UN CORAZÓN INDIVISO
"Hija mía, tú estás sola conmigo y Yo estoy solo contigo, y como estás
sola conmigo Yo concentro en ti a todo Yo mismo, porque estando sola
conmigo te puedo llenar toda de Mí, no hay punto de ti donde no tome mi
lugar, te transforme en Mí y como en naturaleza entre en ti la Gracia
extraordinaria. Cuando el alma está sola conmigo Yo soy libre de hacer lo
que quiero, me la gozo Yo solo y mi Amor me hace hacer tanto con ella, que
llego hasta la locura y hago tantas estratagemas amorosas, que si se pudiesen
ver u oír por todas las criaturas, dirían: ‘Sólo Jesús sabe amar y puede amar
en modo tan sorprendente, tan ingenioso y tan grande.’ Yo hago con quien
vive sola conmigo, como podría hacer el sol si pudiese concentrar toda su
luz sobre de una planta, esta planta recibiría en sí toda la vida del sol y
gozaría de todos sus efectos, mientras que las otras plantas reciben cada una
un solo efecto, que basta a la naturaleza de su planta, en cambio la primera,
como recibe toda la vida del sol, recibe al mismo tiempo todos los efectos
que contiene la luz. Así hago Yo, concentro en el alma toda mi Vida y no
hay cosa de Mí de que no la haga gozar; en cambio, quien no está solo
conmigo, como no puedo concentrar mi Vida, está sin luz, siente en sí el
peso de las tinieblas, su ser está dividido en tantas partes por cuantas cosas
tiene; así que si ama la tierra se siente dividida con la tierra, si ama a las
criaturas, los placeres, las riquezas, se siente dividida como a pedazos, de
modo que, quién la arrebata de una parte y quién de la otra, el pobre corazón
vive entre ansias, temores y amargas desilusiones. Todo al contrario para
quien vive sola conmigo."