SANTIDAD EN EL QUERER DIVINO Y SANTIDAD EN LA VOLUNTAD HUMANA
“Mira la gran diferencia que hay entre la santidad en mi Querer y la
santidad de las otras virtudes, la primera es recibir a cada instante corrientes
de Gracia, de Luz, de Amor, y estar la criatura en cada acto suyo en orden
con su Creador, por eso es la santidad que más se acerca a su Creador. La
segunda, la de las otras virtudes, es a tiempo y a circunstancia, cuando se
presenta la ocasión de ejercitar ahora la paciencia, ahora la obediencia, ahora
la caridad y otras, y si no se presentan ocasiones, las virtudes quedan
interrumpidas y sin crecimiento, y no pueden recibir el bien que contiene la
virtud en acto. En cambio en la santidad de mi Querer no hay pausas ni
interrupciones, mi Querer está siempre fijo en dardear a la criatura, ella lo
puede recibir a cada instante, si respira, si piensa, si habla, si late, si se
alimenta, si duerme, todo entra en mi Querer, y a cada instante puede
llenarse de mi Voluntad con todos los bienes que Ella contiene.”