el más bello arco iris, todo
deslumbrante de luz. ¿Pero quieres saber por qué cada cuerda tiene su color
distinto? Porque cada una de ellas simboliza todas mis cualidades divinas,
esto es, mis atributos, así que he puesto todo en orden: la cuerda del Amor,
la cuerda de la Bondad, la cuerda de la Potencia, de la Misericordia, de la
Fortaleza, de la Sabiduría, de la Pureza, en suma, todo, no he excluido ni
siquiera la cuerda de la Justicia; de modo que cuando quiero amar y ser
amado toco la cuerda del Amor, ¡oh! cómo es dulce su sonido, suave,
penetrante, deleitable, de modo que sacude cielos y tierra, inviste las fibras
más íntimas de todos los seres donde reina mi Querer, y Yo amo y soy
amado, porque el sonido atrae y rapta a todos a amarme, y Yo quedo raptado
por mi mismo Amor, amo y hago salir océanos de amor, este sonido es tan
melodioso que me hace tolerar todo y soportar los graves males del pobre
mundo. Este sonido me hace pasar a tocar la cuerda de la Bondad, y este
sonido llama la atención de todos para recibir los bienes que mi Bondad
1765
quiere hacer salir, que quiere dar a las criaturas, en este sonido se oyen voces
que hablan y pone atentos a todos, es sonido de sorpresa, de admiración al
oír en ese sonido de voces los bienes que quiero dar, este sonido mientras me
hace sacar mis bienes dispone a las criaturas a recibirlos. Así que cada vez
que quiero poner en oficio un atributo mío, toco la cuerda que le pertenece y
lo pongo en actitud de sonar. ¿Pero sabes por qué he dispuesto en ti todas
estas cuerdas? Porque en donde reina mi Divina Voluntad quiero
encontrarme a todo Yo mismo y todas las cosas que me pertenecen, de modo
que lo que hago en el Cielo debo poder hacerlo en el alma donde domina y
reina mi Fiat Supremo, debo tener mi trono, mis músicas, de modo de poder
hacer vibrar el sonido de la Misericordia para convertir a las almas, el sonido
de la Sabiduría para hacerme conocer, el sonido de mi Potencia y Justicia
para hacerme temer, debo poder decir, aquí es mi Cielo."
Después de esto estaba haciendo mi giro en la Creación, y mientras
imprimía mi te amo en cada cosa, pedía que en virtud de aquella Voluntad
Divina que las conserva bellas e íntegras viniera el reino del Fiat Supremo
sobre la tierra, pero mientras esto hacía pensaba entre mí: "Las cosas
creadas son inanimadas, por lo tanto no tienen virtud de pedir un reino tan
santo." Pero mientras esto pensaba, mi amado Jesús ha salido de dentro de
mi interior y me ha dicho:
"Hija mía, es verdad que las cosas creadas son sin alma, pero dentro
de cada una de ellas corre la Vida de mi Voluntad y sólo en virtud de Ella se
conservan bellas como fueron creadas. Ahora, las cosas creadas son todas
nobles y reinas, pertenecientes todas a mi familia real, y en virtud de mi
Voluntad que las anima y de los actos que ejercita mi Voluntad en ellas
tienen el derecho de pedir que venga mi reino, porque es también reino de
ellas. Para pedir con derecho que venga el reino del Fiat Divino es necesario
que sea una de nuestra familia, en la cual nuestra Voluntad tiene su primer
puesto, su trono, su Vida; he aquí por qué primero te he hecho nacer en Ella,
para que pudiera tener sus derechos de paternidad sobre ti, y tú pudieras
tener los derechos de hija, para poder tener los derechos de pedirle su reino,
y no sólo tú, sino también en virtud de todas las cosas creadas, esto es, de
todos aquellos innumerables actos que ejercita en toda la Creación, que
venga a la tierra el reino nuestro y vuestro. Hija mía, ¿quién puede aspirar a
tener el derecho de ser rey sino un hijo de rey? Es más, todos ven en él el
derecho de que el reino será suyo, en cambio si se ve aspirar a este puesto a
un siervo, a un aldeano que no pertenece a la familia real y dice que tiene el
derecho de ser rey y que el reino será suyo, a ese tal se le tiene como loco y
merece todas las burlas. Así quien quisiera pedir mi reino y no reina en él
mi Santo Querer, estando en las condiciones de siervo no tiene derecho de
1766
pedir mi reino, y si lo pide es sin derecho y un simple modo de decir. Ahora
supón que un rey tuviese por hijos cientos y miles de hijos, que todos
pertenecen legítimamente a la familia real, ¿no tienen todos éstos el derecho
de ocupar puestos nobles, convenientes a su condición y de decir que el
reino de nuestro padre es reino nuestro, porque llevamos en nuestras venas
su sangre real? Ahora, en la Creación toda y en los hijos que pertenecerán al
reino del Fiat Divino correrá en ellos más que sangre la Vida de Él, que les
dará el derecho de pertenecer a la familia real y celestial, de modo que todos
serán reyes y reinas, todos ocuparán puestos nobles, dignos de la familia a la
que pertenecen. Por eso tienen más derecho las cosas creadas de que venga
el reino de mi Querer, porque todas son hijas del Cielo y son los actos de mi
misma Voluntad que lo pide en ellas, más que las mismas criaturas, que
haciendo su voluntad se han reducido a la condición de siervas. Así que
cuando tú pides a nombre del cielo, del sol, del mar y de todas las otras
cosas creadas que venga el reino del Eterno Fiat, obligas a mi misma
Voluntad a pedir que venga su reino, ¿y te parece nada que una Voluntad
Divina pida en cada cosa creada porque tú pides su reino? Por eso continua
y no retrocedas. Es más, tú debes saber que es mi misma Voluntad la que te
pone en camino en toda la Creación para tener a su hija en todos sus actos
junto con Ella, para hacerte hacer lo que Ella hace y quiere de ti."
Febrero 13, 1927
Mientras que la Divina Voluntad no sea conocida y no tenga su reino, la
gloria de Dios en la Creación será incompleta. Ejemplo de un rey.
Estaba siguiendo a la Divina Voluntad en sus actos en la Creación, y
en mi mente me vino una duda: "Cómo puede ser que Jesús dice que hasta
que no venga el reino de su Voluntad a la tierra, la gloria de la Creación y
Redención estará incompleta, ¿cómo puede ser esto? ¿No tiene acaso esta
Voluntad Suprema virtud de glorificarse por Sí misma? Cierto que tiene
esta virtud y es más que suficiente para su gloria, sin embargo dice que si su
Voluntad no extiende su reino en medio de las criaturas, su gloria por causa
de la Creación será incompleta." Ahora, mientras esto pensaba, mi adorable
Jesús sorprendiéndome con una luz vivísima que salía de Él me ha dicho:
"Hija mía, la cosa en sí misma es clarísima, que mientras que mi
Voluntad no sea conocida y no tenga su primer puesto de honor y de
dominio en cada ser salido de nuestras manos creadoras, su gloria estará
siempre incompleta. La razón es clarísima, porque en la Creación nuestra
1767
finalidad primera fue que saliendo de Nosotros esta Suprema Voluntad, que
bilocándola en toda la Creación se extendía por doquier, en el cielo, en el
sol, en el mar, en la flor, en las plantas, hasta en la tierra y en cada ser salido
de nuestras manos creadoras, constituyéndose vida de todo para formar su
Vida en cada ser, y bilocándose en cada criatura pudiese tener tantas Vidas
suyas y tantos reinos para dominar por cuantas criaturas salían a la luz.
Ahora, mi Voluntad no se ha retirado, no hay punto donde no se extienda su
Vida Divina, no hay criatura que no esté investida por esta Voluntad
Suprema, y mientras se extiende dondequiera e inviste todo y a todos, no
puede formar su Vida; ¡cuántas Vidas Divinas sofocadas en las criaturas,
cuántos le niegan el primer puesto en sus actos, cuántos la posponen por
actos indignos y viles, negándole su dominio! ¿Y te parece poco la
destrucción de tantas Vidas Divinas de esta Voluntad mía en las criaturas?
¿De tantos actos suyos nobles y sublimes que se siente destruir mientras se
sirven de Ella para formar vidas humanas, vidas deplorables, monstruos que
servirán para el infierno? ¿Te parece poco hija mía? El perjuicio que recibe
nuestra gloria por causa de la Creación es grande e incalculable, que ni
siquiera todo el bien de la Redención nos ha podido rehacer, porque con la
misma Redención el hombre no ha regresado a la unidad de nuestra
Voluntad, ni Ella reina completamente en las criaturas; cuántas vidas que se
dicen buenas, santas, mezcladas de Voluntad Divina y humana, por eso
nuestra gloria en la Creación no está completa, sólo estará completa cuando
las cosas creadas por Nosotros sirvan a nuestra misma Voluntad y a aquellos
que le darán el primer puesto de honor, la reconocerán en todas las cosas y
haciéndola reinar en todos sus actos la constituyan Reina absoluta y Rey
dominante. ¿No te parece justo y de derecho que siendo todo de mi
Voluntad y encontrándose por todas partes y por todos como vida primaria
de todo, que todos la reconozcan y todos se vuelvan Voluntad Divina,
perteneciendo todos a Ella? Supón un rey que tuviese su reino, todas las
tierras, las villas, las ciudades, son exclusivamente propiedades suyas, no
hay cosa que a él no pertenezca, no sólo como derecho de que el reino es
suyo sino también como derecho de propiedad de que pertenecen a él.
Ahora, este rey por bondad de ánimo que posee quiere ver a su pueblo feliz
y distribuye gratuitamente sus propiedades, sus villas, sus tierras, dándoles
hasta sus ciudades para que habiten en ellas, de modo que todos pueden ser
ricos abundantemente, cada uno en sus condiciones, y todo este gran bien
que hace a su pueblo es con la única finalidad de que lo reconozcan por su
rey, dándole todos absoluto dominio, y que reconozcan que las tierras
ocupadas por ellos les han sido dadas gratuitamente por el rey, a fin de que
sea glorificado, reconocido y amado por el bien que les ha hecho. Ahora,
1768
este pueblo ingrato no lo reconoce por su rey, y las tierras que poseen se
toman el derecho de propiedad, desconociendo que fueron dones hechos por
el rey, ¿no vendría entonces este rey a ser defraudado en su gloria por todo
el bien que ha hecho a su pueblo? Y si agregas que se sirven de las tierras
del rey sin darle utilidad: quién no la trabaja, quién quita las más bellas
plantaciones, quién deja secar sus bellos jardines, de modo que se procuran
su infelicidad y miseria, todo esto se agregaría al perjuicio de la gloria del
rey, al deshonor y daría un dolor que nadie podría mitigar. Esto no es más
que una sombra apenas de lo que ha hecho y hace todavía mi Suprema
Voluntad, ninguno nos ha dado ni un céntimo porque recibe el bien del sol,
del mar, de la tierra, sino que todo les damos gratuitamente y sólo para
hacerlos felices y que reconozcan a mi Fiat Supremo que los ama tanto y no
quiere más que amor y dominio. Ahora, ¿quién podría rehacer a ese rey del
perjuicio de la gloria que no le ha dado su pueblo y mitigar su intenso dolor?
Supón también que uno de este mismo pueblo, invistiéndose del justo dolor
de su rey y queriéndolo rehacer de su gloria empieza él, como primero, a
poner bella la tierra que ocupa, de modo de hacerla el más bello y florido
jardín del reino, después dice a todos que su jardín es un don que le ha hecho
el rey porque lo ama, después llama al rey a su jardín y le dice: ‘Estos son
dominios tuyos, es justo que estén todos a tu disposición.’ El rey goza de
esta lealtad y dice: ‘Quiero que seas rey junto conmigo, que reinemos
juntos.’ !Oh! cómo se siente reintegrar la gloria, mitigar el dolor por este tal
de su pueblo. Pero este hombre no se detiene, recorre todos los caminos del
reino y sacudiendo a todos, con su palabra llama a un buen número de
personas a que lo imiten, y forma el pueblo leal que da el derecho de
dominio a su rey. Y el rey se siente rehecho en su gloria y por premio les da
el título de hijos suyos y les dice: ‘Mi reino es vuestro, reinad hijos míos.’
Esta es mi finalidad, que en mi reino no haya siervos, sino hijos y reyes al
igual que Yo. Así será de mi Divina Voluntad. ¡Oh! cómo espera que le sea
dada su gloria completa en la Creación, que sea reconocido que todo es suyo
para poder decir: ‘Todo es vuestro, reinemos juntos.’ Cómo espera que sus
conocimientos sobre el Fiat Supremo recorran los caminos para sacudir, para
llamar, para apresurar que vengan a mi reino y me forme mis verdaderos
hijos a los que pueda dar el título de reyes. Por eso tengo tanto interés que
estas manifestaciones sobre mi Divino Querer sean conocidas, porque se
trata de mi acto más grande, cual es el cumplimiento de mi gloria y el bien
completo de las criaturas."
Febrero 16, 1927
1769
Donde reina el Fiat pone todo en comunicación; ejemplo de los
esposos. El obrar en la Divina Voluntad es la plenitud de
los actos y el triunfo del acto divino en el humano.
Estaba girando en toda la Creación para llevar junto conmigo todas las
cosas creadas delante de la Majestad Suprema como homenajes, alabanzas,
adoraciones, porque son obras de sus manos creadoras, dignas sólo de Aquél
que las ha creado porque están animadas por su Voluntad Divina; pero
mientras esto hacía pensaba entre mí: "Las cosas creadas no se mueven,
están en su lugar, no vienen junto conmigo, por eso es inútil decir que las
llevo junto conmigo, porque ellas no vienen." Mientras esto pensaba mi
dulce Jesús ha salido de dentro de mi interior, y al mismo tiempo me hacía
ver mi pequeña alma, que tenía concentrados en ella tantos rayos, los cuales
tenían la comunicación a cada cosa creada, de modo que ellas estaban en
comunicación conmigo y yo con ellas, pero el punto principal de partida, de
donde salían estos rayos, era Dios, que tenía las comunicaciones con todos y
con todo, y mi amable Jesús me ha dicho:
"Hija mía, donde reina mi Voluntad, con su luz a la cual ninguno
puede resistir porque es inmensa y penetrante, pone todo en comunicación,
cada rayo parte del centro divino en el cual mi Voluntad tiene su sede
principal, los rayos no son otra cosa que los actos que hace salir de Sí el Fiat
Divino, los cuales invistiendo a cada cosa creada forman su vida y otras
tantas sedes secundarias en cada una de ellas. Ahora la cosa es natural, que
en el alma donde Ella reina, conforme forma sus actos en mi Querer, así
todas las cosas creadas en virtud de la luz que las une reciben la
comunicación de aquel acto y sobre el vuelo de la misma luz se unen junto
para seguir el acto que hace el alma donde reina mi Querer, porque una es la
Voluntad que poseen, una es la fuerza, por eso uno es el acto que quieren
hacer, es mi misma Voluntad que mueve todo y vuelve de todos el acto de
uno. Entonces ten la certeza de que a pesar de que las cosas creadas están en
su puesto, todas te siguen, mi misma Voluntad te las pone en camino a fin de
que no estés sola, sino que te acompañen todas. Sucede como en una boda,
que la pareja de los esposos va sola adelante, pero atrás va su séquito en gran
número de los invitados. Tú eres la esposa con la cual mi Voluntad ha
querido formar su real desposorio, ha querido abatir las divisiones, los
obstáculos que existían entre tú y Ella para formar la pareja más feliz que
jamás haya existido; así que para ti y para Ella son días de fiesta, tus actos
animados por el Fiat Divino son invitaciones continuas que haces a todas las
cosas salidas de nuestras manos creadoras. Entonces tu invitación es
1770
extensísima, no hay quien pueda hacer menos que aceptar, porque es una
Voluntad Divina que llama a todas sus obras a su convite, ni por asomo
queda excluida mi Mamá Celestial y todos se sienten honrados y triunfantes
por asistir a las bodas y de participar en el convite de las bodas de mi
Suprema Voluntad, por eso con ansias esperan tus actos, tus invitaciones, tus
llamadas, para venir a sentarse al banquete y festejar a la pareja de los
esposos. Entonces tú vas delante junto con mi Voluntad ante la Majestad
Suprema, mis obras te siguen detrás; y esto es con justicia, porque al crear
todas las cosas, fue a la criatura a quien dimos la supremacía sobre todas
nuestras obras, esto es, a la criatura en quien debía reinar plenamente nuestro
Fiat Divino, no a la criatura degradada por su voluntad, ésta es la última de
todas, no tiene ni derecho ni comunicación; en cambio donde reina mi
Querer tiene el derecho de ser la primera y llamar a todos para hacerse
seguir por todos. Por eso el obrar en Él es el milagro más grande y la
plenitud de todos los actos unidos juntos y el triunfo del acto divino en el
acto humano, porque mi Voluntad era como estéril en medio de las criaturas,
pero ahora ya es feliz por su primera hija, en la cual ve sus tantos partos que
vendrán a la luz, así que no más como madre estéril vivirá en medio de las
gentes, sino como madre fecunda de muchos hijos. Era viuda, porque al
crear al primer hombre se desposó con la naturaleza humana dotándola con
las riquezas inmensas de su Voluntad, sello del desposorio que formaba con
el hombre; pero en cuanto se sustrajo de Ella, quedó viuda durante tantos
siglos, y ahora ha quitado el luto de su viudez y desposándose de nuevo
volvió a ponerse sus vestidos de esposa y ha hecho salir de nuevo en campo
sus dotes, y el sello de estas dotes son sus conocimientos en los cuales hace
don de las riquezas que Ella posee. Por eso hija mía sé atenta a conservar
tus vestiduras de esposa y a gozar los dominios que mi Voluntad te ha dado
en dote."
Febrero 19, 1927
Jesús la invita a luchar. Jesús lucha con sus conocimientos, con los
ejemplos, con las enseñanzas; el alma lucha con recibirlos, con
seguir los actos de su Voluntad en la Creación y Redención.
Estaba siguiendo mi vuelo en el Fiat Divino y mi dulce Jesús se hacía
ver que salía de dentro de mi interior, y entrelazaba sus manos con las mías
invitándome a luchar con Él, yo era pequeña, pequeña, y no me sentía hábil
y fuerte para luchar con Él, mucho más porque salió una voz de dentro de
1771
una luz que decía: "Es demasiado pequeñita, ¿cómo puede vencer en esta
lucha?" Y Jesús ha respondido: "Más bien porque es pequeña puede
vencer, porque toda la fuerza está en la pequeñez." Yo estaba desconsolada,
no me atrevía a luchar con Jesús, y Él incitándome a la lucha me ha dicho:
"Hija mía, ánimo, inténtalo; si tú vences vencerás el reino de mi
Voluntad, no te debes detener porque eres pequeña, porque he puesto a tu
disposición toda la fuerza de las cosas creadas, así que junto contigo lucha
toda la fuerza que contiene el cielo, el sol, el agua, el viento, el mar, todos
me dan batalla; la hacen junto conmigo para hacerme ceder el reino del Fiat
Divino, la hacen a las criaturas con las armas que cada cosa creada tiene en
su propio puño, para rendirlas a reconocer mi Voluntad, a fin de que la
hagan reinar como la hacen ellas reinar, y queriendo vencer, todas se han
puesto como en orden de batalla, y viendo que las criaturas resisten,
queriendo vencer por fuerza porque tienen con ellas la fuerza de aquella
Voluntad que las anima y domina, con las armas que poseen derriban gentes
y ciudades con tal imperio que ninguno las puede resistir; tú no puedes
comprender toda la fuerza y potencia que contienen todos los elementos, que
si mi Querer no los tuviera como frenados sería tan encarnizada la batalla,
que de la tierra harían ruinas. Ahora, la fuerza de ellas es también tuya, y
por eso tú gira en medio de ellas para ponerlas en orden de batalla, tus actos,
tu pedir continuo el reino del Fiat Supremo llama para poner atenta a toda la
Creación, y mi Voluntad moviéndose en ella pone todos sus actos en oficio
regio para dar y hacer vencer su reino en medio de las criaturas. Por lo tanto
es mi mismo Querer el que lucha, que da batalla con mi misma Voluntad
para el triunfo de su reino. Así que tu lucha está animada por Ella, la cual
tiene fuerza suficiente e irresistible para vencer. Por eso lucha, porque
vencerás; y además, luchar para vencer el reino del Fiat Supremo es la lucha
más santa que puede existir, es la batalla más justa y más de derecho que se
puede hacer, tan es verdad, que mi mismo Querer desde que formó la
Creación empezó esta batalla y esta lucha, y se rendirá sólo cuando venza
completamente. ¿Pero quieres sabes cuándo luchas conmigo y Yo contigo?
Yo lucho cuando te manifiesto los conocimientos sobre mi Eterno Fiat, asíque cada dicho, cada conocimiento, cada semejanza que se refiere a Él, es
una lucha y una batalla que hago contigo para vencer tu voluntad, ponerla en
su puesto creado por Nosotros, llamarla casi por vía de lucha al orden del
reino de mi Divino Querer, y mientras lucho contigo para subyugar tu
voluntad, la inicio en medio de las criaturas. Lucho contigo cuando te
enseño el camino que debes hacer y lo que debes hacer para vivir en mi
reino, las felicidades, las alegrías que debes poseer; en suma, lucho por vía
de luz que contienen mis conocimientos, lucho por vía de amor y con los
1772
ejemplos más tiernos en modo de no poder resistir a mi lucha, lucho por
medio de las promesas de felicidad y de alegrías sin fin; mi lucha es
persistente y no me canso jamás, ¿pero para vencer qué cosa? Tu voluntad,
y en la tuya a aquellos que reconocerán la mía para vivir en mi reino. Y tú
luchas conmigo cuando recibes mis conocimientos y poniéndolos en orden
en tu alma formas el reino de mi Fiat Supremo en ti, y haciéndome lucha
buscas vencer mi reino. Cada acto tuyo hecho en mi Voluntad es una lucha
que me haces; cada giro que haces por todas las cosas creadas para unirte a
todos los actos que Ella hace en toda la Creación, llamas a toda la Creación a
mover batalla para vencer mi reino, moviendo a mi misma Voluntad
dominante en todas las cosas creadas para dar batalla a mi misma Voluntad
para establecer su reino. Y por eso en estos tiempos, el viento, el agua, el
mar, la tierra, el cielo, están más que nunca todos en movimiento, moviendo
batalla contra las criaturas, sucediendo fenómenos nuevos, y cuántos más
sucederán, destruyendo gentes y ciudades, porque en las batallas es
necesario disponerse a sufrir pérdidas y muchas veces aun por parte de quien
vence; sin batalla no ha habido jamás conquistas de reinos, y si esto ha
habido, no han sido duraderas. Luchas conmigo cuando invistiendo todo lo
que Yo hice y sufrí en mi Humanidad, esto es, en mis lágrimas, en mis penas
más íntimas, en mis oraciones, en mis pasos, en mis palabras y hasta en las
gotas de mi sangre, imprimes tu te amo y por cada uno de mis actos me
pides que venga el reino de mi Fiat Supremo, ¿quién puede decirte la lucha
que me haces? Mueves a mis mismos actos para hacerme batalla para
vencerme a cederte mi reino. Por eso Yo lucho contigo y tú luchas conmigo,
es necesaria esta lucha, tú para vencer mi reino y Yo para vencer tu voluntad
y para iniciar la batalla en medio de las criaturas para establecer el reino de
mi Supremo Querer. Yo tengo mi misma Voluntad, toda su Potencia, Fuerza
e Inmensidad para vencer, tú tienes mi misma Voluntad y a tu disposición
toda la Creación y todo lo que Yo hice de bien en la Redención, para
adiestrar un ejército formidable para mover batalla y vencer el reino del Fiat
Supremo. Mira, también cada palabra que escribes es una lucha que me
haces y un soldado de más que colocas en el ejército que debe vencer el
reino de mi Voluntad. Por eso sé atenta hija mía, que son tiempos de lucha y
es necesario usar todos los medios para vencer."
Febrero 21, 1927
Por qué tanto interés de Jesús en querer
hacer conocer su Voluntad Divina.
1773
Mi pobre mente se perdía en los tantos conocimientos del Supremo
Querer y pensaba entre mí: "¿Por qué Jesús tiene tanto interés en que se
conozca esta Divina Voluntad y que reine en medio de las criaturas?" Ahora
mientras esto pensaba, mi siempre amable Jesús ha salido de dentro de mi
interior y me ha dicho:
"Hija mía, ¿quieres tú saber por qué tengo tanto interés de hacer
conocer mi Voluntad y que reine en medio de las criaturas? Porque sólo
Ella es el medio para poder rehacer a la criatura y me pone a Mí y a ella en
condiciones, Yo de poder dar y a ella de poder recibir. En tanto que mi
Querer no regrese triunfante y dominante en medio de las criaturas, Yo no
podré dar lo que quiero y en ellas faltará la capacidad, el espacio para poder
recibir lo que puedo y quiero dar, porque sólo mi Voluntad tiene esta virtud,
esta potencia, que poniendo el orden, el equilibrio entre Creador y criatura,
abre todas las vías de comunicación entre ellos. Dios tiene su vía regia para
poder enviar sin peligro sus dones, para poder descender cuando quiera y
llevar en persona los bienes más grandes, y la criatura teniendo el mismo
camino puede recibirlos, o bien, subir para ir a tomar ella misma lo que su
Señor le quiere dar. Por cuán rico y potente fuese un rey, si no encuentra a
quien dar no tendrá jamás el contento, la satisfacción de poder dar, sus
riquezas estarán ociosas, aisladas, abandonadas, él, tal vez vivirá ahogado en
sus riquezas, pero no tendrá jamás el contento, la felicidad de dar y de hacer
gozar de sus bienes a otros, porque no encuentra a quién darlos. Este rey
será un rey aislado, abandonado, sin cortejo, no tendrá quién le sonría, quién
le diga un gracias, no habrá jamás fiesta para él, porque la fiesta se forma
con dar y con recibir. Así que con todas sus riquezas este rey tendrá un
clavo en el corazón, el abandono, la monotonía; será rico pero sin gloria, sin
heroísmo, sin nombre. ¡Qué dolor para este rey con todo y sus riquezas!
Ahora hija mía, la causa por la que hicimos salir fuera la Creación y
creamos al hombre, fue para dar nuestras riquezas, a fin de que a la gloria
interna y felicidad inmensa que teníamos, se uniera la gloria externa de
nuestras obras. Por eso, no estando la criatura en nuestra Voluntad nos la
sentimos lejana, no hay quién nos circunde con su gracias, ni quién nos
sonría de complacencia por nuestras obras. Todo es aislamiento, estamos
circundados por inmensas riquezas, pero como nuestras criaturas están
lejanas de Nosotros no tenemos a quién darlas, no tenemos quién admire
nuestras obras para hacerlas gozar; somos felices, pero por Nosotros
mismos, no hay quién pueda mínimamente turbar nuestra felicidad, pero
estamos obligados a ver la infelicidad de las criaturas, porque estando
separadas de Nosotros, ellas no pueden tomar y Nosotros no podemos dar.
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La voluntad humana ha formado las barreras, cerró con llave las puertas de
comunicación. El dar es liberalidad, heroísmo, amor; el recibir es gracia, y
la criatura con hacer su voluntad impide nuestra liberalidad, nuestro
heroísmo, nuestro amor, y si alguna cosa se da, es siempre restringida, por
vía de esfuerzos, de intrigas, porque no estando el orden entre ellas y
Nosotros, las cosas no corren libremente. Nosotros no somos capaces de
dolor, nuestro Ser es intangible de todos los males, si fuésemos capaces de
dolor la criatura envenenaría nuestra existencia. He aquí por qué todo
nuestro interés, por qué queremos hacer conocer nuestra Voluntad y que
reine en medio de ellas, porque queremos dar, queremos verlas felices de
nuestra misma felicidad, y sólo nuestra Voluntad puede hacer todo esto,
realizar la finalidad de la Creación y hacernos poner en común nuestros
bienes."
¡Oh! Voluntad de Dios, cómo eres admirable, potente y deseable.
¡Ah! con tu imperio vence a todos, hazte conocer y ríndenos todos a Ti.
Deo Gratias.