QUE SON LOS "GIROS"

22.08.2015 07:32

GIROS POR LOS FIATS DE LA CREACIÓN

(Así dice escribe en sus escritos….Estaba continuando mi giro en toda la Creación para seguir cada acto de la Voluntad Suprema en cada una de las cosas creadas,…… Estaba haciendo mi acostumbrado giro en toda la Creación para poder amar, glorificar, como ama y glorifica el mismo Fiat Divino en todas las cosas creadas….etc)

Luisa Piccarreta Volumen 20 1670

y conforme llegábamos a cada una de las cosas creadas, Jesús tenía sobresaltos de alegría y de amor, y después deteniéndose me ha dicho:

"Hija mía, Yo creé el cielo y concentré mi Amor hacia el hombre en el cielo, y para darle mayor deleite lo cubrí de estrellas, Yo no amé el cielo, sino al hombre en el cielo y para él lo creé; cómo fue fuerte y grande mi Amor al extender sobre la cabeza del hombre esta bóveda azul, adornada de fulgidísimas estrellas, como un pabellón que ni reyes ni emperadores pueden tener uno igual. Pero no me contenté con concentrar mi Amor hacia el hombre en el cielo que debía servir para puro deleite, sino que queriéndome deleitar en amor con él quise crear el sol, concentrando hacia el hombre tanto amor en el sol; Yo amaba al hombre en el sol, no al sol, y por eso Yo ponía en él, amor de necesidad, porque era necesario el sol para la tierra, pues debía servir a las plantas y al bienestar del hombre, amor de luz que debía iluminarlo, amor de fuego que debía calentarlo, en todos los efectos que produce este astro, que son innumerables, milagro continuo que está en la bóveda de los cielos y que desciende con su luz para bien de todos, tantas especialidades de amor concentré en el sol hacia el hombre por cuantos bienes y efectos produce. ¡Oh, si la criatura al menos pusiera atención a mi Amor que le lleva el sol, cómo me sentiría feliz y correspondido por el gran amor que he puesto en éste mi relator divino y portador de mi Amor, de mi luz! Si mi Suprema Voluntad obraba constituyéndose vida en cada cosa creada, para darse también por medio de ellas como vida a las generaciones humanas, mi Amor haciendo su camino en mi Eterno Fiat se concentraba para amarlo, así que en cada cosa creada, en el viento, en el mar, en la pequeña flor, en el pajarito que canta, en todo, Yo concentraba mi Amor a fin de que todos le llevaran amor, pero para sentir, comprender y recibir este mi lenguaje de amor, el hombre debía amarme, de otra manera toda la Creación habría sido como muda para él y sin vida.

Ahora, después de que creé todo, formé la naturaleza del hombre con mis mismas manos creadoras, y conforme formaba los huesos, extendía los nervios, formaba el corazón, así concentraba mi Amor, y después que lo vestí de carne, formándolo como la más bella estatua que ningún otro artífice podía jamás hacer, lo miré, lo amé tanto, que no pudiendo contenerlo, mi Amor se derramó, y dándole mi aliento le infundí la vida; pero no estuvimos contentos, la Trinidad Sacrosanta dando en excesos de amor quiso dotarlo, dándole inteligencia, memoria y voluntad, y según su capacidad de criatura lo enriquecimos con todas las partículas de nuestro Ser Divino. Toda la Divinidad estaba atenta a amar y a verterse en el hombre; desde el primer instante de su vida sintió

toda la fuerza de nuestro Amor y desde el fondo de su corazón expresó con su voz el amor a su Creador. ¡Oh! cómo nos sentimos felices al oír que nuestra obra, la estatua hecha por Nosotros hablaba, nos amaba, y con amor perfecto. Era el reflejo de nuestro Amor que salía de él, este amor no había sido contaminado por su voluntad y por eso su amor era perfecto, porque poseía la plenitud de nuestro Amor. Hasta entonces, de todas las cosas creadas por Nosotros ninguna cosa nos había dicho que nos amaba, así que al oír que el hombre nos amaba, nuestra alegría, nuestro contento fue tan grande, que por cumplimiento de nuestra fiesta lo constituimos rey de todo el universo y como el más bello joyel de nuestras manos creadoras.

Luisa Piccarreta Volumen 20 1671

Cómo era bello el hombre en los primeros tiempos de su creación, era nuestro reflejo, y estos reflejos le daban tanta belleza que raptaba nuestro Amor y lo volvía perfecto en todos sus actos. Perfecta era la gloria que daba a su Creador, perfecta su adoración, su amor, sus obras, su voz era tan armoniosa que resonaba en toda la Creación, porque poseía la armonía divina y de aquel Fiat que le había dado la vida. Todo era orden en él, porque nuestro Querer le llevaba el orden de su Creador, lo volvía feliz y lo hacía crecer a nuestra semejanza, según nuestras palabras: ‘Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza.’ Cada acto suyo hecho en la unidad de la luz del Fiat Supremo era una tinta de belleza divina que adquiría, cada palabra suya era una nota armoniosa de más que tocaba; todo era amor en él, en todo nos ensalzaba nuestra Gloria, nuestra Potencia y Sabiduría infinita, y todo, cielo,

sol y tierra le llevaban las alegrías, felicidad y amor de Aquél que lo había creado. Si tú pudieras formar una estatua, según te gustara más, y después verterte toda tú misma en ella dándole todos los humores vitales, y con el imperio de tu amor darle la vida, ¿cuánto no la amarías, y cuánto no querrías que te amase? ¿Cuál no sería tu celo de amor de que toda estuviese a tu disposición y que ni siquiera un latido tolerarías que no fuera hecho para ti? ¡Ah! tú en tu estatua te mirarías a ti misma, y por lo tanto, en cada pequeña cosa no hecha para ti sentirías un desgarro hecho a ti misma. Tal soy Yo, todo lo que la criatura no hace para Mí son tantos desgarros que siento, mucho más que la tierra que la sostiene es mía, el sol que la ilumina y calienta es mío, el agua que bebe, el alimento que toma es mío, todo es mío, vive a expensas mías y mientras todo le doy, ella, mi bella estatua no es para Mí. ¿Cuál no será entonces mi dolor, la afrenta y la ofensa que me hace esta estatua? Piénsalo tú misma hija mía. Ahora, tú debes saber que sólo mi Voluntad puede devolverme mi estatua bella como Yo la hice, porque Ella es la conservadora de todas nuestras obras y la portadora de todos nuestros reflejos, de modo que el alma vive de nuestros reflejos, los cuales, si ama, le

suministra la perfección del amor; si obra, la perfección de las obras; en suma, todo lo que hace, todo es perfecto en ella y esta perfección le da tantas tintas de varias bellezas, de enamorar al Artífice que la formó. He aquí por

qué amo tanto que el Fiat Supremo sea conocido y forme su reino en medio de las generaciones humanas, para establecer el orden entre Creador y criatura, para volver a poner en común nuestros bienes con ella y sólo nuestra Voluntad tiene este poder, sin Ella no puede haber mucho de bien, ni nuestra estatua puede regresarnos bella como salió de nuestras manos creadoras."

Tú debes saber que mi Fiat Eterno no sólo llena toda la Creación y es vida de cada cosa creada, sino que tiene esparcidas

todas nuestras cualidades en todo lo creado, porque la Creación debía servir de paraíso terrestre a la familia humana, y por lo tanto debía ser el eco de las bienaventuranzas y felicidades del Cielo; si no hubiera contenido las alegrías y contentos de la patria celestial, ¿cómo podía formar la felicidad de la patria terrestre? Mucho más que una era la Voluntad, tanto la que beatificaba el empíreo como la que debía hacer feliz la tierra.

(Ejemplos de cómo girar por los elementos de la creación):

Cielo

Ahora, ¿quieres saber qué cosa hace mi Voluntad en el cielo, en aquel azul que se ve siempre firme y extendido sobre la cabeza de todos y no hay punto en que no se vea el cielo, de noche y de día está siempre en su puesto? Mira, nuestra Voluntad tiene esparcida nuestra eternidad, nuestra firmeza que jamás se cambia, está siempre en su equilibrio perfecto, que por ninguna circunstancia se cambia jamás, y mientras ama glorifica nuestra eternidad, nuestro Ser inmutable, hace feliz a la tierra y dice al hombre: ‘Mira, toma por modelo el cielo que está siempre extendido sobre tu cabeza, sé siempre firme en el bien como lo soy Yo, siempre extendida aquí para protegerte, a fin de que también tú como segundo cielo que está poblado de estrellas, que a tu ojo te parecen tan unidas al cielo que se puede decir que las estrellas son hijas del cielo, así también tú si eres firme en el bien, el cielo de tu alma será poblado de estrellas, como tantos partos e hijas tuyas.’ Así que haciendo tu giro en la Creación, cuando llegues al cielo, también tú, unida con nuestra Voluntad ames y glorifiques nuestra eternidad, nuestro Ser inmóvil que jamás se cambia, y pídele que haga firmes a las criaturas en el bien, a fin de que sean el reflejo del cielo y gocen la felicidad que lleva un bien continuado y jamás interrumpido."

Sol

Después siguiendo tu giro en el espacio de la Creación llegarás al sol, astro del cielo más cercano a la tierra, para llevar a las criaturas la fuente de la felicidad terrestre y las similitudes de las bienaventuranzas y gustos de la felicidad de la patria celestial. ¿Quieres tú entonces saber qué hace mi Voluntad en el sol? Glorifica nuestra luz interminable, nuestros gustos innumerables, ama y glorifica la infinitud de nuestras dulzuras, las indescriptibles tintas de nuestras bellezas, y con su calor hace eco a nuestro inmenso Amor. ¡Oh! cómo nos exalta el sol, ama y glorifica nuestro Ser Divino, y así como nuestra Divinidad develada beatifica con actos siempre nuevos toda la patria celestial, así el sol, eco fiel de su Creador, portador celeste de la Majestad Suprema velada por su luz, en la cual mi Voluntad domina y reina, lleva a la tierra la felicidad terrestre, lleva su luz y su calor, lleva la dulzura y los gustos casi innumerables a las plantas, a las hierbas, a los frutos, lleva el color y el perfume a las flores y tantas variadas tintas de

belleza que hacen feliz y embellecen toda la naturaleza. ¡Oh! cómo ofrece el sol, más bien mi Voluntad en el sol, por medio de las plantas, de los frutos, de las flores, a las generaciones humanas la verdadera felicidad terrestre, y si no la gozan plenamente es porque se han separado de aquella Voluntad que reina en el sol, y la voluntad humana poniéndose en contra de la Divina destruye su felicidad. Y mi Voluntad velada en la luz del sol, dice al hombre desde la altura de su esfera, mientras ama y alaba nuestras cualidades divinas: ‘Sé siempre luz como lo soy Yo en todo lo que tú haces, a fin de que la luz te convierta todo en calor y llegues a ser como una sola llama de amor para tu Creador; mírame, con ser Yo siempre luz y calor poseo la dulzura, tan es verdad que la comunico a las plantas y de las plantas a ti; también tú, si eres siempre luz y calor poseerás la dulzura divina, no tendrás más hiel y coraje en tu ánimo, poseerás los gustos y las varias tintas de las bellezas del Ser Supremo, serás sol al igual que Yo, mucho más que Dios ha hecho este sol para ti, y tú has sido hecho para Él, por lo tanto es justo que seas más que sol.’ Ves hija mía cuántas cosas tienes que hacer unida con mi Voluntad en esa esfera del sol, tienes que alabar, amar y glorificar nuestra luz, nuestro Amor, nuestras infinitas dulzuras, nuestros gustos innumerables y nuestra belleza incomprensible, y tienes que conseguir a las criaturas todas las cualidades divinas que contiene el sol, a fin de que mi Voluntad encontrando las cualidades divinas, en medio de ellas venga a reinar develadamente con su pleno triunfo en medio de las generaciones humanas.

 

 

 

Mar

Y ahora hija mía, descendamos a la parte baja de la tierra, pongámonos en el mar donde están acumuladas masas de aguas cristalinas, símbolo de la pureza divina; estas aguas caminan siempre, no se detienen jamás, no tienen voz y murmuran, no tienen vida y son fuertes, de modo que forman tan altas sus olas que arrollan y hacen pedazos naves, gentes y cosas, y después que han destruido las cosas que han investido, descienden pacíficas en su playa, como si nada hubieran hecho, continuando su acostumbrado murmullo. ¡Oh! cómo mi Voluntad en el mar alaba, ama y glorifica nuestra Potencia, nuestra Fuerza, nuestro movimiento eterno que jamás se detiene, y si nuestra Justicia forma sus justas olas fragorosas para destruir ciudades y gentes, como mar pacífico después de la tempestad nuestra paz jamás es perturbada, y mi Voluntad velada por las aguas del mar le dice al hombre: ‘Sé puro como estas aguas cristalinas, pero si quieres ser puro camina siempre hacia el Cielo, de otra manera te corromperías como se corromperían estas aguas tan puras si no caminaran siempre; el murmullo de tu oración sea continuo si

quieres ser fuerte y potente a la par de Mí, si quieres echar por tierra a los más fuertes enemigos y a tu voluntad rebelde que me impide develarme y salir de este mar para venir a reinar en ti y extender en ti el mar pacífico de mi Gracia.’ ¿Será posible que quieras estar por debajo de este mar que tanto me glorifica? También tú alaba, ama y glorifica nuestra Pureza, nuestra Potencia, Fuerza y Justicia, unida con mi Voluntad que te espera en el mar como a hija suya, nuestro movimiento eterno hacia las criaturas para hacerles el bien, el murmullo continuo de nuestro Amor por medio de las cosas creadas, que mientras murmura amor, quiere la correspondencia continua del murmullo del amor continuo de las criaturas, y pide a mi Voluntad que les de las cualidades divinas que ejercita en el mar, a fin de que venga a reinar en medio de aquellos que la tienen rechazada en toda la Creación. Por eso si quieres saber qué cosa hace mi Voluntad en toda la Creación, gira en ella, y mi Fiat encontrando a su hija en todas las cosas

creadas, se develará y te dirá lo que hace hacia la Divina Majestad y la llamada y las lecciones que quiere dar a las criaturas."

 

GIROS PARA PASAR POR LOS FIATS DE LA REDENCIÓN:

"Hija mía, en mi Voluntad todos mis actos están presentes, como alineados entre ellos; mira, aquí están todos los actos de mi infancia, están mis lágrimas, mis gemidos, está también cuando de pequeño niño, pasando por los campos cogía las flores, ven a poner tu ‘te amo’ sobre las flores que tomo y sobre mis manos que se extienden para tomarlas, en aquellas flores era a ti a quien miraba, era a ti a quien tomaba como pequeña florecita de mi Voluntad, ¿no quieres tú entonces hacerme compañía en todos mis actos infantiles con tu amor y con entretenerte conmigo en estos actos inocentes? Después está cuando de pequeño niño, cansado de llorar por las almas tomaba un brevísimo sueño, pero antes de cerrar los ojos te quería a ti para reconciliar el sueño, quería verte besar mis lágrimas al imprimir en ellas tu ‘te amo’ en cada lágrima y con el arrullo de tu ‘te amo’ me hagas cerrar los

ojos al sueño; pero mientras duermo no me dejes solo, sino espérame a que me despierte, a fin de que igual que al cerrar mis ojos al sueño, así al abrirlos

me despierte en tu ‘te amo.’